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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR ZUBIRÁN Análisis de los factores de riesgo clínicos e inmunológicos asociados a infecciones en pacientes con Miopatías Inflamatorias Idiopáticas TESIS Que para obtener el título de ESPECIALISTA EN MEDICINA INTERNA PRESENTA: Víctor Hugo Tovar Méndez TUTORES DE TESIS: Dra. Diana Gómez Martín Departamento de Inmunología y Reumatología, INCMNSZ Dr. José Jiram Torres Ruiz Departamento de Inmunología y Reumatología, INCMNSZ Dr. Alfonso Gulias Herrero Subdirección de Servicios Médicos Profesor titular del curso de Medicina Interna INCMNSZ Ciudad Universitaria, Ciudad de México, febrero 2020

Análisis de los factores de riesgo clínicos e

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Page 1: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE MEDICINA DIVISÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN

INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR

ZUBIRÁN

Análisis de los factores de riesgo clínicos e inmunológicos asociados a infecciones en pacientes con Miopatías Inflamatorias

Idiopáticas

TESIS

Que para obtener el título de ESPECIALISTA EN MEDICINA INTERNA

PRESENTA:

Víctor Hugo Tovar Méndez

TUTORES DE TESIS:

Dra. Diana Gómez Martín Departamento de Inmunología y Reumatología,

INCMNSZ

Dr. José Jiram Torres Ruiz Departamento de Inmunología y Reumatología,

INCMNSZ

Dr. Alfonso Gulias Herrero Subdirección de Servicios Médicos

Profesor titular del curso de Medicina Interna INCMNSZ

Ciudad Universitaria, Ciudad de México, febrero 2020

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3

ÍNDICE I. Marco Teórico ………………………………………………………………………4

I.I Definición de las miopatías inflamatorias idiopáticas y sus subgrupos 4

I.II. Criterios diagnósticos 5

I.II.I Criterios de Bohan y Peter 5

I.II.II Criterios EULAR/ACR para miopatías inflamatorias idiopáticas 5

I.II.III Criterios de Sontheimer para dermatomiositis amiopática 7

I.II.IV Criterios diagnósticos de síndrome anti-sintetasa 8

I.III. Epidemiología 8

I.IV. Etiología 9

I.IV.I Inmunopatogenia 9

I.IV.I.I NETosis 10

I.IV.I.II Subtipos de monocitos y TLRs 11

I.V Infecciones en miopatías inflamatorias idiopáticas 12

I.V.I Glucocorticoides como factor de riesgo para el desarrollo 14

de infecciones en MII

II. Planteamiento del problema y justificación……………………………………..15

III. Objetivos………………………………………………………………………….16

III.I Primario 16

III.II Secundarios 16

IV. Material y métodos……………………………………………………………… 17

IV.I Pacientes 17

IV.II Variables clínicas y de laboratorio 17

IV.III Variables inmunológicas 18

V. Análisis estadístico………………………………………………………………...20

VI. Resultados……………………………………………………………………...…21

VI.I Características demográficas y clínicas 21

VI.II Perfil epidemiológico de las infecciones 21

VI.III Tratamiento inmunosupresor 22

VI.IV Variables clínicas, laboratoriales y de gabinete 22

VI.V Variables inmunológicas 24

VI.VI Análisis de regresión logística de los factores de riesgo para el desarrollo 25

de infecciones

VII Discusión………………………………………………………………………….27

VIII Conclusiones…………………………………………………………………….30

IX Bibliografía………………………………………………………………………..31

Page 5: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

4

Análisis de los factores de riesgo clínicos e inmunológicos asociados a infecciones en pacientes

con Miopatías Inflamatorias Idiopáticas

I. Marco teórico I.I. Definición de las miopatías inflamatorias idiopáticas y sus subgrupos Las miopatías inflamatorias idiopáticas son un grupo heterogéneo de entidades clínicas

sistémicas y raras, caracterizadas por inflamación, fatiga, debilidad muscular progresiva,

elevación de enzimas musculares y manifestaciones extra musculares. Estas se clasifican con

base en el patrón de presentación, edad de inicio y características en la inmuno-histopatología

de la piel o músculo. Dentro de sus subgrupos destacan la dermatomiositis, la

dermatomiositis juvenil, la dermatomiositis amiopática, el síndrome anti-sintetasa, la

polimiositis, la miopatía necrotizante inmune y la miositis por cuerpos de inclusión.1,2

La dermatomiositis se caracteriza por presentar una dermatosis eritematosa y debilidad

muscular proximal simétrica. La afección dérmica puede preceder o aparecer posterior a las

manifestaciones musculares. Los cambios cutáneos característicos son el eritema en

heliotropo (el cual tiene un color eritemato-violáceo, con o sin edema, con distribución

simétrica en la región periorbitaria), las pápulas de Gottron (pápulas y placas eritemato-

violáceas que aparecen sobre prominencias óseas, predominantemente en las articulaciones

metacarpofalángicas y las interfalángicas proximales y distales). Otros cambios en la piel que

no son patognomónicas pero que aparecen con frecuencia son la poiquilodermia en áreas

fotoexpuestas, afectación periungueal, eritema violáceo en V-del escote y áreas extensoras,

así como el signo del chal. En la afección sistémica destaca fiebre, artralgias, pérdida de peso,

fenómeno de Raynaud, disfagia, reflujo gastroesofágico, disfonía, cardiomiopatía dilatada,

enfermedad pulmonar intersticial, calcificaciones y neoplasias malignas asociadas. La

biopsia muscular se caracteriza por un infiltrado inflamatorio, mononuclear en una

distribución perivascular y perifascicular con grupos adyacentes de fibras musculares con

degeneración y regeneración. En la piel existe atrofia leve de la epidermis con cambios

vacuolares en el estrato basal, aumento de la mucina, así como dermatitis de interfase.3,4,5

La dermatomiositis juvenil se presenta en pacientes menores de 18 años, similar a la que se

presenta en el adulto, pero con mayor frecuencia de calcinosis cutis, vasculitis cutánea,

ulceraciones y vasculopatía del tracto gastrointestinal.3

La dermatomiositis amiopática se caracteriza por las manifestaciones cutáneas clásicamente

presentes en la dermatomiositis (confirmadas por biopsia) presentes por al menos 6 meses

sin evidencia clínica de debilidad muscular proximal o sin anormalidades en las enzimas

musculares.3,4,6

El síndrome antisintetasa es una enfermedad sistémica autoinmune asociada a la presencia

de anticuerpos contra la enzima aminoacidil-ARNt sintetasa que se caracteriza por

enfermedad intersticial pulmonar, miopatía inflamatoria, artritis no erosiva y/o artralgias.3,7

Page 6: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

5

La polimiositis se caracteriza por debilidad muscular simétrica sin los cambios

dermatológicos de la dermatomiositis. Histológicamente se caracteriza por fibras musculares

en distintas fases de inflamación, necrosis y regeneración. Los hallazgos incluyen infiltrado

de células mononucleares (linfocitos CD8+ y macrófagos) en el endomisio, obliteración

capilar, daño celular endotelial y aumento del tejido conectivo.3,4

La miopatía necrotizante inmune se presenta como una debilidad muscular proximal aguda

o subaguda grave que se asocia con mialgias. La debilidad de los músculos respiratorios es

común, así como la disfagia. Se caracteriza en la histología por nulo o escaso inflamatorio

en la biopsia muscular y se asocia con la presencia de anticuerpos anti-HMGCR y anti-

SRP. Suele tener desencadenantes como son fármacos (estatinas), virus, cáncer y

enfermedades del tejido conectivo.4

Por último, la miositis por cuerpos de inclusión afecta principalmente los dedos y el

cuádriceps, usualmente es asimétrica con debilidad tanto proximal como distal que inicia de

forma insidiosa, sin presencia de mialgias.3

I.II. Criterios diagnósticos

I.II.I Criterios de Bohan y Peter

Los criterios de Bohan y Peter, publicados en 1975, fueron los criterios más utilizados para

el apoyo en el diagnóstico de la dermatomiositis y polimiositis e incluyen los siguientes:

1. Debilidad muscular simétrica proximal.

2. Elevación sérica de enzimas musculares (CPK, aldolasa, transaminasas, LDH).

3. Patrón miopático en electromiografía.

4. Biopsia de músculo con evidencia histológica de necrosis, fagocitosis y regeneración

de las fibras musculares, atrofia de distribución perifascicular con variación en el

tamaño de las fibras musculares y un exudado inflamatorio que a menudo es

perivascular.

5. Manifestaciones dermatológicas (eritema en heliotropo, pápulas y signo de Gottron,

eritema facial, signo del chal).

