Arcedianato de Briviesca y la Colegiata de Santa Maria

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Conferencia en Briviesca el día 27 de Abril de 2.012 a cargo de Don Félix Sagredo Fernández sobre el Arcedianato de Briviesca y la Colegiata de Santa María

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EL ARCEDIANATO DE BRIVIESCA Y LA COLEGIATA DE SANTA MARA.SUMARIO: 0. Introduccin 1. El Arcedianato: Naturaleza y desarrollo Histrico 1.1. Briviesca y su Arcedianato 1.2.-El Arcedianato hasta el Siglo de Oro 1.3.- El Arcedianato hasta el siglo XIX 2. La Colegiata de Santa Mara la Mayor 2.1.- Historia interna de la Colegiata hasta el siglo XIX 2.2.- Una Fundacin singular en la Colegiata: La Capilla del Sagrario 3.- El ocaso de Arcedianato y Colegiata

0. Introduccin.Han existido en Briviesca dos instituciones fundamentales para la comprensin de su identidad histrica, a travs de los ms de dos milenios de existencia de la antigua VIROVESCA 1 que ya researa el Itinerario de Antonino, en tiempos del Bajo Imperio: fueron stas el Arcedianato eclesistico, que se remonta a los inicios casi de la Cristianizacin de La Bureba, y el Seoro de los Fernndez de Velasco2 y luego Condestables de Castilla. Por ello, cuando, concluidos mis estudios de Historia en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, luego de presentar mi trabajo de investigacin de fin de carrera en 1968,1 2

WESSELINGIO, P.: Vetera Romanorum Itineraria sive Antonini Augusti itinerarium. Amsterdam, 1735 GONZALEZ CRESPO, Esther: Elevacin de un linaje nobiliario castellano en la Baja Edad Media: Los VELASCO. Tesis Doctoral. Madrid, Universidad Complutense, 1981

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sobre Un Siglo de Oro en Briviesca. 1568 1668, Arte e Historia3, opt por investigar sobre los orgenes de ambas Instituciones: Arcedianato y Seoro, en mi TESIS Doctoral, presentada en diciembre de 1971, en el mbito de la Ctedra de Paleografa y Diplomtica de la misma Universidad, que por entonces diriga mi maestro, y quasi vecino, el riojano, pues era natural de Haro, e ilustre Presbtero y Catedrtico Dr. D. Toms MARIN MARTINEZ. A ambas instituciones debe la otrora Virovescentium civitatis, luego villa y posteriormente Ciudad de Briviesca, su importancia histrico-social y hasta buena parte de su patrimonio artstico y cultural. Sin embargo, ninguna de estas dos instituciones es cantada desde 1929, en el Himno a Briviesca, insigne obra potico musical de mi tambin maestro, Catedrtico de Historia Medieval de la Universidad Complutense y Abad de Sto. Domingo de Silos primero, y luego Abad fundador de la Abada benedictina de la Sta. Cruz del Valle de los Cados y erudito historiador Dom Fray Justo PEREZ DE URBEL; loa a la que pusiera msica, como todos los briviescanos conocemos, el tambin maestro de compositores Don Rafael CALLEJA. Por tanto, en la presente disertacin en este Ao Cultural, promocionado por el Excmo. Ayuntamiento de mi ciudad natal, con motivo del VII Centenario de la concesin del Fuero Real a Briviesca, en 1313, promovida por Doa Blanca, hija del Rey de Portugal Don Alfonso III, el Bolos, y nieta de Alfonso X, el Rey Sabio, y Seora de las Huelgas, voy a sacar a la luz algunos datos interesantes sobre una de nuestras instituciones ms notables y longevas, bajo el punto de vista histrico: el mencionado Arcedianato, y su Insigne y Real Colegiata de Sta. Mara la Mayor, pues con este nombre figura en los documentos ms notables del perodo arcedianal. Dicha institucin eclesial cumpli ms de un Milenio de Historia, pues subsisti, con entidad propia y como urdimbre institucional social y religiosa, desde finales del Alto Medioevo, hasta mediados del Siglo XIX. Y digo bien, institucin notable bajo el punto de vista social y religioso, porque el Arcedianato de Briviesca influy de forma3

SAGREDO FERNANDEZ, Flix: Siglo de Oro. Burgos, Impr. Santiago Rodrguez, 1968

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determinante hasta mediados de dicho siglo, en todo el decurso histrico de la villa.

1.- El Arcedianato: Naturaleza y desarrollo histrico.Si intentamos clarificar la figura del Arcediano, cabeza fsica de lo que luego ser jurisdiccin social, religiosa e incluso geogrfica, con el nombre de Arcedianato, tenemos que remontarnos a los primeros aos del cristianismo. El primer Documento donde consta el nombre de Archidiaconus o Arcediano en lenguaje vulgar, pertenece a Optato de Milve, clebre obispo de Mila, Numidia, hoy Argelia, en el norte de Africa, cuando an esta regin no estaba islamizada, y que alude en el ao 370 a un tal Ceciliano4 con motivo de ciertas desavenencias dogmticas, debidas a los donatistas. En esa misma poca, San Agustn, obispo de Hipona otorga ese mismo ttulo eclesistico a San Lorenzo con estas palabras: Sanctus Laurentius Archidiaconus fuit . El poeta de la Edad Antigua Prudencio, en su obra Peristephanon, refirindose al mismo Santo, escribe: Hic primum e septem viris, Qui stant ad aram proximi Es decir que San Lorenzo era el primero de los Siete Varones que estaban junto al Ara, es decir junto al Altar, y por supuesto junto a la figura ms alta de la Iglesia5 el Sumo Pontfice. Por tanto, el Arcediano era el superior de los siete varones ms cercanos al Pontfice, diconos todos ellos, de origen apostlico. Pero su jurisdiccin no se limitaba slo a los aspectos religiosos, sino que iba ms all: tutelaba la administracin de la incipiente Iglesia en los campos eclesistico, social e incluso econmico. Los concilios de Toledo, instituciones en las que se bas, en las Edades Antigua y Alto Medieval, toda la organizacin eclesistica y buena parte de la social de la Hispania tardorromana y visigoda, toman esta figura de la corte papal de Roma, como elemento imprescindible de la misma. Llega a4

PATROLOGIA LATINA :, Tomo 9, Col. 916.Edicin de J. P. MIGUEL, Serie 1 Pars. 1884. Idem. Ib. Tomo 5, Col. 1388.

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ser la figura clave despus del Obispo, tanto es as, que en el Concilio de Trento, en el siglo XVI, se les considera quasi obispos. Cuando en el IIIer. Concilio de Toledo, presidido por el Rey Recaredo, se oficializa el cristianismo en la Espaa visigoda, como religin del estado, varios arcedianos figuran, junto a los obispos asistentes, como representantes del estamento episcopal de sus dicesis respectivas, por ausencia obligada del prelado. En el Concilio hispano-godo de Mrida del ao 666 se ordena, en el canon X, que todo obispo debe de tener, en la provincia Btica, los cargos de: arcipreste, arcediano y primicerio6. La invasin rabe de Espaa, medio siglo despus, en 711, y la rpida penetracin del islam en nuestra tierra, hacen desaparecer o emigrar a la mayor parte de los habitantes, y el entramado religioso, social e institucional se colapsa durante casi tres siglos, o bien emigra a zonas ms seguras del Norte de Hispania. Iniciada la Reconquista, nos relata Berganza, en su obra Antigedades de Espaa7, que despus de la Consagracin de la Iglesia de Santiago Apstol, el 7 de mayo del 899, se celebra en Oviedo un Concilio nacional, once meses ms tarde, o sea en abril del ao 900. En dicho Concilio se encarga a todos los obispos que elijan un Arcediano, para que visitase las iglesias y monasterios recin restaurados e informen de su estado. El Diccionario de Historia Eclesistica de Espaa, elaborado bajo de Direccin efectiva de mi citado maestro el Catedrtico riojano Don Toms Marn, y realizado mientras yo preparaba en el Consejo Superior de Investigaciones Cientficas entre los aos 1968 y 1971 mi Tesis Doctoral, en la voz Dignidades Eclesisticas, dedica al Arcedianato de Briviesca, entresacado del historiador Don Vicente de La Fuente, el texto siguiente : Burgos tiene ocho arcedianos, entre los cuales y entre todos los de6

VIVES, J., MARIN, T. y ALDEA, Q. : DICCIONARIO DE HISTORIA ECLESISTICA DE ESPAA. MadridBarcelona, Eds. Instituto FLOREZ, CSIC. 1963. Voz CONCILIOS NACIONALES Y PROVINCIALES. 7 BERGANZA, Francisco de: ANTIGEDADES DE ESPANA PROPUGNADAS EN LAS NOTICIAS DE SUS REYES Y CONDES DE CASTILLA LA VIEJA: En la Historia Apologtica de RODRIGO DIAZ DE VIVAR, dicho CAMPEADOR y en la Crnica de CARDEA. Parte Primera. Madrid, Impr. Francisco del Hierro, 1719. P.124

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Espaa sobresale el de Briviesca, el cual, escribe La Fuente, despus de largos pleitos con el Arzobispado de Burgos, logr sostener la jurisdiccin ordinaria y privativa en un territorio de catorce pueblos, con una Colegiata la de Sta. Mara y quince pilas bautismales; tena dems asiento en la Catedral, despus del Den y del Arcediano de Burgos, y conservaba la presidencia en su Colegiata, donde tena tribunal, con provisor, fiscal y secretario de cmara, haciendo la visita en su territorio8. El benedictino P. Berganza, en la obra Antigedades de Espaa en su libro tercero, nos describe segn el Libro de Ordenes, de poca y rito mozrabe, cmo se proceda en la alta Edad Media para conferir la autoridad arcedianal, entre los diconos de la iglesia Antes que el Obispo pasase a dar dicha orden (el diaconado) tomaba el parecer de los monjes ancianos, y examinaba a los diconos sobre si convena constituirle por su superior. Reconociendo el Obispo que convena, le entregaba una vara o palmatoria en seal de autoridad. Debemos de hacer notar que en la antigedad tal cargo eclesistico no conllevaba el presbiterado, es decir la celebracin de la Misa y de los Sacramentos; ms an, se prefera para este cometido, el que se fuera slo dicono de la correspondiente iglesia madre. Esto determinaba que, cuando no eran afectos al obispo respectivo, ste los promocionaba al presbiterado, dejando entonces su cargo archidiaconal, y pasando a ser simples presbteros. Avanzada la Reconquista de los territorios cristianos, las iglesias solan tener una configuracin colegial o monstica de sus miembros, para mejor realizar su funcin sagrada y para mantenimiento adecuado de los mismos componentes del cabildo Colegial. Tanto presbteros, como diconos e incluso diferentes religiosos, que formaban parte del clero de un territorio reconquistado, convivan en un ala de la iglesia principal, generalmente restaurada, o alrededor de su claustro; imitando, en cierto modo la vida de los grandes monasterios medievales, pero sin ligaduras de sometimiento a una regla monacal, como ocurra en los clsicos cenobios.8

