NUMANCIA Y DOR-LÓMIN: VALENTÍA Y DESGRACIA UNIDAS A TRAVÉS DE LOS

«ATANI»

«En un tropel de noche rompamos,

Y por ayuda a los amigos vamos.

O sea por el foso, o por la muerte,

De abrir tenemos paso a nuestra vida:

Que es dolor insufrible el de la muerte,

Si llega cuando más vive la vida.

Remedio a las miserias es la muerte,

Si se acrecientan ellas con la vida,

Y suele tanto ser más excelente

Cuando se muere más honradamente»

Miguel de Cervantes en «El cerco de Numancia»

«¡Dracho calad! ¡Drego Morn! ¡Resplandezca el día! ¡Huya la noche!»

Grito de guerra de los Edain del Norte antes de marchar hacia la Batalla de las Lágrimas

Innumerables

1. Introducción

La Historia de la Humanidad está marcada por hechos que han trascendido más allá de las fuentes

materiales o escritas, sucesos que han ido arraigándose en la memoria colectiva del ser humano,

pasando de meros episodios históricos a grandes y fantásticas epopeyas. De esta forma, muchas

veces es imposible discernir la realidad de la ficción, pero en el caso de la Guerra de Numancia y

los hechos que en este lugar acontecieron entre el 152 y el 133 a.C. en Iberia, pasaron a formar parte

de la Historia como un acto de valentía, heroicidad y sobre todo libertad de un pueblo que se

consideraba libre, valga la redundancia.

Al igual que las diferentes tribus celtíberas que componían la zona oriental de la Meseta norte de

Iberia como los Arévacos, Lusones, Tittos y Bellos (Jimeno, 1990, p.15), que lucharon por su

libertad contra Roma, la Unión de Maedhros hizo frente a la tiranía y la ira del gran ejército de

Morgoth en el año 473 P.E. en lo que se denominaría la Nírnaeth Arnoeidad («La Batalla de las

Lágrimas Innumerables») que supondría la caída en desgracia del territorio de Hithlum y por ende,

Dor-Lómin.

Son muchas las coincidencias entre la Guerra de Numancia y los sucesos que acaecieron en

Dor-Lómin en la obra «Narn i Chîn Húrin» («La historia de los hijos de Húrin»). Mediante este

trabajo me dispongo a explicar de manera clara y fundamentada los paralelismos encontrados entre

los sucesos históricos de Numancia y los hechos ficticios narrados en la obra de J.R.R. Tolkien.

2. Situación geográfica de Numancia y Dor-Lómin: hogar y cuna de guerreros nobles y héroes

cantados

Para poder entender mejor los diferentes paralelismos presentes en la Historia de Numancia y Dor-

Lómin respectivamente, es necesario conocer y comparar las características geográficas comunes

entre las dos ciudades. Si pudiéramos sobrevolar Numancia o Dor-Lómin a lomos de la gran águila

Gwaihir podríamos observar varios puntos en común entre las dos zonas.

Por un lado, Dor-Lómin es el primer gran dominio de los hombres en la Tierra Media,

situada dentro de la zona denominada Hithlum que en sindarin significa «grandes nieblas» o «bajas

temperaturas», esta zona está situada al noroeste de la región de Beleriand. Dor-Lómin estaba

delimitada al norte por la corriente del río Drengist considerado el desagüe hidrológico más

importante de Hithlum, el nombre es una palabra sindarin, pero su etimología se desconoce, se suele

especular con que es una palabra que usaban los Falathrim de la que la raíz sindarin «ter» o «teres»

proveniente del quenya primitivo «teren», derivaría en la raíz falathrin «dren» que significa

«delgado o esbelto», del segundo elemento se suele suponer que proviene del noldorin «kiris» o

«crist» que significa «grieta o surco». De esta forma se llega a la conclusión más lógica de que el

nombre del río Drengist significa «grieta estrecha». A su vez, Dor-Lómin está delimitada por las

montañas de Mithrim, al sur por las Eder Wethrin separando a Dor-Lómin de Beleriand y

finalmente, al oeste por las Ered Lómin. Dor-Lómin formaba parte de una meseta, se cuenta que en

los tiempos antiguos hubo un fenómeno tectónico que provocó una elevación de la tierra obteniendo

un paisaje caracterizado por colinas abruptas, a pesar de esto, la zona oeste de Dor-Lómin estaba

formada por una amplitud de valles menos profundos y colinas más bajas que transformaban el

paisaje en una llanura perfecta para su cultivo. La situación geográfica propiciaba que los inviernos

fueran fríos y los veranos cálidos pero poco severos.

