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BANCO ODDONEJusticia cmplice en la Argentina

Luis Alberto Oddone 2007

catalogacin

BANCO ODDONEJusticia cmplice en la Argentina

Smbolo identificatorio del Grupo de Empresas Oddone

Este libro est dedicado a mi esposa, Nora, y a mis hijas, Paula y Carina.

A los directores y asesores del Holding Oddone con el pesar de que algunos ya se fueron: Dr. Ovidio Jimnez, Dr. Santiago Martinucci Yriart, Dr. Alfredo Lisdero, Dr. Hctor Brtora, Sr. Martn Santana, Dr. Sergio Peralta Ramos, Dr. . Gmez Luengo, Dr. Alberto Muiz, Dr. Oscar Alonso, Dr. Nstor Varni, Sr. Juan Domingo Acosta, Dr. Hctor Daz, Sr. Miguel ngel Pucci, Sr .Moro, Sr. . .Rodrguez, Dr. Mario Satanowsky.

Tambin al resto de mi familia, Y a los directivos, los empleados y los obreros aunque ya no lo sean de: Banco Oddone S. A., Luis Alberto Oddone & Ca. Asesores Financieros, Oddone Futuros S. A., LAO Publicidad S. A., Diners Club S. A., Bagley S. A., National Lead Company S. A., Industrias Deriplom S. A., Corinda S. A., Productos Solmar S. A., Flor de Lys S. A., Roby S. A., Establecimientos Agropecuarios La Elvira S. A., Trading Americas S. A., Silos y Elevadores S. A., Midam Trading S. A., Cereacol S. A., Metalcol S. A., Ipacol S. A., Puertos Argentinos S. A., Puerto de Cereales S. A., La Barullera S. A., Mid American S. A., Cresofin S. A., El Espoln S. A., La Rastrillada S. A., Agrocereales del Oeste S. A., Compaa Minera Ass S. A., Minagro S. A., Suministros Petroleros S. A., Erosa, Prida S. A., Fiandra Propiedades S. A., Crdito Consolidado S. A., Goltec S. A., Fiandra Automotores S. A., Ferrocor S. A., Tiusdy S. A. y Gran TV Color S. A.7

PROLOGO AL LIBRO DE LUIS ALBERTO ODDONE

El trabajo al que en breve sntesis me voy a referir a continuacin, tiene un profundo significado testimonial. No participa del gnero de las memorias, aunque sirve como una sinttica explicacin de vida. Tampoco se trata de un ensayo, donde las reflexiones y los mensajes se deslizan sin las exigencias formales que resultan casi inherentes a obras de mayor envergadura y con pretensiones ms ambiciosas. Se trata, entonces, del testimonio que ofrece un seor que supo ganar un significativo espacio en el mundo de los negocios en el pas y en el exterior. Oddone no constituy una multinacional en el sentido actual. Si configur un grupo empresarial con negocios diversos que en un momento dado alcanz resonancia aqu, en la Argentina, y afuera, sobre todo en la regin y en los EEUU. Cmo logr sobresalir casi desde la nada, es lo que con estilo llano y proverbial sinceridad evoca en menos de doscientas pginas. Las referencias a los colegios que frecuent y a su familia, muestran al autor en la atmsfera donde se cri y educ. Una suerte de reconocido homenaje a Nora, su esposa y compaera de toda la vida y madre de sus dos hijas, exhibe con transparencia el perfil del hombre a quien se lo persigui sin piedad, con argumentos que en este pas de arbitraria memoria y opaca justicia resultan caricaturescos.

Desde sus comienzos, hasta la progresiva configuracin y consolidacin del grupo que se identifica con su nombre, Oddone relata casi cronolgicamente los acontecimientos que engarzan su expansin interna y externa hasta alcanzar incmodas alturas para quienes se aterrorizan con el ascenso de competidores o de rivales en la fortuna. Aclaro que soy amigo de Luis desde hace unos veinte aos, es decir lo conoc despus de sus reiterados cautiverios, de modo que no me anima en esta presentacin otro motivo que no sea el de un prologuista neutral al servicio de la verdad segn el testimonio del autor. Con una naturalidad que merece subrayarse, Oddone desarrolla, entonces, todos los aspectos destacados de su vida, particularmente en el universo de los negocios y de su peregrinacin judicial y administrativa, reclamando por sus derechos, casi sistemticamente conculcados, en un contexto donde el abuso de autoridad y la indefensin se han convertido en cotidiana prctica, sobre todo para quienes molestan o no resultan escogidos por los que mandan. Los tropiezos y las dificultades de distinta laya, seguramente han acompaado a Oddone como a cualquier mortal a lo largo de su agitada vida. Pero ha sido durante los aos del denominado Proceso de Reconstruccin Nacional, cuando el cerrojo intent atraparlo o neutralizarlo con arbitrariedades rigurosamente destacadas en esta obra. No slo acontecimientos y personajes destacados pueblan el trabajo. Tambin se mencionan aprietes de autoridades econmicas que parecan tener propsitos arbitrarios sino mezquinos y ajenos a toda razn jurdica, que no pueden dejar de contemplarse a la luz de las especiales circunstancias que servan de marco y de cerco a los operadores econmicos y financieros. Sera tedioso y resultara fuera de lugar, formular menciones o destacar episodios que se encuentran proverbialmente narrados en la obra. Empero, s debo puntualizar que no puedo dejar de adelantar alguna mencin sobre las vicisitudes existenciales que acompaaron a Luis a partir de 176, paradjicamente en nombre de la libertad y de la justicia. Como l puntualiza, fue sometido a proceso y encarcelado, an cuando al momento de liquidacin10

del grupo y del banco que todava sirve como nave insignia, los pasivos eran virtualmente inexistentes y los activos constituidos por bienes reales; dinero y divisas, todava hoy depositados en bancos oficiales, temprana e irrefutablemente desmentan la calificacin de administraciones fraudulentas que graciosamente se adjudic al autor del que nos ocupamos. Porqu entonces el encono? Simplemente porque su presencia molestaba, segn el autor, al establishment hegemnico. Este observaba con preocupacin y sobresaltos todo espacio ocupado por operadores ajenos a su crculo ntimo. La reproduccin del dilogo mantenido con un vicepresidente del Banco Central y sus enrgicas admoniciones, permiten vislumbrar el grado de arbitrariedad que imperaba, an cuando como en el caso del Banco Oddone resultaba temerario hablar de insolvencia. Pero el lector no puede perder el dilogo, porque tambin es til para escribir la historia de la poca y precisar y confirmar sus opacos resultados. Juicios, encarcelamientos, privaciones, desapoderamientos patrimoniales, expatriaciones y an alguna fuga, configuran la experiencia personal y familiar de Luis Oddone, pulcramente narrada en este libro. Es un testimonio de vida. Pero all no se agota su valor. En el ncleo est viva la Argentina institucional con todas sus debilidades, falencias y arbitrariedades, que bien podran servir para ratificar, modificar y esclarecer el desenvolvimiento de un pas donde las mismas prcticas indecorosas mutatis mutandi siguen teniendo perversa vigencia. Agosto de 2007 | Marcelo Ramn Lascano

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Gira por el interior del pas del Sr. Luis A. Oddone en los das de lanzamiento del Banco Oddone S. A.

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INTRODUCCINJunio de 2007 | A veintisiete aos de los hechos

Este libro fue escrito hace catorce aos. Como consecuencia de razones polticas y recomendaciones de abogados debido a la inseguridad jurdica de la Argentina y el hecho de que el caso contina en proceso no quise publicarlo por razones de prudencia. Ahora, a mediados de 2007, decid publicarlo. Incorpor hechos econmicos acontecidos en los ltimos aos adecundolos a la realidad poltica de estos das. La tarea no me result difcil ya que en trminos de poltica y economa los criterios aplicados a partir de la instauracin de la convertibilidad de 11 no cambiaron mucho. Los hechos nuevos producidos a partir de 15 fueron ms liquidaciones de bancos. Banco Mayo S. A., Banco Patricios S. A. y el Banco Repblica S. A., entre otros, los cuales aunque dejaron grandes cantidades de damnificados, tuvieron un tratamiento diferente del que debimos sufrir, y an sufrimos, los protagonistas de la crisis de 10. A pesar de no damnificar a nadie, el Banco Oddone S. A. y yo, a veintisiete aos de los acontecimientos, continuamos bajo los oscuros designios de la Justicia. Durante el transcurso de los aos 2001 y 2002, a consecuencia de la fuga de depsitos iniciada en marzo de 2001, se instaur el14 15

llamado corralito financiero para proteger a los bancos nacionales y extranjeros del sistema con lo cual se perjudic confiscando a millones de inversionistas sin tomar ninguna medida punitiva contra los bancos ni sus directivos, con excepcin de los directores del Banco General de Negocios S. A. El 1 de febrero de 2001 el presidente del Banco Central, Dr. Pedro Pou, respondi a travs de las pginas del diario Clarn, con una carta personal, las acusaciones de la diputada Elisa Carri y las denuncias del diputado Gustavo Gutirrez. En ella se refiri el entonces presidente de la entidad rectora, al supuesto encubrimiento por parte del Banco Central de operaciones de lavado de dinero del ex Banco Repblica. Luego de definir tcnicamente el concepto de lavado de dinero, avanz con otro concepto atado a la simbologa del mito de Procusto, el monstruo hijo de Poseidn que muchos de nosotros conocemos, al que utiliz para definir la construccin de una ficcin relacionada con las acusaciones sobre l sealadas. As dijo: Creo que en este caso se construy un perfecto lecho de Procusto, es decir una ficcin, que se hace aparecer como realidad a la que deben adaptarse los hechos. La realidad que ha instalado la diputada Carri es que: ...(define las acusaciones) y contina ms adelante: Definido el lecho, presente ya en la escena Procusto, solo hace falta un esfuerzo para que quien deba ocuparlo lo haga con la precisin que requiere ese monstruo, aunque esto signifique cortar su cabeza. Se ha creado as un tribunal popular, continuaba Pou, que sin recurrir al ms mnimo proceso de discusin de los hechos, ha llegado a una conclusin y todo tiene que ajustarse a ella. Creo que sta no es la forma. Debemos respetar un principio bsico de nuestro derecho: la presuncin de inocencia. Lo contrario es linchamiento. (El resaltado es del autor.) Lo interesante de los conceptos del presidente del Banco Central de ese momento es que, por primera vez desde el Banco Central, se reivindicaba el derecho de las personas, el cuestionamiento a16

la caza de brujas y la preservacin de las instituciones, aunque en este caso solo se refiera a las pblicas y no a las privadas, cuando histricamente la poltica emanada de la entidad rectora de las finanzas argentinas fue precisamente la contraria: el avasallamiento de los derechos de las personas, la destruccin de las instituciones, el saqueo de los patrimonios y el encubrimiento de los accionares dolosos de los funcionarios pblicos pertenecientes a su lnea jerrquica. Inclusive durante la gestin del Dr. Pedro Pou. Despus de los aos transcurridos desde 10 es importante que el pblico sepa que contino siendo el presidente del Banco Oddone S. A. Que el Banco Oddone S. A. tiene una liquidacin firme, luego de dos fallos previos anulndola por violacin del derecho de defensa gracias a esta Corte Suprema designada por los Jvenes Idealistas protectora de los derechos humanos. Juzgadora del Terrorismo de Estado, pero que convalida las leyes ilegales del Proceso de Reorganizacin Nacional cuando se trata de proteger a los funcionarios corruptos del Banco Central, asocindose con los intereses de despojo del patrimonio de los ciudadanos independientes y apolticos, como los involucrados en estos casos testigo, mediante la violacin de las garantas jurdicas de los ciudadanos y las empresas. Como consecuencia de este fallo dictado en septiembre de 2006, comenz el proceso de quiebra, detenido durante veintitrs aos, en cuyo trmite de verificacin el Juzgado Comercial N 22 sent una nueva jurisprudencia: verific un crdito reclamado por el Banco Central por $ 2.800 millones de pesos mediante la exhibicin y prueba con fotocopias de comprobantes contables presentados por el Banco Central al Juzgado con la anuencia de un sndico ad hoc. Otro aspecto interesante de conocer por parte de los lectores como se ver en el final del libro, es que la sentencia condenatoria penal que me aplicara la Sala II de la Cmara Federal Penal es cuanto menos atpica.17

