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ANTONIO DETORQUEMADA: Cuento tomado de
JARDÍN DE FLORES CURIOSAS.
Equipo Específico de Discapacidad
Auditiva.
Madrid 2015
• Este cuento está sacado del TRATADO TERCERO o parte tercera del libro de Torquemada.
• Torquemada habla en esta tercera parte de su libro de fantasmas, magos, brujas…
y otros temas curiosos.
• Ayola era un chico joven español del siglo XVI.
• Ayola quería estudiar Derecho en la universidad para ser abogado.
La historia dice:
• Ayola se juntó con dos amigos suyos, también estudiantes
• Ayola y sus dos amigos se marcharon a la universidad de Bolonia.
• Ayola y sus amigos pensaban aprender mucho en la universidad de Bolonia, porque la universidad de Bolonia era una universidad muy importante.
• Cuando Ayola y sus amigos llegaron a Bolonia empezaron a buscar una casa.
• Ayola y sus amigos querían alquilar una casa entre todos, pero no encontraban una casa para alquilar.
• Como Ayola y sus amigos no conocían a nadie en Bolonia, se les ocurrió preguntar.
• En la calle había un grupo de personas hablando y Ayola y sus amigos se acercaron a estas personas.
• Ayola y sus compañeros explicaron a estas personas que ellos eran estudiantes españoles y que querían alquilar una casa.
• Ayola y sus compañeros preguntaron si conocían a alguna casa para alquilar una.
• Un hombre dijo a Ayola que él tenía un amigo dueño de una casa muy buena.
• El hombre dijo también a Ayola que el dueño de la casa dejaría seguramente a Ayola la casa para vivir en ella y que no tendrían que pagarle por ella nada de alquiler, que el alquiler de la casa era gratis.
• Ayola y sus amigos no podían creer las palabras del hombre.
• ¿Una casa grande y buena…gratis?. ¿Era una broma?
• Pero el hombre señaló una casa allí cerca, muy grande y buena y repitió que seguramente Ayola y sus compañeros podrían vivir allí gratis.
• Los estudiantes españoles pensaban que el hombre se estaba burlando de ellos.
• Entonces otro hombre explicó que en esa casa no vivía nadie desde hacía doce años.
• La casa estaba llena de fantasmas. Los fantasmas salían por las noches y todo el mundo tenía miedo de vivir en esa casa.
• Ayola le dijo al hombre:• - ¿No hay más problemas en esa casa?.
Puede darme la llave, porque mis amigos y yo no tenemos miedo.Viviremos en esa casa con fantasmas.
• El hombre vio que Ayola y sus amigos no tenían miedo.
• El hombre acompañó a Ayola y a sus compañeros a ver al dueño de la casa.
• El dueño de la casa explicó que vivir en esa casa podía ser muy peligroso.
• El dueño de la casa habló de los fantasmas y aconsejó a Ayola y a sus amigos no vivir en su casa, buscar otra casa.
• El dueño de la casa dio la llave a Ayola y acompañó a Ayola y a sus amigos acompañó hasta la puerta.
• Después dio también algunos muebles a Ayola.
• Los amigos de Ayola compraron otros muebles y la casa quedó muy bonita por dentro.
• Ayola y sus compañeros no tenían miedo y se rieron de los fantasmas.
• Ayola buscó una mujer para preparar la comida.
• La mujer hacía la
comida para Ayola y sus amigos, luego llevaba la comida hasta la puerta de la casa, porque la mujer tenía miedo de los fantasmas y no quería entrar en la casa.
• Todo el mundo en la ciudad de Bolonia quería saber qué pasaba en la casa. La gente sentía mucha curiosidad.
• En treinta días no aparecieron los fantasmas. Ayola y sus amigos no notaron ninguna cosa rara en la casa.
• Una noche los dos amigos de Ayola estaban durmiendo.
• Ayola estaba despierto estudiando.
• A las doce de la noche Ayola oyó un ruido muy fuerte. El ruido era como el sonido de cadenas muy grandes arrastrando y golpeando contra el suelo.
• Ayola se asustó un poco y pensó: ”Seguramente son los fantasmas de la casa”.
• Ayola no quiso despertar a sus compañeros y fue él solo a ver qué pasaba y qué eran los ruido.
• Ayola se dio cuenta de que el sonido de las cadenas venía de la escalera principal, detrás de un pasillo, frente al salón.
