Anuario de Estudios en Antropología Social 2004. Centro de Antropología Social, Instituto de Desarrollo Económico y Social (CAS-IDES)

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    ndice

    Homenaje a Eduardo Archetti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

    Conferencia Esther HermitteConfianza,redessocialesyeconomainformal:unanlisiscomparado . . . . . . . . . . 5Larissa Adler Lomnitz

    Dossier de trabajo de campoEtnografaymemoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

    Johannes Fabian

    Sobreelconstituiruntrabajodecampoentiemposdeinterdisciplina. . . . . . . . . . 33Walter Moure

    IV Jornadas de Etnografa y mtodos cualitativosNarrando la violencia.Relatos de pasin y muerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47Myriam Jimeno

    Historias de la antropologaOrigen y desarrollo de la antropologa en la Argentina:delaOrganizacinNacionalhastamediadosdelsigloXX1 . . . . . . . . . . . . . . . 61Leonardo H. G. Fgoli

    Panoramas temticssPueblosIndgenasyAntropologaenArgentina(1994-2004). . . . . . . . . . . . . . 73Claudia Briones

    Artculos de investigacinesa avalancha de homenajes: campo de poder,lealtady concepcionesdepolticaenelprimerperonismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93Fernando Alberto Balbi

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    Etnografa y poltica.ElcasodelosMbya-GuarandelCuaPir,Misiones,Argentina . . . . . . . . . . . 111

    Liliana Tamagno; Stella Maris Garca; BernardaZubrzycki; Ana Cristina Ottenheimer; Vernica Solari Paz

    El marketing poltico y la dinmica de las facciones partidariasdelperonismoduranteunacampaaelectoralmunicipal . . . . . . . . . . . . . . . 119Germn Soprano

    Enemigos y aliados contra indiferentes e indecidibles:losiniestroenlaguerrasuciaargentina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

    Antonius C.G.M. Robben

    Migrantes y trabajadores en la Argentina: la etnicidad como recurso . . . . . . . . . 153Patricia Vargas1 y Vernica Trpin

    Esta es casa de Dios y puerta del Cielo:LaconstruccinsociorreligiosadelavidadeclausuraenlaArgentina . . . . . . . . . 165Gustavo Andrs Luduea

    Yo no te puedo decir cunto sino cmoConstruccin y manejo de la esperanza en el final de la vida,desdelaperspectivaprofesionaldeunequipodecuidadospaliativos. . . . . . . . . . 179Rafael Wainer

    Crtica de librosLeviatan y sus lobos. Violencia y poder en una comunidad de los andes colombianos . 191

    Natalia Otero

    Buenos vecinos, malos polticos: moralidad y poltica en el Gran Buenos Aires . . . . 195Fernando Alberto Balbi

    La virgen prestamista.LafiestadelaVirgendeUrkupiaenelbolivianoGranCrdoba . . . . . . . . . . . 199Gabriela Alejandra Karasik

    La decencia de la desigualdad.Gneroypoderenelcampoargentino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204Susana Rostagnol

    Representaciones sociales y procesos polticos.EstudiosdesdelaAntropologaSocial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207Germn Soprano

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    Eduardo P. Archetti (1943-2005)

    Con la desaparicin de Eduardo P.Archetti, ocu-rrida el 6 de junio en Oslo, Noruega, la antropolo-

    ga social en particular y las ciencias sociales en ge-neral han sufrido la irreparable prdida de un nota-ble investigador, un apasionado profesional, y unode los ms lcidos observadores de la realidad ar-gentina.Haba nacido en Santiago del Estero en 1943, yemigr a Buenos Aires a comienzos de los aos 60para estudiar Sociologa en la Universidad de Bue-nos Aires. Alli se gradu en 1967, luego de recibirclases de Gino Germani, Miguel Murmis y EliseoVern. En 1968 viaj a Pars para estudiar en LE-cole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, conprofesores como el socilogo francs Alain Tourai-ne, losantroplogosfranceses ClaudeMeillassoux yMaurice Godelier, y el norteamericano SydneyMintz, quienes terminaron de incidir en su decisinde pasarse a la antropologa social. Bajo la direc-cin de Touraine, Archetti llev a cabo una inves-tigacin sobre economa, familiay organizacinsin-dical entre los colonos de ascendencia friulana pro-ductores de algodn del norte de Santa Fe. Elestudio, centrado en las particularidades de estosproductores ni capitalistas ni campesinos, y en las

    ligasagrarias (organizacionesindependientesde pe-queos y medianos productores), fue su tesis docto-

    ral que present en 1976, cuando ya habaabandonado la Argentina. Algunas partes fueron

    publicadasanticipadamente en 1975 comoExplota-cin familiar y acumulacin de capital en el campo ar-gentino(Buenos Aires, Siglo XXI), con su esposa,Kristi-Anne Stlen, quien comparti con l el tra-bajo de campo y las discusiones tericas. Slo treceaos despus, y gracias a los avatares de la polticaargentina, vio la luz Ideologa y organizacin de las Li-

    gas Agrarias del norte de Santa F.1971-1976(Bue-nos Aires, CEDES, 1988).

    Como consecuencia de la sangrienta ola repre-siva instaurada en el pas con la Triple A primero, yel llamado Proceso en 1976, Archetti y Stlen seradicaron en Oslo. Entre 1983 y 1986, por encargodel Instituto de Capacitacin del Ministerio de A-gricultura y Ganado del Ecuador, Archetti realizuna investigacin diagnstica acerca de la cra yconsumo del cuy (cuis, coballo o conejillo de In-dias) entre las comunidades serranas.

    A partir de 1984 y con vistas a regresar a su pascomo trabajador de campo, empez a investigar elftbol en la Argentina. Archetti entenda que ellugar preponderante de este deporte en nuestropas,yeldesarrollodelaprcticaydecomplejasdis-

    cusiones sobre el juego mismo, constituan un arenaprivilegiada para entender cmo se construyen las

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    Foto:Sca

    ndinavianUniversityPress.

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    identidades nacionales. Mostr as que el ftbolcontribua a la conformacin de la nacionalidad a

    travs de la definicin de estilos de juego nacionalque apelaban a modelos de masculinidad y moral.Poco despus, Archetti ampli esta indagacin aotras esferas deportivas, como el polo, el automovi-lismo y el boxeo, y a otras prcticas como el tango,todas ellas distintivas de la Argentina en la vitrinaglobal de las culturas nacionales. Archetti contri-buy como pocos a desarrollar en el campo interna-cional de las ciencias sociales un rea especfica deestudios antropolgicossobreel deporte, dentro delcual es considerado uno de los mayores especia-listas. Al mismo tiempo, alent el desarrollo de

    estos estudios en nuestro pas, donde muchas veceshaban sido menospreciados y condenados comoexpresiones marginales e irracionales de las masas.Merced a sus esfuerzos, la pasin de los argentinospor dolos deportivos como Maradona y Fangio, elingenio, la procacidad y la violencia que alberganlos cantos de las hinchadas de ftbol, o los intermi-nables debates de fanticos y periodistas deportivossobre la nuestra y qu es jugar bien o mal en-contraron su lugar como expresiones de naciona-lidad, gnero y moral. Sus significativos aportes en

    estas reas pueden encontrarse en sus publicacio-nes en espaolMasculinidades. Ftbol, tango y poloen la Argentina(Antropofagia, 2003) yEl potrero, la

    pistay el ring. Las patrias del deporte argentino(Fondode Cultura Econmica, 2001).

    Archetti public algunos de los trabajos cru-ciales de su carrera enDesarrollo Econmicoy siem-preapoy las tareasdelCentrode AntropologaSo-cial que fund Esther Hermitte en 1974. Por esa

    poca se integr al grupo CLACSO de Articula-cin Social, junto a otros colegas argentinos como

    Leopoldo Bartolom, CarlosHerrny Hebe Vessuri(Hermitte & Bartolom 1977).Profesor y director del departamento de Antro-

    pologa en la Universidad de Oslo, en el que traba-jaba desde 1975, miembro fundador de la EASA(Asociacin Europea de Antroplogos Sociales) yde su rgano peridicoSocial Anthropology, habainiciado nuevos proyectosque incluan ahora la co-mida y el vino Malbec, y ampliaba los temas depor-tivos, la msica y la danza a Brasil y Cuba.

    Pese a la distancia y a optar por su residencia eu-ropea, Archetti mantuvo siempre sus vnculos con

    la Argentina no slo a travs de sus temas de inves-tigacin, sino tambin a travs de la actividad aca-dmica (dictaba cursos y conferencias en universi-dades y centros de investigacin) y su amistad concolegas ms jvenes, para quienes fue tanto elmaestro quehubiesen querido tener,como aquel enquien encontrar el aliento permanente para seguiradelante. Poresoparticipactivamente de la Maes-tra en Antropologa Social (IDES-IDAES/UNSAM),de las actividades del Centro de Antropologa So-cial y del programa de Maestra y Doctorado del

    IDES-Universidad Nacional de General Sarmiento.Quienes lo conocimos recordaremos por siem-pre su incomparable humor, su memoria prodigiosa,su entusiasmo por el debate y la discrepancia, fueseen temas acadmicos como polticos, deportivoscomo culinarios. Pero sobre todo, recordaremos suamor inmenso por la vida, ese amor al que, ante laadversidad de los ltimos meses, se aferr con espe-ranzado fervor.

