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1 ANIZTASUNA GAIAREN GARRANTZIA (1) A lo largo de la historia se ha producido una fuerte y rápida transformación de las estructuras socioeconómicas y políticas de nuestro entorno, facilitando la llegada e incorporación de personas y colectivos procedentes de otros pueblos y estados, personas con otros orígenes geográficos y culturales, a nuestra ciudad. (2) A través de la incorporación de estas nuevas personas, la composición de nuestra sociedad progresivamente ha pasado a ser más compleja y plural. Esto debe hacer llevar a plantearnos nuevas cuestiones a cerca de la sociedad en quevivimos. (3) El aumento de la diversidad cultural en la ciudad de Donostia aporta a la ciudad oportunidades y complejidades que deben ser abordadas, tanto por la propia sociedad como por la administración local. (4) Donostia, además de ser una ciudad acogedora debe decidir que modelo de convivencia quiere. Para ello, es fun- damental superar discursos anteriores de convivencia, basados en el multiculturalismo que aparentemente respetan la diferencia pero que en la práctica segregan; y también se deben superar esos discursos basados en la asimilación cultural que con el pretexto de buscar la igualdad fomentan la discriminación hacia la diferencia. Apostamos por un modelo de convivencia, un modelo basado en la interculturalidad; pues nos parece que garantiza la convivencia. (5) Fomentar un discurso interculturalista en nuestra sociedad nos va a permitir evitar situaciones negativas para la cohesión social, como pueden ser la segregación social, la perpetuidad de prejuicios y estereotipos que pueden derivar a actitudes racistas, prácticas discriminatorias o discursos populistas que fomentan los miedos y la desconfianza hacia las personas y colectivos culturalmente diversos identificándolos como los culpables de los problemas sociales y económicos actuales. (6) El modelo interculturalista, debe estar basado en el diálogo y el respeto a la diferencia pero siempre teniendo en cuenta que aquello que nos debe unir debe ser la igualdad en los derechos y deberes como ciudadanos y ciudadanas donostia- rras. Por eso, se tiene que trabajar para facilitar y potenciar la construcción común del sentimiento de pertenecer a una ciudad, a una sociedad, a la sociedad vasca actual, a la sociedad donostiarra de hoy. (7) Fomentar una sociedad intercultural, significa que las culturas interactúen entre ellas y desarrollen diálogos; gracias a esto se pude conseguir que valores como el socialismo, el feminismo, el ecologismo y el internacionalismo sean transmi- tidos y compartidos por toda la ciudadanía, independientemente de su origen o identidad cultural. (8) Las personas de otras identidades culturales también forman parte de la clases populares y por tanto se debe garanti- zar también para ellas la plena libertad, la eliminación de condiciones de trabajo en régimen de explotación, la explotación patriarcal y garantizarles unas condiciones de vida dignas, así como, reconocer el derecho a la diversidad cultural, como un derecho individual y colectivo de estas personas. (9) Así, reconociendo que las personas con otro origen y otra identidad cultural forman parte de nuestra sociedad, el feminismo también deberá tenerlas en cuenta en el cumplimiento de sus objetivos en la erradicación del patriarcado, de las relaciones de poder, de conseguir la igualdad entre hombres y mujeres.

Aniztasuna

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ANIZTASUNAGAIAREN GARRANTZIA

(1) A lo largo de la historia se ha producido una fuerte y rápida transformación de las estructuras socioeconómicas y políticas de nuestro entorno, facilitando la llegada e incorporación de personas y colectivos procedentes de otros pueblos y estados, personas con otros orígenes geográficos y culturales, a nuestra ciudad.

(2) A través de la incorporación de estas nuevas personas, la composición de nuestra sociedad progresivamente ha pasado a ser más compleja y plural. Esto debe hacer llevar a plantearnos nuevas cuestiones a cerca de la sociedad en quevivimos.

