Astrada - Dialéctica e historia

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    O B R A S DEL AUTOR

    E l Juego Existencid, 1933.Idedismo Fenomenolgico y Metafsica Existencil, 1936.La Etica Formal y los Valores, 1938.E l Juego Metafsica, 1942.Temporalidad, 1943.Ser, Humanismo, "Existencilismo", 1949.Hegel y la Dialctica, 1956.E l Marxismo y las Escatologlas, 1957,Humanismo y Dialctica de la Libertad, 1960.Nietzsche y la Crisis del Irraciondismo, 1961 (1* edicin, 1 9 4 5 ) .La Doble Faz de la Dialctica, 1962.Existencilismo y Crisis de la Filosofa, 1963 (1 edicin, 1 9 5 2 ) .Tierra y Figura, 1963.Ensayos Filosficos, 1963.Dialctica y Positivismo Lgico, 1964 (1 edicin, 1 9 6 1 ) .E l Mito Gaucho, 1964 (1 edicin, 1 9 4 8 ) .Trabajo y Alienacin, 1060 (1 edicin, 1 9 5 8 ) .Fenomenologa y Praxis, 1967.La Gnesis de la Dialctica, 1968.

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    CARLOS ASTRADA

    D I A L C T I C A E H I S T O R I AH E G E L - M A R X

    J U R E Z E D I T O R S. A .B U E N O S A I R E S

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    Coleccin P AI D EU M A

    Prmea Edicin, 1969

    Copyright by J U R E Z EDITOR S. A. Buenos AiresReservados todos los derechos

    Queda hecho ol depsi to que previene la ley 11.723I M P R E S O EN lA A R G E N T I N A - P R I N T E D IN l A R G E h T f l N A

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    P R L O G O

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    Las concepc iones de la historia de Heg el y de Marx,apuntando a un mismo objetivo las dos grandes ideas axialesde razn y de l ibertad dif ieren en su p u n to de paii ida y enla forma de abordar la "sustancia" histrica. Co inciden, noobsta nte, en la meta ltima que se propone n, pues ambas"afirman al hombre como fin, en_s . Es la medular postulacir^de la filoso fa clsica aleman a, de la cua l, en este aspe cto,lo s dos son insignes representantes.Tanto el pensamiento de Heg el como l de Marx apesar de las di ferencias que los separan son las dos dimensiones fundamentales en que hoy se mu e v e la inquietuduniversal, alertada por problemas cruciales.Este trabajo presenta a ambas posiciones en confrontacin con si tuaciones histricas con cretas, aotuizndolas enun amplio y fundamental enfoque crt ico. Pero, adems, alhi lo de estas dos direcciones del afn inquis i t ivo y de sureactivo diferencial en el plano de las realizaciones y trans

    formaciones sociales, nuestro ensayo es un enjuiciamiento delturbulento presente. Por sus pginas pasan los problemasactuales, abriendo cada uno su inquietante signo de interrogacin. Hac ia dnde va la actual y voraginosa sociedad industrial, cu les son los posibles lmites de la tecnolo ga; qudestino tiene deparad o la sociedad socialista en construccin aparentemente escindida entre "tecnicismo" y "utopismo" ,hacia qu direccin se encaminan los acontecimientos, y quposibles aperturas pueden darse en el orbe en aparienciaconcluso de la tcnica, son los problemas que se plantean en lainstancia de las facticidades subyacen tes en el proceso total. Pero .este repertorio temtico de fondo no cierra el horizon te filosfico de la pesquisicin. Tambin existen, i j son abordad os,problemas que se originan en la superestructura social estremecida en sus sectores vi tales, como la rebelin mundialdel poder estudianti l , los colapsos de las migraciones internasy hada el exterior de los grupos desposedos en todos lospases del con tinente america no, los con flictos raciales, y todoello como factores manifiestos o latentes de la revolucin9

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    CELOS ASTEADA

    L a f ilosofa de la historia de H egel ha tenido la virtudde poner de ma nif iesto la apertura concep tual del procesodialctico, a travs de cuyo trmite profundamente t ransfpr--ma dor accedem os a la visin de los contenidos globales dela historia en su intrnseca mo vil idad y perpetuo cam bio. Peroella ha hipostasiado las esticturas lgicas inmanentes a talproceso, aunque no determinan tes de su direccin ni de susalternativas'.H egel ha afirmado lo universal y perm anen te por sobrelo particular y caed izo. No s ensea que en el m u n d o nadagrand e se puede construir s in pasin; pero las pasiones hu--m an as estn, en definitiva, al servicio de lo universal, es dec ir,de los f ines que las trascienden . La historia, para H egel , esel escenario de un dram a; el la no es el lugar p ara la felicidadde los hom bres, s ino el teatro de las grand es haza as que enaltecen a los l inajes.Por su grandiosa visin del proceso total del acaecerhistrico, H egel , s in duda pas por alto a inf luencia siempreefectiva o latente de las facticidades insuperables de queest hecha su trama . Es que en el vrtigo de s .u^Jdealrnoojbjetvog, slo atento a destacar los nexos lgicos de tal proceso, no tuvo en cuenta los factores reales, los que supo verM a r x , caland o con m irada genial en los entresijos de la baseeconmica.

    H egel fue el primero en enunciar la idea de un nexointrnseco en el acaecer de la historia universal. Y M a r x explic por un concep to integralmente realis ta el total decursohistrico, teniendo en cuenta los factores econm icos de laprod uccin y los factores superestructurales de las inst i tuciones polticas y de las fonn as espirituales, artsticas, filosficas,etc. El trnsito de una etapa a otra , de una forma de sociedada oti'a M a r x los explica no slo por el cam bio evolutivo, s inotamb in por el paso brusco, por el salto dialctico cuali tat ivo,o sea, por la subversin revolucionaria que transforma una,si tuacin histrica dada , un estado social apa rentemen te con-

    ininterrumpida que sacude los cimientos del m u n d o . Ms all-,pues, de una temtica rigurosam ente f ilosfica y sus secuencias, este trabajo aspira a responder a estos interroga ntesperentorios.

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    DiALCnCA E HiSTOBIAsolidado, en una s ituac in h is tr ica nu e v a , mostrndonos e llugar y las c ircuns tanc ias de inserc in de l cambio.E l acaecer to tal en d imens in planetar ia y su con-ceptuacin f i losf ica-histrica, con los hecho s irreversiblesque conf iguran e l presente , nos obl igan a pensar y vivir bajola presin de las ms altas atmsferas. H egel y M a r x n osofrecen dos grandes h i los conductores para or ientamos ep , e lpresente inc ierto, que nos hace rece lar la ms t rascendentalmutac in de la historia. Si no querem os dejamo s llevar aciegas en la cres ta de la ola tenemos que responder ahora yaqm a los in te irogantes saetas encendidas que como undesafo nos l legan desde e l cr isol f unden te de la real idad denues tros das . Es tas pginas son un ensayo crt ico de respues tay algo ms, una inc isin en la prote ica inquie tud de la vidacontempoi-nea.

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    HEGEL

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    I .L/l REALIDAD COMO DEVENIR

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    L a Fenomenologa del Espri tu, por su temtica y porsu lnea de desarrollo, es una filosofa de la historia; es, podemos decir, la inicial filosofa de la historia de Hegel.L a historia, su largo y accidentado proceso es un movimiento espiritual. Lo que es la historia universal,, en lasucesin de sus etapas, tiene que comprenderlo y conceptua-lizarlo el espritu individual. Conforme al contenido de talesetapas "el individuo. .. tiene que recorrer los estadios de lacultura del espritu universal, pero como figuras (Gestal ten)que el espritu ya ha absuelto, como estadios de un caminoque es rehecho y allanado". ^ As_el espritu individual seapropia la existencia pasada, conserva en o viviente lo muerto.D e " ah que la sustancia del individuo y hasta del esprituuniversal ha requerido la paciencia de recorrer estas fonriasen la larga extensin del tiempo y de recibir reestructuradoel inmenso trabajo de la historia universal, que para el individuo singular es ya una "realidad cancelada".*^

    Las formas que va configurando y descubriendo el movimiento histrico del espritu son los diversos avatares dellinaje humano, conceptualizados por el pensamiento del pasado como instituciones dominantes en el decurso real dela historia. Este mpyimientg_ espiritual es_ al jmismo tiempo jun proceso lgico que recoge los movimientos de la evolucin!intcai.J a l ..como. sta, se "presenta en las sucesivas y dife- 'rentes escuelas filosficas.L a Fenomenologa representa el devenir productivo dela verdadera realidad, la que slo puede ser como una totalidad que abarca ser y devenii-, esto es, como una realidaddeviniente. Esgue para Hegel, "\ verdadero es el todo. Peroel todo es s S l o i a " esencia que se completa mediante su des-

    1 Fhiinomenologie des Geistes, pg. 27, ed. J. Hoffmeister, MenerVerlag, Leipzig, 1949.a Op. dt., pg. 28. 1 7

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    arrollo. De lo absoluto hay que decir que es esencialmente resultado, que lo absolutoslo al f inal es esto que en verdad es". [Op. Cit., pg.21] La figura (Gestalt) lgico-histrica que desenvuelve la Fenomenologa es la cultura, la que representa un estadiohacia el saber absoluto. [Vase Op. Cit. VI, B, pg.347 y sigs] Ya Hegel haba aludido aeste estadio del itinerario "fenomenolgico" en su ensayo (de 1801) Differenz desFichteschen und Schell ingeschen Sys t em. Cultura (Bildung) e implcitamente historiacaracterizan juntas, para Hegel, el devenir del espritu universal. La cultura, consideradadesde el lado del individuo consiste en conquistar y tomar posesin de lo existentetrasmitido por el pasado y de su naturaleza anorgnica. "Esto, del lado del esprituuniversal como sustancia, empero, no significa otra cosa que la sustancia se otorgue a smisma autoconcienca y produzca su devenir y su refiexin en s". [Op. Cit. Pg.27]L o absoluto, por ser el resultado de un proceso, de un devenir, es, para Hegel, unabsoluto histrico. El saber absoluto en tanto que seala en s mismo su posicin alsaber fmito es tambin por ello ciertamente histrico. Sin esta posicin, para l implicaen aqul, el saber fmito no podra encaminarse al saber absoluto, ni al individuo finito lesera posible recorrer el camino a travs del cual deviene individuo universal y culto. Deah que tanto el saber peculiar del individuo como el saber absoluto sea un saberuniversal. Este saber, se ha constituido deviniendo tal en el camino "fenomenolgico" atravs de las figuras histricas de la conciencia hasta alcanzar su universalidad.A lo absoluto como espritu pertenece el extraamiento de s mismo. En esa enajenaciny mediante ella tiene lugar la mediacin de naturaleza e historia, es decir, de todo lo quees real, finito, determinado, con lo absoluto que es la totalidad de todo lo fmito.[Pg.18]I I . NATURALEZA Y SOCIEDAD COMO ALIENCIN.[Pg.l9]