    6 Homenaje a Eduardo Archetti

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    ConferenciaEsther Hermitte

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    Confianza, redes sociales y economainformal: un anlisis comparado

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    Larissa Adler Lomnitz2

    ResumenEn este estudio intento demostrar que la confianza es un concepto cultural que debe ser descrito etnogrficamente, puestoquesu significado vara de acuerdo con la cultura de cada sociedad y en cada situacinparticular. La confianzaes un compo-nente central de la solidaridad social y el cemento que produce cohesin al interior de las redes sociales que componen la es-tructura de la sociedad. Las redes sociales basadas en la confianza le permiten a los individuos hacer frente a las

    imperfecciones de un sistema socioeconmicodeterminado (dominadopor el estadoo porel mercado), pero tambin puedenservir para erosionar el marco institucional estatal facilitando transacciones menos deseables (corrupcin). Por tal razn, lasredes sociales pueden tener connotaciones positivas para aquellos que se benefician de su posesin, o consecuencias negati-vas tanto para los individuos queadolecen de dicha redes como para las instituciones formales de la sociedad.Para entenderlas complejas variaciones en la construccin y el impacto poltico de dichas redes sociales, analiz su papel en la economainformal de tres sistemas socioeconmicos diferentes. De acuerdo con estudios previos, (Lomnitz 1971; 1988) discuto laimportancia de las redes sociales basadas en la confianza y en la lealtad en la supervivencia econmica y social de la clasemedia en Chile. Comparndolo conla economa informal en la ex Unin Sovitica y, finalmente, a partir de literatura sobre lassociedades post-socialistas analizo el papel de las redes sociales en la transicin hacia unaeconoma de mercado. En Amri-ca Latina las redes sociales se han convertido en los medios donde las actividades informales se llevan a cabo permitiendo lasupervivencia fsica de los pobres y el mantenimiento del estatus social y los privilegios de la clase media y alta. En el comu-nismo, las conexiones personales (redes sociales) ha sido reconocidas como la estrategia central para satisfacer la escasezderivada de las ineficiencias de dicho sistema, y como un importante legado con tremendas consecuencias para los regme-nes post-socialistas posteriores. En este artculo, intento demostrar la universalidad y la persistencia de las redes basadas enla confianza, as como su anclaje sociocultural y lasambivalentes consecuencias que tienenen el estadoy en la sociedad.

    Palabras clave: confianza, redes sociales, economa informal, supervivencia econmica.

    Abstract

    In this article I want to demonstrate that confidence is a cultural concept that needs to be described ethnographically ta-

    king into account that its meaning changes in relation to the culture of each society and to each particular situation.. Con-

    fidence is a central component of social solidarity. It produces cohesion at the interior of the social networks that

    compound the structure of society. Social networks based on confidence allow individuals to overcome the imperfections

    of a particular socio-economic system (dominated either by the state or by the market); but they can also erode the institu-

    tional framework helping the emergence of other not so desirable transactions (corruption). For that reason, the social net-

    works can have positive connotation for those who benefit from its use or negative consequences for those who do not have

    access to them and for the formal institutions of society. In order to help the understanding of the complex variations in the

    construction and in the political impact of these social networks I analyze their role in the informal economy of three diffe-

    rent socio-economic systems. Based on previous inquiries, (Lomnitz 1971;1988) I will discuss the importance of social

    networks based on confidence and loyalty in the social and economic survival of the Chilean middle class. I will comparethis case with informal economy in the former Soviet Union and, finally, based on the literature on post-socialists socie-

    ties, I will analyze the role of social networks in the transition towards a market economy. In Latin America social networks

    have transformed in the means through which informal activities are carried out allowing the physical survival of the poor

    and the maintenance of the social status and the privileges of the middle and the high classes.. In communism, personal

    connections (social networks) have been recognized as the central strategy for the satisfaction of need taking into account

    the scarcity and inefficiency of that system and still are a relevant legacy with tremendous consequences for the post-so-

    cialist regimes. In this article I try to demonstrate the universality and the persistence of the networks based on confiden-

    ce, its socio-cultural anchorage and the ambivalent consequences that have for the state and the society..

    Key words:confidence, social networks, informal economy, economic survival.

    Confianza

    Entiendo confianza como un concepto social cu-yo significado est culturalmente determinado que

    debe ser descrito etnogrficamente, puesto que notiene el mismo significado en diferentes sociedades

    y en situaciones particulares (Rose-Akerman2001:420; Lomnitz 1977: 196). En general, la con-

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    fianza es un componente central de la solidaridadsocial y el cemento usado para producir cohesin al

    interior de las redes sociales que componen la es-tructura de la sociedad (Simmel 1964: 318).La confianza puede ser definida como la real o

    efectiva distancia psicosocial entre individuos. Estasociada con la cercana social en el sentido de com-partir las mismas categoras de derechos y obliga-ciones esperadas, junto con los valores e interesescompartidos. Un individuo siente confianza hacaotro cuando l/ella confan en que el otro/a tiene lahabilidad, el deseo y la buena disposicin para rea-lizar un intercambio, o cuandosu propia familiaridadconelotrolepermitehacerunapeticin.Otraforma

    de expresar confianza es el acto de proporcionar vo-luntariamente una cosa o informacin personal decarcter ntimo, denotando confianza en la discre-cin y la disposicin amistosa de la otra persona. Laconfianza entonces, es una respuesta relacional, noun resultado de lealtad ciega, que permite a la gentetomar riesgos al relacionarse entre ellos.(Rose-Akerman 2001:543) Confianza es un nivelparticular de probabilidad subjetiva con la cual unagente asegura que otro agente o grupos de agentesvan a realizar una accin particular []. Cuando

    decimos que confiamos en alguien o que alguien esconfiable, significamos implcitamente que la proba-bilidad de que l realic una accin benfica, o por lomenos no perjudicial hacia nosotros, es suficiente-mente alta para considerar establecer una forma decooperacin con l. (Gambetta, 1988: 207).

    La confianza regula la naturaleza y el tipo de re-cursos que pueden y deben ser sujetos a inter-cambio; asigna posiciones y provee amistad concontenido simblico. La confianzano se puedecon-servar fcilmente; se pierde y se gana, se da y sequita. La confianza ntegra y discrimina entre indi-viduos y tipos de comportamiento; determina privi-legios e induce lealtades. La confianza moviliza re-cursos y es un principio activo en las reglas de soli-daridad.

    En resumen, la confianza es el criterio bsico,sutil e inefable queestablece las distincionesy los l-mites entre un amigo ntimo, un amigo y unconocido. El mapa mentalde la amistad es bsica-mente un mapa de grados de confianza, grados que,en ltima instancia, revelan la distancia social realentre individuos que componen las redes de

    amistad. Un amigo, por ejemplo, puede retrocederhasta convertirse en un conocido si falla en man-

    tener las expectativas que le ganaron su posicininicial en la escala de distancias sociales. Mientras

    que un conocido se puede convertir en un amigocercano acumulando confianza al proporcionar unservicio particularmente valioso y/o riesgoso, con-virtindose en un depositario de confianza.

    Ninguna sociedad puede funcionar sin un m-nimo de confianza entre sus miembros. En pe-queas sociedades premodernas, los individuos serelacionan repetidamente con las mismas personasen todo momento. Las redes que usan para adquirircosas son primariamente informales: asociacionescara a cara. Los miembros de sociedades pequeasse mueven siguiendo roles culturalmente prescritos

    que incluyen la especificacin de asistencia mutua.Todo mundo sabe en quin se puede confiar y aquin se puede aproximar para solicitar ayuda; laconfianza est implcita en la relacin social. A me-dida que una sociedad crece y se vuelve ms com-pleja, la movilidad social, econmica y ocupacionalaumenta; en una sociedad moderna donde la ac-cin colectiva est institucionalizada, el individuodepende cada vez ms de las instituciones formales

    y las redes informales interpersonales son relegadasaciertasreascomolosaspectosafectivosdelavida

    social (parentesco, amistad). En esta situacin, laconfianza (entre individuos e instituciones) ad-quiere un significado diferente al relacionado conlos vnculos personales. Por consiguiente, se vuelvenecesario distinguir entre confianza horizontal(confianza en otros) y confianza vertical (con-fianza en las instituciones), esto es, Confianza enlaimparcialidadyenlajusticiadelasinstitucionesyconfianza en la parcialidad y el favoritismo de losamigos cercanos y las relaciones que uno posee.(Bo Rothstein 2001; Rose-Akerman 2001).

    En ese trabajo, propongo que el uso de las redessociales basadas en la confianza interpersonal(confianza horizontal) no es un residuo de las so-ciedades pre-modernas" sino un elemento intrn-seco de las sociedades complejas modernas, ya quese constituye como unarespuesta frente a las insufi-ciencias de la institucionalizacin. Las redes so-ciales han demostrado jugar un papel importanteentre los pobres urbanos de los pases capitalistassubdesarrollados donde el estado y el mercado hanfallado para asegurar adecuadamente la satisfac-cin de las necesidades de todos los miembros de la

    sociedad. En estos sectores marginados, es vitalpara un individuo tener el apoyo de un grupo social

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    en el cual siente la suficiente confianza para apo-yarse en l cuando ocurren emergencias, y para la

    satisfaccin de sus necesidades ms inmediatas. Laconfianza interpersonal es el prerrequisito para queel flujo de intercambio recproco de bienes y servi-cios se lleve a cabo. Estos intercambios recprocosconstituyen la base de unaeconoma informal orga-nizada alrededor de redes sociales basadas en laconfianza, que le permiten al pobre adquirir lo m-nimo necesario para su supervivencia. Podemosdecir que en este caso la confianza tiene una conno-tacin positiva puesto que es un mecanismo de in-tegracin usado por los pobres para sobrellevar susdesventajas socioeconmicas. (Gonzalez de la

    Rocha: 2001; Lomnitz 1977, 1978, 1982).Sin embargo, existe un aspecto diferente del uso

    de las redes basadas en la confianza. En un estudioprevio (1988) examin la utilizacin de redes de in-tercambio informal al interior del sector formal. Losintercambios analizados incluyeron varias formasde trfico de influencias y de favores burocrticospara equivalentes servicios o recompensas mate-riales. Conclu que dependiendo del sistema pol-tico, algunas formas de intercambio informal erantoleradas, mientras que otras se castigaban severa-

    mente. An en el ltimo caso, las actividades eco-nmicas ilegales al interior de la burocracia estataleran percibidas como inevitables sino es quetiles por los miembros de los gruposde lite al in-terior del sistema formal. En ese estudio, mostrque las actividades informales basadas en las cone-xiones personales no son aleatorias o caticas; porel contrario, constituyen todo un sistema de inter-cambio basado en la confianza interpersonal y lalealtad que subyace paralelamente a las reglas ad-ministrativas formales.