Id. Tomo II. P. 759

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Tenan sus estatutos, o normativa especfica, que se iba enriqueciendo con la accin consuetudinaria, es decir, las costumbres propias de los distintos territorios o circunscripciones eclesisticas. En la obra citada, Berganza nos indica que la iglesias catedrales carecan de jurisdiccin sobre los monasterios, y que algunos de ellos se constituyeron e iglesias colegiales, como sucedi con Briviesca. Hacia los aos 1000, este tipo de organizacin eclesistica se fue consolidando alrededor de ciertas iglesias madre, constituyndose stas en arcedianatos, dependientes del obispado respectivo, e incluso el arcediano formaba parte del denominado Cabildo catedral. La figura eclesistica del arcediano se mantiene entre las comunidades cristianas de finales del primer milenio, y llegan a ser incluso notificadores, ante la Santa Sede, de la defuncin del obispo; y, mientras Roma provea la sede, despus de la eleccin y presentacin del nuevo prelado, por parte del clero de la Dicesis, eran considerados como administradores de la denominada Domus Ecclesiae, es decir la Casa de la Iglesia o Sede Episcopal respectiva. Muchos de ellos, una vez ordenados presbteros acceden a diferentes obispados, e incluso tenemos el caso del Papa Gregorio XI, Pedro Rogerio segn Flrez, ltimo de los Papas de Avin, que ostent el ttulo de Arcediano de Briviesca, antes de acceder al Papado. El elegido nuevo Papa era slo Cardenal Dicono de la Iglesia Catlica cuando fue promovido al Pontificado, debiendo en consecuencia ser ordenado sacerdote despus del nombramiento. Su retrato, de poca renacentista, lo contemplbamos aos ha en el rincn superior derecho frente a la entrada a la Sacrista de San Martn, y creemos haberlo rescatado del olvido recientemente en una vista hecha a la casa parroquial, en donde se encuentra muy deteriorado. En el siglo XIII la figura del Arcediano haba logrado ya una preponderancia notable en los aspectos jurisdiccional y contencioso, dentro del territorio de la correspondiente dicesis, y sobre todo del propio. Por ello para mediatizar esta categora ms adelante, se nombra, por parte del obispo, un Vicario General, para la jurisdiccin ordinaria, y un Provisor para la contenciosa.[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

1.1.- Briviesca y su Arcedianato.Es absolutamente fantasioso lo que el P. Gregorio Argaiz expone, en el siglo XVI, en su libro Soledad Luareada9, cuando nos habla de un obispado de Briviesca que datara de los aos 66 despus de Cristo. Argaiz llega incluso a dar nombre a un hipottico primer obispo de Briviesca, al que denomina San Laurio, y en su fantasa historicista llega a citar un Concilio de Briviesca en el ao 122, e incluso a un obispo que llega a mrtir : San Vicente, al que declara sepultado en Sta. Casilda hacia el ao 300. Lo que s parece cierto es que a finales del primer tercio del siglo V, se establecen en el alfoz de la an Virovesca dos iglesias reconocidas: Santa Mara y Santiago. Argaiz no yerra al decir que en el siglo XVII existan ambas iglesias, la primera de ellas como Colegiata o Sede del Arcedianato. Eclesisticamente Briviesca aparece claramente en el mismo Siglo V, en una carta10 que el metropolitano de Tarragona dirige al Papa Hilario entre 463 y 464, para exponerle la conducta irregular del Obispo de Calahorra, Silvano, dependiente de la provincia eclesistica tarraconense, que ha ordenado un obispo para una sede cercana a la ciudad riojana, sin haberlo comunicado a los fieles para su aceptacin, segn se proceda en aquellos tiempos. El prelado calagurritano se defiende ante el Papa aduciendo en su favor las opiniones de ciertas iglesias menores, como son, entre otras las de Briviesca, Tricio y Tarazona, que aprueban el nombramiento, que luego el Papa da por bueno, atendiendo a la justificacin de estas iglesias menores. El hecho de la presencia de una figura eclesistica como el Arcediano, lo explica detalladamente el Abad de Silos Dom Luciano Serrano en su Obra El Obispado de Burgos y la Castilla Primitiva: Desde el siglo V al XIII. Desaparecida la dominacin romana, a finales del siglo V, los pequeos ncleos poblacionales previos a la invasin musulmana, y sobre todo los posteriores a la misma, cayeron bajo el dominio de grupos nobiliarios familiares, que crean iglesias y monasterios primigenios, dentro de sus9

ARGAIZ, Gregorio: SOLEDAD LAUREADA POR SAN BENITO Y SUS HIJOS Y TEATRO MONASTICO DE LA PROVINCIA DE ASTURIAS Y CANTABRIA. Madrid, 1675. T. VI, 378 395. 10 SERRANO, Luciano: EL OBISPADO DE BURGOS Y LA CASTILLA PRIMITIVA. Madrid, Instituto Valencia de Don Juan, 1935. 21 23.

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territorios respectivos, a los que al final del alto Medievo encontramos constituidos en una cierta autoridad, social y religiosa dependientes de un cabildo o convento, bajo el bculo de eclesisticos que ostentan dicha autoridad, que se personifica en Abades y Arcedianos, inferiores en categora al obispo respectivo, pero con atribuciones de propiedad, justicia y gobierno ms cercanos a sus fieles respectivos. Uno de los primeros documentos que conocemos sobre Briviesca, datado en el siglo IX, concretamente segn Fray Justo11, el 15 de marzo del 873, nos habla ya de la dependencia de algunos lugares de La Bureba del Monasterio de San Flix de Oca, Sede Episcopal anterior a la Reconquista y luego de ella. Se trata del ofrecimiento que hace el Abad Severo a San Flix, de una Decana, algo as como una pequea institucin canonical y monstica, con sus propiedades y territorio; expresamente dice el documento Et tercia decana in Birviesca sancti Cipriani, cum suo ingressu et regressu in suis terminis, et terris, et vineis ab omni integritate. Poda ser esta Decana la sede primigenia del Archidecano o Arcediano correspondiente. La iglesia de Briviesca, cuyo cabildo reside en Nuestra Seora de Allende ya equiparada a Colegiata tiene en 950 como Abad a Egidio. Cuando, segn la documentacin del Archivo de la Catedral de Burgos, es nombrado Vicente obispo de la dicesis (969975), La Bureba se incorpora definitivamente a la mitra burgalesa Tambin nos habla el citado historiador benedictino P. Argaiz, de otra iglesia, de la que s tenemos constancia documental en 985, por el Cartulario de San Milln; se trata de la ermita o iglesia de San Clemente. Del mismo modo se pueden citar histricamente las iglesias de San Tirso y la de San Sebastin, todas ellas en el denominado alfoz briviescano. Estas iglesias y su clero respectivo, estaban bajo la direccin de un abad, de modo similar a como lo estaban la mayor parte de los monasterios medievales.

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PEREZ DE URBEL, Fray Justo: HISTORIA DEL CONDADO DE CASTILLA. Madrid, 1945

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En 1075, avanzada la Reconquista, el Rey Alfonso VI traslada a la ya ciudad de Burgos, la sede episcopal de Oca, que exista como hemos indicado desde tiempos apostlicos, como consecuencia de la evangelizacin de la provincia tarraconense, a la que perteneci casi todo el territorio burgals. El Rey dota a la mitra burgalesa de ciertos bienes, como son el monasterio quod vocant Sancta Mara de Berviesca12 , monasterio que entrega a Don Jimeno o Simn, primer obispo de la restaurada sede burgalesa. Por este texto documental colegimos que ese monasterio altomedieval figura entre los primeros asentamientos de un collegium o cabildo de clrigos que, viviendo al estilo regular, constituyen el esbozo del futuro floreciente Arcedianato. A principios del segundo milenio, entre 1050 y 1100, encontramos consolidada la figura de la iglesia briviescana y de su Arcedianato. En la Crnica de Alfonso XI figuran ya en la documentacin el denominado Monasterio y despus Colegiata de Santa Mara de Allende, que es donado despus al Obispado de Burgos. El primer arcediano de Briviesca que nos consta por la documentacin medieval es Don Garca Aznrez, que accede a la sede burgalesa como Obispo en 1097 y lo es hasta el 4 de octubre de 1114; era un clrigo de origen aragons. Tenemos documentacin de los sucesivos arcedianos de Briviesca, que aunque con domicilio en su sede arcedianal, acompaan a los diferentes obispos burgaleses y tienen tambin silla preeminente en el Cabildo catedral del Obispado burgense; si bien su jurisdiccin efectiva recae slo sobre la Colegiata, su cabildo colegial y los ncleos e iglesias pertenecientes a su territorio exento. En 1145, el Arcediano de Briviesca Don Pedro, junto al Obispo de Burgos Don Victor y al Seor de Bureba Gundisalvo Ruiz, estn presentes en la confirmacin del Fuero concedido a Pancorbo por el Rey Alfonso VII el Emperador13.

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FLOREZ, P. Enrique: ESPAA SAGRADA, TOMO XXVI, pp. 458462. En este tomo encontramos el documento de dotacin de la sede de Burgos, tambin publicado por Dom Luciano SERRANO, en la obra El Obispado de Burgos y la Castilla primitiva. 13 SERRANO; Luciano: FUEROS Y PRIVILEGIOS DEL CONCEJO DE PACORBO. Rev. Anuario de Historia del Derecho Espaol X (1933). .325 27.

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Por un documento del Monasterio de Las Huelgas, fechado en 1196 conocemos incluso a dos cannigos de Santa Mara de Berbiesca, uno de ellos llamado Andrs, que confirman dicho documento, consistente en la donacin de un molino al monasterio burgals. Pasamos por alto la evolucin de la figura del arcediano a partir del siglo XII, en que lo encontramos entre los protocolos documentales de obispados, monasterios e iglesias importantes y Condados y Casas nobiliarias de Castilla, participando de forma preeminente en actuaciones eclesiales y sociales. Destacamos la fecha de 1221, cuando el 21 de julio, el obispo Don Mauricio de Burgos coloca la primera piedra de la que luego ser la Catedral gtica. El P. Flrez, nos da en el tomo XXVI de su Espaa Sagrada los puestos ms cercanos a la silla episcopal : as, al lado derecho del obispo figurarn, en 1er. lugar el Den de la Catedral, en el 2, el Chantre y los puestos 3 y 4 se reservan para los Arcedianos de Valpuesta y Trevio. Era lgico que el Arcediano de Valpuesta ostentara esa preeminencia, porque fue la sede episcopal burgalesa de la poca primera de la Reconquista, y el territorio a donde emigr el obispo y la curia de la sede romana y visigtica primigenia de Auca. A la izquierda del obispo de colocan respectivamente: 1 el Arcediano de Burgos, y en 2 lugar el Arcediano de Briviesca, por entonces el Maestro Pedro, ocupando los restantes puestos: 3, 4, 5 y 6 respectivamente, los Arcedianos de Lara, Palenzuela, Salas y San Quirce. Esta organizacin del Cabildo Catedral pervivi prcticamente durante los siglos posteriores, hasta el XIX, en que, por el Concordato entre la Santa Sede y el Reino de Espaa, cambia la estructura eclesial de la Pennsula. El Arcediano pasar con el tiempo a ocupar el tercer puesto de la Curia, despus del Obispo y del Vicario General. 1.2.- El Arcedianato hasta el Siglo de Oro.Dentro de esa Institucin arcedianal debemos destacar entre los siglos XIV y XV, una serie de acontecimientos que influyeron notablemente en la organizacin social de la entonces villa de Briviesca.