Sin embargo y a pesar de creer lo contrario, las características geográficas de la ciudad de

Numancia no distan mucho de las de la ciudad ficticia de Tolkien. Al igual que Dor-Lómin,

Numancia estaba situada en la región norte de la celtiberia, concretamente sobre el cerro de la

Muela de Garray, los cerros son provocados por varios fenómenos geomorfológicos entre los que

constan los movimientos tectónicos que provocan desprendimientos y movimientos sedimentarios.

Observamos aquí por tanto, la primera coincidencia entre Dor-Lómin y Numancia, además ésta

última está delimitada al sur por las montañas del Sistema Ibérico que puede recordarnos a las

montañas de Eder Wethrin que rodean la zona de Dor-Lómin, sirviendo como una defensa natural

importante. De igual forma que en la mítica ciudad de Tolkien, Numancia fue abastecida por un

importante río, el Duero, que al igual que el río Drengist es de caudal generalmente estrecho, de la

misma forma el significado de la palabra «Duero» se desconoce, sin embargo se cree que es una

palabra de raíz indoeuropea procedente del celta que significaría simplemente «agua», «caudal de

aguas» o «río». Poco a poco, se va creando un «esquema mental» en el que como un perfecto

puzzle, van encajando las diferentes piezas, encontrando las similitudes casi irónicas entre ambas

ciudades. Pero no solamente coincide la situación geográfica o las características más importantes,

sino que como ya he señalado anteriormente, los parecidos etimológicos son sorprendentes, como

Figura 1: Mapa de la situación de Dor-Lómin

Fuente: http://www.glyphweb.com/arda/maps/dorlomin.gif

es el caso descrito arriba del significado de Hithlum («grandes nieblas» o «bajas temperaturas») si

nos centramos en el significado de la palabra «Numancia» tenemos varias opciones derivadas del

latín y el griego:

• De la raíz (n)uma, umere, ume: que significa «humedad» o «nieblas abundantes».

• O la derivación de la raíz noma o numa que significa «pastos» y de la palabra ancia que se

traduce como «amplios o extensos».

De una u otra forma, la coincidencia semántica es innegable, pero más aún, las

connotaciones respecto a las características climáticas y geográficas de las dos zonas, tanto en el

caso de la climatología típica de los dos territorios como del significado de los nombres, haciendo

referencia a la amplitud de pastos y territorios cultivables que caracterizarían la economía de ambas

localizaciones.

3. Cronología y fuentes escritas

Los hechos que ocurrieron tanto en Dor-Lómin como en Numancia han llegado hasta nuestros días

gracias a todo un compendio de fuentes escritas, por un lado las desgracias que ocurrieron en Dor-

Lómin de la mano de Morgoth y su ejército, fueron narradas por un poeta humano en el año 499 P.E

que sobrevivió a la guerra. De la misma forma, los sucesos que sucedieron durante la tercera Guerra

Figura 2: Mapa de la situación de Numancia

Fuente:http://www.estudiogeneraldehumanidades.es/roma/images/p

lano-topografico.gif

Celtíbera, conocida como la Guerra de Numancia, fueron descritos por el gran poeta Polibio en su

obra «Iberiké», quién estuvo presente durante los hechos.

Pero no solamente tenemos el testimonio de Polibio, Estrabón en su tercer libro de

«Geografía» recoge toda la guerra numantina. Según Estrabón la valentía y resistencia de los

numantinos frente al ejército romano fue innegable, además menciona la duración de la guerra,

estableciendo un periodo de aproximadamente 20 años entre el comienzo y el final de la misma. Sin

embargo, haciendo más hincapié en las fuentes sobre la cronología de la Guerra de Numancia, el

comienzo de la misma sería en el año 152 a.C. cuando el contexto político y militar de Iberia estaba

definido por las sucesivas victorias en la Guerra de Lusitania que provocó una serie de revueltas por

parte de las poblaciones celtíberas. El conflicto terminaría en el año 133 a.C., 19 años tras el

comienzo de los enfrentamientos.