La Corte Suprema de Justicia de la Nacin la confirm al considerar que el recurso extraordinario haba sido mal otorgado por ella. (?) La causa penal se inici por una denuncia annima que gener una demanda del Banco Central como consecuencia de los autoprstamos otorgados por el Banco Oddone a las empresas del grupo. Al momento de la sentencia, en julio de 17, la Cmara Federal Sala II cambi la imputacin en la condena por la causa civil, que forma parte de la condena penal, y en la cual me conden a pagar al Banco Oddone la totalidad de los depsitos perdidos durante la crisis por ser el principal accionista, una cifra cercana a los $ 00 millones. La condena final no se produce por la imputacin original sino por la prdida de los depsitos del Banco Oddone, pero tomando como monto de las sumas a pagar no la cifra de los depsitos existentes en el banco que sera lo adecuado frente al cambio dispuesto por los magistrados, sino la de los autoprstamos, los que excedan al monto de los depsitos en ms de U$S 100 millones (cien millones de dlares). (?) La nica explicacin lgica que encuentro para este hecho a pesar de que los autoprstamos no eran un delito sino una trasgresin normativa a disposiciones del Banco Central, la cual es punible mediante una multa, plan de encuadramiento o como mximo un sumario es la siguiente: Al momento de emitirse la sentencia, en julio de 17, el ministro de Economa, Domingo Cavallo como lo explicara pblicamente por los canales de televisin su viceministro en 16, el Dr. Juan Llach algunos meses antes estaba utilizando el mecanismo de los autoprstamos para financiar el dficit fiscal a travs de los fondos obtenidos por el gobierno mediante la venta (privatizacin) de las empresas del Estado. Por otra parte, importantes fondos de inversin captadores de recursos internacionales para su inversin en privatizaciones de1

empresas del Estado, o en la adquisicin de empresas privadas, como el Grupo EXXEL y SOROS, entre otros, utilizaban como metodologa normal de financiamiento el autoprstamo (leverage by out). Metodologa, por otra parte, de uso normal y frecuente en los mercados internacionales de capitales, a los cuales tanto respetan los economistas idelogos de las polticas econmicas implementadas desde el Proceso de Reorganizacin Nacional hasta la actualidad, como tambin los presidentes del Banco Central de la Repblica Argentina, que se sucedieron durante los ltimos veintisiete aos. Por tanto, mi deduccin personal es que si el Sr. Luis Alberto Oddone era condenado por los autoprstamos se creaba un precedente o antecedente jurisprudencial a partir del cual hubieran sido pasibles de la misma sancin tanto los funcionarios pblicos a cargo del Ministerio de Economa del gobierno argentino, como importantes empresarios entrepreneurs que efectuaron y efectan un uso normal y asiduo de esta metodologa para llevar adelante sus adquisiciones empresarias elogiadas y ensalzadas por los medios de comunicacin social y la dirigencia empresaria verncula. Esto explica tambin que, en el apuro por producir el cambio de cartula en la condena civil y debido a la ignorancia del Poder Judicial sobre los temas financieros en los cuales fue inmerso gracias a la irresponsabilidad funcional de los directorios del Banco Central intervinientes y posteriormente no subsanadas por sus sucesores, se identific en el dictamen la cifra de los autoprstamos con la de los depsitos, aunque hubiera diferencias mayores a U$S 100 millones entre los unos y los otros en perjuicio del condenado. De cualquier manera, lo que queda claro es a quin haba que condenar y a quines no haba que cuestionar ni penalizar en sus procedimientos. Aunque estos fueran los mismos. Los lechos de Procusto, en estos casos, se disearon para los banqueros privados desde el directorio del Banco Central. Ningn directorio del Banco Central posterior quiso, hasta ahora, disear una cama ms confortable para los condenados por medio de su arbitrariedad.1

Otro aspecto que me interesa explicar es cul fue la razn de ser del Grupo Oddone en la Argentina y cul fue su estrategia de crecimiento. Como se ver en el desarrollo del relato, no nac siendo banquero ni empresario, artes profesionales que descubr y me atraparon durante mis pocas de estudiante de filosofa. Una vez instalado con xito en la actividad financiera, sent la emocin de crear una estructura empresaria multinacional a partir de un pas perifrico como era y es la Argentina. As me ocup de planear una expansin a futuro dirigida hacia la agroindustria, la exportacin de materias primas, la alimentacin, los servicios portuarios y los productos de distribucin masiva como las galletitas, los bizcochos, los cosmticos y los jabones de tocador. El concepto tena origen en las estructuras de conglomerados al estilo europeo y japons, en los cuales el respaldo de la estructura financiera madre estaba consolidado en la diversificacin econmica de los factores de produccin y en el comercio internacional. Estos conceptos estratgicos en la actualidad retornaron. Inexplicablemente, o tal vez no tanto, en el momento del cenit de la operacin empresaria del Grupo Oddone se produce la cada. Cada que no se produce como consecuencia de problemas econmicos o financieros del grupo, sino a partir de una accin deliberada de un grupo de hombres inferiores, funcionarios de un gobierno dictatorial ignorante y con insaciables deseos de apropiarse de los bienes y los activos de terceras personas e instituciones. sta es la historia de un desafo personal, que comenz bajo la administracin del Dr. Arturo Frondizi y an est viva judicialmente gracias al triunfo de la mediocridad, la incompetencia y el abuso de los poderes pblicos, particularmente del Banco Central de la Repblica Argentina y de la Corte Suprema de Justicia, sobre la vida de los ciudadanos independientes generadores de factores de produccin.20

Jueces permisivos sobre las irregularidades emanadas del accionar del Banco Central evidenciaron una colusin explcita, cuanto menos por omisin, en los procedimientos administrativos. Al momento del colapso, el Banco Oddone S. A. era el sexto banco del ranking nacional. El Grupo de Empresas Oddone participaba dentro de la Repblica Argentina con el 10 % del total de las exportaciones de Cereales (Trading Americas S. A.), el 60 % del mercado de los caos de plomo para la construccin y era el ms grande productor de plata en lingotes del pas (National Lead Company S. A.), tambin era el principal acopiador privado de cereales y productor de 40.000 cabezas de ganado de invernada ( Establecimientos agropecuarios La Elvira S. A.), tena dos puertos propios, Villa Constitucin e Ibicuy (Silos y Elevadores S. A.), participaba del 36 % del mercado de bizcochos y galletitas (Bagley S. A.), del 64 % del mercado de aerosoles para el cabello, el 30 % del mercado de champes para el cabello y el 10 % del mercado de desodorantes familiares (Roby S. A.), el 40 % del mercado de jabones de tocador, el 20 % con marcas propias, el 20 % fabricando para terceros multinacionales (Productos Solmar S. A.). Adems era dueo de fbricas de plantas de silos para acopio de cereales llave en mano, con 2 de toneladas instaladas (Grupo Cereacol S. A.), era socio de E. F. Hutton Inc. para los mercados de comodities en la Argentina, el Uruguay y el Paraguay (Oddone Futuros S. A.), posea desarrollos inmobiliarios en la Costa Atlntica, San Bernardo y Pinamar (Ferrocor S. A., Fiandra Propiedades S. A.), llevaba adelante forestaciones y desarrollos agrcolas y ganaderos en la Islas Lechiguanas, con 5 millones de rboles implantados y 14 mil hectreas en operacin agrcola ganadera dentro las islas, y tena estancias productivas en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Ro Negro y Salta. El grupo financiaba a terceros productores 300 mil hectreas de produccin cerealera en las provincias de Buenos Aires, Crdoba, Santa Fe, Tucumn y el Chaco, entre otras actividades que sera tedioso enumerar. Pasados los aos, en la actualidad y a travs de nuevos entrepreneurs, se configuraron estructuras similares pero a travs de los mecanismos financieros de los Fondos de Inversin de Capital de21

Riesgo o de los Fideicomisos Financieros. Estos fondos y fideicomisos no operan con patrimonio de los propietarios, sino con fondos de miles de inversores. Para ellos, todas las prcticas antes cuestionadas y condenadas son permitidas y, si por razones de administracin o de mercados colapsan, sus directores no pierden dinero, pues ya lo ganaron al momento de las adquisiciones, ni sern juzgados penalmente en la Argentina, pues los inversores son de terceros pases o de parasos fiscales.

Los argentinos de mi generacin y los ms jvenes tienen la oportunidad de conocer una parte de la historia financiera de la Argentina que an nadie se atrevi a contar desde el ngulo de los protagonistas damnificados. Buenos Aires, junio de 2007

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El Estado no poda hacer de gendarme sobre el sistema financiero y dej que se acomodara solo. Llegamos a una conclusin, que haba que amputar. As se resolvi, pero con una aclaracin: el Gobierno, el Presidente, decidi que se amputara... Jorge Rafael Videla, en relacin con la liquidacin del Banco de Intercambio Regional S. A., desencadenante de la crisis bancaria de 10.

Yo entiendo que el ciudadano comn me seale y tiene razn en llamarme delincuente, Ud. mat a 66 personas,. Asesino... Pero de los 66 casos por los que se me conden, lo que se juzg es mi responsabilidad. Yo no mat a nadie. Jorge Rafael Videla, en entrevista del invierno de 1, citada por Mara Seoane y Vicente Muleiro en El Dictador.

Yo no hice lo que los responsables del PRN: asumir la responsabilidad y no la culpa. Yo asum la responsabilidad y la culpa de lo que me imputaban y por eso limpi a todos mis empleados. Luis Alberto Oddone al juez Norberto A. Giletta a cargo del Juzgado Federal N 4 en un encuentro casual en 17.

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EL CONTEXTO POLTICOTranscurridos dos aos y medio de nuestra gestin, comienzan a darse las condiciones para la formulacin de un plan poltico.

JORGE RAFAEL VIDELA EN LOS DIARIOS EL TIEMPO DE CRDOBA 16/0/7 Y CLARN 17/0/7.

