8
www.lahora.com.ec Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015 5 NOVEDADES. ‘Monotercio’: bitá- cora de tres artis- tas en ciernes. >> 4 CINE. ‘The Sear- chers’, la epopeya cowboy de 1956. >> 8 904 FOTO: JAVIER PARRA ‘Eso de las etiquetas me molesta’ El poeta quiteño Juan Secaira presenta un libro tan violento como tierno.

Artes & Cultura 8 febrero 2015

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Artes & Cultura 8 febrero 2015

Citation preview

Page 1: Artes & Cultura 8 febrero 2015

www.lahora.com.ec

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 20158

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

5

NOVEDADES. ‘Monotercio’: bitá-cora de tres artis-tas en ciernes. >> 4

CINE. ‘The Sear-chers’, la epopeya cowboy de 1956.

>> 8

Nº 904

foto

: JAV

IER

PARR

A

bambalinas

‘Eso de las etiquetas me molesta’El poeta quiteño Juan Secaira presenta un librotan violento como tierno.

I

REcomEndAdos

Un domingo de película arranca hoy en la tarde. A partir de las 18:00 se proyecta ‘Sueños de libertad’, considerada como una de las mejores historias del cine. La cinta, protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman, trata la vida de un ban-quero acusado injustamente de la muerte de su esposa. Una cárcel de máxima seguridad será el espacio que despertará el ingenio de este singular reo.Después, a las 21:00, está el romance que encarna Meryl Streep con Clint Eastwood, quienes dan vida a una fugaz historia de amor entre un ama de casa y un fotógrafo en ‘Los puentes de Madison’. Tras el cruce, la vida de ambos cambiará por completo gracias a la pasión que se enciende.Y, para quienes deseen desvelarse y desafiar al lunes, pueden mirar ‘Atracción fatal’ (foto), protagonizada por Michael Douglas y Glenn Close. La historia de un hombre casado que se enreda con una mujer sin sospechar la serie de problemas que acarrea su desliz.Los tres filmes se exhiben por TCM (canal de televisión por cable).

PARA dEsVElARsE

El famoso cantautor Bob Dylan no escapa a la tentación de rendir tributo y versionar las canciones de quienes admira. Esta vez el ícono del folk toma 10 temas que interpretara Frank Sinatra.Se trata de ‘Shadows in the night’, donde aparecen canciones como ‘I’m a fool to want you’, ‘Stay with me’, ‘Where are you?’, entre otras.La crítica ha empezado a mirar sobre el hombro a esta propuesta: sin descalifi-carla, la va ignorando. Y si bien no es lo mejor de Dylan, se puede escuchar a una voz entregada que va en armonía a los arreglos musicales.

[email protected]

VERsIonAndo A sInAtRA

RICARDO SEGREDA • Encomiable. Cinemark está presentando una serie sobre cine clá-sico de Hollywood que incluye la epopeya cowboy de 1956 ‘The Searchers’. Si uno no ha visto ‘The Searchers’, que en el mercado latinoamericano era conocida como ‘Más corazón que odio,” esta es una gran oportunidad de ver en la pantalla grande lo que muchos consideran una de las más grandes películas de todos los tiempos.

Sin embargo, como ‘Vértigo’, el clásico de Alfred Hitchcock, también considera-da como una obra maestra, al inicio ‘The Searchers’ fue considerada como nada más que un entretenimiento bien hecho, pero superficial. Además, el género del cowboy provocó mucho debate durante la revolu-ción cultural y política de los años 60.

Y en este sentido, ‘The Searchers’, dirigida por el maestro de este género, John Ford, es especialmente vulnerable a la acusación de ser una glorificación del destino manifiesto y el genocidio caucá-sico contra los indígenas del hemisferio occidental. Que el actor principal, John Wayne, era famoso por sus conservado-ras opiniones políticas solo intensifica la controversia.

La narrativa trata de una familia de pioneros que es masacrada por una banda de indios, con la hija menor secuestrada. El tío de la hija, un veterano de guerra, se embarca en una búsqueda obsesiva para rescatarla y vengarse de los indios. Está acompañado por el hermano de la sobri-na, que fue adoptado por la familia, y que tiene sangre india a través de su abuelos.

El último elemento de la historia, de

una novela de Alan LeMay, es uno de los muchos factores en la película que com-plica lo que de otro modo sería un melodrama racista. El soldado veterano, Ethan, se resiente de su ‘sobrino’, Martin, pero también ne-cesita su ayuda. Cuando Ethan y Martin se encuentran con el líder de la banda de los indios, Cicatriz, se enteran de que el jefe tiene sus motivos para su propia venganza: el asesinato de sus hijos.

De hecho, lo que emerge como un tema central en ‘The Searchers’ es la supervivencia de sentimien-tos humanos en medio de todo el dolor, la crueldad y la injusticia de la existencia.

Al principio de la película, Ford ofre-ce la sugerencia de que Ethan y la esposa de su hermano comparten un amor apa-

sionado, pero no consumado. Así que, cuando su hermano y su cuñada son ase-sinados, la búsqueda de la sobrina está imbuida de dimensiones de culpa y re-mordimiento. Pero con una ironía cruel, cuando Martin y Ethan finalmente la en-cuentran, ella les informa que se ha con-vertido en india y rechaza el rescate por su tío y su hermano adoptivo. De hecho, dice que los odia.

La historia paralela sobre Martin y su novia, a quien él tiene que abandonar por años mientras intenta rescatar a su hermana, realza este tema del estrés y el amor. Su relación también tiene que expe-rimentar pruebas y desafíos en un mundo brutal, donde nada está garantizado.

John Ford es considerado por muchos como el mejor representante de un estilo clásico del cine. Muchas de sus compo-siciones visuales son comparables a las

de los maestros expresionistas de pintura como Renoir y Seurat. Esto no solo es con respecto a su belleza, sino en su énfasis en los seres hu-manos en su relación con su entor-no físico.

La conclusión de la película es una de las más conmovedoras en la historia del cine. Aun Jean-Luc Go-dard, un cineasta asociado con la estética izquierdista, aun marxista, admitió que a pesar de su oposición a la política de Wayne, esta lo afec-

tó emocionalmente. De hecho, Godard la comparó con el reencuentro de Ulises con Telémaco en la ‘Odisea’ de Homero.

[email protected]

Una odisea de obsesión

La última encuesta de la revista ‘Sight & Sound’ en busca de las mejores películas de todos los tiem-pos, ‘The Searchers’ resul-tó la número 12 según los críti-cos de todo el mundo.

El Dato

País: EE. UU. año: 1956DirEctor: John FordGuion: Frank S. Nugent, de la novela de Alan LeMayrEParto: John Wayne, Jeffrey Hunter, Natalie WoodtiEmPo: 120 minutos calificación: ****

‘the searchers’

Page 2: Artes & Cultura 8 febrero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

2 Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015 7memoria coloquioI I

cARtAGEnA (colomBIA), EfE • Viajero incansa-ble, curioso errante e investigador de vie-jas y nuevas culturas, el Nobel francés de Literatura Jean-Marie Gustave Le Clézio aseguró en el Hay Festival de Cartagena de Indias que la literatura no es más que “una sopa espesa” cuyos ingredientes son las memorias propias y ajenas.

Le Clézio, la estrella del tradicional evento de la ciudad del Caribe colombia-no, participó en un coloquio junto al escri-tor mexicano Juan Villoro, en el que am-bos desglosaron la vida y obra del Nobel ante un público entregado que no cesó de interrumpir con aplausos en el mítico Teatro Adolfo Mejía.

“La literatura de Clézio está hecha de iti-nerarios”, advirtió Villoro cuando presentó al invitado de honor, para agregar que “ha hecho suyo el cometido de criticar lo propio para conocer lo diverso” y asegurar que es el artífice del “pensamiento interrumpido”.

Le Clézio dijo que “la imaginación está hecha de pedazos errantes y la tarea del escritor es agarrarlos, hacer memoria propia o de otros, usar esos momentos que no están colocados al tiempo y darles una especie de significación o evolución”.

La literatura, explicó, es “un oficio de trabajo manual, de transformar memo-rias, pedazos, ruidos, sentimientos, sen-saciones, de hacer sopas espesas. La tarea del escritor es usar esos elementos”.

creador de novelas únicasEsta concepción de la vida ha llevado a Le Clézio a crear novelas únicas, por las que ganó en 2008 el Nobel, un reconoci-miento que incluye experiencias, espiri-tualidad y sabiduría en torno a culturas prehispánicas de Latinoamérica o conflictos africanos.

Las enciclopedias de la bibliote-ca de su abuela en Niza le abrieron los ojos al mundo exterior cuando era niño y vivía en una Francia ase-diada por la Segunda Guerra Mun-dial, contó Le Clézio.

Allí leyó sobre la cultura pre-hispánica mexicana. Su curiosidad por la conquista violenta le llevó años después a vivir en Ciudad de México, donde se hizo cargo de la biblioteca del Instituto Fran-cés. “En vez de trabajar me dediqué a leer todos los libros”, dijo ante las ovaciones del público.

Y es que Le Clézio ha plasmado en su li-teratura una realidad que, según el propio

Villoro, sorprende a los propios mexicanos.Entre otros periplos latinoamericanos

contó el viaje que hizo con un curandero desde Panamá a Colombia a través del ta-pón del Darién, caminaron por la selva, cru-zaron la frontera sin papeles con el único objetivo de que su acompañante comprara “recetas de plantas y oraciones para curar a la gente”.

“Un viaje muy conmovedor”, recordó Le Clézio, al lamentar que exista la creen-

cia, especialmente en Occidente, de que los indígenas son mundos des-aparecidos: “las poblaciones están vivas, las culturas se han transmi-tido”, insistió.

No obstante, dejó claro que “hay que deshacer el mito de que los in-dígenas antiguos fueron una socie-dad perfecta” porque eran comuni-

dades de servidumbre, desde los aztecas a los incas.

Pero sí valoró que “eran sociedades muy desarrolladas” en términos de lo que hoy se entiende por modernidad: “respetaban la naturaleza, no cortaban una flor sin orar o pedir perdón, mante-nían el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano”.

“Las comunidades que hoy sobreviven practican ese equilibrio, hay que respe-tar eso; pero no son sociedades perfectas todavía, a veces son violentas”, dijo, para advertir que también “son víctimas de la sociedad moderna”.

las memoriasLe Clézio habló de África, donde su pa-dre vivió; de su abuela, de su madre y de su esposa, mujeres de las que ha extraído memorias que han quedado plasmadas en sus libros, en esas “sopas espesas”.

