Aurora Boreal 21

8/15/2019 Aurora Boreal 21

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Aurora Boreal de Chile

N°22

Revista Literaria“Aurora Boreal”Año 9 N° 21Septiembre 2014

Fonos: 2 - 692 08 28 2 - 449 67 55 Cel: 09 - 265 06 61

Directora y Representante Legal:

Nelly Salas Vargas

Comisión revisión:Mirella NeiraNelly Salas Víctor saavedra

E-mail:ateneosanbernardo @ gmail.com [email protected]

Portada eInterior: Diferentes autores/as.

Fotografías: Diferentes autores/as.

Diseño, Diagramación e Impresión: IGD Ltda.Diseño y Diagramación:Marcela Morgado

Editor C.L. ATENEO De San Bernardo

Se autoriza su reproduc- ción parcial o total de

los artículos de “AuroraBoreal”, siempre y cuando se cite su fuente, a larevista y sus autores

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Ateneo San Bernardo

| 2• Aurora Boreal N°22|

Carmencita

ESPINO DE FLOR

Cerca de mi casahay un espino de florlleva contados los años

en la punta de sus espinas.En ramas y tronco90 años, o másvio pasar al campesinoy al patrón,hoy le sonríe a los niñosde un Colegio cercano.Creció junto a otros,en mediode un verde potrero,en los faldeos del Chena,ahora está sólocomo adorno deun bello jardín.El aroma de sus floresinvade igual que ayer,el aire Sanbernardinoy vuela mi memoriahacia tantos recuerdosque creí olvidados.Hermoso espino en floragradecemos tu compañíade amarillas y fragantestardes de sol.Permítenos tenertepor muchos años másdejémosle saber a todos

que tus espinasson suaves mensajespara los jóvenes de hoy,pues sólo rozan el airesin dañar al ave,que aún se posaen tus ramas,para descansar.-

ValenzuelaPoemas

EL ARROYO TRAJO

El arroyo trajo esta tardeun alegre murmullo de vida,de terciopelo púrpura

vistió su caudalpara que el rayo de lunaatrapado en una burbuja rosaalcanzara suavemente la orilla.Viajera exquisita, gentil,llegó sin equipaje,sólo el amor le acompaña.Con sonrisa y corazón se bebelos ojos húmedos de quienesen la orilla esperaban.Se inquieta, gime,por momentos llora,busca el regazo

que hace mucho la esperasu instinto le dice que ahíencontrará lo quecon ansias desea.Dos ríos de mielbrotarán para ella,ha llegado a buen Puerto,sintiéndose a salvo sonríecierra sus ojitos,dos estrellas y sueñacon alegres figuras aladas,madre e hija duermenplácidamente.Desde la puerta,atisba la tierna escena,un hombre emocionado,se retira despaciono quiere perturbar la pazde las dos mujeres que ama.

CAR/2004.- “Pensando en Rebeca Sofía, mi nieta”09/OCT/2002.


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Aurora Boreal

| 3• Aurora Boreal N°22 |

ELLE

Con la cabeza rapadateñida de cobre,camina y rompe la quietudcuadrada de la tarde,un pitillo en la morada bocahumea triste..Viste de negrocual antiguo lacayo,o cochero de fúnebre carroza.Anillos, cadenas, candadosargollas de fulera plata,instalados en sus pilchas y en la piel,parecen enviarnos un mensaje.Es su desafío, sin esfuerzoignora las actuales reglas.Si sangre roja enciende su piel,surgirá el deseo de amar,a otro ser como ella.Que pinte de amarillo sus cabellos,!!!¡¡qué importa!!, los unirásu misma verdad, la entienden,la viven o creen hacerlo.Sus frutos estarán alertahasta perder el miedode romper esquemas,de leer al revés las señaléticasque acompañarán sus jóvenes vidaspor este mundo de opacos colores.-

LA BAILARINA

La jóven terminó de bailar,el pareo atado a su cintura,como el humo,en suaves volutas se eleva,dejando versu exótica belleza.El pelo de seda fina,despeinado,sus ojos, dos topacios,la piel de lirio campestrecomo palomas manos y pies.Cansada, se dejó abrazarpor la noche,sus labios volaron rojos,

en penumbra buscó a la lunasupo que subiría hasta ella.No reía ni cantaba,pero una vez

terminó su danza felizelevándose para siempre.Cuando la luna llena aparece,se cubre con un velo plateadono quiereque vean bailandoa la niña quese dibuja en su faz.-

Muchacha, avanzas de prisa

en pos de la vidacargada de sueños llevas tu mochilatu joven cuerpo de niña-mujer, alerta,con ondulantesy ancestrales movimientos,inquieta la mirada, oteando el futuro.Pareces madura, dueña del mundosin embargo tiemblasal sentir el calor de la mano amadarozando tu piel,como toda mujer, cuando ama.Sueñas estar en sus brazosalzar tu vuelo sin miedo,

desafiando aguacerosde noches perdidas si estás lejos de él.Eres frágil,a veces tierna y dulce,con decidida confianza,dejarás el nido paterno,buscarás un árbol nuevo,verde, frondoso muy fértil.Con sabiduría y audaciapropias de tu edadte abrirás caminopor la maraña de la selvaque has elegidopara realizar tus sueños,confiando plenamenteque Dios te ayudará.Emprenderás faenas nuevasy antiguas, como amar, parir,envejecer, sonreír,sufrir, sobre todo vivircon valor, confianza,alegre de ser una MUJER.

Car/2003

CAR/2003

CAR/2002.-


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M irella NeiraRodriguez

Poemas

DEMASIADO TARDE

Es tarde para abrir surcosdonde crezca la esperanza,en la trastienda se tronchanlos brotes de llamaradas.Es tarde para torcerlas huellas de las pisadas,para encender las estrellasal brillo de una mirada.Demasiado tarde, entonces,la simiente está agotada.

ESENCIA DE MUJER

Dándome tantas veces he quedado desnuda,que a veces he sentido, que nada puedo dar.Si te di mi palabra, que suavizó tu penafui surtidor silvestre, en tu campiña abierta.Si te di mi sonrisa proyectada en calor,fui brisa perfumada de sabio resplandor.Si te entregué la íntima,desnudez de mi alma,fui sentencia vivazen tu morada vacía.Tan pobre me sentiría si no te he dado nada.