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El primero de ellos tiene que ver con la fijacin del territorio jurisdiccional del arcedianato que, a finales del siglo XIII, abarca una serie de villas y lugares casi coincidente con la actual zona de La Bureba. Igualmente tendremos la delimitacin eclesial de la Colegiata en relacin con las varias iglesias de la villa. En su da, y basndonos en la documentacin de la poca, realizamos sobre el mapa topogrfico de La Bureba, la delimitacin del territorio arcedianal, que presentamos por vez primera en la presente conferencia. Hasta 128 ncleos poblacionales tenemos identificados pertenecientes al Arcedianato a principios del siglo XIV. Para delimitar el territorio y competencias del Arcedianato de Briviesca, cuya sede se encuentra en esta poca en pleno y renovado desarrollo urbano, se concierta una Concordia, como consecuencia de las disputas entre las respectivas parroquias, sobre la jurisdiccin propia del territorio urbano de la Colegial, que queda especificado con fecha 1 de octubre de 1317. Concordia, que impone el Abad de Cervatos, nombrado y aceptado por las iglesias locales de Santa Mara, San Martn y San Andrs, para el acuerdo. Esto eliminar la mayor parte de las desavenencias entre los clrigos de la Colegial y los de las iglesias de San Martn y San Andrs, que eran las que por entonces desarrollaban todo el culto y vida cristianos en la villa. Es muy interesante conocer los lmites de dichas circunscripciones eclesiales menores: Santa Mara, que en casi todos los documentos del primer tercio del siglo XIV se denomina la Nueva, tiene por lmites y por parroquianos a todos los que, en esas fechas habiten de la cerca nueva para adentro, entrando del Arrrabal por la puerta de la Tejera, y siguiendo la calle Traviesa, en direccin hacia la puerta de Pancorbo. Esta asignacin urbana, fruto de la Concordia aludida, nos est indicando que, ya por esas fechas, Briviesca haba cambiado de asentamiento; y que estaba desarrollndose el que ahora conocemos como casco histrico, merced a los desvelos de Blanca de Portugal, verdadera Seora de la Villa, quien desde Las Huelgas de Burgos, que ostentaba posesiones

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importantes en el alfoz briviescano, y como Seora del mismo Monasterio, vela por el armnico emplazamiento de la misma. Son varios los documentos de Santa Mara que resean donaciones especiales para la obra de la cerca, algunos de cuyos restos han llegado hasta nuestros das. La jurisdiccin de San Martn va desde la puerta de la Tejera hacia el oeste, comprendiendo el espacio que hay entre la cerca y la calle que llega a la plaza donde se encuentra la iglesia del mismo Santo, y al Norte la parte que va desde la plaza, hasta la denominada puerta de Pancorbo. Tenemos por tanto, por aquel entonces ya cuatro puertas: Al oeste, La Tejera; al este, la de Pancorbo; al sur, la de Burgos y al norte la denominada de Medina. La parroquia de San Andrs, que ser anexionada en el XVI a las anteriores, se queda con los terrenos extramuros del denominado barrio del Castillo, donde se ubican los judos y la zona del Arrabal, que llegara hasta la cuesta del Rosario. Esta iglesia de la que hemos perdido datos, fue demolida antes de 1770, para ensanchar el Hospital de Nuestra Seora La Mayor extramuros de la villa, y desconocemos su emplazamiento exacto. Al mismo tiempo que se procede a esta reorganizacin eclesistica de la villa y sus aledaos, se produce el traslado de la Sede Colegial del Arcedianato, desde la primitiva iglesia de Nuestra Seora de Allende, al emplazamiento actual de la Colegiata. La Concordia es renovada en el siglo XV, el 15 de mayo del ao 1405, en los trminos siguientes: A quince das del mes de mayo del ao del nacimiento de Nuestro Salvador de mil e cuatrocientos e cinco aos, Este da en la Iglesia Colegial de Santa Mara de Briviesca, ante Ferrando Dias, Vicario en el Arcedianato de Briviesca, por el muy Reverendo en Cristo , Padre y Seor Don Pedro, por la Divina Providencia Cardenal de Espaa, Arcediano de Briviesca, en presencia de Miguel Martnez, escribano pblico de la dicha Villa e de los testigos suso escritos, (a)pareci y presente por delante Juan Martnez, Prior Provisor e Procurador de la Iglesia de Santa Mara e de los beneficiados e servidores della e mostr e

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fizo leer ante dicho Vicario, por mi el dicho escribano, un compromiso escripto en pergamino de cuero, e signado de dos signos que parecan ser signados segund que en el dicho compromiso se contiene a continuacin, como en las confirmaciones documentales de la poca, se repite el texto de la Concordia de 1317, en todos sus extremos. Si hemos destacado este nuevo documento, es tambin por la presencia del famoso Arcediano Don Pedro, Cardenal al mismo tiempo de la Iglesia Romana, dato poco conocido por cuantos han escrito sobre Briviesca. En el siglo XV, siglo del apogeo de la Casa de Haro, luego Condestables de Castilla y Duques de Fras, pasaron por el Arcedianato de Briviesca varias personalidades relevantes de la Iglesia espaola; su nombramiento, contribua ms a incrementar su categora e ingresos, que probablemente a destacarse por su quehacer eclesial; aunque, eso s, casi todos procuraron la preeminencia del Arcedianato y de sus ancestrales privilegios. As, por ejemplo, tenemos hacia 1434 a Don Fernando Daz de Toledo, capelln de Doa Leonor, esposa de Fernando I y del Consejo de Don Juan II; en 1475 es Arcediano de Briviesca Don Fernando Daz de Fuente Pelayo, quien defendi los derechos dinsticos de la famosa Beltraneja; y hacia 1487, ya en plena poca de los Reyes Catlicos, tenemos al franciscano Diego de Nava, confesor de Isabel de Castilla.

1.3.- EL Arcedianato hasta el siglo XIX.La historia del Arcedianato desde el Siglo de Oro hasta su extincin en el siglo XIX est por hacer, dado que existen numerosas fuentes documentales para ello, a pesar del expolio sufrido por el Archivo de Santa Mara en diferentes etapas de su reciente historia. De lo que s nos constan noticias precisas es de las interesantes desavenencias territoriales y jurisdiccionales entre el Obispado de Burgos primero, Arzobispado de Burgos despus y el Arcedianato de Briviesca, en los siglos XVI a XVIII, con datos abundantes y prolijos, tanto en el Archivo Vaticano como en el de la Catedral de Burgos.

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No obstante, un erudito prroco de la villa de Rojas, del hoy arciprestazgo de Briviesca, Don Esteban, me trasmiti, en los aos 60, una serie de detalles interesantsimos sobre la historia del Arcedianato hasta su final, notas que an conservo, y de entre las cuales entresaco alguno de los detalles histricos ms destacados. Don Esteban, a quien los conocimientos paleogrficos no le eran ajenos, los extrajo, de los mltiples legajos que reley en el Archivo Colegial, siendo prrocos respectivamente Don Lorenzo Montes y Don Bonifacio Garcs; y su meritsimo trabajo resulta imprescindible para el conocimiento de casi cinco siglos de historia, siglos XV a XIX. Los acontecimientos ms trascendentales de esta dilatada etapa, como reiteramos, se encuentran reflejados ampliamente en la documentacin contempornea y entre ellos vamos a destacar los encuentros y desencuentros del Arcedianato con la mitra burgalesa, episcopal primero y arzobispal a partir de 1567, en que, a instancias de Felipe II, Burgos es elevada a Sede Metropolitana. Tambin surgieron a los largo de los siglos desencuentros menores con la Parroquia de San Martn, cuyos clrigos no rendan muy a gusto la pleitesa protocolaria, y la preeminencia debida, a los prebendados e iglesia Colegial, que se crean de mayor categora, y con derecho a algunas privilegios jurisdiccionales incluso, por pertenecer a la iglesia matriz del Arcedianato. As por ejemplo, en 1628 tienen ambas iglesias un pleito, que llega hasta Roma, por los asientos en los funerales de la Colegial, a los que estn obligados a asistir varios de los beneficiados de San Martn. Incluso cuando son requeridos para ceremonias religiosas los frailes del Convento franciscano de Nuestra Seora de la Salud, en el valle de San Francisco, fundacin del conde de Haro en el siglo XIV, y cenobio muy floreciente durante varios siglos, se les exige un comportamiento protocolario determinado, y que no se sienten, salvo el Padre Guardin, en los asientos del Coro pertenecientes al Cabildo. Este mismo ao de 1567 fallece el Arcediano Solrzano Salazar, poco estimado en la villa, pues nunca dese residir en ella; fue enterrado en Fras, a donde le acompaa una representacin del clero Colegial.[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

Le sucede en el Arcedianato el Licenciado Don Juan de Trillera, quien, sin embargo, desde el primer momento quiere residir en la antigua sede de Nuestra Seora de Allende, donde, se dice: segn tradicin antigua, tuvo principio esta Santa Iglesia Colegial. El Cabildo accede gustoso a esta preferencia del Seor Arcediano, dispensndole de todas las horas como si asistiese a ellas, y le obliga tan slo a asistir a las procesiones generales, a no ser que haya tempestad de agua o nieve . Todos los viernes del ao, se nos indica en el Libro de Actas del Cabildo de la Colegiata, se rene ste en la Capilla de San Lorenzo del Claustro. Claustro que subsistir hasta el siglo XX, en que por remodelacin de los edificios anejos a la iglesia, desaparece en su totalidad, si bien pueden observarse, en las estructuras aledaas al hoy edificio del clero parroquial, algunos de sus elementos de factura gtica. A mediados del siglo XVII, ao 1650 se nos indica que, en esta Insigne Colegiata hay, adems del Arcediano, tres dignidades: Prior, Capiscol y Tesorero; siete canonicatos, seis racioneros, ocho medio racioneros y dos capellanas de nmero; lo que hacen un total de veintitrs clrigos. No todos residan en la villa, porque eran promocionados a dichos cargos, pero muchas veces permanecan en sus dicesis o cargos curiales o seculares de otro orden. Cada canonicato reciba 72 fanegas de trigo y 40 fanegas de cebada; de centeno tres fanegas; de avena cuatro, de queso y lana 70 libras; 60 cntaras de vino y 900 reales en dinero. Todo ello tasado vena a equivaler 3.008 reales, adems de otras remuneraciones competenciales. Por ello, los cargos y dignidades de la Colegial eran muy apetecidos por el clero de todo el reino. Dada la importancia que iba ostentando tambin la sede de la Caput Castellae en los albores de la Edad Moderna, las aspiraciones de sus prelados, sobre todo a partir del Concilio de Trento, se concretaban en recortar los privilegios de las sedes menores, e incluso de monasterios y dems instituciones eclesiales. Pero adems de la labor eclesial propiamente dicha, la Colegial sede del Arcedianato, tena otras actividades como la del socorro de enfermos y pobres, y para ello haba fundado un Hospital denominado de Nuestra

