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Hoy empezamos el tiempo de cuaresma, tiempo en el que realizamos una penitencia interior para fortalecer nuestro espíritu y así atender de mejor manera al llamado divino que nuestro señor Jesucristo no hace a la conversión del corazón. Motivado por el amor de Dios y el amor que siento por ustedes les hago llegar los enseñamientos con los que la santa madre iglesia quiere ayudarnos durante nuestra peregrinación en la tierra. Empezamos con la definición de “penitencia interior” que trae el Catecismo de la Iglesia Católica (Nro. 1431): La penitencia interior es una reorientación radical de toda la vida, un retorno, una conversión a Dios con todo nuestro corazón, una ruptura con el pecado, una aversión del mal, con repugnancia hacia las malas acciones que hemos cometido. Al mismo tiempo, comprende el deseo y la resolución de cambiar de vida con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de su gracia. Esta conversión del corazón va acompañada de dolor y tristeza saludables que los Padres llamaron "animi cruciatus" (aflicción del espíritu), "compunctio cordis" (arrepentimiento del corazón). Debemos recordar también el cuarto mandamiento de la Iglesia Católica: Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia. Y queda la pregunta ¿Cuándo lo manda? Para responder a ello observamos las indicaciones en el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica sobre los días de penitencia (cánones del 1249 al 1253): Canon 1249. Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen. Canon 1250. En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma. Canon 1251. Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Canon 1252. La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia. Canon 1253. La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad. Y para finalizar este asunto observamos la norma complementaria de la Conferencia Episcopal Peruana: “Entre las prácticas penitenciales, el ayuno y la abstinencia establecidas por la Iglesia podrán ser sustituidos, según la libre conciencia de cada fiel cristiano, por alguna de las siguientes prácticas recomendadas por la Iglesia: lectura de la Sagrada Escritura, limosna según las propias posibilidades, ejercicio de las obras de caridad, obras de piedad (Santa Misa, rezo del Rosario, etc.), mortificaciones corporales, abstención del alcohol, tabaco, ir a espectáculos, etc.”. Recordemos que todo acto penitente que realicemos debe estar acompañado siempre de la oración. Muchos santos demostraron el poder de la oración para alcanzar la santidad y la iglesia desmitificó la santidad hace mucho haciéndola extensiva a todos los cristianos. San Josemaría Escrivá dijo en su obra Surco en el número 451 ¿Católico, sin oración?... Es como un soldado sin armas. Espero que esta lectura les haya servido tanto como lo hizo conmigo, probablemente ya lo sabían, porque alguien se los dijo o lo leyeron hace algún tiempo, de todas maneras me parece que es bueno repasar la fuente para no perdernos en nuestras propias interpretaciones. ¡Dios los bendiga!

Ayuno y Abstinencia

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Directrices de la Iglesia Católica sobre cómo debe seguir esta práctica de mortificación espiritual.

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  • Hoy empezamos el tiempo de cuaresma, tiempo en el que realizamos una penitencia interior para fortalecer nuestro espritu y as atender de mejor manera al llamado divino que nuestro seor Jesucristo no hace a la conversin del corazn. Motivado por el amor de Dios y el amor que siento por ustedes les hago llegar los enseamientos con los que la santa madre iglesia quiere ayudarnos durante nuestra peregrinacin en la tierra.

    Empezamos con la definicin de penitencia interior que trae el Catecismo de la Iglesia Catlica (Nro. 1431): La penitencia interior es una reorientacin radical de toda la vida, un retorno, una conversin a Dios con todo nuestro corazn, una ruptura con el pecado, una aversin del mal, con repugnancia hacia las malas acciones que hemos cometido. Al mismo tiempo, comprende el deseo y la resolucin de cambiar de vida con la esperanza de la misericordia divina y la confianza en la ayuda de su gracia. Esta conversin del corazn va acompaada de dolor y tristeza saludables que los Padres llamaron "animi cruciatus" (afliccin del espritu), "compunctio cordis" (arrepentimiento del corazn).

    Debemos recordar tambin el cuarto mandamiento de la Iglesia Catlica: Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.

    Y queda la pregunta Cundo lo manda? Para responder a ello observamos las indicaciones en el Cdigo de Derecho Cannico de la Iglesia Catlica sobre los das de penitencia (cnones del 1249 al 1253): Canon 1249. Todos los fieles, cada uno a su modo, estn obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna prctica comn de penitencia, se han fijado unos das penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oracin, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a s mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cnones que siguen. Canon 1250. En la Iglesia universal, son das y tiempos penitenciales todos los viernes del ao y el tiempo de cuaresma. Canon 1251. Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarn el mircoles de Ceniza y el Viernes Santo. Canon 1252. La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce aos; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve aos. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que tambin se formen en un autntico espritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no estn obligados al ayuno o a la abstinencia. Canon 1253. La Conferencia Episcopal puede determinar con ms detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, as como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prcticas de piedad.

    Y para finalizar este asunto observamos la norma complementaria de la Conferencia Episcopal Peruana: Entre las prcticas penitenciales, el ayuno y la abstinencia establecidas por la Iglesia podrn ser sustituidos, segn la libre conciencia de cada fiel cristiano, por alguna de las siguientes prcticas recomendadas por la Iglesia: lectura de la Sagrada Escritura, limosna segn las propias posibilidades, ejercicio de las obras de caridad, obras de piedad (Santa Misa, rezo del Rosario, etc.), mortificaciones corporales, abstencin del alcohol, tabaco, ir a espectculos, etc..

    Recordemos que todo acto penitente que realicemos debe estar acompaado siempre

    de la oracin. Muchos santos demostraron el poder de la oracin para alcanzar la santidad y la iglesia desmitific la santidad hace mucho hacindola extensiva a todos los cristianos. San Josemara Escriv dijo en su obra Surco en el nmero 451 Catlico, sin oracin?... Es como un soldado sin armas.

    Espero que esta lectura les haya servido tanto como lo hizo conmigo, probablemente

    ya lo saban, porque alguien se los dijo o lo leyeron hace algn tiempo, de todas maneras me parece que es bueno repasar la fuente para no perdernos en nuestras propias interpretaciones.

    Dios los bendiga!