Si pasé por la vida sin lograr trascender.Si no me comprendiste al entregarme entera,es que no conociste, mi esencia de mujer.

LIBERTAD

Llevas en tus postuladosbanderas de fraternidad enarboladas.Eres la prístina luzque anima la resistenciade los hombres.Tus sandalias ligerasrecorren los dominios sin fronteras.A tu abrigose parean los genes,se dulcifican las miradas.Eres la real mensajera,que rotura la brecha angostade las ensombrecidas mentes.Eres la fuerza y el ímpetu, de tupropia luz.

INSTANTES EN LA PLAYA

En la roca inerme,restalla el mar su furia,trizando la quietudde la tarde estival.Sobre la arena blancarespiro su tibieza,

la brisa me reanima,se agiganta mi mundoante esta inmensidad.Poblados de momentosrepaso los caminos,me abrazo a tu recuerdoy dentro de mi alma,no tengo soledad.


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Aurora Boreal


VERBO AMAR

Amar, verbo desentimientos,magnético milagrode la vida.Noches de cruces,a veces de estrellasde un cielo tímido.Amar, amar,plenitud, goce, refugio.Trampas del corazón.Aliento sutil deun cántaro en

movimiento.Céfiro vital,que nunca perece


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Ruby SaavedraVergara

Poemas


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María BuenoVenegas

Poemas

GUITARRA

En la guitarra que tengoestán las manos de mi madre

y en su ausenciaen mi casa yace silenciosay protegida como una reina.

Entró por la puerta imprevistay está aquí

majestuosa y bella…

En la cuerda primerahay un pájaro soñando,

en la segundamariposas aletean.

Suave trémolo se extiendeen la cuerda tercera

y finas estrellas rasgueanlas que quedan.

En la guitarra de mi madreestá recogido el cielo

en los días, las nochesy tardes infinitas.

Caen las hojasa lo largo del silencio

donde una mujer duermey la música en el tiempo

se expande sutilmente.

MUJER

MUJER,eres montaña que sostiene

el universo.Engendradora de hombres y mujeres,

criados por igual,con el inmenso caudal de Amor

que en ti se desborda.Eres refugio

amiga y compañera del hombre,poderosa roca ante la agresiónde la sociedad discriminativa

y equivocada.

MUJER,eres víctima de la injustificablereprochable y desequilibrada

actitud machistareinante en el mundoa través de los siglos.

Sin embargo,nada ni nadie

doblegará tu esenciade mujer inagotable,

grandiosa,digna e imprescindible en el mundo entero.


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Aurora Boreal


MAIZÚ

María Beatriz Ortiz Zúñiga

Poemas

EL AMOR

El hilo que se escurre y me aprietafluye al abismo

goteando ese mundo que no compartimos.

La criatura que cobijose empequeñece lento.

El amor se alejay yo me voy con él.

Tus pisadas se pierden.

LIBERTAD

El maquillaje de prejuiciosunta mis entrañas

con pinceladas de arrepentimiento.

Las máscaras cerradas de fronterasmarcan mi cuerpo ebrio de angustias

y se enredaen un enjambre de ansias y susurros

desbocados.

Vierto en un cuenco vacío los frutosde un pasar repleto de agonías inútiles.Mi cuento de hembra húmeda y fértil

tejido con punto cruzsacude cadenas y libera al deseo los límites.

SE HACE TARDE

La cosecha de estigmas, los deseosy los goces al vuelo

quiebran tu horizonte en muchos cauces.

Ya no te pintas de díani adornas tus ojos con estrellas.

Huyes de la noche que aún no cae del todoy regresas en un hondo suspiro

a merodear el antes frente a tu ventana.

Amarillean las hojas a tu ladoy las arenas del insomnio

respiran un aire de sueño y de cuento,mientras se desmorona la lluvia

entre el bullicio de la calle a la que ya no perteneces.

UNIÓN

Como lunas temblorosas acercanse los ojos,las bocas se encuentran llenas de flores.

Con movimientos vivosnuestras lenguas absorben el aliento

de una saliva frutal. Carne y sentimientos encendidos en un abrazo.

Fuego que va y viene en libertad.


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Carol WuayCuento

LEPIDOPTERA

La mano me tiembla cuando tomo el brazo de Angelinapara colocarle la inyección letal. Ella me mira tras aquellos ojosde cristales verdes, y sus pupilas...cientos de minúsculas pupilas,reflejan mi cara, acusándome del delito que voy a cometer.Quisiera que mi hija entendiera que, como médico, ésta ha sido ladecisión más difícil que he tenido que tomar. No soy partidario de

la eutanasia. Mis convicciones de que todos tienen derecho a vivir,son siempre motivo de debate entre mis colegas y yo. Sin embargo,en este caso...les doy completamente le razón: Angelina no debeseguir existiendo. No como está ahora. En lo que, en mi amor depadre, la convertí. Decenas de mariposas, de todos portes y colores, revolo-tean a nuestro alrededor como un bello enjambre. Mi predilecciónhacia ellas me ha convertido en un amante de lepidópteras cuyomariposario ostento orgulloso en el jardín. Al verlas volar junto anosotros, y sentir el suave venteo de sus alas casi rozándonos,atrae hacia mí muchos recuerdos. Y la brillante punta de la agujase detiene un par de centímetros en la epidermis de mi niña. A mimente el pasado también revolotea. Pero lo hace con una imagenoscura, lejana: es Angelina dando vueltas dentro del mariposario,cuando tenía cinco años. Edad en que le gustaba entrar a esemágico lugar, y envolverse de mariposas. Cientos de mariposas,que se le paraban por todo el cuerpo, mientras ella estiraba losbrazos y fingía volar. En esos tiempos yo era el hombre más felizdel planeta. Ver a mi hija adornada de innumerables alas que sebatían sobre ella, a la vez que su risa cristalina inundaba el jardín,me hinchaba el corazón de dicha. Mi esposa sentía lo mismo y seapoyaba en mi hombro, orgullosa. Pero los buenos tiempos duranpoco. “La vida tiene la fragilidad de una mariposa”, era mi lema. Yla vida se cobró. Y en un infausto accidente, mi esposa fue llevadaen alas de la muerte; mientras que mi pobre Angelina, de sólo ochoaños, quedó en un estado de postracción total.