La dermatomiositis se confirma cuando existen las manifestaciones dermatológicas (criterio

número 5) y tres de los cuatro criterios restantes. La polimiositis se confirma en los pacientes

que tengan los cuatro criterios para dermatomiositis sin presentar cambios cutáneos (criterio

número 5). La sensibilidad de estos criterios va del 78 al 100% con una sensibilidad baja, a

penas de 29%.8,9

I.II.II Criterios EULAR/ACR para miopatías inflamatorias idiopáticas

Los criterios de Bohan y Peter son prácticos; sin embargo, presentan inconvenientes

importantes; son demasiado inclusivos, caen dentro del criterio de “miositis” enfermedades

que no lo son, por ejemplo, las distrofias musculares o enfermedades metabólicas; en segundo

lugar, excluyen enfermedades que sí son de naturaleza inflamatoria como la miopatía por

cuerpos de inclusión o la miopatía necrotizante autoinmune, además de que no toman en

cuenta factores como la serología y/o los mecanismos fisiopatogénicos.

Page 7: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

6

Es por ello que el “Myositis Classification Criteria Project” (IMCCP) en conjunto con la

“European League Against Rheumatism” (EULAR) y el “American College of

Rheumatology” (ACR) publicaron nuevos criterios de clasificación de 2017 para el

diagnóstico de las miopatías inflamatorias idiopáticas.

Se desarrollaron dos modelos:

1.- Hay disponibilidad de biopsia.

2.- No hay disponibilidad de biopsia.

Estos modelos consisten en una serie de variables, cada una de ellas con valores numéricos

diferentes, que al sumarlas dan una puntuación final. Se propuso lo siguiente: el diagnóstico

definitivo de miopatía inflamatoria idiopática se establece cuando hay una probabilidad de

>90% de certeza diagnóstica (puntaje 7.5 en el modelo 2 (sin biopsia) y de 8.7 en el

modelo 1). El diagnóstico probable de miopatía inflamatoria idiopática se hace en los

pacientes cuya probabilidad se encuentra entre 55 y 90% (puntaje 5.5 sin biopsia y 6.7 con

biopsia), el de posible miopatía inflamatoria idiopática con valores de certeza diagnóstica

entre 50 y 54% y, por último, se descartará diagnóstico (sin miopatía inflamatoria) en

aquellos con una probabilidad menor al 50% (puntaje <5.3 sin biopsia y <6.5 con biopsia).

Una vez realizado el diagnóstico de miopatía inflamatoria idiopática, los pacientes se

subdividirán con base en un “árbol de clasificación” (se muestra a continuación).

Imagen 1.- Árbol de clasificación para los grupos de miopatías inflamatorias

idiopáticas. Primero, el paciente debe cumplir los criterios de clasificación para

miopatías inflamatorias idiopáticas de la EULAR/ACR (probabilidad para MII

>55%). El subgrupo de pacientes con polimiositis (PM) incluye aquellos con una

miopatía necrotizante inmunomediada (IMNM). Para miopatía por cuerpos de

inclusión (IBM) uno de los siguientes es requerido: debilidad del flexor de los

dedos y no tener respuesta al tratamiento* o biopsia muscular con vacuolas**. La

miositis juvenil distinta a dermatomiositis juvenil (JDM) se desarrolló basado en

opinión de expertos. INMN y dermatomiositis hipomiopática fuero n muy escazas

para permitir una subclasificación. ADM= dermatomiositis amiopática; DM=

dermatomiositis.

Page 8: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

7

Estos nuevos criterios tienen en su modelo 1, una sensibilidad de 93% y una especificidad

del 88%. Hay una ligera disminución en estos valores en el modelo 2, teniendo una

sensibilidad del 87% y una especificidad del 82%.1

I.II.III Criterios de Sontheimer para dermatomiositis amiopática

Los primeros criterios de clasificación de la dermatomiositis amiopática (ADM) fueron

propuestos por Euwer y Sontheimer en 1993,10 quienes propusieron lo siguiente:

1.- Pacientes con las manifestaciones cutáneas clásicamente presentes en la dermatomiositis

(confirmadas por biopsia).

2.- Ausencia de inflamación muscular, determinado por enzimas musculares normales al

menos dos años después de realizado el diagnóstico, además de una electromiografía

normal.6

Posteriormente, con la finalidad de excluir otras enfermedades, como miositis inducida por

fármacos y la dermatomiositis parcialmente tratada, Sontheimer refinó los criterios

reduciendo el periodo sin manifestaciones musculares a 6 meses, quedando de la siguiente

forma:11

Criterios de Sontheimer

Inclusión:

1.- Biopsia de piel confirmatoria,

2.- Manifestaciones cutáneas características de la dermatomiositis presentes

por seis o más meses.

3.- Sin evidencia clínica de debilidad muscular proximal ni anormalidades

séricas por seis meses o más.

4.- Si se realizan pruebas musculares más extensas, los resultados deben estar

dentro de los límites normales.

Exclusión:

1.- Tratamiento con terapia inmunosupresora sistémica por meses

consecutivos dentro de los primeros seis meses después del inicio de la

enfermedad dermatológica.

2.- El uso de medicamentos que se sabe son capaces de producir cambios

cutáneos similares a la DM (por ejemplo, hidroxiurea, estatinas) al inicio de

los cambios cutáneos de la DM.

Page 9: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

8

I.II.IV Criterios diagnósticos de síndrome anti-sintetasa

Existen dos criterios de clasificación para el síndrome anti-sintetasa. El primero de ellos fue

diseñado por Connors et al. en el año 2010, donde se propone lo siguiente:

1.- Presencia de anticuerpos contra la aminoacidil-ARNt sintetasa.

2.- Una o más de las siguientes manifestaciones clínicas: manos de mecánico, fenómeno de

Raynaud, miositis, enfermedad pulmonar intersticial, artritis o fiebre de origen

desconocido.12

En el 2011, Solomon et al. propusieron criterios alternativos más estrictos requiriendo dos

criterios mayores o uno mayor y uno menor en adición de la presencia de anticuerpos anti-

aminoacidil-ARNt sintetasa (se muestran a continuación).13

Criterios diagnósticos para síndrome anti-sintetasa

Connors et al. (2010) Solomon et al. (2011)

Requerido: Presencia de anticuerpos anti-

aminoacidil-ARNt sintetasa

Requerido: Presencia de anticuerpos anti-

aminoacidil-ARNt sintetasa

ADEMÁS DE uno o más de las siguientes

manifestaciones clínicas:

• Fenómeno de Raynaud.

• Artritis

• Enfermedad intersticial pulmonar

• Fiebre (no atribuible a otra causa)

• Manos de mecánico

ADEMÁS DE dos criterios mayores o uno

mayor y dos menores:

Mayores:

1. Enfermedad pulmonar intersticial

(no atribuible a otra causa)

2. Polimiositis o dermatomiositis por

los criterios de Bohan y Peter

Menores:

1. Artritis

2. Fenómeno de Raynaud

3. Manos de mecánico

I.III. Epidemiología

La dermatomiositis es una enfermedad poco frecuente, con una prevalencia estimada de 50

a 100 casos por cada millón de habitantes en Estados Unidos y una incidencia de 5-10 casos

por cada millón de adultos. Tiene un pico de incidencia entre los treinta y cincuenta años de

edad, afectando mayormente a mujeres en una proporción estimada de 2.2-5:1.14 En la

dermatomiositis juvenil se observa un fenómeno similar, con una proporción de 2.2 mujeres

por cada hombre afectado. En la dermatomiositis amiopática se ven afectadas principalmente

mujeres adultas de etnicidad caucásica, con una incidencia de 2.1 casos por millón de

habitantes documentada en Minnesota, Estados Unidos. El síndrome anti-sintetasa afecta a

mujeres en una proporción de 2:1. Se ha reportado positividad del 15 al 25% para el

anticuerpo anti Jo-1 (un tipo de anticuerpo aminoacidil-ARNt sintetasa) en pacientes con

polimiositis y dermatomiositis. En cuanto a la polimiositis, se ha reportado una incidencia

Page 10: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

9

combinada con dermatomiositis de 5.5 casos por millón de habitantes, con mayor afección

de mujeres en EU (Pittsburgh, Pennsylvania)3,4 La información en pacientes

latinoamericanos es escasa. En un estudio realizado en Buenos Aires, Argentina se encontró

una incidencia de miopatías inflamatorias de 1.07 (IC 95%: 0.57-1.98) y una prevalencia de

17.4, ambas por cada 100 mil habitantes.6

I.IV. Etiología

La etiología y factores de riesgo de las miopatías inflamatorias engloban factores ambientales

y genéticos. En lo genético destaca el papel de los genes del HLA, en especial los alelos HLA

DRB1*0301 y el DQA1*0501,15,16 así como los polimorfismos del alelo alfa del factor de

necrosis tumoral (TNF-alpha-308A) y de PTPN22.

Los factores ambientales asociados a dermatomiositis, incluyen la región geográfica, siendo

un factor de riesgo los lugares cercanos al ecuador,17 la asociación de la radiación ultravioleta

con dermatomiositis y anticuerpos anti-Mi-2, el inicio estacional (adultos con síndrome anti-

sintetasa en primavera y adultos con miositis sin un perfil de anticuerpos definido durante el

verano),18 la deficiencia de vitamina D.19 Además, se ha descrito una asociación entre

dermatomiositis y el uso de fármacos como hormona de crecimiento humano, citocinas

terapéuticas como interferón alfa o gamma e implantes de colágeno bovino.