• Entonces Ayola rezó a Dios para pedir ayuda y cogió una espada, un escudo pequeño y una vela y se puso en el centro del salón, esperando a ver quién hacía el ruido.
• El sonido de las cadenas se acercaba muy despacio.
• Al poco tiempo entró en la habitación un esqueleto muy grande. Era el esqueleto de un hombre muerto, todo rodeado de cadenas.
• El esqueleto se quedó parado delante de Ayola.
• Ayola y el esqueleto Los dos estaban muy quietos, mirándose.
• Ayola tenía mucho miedo, pero, vio que el fantasma no le hacía nada malo.
• Poco de tiempo después, Ayola, ya tranquilo, empezó a hablar con el fantasma.
• Ayola preguntó al fantasma qué quería y qué buscaba allí.
• El fantasma abrió los brazos.
• El fantasma quería dar las gracias a Ayola por hablar con él.
• Ayola le preguntó que si quería que le acompañase a algún sitio.
• El fantasma señaló la escalera y Ayola dijo:- Si quieres que te acompañe, anda, ve tú delante, yo iré detrás de ti a donde tú quieras.
• El fantasma se dio la vuelta y empezó a andar muy despacio hacia la escalera. El fantasma con las cadenas no podía andar rápido.
• Cuando Ayola llegó a la escalera, la vela se apagó.
• Ayola le dijo al fantasma:- Ya ves. La vela se ha apagado. Si esperas un
poco, voy a encender la vela otra vez y ahora vuelvo.
• Ayola se fue y encendió la vela otra vez.
• Cuando Ayola volvió, encontró al fantasma en el mismo sitio. El fantasma no se había movido y estaba esperando a Ayola.
• Después el fantasma empezó a andar y Ayola fue detrás de él.
• Ayola y el fantasma pasaron por toda la casa y llegaron al jardín.
• Ayola se quedó parado, porque en el centro del jardín había un pozo.
• Ayola tenía miedo de que el fantasma lo empujase y lo tirara dentro del pozo o le hiciese algún daño, pero el fantasma señaló a Ayola una parte del jardín.
• Ayola y el fantasma fueron a esa parte del jardín y, cuando los dos llegaron allí, el fantasma desapareció
• Ayola se quedó allí un rato, gritando y llamando al fantasma.
• Ayola preguntaba al fantasma si quería algo más y decía que quería ayudar al fantasma.
• El fantasma no volvió a aparecer.
• Ayola despertó a sus compañeros, dormidos todavía.
• Ayola estaba muy pálido y muy nervioso.
• Los compañeros de Ayola dieron a Ayola algo de comer y de beber y le acompañaron a la cama.
• Ayola contó a sus compañeros la historia del fantasma, pero les pidió que no hablasen del fantasma con otras personas, porque la gente iba a pensar que era una mentira.
• Pero uno de los amigos de Ayola contó a otra persona la historia del fantasma.
• Esa persona habló del fantasma con otra persona… y poco a poco la historia todo el mundo en Bolonia sabía que Ayola había visto un fantasma.
• El gobernador se enteró de la historia del fantasma y llamó a Ayola.
• El gobernador pidió a Ayola que le explicase qué había pasado.
• Después el gobernador preguntó a Ayola en qué parte del jardín había desaparecido el fantasma.
• Ayola dijo que había arrancado un poco de hierba para no olvidar del sitio.
• El gobernador fue a ese sitio del jardín con otras muchas personas.
• El gobernador mandó venir a unos hombres con palas para hacer un agujero en la tierra a ver si encontraban algo allí.
• Los hombres, con las palas, quitaron un poco de tierra y encontraron el esqueleto de un hombre muerto muy alto y atado con muchas cadenas.
• El esqueleto era igual que el fantasma que había visto Ayola
• Todos creyeron ahora que Ayola había dicho la verdad.
• Nadie sabía quién era ese hombre tan alto y por qué ese hombre estaba enterrado allí, atado con tantas cadenas.
• El gobernador mandó enterrar el cuerpo del hombre en una iglesia.
• Nunca nadie supo quién era el hombre muerto. Nunca nadie supo qué había pasado.
• El fantasma no apareció más.
• Ayola vivió tranquilo en Bolonia con sus dos amigos y, cuando terminó de estudiar y volvió a España, fue un abogado importante.