Cómo sufrí en aquellos años, no puedo describirlo. Co-

nocía el dolor, porque en mi profesión de cirujano, en más de unaocasión y dentro del quirófano, la muerte me había robado a lospacientes que operaba. Era terrible el tener que enfrentarme a losparientes después y aclararles que no somos dioses; y que “hu-manamente se hizo todo lo que se pudo”. Algunos de ellos quisie-ron hasta demandarme. Recuerdo a un judío cuya esposa muriómientras daba a luz. Fue una ocasión angustiosa para mí. Habíaque salvar a una de las dos. Elegir, entre la que venía a la vida yquién se la dio. La madre me suplicó que escogiera a la hija. Y esohice: elegí. Pero, por desgracia, y sorpresa de los presentes (entre

los cuales estaba también el padre) la niña nació muerta. Muertay azul, ya que el cordón umbilical la había ahorcado minutos antesde nacer. Los gritos atormentados del progenitor y mi espanto porel resultado, me tuvieron durante muchos meses sin dormir. Ange-lina era el suave bálsamo para hacerme olvidar aquellas situacio-nes. Y también lo era mi hobby por coleccionar mariposas. Las cria-ba desde que nacían. Y luego las alimentaba con trozos de frutas yvariedades de flores que crecían dentro del mariposario dándole laimpresión de una jungla minúscula. Angelina era la delicada hadaque jugaba allí. Nunca olvidé cómo en su largo cabello negro, lasmariposas descendían buscando néctares inexistentes en aquellacoronilla semejante a una flor. Pero ahora, después de dos años, mi niña era una invá-lida sin pensamientos. Recostada en su cama, parecía una pupagigantesca de la cual jamás emergería la mariposa. Algún tiempoestuve encerrado con ella. Dejé de lado mi profesión de médico yme dediqué a las lepidópteras. Las estudié. Confeccioné numero-sos insectarios con las que morían, y los coloqué en el cuarto de miniña para que desde su lecho pudiera siquiera verlas. La enfermeraque la cuidaba, miraba mi afición como si yo estuviera loco. Ladespedí a los meses después; y entonces fue que me dediqué ainvestigar. La metamorfosis era un asunto que había que desentra-ñar. Tenía sus posibilidades. Y de las buenas. Y mi curiosidad me

hizo establecerme con un basto laboratorio dentro de la casa. Yano era el médico de quirófano, ni el amante criador de mariposas.Era un investigador. Mi experiencia para operar había hecho a mismanos diestras para abrir sin dañar el más leve tejido de mis mari-posas. Ellas se convirtieron en mis pacientes; en mis investigadas.

Y mis dudas se fueron esfumando a medida que descubría cosasinteresantes, increíbles. La verdad absoluta de cómo en aquellosdiminutos cerebros la metamorfosis venía ya programada.

Entonces fue que vino la idea: lo de las pupas. La inmovi-lidad de ellas era el resultado de que dentro, en sus genes, estabadesencadenándose la transformación. Mágica vida convertida enotra vida. Y el secreto estaba en sus líquidos. Sus tejidos. Y si An-gelina parecía una pupa...

No tardé en idear el rescatar de aquellas diminutas cria-turas todo cuánto sirviera para mis propósitos. Cientos de maripo-sas fueron extraídas bajo la aguja para crear mi nueva vacuna: laque por días inyecté en las venas de mi niña para hacerla revivir. Y lo logré. A pesar de todo el tiempo que me llevó, lologré. Kafka tenía razón: la metamorfosis humana existe. Pero bajola mano de la ciencia. Con alegría constaté de cómo el cuerpo deAngelina iba cubriéndose de un tejido oscuro, duro al igual que elde las pupas. La vi desarrollarse dentro de su envoltorio, semejantea una nívea mariposa. En todo el trayecto de su transformación,

Premio Oscar Castro 2003


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Aurora Boreal


nunca dejé de administrarle la inyección. Me daba un poco de es-panto ver los ojos de mi hija observarme de extraña manera cuandola aguja traspasaba el duro tejido. Parecía una muñeca envuelta enun nylon. Algo bastante desalentador. Pero yo estaba seguro deque las cosas resultarían bien. Mi niña volvería a caminar, a reír. Adisfrutar de nuestro mariposario, como antes. Sin embargo, había un punto que yo no había previsto. Nisiquiera lo pensé: a la Naturaleza no se le tuerce la mano. Lecciónque aprendí, cuando en el momento en que mi hija emergía de sucapullo, vi que un par de antenas afloraron de su cabeza; mientrasque dos muñones de feas alas sobresalían de su espalda. Angelinano era humana. Lo parecía; pero tenía mucho de lepidóptera. In-cluso al emerger, en vez de abrazarme como su padre, retrocediódando una serie de gritos que me levantaron los pelos de punta.Sus ojos eran cientos de celdillas de reflejos verdosos. Y su boca,diminuta y macilenta. Aún así no había perdido toda su belleza.Emergió del capullo arrastrando aquellas extrañas alas que ella ibaestirando como lo hacen las mariposas para secarlas. Su Abdomen

estaba redondo y grueso. Seguro que con los restos de líquidos dela transformación.

