Ángel Arce Fuente

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ací el 22 de marzo de 1953 en la localidad de Oruña, pueblo del municipio de Piélagos, Cantabria. Mis padres eran de familia humilde. Mi padre trabajaba en Torrelavega y se desplazaba todos los días en bicicleta, mi madre se dedicaba a la labores de la casa y al campo, atendía al ganado que teníamos en casa. Desde pequeño participé en

las faenas del campo y aprovechaba las vacaciones para ayudar en la labores del ganado, de mozo, llegué a ser medidor de leche de la empresa Nestlé.A los cuatro años comencé la escolaridad, no oficial, acudiendo a las clases particulares, y a los seis, a la escuela de los mayores. A la de niños, naturalmente, con patio diferente al de las niñas y con el maestro don Máximo González.En aquella época los chicos estábamos mucho tiempo en la calle. En el pueblo el lugar de reunión era El Muelle, junto al río Pas, y en el verano disfrutábamos del baño bajo los ojos del Puente medieval que une Oruña y Puente Arce. La primera televisión particular que hubo en el pueblo fue de un tío, allí nos reuníamos más de cuarenta chicos y una pocas chicas para ver las series de televisión y después a jugar en el monte cercano. Una de mis aficiones eran los bolos y pasábamos muchas horas en la bolera. Posteriormente participe como jugador federado en la peña de mi pueblo.Volviendo a la escuela, aún recuerdo algunas tardes en las que nos daba el maestro para merendar queso y leche que mandaban los americanos. Nos preparaba para realizar las pruebas de Ingreso para el instituto y posteriormente, de Primero de Bachillerato. Superé con facilidad el ingreso pero no pude superar el primer curso de Bachillerato. Llegado este momento, el maestro aconsejo a la familia que no perdiesen el tiempo y dinero, no veía en mí posibilidades para el estudio.Afortunadamente para mí, mis padres no siguieron el consejo y decidieron enviarme interno al colegio de La Salle de Santander (1965-1971). Esto supuso un gran esfuerzo para la familia ¡No podía fracasar!Guardo recuerdo agradable de los seis años que pasé interno, me adapté con rapidez e hice con facilidad amigos. Pasado el tiempo, he comprendido el enorme esfuerzo económico

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que fue para mis padres: “Eso sí que es dejar una buena herencia”. Recuerdo con cariño las diversas actividades que realizábamos en el colegio y aquellos partidos en el patio donde te la jugabas entre tantos balones.Mis padres me iban a ver todos los domingos y salíamos a tomar algo por la ciudad. Entonces ya tenía una hermana, Ana, la diferencia de edad y las circunstancias de los estudios hicieron que solo durante las vacaciones escolares podíamos estar juntos ¡Cómo olvidar aquellos bocatas de filete que me traía la familia los domingos y que disimuladamente me zampaba en el cine del colegio!Mi etapa en el colegio me formó como persona responsable y comprometida. Superé con cierta comodidad el bachiller, ya tenía claro que quería ser MAESTRO.Matriculado en la Escuela de Magisterio llegó una época de mucho esfuerzo, más madrugones; había que ir andando hasta Mogro a coger el tren dos veces por semana, el resto de los días el autobús del pueblo me dejaba en Numancia. Al tener clases mañana y tarde me vi obligado a comer en la ciudad, afortunadamente, unos conocidos de mi padre, que tenían en la calle Castilla un bar, me cuidaron como a un hijo.

Mi primera foto con mi abuelo Ángel 1954.

Foto de la escuela en 1961.

Material de lectura utilizado en la escuela.

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En el aspecto académico las cosas me iban bien salvo dos piedras en el camino: la música (mucha oreja, poco oído) y el dibujo, como ocurrió con otros muchos compañeros de mi época…El tercer año de carrera hice las prácticas en la Aneja dirigida por Don Ricardo, sacerdote, director y profesor de la carrera. Fue una etapa interesante donde empecé a darme cuenta de los diversos aspectos tan complejos de la educación.Superada Reválida de Magisterio, año 1974, tenía que cumplir con el servicio militar; tenía prórroga y me incorporaba a filas en enero. Decidí presentar los papeles para interino y a los pocos días me adjudicaron una plaza en Colindres, otra vez fuera de casa. Al no tener coche, el tren fue mi salvación. Se me adjudicó una clase de cuarenta y dos alumnos de primero de EGB. Lo hice lo mejor que supe y salí satisfecho con mi trabajo. Como tenía tiempo libre, comencé a preparar una oposición para correos. Me salieron de maravilla, pero no aprobé.