Pero algunos viajes, como el que trans-currió por Panamá y Colombia, “no han resultado en libros sino en la formación de mi alma, han sido importantes para inventar mi propia persona”, puntualizó.

“Cuando escribo no me decido a hacerlo sobre países o viajes, lo que me gusta es in-ventar utilizando la memoria de otros, cons-truyendo elementos de memoria”, afirmó.

Puso como ejemplo cuando pensó en escribir sobre la guerra de Biafra (Nige-ria), pero terminó haciendo una novela sobre el reencuentro con su padre, quien había vivido en 1968 aquella tragedia.

En la obra de Le Clézio “hay momentos duros de guerra e injusticias, pero tam-

bién entrañables de resistencia humana y esperanza”, le apuntó Villoro durante el coloquio.

A lo que el novelista respondió: “la lite-ratura es un mundo muy especial porque hay cosas extraordinarias, la historia del mundo está llena de grandes crímenes, guerras, pero también de microhistorias”.

Son esas microhistorias las que marcan la diferencia en la obra de Le Clézio, para quien “la literatura ofrece una nueva vía a la realidad, una forma de realidad que no tiene nada que ver con la que nuestros ojos ven”.

Le Clézio, de 74 años, es autor de unas 40 obras, como ‘Desierto’, ‘Tempestad’, ‘El pez dorado’ y “El africano”.

El Dato

fragmento de ‘El pez dorado’

° “No tenía la menor idea de lo que me ocurría. Más tarde comprendí lo que había ocurrido. La Policía me había seguido y me había tendido una trampa. Me habían buscado por todas las tiendas en las que había robado. Comparecí ante un juez de menores, un hombre tranquilo que hablaba muy bajo como para entender lo que me decía. Como decía que sí a todas sus preguntas le parecí sumisa. Pero también quería preguntarme sobre el fondouq, sobre lo que hacían Madame Jamila y las princesas. Y como no respondía a nada, encolerizaba aunque con suavidad. Solo rompió el lápiz que giraba en torno a sus dedos, mirándome, como si quisiera hacerme comprender que a mí tam-bién me podría romper con un solo gesto”.

La literatura, una ‘sopa espesa’ de memorias lE clézIo

cerramos Europa a África, a oriente, a América latina: la frontera schengen no parece buena. debería suprimirse”.

GERMÁN RODAS CHAVES • Hace po-cos días el científico ecuatoriano Rodrigo Fierro Benítez fue desig-nado como Profesor Emérito de la Universidad Andina Simón Bolí-var; con tal oportunidad, además, se puso en circulación su tercer volumen de ‘Espacio de la Memo-ria’, publicación que nos permitirá conocer su autobiografía –esa mi-rada personal introspectiva frente al tiempo– que el país debe dimen-sionar como un aporte trascen-dente, no solo porque nos permite aproximarnos en el mundo de un personaje fuera de lo común, sino porque podemos repasar hitos de relevancia ocurridos en las últimas décadas, en cuyo entorno el pensa-miento y la palabra de Fierro han estado presentes para advertir las realidades circundantes.

De allí que si bien este nue-vo volumen nos acerca a la vida de Rodrigo Fierro, nos pone, al propio tiempo, de cara a las reflexiones sobre el rol de la ciencia, de los aca-démicos y de los intelectuales

en el contexto de nuestra realidad, tanto más que su quehacer no puede estar aislado de un arque-tipo histórico social en pleno mo-vimiento, pues constituye, por el contrario, un eslabón que nos con-fronta con la realidad cambiante, esa realidad que inclusive puede modificar nuestras propias mira-das sobre el mundo.

El talentoso investigador Rodri-go Fierro Benítez inició su tránsito vital en Ambato, donde también comenzó los primeros aprendiza-jes. Los estudios universitarios de Medicina los efectuó en Quito.

Vendría a continuación su forma-ción académica en varios países eu-

ropeos. De estas nuevas instrucciones, su lar-ga estancia en Espa-

ña es fundamen-tal, no solo por

la dedicación académica del entonces

joven estu-diante de Medi-cina, sino porque

tuvo el privilegio de tener como su preceptor, entre otros, a uno de los personajes formidables de la ciencia y del pensamiento, como fue el cien-tífico español Gregorio Marañón.

Preocupado Marañón de la nu-trición y del rol de las glándulas en este proceso y de lo que él llamaba ‘el rol de fuelle de la tiroides’, de seguro Rodrigo Fierro advirtió su predisposición académica frente a estas temáticas e investigacio-nes. Por ese complejo tramado, que fuera alentado por la escuela médica que fundara Marañón, dis-currió desde entonces Fierro para convertirse en el investigador, en nuestro medio y de nuestra región, sobre los mismos temas que desve-laron al sabio español. Esta deter-minación científica y académica, a no dudarlo, tuvo además la huella de confrontar con la situación la-mentable que vivía nuestro país debido a la presencia de enferme-dades inadecuadamente compren-didas y tratadas, a causa del olvido de nuestros pueblos alto-andinos.

Al Maestro pude conocerle en las aulas universitarias. Los cami-nos que nos depara la vida me lle-varon por otros derroteros y volví a reencontrarlo en la Universidad Andina Simón Bolívar hace algo más de dos décadas. Han sido des-de entonces los tiempos del desa-rrollo del Taller de Historia de la Salud -fundado por ese otro gran ecuatoriano que fue Plutarco Na-ranjo- cuyo espacio académico, hoy bajo mi responsabilidad, ha tenido desde su fundación al doctor Ro-drigo Fierro como su asesor y en cuyo entorno su voz y sus orien-taciones han contribuido con el quehacer de un núcleo que busca

dar cuenta de la historia del pensa-miento médico, una variable epis-temológica, para comprender, en los diferentes periodos, los diversos procesos de la historia ecuatoriana.

Desde estas líneas mi homenaje a uno de los ecuatorianos más im-portantes del país.

[email protected]

HIstoRIA. Franco visita a soldados heridos en África en 1924. El Libro de Pedro Herrasti describe al por entonces capitán como "la antítesis de los héroes de película". / EFE

PERsonAlIdAd. Rodrigo Fierro Benítez, por su gran labor científica, se ha convertido en una de las figuras más importantes del Ecuador.

Un académico de nuestro tiempo

EL PAÍS, ESPAÑA • “El fin más probable de aquel capitán era una tumba en cualquier cementerio bajo el sol ardiente de Marruecos”. No resulta muy acertado el juicio que el ficticio segundo teniente de caballería Jorge Blanco hace inicialmente de su superior en la guerra de África, dado que este es nada menos que… Francisco Franco.

El futuro dictador aparece como un secundario de lujo (!) de las aventuras que vive Blanco en la serie de novelas históricas que el escritor y periodista Pedro Herrasti (Ma-drid, 1964) ha iniciado con un primer título que, por aque-llo del gancho, se titula ‘Capitán Franco’ (Edhasa, 2014).

La primera entrega de la serie (con una elocuente porta-da del pintor Ferrer Dalmau), que tiene previsto llevarnos más adelante a Annual, Alhucemas, el Alcázar de Toledo o Krasny Bor, transcurre en buena parte en Marruecos en 1916 y se mueve entre la novela histórica, la de aventuras y el thriller, con una trama de guerra y espionaje y algunos tintes de comedia.

Franco, a la sazón un joven capitán de Regulares “de voz atiplada”, es presentado desde la mirada de su camarada Blanco, que traza un retrato más bien poco halagüeño. A di-ferencia del general, “maduro y fondón” de la Guerra Civil o del anciano dictador, escribe Blanco (la novela está narrada en primera persona y en flashback por el personaje, en for-ma de supuestas memorias), “el hombre que yo conocí era un joven de 24 años, poco agraciado, bajo e increíblemente delgado; en definitiva, se mirase como se mirase, la antítesis de los héroes de las películas”.

Estudio a fondoHerrasti se ha documentado a fondo, con detalles como que Franco aborrecía el arroz con leche. Está escribiendo la segun-da novela de la serie en la que aparecerán Dalí y Buñuel, entre otros. Y en la tercera planea que Blanco y Franco se encuen-tren en Annual. “Tengo hecha una planificación como la de ‘Star Wars’”, bromea. Reconoce que la presencia de Franco es un buen reclamo y subraya que la novela sirve para dar a conocer hechos y aspectos del personaje poco conocidos.

Del peligro de jugar literariamente con alguien como Franco dice que es bien consciente y que, en todo caso, el que el personaje sea visto a través de los ojos de Blanco le exime de bastantes responsabilidades.

“En esta primera entrega Franco es más soso que villano”, señala. “Nada en Franco, excepto su gran ambición, hacía pen-sar que fuera a llegar tan alto”, reflexiona. En realidad, resu-me, Franco hace un mal protagonista de novela, “y por eso lo he puesto de secundario”.

Francisco Franco: secundario de novela

Page 3: Artes & Cultura 8 febrero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015 promotores 36 biblioteca

composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre Ayoradiseño: M. Leonor Oviedo, Luis Alberto Aspiazu

VItRInA dE lIBRos

HIstoRIA constItucIonAlEnrique Ayala mora

Esta obra, en algunos sentidos pionera en nuestra literatura histórica y jurídica, reúne estudios especializados sobre historia constitucional del Ecuador y otros ámbitos del mundo. Está dirigida al público interesado en la vida de la nación y la democracia. Dividida en cuatro partes, el editor, Ayala Mora, propone una obra que se centra en el interés por historiar la evolución de muestro sistema constitucional, reu-niendo varios estudios especializados sobre el tema. UASB-CEN

lA BúsQuEdAfrancisco Espinosa o.

