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Análisis meteorológico y del comportamiento del fuego del gran incendio forestal de 1
Zuera (Zaragoza) de 5 de agosto de 2008. 2
3
4
CACHO NERÍN, C.1, SENDRA FERRER, J.1, SANZ ARAUZ, G2, BUISÁN SANZ, 5
S.2, CANTÓN TOBAJAS, D1., JULVE DEL VAL, J.3, MIRALLES FRANCÉS, F3, CORTÉS 6
RABINAD, F4, LAFRAGÜETA PÉREZ, C.4. 7
8 1 Grupo de Apoyo al Director de Extinción. Dirección General de Gestión Forestal. Departamento de Medio Ambiente del 9 Gobierno de Aragón. 10 2 Grupo de Predicción y Vigilancia de Zaragoza, Delegación Territorial en Aragón de la Agencia Estatal de Meteorología. 11 3 Grupo de Apoyo al Director de Extinción. Dirección General de Gestión Forestal. Departamento de Medio Ambiente del 12 Gobierno de Aragón. SODEMASA. 13 4 Asistencia Técnica del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en la Agencia Estatal de Meteorología, 14 Delegación Territorial en Aragón. SODEMASA. 15
16 17
Resumen 18
19
El 5 de agosto de 2008 se produjo en los montes de Zuera (Zaragoza) un incendio 20
forestal que recorrió en 5 horas aproximadamente 2.500 hectáreas. El incendio, el mayor en 21
España en 2008, se originó bajo condiciones meteorológicas muy favorables para la ignición 22
y propagación, derivando rápidamente a un incendio convectivo especialmente acelerado por 23
por el desarrollo y descarga en la zona de varios focos de actividad tormentosa. Se estudia la 24
especial situación meteorológica de ese día y su relación con el comportamiento del fuego. 25
26
Palabras clave 27
28
Montes de Zuera, incendio convectivo, factores meteorológicos, dryburst. 29
30
31
32
1. Introducción 33
34
Los Montes de Zuera constituyen una extensa plataforma estructural situada a 25 km. al 35
N de la ciudad de Zaragoza, entre los términos municipales de Zaragoza, Zuera, Erla, Sierra 36
de Luna, Castejón de Valdejasa y Tauste. Es una elevación de hasta 740 m.s.n.m., 37
relativamente aislada en el centro de la Depresión del Ebro, que puede calificarse como una 38
“isla forestal” en un entorno de gran aridez. 39
40
La naturaleza del suelo, constituido por una alternancia de materiales resistentes y 41
suelos deleznables, ha propiciado la existencia de una jerarquizada red hidrográfica en la que 42
se suceden taludes y divisorias de carácter rocoso con fondos de valle de suelos profundos. El 43
relieve es ondulado, con gran variedad de orientaciones y sucesiones valle-ladera que dan 44
origen a una configuración de valles principales y secundarios en espina de pescado. 45
46
El clima de esta zona corresponde al típicamente mesomediterráneo, con precipitaciones 47
máximas primaverales y otoñales y mínimos estivales, especialmente en los meses de agosto. 48
La precipitación y el régimen de temperaturas experimentan una gran variabilidad en función 49
de la orientación y sector de los Montes de Zuera, siendo destacable el habitual gradiente 50
altitudinal de los registros pluviométricos y térmicos. 51
2/4
La comunidad vegetal dominante está constituida por una densa formación natural de 52
Pinus halepensis, que en 2008 presentaba una masa continua de 14.000 ha. La masa se 53
muestra con un rico sotobosque típico de ambientes termófilos mediterráneos, compuesto por 54
boj (Buxus sempervirens), coscoja (Quercus coccifera), enebro (Juniperus oxycedrus), romero 55
(Rosmarinus officinalis) y aliaga (Genista scorpius). Junto con el pinar se presentan, en las 56
zonas más degradadas, enebrales abiertos mixtos, coscojares y aliagares, pastizales de 57
Brachipodium sp. y cultivos de cereal de secano. La masa tiene un carácter eminentemente 58
protector, encontrándose englobada en el LIC ES2470078 Montes de Zuera y en la ZEPA 59
ES0000293 Montes de Zuera, Castejón y de Valdejasa y El Castellar . 60
61
El entorno de los Montes de Zuera ha sufrido episodios de extensísimos incendios 62
forestales. El más grave en 1995, con una superficie de 3.093 hectáreas de pinar natural y de 63
cultivos, si bien se conocen episodios similares en 1922, 1952, 1970 ó 1990, que mostrados 64
en su conjunto (figura 1) abarcan casi la totalidad de la superficie forestal de estos montes. 65
66