Se han reportado casos de asociación de las miopatías inflamatorias con infección por

Coxsackie virus, streptococcus del grupo A y echovirus; sin embargo, hasta el momento no

se ha encontrado de forma exitosa evidencia que señale de manera contundente a las

infecciones como causa de inflamación muscular crónica o miositis. Aun así, la etiología más

comúnmente asociada a la aparición de la dermatomiositis son los agentes infecciosos, la

razón teórica de ello es porque estos pueden interactuar con proteínas propias del individuo,

favoreciendo la aparición de neo-antígenos. También se ha descrito que un agente infeccioso,

al promover la inflamación, podría precipitar la exposición de un antígeno críptico y de esta

forma favorecer una respuesta inmune patogénica. Además, se ha reportado que diversos,

microorganismos pueden favorecer una reacción cruzada con proteínas del individuo, en este

caso, antígenos musculares. Por otra parte, las infecciones crónicas pueden activar las células

B autorreactivas y crear condiciones que las llevan a su diferenciación en células de memoria

que pueden iniciar la respuesta autoinmune patológica en individuos con predisposición

genética.20

I.IV.I Inmunopatogenia

En la dermatomiositis, el interferón tipo 1 tiene un papel central en el daño a capilares, fibras

musculares y queratinocitos. En el modelo clásico de la fisiopatología de la enfermedad,

existen anticuerpos que se unen al ADN o ARN musculares, lo que estimula a las células

dendríticas plasmocitoides, y estas a su vez, producen IFN tipo 1 seguida de liberación de

citocinas y quimiocinas pro-inflamatorias, dentro de las que se incluyen CXCL9 y CXCL10

(las cuales se expresan de forma abundante en el músculo y la piel de pacientes con

dermatomiositis). Posteriormente, se induce la activación del complemento y del complejo

de ataque a membrana (MAC), provocando edema de células endoteliales, necrosis capilar,

inflamación perivascular e isquemia secundaria en el músculo.2,3,8

Otra forma de estimular la producción de IFN tipo 1 es mediante una infección viral (vide

supra) o a través de péptidos anti-microbianos. Dos de los más importantes en la piel de los

Page 11: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

10

humanos son las defensinas y las catelicidinas. Entre las catelicidinas destaca la LL37, la cual

es sintetizada por las células epiteliales y células del sistema inmune como los neutrófilos, la

cual se ha encontrado que en casos de miositis libera IFN tipo 1 en casos de miositis.21,22

Más del 80% de los pacientes con alguna miopatía inflamatoria presentan autoanticuerpos

séricos, los cuales se clasifican como:

1.- Mio-específicos (MSA): anti-Jo1, anti-PL7, anti-PL12, anti-OJ, anti-EJ (relacionados con

el síndrome anti-sintetasa) y anti-Mi2, anti-NXP-2/MJ y anti-MDA5/CADM140 (los cuales

se encuentran con mayor frecuencia en dermatomiositis).

2.- Mio-asociados (MAA): anti-Ro/SSA, anti-Ku, anti-PM/Scl, que se identifican no solo en

las miopatías inflamatorias, sino también en otras enfermedades del tejido conectivo.

A pesar de esto, el rol patogénico de los anticuerpos aún no ha sido probado, ya que no hay

evidencia que demuestre que los anticuerpos, ya sean MSA o MAA, causen un daño directo

al músculo.3

I.IV.I.I NETosis

Los neutrófilos constituyen la población más abundante de leucocitos en sangre periférica y

son un componente crucial en la primera línea de defensa contra microorganismos.23 Se ha

reportado la existencia de una subpoblación de neutrófilos, los cuales son llamados

granulocitos de baja densidad (LDG por sus siglas en inglés) y se han relacionado con daño

endotelial y la promoción de una diferenciación endotelial anormal. Además, muestran

alteraciones en su capacidad fagocítica y se caracterizan por sintetizar niveles elevados de

interferón tipo I, el cual ha sido documentado como un elemento relevante dentro del

esquema fisiopatogénico de las MII. Por último, se han relacionado con un aumento en la

producción de NETs (trampas extracelulares de los neutrófilos, por sus siglas en inglés).24,25

En 2004, se describió la formación de NETs, las cuales son estructuras extracelulares en

forma de malla conformadas por componentes nucleares y por gránulos antimicrobianos.26

Las NETs son filamentos de cromatina que contienen proteínas de gránulos primarios

(elastasa de neutrófilos, catepsina G, mieloperoxidasa), secundarios (catelicidina o LL-37,

lactoferrina) y terciarios; el DNA y las histonas son sus mayores componentes. El proceso de

su formación (o NETosis), en el cual son externalizadas por los neutrófilos, constituye un

nuevo mecanismo de muerte de dichas células27 y también tiene un papel importante en la

inmunidad contra diferentes clases de microorganismos.28,29 Por otro lado, desde el punto de

vista de la enfermedad, la NETosis puede jugar un papel importante en el desarrollo de

patologías autoinmunes por el hecho de favorecer la presencia de DNA extracelular, lo que

puede asociarse a la pérdida de la tolerancia periférica.28 En el caso de los pacientes con

miopatías inflamatorias, al compararlos con sujetos control sanos, exhiben una mayor

capacidad para la producción de NETs, esto soportado por la evidencia de niveles elevados

de LL-37 en plasma y DNA libre circulante. LL-37 es un péptido antimicrobiano que induce

una respuesta de IFN tipo 1 mediante la activación del TLR-9 de las células dendríticas

plasmocitoides.30 Sumado a lo anterior, no solo existe una mayor generación de NETs,

también su degradación es defectuosa, favoreciendo un mayor daño y una mayor cantidad de

moléculas pro-inflamatorias.31

Page 12: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

11

I.IV.I.II Subtipos de monocitos y TLRs

Los linfocitos y monocitos son células efectoras fundamentales en la respuesta autoinmune

patológica en las MII,32,33 esto lo sabemos porque las células mononucleares constituyen el

principal componente del infiltrado inflamatorio en biopsias musculares.1 Los monocitos,

precursores de macrófagos, se caracterizan por su habilidad para fagocitar, producir

citocinas, presentar antígenos y la expresión de receptores tipo toll (TLRs), especialmente el

TLR2 y el TLR4.34-36

En los sujetos con DM y PM, existe una mayor expresión de TLR2, TLR4 y TLR9 en el

infiltrado inflamatorio del endomisio y perimisio, así como una sobreexpresión de IFN-γ,

IL12p40 y factor de diferenciación mieloide-88 (MyD88). Además, la expresión de TLR4 se

correlaciona con la cantidad de IFN-γ, IL-4, IL-17 y TNF-α en las células inflamatorias que

invaden el músculo,37 lo que subraya la relevancia de TLR2 y TLR4 como efectores pro-

inflamatorios en la patogénesis de las MII.

Existen distintas clases de monocitos según la expresión del receptor de LPS (CD14) y el

FcγRIII (CD16), los cuales se clasifican como clásicos (CD14++/CD16−), intermedios

(CD14++/ CD16+) y no clásicos (CD14+/CD16++), cada uno de estos con diferente

programa genético y función efectora.38,39

El número de monocitos clásicos correlaciona de forma inversa con la actividad de la

enfermedad, esto demostrado por primera vez en pacientes con artritis reumatoide, quienes

tienen una mayor proporción de monocitos clásicos durante la remisión y una mayor de

monocitos intermedios durante los periodos de actividad de la enfermedad.40 Los monocitos

intermedios y los no-clásicos se han descrito como pro-inflamatorios41 debido a su secreción

de IL-1β, TNF-α, IL-6 y mayor expresión de TLR 2, 4 y 5 que cualquier otro subconjunto.