He considerado necesario hacer una breve descripcin del contexto poltico de la poca en la que transcurre este relato debido, por un lado, a la poca memoria de los argentinos y, por otro, como consecuencia de la poca participacin en la vida cotidiana de una juventud que en aquel tiempo era niez o no haba nacido, y por ello no tuvo la oportunidad de vivir concientemente la realidad nacional de ese momento histrico. Personalmente creo que la decisin de provocar un Golpe de Estado ya estaba en las Fuerzas Armadas cuando se realiz el Operativo Dorrego en el sur de la provincia de Buenos Aires en 174, donde se ejercit la convivencia del Ejrcito Argentino con la Juventud Peronista, la Juventud Radical y otras agrupaciones polticas. El motivo fueron las inundaciones ocurridas en ese ao y el objetivo era crear una integracin entre las Fuerzas Armadas y las juventudes polticas. De acuerdo con el relato que sobre los acontecimientos hace Rosendo Fraga en su libro Ejrcito, del Escarnio al Poder, deduzco de los discursos pronunciados por los generales a cargo del operativo en particular el del general Albano Harguindeguy, que la idea estaba en marcha, si se tiene en cuenta adems el accionar26 27

del embajador de los EE.UU., Robert Hill. Pero aunque as no lo fuera, es poco comprensible el grado de improvisacin, tanto poltica como econmica, con que se inici la aventura. Si no hubiera sido de este modo, nunca se habran realizado las declaraciones del entonces general Jorge Rafael Videla, que menciono en el acpite de este prlogo: Transcurridos dos aos y medio de nuestra gestin, comienzan a darse las condiciones para la formulacin de un plan poltico. Ante estos dichos cabe formularse la siguiente pregunta: Cmo pudo efectuarse un Golpe de Estado sin tener un plan poltico previo? El plan poltico es condicin inherente de la funcin de gobierno, sea sta constitucional o de facto. De cualquier forma, el proyecto que lanzado en marzo de 176, fue legitimado por el consenso generalizado de una poblacin agotada por la acefala del poder, el enfrentamiento del gobierno con el terrorismo urbano y la grave situacin econmica a nivel interno y externo. Como bien lo describe el profesor Hugo Quiroga en su libro El tiempo del Proceso: Cuando se produce un golpe de Estado se quiebra la legalidad constitucional, pero el rgimen que emerge de esa accin puede suscitar, como el de 176, el apoyo de la mayora de la poblacin; y puede entonces resultar legtimo. El tema nos reenva a la relacin entre legalidad y legitimidad (entendida sta como apoyo, reconocimiento, aceptacin) en el interior del sistema poltico. Un gobierno militar puede ser ilegal pero legtimo y un gobierno civil puede ser legal pero ilegtimo. Todo rgimen encuentra su fuente de legitimacin en el reconocimiento que motiva en la poblacin y, al mismo tiempo, se sostiene por su legitimidad. Por primera vez en la historia de los golpes de Estado argentinos, la resolucin final fue instrumentada mediante la conformacin de una Junta Militar estructurada por las tres armas, siendo el comandante en jefe del Ejrcito quien ejerca la presidencia de la Nacin.

Robert Hill, empresario y diplomtico conservador, fue designado por Richard Nixon, embajador en la Argentina en 173, ao del regreso del general Juan Domingo Pern de su exilio en Espaa. Segn relata Martin Andersen (corresponsal del Washington Post en la Argentina en ese tiempo) se uni por matrimonio con la fortuna W. R. Grace, que inclua una compaa con grandes propiedades en Amrica latina, a la vez que contaba con una reputacin personal de implacable. Embajador en Costa Rica en 154, Robert Hill intervino en el derrocamiento, a travs de un golpe apoyado por la CIA, de Jacobo Arbenz, presidente guatemalteco, de tendencia izquierdista, elegido democrticamente. Dada su estrecha relacin con el Senado de los EE.UU., el embajador Hill tena tambin una antigua vinculacin con las fuerzas de seguridad e inteligencia de los Estados Unidos, y su ltimo cargo, antes de ser designado en Buenos Aires, fue el de subsecretario de Defensa con responsabilidades en seguridad internacional. Fue tambin embajador en Mxico, El Salvador y Espaa. Segn menciona tambin Martin Andersen, en su libro Dossier Secreto: Hill recibi con alivio el golpe de 176. El gobierno de Isabel Pern no solo era incompetente y corrupto; su crculo ntimo escudaba a importantes fugitivos de procesos por trfico de narcticos en los EE.UU. A principios de ese ao predominaba en la embajada de los EE.UU. una mentalidad de ciudad sitiada. La propia residencia de Hill estaba densamente custodiada, e iba a su trabajo y volva de l como envuelto en una vaina y con una escolta digna de Al Capone.... (Segn la informacin proporcionada al seor Andersen por el agente de la CIA denominado en el servicio como Sam.) No sera extrao que ese nerviosismo adems de producido por el ataque al diplomtico norteamericano residente en Crdoba en 174 por parte de sectores radicalizados de la Juventud Peronista, fuera debido a alguna participacin concreta en los preparativos del golpe de marzo de 176. No olvidemos, como lo menciona Fraga, que en noviembre de 175 en los medios polticos se comentaba que los EE.UU. vean con simpa2

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ta, la designacin como presidente en reemplazo de Isabel Pern de un general en actividad. Si nos atenemos al historial del embajador al darse cuenta de que su gobierno, a travs del secretario de Estado Kissinger, respaldaba el accionar de las Fuerzas Armadas argentinas en la lucha contra los terroristas domsticos en todos los sectores de la poltica, y en particular a la Triple A, se comprender que la posicin adoptada por los EE.UU., luego de la entrevista celebrada en junio de 176 entre el secretario de Estado norteamericano y el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Almirante Guzzetti. Ambos se reunieron durante un encuentro de la Organizacin de Estados Americanos en Santiago de Chile, reunin que oper como un aliciente al designio trazado. Posteriormente, y debido a las circunstancias, el embajador Hill dio un vuelco importante a favor de la poltica de derechos humanos. Paralelamente a la decisin de efectuar el golpe de Estado justificado por la lucha contra el terrorismo y anhelado por los terroristas (Feinmann, La Sangre Derramada) estaba la nueva concepcin doctrinaria en materia econmica que adoptaron los grupos conservadores de los Estados Unidos. sta adscriba a la teora monetarista del Dr. Milton Friedman, Premio Nobel de Economa, cuya doctrina hiciera fracasar posteriormente la poltica econmica del presidente Reagan. Esta doctrina econmica se intent, desde los EE.UU., irradiarla a toda Amrica latina ya que histricamente, desde la segunda mitad del siglo XX, latinoamrica fue el principal cliente de los productos del pas del Norte como lo afirma Peter Drucker en su libro Administracin y Futuro. Esta poltica econmica por sus caractersticas de sobreendeudamiento, dependencia financiera, concentracin de capital y destruccin de la clase media, requera personeros estrictamente identificados con el modelo a implementar para poder cumplir con efectividad las directivas trazadas. As se ubicaron personalidades representativas de los establishment de los respectivos pases del rea como ministros secundados por jvenes inexpertos luego llamados Chicago Boys.

Otro importante impulsor de esa poltica como se ver en el libro, fue David Rockefeller, importante empresario y ex banquero, quien no utiliza sus teoras en sus empresas. En el caso argentino, la eleccin recay en uno de los altos exponentes de los tenderos contrabandistas llegados a la Argentina durante los siglos XVIII y XIX, estrechamente vinculado con poder internacional, miembro del directorio de algunas grandes empresas nacionales y extranjeras: el Dr. Jos Alfredo Martnez de Hoz. Esto explica la diferencia de la textura doctrinaria e ideolgica del golpe de 176 con los generados anteriormente en el pas. En el golpe de 176 no se convoc a los sectores nacionalistas de derecha de las Fuerzas Armadas, sino que desde el comienzo del Proceso los protagonistas pertenecan al ala liberal representativa de la derecha gerencial. La derecha doctrinaria e ideolgica nunca gobern en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX. En las Fuerzas Armadas, particularmente en el caso del Ejrcito, como bien lo describe David Rock en La Argentina Autoritaria: La aparicin de los grupos nacionalistas en los gobiernos de facto fue generalmente el producto de una inestable coalicin con los grupos conservadores liberales. Estas asociaciones solan ser el producto de la intencin de estos ltimos de explotar su natural orientacin por el uso de la violencia para lograr objetivos especficos e inmediatos. Cuando el empleo de la fuerza dejaba de ser necesario, solan aparecer tensiones entre los integrantes de la coalicin, con lo que los nacionalistas finalmente quedaban aislados, y casi siempre excluidos del poder. En 176, la violencia estaba instalada en todos los niveles de las Fuerzas Armadas y los generales considerados nacionalistas y con ms talento como los generales Daz Bessone, Acdel Vilas, Domingo Bussi (quien aos despus demostrar mayor inclinacin por el cobre que por el bronce), Mujica y Buasso con el tiempo fueron desplazados y segregados de la estructura de poder. A pesar de que algunos autores, como el mencionado Martin

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Andersen y tambin el Dr. Tulio Halperin Donghi, en La larga agona de la Argentina Peronista, estiman que la guerra antiterrorista prcticamente haba concluido en 176, en razn de la objetividad necesaria debo mencionar que el general Daz Bessone, en su libro Guerra Revolucionaria en la Argentina, menciona treinta y un hechos entre atentados y asesinatos realizados por el terrorismo armado durante ese ao. Relata tambin que en 177 finaliz la Operacin Independencia luego de veinticuatro combates en los que murieron setenta y cuatro guerrilleros y dieciocho integrantes de las fuerzas legales. Tambin menciona que durante 177 el acto de terrorismo ms importante fue el atentado contra el ministro de Relaciones Exteriores, almirante Guzzetti. Contina diciendo que a fines del mismo ao, la agrupacin Montoneros edit un folleto titulado 600 operaciones en 177, siendo todos actos de sabotaje, atentados, asaltos y actos de terrorismo. Segn el mismo autor, 17 fue el ao de la desarticulacin final de la guerrilla terrorista. Actualmente todava est en discusin por parte de la sociedad argentina si realmente algunos atentados atribuidos y/o asumidos por la guerrilla, fueron responsabilidad de ellos o fueron operaciones encomendadas desde el poder militar, como los casos del almirante Lambruschini y el Dr. Guillermo Walter Klein, entre otros. De cualquier forma, y visto retrospectivamente, lo que pretendi ser una alternativa de orden, desarrollo econmico y estabilidad poltica, se transform en un manejo del poder pblico dominado por la arbitrariedad, el aprovechamiento mediante fuerzas coercitivas y el robo desembozado hacia particulares, banqueros y empresarios, aunque nunca se hubieran involucrado en la poltica ni en los movimientos guerrilleros que justificaron la toma del poder y su mantenimiento por parte de las Fuerzas Armadas. Lo que s queda claro es la connivencia de las Fuerzas Armadas y sus representantes civiles en la funcin de gobierno con intereses extraos al inters nacional, que rotaron desde la alineacin irrestricta con los intereses externos y las compaas transnacionales hasta la asociacin econmica con la Unin Sovitica y el rgimen de Fidel Castro, cuando las necesidades financieras como en el32