67 Figura 1. Localización del incendio y reconstrucción de grandes incendios forestales en el entorno de Zuera. Fuente: 68
Grupo de Apoyo al Director de Extinción (GADEX) y M.A. Lázaro (Proyecto Fin de Carrera). 69
70
Entre todos ellos cabe destacar el registrado el 5 de agosto de 2008, que recorrió 71
2.513,60 has en apenas 5 horas de desarrollo (de ellas, 1.100 ha en 35 minutos). El incendio, 72
originado como un incendio de viento con fases activas de copas derivó posteriormente a un 73
incendio convectivo con altas tasas de aumento de superficie y con gran dificultad de 74
extinción. En este contexto cabe analizar las condiciones topográficas, del combustible y 75
meteorológicas que propiciaron el comportamiento observado del fuego, para lo que se realiza 76
una descripción de éstas -con una atención preferente a los factores meteorológicos- y un 77
análisis de su influencia en las diferentes fases de desarrollo del incendio durante esa tarde. 78
79
2.1. Descripción de factores explicativos del comportamiento del fuego: 80
81
2.1.1. Topografía y combustibles: 82
83
En la zona de progresión del incendio se distinguen dos grandes sectores con 84
características topográficas y del combustible relevantes en cuanto al comportamiento del 85
fuego. El primero de ellos corresponde a lo que se constituiría como cola, cola-flanco 86
izquierdo y cola-flanco derecho (Sector Sur), y el segundo a lo que se identificaría con 87
cabeza, cabeza-flanco izquierdo y cabeza-flanco derecho (Sector Norte). 88
89
3/4
El sector Sur comprende desde la zona de comienzo del incendio, en el término de 90
Zuera, hasta la divisoria de aguas de Vértice San Esteban. Se caracteriza por una topografía 91
alomada, con valles alineados de SE a NW, esto es, formando un ángulo muy reducido con el 92
viento dominante al inicio del incendio. Es de importancia la escasa jerarquización de la red 93
hidrográfica, que da lugar a pocos valles, abiertos, poco profundos y flanqueados por laderas 94
de 400 metros de longitud y pendiente media del 10 al 25%. Casi toda la superficie de esta 95
zona se encuentra cubierta por un pinar natural de pino carrasco en estado de fustal con 96
abundante sotobosque, con la excepción de los escasos fondos de valle cultivados y el 97
regenerado del incendio del año 1995, al NW del punto del inicio. Modelos de combustible 98
asimilables al 4 y 7, si bien en gran parte de la superficie el fuego se propagó por copas o 99
como un incendio “integral” en el que no serían aplicables los modelos de ROTHERMEL-100
ALBINI. 101
102
El Sector Norte comprende desde esa misma divisoria hasta la zona de extinción de la 103
cabeza, en los alrededores de la localidad de Castejón de Valdejasa. Este sector es más 104
abrupto y variable en términos topográficos y de vegetación, con una red hidrográfica más 105
jerarquizada que da lugar a valles –“vales” según toponimia local- principales, secundarias y 106
terciarias. Las vales se orientan de S a N, de SE a NW y de SW a NE, formando ángulos de 107
entre 30 y 60 º con el viento local de SE. Se observan mayores desniveles, laderas de menor 108
longitud (200 m.) y mayores pendientes (40%). Casi todos los fondos de val se encuentran 109
cultivados (rastrojo en el momento del incendio), y separados entre sí por pinar natural y de 110
repoblación de pino carrasco, de menor desarrollo, cobertura y riqueza en su estrato arbustivo 111
que en Zuera. Modelos de combustible 4, 7, 1, 2 y 9, con las reservas sobre su utilización en 112
este sector. 113
114
2.2. Meteorología de los meses y días previos al incendio: 115
116
La zona afectada por el incendio presenta los registros medios mostrados en la tabla 1: 117
118 T med Pp med EVT
12,8 º C 512 mm 1115,4 mm
T max v Pp med v EVT v
28 º C 106 mm 542 mm
T max jul Pp med jul EVT jul
30,32 º C 24 mm 202 mm
T max Abs: 42 º C
T med Temperatura media anualPp med Precipitación media anualEVT Evapotranspiración potencial anualT max v Temperatura media máximas periodo estivalPp med v Precipitación media periodo estivalEVT v Evapotranspiración potencial periodo estivalT max jul Temperatura media máximas julioPp med jul Precipitación media julioEVT jul Evapotranspiración potencial julioT max Abs Temperatura máxima absoluta
119