Se trata de una historia donde se narra las angustias y vicisitudes sufridas por un hombre que llega desde EE. UU. e Italia hasta Ecuador para encontrar a su padre, un sexa-genario ítaloamericano. Conocerá el desenlace de su progenitor, lo que le invade de ira y venganza, pero una serie de acciones hacen que en este periodo también aflore la calma. Armando un rompecabezas, donde el pasado es pieza clave, entenderá la figura que esconde su padre. CCE

los mÁs VEndIdos

ARGEntInA

° El puñal, Jorge fernández díaz (Planeta). ° Jasy. Trilogía del Perdón 1, florencia Bonelli (Suma).° Destroza este diario, Keri smith (Paidos). ° Buscando a Alaska, de John Green (Castillo). FUENTE: TEMATIkA.COM

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random). ° El principito, Antoine de saint Exupèry - (Art Books). ° La herencia, John Grisham (Pengüin Random). ° Agenda 2015 Aleida, Vladdo (Pengüin Random). FUENTE: LIBRERíA NACIONAL

colomBIA

EsPAñA

méxIco

° After (Serie After. Volumen 1), Anna todd (Planeta). ° El umbral de la eternidad, Ken follett (Plaza & Janés).° Milena o el fémur más bello del mundo, Jorge zepeda Patterson (Planeta). ° After. En mil pedazos (Serie After. Volumen 2), Anna todd (Planeta).FUENTE: LA CASA DEL LIBRO

° Los últimos días de nuestros padres, Joel dicker (Alfaguara). ° La música del silencio, Patrick Rothfuss (Plaza & Janés). ° Más allá del olvido, Patrick modiano (Alfaguara). ° The maze runner 2: Prueba de fuego, James dashner (Vergara y Rivas Editoras). FUENTE: LIBRERíA GANDHI.

° Testimonio de un Comandante, Ernesto González (Ernesto González Editor).° El libro Troll, El Rubius (Temas de Hoy).° Adulterio, Paulo coelho (Grijalbo).° Cincuenta sombras de Grey, E. l. James (Grijalbo).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Los 11 poderes del líder, Jorge Baldano (Conecta).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Cincuenta sombras de Grey, E. l. James (Grijalbo).° La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).FUENTE: MR. BOOkS

EcuAdoR

nota: listado de libros de ficción de EfE, excep-to Ecuador.

datos del autortonI montEsInos GIlBERt

° Crítico literario del diario La Razón y colaborador de la revista Clarín (Barcelona, 1972) es autor de dos novelas: ‘Solos en los bares de noche’ (2002 y 2013) y ‘Hildur’ (2009) y del volumen misceláneo ‘El gran impaciente. Suicidio literario y filosófico’ (2005). Ha publicado los libros de poesía ‘Labor de melancoho-lismo’ (2000) y ‘La ciudad gris’ (2001 y 2011), entre otros, además de reunir sus poemas y crónicas de viajes neoyorquinos en ‘Escenas de la catástrofe’ (2010). Sus ensayos sobre poesía y narrativa están reunidos en ‘Experiencia y memoria’ (2007) y ‘Desar-ticulación’ (2009), respectivamente. Con ‘La pasión incontenible. Éxito y rabia en la narrativa norteame-ricana’ (2013) ganó el XI Premio Internacional de Crítica Literaria Amado Alonso.

OSWALDO PAZ Y MIÑO J· • No es por cier-to la primera vez que escogemos un libro que puede ser tormentoso para unos, po-lémico y hasta pecaminoso para otros. El tema es atrevido, como el propio acto que invoca, es fascinante, misterioso y provo-cador. Hemos compartido, en esta revista, los siguientes títulos dado lo inagotable del tema: ‘Adiós, mundo cruel’, de Alicia Misrahi; ‘Suicidios ejemplares’, de En-rique Vila Matas; ‘Mi suicidio’, de Henri Roorda; ‘El arte del suicidio’, de Ron M. Brown; y ‘Biathanatos’, la estupenda obra de John Donne.

“Ser es estar atrapado”, espetó Emil Cioran en uno de sus discursos. El sui-cida rompe los cercos que le atormentan y se lanza a la libertad eterna. Nada tan vital como matarse. Es un acto de ruptu-ra con la monotonía, con el dolor, con la melancolía. “El suicidio se consume o no, es un lenguaje. Ya no basta premeditar, pensar, sentir, es necesario obrar: tomar la decisión de morir y cumplirla”, dijo Antonio Gala.

‘Melancolía y suicidios literarios. De Aristóteles a Alejandra Pizarnik’, escrito por Toni Montesinos para que el debate no pare, hurga en la propia aniquilación en-focada desde una investigación que “bus-ca encontrar las puertas que comunican la reflexión y la creación literaria, filosófica y artística sobre el hecho de darse muer-te con las decisiones finales de los autores que llevaron su idea a término y la manera en que, en sus propias vidas, se convirtió en negro sobre blanco, por un lado y por el otro en una experiencia real. Todo desde la óptica de la melancolía, esa enfermedad del alma, esa dolencia psicológica, ese es-tado de ánimo, esa mera pose…”

El derecho a morir es capital como el derecho a vivir o el derecho a amar. Convocar a la muerte di-rectamente, para resolverse el final de la vida, en autohomicidio, es el último acto de lectura y el más osa-do: “Los hombres contemplativos y amantes de los libros deben nece-sariamente ser más peleadores que los demás, pues no arguyen sobre hechos, ni pueden decidir sus con-troversias por medio de determina-dos testigos o jueves. Pero en tanto se encaminen a la paz, es decir, a la verdad, no importa por qué camino lo hagan”. (Biathanatos pág. 30)

En las presentes páginas, la pareja Suicidio y Melancolía llegará a las puer-tas del siglo xx tras un largo noviazgo de siglos y siglos.

Los juzgadores absténganse, silencien primero sus conciencias y entérense. El temperamento melancólico hace al sui-cida víctima de la bilis negra-uno de los cuatro humores clásicos-lo cual, como sa-bemos desde Aristóteles, no le convierte necesariamente en un enfermo, pero si le condena a una cierta propensión que los modernos conocemos como depresión.

En la curiosidad, que prohibida para algunos puede ser leer sobre el suicidio, encontré, atado al asombro, en la tesis que hoy propongo, página 16, lo que para mi gusto es la definición de saudade, esa palabra maravillosa, que en Lisboa, tiene tan bellos tonos: “Tristeza en soledad, do-lor intenso”.

“Me paso el tiempo aconsejando el suicidio por escrito y desaconsejándolo de palabra. Es que, en el primer caso, se trata de una salida filosófica; y en el se-

Una lecturaatrevida

gundo de un ser de una voz, de una que-ja…” Atada queda la frase de E. M. Cioran a la palabra clave del tratado magnífico que he tamizado para vosotros hurgando entre las estanterías de varias librerías de nuestra ciudad.

[email protected]

I I

I

F

Siete artistas se transforman en huéspedes. Llegan a un espacio y conviven durante 72 horas. Ese tiempo es el momento para con-cebir una obra. Literatura, teatro, danza, artes visuales, sonoras… todas estas expre-siones empiezan a emerger en el Festival Encuentro Mínimas Residencias.

Esta propuesta, que se celebró en 2012, retoma sus actividades por estos días. El 5 de febrero fue inaugurado en la Asociación Humboldt y desde enton-ces los participantes han desarrollado su trabajo artístico. Su clausura será el 14 de febrero en el CDC La Tola, a las 20:00.

La iniciativa, de carácter de indepen-diente y multidisciplinaria, es organiza-da por el Colectivo Gatos en la Barriga y Ombligo del Mundo (sus directores son Esteban Donoso y Melissa Proaño), y cuenta con actividades como talleres, re-corridos y muestras al público.

Tal como explican los promotores del Festival, este “surge de la necesidad de apropiarse de un espacio cargado de significados, donde el artista se afecta y resignifica el espacio, los objetos y la his-toria del habitante que le acoge”.

dinámicaDenise Neira Vieira, una de las productoras del Mínima Residencias, señala que el Fes-tival puede definirse como “un encuentro multidisciplinario, donde varios espacios habitados reciben a un artista, convirtiendo las casas en un dispositivo de creación”.

Por supuesto que no solo el lugar se torna trascendente. En esa atmósfera vi-ven otras personas con las que los invita-dos se involucran. “Mira, mi casa es una residencia. Allí Francisco Bedoya (artista participante) quiere encerrarse y en tres días escribir más de 10 textos. Tendrá que lidiar conmigo, mi hermana y mi pe-queño”, comparte la productora.

A la casa de Denise se suman el Boca-bierta y la vivienda de Esteban Donoso (en Iñaquito); así como El Café 75, el Hos-tal Margarita 2 y los domicilios de Kléver Canga y Raúl Arias (La Tola).

En la pasada edición se efectuó el En-cuentro más en galerías y restaurantes, cuenta Denise, quien indica que la idea en esta ocasión es “desenvolverse en un espacio más familiar”.

PerspectivasPara el artista ecuatoriano Edison Cáce-res Coro, quien participa en el Encuentro,

Artistas InvitadosEdición 2015

Artistas ParticipantesEdición 2015

Barrio iñaquito° Unidad Pelota Cuadrada° Colectivo Artístico Mitómana

Barrios El DoraDo-la tola° Cedex - Centro Experimental de Artes Escénicas° María Heller (música y bailarina)

Barrio iñaquito

° Francisco Bedoya (Teatro y Literatura)

° Mauricio Pantoja (Samadhi Teatro)

° Pablo Molina (Músico)

Barrio El DoraDo-latola

° Edison Cáceres Coro (Artista multidisciplinar)

° Falco (Artista transdisicplinar)

° Fabián Patinho (Artista visual y dramaturgo)

° Ernesto Ortiz (Bailarín y coreógrafo)

taller° Dentro de las actividades del Festival está programado el taller ‘Cosmografía íntima para mínimas residencias’.

Carolina Váscones, bailarina, coreógrafa y docente, propone crear, inventar, imaginar, el organismo- cuerpo-casa-universo, como una geografía viva, en movimiento, híbrida y suma-mente, abierta, agujereada, llena de espacios.

La cita es en la Asociación Humboldt, de 10:00-12:30, el 10 y 11 de febrero. La entrada es gratuita y con previa inscripción (cupos limitados). Interesados comunicarse a: [email protected] (Foto: cortesía Mínimas Residencias)

ARtIstAs. Edison Cáceres y Denise Neira durante una entrevista, junto a una escalinata que da a El Dorado, uno de los sectores del Festival.

Mínimas Residencias, un espacio de convivencia

fEstIVAl

este tipo de actividades tiene por objetivo “el visibilizar las prácticas artísticas” que no siempre tienen cabida.

“Se trata de enriquecer los procesos multidisciplinarios, donde caben las expresiones que no son las tradicionales. En estos espacios apuestan por los pro-cesos experimentales”, asegura Edison.

Por otra parte, el artista cree que estas prácticas contribuyen a la formación de públicos. “Hay que pensar que la masificación

del arte es una utopía… Mis preocupacio-nes se centran en ir conformando redes. No necesariamente que quede el nombre

del artista, sino que la gente perci-ba que algo pasa y vaya tomando la posta. Creo en el crecimiento del arte como una espiral”, enfatiza.