Adicionalmente, expresan CD80, CD86, HLA-DR y favorecen la diferenciación a

macrófagos M1, así como una respuesta TH-17.42

En un estudio realizado en pacientes con MII se encontró que, en comparación con controles

sanos, aquellos con actividad de la enfermedad tenían una mayor proporción de monocitos

intermedios y menor cantidad de monocitos clásicos que los pacientes no activos (13% (8.45–

49.65%) vs 4.49% (3.5–6.71%), p = 0.014). Nuevamente, al comparar con sujetos sanos, los

pacientes con MII tenían una mayor expresión de TLR4 en todas las subpoblaciones de

monocitos sin importar la actividad de la enfermedad (1780 AU (1448–2409 AU) vs 502 AU

(412–832 AU), p=0.001) o el uso de prednisona como tratamiento (1758 AU (1430–2348

AU) vs 502 AU (412–832 AU), P=0.007). La IL-6 sérica (Rho=0.395, P=0.034) y la

presencia de disfagia (13605 AU (11761– 16570 AU) vs 10964 (8543 vs 12487 AU),

P=0.025) correlacionaba con la expresión de TLR2 en cualquier subtipo de monocitos. Los

sujetos con anormalidades en la capilaroscopía tuvieron una mayor cantidad de monocitos

clásicos (98.6% (97–99.4%) vs 97% (94.6–98.5%), p=0.047) y no-clásicos (98.5% (94.2–

98.9%) vs 95.8% (94.1– 97.3%), p=0.06) TLR2+ y aquellos con enfermedad intersticial

pulmonar tenían un mayor porcentaje de monocitos no clásicos TLR4+ (98.25% (97.45–

98.93%) vs 95.9% (93.43–98.15%), P = 0.031). Los monocitos clásicos (1778 AU (1419–

2713 AU), P = 0.03) e intermedios (1315 AU (910.8–1506 AU), P=0.054) de pacientes con

anticuerpos anti Mi2 positivos tenían una mayor expresión de TLR4. Por último, se concluyó

que la expresión de TLR4 en todas las subclases de monocitos mostraron una buena

capacidad diagnóstica en pacientes con MII.43

Page 13: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

12

I.V Infecciones en miopatías inflamatorias idiopáticas

En múltiples estudios se ha encontrado que la mortalidad de los pacientes con miopatías

inflamatorias idiopáticas, en especial de dermatomiositis y polimiositis, es considerable, con

una supervivencia a 10 años que va desde el 53 al 91%, siendo las infecciones una de las

principales causas de muerte. La frecuencia de infecciones en pacientes con miopatías

inflamatorias se ha reportado del 27 al 37% en diversos estudios.44-47

En un estudio conducido por Murray, et al. se identificó que las infecciones eran el predictor

de mortalidad hospitalaria de mayor peso en pacientes con miopatías inflamatorias (OR 3.4,

95% intervalo de confianza [95% CI] 2.9–4.0) y que, de manera independiente, las

infecciones bacterianas (OR 3.5, 95% CI 3.0–4.1) y las infecciones fúngicas oportunistas

(OR 2.5, 95% CI 1.5–4.0) se asociaron a mortalidad hospitalaria. Además, se encontró que

la incidencia de infecciones en pacientes hospitalizados con miopatías inflamatorias fue

significativamente mayor que en la población general hospitalizada (RR 1.5, IC 95% 1.4–

1.6).44

Dentro de los factores de riesgo asociados a infecciones en este grupo de pacientes se han

descrito los siguientes:

• Factores demográficos: edad mayor de 45 años al diagnóstico de miositis (OR: 5.26

[95% IC: 2.01- 13.77] p=0.001).47

• Factores clínicos: artritis/artralgias (OR: 2.59 [95% IC: 1.12- 6.02] p = 0.027),

enfermedad pulmonar intersticial (OR: 7.24 [95% CI 2.67- 19.65] p < 0.001), úlceras

distales (p<0.02),47 disfunción esofágica (OR: 3.64 [95% IC: 2.08- 6.39]),

insuficiencia respiratoria secundaria a debilidad muscular (OR: 7.45 [95% IC: 3.7 -

15.3]), malignidad (OR: 2.97 [95% IC: 1.49- 5.94].46

• Variables de laboratorio anticuerpos anti-RNP (p<0.005),48 linfopenia (p<0.001).46

• Tratamiento inmunosupresor: uso de azatioprina (OR: 6.07 [95% CI 2.39,-15.42]

p<0.001), uso de inmunoglobulina intravenosa (OR: 6.33 [95% CI 1.50- 26.77]

p=0.012)47

Es importante recalcar que el principal sitio de infección fue el pulmón en todos los estudios

reportados;44-48 sin embargo, se han reportado otros sitos y diversos microorganismos, como

los descritos en el trabajo de Jung Chen, et al.47 en el cual incluyeron a 192 sujetos con

polimiositis y dermatomiositis que fueron seguidos de 1999 a 2008. Cincuenta y tres de los

pacientes estudiados (26.7%) desarrollaron una infección grave. Sesenta y seis episodios de

infecciones graves fueron documentados en esos cincuenta y tres pacientes; de estos, treinta

y ocho (71.7%) experimentaron solamente un episodio infeccioso, quince (28.3%) tuvieron

dos o más episodios. De estas infecciones graves cuarenta y seis (60.5%) eran adquiridas en

la comunidad y treinta (39.5%) nosocomiales. El intervalo desde la aparición de la

dermatomiositis/polimiositis a la primera infección fue de 15.7 meses. La infección más

comúnmente encontrada fue la neumonía (39.5%), incluyendo dieciséis casos por

broncoaspiración, seguida de las infecciones de tejidos blandos (17.1%), infecciones de vías

urinarias (11.8%) y bacteremia sin foco (10.5%). De los setenta y seis episodios de

infecciones graves, en diez de ellos no se obtuvo ningún aislamiento microbiológico, en

cincuenta y siete (86.4%) la etiología fue bacteriana, en seis (9.1%) viral y en tres fúngica

(4.5%). Siete (9.2%) infecciones fueron polimicrobianas. El organismo más frecuentemente

aislado fue Staphylococcus aureus y Klebsiella (15.3% cada uno) seguido de Escherichia

coli (9.7%), Mycobacterium (9.7%) y Salmonella (8.3%). Se consideró que el 18.4% de todos

Page 14: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

13

los episodios fueron causados por infecciones oportunistas (M. tuberculosis, CMV, Candida

albicans, cryptococcus).

En otro estudio, Murray et al,44 publicó el análisis de los registros médicos de 279 pacientes

con dermatomiositis o polimiositis de tres centros hospitalarios, en el cual se encontraron

ciento cuatro casos de infecciones graves (37.3%), estas se dividieron en: infecciones graves

piógenas (25.4%) e infecciones graves no piógenas/oportunistas (11.8%). La mayoría de los

casos clasificados como piógenos se debieron a neumonías por aspiración (46 casos-73.2%)

y a calcinosis cutis sobre-infectada por S. aureus (4 casos-1.4%). En el grupo de no

piógenos/oportunistas se encontró con mayor frecuencia infecciones fúngicas (39.4% de los

casos), seguido de bacterias (27.3%), virus (27.3%) y parásitos (6%). Como organismos

individuales, C. albicans fue la causa más común de infecciones oportunistas (26.7% de los

casos), seguido de las micobacterias (24.2% de los casos).

Debido a la importancia de las infecciones oportunistas en estos pacientes. En 2005, Marie

et al,46 analizaron 156 pacientes con el diagnóstico de dermatomiositis o polimiositis con el

fin de establecer la prevalencia y características de enfermedades infecciosas oportunistas en

ellos. La frecuencia de enfermedades oportunistas solo había sido reportada con anterioridad

en un trabajo de Viguie,49 donde se encontró una frecuencia de estas del 21% en una serie

pequeña de 47 pacientes con dermatomiositis o polimiositis, siendo la neumonía la más

frecuentemente reportada y la linfopenia (p=<0.0001) como factor de riesgo encontrado. En

el trabajo de Marie,45 del total de sujetos, se encontró que cincuenta y dos pacientes (33.3%)

desarrollaron infecciones, de estos, dieciocho (11.5%) desarrollaron una infección

oportunista; estas últimas aparecieron con mayor frecuencia durante los primeros años del

seguimiento de los pacientes (62.5%). Encontrándose la siguiente distribución de

microorganismos:

Fúngicas Bacterianas Virales Microorganismo Número de

infecciones

Microorganismo Número de

infecciones

Microorganismo Número de

infecciones

Candida

albicans

5 Mycobacterium

avium

1 Citomegalovirus 2

Pneumocystis

jirovecii

3 M. xenopi 1 Herpes simple 1

Aspergillus

fumigatus

1 M. marinum 1

Geotrichum

capitatum

1 M. tuberculosis 1

Helicobacter heilmanii

1

• La mortalidad en estos pacientes fue del 27.7%. Los factores que fueron

significativamente más frecuentes en el grupo de pacientes con dermatomiositis y

polimiositis que tuvieron una infección oportunista fueron los siguientes: linfopenia

(p=<0.01) y nivel bajo de proteínas séricas (mediana de 67.0 (50.0–83.0) p=<0.04)

Page 15: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

14

I.V.I Glucocorticoides como factor de riesgo para el desarrollo de infecciones en MII

