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7/16/2019 Articulo Revista Feria 2013 - JB Carpio
http://slidepdf.com/reader/full/articulo-revista-feria-2013-jb-carpio 1/4
Mugawwar – Corduba
Juan Bautista Carpio Dueñas
Director del Museo PRASA Torrecampo
[Exposición temporal organizada por la Fundación PRASA y la Consejería de Cultura de la Junta
de Andalucía en el Museo Arqueológico de Córdoba. Abierta del 15 de marzo al 2 de junio de
2013].
1. Mugawar - Corduba
El pasado 15 de marzo abrió sus puertas la exposición Mugawwar - Corduba en el Museo
Arqueológico de Córdoba. La muestra, que permanecerá abierta hasta el domingo 2 de junio,
está centrada en las importantes relaciones que, a través de la historia, ha tenido la ciudad de
Córdoba con la comarca de Los Pedroches. Para ello, se ha realizado una selección de piezas
procedentes tanto del Museo Arqueológico de Córdoba como del Museo PRASA Torrecampo, a
través de las cuales se puede realizar un recorrido histórico por la relación entre estos dos
territorios desde el propio momento de la fundación de la ciudad, a comienzos de la Edad de
los Metales, hasta fines de la Edad Media.
Mugawwar es el nombre árabe del yacimiento arqueológico más importante del término de
Torrecampo, y uno de los más destacados de la comarca de Los Pedroches, situado en el cerro
de Almogávar. Se trata de un asentamiento en altura, situado en un lugar estratégico desde el
que históricamente se ha controlado no sólo buena parte de la llanura de Los Pedroches, sino
también una de las vías de comunicación más importantes de la Península Ibérica, que
conectaba la Meseta con el Valle del Guadalquivir.
Cordubaes el nombre de la antigua Córdoba en época ibérica y romana. El primitivo
asentamiento de la Edad de los Metales a orillas del Guadalquivir se desarrolló enormementegracias a la riqueza agrícola de la Vega y, sobre todo, al comercio de los metales extraídos en la
zona de Los Pedroches. Esto explica, en gran parte, que la Colonia Patricia Cordubase
convirtiera en capital de una de las provincias más importantes del Imperio Romano, la Bética,
y posteriormente en la ciudad más importante de la Europa Medieval como capital de al-
Andalus.
El título de la exposición hace un juego, por lo tanto, entre un yacimiento de Torrecampo, de
Los Pedroches, y la ciudad de Córdoba. Y también juega con un topónimo de la Antigüedad
ibero-romana (Corduba) frente a otro islámico medieval (Mugawwar). Porque en la exposición
se habla de la relación de Córdoba con Los Pedroches desde la Prehistoria (desde la propiafundación de la primitiva Córdoba en la Edad de los Metales) hasta fines de la Edad Media.
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2. Discurso básico
Desde sus orígenes en el período Calcolítico, Córdoba ha estado estrechamente relacionada
con su entorno rural. En el sur del territorio cercano a la ciudad se encuentran tierras de gran
productividad agrícola. Al norte, amplias áreas ganaderas y, sobre todo, importantes y variados
recursos mineros. Dividiendo este territorio, el Guadalquivir, navegable hasta la Edad Media,
permite el establecimiento de contactos comerciales con el Mediterráneo y el Atlántico.
El comercio de los productos agrarios y mineros de la actual provincia de Córdoba fomentó el
gran desarrollo de una ciudad que se convertiría en capital de la Bética romana y de al-
Andalus. Una interesante historia que podemos seguir a través de la selección de piezas
procedentes de los dos museos que organizan la exposición.
En la misma época en la que aparece la más primitiva Córdoba, los restos materiales que nos
demuestran la ocupación humana en la comarca de Los Pedroches comienzan a abundar. Si
durante el Paleolítico y el Neolítico son muy escasos los testimonios sobre la presenciahumana en estas tierras, a comienzos de la Edad de los Metales empezamos a encontrar
restos que nos indican que la riqueza en minerales metálicos de nuestro subsuelo ha
comenzado a hacer de esta tierra una zona rica y atractiva.
La extracción de metales se consolida desde muy pronto como la actividad económica más
rentable en la zona. Y el comercio de estos metales a través de la más importante ruta del sur
de la Península Ibérica, el río Guadalquivir, contribuirá en gran medida a convertir a Córdoba
en una gran ciudad comercial.