Tabla 1. Valores meteorológicos significativos para una altitud de 660 m.s.n.m en el término municipal de Zuera 120
121
Sobre estos valores hay que realizar las debidas correcciones a la situación de 2008. A 122
comienzos de agosto la zona registraba un déficit de precipitación respecto de sus valores 123
normales, tal y como se observa en el mapa de anomalías de precipitación correspondiente al 124
año agrícola hasta el 31 de julio y en los valores de sequía para agosto de 2008 del índice de 125
precipitación estandarizado (SPI), que se presentan en la figura 3. Se muestran los valores 126
correspondientes al observatorio de Huesca-Monflorite, con similar evolución hidrológica, 127
siendo de interés los valores a uno y tres meses, ya que las condiciones de humedad en el 128
suelo responden a anomalías de la precipitación a escalas relativamente cortas. 129
130
4/4
131 Figura 3. Anomalía de precipitación en la región a 31/07/08 y evolución del SPI para Huesca-Monflorite. Fuente: AEMET. 132
133
Los días inmediatamente anteriores al incendio fueron de creciente calor y sequedad. 134
Se acumulaban 24 días consecutivos sin precipitación y durante los 3 días anteriores al 135
incendio ya no tuvo lugar la recuperación nocturna de la humedad relativa, sucediéndose 136
mínimas por encima de 20ºC y máximas rondando los 35ºC, con humedades por debajo del 137
30%, que situaron al combustible fino muerto en humedades del 3 %. En la figura 4 se 138
presentan las temperaturas y humedades registradas en la estación meteorológica de Vértice 139
San Esteban, dentro del perímetro del incendio, durante estos días previos. 140
141
142 Figura 4. Análisis de temperatura y altura de geopotencial de la superficie de 925 hPa para la tarde del 3/0808, y gráfica de 143 T y HR en el Vértice San Esteban. Fuente: AEMET y elaboración propia con datos del Ejército de Tierra. 144
145
Estas condiciones se debían a la presencia de una masa de aire cálido en capas medias-146
bajas y a la estabilidad en capas medias-altas. En el mapa sinóptico de 925 hPa (a unos 800 147
metros de altura, figura 4) se aprecia la masa de aire cálido, que se prolonga desde el norte de 148
África sobre el interior de la Península, y que persistió hasta el día del incendio. 149
150
El 5 de agosto la estabilidad de los días precedentes se vio alterada por el paso hacia el 151
este de una vaguada en altura, con un núcleo frío asociado de -12ºC que, junto con el calor 152
acumulado en capas bajas, donde persistía la masa de aire cálido reseñada, componía el 153
cuadro típico de los días en que se desarrolla la convección profunda y organizada. En 154
superficie, una baja de origen térmico estaba bien desarrollada a las 17 horas (figura 5), con 155
un centro secundario en el valle del Ebro y flujo de viento del E-SE junto al suelo. También 156
puede verse la traza de rayos de dos grupos de tormentas con influencia en el incendio 157
5/4
158 Figura 5. Análisis a 12Z de T y geopotencial a 500 hPa, mostrando la vaguada en altura, y análisis mesoscalar de presión 159
en superficie mostrando bajas de origen térmico y traza de rayos de las 14 a las 17 horas locales. Fuente: AEMET. 160
161
El día 5 de agosto no hubo sondeo aerológico en Zaragoza. No obstante, a la vista de 162
los campos meteorológicos a distintos niveles y de la forma de la columna de humo, se puede 163
asumir que las condiciones en capas medias y altas eran similares a las del sondeo de Madrid, 164
y que las de las capas bajas de la atmósfera compartirían algunas características con las del 165
sondeo de Palma de Mallorca (aunque con mayor temperatura en superficie). En estos 166
sondeos (figura 6) se observan capas secas en torno a los 1000 y a los 3000 metros de altura 167
que muy probablemente estaban también presentes en la zona del incendio. 168
169
Figura 6. Sondeos de Madrid y Palma y fotografía mostrando evidencia de la existencia de inversión térmica. 170 Fuente: AEMET, U. Wyoming y Grupo de Apoyo al Director de Extinción. 171
172
2.3 Condiciones meteorológicas durante el incendio: 173
174
Hasta las 17 horas el fuego se desarrolló en el marco de un flujo de viento del E-SE de 175