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    L o s fenmenos naturales y sociales son el ser alienadode la idea absoluta. Naturaleza y sociedad son, a la vez, el'extraamente,. y_ por "fantp l o o p u ^ o T S e " la idea absoluta.Para Hegel, lo ideal yHo" material~forinan una unidad; masl a relacin que existe entre ambos, empero, es tal que lomaterial es una alienacin de lo ideal o esp-itual. De ah quela alienacin, en consecuencia, es un nexo de oposiciones, esun contraste o escisin de una estnictura originariamente unitaria inmediata. Si la naturaleza result'*^la alienacin de laidea absoluta fuera delHiripp, la historia humana por suparte resulta la alienacin del ser de la idea absoluta en eltiempo. Tal como Hegel lo expone al final de la Fenomenologa, el espritu para devenir espritu se aliena, se extraa des mismo en la naturaleza. "Este su ltimo devenir, la naturaleza,e s su devenir viviente e inmediato; ella, la natm-aleza, elespritu extraado de s mismo, en su existencia no es nadaTilas que este eterno extraamiento de su subsistir y el movimiento que el sujeto realiza". Aqu slo estamos ante un ladodel devenir del espritu, el espritu en tanto que alienado enla naturaleza. "Pero el otro lado de su devenir, la his toHa, es ;e l devenir que se sabe, que se mediatiza a s mismo, es elespritu extraado en el fempo, nTs""este"'extraamiento, esigualmente el extraamiento de s mismo".'^ Vale decir que elespritu niega su extraarniento en el ^ para interiorizarse en s mismo, su saber es un penetrar en s mismo. "Entanto que su acaecimiento consiste en saber enteramente loque l es, su sustancia, as tambin es este saber su entrar ens, en el cual abandona su existencia y convierte en recuerdos u forma. En su entrar en s l se ha sumergido en la nochede su autoconciencia, pero en esta noche su existencia desaparecida est conservada; y sta levantada y superada (aufgeho-hene) existencia la anterior empero haba nacido de nuevo

    O p. cit, pg. 563.O p. cit., pg. 563.21

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    por el saber es la nueva existencia, un mundo nuevo y unanueva forma del espritu". Y tocamos aqu lo aparentementeenigmtico de las ltimas lneas de la Fenomenologa delEspr i tu: "El reino de los espritus, que de este modo se haconfigurado en la existencia, determina una sucesin en laque un espritu releva a otro, y cada uno recibe del precedenteel rein del mundo... Lo meta, el saber absoluto o el esprituque se sabe como espritu, tiene como su camino el recuerdode los espritus como ellos en s mismos son, y la tarea derealizar la organizacin del reino de los mismos. Su conservacin por el lado de su libre existencia fenomnica en laforma de la contingencia, es la historia, pero, por el lado desu organizacin conceptualmente comprendida es la cienciadel saber fenomnico; ambos juntos, la historia comprendidaconceptualmente, constituyen el recuerdo y el calvario delespritu absoluto"." Esta memoracin del espritu absoluto,en la cual l alcanza su culminacin, es la superacin de lavida de sus figuras reiterables, con lo cual l cierra su cicloo su en para que la libertad pueda realizarse. La existenciaque ha sido superada en este trance supremo del espritu haceposible el surgir de una "nueva existencia" de "un mundonuevo" y de una "nueva forma del espritu". Lo de la "memo-racin" y "calvario del espritu" no implica, como algunosintrpretes sostienen, una mediacin religiosa de carcter cristiano, sobre la base del supuesto de que la conceijcin deHegel es un "racionalismo teolgico", como pretende N. Hart-mann. Alcanzada la meta del saber absoluto del espritu nocabe ninguna mediacin de un momento anterior como lareligin en el proceso dialctico de los diferentes momentosdel espritu absoluto (arte, religin, f i losof a) . E fin de la historia, para Hegel, no significa un estadofinal de este mundo como mundo histrico. El acabamiento de8 Op. cit, pg. 5 6 3 - 5 6 4 . Op. cit, pg. 564. Ludwig Feuerbacli, el gran discpulo y crtico de Hegel, porprescindir del significado que en ste tiene la dialctica, con respecto alo irreversible procesal de estos momentos, incurre en el error de sostenerque "el secreto de la dialctica hegeliana reside en definitiva en queHegel niega la teologa mediante la filosofa y despus nuevamente lafilosofa mediante la teologa... La filosofa hegeliana es la ltimatentativa grandiosa de restablecer mediante la filosofa el cristianismo

    decadente y perimido" {Sdmiliche Werke, Bd. 11, pg. 277, ed. W. BoUiny F. J o d l ) .

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    DIALCTICA E H I S T O B I Ala historia del espritu cuando ste halla su tope en el saberabsoluto tiene el sentido que ella alcanza su plenitud. El finde la historia significa que el espritu como historia se aprehende a s mismo. Adems, con el acabamiento de la historiaen este sentido, tambin se alcanza el logro de la libertad enla sociedad burguesa. Hegel concibe uir "fin de la historia"en la'medida en que lo acaecido hasta el momento en que lconceptualiza su proceso se integra en una unidad con lopensado. A partir del principio de la libertad, Hegel construye la historia universal, en atencin a un fin- curnplido. Se 'trata de la libertad y su realizacin por el mundo occidental.L a Fenomenologa del Espri tu es una fenomenologadescriptiva de la historia acaecida, es decir de un proceso? [ue se ha desarrollado dialcticamente; y esta descripcin esenomenolgica porque todo en el mundo es concebido comomomento del espritu absoluto, es decir, como fenmeno omodo de manifestacin del espritu absoluto. E l supremo.jcri- jterio del verdadero saber absoluto tiene que ser para Hegeljla conceptual izacindeTa^lriston o sea~ai acaecer reaTT'Si la filosofa hegeliana de la Estoria logra o no conceptua-lizar este acaecer real, es otro problema, pero su propsitono es otro. Como para Reinhold, tambin para Hegel, tareade la "fenomenologa" es conceptualizar el presente del espritu de una poca como un momento de transicin.*"

    *" A este respecto y acerca del significado del vocablo "fenomenologa", en el ttulo de la obra de Hegel, vase Th. L. Haering, HegdSein Wollen und Sein Werk, Bd. II, pg. 183, Leipzig und Berln, 193823

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    ///. LA FILO SOF A, TEORAD E L A P O C A

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    Para Hegel, la filosofa no debe ser edf/fcane, e impl-citainente J a filosofa de la historia no guedese^^^r o S i c ' . X t a filosofa tiene por tafea ocuparse (de" l o que es,e l prsente, de lo que es constante presencia. Precisamenteen virtud de su propia concepcin de la filosofa, Hegel no"ha negado el futuro", como sostiene Ernesto B o c h , quienagrega que, a pesar de ello "ningn futuro renegar de Hege l " . Como ste lo enunci en Voirede de Lineamientos fundamenta les de la Filosofa del Derecho, "la filosofa es su poca aprehendida, en conceptos"; tiene que ser tal pof^UZesl cpnqcii^ del ser, y ste es constante presencia.D e acuerdo a la tarea que, segn Hegel, incumbe a la filosof a , tampoco su pensamiento filosfico-histrico ha negadoningn futuro. As, cundo en sus ccinfshr la filosofade la historia, se refiere a Amrica, nos dice que sta "es latiera. del futuro..." y que "lo que hasta ahora ha acontecidoen ella es slo un eco del viejo mundo y la expresin deextraa vitalidad"; y que "como una tierra del futuro aqu engeneral no nos interesa".^* Hegel agrega, subrayando taxativamente su concepcin de la filosofa en cuanto sta tiene por objeto la historia: "En lo que atae al aspecto de la historia tenemos que ocupamos con lo que ha sido y con lo que es; en loatinente a la filosofa, empero, no tenemos que ocupamos nico n lo que slo ha sido ni con lo que slo ser, sino con loque es y es eterno, esto es, con la razn, y ya con ello tenemos bastante que hacer"'ii

    L a filosofa, para Hegel, -inicia su tarea conceptualiza-dora cuando la gestacin de lo real ha concluido, y la raznaprehende su real idad dndole forma necesaria. Slo as, ene l concepto hegeliano, lo real llega a ser racional, y lo racio-Vorlesungen ber die Philosophie der Geschichte, pg. 134,Reclam Verlag.

    1 1 Op. cit, pg. 134.2 7

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    i 3 Grundlinien der Philosophie des Rechts, Sanitliche Werc, Bd; 7'ipg. 86 (Vorrede), ed. H. Glockner.2 8

    nal, real. Hegel ilustra magnficamente su idea de la filosofacon las famosas palabras del Vorrede a Lineamien tos fundamenta les de la Filosofa del Derecho: "Para decir una palabrainstructiva acerca de cmo el mundo debe ser, la filosofallega para ello de todos modos demasiado tarde. Como elpensamiento del mundo la filosofa aparece temporalmentedespus que la realidad ha completado su proceso de formacin y ella se ha acabado.. . Cuando la filosofa dibuja sugris.sobre.gis,. entonces . e s , que una. forma de.Ia^dda. ha envejecido, y con gris s o b r e , gris ella nb se puede ^rejuvenecer,sino, slo reconocer- e lbuho de Minerva.slo inicia su vuelocon. la irrupcin del crepsculo".^? Cabe, percibir aqu uneco del consej de Mefstfeles al discpulo .CFaus, rsterT e i l ) :Grau, teurer Freund, ist alie Theorie, .Un d grn des Lehens gldnr Baur ,("Gris, caro amig, e- toda teora,;Y verde er rbol ureo de la. vida")

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    IV.LA HISTORIA UNIVERSALY LA LIBERTAD

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    Como ya sealamos, Hegel construye la historia universal sobre la base del principio de la libertad y s progresiva"realizacin, Nos dice, a este respecto^"La historia universalrepresenta la progresin de los estadios del desarrollo delprincipio cuya sustancia es la conciencia de la libertad".'^''L a meta dr proceso de la historia, de las largas etapasque rematan en la constitucin de la sociedad burguesa, es,segn Hegel, la plenificacin de la "conciencia de la libertad".L a cultura antigua estaba asentada en la esclavitud dela inmensa mayora de los hombres, y en la libertad de unospocos: los ciudadanos de la Polis griega o de la Cives romana. Tal era la situacin del hombre en la civilizacinc l s i c a . Ni Platn ni Aristteles, ni los juristas romanos seplantearon el problema de la libertad del hombre. ..Para ellosera cosa natural la divisin de la sociedad en esclavos yhombres libres. Una esfera universal en la cual el hombreconcibindose en su esencia pudiese afirmar su libertad,

    no exista. Careca de la conciencia de s mismo como sujetoy mucho menos como un ser que estuviese implicado en iraasituacin social susceptible de cambiar en el decurso de unproceso histrico.Hegel nos ha trazado el l^argo camino lleno de obstculosy resistencias a travs del cual se ha ido forjando en elhrbre la conciencia de su libertad. Desde el punto de vistahistrico y con relacin al concepto de la libertad, explica:i ' L o s griegos y los romanos y los asiticos de ningn modo'nada saban de este concepto, que el hombre co mo hombreha nacido libre, que l es hbre. Platn y Aristteles, C i c e rn y los maestros romanos del derecho y mucho menos