Él presenta un trabajo expe-rimental a partir de los espacios agrietados que pueden tener las casas, así como los escombros o los sitios cerrados como chimeneas, para “sobrepasarlos” y desarro-llar un producto sonoro y visual,

Los próximos reco-rridos serán en El Dorado y La Tola el 13 de febrero, de 16:30 a 19:00, y el 14 de febrero a las 16:30. Para revisar programación com-pleta visitar: http://minimasresidencias.blogspot.com

tomE nota

el cual no se encasilla en el Festival sino que contribuye a sus procesos creativos en general. (DVD)

Page 4: Artes & Cultura 8 febrero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015 protagonistanovedades4 5I I

Una neuritis le declaró la guerra a Juan Secaira Velástegui. El escritor quiteño se ha perdido ‘batallas’ en las canchas de fútbol, entre las redes del vóley y en las piscinas: el dolor no le permite excederse físicamente.

Por suerte, la guerra de la palabra –que es mucho más fuerte- no la perdió. Se-caira, con papel y lápiz en mano, trabajó siempre en sus versos. Dice que ahora se dará un descanso, pero eso lo hace luego de presentar un nuevo poemario.

Se trata de ‘Ribera de cristal’, un libro tan violento como tierno. Sobre esta re-ciente obra, que fue publicada por Edi-ciones de Pandora (Tampa, EE. UU.), el poeta conversó con Revista Artes.

“Estoy enfermo también de poesía”, dice un verso de ‘Padre’, poema con que arranca el libro. ¿Para qué sanar de tremendo mal?La poesía es una construcción y una des-trucción del lenguaje. No se trata de caer en un artificio. Tengo un problema con las referencias, me gusta que no sean tan evi-dentes en los poemas; obviamente, las re-ferencias están, pero no me agrada eso de etiquetar. Muchos están esclavizados por la dictadura del conocimiento y en el en-casillar. No busco hacer un manual con el poemario. La gente se queda con el tema y no con el lenguaje. El que se encuentren con ‘Padre’, antes de cualquier prólogo, permite que el lector se acerque y vaya sacando sus conclusiones. A veces unas palabras preli-minares sesgan y te matan antes de vivir. Ni siquiera te dan tiempo para enfermarte.

En su poesía hay momentos de lucidez, otros de enfermedad, pero la mayoría rinden un tributo a la memoria. Esto da fortaleza a una visión que trata de realzar a lo que vendrá… Con este libro me arriesgué hasta en di-vidirlo en cuatro partes y estos periodos que señalas están presentes. Parto del origen, del padre, quien aparece de forma continua, y puede vérsele como el dador del lenguaje. Lo contrapongo con el hijo, quien aparece en la segunda parte. Y, efec-tivamente, hay esa idea de lo que va na-ciendo. Ahí es donde aparecen mis hijas,

que son mellizas, y por eso arranco las dos últimas partes con elementos como agua y fuego, algo con más calma y mayor ener-gía, pero curiosamente los dos elementos purifican.

¿considera que es su obra más madura hasta el momento?Me parece que aquí estoy más sólido, mucho más riguroso, aunque sin dejar lo vital: el azar. Hay en mí un deseo de inter-cambio, de una comunión con el lector. En los otros libros me escondía un poco, en este pienso que me ha servido para salir más de mí mismo.

¿cómo se camina por la ‘Ribera de cristal’?Imagina a un doctor que no puede curarle al hijo. Esa es la relación entre mi padre y yo, pero no lo pongo como un drama. La poesía trasciende a uno mismo. Muchas veces te leen y se hacen la idea de uno y cuando te conocen se dan cuenta que tu vida y obra es distinta: la poesía debe su-perarte. Pienso que en este camino apa-rece la alegría, pero también te demues-tra un fracaso, muy humano, que incluso puede llegar a ser reconfortante.

¿camina todavía por esa ‘ribera’?Sí, camino por esa ‘ribera’ que es muy fuerte, pero que a la vez se puede romper. El día a día de uno es duro: está la rehabi-litación y el buscar los recursos para los hijos. Pero eso sí, no me quejo. El papel de víctima es el peor. Además, si tuviera todo no me dedicaría a la poesía.

El poemario no trata sobre poesía mística, aunque los conceptos de dios y metafísica están presentes…De niño tenía una fe terrible. Era de los que por todo rezaba. Creía de una manera tenaz, después fui descreyendo. Ahora no tengo una religión, pero sí tengo una fe. La fe no es una debilidad, más debilidad hay en negarlo todo. No pienso en un dios que te da fórmulas para ser feliz. Pienso que negarle o decir que sí existe sería mucha vanidad. Hablo de un acompañamiento imaginario que te sostiene de la misma

manera que lo hace la poesía.

ud. escribe: “sobrevivir es contar los latidos mientras se finge una sonrisa”. ¿Por ahora sonríe?Sí, sonrío. Después de publicar el ‘Sujeto de ida’ anduve mal, todo se complicó, pero fui saliendo. Por suerte está mi familia: los hijos son como la poesía, ambos tienen un pulso vital.

también dice: “Escribir poesía para desha-cer la novela de otros cuentos”…Como decía, eso de las etiquetas me mo-lesta. El que estén diciendo que tu obra es coloquial, hermética, barroca, etc., llega en un momento a perder sentido, que quien te lee saque su cuento, ¿no? Ahí regreso a lo que te decía de evitar el prólogo porque muchas veces como que te limitan a la hora de enfrentarte con el libro.

¿Va a disfrutar de esta publicación o está trabajando en la siguiente?Con el ‘No es dicha’, con el ‘Sujeto de ida’

y con ‘Ribera de cristal’ pareciera que se dio una trilogía. En un corto tiempo se fueron publicando, lo que no quiere decir que se fueron escribiendo en esa medida, porque una cosa es escribir y otra publi-car. Siento que por ahora ya lo he dicho todo, no sé qué más decir. Me tomaré un tiempo para descansar, leer y después pensar en ir trabajando más poemas. No quiero sonar pretencioso, pero no quie-ro repetirme. Sería feo que consideren la obra de uno como una marca: imagina que digan ‘vean un poema de hospital’ y corran al Google y aparezca algo mío (ri-sas). Quiero desencontrarme. No se trata de estar relajado porque la búsqueda es intensa: solo busco ir alejándome de esta ‘Ribera de cristal’. (DVD)

[email protected]

Divisando la ‘Ribera de cristal’ JuAn

sEcAIRA

PoEtA. Durante la charla en un parque de La Mariscal, en Quito.

la poesía trasciende a uno

mismo”.

PERfIl

° Escritor ecuatoriano (Quito, 1971). Ha publicado el ensayo ‘Obsesiones urbanas’, sobre la obra narrativa de Humberto Salvador, y los poemarios ‘Construcción del vacío’, mención especial del Premio Ángel Miguel Pozanco; ‘No es dicha’, Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade y ‘Sujeto de ida’.

‘Monotercio’,

La exposición ‘Monotercio’ no se lee como una meta, más bien es un camino. Se tra-ta de una bitácora donde tres artistas en ciernes no solo presentan el producto fi-nal de sus trabajos, sino que exhiben el proceso ejecutado para alcanzarlo.

María Paula Betancourt, Alejandro Cajas y Miguel Ángel Murgueytio, artis-tas formados en la Universidad Católica del Ecuador, son los encargados de uni-ficar sus tres propuestas en una muestra donde la fotografía, la pintura, el video y la instalación convergen. Es decir, ese juego de palabras con el que dan título a su exhibición –‘mono’ y ‘tercio’ develando esa unidad proveniente de tres partes- resulta acertado.

El acierto también se evidencia en “la manera particular con que cada uno explora los recursos” que brinda el arte, tal como señala Alejandro Cajas, uno de los expositores. Esa búsqueda individual se vale de una serie de soportes y metodologías que per-miten abordar temas como la educación, la identidad y la memoria.

Dando la bienvenida en las salas expo-sitivas de La Casa de las Artes La Ronda, en Quito, está un mapa trazado por Paula Betancourt, el cual no se reduce a un plano de ubicación sino que se consolida en una cartografía de aprendizaje. Esto, dentro de su propuesta ‘Todo nos une: Encuentros cotidianos con las prácticas artísticas’.

Betancourt traslada sus inquietudes sobre el ‘yo’ y el ‘otro’ transpoladas a la distancia que existe entre el público y las prácticas artísticas. Desde un plano edu-cativo, la artista rescata el ‘aprenda ha-ciendo’ piagetiano para enseñar su pro-ceso de trabajo donde los transeúntes del Parque El Ejido elaboran máscaras, pin-

tan telas y comparten sus perspectivas.Por su parte, Cajas acude a la fotografía

para reflexionar acerca del retrato –desde un punto de vista técnico-, hasta cavilar acerca de conceptos más complejos como el de identidad.

Con su ‘Pronunciación de un mirar musical’ realiza un recorrido gráfico por figuras populares de la música. La idea está en un juego donde el reflejo se torna protagonista pues los fotografiados ex-

presan el cómo se miran y el público tiene la oportunidad de dialogar y sentenciar qué es lo que miran. Así, la lente se transforma en un canal para indagar sobre temas identita-rios.

Por último, Miguel Ángel Mur-gueytio apela a la memoria para contraponer la historia oficial con la historia familiar, aquella que día a día se forja sin que los políticos

se enteren de qué es lo que sucede en las cuatro paredes de un hogar.

Apoyado en el video, utiliza varios do-cumentos de una familia para contrastar la historia de Ecuador con esos momentos particulares. Con ‘Lo que un día sucedió’, tal como escribe Murgueytio, “altera sím-bolos convencionales a partir de registros fotográficos… buscando ‘historias míni-mas’ en tensión con la ‘historia oficial’”.

Para Stalin Coronel, coordinador de La Casa de las Artes La Ronda, la muestra no solo es una puesta hacia el público. “Es importante que nuestros jóvenes artistas se formen en todo el campo que rodea al arte… Los expositores que arrancan pue-den comprender así los contextos de ges-tión, exhibición y comercialización que involucra el arte”, concluye. (DVD)

[email protected]

Puede disfrutar la muestra hasta fines de febrero de martes a jue-ves de 9:30 a 19:00; viernes y sábado de 9:30 a 22:00, y domingo de 11:00 a 15:00.

tomE nota

una ruta de tres vías

muEstRA. Stalin Coronel (izq.) y Alejandro Cajas, exposi-tor, en una de las salas de ‘Monotercio’.

dEtAllE. La caja de trabajo de Paula Betancourt.