Si ahora nos desplazamos hasta las fechas y cronologías dadas por Tolkien, la guerra que

arrasó Dor-Lómin comienza en el año 458 P.E. cuando los hermanos Huor y Húrin huyen de una

emboscada de orcos hacia el mítico reino de Gondolin montados sobre dos águilas para conseguir la

protección de los elfos y el favor del rey Tungor. En el 473 P.E sucede la «Nírnaeth Arnoeidad»

terminando en el año 477 P.E. por lo que el periodo o conflicto de Dor-Lómin duró 19 años

aproximadamente, obteniendo una coincidencia en la duración de ambas cronologías.

Estos 19 años de guerra en ambos casos estuvieron caracterizados por toda una serie de

enfrentamientos bélicos, así como asedios y pequeñas escaramuzas, en el caso de la tercera Guerra

Celtíbera, el cónsul al mando en el año 142 a.C. Quinto Cecilio Metelo comenzó el intento de

pacificación del territorio celtíbero y de la toma de varias ciudades como la de Nertobriga y sobre

todo el cerco de Numancia, que fue imposible de tomar. Sería en el año 134 a.C. cuando entra en

juego el cónsul Escipión Emiliano, adoptado por Publio Cornelio Escipión, hijo del gran Escipión

el Africano, este hombre sería recordado y venerado largos años por conseguir vencer a los

numantinos en el año 133 a.C. En el caso de Dor-Lómin la «Nírnaeth Arnoeidad» fue una de las

cinco batallas de Beleriand, batallas que caracterizaron la P.E. de la Tierra Media; Morgoth quería a

toda costa que tanto elfos, hombres y enanos sucumbieran ante su poderoso ejército, y esta Edad

tuvo asedios, cercos, batallas, grandes guerras, destrucción y sobre todo muerte. Pero al igual que

los numantinos, los «atani» se consideraban libres y por esa libertad lucharon hasta agotar los

últimos alientos, lágrimas y fuerzas.

4. Demografía y sociedad

Pero, ¿cuánta población tenía Dor-Lómin y Numancia? ¿Cuántos valientes guerreros dieron su vida

por intentar conservar la de su pueblo, familias y soberanía? Según las últimas investigaciones

arqueológicas Numancia entre el 134-133 a.C. (es decir, los últimos años de la tercera Guerra

Celtíbera) disponía alrededor de 21.200 habitantes (cifra más o menos aproximada contando

guerreros y sus respectivas familias, mujeres, niños y ancianos), de entre los que había más o menos

unos 8.000 valientes guerreros que podían portar armas; esta cifra se ha conseguido gracias al

recuento de los hogares encontrados en el yacimiento celtíbero de Numancia. Por otro lado, en el

imaginario de Tolkien, el territorio de Hithlum junto con Dor-Lómin albergaba alrededor de 45.000

vidas, cifra que aumentaría considerablemente debido a la llegada de los hombres de la Casa de

Hador; de estas 45.000 personas supongamos que más o menos la mitad (22.500) es la población de

Dor-Lómin quitando de la cifra a mujeres, ancianos y niños que no pueden luchar, nos queda una

cifra de entre 6.000-8.000 guerreros que lucharon dentro de la Unión de Maedhros, compuesta por 9

zonas: Himring, Amon Ereb, Belegost, Gondolin, Harar, Hithlum, Falas, Brethil y Nargothrond.

Teniendo presente que el total de efectivos de esta unión fue de entre 42.500-60.000 hombres,

podemos dividir la cifra entre 9 (siendo el número total de las zonas que pertenecieron a la Unión de

Maedhros) y nos sigue quedando una cifra de entre 6.000-8.000 hombres libres de cada territorio

que lucharon dentro de la unión.

Sería a partir de la «Nírnaeth Arnoeidad» y paralelamente a partir de los primeros

enfrentamientos antes del cerco de Numancia, cuando la muerte y la valentía estarían más presentes

en el corazón de los «atani».