    V los pueblos no tenan este concepto, aunque l nicamentees la fuente del derecho".'^* Por cierto que ellos saban quei 3 Vorlesungen ber die Phosophie der Geschichte, pg. 98, ed. citw Vorlesungen ber die Geschichte der Philosophie, Einleitung,

    pg. 63, ed. Hoffmeister, Meiner Verlag. 51

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    C A B L O S ASTRADAun ciudadano ateniense y un ciudadano romano era libre,que haba, pues, hombres libres y no libres. Empero "precisamente por eso ellos no saban que el hombre como hombrees libre, es decir, el hombre universal, el hombre tal cualla idea lo concibe y l a s mismo se concibe". Es que elhombre ha de saber de su libertad, tener el concepto de sta.Hegel precisa: ". . .Que el hombre es libre por naturalezano tiene el sentido que l slo lo es segn su vida natural,sino por naturaleza en el sentido de la esencia o del concepto;este conocimiento, este saber de s mismo no es muy viejo". Y Hegel ilustra esta idea: "Los orientales, por ejemplo, sonhombres y como tales en s librees; pero sin embargo, ellosno lo son porque no tienen la conciencia de la libertad, sinoque han aceptado cualquier despotismo de la religin o delas situaciones polticas. Toda la diferencia entre los pueblos orientales y los pueblos donde no domina ninguna esclavitud consiste en que stos saben que son libres, saben loque para ellos es ser libres".^'' En Grecia y en Roma eranlibres unos pocos, los ciudadanos; en Oriente era libre unosolo, el dspota. Hegel bucea en pos de la gnesis de laconciencia de la libertad, y atendiendo a la comprobacindel albur que sta ha corrido en los diferentes mbitos culturales, escribe: "En Grecia surge la libertad de la auto-'conciencia. En Occidente desciende el espritu en s mismo.En el brillo de Oriente desaparece el individuo; l es slouna vislumbre en la sustancia. Esta luz en Occidente setransforma en el ravo del pensamiento, el que descarga ens mismo, se expande, y as crea su mundo desde dentro".^^E l rayo que crea un mundo desde dentro no es otroacontecimiento que el de la Revolucin Francesa, en cuvodesgan-ado seno tiene su gnesis la sociedad burguesa. Ensta,_ segn Hegel, encontrar su plena realizacin la conciencia de la libertad. Y asimismo ]a_ historia universal noser_otra_cQsa,__para Hegel, que el laborioso proles haciala condencia de la libertad. En el advenimiento' transformador que entraa la Revolucin Francesa est operante laoposicin dialctica con relacin a la sociedad feudal. Esta

    1 Op. cit., pg. 63.Op. cit., pg. 63.

    " Op. ct., pg. 105.1 8 Op. cit., pg. 232.3

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    D I A L C T I C A , E H I S T O B I Aetapa trae aparejada, con respecto a la conciencia de lalibertad, su correlativo aporte jurdico innovador como gestacin de nuevas instituciories.Hegel esclarece lo que significa la sucesin de estadiosen el proceso de avance de la conciencia de la libertad:"Cada estadio de la idea de la libertad tiene su derechojcliar porque l es la existencia de la Ubertad en una deas determinaciones que le son propias".,^" E l concepto queopera tal determinacin, como trnsito 'efectivo, viene cargado de una poderosa tensin dialctica. Es que "la msalta dialctica del concepto es la determinacin, no meramente como lmite y oposicin, sino que en virtud de aqullay a partk de tal determinacin hay que produck y comprender el contenido positivo y a la vez comprender cmo slomediante stos hay evolucin y progreso inmanente". E l resultado poltico social de la Revolucin Francesaes la constitucin de la sociedad burguesa. El agente de laprofunda transformacin de la estructura de los estamentossociales, lo que acelera el derrumbe de la sociedad feudal,es el acontecimiento de 1789. Hegel, impelido por una singular euforia poltica y certeza acerca de la grvidas consecuencias del hecho revolucionario, lo pondera con estas entusiastas y memorables palabras: "La idea, el pensamiento, el concepto del derecho se hace valer de una vez y en contra de l nopuede oponer ninguna resistencia el viejo armazn de lainjusticia. De acuerno a la idea del derecho, al presente, pues,ha sido erigida una Constitucin, y sobre este fundamentotodo, desde ahora, debe estar basado. Mientras el sol selevanta en el horizonte y los planetas giran en tomo de lno haba sido visto que el hombre yerga su cabeza, esto es,se apoye en el pensamiento y construya la realidad deacuerdo a ste. Anaxgoras, el primero, tena dicho que eln o u s gobierna el mundo; ahora, empero, el hombre, adems,ha llegado a reconocer que el pensamiento debe regir larealidad espiritual. Esto ha sido, por consiguiente, una magnfica aurora". 2 ^ Ya en la F e n o m e n o lo g a (VI , B I I I ) , con referencia a los episodios luctuosos de la Revolucin Francesa,bajo el ttulo "La libertad absoluta y el terror", Hegel, siem-

    1 0 Grundlinien der Philosophie des Rechts, pg. 80, ed. cit.20 Op. cit., pg. 81.2 1 Vorlesungen ber die Philosophie der Geschichte, pg. 552, ed. cit.

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    CELOS ASTOADA

    Fhiinomenologie des Geistes, pg. 4 1 5 , ed. cit.Hegel und die franzosische lleoolulion, pg. 18, SuhrkampVerlag, 1965.- Vorlesungen ber die Philosophie der Geschichte, pg. 558, ed. cit.

    pre consecuente con su valoracin positiva de la misma, nosdice: "La indivisa sustancia de la libertad absoluta se elevasobre el terreno del mundo, sin que ninguna potencia puedaoj)onerle su resistencia".-^Con razn afirma Joachim Ritter que "no hay ninguna'otra filosofa, que como la de Hegel sea en gran iriedida yhasta sus ms ntimos impulsos filosofa de la revolucin".Hegel ve la insolubilidad de los problemas polticos planteados por las escisiones agonales de la Revolucin Francesa, yreconoce que el problema de la estabilidad institucional esla cuestin fundamental a resolver. A raz de los conflictossuscitados por las voluntades individuales en pugna, cuya

    consecuencia es la primaca de la libertad meramente formal,no hay, segn Hegel, posibiHdad de llegar a algo firme enmateria de organizacin. Esto hace que el "movimiento y laintranquilidad continen. Esta colisin, este nudo, este problema es en el que se halla la historia, y al que ella tieneque solucionar en los tiempos f u t u r o s " . P o r primera vez,como hace notar J . Ritter, Hegel, tan reacio a formular prognosis, se refiere al futuro. Se remite a ste transfirindole,sin abrir opinin, un problema que no encontraba solucinen aquel presente histrico.

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    V. L A SO C IE D A D B lU R G U E SAY L A T C NIC A

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    Merced a la Revolucin Francesa y a los problemas queinsurgen con ella, y que caracterizan toda su poca, tienelugar el advenimiento de la moderna sociedad burguesa eindustrial. Hegel analiza los elementos que integran a staorgnicamente. Considera la sociedad civil como el eslabnintermedio, como "la diferencia entre la familia y el Estadoaunque el desarrollo completo de la misma ha tenido lugarms tarde que el del Estado". - A la sociedad civil la defineHegel como fundada en un sistema de universal dependencia .en la que la realizacin de un fin egosta est condicionadopor la universalidad, de modo que ' la subsistencia y el bienestar del individuo y de su existencia honesta estn entrelazados con la subsistencia, el bienestar y el derecho de todos,estn fundados en este hecho, y slo en esta relacin sonreales y estn asegurados".

    Hegel ha tenido la visin global de la sociedad burguesa,en trance de consolidarse en Europa, y de los factores fundamentales que en el orden social y econmico la llevabana expandirse. Asimismo reconoci en ella la dialctica inmanente que iba a impulsarla hacia su efectiva universalidad.Hegel supo ver y poner al descubierto en la sociedadburguesa las nacientes relaciones de produccin con susprincipales implicaciones. De ah que en su Filosofa delDerecho invoc fundadamente los conceptos bsicos emm-ciads por Adam Smith y Ricardo. ^Uno de los principales momentos que, juntamente conla realidad universal de la libertad, contiene la sociedadburguesa es el que representa el "sistema de las necesidades",el cual consiste en "la mediacin de la necesidad y en lasatisfaccin del individuo por su trabajo, y la satisfaccinde las necesidades de todos los restantes por el trabajo"."25 Grundlinien der Philosophie des Rechts, pg. 262, ed. cit.2 0 Op. cit., pg. 263.2 7 Op. cit ., pg. 270 (parg. 188).

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    Este es el supuesto bsico constitutivo de la sociedad burguesa. El orden social se asienta polticamente, para Hegel,en la libertad civi l , en el trabajo y en la divisin del trabajo,factores que constituyen un nexo orgnico.E n virtud de su propia dialctica la sociedad burguesava a ser impelida ms all de s misma "para buscar fuerade ella, en otros pueblos, consumidores de los medios queella posee en abundancia... y tambin los medios necesariosde subsistencia". Hegel supo reconocer en la sociedadburguesa europea la capacidad para desarrollarse plenamentesobre la base del intercambio con otras sociedades, merceda su propia fuerza expansiva. Percibi claramente que ellasera impulsada a la colonizacin "espordica o sistemticamente" de otras zonas del planeta y "mediante esto, porun lado procurar para una parte de su poblacin en unnuevo terreno el retorno al principio de la familia, y porotro lado proporcionarse a s misma una nueva necesidad ycampo para su laboriosidad. La sociedad burguesa ser impulsada a establecer colonias. E l aumento de la poblacintiene ya por s este e f e c t o , pero particularmente surge unamultitud que no puede obtener la satisfaccin de sus necesidades por medio de su trabajo, cuando lo requerido por elconsumo supera a la produccin". -

    L a s funciones propias, y en incremento, de la sociedadburguesa van a integrarse en una unidad ms dinmica yproductiva mediante la incorporacin de la tcnica, el empleode la mquina. Y Hegel es el .primero que va a sealar lasconsecuencias de la introduccin de la mquina en el plexosocial del trabajo.E n los pargrafos 196, 197 y 198 de su Filosofa delDerecho, Hegel destaca la ndole del trabajo (Die Art derArbeit) , y en el ltimo de ellos abre el gran captulo de laintroduccin de la maquinaria en el proceso del trabajo.E l trabajo, segn Hegel, es la mediacin para preparar yobtener con respecto a las necesidades particularizadas pro-cedimientos~a'sim1sm"particlrizados y adecuados. Es eltrabajo e que, mediante los rns diversos procesos especificae l material directamente suministrado por la naturaleza, yqu ser aprovechado en funcin de mltiples fines. "Lo

    =8 Op. cit, pg. 320 (parg. 246).=0 Op. cit., pg. 321-322 (paig. 24 8).