ImAGEn. La Puta Bruja de la banda

Las Suripantas Sangrientas.

PRoPuEstA. ‘En este edificio de extraña arqui-tectura 1963-1978’, de Miguel Ángel Murgueytio.

Page 5: Artes & Cultura 8 febrero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015 protagonistanovedades4 5I I

Una neuritis le declaró la guerra a Juan Secaira Velástegui. El escritor quiteño se ha perdido ‘batallas’ en las canchas de fútbol, entre las redes del vóley y en las piscinas: el dolor no le permite excederse físicamente.

Por suerte, la guerra de la palabra –que es mucho más fuerte- no la perdió. Se-caira, con papel y lápiz en mano, trabajó siempre en sus versos. Dice que ahora se dará un descanso, pero eso lo hace luego de presentar un nuevo poemario.

Se trata de ‘Ribera de cristal’, un libro tan violento como tierno. Sobre esta re-ciente obra, que fue publicada por Edi-ciones de Pandora (Tampa, EE. UU.), el poeta conversó con Revista Artes.

“Estoy enfermo también de poesía”, dice un verso de ‘Padre’, poema con que arranca el libro. ¿Para qué sanar de tremendo mal?La poesía es una construcción y una des-trucción del lenguaje. No se trata de caer en un artificio. Tengo un problema con las referencias, me gusta que no sean tan evi-dentes en los poemas; obviamente, las re-ferencias están, pero no me agrada eso de etiquetar. Muchos están esclavizados por la dictadura del conocimiento y en el en-casillar. No busco hacer un manual con el poemario. La gente se queda con el tema y no con el lenguaje. El que se encuentren con ‘Padre’, antes de cualquier prólogo, permite que el lector se acerque y vaya sacando sus conclusiones. A veces unas palabras preli-minares sesgan y te matan antes de vivir. Ni siquiera te dan tiempo para enfermarte.

En su poesía hay momentos de lucidez, otros de enfermedad, pero la mayoría rinden un tributo a la memoria. Esto da fortaleza a una visión que trata de realzar a lo que vendrá… Con este libro me arriesgué hasta en di-vidirlo en cuatro partes y estos periodos que señalas están presentes. Parto del origen, del padre, quien aparece de forma continua, y puede vérsele como el dador del lenguaje. Lo contrapongo con el hijo, quien aparece en la segunda parte. Y, efec-tivamente, hay esa idea de lo que va na-ciendo. Ahí es donde aparecen mis hijas,

que son mellizas, y por eso arranco las dos últimas partes con elementos como agua y fuego, algo con más calma y mayor ener-gía, pero curiosamente los dos elementos purifican.

¿considera que es su obra más madura hasta el momento?Me parece que aquí estoy más sólido, mucho más riguroso, aunque sin dejar lo vital: el azar. Hay en mí un deseo de inter-cambio, de una comunión con el lector. En los otros libros me escondía un poco, en este pienso que me ha servido para salir más de mí mismo.

¿cómo se camina por la ‘Ribera de cristal’?Imagina a un doctor que no puede curarle al hijo. Esa es la relación entre mi padre y yo, pero no lo pongo como un drama. La poesía trasciende a uno mismo. Muchas veces te leen y se hacen la idea de uno y cuando te conocen se dan cuenta que tu vida y obra es distinta: la poesía debe su-perarte. Pienso que en este camino apa-rece la alegría, pero también te demues-tra un fracaso, muy humano, que incluso puede llegar a ser reconfortante.

¿camina todavía por esa ‘ribera’?Sí, camino por esa ‘ribera’ que es muy fuerte, pero que a la vez se puede romper. El día a día de uno es duro: está la rehabi-litación y el buscar los recursos para los hijos. Pero eso sí, no me quejo. El papel de víctima es el peor. Además, si tuviera todo no me dedicaría a la poesía.

El poemario no trata sobre poesía mística, aunque los conceptos de dios y metafísica están presentes…De niño tenía una fe terrible. Era de los que por todo rezaba. Creía de una manera tenaz, después fui descreyendo. Ahora no tengo una religión, pero sí tengo una fe. La fe no es una debilidad, más debilidad hay en negarlo todo. No pienso en un dios que te da fórmulas para ser feliz. Pienso que negarle o decir que sí existe sería mucha vanidad. Hablo de un acompañamiento imaginario que te sostiene de la misma

manera que lo hace la poesía.

ud. escribe: “sobrevivir es contar los latidos mientras se finge una sonrisa”. ¿Por ahora sonríe?Sí, sonrío. Después de publicar el ‘Sujeto de ida’ anduve mal, todo se complicó, pero fui saliendo. Por suerte está mi familia: los hijos son como la poesía, ambos tienen un pulso vital.

también dice: “Escribir poesía para desha-cer la novela de otros cuentos”…Como decía, eso de las etiquetas me mo-lesta. El que estén diciendo que tu obra es coloquial, hermética, barroca, etc., llega en un momento a perder sentido, que quien te lee saque su cuento, ¿no? Ahí regreso a lo que te decía de evitar el prólogo porque muchas veces como que te limitan a la hora de enfrentarte con el libro.

¿Va a disfrutar de esta publicación o está trabajando en la siguiente?Con el ‘No es dicha’, con el ‘Sujeto de ida’

y con ‘Ribera de cristal’ pareciera que se dio una trilogía. En un corto tiempo se fueron publicando, lo que no quiere decir que se fueron escribiendo en esa medida, porque una cosa es escribir y otra publi-car. Siento que por ahora ya lo he dicho todo, no sé qué más decir. Me tomaré un tiempo para descansar, leer y después pensar en ir trabajando más poemas. No quiero sonar pretencioso, pero no quie-ro repetirme. Sería feo que consideren la obra de uno como una marca: imagina que digan ‘vean un poema de hospital’ y corran al Google y aparezca algo mío (ri-sas). Quiero desencontrarme. No se trata de estar relajado porque la búsqueda es intensa: solo busco ir alejándome de esta ‘Ribera de cristal’. (DVD)

[email protected]

Divisando la ‘Ribera de cristal’ JuAn

sEcAIRA

PoEtA. Durante la charla en un parque de La Mariscal, en Quito.

la poesía trasciende a uno

mismo”.

PERfIl

° Escritor ecuatoriano (Quito, 1971). Ha publicado el ensayo ‘Obsesiones urbanas’, sobre la obra narrativa de Humberto Salvador, y los poemarios ‘Construcción del vacío’, mención especial del Premio Ángel Miguel Pozanco; ‘No es dicha’, Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera Andrade y ‘Sujeto de ida’.

‘Monotercio’,

La exposición ‘Monotercio’ no se lee como una meta, más bien es un camino. Se tra-ta de una bitácora donde tres artistas en ciernes no solo presentan el producto fi-nal de sus trabajos, sino que exhiben el proceso ejecutado para alcanzarlo.

María Paula Betancourt, Alejandro Cajas y Miguel Ángel Murgueytio, artis-tas formados en la Universidad Católica del Ecuador, son los encargados de uni-ficar sus tres propuestas en una muestra donde la fotografía, la pintura, el video y la instalación convergen. Es decir, ese juego de palabras con el que dan título a su exhibición –‘mono’ y ‘tercio’ develando esa unidad proveniente de tres partes- resulta acertado.

El acierto también se evidencia en “la manera particular con que cada uno explora los recursos” que brinda el arte, tal como señala Alejandro Cajas, uno de los expositores. Esa búsqueda individual se vale de una serie de soportes y metodologías que per-miten abordar temas como la educación, la identidad y la memoria.

Dando la bienvenida en las salas expo-sitivas de La Casa de las Artes La Ronda, en Quito, está un mapa trazado por Paula Betancourt, el cual no se reduce a un plano de ubicación sino que se consolida en una cartografía de aprendizaje. Esto, dentro de su propuesta ‘Todo nos une: Encuentros cotidianos con las prácticas artísticas’.

Betancourt traslada sus inquietudes sobre el ‘yo’ y el ‘otro’ transpoladas a la distancia que existe entre el público y las prácticas artísticas. Desde un plano edu-cativo, la artista rescata el ‘aprenda ha-ciendo’ piagetiano para enseñar su pro-ceso de trabajo donde los transeúntes del Parque El Ejido elaboran máscaras, pin-

tan telas y comparten sus perspectivas.Por su parte, Cajas acude a la fotografía

para reflexionar acerca del retrato –desde un punto de vista técnico-, hasta cavilar acerca de conceptos más complejos como el de identidad.

Con su ‘Pronunciación de un mirar musical’ realiza un recorrido gráfico por figuras populares de la música. La idea está en un juego donde el reflejo se torna protagonista pues los fotografiados ex-

presan el cómo se miran y el público tiene la oportunidad de dialogar y sentenciar qué es lo que miran. Así, la lente se transforma en un canal para indagar sobre temas identita-rios.

Por último, Miguel Ángel Mur-gueytio apela a la memoria para contraponer la historia oficial con la historia familiar, aquella que día a día se forja sin que los políticos

se enteren de qué es lo que sucede en las cuatro paredes de un hogar.

Apoyado en el video, utiliza varios do-cumentos de una familia para contrastar la historia de Ecuador con esos momentos particulares. Con ‘Lo que un día sucedió’, tal como escribe Murgueytio, “altera sím-bolos convencionales a partir de registros fotográficos… buscando ‘historias míni-mas’ en tensión con la ‘historia oficial’”.

Para Stalin Coronel, coordinador de La Casa de las Artes La Ronda, la muestra no solo es una puesta hacia el público. “Es importante que nuestros jóvenes artistas se formen en todo el campo que rodea al arte… Los expositores que arrancan pue-den comprender así los contextos de ges-tión, exhibición y comercialización que involucra el arte”, concluye. (DVD)

[email protected]

Puede disfrutar la muestra hasta fines de febrero de martes a jue-ves de 9:30 a 19:00; viernes y sábado de 9:30 a 22:00, y domingo de 11:00 a 15:00.

tomE nota

una ruta de tres vías

muEstRA. Stalin Coronel (izq.) y Alejandro Cajas, exposi-tor, en una de las salas de ‘Monotercio’.

dEtAllE. La caja de trabajo de Paula Betancourt.

ImAGEn. La Puta Bruja de la banda

Las Suripantas Sangrientas.

PRoPuEstA. ‘En este edificio de extraña arqui-tectura 1963-1978’, de Miguel Ángel Murgueytio.