    El anlisis Weberiano de la racionalidad de lossistemas burocrticos ignor las actividades infor-males que surgan al interior de las organizacionesformales como una respuesta al mal funcionamientode las burocracias. Sinembargo, se ha producido unaextensa literatura basada en observaciones di-rectassobre lasdiscrepanciasentre los fines y las es-tructuras de las organizaciones formales, y las especi-ficaciones histricas y culturales de los sistemas so-ciales en donde dichas organizaciones se encuentranancladas. Las principales consecuencias de este con-flicto se presentan como ineficiencias provenientes

    de la rigidez y la corrupcin. Las lealtades determi-nadas personal y culturalmente hacia un pariente o

    grupo local la confianza en redes interpersonalessuele desafiar a las ideologas ms nacionalistas que

    subyacen ala racionalidad burocrtica.En este trabajo, relaciono las instituciones for-males de la sociedad con las redes interpersonales atravs de las cuales se realizan intercambios infor-males. Las actividades econmicas informales hansido definidascomo aquellas queescapan a las regu-laciones delestadoen la produccin, la distribucinde bienes y servicios y en la naturaleza de su obje-tivo final (legal, ilegal o criminal) (Castells, et al.1989: 12). Los intercambios informales sonposiblesa travs de redes sociales basadas en las institu-ciones culturales como la familia, la amistad y otras

    relaciones en donde la confianza y la lealtad entrelos miembros es el principio bsico. Para probar mipunto reviso tres ejemplos que muestran los dife-rentes roles de las redes basadas en la confianza enla economa informal: el intercambio informal defavores burocrticos en Chile, donde el papel delestado consista en regular y distribuir los serviciossociales; la produccin y distribucin de bienes yservicios bajo el control estatal en la Unin Sovi-tica; y las sociedades post-comunistas en transicin,donde la introduccin de la economa de mercado

    debilit al estado mientras que las actividades eco-nmicas informales basadas en la utilizacin delcapital de redes florecieron (Sik 1994).

    La confianza:las races de la informalidad

    En un estudio etnogrfico en la clase mediachilena(Lomnitz 1971; Lomnitz and Melnick 1991) en-contr que un sistema de intercambio definido cul-turalmente eufemsticamente llamadocompadraz-

    go (aludiendo a la cercana que el compadrazgoimplica en la iglesia Catlica)3 estaba basado en laconfianza entre individuos. Este sistema involucra-ba el continuo intercambio de servicios comple-mentarios (favores) realizados y motivados enuna ideologa de la amistad. A menudo, dichos fa-vores eran de naturaleza burocrtica e involucra-ban el otorgamientode un tratamiento preferenciala una persona, dejando a un lado los derechos yprioridades de terceros. Un entrevistado defini elcompadrazgo como una ayuda empleada para obte-

    ner algo con mayor facilidad y en menor tiempo

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    [donde] los objetivos son usualmente legales, perolos medios pueden no serlo.

    Elcompadrazgoes un contrato didico tcito ouna cadena de contratos que involucra a los amigoscomunes como intermediarios. En esencia este sis-tema es igualitario puesto que presupone que todoslos miembros de la clase media urbana puedentener contactosen la jerarquade la administracinpblica: todo el mundo tiene amigos y conocidos.Los favores otorgados a amigos y conocidos dentrodel sistema incluyen:

    Oportunidades de trabajo. En una situacin de es-casez laboral no sorprende encontrar a un compadrevalorado como el primer y ltimo recurso de super-

    vivencia. El proceso de bsqueda de empleo con-siste en revisar mentalmente todas las conexionespersonales que uno posee para localizar a alguienque est cerca a la fuente de oportunidades. Por elcontrario, encontrar una persona para una vacanteimplica revisar la lista de amigos y conocidos perso-nales con la esperanza de descubrir a alguien aptopara cubrir el puesto.

    Losfavores burocrticoses el uso ms comn delcompadrazgo:adquirir certificados, licencias, trans-cripciones de documentos, pasaportes, permisos,

    tarjetas de identidad, beneficios fiscales, e inconta-bles trmites que de otra forma requeriran de mu-chas maanas perdidas haciendo fila y juntando elpapeleo necesario de una oficina a otra.

    Prstamos. En aquellos tiempos el recurso msescaso era el dinero. El financiamiento estaba msall del alcance de la clase media por la gran can-tidad de garantas requeridas. Un amigo bien colo-cado en un banco o asociacin de crdito poda fa-cilitar las cosas. Unacajaes una asociacin credi-ticia que operaba bajo el sistema de seguridad socialcuyo principal objetivo era proveer prstamos, perosus fondos eran crnicamente escasos. Tan prontocomo nuevos fondos para prstamos estaban dispo-nibles, el compadre era notificado antes que ladems gente, y su solicitud se procesaba antes deque se terminarn los fondos. Este es un uso tpicodelcompadrazgo, una situacin donde gente colo-cada en posiciones clave le otorga a sus conocidos yamigos informacin confidencial. Nada de eso esestrictamente ilegal no s hace ningn dao, ex-cepto por la gente que espera en la fila, los cualeshabran hecho lo mismo si tuvieran el contacto

    adecuado.

    Escuelas. La admisin a las mejores escuelas p-blicas o privadas era difcil por la gran demanda de

    lugares y los pocos establecimientos existentes.Cualquier compadre o amigo que trabajase en unade estas escuelas, estaba en posicin de realizar estevital servicio que conlleva una gran gratitud departe del que recibi el favor.

    Favores legales. De acuerdo con un abogado nohabalmitesparaelusodelcompadrazgo en asuntoslegales. Por ejemplo, los archivos podan ser conve-nientemente perdidos, los cargos suspendidos o de-jados de lado, se influenciaba a los testigos y lasfianzas se establecan en los niveles ms bajos.

    Relaciones sociales. Las presentaciones sociales a

    personas influyentes, prestigiosas o potencialmentetiles se consideraba como un favor muy especial:ampliar el crculo de amigos y conocidos personalesera esencial para el xito en la vida de la clasemedia.

    Reparto de prioridadeses la obtencin de un n-mero de objetos escasos para los cuales hay unalarga lista de espera como: servicio telefnico, com-prar un carro a buen precio, becas y financiamiento,comisiones, entre otras cosas.

    Poltica. Varios entrevistados aseguraron que el

    sistema de partidos chileno estaba basado en elcompadrazgo. Ciertos polticos famosos comen-zaron su carrera poltica gracias a su grupo de segui-dores personales (Lomnitz 2001).

    Este tipo de serviciosobtenidosa travsdelcom-padrazgo estaban condicionados a tener el amigoadecuado en el lugar y momento preciso. Puestoque nadie est en una posicin de usar el compa-drazgoen cualquier situacin, el punto esencial estener la mayor cantidad de amigos y conexionescomo sea posible. De ah que la tendencia vueltaun hbito mental sea buscar a un compadre antesde realizar cualquier cosa.

    Qu no es posible obtener por medio delcompa-drazgo? De acuerdo con los entrevistados cualquiercosa que vaya en contra de la ideologa de amistad yla decencia. Los favores sexuales solicitados por unhombre para hacerle un favor a una mujer sernidentificados con un comportamiento grotesco.Cualquier comportamiento que infrinja los estn-dares de la clase media: robo, asesinato, tomar ven-tajadelasmujeresyotraspersonasindefensas;enge-neral, actos en contra de la dignidad y la caballero-

    sidad. Dichos actos destruiran la racionalidad de laamistad degradndola en complicidad. El compa-

    12 Confianza, redes sociales y economa informal

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    drazgotiene un cdigo moral que limita los favorespermisibles y las remuneraciones no materiales.

    Los favores obtenidos a travs del compadrazgoson proporcionadossin ninguna compensacin ma-terial. De acuerdo con un entrevistado la personaqueotorgaunfavorestsiemprealertadeprobablesfuturos beneficios que puede adquirir para s mismoo para un amigo o conocido; es una deuda dehonor quepuede serdevuelta en cualquier tiempo.

    El pago material por los favores recibidos no esbien visto. Implica la ausencia de cualquier posibi-lidad de una relacin personal o de tener amigos encomn. Aceptar un soborno o una propina es perci-bido como una muestra de inferioridad social. El

    mayor recurso que tiene la clase media es el controlde la administracin pblica y privada. Por ello, elsistema de intercambio de favores se incorpora a unsistema de solidaridad mutua esencial para la sobre-vivencia de lasredes que componen a la clasemedia;presuponiendo que existe un tipo especial de cer-cana psicosocial (confianza) entre los participantesdel intercambio (Lomnitz 1971:102). Si no existe elgrado adecuado de confianza el favor puede ser soli-citado a travs de una tercera persona que posee unbuen grado de confianza entre el solicitante y el pro-

    veedor. Esto conduce a la proliferacin de redes dereciprocidad basadas en la parentesco puesto que laconfianza normalmente existe entre los parientes

    pero frecuentemente se extiende hasta incluir acientos de personas entre amigos y conocidos.

    La figura1 representa el continuo de la distanciasocial como la perciben los chilenos. Categorascomo amigos ntimos, amigos cercanos, cono-cidos, son usadas poregopara clasificar relaciones.Los individuos pueden ser movidos de una cate-gora a otra dependiendo de la intensidad del inter-cambio recproco. El tipo de favor solicitado a unapersona depende de la distancia social que unoguarda con respecto a las otras personas (con-fianza). Se puede decir que la prctica de los inter-cambios recprocos se encuentra incrustada en elfuncionamiento de las relaciones sociales y est de-

    terminada en gran medida por intervalos de socia-bilidad (Sahlins 1963: 144).