20 Km/h, relativamente constante en dirección y velocidad. Tras esa primera etapa se produjo 176
un brusco cambio de las condiciones meteorológicas. 177
178
Entre las 17:00 y las 17:30 tuvo lugar un fuerte aumento de la fuerza del viento, que se 179
ve bien reflejada en los registros de la estación de Vértice San Esteban (figura 7), donde los 180
vientos aumentaron hasta los 40 Km/h. Este aumento va perdiendo fuerza progresivamente 181
durante la tarde hasta que recupera los valores que presentaba antes del fuerte aumento de las 182
17:00 -sobre las 19:30-. En las gráficas se han señalado también los cambios en viento, 183
temperatura y humedad asociados a las precipitaciones del final de la tarde y una pequeña 184
pero reveladora bajada de temperatura en la parte izquierda, que se explicará más adelante. 185
186
Este brusco cambio en la velocidades del viento se debió al cruce por el SE del 187
incendio de una célula convectiva, lo suficientemente cerca como para tenerlo en su radio de 188
acción. Tras su paso, y coincidiendo con el momento de máxima “explosión” del incendio, la 189
6/4
señal del fuego en el Meteosat se extendió enormemente en forma de franja hacia el W (figura 190
8). El cruce de esta célula, unido al pequeño descenso de temperatura observado justo antes 191
del aumento del viento, encaja bien como veremos con el esquema conceptual de una 192
“descendente” o “reventón seco”. 193
194
Figura 7. Gráficas de viento, T y HR en el Vértice San Esteban la tarde del incendio mostrando los momentos relevantes (se 195
ha amplificado la escala de tiempo durante el evento convectivo). Fuente: Elaboración propia. 196
197
1630 h. l. (IR 3.9) 1700 h. l. (IR 3.9)
1730 h. l. (IR 3.9)
1730 h. l. (IR 10.8) Figura 8. Secuencia de imágenes en el canal 3.9 del Meteosat mostrando el paso de la célula convectiva y la extensión de la 198 señal del incendio (las 3 primeras) e imagen en el canal 10.8, del mismo momento que la anterior, en el que también se 199 aprecia el incendio, pero sin la extensión espuria hacia el oeste. Fuente: AEMET-Eumetsat. 200
201
Para entender y contextualizar el fenómeno del “reventón seco” o “dryburst” en la 202
literatura anglosajona, debe tenerse en cuenta el efecto de la precipitación sobre los flujos de 203
aire de este tipo de células. En las células convectivas tienen lugar fuertes corrientes verticales 204
de aire, y es frecuente encontrar movimientos descendentes o “downburst” que den lugar a 205
frentes de rachas en superficie, (WAKIMOTO, 1983) cuyo esquema conceptual se muestra en 206
la figura 9. En estos fenómenos la precipitación no siempre llega al suelo, ya que se puede 207
evaporar antes, como sucedió en el caso de la célula convectiva que pasó más cerca del 208
incendio, que no dejó registro ninguno de precipitación y que presentaba ecos radar de 209
precipitación en altura pero no en capas bajas. Es así que se distinguen dos tipos de 210
descendentes o reventones, secos o “dryburst” y húmedos o “wetburst”. En los “dryburst”, 211
más habituales de zonas áridas, los movimientos descendentes del aire se ven intensificados 212
por la presencia de capas secas en niveles medios, como las que muy probablemente estaban 213
presentes en nuestro caso. Al atravesar capas secas la precipitación se evapora, absorbiendo 214
calor para la transición de fase y enfriando así el aire a su alrededor, haciéndolo más denso y 215
reforzando el movimiento descendente. En nuestro caso este hecho, la menor temperatura de 216
la burbuja de aire descendente, es incluso observable en el ligero descenso de temperatura de 217
la parte izquierda de la gráfica de la figura 7, que precedió al episodio de fuertes vientos. Con 218
todo esto, la conclusión más razonable es que un `dryburst”, es decir, una descendente 219
TEMPERATURA Y HUMEDAD EN EL VÉRTICE SAN ESTEBAN DURANTE LA TARDE DEL INCENDIO
0
10
20
30
40
50
60
70
12:0
3
17:3
0
17:3
0
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1
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1
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2
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3
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4
17:5
6
19:3
6
20:2
6
20:5
5
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5