(3) El aumento de la diversidad cultural en la ciudad de Donostia aporta a la ciudad oportunidades y complejidades que deben ser abordadas, tanto por la propia sociedad como por la administración local.

(4) Donostia, además de ser una ciudad acogedora debe decidir que modelo de convivencia quiere. Para ello, es fun-damental superar discursos anteriores de convivencia, basados en el multiculturalismo que aparentemente respetan la diferencia pero que en la práctica segregan; y también se deben superar esos discursos basados en la asimilación cultural que con el pretexto de buscar la igualdad fomentan la discriminación hacia la diferencia. Apostamos por un modelo de convivencia, un modelo basado en la interculturalidad; pues nos parece que garantiza la convivencia.

(5) Fomentar un discurso interculturalista en nuestra sociedad nos va a permitir evitar situacionesnegativas para la cohesión social, como pueden ser la segregación social, la perpetuidad de prejuicios y estereotipos que pueden derivar a actitudes racistas, prácticas discriminatorias o discursos populistas que fomentan los miedos y la desconfianza hacia las personas y colectivos culturalmente diversos identificándolos como los culpables de los problemas sociales y económicos actuales.

(6) El modelo interculturalista, debe estar basado en el diálogo y el respeto a la diferencia pero siempre teniendo en cuenta que aquello que nos debe unir debe ser la igualdad en los derechos y deberes como ciudadanos y ciudadanas donostia-rras. Por eso, se tiene que trabajar para facilitar y potenciar la construcción común del sentimiento de pertenecer a una ciudad, a una sociedad, a la sociedad vasca actual, a la sociedad donostiarra de hoy.

(7) Fomentar una sociedad intercultural, significa que las culturas interactúen entre ellas y desarrollen diálogos; gracias a esto se pude conseguir que valores como el socialismo, el feminismo, el ecologismo y el internacionalismo sean transmi-tidos y compartidos por toda la ciudadanía, independientemente de su origen o identidad cultural.

(8) Las personas de otras identidades culturales también forman parte de la clases populares y por tanto se debe garanti-zar también para ellas la plena libertad, la eliminación de condiciones de trabajo en régimen de explotación, la explotación patriarcal y garantizarles unas condiciones de vida dignas, así como, reconocer el derecho a la diversidad cultural, como un derecho individual y colectivo de estas personas.

(9) Así, reconociendo que las personas con otro origen y otra identidad cultural forman parte de nuestra sociedad, el feminismo también deberá tenerlas en cuenta en el cumplimiento de sus objetivos en la erradicación del patriarcado, de las relaciones de poder, de conseguir la igualdad entre hombres y mujeres.

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(10) Lo mismo sucede con el ecologismo, se debe transmitir a estas personas también el modelosociopolítico, socioeconómico sociocultural que impulse relaciones responsables entre las personas, la naturaleza y los pueblos.

(11) Una Euskal Herria internacionalista, reconocer la lucha de los diferentes pueblos y tiene presente el valor del papel que tienen las personas procedentes de otros pueblos en el desarrollo de su modelo de país.

ARDATZ NAGUSIAK

(12) Los ejes de intervención se deben recoger en un Plan estratégico municipal de la Interculturalidad en Donostia. Este plan tiene que ser la hoja de ruta administrativa para la creación de proyectos y dinámicas para que Donostia pase de ser una sociedad multicultural a una sociedad intercultural.

(13) Un Plan estratégico que tenga como objetivo diseñar una “Ciudad Acogedora” que favorezca la “Convivencia intercul-tural” a través de procesos participativos para fomentar la “Ciudad Participativa”.

1. CIUDAD ACoGEDoRA

(14) Una ciudad acogedora debe ser aquella que facilita las herramientas a los y las recién llegados/as para ac-ceder a los derechos y deberes de cualquier ciudadano y ciudadana de la ciudad. Cuando nos referimos a “recién llegado/a”, hablamos de cualquier persona que no es residente en la ciudad y llega de nueva con el propósito de quedarse.