Angelina miró la ventana cuando bajó de la cama. Dioun salto hacia ella para escapar volando hacia el jardín. La detuve

justo a tiempo de un brazo. Y ella se volteó, y me mordió. Entoncesdescubrí toda su rabia contenida. Me odiaba. Me miraba como siyo fuese un ser extraño y no su padre. Entonces entendí que mi hija ya no era mi hija. Sino queuna creación. Una cosa con cuerpo humano y miembros de insec-to. No podía tenerla en casa. Ni mucho menos dejarla suelta porahí. Así que decidí encerrarla en el mariposario con sus compañe-ras. Porque conmigo sólo manifestaba agresividad. No me dejabani siquiera tocarla. Mis manos eran para ella el motivo para gritar,

morderme y revolotear. Hablarme, aunque se lo solicité muchas veces, nunca dio resulta-do. Angelina ya no pensaba: sólo existía. Durante semanas quise revertir los resultados de miexperimento. ¿Qué había ocurrido con la humanidad de mi hija?Dentro del mariposario, en sus pequeños vuelos, más descubría suparte lepidóptera que mis genes. Aquel ser no me valoraba comoparte suya. Al contrario, me aborrecía. Quizás me culpaba de lamuerte de muchas de sus “hermanas” para darle a ella la vida.Sus ojos destellaban tantas pupilas furiosas, que nunca me atrevía entrar mucho en su jaula. Prefería verla allí, como a una cosi-ta bella y delicada, que se inclinaba a comer frutas y flores paraluego subirse, etérea, sobre los arbustos más altos. Angelina erami pequeña hada, mágica, misteriosa; rodeada de muchas mari-posas con quienes al parecer se entendía. A veces, en mi cariñode padre, la sujetaba con fuerza en mi pecho. Sin embargo, susdientecillos afilados (extraño, porque las lepidópteras no tienen),en más de una ocasión me habían ocasionado serias heridas quese me infectaban y dolían. Era mi castigo, merecido por intentara jugármela de ser Dios. Angelina me lo daba a entender en suscontinuos rechazos. Entonces desistí. Realmente desistí de tocarla.

Y este nuevo dolor me hizo decaer más aún, convirtiéndome en unhombre amargado y solitario.

Lo peor de todo este asunto (y que vino después) fue elinusual cambio de las heridas que mis manos comenzaron a mani-festar. Algo de los líquidos traspasados de mi hija hacia mi personaen sus ataques, hicieron que mis palmas y brazos se cubrieran devellos. Pequeños y duros, como los de los bichos. Lo terrible fuesentir que un par de puntas punzaban tratando de salir de missienes. ¿Serían tal vez antenas? No quise averiguar lo que despuésvendría. Yo también estaba sufriendo un tipo de metamorfosis. Mihija envejecía y se hacía cada vez más fea en su jaula. Su tiempode lepidóptera estaba por terminar. Ya no aguanté más toda aquella tragedia. Es por eso queme envalentoné aquella mañana y, tomando la inyección mortalque nos liquidaría, agarré del brazo a mi hija y le dije:--No te dolerá, mi pequeña. Después será mi turno. Entonces, por primera vez noté que mi hija me entendía;porque su triste rostro dulcemente me sonrió.


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Eugenia

María

LeytonPoemas

Salar de Atacama

Eres un mar,Detenido en el tiempo,Que bulle en destellos,

Profundos y bellos.

Páramo de luces,Refulgente en las tardes,

Irisado de colores,Esperando expectante.

Decorando los cielos,Las hermosas parinas

Con sus plumas encendidas,

En contraste abismal.

Ellas se elevan rozando,Aquel paisaje ancestral.Cual cometa que vuelve,

A su nido original.

San Pedro de Atacama

Te quedaste en el tiempo

y en subterráneos deseos,de seguir amando la pachamama,más, entraron violando tu vida,quienes usufructuando del uso

de ancestrales novedades,se ofrecen vírgenes

al mejor postor.

Lloras… añoras… quieres volvera sentir el silencio, acallado y torturado,

por las voces estridentes,que aplastan el trinar de las aves,

que huyen ante estos vociferantes murmullos…Todo cambia…y los “Tambos”•

sólo son una triste copia

para agradar a los “turistas”

La sangre de tus ríos, se doblegaAnte las sedientas ansias del poder

San Pedro.. seguirás siendo…Piedra cal y sol.

Pirque

De esa huellaque se transformó en camino

de ese caminoque se volvió paisajese llenan mis ojos

de colores armoniososcreación de Dios

¡todo es hermoso!..

Aquel farellón

emerge cual gigantey en sinfonía de maticeslo abarca todo

color, fragancia, silueta, brisa..y en medio tú pequeña figura

que recibes un sin finde regalos generososy el encanto dadivoso

de este hermoso jardín

de la serie poética “Lugares”


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CHENA

Como vigía observandocual león recostadosurge el Chena al ponienteentre llanos plasmado.

Tres acequias nos remontaa románticas batallasde patriotas aguerridosen heroicas campañas!

Pucara nos contemplacomo mudo testigo

de ancestrales visionesde auroras de ayer.

Cerro negro al sur orienterompe abrupto el paisajeentre los suaves lomajesSan Bernardo está presente!


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Isabel

Del SolCuento

EL Brujo

Conocí a Joaquín en una discoteca, era un varón buenmozo, grandote y de cabello rizado. yo sentía por elhombre un amor sublime. él me amaba bastante, te-

nía en ese entonces 35 años y estaba separada de mimarido.Joaquín expresó una noche con voz ronca:-soy brujo- El pánico se apoderó de mi, pero resolví acep-tarlo como pololo. Joaquín era tierno, buen bailarín ygracioso. ¡Cómo no lo iba a querer¡por ese entonces yo poseía un cuerpo delgado, conbuenas formas. En los sectores de Santiago, Gran Avenida ySan Bernardo, nos hacíamos promesas de amor, como

adolescentes. Una noche plena de smog, Joaquín observómis ojos fijamente, y habló en voz baja: nunca me trai-ciones, porque lo sabré. Contesté con emoción: ¡te amo tanto¡ ¿Cómopodría suceder algo así?Era un romance hermoso.. Al cabo de dos años, Joacodedicaba mucho tiempo a sus labores. El aburrimientohizo presa de mi. Un crepúsculo, mientras escribía, enuna plaza, conocí a Genario, hombre atractivo y engreí-do. Poseía un defecto : sus dientes eran amarillos como

los granos de un choclo para humitas. Con él comenzómi traición a Joaco. Este varón era pasional y usabazunga negra...una noche medité : debo ser fiel y alejarme de Geranio,porque amo a Joaco.a la una de la madrugada en mi living semioscuro apa-reció Joaquín con el rostro blanco. Danzaba armoniosa-mente , vestía una bata larga, verde luminosa. Recordé,

es brujo...prendí la luz y se esfumó...Al irse escuché unruido semejante a un petardo. Dormí asustada.En la noche siguiente apareció en vivo y habló con se-riedad : He observado cada paso tuyo y te pregunto: ¡Cómo puedes ser “cara de palo”?Joaquín continuó: hace tiempo vas al motel “El capri-cho”, con un tontón que luce dientes amarillos, he visto

todo, todo...Avergonzada pedí disculpas y lloré, pero el brujo muyenfadado gritó: a mi, nadie me toma el pelo¿

Yo insistí y susurré: es a ti a quien amo, lo otro es unatontera.Era verdad, pero el brujo, con voz plena de odio expresó:Adiós, y que lo pases bien.