20:5
6
21:1
3
HORA LOCAL
TE
MP
ER
AT
UR
A(º
C)
0
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100
HU
ME
DA
D (
%)
TEMPERATURA HUMEDAD
DIRECCIÓN Y FUERZA DEL VIENTO EN EL VÉRTICE SAN EST EBANLA TARDE DEL INCENDIO
05/08/2008
0
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100
150
200
250
300
350
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4
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4
18:1
6
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6
20:2
5
20:2
6
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5
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5
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3HORA LOCAL
DIR
EC
CIÓ
N (
º)
0
5
10
15
20
25
30
35
40
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VE
LOC
IDA
D (
Km
/h)
DIR_VIENTO VEL_VIENTO
7/4
reforzada por la evaporación de la lluvia al atravesar las capas secas, fue la causa del episodio 220
de viento tan notable. 221
Figura 9. Esquema de un frente de rachas, imagen PPI de velocidad radial radar a las 1743 h. l. mostrando ecos de la nube 222 de humo, e imagen radar de 20:00 h. l. mostrando precipitaciones del final de la tarde. En la imagen de velocidad radial 223 colores fríos corresponde a velocidades radiales hacia el radomo (centro del círculo negro). Fuente: AEMET y Wakimoto. 224 225
En cuanto a la súbita extensión en dirección oeste de la masa de aire caliente generada 226
en el incendio que se observa en las imágenes de satélite de la figura 9, y que podría ser 227
interpretada como una succión de aire desde la línea de tormentas al W del incendio (ver traza 228
de rayos en la figura 5), hay que considerar los efectos de señales demasiado intensas sobre el 229
sensor del satélite. Debe tenerse en cuenta por un lado que en el canal 3.9 del MSG altas 230
temperaturas a escala subpixel son capaces de saturar completamente el sensor, y por otro que 231
el barrido de MSG es de E a W, por lo que una cierta cantidad de píxeles pueden quedar 232
también afectados en esta dirección por falta de recuperación de la sensibilidad del sensor. 233
Patrones idénticos se han observado en otros incendios como Portugal 2003 ó Canarias 2007 234
y contribuyen a reforzar esta idea. Así, esta señal no debe achacarse a fortísimos vientos hacia 235
el W, sino a características del propio incendio, muy probablemente su energía calorífica, lo 236
cual es acorde con el aumento de la potencia del fuego y con la dirección de propagación del 237
incendio que más tarde se detalla. En la imagen (figura 8) del canal infrarrojo 10.8 del MSG, 238
canal que no se satura con tanta facilidad y que, aunque en menor medida, también recoge la 239
contribución térmica del fuego, observamos como las dimensiones del incendio son más 240
reducidas y concordantes con la realidad. Corroboran el movimiento de la nube de humo en 241
dirección N-NW observada en el incendio (y no en dirección W como indicaría la imagen del 242
satélite en el canal 3.9), o las imágenes radar de velocidad radial (figura 9) que mostraban 243
velocidades de unos 40-45 Km./h. para los ecos de las partículas de la nube de humo y que 244
dan una buena señal en el radar. 245
246
A partir de las 20 horas la actividad tormentosa pasó a ser un elemento favorable. En la 247
figura 9 se muestra una imagen de radar en la que observamos el desarrollo de un tren 248
convectivo que alcanza por el suroeste la zona del incendio conjuntamente con las tormentas 249
que se desplazan desde el oeste. El paso de estas tormentas generó una precipitación de entre 250
4 y 12 litros (según zonas del incendio), pero supuso también un cambio en la intensidad y 251
dirección del viento (40 km/h y componente N-NW, esto es, casi opuestos al viento 252
dominante hasta entonces), atribuibles en este caso a las circulaciones propias del paso de una 253
línea de tormenta con trayectoria oeste-este. 254
255
3. Descripción del desarrollo del incendio y análisis del comportamiento del fuego. 256
257
8/4
El incendio de Zuera durante el día 5 de agosto de 2008 puede dividirse en varias fases 258
en función de los factores dominantes en cada momento y del comportamiento del fuego: 259
260