Uno de los factores de riesgo más importantes para la aparición de infecciones es el uso

crónico o dosis altas de glucocorticoides (los cuales son el pilar del tratamiento en esta

enfermedad), debido a la inducción de inmunosupresión en quienes los consumen. Dicha

inmunosupresión se debe a la inhibición del factor nuclear NF-kB, el cual induce una gran

cantidad de importantes genes inmunoreguladores, incluyendo aquellos que codifican a

diversas citocinas, tales como IL-1, IL-2, IL-3, IL-8, factor de necrosis tumoral α (TNF- α),

interferón γ (IFN-γ), factor estimulante de colonias de granulocitos, complejo mayor de

histocompatibilidad tipo I y tipo II y las cadenas ligeras kappa.50 Lo anterior evitaría la

correcta activación del sistema inmunológico y, por ende, una respuesta efectora deficiente

contra infecciones.51,52

En un meta-análisis publicado en 1989,53 se encontró que el riesgo de presentar una infección

aumentaba en 50 a 60% en pacientes expuestos a glucocorticoides (en dosis mayores a 10

mg/d o con dosis acumulada mayor a 700 mg) al compararlos con población que no lo había

estado.52 En 2017 se publicó un análisis de la base de datos REGARDS con el fin de examinar

la asociación entre el uso de esteroides y el riesgo de infección; de los 30,239 sujetos

estudiados se encontró uso de esteroides en 2.24% del total y 2593 personas infectadas en

diez años de seguimiento. La incidencia de infecciones fue mayor en el grupo de pacientes

con uso de esteroides (37.99%) comparado con el grupo control (13.79%), además de esto,

aquellos que usaron esteroides se asociaron de forma independiente con la presencia de

sepsis.53

En 2016 se analizaron 275,072 adultos de la base de datos THIN a los que se prescribieron

glucocorticoides por más de 15 días comparados con sujetos de las mismas características

y/o comorbilidades sin la toma de estos. Se encontró que el riesgo de presentar una infección

bacteriana, viral o fúngica era 2 a 6 veces mayor en aquellos que ingerían esteroides. El riesgo

de candidiasis local y para infecciones de tracto respiratorio bajo fueron las infecciones más

comúnmente encontradas y en estas el riesgo de aparición era mayor durante las primeras

semanas del uso de esteroides.54

En cuanto a miopatías inflamatorias, en el estudio de Murray, et al.44 se encontró que en el

grupo de pacientes que tuvieron una infección recibieron con mayor frecuencia metotrexato,

azatioprina o infliximab. Específicamente, la dosis media de esteroide mayor de 56.4

mg/kg/día en comparación con 27.2 mg/kg/día de los no infectados.

Page 16: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

15

II. Planteamiento del problema y justificación

Se ha reportado que las infecciones representan una importante morbi-mortalidad en

pacientes con miopatías inflamatorias, además de ser el factor predictor más fuerte para la

muerte en pacientes hospitalizados, con 4 veces más muertes en este grupo (OR 4.2, IC 3.6-

4.9).44

El empleo de fármacos inmunosupresores, así como la actividad misma de la enfermedad

predisponen a estos pacientes a infecciones graves; sin embargo, es probable que existan

factores de riesgo adicionales, específicamente aquellos asociados con la respuesta

inmunológica que favorezcan la adquisición de las mismas. Es de vital importancia el estudio

del perfil epidemiológico local y el de los factores de riesgo clínicos e inmunológicos

asociados con el desarrollo de infecciones en esta población de pacientes para poder plantear

medidas de seguimiento, prevención y/o tratamiento más dirigidas.

Page 17: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

16

III. Objetivos

III.I Primario:

Analizar los factores de riesgo clínicos e inmunológicos para el desarrollo de infecciones o

infecciones graves en una cohorte de pacientes con miopatías inflamatorias idiopáticas.

III.II Secundarios:

1. Determinar la prevalencia de infecciones en una cohorte de pacientes con miopatías

inflamatorias idiopáticas.

2. Analizar el perfil epidemiológico de las infecciones encontradas

3. Evaluar la mortalidad asociada a infecciones en los pacientes con MII.

Page 18: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

17

IV. Material y métodos

IV.I Pacientes

Se llevó a cabo un estudio de cohorte ambispectiva que incluyó a 119 pacientes mayores de

18 años con diagnóstico de miopatía inflamatoria idiopática de acuerdo a los criterios de

Bohan y Peter de 1975 y de EULAR/ACR de 2017 para dermatomiositis, dermatomiositis

juvenil y polimiositis, los criterios de Sontheimer modificados para la dermatomiositis

amiopática y los criterios de Solomon 2011 para el síndrome anti-sintetasa que contaban con

registro y expediente completo en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición

“Salvador Zubirán” y que tuvieran uno o más episodios de infecciones, registradas en el

expediente clínico, posterior a su fecha de reclutamiento para este estudio. La cohorte se

instauró desde noviembre de 2016 y el seguimiento para este estudio fue hasta noviembre de

2019. El desenlace primario fue encontrar factores de riesgo clínicos e inmunológicos para

el desarrollo de un proceso infeccioso, documentado por datos clínicos, radiográficos o

microbiológicos. Las infecciones graves fueron definidas como aquellas que requirieron

hospitalización, uso de antibióticos IV o que se asociaron a la muerte.

IV.II Variables clínicas y de laboratorio

Se recabaron las variables clínicas y de laboratorio del expediente clínico de cada paciente al

ingreso a la cohorte.

Las variables clínicas evaluadas fueron: tipo de miopatía inflamatoria, tiempo de evolución

de la miopatía inflamatoria idiopática, actividad cutánea, gastrointestinal, pulmonar,

cardiovascular y articular, capilaroscopía, presencia de disfagia y/o calcinosis cutis).

Además, se evaluaron diversas escalas de actividad y daño, que incluyeron las siguientes:

escala de actividad MMT8 (manual muscle test (MMT8), escala visual análoga, gravedad de

daño y daño extendido y la capacidad funcional mediante HAQ (Health assessment

questionnaire (HAQ). Se recabaron las variables relacionadas con el proceso infeccioso, que

incluyeron: tipo de microorganismo aislado, sitio primario de infección, tiempo desde el

inicio de infección y administración de antibiótico y tiempo de estancia hospitalaria, así como

los datos del tratamiento inmunosupresor del paciente, que incluyó: antecedente de uso de

prednisona (PDN), metotrexato (MTX), azatioprina (AZA), micofenolato de mofetilo

(MMF), ciclofosfamida (CFM), hidroxicloroquina (HCLQ) o combinado, dosis acumulada

de inmunosupresores y uso de esteroides en los 21 días previos al diagnóstico de la infección.

Las siguientes variables de laboratorio fueron recabadas: biometría hemática, química

sanguínea, pruebas de funcionamiento hepático, CPK, aldolasa, DHL, proteína C reactiva

ultrasensible y velocidad de sedimentación globular. También se documentaron los

resultados de ANAs y el perfil de anticuerpos MSA, que incluyó los siguientes: anti-Jo1,

anti-PL7, anti-PL12, anti-EJ, anti-OJ A, anti-Mi2, anti-SRP, anti-MDA5, anti-NXP2, anti-

TIFI1gamma, anti-Ro52, anti-PMScl100, antiPMScl75, anti-Ku y anti-SAE. Los anticuerpos

específicos y asociados a myositis fueron evaluados mediante el kit commercial para

detección de antígenos EUROLINE (Euroimmune AG).

Page 19: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

18

IV.III Variables inmunológicas

Al ingreso a la cohorte, se realizó la evaluación de diversos parámetros tanto de la inmunidad

innata como adaptativa.

a) Inmunofenotipificación por citometría de flujo multiparamétrica: Se aislaron células

mononucleares de sangre periférica mediante gradientes de densidad con Lymphoprep

(Stemcell Technologies). Las células fueron resuspendidas en RPMI con fenol (Thermo

Fisher scientific), lavadas con PBS con 5% de SBF y teñidas con los siguientes anticuerpos

fluorescentes: CD14-PerCP (Biolegend), CD16-BV605 (Biolegend), TLR4-APC

(Biolegend), TLR2-BV421 (BD, Biosciences). Se definieron las poblaciones de monocitos

clásicos e intermedios, así como la expresión de TLR2 y TLR4 en cada subpoblación.

Además, se realizó la evaluación de granulocitos de baja densidad (LDGs) posterior al

aislamiento de CMN como se describió anteriormente y se tiñeron con los siguientes

anticuerpos fluorescentes: CD14 y CD15 (Biolegend), definiéndose la población de LDGs

como CD14-CD15+. Todas las muestras fueron adquiridas en un citómetro BD LSR Fortessa

y fueron analizadas con apoyo del software FlowJo v10.

b) Cuantificación de citocinas: Se obtuvieron muestras de suero en las cuales se realizó la

cuantificación de las siguientes citocinas: IL-2, IL-4, IL-6, IL-10, TNF, IFN-γ e IL-17A

mediante ensayo multiplexado por citometría de flujo (Th1/Th2/Th17 CBA) (BD

Biosciences). Las muestras fueron adquiridas en un citómetro Accuri C6 (BD Biosciences)

y analizadas con apoyo del software FCAP array v3.0 (BD, Biosciences). Además, se midió

IL-18 mediante un ELISA comercial (IL-18/IL-1F4 quantikine ELISA, R&D Systems).

c) Inducción de NETs y cuantificación de sus componentes: Se aislaron neutrófilos

convencionales a partir de gradientes de densidad mediante sedimentación con dextrán. Se

evaluó la inducción de NETs tanto espontánea (sin estímulo) como aquella inducida por LPS

(1 μg/mL E. coli O111:B4 LPS, Sigma Aldrich) mediante inmunofluorescencia y

microscopía confocal como se ha descrito previamente.55 Los neutrófilos convencionales

fueron fueron sembrados en cubreobjetos cubiertos con poli-L-lisina al 0.01% (Sigma-

Aldrich) e incubados a 37ºC durante 1.5 h. Posterior a la fijación con paraformaldehído al

4% (Santa Cruz Biotechnology) por 24 h, se realizaron lavados y bloqueo con gelatina

porcina al 0.02% (Sigma-Aldrich). Los siguientes anticuerpos primarios y secundarios

diluidos en gelatina porcina al 0.02% fueron utilizados para la inmunofluorescencia indirecta:

conejo anti-humano elasta de neutrófilo (Abcam), ratón anti-humano LL-37 (Santa Cruz

Biotechnology), burro anti-conejo Alexa Fluor 555 (Thermo Fisher) y burro anti-ratón

DyLight 488 (Thermo Fisher). La cromatina se tiñó con Hoechst 33342 (Thermo Fisher).