(15) Así, desde la institución, se debe fomentar una política informativa y de acogida hacia estos /as nuevos/as ciudadanos/as. Por un lado, se debe garantizar el acceso a la información sobre todos aquellos recursos comuni-tarios que dispone la ciudad y que el/la recién llegado/a puede acceder. Una información general sobre la ciudad, por ejemplo, donde empadronarse, localización de los recursos sanitarios, culturales, lúdicos... Para facilitar esta información, no es necesaria la creación de nuevas estructuras sino fomentar, en las ya existentes, los recursos necesarios para que este objetivo se realice. Es decir, se debe dotar a las oficinas de atención al ciudadano/a (las oficinas de Udal Info) de guías de información y recursos, traducidas en todos los idiomas presentes en la ciudad; así como formar a sus trabajadores/as en diversidad cultural.

(16) Por otro lado, cuando la información ofrecida por estas oficinas no es suficiente, es necesario recurrir a un asesoramiento especializado. Para ello, la institución debe contar con la colaboración de las Asociaciones que dis-pongan de proyectos de acogimiento. Esta colaboración debe estar ligada a la creación de una red de colaboración entre el Ayuntamiento y las diferentes asociaciones de la ciudad, para así poder fomentar los servicios existentes al respecto y no estar creando constantemente nuevos recursos.

(17) Todas estas políticas de información y acogida deben estar recogidas en un Plan municipal de Acogida de la ciudad. Además, este plan debe ser creado entre el Ayuntamiento y las diferentes Asociaciones que se dedican a la acogida, ya que así se garantizará que las actuaciones, acciones, metodología, recursos diseñados... sean los más adecuado a las necesidades sobre la acogida a los/las recién llegados/as.

(18) A nivel social, las asociaciones deben jugar un papel fundamental. En muchas ocasiones, los/las recién lle-gados/as no disponen de un tejido familiar o no cuentan con amistades que les ayuden en su incorporación como ciudadanos/as a Donostia y la sensación que se obtiene es de soledad y desamparo. Cuando una persona tiene esta sensación, la tendencia es buscar a otras personas con la misma identidad cultural para sentirse parte de un grupo; por lo cuál, las asociaciones culturales (hoy en día identificadas como de inmigrantes) deberían ser el punto de encuentro de estas personas.

(19) La acogida del/la recién llegado/a determinará en el futuro su implicación en la ciudad acogedora, en Do-nostia. Por eso, estas asociaciones deben garantizar procesos de acogida óptimos para fomentar en el futuro la interrelación cultural de las personas.

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2. CoNvIvENCIA INTERCUlTURAl (20) Desde el punto de vista institucional, para conseguir una ciudad intercultural es fundamental que la diversidad cultural sea un valor a ser desarrollado de forma horizontal; al igual que se hace con otros valores como el euskera, la igualdad entre hombres y mujeres o la participación social. Por lo tanto, debe de estar presente en las diferentes políticas que se desarrollen desde el Ayuntamiento.

(21) Para ello, al igual que en el eje anterior, se debe realizar un Plan municipal para la convivenciaintercultural donde aparezcan como principios, de las políticas a desarrollar para la diversidadcultural, los puntos que nos unen:

(22) la igualdad. Aunque se reconoce la diferencia de identidades culturales en la ciudad, todas las personas que vivimos en esta ciudad debemos ser iguales en nuestros derechos y obligacio-nes como donostiarras. Por este motivo, es importante erradicar los prejuicios y estereotipos que siguen existiendo hacia las otras culturas para evitar la fragmentación y la discriminación. Así, es indispensable la sensibilización ciudadana que tengan como objetivo el conocimiento mutuo y el respeto. (23) El euskera. La lengua es un instrumento indispensable para el diálogo y la convivencia entre todos/as los/las ciudadanos/as de Donostia. Sin una lengua común, la interacción de las personas así como la cohesión social de estas es una tarea muy difícil de conseguir. Por eso, es necesario poner especial interés y esfuerzo en incentivar el aprendizaje del euskera, como lengua propia y como herramienta para la convivencia. (24) la educación. La educación y la escuela deben garantizar el modelo intercultural de la ciu-dad. Para ello, se deben invertir recursos para que haya una acogida adecuada de esos/as niños/as que provienen de otros orígenes así como se debe procurar fomentar los valores de respeto a la diversidad a través del conocimiento mutuo y el diálogo, incidiendo en aquellos aspectos comunes y compartidos.