Figura 3: La frontera de Maedhros

Fuente: http://narsil.webcindario.com/imagenes/Mapas/MapaFronteraMaedhros.jpg

Respecto al tipo de sociedad dada en ambos casos, sabemos que las costumbres celtíberas no distan

mucho de las costumbres de los hombres y elfos de las obras de Tolkien, como es el caso del pan y

el vino con miel con el que comerciaban las tribus del norte de Iberia. Los «atani» de igual forma,

comerciaban con los elfos para el intercambio de vino y diferentes productos de primera necesidad

y como no, de lujo. Además, éstos últimos pueden ser comparados con las tribus celtas de Iberia,

que poseían una metalurgia más desarrollada y con una sociedad articulada de diferente manera, de

cabellos más claros, figuras menos robustas y mucho más estilizadas. Mientras que los hombres de

la obra de Tolkien nos pueden recordar a las tribus íberas o celtíberas, siendo de cabellos más

oscuros, con una sociedad articulada de forma muy específica, en la que cada tribu tenía su propia

jerarquía con diferentes castas, siendo la casta guerrera la más honorable y con mayor poder dentro

de la sociedad íbera y celtíbera, algo que nos recuerda a la sociedad dividida en diferentes «Casas»

en la zona de Dor-Lómin, donde de igual forma los guerreros son muy apreciados y son los líderes

de los diferentes pueblos humanos, una sociedad basada completamente en la vida militar dónde

todo gira en torno al contexto bélico del momento.

5. «Lágrimas incontables por los miles de muertos, amontonados para festín de los cuervos» -

Ted Nasmith

«La Batalla de las Lágrimas Innumerables» fue un conflicto dado en el legendarium de Tolkien que

entra dentro de las «Guerras de Beleriand», de la misma forma que la «Guerra de Numancia»

pertenece a las llamadas «Guerras Celtíberas». El conflicto entre hombres, elfos y enanos contra las

huestes de Morgoth comenzó con la primera de las batallas de Beleriand en el año 1495 de la Edad

de los Árboles cuando el ejército oscuro penetra tanto por el Oeste como por el Este en la tierra de

Beleriand, comenzando toda una serie de enfrentamientos que durarían cientos de años. Poco a poco

Morgoth iría penetrando cada vez más en el territorio temiendo una unión entre los diferentes

territorios de Beleriand, así tras finalizar la primera batalla el ejército de orcos consiguió aislar de

forma indirecta la zona de los bosques de Doriath y de esta manera evitar que Thingol formara parte

del conflicto.

De la misma forma, en el año 218 a.C. los romanos desembarcarían en Ampurias con la idea

de hacerse con diferentes suministros tanto materiales como humanos, debido a que la mayor fuente

de aprovisionamiento del ejército cartaginés era Iberia, pero, tras la expulsión de los cartagineses de

territorio íbero, Roma decidió quedarse. Más adelante, en el año 181 a.C. comenzaría la Primera

Guerra Celtíbera, una guerra defensiva para Roma ya que quería evitar la unión de las diferentes

tribus celtíberas para así solventar de antemano un levantamiento autóctono.

La segunda gran batalla de Beleriand es denominada «Dagor-Nuin-Giliath» está caracterizada por

la llegada de los Noldor al mando de Fëanor en naves en las estribaciones del río Drengist; Fëanor

mediante un movimiento arriesgado quemó las naves en cuanto puso un pie en tierra firme,

alertando de esta forma a Morgoth de su llegada. La guerra finalizó con lo que se denomina una

«victoria pírrica», los elfos lograron vencer esta vez a Morgoth y sus huestes pero pagando un alto

precio: la muerte de Fëanor. Teniendo en cuenta esto, podemos comparar dichos hechos a los

acaecidos en la Segunda Guerra Celtíbera (154-152 a.C.), también denominada por Polibio como

«Guerra de Fuego» (se le denomina de esta forma debido a que se utiliza una táctica de conquista

caracterizada por los asedios y el desgaste de la población), este segundo enfrentamiento surgió

debido a un hecho que puede parecer insignificante: la ampliación de la fortificación de la ciudad de

Segeda (situada en la actual Comarca de Calatayud, Zaragoza). Los romanos vieron esta ampliación

como una infracción a los acuerdos de Graco establecidos en el año 179 a.C. Roma envió a hacer

frente a los celtíberos al cónsul del momento llamado Nobilior junto con 30.000 hombres y varios

elefantes, las tribus huyeron rápidamente a Numancia y tras varias derrotas de los romanos,

Nobilior no tuvo otra opción que la de refugiarse en sus campamentos. El Senado de Roma envió a

un nuevo cónsul, Licílio Lúculo, al mando de su ejército estaba Publio Cornelio Escipión Emiliano,

declarando de nuevo la guerra contra las tribus celtíberas arrinconadas, sitiando la ciudad . De este

modo, los celtíberos adquirieron muchas victorias pero a un alto precio, debido a que finalmente

tuvieron que pedir la paz para poder sobrevivir.

