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4 | TURISMO | Domingo 9 De marzo De 2014 De arena finísima, característica en toda la isla, Rendezvous es una de las mejores playas de Anguila. fotos: daniel flores caribe. A media hora en lancha desde la isla franco-holandesa, un destino mucho menos frecuentado, pero con suficientes encantos para elegirlo THE VALLEY.– El restaurante Smokey’s At The Cove es una simple casita de madera pintada en distintos colores, probablemente no de acuer- do con un cuidado criterio estético, si- no por la disponibilidad de materiales en el momento de la obra. Una barra semivacía, unas pocas mesas despa- rejas, una publicidad de cerveza Carib como decoración. Pero así está bien, no necesita más que unas buenas ventanas para que sus comensales se sientan como en el mejor lugar del Caribe: ahí afuera, después de unos metros de arena fina y clara, el mar turquesa convence al más escéptico de que el paraíso también es una po- sibilidad. Smokey’s tiene el privilegio de ser la única construcción con vista a la pe- queña, pero magnífica playa The Co- ve, en la también estrecha isla de An- guila. Pero no es un privilegio caro, al menos en lo que respecta a la carta del restaurante, especializado en sopa de legumbres, pollo jerk, Johnny cake y otras delicias caribeñas a buen precio. Por una vez, exclusivo no es sinónimo de prohibitivo. En toda su sencillez, Smokey’s re- presenta bien a Anguila. Territorio británico del Caribe, es una isla alar- gada (como una anguila, claro), con 26 kilómetros y 5 kilómetros en su parte más ancha. Y plana, con su máxima altura en un monte de menos de se- tenta metros. Queda muy cerca, hacia el norte, de la franco-holandesa Saint Martin-Sint Maarten. De hecho, en Daniel Flores LA nACion Anguila, la pequeña vecina británica de Sint Maarten cómo llegar En avión a Saint Martin/Sint Maarten. Copa vuela regularmente de Buenos Aires y de Córdoba a la isla franco-holandesa, con co- nexión en Panamá. Tarifas, desde 1385 dólares (impuestos incluidos). En Saint Martin hay un servicio de lanchas con varias salidas cada me- dia hora o 45 minutos hacia Angui- la, entre las 7.30 y las 18. El último shuttle desde Anguila hacia Saint Martin sale a las 19. El pasaje ida y vuelta cuesta 30 dólares y el viaje (que dependiendo de las olas puede llegar a ser bastante movido) lleva entre 25 minutos y media hora. Moonsplash La nueva edición del Moonsplash, el festival musical más importante de Anguila y uno de los principales even- tos de reggae del Caribe, tendrá lugar entre este jueves y el sábado. Más información ivisitanguilla. com Con unos 8000 habitantes, la isla es aún más tranquila que sus relajadas vecinas SINT MAARTEN 10 km Sint Maarten (Holanda) Anguila San Bartolomé MAR CARIBE Saint Martin (Francia) cuanto a turismo, Anguila suele ser una excursión por el día para quienes vacacionan en Saint Martin, a 30 mi- nutos de lancha. Pero esta isla da para más que unas pocas horas de tour si se quiere disfru- tar realmente de sus playas despoja- das, de su sorprendente hotelería y de una parsimonia aún mayor que la de otros relajados vecinos. Porque se ne- cesita tiempo para descubrir y apro- vechar sitios como Smokey’s donde, a diferencia de lo que ocurre en otras islas, conviven por igual locales con turistas. Sobre todo a la noche, cuan- do hay música en vivo. Uno de los músicos frecuentes en Smokey’s se llama omari Banx. Can- tante y guitarrista, es hijo de una le- yenda local, Bankie Banx, probable- mente el músico más importante de la isla. Bankie ha sido llamado el Bob Marley de Anguila, pero la verdad es que su mezcla de reggae con folk rock le debe también mucho a otro Bob con el que tocó y grabó en más de una oportunidad: Dylan. Con dreadlocks, barba blanca e in- faltable sombrero de cowboy, Bankie organiza todos los años, desde los 90, el festival de música Moonsplash, por el que han pasado pesos pesados del reggae jamaiquino como Gregory isaacs, Marcia Griffiths, Bunny Wai- ler y Tarrus Riley. Los conciertos tienen lugar en el