Page 6: Artes & Cultura 8 febrero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015 promotores 36 biblioteca

composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre Ayoradiseño: M. Leonor Oviedo, Luis Alberto Aspiazu

VItRInA dE lIBRos

HIstoRIA constItucIonAlEnrique Ayala mora

Esta obra, en algunos sentidos pionera en nuestra literatura histórica y jurídica, reúne estudios especializados sobre historia constitucional del Ecuador y otros ámbitos del mundo. Está dirigida al público interesado en la vida de la nación y la democracia. Dividida en cuatro partes, el editor, Ayala Mora, propone una obra que se centra en el interés por historiar la evolución de muestro sistema constitucional, reu-niendo varios estudios especializados sobre el tema. UASB-CEN

lA BúsQuEdAfrancisco Espinosa o.

Se trata de una historia donde se narra las angustias y vicisitudes sufridas por un hombre que llega desde EE. UU. e Italia hasta Ecuador para encontrar a su padre, un sexa-genario ítaloamericano. Conocerá el desenlace de su progenitor, lo que le invade de ira y venganza, pero una serie de acciones hacen que en este periodo también aflore la calma. Armando un rompecabezas, donde el pasado es pieza clave, entenderá la figura que esconde su padre. CCE

los mÁs VEndIdos

ARGEntInA

° El puñal, Jorge fernández díaz (Planeta). ° Jasy. Trilogía del Perdón 1, florencia Bonelli (Suma).° Destroza este diario, Keri smith (Paidos). ° Buscando a Alaska, de John Green (Castillo). FUENTE: TEMATIkA.COM

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random). ° El principito, Antoine de saint Exupèry - (Art Books). ° La herencia, John Grisham (Pengüin Random). ° Agenda 2015 Aleida, Vladdo (Pengüin Random). FUENTE: LIBRERíA NACIONAL

colomBIA

EsPAñA

méxIco

° After (Serie After. Volumen 1), Anna todd (Planeta). ° El umbral de la eternidad, Ken follett (Plaza & Janés).° Milena o el fémur más bello del mundo, Jorge zepeda Patterson (Planeta). ° After. En mil pedazos (Serie After. Volumen 2), Anna todd (Planeta).FUENTE: LA CASA DEL LIBRO

° Los últimos días de nuestros padres, Joel dicker (Alfaguara). ° La música del silencio, Patrick Rothfuss (Plaza & Janés). ° Más allá del olvido, Patrick modiano (Alfaguara). ° The maze runner 2: Prueba de fuego, James dashner (Vergara y Rivas Editoras). FUENTE: LIBRERíA GANDHI.

° Testimonio de un Comandante, Ernesto González (Ernesto González Editor).° El libro Troll, El Rubius (Temas de Hoy).° Adulterio, Paulo coelho (Grijalbo).° Cincuenta sombras de Grey, E. l. James (Grijalbo).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Los 11 poderes del líder, Jorge Baldano (Conecta).° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Cincuenta sombras de Grey, E. l. James (Grijalbo).° La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).FUENTE: MR. BOOkS

EcuAdoR

nota: listado de libros de ficción de EfE, excep-to Ecuador.

datos del autortonI montEsInos GIlBERt

° Crítico literario del diario La Razón y colaborador de la revista Clarín (Barcelona, 1972) es autor de dos novelas: ‘Solos en los bares de noche’ (2002 y 2013) y ‘Hildur’ (2009) y del volumen misceláneo ‘El gran impaciente. Suicidio literario y filosófico’ (2005). Ha publicado los libros de poesía ‘Labor de melancoho-lismo’ (2000) y ‘La ciudad gris’ (2001 y 2011), entre otros, además de reunir sus poemas y crónicas de viajes neoyorquinos en ‘Escenas de la catástrofe’ (2010). Sus ensayos sobre poesía y narrativa están reunidos en ‘Experiencia y memoria’ (2007) y ‘Desar-ticulación’ (2009), respectivamente. Con ‘La pasión incontenible. Éxito y rabia en la narrativa norteame-ricana’ (2013) ganó el XI Premio Internacional de Crítica Literaria Amado Alonso.

OSWALDO PAZ Y MIÑO J· • No es por cier-to la primera vez que escogemos un libro que puede ser tormentoso para unos, po-lémico y hasta pecaminoso para otros. El tema es atrevido, como el propio acto que invoca, es fascinante, misterioso y provo-cador. Hemos compartido, en esta revista, los siguientes títulos dado lo inagotable del tema: ‘Adiós, mundo cruel’, de Alicia Misrahi; ‘Suicidios ejemplares’, de En-rique Vila Matas; ‘Mi suicidio’, de Henri Roorda; ‘El arte del suicidio’, de Ron M. Brown; y ‘Biathanatos’, la estupenda obra de John Donne.

“Ser es estar atrapado”, espetó Emil Cioran en uno de sus discursos. El sui-cida rompe los cercos que le atormentan y se lanza a la libertad eterna. Nada tan vital como matarse. Es un acto de ruptu-ra con la monotonía, con el dolor, con la melancolía. “El suicidio se consume o no, es un lenguaje. Ya no basta premeditar, pensar, sentir, es necesario obrar: tomar la decisión de morir y cumplirla”, dijo Antonio Gala.

‘Melancolía y suicidios literarios. De Aristóteles a Alejandra Pizarnik’, escrito por Toni Montesinos para que el debate no pare, hurga en la propia aniquilación en-focada desde una investigación que “bus-ca encontrar las puertas que comunican la reflexión y la creación literaria, filosófica y artística sobre el hecho de darse muer-te con las decisiones finales de los autores que llevaron su idea a término y la manera en que, en sus propias vidas, se convirtió en negro sobre blanco, por un lado y por el otro en una experiencia real. Todo desde la óptica de la melancolía, esa enfermedad del alma, esa dolencia psicológica, ese es-tado de ánimo, esa mera pose…”

El derecho a morir es capital como el derecho a vivir o el derecho a amar. Convocar a la muerte di-rectamente, para resolverse el final de la vida, en autohomicidio, es el último acto de lectura y el más osa-do: “Los hombres contemplativos y amantes de los libros deben nece-sariamente ser más peleadores que los demás, pues no arguyen sobre hechos, ni pueden decidir sus con-troversias por medio de determina-dos testigos o jueves. Pero en tanto se encaminen a la paz, es decir, a la verdad, no importa por qué camino lo hagan”. (Biathanatos pág. 30)

En las presentes páginas, la pareja Suicidio y Melancolía llegará a las puer-tas del siglo xx tras un largo noviazgo de siglos y siglos.

Los juzgadores absténganse, silencien primero sus conciencias y entérense. El temperamento melancólico hace al sui-cida víctima de la bilis negra-uno de los cuatro humores clásicos-lo cual, como sa-bemos desde Aristóteles, no le convierte necesariamente en un enfermo, pero si le condena a una cierta propensión que los modernos conocemos como depresión.

En la curiosidad, que prohibida para algunos puede ser leer sobre el suicidio, encontré, atado al asombro, en la tesis que hoy propongo, página 16, lo que para mi gusto es la definición de saudade, esa palabra maravillosa, que en Lisboa, tiene tan bellos tonos: “Tristeza en soledad, do-lor intenso”.

“Me paso el tiempo aconsejando el suicidio por escrito y desaconsejándolo de palabra. Es que, en el primer caso, se trata de una salida filosófica; y en el se-

Una lecturaatrevida

gundo de un ser de una voz, de una que-ja…” Atada queda la frase de E. M. Cioran a la palabra clave del tratado magnífico que he tamizado para vosotros hurgando entre las estanterías de varias librerías de nuestra ciudad.

[email protected]

I I

I

F

Siete artistas se transforman en huéspedes. Llegan a un espacio y conviven durante 72 horas. Ese tiempo es el momento para con-cebir una obra. Literatura, teatro, danza, artes visuales, sonoras… todas estas expre-siones empiezan a emerger en el Festival Encuentro Mínimas Residencias.

Esta propuesta, que se celebró en 2012, retoma sus actividades por estos días. El 5 de febrero fue inaugurado en la Asociación Humboldt y desde enton-ces los participantes han desarrollado su trabajo artístico. Su clausura será el 14 de febrero en el CDC La Tola, a las 20:00.

La iniciativa, de carácter de indepen-diente y multidisciplinaria, es organiza-da por el Colectivo Gatos en la Barriga y Ombligo del Mundo (sus directores son Esteban Donoso y Melissa Proaño), y cuenta con actividades como talleres, re-corridos y muestras al público.

Tal como explican los promotores del Festival, este “surge de la necesidad de apropiarse de un espacio cargado de significados, donde el artista se afecta y resignifica el espacio, los objetos y la his-toria del habitante que le acoge”.

dinámicaDenise Neira Vieira, una de las productoras del Mínima Residencias, señala que el Fes-tival puede definirse como “un encuentro multidisciplinario, donde varios espacios habitados reciben a un artista, convirtiendo las casas en un dispositivo de creación”.

Por supuesto que no solo el lugar se torna trascendente. En esa atmósfera vi-ven otras personas con las que los invita-dos se involucran. “Mira, mi casa es una residencia. Allí Francisco Bedoya (artista participante) quiere encerrarse y en tres días escribir más de 10 textos. Tendrá que lidiar conmigo, mi hermana y mi pe-queño”, comparte la productora.

A la casa de Denise se suman el Boca-bierta y la vivienda de Esteban Donoso (en Iñaquito); así como El Café 75, el Hos-tal Margarita 2 y los domicilios de Kléver Canga y Raúl Arias (La Tola).

En la pasada edición se efectuó el En-cuentro más en galerías y restaurantes, cuenta Denise, quien indica que la idea en esta ocasión es “desenvolverse en un espacio más familiar”.

PerspectivasPara el artista ecuatoriano Edison Cáce-res Coro, quien participa en el Encuentro,

Artistas InvitadosEdición 2015

Artistas ParticipantesEdición 2015

Barrio iñaquito° Unidad Pelota Cuadrada° Colectivo Artístico Mitómana

Barrios El DoraDo-la tola° Cedex - Centro Experimental de Artes Escénicas° María Heller (música y bailarina)

Barrio iñaquito

° Francisco Bedoya (Teatro y Literatura)

° Mauricio Pantoja (Samadhi Teatro)

° Pablo Molina (Músico)

Barrio El DoraDo-latola

° Edison Cáceres Coro (Artista multidisciplinar)

° Falco (Artista transdisicplinar)

° Fabián Patinho (Artista visual y dramaturgo)

° Ernesto Ortiz (Bailarín y coreógrafo)

taller° Dentro de las actividades del Festival está programado el taller ‘Cosmografía íntima para mínimas residencias’.