caso de la venta de cereales durante la veda impuesta por el presidente norteamericano James Carter o la posterior aventura de la Guerra de Malvinas lo hicieron necesario. Estos hechos demostraron la falta de doctrina y el oportunismo poltico de los dirigentes militares y civiles del Proceso de Reorganizacin Nacional. Estas decisiones dejaron a la vista el nivel de incompetencia, falta de patriotismo y base doctrinaria de la cpula del gobierno militar, a diferencia de lo sucedido con sus equivalentes de Chile y el Brasil, como as tambin la falta de unidad de criterio para el manejo de una nacin en situacin de crisis poltica y econmica. Desde el punto de vista econmico aspecto tratado en el Captulo V y en el Apndice I, resulta interesante que el principal soporte del Plan Econmico del Dr. Martnez de Hoz fueran, y continen sindolo, el ex general Jorge Rafael Videla y los grupos de poder financiero y empresario que respaldaron irrestrictamente la poltica de desnacionalizacin econmica. Jorge Rafael Videla era un general, que transcurri toda su carrera militar prcticamente en dos destinos: el regimiento de la ciudad de Mercedes y el Colegio Militar de la Nacin, con una evolucin oscura y sin protagonismos dentro de la Fuerza Ejrcito, hasta el momento de acceder al poder respaldado por los sectores de empresarios. Sectores que, pasados los aos, fueron los beneficiarios de las privatizaciones o que en la actualidad son rentistas del capital exportado, luego de la venta de sus activos en la Argentina en la dcada de 10. El desenlace de esta ltima intervencin militar en la que gran parte de la poblacin argentina crey, fue catastrfica desde lo econmico y lamentable desde lo poltico-militar. Particularmente por los procedimientos utilizados en la lucha contra el terrorismo armado, y la improvisacin con una notable falta de evaluacin geopoltica al desencadenar la Guerra de Malvinas. El terrorismo, por su parte, capitaliz polticamente la derrota sufrida en la confrontacin a pesar de que muchos de los hom33

bres de su dirigencia segn varios autores que analizaron los hechos de la poca eran dobles agentes que operaban para las Fuerzas Armadas y la resistencia. En los aos posteriores y hasta la actualidad, muchos de se encontraron y se encuentran en posiciones encumbradas dentro de gobiernos democrticos que sostuvieron una poltica econmica de perfeccionamiento de la del Proceso de Reorganizacin Nacional, y otros asumen banderas en parte consecuentes con sus ideas histricas. Los miles de cadveres dejados atrs defendiendo una supuesta doctrina ideolgica ya no cuentan... excepto para sus familiares que continan luchando por los derechos vulnerados o los hijos desaparecidos. La realidad actual demuestra, que la lucha armada de la dcada del setenta fue ganada por las Fuerzas armadas, pero el triunfo poltico y meditico fue de los terroristas, gracias a la incompetencia, el conflicto de intereses, la impunidad y, sobre todo, la cobarda de los conductores del Proceso de Reorganizacin Nacional. Ellos asumieron la responsabilidad pero no la culpa de los procedimientos represivos utilizados, dejando a sus subalternos a la deriva, dentro del mare magnum judicial y meditico nacional e internacional, ante el cual no tienen ninguna posibilidad de respuesta tcnica, jurdica ni de accin psicolgica posible ante las aberraciones ejecutadas por instrucciones recibidas y sobre las cuales no era posible rebelarse. Por otra parte, los defensores del ideario de la resistencia revolucionaria, a partir del advenimiento de la democracia, se alinearon con los grupos monetaristas liberales, asocindose al proceso de desnacionalizacin de la economa, la desnacionalizacin de la banca nacional, la proletarizacin de la clase media, el hundimiento y la marginacin de la clase obrera. Durante la lectura de este libro, el lector comprobar que fui un disidente de la poltica implementada por el Proceso de Reorganizacin Nacional (como lo soy de las implementadas posteriormente), que no estuve alineado con el terrorismo, que siempre fui34

un banquero y un empresario independiente y, finalmente, que estar excluido del acontecer econmico, social y poltico de la Argentina durante los ltimos veintisiete aos me permiti no involucrarme en el oportunismo salvaje y la corrupcin sistemtica que prevalecieron durante estos aos, hechos de los que muy pocos protagonistas de las fuerzas vivas y polticas se pueden considerar excluidos.

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CAPITULO I

Aquella maana de febrero de 10, me levant como siempre a las seis, desayun y fui a caminar por el parque de casa antes de salir hacia el banco. El verde del pasto, los rboles y los sonidos de la madrugada me ayudaban a pensar. Al medioda tena una importante reunin en el directorio del Banco Central. Su vicepresidente 1 me haba citado. No conoca al personaje. Haba sido por su iniciativa. No conoca las razones y me senta preocupado. Llegu al Banco Oddone a las ocho. Revis los papeles sobre mi escritorio: las planillas de posicin, depsitos, liquidez, prstamos interbancarios Mantuve tres entrevistas con gerentes y, antes del medioda, entr en el Banco Central por la puerta de la calle Reconquista. Sub a la oficina del directorio y, luego de anunciarme, entr en el despacho del Lic. Alejandro Reynal. Apenas sentado comenz un dilogo inslito: Alejandro Reynal: ... Pero vos qu te crees. Que te vas a quedar con los mejores negocios de la Argentina? Te compraste la National Lead Company, ahora el Diners... Cuntas sucursales tens en el banco? (Se refera al Banco Oddone S. A., del cual yo era presidente y propietario.)36 37

Oddone: Reynal: Oddone: Reynal: Oddone: Reynal: Oddone: Reynal: Oddone:

44 Cuntas tens autorizadas? 5 Qu?... Vos no pods ser tan grande. Tens que renunciar. Renunciar a qu? A las sucursales autorizadas. Pero si las autorizaron ustedes El Banco Central... No importa. Tens que renunciar. Vos no pods ser tan grande... Entonces me van a obligar a lo mismo que tuve que hacer en 175 y 176... Cuando necesite expandirme voy a estar obligado a comprar otra entidad financiera...

fondo, tal vez, deba representar el papel imperativo para lograr los objetivos de los que le daban las rdenes, pero lo que suceda era que su interlocutor, al menos en mi caso, en vez de sentirse intimidado, experimentaba una sensacin de diversin socarrona. Despus de esta primera reunin personal de febrero de 10, mantuve otras dos que se desenvolvieron en el mismo tono coercitivo durante las cuales siempre deb renunciar a alguna disposicin aprobada sobre mi banco, resuelta por el directorio del Banco Central con anterioridad, o a adquisiciones empresarias que tena en trmite y de las cuales, por algn medio, Reynal estaba enterado. Como consecuencia de los exhortos complementados con apremios verbales soportados durante las reuniones, tom cuerpo dentro de m la presuncin de que se estaba gestando alguna accin importante por parte del gobierno. De lo que no llegaba a darme cuenta era hacia dnde se dirigan sus intenciones. Subconscientemente, mi cerebro ataba cabos sobre situaciones, disposiciones, acciones de gobierno evidenciadas por medio del mercado financiero y de los medios de comunicacin social. Por ejemplo, trascendi que el endeudamiento internacional de la nacin no se reflejaba en los balances del Banco Central debido a que se lo contabilizaba como reservas internacionales. Este hecho motiv un editorial del diario Clarn. Durante la gestin del ministro Domingo Cavallo en los aos 0, se utilizaron mtodos parecidos, y despus tambin, pero ahora no son comentados por los medios de comunicacin social. Otros comentarios decan que se tomaban ingentes cantidades de prstamos de los bancos internacionales, los que inmediatamente eran recolocados en los mismos bancos prestamistas u otros relacionados con el directorio del Banco Central a una tasa de inters 50 % menor a la que se pagaba por los prstamos. Estos, a su vez, quedaban ociosos sin aplicacin justificable. Estos procedimientos coincidieron con el desmembramiento del sector del Banco Central que estableca las comunicaciones y las3

El licenciado Alejandro Reynal era el tpico tilingo-necio-fatuo de Buenos Aires. Alumno mediocre de la Universidad Catlica Argentina, con la virtud social de tocar la guitarra, a travs de vinculaciones familiares y entrenamientos en la sucursal del J. P. Morgan en Buenos Aires, lleg de manera inexplicable a la posicin de vicepresidente 1 del Banco Central de la Repblica Argentina, luego de una lamentable gestin como ministro de Economa de la provincia de Corrientes. Por aquel tiempo del gobierno militar, la vicepresidencia 1 del Banco Central se cubra con funcionarios inoperantes, sin capacidad de decisin propia y con la firma fcil sobre documentos que el poder poltico o los bancos a los que representaban requirieran para sus intereses particulares. El Banco Central estaba controlado por funcionarios de determinados bancos privilegiados representados en su directorio. Por ejemplo, el antecesor de Reynal en el cargo fue el Dr. Cristian Zimermann, quien representaba los intereses del Banco de Galicia ante el Banco Central. El licenciado Reynal representaba los intereses del J. P.Morgan y sus asociados argentinos entre otros. A finales de 17 y comienzos de 10, el equipo del ministro Martnez de Hoz haba llegado al cenit de su soberbia. Reynal, de rasgos afilados y asiento inestable, gustaba, por lo que vi, de enardecerse para lograr efectos de temor en su interlocutor. En el3

relaciones con los bancos internacionales. Los teletipos de esta oficina fueron instalados en el directorio del Banco Central bajo la supervisin directa del Dr. Francisco Soldati, quien manejaba personalmente los contactos con los bancos. Los funcionarios de lnea fueron desplazados de sus funciones. Por otro lado, las industrias, desde 176 en adelante, sufrieron el impacto de la reduccin de los ingresos de amplias capas de la poblacin con la consiguiente baja en la demanda de bienes industriales. La sobrevaluacin del tipo de cambio desalent la exportacin de excedentes que hubieran permitido utilizar mejor la capacidad ociosa disponible. La rebaja de aranceles (impuestos a las importaciones), combinada con esa misma distorsin del valor del peso, promovi la importacin de bienes subvencionados por los pases de origen competidores de la produccin local. La modificacin de las condiciones de funcionamiento del mercado financiero a travs de la implementacin de la Cuenta de Regulacin Monetaria diseada por los tcnicos del Banco Central encabezados por el Dr. Ricardo Arriazu y el Dr. Adolfo Diz, su presidente, encareci abruptamente el costo del crdito para las empresas. La limitacin de los beneficios otorgados por el sistema de Promocin Industrial redujo las posibilidades de invertir en un mercado que no ofreca ningn estmulo para la inversin privada, como lo explicara con claridad el economista Jorge Schvarzer en un estudio econmico sobre la poca. Aos despus, el mismo Jorge Schvarzer1 lleg a la conclusin de que el efecto convergente de todos esos impactos afect la industria tanto en su actividad cotidiana como en su desarrollo a largo1 Jorge Schvarzer trabaj conmigo a partir de 175 cuando fund el mensuario econmico financiero PRENSA ECONMICA y era el responsable de las investi-gaciones y proyecciones econmicas que publicbamos. La cita que hago fue publicada en Desarrollo Econmico, vol. 23 N 1 (octubre-diciembre de 13), sobre la base de estudios efectuados en aquella poca. Otro aspecto que resalta el Ing. Schvarzer del perodo 175/1 son los costos financieros que debieron soportar las empresas: las 100 compaas ms grandes pagaban tasas que iban

plazo, generando un deterioro del sector que se prolong en el tiempo. Entre 175 y 10, ms de 300 mil trabajadores industriales perdieron su empleo. Simultneamente, YPF y otras importantes empresas del Estado, contrataban prstamos internacionales irresponsablemente sin que los fondos recibidos ingresaran en el circuito de sus operaciones. El principal operador de estas contrataciones desde el gobierno central era el secretario de Hacienda, Dr. Juan Alemann quien segn periodistas de Radio Mitre, como Marcelo Bonelli es el vocero del establishment argentino. Evidentemente, esa poltica econmica deba hacer estallar la economa, como tambin sucedi con las posteriores. Lo que no podamos saber los que fuimos protagonistas era que la justificacin institucional del estallido a nivel nacional iba a ser la CRISIS FINANCIERA DE 10. Ella tuvo el propsito adicional de poner en prctica la recomendacin maquiaveliana: arrebatar a los adversarios todo su poder, sus recursos y sus privilegios de un solo golpe El Premio Nobel Von Hayeck, uno de los principales mentores de los llamados Chicago Boys, sin desmerecer la enorme contribucin que hiciera a la Economa, recomienda al final de su clsica obra Camino de Servidumbre, que si el plan econmico falla, siempre se puede apelar al recurso de una crisis financiera