Los cubreobjetos fueron montados en laminillas con la solución de montaje ProLong® Gold

Antifade Mountant (Thermo Fisher). Las muestras fueron adquiridas en un microscopio

confocal Eclipse Ti-E Nikon (Minato). Las NETs fueron cuantificadas como el promedio de

las estructuras fibrilares en las cuales la cromatina colocalizaba con la elastasa de neutrófilo

dividido entre entre el número de células y posteriormente multiplicado por 100 en 6 campos

de 40X por cada condición experimental. La expresión de LL-37 fué cuantificada como la

intensidad media de fluorescencia (IMF) de DyLight Alexa fluor 488 en los polígonos

trazados alrededor de cada NET, excluyendo los cuerpos celulares en 6 campos de 40X por

condición experimental.56 Las imágenes fueron analizadas con apoyo del software Fiji

(NIH).

Page 20: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

19

d) Cuantificación de NETs por ELISA. La cantidad de complejos DNA-elastasa de neutrófilo

(NE) en suero se realizó como se había descrito previamente (57). En resumen, se emplearon

placas para ELISA de 96 pozos, las cuales fueron incubadas toda la noche a 4ºC con anti-

elastasa (conejo anti-humano, Calbiochem) o anti-mieloperoxidasa (conejo anti-humano,

Dako) diluido en buffer del kit de detección de muerte celular (Cell Death Detection ELISA

kit, Roche). Posterior a los lavados con tween 20 al 0.01% (Sigma-Aldrich) y el bloqueo con

albúmina sérica bovina (BSA) al 1%, las placas fueron incubadas por 12 horas a 4ºC con 200

μL de suero humano diluido 1:10 en BSA al 1%. Posterior a los lavados, las placas fueron

incubadas con el anticuerpo POD-anti-DNAdc del kit de detección de muerte celular (Cell

Death Detection ELISA) durante 1 hora. Las placas fueron lavadas y posteriormente se

agregó el sustrato 3,3’,5,5’-Tetrametilbencidina (TMB) (Sigma). Finalmente, trás la adición

de la solución de paro de la reacción, se midió la absorbancia a 450 nm.

Page 21: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

20

V. Análisis estadístico

Se utilizaron medianas con intervalo intercuartil para variables cuantitativas y las diferencias

de medianas se evaluaron con la prueba U de Mann Withney. La asociación entre variables

cualitativas se realizó con la prueba de Chi cuadrada y se hizo un análisis de regresión

logística binomial para calcular los riesgos relativos con intervalo de confianza de 95%. El

análisis estadístico se llevó con apoyo del software SPSS versión 21.

Page 22: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

21

VI. Resultados

VI.I Características demográficas y clínicas

De los 119 pacientes reclutados en este estudio encontramos que la gran mayoría eran

mujeres (90 pacientes, 75.63% de la población), con una mediana de edad de 46 años RIC

37-57 años) (Tabla 1).

Como diagnósticos , la dermatomiositis fue el más comúnmente encontrado (83 pacientes,

69.74%), seguido de la dermatomiositis juvenil (13 pacientes, 10.92%), en tercer lugar

síndrome anti-sintetasa y polimiositis (ambos con 9 pacientes ,7.56%), posteriormente

dermatomiositis amiopática (4 paciente, 3.36%) y por último la miopatía necrosante inmune

(1 paciente, 0.84%). (Tabla 1)

Tabla 1. Características basales demográficas y clínicas

Características

Edad (años) 46 (37-57)

Hombre N (%) 29 (24.3%)

Mujer N (%) 90 (75.6%)

Clínicas

Dermatomiositis 83 (69.7%)

Dermatomiositis juvenil 13 (10.9%)

Dermatomiositis amiopática 4 (3.3%)

Síndrome antisintetasa 9 (7.5%)

Miopatía necrosante inmune 1 (0.8%)

Polimiositis 9 (7.5%)

VI.II Perfil epidemiológico de las infecciones

El desenlace primario, es decir el desarrollo de infecciones se documentó en el 30% de los

pacientes, 20% del total de casos fueron graves.

Los sitios más frecuentes de infección fueron pulmón (31%), tejidos blandos (27%),

gastrointestinales (14%), riñón (8%), vía aérea superior y vía urinaria baja (ambos con 6%)

y sistema nervioso central (3%). (Tabla 2) En cuanto a infecciones graves hay un patrón

similar, documentándose en los siguientes sitios: pulmón (45%), piel y tejidos blandos

(38%), riñón (13%) y sistema nervioso central (4%). (Tabla 2)

Page 23: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

22

Tabla 2. Sitios de infección (%)

Sitios Infección Infección grave

Pulmón 31% 45%

Piel y tejidos blandos 27% 38%

Gastrointestinal 14% -

Riñón 8% 13%

Vía aérea superior 6% -

Vía urinaria baja 6% -

Sistema nervioso central 4% 4%

De nuestros 119 pacientes incluidos, 5 fallecieron (equivalente al 4.2%), todos por causas

infecciosas/sepsis. El foco inicial en dos de ellos fue neumonía, en otro fue infección de piel

y tejidos blandos, otro con infección de sistema nervioso central y el último compartía foco

tanto neumónico como de sistema nervioso central.

VI.III Tratamiento inmunosupresor

En la tabla 3 se indica el tipo de fármaco inmunosupresor, el total de pacientes que lo

utilizaban (incluyendo pacientes con infección y sin infección) y la mediana de la dosis

tomada.

Tabla 3. Uso de tratamiento inmunosupresor y rango de dosis

Fármaco Pacientes n (%) Dosis (mg)

Prednisona 66 (55.5%) 15 mg (5-30 mg)

Metotrexato 47 (39.5%) 20 mg (5-25 mg)

Azatioprina 38 (31.9%) 75 mg (50-100 mg)

Micofenolato de mofetilo 9 (7.6%) 1500 mg (720-2220 mg)

Ciclofosfamida 4 (3.36%) 1000

VI.IV Variables clínicas, laboratoriales y de gabinete

Se compararon los valores de laboratorio tomados al tiempo cero (reclutamiento en la

cohorte) entre los pacientes que desarrollaron infecciones e infecciones graves y los que no.

Encontramos que los pacientes que presentaron un proceso infeccioso se caracterizaron por

presentar una menor cuenta total de linfocitos (p<0.001) y de albúmina sérica (p<0.01), así

como niveles elevados de reactantes de fase aguda, tales como proteína C reactiva

ultrasensible (p<0.001) y velocidad de sedimentación globular (p<0.01). (Tabla 4). En

cuanto a las variables imagenológicas evaluadas, se encontró un aumento en la variable

Page 24: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

23

ecocardiográfica de fracción de expulsión de ventrículo izquierdo en los pacientes no

infectados (p<0.001).

Tabla 4. Valores de laboratorio y gabinete

Infección Infección grave

Presente [n=36]

(RIC) Ausente [n=83]

(RIC) Presente [n=24]

(RIC) Ausente [n=95]

(RIC)

Linfocitos

totales (L)

902 (675-1600) 1273 (949-1878)* 768 (499-1632) 1219 (875-1840)*

Albúmina

(g/dL) 3.8 (3.2-4.2) 4.3 (4-4.6)** 3.8 (2.9-4.1) 4.3 (3.9-4.5)**

PCR

(mg/dL) 0.62 (0.27-1.17) 0.19 (0.09-0.52)* 0.78 (0.27-1.43) 0.21 (0.09-0.6)*

VSG

(mm/hr) 15 (8-22) 6.5 (3-11.75)** 15 (8-5-21) 7 (3-14.2)*

FEVI (%) 59 (48.4-62) 64 (60-69)* 59 (45-60) 64.5 (60.7-70.5)**

FEVI: Fracción de eyección de ventrículo izquierdo * p<0.001 ** p<0.01

Al evaluar los índices de actividad y daño, encontramos mayor actividad, daño y

discapacidad en pacientes con infecciones. Los pacientes que desarrollaron un proceso

infeccioso durante el seguimiento presentaron de manera basal mayor actividad de la

enfermedad, con una menor puntuación de la escala MMT8 (p<0.01), así como mayor

puntuación en las escalas de daño (p<0.001), daño extendido (p<0.001), daño y actividad

evaluados por EVA y menor capacidad física (HAQ) (p<0.01) (Tabla 5) Así mismo, los

pacientes con infección grave al comparar con pacientes no infectados mostraron también

mayor actividad de la enfermedad de manera basal, con un menor puntaje en la escala manual

muscle test (MMT8) (p<0.01) y en las EVA que evalúan actividad global y por órganos (tabla