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    D I A L C T I C A E H I S T O R I Acultura prctica por medio del trabajo consiste en la necesidad que se engendra a s misma y en la costumbre de laocupacin en g e n e r a l " . " L o universal y objetivo en el trabajo reside, empero, en la^jibstraccin, l a ^ u e "efecta.laespecificacin de los medios y" necesidades para que tambinla produccin se especifique y produzca la divisin de lostrabajos". Simultneamente esta abstraccin y generalizacin de la aptitud y de los procedimientos para el trabajoviene a completar y transformar en necesidad la dependenciay relacin recproca entre los hombres con vistas a la satisfaccin de las dems necesidades.

    A partir de este nexo recproco y necesario entre loshombres en el trabajo y el mayor grado de abstracciji ygeneralizacin del mismo, Hegel infiere certeramente:] "L aabstraccin del producir torna el trabajo cada vez msSne-cnico y por lo tanto al fin por s mismo eficiente, de modode apartar de l al hombre y que en su lugar pueda entrarla mquina". Hegel es, pues, y no Marx, ' el "pensador dela tcnica","' el que primero avizora en el horizonte de lapoca el advenimiento del maquinismo industrial. Despusde Hegel, al hablar de la sociedad burguesa es indispensableacudir al agregado de "moderna e industrial".Hegel ha acotado la relacin entre sociedad burguesa yEstado, sealando bien la fuerza coercitiva de este ltimo,

    so Op.cil., pg. 277 ( p a r a s . 197).Op. cit, pg. 277 (parg . 198).

    32 Op. ci t, pg. 2 7 7 - 2 7 8 (parg. 198)." Mar.f, lcido testigo de la primera revolucin industrial y delya entonces acelerado desarrollo de la economa de la sociedad burguesa, es quien evala crticamente las consecuencias de la tcnica y

    del industrialismo moderno. Segn Marx, "el uso y creaciii de lostiles de trabajo, aunque en germen son ya jjropios de ciertas especiesanimales, caracterizan al esi)eofico proceso de trabajo humano, y deah que Franldin defina al hombre como ("a tool making animal") unanimal que fabrica instrumentos de trabajo" (Das Kapital, 1 Band,erstes Buch, pg. 194, Europaische Verlags Anstalt). Cabe sealarque el concepto del hombre de Franklin como tool making animal uhomo instrwnentificum, as como el /io/7io faher del positivismo nocoincide con el concepto ms amplio del hombre de la x^raxis, deMarx. Por lo dems, ste, en relacin con el problema de la libertad,ha visto en su gnesis las contradicciones del maquinismo industrial ylas consecuencias del ulterior proceso tecnolgico. "Si la maquinariaes el medio ms poderoso para elevar la productividad del trabajo, lo39

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    y que l transfiere a la primera. Nos dice qu "cundo elEstado es representado como una unidad de diferentes person a s , la que slo es comunidad, entonces, por consiguiente esslo aludida la determinacin de la sociedad burguesa"."^ Yexplica que la familia es algo secundario y subordinado en lasociedad bm-guesa a la que ella aporta su fundamento, puessta es ms bien "la inmensa potenciaque arrebata_al hombreen s y exige de l que trabaje para ella, y l sea todo porella y haga todo mediante ella". *

    Pero qu es y qu significa, para Hegel, el Estado queha surgido antes que la sociedad burguesa, a la que seoreadesde su comienzo y luego se identifica enteramente conella y sus intereses? Hegel bosqueja con enrgicos rasgos elEstado como universalidad y poder. Segn l el pueblo comoEstado es el poder absoluto sobre la tierra porque l "es elespritu en su racionalidad sustancial e inmediata realidad".Como Estado, respecto a los otros Estados, afirma su independencia soberana. "5 Pero, en un momento histrico dadosurge de entre los Estados uno como universal y hegemnico.T a l aconteci con el Estado napolenico. A este respecto,Hegel afirma: "Cuando Napolen antes de la paz de Cam-que significa abreviar el tiempo necesario de trabajo para la p r o d l K -cin de una mercanca, aqulla, como un soporte ,del capital, deviene,por de pronto en las industrias que ste directamente ha captado, emedio ms poderoso para prolongar la jornada de trabajo ms allde toda valla natural" (Op. ci t, I Bd., erstes Buch, pg. 425, ed. c i t ) .Marx destaca muy bien que esta situacin creada por el maquinismoindustrial es realmente antinmica: "De ah la paradoja econmica deque el ms poderoso medio para la reduccin de la jornada de trabajose convierte en el recurso infalible para transformar todo el tiempodel obrero y su familia en jornada de trabajo disponible para lavalorizacin del capital" (Op. cit., I Bd., erstes Buch, pg. 430, ed.c i t ) . Este estado de cosas entraa en s mismo tina contradiccin aresolver. Y Marx seala la solucin de la misma como su desenlacedialctico: "La desmedida prolongacin de la jornada de trabajo, quela maquinaria en poder del capital produce, trae aparejada ms tardeuna reaccin de la sociedad amenazada en su raz vital y por consiguiente una jornada de trabajo legalmente limitada" (Op. cit, I Bd.,erstes Buch, pg. 431, ed. c i t ) .

    O p. cit, pg. 262-263 (parg. 182).M Op. ci t, pg. 315 (parg. 238, Zusatz)." Vase Op. cit, pgs. 440-441 (parg. 3 3 0 / 3 3 1 ) .

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    DiAi cTicA E H I S T O B I Apbformi dijo: "La Repblica francesa no necesita ningnreconocimiento, tanto menos como el sol necesita ser reconocido', reside en estas palabras nada ms que precisamentela fuerza de la existencia, la que trae aparejada consigo lagaranta del reconocimiento, sin que ste fuese expresado".

    3 Op. cit., pg. 442 (pai-g. 331, Zusatz).41

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    VI. ESTADO UNIVERSALY FIN DE LA HISTORIA

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    Con el advenimiento del Estado universal est vinculadala tesis hegeliana del "fin de la historia". En torno a estacoincidencia, de "fin de la historia" y "Estado final" o suacabamiento y plenitud imiversal, gira la interpretacin dela Fenomenologa del Espr i tu de Alexandre K o j v e . Interpretacin penetrante e ingeniosa, pero errnea en nuestroconcepto. Recordemos a fin de tener en cuenta aquellacoincidencia, que, para Hegel, la historia universal en tantoque historia del hombre y de libertad comienza con la Polisgriega, donde surge la "libertad de la autoconciencia", ene l ciudadano; desde aqu comienza la historia y hasta aqu ,co n la constitucin de la sociedad burguesa y el Estado universal, ha l legado, es decir, hasta la "realizacin del principiode la libertad".

    Para K o j v e , "la Fenomenologa del Espr i tu describeel hombre : es una antropologa... Es decir- que la 'fenoine-nologa' es una antropologa gentica e histrica: ella describea l hombre en su devenir; ella lo describe tal como l se creaa s mismo "en y por la historia imiversal, mejor dicho entanto que ella es la historia universal". "" No podemos entraren la crtica circunstanciada de la interpretacin antropol-gico-histrica de la Fenomenologa hegeliana por parte deK o j v e , y s slo limitamos a concisas observaciones acercade algimas de sus tesis principales. Ante todo, cabe destacarque la Fenomenologa del Espr i tu, por su temtica, puedeinducir a ser considerada como una antropologa histrica,pero ella no es tal. En Hegel, la sustancia ha devenido sujeto.Nos encontramos ante la epifana del espri tu, encaminadoa travs del proceso histrico hacia su ltimo y supremo ava-t a f : llegar a ser espritu absoluto. Es que la sustancia se hasubjetivizado como espritu absoluto y como saber absoluto.

    Introcliiction la leciure de Hegel, Legons sur la Phenomenologiede L'Esprit, pg, 417, Gallimard, 1947.

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    E l espritu sapiente en su absolutidad no es ya el hombrehistrico.y concreto, porque ste ha quedado absorbido ene l espritu absoluto. Con esto se opera la deificacin delespritu absoluto que es consecuencia del devenir humano(Menschwerdung) de la sustancia, la que ontolgicamente seha identificado con el sujeto, en tanto que espritu sapiente,constituyendo la unidad de ambos una totalidad ya deveniday conceptualizada. Con el saber absoluto se ha alcanzado lameta y sta significa, segn Hegel, el "fin de la historia", ene l sentido ya apuntado.E n la Fenomenologa, la figura de amo y siervo, y lalibertad y satisfaccin del primero por el trabajo servil tieneun significado retrospectivo. Tal relacin tuvo vigencia enla poca de la decadencia del imperio romano, y con respectoa los siei-vos de la gleba de los regmenes feudales, que fuee l estrato en que tambin se asent la monarqua absoluta enFrancia y en los dems pases europeos. En cambio, la interpretacin de K o j v e de la antinomia de seoro y servidumbre,refirindola a la sociedad moderna y a la accesin del siervoy del hombre del tercer estamento o citoijen, implica unanacronismo. " La relacin del esclavo, primero, con su dueo,del siervo con el amo, despus, no puede sin tenerse encuenta las mediaciones operadas en lo atinente al fenmenodel trabajo ser equiparada con la relacin del obrero cone l patrn o del proletariado organizado con la empresa industrial capitalista en la sociedad burguesa; ni en los pasessocialistas a la relacin del sindicato obrero con el Estadocolectivista.

    * *K o j v e interpreta el enunciado hegeliano ' que el Estado

    universal y absoluto est encarnado en el imperio napolenicocomo la realizacin del reino celestial del cristianismo. Sinir tan l e jos , no cabe negar que tal Estado, supuesto universal,y la revolucin de que surgi significa la definitiva secularizacin del cristianismo. Se puede, sin duda, hablar a esterespecto de realizacin en el sentido dialctico de supresiny superacin. De acuerdo al concepto que este Estado absoluto es un Estado final, que significa el fin de la historia,historia cancelada por el adveninaiento del mismo." Vase Op. cit, pg. 167 y sigs., 4 9 4 y sigs,

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    D I A L C T I C A E H I S T O R I ASegn K o j e v e , "lo universal trascendente ( D i o s ) . . . debeser reemplazado por lo universal inmanente al mundo. Y paraHegel este universal inmanente no puede ser otro que elEstado. Es en y por el Estado, en el reino terrestre, que deberealizarse lo que se ha reputado realizable por Dios en elreino de los c i e l o s . Y es por esto por lo que Hegel dice queel Estado absoluto que l tiene en vista (el imperio de Napolen ) es la realizacin del reino cristiano de los c ie lo s " .L o que es cuestionable en esta tesis (como primer trminode una triada dialctica) es que el imperio napolenico seala realizacin del Estado universal como Estado final. Esuna tesis que implica la anttesis. Ya Hegel, como lo dejamosapuntado, en presencia de las contradicciones de la Revolucin Francesa, sin abrir pronstico alguno, transfiri al futurola solucin de las mismas.Desde el punto de vista de "el fin de la historia" yadvenimiento del Estado absoluto, que cancela el decursode aqulla, segn K o j v e , se llega a una dualidad, pues hayuna correspondencia recproca entre "el Realizador y elRevelador, es decir, Napolen-Hegel, la Accin (universal)y el Saber (absoluto)".'*" Taxativamente afirma K o j v e :" S i Napolen es el dios revelado (der erscheinende Gott)^ esHegel quien lo revela".'"' El saber absoluto, explica K o j v e ,ha llegado a ser objetivamente posible porque en y mediante

    Napolen ha alcanzado su meta final el proceso real de laevolucin histrica; en el decurso de sta el hombre hacreado nuevos - mundos, y en esta accin creativa l mismose ha transformado.Napolen, heredero de la Revolucin Francesa, contribuy con su accin al afianzamiento del nuevo orden, abriendoel camino para que ste se extendiese en Europa. Lo que,con razn, se ha llamado poca de Napolen abarca tanslo quince aos, de 1799 a 1814. Este perodo est muy

    l e jos de ser meramente episdico; es rotundamente epocal.Sin el genio tirnico de Napolen no cabe concebir el advenimiento de la moderna sociedad burguesa ni la posteriorexpansin colonizadora de Europa. Cuando la "astucia" dela razn histrica dicho con expresin hegeliana se huboOp. cit., pgs. 192-193.Op. cit,, pg. 153.