***** El viento me golpeaba la cara y me haca sentir escalofros. El caballo iba al trote corto y los que traa de tiro cabestreaban sin tirar del cordel. El trayecto desde Francisco lvarez hasta Lujn,desde 0 % hasta 60 % anual, con una tasa efectiva en dlares del 30 % anual. Las empresas del segundo y tercer centenar tuvieron costos financieros que superaban el 130 % y el 150 % de su respectiva facturacin. El Ing. Schvarzer, probablemente por falta de informacin poltica calific a los grupos bancarios e industriales intervenidos y/o liquidados en 10 como exponentes estrictamente especulativos del sistema. Espero con fe que si lee este libro cambie de opinin.

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hacia la estancia de los Fernndez Guerrico, era de casi treinta kilmetros. Tena diecisis aos y recin comenzaba a jugar al polo. De los trece a los quince mi padre, el Coronel me inici en el criollo juego del pato en el club Mariano Moreno y hasta los doce no me dej andar en montura ni recado. Siempre en pelo, como l deca: Para hacerse de a caballo. Ese ao sera mi primera experiencia jugando unos partidos ms organizados gracias a la hospitalidad de la familia Fernndez Guerrico y los hermanos Enrique y Alfonso Naveyra, de la estancia San Jos de Lujn. Me esperaban entre chukker y chukker porque, al no tener petisero, tena que cambiar los arreos y ajustar las vendas protectoras en las patas de los caballos entre uno y otro. Nunca olvid el afecto de esos amigos que me recibieron como uno de sus pares siendo un invitado pobre que solo aportaba el entusiasmo por un deporte inculcado casi desde la cuna por su padre, junto con el amor al caballo y el sentimiento de la tierra. Aquellos regresos a caballo, con el cansancio y el fro dentro de m, templaron la conviccin de un desafo para ser ms. Para vivir una vida diferente. El desafo de salir de la angustia frustrante por las necesidades econmicas y vivir en un contexto que no se adecuaba a la realidad econmica de nuestra estructura familiar. Mi familia era la clsica familia venida a menos del Barrio Norte de Buenos Aires. La carrera de militar de mi padre fue truncada por el gobierno peronista en los aos 50 y la persecucin posterior agot los recursos familiares. La persecucin fue un recurso habitual en la historia de la vida poltica y social argentina. Fue utilizada sistemticamente por la mayora de los gobiernos dictatoriales o democrticos. Pasados los aos, comprob que en diferentes dimensiones econmicas el primer gobierno peronista fue a mi padre lo que el Proceso de Reorganizacin Nacional fue a m. Por una raz de leal42

tades inexplicables y de historias familiares, ni mi padre se sinti vctima de Pern, ni yo me sent vctima de los militares. Tanto mi padre como yo, supimos darnos cuenta desde dnde vino realmente la embestida. Una familia como la nuestra, formada por militares, marinos, aeronuticos y algunos polticos, como mi to Gabriel o Jacinto Oddone cofundador del Partido Socialista Argentino y autor del libro La Burguesa Terrateniente Argentina, entre otras obras de anlisis histrico, que era primo de mi abuelo, tena algunos valores muy claros: el concepto de PATRIA, SOBERANA, y SENTIDO NACIONAL DE LA HISTORIA, aun cuando el mundo se fuera transformando de bipolar en unipolar y los pases evolucionaran de INDEPENDIENTES a INTERDEPENDIENTES.

***** Sal del banco Central y regres al despacho de la presidencia del Banco Oddone para dar una instruccin. Oddone: Ema2, tenemos que mandar una carta al Lic. Reynal renunciando a 25 sucursales aprobadas por el Banco Central (no iba a renunciar a todas). Quiero que hoy mismo la tenga en sus manos.

2 Ema Masso era mi secretaria, quien fue descubierta y heredada de la primera compaa industrial que adquir en el ao 171, Cereacol S. A.

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CAPITULO II

La debacle econmica de mi padre durante el gobierno del general Pern como consecuencia de la persecucin poltica y su pase a retiro obligatorio lo llev a vender nuestra casa del Barrio Norte. Tambin su participacin en el establecimiento de campo familiar. Esto nos llev a mudarnos a un departamento de mi abuela materna en Callao al 100. Era un departamento modesto y confortable. La vida en lo de abuela era precaria. Tan precaria como puede ser la vida cuando una familia acostumbrada al buen vivir cae de pronto en la pobreza resistindose a aceptarla como un dato de la realidad. Mi padre fue jubilado del Ejrcito Argentino a los 4 aos. A pesar de estar incluido en los 30 y 40 (30 aos simples de servicios y 40 aos dobles por destinos inhspitos), su salario era insuficiente. Los salarios de los militares honestos, en general, siempre fueron insuficientes en relacin con su posicin social y sus obligaciones institucionales. Surgi un nuevo protagonista para el sostenimiento de la familia: el trabajo silencioso y sacrificado de mi madre. Comenz a vender ropa que le daban en consignacin en el barrio de Once o sus amigas de Barrio Norte.44 45

Con su esfuerzo pag mis estudios en el Colegio del Salvador, en el Liceo Militar y ms tarde en el Colegio San Jos. Adems de la comida diaria. El coronel, mi padre, entr en la crisis del militar de alta graduacin jubilado a destiempo y con la desubicacin conceptual de que era viejo para comenzar de nuevo. No poda aceptar ser subordinado cuando llevaba aos ejerciendo el mando. Se refugi en sueos de proyectos irrealizables. Cifras inmensas se discutan en mesas de caf de la Avenida de Mayo. Sus interlocutores eran adulones obsecuentes en busca de obtener jirones de miseria de un pobre ms calificado. Nunca estuvo dispuesto a sacrificar su honor pidiendo favores al poder poltico de turno. Al llegar la noche, acostado en mi colchoncito sobre el suelo del living, agobiado de angustia e inseguridad, mis ojos abiertos trataban de penetrar el futuro. En esas noches de insomnio soaba con realizaciones y riquezas: iba a crear un imperio con miles de trabajadores y tantos campos en produccin que hasta donde llegara mi vista seran mos. A los 37 aos pude vivir esa experiencia.

Haba una docena de empresarios y un poltico de nota, el Dr. Rodolfo Martnez. Dio la sensacin de que era una reunin para presentarle al ministro personas que se movan fuera del circuito de sus relaciones. Por ese desconocimiento, cada participante deba presentarse, declarar su profesin y expresar ideas acerca de su actividad y sobre el pas. Acept la invitacin porque me interesaba conocer a una persona que en tres aos, desde el ministerio de Economa, se haba transformado virtualmente en el presidente de la Repblica. Al da siguiente Perina llam para informarme que el ministro se haba interesado en mi exposicin. Dos meses ms tarde, en agosto de 17, recib una llamada de Teddy Garca Mansilla. Con Teddy mantena una relacin informal a travs de su hermano Lucio, quien me asesoraba en temas del mercado de los Estados Unidos. Me invit a participar en un programa de televisin conducido por el periodista Bernardo Neustadt, cuyos participantes eran el ministro de Economa y un grupo de empresarios de distintos sectores. El programa se grababa a las tres de la tarde y, en ese momento, era la una de la tarde... Le ped que me dejara pensar unos minutos antes de contestarle. Rpidamente deduje que si me estaban llamando a la una para grabar a las tres era porque alguien haba fallado. Tenan que cubrir la ausencia. Por otra parte supuse que era una buena oportunidad para exponer mis ideas al ministro, ya que estaba viendo serios problemas para el corto plazo en el sistema financiero para el sector empresario y el plan econmico en vigencia. Llam a Garca Mansilla. Le pregunt si haba restricciones en las preguntas al ministro. Me respondi que no. Me compromet a estar en el canal a las tres de la tarde.47

***** Mayo de 17. Mi primo Francisco, periodista, escritor y estrechamente vinculado con el desarrollismo me present a un seor con el que trabajaba. Era el dueo de una agencia de publicidad. Tena dos nombres: Moiss Konstantinosky y Emilio Perina. En junio de 17, ese seor me invit a una reunin en su agencia de publicidad, a la cual tambin asisti el ministro de Economa, Jos Alfredo Martnez de Hoz.46