Pero curiosamente, la Segunda Guerra Celtíbera no solamente es comparable a la Segunda

Batalla de Beleriand, sino que adelantándonos un poco más en el tiempo, concretamente a la Cuarta

Batalla de Beleriand (455 P.E.), la denominada «Dagor Bragollach» («La Batalla de la Llama

Súbita») tiene muchísimas coincidencias, ya no solamente por la denominación del conflicto. Fue

en esta batalla cuando Morgoth liberó al gran dragón Glaurung, liderando un ejército de orcos y

balrogs, Glaurung el Dorado como era llamado, mediante su aliento de fuego quemó y abrasó

grandes tierras reduciéndolas a ceniza, recordándonos al concepto de «Guerra de Fuego» del gran

Polibio. Este conflicto puso la balanza a favor de Melkor, ampliando las fronteras conquistadas y

debilitando seriamente la Frontera de Maedhros, de igual modo que la Segunda Guerra Celtíbera

finalizó con un gran fortalecimiento de Roma en la Península Ibérica y ampliando su zona de

influencia.

Más allá de las incontables guerras y de las honorables muertes sobre las que se basan tanto

los relatos de Tolkien como los hechos históricos acontecidos en nuestra tierra, los «atani»

cobrarían un gran protagonismo tras los sucesos de la «Nírnaeth Arnoeidad» y de la Guerra de

Numancia. El valor de los hombres quedaría nuevamente demostrado mediante sangre y ceniza,

unas manchas que serían imborrables en la memoria de sus sucesores, hechos que sin duda alguna

serían merecedores de grandes cantares y poesías y que con el paso del tiempo tal y como la dama

Galadriel diría: «La historia se convirtió en leyenda, la leyenda en mito[...]». Sin duda alguna, tras

la «Nírnaeth Arnoeidad» y el encarcelamiento de Húrin, Dor-Lómin sucumbió ante las fuerzas

oscuras, la ciudad quedó conquistada por el ejército de Morgoth y fue ocupada por los denominados

Hombres Cetrinos, hombres que pertenecían al bando de la Unión de Maedhros pero que en medio

del fragor de la batalla decidieron cambiar de bando. La antigua ciudad hace años habitada por elfos

sindarin y en ese momento ocupada por los hombres de la Casa de Hador, fue arrasada, la población

sometida ante el conquistador y sin ninguna perspectiva de esperanza quedó reducida a meros

esclavos de Morgoth y sus huestes. Sin embargo, una luz de esperanza renació en el horizonte

oscuro, Túrin hijo de Húrin se dispuso a partir de Dor-Lómin en busca de ayuda hacia las tierras de

Doriath.

Paralelamente y centrándonos en la realidad histórica de la Guerra de Numancia, ocurrió de

forma muy similar su conquista y caída. En el año 134 a.C. Publio Cornelio Escipión Emiliano fue

nombrado cónsul y encargado de cercar la ciudad, los numantinos sin escapatoria solamente podían

aguantar el peso del paso de los días, los alimentos comenzaron a escasear y la población comenzó

Figura 4: «Nírnaeth Arnoeidad»

Fuente: http://www.arthedain.net/wp-content/uploads/2011/04/ted-nasmith_the-silmarillion_2_quenta-silmarillion_20_of-the-fifth-battle-

nirnaeth-arnoediad2.jpg

a comer cuero, pieles y cuerpos de otros honorables fallecidos, con el único pensamiento del

valeroso aguante, con el enemigo a las puertas y sin perspectiva de rendición. Sin embargo, un

hálito de esperanza comenzó a emerger, un murmullo sordo y tenue de libertad, la esperanza

personificada en un valiente guerrero llamado Retógenes. Haciendo acopio de toda su energía y sus

ganas de hacer frente al enemigo, consiguió escapar del cerco del cónsul Escipión Emiliano,

llegando a la ciudad de Litia pidiendo ayuda a las demás tribus celtíberas, pero para desgracia de los

pueblos libres, fue traicionado por los gobernantes de la ciudad y muerto por órdenes directas del

cónsul romano.