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LeonorcaCaroca

Cuento

EL DIA EN QUE MURIÓ MANUEL

Antes de cerrar la puerta de calle de su casa, Mi-guel Ángel se aseguró de que llevaba paraguas. Iba solo y

estaba cansado. Durante toda la noche, la metralleta de la lluvia ha-bía taladrado incesantemente los techos impidiendo su des-canso. No había dormido y tenía mucho sueño, pero queríallegar pronto a la casa de su hermano, gravemente enfermo.Por eso no importaba el sueño ni el cansancio. -¡Paró de llover! Por suerte salió el sol – constatóen silencio, después de observar el cielo. Mientras cruzaba la calle vio al hombre. Estaba tendido en el medio de la acera, cerca de laesquina y su robusta figura se recortaba nítidamente sobre elasfalto aún mojado.

Instintivamente, Miguel Àngel parpadeó como paraaclarar la vista y asegurarse de no estar soñando. -Y éste, qué hace aquí?- dijo, pero siguió caminan-do mientras unas bolsas de plástico volaban a su encuentrohaciéndolo tropezar. Miguel Ángel era un hombre prudente, al filo dela cobardía, y no iba a acercarse así no más “a cualquierhuevón que esté botado en la calle, menos cuando no se ve anadie más, puede ser una trampa - repetía ante sus amigos. Pero este hombre no se movía. Siguió andando, tratando de convencerse de queno era su problema, que tenía prisa, que otros podían

ayudar. Claro, otros que no tenían la urgencia dellegar pronto, otros que estaban desocupados y hasta aburri-dosde no hacer nada. Eso iba pensando

Sin embargo, no podía dejar de mirar hacia el ya-cente .A cada paso volvía la cabeza como para asegurarsede que seguía allí. Hasta que una terrible sospecha se in-crustó en su cerebro: -¡A lo mejor está muerto!. Estaba buscando su teléfono móvil para llamar a la

policía, cuando el hombre movió repentinamente las piernasquedando, ahora, con medio cuerpo al sol. -A ver, parece que está vivo! Exclamó-y, conformán-dose: -Bueno, mejor así, ya lo van a ver.- Caminó unos pasos más y sin querer pensó alar-mado:

-En esa parte de la calle lo pueden atropellar!-No era capaz de pensar en otra persona más, ago-

nizando. Bastaba con su hermano aferrándose al girón devida que le restaba. Volviendo sobre sus pasos se acercó al hombre condecisión y utilizando su paraguas comenzó a punzarlo sua-vemente en las nalgas. Y luego con mayor vigor. Pero éste nisiquiera parpadeó. Entonces se atrevió a remecerlo un poquito. Era pe-sado y no consiguió moverlo mucho.

- Despierte, salga de ahí-dijo, sintiendo un fuerteolor a vino. Luego trató de desplazar el pesado cuerpo de la

zona de peligro, tirándolo de la ropa. En eso estaba, cuandoel hombre se sacudió. Repentinamente agresivo, se paró consu pelo desgreñado y su ropa llena de manchas y arrugas.Después, tratando de mantener el equilibrio se puso a gritar : -¡Me estai cogoteando , hueón!. ¡Ayúdenme! ayú-denme!- -¡Qué te voy a robar a voh, tonto e mierda, sale deahí será mejor! dijo Miguel Ángel. Y todo el cansancio, la tris-teza acumulada en estos largos días de espera, los doloresdel cuerpo y del alma se transformaron en una rabia des-comunal proyectada contra el desconocido. Quería azotarlouna y otra vez, con una agresividad que creía no haber

sentido nunca, daba golpes uno tras otro sin sentir los gol-pes que recibía. El hombre también actuaba, había sacadoalgo parecido a un palo y golpeaba al presunto asaltante quese defendía con el paraguas como si estuviera practicandoesgrima. -Ándate pa’ tu casa, a ver a tu familia será mejor,desgraciado. ¿Que no te dais cuenta de que te estoy ayu-dando? - gritaba, mientras subrayaba cada palabra con sen-dos paraguazos lanzados al aire, ya sin dirección. A los gritos

Publicado en la colección de cuentos “Santo Remedio”,2011


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de ambos se empezaron a sumar los ladridos de treintaperros que hostigaban al borracho, persiguiéndolo.En medio de tanto alboroto, nadie sintió la llegada de un fur-gón verde, con enfurecidas luces en el techo…La policía.

Esa mañana Miguel Àngel había salido de su casasolo y con paraguas, para asistir a su hermano moribundocon quien tenía viejas deudas que saldar, pronto, antes deque se marchara .Había que cerrar juntos las grietas quela vida había dejado abiertas, separándolos. Reconciliarse.Cerrar el círculo. Perdonarse. Nunca imaginó que llegaría a destino con un para-guas roto, en verde compañía y con una sensación de pazinterior de la que no disfrutaba hacía muchos años. Por suerte, su hermano todavía esperaba.


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Nelly SalasVargas

Poemas

POETA ANÓNIMO…

Poeta anónimo que surge de los senderosSe pierde en donde el polvose conjuga con la multitud.