Al llegar ya estaban all Roberto Rocca del Grupo Techint, Arnaldo Martinenghi de Astilleros Alianza, Carlos Ors de Roa de Compaa Continental de Granos y Francisco Capozzolo del Grupo rbol Solo. El ministro lleg ms tarde. Le pregunt al ministro si lo que pretenda la poltica econmica del gobierno era la destruccin del sistema financiero argentino, ya que los banqueros calculbamos las utilidades con decimales y los quebrantos los recibamos por enteros como consecuencia de la poltica econmica implementada desde el gobierno central. Manifest tambin que con la poltica econmica implementada se estaba diezmando a la pequea y la mediana empresa, las que histricamente eran la fuerza vital de la economa argentina. El ministro garabate una respuesta sin contestar nada en concreto en relacin con mi pregunta. Un ao ms tarde de este programa televisivo, el sistema financiero argentino se derrumb. La ola de quiebras super todos los niveles anuales histricos y yo, desde la crcel, pude ver que haba sido uno de los primeros ciudadanos en denunciar pblicamente la perversa poltica econmica instrumentada por el gobierno del Proceso de Reorganizacin Nacional. Pero estaba en la crcel... En la celda de Caseros, reflexionando sobre lo sucedido y lo que continuaba ocurriendo dentro del contexto poltico y econmico nacional llegu a la conclusin de que en la Argentina de aquellos aos hubo dos movimientos terroristas importantes que afectaron la vida de la sociedad: el terrorismo armado contra el gobierno, que nunca afect a ms del 5 o 6% de la poblacin, y el terrorismo econmico implementado desde el gobierno que afect a ms del 70 % de los habitantes. El terrorismo desat una guerra civil no convencional que cobr vidas de ambos bandos instigada y alentada desde el interior por4

los propios terroristas buscando el regreso al pas del general Pern y el golpe de Estado, pero sobre todo cobr vidas de jvenes que tenan poco que ver en las acciones. La mayora de sus conductores salieron indemnes y pasado el tiempo llegaron a ocupar altas funciones pblicas en los gobiernos de la democracia. Posteriormente se comprob, como ya dije, que muchos de ellos eran dobles agentes. El terrorismo econmico no solo no produjo confrontacin sino que fue aceptado sin cuestionamientos por los propios sectores a los que estaba destruyendo en una suerte de masoquismo nihilista para la autodestruccin. Ni durante los aos del Proceso de Reorganizacin Nacional, ni despus del advenimiento de la democracia hubieron estructuras de poder que operaran sobre ese terrorismo econmico. Nadie lo cuestion penalizando efectivamente a sus principales protagonistas: el Dr. Jos A. Martnez de Hoz, el Dr. Guillermo Walter Klein, el Dr. Juan Alemann, el Dr. Adolfo Diz, el Lic. Alejandro Reynal, el Dr. Enrique Folcini, el Dr. Ricardo Arriazu... etctera, o a su brazo ejecutor policial armado: el general Albano Harguindeguy. Fueron premiados con lucrativos asesoramientos, negocios o consultoras. Hoy, como entonces, continan asesorando a bancos extranjeros y nacionales, a las grandes empresas nacionales e internacionales. Son convocados asiduamente por los medios de comunicacin social y por los gobiernos democrticos a los cuales en su momento desalojaron y enjuiciaron. Volviendo a mi relato sobre el programa de televisin, al da siguiente me llam Perina para decirme que el ministro quera verme en su despacho. A ltima hora de la tarde nos reunimos. Las reuniones que tuve con el ministro fueron todas, excepto dos, con Perina presente.4

En su despacho, el ministro me pregunt por qu lo ataqu en el programa de televisin cuando l propiciaba un cambio estructural de la economa, creando una nueva Argentina en la que yo estaba llamado a ser uno de los protagonistas. Respond que no lo haba atacado, pues no tena nada en contra de l. No lo conoca ni saba quin era. Conoca su apellido por la tradicin argentina y lo haba ledo en los libros de historia. Expliqu que me llamaron a la una de la tarde para grabar el programa a las tres. Que pregunt si haba alguna restriccin en las preguntas a realizar y me respondieron que no. Por tanto, una vez en el programa pregunt y dije lo que honestamente pensaba y senta. Luego, el ministro comenz a preguntarme en qu sectores de la economa participaba. Describ una sntesis de mis emprendimientos financieros, agropecuarios, industriales y comerciales. A medida que explicaba, el gesto del ministro fue derivando hasta la sorpresa. Me agradeci la informacin. A partir de entonces, comenz a llamarme dos veces por mes para conocer mis opiniones acerca de la poltica del sector financiero e industrial en las cuales mis empresas participaban. En esas reuniones participaba Perina. Ms tarde supe que Emilio Perina se encargaba de controlar (apretar) a los medios de comunicacin que vertan opiniones en contra de la poltica del Proceso. Estas reuniones se produjeron hasta febrero de 10 y eran sumamente cordiales, afectuosas y aspticas. En una oportunidad, por noviembre de 17, me pregunt qu opinaba de la situacin del Banco de Intercambio Regional y del Banco de Los Andes. Respond que prefera mantener nuestro dilogo sobre aspectos generales de los diversos sectores econmicos o financieros. Resalt que me pareca de poco nivel y estilo hablar de la competencia. Le recomend que convocara al Dr. Rafael Trozzo y a Hctor Grecco.50

En octubre de 17, Perina me comunic que el ministro me solicitaba un prstamo de U$S 700 mil para financiar la campaa poltica presidencial del general Viola en los distintos sectores de las Fuerzas Armadas, pues la conduccin del Ejrcito quera que fuera el sucesor del general Videla. Respond que si era por el bien de la Patria no los prestaba, los donaba. A esas alturas ya se saba qu significaba que a uno le pidieran un prstamo para algn destino especfico en los altos niveles del gobierno. Dos das ms tarde, reunidos con el ministro en uno de nuestros encuentros mensuales le dije que haba sido informado por el Dr. Perina de los fondos que se necesitaban. Mi decisin era no prestarlos sino donarlos. El ministro asinti en silencio con la cabeza. Ms tarde alguien me coment que el candidato del ministro para suceder al general Videla era el general Albano Harguindeguy. (?) Mientras tanto, Perina con la plata financi una publicacin que escriba Jos Gobello llamada Precisiones, que era repartida en todos los regimientos y unidades operativas de las Fuerzas Armadas. Tuve informacin de que la inversin en la revista, no super los U$S 50 mil. Nunca pregunt sobre la aplicacin del resto de los fondos. En un almuerzo que ofrec en el Banco Oddone, Perina me present al Dr. Jaime Perriaux, quien era el principal asesor poltico del general Videla. Vinieron junto con el Dr. Acua Anzorena, a quien ya conoca. Durante el almuerzo debatieron entre ellos la sucesin poltica del PRN mientras yo escuchaba. Todos coincidan en que en la salida del poder de facto hacia una alternativa democrtica se deba mantener el control del Ministerio de Economa. Sobre los postres, y luego de escuchar atentamente las opiniones de mis invitados, les pregunt si haban considerado que si una sucesin del Proceso de Reorganizacin51

Nacional era una alternativa democrtica, con controlar el Ministerio de Economa no alcanzaba: haba que generar una mstica, una nueva visin del pas para darle una proyeccin poltica al sentimiento del pueblo. Se produjo un silencio... No se habl ms del tema... Al Dr. Perriaux no lo vi nunca ms, al Dr. Acua Anzorena s. Incluso meses ms tarde me pidi un puesto para su hijo a quien design en la sucursal Mercedes de mi banco. No lleg a ocuparlo debido al crack producido por la crisis de abril de 10. En noviembre de 17, el Dr. Emilio Perina me comunic que el ministro le haba expresado su deseo de crear una publicacin doctrinaria sobre el ideario del PRN. Ella tendra la publicidad de todas las empresas del Estado y los entes gubernamentales oficiales y provinciales. El ministro quera que yo financiara el lanzamiento anticipando los fondos. A su vez me inform que el ministro me ofreca comprar el diario La Opinin o los bienes de la familia Gelbard administrados por la CONAREPA o, en su defecto, poda transferirme el crdito de U$S 200 millones que el Banco Mundial haba asignado para la construccin de silos de campaa al Banco de la Nacin Argentina. En esos momentos, yo era, a travs de mi organizacin agropecuaria, el ms grande acopiador de cereales de la Argentina. Mi respuesta fue que nunca haba hecho negocios con el Estado para ganar mi dinero y por tanto no entenda cmo era eso. Pasados los aos y vistos los acontecimientos que sucedieron, llegu a la conclusin de que el Grupo Oddone era, en la visin del gobierno, un poder econmico y financiero mostrenco, incontrolable e impredecible. Por ello necesitaban crear una situacin de dependencia como la que tenan con el resto de los grandes grupos empresarios nacionales contratistas del Estado y los bancarios tradicionales, entre los cuales haban distribuido el control de la banca oficial y sus dependencias financieras.52

La prueba ms evidente de ello fue que luego de la destruccin de enormes estructuras de produccin como el Grupo Grecco en San Juan y Mendoza, el Grupo Sasetru y el mo, ni durante el PRN ni luego del advenimiento de la democracia, la Asociacin de Bancos Argentinos, ni la Asociacin de Bancos del Interior, la Asociacin de Bancos Extranjeros, ni tampoco las Cmaras Empresarias a las cuales pertenecamos, jams pidieron investigar las medidas arbitrariamente tomadas fuera de la ley por el gobierno militar contra estos grupos econmicos. Tampoco lo hicieron con el advenimiento de los gobiernos revisionistas de la democracia. Ms an, muchos de ellos colaboraron con actitudes pasivas o colaboracionistas con las acciones del gobierno para no impedir la cada de los grupos afectados. En mi caso, la quiebra del grupo empresario se produjo debido a que no fue homologada la convocatoria de acreedores de una de mis empresas, propietaria de un puerto en Villa Constitucin, que estaba en construccin. El principal contratista acreedor de esa empresa era una subsidiaria del Grupo Macri. Cuando mi esposa, quien qued a cargo de las empresas, vio la mala disposicin del juez Comercial Dr. Alejandro Mximo Paz, busc reunirse con Franco Macri, a quien conocamos por salidas a cenar y otras reuniones a las que habamos asistido juntos. Utiliz como vehculo para el encuentro a Jos Bartolucci, amigo comn y socio en ese tiempo de Franco Macri, a quien yo haba apoyado financieramente en sus empresas con mi banco. Lo fue a ver explicndole la situacin. Jos le respondi que se comunicara con Macri y la llamara. Pocos das despus, Bartolucci llam para informarle que Franco Macri no la recibira... Posteriormente, Macri sobrevivi a los colapsos financieros consecuencia de la crisis bancaria contratan53

do al general Albano Harguindeguy con el mdico honorario de U$S 50 mil por mes. Al producirse la junta de acreedores en la sala del juzgado para decidir la aprobacin de la convocatoria de acreedores de la empresa Silos y Elevadores S: A., empresa propietaria del puerto en Villa Constitucin, los contratistas, dentro de los cuales el principal era la subsidiaria de Macri, declararon ante el juez que el proyecto no era viable. Luego de escuchar sus argumentos, mi esposa pidi la palabra y les pregunt por qu si ellos consideraban que el proyecto no era viable haban aceptado construir las obras. A los pocos minutos todos estaban de acuerdo con aprobar la convocatoria. La oposicin entonces surgi del propio juez: el magistrado, Alejandro Mximo Paz, consider que aun cuando los acreedores estuvieran de acuerdo con la aprobacin del concurso de acreedores, l consideraba que el accionista Oddone no reuna las condiciones morales para acogerse al beneficio. Por tanto, declar la quiebra. La realidad era que necesitaban una primera quiebra para poder quebrar por extensin todo el conglomerado, que fue el paso siguiente dictaminado por el juez. Llegu a tener quebradas empresas con ms de U$S 50 millones de patrimonio y que no tenan pasivos. Cuando lleg a la presidencia el general Viola, el Dr. Acua Anzorena fue designado asesor presidencial, tambin el Dr. Perriaux. En ese tiempo yo estaba haciendo patio, preso en la crcel de Caseros. Ni el general Viola, ni el Dr. Acua Anzorena, ni el Dr. Perina, ni Perriaux se acordaron de quien puso U$S 700 mil sin pedir ni aceptar nunca nada. Hubiera aceptado mi derecho a la vida en libertad... Continuando con la secuencia del relato, en diciembre de 17 la revista Todo es Historia, propiedad de Emilio Perina y dirigida por el Dr. Flix Luna, organiz un encuentro en el Crculo54