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Seora La Mayor, anexo al claustro de la misma, y situado entre el cauce de la acequia que discurra por la calle del Rio, y la misma Colegial. Dicho Hospital, que provena del siglo XV, se encuentra en psimas condiciones a mediados del XVII, y en el ao 1650 se intenta el traslado a las afueras de la villa, por los muchos inconvenientes que representa para el traslado de enfermos, sacramentar a los mismos y sacar los cuerpos para el sepelio. Pretende el Cabildo que se ubique cerca de la iglesia de San Andrs, y de la entrada de la villa por el sur. Este Hospital debi de subsistir hasta el siglo pasado, aunque a finales del XIX era reconvertido en cuartel de la Guardia Civil. Como el Arcedianato de Briviesca haba logrado, a travs de los siglos, una importancia singular por su historia y por sus rentas, no olvidemos que a partir del siglo XIV es junto con Medina de Pomar la villa principal de los Condes de Haro, luego Condestables de Castilla; el obispado de Burgos plante ya a finales del mismo siglo XV, un pleito de jurisdiccin que fue llevado a Roma incluso, y que fue dilucidado por el Abad de Gumiel y ratificada por ambas partes la sentencia favorable al mantenimiento del los derechos del Arcedianato por la Sagrada Rota romana. Siguen siendo constantes las desavenencias entre la Mitra de Burgos y el Arcedianato y as a principios del siglo XVII se renen el Arzobispo de Burgos y Don Manuel de Salamanca, para comunicarse sus quejas sobre tales incidentes de jurisdiccin eclesial que ha originado cuantiosos dispendios, por la posesin de la jurisdiccin ordinaria en los 128 pueblos de los Arciprestazgos de Cerezo, Belorado, Pancorbo, Rojas y Fras. Quieren reducir el Arcedianato a 15 pueblos. Dos aos mns tarde acuerdan ambas partes que el Arcedianato ceda los lugares de Foncea, Vallurcanes, Berzosa y Cascajares, y adquiera los derechos de Cameno, Monasterio de Rodilla, Quintanavides, Berzosa y Prdanos, trocando Quintanilla del Monte por Revillagodos. Desde los aos 1512, 1539, 1595 y hasta 1716, el Obispado crea tener el derecho omnmodo sobre la silla Arcedianal y sus privilegios, pertenencias y exenciones, y pretende visitar las iglesias del Arcedianato, al margen de la propia autoridad del Arcediano. Pues bien, a pesar de los recursos del Obispo ante Roma, con el fin de arrogarse los derechos inmemoriales del[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

Arcediano, y de que Trento limit mucho los respectivos privilegios de las denominadas sedes menores, es decir de los arcedianatos, abadas y monasterios, el Arcediano de Briviesca mantuvo sus privilegios hasta el ao 1727 en que dos ilustres personajes: Don Manuel de SAMANIEGO Y JACA, por entonces Arzobispo de Burgos y el Arcediano de Briviesca, Don Onsimo de SALAMANCA Y ZALDIVAR, uno de sus ms ilustres Arcedianos, luego Obispo de Salamanca, y Arzobispo de Burgos, rubrican por indicacin del Papa BENEDICTO XIII, la concordia en que se contienen todos los extremos de la futura jurisdiccin arcedianal, hasta que el Concordato entre la Santa Sede y Espaa, en el ao 1851, segn apuntamos anteriormente, en el reinado de Isabel II, extingue el milenario Arcedianato, y la Colegiata se transforma definitivamente en iglesia parroquial de Santa Mara la Mayor, y pasa a ser cabeza de un arciprestazgo, del que dependen nicamente las localidades de : Aguilar de Bureba, Alcocero, Cameno, Grisalea, Quintanillabn, Castil de Peones, Quintanaloranco, Quintanabureba, Quintanilla San Garca, Revillagodos, Reinoso, Revillalcn, Salinillas y Valdazo. 1659 es un ao especial para la Villa. El Conde duque de Olivares, Privado de Felipe IV, despus de los Tratados entre Espaa y Francia, en la famosa Paz de los Pirineos rubricados en la Isla de los Faisanes, en la zona fronteriza del ro Bidasoa, viene a visitarla de paso para Irn, donde se va a concertar el matrimonio entre Doa Teresa de Austria, con el Rey de Francia. Se acuerda en el Cabildo que, cuando llegue la comitiva, salgan a recibirla a los trminos del Arcedianato, cuatro Dignidades del mismo, en mulas con gualdrapas, cuatro criados a pie, y otros cuatro a caballo. Se trasladan hasta Prdanos, y conducen a la comitiva hasta el Palacio del Condestable. Por la maana vuelven los comisionados a darle los buenos das y es despedido por la tarde. Vuelve el cortejo cuatro meses despus, por la tarde del 23 de noviembre; se le recibe en Cameno, donde el Prior le da la bienvenida. Se alberga en el mismo Palacio, y a la maana siguiente se le invita a visitar la Colegiata, lo que hace con toda la pompa y se Canta un TE DEUM, con repique de campanas de todas las iglesias de la villa.

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El Arcedianato organizaba numerosas procesiones a lo largo del ao, que a veces eran ms romeras que tales procesiones; se solan hacer a lugares un tanto alejados de la villa, y acudan los representantes del clero y pueblos cercanos. As por ejemplo en 1673, se hace, como todos los aos la romera procesin a Santa Casilda, patrona de la villa, cantando las Letanas mayores. Por los problemas surgidos en el lugar de Revillalcn, donde el squito procesional se paraba a comer, se renuncia en aos sucesivos a este gape, que se agradece al alcalde respectivo. Durante las procesiones, que frecuentemente eran de cuatro leguas, se visitaban las estaciones de las ermitas, de las que en el entorno de Briviesca haba varias, como por ejemplo las de la Magdalena, San Juan, San Miguel, San Acisclo y San Sebastin, San Bartolom y San Adrin, San Pedro Mrtir, San Tirso y Nuestra Seora del la Calzada; en la de San Andrs se dice que no se debe hacer estacin porque est profanada, dado que los pastores han resguardado en ella los rebaos. De la ermita de San Adrin sali un raposo al visitarla, con lo que se organiz un alboroto para cogerle. En ocasiones surgan eventos curiosos, porque al tener que vadear o cruzar los arroyos, pisando slo piedras grandes, algn clrigo caa en la corriente, con la consiguiente mofa por parte del pueblo, e incluso algunos tiraban piedras al vado para que se chapuzn fuera mayor. En una de estas procesiones, desde Cameno, el Arcediano mand que se repitieran con el debido respeto y con la Cruz alzada. Al fin se solicita una reforma en el rgimen de procesiones, as: viendo los inconvenientes que resultan de dichas procesiones, - o Letanas lejanas, como se las llama, a San Adrin, Santa Casilda y Nuestra Seora de Cameno -, el Arcedianato las prohbe bajo pena de excomunin: y ordena que en lugar de ir a San Adrin se procesione a la iglesia de Nuestra Seora de Allende; en lugar de ir a Santa Casilda, se vaya al Convento de San Francisco y en lugar de ir a Cameno, se haga a San Pedro Mrtir. Muchos de estos nombres de ermitas pasaron al entorno agrcola de su respectivo emplazamiento, y an recuerdo, que mi abuelo tena fincas en el trmino de Trasiglesias, que seguramente haca alusin a alguna ermita o iglesia respectiva cercana al camino de Quitanillabn; todos

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reconocemos por ejemplo, los trminos de San Miguel, o Santotis (San Tirso) y San Juan. No obstante nos consta, por la Santa Casilda y de las Cruces, con motivo de las rogativas de San Marcos, en los meses de abril y mayo respectivos, que Briviesca sigui procesionando lejos, a travs de los siglos, y hasta tiempos recientes, al mismo tiempo que tales procesiones se transforman en romeras. Tales ermitas y lugares de culto, procedan con toda seguridad, al menos muchas de ellas, de los pequeos cenobios instaurados por los clrigos, en la Repoblacin castellana de finales del Alto Medioevo, que a su vez estaban asentados en lugares de culto del Bajo Imperio y de poca visigtica, dando origen varios de ellos a alguno de los Monasterios ms conocidos, como Oa, Cardea, Arlanza y muchos otros castellanos. Sera curioso e interesante localizar los restos de alguno de estos solares histricos de la villa, porque con toda seguridad, en su mismo emplazamiento se hallaran retazos de la historia civil y eclesistica de Briviesca. Por circunstancias adversas para el campo, se solicitar muchas veces la asistencia del Cielo, como ocurriera el 25 de abril de 1654, en que por hallarse en peligro de perderse las cosechas, se acude a Nuestra Seora; lo mismo se hace en 1690, trayndose esta vez la imagen de Nuestra Seora de la Serenidad, desde el Convento de San Francisco; permanece ocho das en la Colegiata, pidiendo en un octavario que se serenase el tiempo hmedo y tormentoso. O sea que cuando se precisa lluvia, se acude a Santa Mara La Mayor, y cuando urge que cesen las tormentas y el tiempo hmedo, se trae a Nuestra Seora de la Serenidad, una pequea estatua que durante los ltimos lustros del XIX y buena parte del XX hemos venerado en la Capilla de Santa Casilda, adornada con coqueto manto blanco recamado en oro. El Arcedianato, tena adems de los privilegios esenciales de su categora eclesial, otros de ndole terrenal, como la entrega de los menudillos de las carniceras para el clero de la Colegiata. En 1668 se entabla un pleito entre l y el Ayuntamiento de la Villa, ante la misma Cancillera de Valladolid,[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

reclamando ese derecho ancestral. Concretamente el Arcediano Don Jos Hernndez de Soto expone ante el Concejo y la Cancillera que necesita de esa aportacin crnica para el mantenimiento de su familia, as como para la del Provisor. Cuando envan sus criados para recabar dicho derecho, se les niegan las aportaciones de las carniceras, especialmente en el da de sbado; mientras que los Alcaldes y regidores de la villa se los llevan para s y para los suyos, e incluso se los reparten entre amigos y parientes. Lo que a todas luces es un agravio pues en Briviesca se matan los sbados muchos bueyes y carneros. Se renen miembros del Cabildo y del Concejo para tratar este tema en la Casa Ayuntamiento llamados por la Cancillera; el Ayuntamiento accede a que se siga con esta costumbre, pero aclara que no es cierto que se haya observado siempre as, e indica que muchas veces no ha habido ni siquiera para los Alcaldes ni regidores. Contesta el Arcediano que es una honra para la Villa que l resida en la misma, y que por tanto deben de subvenir a sus necesidades y las de su entorno, mxime dado el nmero de cabezas que se sacrifican; y hace notar que los sbados precisamente, que es cuando l se cree con tal derecho, en vez de matar unas veinte reses, slo sacrifican dos o tres y as no tienen despojos para el Arcediano; y que conste dice, que tambin el Arcediano poda haber puesto carnicera, pero que por los inconvenientes para la villa que se derivaran de ello, no lo ha hecho. Al final el Ayuntamiento accede a que se den al Arcediano lo solicitado de acuerdo con la sentencia de la Cancillera, rubricada por el Rey el 19 de agosto de 1669. En los ltimos decenios del XVII, la Colegial est dedicada a hacer realidad la fundacin de Don Francisco de Soto Guzmn de la Capilla del Trassagrario a la que nos referiremos ms adelante en captulo aparte; quiere el noble caballero poner espadaa y campanas en dicha capilla, a lo que no accede el Cabildo, por los perjuicios que puede ocasionar a la iglesia madre del Arcedianato. Don Francisco regala dicha espadaa a la iglesia de Allende, y es colocada sobre uno de los arcos vanos de la torre. Por tanto sabemos que a finales del XVII, dicha iglesia, luego considerada ermita, an era como uno de los monumentos ms importantes de Briviesca.