    " Op. eit, pg. 153.4 7

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    servido de la frrea y desptica voluntad organizatoria deNapolen, lo dej caer. l dio remate a la Revolucin Francesa creando el orden dentro de su catico desgarramientoy de st iTi y todo lo que careca de fuerza vital, tornandoimposible su restauracin plena. El mundo que surgi despusdel contramovimiento restaurador estuvo influido en las formas generales de la vida y hasta en las instituciones por lasideas de la Ilustracin y de la Revolucin Francesa. Aunquela carrera meterica de Napolen toc a su fin, el efecto desu accin y de sus logros fue tan hondo en todos los pasesque el nuevo orden social que aqul contribuy a crear ofreci firme base al desarrollo europeo casi hasta el presente,ms precisamente hasta hace medio siglo.Empero, el fugaz imperio napolenico, la Restauracin yel posterior advenimiento de las monarquas constitucionalesy de los regmenes democrticos no resolvieron, sino queagudizaron, como tendremos oportunidad de destacarlo, lascontradicciones que traa en su seno la Revolucin Francesa.El,presunto Estado absoluto o Estado universal es tan slolo repetimos una tesis que entraaba su contrario, a lacual, con el tiempo, en la instancia del proceso histrico realse le iba a oponer una anttesis creando una situacin antinmica y explosiva.

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    VII . SABER ABSOLUTO E HISTORIACOMPRENDIDA CONCEPTUALMENTE

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    Con el saber absoluto, que es el resultado de la "historia conceptualizada" se cierra un ciclo histrico; el esprituabsoluto como remate del sistema absoluto ha descrito su en,y este lmite es, para Hegel, el "fin de la historia" conceptuali-zable filosficamente, en el sentido de circularidad o enciclo-..pedia, que acota la "teora de la poca". Es que el espritu"es en s" el movimiento del conocer. "El movimiento es elcrculo que retoma en s, el cual presupone su comienzo, ya ste slo lo alcanza en el fin"." En su Filosof a del D e r e cho, Hegel insiste en la circularidad de la filosofa: "La filosofa forma un crculo: ella tiene algo primero, algo inmediato, puesto que ella en general tiene que comenzar... Esuna sucesin que no est suspendida en el aire, que no esun comienzo directo, sino que ella se completa circularmenteen s misma",*^Como hemos ya visto, el espritu absoluto se interioriza,eiitra "enla noche de la autoconciencia" tras haber canceladoe l tiempo como su ltima alienacin. Precisamente, para He-

    I gel, "el tiempo se manifiesta .. . como el destino y la necesidad del espritu, el que no est acabado en s". ^ Si "la historia acaece, el tiempo, en la 'fenomenologa', es determi-

    I nado como aquello en que el espritu se extraa o aliena"."' Cuando el espritu, como saber absoluto, sabe completamentelo que l es, entra en s mismo y cancela el tiempo, y ste,para Hegel ha dejado de ser una categora natural." En con-Fhdnomenlogie des Geistes, pg. 559, ed. ct.Grundlinien der Philosophie des Recnts, Einleitung, pg. 39,

    ed . cit.^'^ Phanomenologie des Geistes, pg. 558, ed. cit. 4 ' ' Vase Op. cit., pg. 563." Hegel, con relacin al problema del tiempo, tal como lo abordaen la Lgica, y en la "Filosofa de la Naturaleza", de la Enciclopedia,indagndolo desde el punto de vista dialctico, se mantiene en el terrenode la ontologa aristotlica. Pai-a l, el tiempo es el tiempo cosmolgicoy el de las ciencias naturales. Pero en la Fenomenologa del Espritu

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    C A B L O S A S T R A D Atra de lo que errneamente sostiene Kojve, hay para Hegel,una efectiva cancelacin del tiempo como categora natmal,y este es el momento en que el espritu absoluto se sabe as mismo y cierra su periplo finito, exhibindose como el sistema absoluto, enteramente concluso. Cuando el espritu seconceptualiza a s mismo, llegando a ser pm-o concepto de smismo, el concepto pierde su existencia emprica; es que elespritu sapiente ha anulado el tiempo. Esta es la conse-el concepto de tiempo es otio; es el tiempo histrico y piocesal. Conesta excepcin, el concepto de tiempo en Hegel es originaria y pecu-liai-mente una categora natural. El tiempo es, pues, determinado comoaquello en que, cuando la "historia acaece" se extraa (o aliena) elespritu. Pero , cuando el espritu absoluto se comprende a s mismoconceptualmente, l cancela el tiempo, y ste, en el ltimo avatar delespritu absoluto que cierra su ciclo, deja de ser una categora natural.Por eso se dice en la Fenomenologa que el espritu se manifiesta enel tiempo mientras l no aprehende su propio concepto. Estamos anteima de las ms difciles antinomias del pensamiento hegeliano. Plei-degger (en el pargrafo 82 de Sein und Zeit) hace la crtica de Hegelprecisamente con respecto a su conceiito del tiempo como el "ser otro"(Anderssein) del espritu, considerando que Hegel se mueve en la"vulgar comprensin" del tiempo. No es este el lugar para dilucidar elalcance de la crtica heideggeriana, pero s cabe apuntar de modo muysumario que ella ofrece serias dificultades. Segn Heidegger, porqueHegel toma el tiempo en el sentido del tiempo mundial, el tiempo est"simplemente como un Vorhandenes frente al espritu" (Sein und Zeit,pg. 435, Niemeyer Verlag, 1 9 2 7 ) . Se puede poner en duda esta afirmacin de Heidegger. Tambin en Hegel existe una diferencia entreun tiempo originario y un "tiempo del mundo". Lo que an no ha llegado a la negacin de la negacin no es temporal en el sentido originariodel tiempo, es decir, lo que Hegel denomina eterno. Esto que l llameterno es acaso un Vorhandenes frente al espritu? En cambio, segnHegel, el proceso de las cosas, su movimiento, constituye al tiempo. Estoes, en nuestro concepto, el tienipo interno del mundo, el "tiempo vulgar".Como la idea es toda la realidad, ella tiene que ser tambin por antonomasia el tiempo en sentido originario y peculiar. En Hegel, el concepto de la historia universal no es de ningn modo una cada o desechode una historia originaria de la idea. Ella tiene que contener siempretanto al tiempo no objetivo (no concreto) como tambin al tiempoobjetivo. Paia Hegel no hay una alternativa exeluyente entre l primeroy el segundo. En cambio, para Heidegger el ente intra-mundano "comota l es histrico. A este ente lo llamamos liistrico-universal" (Sein urdZeit, pg. 389, ed. c i t . ) . De donde lo interno actual o advenido aparececomo temporal, pero es pensado como lo temporal secundario, es decir,desvalorado. Por eso, en Heidegger no hay ninguna 'ansicin de lahistoria del ser a la historia universal. Existira una especie de diafanidad de lo histrico universal en la "inactualidad (Entgegenwartigung)del hoy (Op. ci t, pg. 391) .

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    DIALCTICA E HISTOBIAcuencia que Ko jve rehuye. Este cita el prrafo pertinentede Hegel, pero no en forma completa: "El t iempo es el concepto mismo que est all, y como intuicin vaca se presentaa la conciencia"; aqu K o j v e ^ " trunca (para retomarlo despus en otra instancia) el texto completo de la cita de Hegel,que contina as: "por esto se manifiesta el espritu necesariamente en el tiempo, y l se manifiesta en el tiempo mientras no aprehende su puro concepto, es decir, mientras nocancela el tiempo".'"' Cuatro pginas despus," K o j v e citala ltima parte del texto en cuestin, e interpreta el saberabsoluto, con el cual el espritu cierra un cic lo (la poca tericamente conceptualizada), slo como espritu devenido,acabado y expresado como saber en un Libro (la Fenomenologa del Espr i tu) . Al comprenderse conceptualmente a smismo el espritu, el concepto deja de poseer una existenciaemprica en el tiempo. Recordemos que en ste y en la instancia emprica el concepto significa cosa, de acuerdo a laacepcin alemana de Begrif f , que como el capio latino, es"tomar" "agarrar". Este significado originario de "concepto"nos ayudar a comprender que el conceiDto cuando deja deser temporal, para Hegel, pierde aquel carcter y se transforma en intuicin comprendida y que comprende conceptualmente. Es lo que nos dice Hegel en la ltima parte deltexto citado y objeto, de interpretacin: "El tiempo es loexterno intuitivamente contemplado por el yo personal y noaprehendido por el puro yo, es el concepto slo intuido; aprehendindose a s mismo, el concepto suprime su forma temporal, y comprende conceptualmente la intuicin, y es asintuicin comprendida y que comprende conceptualmente".'^

    * * *E l espritu absoluto, en su ltimo avatar, aparece hipostasiado, se plenifica en su unidad y puede concebrselo comoousta en sentido aristotlico. A la Fenomenologa del Espr i tu ,por este desenlace, Heideggei-, afincado en la posicin de unaontologa mundana, la considera como "la teologa de lo absoluto con respecto a su parusa... Aqu muere lo absoluto.1* Vase Introduction la lecture de Hegel , pg. 381.Phiinomenologie des Geistes, pg. 558, ec. cit.''^ Introduction..., pgs. 3 8 5 - 3 8 6 , ed. cit.