    Conflictos de interes:las dinmicas de la informalidad

    Al interior del sector formal la redes interpersona-les basadas en la confianzahangenerado un sistemade intercambio informal. El oficial que defiende yadministra el sistema, estableciendo leyes y contro-

    les es, al mismo tiempo, miembro de una red prima-ria, culturalmente determinada, de relaciones de

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    ego

    grande

    Favores

    Confianza

    Familia amigos

    cercanos

    amigos

    cercanos

    conicidos amigos de amigos

    chico

    Figura 1. Escala de favores y distancia social

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    lealtad que incluyen a la familia y los amigos. C-mo se resuelve este aparente conflicto de intereses?

    Inicialmente, es necesario sealar que el con-flicto entre las labores y obligaciones formales e in-formales no es solamente un conflicto entre la co-munidad y el individuo, entre el bienestar pblico yel inters privado. Por el contrario, es el conflictoentre ideologas rivales donde cada una reconoce yreclama la lealtad del individuo.

    En el caso chileno, el sistema formal descansa enla ideologa liberal del juego justo, igualdad ante laley y racionalidad econmica, mientras que el sis-tema informal es sostenido por un complejo decomponentes ideolgicos: caballerosidad, no-

    blesse oblige, familia y solidaridad de grupo.El conflicto entre ideologas rivales es expresado

    en reglas intercambio que, a pesar de no estar es-critas, son bastante estrictas. Adicionalmente a losrequerimientos generales de la confianza y de laigualdad social, existen limitaciones en los tipos defavores solicitados y la forma (etiqueta) en que sepiden. Entre lo permitido y lo no permitido he en-contrado lo siguiente: no pedir favores que puedandesafiar los intereses vitales de un amigo o la segu-ridad laboral de una persona; no mezclar amistad y

    negocios, sentimientos y ganancia; no ser impa-ciente, respetar el ritmo personal de un amigocuando ste responda a una peticin; frasear unapeticin en trminos que reflejen tu grado de con-fianza (ver Figura 1). As, entre amigos no ntimosse acostumbra presentar el caso personal como si sesolicitar un consejo, dejndole al amigo la posibi-lidad de ofrecer asistencia. Entre amigos cercanosuna aproximacin indirecta de ese tipo puede re-sultar ofensiva puesto que implica que se tienendudas sobre la disposicin de ser servicial. Por elcontrario, lejos de ser desmoralizante, la obedienciade las reglas de sociabilidad que rodean las rela-ciones de confianzahaca un familiar o amigoad-quieren un carcter ritual cuasi sagrado que com-pensa las dificultades queun individuopuede sentiren el sistema social en general.

    Los requerimientos de igualdad social y econ-mica no se pueden cubrir cabalmente, y los recursosdisponibles para cada persona no pueden ser losmismos, de lo contrario no habra motivacin parael intercambio. Cuando un amigo se mueve a unaposicin ms alta, sus amigos se pueden dar cuenta

    de su limitada capacidad para establecer recipro-cidad. Ellos dejan de pedir favores triviales para

    slo aproximarsea la persona cuandosuspeticionestienen que ver con el rango que ocupa dicho perso-

    naje. Ellos pueden expresar su gratitud a travs delealtad personal poltica; como resultado hay uncontinuo de reciprocidad que se aproxima en el ex-tremo a una relacin patrncliente. Este tipo derelaciones son una forma reciprocidad donde losbeneficios de los subordinados son intercambiadospor lealtad y poder.

    Esencialmente, conforme el diferencial de poderse incremente entre los miembros del intercambio,los servicios del miembro ms poderoso reciben cadavez ms reciprocidad a travs de demostraciones degratitud y lealtad. Una jerarqua no es slo una tabla

    organizacional abstracta donde los huecos son lle-nados por oficiales mutuamente intercambiablestambin puede ser una red de relaciones pa-trn-cliente. En cada articulacin hay un flujo des-cendente de recursos (empleo, proteccin, patro-cinio burocrtico) intercambiables por trabajo ylealtad. El patrn provee seguridad de empleo, pro-teccin poltica y la garanta de que en situacionesinesperadas de necesidad se puede establecer un in-tercambio a cambio de lealtad, expresada por mediodel compromiso personal con el patrn, apoyo pol-

    tico y alineamiento ideolgico. La importancia deci-siva de las variables culturales como lealtad y con-fianza, significa que una relacin patrn-cliente, ascomo la reciprocidad, est incrustada en relacionessociales de largo alcance. En conclusin, la simetrade la relacin depende de la distancia social: mien-tras ms cercana sea la relacin social, mayor ser laconfianza y consecuentemente el balance del inter-cambio. Entre hermanos, por ejemplo, puede haberun diferencial de poder relacionado con la edad y lapersonalidad o por el tipo de recursos que cada unoposee, pero el intercambio permanece ms simtricoqueentreextraos.Mientrasladistanciasocialsein-crementa verticalmente a travs de las fronteras declase, la relacin patronal pierde su carcter inter-personal modificndose en otorgamiento de pagos ointercambio mercantil.

    Esto significa que los sistemas formales econ-micos y polticos estn permeados por las reglas so-cioculturales de la sociabilidad. Estas reglas puedenser o no compatibles con las ideologas racionalesdominantes que regulan el sistema formal: seauna democracia liberal, comunismo o post-comu-

    nismo en transicin. En cada caso, los sistemas deintercambio informal basados en formas de sociabi-

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    lidad culturalmente condicionadas, han mostradosu adaptabilidad y elasticidad frentea la moderniza-

    cin y los cambios de los valores culturales.Lossistemas formales actuales no puedenser en-tendidos nicamente sobre la base de su estructuraorganizacional, regulaciones administrativas oleyes. La toma de decisiones administrativas nodebe ser asumida por su valor aparente. Detrs demuchas decisiones formales hay razones que no sonformalmente reconocidas, algunas que conciernenprimariamente a principios morales de la cultura(lealtad, confianza), representadas en institucionescomolafamiliaylaamistad,yotrasquesiguenlal-gica de la ganancia privada y que pueden ser consi-

    deradas como prcticas corruptas.

    La secularizacin de la confianza

    La discusinprecedente pretende demostrarque elcontexto social del intercambio informal introducecomponentes ideolgicos que otorgan un carctermoral a la ejecucin de las obligaciones derivadasde la confianza interpersonal. Estamos hablando delas estructuras simblicas bsicas relacionadas con

    la solidaridad primaria. Sin embargo, cuando los in-tercambios interpersonales son privados de su con-texto moral, se da la secularizacin de la institucinintercambio recproco, as como su gradual trans-formacin en intercambio de mercado.

    El intercambio de mercado puede surgir cuando(1) una relacin personal entre compaeros es im-pedida por diferencias de clase (tambin puede serla base para una relacin patrn-cliente); (2) elaparato estatal incrementa su tamao a tal puntoque se vuelve muy difcil para las redes informalesde reciprocidad cubrir las necesidades individuales;

    y (3) el tipo de favores caen afuera de la categoraque puede ser justificada al interior de la ideologade amistad y de solidaridad familiar.

    Por ejemplo, entre las clases empresariales al-gunos favores burocrticos eran obtenidos a travsde sobornos (slo cuando fuese necesario) por quexista el deseo explcitode establecer unaclara dis-tincin entre el status social del empresario y deloficial administrativo involucrado. Por otro lado,una necesidad similar puede surgir para unmiembro del aparato estatal, haciendo necesario

    asegurarse de que el individuo a sobornar no fre-cuente los mismos crculos sociales. El caso de M-

    xico es interesante por el alcance generalizadoentre la administracin pblica que tiene la forma

    de corrupcin administrativa llamada mordida:desde losoficialesdelmsalto rango hasta el policadecalle.Cuandounconductorleofreceunsobornoa un polica los dos saben que la probabilidad de en-contrarse nuevamente en algn crculo social es re-mota. Sin embargo, en el caso opuesto, la transac-cin implica cierto tipo de etiqueta que incre-menta de acuerdo con el rango de la personasobornada. Los tratos indirectos para evitar el con-tacto cara a cara, incluyen el uso de intermediariosformales o el cobro de un impuesto extra o cual-quier otro cargo inexistente.

    Eso no quiere decir que todos los favores buro-crticos se establezcan a travs de sobornos puestoquelosoficiales individualestambin tienenobliga-ciones con sus redes personales. Es cierto que el in-tercambio de mercado, en la forma de corrupcinadministrativa, es moralmente indeseable y muchagentenoloejerceporcuestindeprincipios,peroeluso de las relaciones sociales para tener algn favorno tiene esta aura negativa. En todos los casos, losestndares morales del comportamiento estn con-dicionados culturalmente y varan en cada so-

    ciedad. Por lo tanto, los lmites entre la recipro-cidad y el mercado de intercambio son bastante de-legados. Si la corrupcin se define como elcomportamiento deshonesto que viola la confianzadepositada en un oficial pblico (Rose-Akerman2001:527) involucrando el uso de una posicin p-blica para obtener ganancias privadas, cmo sepuede definir la institucin delcompadrazgoy el in-tercambio recproco de favores?

    La confianza y la economa informal:el caso de la unin sovitica

    Los efectos de los modos informales de intercam-bio en la sociedad se pueden apreciar mejor dondeel sistema formal es ms rgido y monoltico. Esto esespecialmente vlido para los pases ex-socialistasdonde el aparato central del estado manejaba la po-ltica, la produccin, el trabajo y gran parte de lasactividades comerciales y culturales.