5), exceptuando la EVA asociada a daño pulmonar. Además, presentaron también mayor

discapacidad física, con una mayor puntuación en el health assessment questionnaire (HAQ)

(p<0.01) (Tabla 5)

Page 25: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

24

Tabla 5. Escalas de actividad y daño

Variable Infección Infección grave

Presente [n=36]

Mediana (RIC)

Ausente [n=83]

Mediana (RIC)

Presente

[n=24]

Mediana

(RIC)

Ausente

[n=95]

Mediana

(RIC)

MMT8 126 (112-144) 148 (131-150)** 123 (90.75-

140)

148 (127.3-

150)**

Gravedad de daño 0.1 (0-0.2) 0.04 (0-0.09)* - -

Daño extendido 1 (0-2) 0 (0-1)* - -

HAQ 2 (0-2.75) 0 (0-1.75)** 2 (0-2.75) 0 (0-0)**

EVA

De actividad del

médico

7 (5-9) 3.5 (0-8)** 8 (5.2-10) 4 (1-8)**

Muscular 4 (0-8) 0 (0-5)* 4 (2-4) 0 (0-3)**

Pulmonar 0 (0-5) 0 (0-0)* - -

Global 8 (5-10) 3 (0-8)** 8 (6-10) 3.5 (0-8)**

Daño muscular 3 (0-8) 0 (0-4)** 3 (0-8) 9 (0-4.5)*

Daño global 0 (0-3.5) 0 (0-0)** 5 (0-8) 0 (0-4.75)*

RIC: Rango intercuartil, EVA: Escala visual análoga, MMT8: Manual muscle test, HAQ: Health

assessment questionnaire

* p<0.001

** p<0.01

VI.V Variables inmunológicas

En relación a los parámetros inmunológicos basales, los pacientes que desarrollaron un

proceso infeccioso se caracterizaron por presentar diversas alteraciones en monocitos, que

incluyen, un menor porcentaje de monocitos no clásicos (p<0.001), así como mayor

expresión de TLR2 en esta subpoblación de monocitos (p<0.001) y menor expresión de

TLR4 en monocitos intermedios (p<0.001). En relación a la NETosis, encontramos que los

pacientes que tuvieron una infección mostraron una menor expresión de LL37 en las NETs

inducidas por LPS (p<0.01) en comparación con aquellos que no presentaron el proceso

infeccioso. Adicionalmente, en relación a la inmunidad adaptativa documentamos una mayor

cantidad de IL-2 e IL-10 (p<0.001) en el suero de los pacientes que presentaron el proceso

infeccioso vs aquellos que no lo presentaron (Tabla 6).

En aquellos pacientes en los que el proceso infeccioso se clasificó como grave, se documentó

deficiencia en la expresión de TLRs, caracterizada por menor expresión tanto de TLR4 en

monocitos intermedios (p<0.01) y de TLR2 en monocitos no clásicos (p<0.001) en

comparación con aquellos pacientes que no presentaron un proceso infeccioso. Además, se

documentó una menor cantidad de NETs periféricas con menores niveles de complejos DNA-

elastasa en suero en aquellos pacientes con infecciones graves vs aquellos sin proceso

Page 26: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

25

infeccioso (p<0.001) y una expansión de granulocitos de baja densidad (LDGs) CD10+

(p<0.001). En relación a la producción de citocinas, encontramos un incremento en la

producción de IL-10 en suero en aquellos sujetos que presentaron infección grave en

comparación con los que nunca presentaron un proceso infeccioso (p<0.001) (Tabla 6).

VI.VI Análisis de regresión logística de los factores de riesgo para el desarrollo de infecciones

En el análisis de regresión logística, ajustado para edad, sexo y tratamiento inmunosupresor,

se documentaron como factores de riesgo independientes para el desarrollo de infecciones

(razón de riesgo, intervalos de confianza de 95%) los siguientes: disfagia (31.25 (1.16-100),

P=0.04) y HAQ (7 (2.15-23.2), P=0.001). Para infecciones graves fueron sexo masculino

(7.46 (1.09-50), P=0.04), hipoalbuminemia (6.58 (1.29-33.5), P=0.023) y HAQ (2.35 (1.08-

5.07), P=0.001) (Tabla 7).

Tabla 6. Variables inmunológicas

Variable Infección Infección grave

Presente [n=36]

Mediana (RIC)

Ausente [n=83]

Mediana (RIC)

Presente [n=24]

Mediana (RIC)

Ausente [n=95]

Mediana (RIC)

Expresión TLR4 en

monocitos intermedios 1332 (524-2122) 2192 (1732-2850)* 645 (404-1332) 2192 (1715-2647)**

Expresión TLR2 en

monocitos no clásicos - - 5167 (4236-5287) 7159 (6063-8631)*

% de monocitos clásicos

TLR2+ 99 (98-99) 97.2 (94-98)* - -

% de monocitos no

clásicos 2.6 (1.8-3.8) 5.7 (3.9-6.9)** - -

Complejos DNA-elastasa

en sangre periférica - - 1.035 (1.028-1.13) 1.15 (1.09-1.32)*

Expresión de LL37 en

NETs inducidas por LPS 101 (10.75-259) 467 (199-838)** - -

Granulocitos de baja

densidad CD10+ - - 0.91 (0.32-2.17) 0.32 (0.1-0.89)*

IL-10 3.63 (2.2-7.8) 1.65 (0-4.7)* 3.6 (2.78-8.1) 1.9 (0-4.86)*

IL-2 5.4 (4.7-6.1) 4.9 (0-5.5)* - -

RIC: Rango intercuartil, TLR: Toll-like receptor, NETs: Neutrophil extracellular traps, LPS: Lipopolisacáridos

* p<0.001

** p<0.01

Page 27: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

26

Tabla 7. Análisis multivariado de los factores independientes de infecciones

Variable Razón de riesgo IC 95% Valor de p

Infección

Disfagia 31.25 1.16-100 0.04

HAQ 7 2.15-23.2 0.001

Infección grave

Sexo masculino 7.46 1.09-50 0.04

Hipoalbuminemia 6.58 1.29-33.5 0.023

HAQ 2.35 1.08-5.07 0.001

HAQ: Health assessment questionnaire

Page 28: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

27

VII. Discusión

En este estudio encontramos que la disfagia y la discapacidad son factores de riesgo para el

desarrollo de infecciones en pacientes con MII, por otro lado, el ser hombre, la

hipoalbuminemia y la discapacidad son factores de riesgo para el desarrollo de infecciones

graves en esta población.

La disfagia es una de las manifestaciones clínicas que traducen actividad esofágica de la

enfermedad debido a debilidad del músculo estriado del primer tercio del esófago o de los

músculos orofaríngeos lo que lleva a una peristalsis disminuida, tránsito lento a través del

esófago, dilatación del lumen y disminución en la presión del esfínter esofágico.58 Dentro de

las complicaciones comúnmente encontradas en pacientes con disfagia son la desnutrición y

la bronco-aspiración,59 esta última siendo un factor de riesgo importante para la aparición de

neumonía por broncoaspiración60,61 y, como ya se mencionó previamente, esta es la infección

más comúnmente encontrada en pacientes con dermatomiositis,44-48 reportándose hasta en el

25% de todas las causas de infección en MII.45 En el presente estudio la neumonía también

fue la infección más prevalente, apareciendo hasta en el 31% de los pacientes con infección

y en el 45% de los que tuvieron infección grave, probablemente asociado a ello, es que la

disfagia es un marcador de riesgo para la aparición de infecciones.

La discapacidad se determinó mediante el cuestionario llamado “The Stanford Health As-

sessment Questionnaire” (HAQ) en nuestro estudio. Existen múltiples escalas de evaluación

para la evaluación de la calidad de vida y la función en estos pacientes, lo que nos permite

establecer la gravedad de la enfermedad y su respuesta al tratamiento.62 En este estudio se

evaluaron algunas de ellas, encontrando que los pacientes con infecciones tuvieron un menor

puntaje en la escala manual muscle test (MMT8), la cual se utiliza para determinar la fuerza

muscular, lo que traduce una mayor debilidad y por lo tanto una enfermedad más agresiva.