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Como lo era la misma Colegial, que a principios del XVIII, en 1702, va a ser propuesta para la restauracin de su capilla mayor, que era de artesonado en madera, y se va a cambiar dicho artesonado por una bveda, con sus arcos y vuelta de coche. Se convocar concurso pblico entre maestros cualificados para la importante obra de renovacin. Se pagarn las obras en principio con los 400 ducados que Don Manuel de la Torre ha enviado desde Amrica para la lmpara que debera arder siempre delante de la imagen de Nuestra Seora. Hemos hablado antes de las frecuentes procesiones en la Villa; pues bien el 10 de junio de 1713, y ante una meteorologa adversa para el campo, las autoridades solicitan al Cabildo, se tenga una novena para pedir a Nuestra Seora La Mayor la esperada lluvia, pues no ha llovido en seis meses. Accede la iglesia, y nada ms comenzar la novena aparecen nubes que presagian lluvia abundante durante dos das con sus noches. El Sexto da, ya serenado el tiempo sale la procesin con el Santsimo por ser da del Corpus Christi, y antes de llegar a Santa Mara Encimera, vuelve a llover de tal modo, que se tienen que refugiar en la parroquia de San Martn, dejando al Sacramento en dicha iglesia por la imposibilidad de volver a la Colegial. Todo ello se acaba con una gran procesin con Nuestra Seora, a la que acuden representaciones de 26 pueblos con sus cruces respectivas. A mediados del XVIII, se renueva el suelo de la Colegiata, encajonando todas las sepulturas de la nave central, y determinando que en lo sucesivo slo haya enterramientos en las naves laterales. Por el fallecimiento sin sucesin de la Marquesa de Torre Soto, en 1757, pasa a ostentar el mayorazgo con todos sus derechos el Cabildo Colegial. El caballero Don Isidro de la Pea, pariente lejano, aspirar al Mayorazgo y derechos anejos, pondr al Cabildo, que lo ganar, segn el testamento de Don Francisco de Soto, un pleito que durar casi medio siglo. En 1758 es nombrado Arzobispo de Burgos el ilustre hijo e Briviesca Don Onsimo de Salamanca. La Villa se alegra enormemente de que su antiguo Arcediano acceda a la Sede Metropolitana, el prelado regala en su primera visita en terno rojo bordado en oro y un pectoral para Nuestra Seora.

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Fallecido el Arcediano Don Nicols de la Cuadra en 1759; es propuesto para la sede Don Juan Senz de Vitoria, que toma posesin en 1760. Don Onsimo durar muy poco al frente del Arzobispado, pues fallece en 1761, lo que ocasiona gran sentimiento en Briviesca por lo mucho que ha hecho por la villa. Muchas veces, y sobre todo en el siglo XVIII, se hace alusin a la fundacin de un Convento de frailes Carmelitas en la ciudad, segn una donacin realizada por el Marqus de Torre Soto en 1687; al final su pinge legado se va a emplear en elevar un retablo en la Colegial a Santa Teresa de Jess, hacia 1765. Buena parte de esos caudales se aplican tambin a obras de la iglesia, que tendr que soportar, durante decenios la llamada de atencin por parte de los albaceas para que se lleve a efecto la citada Fundacin. La gestin de la misma con el Cabildo haba comenzado en 1729, cuando el Duque de Fras enviaba una carta sellada al Prior, que ste abre en la reunin del clero de la Colegiata. Expone razones y deseos de que se cumpla la voluntad del Marqus, y en principio les parece bien a los prebendados, aunque el Prior pospone la decisin para una reunin posterior de la mesa capitular. A partir de ahora la fiesta de Santa Teresa ha de celebrarse con especial esplendor con volteo de campanas la vspera de la festividad de la Santa, colocando seis velas en su altar de la Colegiata y se han de tirar cuatro docenas de cohetes. En la iglesia de San Martn tambin se elevar un retablo a la Virgen del Carmen del mismo orden y belleza que el de la Colegial. Ser patrono de esta fundacin Don Francisco de la Torre, que era nieto de Don Toms de la Torre, hermano del fundador, Don Manuel, a quien se entregarn 6500 ducados, para que viva decorosamente y como compensacin por no haber cumplido con el deseo de su antecesor de la Fundacin Carmelitana. Tambin llegan los beneficios de la Fundacin de Don Manuel de la Torre al Convento de Carmelitas descalzas de Burgos, ltima fundacin de Santa Teresa al que le corresponden 500 ducados. El dinero para la Fundacin de Carmelitas lo envi desde la ciudad de la Provincia de Tucumn, San Felipe de Lerma, situada en el valle de Salta, Virreinato del Plata, actual Argentina, y fue trasportado en el viaje que el sargento Don Pedro Prez de Hoyo, que a su llegada a Cdiz lo consign en 1701, a la

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persona indicada, para hacerlo llegar al entonces Arcediano Don Manuel de Salamanca, que se neg a recibirlos para destinarlos a ese fin; se sabe que no todos los galeones que venan en aquella comitiva llegaron a puerto, pues se cuenta que la Capitana se perdi, y en ella vena la dcima parte de la dotacin fundacional. La esposa de Don Manuel de la Torre, tambin litigar con el Cabildo, porque no se destina al fin por el que se ha hecho la fundacin, pero el Cabildo la contenta con una porcin del mismo. El 12 de noviembre, en Cabildo extraordinario, se vuelve a examinar el tema, que es para tratar y conferir lo que sea y parezca ms del agrado de Dios, bien y utilidad de esta Iglesia Colegial, en orden a admitir o no la fundacin del Convento de Religiosas Carmelitas Descalzas, que contaba con el beneplcito de los religiosos de dicha Orden de Burgos, leyndose la clusula del testamento del Marqus de Torre Soto, que dota dicha posible fundacin, y que para llevar a cabo todo lo necesario nombra y da poder a Don Pedro Martnez Espaa. Adems se solicita que se funde una Casa Hospicio, en que haya cuatro religiosos del Carmelo, para que las religiosas de la nueva fundacin, corran a cargo del mismo. Todo se somete a votacin, que sale positiva; pero no definitiva, porque al da siguiente se vuelve sobre el tema, que sin embargo parece controvertido, por lo que se realiza votacin secreta, en la que la parte que aprueba la fundacin est en minora. El Prior, que es contrario a la misma, consigna su oposicin, sin embargo se comunica al Arcediano y al seor Duque de Fras una posicin favorable. Se volver a tratar sobre la fundacin en el ao siguiente 1730. A primeros de enero se tiene nueva reunin en la que el Prior abiertamente manifiesta su oposicin frontal al proyecto; el Cabildo duda despus de las votaciones a favor anteriores, quedando la cosa en tablas provisionalmente. El hecho es que jams se instaur el monasterio de Carmelitas, y los dineros de Don Jos de la Torrre, que gestionaba el Magistral Ilarraza en Madrid, se emplearan luego en otras necesidades de la Colegiata. Se origin con todo ello un largo pleito que dur varias dcadas, del que se habla en documentos de los aos 1738 y 1744.

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Hemos indicado que el Cabildo mantena tambin una Escuela de Gramtica; se quejan los padres de los alumnos de que el Profesor no cumple adecuadamente con su funcin y se le invita a dejar el puesto, o si no a ser demandado por el Arcediano. La Escuela de Gramtica, que llega hasta entrado el siglo XIX, tiene vacante su Ctedra y en el ao 1800 se presentan a ese puesto nada menos que diez presbteros para ocuparla. Es curioso cmo se desarrolla la oposicin que tiene lugar en la tarde del 25 de febrero. Un nio hace tres piques con un cuchillo en la Historia de Don Quijote, quedando todos para comentar el captulo 45 de la obra : En que se acaba de averiguar la duda del yelmo de Mambrino y la alabarda. Cada opositor recoge papel suficiente y escribe al dictado el texto que expone el seor Magistral, que deber de ser traducido. Algunos estuvieron hasta las once y media de la noche se haba comenzado a las dos de la tarde entregados los ejercicios de traduccin, se guardan bajo llave por el Secretario Capitular. A la maana siguiente cada opositor expone en la Ctedra, ante el Cabildo y numeroso pblico, la traduccin una vez ledo el romance. El primero en intervenir fue Don Alfonso Palomo, que responde a las preguntas de los dems opositores. Estos proceden del mismo modo. Al da siguiente se realiza la traduccin del latn de un trozo de la obra de Julio Cesar de la Guerra de las Galias, de la misma forma que el ejercicio anterior, exponiendo el mtodo ms adecuado para la enseanza de la lengua latina. Tan bien han realizado los opositores sus ejercicios que estos son remitidos al Instituto San Isidro de Madrid. Existan al mismo tiempo dentro del territorio del Arcedianato otras escuelas de Gramtica, como la de Busto, que haca competencia a la de Briviesca, y que es clausurada por ello. Los prrocos de diferentes pueblos se quejan al Arcediano de que a veces los maestros de la Ctedra no son lo suficientemente expertos; y exigen que no se dediquen ni a la labranza, ni al comercio, ni administracin alguna y que, en caso contrario se les desposea de su cargo. Otra costumbre inmemorial en el Arcedianato es cantar las Oes en el octavario anterior a Navidad, que iban acompaadas de una invitacin de

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dulces, a lo que se niega el Prior en el ao de gracia de 1766; y se le amonesta y condena a pagar 56 libras de dulces para ese convite La Santa patrona de La Bureba tampoco es ajena a las preocupaciones del Cabildo, aunque la jurisdiccin sobre su santuario, que quiso tener el Arcedianato, nunca la logr. Lo que s consigue el Arcediano de finales del XVIII Don Vicente Ramrez es que una reliquia del crneo de Santa Casilda sea entregada a Briviesca, y sea colocada en el altar respectivo de la Colegiata, reliquia que es venerada por la Serensima Princesa de Asturias. La ceremonia tendr lugar en 1788 en San Martn, donde el pueblo rinde homenaje a la Santa, quizs porque se dese hacer una procesin a la misma Colegiata desde San Martn, iglesia en donde quedara la reliquia, al haber entrado por la puerta de Medina, acompaada de todo el clero y frailes de San Francisco. El Arcediano Don Vicente fallecer en 1805. Durante dos aos hay Sede Vacante en la que el Cabildo Catedral de Burgos, quiere quedarse con los derechos del Arcedianato; se entabla el correspondiente pleito en el que el Provisor y Cabildo de la Colegial acuden al Rey Carlos IV y a Roma; ambos dictaminan que los derechos pertenecen al Cabildo de Santa Mara. En el apartado de la historia de la Colegiata, indicaremos ms adelante cmo a finales de este mismo siglo se consideran perentorias las obras, que financiar en parte el cannigo Magistral Ilarraza residente en Madrid, quien recurre incluso al Rey, all Arzobispado y al mismo Cabildo de Burgos. Ya en 1836, cuando el ministro de S. M. Mendizbal, ordena la denominada Desamortizacin de los bienes eclesisticos y regulares , los documentos del Archivo Colegial detallan que la fbrica de la Colegiata carece en absoluto de bienes notables. En 1842 los escasos bienes pasan a ser administrados por un Comisionado de la Nacin. Despus de la Desamortizacin, y entre los aos 1836 y 1851, no es raro que el Cabildo recurra al Ayuntamiento para cubrir las necesidades ms esenciales, como sucede ms tarde en 1843 y 1864.