    La planeacin de la economa era una caracte-rstica orgnica y fundamental del socialismoreal y

    el control burocrtico directo era la mayor tarea dela Nomenklatura (la lite administrativa) (Vos-

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    lensky 1978:163). En el sistema socialistaclsico, lacoordinacin burocrtica era el mecanismo apli-

    cadoextensivaycoercitivamente.Apesardequelaburocracia existe en otros sistemas, el socialismoclsico fue el primer sistema en la historia quefundi a las burocracias parciales en una sola en-tidad que abarca a toda la sociedad. La lite depoder, jerrquicamente estructurada y sin com-partir el poder con otros grupos, tena el derechoexclusivo de disponer sobre los medios estatales deproduccin. Al interior de sus distintos rangos elnico mecanismo de coordinacin posible era lacoordinacin burocrtica. Las relaciones entre lasempresas estatales no estaban coordinadas por el

    mercado, su lugar lo ocupaba la coordinacin buro-crtica a travs del sistema vertical de articulacinadministrativa (Kornai 1992: 97-98).

    Desafortunadamente, el ideal racional de la pla-nificacin fue contrarrestado por la frecuente irra-cionalidad de la mala administracin burocrtica,la planeacin ineficiente o por prcticas basadas enotras formas de intercambio (mercado y recipro-cidad). El resultado era la escasez crnica de bienesde consumo y otro tipo de mercancas debido a laineficiencia en la produccin y en la distribucin.

    La considerable inercia del aparato burocrtico g-nero e impuls el despilfarro, el hurto y la negli-gencia (Bahro 1978: 235-241; Kornai 1992:228-301). En palabras de Gorbachov la frrea pla-neacin y regulacin limit la iniciativa y produjouna segunda economa:

    Un serio defecto del sistema poltico fue la esta-tizacin de la vida social. La regulacin estatal sehaba extendido prcticamente a todas las activi-dades de la sociedad. La tendencia a la minuciosa

    planificacin y al control centralizado de todos losaspectos de la vida encorset literalmente al pas,

    fren la iniciativa de las personas, de las organiza-ciones, de las colectividades. Esto dio origen, entreotras cosas, a una economa paralela que seaprovechaba de la incapacidad de los rganos es-tatales para satisfacer las necesidades de la pobla-cin(Gorbachov 1993: 11).

    Aquellos que vivan en un pas socialista experi-mentaron incontables frustraciones en sus inten-ciones de compra: largas filas, sustituciones for-

    zadas,bsquedadebienesylapostergacindecom -pras en su vida diaria como consumidores y

    productores (Kornai 1992: 234). Estas deficienciasdieron pie al surgimiento de soluciones informales.

    La literatura especializada en la ex Unin Soviticadescribe las formas ms comunes de actividad eco-nmica al interior de una economa de sombra o se-gunda economa que inclua la oferta de serviciostcnicos y profesionales fuera de las horas de ofi-cina; bienes producidos en las plantas o en tiendasdel estado pero desviadas a la venta privada; unaproduccin paralela a las empresas estatales usandomateriales desviados o sobrantes en horas no labo-rales; equipos de construccin privados (shabash-

    niki); intermediarios que abastecan contactos, lo-calizabanmateriales escasos y manejabansu comer-

    cializacin (tolkach); varias formas de soborno y,ms comnmente, intercambios informales debienes y favores basados en relaciones interperso-nales y confianza (blat) (Grossman 1977, 1979,1981, 1983a, 1983b; Simis 1982; Altman 1983;Kaiser 1976; Smith 1979, and others).

    Blat: las races de la informalidad

    En el sistema sovitico el bienestar total en la fami-

    lia era la suma de todo lo que se pudiese obtener deuna multiplicidad de segundas economas que Kat-senelinboigen (1978 citado por Rose 2000:37) hacaracterizado como un sistema arco iris, dado quelos mtodos para la produccin y adquisicin debienes y servicios se imbricaron unos con otros,siendo interdependientes ms que autnomos. Lostres colores primarios del sistema de arco iris eran laeconoma oficial o moderna que se basaba en las or-ganizaciones legales de larga escala como las em-presasestataleso pensionesdesde el ministerio; unaeconoma incivilizada o anti-moderna en donde losindividuos encarnaban dinero fuera del alcance delplan nacional o rompiendo las reglas sobre la asig-nacin de bienes y servicios; y economas socialespremodernas en donde los bienes y servicios eranproducidos al interior de las unidades domsticas ode redes informales sin que existiese intercambiomonetario (ibidem).

    Ledeneva en su libroRusias Economy of Favors(1998) describe el blatcomo un sistema informal deintercambio basado en vnculos interpersonales deconfianza en donde los individuos resuelven los

    problemasde la vida cotidiana.El blat se caracterizapor la dependencia recproca que genera respeto y

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    confianza hacia haca el otro en el largo plazo; es unintercambio no monetarioqueproviene y eventual-

    mente crea relaciones sociales. Tiene lugar en unacomunidad determinada entre gente que acta co-tidianamente. Este carcter especfico deblatcomoun intercambio de favores de acceso es posiblepuesto que se encuentra incrustado en relacionesprivadas, redes sociales basadas en la confianza,como en el caso chileno descrito anteriormente. Lareciprocidad en las relaciones deblates creada ypreservada por una sensacin mutua de justicia yconfianza, en donde cada parte adquiere la respon-sabilidad como el receptor de su propia satisfaccin

    y de la del otro. La gente confiaba entre s porque

    sabanqueunabuenaaccinmerecaotrayestoerade inters mutuo.

    Las relaciones en las que se basaba el blat sedabanentrelosmiembrosdelasredespersonales,esdecir, un crculo social relativamente cerrado.Redes sociales como el parentesco y la amistad eranel principal contexto donde dichos vnculos hacialos otros (significant others) se organizaban (Strat-hern 1981 citado por Ledeneva 1998). A travs deestas redes sociales los individuos no slo obtenanoportunidades de interaccin sino acceso a re-

    cursos.Como en elcompadrazgochileno, en el blatnohay reglas escritas que constituyan el cdigo moraldel intercambio. Una persona no merecedora de laconfianza puede perder su oportunidad de ser invo-lucrada en las cadenas de relaciones y, por lo tanto,ser excluido de la red. Las relaciones delblatestnreguladas de acuerdo con la lgica de las relacionesinformales como: no engaar a un vecino, se ledebe pedir a la persona correcta, en el momentopreciso, sobre la cosa adecuada; el dinero no debeser objeto de intercambio puesto que podra des-componer las relaciones personales e insultar aldestinatario; mantener contactos y compartir pro-blemas con amigos para dejar la puerta abierta paraobtener y ofrecer ayuda; en general, aproximarse lagente de forma agradable o prometedora. Para ob-tener algo travs delblaten cantidades modestas,con discrecin, en situaciones de urgencia y dentrodel crculo personal era una norma, sobrepasarstoslmites implicaba corrupcin (Ledeneva: ibid).

    Comparando los dos sistemas intercambio des-critos, el compadrazgoy el blat, podemos apreciar las

    similitudes entre ellos puesto que siguen similarescdigos culturales basados en la confianza. Sin em-

    bargo, una importante diferencia es que la mora-lidad de las relaciones a partir delblatno excluyen

    la lgica de engaar al sistema ni la violacin delas reglas en beneficio de la eficiencia. Otra dife-rencia es que el sistema sovitico, realiz un usoms extensivo del intercambio de mercado bajo laforma de pagos directos a cambio de franquicias ad-ministrativas. Tambin es cierto que el sistema so-vitico evolucion en un rgido y complejo con-junto de controles burocrticos donde era menosprobable tener al amigo adecuado en el lugar co-rrecto para todas las necesidades; por lo tanto, lasinteracciones personales fueron reemplazadas cadavez ms por el dinero. Sin embargo, an en el caso

    del soborno, haban reglas subyacentes de sociabi-lidadyconfianzaporlailegalidaddelatransaccin.

    La segunda economa

    De acuerdo con Grossman (1977, 1981, 1983b)era difcil estimar la proporcin del total de la acti-vidad econmica del pas que corresponda a la se-gunda economa, puesto que estas actividades eranilegales y no podan ser monitoreadas por medios

    convencionales. OHearn (1980:7-9) seal queconforme la segunda economa se incorpor alagregado de suministro de bienes y servicios, tam-bin dren los recursos provenientes de la econo-ma formal a travs de robos y desvo de mano deobra contribuyendo, de esta manera, a las ineficien-cias que originalmente crearon la informalidad.OHearn concluye que mientras la segunda eco-noma exista como un mecanismo correctivo parala economa planificada, no hay ningn incentivopara mejorar la planeacin central(1980:229-231). Esta situacin contribuy consi-derablemente a deteriorar el sistema puesto quefuncion en sentido contrario de la ideologa delmismo y del funcionamiento formal del estado.

    La segunda economa se ramific hacia la ma-yora de campos de la actividad econmica. A pesarde que las empresas privadas estaban fuera de la leyestas se desarrollaron ilegalmente en la industria debienes de consumo, en el comercio de productosalimenticios de calidad y artculos de lujo o de altatecnologa. Eventualmente, la gran mayora debienes servicios se encontraban disponibles de esta

    forma, perdiendo los incentivos para hacer que laeconoma formal funcionara. Por ejemplo, fallas y

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    retrasos en el sistema de distribucin afectaban se-riamente a la produccin. El director de una indus-

    tria dependa de la entrega puntual de materiales ypartes esenciales; de otra forma las cuotas de pro-duccin no podan ser cubiertas en el periodo asig-nado. La totalidad del personal de la fuerza de tra-bajo tambin dependa de estas entregas para susfuturas promociones y premios. Una solucin tpicaseencontrenlacreacindeunaposicindirectivaentre empresas que estuviera a cargo de obtener in-formalmente y en el menor tiempo posible losmate-riales necesitados. Normalmente, esta posicin eraocupada por un miembro de una etnia minoritariaen particular que, valindose de sus conexiones

    personales con otros directivos de posicin similarpertenecientes al mismo grupo tnico, poda ob-tener los recursos necesarios al intercambiar otrofavor similar a travs de su propia red social. Esta si-tuacin impuls el crecimiento de una economainformal dependiente de intermediarios (brokers) yabastecedores ilegales. La represin de este tipo deactividades ilegales, mediante la proliferacin decontroles formales, hizo que la situacin agravara,puesto que la economa formal no logr cubrir lademanda. La escasez no slo ocurri a nivel de con-

    sumo sino tambin en la industria, donde la escasezde bienes y equipo interfiri con la produccin.Los oficiales del estado se ocuparon de la pro-

    duccin y la distribucin, el personal profesional yde servicio tena como segundo empleoocuparse enel sector privado para complementar sus ingresosoficiales. Los oficiales con acceso a las decisionesburocrticas tenan valiosos servicios que ofrecer.Cada vez ms los controles oficiales tomaron laforma de sobornos y pagos en especie. Mientras queel sistema se haca de la vista gorda, todo mundovenda y compraba bienes y servicios de manera in-formal, desviando e incrementando la proporcinde recursos estatales en la segunda economa yusando recursos pblicos para beneficio personal.