es- cenario junto a The Dune Preserve, un rústico bar sobre la espectacular pla- ya de Rendezvous Bay. Más allá de los días de festival, The Dune Preserve es un lugar a visitar, un verdadero, aun- que inesperado, highlight caribeño. En su actual versión (hubo anteriores, arrasadas por distintos huracanes) es una dinámica construcción con ma- deras de antiguos barcos y botes que parecen más apiladas que ensambla- das, entre las palmeras. Allí se puede escuchar muy buena música y tomar y comer algo ligero todos los días. Por la noche, el propio Banx suele ameni- zar con la guitarra, mientras su perro Gipsy lo espera echado, con paciencia anguileña, junto a un escenario más bajito que él. Toda una experiencia, el Dune Preserve. Sólo hay que tener cuidado a la hora de retirarse porque la marea puede subir hasta el pie de la escalera del ingreso por la playa. Reggae en las dunas Curiosamente, The Dune Preserve sólo cuenta con un único y absoluta- mente contrastante vecino en Ren- dezvous Bay: CuisinArt, un resort cin- co estrellas, de inspiración mediterrá- nea, que también tiene su historia. El hotel, inaugurado en 1999, es propiedad del neoyorquino Leandro Rizzuto, dueño de los electrodomés- ticos CuisinArt (de hecho, todas las villas están equipadas con sus coci- nas y secadores de pelo). En los úl- timos años, Rizzuto incorporó a su propiedad el campo de golf vecino, anteriormente de Robert F.X. Siller- man (entre otras cosas, coproductor ejecutivo de la puesta de Mel Brooks Los productores). Diseñada por el aus- traliano Greg norman, la cancha de 18 hoyos y su nuevo clubhouse mere- cen figurar en cualquier ranking de los greens con mejor vista del Cari- be. no por nada amigos de Sillerman como Dan Brown (autor de El Código Da Vinci) y Simon Fuller (el irritable jurado de American Idol) tienen a su nombre millonarias propiedades jun- to al campo. Aunque no necesitaría mucho más que la espectacular playa Rendezvous y sus discretas villas blanco-Mikonos sobre la arena, CuisinArt cuenta, ade- más, con un lujoso spa y con una cu- riosa y promocionada huerta hidro- pónica, en la que se utilizan solucio- nes minerales en vez de suelo agrícola para el desarrollo de los vegetales (que luego se preparan en los restaurantes del resort). Lo que podría ser una mínima nota al pie de página en el brochure de es- te hotel es en realidad un dato funda- mental sobre Anguila: si allí se aplica la hidroponía es porque la arenosa isla, sin agua dulce (no hay ríos, pero sí lagunas saladas), es perfectamen- te inadecuada para el cultivo. Y esa característica justamente marcó el destino de Anguila en tanto colonia británica. Como en otras antillas, aquí tam- bién se pretendió desarrollar un sis- tema de plantaciones trabajadas por esclavos secuestrados en África. Pero en este caso el negocio no resultó de- bido a la pobreza del suelo y los terra- tenientes pronto migraron a otras co- lonias y a Europa, liberando de hecho a los esclavos, que permanecieron en Anguila y se establecieron mayor- mente como pescadores, dueños de sus propios destinos y sin tampoco un control británico tan firme. Esto, ase- guran los mismos anguilense, marca una diferencia en el carácter de la po- blación local con otros descendientes de africanos caribeños en, por ejem- plo, Barbados o Jamaica. Los primeros pobladores de la pe- queña Anguila habrían llegado desde el norte de América del Sur. Luego de supuestos descubrimientos de fran- ceses y holandeses, los ingleses la tomarían en el siglo XVii, para admi- nistrarla junto con Saint Kitts y nevis. Sólo en 1980, Anguila pasó a indepen- dizarse a medias, como una... depen- dencia autónoma. Hoy, Anguila cuenta unos 8000 habitantes, que incluyen hasta inmi- grantes chinos al frente de tiendas de conveniencia, mayoritariamente instalados en la capital, The Valley o El Valle. La ciudad es un disperso ca- serío que no se esfuerza por compla- cer a turistas en plan de compras ni en safari fotográfico. Las 33 playas de la isla se hacen cargo de todo lo que haga falta.ß Datos útiles