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Ser el Estado quien, a partir de 1851, en virtud del Concordato con la Santa Sede, se haga responsable de los gastos ms elementales del Cabildo y de la Colegial, como compensacin por haber pasado a aqul buena parte del patrimonio eclesistico. En el Cabildo cuenta, por esas mismas fechas, con ocho miembros, a los que corresponden, junto con los dos sochantres, 120 reales que aportar el Estado como asignacin que siempre se les haba dado, por ir a celebrar la Rogativa a Santa Casilda, distante legua y media de la villa Un texto de la poca nos atestigua que en Briviesca, por estos aos, 1879, el estado moral es bueno, habindose dado la ltima Misin en noviembre, a la que asistieron muchos de los pueblos de los alrededores. Los feligreses son respetuosos para con los sacerdotes, lamentando nicamente la profanacin de los das festivos, pues de continuo estn abiertos los comercios sin diferenciar das, ni hallar medio de cortarlo; y la autoridad local no quiere intervenir, porque dice que la Ley civil no lo prohbe, Los tiempos en que el Arcedianato y su rigurosa normativa era respetados haban pasado . En 1880 se produce la unin de las dos parroquias Santa Mara y San Martn. Don Cndido Sancha es el prroco; y en 1889 es nombrado Prroco Arcipreste nico Don Manuel Santaolalla, y ya a finales del XIX tenemos de Prroco a Don Teodoro Martnez, que lo haba sido de Rojas. Como datos ms recientes y curiosos sobre la Iglesia de San Martn, hoy sede de la Parroquia, tenemos el derribo de la torre en 1892, cuya espadaa es remozada. Este mismo ao ocurre el desprendimiento de los campanillos de Santa Mara que son reparados y reubicados en la torre.

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2.- La Colegiata de Santa Mara La Mayor.La sede del Arcedianato estuvo indudablemente en la cabeza eclesial del mismo, Briviesca, pero no siempre en la misma iglesia. La Ex - Colegiata de Santa Mara tuvo su nuevo emplazamiento, que data del siglo XIV, segn hemos dejado indicado, dentro del nuevo recinto de la entonces villa. El tema del emplazamiento de la Sede primitiva y de su iglesia es una de los ms interesantes, bajo el punto de vista arqueolgico, para conocer el asentamiento primigenio, no slo de la villa anterior a Doa Blanca, sino de su posterior desarrollo urbano. Uno de los primeros documentos en los que se hace referencia concreta a la sede de la iglesia colegial, de la que se nombran sus cargos respectivos est fechado en la era de 1356, o sea el ao 1318, En el se nos dice textualmente: estando en la sacrista de Santa Mara La Nueva, Juan Snchez, Prior, Domingo Prez, Capiscol y Ruy Snchez, Sacristn y otros cannigos de la Iglesia de Santa Mara de Vervisca, por sacristn llamados a campana taida fijmonos que todava hay una lejana referencia a la vida conventual ayuntados as como lo han de uso y costumbre, y en presencia de mi Sancho Martnez, escribano pblico de Vervisca sepan que yo Domingo Prez, capiscol de la iglesia de Santa Mara de Bervisca habiendo devocin a la Virgen Bienaventurada Gloriosa Santa Mara sealadamente en la iglesia de Santa Mara La Nueva, que agora es dentro de la cerca de la villa de Bervisca fago donacin perpetua, sana, e firme, e valedera entre vivos, y doy y cedo a la dicha iglesia de Santa Mara La Nueva, y al cabildolas mis casas que yo he en la villa de Bervisca, en que ahora moro la mi bodega que yo he la cual bodega es (entre) la Cal Mayor, y el andamio de la Cerca de la Villa Ms adelante afirmar que tambin dona varios majuelos, y que uno de ellos fue del judo Abraham. Resulta muy interesante y expresivo, al gusto de la poca, finales del siglo XIII y principios del XIV el final de dicho documento : E luego Domingo Prez, el dicho Capiscol, dijo al Cabildo : Andad conmigo, el luego y quiero venir, y poner en la posesin de esto sobredicho que yo vos do, segn que a la carta pblica dice: y el Cabildo vinieron con l y metiles en las sus[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

casas, y bodega y en el majuelo de La Vega que fue de Don Abraham, y en el majuelo cercado con su casa el Capiscol sali del majuelo cercado, y les dio la llave de la puerta de la casa, y del majuelo y se desapoder del majuelo cercado, y dijo que en su vida el Capiscol se entrar a servir de las casas de la Villa, y de la bodega y del majuelo de la Vega que fue de Abraham, y que despus de la vida del Capiscol, todo fuese del Cabildo y de los capellanes para ellos y para sus sucesores El texto es lo suficientemente expresivo y prueba no slo la presencia del Arcedianato que iba incrementando su patrimonio, sino sobre todo la actividad constructora en la villa por aquellas mismas fechas. Conocemos abundantes testimonios sobre dicha iglesia, cuyo topnimo ha perdurado hasta tiempos recientes en el denominado trmino de Aliende, utilizado por labradores y lugareos, al menos hasta los aos de mi infancia en Briviesca, alrededor de los aos 50 del pasado siglo. En los ratos libres de mi trabajo en la Universidad, he dedicado varias investigaciones a precisar el lugar exacto del emplazamiento de Nuestra Seora de Allende, y al final logr dar con un testimonio topogrfico, debido a Don Juan Sanz, prroco de Briviesca en el primer tercio del pasado siglo, y que publiqu en mi obra BRIVIESCA ANTIGUA Y MEDIEVAL14i. A este emplazamiento parece que se refera el Profesor de la Universidad de Valladolid J. A. Absolo en su obra Comunicaciones de poca romana en la Provincia de Burgos15. Lo nico que conservamos de aquella sede primitiva de Allende, nominada en numerosos textos histricos hasta los umbrales del siglo XX, es la14

Op. Cit. Pg. 224. En nuestra obra indicbamos las coordenadas en las que pueden hallarse los restos de dicha Colegiata primitiva: situada en el kilmetro 415 antiguo de la carretera Madrid-Irn , hoy kilmetro 278; a 82440 metros de la va frrea Madrid-Briviesca-Irn y a unos 250 metros de la caseta del guardabarrera del camino encimero de Bauelos, o de las Yeseras, o sea a 250 metros del paso a nivel. Sobre este paso sabemos de la instalacin, en la segunda mitad del pasado siglo XX, de un puente sobre dicha va; instalndose junto al mismo un Crucero, sobre recios tambores estriados de piedra, cuya procedencia podra ser quizs de la antigua Sede Colegial de Nuestra Seora de Allende. 15 ABASOLO, J. A.: COMUNICACIONES DE EPOCA ROMANA EN LA PROVINCIA DE BURGOS. Burgos, 1975. P. 94 95 en la otra parte del ro Oca se estableci una prolongacin del ncleo urbano, ya que se encontraron diversos materiales de poca romana, en el lugar donde estuvo situada la ermita de Nuestra Seora de Allende junta a la carretera Madrid Irn. Cita de: Varia de Arqueologa, pg. 222.

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imagen gtica de Nuestra Seora, ubicada en el ojo de buey de la fachada neoclsica, y que hoy preside majestuosa el acceso a la Ex Colegiata. Sera sumamente interesante localizar el emplazamiento exacto de la iglesia de donde proceda dicha imagen, ya que en ella pueden encontrarse numerosos restos arqueolgicos que iluminaran una etapa an oscura de la primitiva Sede Colegial. Lo que s tenemos documentado es que junto a la iglesia/ermita de Nuestra Seora de Allende exista un molino, que se destruye en 1781, y por lo tanto no poda estar lejos del cauce del Oca. La piedra del molino pasa a las obras de la Colegiata. El tema de los molinos de la Villa dio bastantes problemas tanto a la misma como a la Colegiata. En efecto, frecuentemente el Oca se desbordaba con sucesivas avenidas provocadas por lluvias copiosas; entonces quedaban inservibles para la molienda, as que haba que reparar la presa que regulaba y proporcionaba la corriente de agua. En 1702 hubo una gran avenida en el Oca que se lleva la presa de la denominada Puente Nueva que lleva el agua a los molinos de la Colegiata, a las huertas y a la misma villa. Se solicita la ayuda del maestro carpintero Mateo Echevarra para que reconstruya una obra tan necesaria. Se rehace la presa con potentes vigas de olmo atravesadas en el ro y con entramado de piedra. La reparacin de la obra va a costar 7086 reales que se abonarn a prorrata, segn fanegas de regado. Tanto la Colegiata, como San Martn y el Monasterio de Santa Clara abonan su parte. Por ello conocemos que a la Colegial le corresponde una mayor cuanta no slo por sus propiedades, sino porque la reconstruccin de la presa conlleva la regularizacin del cauce para los molinos de la misma, que han quedado sin suministro de agua. San Martn tendr que regar sus 16 fanegas de huerta, ms 14 de linar. El lino era un cultivo muy frecuente en aquellos aos en La Bureba; el Hospital del Rosario, que Depende del Duque de Fras tiene tambin un linar de 10 fanegas y debe de realizar su aportacin pertinente, adems de pagar por la teja de agua que tiene para riego en sus propiedades.

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En 1789 las aguas se vuelven a llevar otra vez la presa, y hay que repararla con urgencia, los molinos quedaban sin poder moler, y las huertas sin riego. La reparacin supone un gasto cuantioso que la Colegial no desea realizar por creerlo asunto del Ayuntamiento. Se entabla un pleito que dirima responsabilidades; pero se dan cuenta que ello no hara sino demorar la reparacin, por lo que Ayuntamiento y Colegial se renen en el saln de la Villa y acuerdan un reparto curioso de gastos: dividen ste en 11 partes; de ellas una abonar el Duque de Fras, Seor de la villa; y otra el Convento de Santa Clara, que aprovecha la acequia para riego; tres partes cada uno pagarn Concejo y la Colegial y las restantes los propietarios de las huertas, con lo que se da por zanjado el conflicto. Volvemos a ocuparnos de la iglesia fundacional del Arcedianato: conocemos, por un documento de 1672, que por estas fechas el capelln de Nuestra Seora de Allende era el cannigo Don Francisco Prez de Borata, y que en su tiempo se realiza un inventario de los bienes, ornamentos y dems enseres que tena la iglesia de Nuestra Seora, que son los siguientes : Una mesa que el capelln tena en el cuarto nuevo de la casa, banco de nogal con respaldo de ah provendra los varios bancos de esta naturaleza que haba en la sacrista de la Colegiata -, una pintura de la Encarnacin, cuatro pequeos cuadros del retablo de la ermita, atriles, lmpara de plata que alumbraba a Nuestra Seora, donados a la iglesia por Don Francisco de Soto Guzmn, promotor del edificio del Ayuntamiento actual; en esa lmpara constan las armas y cartel de los Soto Guzmn, con lo que del estudio de las que an existen en Santa Mara, se puede saber si proceden del donativo del dicho seor; otras lmparas de bronce, campanillas y cruz procesional de bronce tambin. Tres relicarios que estn a los pies de Nuestra Seora, tambin dos agnus dei que estn a los pies de su imagen; adems de tres lminas que estn en los altares de Santa Luca y San Adrin. Existe un cuadro de San Andrs con marco dorado en la capilla de San Isidro. Tiene tambin la iglesia primitiva sede del Arcedianato abundantes ornamentos y ropa de altar, as como cuadros que parecen muy artsticos y de calidad. Un cliz y patena que regal Don Juan de Soto Guzmn, Arcediano que fue de Badajoz, con sus armas y cartel; tambin hay una casulla de damasco blanco regalo de la Casa de Salazar. En la sacrista hay una caja con Nuestra Seora de[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