(25) la cultura. La diversidad cultural enriquece a la cultura donostiarra y, en definitiva, a la cultura vasca. Para que esto se produzca, se debe fomentar la interacción, el diálogo y el inter-cambio cultural sobre la base del patrimonio cultural de la ciudad; así este se enriquecerá y, a su vez, será compartido por todos/as los/las ciudadanos/as. (26) El espacio público. Este debe ser el espacio para la interacción de las personas, por lo que la distribución urbanística de la ciudad debe garantizar la relación entre los/las ciudadanos/as. La calle es un espacio socializador y se debe fomentar como tal. (27) El sentimiento de pertenencia. Este se consigue rompiendo las barreras entre las per-sonas y reforzando los valores de la convivencia a través de la experiencia propia y del contacto personal. Para la creación de este sentimiento, es indispensable el trabajo realizado en los barrios a través de las asociaciones de vecinos/as, casas culturales, asociaciones de barrio, etc (28) Desde el ámbito social, el tejido asociativo de la ciudad favorece a la convivencia intercul-tural. El asociacionismo simboliza el compromiso de los/las ciudadanos/as en la defensa de los intereses comunes, es decir, las personas, independientemente de su identidad cultural, se unen por intereses comunes en una actividad concreta. Así, el asociacionismo vecinal, de trabajadores/as, de madres y padres en las escuelas, de actividades culturales, entidades comprometidas con diversos objetivos sociales, etc son espacios claves para la participación e implicación de los/las ciudadanos/as en los asuntos colectivos.

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3. CIUDAD pARTICIpATIvA

(29) A nivel institucional, para que la gestión de la convivencia en la diversidad cultural a través de un modelo intercultural sea real, es necesaria la participación activa de todo el conjunto de la sociedad Para desarrollar un modelo de convivencia intercultural, la administración municipal debe ser parte de un trabajo colectivo con el conjunto de la red asociativa de la ciudad (entidades sociales, asociaciones vecinales, empresariales, del ámbito educativo, del sanitario, del deportivo, etc) los agentes sindicales y políticos y, también, con todas las personas que estén interesadas en participar a título individual.

(30) La participación ciudadana tiene que ser una de las vías principales para conseguir el éxito de las polí-ticas interculturales y uno de los principales motores que debe permitir gestionar el cambio de una sociedad multicultural a otro basado en la interculturalidad.

(31) Por tanto, se debe fomentar espacios de participación de las personas en procesos de debate y en la toma de decisiones al respecto de esta gestión de la convivencia. A nivel social, es imprescindible que haya debate social; es decir, que los y las ciudadanos/as se planteen la cuestión de la diversidad cultural como algo cotidiano. Si esto no se produce, la participación de las personas en la gestión de la convivencia en la diversidad cultural nunca será posible de una forma real y efectiva.

(32) La gestión de la diversidad cultural es una temática relativamente nueva para la gran parte de las so-ciedades modernas. Con las nuevas migraciones del s. XXI, las diferentes instituciones (locales, comarcales, estatales...) se han empezado a plantear el modelo de sociedad actual, es decir, como el perfil de ciudadano/a ha ido variando con los años debido a la incorporación de nueva ciudadanía proveniente de otros orígenes.