    Phanomenologie des Geistes, pg, 558, ed. cit. 5 3

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    CARLOS ASTEADA

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    Dios ha muerto"."' Ms directamente, l afirmar: "La Fenomenologa del Espri tu es la parusa de lo absoluto. La parusa es el ser del ente"."" E l l a como presencia de lo absolutosera, para Heidegger, la manifestacin del ser interceptadapor el ente. Pero, como ya vimos este absoluto hegeliano eshistrico. Adems de ser un resultado qu es este absoluto?Como Hegel nos dice en la Einle i tung, "slo lo absoluto esverdadero o lo verdadero es absoluto"; es la verdad comoteora de la poca acabada y que remata en un sistema absoluto.K o j v e en su Introduct ion a la lecture de Hegel , se refiere reiteradamente al atesmo de Hegel. Pensamos que steefectivamente es ateo; pero cabe preguntar por qu Hegeles ateo? Cabe tambin ensayar una respuesta a esta pregunta.Hegel es el nico representante del idealismo alemn que haconsumado en su pensar el giro copernicano postulado, en elconocimiento, por Kant, y que ste no realiz por haber sucumbido a una trascendencia f ic t ic ia : Dios "como parsito dela tica". Plegl, en cambio, transforma la trascendencia religiosa en una inmanencia histrica: el Estado. Gran parte delproceso de la historia transcurre, para Hegel, como una trascendencia superada por secularizacin.

    Hegel consum el giro copernicano de modo diramosesotrico, pues l qued semivelado por cierta ambigedadde su pensamiento respecto a este problema, y en parte porno haberse interpretado cabalmente el pasaje decisivo de laFenomenologa del Espri tu acerca, de "la muerte de Dios".Contra la correcta exgesis de este pasaje ha conspirado elempeo de algunos intrpretes de Hegel (como Glockner,Hartmann, etc.) de hacer de ste no ya el autor de presuntos "escritos teolgicos juveniles", sino directamente un telogo. Retomando en su correcto alcance este pasaje decisivode la Fenomenologa, slo resta aclararlo en su significadosimblico coincidente en este caso con su intergiversable literalidad. El testimonio de "la conciencia infeliz" es que "diosha muerto". E l l a por su ndole misma de consciencia escindida, ha sentido el hlito trgico de la prdida de la sustancia,como del propio yo. Para Hegel, la muerte del hombre tenidopor divino, como muerte, es la negatividad abstracta, el resul-

    1 " Uegels Begriff der Erfalmmg, en Hlzwege, pg. 186, Franlcfurtam Mein, 1950.=0 Op. cit, pg. 189.

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    DIALCTICA E H I S T O B I Atado inmediato del movimiento (dialctico) que remata en launiversalidad natural para hacer, empero, su trnsito a laautoconciencia espiritual. La muerte pierde este significadonatural en la autoconciencia espiritual; la muerte, lo queella inmediatamente significa como muerte individual "estransfigurado en la universalidad del espritu, el que viveen su comunidad y en ella muere y resucita diariamente".""^Y Hegel, en lenguaje apenas esotrico, ejemplificando con referencia al tesmo de la religin revelada, nos descubre sua-te smo: "La muerte del mediador es no slo la muerte dellado natura l del mismo o de su ser para s particular, es decir,muere no slo la ya muerta envoltura desprendida de laesencia, sino tambin la abstraccin de la esencia divina"."'-

    !| !|: *

    E l "fin de la historia" no tiene el sentido de culminaciny acabamiento de la historia, como lo inteipreta K o j v e , sinoque Hegel piensa el "fin de la historia" como begriffene Geschichte (historia comprendida conceptualmente); es decir,como el proceso histrico que se ha desarrollado entre doslmites epocales. Como nos dice en sus Lecciones sobre f i losofa de la historia: "bis hierher und von daher gd , dieGeschischte" (hasta aqu y desde all va la historia)^[Hegelno niega el futm'O, como ya lo sealamos, sino que marra unadiscontinuidad en el decurso histrico, y esta nocin, ennuestro concepto, es la piedra de toque para la crtica de laconcepcin hegeliana de la historia. La idea de Hegel, im-'plcita en sta, es que el futuro no puede ser creado ni lafilosofa puede predecirlo. Pero, no cabe negar que en ciertamedida y contando con la contingencia que entraa el acaecerhistrico, el futuro est inmanente en el presente. Por msque ste aparentemente haya cerrado su instancia trayendoa la vida un estado social, un contenido espiritual, una cultura e instituciones llamados a mantenerse y desarrollar susgrmenes durante un largo perodo, esta misma circunstanciadenota que no es posible marcar subjetivamente un lmiteabrupto en el fluir ele la temporalidad histrica y en la fuerzade su proceso, pues como lo reconoce el propio Hegel haytambin his toriam r e n m i ges tarum. Y basta recordar, aunciue

    i Phanomenlogie des Geisles, pg. 545.M Op. cit., pg. 546.

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    C A B L O S A S T B D Acon ello haga una excepcin h su concepto de la filosofacomo teora de la poca "comprendida conceptualmente", queHegel remite al futuro la solucin de las contradicciones entraadas por la sociedad burguesa.Para K o j v e , el "fin de la historia" es su culminacin definitiva y con sta el acabamiento de las posibilidades creadoras del hombre. "El hombre colectivo (la humanidad) debemorir como muere el individuo; la historia universal debetener un fin definitivo"." En nota en pginas posteriores, escribe K o j v e : "No es tal o cual hombre el que muere: elHombre muere en tanto que tar."=* Despus, en otra nota,K o j v e afirma que en el fin de la historia "el hombre quedaen vida en tanto que animal que est de acuerdo con lanaturaleza...; el fin de la historia..., es decir el aniquilamiento definitivo del hombre propiamente dicho o del individuo libre e histrico significa simplemente la cesacin dela accin... Lo que quiere decir prcticamente: la desaparicin de las guerras y de las revoluciones sangrientas"."^ Elfin de la historia, para K o j v e , como ya lo apuntamos, estmarcado por el advenimiento del saber absoluto. Y en notaposterior aclaratoria de la precedente agregada a la segundaedicin de 1947, reimpresa en 1962, K o j v e explica que aldesaparecer el hombre propiamente dicho, tambin desaparecern sus inclinaciones especficas, el arte, el juego, el amor." Si el hombre se vuelve un animal, sus artes, sus amores, susjuegos, tambin ellos deben llegar a ser puramente 'natural e s ' " . " ' ' Luego agrega: "Algunos viajes comparativos efectuados(entre 1948 y 1958) a los Estados Unidos y a la U . R . S . S . mehan dado la impresin que si los norteamericanos figuran comounos soviticos enriquecidos es porque los rusos y los chinosno son ms que norteamericanos todava pobres, pero porotra parte en vas de rpido enriquecimiento. He sido llevadoa la conclusin que the American toay of Ufe era el gnero propio del perodo post-histrico, prefigurando la presencia actualde los Estados Unidos en el Mundo el eterno presente' futuro de la humanidad toda entera. De este modo el retomo del

    "3 Introduction..., pg. 380, ed. cit." Op. cit., pgs. 3 8 7 - 3 8 8 ." Op. cit., pg. 435." Op. cit., pg. 436.

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    DiALcmcA. E H I S T O B I Ahombre a la animalidad apareca no como una posibilidad porvenir sino como una certeza ya presente"."L a distorsionada interpretacin de la ltima parte de laFenomenologa del Espr i tu ha llevado a K o j v e a concluirque "el fin de la historia" es una superacin temporal de lamisma. Su error reside en considerar que, en Hegel, el tiempoes y queda siendo concepto, del cual deduce que la superacin del tiempo es una ufhebung asimismo temporal; esdecir que para Kojve el t i empo final es el de la historia queas habra rematado en una detencin, merced a la cual todoslos hombres accederan a una satisfaccin definitiva. ste ltimo sera el resultado de un saber absoluto, iner"te e intemporal, que transforma a la sociedad humana en una piara decerdos bien alimentada y satisfecha, para decirlo sin eufeniis-mos. Con prescindencia de esta consecuencia gratuitamenteerrnea y desconsoladora, cabe reconocer que, bajo una tcita consigna imperante de "pan y c i rco" , son siempre unaminora los hombres satisfechos y "fel ices", en trance de devenir "naturales", los que tendran acceso a las gradas, en comparacin con el inmenso nmero de infralimentados y sub-desarroUados, que abruman las estadsticas de las organizaciones mundiales.K o j v e elimina, sin vacilacin alguna, las diferencias ylas mediaciones dialcticas operantes en la gestacin procesal de las diversas situaciones sociales, y convierte, sin tenerlasen cuenta y sin recaudo alguno de carcter lgico, ciertos juicios . As se llega implcitamente a formular: "los rusos y loschinos son norteamericanos pobres" (pero que estn'^n.vasde enriquecerse); "los noi-teamericanos son rusos y chinosricos". Adems, a los que adoptan tal posicin, con flagranteprescindencia de lo que fundadamente se ha llamado el"genio nacional de las culturas" ese tan mdico argumentode lo post-histrico y del "eterno presente" parece haberlessido sugerido por el comn denominador de la tcnica de losmbitos industrializados. E l los consideran la segunda revolu-.cin industrial, con su impulso hacia la tecnizacin a ultranza,como un estado social tope. A esta ilusin sucumben muchostericos e intrpretes de la marcha del proceso histrico contemporneo.

    " Op. cit., pg. 437.57

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    En sntesis, Kojve, en su inteipretacin del proceso histrico tal como es concebido por Hegel, ha ingurgitado lasmediaciones, reducindolas al comn denominador de la dialctica de ser-nada-devenir, tal como sta es formulada alcomienzo de la "Lgica" en la Encic loped ia , pero en. la"Filosofa del Espritu" aparece una va gradual de mediaciones. E l "espritu del pueblo" porque l es real y se presenta como naturaleza est en el tiempo y de acuerdo a sucontenido tiene un principio particular y por ello ha de recorrer un determinado desarrollo de su conciencia y de suefectividad; es decir, que el Volkgeist tiene su propia historiay se convierte con la dialctica que le es peculiar en lageneraj historia universal."^ Este desarrollo (desde el "espritu del pueblo" hasta el espritu universal) se realiza enel tiempo y en la existencia. Esto significa que se realiza comohistoria y por lo tanto tiene como momentos y estados singulares los "espritus de los pueblos" en su diversidad concreta.

    S i el tiempo, como pretende Kojve, es y queda siendo elconcepto, entonces la superacin del tiempo es en s mismatemporal y representa el fin del tiempo. Sobre la base de estainterpretacin de Kojve se llega a la conclusin que el tiempo, al ser superado, recogido y cancelado en el espritu absoluto, "es slo un tiempo meramente humano" que al fin desu proceso puede suprimirse, de donde toda la historia nllega a ser ms que una pieza rara (Kabinettstck) del esprituabsoluto."" Con sobrada razn J . van der Meulen seala loinhumano de esta supuesta (por Kojve) posicin de Hegel.""

    Lo que ha pensado Hegel, al entregar al juicio de laposteriad su "sistema absoluto" es que ste, como filosofa delespritu, se reiterar circularmente en una "nueva existencia",en un "nuevo mundo", y que el espritu desarrollar una nueva figura, la que vendr a integrar la "galera de imgenes"de la sucesin de los espritus, provista con la plena riquezade aqul."^ Es que para Hegel, lo que en su espritu se pre^senta como filosofa, como saber absoluto contiene en unaunidad viviente lo verdadero de todos los sistemas anteriores.