Anguila, la pequeña vecina británica de Sint Maarten · Bankie ha sido llamado el Bob Marley de Anguila, pero la verdad es que su mezcla de reggae con folk rock le debe también

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4 | TURISMO | Domingo 9 De marzo De 2014

De arena finísima, característica en toda la isla, Rendezvous es una de las mejores playas de Anguila. fotos: daniel flores

caribe. A media hora en lancha desde la isla franco-holandesa, un destino mucho menos frecuentado, pero con suficientes encantos para elegirlo

THE VALLEY.– El restaurante Smokey’s At The Cove es una simple casita de madera pintada en distintos colores, probablemente no de acuer-do con un cuidado criterio estético, si-no por la disponibilidad de materiales en el momento de la obra. Una barra semivacía, unas pocas mesas despa-rejas, una publicidad de cerveza Carib como decoración. Pero así está bien, no necesita más que unas buenas ventanas para que sus comensales se sientan como en el mejor lugar del Caribe: ahí afuera, después de unos metros de arena fina y clara, el mar turquesa convence al más escéptico de que el paraíso también es una po-sibilidad.

Smokey’s tiene el privilegio de ser la única construcción con vista a la pe-queña, pero magnífica playa The Co-ve, en la también estrecha isla de An-guila. Pero no es un privilegio caro, al menos en lo que respecta a la carta del restaurante, especializado en sopa de legumbres, pollo jerk, Johnny cake y otras delicias caribeñas a buen precio. Por una vez, exclusivo no es sinónimo de prohibitivo.

En toda su sencillez, Smokey’s re-presenta bien a Anguila. Territorio británico del Caribe, es una isla alar-gada (como una anguila, claro), con 26 kilómetros y 5 kilómetros en su parte más ancha. Y plana, con su máxima altura en un monte de menos de se-tenta metros. Queda muy cerca, hacia el norte, de la franco-holandesa Saint Martin-Sint Maarten. De hecho, en

Daniel FloresLA nACion

Anguila, la pequeña vecina británica de Sint Maarten

cómo llegarEn avión a Saint Martin/Sint ◗

Maarten. Copa vuela regularmente de Buenos Aires y de Córdoba a la isla franco-holandesa, con co-nexión en Panamá. Tarifas, desde 1385 dólares (impuestos incluidos). En Saint Martin hay un servicio de lanchas con varias salidas cada me-dia hora o 45 minutos hacia Angui-la, entre las 7.30 y las 18. El último shuttle desde Anguila hacia Saint Martin sale a las 19. El pasaje ida y vuelta cuesta 30 dólares y el viaje (que dependiendo de las olas puede llegar a ser bastante movido) lleva entre 25 minutos y media hora.

MoonsplashLa nueva edición del Moonsplash, el ◗

festival musical más importante de Anguila y uno de los principales even-tos de reggae del Caribe, tendrá lugar entre este jueves y el sábado.

Más informaciónivisitanguilla. ◗ com

Con unos 8000 habitantes, la isla es aún más tranquila que sus relajadas vecinas

SINT MAARTEN

10 km

Sint Maarten(Holanda)

Anguila

SanBartolomé

MARCARIBE

Saint Martin(Francia)

cuanto a turismo, Anguila suele ser una excursión por el día para quienes vacacionan en Saint Martin, a 30 mi-nutos de lancha.

Pero esta isla da para más que unas pocas horas de tour si se quiere disfru-tar realmente de sus playas despoja-das, de su sorprendente hotelería y de una parsimonia aún mayor que la de otros relajados vecinos. Porque se ne-cesita tiempo para descubrir y apro-vechar sitios como Smokey’s donde, a diferencia de lo que ocurre en otras islas, conviven por igual locales con turistas. Sobre todo a la noche, cuan-do hay música en vivo.

Uno de los músicos frecuentes en Smokey’s se llama omari Banx. Can-tante y guitarrista, es hijo de una le-yenda local, Bankie Banx, probable-mente el músico más importante de la isla. Bankie ha sido llamado el Bob Marley de Anguila, pero la verdad es que su mezcla de reggae con folk rock le debe también mucho a otro Bob con el que tocó y grabó en más de una oportunidad: Dylan.

Con dreadlocks, barba blanca e in-faltable sombrero de cowboy, Bankie organiza todos los años, desde los 90,

el festival de música Moonsplash, por el que han pasado pesos pesados del reggae jamaiquino como Gregory isaacs, Marcia Griffiths, Bunny Wai-ler y Tarrus Riley.