Desde tiempos muy remotos, los metales obtenidos en las minas de Los Pedroches llegaban a
todos los rincones del Mediterráneo a través de unas rutas que comenzaban en Córdoba. Y, de
vuelta, estas mismas rutas permitían que a Córdoba, y también a Los Pedroches, llegasen
influencias lejanas que terminarían siendo fundamentales en nuestra historia. Por ello, la
exposición comienza con una pequeña muestra de piezas relacionadas con las dos bases
económicas más importantes del comercio antiguo cordobés: los productos agrícolas del fértil
Valle del Guadalquivir y los metales obtenidos en las sierras del norte y en Los Pedroches. Para
continuar ofreciendo una pequeña muestra de piezas que nos permiten comprobar cómo
también a Los Pedroches llegaron influencias del Mediterráneo Oriental, de Grecia, de Fenicia,
o del Centro de Europa.
La “primera parada” en este recorrido histórico la realizamos situándonos entre los siglos VI y
II antes de Cristo. Desde el sur han llegado a nuestra tierra en este momento modas
claramente orientales. Unas veces, en forma de importaciones de lujo (como es el caso del
pequeño ungüentario de vidrio de tipo amphoriskos del Museo PRASA Torrecampo) y otras en
forma de influencias que permiten a los habitantes de Córdoba, de Los Pedroches, disponer de
elementos con motivos decorativos claramente orientales (como la jarrita de bronce
orientalizante del Museo PRASA Torrecampo). Además, también llegan del Mediterráneo
oriental avances técnicos como la generalización de la escritura o el torno de alfarero, que
permitirá elaborar piezas cerámicas de decoración elaborada (como la expuesta perteneciente
a las colecciones del Arqueológico de Córdoba).
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Si bien las influencias orientales serán fundamentales en la conformación de la cultura ibérica,
no podemos olvidar que en este mismo tiempo, a Los Pedroches llegaban influencias desde el
norte, relacionadas con el mundo celta. En la exposición, la cultura celta de Los Pedroches está
magníficamente representada a través de tres objetos pertenecientes al Tesoro de los
Almadenes de Alcaracejos (Museo Arqueológico de Córdoba), además de las placas de
cinturón de tipo céltico aportadas por el Museo PRASA Torrecampo.
A partir del siglo II a.C. comenzará a hacerse patente la presencia de Roma, que poco a poco
irá dotando de una gran uniformidad cultural a todo el Mediterráneo. Córdoba, capital de la
Bética, ocupará un lugar muy destacado en el mundo romano. A través del comercio de
metales, también se romaniza el norte de la provincia, integrándose en lo que en la exposición
hemos catalogado como una primera globalización. Monedas, cerámicas, vidrios o elementos
decorativos muestran cómo también esta zona, muy ligada a la capital provincial, estuvo
fuertemente impregnada de la cultura romana. Y de esta uniformidad cultural son buena
muestra los objetos expuestos, desde el magnífico herma de mármol del Museo Arqueológico
de Córdoba hasta el pequeño Mercurio de bronce del Museo PRASA Torrecampo.
Contra lo que muchas veces se cree, la decadencia del sistema político romano no supuso el
final de los contactos comerciales y culturales. Al contrario, durante la época visigoda
continúan confluyendo en estas tierras influencias indoeuropeas y orientales, procedentes de
los mundos germánico y bizantino.Se reactiva la explotación de los yacimientos mineros y, con
el comercio de los metales, la actual comarca de Los Pedroches sigue conectada con los
principales centros económicos europeos y mediterráneos. En la exposición, esta mezcla
cultural es visible a través de representaciones de animales afrontados, piezas de rica
orfebrería o monedas de la época. En una vitrina nuevamente compartida por objetos de gran
interés procedentes de los dos museos.
Durante el período andalusí, el norte de la actual provincia de Córdoba formó una provincia o
koramilitarizada con el objetivo de proteger la capital y las vías de comunicación que la
conectan con la Meseta. Fahs al-Ballut (el Llano de las Bellotas) se convierte en la puerta de
Córdoba.A través de monedas, sellos o precintos, en la exposición se muestra cómo desde el
inicio de la presencia islámica el control del territorio resulta crucial. A través de toda la
exposición hemos visto cómo la importante vinculación entre Córdoba y Los Pedroches se
traduce también en los objetos conservados en Córdoba y Torrecampo. En esta vitrina, el
diálogo establecido entre las piezas procedentes de los dos fondos es aún más evidente,
pudiéndose comprobar el enorme parecido entre los dos dedales o los dos precintos califales,
procedentes uno de Córdoba, y el otro de los fondos del Museo PRASA Torrecampo.