    = 8 Encyclopadie der Fhilosophischen, Wissenschaften, Philosophiedes Geistes (Die Weltgeschichte, pargs. 548 y 5 4 9 ) , ed. G. Lasson.5 J . van der Meule, Hegel Dia gebrochene Mitte, pg. 317, Ham-burg, 1958. Op. cit., pg. 337 y sig."1 Vase Phiinomenologie des Geistes, pg. 5 6 3 - 5 6 4 , ed. cit.

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    DIALCTICA E HISTORIASegn Hegel, en la historia, la sucesin de los sistemas filosf icos coincide con la derivacin lgica de las determinacionesconceptuales de la idea. De ah que la ltima filosofa, esdecir, la de Hegel, sera la ms alta y un producto de todaslas anteriores, a las que ella recoge como puntos de vista oconcepciones superados. Hegel identific la ley de la evolucinen la lgica con la de la evolucin en la historia. La crtica deesta concepcin hegeliana ha sido hecha incluso por grandeshistoriadores de la filosofa, y no vamos a reiterar los conceptos aducidos en ella, ya bien conocidos.K o j v e , en su interpretacin, pasa por alto un conceptofundamental de la Fenomenologa del Espr i tu: que lo absoluto es un resultado que ha surgido histricamente y quecomo saber del espritu, lo absoluto es la totalidad de lo iinito._A lo absoluto hegeliano como espritu es inherente el extraamiento, en el que se realiza la mediacin de natm-aleza ehistoria, o sea'de todo lo que es real, finito, deteiTrinado, conlo absoluto, que es la totalidad de todo lo finito. Pero, loabsoluto como espritu no es una detencin, por acabamientoy culminacin, del proceso histrico, ms all del cual cesarael devenir, corigerndose el futuro en una intemporalidadinerte. No se trata, como piensa K o j v e aduciendo infundadamente la idea de Marx del salto en el reino de la libertad de la ilusiva transferencia o desplazamiento de una realidadutpica e intemporal en el vaco de un futuro indeterminado.

    L a exigencia por una satisfaccin natural y real, mediante el "progreso" hacia una meta final, es insalvablemente contradictoria con este supuesto futuro que no adviene de maneraefectivamente temporal. Tiempo histrico y meta final son conceptos incompatibles.

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    M A R X(EN SU 1509 NATALICIO)

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    I. L A F E N O M E N O L O G A Y L AD I AL C T IC A D E L A N E G A C I N

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    Marx, discpulo de Hegel, se enfrenta crticamente conla concepcin hegeliana, pero valorando tambin los aspectospositivos de la misma. En los "Manuscritos de 1844" (Economa Polt ica y Filosofa) la crtica de Marx se centra en laFenomenologa del Espr i tu su filosofa de la historia yen la Lgica de Hegel. Escribe: "Una mirada sobre el sistemahegeliano. Se tiene que comenzar con la 'Fenomenologa'hegeliana, con el verdadero lugar de origen y el secreto dela filosofa hegeliana".Repara en el aporte esencial que stasignifica, tanto en lo atinente al principio medular de la dialctica, que en ella se abre paso y encuentra su fundamentacin,como as tambin en lo que hace a la importancia de susideas para la compi-ensin del mundo histrico, para una filosofa de la historia en sus grandes lineamientos. Segn Marx,"lo grande en la 'Fenomenologa' hegeliana y su resultado final la dialctica de la negacin como el principio mvil y productivo es, en primer lugar, que Hegel aprehende la auto-produccin del hombre como un proceso"." El enfoque crtico de Marx, en los Manuscr i tos , se refiere principalmente altrabajo y a la alienacin, tales como stos son dilucidados enla Fenomenologa; y bosqueja en su inicial ruptura con elidealismo hegeliano el problema de la marcha misma de larealidad histrica en funcin de la recproca relacin de naturaleza y sociedad, como expresin de la existencia de facticidades subyacentes en el proceso de la historia. SegnMarx, el hombre en su comportamiento social-histrico nuncapierde'de vista a la naturaleza, como un objeto, que expresa,una facticidad indesplazable. E l l a , para l, siempre ah*como un objeto concreto con_ el cud tiene que instaurar de-

    1 National Oekonomie und Philosophie, pg. 239, Kiepenheur,Koln, 1950 (Texto de los "Manuscritos" que reproduce, sin el captulosobre "El salario", el de la Marx-Engels-Gesamt-Ausgabe (MEGA),B d. 3.)2 Op, Cit,, pgs, 2 4 2 - 2 4 3 ,

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    CARLOS ASTRADA

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    terminadas relaciones, las que ya aparecen prebosquejadas enla constitucin ontolgica propia de las sensaciones, pasionese impulsos del hombre. Pero la naturaleza, tomada abstractamente, por s, como algo escindido del hombre no es nadapara ste. Y esto es precisamente, empero, la forma en queHegel concibe la naturaleza. Esta concepcin desconoce suobjetividad ontolgica. Marx seala la prioridad infundadaque Hegel concede al espritu y la distorsin que esta prioridad implica con respecto a lo que ha de considerarse " e f e c tivo" ( t v i r k l i c h ) y real.

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    //. LO S EL EM EN T O S D E LA C R T IC A

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    Segn Marx, ,en: la Fenomenologa "residen ocultos, i^re-parados y elaborados todos los'elementos de la critica y amenudo de un modo que sobrepasa en mucho el punto devista hegeliaiio"." Marx precisamente ha tenido en cuenta,en parte, estos elementos- para hacer; la crtica de la concepcin hegelana de la historia. Para ello Marx ha comenzado poradoptar el mtodo dialctico de'Iiegel vuelto n ste hacialas estructuras ideales 'de las categoras lgicas-^, pero in-virtindolo hacia la vertiente del acaecer real, A'este respectonos dice, que cuando los iediocrs y tardos epgonos delhegelianismo empezaron a "tratar a Hegel, como en,la. pocade Lessing, el bueno de Moiss Mendelssohn a Spinoza, asaber, como 'perro muerto', yo, por eso, me confes abiertamente discpulo de aquel gran pensador, y hasta coqueteaqu y all en el captulo sobre la teora del valor con losmodos de expresin propios de l-fLi mistificacin, que ladialctica sufre en las manos de Hegel, de ningn modo impide que l la haya presentado primeramente en sus formasgenerales de movimiento del modo ms amplio y consciente".'.-Con todo, Marx retoma el problema de la libertad, en el planteamiento hegeliano, y lo explcita y fundamenta en el terrenode un proceso histrico real, enfocado dialcticamente en laintegridad de todos los factores incidentes y constitutivos ene l devenir viviente de la historia. Tanto l como Engels valoran en todo s alcance la medular concepcin de la filosofade la historia de Hegel. Engels a este respecto escribe: "Loque caracteriz la manera de pensar de Hegel, con anterioridad a todos los otros filsofos, fue el enorme sentido histrico que estaba en su base. Aunque fuese tan abstracta eidealista su forma, sin embargo tanto ms su desarrollo ideo-

    3 Op. cit., pAg. 242.Das Kapital, I Bd;, Nachwort zur zweiten Auflage, pg. 27, Euro-

    pische Verlg Aiistalt, ige?. "" 69

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    = Marx-Engels, Ausgewahlte Schriften, Bd. I, pg. 3 4 4 - 3 4 5 , Berln1 9 1 4 .

    lgico discurri paralelo con la evolucin de la historia universal, y esta ltima debe ser propiamente slo la prueba acercade la ndole de la primera. Si as tambin la relacin correctafue invertida y puesta al revs, no obstante, el contenido realpenetr en todas partes en la filosofa; y tanto ms cuanto queHegel se distingui de sus discpulos en que no hizo alarde,como ellos, de ignorancia, sino que fue una de las cabezasms eruditas de todas las pocas. El fue el primero que tratde demostrar en la historia una evolucin, un nexo interno,y por singular que nos puedan parecer ahora muchas cosasque se encuentran en su filosofa de la historia, la grandiosidad de la concepcin fundamental misma es hoy an dignade admhacin, aunque se compare con l a sus predecesoreso a aquellos que despus de l se han permitido reflexionesgenerales sobre la historia. En la 'Fenomenologa', en la 'Esttica', en la 'Historia de la filosofa', por todas partes pasaesta grandiosa concepcin de la historia, y en todas partes lamateria historiogrfica es tratada en determinada conexin,aunque abstractamente tergiversada, con la historia"."'

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    ///. L A F I L OS OF A H EG EL IAN AD E L A HI S TORI A

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    Precisamente, sobre este carcter, abstracto de los principios que estn en la base de la concepcin hegeliana principios asentados en estructuras' lgicas hipostasiadas, vaa incidir la crtica de MarX..-Segn este, Hegel establece porva de abstraccin las categoras lgicas, desprendidas delespritu real y de la naturaleza'real y luego las transfiere alterreno de la historia como formas universales del pensar, ala s que otorga plena vigencia. "L positivo que Hegel hallevado a cabo aqu en s Lgica especulativa es que losconceptos determinados, las formas fijas y universales del pensar en su autonoma con respecto a la naturaleza y al espritu son un resultado riecesario de- la alienacin universal delse r humano y por consiguiente tambin del pensar humano y,en coiisecuencia, a ellas las ha descrito y reunido como momentos del proceso de abstraccin"." De ah que, seala Marx,la negacin de la negacin rio es lo positivo para Hegel, porcuanto la dialctica abstracta supera y anula lo positivo y.restablece la abstraccin.Bien ha.visto Marx en el Weltgeis thegeliano, erigido en j ) 0 t e n c i a absoluta y en el nico j)rota-gonist d la historia, el resultado ms radical de la alienacin humana y de la transferencia del proceso histrico reala :las'formas abstractas del pensar, privadas de cualquier contenido. En la concepcin hegeliana la historia es un procesoque> se' 'traduce por un movimiento que debe tener lugar ene l dominio de la realidad; pero sin embargo su fin, que es elsaber'absoluto, slo puede ser alcanzado, de acuerdo al principio .inmanente que l su^Done en la filosofa, en el pensarq"i', coinprnde conceptualmente, despus que el camino hasidto.rredori'ido y los hechos se han cumplido (la begrif feneGeschichte.) . En su contenido y alcance esta idea determinala ' -concepeih de la historia de la Fenomenologa del Espr i tu .Pero," coriio seala Marx, el espritu absoluto, que en resu-

    '.c?...RotionolOekonomie und Philosophie, pg. 261,'"ed. cit.73

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    Mientras Hegel, por identificar,el espritu la idea ,con el tiempo originario y derivar de aqul el proceso deldesarrollo histrico', explica en funcin de la idea y siiproceso superestructural las formaciones prcticas, Marx, encambio, situndose en la instancia histrica real, invierte esteprocedimiento explicativo. Nos dice que la verdadera concepcin de la historia "se mantiene en el terreno real de la historia, no explica la praxis por la idea", sino que "explica lasformaciones ideolgicas a partir de las praxis material.^ E l l amuestra que la historia no temina disolvindose en la auto-conciencia como espritu del espritu, sino que en ella, encada estadio, se encuentra un resultado material, una sumade fuerzas de produccin, una relacin histricamente creadacon la natiualeza y de los individuos entre s, que le sontransferidos a cada generacin por su predecesora; una masade fuerzas pro3uctivaSj de capitales y circunstancias, los que

    midas cuentas es el sujeto de la historia en esta concepcin,hace de la misma una mera apariencia, es decir, la constituyepost - fes tum slo en la conciencia y se la asigna a sta porescenario.E l proceso in f ieri es, as, eliminado. Ya apuntamos (enHegel ) que la Fenomenologa no enfoca el proceso hacindose, sino en cuanto que l est cumplido, siendo por lo tantouna fenomenologa descriptiva del mismo, como historiaacaecida.Pero, es necesario aclarar c]ue, para Hegel, tiempo yproceso mismo son intemporales, y l distingue entre si algoes todo el proceso o un momento del iDroceso. EJL_tienipo e^el eterno proceso mismo, o sea el momento abstracto que haye i T i l y~c[e'hace la unidad de ser y no-scr n las cosas finitas, engendrando en stas las contradicciones.Para Hegel, pues, la contradiccin alcanza su unidad yconciliacin en el ser, y, consecuentemente, en el esprituabsoluto, que es su manifestacin finita. En cambio paraMarx la contradiccin est en la esencia, que es la mediacinentre el ser y el concepto, y ella no alcanza unidad y conciliacin en la esencia, sino que da lugar a un proceso indefinido. La esencia como mediacin convierte al ser en conceptodinmico, histrico, pues el movimiento de ste ha resultadode tal conversin.