También se encontró un mayor puntaje en escalas de actividad, daño y escalas visuales

análogas, esto sugiere que aquellos que en el momento basal tenían una mayor actividad de

la enfermedad tuvieron más infecciones durante el seguimiento.63 A pesar de lo anteriormente

descrito, al realizar el análisis multivariado ajustado por edad, sexo y tratamiento

inmunosupresor estas escalas tuvieron una diferencia numérica, pero no significativa. Caso

contrario al HAQ, que es una escala que evalúa las actividades de la vida diaria, aunque no

es específica para MIIs, evalúa los siguientes dominios: vestirse y arreglarse, levantarse,

comer, higiene, caminar, alcanzar, prensar y otras actividades. En este estudio, los pacientes

con infección o infección grave tuvieron un mayor puntaje en el cuestionario de HAQ, lo que

se traduce como una mayor discapacidad y menor funcionalidad respecto a nuestros

controles. Esta relación entre discapacidad y mayor prevalencia de infecciones se ha

encontrado con anterioridad en pacientes con artritis reumatoide.64 Es probable que además

de la discapacidad por sí sola, esta pueda ser un marcador indirecto de una mayor actividad

de la enfermedad en estos pacientes, lo cual estaría contribuyendo aún más a la aparición de

infecciones.

En nuestro estudio, los pacientes con infección grave presentaron hipoalbuminemia en

comparación con el grupo control. En estudios previos se ha reportado la hipoalbumnemia

como un marcador de desnutrición, como predictor de mortalidad en pacientes con VIH65 y

pacientes críticamente enfermos,66 esto como posible respuesta a la asociación de niveles

bajos de albúmina con niveles séricos aumentados de endotelina 1 involucrada en la

activación de factores de transcripción como NF-κB, la expresión de TNF-α, IL-1 e IL-6 y

disfunción endotelial;67-69 de igual forma, la hipoalbuminemia se ha asociado con

Page 29: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

28

alteraciones otras de la inmunidad innata como errores en la activación macrofágica y la

inducción de su apoptosis. También, se ha descrito como un factor de riesgo independiente

para desarrollar infecciones en pacientes postquirúrgicos debido al edema tisular por la

disminución en la presión osmótica plasmática y la posterior fuga de líquido intersticial.

Juntos, todos estos factores promueven un medio ideal para la propagación bacteriana.70

El sexo masculino fue un factor de riesgo para la aparición de infecciones graves en este

estudio. Si bien esta enfermedad afecta principalmente a mujeres, la actividad de la

enfermedad se relaciona más con la etnicidad que con un sexo en específico.71 En otras

enfermedades reumatológicas, como el lupus eritematoso generalizado, sí se ha demostrado

que el ser hombre se asocia con una mayor actividad de la enfermedad y daño a órgano

blanco, lo que llevaría a un mayor uso de inmunosupresores y/o discapacidad que podría

favorecer la aparición de infecciones.72,73 En dermatomiositis, esta asociación entre género y

actividad no ha sido demostrada, pero los estudios son limitados.71

De forma importante, también encontramos que los sitios con mayor afección tanto en el

grupo de infección como en el de infección grave fueron pulmón y piel y tejidos blandos en

porcentajes cercanos. Seguidos en el grupo de infectados por el sistema gastrointestinal, el

renal, la vía aérea superior, la vía urinaria baja y el sistema nervioso central. En infección

grave complementan el listado las infecciones renales y de sistema nervioso central. La

prevalencia de infecciones fue de 30.2% (36 pacientes), de estos, un 66% (24 pacientes,

equivalente a un 20.1% del total de la población) tuvieron una infección grave. Comparado

con otros estudios, este estudio tuvo un porcentaje de pacientes con miopatía inflamatoria

idiopática complicado por infecciones, la cual suele ser alrededor del 30%. La neumonía es

también la infección más comúnmente reportada en estos pacientes, lo cual también es

consistente con estudios previos. Nuestra mortalidad fue del 4.2%, en la literatura está

descrito un mayor porcentaje de esta, la cual es, aproximadamente, entre el 8.7 y 18%; sin

embargo, la mortalidad por infecciones en estos estudios suele ir entre el 33 al 50%,74 lo cual

es diametral distinto al nuestro, ya que la mortalidad fue debida a infecciones en el 100% de

los casos.

En cuanto a los factores inmunológicos, podemos destacar que, en pacientes infectados, al

cuantificar en el momento basal, tuvieron una menor expresión de TLR4 en monocitos

intermedios, este último hallazgo también visible en aquellos con una infección grave,

además de que, en estos últimos, coexiste una menor expresión de TLR2 en monocitos no

clásicos. Esta menor expresión, tendría como resultado, una capacidad disminuida para la

respuesta inmunológica contra gran variedad de bacterias, hongos y virus;39,43 sin embargo,

un factor diferencial al momento de la gravedad de la infección sería la expresión de TLR2,

ya que estos se encuentran, como ya se mencionó, en mayor cantidad en pacientes infectados,

pero destaca que en aquellos con infección grave se encuentran disminuidos, debilitando aún

más los mecanismos de defensa del huésped, llevándolo a una mayor gravedad del cuadro

infeccioso.

Las NETs son un arma de doble filo, son capaces de promover el daño tisular y la

autoinmunidad,28 pero también funcionan como una defensa antimicrobiana efectiva, ya sea

inmovilizando o matando directamente microorganismos, esto gracias a la liberación de una

red de fibras de cromatina acompañadas de material genético, histonas y péptidos derivados

de los gránulos antimicrobianos como la elastasa de neutrófilo, catepsina G, mieloperoxidasa

y catelicidina (LL37).28,75,76 Una gran cantidad de microorganismos inducen la formación de

NETs, en el caso de las bacterias, tanto Gram positivas como Gram negativas, favorecido por

Page 30: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

29

componentes de la superficie celular como el ácido lipoteicóico y LPS. Dentro de las

bacterias que han demostrado inducir NETs tenemos al Staphylococcus aureus,77

Streptococcus sp.,78,79 Haemophilus influenzae,80 Klebsiella pneumoniae,81 Listeria

monocytogenes82 y Mycobacterium tuberculosis,83 además son capaces de matar hongos

como Candida albicans.84 En el presente trabajo, se encontró menor expresión de

componentes de las NETs en pacientes infectados, específicamente un nivel bajo de LL-37

en el grupo de pacientes con infección y menor cantidad de complejos DNA-elastasa en el

grupo de infección grave, lo anterior traduciría un sistema de defensa disminuido y, por ende,

con menor capacidad para la respuesta contra infecciones.

Adicionalmente, IL-10 se encontró aumentada tanto en pacientes con infección como en

infectados graves con MII. La IL-10 es conocida por ser una citocina principalmente anti-

inflamatoria, clásicamente relacionada a la inhibición de la respuesta TH1, células NK y

macrófagos al modular la producción de citocinas pro-inflamatorias y la presentación de

antígenos;85 también se ha demostrado que tiene un efecto inhibitorio directo en las células

de memoria de la respuesta Th17 y Th2 al promover la supervivencia y acción de FoxP3, un

regulador de las células T reguladoras.86 Lo anterior nos podría hacer pensar que esta IL-10

aumentada en el momento basal de su reclutamiento, podría estar en relación a un efecto

contraregulador de los pacientes con una MII más grave, recordando que aquellos que se

infectan son los que mostraban mayor actividad y discapacidad física. Esto, sin perder de

vista que, en algunas ocasiones, la IL-10 tiene funciones inmunológica estimulantes, incluso

se ha encontrado que el IFN tipo I inducido por LPS en macrófagos contribuye a la inducción

y estabilización de IL-10.87,88 En el lupus eritematoso generalizado (LEG), otra enfermedad

autoinmune que comparte dentro de su fisiopatología la “firma de interferón”, se han

encontrado niveles elevados de IL-10 y se han implicado con su patogénesis,86 por lo que

también ese aumento de IL-10 podría relacionarse con pacientes con MII con mayor

inflamación al momento de su reclutamiento y, por ende, una mayor propensión a

infecciones.

Como fortalezas de este estudio tenemos que es el primer estudio prospectivo de su clase,

que permite conocer la susceptibilidad a infecciones en el contexto de miopatías

inflamatorias. Además del innovador estudio de marcadores de la inmunidad innata como

factores potencialmente relacionados a la presencia de infección. Nuestro estudio presenta

como limitación una muestra pequeña de pacientes y el hecho de ser un estudio unicéntrico.

Page 31: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

30

VIII. Conclusiones

En este estudio encontramos que la disfagia y la discapacidad son factores de riesgo para el

desarrollo de infecciones en pacientes con MII. Adicionalmente, el ser hombre, la

hipoalbuminemia y la discapacidad son factores de riesgo para el desarrollo de infecciones

graves en esta población. Existen alteraciones en diversos factores de la inmunidad innata y

adaptativa, como es la expresión de receptores tipo Toll en monocitos y la NETosis, así

como la inducción de IL10, los cuales pueden estar relacionados a la presencia de infecciones

en pacientes con MII. La infección más prevalente tanto en el grupo de pacientes infectados

como en el subgrupo de infecciones graves fue neumonía; sin embargo, no olvidar la

importancia de las infecciones de sistema nervioso central y piel y tejidos blandos por su

asociación con infecciones graves y mortalidad.

Page 32: Análisis de los factores de riesgo clínicos e

31

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