El incendio se originó a las 14:50 horas tras la colisión e ignición de un vehículo contra 261
un pino situado junto a una carretera de estos montes. El vehículo en llamas, el riesgo del 262
tráfico en la vía y la atención a los heridos dificultaron la extinción desde el inicio. De esta 263
forma el enorme calor de combustión del vehículo y la disponibilidad de combustible con 264
muy baja humedad junto a este punto propició que el fuego inicial consolidara y derivara 265
rápidamente a un incendio activo de copas, alimentado ya desde el inicio por el viento genral 266
en la zona, del E-SE. En esta primera parte de desarrollo del incendio se consideran como 267
factores explicativos del comportamiento del fuego el viento local y la enorme disponibilidad 268
de combustible con muy baja humedad (“fase 1”, incendio de viento: 14:50 a 15:30). 269
270
Este mismo viento en superficie (alineado con las primeras laderas y vales afectadas), y 271
sobre todo el tipo, cantidad y humedad del combustible afectado desde el inicio mantuvieron 272
el fuego activo de copas, que rápidamente derivó a un incendio convectivo de gran dificultad 273
de extinción (“fase 2 del incendio: 15:30 a 17:00). En este fenómeno hay que considerar como 274
factor determinante la existencia de vales de dirección SE-NW que posibilitan, por un lado, 275
que el fuego encuentre disponibilidad topográfica para canalizarse por estas vales, y por otro 276
lado y como hecho más remarcable, que el incendio disponga de aportes de aire limpio desde 277
zonas de cola, con el viento local de SE, para proporcionar oxígeno y alimentar la intensísima 278
combustión en estas mismas vales (figura 10). Este hecho es observable en el giro o rotación 279
del incendio hacia el S debido a avances mayores del flanco izquierdo, que se encuentra a 280
menor cota y por donde tiene lugar la succión-convección de aire limpio, que del frente y 281
flanco derecho, donde el viento local aporta aire “sucio” desde la cola . 282
283
Figura 10: Croquis de flujos de aire rico y pobre en Oxigeno, MDT con isocronas de avance del incendio y pirocúmulo.. 284
285
Como consecuencia además del mayor avance del flanco izquierdo se produce una 286
continua conversión de flanco en cabeza, aumentando el perímetro y superficie en combustión 287
y reforzando más el proceso convectivo. En esta fase también destacables los avances del 288
incendio por focos secundarios de rápida consolidación y la generación de una potente 289
columna convectiva con giro “antihorario” y con formación de pirocúmulo. 290
291
Hacia las 17:00 horas, casi coincidiendo con el momento en que el incendio corona la 292
divisoria de Vértice San Esteban y comienza a progresar por el Sector Norte, el incendio 293
comienza a variar su comportamiento claramente convectivo. El “drybust” descrito produce 294
una aceleración de los vientos en superficie y una depresión de la masa de aire situada sobre 295
el incendio, que da como resultado la inclinación de la columna de humo en dirección NW 296
durante varios kilómetros de su recorrido. Como resultado de este proceso se produce una 297
V 15:15 Entrada
aire limpio por vales
E-SE Aire socio, sin aporte
de O2
V 16:15
9/4
reacción explosiva en el comportamiento del fuego: la velocidad de avance del incendio 298
aumenta considerablemente por la desecación acelerada del combustible, por el continuo 299
lanzamiento de focos secundarios de rápida consolidación sobre los rastrojos de las 300
numerosas vales cultivadas, o por el rápido recorrido del fuego por las divisorias que, en el 301
Sector Norte, son más numerosas y ramificadas. En esta fase 3, asimilable a un incendio de 302
viento con gran influencia del proceso convectivo, se produce un incremento de la velocidad 303
de propagación, que llega hasta 90-100 m/min durante más de 1 hora (tabla 3), y una nueva 304
rotación del avance del frente, en este caso por la propagación del incendio por crestas de 305
orientación S a N, SE a NW y SW a NE (el incendio atraviesa así las vales por su parte alta y 306
deja en las zonas bajas de vaguadas superficies sin quemar o con combustión incompleta). 307
308
Cuando el fuego ya ha alcanzado las zonas cultivables que rodean Castejón de 309