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    OAiicncA E H I ST O RI Asi bien, por una parte, son modificados por la nueva generacin, a ella, empero, prescribe tambin, por otra parte, suspropias condiciones de vida y le da un determinado desarrollo, un carcter especial, de modo que tanto las circunstanciashacen a los hombres, como los hombres hacen a las circunstancias".' Es que para Marx, la historia es una concatenacinde generaciones, cada una con su tarea peculiar pero vinculadas por un nexo de continuidad que les permite recoger laherencia del pasado y superarla dialcticamente, es decir,modificarla, renovarla en virtud de la prospeccin creadoraque est nsita en ellas. Lo que ellas han recibido de vaHosodel pasado, han de transmitirlo depurado y enriquecido alfuturo. De ah que "la historia no es ms que la sucesin^de las generaciones singulares, cada una de las cuales explotalos materiales, los capitales, las fuerzas de produccin que aella le han transmitido todas las precedentes; de donde porun lado, bajo circunstancias enteramente modiFicadas, contina la actividad tradicional, y por el otro, con una actividaddel todo diferente, transforma las viejas circunstancias".'

    ^ Deutsche Ideologie, en Die Frhschriften, pg. 368, KionerVerlag.8 Op. cit., pg. 364.

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    IV. "CONCIENCIA DE L A L IBERTAD'Y L A L IBERTAD DEL HOMBRE

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    L a finalidad ltima de la concepcin de Marx de la historia es la misma que la de Hegel, es decir la realizacin dela libertad como concepto axial de la afirmacin del hombrecomo fin en s, postulacin del idealismo alemn, que no esotra que la que hace suya Marx. Slo que los caminos y medios para alcanzar tal finalidad varan en ambos pensadorescomo as tambin la instancia en que la libei-tad ha de lograrse, y en qu medida el hombre real y concreto ha de disfrutarde ella y cul es el rgimen social que la ha de garantizar. .

    Si como sostiene Hegel, la marcha de la historia universal es "el progreso en la conciencia de la libertad" cabe preguntar si "conciencia de la libertad" es slo mera libertad dela conciencia o libertad del hombre como sujeto concreto yagente de una praxis apta, para hacerlo efectivamente libre.Ante esta alternativa acuciosa, Marx dii' que la libertad delhombre real no es mera libertad de la conciencia. Este es elsentido de la crtica que Marx formula a la concepcin hege-liana de la libertad. Para Hegel, el ser humano, el hombre es"igual a autoconciencia; el ser que se hace cargo o asume suser es slo la autoconciencia apoderndose de la esencia objetiva. Marx sustituye la autoconciencia por el hombre real yobjetivo, considerando a ste como verdadero sujeto.

    L a realizacin de la libertad, tal como la concibe Hegel,ha de ser lograda en la sociedad burguesa, con la cual se cierrael cic lo hegeliano de la filosofa del espritu. Hasta la absolucin de esta etapa, las formas de la libertad, desde la Polisgriega, han estado sujetas a un devenir dialctico. Este, paraHegel, haba aparentemente concluido con las institucionestradas a la vida por la Revolucin Francesa, no obstantereconocer el propio Hegel que sta contena contradicciones

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    cuya resolucin l remita al futuro. Para Marx, la evolucindialctica de las formas de la libertad contina, porque lalibertad ha encontrado y encuentra nuevas resistencias a vencer , ya que la sociedad burguesa y su rgimen econmico nohace posible su realizacin efectiva. El grado de libertadalcanzado, que no refleja la plena e integral libertad del hombre en lo econmico y lo social, es slo una forma destinada aser dialcticamente sobrepasada en el curso del devenir histrico.

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    V. L IBERTAD Y NECESIDAD

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    Para Marx, la libertad es un producto de la evolucinhistrica, en la que ha incidido la praxis social para realizarlaprogresivamente, o advenir a ella por el salto cualitativo. Lalibertad como categora histrica est siempre condicionadapor el grado de dominio del hombre sobre la naturaleza y; su aptitud para ponerla a su servicio. Tambin la libertadrefleja el grado de poder del hombre sobre s mismo y, encomunidad con otros hombres, sobre la dinmica social.L a relacin del hombre con la naturaleza, se efecta por! medio de la industria. Esta supone la accin del hombre sobrela naturaleza, la que a su vez implica el conocimiento de susleyes. La libertad humana no es la utpica independenciacon respecto a las leyes naturales, sino conocimiento de lasmismas a fin de aprovechar las fuerzas de la naturaleza y ponerlas al servicio de la industria y de las empresas humanas detoda ndole. La libertad del hombre est condicionada porla necesidad natural y por la que emerge imperativa de lapropia naturaleza del hombre. La libertad del individuo aislado, desconectado del plexo social y basada en la eleccinenteramente libre (en el l iherum arhi t r ium indi ferentiae) esii-real y quimrica. Con relacin a esta cuestin, Hegel hadado el paso decisivo: hay un vnculo dialctico fundamental! entre libertad y necesidad; ambas, lejos de ser recprocamenteI excluyentes, se condicionan una a otra. Sobre este intrnseconexo dialctico entre la libertad y la necesidad nos dice Hegel:['"Cuando el espritu es concebido como mera libertad sin ne-I cesidad entonces l es arbitrario, libertad abstracta o formal,I libertad vaca"." Y dando ms fuerza a este concepto, Hegel; afirma: "Tenemos que decir que el espritu es libre en sunecesidad, que slo en sta tiene su libertad, as como sunecesidad consiste en su libertad"." Por consiguiente, dialcticamente la libertad es la verdad de la necesidad. Y por elloprecisamente, el'hnbre ha luchado y se esforzar siempre

    " Geschichte der Philosophie, Einleitung, pgs. .116-117, ed. cit." Op. cit., pg. 116.

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    I por ampliar la esfera de la libertad, restringiendo cada vezms esta base de necesidad en que ella se asienta, sin llegarjams a abolira. Aunque Hegel haya afirmado, con respectoa la concepcin estoica, como un apotegma, que "la libertaden el pensamiento... es slo el concex^to de la libertad y nola libertad viviente misma'V la relacin dialctica de libertad y necesidad, en definitiva, se resuelve en l nada ms queen un conocimiento, el que queda recluido en la conciencia,y la libeiiad es, as, libertad de la conciencia, y no del hombre concreto como sujeto real.

    Para Marx, asimismo, la libertad es una relacin dialcticacon la necesidad pero esta relacin se anuda en sntesis deoiDuestos en el sujeto real, en el hombre, y ella adquiere vidaen el proceso de la evolucin social o en las mutaciones cualitativas que implican las revoluciones. Del paso de un ordensocial a otro, la libertad ampla su esfera en la medida enque la infraestructm-a econmica se modifica, restringiendo labase de necesidad coactiva, que la informaba. Es lo que haacontecido en la historia con el insurgir al poder poltico, ysobre la base de una mayor libertad econmica, de otra clasesocial. No otra fue la transicin revolucionaria que marc eladvenimiento de la sociedad burguesa a la instancia histricay le permiti consolidarse con su estatuto de libertades,aparentemente formales, pero que eran la expresin de susintereses econmicos, asegurados por su rgimen estatal. Porlo dems, esta libertad formal nunca ha sido puramente abstracta, sino que a su forma le corresponde un contenido, elcontenido que le dio el sistema capitalista.Ahora, mediante una lenta pero raigal transformacinde la base econmica, inicia su ascenso una nueva clase so

    cial, abre su brecha el proletariado. La relacin dialctica delibei-tad y necesidad se torna fluida, y la primera asume msclaramente el carcter de una categora histrica dotada deuna inmanencia dinmica. El trabajo y la proyeccin que lest llamado a adquirir va a ser el pivote para toda futuratransformacin social. La necesidad coactiva y la finalidad.meramente externa cedern de acuerdo a la postulacinterica y a exigencias humanas al imj)ulso de un libre esfuerzo creador de nuevas condiciones de vida. Es lo quelcidamente ha previsto Marx: "El reino de la libertad co-

    11 Vhanomenologie des Gcisles, pg. 153, ed. cit.

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    DIALCTICA E HISTORIAmienza de hecho slo all donde el trabajar, el que estdeterminado por la miseria y la finalidad externa, cesa. Estereino reside, pues, conforme a la naturaleza del objeto, msall, de la produccin propiamente material. As como el salvaje tiene que luchar para satisfacer sus necesidades, paramantener su vida y reproducirse, lo mismo tiene que hacerloel hombre civilizado, y l tiene que luchar en todas las formas de sociedad y bajo todos los posibles modos de produccin. Con su desarrollo se ampla este reino de la necesidadnatural, j)orque se amplan tambin las necesidades; pero almismo tiempo se amplan las fuerzas ele produccin que astas satisfacen.fLa libertad en este dominio slo puede consistir en que el nombre socializado, los productores asociadosregulen racionalmente su metabolismo con la naturaleza, locoloquen bajo un control comunitario, en lugar de ser elomi-nados por l como por una potencia ciega; y ejecutar este in-tercamDio con el menor empleo de fuerza y bajo las condiciones ms adecuadas y dignas de su naturaleza humana",Pero este dominio c^ueda siendo siempre un reino de la neci-'sidad. Ms all del mismo comienza el desarrollo de las fuerzas humanas el que vale como un fin en s , el verdaderoreino de la libertad, el que, empero, slo puede florecer sobreaquel reino de la necesidad como sobre su base. La reduccinde la jornada ele trabajo es la condicin fundamental".^-

    1 = Das Kapital, Bd. I I I , pAg. 8 2 8 , ed. ci tS5

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    VI . EL REINO DE LA L IBERTAD

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    E l advenimiento del "reino de la libertad" est condicionado, para Marx