Otras piezas, como las lápidas funerarias procedentes de la necrópolis de Pedroche (una
perteneciente a las colecciones del Museo Arqueológico y la segunda propiedad del
Ayuntamiento de Pedroche y depositada en el Museo PRASA Torrecampo), nos informan sobre
la arabización de una provincia que, a partir de la conquista cristiana de Toledo (1085) y hasta
la toma definitiva de Córdoba en 1236, será tierra de frontera.
3. La importancia de la muestra
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La exposición Mugawwar – Cordubaes una muestra de pequeño formato, ubicada en una
pequeña sala del Museo Arqueológico. Pero la riqueza de todas las piezas expuestas y la
importancia de destacar las relaciones que históricamente ha mantenido Córdoba con su
entorno, y en este caso con la comarca de Los Pedroches, hacen que esté llena de contenido.
De igual manera, también creo que es importante señalar que el proyecto ha podido salir
adelante gracias a la colaboración entre dos instituciones, una pública (la Junta de Andalucía) y
otra privada (la Fundación PRASA), que comparten un interés común por la difusión de la
cultura. En los tiempos que corren, cuando todos los días las noticias nos sorprenden con la
dureza de la crisis económica, creo que es especialmente destacable esta colaboración, porque
sumando esfuerzos se pueden alcanzar metas más elevadas.
En la pequeña sala didáctica –reconvertida puntualmente en espacio de exposiciones
temporales- del Museo Arqueológico de Córdoba tendremos durante dos meses y medios un
pellizco de Torrecampo, de la comarca de Los Pedroches. Y ésta es una presencia importante
para concienciar a los cordobeses y a quienes visitan la ciudad de que Torrecampo y Los
Pedroches no son una zona lejana y extraña, sino unas tierras atractivas y que siempre han
contribuido a la riqueza de la ciudad.
Como todos sabemos, el Museo PRASA Torrecampo se encuentra aún sin exposición
permanente abierta al público. Pero eso no significa que permanezca inactivo. Durante los
últimos años se han ordenado las colecciones, se ha desarrollado un programa de
conservación que ha incluido la restauración de más de 3.000 piezas arqueológicas y se han
puesto en marcha proyectos de investigación basados total o parcialmente en las colecciones
del museo por parte de prestigiosas universidades y centros de investigación tanto nacionales
como europeos. Y eso ha permitido que nuestro museo haya estado presente en varias
exposiciones temporales de carácter internacional. Y es lo que nos permite también hoy
presentar por primera vez en Córdoba algunas de las piezas más significativas de nuestra
colección, que se exponen junto a otras procedentes de diferentes lugares de la provincia, y
pertenecientes a uno de los más importantes museos arqueológicos de Europa: el Museo
Arqueológico de Córdoba.
No sería justo terminar este artículo sin mostrar públicamente mi agradecimiento a todas las
personas que, desde la Fundación PRASA y desde el Museo Arqueológico han permitido que
esta exposición se haya podido abrir al público. Especialmente tengo que dar las gracias a
María Dolores Baena Alcántara, directora del Museo Arqueológico de Córdoba. Porque
siempre ha estado dispuesta a participar en actividades organizadas en Torrecampo, a acudir a
ofrecernos charlas en la sede cordobesa de la Fundación PRASA o a asesorar en diversas
ocasiones el proyecto de nuestro museo. De igual manera, esta muestra no habría sido posible
sin el trabajo callado que desde el Museo Arqueológico ha desarrollado en los meses pasados
José Escudero, recientemente nombrado director del Conjunto Arqueológico de Madinat al-
Zahra. Y, por supuesto, también es de agradecer el siempre eficaz trabajo de diseño y montaje
expositivo de Francisco Domínguez a través de Zum Creativos.
Entre todos hemos llevado al centro de Córdoba un pedacito de la historia de Torrecampo.
Espero que todos los torrecampeños, además de la romería y la feria, puedan disfrutar esta
primavera de la exposición Mugawwar – Corduba.