Italiano para disear la Argentina de la dcada de los 0. Fueron invitados lderes de todos los sectores: de las finanzas, el agro, la industria, las Fuerzas Armadas, el clero, las artes, etctera y, por supuesto, el ministro Martnez de Hoz. En la mesa estaban el ministro, Merbilhaa, de la Federacin Argentina de Cooperativas Agrarias, Celedonio Pereda, de la Sociedad Rural, Avelino Porto, de la Universidad de Belgrano, Acua Anzorena, la Sra. Susana Rinaldi, el Padre Braun, Perina, etctera. Fui a la reunin con un plan econmico para la dcada del 0. Pareca que el nico que poda tener un plan econmico o ideas para una poltica econmica nacional era el ministro de Economa Martnez de Hoz. Los dems debamos expresar conceptos o sugestiones durante diez minutos medidos por un reloj de arena. Me las ingeni para leer mi plan en diez minutos. Por supuesto, mis concepciones no se compatibilizaban con las del ministro. Las principales, entre otras ideas, eran que rechazaba la poltica de endeudamiento y pona nfasis en la transferencia de tecnologa y la retransformacin agroindustrial de la Argentina. Creo que en el siglo XX, como Ferns lo vio con respecto al endeudamiento argentino del siglo XIX, la mayor o menor cantidad de prstamos no vara la textura del proceso de desarrollo del pas. S, en cambio, los ingresos de divisas que sean aportes genuinos de capital. sta no era la concepcin que exista y an existe en nuestro pas: gran parte de los economistas profesionales creen en el desarrollo econmico por la va del endeudamiento. La realidad es que la deuda cubre el dficit fiscal que no quieren o no pueden controlar poniendo como excusa al desarrollo econmico. Debido a esto, la deuda cada vez es mayor y con acreedores ms duros como el FMI y ahora los inversionistas privados de todo el mundo.55

Esta tendencia se revirti a partir de 2003 pero est retornando. La sntesis de los discursos fue publicada por Todo es Historia en febrero de 10. Recib la revista en la Crcel de Caseros, Unidad N 1 en mayo de ese ao.

CAPITULO III

Existen tres antecedentes institucionales relacionados con la crisis financiera de 10: el caso Pazmallmann S. A., el caso del Banco de Hurlingham S. A. y el caso Promosur Ca. Financiera S. A. 1.- En los prolegmenos del golpe militar de 176, Arturo Mallmann, titular de la firma de Corredores de Bolsa y de la empresa de inversiones Pazmallmann S. A., fue convocado como relata en el opsculo que escribiera aos despus por un oficial de la Marina retirado a reuniones conspirativas en las que se indagaba su posicin con respecto a los problemas del pas. Escribe a su pedido opiniones de buena fe acerca de los problemas nacionales sin darse cuenta como sucediera en los casos posteriores que estaba condenado por anticipado. El 2 de marzo de 176, cinco das ms tarde de producido el golpe de Estado, fueron allanadas las oficinas del holding empresario y Arturo Mallmann fue secuestrado. El recin asumido presidente de la Repblica, el general Jorge Rafael Videla, emiti un decreto poniendo al detenido a Disposicin del Poder Ejecutivo bajo la calificacin de Delincuente Subversivo Econmico. Respaldado en ese decreto y en los acuerdos de las Fuerzas Arma56 57

das argentinouruguayas para la lucha antiguerrillera (Plan Cndor), fueron allanadas en el Uruguay las oficinas de Pazmallmann Montevideo S. A. solicitando el apoyo a las Fuerzas Armadas uruguayas debido a que los Servicios de Informacin argentinos haban detectado el nido financiero de la subversin argentina. El episodio termin en un papeln para el gobierno argentino, porque el nido no exista y los inversores financiaban con sus fondos desarrollos agrcolas y ganaderos pioneros en el noroeste argentino. No era extrao que esto sucediera as: detrs del operativo, conducindolo e instigndolo estaba el inepto general Albano Harguindeguy, uno de los ms corruptos exponentes desarrollado al amparo del PRN. Por supuesto, el allanamiento uruguayo fue convalidado, despus de efectuado, por Arturo Mallmann bajo apriete en el Departamento de Polica. Desde luego nunca hubo un sumario administrativo instruido por el Banco Central. Tampoco la Direccin General Impositiva se sinti afectada por la empresa ni por los inversores. Consecuentemente, la Justicia Federal Penal nunca emiti un fallo al respecto. Arturo Mallmann muri sin ser reivindicado. 2.- Juan Chavanne era, en noviembre de 176, un vendedor exitoso de terrenos para turismo y loteos. Haba desarrollado un mercadeo de venta directa a travs de un ejrcito de seoras y seoritas muy bien puestas, con las que lleg a facturar casi U$S 5 millones mensuales. En ese mes de noviembre fue visitado en sus oficinas por el escribano Horacio Oyhanarte y el Dr. Lpez Resende, quienes le ofrecieron en venta el Banco Hurlingham S. A. El banco era propiedad de Isidoro Miguel Graiver y la Sra. Lidia5

Papaleo por su hija menor Mara Sol Graiver. Juan Chavanne se interes en el negocio ya que un banco mediano era un vehculo ideal para el financiamiento de sus negocios inmobiliarios. Era consciente de que el negocio era complicado, pues la familia vendedora estaba seriamente cuestionada por sus presuntas vinculaciones financieras con los terroristas montoneros. Por ello contrat para asesorarse a un gran jurista: el Dr. Julio Oyhanarte.3 El asesor jurdico de Chavanne era el estudio M&M Bomchil, quienes deban determinar con qu caractersticas debera efectuarse la compra teniendo en cuenta lo delicado de la situacin del banco y el momento poltico que se estaba viviendo. Los asesores con la responsabilidad de auditar el banco si se decida la compra, eran el estudio contable Lpez, Gonzlez & Raimondi Asociados. Los asesores coincidieron en que la compra era viable y ventajosa. Se fij el da de cierre para la compra en el 27/12/76. Al concretarse la transaccin se estipul su perfeccionamiento sujeto a dos condiciones recomendadas por los asesores: 1.- la auditora y 2.la aprobacin de la transferencia por parte del Banco Central. Los resultados de la auditora fueron satisfactorios pero el Banco Central puso dos objeciones para la transferencia del paquete accionario: la carencia del grupo comprador de capital lquido para desarrollar el banco y la falta de idoneidad de los compradores para operarlo. La primera objecin fue superada mediante la incorporacin del Grupo Empresario de Industrias Siderrgicas Grassi S. A. a travs de su principal accionista y la segunda a travs de la contratacin de una gerencia profesional compuesta por los Sres.: Alejandro Reynal, Miguel Prez, Carlos Etcheverrigaray y Rafael Serago3 Segn me informara personalmente Juan Chavanne.

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pian. Todos estos funcionarios provenan de la Banca Morgan en la Argentina y, casual o causalmente, fueron los que tuvieron directa o indirectamente el manejo operativo de la crisis financiera de 1980 desde el Banco Central entre otros que se mencionarn ms adelante. Una vez perfeccionada la operacin, se conform el nuevo directorio compuesto por las siguientes personas: presidente, Sr. Jorge Tejerina; vicepresidente, Sr. Juan Chavanne; directores: general Mario Laprida, Dr. Rafael Olarra Gimnez, Sr. Marcelo Chavanne y Sr. Federico Chavanne. La sindicatura qued a cargo de la firma Lpez, Gonzlez & Raimondi Asociados. A los treinta das, el banco fue intervenido por la Conarepa (Comisin Nacional de Reparacin Patrimonial, rgano dependiente de la CAL, Comisin de Asesoramiento Legislativo, que reemplaz bajo la dictadura las funciones del Poder Legislativo), instituto utilizado para administrar las confiscaciones determinadas por el Poder Ejecutivo. Fue designado un nuevo presidente: el general Alfredo Gabriel Casino. El banco estuvo en todo momento coadministrado por el Banco Central, a travs de sus veedores, los Sres. Maino, Ilundain y Zemborain. El grupo comprador nunca pudo, desde que asumi, otorgar un crdito ni autorizar un giro en descubierto para algn cliente. Los crditos solicitados por accionistas, cuando se efectuaron, fueron garantizados siempre en exceso con garantas reales hipotecarias. Frente a esta situacin de ingobernabilidad, el paquete mayoritario del banco fue vendido el 2/06/7 a Industrias Siderrgicas Grassi S.A.. Al mes siguiente de producida la venta, en julio de 17, lleg una denuncia annima (metodologa habitual para abordar a un grupo econmico previamente sentenciado) a la Comisin Nacional de Valores contra Industrias Siderrgicas Grassi S.A., objetando la60

compra del paquete accionario del banco en U$S 10 millones. Segn la denuncia, la inversin no estaba considerada dentro de los estatutos de la sociedad. A partir de la denuncia comienza una contienda de perfiles speros entre la Comisin Nacional de Valores e Industrias Siderrgicas Grassi S. A. En septiembre de 17, el Sr. Juan Chavanne, su esposa Sharon, el Sr. Grassi y otros, son secuestrados de las oficinas del estudio jurdico del Dr. Mario Satanowsky. El Dr. Satanowsky es secuestrado junto con ellos. Su permanencia en Campo de Mayo transcurri desde el 14/0/7 hasta el 26/12/7. Durante ese perodo los protagonistas, encapuchados, sufrieron largos interrogatorios ante un auditorio numeroso. Para presionarlos, estando desnudos, los interrogadores dejaban correr gotas de agua hirviente desde el cuello por la columna vertebral hasta la base de los genitales. La Sra. Sharon Duggan, esposa del titular quien estaba embarazada presenci 2 simulacros de ejecucin de su esposo. Los simulacros tambin eran efectuados con los otros detenidos, segn me relatara personalmente Mario Satanowsky quien fue desde mis inicios mi abogado personal.4 El 26 de diciembre de 17 fueron transferidos al Pabelln de Subversivos de Villa Devoto desde donde posteriormente se los aloj en pabellones de presos comunes. Durante el proceso judicial ya blanqueados los detenidos, la fiscala nunca llam a declarar a los asesores jurdicos Julio Oyhanarte, M&M Bomchil, o los contadores Lpez, Gonzlez & Raimondi. Pasados los aos, al recuperar la libertad, los militares les dijeron que haba sido un error, que se haban equivocado...4 En 15, al regresar de mi exilio, Marcelo Chavanne me coment que los interrogadores encapuchados eran el Dr. Juan Etchebarne y el Dr. Garris, presidente el primero y director el segundo de la Comisin Nacional de Valores.

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El Sr. Juan Chavanne les crey. Consider que si no se hubieran equivocado todos estaran muertos. El caso Banco Hurlingham S. A. se produjo debido al inters de dos grupos econmicos interesados en apropirselo. Uno de ellos presionaba a travs del Banco Central utilizando a su vicepresidente 1 de ese momento, el Dr. Christin Zimmermann y era un Grupo Financiero de los considerados tradicionales: el Banco Ganadero propiedad de la familia Ocampo. El otro era un grupo de las Fuerzas Armadas vinculado a la Marina. El secuestro de los protagonistas fue una operacin combinada de la Marina y el Ejrcito comandada por Ral Guglielminetti. 3.- Promosur Compaa Financiera S. A. fue liquidada en febrero de 10. Fue la antesala de la crisis de abril de 10. Quise escuchar el relato de los protagonistas sobre su caso. Nunca demostraron inters en hacerlo. Tal vez porque cuando les sucedi eran muy jvenes y en estos aos lograron sacarlo de la mente. Tal vez por miedo... De cualquier forma hay que respetar lar razones de silencio de las personas aunque nunca dejarn de haber sido el tercer antecedente.