El tiempo iba pasando, muchas mujeres y hombres se suicidaron antes de doblegar las

rodillas e ideales y tras 15 largos meses finalmente los numantinos se rindieron, sus tierras fueron

quemadas, reduciendo la valerosa Numancia a escombros, los sobrevivientes fueron vendidos como

esclavos, tratados como mera mercancía y 50 numantinos fueron paseados en un desfile triunfal en

Roma, mostrados como trofeos de una guerra que moralmente habían ganado los celtíberos, pero

que desgraciadamente, muy pocos quedaron para contarlo.

Figura 5:La Guerra de Numancia

Fuente: http://www.maquinasdeasedio.com/wp-content/uploads/2010/12/numancia-3.jpg

«Volved los ojos, y veréis ardiendo

De la ciudad los encumbrados techos.

Escuchad los suspiros saliendo

Van de mil tristes, lastimados pechos.

Oíd la voz y lamentable estruendo

De bellas damas a quien, ya desechos

Los tiernos miembros de ceniza y fuego,

No valen padre, amigo, amor ni ruego.

Cual salen las ovejas descuidadas,

Siendo del fiero lobo acometidas,

Andar aquí y allí descarriadas,

Con temor de perder las simples vidas,

Tal niños y mujeres desdichadas,

Viendo ya las espadas homicidas,

Andan de calle en calle, ¡oh hado insano!,

Su cierta muerte dilatando en vano.

No hay plaza, no hay rincón, no hay calle o casa

Que de sangre y muertos no esté llena;

El hierro mata, el duro fuego abrasa,

Y el rigor ferocísimo condena.»

Miguel de Cervantes en «El cerco de Numancia»

«...pero nuestro tiempo es corto y nuestra esperanza y fuerzas pronto se marchitan...»

Frase que le dice Húrin a Turgon (rey elfo) sobre la naturaleza humana.

6. Semejanzas entre los diferentes protagonistas

Llegados a este punto, merece la pena mencionar las semejanzas entre los protagonistas de estos dos

hechos que me he permitido el lujo de comparar, siendo estos cuatro personajes que a continuación

explicaré los más importantes y con una mayor preponderancia en las dos historias.

En primer lugar, Túrin Turámbar y Retógenes «El Caraunio»: todo aquel que haya

disfrutado de la lectura de la obra «Los híjos de Húrin» sabe sobremanera la multitud de desdichas

que sufrió Túrin hijo de Húrin a lo largo de toda su vida. Aquí sólo mencionaré los aspectos más

importantes de ésta, como son su huida hacia las tierras de Doriath en busca de ayuda para su

pueblo. De esta forma y tras muchos años de desventuras, Túrin con el paso del tiempo fue

ganándose muchos nombres, pero el que personalmente me gusta mucho es el de «Agarwaen hijo

de Úmarth» cuyo significado es «Manchado de sangre» o «Hado desdichado», me gusta porque

retrata perfectamente el contexto en el que vive, su vida en general, ya que cuando Túrin era

pequeño sufrió de una grave enfermedad estando al borde de la muerte y sobre todo porque coincide

con el significado del protagonista de la Guerra de Numancia, Retógenes «El Caraunio».

Figura 6: Representación de Túrin hijo de Húrin

Fuente:http://in1.ccio.co/l9/45/p9/tumblrmflzrstMeP1qgb4zao1500.jpg

El significado del nombre Retógenes viene de la palabra «reto» que significa «difícil» y de

la palabra «genes» que significa «nacimiento», de esta forma su nombre significaría «de difícil

parto», teniendo en cuenta esto la coincidencia en el significado de ambos nombres refleja el

destino desdichado de ambos personajes nada más nacer, destinados casi de manera obligada a

soportar las penurias de la muerte y la guerra. Pero sin duda alguna, lo que más sorprende de estos

dos personas es su desenlace, de la misma forma que Túrin huye de su hogar para conseguir

salvarlo, más adelante tras darle la última estocada al gran dragón Glaurung, pierde la mano derecha

debido a la sangre ponzoñosa del dragón, Retógenes tras huir de Numancia a la ciudad de Litia,

como ya he señalado anteriormente, es entregado a manos de Escipión Emiliano por los

gobernantes de la ciudad, el cónsul como castigo le cortó la mano derecha a Retógenes haciéndole

imposible portar armas, siendo esta la mayor deshonra para un guerrero celtíbero.