(33) Cada tendencia política tiene una visión diferente sobre la gestión de la diversidad pero todas ellas se cuestiona este fenómeno actual. La visión para EH Bildu debe aceptar que la diversidad implica oportunida-des y no obstáculos; para ello debemos romper con ciertos discursos anteriores planteándonos nuevos retos.

(34) Uno de los discursos que debemos superar, y que por desgracia es el más extendido en la sociedad, es que la diversidad cultural viene dada por la llegada de personas inmigrantes extracomunitarias. En cierta forma, este discurso se entiende si reflexionamos sobre quién determina la definición de persona inmigrante, es decir, los estados Español y Francés son los que han impuesto sus barreras geográficas (sus fronteras) y estas han determinado quién es considerado foráneo/a. Hoy en día, con la Unión Europea se ha creado una nueva definición de inmigrante, ya que entre los países que forman parte de esta administración, existe el derecho a la libre circulación de las personas; por tanto las barreras geográficas de la Unión Europea son las que determinan quién es considerado foráneo/a; es decir, cualquier persona extracomunitaria.

(35) Si el discurso se sigue basando en barreras geográficas, impuestas por ciertas administraciones, con-denamos a seguir tratando la diversidad cultural como una cuestión solo de documentación y políticas de inmigración. Seguiremos obviando la existencia de identidades culturales y de la oportunidad que existe para gestionar la convivencia entre todas ellas.

(36) Otro de los discursos más extendidos, es identificar a ciertos colectivos con otras identidades culturales como colectivos en riesgo de exclusión social. Es evidente que los procesos migratorios, en su mayoría, se deben a cuestiones económicas y de mejora de calidad de vida. La historia de cualquier sociedad así lo de-muestra. Pero con los nuevos procesos migratorios producidos en el s.XXI, esta evidencia se ha tomado como criterio para considerar que los procesos migratorios de ciertas identidades culturales son perjudiciales y una carga económica para la sociedad acogedora. Es decir, si los/as nuevos/as ciudadanos/as provienen de países considerados desarrollados o subdesarrollados la inmigración se percibe como positiva o negativa.

(37) Teniendo en mente esta clasificación, las políticas inmigratorias y, en consecuencia, las de la gestión de la diversidad cultural se han desarrollado desde los departamentos de bienestar social. Este hecho, ha perpetuado ciertos estereotipos y prejuicios hacia ciertos colectivos. Para acabar con esta estigmatización, es importante separar la gestión de la convivencia en la diversidad cultural del Área de Bienestar social.

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(38) Los Servicios Sociales municipales tienen una función muy clara: sirven para paliar de forma temporal una situación de emergencia social y económica de cualquier ciudadano/a, independientemente de su origen o su identidad cultural. Y esta debe seguir siendo su principal y única función. La creación de órganos ad-ministrativos en las instituciones, específicos en esta cuestión permiten dar un valor positivo a la convivencia entre identidades culturales diferentes así como permiten romper con esta identificación de la inmigración como un valor negativo.

(39) También una cuestión para reflexionar, que está tomando fuerza en ciertos sectores sociales, es la tendencia a folklorizar las identidades culturales. Es evidente que el folklore es la parte más visible de una identidad cultural y que fomentarlo ayuda a que se aprecie la diversidad de culturas en Donostia, es decir, a resaltar el carácter multicultural de la ciudad. Pero no es suficiente para gestionar la convivencia en la in-terculturalidad. La folklorización crea la falsa ilusión de hacer creer a las personas que conocen la identidad cultural de los/las otros/as pero lo único que hace es perpetuar estereotipos culturales.

(40) Nos comprometemos, en la creación del discurso interculturalista, reflexionando entorno al significado de nueva sociedad vasca y con qué pilares debe sustentarse. Está claro que el fenómeno de incorporación de nueva ciudadanía con otros orígenes es un hecho actual. Por lo tanto, debemos apostar por la creación de una sociedad vasca teniendo como referencia esta pluralidad y decidiendo que pilares deben unirnos para crear sentimiento de pertenencia a una sociedad vasca común.