Hace estragos cuando tiene pena.poeta inédito e Invisible

Talla con sonrisas las raícesde árboles insurrectos al alba

cruza la calzadaentrega palabra de aliento

a quien está esperando al otro lado

Poeta anónimo

a quien le escribe un regio prólogoun gran escritor llamado Volodia

(Se conocieron allá en la lejana Rusiaen la bella ciudad de San Petersburgo,

contemplando la famosa Catedral de Isaak.)

Heredero de penas ajenasexpropiado de su suelo.

Colgado del mástil de la quimeramás costosa que ha construido el ser humano.

Lo mataron varias vecesresucitando siempre entre humode escombros y sobrevivientes.

Aquel que trasluceen su mística bola de versos

poetas como Federico García Lorca,Antonio Machado,

Pablo Neruda, Vicente Huidobro,

Miguel Hernández, Anna AxmátovaSerguei Esenin, Alexandr Pushkin

y muchos otros mas.los que han sido su mejor escuela

Poeta anónimo que se ha dado el lujode estar en cada ojo en cada corazón,

Montado en el lomo de la desazónen la acera de las contiendas

en las señales de las tragedias.

En la fotografía de la familiaen una tertulia recordando lo grande

que fueron los abuelos Emilio y Raquelen sus mozos años

Poeta que habló en rusollevando la palabra araucaria

y se subió a la tribunay entonó canciones de Víctor Jara.

Poeta asidode la contienda más audaz,

en el límite de la vida y la muerte.

para salir invicto, rezandoen un desfile milagroso de poemas

Héroe de sus poemasy como tal da la vida cuando menos planea.

Lleva la bandera de la libertadal viento

La voz de los ríos en sus venasla fiereza del océanoclavada en su frente.

Ingeniero del almaconstructor de nuevas vías


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P i lar Caroca

Poemas

CIERRO MIS OJOS

Cierro mis ojosPara vivir soñando,

Quiero acallar mi llantoQue me confunde en la oscuridad,

Cuando amanezca, con el albaQuedaré exhausta,Porque mi despertar será cantando,De lo que pasó, no quedará nada,

Todo cambióFue como si la noche

Se llevara todo mi sufrimiento,Quiero volver a vivir

Caminando en la vida,Sin lágrimas que me atormenten.

EL SILENCIO

El silencio invade mi almadeseosa de escribir poesía.

Mis labios se confundenen palabras vanas

y mis pensamientos se turbansin decir nada.

Porque todo se alejay se va de mi mente,es como si las hojas

que caen y se esparcencon el viento,

borrasen todo lo quequiero expresar.

No, no me quedaré extasiada,volveré a escribir,

lanzaré al aire mis pensamientospara que nada se oponga.

Seguiré con fuerza,nadie podrá ocultar

lo que siento.

UN ADIOS

No importa queVayas conmigo.

No importa que nome lleves de la mano,

te dejaré sin pretender seguirte.Acumularé tu silencio

En la mirada,hasta que te pierdas

en el camino,una lágrimacorrerá por mis mejillas,

un pedazo de tucorazón, latiendo

como un mar embravecidolo sentí cuando me diste el adiós.

Me quedaré con elacento de tu voz tan débil,

tanto fue que te comparé con un niño,no me importa porque algode lo mío, se fue contigo.


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María LeónBascur

INVITADA DE HONOR

AUTORRETRATO

Hablar de esta mujer, no es fácil.Es algo así como plantar encinas en la mar,

o irse en un gorriónhasta el límite del átomo.

Es dura, cual pétalo de jacinto,y suave, como estampida de jabalíes.Lleva horizontes en el bolsillo de la blusa,y relámpagos en la memoriapara descuartizar los tuétanos de un hombre.

A veces,urde campanarios con hilos de sol,

y teje teoremas con las calabazas de sus pechos.Dilucida estrategias en la sonrisa de Gioconda,y amamanta el corazón del colibrí con artillerías de amaranto.No conoce las fronteras.Jura, que la melancolía es una anaconda,que provoca tentaciones prodigiosas,a la sombra del manzano.

Para dormir,le toca el hombro a Stravinsky,

y para despertar,cuenta los peces del Mar Muertocon un ábaco de yunques.No va a misa,pero comulga diariamentecon la argolla del instinto.

De noche,mira el sol desde una puesta de Van Gogh,y de día,se peina los cabellos con hojas de toronjil.Es excelente anfitriona del té,y en actitud de sabandija

suspende la prudencia en una pluma.

Tiene espíritu de salamandra:metafísico y solemne.

Y en la ecuación de la lunaconvoca cardenales cada 28 días.

Hablar de esta mujer,es descifrar el origen del universoen una gota de sangre.

Poemas


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Mónica Montero

Poemas

LO QUE HE PERDIDO

Perdí mi identidad,mi tarjeta de Rut,El “ bip,’Una cirugía inoxidable anillo,

Inocencia.He perdido Dios,Un diente,La esperanza.Un libro de JodorowskyRoto.Mi madre la imagen,Un hermano.Él no está en prisión,Ni en un asilo.Él no está muerto,

Acabo de perder a él.

Así es como el cuchillo se pierdeHundido en la carne.

WHAT I HAVE LOST

Ihave lost my ID,my Rut card,the “Bip,”a surgical stainless ring,innocence.I have lost God,a tooth,hope.A book by Jodorowsky

broken.My mother’s picture,a brother.He is not in jail,neither at an asylum.He is not dead,I just lost him.This is how the knife gets lost

sunk in the flesh.

Traducción libre de Javier Mocarquer, del poema “Lo que he perdido” de

Mónica Montero, de su poemario “Cantos a Olecram”


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Aurora Boreal


SANTIAGO DE CHILE, 1975

Ingrid EscobarParticipa en diversos talleres y concursos literarios a nivel escolar.Obtiene el Tercer lugar “Concurso Municipal de Cuentos Cortos”, Ilustre Municipa-

lidad de Quilicura (1999).

Ingresa al taller de poesía impartido por el poeta Germán Carrasco (2013) y asiste

al taller “Violeta bajó a la tierra” con la poeta Damaris Calderón en la Biblioteca de

Providencia(2014). Actualmente trabaja en su primer libro.