CAPITULO IV

Durante el ltimo semestre del sexto grado decid rendir el examen de ingreso al Liceo Militar Gral. San Martn por aquello de la emulacin al padre. Pienso que un hijo siempre pasa por una etapa, en la cual quiere identificarse con su padre. Cuando se define la personalidad toma cuenta que puede optar por la misma profesin a sabiendas de que nunca ser como l. Los dos aos que pas en el Liceo Militar me marcaron profundamente. All me di cuenta de que mi carrera no era la militar. Tambin comprob que haba una rebelda inmanente a mi propio ser. Lo ms positivo durante este perodo fue el corte del cordn umbilical con la familia. El aprendizaje para valerme por m mismo. La enorme experiencia del compaerismo y la profunda significacin de la amistad. En esos dos aos sal pocas veces porque pasaba los fines de semana arrestado por problemas de rebelda o insubordinacin. Durante esos fines de semana, recluido en esa suerte de monasterio vaco en el que se transformaba el instituto, comenc a desarrollar mi aficin por la lectura.

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Comenc leyendo novelas de cowboys y fui evolucionando hacia la literatura, la filosofa y la historia. Con algunos compaeros de inclinaciones afines empezamos a esbozar una especie de club literario donde nos dbamos a conocer nuestras opiniones mediante construcciones literarias, ya fueran stas cuentos, ensayos o poesas. All conoc mediante la lectura a gran parte de los clsicos espaoles, a filsofos como Ortega y Gasset, Swami Vivekananda, a escritores como Alejo Carpentier y Eduardo Mallea. Sent la profunda emocin de Historia de una Pasin Argentina y el dolor sereno y exttico de La Penltima Puerta. Tambin experiment el sabor de la aventura en las expediciones internas, por los lugares prohibidos para los cadetes castigados en esas noches de fro, soledad y tristeza. Nunca fui un buen estudiante, pero siempre pasaba mis ratos libres leyendo los temas que me interesaban. Muchas veces, en los aos de lo que para m fueron conquistas empresarias, pensaba que no hubiera imaginado o creado los proyectos que estaba desarrollando, si no me hubiera auto impuesto aquella formacin humanstica de la adolescencia rebelde y solitaria de los militares y los curas. Era como un ir y venir entre la disciplina del deber hacer para la sociedad y el distribuir riqueza en busca de una justicia social. A finales del segundo ao, estuve privado de salir hasta el da anterior a Navidad como consecuencia de un enfrentamiento con un teniente que se propas avasallando agresivamente con su superioridad fsica a uno de los compaeros ms dbiles y de menor estatura de nuestra compaa (cada curso estaba dividido en compaas: 1, 2, etctera). Cuando lo enfrent preguntndole por qu no me apretaba a m que tena su mismo tamao o ms, me replic ordenndome que me pusiera en la posicin de firmes y a partir de ese momento inici una persecucin jerrquica imposible de sostener.64

Decid irme. Quera volver al Colegio del Salvador, mi querido colegio de la primaria, pero ya no encontr vacante. Continu cursando el secundario en el Colegio San Jos de la calle Azcunaga y Bartolom Mitre. A pesar de que me fui del Liceo Militar General San Martn, continu la relacin con mis compaeros de curso hasta hoy y el encuentro con ellos todas las semanas cuando estoy en la Argentina contina siendo una de las experiencias ms gratificantes. En el Colegio San Jos curs dos aos hasta los diez y seis, momento en que decid ganarme la vida. De esta escuela tengo el recuerdo de tres grandes amigos: Eduardo Castelli, a quien en cierta forma le debo haber llegado a ser banquero, Carlos Pay, hoy escribano e historiador con quien pasbamos horas interminables debatiendo sobre historia, filosofa y poltica dentro de la academia literaria del colegio y en los recreos con Toms Wetzel, compaero de frustraciones econmicas y problemas existenciales.

***** Hay momentos en la vida en que determinados nombres y personas se asocian a determinadas circunstancias. No s si atribuir esto a la casualidad o a la causalidad de un orden superior, pero es as. En todos los hechos que conforman los prolegmenos de mi destruccin, Emilio Perina estuvo presente. Mximo Intaglieta es un tradicional operador de cambios del mercado argentino de mucho prestigio y gran correccin. A pesar de que nunca hicimos grandes negocios juntos, mantenemos una frrea amistad a travs de los aos y siempre que pudo particularmente en los duros aos posteriores a la cada de mi grupo empresario, me ayud.65

Siempre trat de brindarme aperturas de relaciones y contactos para que pudiera rehacerme econmicamente. Me present al Dr. Jorge Baeza en una comida para varios matrimonios amigos suyos que ofreci en su casa. Pasados los meses consolidamos, mi esposa y yo, una fuerte amistad con Baeza y su esposa Graciela. Jorge Baeza fue durante muchos aos, el hombre de confianza de Roberto Noble, el brillante empresario fundador del diario Clarn. Una noche de 10 fui invitado a cenar en casa de los Baeza debido a que Jorge quera presentarme a su gran amigo Rogelio Frigerio y a otros amigos. Nunca haba tenido oportunidad de conocer a don Rogelio, el idelogo fundador del Movimiento de Integracin y Desarrollo, agrupacin poltica con la que s colabor estrechamente mi primo Pancho Oddone y que, a fines de los aos 60, acompa a ese gran estadista que fue el Dr. Arturo Frondizi. Durante la cena pregunt por Perina, pues yo saba que haba militado en la UCRI y en el MID y haba estado envuelto en temas petroleros durante la administracin Frondizi. All me enter, segn la opinin de Rogelio Frigerio, que la publicacin que yo haba financiado en 17 y que escriba Jos Gobello, Precisiones, se hizo para desprestigiarlo a l y al MID, frente a las Fuerzas Armadas en la poca del PRN. Tambin me enter en esa comida que Emilio Perina sirvi en diversas oportunidades al Servicio de Informaciones del Estado y la CIA, la Central de Inteligencia de los Estados Unidos de Norteamrica. Nunca pude comprobar esto. Me llam la atencin que cuando comenz la corrida financiera de 10, Perina me vino a visitar al66

banco y me dijo que si tena algn problema financiero la banca juda de Nueva York poda solucionrmelo por su intermedio. En esa oportunidad le respond que valoraba su preocupacin, pero que yo no tena ningn problema de ndole financiero. De todas formas, le agradec la intencin y esto tiene que ver con lo que relatar a continuacin. En enero de 10, estando de vacaciones en las playas de Pinamar, me vino a visitar a casa mi amigo Coco Wackmaister, quien desde haca muchos aos trabajaba, mediante una asociacin de negocios, con la firma proveedora de mquinas para la industria Berhent & Mattel. Me inform que la General Motors Corporation venda sus plantas industriales de la Argentina llave en mano, y me pregunt si me poda interesar comprarlas asociado con ellos, para vender los equipos industriales y hacer el negocio inmobiliario de las propiedades. Estuvimos reunidos varias horas con la presencia tambin del comn amigo Jorge Zuckerman. Recuerdo que era un domingo por la maana. El lunes por la maana orden a mi central de Buenos Aires que compraran un pasaje para Nueva York para esa noche. Llegu a Ezeiza con la ropa que traa desde Pinamar. A la maana siguiente, ya en Nueva York, me esperaba mi asistente para llevarme a la oficina. A las once de la maana me reun con mi amigo John Libby, ejecutivo de Lehman Brothers, mis banqueros de inversin en EE.UU. Ellos me asesoraban en las adquisiciones de empresas. Le expliqu mis intenciones con General Motors Argentina. Inmediatamente llam a Detroit y concret una reunin con el chief executive officer de General Motors Corporation para el mircoles a las nueve de la maana. Almorzamos en un restaurante de Wall67

Street y fuimos al aeropuerto de La Guardia, donde nos esperaba un jet privado para llevarnos a Detroit. En el viaje planeamos la propuesta de compra para General Motors. Con el asesoramiento de Lehman Brothers, yo ya haba comprado a NL Industries de los EE.UU. la National Lead Company S. A. de Argentina y sus empresas subsidiarias. Libby me describi la personalidad del hombre que bamos a ver, el Sr. Wolf, y su historia. Llegamos a Detroit, cenamos frugalmente en el hotel (cuando hay por delante una negociacin importante para mi gusto es conveniente tener hambre). Al da siguiente, a las nueve menos diez, entramos en General Motors Corporation. Estuvimos reunidos una hora y media. Cuando salimos estaba eufrico: haba comprado la planta de San Martn y la planta de Barracas con toda la maquinaria adentro, ms la residencia del presidente de la empresa en el barrio de Belgrano R. Tena media hectrea de terreno en un valor de U$S 14 millones. El valor histrico de libros de la General Motors Corporation Detroit! Adems, tom la licencia para la representacin de General Motors por cinco aos para atender el servicio de repuestos del parque automotor y de camiones preexistentes y la representacin para la venta de automviles nuevos de importacin. Tambin negoci la licencia para la fabricacin en la Argentina del motor diesel para automviles y camiones. Ya no pensaba en vender las mquinas. Cerrara la planta de Barracas donde proyect un shopping center para la zona sur e iba a reactivar la planta de San Martn reincorporando a los mil cien empleados y obreros despedidos por General Motors Argentina. Cuando llegu a Buenos Aires de regreso hice una inspeccin de todas las plantas con personal tcnico.6

La bautic Complejo Industrial General Roca S. A. En el plan estratgico de la adquisicin, y de acuerdo con el parque de maquinarias existente, decid dividir la planta de San Martn en cuatro plantas: una planta de fabricacin de contenedores para exportacin; una planta de electrnica; la planta de cigeales, con la que comenc a establecer un acuerdo de complementacin con Volkswagen do Brasil, y la planta de matricera la ms importante de Sudamrica la cual trabajara para Fabricaciones Militares y la Fuerza Area Argentina. Los acuerdos finales deberan ser establecidos en Buenos Aires, con los abogados de General Motors, quienes eran el Estudio Jurdico Allende & Brea. Nunca se pudo llegar a estos acuerdos finales. Pareci que para los abogados de General Motors era ms negocio el desguace de las plantas que la reapertura. Aos despus me enter de que el ministro Martnez de Hoz haba dado un mal informe de mi persona a la embajada de los EE.UU. Me qued la satisfaccin de una experiencia importante de negociacin con la mayor empresa del mundo y haber sido aceptado por ella para adquirir sus activos y representar su nombre. No fui aceptado por mi pas para lo mismo. Curiosamente el Dr. Emilio Perina fue encargado por m para informar al ministro de Economa Martnez de Hoz sobre los resultados de la nego