Es increíble como un personaje ficticio como es Túrin, corrió la misma suerte que un personaje

histórico como Retógenes, dejándonos en la duda de si Tolkien se inspiró en los acontecimientos

Figura 7: Representación de cómo podía haber sido Retógenes

Fuente: http://fc07.deviantart.net/fs70/i/2015/042/6/1/numancia__by_dgarauz-d8fliil.jpg

históricos de la antigua Iberia y posterior Hispania. Pero no solamente los protagonistas son

semejantes, sino que los personajes antagónicos de ambos sucesos también comparten interesantes

puntos en común. Me estoy refiriendo a Glaurung «El Dorado» y al cónsul romano Publio Cornelio

Escipión Emiliano. El gran dragón Glaurung aparece cronológicamente en el año 455 P.E. en lo que

ya conocemos como «La Batalla de la Llama Súbita», liderando el ejército de Morgoth pero es tras

«La Batalla de las Lágrimas Innumerables» cuando el gran dragón muestra todo su poder frente a

Túrin. Escipión Emiliano de igual forma aparece al mando del ejército romano en la Segunda

Guerra Celtíbera o «Guerra de Fuego», pero esto no queda aquí, tanto Glaurung como Escipión

Emiliano cobran una gran importancia 18 años después de conflictos anteriores, coincidiendo con la

Guerra de Numancia: desde el fin de la Segunda Guerra Celtíbera en el año 152 hasta que Escipión

Emiliano fue nombrado cónsul en el año 134; y en la «Nírnaeth Arnoeidad»: desde el 455 P.E.

cuando aparece Glaurung, hasta el 473 P.E. que comienza la batalla en la que Dor-Lómin fue

arrasada.

Figura 8: Muerte de Glaurung a manos de Túrin

Fuente:http://img1.wikia.nocookie.net/__cb20130104225910/eldragonverde/es/images/3/32/Dood_van_Glauru

ng2.jpg

Ambos personajes tienen algo más en común, Glaurung era llamado «El Dorado» no se sabe porqué

realmente, pero se cree que era por el color de sus escamas, y a su vez el cónsul romano fue

considerado como el impulsor de una «época dorada» para Roma tras haber finalizado la conquista

y pacificación del territorio celtíbero de Iberia. Más aún, Glaurung fue asesinado por Túrin,

Escipión Emiliano no fue asesinado por Retógenes, pero si asesinado más adelante tras finalizar la

Guerra de Numancia, su muerte sigue siendo un misterio a día de hoy.

7. Conclusiones

A modo de conclusión cabe destacar varios aspectos de esta investigación, las claras similitudes que

humildemente he intentado y espero haber conseguido explicar nacieron de la más absoluta pasión

que profeso hacia la obra de J.R.R.Tolkien, a la que los múltiples halagos que pueda hacerle se

quedan cortos. Lo que en un principio me propuse como una mera comparativa histórica entre un

suceso real y uno completamente ficticio, ha terminado sobrepasándome, ya que con el paso de los

días y cada vez más sumida en este proyecto que tiene usted ante sus ojos, me he dado cuenta que

he conseguido encontrar una gran cantidad de similitudes entre Dor-Lómin y Numancia, algo que

como historiadora me emociona, ya que he logrado unirme más ambas cosas. Nunca sabremos si el

gran Tolkien tuvo en mente los sucesos que ocurrieron en Numancia en el siglo II a.C. a la hora de

ir componiendo sus relatos propios. Pero una de las principales ideas a las que he llegado mediante

este trabajo ha sido que Tolkien consiguió otorgarle a sus obras un contexto, unos personajes y un

argumento totalmente coherentes, lo que le ha otorgado más fuerza a todas sus historias, quedando

ya plasmadas en la memoria literaria colectiva del siglo XX-XXI. Esta cuestión me ha hecho

plantearme que al igual que los sucesos históricos que han ido ocurriendo a lo largo de la Historia

han quedado plasmados en nuestro propio «imaginario colectivo», tal es el suceso ocurrido en

Numancia en nuestra Historia Antigua, es muy posible que uno de los puntos más importantes y de

las mayores características de cualquier obra de Tolkien es, que consigue relatarnos una historia tan

bien contextualizada, narrada y fundamentada, que te engancha, te hechiza y te atrapa para toda la

vida.