    En un estudio de caso realizado por Altman, seejemplifica la forma en que la segunda economaoperaba en la Unin Sovitica y la importancia dela confianza en su funcionamiento. Este estudio,realizadoentre losmigrantesoriginarios de las rep-blicas del sur de la URRS (Georgia, Uzbekistn yTayikistn) que viajaban a Israel, es el resultado deunareconstruccin de las actividades de la segunda

    economa en la dcadadel setenta. Pero susconclu-siones no se confinan nicamente a dichos pases;

    las diferencias culturales y las especificidades regio-nales no cambiaron necesariamente la naturaleza

    del sistema comunista (Altman 1989).El punto central de los estudios de Altman esten el reconocimiento de que la economa informaldependa, en gran medida, de las redes sociales in-crustadas en la sociedad, operando pormedio de unconjunto de reglas prescritas culturalmente: Laconfianza es un requerimiento fundamental en laoperacin de la segunda economa. La palabra deun hombre era su vnculo. En Georgia, porejemplo, exista un cdigo de honor no escrito cuyaviolacin erapenalizada por la vergenza.Las redesestaban basadas en el compaerismo entre fami-

    liares y amigos cercanos (empresas de familia). De-pendiendo de la distancia social, otros amigos ju-gaban los roles de abastecedores, negociadores,compradores, entre otros. De ah la importanciaatribuida a la amistad y a las costosas festividadesdonde los amigos eran entretenidos. Las redes im-ponan las elecciones maritales, eran un localizadorprimario recursos, influenciaban las opciones ocu-pacionales de una persona, dominaban el recluta-miento y el desarrollo profesional, y establecan loslmites de alcance de la expansin empresarial, y fi-

    nalmente, podran determinar el tiempo que unhombre poda pasar en prisin por crmenes econ-micos (Altman & Mars 1983: 46).

    En el estudio de los judos georgianos se des-criben tres plantas industriales: una fbrica de ga-lletas con 200 trabajadores, una planta textil con1,000 empleados, y una industria de metal ligeroque empleaba a 100 personas. En cada una, la pro-duccin informal (ilegal) era de tres a cuatro vecesmayor que la produccin formal planificada. Loscompaeros informales que manejaban el negocioeran, en cada caso, los que ocupaban las posicionesadministrativas ms altas en la planta (el director,el jefe de produccin, etc.).

    La produccin ilegal de bienes de consumo pre-supona la existencia de una red de proveedores ydistribuidores en colusin con inspectores y autori-dades de todos los niveles. El hecho de que las ope-raciones industriales descritas por Mars y Altmansean consideradas como seguras significa queexistaunaredconfiableybienorganizada.Lasope-raciones incluan la obtencinde objetivosoficialesde produccin menor, y permitiendo la generacin

    de una mayor cantidad de desperdicios para podercolocar la produccin secundaria. Los materiales

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    restantes eran adquiridos en el mercado negro oeran obtenidos a travs de canjes. El uso de una

    cantidad menor de ingredientes y de menor calidadera una prctica comn que permita cubrir lacuota para que quedara la materia prima suficientepara la produccin informal. La produccin secun-daria era vendida al mayoreo entre los miembros dela red. Las provisiones vitales para la produccineran obtenidas en las tiendas del gobierno a travsde sobornos y cuotas especiales. Los trabajadoresnotenan ningn tipo de acceso a las estadsticas de laproduccin. A los jefes de produccin que estabanenterados de los movimientos informales les otor-gaban altos salarios para que guardaran silencio. La

    contabilidad se alteraba constantemente. Porejemplo, las lneas de produccin estaban en man-tenimiento durante los puntos ms altos de la pro-duccin ilegal. Los pagos que reciban los oficialesestatales fluctuaban de 3,000 rublos anuales para eldirector de la Oficina de Planeacin Estatal, 1,500rublos para el jefe de la polica y 500 rublos para elportero. Estas remuneraciones se daban en efectivo

    y, a veces, se otorgaban mensualmente. Se com-praba a los polticos invitndolos a fiestas, dndolesregalos caros en situaciones especiales como una

    boda. Algunos de los remanentes de los bienes deconsumo se vendan por canales legales a preciosoficiales, pero la mayora de los negocios se hacanpor debajo de la mesa.

    En el caso estudiado por Altman (1983) latienda tena permiso para vender 34 productosperotena en reserva poco ms de 40. Los artculos es-casos se vendan a compradores preferenciales (fa-miliares o amigos). La mercanca de calidad que sevenda en el mercado negro era distribuida a travsde una red de intermediarios (brokers) que se ex-tenda a todo el pas. Los transportistas no-oficialestransportaban directamente la produccin desde lafbrica hasta los puntos de venta, evitando el torpesistema oficial de distribucin. Para prevenir recla-maciones y denuncias, haba un elemento de con-fianza entre el comerciante y el consumidor. Secompraba a la polica y a los inspectores. Lospuestos de director de fbrica, director de compras

    y secretario de partido eran subastados al mejorpostor. Cuando surgan problemas (chantajes, re-dadas policacas, infiltracin de agentes, etctera.)la red de negociantes funcionaba como una red de

    asistencia mutuapara cubrir las fianzas de cualquiermiembro amenazado y eliminar cualquier evidencia

    que lo incriminara. Grandes sumas de dinero eranrecabadas rpidamente. En un caso, ms de 70 per-

    sonas fueron contactadas para asegurar la libera-cin de una persona que fue arrestada. La respuestafrente a la crisis era una importante prueba para lared. Comnmente, un miembro experimentado dela red era comisionado como negociador o repre-sentante para resolver el problema a nivel localantes de que se propagara hacia niveles ms altos.

    Cuando el Secretario General del Partido Comu-nista Georgiano fue expulsado, muchas de las redesse vinieron abajo. Demasiados vnculos vitales en elsistema econmico paralelo fueron arrestados o re-movidos. Tendran que pasar muchos aos antes de

    que se pudiesen construir nuevas redes de abasteci-miento y de oficiales dispuestos a cooperar. Los ju-dos dependan bastante de los lderes no-judos delpartido y de la estructura de la polica. Miles de ellosdecidieron migrar hacia Israel cuando Khrushchevlleg al poder y cambi al lder del Partido Comu-nista, quien a su vez remplaz a los oficiales impor-tantes del partido y del estado en todo el pas, inclu-

    yendo a los individuos clave que apoyaron a la ma-yora de los operadores de las redes judas.

    En conclusin, las redes informalesbasadas en la

    confianzaeran esenciales para la operacinde la se-gunda economa en tres formas: (1) como una basede poder para la asignacin de recursos escasos y ladistribucin de servicios insuficientes; (2) como undispositivo de seguridad colectiva en contra de lasamenazas del sistema formal y (3) como una fuentede recursos disponibles durante emergencias.Mientras ms larga fuese la red, era ms segura yrentable, y con mayores posibilidades de creci-miento (Altman 1983: 945). Al mismo tiempo, enlas ltimas dcadas del comunismo las redes infor-males se convirtieron en un activo fundamental enla economa formal, particularmente para el nuevogrupo de directivos que reconocan la importanciade los vnculos informales a favor de los intereses desu compaa y, por supuesto, para ellos mismos. Eneste sentido, el socialismo gerencial (Managerial so-cialism) surgi como un lugar para la acumulacinoriginal de activos de redes informales, que despus de1989, se volvieronun factorcrucial para la transfor-macin.Estofueposibleporquelaestructuradesusvnculos informales determin no slo la seleccindel personal para las posiciones directivas de alto

    nivel, sino que tambin delinearon la organizacineconmica. En el socialismo, las redes sociales in-

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    formales y los distintos intercambios recprocos quese daban en su interior6 marcaron la forma de hacer

    las cosas. En cada caso, incluyendo el intercambiode mercado, la confianza fue el elemento bsico.Como se ha visto, la segunda economa sovitica

    complement a la economa formal ayudndole acumplir algunos de los objetivos formales determi-nados por la planeacin central. Sin embargo, tam-bin distorsion los supuestos bsicos del estadoco-munista afectando en su totalidad la idea originaldel paradigma socioeconmico. De acuerdo con loidentificado por Altman (1989) justo antes del co-lapso de la Unin Sovitica:

    Como Jano, el bifronte Dios romano, el sistemasocioeconmico sovitico a lo largo de los aos desa-rroll dos identidades distintas, provenientes de un

    mismo centro que detenta las llaves del futuro de laURSS. La pregunta recurrente es si el sistema so-vitico se colapsar eventualmente bajo la tensinde las enormes disparidades generadas entre las doseconomas (la formal y la segunda). Sinembargo, laevidencia sugiere una coexistencia simbitica. Nohay una razn estructural aparente del porqu unaboyante segunda economa debera cortar sus pro-

    pias races del campo donde prspera. Por qu laeconoma formal debera abandonar los tan impor-tantes servicios que recibe de la segunda economa?Sin embargo la pregunta permanece: es demasiadoalto el precio social y moral que hay que pagar pordicha coexistencia? La actual glasnot de Gorbachov

    parece indicar que es demasiado alto.