Trabajo en la libreta escolar año 1965.Bolera “El Muelle” y Puente Medieval sobre el Pas. Me acompañan en la foto mis amigos, Enrique Torre (pinche), Juan José Alonso “Juanjo” y

Evaristo García.

Curso 1970/71. Alumno destacado en sexto de bachiller.

Felicitación por parte de las autoridades militares finalizada mi estancia en el Cuartel de San Marcial (Burgos).

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Tiempo después, supe que fueron adjudicadas a funcionarios interinos. Llegó enero y me incorporé a filas. El campamento lo hice en Araca y el destino fue el Regimiento de Infantería de San Marcial en Burgos. Desde el campamento empecé a prepara las oposiciones, apenas salí a Vitoria. En Burgos el tiempo dedicado a su preparación se incrementó y junto a otros compañeros nos reuníamos por las tardes para elaborar programaciones y poner en común los temas de la oposición. La fortuna quiso que fuera aprobando las diversas fases de la oposición y pude conseguir plaza. Por aquel entonces ya salía con una chica, Rosario, que en la actualidad es mi mujer. Ella era la encargada del papeleo y de comunicarme las novedades del concurso.

Nombramiento.

Carné de Mutualista, vigente hasta mi jubilación.

Reconocimiento de servicios interinos.

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Licenciado en marzo de 1976, la Consejería me envió a Astillero, me compraron un coche y, con el primer sueldo, le puse un aparato de radio. Posteriormente, me dediqué en el verano a dar clases particulares. El curso siguiente estuve en Renedo y a continuación en Peñacastillo. Tuve que participar de forma obligada en el concurso de traslados y, en vista de las circunstancias, decidimos casarnos en el verano de 1978. Mi primer destino definitivo fue la localidad de Corigos de Aller, cuenca minera. El aula era una antigua panadería, la primera impresión fue desfavorable, suciedad por todos los sitios, pizarra en la pared… Visité el Ayuntamiento y conseguí una limpieza a fondo. Posteriormente me ayudaban las madres a su limpieza. Mis recuerdos del tiempo que pasé en Asturias son estupendos: buena gente, buenos niños, estupenda compañera. Como consecuencia de la construcción de un nuevo centro escolar fui suprimido y se me envió a Ceceda (Nava). En febrero del 1981, de triste recuerdo, me encontraba solo en Ceceda, mi mujer estaba en Santander a punto de dar a luz de mi primer hijo, luego vinieron un chico y la chica. Preparaba el tomate para el

Salida a la Calzada Romana, me acompañan Juan Carlos Martínez y Enrique Lago.

25 Aniversario del Colegio Cuevas del Castillo (Vargas). Nos pusimos de gala, me acompaña mi compañero José Ignacio Sainz.

La Magosta con mi compañero

Fernando Saiz y las profesoras Begoña

y Tere.

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próximo día y escuchando la radio me enteré del asalto al Congreso. Incertidumbre y noche pegado al aparato de radio.Mi siguiente destino fue en Hazas de Cesto, donde desarrollé durante unos años el cargo de director. Debido a la construcción de un nuevo colegio decido pedir mi supresión y, una vez conseguida, se me adjudica la localidad de Escobedo de Camargo.En este año participé en el concurso de traslados y tuve la corazonada que me iban a adjudicar Vargas, y así fue.De los veinticinco años pasados en esta localidad solamente tengo buenos recuerdos del Colegio Cuevas del Castillo. Ha sido mi segunda casa y siempre me sentí muy a gusto con niños, padres y compañeros. Éramos una gran familia y el ambiente ha sido excepcional, lo que te motivaba para realizar interesantes actividades porque te sentías siempre respaldado: festival de Navidad, Carnaval, semanas culturales, publicaciones, magosta, canto de las marzas y, en los últimos años, con los Viajes de Estudios.A mi llegada al centro me encontré un grupo de compañeros comprometidos con la educación, no importaba el tiempo y el trabajo, podíamos con todo. Desde el principio pertenecí al Consejo Escolar y así fue hasta que en el año 1996 se ponía en marcha la ESO y mi buen compañero José Ángel Hoyos tuvo que dejarnos. Esta circunstancia hizo que pasara a ocupar la Jefatura de Estudios hasta la jubilación de mi gran amigo Luis Oruña, año 2010, esta circunstancia motivó que pasase a ocuparme de la secretaría del Centro.

Curso 2011/12. El Claustro comienza las movilizaciones contra los recortes en la educación pública.

Zoo de Madrid. Componentes del Viaje de Estudios 2013: Parte Superior Juan Carlos,

conductor, Enrique y yo. Parte inferior Pancho y Paco (compañeros del colegio Fuente Salín de

Pesués) y Ari (monitora del viaje). Año 2013.