Allende y una imagen de San Francisco. Enumero todos estos enseres de la iglesia porque se conozca en su caso, de dnde proceden varios de los que actualmente son propiedad de nuestra ex Colegiata. En 1822 el Arcediano adquiere el Retablo de Nuestra Seora de Allende, que desconocemos a dnde fuera a parar dentro de la Colegiata. Lo que s nos consta, por documentacin del Archivo de la colegial, es que en 1826 la todava ermita, antigua sede del arcedianato, est arruinada. Todos los aos donaba el Cabildo 33 reales a la fundacin llamada Allende para la lmpara de dicha ermita de Ntra. Seora; pues bien, a partir de ese ao ya no se abona dicha cantidad por no existir tal ermita. Releyendo los documentos del que fuera archivo de los Soto Guzmn, referentes a la Capilla del Sagrario de la Colegiata, a los que nos referiremos ampliamente ms adelante, hemos podido conocer que la linterna, an en pie, de dicha capilla, se realiz a principios del XIX, a imitacin de la que haba en Nuestra Seora de Allende. Voy, no obstante, a dar algunas pinceladas, sobre la Colegiata que por desconocidas, no son menos importantes para la historia de la iglesia colegial. Decamos en nuestra obra antes indicada, que el templo actual guarda como una reliquia de la vieja iglesia sobre la que est construido, una capilla gtica, la de Santa Casilda En efecto, dicha capilla es un resto del templo construido, como hemos dejado indicado, dentro de la cerca de la villa entre la segunda mitad del siglo XIV y el siglo XV. Y, cuando se produjeron algunas reformas menores del arranque de las naves laterales y central, en la segunda mitad del pasado siglo XX, de las que fui en parte testigo, se alumbraron restos gticos bajo medievales y renacentistas que an perduran felizmente. Consta por ejemplo, que a finales del siglo XIV, ao 1392, ya estaba construido el claustro anejo a la parte sur de la colegiata y se constatan donaciones a principios del siglo XV para la obra de la misma iglesia. Los restos de esta misma colegiata fueron utilizados con posterioridad para la construccin de la neoclsica, segn consta por las vigas del entre tejado y

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bveda, adornadas con restos de filigrana y que atestiguan haber correspondido a una iglesia ms primitiva. De aqu colegimos, que la actual ex Colegiata de Santa Mara ha tenido tres pocas de construccin y ampliacin respectivamente. La primera coincide con los aos finales del primer milenio, y consolidacin de la repoblacin, quizs como ermita o monasterio, lo que nos falta por precisar documentalmente. La segunda en la etapa de Doa Blanca y siglos posteriores, a las que debe su factura gtica, existan detalles en la documentacin del Archivo de la Colegiata que atestiguaban que la iglesia de esta segunda etapa se debe a la misma Doa Blanca de Portugal. La tercera, ya documentada, en pocas neoclsica y barroca, que es la que ms destaca por su aspecto casi catedralicio, y la que casi en su totalidad ha llegado hasta nosotros. Y digo casi en su totalidad, porque algunas partes de la misma iglesia, como el claustro seguramente gtico en sus principios, y adornado con numerosas capillas, como la de San Lorenzo, que constantemente citan las Actas del Cabildo de los siglos XVI a XIX, como lugar de reunin del mismo para tratar de las cosas que miran al servicio de Dios y de la misma Colegial, han desaparecido por completo. En ese claustro ruinoso, lleno de restos de floreros viejos, andas, estatuas de santos y maleza, y en buena parte lbrego y descuidado, corretebamos a veces los monaguillos de mediados del siglo XX. Las obras ms recientes histrica y arquitectnicamente hablando; - no nos referimos a las del siglo XX - se corresponden con los finales del siglo XVIII, cuando se restauran y construyen las dos torres de la colegiata, anteriormente en pirmide cuadrangular en punta, con lo que su misma fachada experimenta notables modificaciones, al rematarse dichas torres con casquetes metlicos semiesfricos, prolongados con visera del mismo metal. Lo ms destacado de esta reforma de la tercera poca es la ubicacin del magnfico retablo barroco realizado entre 1750 y 1756 dorado entre los aos 1761 y 62, a costa del Obispo Don Manuel Quintano Bonifaz, en tiempos del Arcediano Don Manuel Sanz, e inaugurado el 15 de agosto de 1762, o sea hace exactamente 250 aos. Las tablas del Retablo del templo

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gtico se trasladan a la denominada Casa del Sacramento, actual Ayuntamiento. La piedra para las nuevas obras se trae de las canteras de Revillagodos y Pancorbo, y se acarrean con carros de hasta tres mulas. Toda esta piedra ser cuidadosamente labrada por maestros canteros; junto con los materiales de forja, que prepara el maestro herrero Jos Corrales. Tambin se extrae piedra de Reinoso, que ocasiona numerosos destrozos en lindes y caminos del lugar, que la Colegiata debe de abonar al concejo burebano. Asimismo se instalan nuevas vidrieras que fabrica Pedro de Gemes, artesano del gremio de Burgos, residente en Las Huelgas. Buena parte del patrimonio histrico-artstico de la Colegiata y de la hoy ciudad, fue estudiado sumariamente y publicado en la mencionada obra sobre Briviesca Siglo de Oro, que seguro poseen muchos paisanos, y cuyo contenido, por conocido, no voy a repetir aqu.

2.1.- Historia interna de la Colegiata.En la segunda mitad del siglo XVI, la Iglesia celebr uno de los concilios ms trascendentales de su Historia: El Concilio de Trento, que afect a los aspectos teolgicos, morales, institucionales y jurisdiccionales de la naciente sociedad renacentista. En estos dos ltimos captulos los arcedianatos resultaron muy afectados en su podero y prestancia; pero el Concilio respet la figura eclesial del Arcediano y algunas de sus preeminencias ms ancestrales. A ello contribuy el Arcediano Hernando de Briviesca, quien nacido en 1530, fue tesorero de la recin fundada Casa de Contratacin de Sevilla, y que particip en la preparacin de la expedicin de Magallanes y El Cano, que diera la primera vuelta al Mundo. En Trento intervino, como padre del Concilio, un ilustre Briviescano Fray Juan de Briviesca Muatones, hijo de Juan Snchez de Briviesca y de Juana de Muatones, Prior de la Orden de San Agustn y Confesor de Carlos V,

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quien, por su destacada labor en el Concilio, donde representar al mismo Emperador, lleg a ser promovido en 1566 a Obispo de Segorbe y Albarracn en el Reino de Valencia. Fue ntimo del clebre prelado valenciano Sto. Toms de Villanueva, de quien escribi su vida y obras. Fallece en 1571. Un Den de aquellas iglesias de Valencia, recuerda a Fray Juan y funda, a finales del siglo XVI, en la citada capilla de Santa Casilda de la iglesia Colegial, donde est enterrado, sendas capellanas para su servicio religioso; al mismo tiempo deja 75 ducados cada ao para el ornamento de dicha capilla. Por tanto ya sabemos a quin debemos el ornato y rejera de esta capilla gtica, de magnfica factura, cuyo estilo se corresponde con la remodelacin de la Colegial, una vez trasladada de Allende y cuyo retablo fue esculpido en la segunda mitad del XVI por los maestros de Santa Clara Diego Guilln y Pedro Lpez de Gmiz. A ambos famosos maestros debemos, como todos sabemos, el Retablo de la iglesia de Santa Clara, realizado en la segunda mitad del siglo XVI, y que en este mismo siglo cumplir cinco siglos. En la primera mitad, precisamente en 1511, se haba decidido, por parte de Doa Menca de Velasco y Mendoza, hija de los Condestable de Castilla, le ereccin o mejor dicho el traslado de la Comunidad de clarisas que se erigi en el siglo XV en Briviesca, casi al mismo tiempo de la fundacin del Convento de Nuestra Seora del Puerto de la Salud, de Frailes Menores de San Francisco, a un nuevo cenobio, que ella solicita construir en la Vega de Valdeparado, y del que el Prior del Arcedianato, despus de la licencia preceptiva del Obispo burgals Don Pascual de Ampudia, coloca la primera piedra el 16 de mayo de 1512, o sea hace ahora 500 aos. El texto del permiso para la edificacin del Monasterio de Santa Clara, reza as: Nos los provisores en todo este Obispado de Burgos, por el Muy Reverendo Padre y Seor Dom Fray Pascual de Ampudia, por la Gracia de Dios e de la Iglesia de Roma, Obispo de Burgos, del Consejo de la Reina Nuestra Seora se refiere por la fecha del documento a Doa Juna hija de los Reyes Catlicos facemos saber a Vos el Venerable Pero Martinez, de Briviesca, Tesorero en la iglesia colegial de Santa Mara licencia e facultad para que se pueda hacer el edifico en el dicho trmino, donde[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

dicen la Vega de Valdeprado, que es cerca de esta Villa e estando presentes el Venerable Prior Pero Martinez, e Diego de Isla, mayordomo de la dicha seora, como su apoderado y en su nombre puso con sus manos la primera piedra a diez y seis das del mes de mayo, ao del Nacimiento de Nuestro Seor Jesucristo de mil e quinientos e doce aos. La historia del Monasterio de Santa Clara, concluida poco antes de cumplirse en este mismo ao los cinco siglos, corri paralela a la de la Colegial, y su ocaso ha sobrevenido siglo y medio despus del de la misma. Esperemos que a este legado monumental, honra de Briviesca, y a su Retablo Escorial de los Retablos Hispanos , no le ocurra lo mismo que lo que le sucedi a la Colegiata, como veremos ms adelante, a partir de mediados del siglo XIX. No nos toca a nosotros, en este Ciclo Cultural de conferencias conmemorativas, tratar el interesante tema de los Velasco ni del Monasterio de Santa Clara; as que dejamos para profesores competentes la disertacin correspondiente. Pero volvamos a Trento y a su repercusin en la vida de la Colegiata. Una de las principales preocupaciones de los Padres del Concilio de Trento es el que hubiera un control ms cuidado de las diferentes iglesias locales; y as, en Briviesca tiene lugar en 1576 una de las primeras Visitas cannicas, poco despus de la Asuncin de Ntra. Seora, el 19 de agosto. La realiz el Cardenal Arzobispo Don Francisco Pacheco de Toledo, primer titular de la ya Sede metropolitana de Burgos. Se le recibe cantando el Te Deum, al que prosigue una misa rezada a la que asiste todo el pueblo, y luego de la cual se administra el sacramento de la Confirmacin. El Cardenal manda a Don Juan de Briviesca que cumpla el testamento de Sancho Morn que ha donado a la Colegiata un cliz de plata, una patena y dos casullas, y que aada a lo anterior, una saya grana de tejido noble que su mujer Constanza de Padilla, orden al heredero Juan de Briviesca entregar a la iglesia. Tambin visita el purpurado los dos Hospitales que existen en la ciudad, que ordena reparar por sus muchos desperfectos. Y lo curioso es que manda a los mesoneros que obliguen a todos sus huspedes a que oigan[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

la misa los das de precepto; y a los herradores que no yerren a las cabalgaduras en las mismas fechas, si no fuere por mucha necesidad, y no lo hagan en la calle. En 1583 visita la iglesia Colegial Don Cristbal Vela, sucesor del Cardenal Toledo, en la Sede burgalesa. Permanece tres das en Briviesca y confirma en las tres parroquias: Sta. Mara, San Martn y San Andrs. A la confirmacin acuden varios pueblos del Arcedianato. Por entonces ya existe en Briviesca, en el Claustro de la Colegial una Escuela de Gramtica, - algo as como una Facultad Universitaria menor de la poca y ordena a su Catedrtico que acuda las vsperas y das festivos a los actos de la misma. Vuelve Don Cristbal a Briviesca en 1590, y al visitar la colegiata, observa el mal estado de los altares laterales, y manda que no se diga misa en ellos hasta que sean convenientemente reparados, lo que origina gran disgusto en el Cabildo, pues se precisan todos ellos, por el nmero de prebendados, para decir Misa diariamente. La Iglesia ser ampliamente reformada y ricamente decorada a lo largo de los siglos XVII y XVIII, al estilo de la poca, ubicndose en sus amplias naves laterales numerosos altares con las advocaciones de la devocin briviescana: a la derecha los de San Jos, la Inmaculada y Nuestra Seora del Rosario; los de la izquierda se dedican respectivamente a San Roque, a Nuestra Seora del Carmen, Santa Teresa, San Antonio y Santsimo Cristo. Todas las tallas de los altarcitos son de delicada factura al gusto de la poca. Tengo que hacer aqu una confidencia: mi madre Juana Fernndez Moneo celadora del altar de San Antonio hasta su muerte, muy joven, con 49 aos; y en el armario ropero de nuestra casa de la calle de Medina, entonces Calvo Sotelo, observ de nio, que conservaba un conjunto de ornamentos del altar del Santo franciscano, y del Nio que sostena en su brazo, que peridicamente lavaba, almidonaba y cambiaba con respetuosa devocin, segn pude observar varias veces de nio. Hasta 1662 no vuelven a ser visitadas la Colegiata y el Cabildo. Incide el Arzobispo Don Antonio Pano en la presencia de los cannigos de Sta. Mara en su iglesia colegial, indicando que si se ausentan y no regresan en un mes, quede vacante su plaza. El cannigo Don Andrs Martnez, que