Valdejasa se comienza a apreciar el paso y descarga del tren convectivo en dirección SW-NE 310
(fase 4: incendio de viento: 19:00-19:30 a 20:30). La columna de humo comienza a levantarse 311
y se invierte la dirección del viento en superficie, apreciándose un notable incremento de su 312
velocidad en dirección NW (hasta 40-50 km/h). Este factor reactiva el flanco derecho, donde 313
se observan propagaciones virulentas y una abundante emisión de focos secundarios, situados 314
en algunos casos a más de 600 metros de distancia del perímetro activo. La tormenta genera 315
además precipitación dispersa y desigual en la zona que amortigua de forma significativa el 316
avance del fuego, especialmente en el Sector Norte donde la mayor descarga de precipitación 317
contribuyó al proceso de extinción y posibilitó la estabilización del perímetro durante las 318
horas nocturnas, permitiendo el trabajo de control y liquidación del perímetro “activo” y de 319
los numerosos puntos calientes situados fuera del mismo durante los días 6 al 8 de agosto 320
(incendio controlado en todo su perímetro) y 8 al 15 de agosto (extinción). 321
322
HORA t desde inicio (minutos)
t tramo (minutos)
Superficie acumulada (Has)
Superficie en el tramo (Has)
Perímetro acumulado (m)
Carrera máxima tramo (m)
V media carrera máxima tramo (m/min)
V media carrera máxima tramo (Ha/min)
15:15 20 20 1,96 1,96 675,00 300 15 0,10 16:20 85 65 23,49 21,53 2454,00 840 13 0,33 16:40 105 20 76,84 53,35 4457,00 920 46 2,67 16:55 120 15 124,51 47,67 5612,00 506 34 3,18 17:00 125 5 192,78 68,27 6883,00 590 118 13,65 18:05 190 65 720,75 527,97 13962,00 3060 47 8,12 18:40 225 35 1849,24 1128,49 21706,00 3730 107 32,24 20:00 305 80 2330,29 481,05 37942,00 1044 13 6,01 22:00 425 120 2460,00 129,71 45440,00 1090 9 1,08 Final - - 2513,60 53,60 51018,00 - - -
Tabla 3: Resumen de superficies, perímetros y velocidades de propagación de las fases descritas. 323
324
4. Conclusiones 325
326
La causa más probable del aumento súbito del viento y del comportamiento explosivo 327
del incendio de Zuera entre las 17:00 y las 19:00 fue un “reventón seco” o “dryburst”. Si hay 328
convección profunda en las cercanías, aunque no sea muy llamativa (con o sin rayos) y capas 329
secas en el sondeo aerológico, una bajada de temperatura puede ser síntoma de un inminente y 330
brusco cambio de las condiciones de viento y de cambios en el comportamiento del fuego. 331
332
10/4
Bajo el cuadro de condiciones típicas de intrusiones de masas de aire cálido desde el 333
Norte de África, con bajas térmicas en la Depresión del Ebro y generación de células 334
convectivas con movimiento general de SW a NE, podrían ser esperables, al menos en 335
Aragón y regiones limítrofes, más repeticiones del proceso vivido en Zuera. 336
337
El incendio de Zuera tuvo una fase claramente dominada por la convección, que sólo se 338
rompió o se vio acelerada por la influencia del viento originado por el “dryburst”. Se puede 339
afirmar por tanto que en la península ibérica, y en contra de lo afirmado en algunas ocasiones, 340
sí se dan condiciones para incendios convectivos. 341
342
Un patrón como el mostrado en las imágenes del canal 3.9 del MSG no es evidencia de 343
fuertes vientos en dirección W. Esto puede descartarse usando el canal 10.8. y, si la nube de 344
humo tiene desarrollo como para utilizar el radar, imágenes de velocidad radial del viento. 345
346
La interpretación de imágenes tomadas en el incendio y referenciadas temporalmente 347
constituye una ayuda insustituible para el estudio del comportamiento del fuego en cada una 348
de sus fases. En este mismo sentido se enmarca la reconstrucción de isocronas del incendio. 349
350
5. Agradecimientos: 351
352
Todo el personal participante en el operativo de extinción del incendio de Zuera de agosto de 353
2008 y especialmente técnicos y Agentes para la Protección de la Naturaleza del 354
Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón. Miguel Ángel Lázaro 355
(SODEMASA), Ignacio Alastuey (SODEMASA), CENAD San Gregorio, José María 356
Sánchez-Laulhé (AEMET) y José Prieto (EUMETSAT). 357
358
6. Bibliografía: 359
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