Carolina Váscones, bailarina, coreógrafa y docente, propone crear, inventar, imaginar, el organismo- cuerpo-casa-universo, como una geografía viva, en movimiento, híbrida y suma-mente, abierta, agujereada, llena de espacios.

La cita es en la Asociación Humboldt, de 10:00-12:30, el 10 y 11 de febrero. La entrada es gratuita y con previa inscripción (cupos limitados). Interesados comunicarse a: [email protected] (Foto: cortesía Mínimas Residencias)

ARtIstAs. Edison Cáceres y Denise Neira durante una entrevista, junto a una escalinata que da a El Dorado, uno de los sectores del Festival.

Mínimas Residencias, un espacio de convivencia

fEstIVAl

este tipo de actividades tiene por objetivo “el visibilizar las prácticas artísticas” que no siempre tienen cabida.

“Se trata de enriquecer los procesos multidisciplinarios, donde caben las expresiones que no son las tradicionales. En estos espacios apuestan por los pro-cesos experimentales”, asegura Edison.

Por otra parte, el artista cree que estas prácticas contribuyen a la formación de públicos. “Hay que pensar que la masificación

del arte es una utopía… Mis preocupacio-nes se centran en ir conformando redes. No necesariamente que quede el nombre

del artista, sino que la gente perci-ba que algo pasa y vaya tomando la posta. Creo en el crecimiento del arte como una espiral”, enfatiza.

Él presenta un trabajo expe-rimental a partir de los espacios agrietados que pueden tener las casas, así como los escombros o los sitios cerrados como chimeneas, para “sobrepasarlos” y desarro-llar un producto sonoro y visual,

Los próximos reco-rridos serán en El Dorado y La Tola el 13 de febrero, de 16:30 a 19:00, y el 14 de febrero a las 16:30. Para revisar programación com-pleta visitar: http://minimasresidencias.blogspot.com

tomE nota

el cual no se encasilla en el Festival sino que contribuye a sus procesos creativos en general. (DVD)

Page 7: Artes & Cultura 8 febrero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

2 Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015 7memoria coloquioI I

cARtAGEnA (colomBIA), EfE • Viajero incansa-ble, curioso errante e investigador de vie-jas y nuevas culturas, el Nobel francés de Literatura Jean-Marie Gustave Le Clézio aseguró en el Hay Festival de Cartagena de Indias que la literatura no es más que “una sopa espesa” cuyos ingredientes son las memorias propias y ajenas.

Le Clézio, la estrella del tradicional evento de la ciudad del Caribe colombia-no, participó en un coloquio junto al escri-tor mexicano Juan Villoro, en el que am-bos desglosaron la vida y obra del Nobel ante un público entregado que no cesó de interrumpir con aplausos en el mítico Teatro Adolfo Mejía.

“La literatura de Clézio está hecha de iti-nerarios”, advirtió Villoro cuando presentó al invitado de honor, para agregar que “ha hecho suyo el cometido de criticar lo propio para conocer lo diverso” y asegurar que es el artífice del “pensamiento interrumpido”.

Le Clézio dijo que “la imaginación está hecha de pedazos errantes y la tarea del escritor es agarrarlos, hacer memoria propia o de otros, usar esos momentos que no están colocados al tiempo y darles una especie de significación o evolución”.

La literatura, explicó, es “un oficio de trabajo manual, de transformar memo-rias, pedazos, ruidos, sentimientos, sen-saciones, de hacer sopas espesas. La tarea del escritor es usar esos elementos”.

creador de novelas únicasEsta concepción de la vida ha llevado a Le Clézio a crear novelas únicas, por las que ganó en 2008 el Nobel, un reconoci-miento que incluye experiencias, espiri-tualidad y sabiduría en torno a culturas prehispánicas de Latinoamérica o conflictos africanos.

Las enciclopedias de la bibliote-ca de su abuela en Niza le abrieron los ojos al mundo exterior cuando era niño y vivía en una Francia ase-diada por la Segunda Guerra Mun-dial, contó Le Clézio.

Allí leyó sobre la cultura pre-hispánica mexicana. Su curiosidad por la conquista violenta le llevó años después a vivir en Ciudad de México, donde se hizo cargo de la biblioteca del Instituto Fran-cés. “En vez de trabajar me dediqué a leer todos los libros”, dijo ante las ovaciones del público.

Y es que Le Clézio ha plasmado en su li-teratura una realidad que, según el propio

Villoro, sorprende a los propios mexicanos.Entre otros periplos latinoamericanos

contó el viaje que hizo con un curandero desde Panamá a Colombia a través del ta-pón del Darién, caminaron por la selva, cru-zaron la frontera sin papeles con el único objetivo de que su acompañante comprara “recetas de plantas y oraciones para curar a la gente”.

“Un viaje muy conmovedor”, recordó Le Clézio, al lamentar que exista la creen-

cia, especialmente en Occidente, de que los indígenas son mundos des-aparecidos: “las poblaciones están vivas, las culturas se han transmi-tido”, insistió.

No obstante, dejó claro que “hay que deshacer el mito de que los in-dígenas antiguos fueron una socie-dad perfecta” porque eran comuni-

dades de servidumbre, desde los aztecas a los incas.

Pero sí valoró que “eran sociedades muy desarrolladas” en términos de lo que hoy se entiende por modernidad: “respetaban la naturaleza, no cortaban una flor sin orar o pedir perdón, mante-nían el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano”.

“Las comunidades que hoy sobreviven practican ese equilibrio, hay que respe-tar eso; pero no son sociedades perfectas todavía, a veces son violentas”, dijo, para advertir que también “son víctimas de la sociedad moderna”.

las memoriasLe Clézio habló de África, donde su pa-dre vivió; de su abuela, de su madre y de su esposa, mujeres de las que ha extraído memorias que han quedado plasmadas en sus libros, en esas “sopas espesas”.

Pero algunos viajes, como el que trans-currió por Panamá y Colombia, “no han resultado en libros sino en la formación de mi alma, han sido importantes para inventar mi propia persona”, puntualizó.

“Cuando escribo no me decido a hacerlo sobre países o viajes, lo que me gusta es in-ventar utilizando la memoria de otros, cons-truyendo elementos de memoria”, afirmó.

Puso como ejemplo cuando pensó en escribir sobre la guerra de Biafra (Nige-ria), pero terminó haciendo una novela sobre el reencuentro con su padre, quien había vivido en 1968 aquella tragedia.

En la obra de Le Clézio “hay momentos duros de guerra e injusticias, pero tam-

bién entrañables de resistencia humana y esperanza”, le apuntó Villoro durante el coloquio.

A lo que el novelista respondió: “la lite-ratura es un mundo muy especial porque hay cosas extraordinarias, la historia del mundo está llena de grandes crímenes, guerras, pero también de microhistorias”.

Son esas microhistorias las que marcan la diferencia en la obra de Le Clézio, para quien “la literatura ofrece una nueva vía a la realidad, una forma de realidad que no tiene nada que ver con la que nuestros ojos ven”.

Le Clézio, de 74 años, es autor de unas 40 obras, como ‘Desierto’, ‘Tempestad’, ‘El pez dorado’ y “El africano”.

El Dato

fragmento de ‘El pez dorado’

° “No tenía la menor idea de lo que me ocurría. Más tarde comprendí lo que había ocurrido. La Policía me había seguido y me había tendido una trampa. Me habían buscado por todas las tiendas en las que había robado. Comparecí ante un juez de menores, un hombre tranquilo que hablaba muy bajo como para entender lo que me decía. Como decía que sí a todas sus preguntas le parecí sumisa. Pero también quería preguntarme sobre el fondouq, sobre lo que hacían Madame Jamila y las princesas. Y como no respondía a nada, encolerizaba aunque con suavidad. Solo rompió el lápiz que giraba en torno a sus dedos, mirándome, como si quisiera hacerme comprender que a mí tam-bién me podría romper con un solo gesto”.

La literatura, una ‘sopa espesa’ de memorias lE clézIo

cerramos Europa a África, a oriente, a América latina: la frontera schengen no parece buena. debería suprimirse”.

GERMÁN RODAS CHAVES • Hace po-cos días el científico ecuatoriano Rodrigo Fierro Benítez fue desig-nado como Profesor Emérito de la Universidad Andina Simón Bolí-var; con tal oportunidad, además, se puso en circulación su tercer volumen de ‘Espacio de la Memo-ria’, publicación que nos permitirá conocer su autobiografía –esa mi-rada personal introspectiva frente al tiempo– que el país debe dimen-sionar como un aporte trascen-dente, no solo porque nos permite aproximarnos en el mundo de un personaje fuera de lo común, sino porque podemos repasar hitos de relevancia ocurridos en las últimas décadas, en cuyo entorno el pensa-miento y la palabra de Fierro han estado presentes para advertir las realidades circundantes.

De allí que si bien este nue-vo volumen nos acerca a la vida de Rodrigo Fierro, nos pone, al propio tiempo, de cara a las reflexiones sobre el rol de la ciencia, de los aca-démicos y de los intelectuales

en el contexto de nuestra realidad, tanto más que su quehacer no puede estar aislado de un arque-tipo histórico social en pleno mo-vimiento, pues constituye, por el contrario, un eslabón que nos con-fronta con la realidad cambiante, esa realidad que inclusive puede modificar nuestras propias mira-das sobre el mundo.

El talentoso investigador Rodri-go Fierro Benítez inició su tránsito vital en Ambato, donde también comenzó los primeros aprendiza-jes. Los estudios universitarios de Medicina los efectuó en Quito.

Vendría a continuación su forma-ción académica en varios países eu-

ropeos. De estas nuevas instrucciones, su lar-ga estancia en Espa-

ña es fundamen-tal, no solo por

la dedicación académica del entonces

joven estu-diante de Medi-cina, sino porque

tuvo el privilegio de tener como su preceptor, entre otros, a uno de los personajes formidables de la ciencia y del pensamiento, como fue el cien-tífico español Gregorio Marañón.

Preocupado Marañón de la nu-trición y del rol de las glándulas en este proceso y de lo que él llamaba ‘el rol de fuelle de la tiroides’, de seguro Rodrigo Fierro advirtió su predisposición académica frente a estas temáticas e investigacio-nes. Por ese complejo tramado, que fuera alentado por la escuela médica que fundara Marañón, dis-currió desde entonces Fierro para convertirse en el investigador, en nuestro medio y de nuestra región, sobre los mismos temas que desve-laron al sabio español. Esta deter-minación científica y académica, a no dudarlo, tuvo además la huella de confrontar con la situación la-mentable que vivía nuestro país debido a la presencia de enferme-dades inadecuadamente compren-didas y tratadas, a causa del olvido de nuestros pueblos alto-andinos.