Otra de las dudas que se quedará en el tintero es: ¿Tolkien se inspiró en las obras de Miguel

de Cervantes para algunos aspectos de sus obras? Ya el año pasado el ganador de la X Edición de

los premios AElfwine de la Sociedad Española de Tolkien («Don Quijote y Sancho Panza y Frodo y

Sam» de Medardo Maza Dueñas) dejaba constancia de esta posible influencia directa o indirecta.

Para mi propio trabajo he citado algunos pasajes de la obra de Cervantes sobre la Guerra

Numantina, pero esta cuestión de momento no es posible verificarla, solo nos queda contemplar con

curiosidad estas similitudes y sonreír ante la posibilidad de que así fuera.

Sin duda alguna, Dor-Lómin y Numancia comparten muchísimos aspectos comunes, y como el

título bien indica unidos a través de los «atani», la raza de los hombres que tanto nos puede llegar a

sorprender en la lectura de cualquier obra de Tolkien, una raza mortal llena de orgullo, valor, honor

y coraje. Pero que tanto en el imaginario del gran maestro como en la cruda y muchas veces, cruel

realidad, nosotros, los «atani» hemos afrontado el peligro, la incertidumbre, el desazón y el

desánimo con la fuerza de voluntad y siempre manteniendo la esperanza.

Con la venia de ustedes -el gran jurado de excelentes críticos literarios y como no, de los

demás lectores-, he pretendido, sin necesidad de que todos los argumentos y comparativas históricas

fuesen forzadas, encontrarle un sentido y fundamento histórico a la obra de J.R.R.Tolkien mediante

la búsqueda de similitudes con los hechos pasados de nuestra propia Historia. Para esta tarea la

lectura de bibliografía especializada en las Guerras Celtíberas ha sido sumamente importante, ya

que la base de este proyecto es sobre todo la contrastación de las fuentes literarias de Tolkien (en

este caso «El Silmarillion» y «Los Hijos de Húrin») con fuentes históricas de Historia Antigua; ésto

sin duda me ha hecho crecer como profesional y sobre todo, como amante del imaginario de este

gran autor, consiguiendo que la historia de Beleriand, Dor-Lómin y de personajes como Húrin o

Túrin quede grabada a fuego en mi mente y corazón.

Dadas las circunstancias actuales, no está de menos o de más recordar, como muy bien

refleja Tolkien mediante su obra y sobre todo sus grandes héroes y heroínas, que la libertad, la lucha

por los valores y la moral propia, la esperanza, las amistades, la superación de obstáculos pero sobre

todo, la persecución de los propios sueños, son posibles si mantenemos nuestra tenacidad y nuestra

fuerza bien altas, construyendo poco a poco una realidad mejor para todos, porque al fin y al cabo,

todos los «edain» deberíamos estar unidos.

Como dijo el gran maestro Tolkien:

«Donde no falta voluntad siempre hay un camino»

8. Bibliografía

• CERVANTES, M. El Cerco de Numancia. Editorial Luarna.

• FERNANDO, J., NAVAZO, P. Romanización en Castilla y León.

• PERIS BOSCÁ, V. 2007. Numancia. Guerra i exercit a l'Antiguitat.

• SCHULTEN, A. 2004. Historia de Numancia. Urgoiti Editores.

• TOLKIEN, J.R.R. 2013. Los Hijos de Húrin. Editorial Planeta, Barcelona.

• TOLKIEN, J.R.R. 2002. El Silmarillion, Editorial Planeta, Barcelona.

• http://www.segeda.net/bibliografia/pdf/fontes.pdf Consultado: [23-07-2015 a las 18:45]

• http://www.grandesbatallas.es/batalla%20de%20numancia.html Consultado: [2-08-2015 a

las 14:38]

• http://mural.uv.es/carpenu/base.htm Consultado: [2-08-2015 a las 17:07]