    Los dramticos cambios en la URSS iniciadosporGorbachov,bajolabanderadela Perestroikay elGlasnot, fueron creados por los retos planteados porla economa informal hacia el sistema formal. Gor-bachov lo dijo en varias ocasiones. La presencia deuna segunda economa informal era crucial para eldebilitamiento del estado. La economa informal dela Unin Sovitica se nutri de la estructura formalde la sociedad; as como ayud a que la economaformal siguiera funcionando, tambin la debilithasta el punto delcolapso. La prolongada crisis eco-nmica llev a Gorbachov al poder: sin la crisiseconmica, probablemente, no habra existido elfenmeno Gorbachov (Saxonbeng 2001: 129) yconl,elcolapsodelaUninSoviticaydelosreg-

    menes comunistas de sus aliados.

    La economa de redesen las sociedades post-comunistas7

    Una buena cantidad de estudios sobre los pasespost-comunistas ofrecen ejemplos sobre el desarro-llo y permanencia que la economa informal ha te-nido en la transicin de un economa planificadacentralmente a una de mercado, mostrando la im-portancia que las relaciones sociales basadas en laconfianza han tenido en dicho proceso.4 La persis-tencia en el post-comunismo de una economa in-formal basada en las redes sociales puede ser expli-cada a travs de su herencia cultural y su desarrollohistrico y poltico: la exitosa resistencia de largos

    segmentos de la sociedad frente a la insistencia delestadosocialista en construiruna amplia y altamen-te formalizada organizacin de empresas industria-les como mecanismo dominante de la vida social; lasegunda economa como una estrategia apta la ob-tencin de ingresos adicionales a travs de redes in-formales para evitar regulaciones formales; el socia-lismo gerencial (managerial socialism) como unlugar para el entrenamiento y la acumulacin origi-nal de redes informales (capital de redes o capitalsocial)5. Finalmente, la escasez endmica de capi-

    tal que ha creado las condiciones estructurales ne-cesarias y algunos importantes incentivos indivi-duales y de grupo para sustituir los procedimientosorganizacionales formales que slo la inversin degran capital puede producir por soluciones infor-males, (Brcz 2000:368; Sik 1994).

    En el caso de Bulgaria, Ganev (1999) argumentaque la falta de capacidad estatal para llevar a cabola intervencin regulatoria, es causada por una ac-cin particular de las lites: el establecimiento deredes en un contexto estructural especfico: anclaje(embeddedness) del estado post-comunista. Porello,el establecimiento de redes puede emerger ms f-cilmente como una forma dominante de coordina-cin en una situacin donde ya no existen el sis-tema jerrquico de una la economa planificada, ydonde los mercadosanno emergen. La interpreta-cin de Ganev sobre el proceso de transformacinestatal del comunismo al post-comunismo a travsdel examen del proyecto dominante de una literapaz posterior a 1989 que l llama extraccindesde el estado, remarcando la declinacin de lacapacidad del estado como un aspecto dominante

    del post-comunismo. Las poderosas redes involu-cradas en este proyecto actansobre la riqueza acu-

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    mulada en el estado. Totalmente capaces de movi-lizar flujos de recursos dentro del edificio institu-

    cional del estado, estas lites no tienen incentivoalguno para desarrollar estructuras estatales fuer-tes, por el contrario, socavar las instituciones clavedesde su interior es necesario para el xito de suproyecto (Ganev 1999:241).

    Ganev ejemplifica las dinmicasde la transicinatravs del anlisis de Multigroup, el conglomeradoeconmico ms fuerte de Bulgaria despus del 1989.Las dinmicas que lanzaron a Multigroup hacia lospicos ms altos del poder econmico y poltico, hansido y sigue siendo la explotacin de nichos de mer-cado creados deliberadamente o desalojados vo-

    luntariamente por el estado. La ms interesante ca-racterstica de las relaciones de negocios con em-presas estatales es que el estado aparece como unperdedor perenne mientras que sus socios se em-bolsan todos los beneficios conseguidos a travs delestablecimiento de redes. La lgica del enriqueci-miento de Multigroup es la lgica del empobreci-miento del estado. El enfoque permanece constante:redirigiendo el flujo de recursos desde un circuitooperado en los confines de las instituciones esta-tales hacia un ciclo sin restricciones con salidas co-

    merciales privatizadas". Los oficiales de alto rangode Multigroup confiaban exclusivamente en la expe-riencia y habilidad de los anteriores oficiales esta-tales que ocupaban posiciones importantes en el es-tado comunista. Su presidente estaba casado con lahija del director de la Contrainteligencia Militar,que le dio exceso a las redes compuestas por oficialesdel servicio secreto y otros miembros de la adminis-tracin estatal en activo (insiders). El primer golpedel grupo consisti en comprar un viejo submarinoruso y venderlo en partes a una planta metalrgicaturca, lo cual sugiere la existencia previa una cone-xin con una red de traficantes de armas que se ex-tenda por varios pases. Todos los vicepresidentes ydirectores generales el conglomerado, fueron lderesde losdepartamentos mspoderososde seguridades-tatal y de departamentos estratgicos del ministeriode asuntos internos que inclua el departamento deinformacin y anlisis. Otros eran directores de em-presas estatales (industria petrolera, inversin indus-trial y de micro-procesamiento) mientras que ochofueron ministros que sirvieron bajo elancient regime.En otras palabras, Multigroup cre un ambiente

    donde el conocimiento acumulado sobre la eco-noma blgara fue utilizado. La biografa de los hom-

    bres fuertes de Multigroup sugiere que sonlas formasen quelos individuos estn conectadosen las redes

    que controlan el acceso a recursos escasos lo querealmente importa cuando hay que comprender ladinmica de la reforma econmica sus caracters-ticas personales, culturales, tnicas, religiosas y pre-disposicin psicolgica pueden ser consideradascomo atributos espurios (Ganev 1999:119).8 En elmismo sentido, Stiglitz enGlobalization and Its Dis-contentsargumenta que el fracaso del proceso de pri-vatizacin delineado por el Fondo Monetario Inter-nacional en la Rusia post-comunista, fue debido aque enormes cantidades de activos econmicosfueron transferidos a una sociedad que careca de

    instituciones formales capaces de manejar y monito-rear dichas transacciones. El resultado de la primeraetapa de la privatizacin entreg losactivos de la na-cin a lo que result ser una nueva lite criminal(Stiglitz 2002:133-166).

    En el caso de Hungra, JosephBrczafirma quelos contactos sociales se convirtieron en el activoms importante durante la transicin. Las redessociales informales de los anteriores directivos delestado socialista se convirtieron en un factor tancrucial para la transformacin, que la estructura de

    sus vnculos informales determin no solo la selec-cin de personal (altos directivos) sino tambin laforma de la organizacineconmica (Brcz 2000:351). Losactivos de las redes informales que deten-taban los principales directivos unieron y propor-cionaron coherencia y consistencia a la economaorientada hacia la reforma. Lo que pas con estosarreglos informales entre directivos, administra-dores, planificadores y reguladores fue [] de tiposimilar a una economa moral de favores, prestigio,privilegio, amistad, cabildeo, camarillas, coalicin,construccin y accin de grupos (ibid:365). Deacuerdo con Brcz el aspecto ms importante dellegado del estado socialista post-estalinista es elpapel privilegiado de la informalidad una ten-dencia fundamental para llevar acabo tras bamba-linas las transformaciones estructurales polticas,econmicas y sociales, afuera del reino de la regula-cin pblica, el registro y el escrutinio. As conce-bida, la informalidad jug una parte crucial en losmuchos procesos hasta ahora vistos" (Brcz 1993:99).

    En Hungra, de acuerdo con Brcz, dos formas

    de valores fueron usados en el proceso de privatiza-cin: el primero fue el capital extranjero a travs de

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    la inversin directa, y el segundo fue la inclusin deun conjunto de activos no econmicos: expe-

    riencia, habilidad, conocimiento prctico y el msimportante, la acumulacin durante el periodo deactivos de redes informales. Estos procesos libe-raron un conjunto de audaces y novedosas estrate-gias grupales dirigidas a la conversin de los activosno-econmicos en un mayor control y posesin delaadministracinpblicayprivada.(ibid: 3689).

    Stark y Bruszt (1998) en su libro sobre la trans-formacin de la propiedad en Europacentro-oriental tambin han mostrado el papel cru-cial que las redes sociales de miembros de la No-

    menklatura(polticos y tcnicos) han tenido en el

    proceso de privatizacin. Para estos autores, las re-laciones de redes tambin pueden ser construidascomo un campo econmico de accin alternativodiferente al mercado y el estado.

    Ganev comentando el trabajo de Stark y Brusztacepta su afirmacin. Sin embargo, rechaza deter-minantemente la aseveracin que le otorga a lasredes un papel positivo en el post-comunismo. ParaGanev el problema de esta posicin es que descansaen una comprensin estrecha y unilateral de lateora de redes, glorificando los aspectos positivos

    que pueden promover la reestructuracin econ-mica, sin tomar en cuenta los efectos negativoscomo sus caractersticas de exclusin. Stark yBruszt han negado que su intencin real haya sidojustificar el comportamiento predador del antiguoaparato comunistay losoperativos de la KGB, iden-tificando el doble carcter de estas redes sociales:las redes fuertes son un recurso pero tampocoestn libres de problemas. Tienen la capacidad deser agencias para el desarrollo o para los especula-dores que merman las arcas pblicas e inhiben elcrecimiento econmico.

    A pesar de que la discusin sealada anterior-mente es de la mayor importancia terica, lo rele-vante para este trabajo es la importancia y el papelque la redes sociales han tenido en el proceso deprivatizacin en sociedades post-comunistas, temaque parece ser aceptado por las dos partes sin nin-guna discusin.