Al Maestro pude conocerle en las aulas universitarias. Los cami-nos que nos depara la vida me lle-varon por otros derroteros y volví a reencontrarlo en la Universidad Andina Simón Bolívar hace algo más de dos décadas. Han sido des-de entonces los tiempos del desa-rrollo del Taller de Historia de la Salud -fundado por ese otro gran ecuatoriano que fue Plutarco Na-ranjo- cuyo espacio académico, hoy bajo mi responsabilidad, ha tenido desde su fundación al doctor Ro-drigo Fierro como su asesor y en cuyo entorno su voz y sus orien-taciones han contribuido con el quehacer de un núcleo que busca

dar cuenta de la historia del pensa-miento médico, una variable epis-temológica, para comprender, en los diferentes periodos, los diversos procesos de la historia ecuatoriana.

Desde estas líneas mi homenaje a uno de los ecuatorianos más im-portantes del país.

[email protected]

HIstoRIA. Franco visita a soldados heridos en África en 1924. El Libro de Pedro Herrasti describe al por entonces capitán como "la antítesis de los héroes de película". / EFE

PERsonAlIdAd. Rodrigo Fierro Benítez, por su gran labor científica, se ha convertido en una de las figuras más importantes del Ecuador.

Un académico de nuestro tiempo

EL PAÍS, ESPAÑA • “El fin más probable de aquel capitán era una tumba en cualquier cementerio bajo el sol ardiente de Marruecos”. No resulta muy acertado el juicio que el ficticio segundo teniente de caballería Jorge Blanco hace inicialmente de su superior en la guerra de África, dado que este es nada menos que… Francisco Franco.

El futuro dictador aparece como un secundario de lujo (!) de las aventuras que vive Blanco en la serie de novelas históricas que el escritor y periodista Pedro Herrasti (Ma-drid, 1964) ha iniciado con un primer título que, por aque-llo del gancho, se titula ‘Capitán Franco’ (Edhasa, 2014).

La primera entrega de la serie (con una elocuente porta-da del pintor Ferrer Dalmau), que tiene previsto llevarnos más adelante a Annual, Alhucemas, el Alcázar de Toledo o Krasny Bor, transcurre en buena parte en Marruecos en 1916 y se mueve entre la novela histórica, la de aventuras y el thriller, con una trama de guerra y espionaje y algunos tintes de comedia.

Franco, a la sazón un joven capitán de Regulares “de voz atiplada”, es presentado desde la mirada de su camarada Blanco, que traza un retrato más bien poco halagüeño. A di-ferencia del general, “maduro y fondón” de la Guerra Civil o del anciano dictador, escribe Blanco (la novela está narrada en primera persona y en flashback por el personaje, en for-ma de supuestas memorias), “el hombre que yo conocí era un joven de 24 años, poco agraciado, bajo e increíblemente delgado; en definitiva, se mirase como se mirase, la antítesis de los héroes de las películas”.

Estudio a fondoHerrasti se ha documentado a fondo, con detalles como que Franco aborrecía el arroz con leche. Está escribiendo la segun-da novela de la serie en la que aparecerán Dalí y Buñuel, entre otros. Y en la tercera planea que Blanco y Franco se encuen-tren en Annual. “Tengo hecha una planificación como la de ‘Star Wars’”, bromea. Reconoce que la presencia de Franco es un buen reclamo y subraya que la novela sirve para dar a conocer hechos y aspectos del personaje poco conocidos.

Del peligro de jugar literariamente con alguien como Franco dice que es bien consciente y que, en todo caso, el que el personaje sea visto a través de los ojos de Blanco le exime de bastantes responsabilidades.

“En esta primera entrega Franco es más soso que villano”, señala. “Nada en Franco, excepto su gran ambición, hacía pen-sar que fuera a llegar tan alto”, reflexiona. En realidad, resu-me, Franco hace un mal protagonista de novela, “y por eso lo he puesto de secundario”.

Francisco Franco: secundario de novela

Page 8: Artes & Cultura 8 febrero 2015

www.lahora.com.ec

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 08 de febrero de 20158

Ecuador, domingo 08 de febrero de 2015

5

NOVEDADES. ‘Monotercio’: bitá-cora de tres artis-tas en ciernes. >> 4

CINE. ‘The Sear-chers’, la epopeya cowboy de 1956.

>> 8

Nº 904

foto

: JAV

IER

PARR

A

bambalinas

‘Eso de las etiquetas me molesta’El poeta quiteño Juan Secaira presenta un librotan violento como tierno.

I

REcomEndAdos

Un domingo de película arranca hoy en la tarde. A partir de las 18:00 se proyecta ‘Sueños de libertad’, considerada como una de las mejores historias del cine. La cinta, protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman, trata la vida de un ban-quero acusado injustamente de la muerte de su esposa. Una cárcel de máxima seguridad será el espacio que despertará el ingenio de este singular reo.Después, a las 21:00, está el romance que encarna Meryl Streep con Clint Eastwood, quienes dan vida a una fugaz historia de amor entre un ama de casa y un fotógrafo en ‘Los puentes de Madison’. Tras el cruce, la vida de ambos cambiará por completo gracias a la pasión que se enciende.Y, para quienes deseen desvelarse y desafiar al lunes, pueden mirar ‘Atracción fatal’ (foto), protagonizada por Michael Douglas y Glenn Close. La historia de un hombre casado que se enreda con una mujer sin sospechar la serie de problemas que acarrea su desliz.Los tres filmes se exhiben por TCM (canal de televisión por cable).

PARA dEsVElARsE

El famoso cantautor Bob Dylan no escapa a la tentación de rendir tributo y versionar las canciones de quienes admira. Esta vez el ícono del folk toma 10 temas que interpretara Frank Sinatra.Se trata de ‘Shadows in the night’, donde aparecen canciones como ‘I’m a fool to want you’, ‘Stay with me’, ‘Where are you?’, entre otras.La crítica ha empezado a mirar sobre el hombro a esta propuesta: sin descalifi-carla, la va ignorando. Y si bien no es lo mejor de Dylan, se puede escuchar a una voz entregada que va en armonía a los arreglos musicales.

[email protected]

VERsIonAndo A sInAtRA

RICARDO SEGREDA • Encomiable. Cinemark está presentando una serie sobre cine clá-sico de Hollywood que incluye la epopeya cowboy de 1956 ‘The Searchers’. Si uno no ha visto ‘The Searchers’, que en el mercado latinoamericano era conocida como ‘Más corazón que odio,” esta es una gran oportunidad de ver en la pantalla grande lo que muchos consideran una de las más grandes películas de todos los tiempos.

Sin embargo, como ‘Vértigo’, el clásico de Alfred Hitchcock, también considera-da como una obra maestra, al inicio ‘The Searchers’ fue considerada como nada más que un entretenimiento bien hecho, pero superficial. Además, el género del cowboy provocó mucho debate durante la revolu-ción cultural y política de los años 60.

Y en este sentido, ‘The Searchers’, dirigida por el maestro de este género, John Ford, es especialmente vulnerable a la acusación de ser una glorificación del destino manifiesto y el genocidio caucá-sico contra los indígenas del hemisferio occidental. Que el actor principal, John Wayne, era famoso por sus conservado-ras opiniones políticas solo intensifica la controversia.

La narrativa trata de una familia de pioneros que es masacrada por una banda de indios, con la hija menor secuestrada. El tío de la hija, un veterano de guerra, se embarca en una búsqueda obsesiva para rescatarla y vengarse de los indios. Está acompañado por el hermano de la sobri-na, que fue adoptado por la familia, y que tiene sangre india a través de su abuelos.

El último elemento de la historia, de

una novela de Alan LeMay, es uno de los muchos factores en la película que com-plica lo que de otro modo sería un melodrama racista. El soldado veterano, Ethan, se resiente de su ‘sobrino’, Martin, pero también ne-cesita su ayuda. Cuando Ethan y Martin se encuentran con el líder de la banda de los indios, Cicatriz, se enteran de que el jefe tiene sus motivos para su propia venganza: el asesinato de sus hijos.

De hecho, lo que emerge como un tema central en ‘The Searchers’ es la supervivencia de sentimien-tos humanos en medio de todo el dolor, la crueldad y la injusticia de la existencia.

Al principio de la película, Ford ofre-ce la sugerencia de que Ethan y la esposa de su hermano comparten un amor apa-

sionado, pero no consumado. Así que, cuando su hermano y su cuñada son ase-sinados, la búsqueda de la sobrina está imbuida de dimensiones de culpa y re-mordimiento. Pero con una ironía cruel, cuando Martin y Ethan finalmente la en-cuentran, ella les informa que se ha con-vertido en india y rechaza el rescate por su tío y su hermano adoptivo. De hecho, dice que los odia.

La historia paralela sobre Martin y su novia, a quien él tiene que abandonar por años mientras intenta rescatar a su hermana, realza este tema del estrés y el amor. Su relación también tiene que expe-rimentar pruebas y desafíos en un mundo brutal, donde nada está garantizado.

John Ford es considerado por muchos como el mejor representante de un estilo clásico del cine. Muchas de sus compo-siciones visuales son comparables a las

de los maestros expresionistas de pintura como Renoir y Seurat. Esto no solo es con respecto a su belleza, sino en su énfasis en los seres hu-manos en su relación con su entor-no físico.

La conclusión de la película es una de las más conmovedoras en la historia del cine. Aun Jean-Luc Go-dard, un cineasta asociado con la estética izquierdista, aun marxista, admitió que a pesar de su oposición a la política de Wayne, esta lo afec-

tó emocionalmente. De hecho, Godard la comparó con el reencuentro de Ulises con Telémaco en la ‘Odisea’ de Homero.

[email protected]

Una odisea de obsesión

La última encuesta de la revista ‘Sight & Sound’ en busca de las mejores películas de todos los tiem-pos, ‘The Searchers’ resul-tó la número 12 según los críti-cos de todo el mundo.

El Dato

País: EE. UU. año: 1956DirEctor: John FordGuion: Frank S. Nugent, de la novela de Alan LeMayrEParto: John Wayne, Jeffrey Hunter, Natalie WoodtiEmPo: 120 minutos calificación: ****

‘the searchers’