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lleva ya tres aos fuera de la Sede colegial es amonestado para que regrese; l se excusa por estar enfermo y requerido por la Inquisicin, e indica que ya comunic al Cabildo la renuncia a su debido tiempo, porque no pareciera hacer burla a una iglesia tan insigne como la Colegiata de Briviesca. Encarga tambin el Arzobispo que en la ya ermita santuario de Ntra. Seora de Allende se nombre capelln, que de continuo more en ella y, que si no hubiere capelln, todos los das fuera a celebrar un prebendado. Indica adems el Seor Arzobispo que, bajo pena de excomunin, ningn sacerdote entre en tabernas. Prohbe que se fume o tome tabaco, no slo en la iglesia, sino incluso en la sacrista, ni en las ermitas. Existe un dato en esta visita que indica el estado de la iglesia colegial, pues el Arzobispo halla mucha amenaza de ruina en la colegiata. Se debe de apear el pilar que est junto a la pila del agua bendita; se encuentra en ruinas la capilla de la puerta trasera y la de entrada al claustro. Se deben de colocar apeos en la torre (con lo cual se nos informa de que slo hay una). Todo ello debe de realzarse con premura para que no haya daos mayores. En consecuencia se emprenden obras de importancia en la Colegiata a partir de 1700. Concretamente en 1703 en la media naranja y en la Capilla mayor, para ello se entregan 5.178 reales a Juan de Arechay y a su hermano, maestros de albailera, que constituyen el coste de reconstruccin. En 1706 se realiza una gran transformacin del Coro, para ello se trae la piedra de la Puerta de Medina, es decir, se desnuda un santo para vestir a otro; con motivo de estas obras se dan desavenencias entre el Arcediano, Don Manuel de Salamanca y el Cabildo de la Colegial, que en este caso est ms cerca del Arzobispo. Ha visitado ste la iglesia de Allende, que ahora considera ermita y manda que se funda la campana, que se encuentra rajada, y que se recubran los laterales. En la Visita del Arcediano de 1718, se darn rdenes en contra de esta disposicin, y l mismo ordenar que no se funda la campana rajada, pues fue donada por Don Francisco de Soto Guzmn para que estuviera all y que se arregle y vuelva a su emplazamiento, so pena de excomunin. Visita el Arzobispo las ermitas, de San Juan, Santa Cecilia y La Magdalena, dentro del alfoz de[Escribir texto] [Escribir texto] [Escribir texto]

la Colegiata, ordenando que se ponga cerradura en la de San Juan; que se termine de demoler la de Santa Cecilia, y que en este lugar se ponga una Cruz, para indicar que es lugar bendito, y que tejas y madera pasen a las obras de la Colegiata. En 1711 se ha derrumbado el tejado de la Sacrista, que todava sigue en ruinas en 1718. En 1719 la iglesia de San Andrs se encuentra sin tejado, y se solicita cubrirla, al menos para que no se vengan abajo sus muros. El Arzobispo Don Francisco Navarrete Ladrn de Guevara haba visitado la Colegial en 1706, y en 1708 realiza otra Visita el Arcediano de Briviesca Don Manuel de Salamanca, quien aduce que el Seor Arzobispo de Burgos no tiene jurisdiccin para visitar cannicamente ni la sede colegial, ni el mismo Arcedianato, lo que es ratificado por la Sacra Rota romana. Realiza tal visita saliendo de su casa (inmediata a la iglesia de Santa Mara), con gran pompa y solemnidad, a lo que responde el Arzobispo, que vuelve en visita regular en 1721, pues dice que siempre ser el Ordinario de la Dicesis, y entre otros mandatos reclama, que si viniere el Arcediano a visitar la iglesia, que se le coloque en un estrado menor, y no en el propio del Arzobispo. En 1727 se coloca en la Sacrista el cuadro de Don Manuel de Salamanca. El del siguiente Arcediano, Don Onsimo de Salamanca y Zaldvar, que pudimos contemplar al menos hasta mediados del siglo XX, se colocar poco despus, junto a un cartel realizado caligrficamente a plumilla con las memorias de todos los bienhechores de la Colegiata, sobre los recios bancos de madera del lateral derecho. Conocemos por la Concordia de la Bula Papal Illius qui est Princeps pacis, cmo, en esta dcada, tiene lugar el arreglo de las mltiples diferencias entre Arzobispo y Arcediano, que ya hemos enunciado, surgidas a travs de los ltimos siglos, XVI a XVIII. Fueron casi un cuarto de milenio de litigios, sobre todo despus de Trento, en los que se invirtieron sumas elevadsimas de ducados, que hacen pensar finalmente a los litigantes, que no merece la pena estar enfrentados para siempre y arruinarse por estos temas y otros similares.

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Todo ello nos viene a demostrar no obstante el celo del Arcediano correspondiente y de su Cabildo colegial por preservar los privilegios jurisdiccionales que tambin significaban muchas veces la fuente de ingresos de prebendados e iglesia. Las preocupaciones del Arcediano no slo eran de carcter eclesial; l es el patrono del Arca de Misericordia, Fundada en Briviesca por los Franciscanos y dotada por el Conde de Haro, segn Bula de Eugenio IV de 1431, que pudimos leer en el Archivo Vaticano aos ha. Esta Arca almacenaba desde el siglo XV grano para los labradores, con el fin de prestarlo cuando la cosecha era escasa o cuando se necesitaba para aumentar la siembre de los campos. Tambin prestaba dinero para las necesidades urgentes de los campesinos, lo que dio origen a los Montes de Piedad, y Cajas de Ahorro posteriores, que no nacen en Italia, como se crea hasta el siglo pasado, sino en Espaa, y concretamente en Briviesca, como demostramos en su da con los documentos papales y condales pertinentes. A principios del XVII la mencionada Arca guardaba en sus graneros ms de 400 fanegas de trigo. Tambin patrocina el Arcedianato un Estudio de Gramtica y la Escuela de Primeras Letras, que por los dotos que poseemos se ubicaba en el claustro anejo de la iglesia Colegial. Asimismo dependan de su jurisdiccin el Hospital de Cartujos, fundado por los Condestables de Castilla y el situado extramuros de la villa fundacin de Don Ruy Saenz, tesorero de la Colegiata. La Colegial y sus prebendados no se mantenan slo con los fondos de Fundaciones y con las aportaciones de los fieles por los servicios religiosos de todo orden, sino que posean, muchas veces en exclusiva, algunos servicios a la comunidad, como por ejemplo el prestado por los imprescindibles molinos de la poca. Casi todos ellos eran de responsabilidad y provecho eclesistico, normalmente arrendados a ciudadanos que pagaban generalmente en especie la correspondiente maquila. Lo mismo ocurra con los hornos de cocer pan.

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Un dato curioso de 1734, en este ao se abonan a la iglesia 500 maravedies por dejar ver, desde las ventanas, las corridas de toros que se tenan en la Plaza delante de la iglesia Colegial. En 1760 Don Onsimo de Salamanca es Arzobispo de Burgos. En este mismo ao se coloca el nuevo Retablo barroco de la Colegiata, pagado por Don Manuel Quintano Bonifaz, cuya ereccin es celebrada con fuegos de artificio. En el centro del retablo, y delante de una vidriera trasparente, que se corresponde con el expositor del trassagrario, la imagen de Nuestra Seora con perfiles gticos, preside el culto de la Colegiata, rodeada de angelotes. Por lo que respecta al exterior de la misma, todos hemos observado los crculos en relieve de ambos relojes en el cuerpo intermedio de las torres; pues bien en 1732 se realizan las cmaras para albergar la maquinaria de los mismos. En las postrimeras del XVII se siguen realizando obras de importancia en la Colegiata; as en 1780 se abre el valo del presbiterio, que figura tambin en el retablo central, con la imagen del Espritu Santo. A finales de siglo, hacia 1794, el Arcediano Sr. Ramrez paga el cimborrio; Don Juan de Mata y Don Diodoro de Salamanca adoquinan los laterales de la Colegiata; el Cannigo Ilarraza coste el traslado de la sillera del coro, rejera y rgano. Con este motivo se desprende el Cabildo de varios de los retablos del claustro. Para las obras mayores se solicitan grandes cantidades de dinero a censo, como era de costumbre, para realizar las obras definitivas de la fachada y de las torres, segn indicamos ms arriba, y se lleva a efecto en la poca del Arcedianato de Don Vicente Ramrez. A finales del siglo XVIII, la torre y fachada de la Colegiata amenazan ruina; se debe de llamar al Maestro de obra seor Hernantes y a un cantero, para que diseen y lleve a efecto la construccin de una nueva fachada con dos torres, lo que se realizar, no sin grandes dificultades por la penuria econmica en 1792 y parando las obras en el invierno. En 1799 se

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desprende la pesa del reloj de la torre, destrozando la bveda que da a la pila bautismal. Todos estos dispendios originarn el que la Colegiata se encuentre muy empeada, y que cuando los franceses, a principios del XIX aparecen por la villa, no puedan apoderarse de grandes cantidades de dinero por estar exhaustas las arcas de la iglesia madre. Como colofn de este captulo, voy a reproducir el interesante y documentado texto sobre la Colegiata que debemos a la pluma del ilustre historiado burgals Don Luciano Huidobro, Cronista de Burgos, y firma muy autorizada, en su obra publicada en 1949 Las Peregrinaciones Jacobeas16 y que ratifica en buena parte cuanto hemos indicado sobre los orgenes del Arcedianato. El Arcediano de este ttulo se cita desde 1137, entre los varios que existan en la Dicesis, y radicaba en un cannigo, dignidad de la Catedral. Se extenda su jurisdiccin a los afluentes de la derecha del Ebro, a Oa, Merindad de Valdivielso, Villarcayo y Briviesca. Los miembros del Cabildo de su Colegiata llevaban el nombre de Cannigos. El Sr. Rodrguez se refiere el historiador a Don Am