    En resumen, los ejemplos sobre los pasespost-comunistas muestran como las oportunidadesde mercado tambin eran distribuidas en base a laredes de parientes, amigos y camaradas que perte-

    necieron a laNomenklaturapoltica y tecnocrticadurante el rgimen comunista, volvindose inter-

    mediariosque convirtieronel capital poltico en ca-pital econmico. De acuerdo con Szelenyi (Eyal et

    al. 1998) es a travs del capital social y cultural,incluyendo redes, conocimiento, experiencia, y ca-pacidad para manipular smbolos que estas redes delaNomenklaturalograron cambiar la propiedad p-blica en riqueza privada. El post-comunismose des-cribe mejor como un espacio social en donde el ca-pital social y cultural son las mayores fuentes depoder y privilegio.

    El hecho de que las redes informales personales(activos sociales, redes basadas en la confianza,contactos) sean la base de sta importante parte dela economa significa que la confianza juega un

    papel central en el proceso de privatizacin y transi-cin hacia las sociedades post-comunistas. La con-fianza, es entonces, la condicinsine qua non quepermite que la configuracin de las redes socialessean responsables de la privatizacin. Sin embargo,idealmente, cuando estoscliquesse formalizan enconglomerados o empresas, el estado de derechoreemplaza a las reglas no escritas de la confianza.

    La confianza como una estratgia

    de sobrevivenciaAmediados de la dcada de los ochentas, el estadode bienestar y los sistemas de proteccin han dismi-nuido y actualmente son incapaces de ofrecer solu-ciones para las masas de gente que los necesitan. Elmercado es cada vez menos una alternativa para loshogares en necesidad, porque los precios se incre-mentan constantemente mientras que suspocos in-gresos decrecen. Con la emergencia de la economade mercado algunos se han estancado en la pobrezapermanente. As, el post-comunismoha creadounanuevapobrezaquesobrevive gracias a unaecono-ma informal basada en el uso de las redes de con-fianza (Szelenyi 2001: 510). Al mismo tiempo, losefectos de la liberalizacin de los precios de 1992golpearona la, relativamente fuerte, clase media dela sociedad rusa. De pronto, profesionales como in-genieros, doctores y maestros se encontraron a unpaso de la pobreza. Para soportar la nueva situa-cin, existieron diferentes estrategias. Una posibleestrategia era entrar a la economa de mercado tra-tando de incrementar el ingreso personal. Pero las

    estrategias ms tradicionales estaban basadas en eluso de las relaciones personales, y por lo tanto, al

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    menos en principio, extraas a los mecanismos abs-tractos de la economa de mercado. Primero, las re-

    laciones sociales y los intermediarios fueron usadospara poder obtener productos escasos. En segundolugar, las relaciones personales fueron necesitadaspara conseguir informacin sobre dnde comprarproductoso servicios. Finalmente, las relaciones so-ciales tambin podran ayudar para obtener pro-ductososerviciosamenorprecioqueenloscanalesformales (Lonkila 1997).

    Lonkila en su estudio Informal Exchange Net-works in Post-Soviet Russia apoyalasconclusionesdeLedeneva sobre la continua importancia de los in-tercambios basados en elblaten la Rusia post-co-

    munista. Ella afirma que en lugar de macro cambiosinstitucionales, que afectaron las vidas individualesde los ciudadanos rusos, en el nivel micro de la so-ciedad rusa muchas cosas no han cambiado. El in-tercambio informal, y los patrones de comporta-miento heredados de la era socialista continan in-fluenciado a la sociedad en transicin, en donde lacontinua falta de confianza en las instituciones ofi-ciales y los servicios sociales es compensada con eluso de relaciones personales. En el mismo sentidoen que la economa de redes oper para proteger a

    la gente de la rigidez del sistema sovitico, actual-mente, protege tanto la gente como las compaasde las demandas de una nueva economa de mer-cado, manteniendo el flujo de intercambios rec-procosen la economa y el incremento de la corrup-cinyeltrueque.Elestado,elmercadoylasinstitu-ciones de la sociedad civil han estado influenciadospor prcticas informales poco distintas a las delmundo sovitico. Sin embargo, la diferencia con laera sovitica es que las reglas no escritas del ordenactual son definidas por las presiones de la eco-noma global y por el contexto interno, lo que nosignifica que la economa de redes haya perdido im-portancia (Ledeneva 1999: 12).

    Entre la turbulenta transicin, qu uso hacenlos rusos de su legado de redes de capital social? Enpalabras de Rose, refirindose a Rusia:

    En el contexto ruso, donde la modernizacin esproblemtica es necesario primero clasificar las re-des como premodernas, modernas y anti-modernas.El involucramiento en redes premodernas es aquindicado por la seguridad genrica en las redes in-

    formales para lograr que las cosas se hagan, vivir enun pueblo, confiar en la mayora de la gente, consi-

    derar a los amigos como una buena fuente de infor-macin y asistir a la iglesia. Las redes modernas son

    indicadas por la confiabilidad genrica en el merca-do, pertenecer una organizacin formal, acudir algobierno en busca de ayuda para atender un proble-ma familiar, o ser un lder de opinin. Los indicado-res de las redes anti-modernas son la confiabilidad

    genrica en la corrupcin o en los contactos parahacer que las cosas se hagan por fuera de las reglas[] La vida en la Unin Sovitica socializ a losrusos en evadir las leyes y regulaciones a travs decontactos y blat, y la nueva Federacin ha creadooportunidades para salir adelante. En consecuen-cia, las redes anti-modernas se han convertido en la

    fuente primaria de inseguridad y seguridad en el in-greso (Rose 2000: 42-43).

    Conclusiones

    1. La confianza es un concepto cultural que debeser etnogrficamente descrito, puesto que su signifi-cado vara de acuerdo con la cultura de cada socie-dad y en cada situacin en particular. En este traba-jo, presentamos casos de tres sociedades para

    demostrar losdiferentes significadosde la confianzay los particulares usos de las redes sociales basadasen la confianza. La confianza como un rasgo cultu-ral bsico tiene una vida ms larga en los procesoshistricos de la sociedad, que los sistemas formaleseconmicos y polticos.

    2. Discutimos la importancia de la confianza en laconfiguracin de las redes sociales que le permiti auna economa informal emerger y florecer en socie-dades complejas. Los intercambios informales basa-dos en la confianza no son slo un residuo del tradi-cionalismo sino tambin un elemento intrnseco demuchas de las complejas sociedades contempor-neas.

    3. Las redes informales de intercambio se desarro-llanal interior de los sistemas formales modernosenconformidad con las mismas reglas de sociabilidaddeterminadas por una cultura particular; por ello,las actividades econmicas informales no puedenser entendidas nicamente en trminos de las leyesde oferta y demanda o las regulaciones estatales.

    Basndome en los tres casos presentados, una so-ciedad capitalista en desarrollo, una sociedad cen-

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    tralmente planeada y algunos pases post-comunis-tas, se puede apreciar cmo la confianza est

    evaluada y determinada culturalmente, producien-do diferentes grados de contradicciones entre laideologa formal que gua al estado y el conjunto devalores culturales que guan el comportamiento in-dividual. Las contradicciones ideolgicas entre lossistemas formales e informales a menudo fortalecenla racionalidad de la amistad y la parentela en detri-mento de la moral oficial.

    4. El grado de formalidad y la incapacidad del siste-ma formal de satisfacer las necesidades sociales, ge-neran soluciones informales. Si el sistema formal

    fuese capaz de producir y distribuir los bienes y ser-vicios requeridos por todos los miembros de la so-ciedad, las alternativas informales seran menos ne-cesarias y, por lo tanto, menos permanentes. Lasredes informales de intercambio facilitan la super-vivencia y el mantenimiento del estatus de grandessectores de la poblacin. Sin embargo, las activida-des informales tambin tienen consecuencias nega-tivas para la sociedad puesto que no incrementa laeficiencia total del sistema; y tiende a perpetuar lasinequidades y a facilitar los intercambios corruptos,

    conduciendo a la formacin de organizaciones cri-minales mafiosas.

    5. Dependiendo de la formalidad del sistema, elgrado relativo de lo no apropiado (lo ilegal versuslo que no es correcto hacer"), el objetivo de la acti-vidad (lucro versus altruismo), y el grado de repre-sin, ms el grado de tolerancia que la sociedad tie-ne hacia la ruptura de las reglas burocrticas, losmodos del intercambio informal se convierten gra-dualmenrte en: reciprocidad, relaciones patrn-cli-ente e intercambio mercantil. La creciente impor-

    tancia del intercambio informal en los sectores for-males de las sociedades modernas, sugiere que el

    entendimiento de la reglas culturales que gobier-nan la parentela y la amistad pueden ser ms esen-ciales que nunca para obtener acceso a la operacindel economa y el estado.

    6. En el caso estudiado, el intercambio informalpermeo al sistema formal. Si este hecho no es siem-pre reconocido, es debido a las sanciones adminis-trativas y los conflictos ideolgicos entre los dos sis-temas. En Chile, el sistema informal era ms unaexpresin de sociabilidad y de solidaridad de clasequeunaforma de promovergrandes o pequeos ne-

    gocios, por tal razn no era reconocido como unaprctica corrupta a pesar de que existe una delgadalnea entre lo ilegal y lo alegal. En la Unin Soviti-ca, la preeminencia del intercambio informal de-penda, entre otras cosas, de la relativa escasez debienes y servicios disponibles en la sociedad y en laexistencia de rigurosos controles. ElBlatera vistocomo parte de la sociabilidad y de la solidaridad so-cial mientras no fuese convertido en un intercam-bio de mercado. En el post-comunismo la redes in-formales de las lites de la Nomenklatura, que

    posean el conocimiento, la informacin y el capitalsocial, eran capaces de cambiar loscontroles legalesy crear un capitalismo poltico post-comunista.En este caso la confianza permiti la formacin deredes cuyo objetivo era la obtencin de los recursosqueel estadocomunista haba acumulado y conver-tido en empresas formales de donde ellos obtuvie-ron sus ganancias personales. En otras palabras, lassociedades post-comunistas en transicin estnatestiguando la formalizacin de la informalidad(de la confianza).

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