Anda ve y entiérrame bajo las piedras o en el fondo del marla ciencia ficción llega y acaba con la oscuridadcuándo vuelva a ser niñami juguete en oro se transformará

La belleza acabará con su pensarse encargará de tus recuerdos sangrientosenvolverá en papel de diario cada fotografíarecortada a mano limpiará tu caja de arenay entregará el sudor y carne al hombre que lo tiene todo

III

Te sientes negra y feapara vivir en medio de la ciudad

Grande y toscaque no cabes en los espacios de la farándularonca y graveprotestando por un útero indefinido

Rara, locacorriendo travestida para alcanzar el amorcabello rizado e inerteademanes majestuosos postergadospor los callos de tus manos

invisible como la luzamarilla tétrica que alumbra tus pisadastras las calles donde aguardas tu carta

Demasiado lúdicapara el cura y la dama que recoge las floresen la parroquia de tus pecados

Amada, demonizada

fiel candidata al exorcismo en las catacumbas de los baresrepletos de espejos

Sola en medio de la urbeasediada por los ojosenajenada por los vocablos que pronuncian tu nombrePerturbadacon el cuerpo desnudoque reproduce tu mente

IV

Ella tiene vértigode acercarse y conversarteme a inmiscuirse en tus asuntosrecicla por si la vez Alfareraarma y desarma sus patronesespesa la arcilla cuando no gustafotografía las calles donde te desplazas

Oscurece al son de Eurythmics

la intimidan sus tacosle florece la orejacon la verborrea incesantedel loquito de la esquina

la flaca sonríe, se emborracha seguidoperdedora de tiemporevisa todo, a veces sin sentidounge tus pies, mientras salpicas su vientredeambula en la oscuridaden las fauces del que atormenta

Nada, vuela, rebota

indecente y regodeonasudoración continua a la hora del desquitecuestionamiento errático de cantos y banderas

Ella es todos los días que decidiste ignorarÁnfora sagrada de tus cenizasanalista de sistemas, píldoras mágicaspara enamorar

Poemas


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POETAS DE LA CISTERNA

E lena HerreraPOETA EN LA CIUDADCaminante extraviado en noche de ciudadfilósofo que lloras con los perros callejeros

el humo sólido y la niebla desorientanTe duelen los jardines amarillos

los postes de alumbrado con su pie de orinal,las antenas y los grifos oxidados.

Palidece el árbol recostado en el neón,abrumado contemplas las higueras de la noche

bajan a tu encuentro los fantasmas.

¿Donde está la belleza buscador,detrás de chimeneas, en cúpulas de iglesia

o en la seráfica visión de un desvalidoque dormita a las puertas de un Banco?

La ceremonia comienza a medianoche,en sordina la guitarra de un cantor

la luz intermitente del hotel,los autos con tapiz de terciopelometeoritos arrancan del pecado

Antes del gallo inexistentesuenan cinco campanadas.

La ciudad con ojeras recompone el maquillaje,por el desagüe se van los desperdicios.

Poeta. Hoy tu balada será triste.

IMÁGENES DE LLUVIA

La lluvia de la infanciagira tras el ventanal,Los ojos de niña venfantásticas figuras

en los hilos del agua,en su imaginación juega con hadas

en pequeños carruajesque recorren el bosque

allá afuera,y llaman a mojar los cabellos

deshacer las trenzas,a beber agua

de cara al cieloagua dulce de pájaros

corre por la calle luminosa,la lluvia juvenil

y el primer beso de manos frías tímida la boca.

Cae el agua, cae en anillospor su cara

algo dulce, dolorosonace dentro del pecho y llora.

Hoy es lluvia lenta… trae recuerdosalgunos fantasmas .

Rostros olvidados golpean los vidrios,gruesos goterones los detienen

y dibujan en el aire signos interrogantesy se van cabizbajos con la lluvia

a otros ventanalesquizás a otras direcciones.

Poemas


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GuacoldaPoemas

HerreraMUJER CAMPESINA

Madrugada ligera con su cuerpo en la solana,recias piernas caminando los potreros,

brazos que mecen y amasan sin notar la diferenciacrisol que apacienta penas de todos en el alero.

Seda y acero se enlazan en la mirada serenano se amilana en el surco ni en la faena que sea.

Sus hijos van por el mundo habriendo caminos nuevos.

Heredades del indígena la hacen sabia y altanera.Sus códigos son la casa, el campo y la cosecha;

la trama de sangre nueva se va tejiendo en el huerto.

MUJER CITADINA

Pasó de ser invisible a vivir un resplandor.A la ciudad enemiga responde con un colorido nuevoy va quedando en la calle una mirada de asombro,aunque la miren de reojo se extenderá su destino

más allá del horizonte.

El arte de la estrategia aprendido desde niñalo va aplicando en la vida sin hacer un gran alarde,

caminando junto al hombre evita ser su sombra.

Ahora es protagonista, nunca más en el reparto,el patriarcado es historia y el tiempo cobró la deuda.La que fue adorno obligado en el salón es el centro.Por los senderos abiertos, heraldo de cara al viento.


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POETAS DE BU IN

Lara FesPoemas

SOMOS

Cerrar los ojos en contraagujerar la rapidez entre sus hilosestremece el oído.

La lluvia serpenteada adolece el aromalos pasos nocturnos hacen suyo el privilegiocreo besar tus labios extintos.

Envuelto el aire corregido en él hablolos pájaros son todos secretoslas nubes copian la alabanza y la sugieren.

Crisálida, es la tierra de tus labiosraíz oscura que baja hasta el sueñoy enciende la pluma urgida en la mano.

Busco comer y respiromientras el tiempo hace suyo la avidez de tu rostrodes conjunción ha elevado el mutismoabrazar la luna y sumergir.

Sinónimo es el rio frente a frente

Lejos los gorriones aran el airebuscan el hábito de ser pájarosbuscan el hábito de ser habitado

siembran piedras y animales.y les riegan el pecho como floresla ira monosilábica por la pregunta.

¿Hoy es ser o estar?


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Oriana Aravena

Poemas

REFUGIO

Enroscadaen el lecho tibioIgual que en vientre materno. Busco refugio,

que calme mi miedoafuera; lluvia, tormenta, viento.