Los conciertos tienen lugar en el es-cenario junto a The Dune Preserve, un rústico bar sobre la espectacular pla-ya de Rendezvous Bay. Más allá de los días de festival, The Dune Preserve es un lugar a visitar, un verdadero, aun-que inesperado, highlight caribeño. En su actual versión (hubo anteriores, arrasadas por distintos huracanes) es una dinámica construcción con ma-deras de antiguos barcos y botes que parecen más apiladas que ensambla-das, entre las palmeras. Allí se puede escuchar muy buena música y tomar y comer algo ligero todos los días. Por la noche, el propio Banx suele ameni-zar con la guitarra, mientras su perro Gipsy lo espera echado, con paciencia anguileña, junto a un escenario más bajito que él. Toda una experiencia, el Dune Preserve. Sólo hay que tener cuidado a la hora de retirarse porque la marea puede subir hasta el pie de la escalera del ingreso por la playa.

Reggae en las dunasCuriosamente, The Dune Preserve

sólo cuenta con un único y absoluta-mente contrastante vecino en Ren-dezvous Bay: CuisinArt, un resort cin-co estrellas, de inspiración mediterrá-nea, que también tiene su historia.

El hotel, inaugurado en 1999, es propiedad del neoyorquino Leandro Rizzuto, dueño de los electrodomés-ticos CuisinArt (de hecho, todas las villas están equipadas con sus coci-nas y secadores de pelo). En los úl-timos años, Rizzuto incorporó a su propiedad el campo de golf vecino, anteriormente de Robert F.X. Siller-man (entre otras cosas, coproductor ejecutivo de la puesta de Mel Brooks Los productores). Diseñada por el aus-traliano Greg norman, la cancha de 18 hoyos y su nuevo clubhouse mere-cen figurar en cualquier ranking de los greens con mejor vista del Cari-be. no por nada amigos de Sillerman como Dan Brown (autor de El Código Da Vinci) y Simon Fuller (el irritable jurado de American Idol) tienen a su nombre millonarias propiedades jun-to al campo.

Aunque no necesitaría mucho más que la espectacular playa Rendezvous y sus discretas villas blanco-Mikonos sobre la arena, CuisinArt cuenta, ade-más, con un lujoso spa y con una cu-riosa y promocionada huerta hidro-pónica, en la que se utilizan solucio-nes minerales en vez de suelo agrícola para el desarrollo de los vegetales (que luego se preparan en los restaurantes del resort).

Lo que podría ser una mínima nota al pie de página en el brochure de es-te hotel es en realidad un dato funda-mental sobre Anguila: si allí se aplica la hidroponía es porque la arenosa isla, sin agua dulce (no hay ríos, pero

sí lagunas saladas), es perfectamen-te inadecuada para el cultivo. Y esa característica justamente marcó el destino de Anguila en tanto colonia británica.

Como en otras antillas, aquí tam-bién se pretendió desarrollar un sis-tema de plantaciones trabajadas por esclavos secuestrados en África. Pero en este caso el negocio no resultó de-bido a la pobreza del suelo y los terra-tenientes pronto migraron a otras co-lonias y a Europa, liberando de hecho a los esclavos, que permanecieron en Anguila y se establecieron mayor-mente como pescadores, dueños de sus propios destinos y sin tampoco un control británico tan firme. Esto, ase-guran los mismos anguilense, marca una diferencia en el carácter de la po-blación local con otros descendientes de africanos caribeños en, por ejem-plo, Barbados o Jamaica.

Los primeros pobladores de la pe-queña Anguila habrían llegado desde el norte de América del Sur. Luego de supuestos descubrimientos de fran-ceses y holandeses, los ingleses la tomarían en el siglo XVii, para admi-nistrarla junto con Saint Kitts y nevis. Sólo en 1980, Anguila pasó a indepen-dizarse a medias, como una... depen-dencia autónoma.

Hoy, Anguila cuenta unos 8000 habitantes, que incluyen hasta inmi-grantes chinos al frente de tiendas de conveniencia, mayoritariamente instalados en la capital, The Valley o El Valle. La ciudad es un disperso ca-serío que no se esfuerza por compla-cer a turistas en plan de compras ni en safari fotográfico. Las 33 playas de la isla se hacen cargo de todo lo que haga falta.ß

◗ Datos útiles