Ya no está tu mano.que tranquilizaba mi anhelo, sumergida en un lagoazulestoy dentro…muy adentro


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Edith ContadorV i l legas

HAS HECHO ESCAPAR LA NOCHE

Tus alas blancas, han hecho escapar la noche,ave oceánica de raro parlamento,recalas en la suerte de mi falda.

Fantasmal cometa, sembrado en mi frente,arenal de hierbas florecidas,nómade de vientre resuelto de latidos.ciegas mi instinto desde una nube.Duermes en la serpentina azul de la aurora,distante del pincel oscuro, del profano,tu celo distrae las corolas de mi cabezase niega mi frente a morir en tu pecho.Trivial es la furia del minotauro,Trivial la eternidad de la sombra, el ruido del relámpagoSólo tú, dorado arpegio de mi canto

celebras asido de mis caderas,un curioso zigzaguear de luciérnaga.Amado, con tu fácil enlazar mi cuerpono hay temblor de miedo en mi sangre,y desde la albura de tus alas, has hecho escapar lanoche.

Poemas


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Pedro Lemebel

Poemas

Manifiesto (hablo por mi diferencia)

No soy Passolini pidiendo explicacionesNo soy Ginsberg expulsado de CubaNo soy un marica disfrazado de poetaNo necesito disfrazAquí está mi caraHablo por mi diferenciaDefiendo lo que soy

Y no soy tan raroMe apesta la injusticia

Y sospecho de esta cueca democráticaPero no me hable del proletariadoPorque ser pobre y maricón es peorHay que ser ácido para soportarloEs darle un rodeo a los machitos de la esquinaEs un padre que te odiaPorque al hijo se le dobla la patitaEs tener una madre de manos tajeadas por el cloroEnvejecidas de limpiezaAcunándote de enfermoPor malas costumbresPor mala suerteComo la dictaduraPeor que la dictaduraPorque la dictadura pasa

Y viene la democracia Y detrasito el socialismo¿Y entonces?¿Qué harán con nosotros compañero?¿Nos amarrarán de las trenzas en fardoscon destino a un sidario cubano?Nos meterán en algún tren de ninguna parteComo el barco del General IbañezDonde aprendimos a nadarPero ninguno llegó a la costaPor eso Valparaíso apagó sus luces rojasPor eso las casas de carambaLe brindaron una lágrima negraA los colizas comidos por las jaibas

Ese año que la Comisión de Derechos Humanosno recuerdaPor eso compañero le pregunto¿Existe aún el tren siberianode la propaganda reaccionaria?Ese tren que pasa por sus pupilasCuando mi voz se pone demasiado dulce¿Y usted?¿Qué hará con ese recuerdo de niñosPajeandonos y otras cosasEn las vacaciones de Cartagena?¿El futuro será en blanco y negro?¿El tiempo en noche y día laboralsin ambigüedades?¿No habrá un maricón en alguna esquinadesequilibrando el futuro de su hombre nuevo?¿Van a dejarnos bordar de pájaroslas banderas de la patria libre?El fusil se lo dejo a ustedQue tiene la sangre fría

Y no es miedoEl miedo se me fue pasando

De atajar cuchillosEn los sótanos sexuales donde anduve

Y no se sienta agredidoSi le hablo de estas cosas

Y le miro el bultoNo soy hipócrita¿Acaso las tetas de una mujerno lo hacen bajar la vista?¿No cree ustedque solos en la sierraalgo se nos iba a ocurrir?Aunque después me odie

Por corromper su moral revolucionaria¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?

Y no hablo de meterlo y sacarlo Y sacarlo y meterlo solamenteHablo de ternura compañeroUsted no sabeCómo cuesta encontrar el amorEn estas condicionesUsted no sabe


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Qué es cargar con esta lepraLa gente guarda las distanciasLa gente comprende y dice :Es marica pero escribe bien

Es marica pero es buen amigoSuper-buena onda Yo acepto al mundoSin pedirle esa buena ondaPero igual se ríenTengo cicatrices de risas en la espaldaUsted cree que pienso con el poto

Y que al primer parrilazo de la CNIlo iba a soltar todoNo sabe que la hombríaNunca la aprendí en los cuartelesMi hombría me la enseño la noche

Detrás de un posteEsa hombría de la que usted se jactaSe la metieron en el regimientoUn milico asesinoDe esos que aún están en el poderMi hombría no la recibí del partidoPorque me rechazaron con risitasMuchas vecesMi hombría la aprendí participandoEn la dura de esos años

Y se rieron de mi voz amariconadaGritando: Y va a caer, y va a caer

Y aunque usted grita como hombreNo ha conseguido que se vayaMi hombría fue la mordazaNo fue ir al estadio

Y agarrarme a combos por el Colo ColoEl fútbol es otra homosexualidad tapadaComo el box, la política y el vinoMi hombría fue morderme las burlasComer rabia para no matar a todo el mundoMi hombría es aceptarme diferenteSer cobarde es mucho más duro

Yo no pongo la otra mejilla

Pongo el culo compañero Y esa es mi venganzaMi hombría espera pacienteQue los machos se hagan viejosPorque a esta altura del partidoLa izquierda tranza su culo lacioEn el parlamentoMi hombría fue difícilPor eso a este tren no me subo

Sin saber dónde va Yo no voy a cambiar por el marxismoQue me rechazó tantas vecesNo necesito cambiar

Soy más subersvo que ustedNo voy a cambiar solamentePorque los pobres y los ricosA otro perro con ese huesoTampoco porque el capitalismo es injustoEn Nueva York los maricas se besan en la callePero esa parte se la dejo a ustedQue tanto le interesaQue la revolución no se pudra del todoA usted le doy este mensaje

Y no es por mí Yo estoy viejo

Y su utopía es para las generaciones futurasHay tantos niños que van a nacerCon una alita rota

Y yo quiero que vuelen compañeroQue su revoluciónles dé un pedazo de cielo rojoPara que puedan volar.

[Texto leído como intervención en un acto político, septiembre de 1986,Santiago de Chile.]


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