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8/9/2019 andruetto
1/1
CulturaC 8LA VOZ DEL INTERIOR
CRDOBA. DOMINGO 7 DE JUNIO DE 2009
esde la calle, el paisaje que
rodea la casa de Mara Te-
resa Andruetto en Cabana
tiene el aspecto del final de
un viaje. De hecho, el ca-
mino parece terminar en la tranquera
de la casa, donde el ripio deviene cs-
ped. Adentro de la casa hay plantas. Hay
muchas otras cosas (libros, adornos)
pero lo que ms llama la atencin es la
profusin de plantas. Desde todos los
puntos de la casa, la vista hacia las mon-
taas transmite esa sensacin ligera-
mente pacfica, clida y al mismo tiem-
po un poco esplendorosa de las tardes
de sol en las sierras chicas.
La escritora vive aqu desde 2001. A
cuatro kilmetros de cualquier asfalto,
Mara Teresa Andruetto parece haber
construido el escenario de una tran-
quilidad apenas interrumpida por el
timbre del telfono, un mbito de cal-
ma que contrasta con su agitada agen-
da profesional. Mara Teresa ya pre-
sent dos libros en lo que va del ao (el
de poemas Sueo Americano y el de
ensayos Hacia una literatura sin ad-
jetivos), y le esperan siete ms, adems
del estreno de una obra de teatro. Este
ao parece concentrar una nueva eta-
pa de ubicacin p-
blica de su obra, con
un promedio inslito
de publicaciones y la
consolidacin de sus
novelas en los sellos
de la casa Random
House Mondadori Su-
damericana.
Ahora mismo
Mara Teresa habla
por telfono para
acordar ltimos deta-
lles de produccin de
la obra de teatro
Dira nadie la lti-
ma palabra, una adaptacin de la no-
vela La mujer en cuestin que el gru-
po Balbuceando teatro estrenar el s-
bado 13. Esa misma novela, publicada
por primera vez en 2003 tras ganar el
premio del Fondo Nacional de las Ar-
tes, acaba de ser reeditada por el sello
Debolsillo (Random House). Y esa ree-
dicin es la que Andruetto presentar
el jueves 11 en el Teatro Real.
En el segundo semestre del ao lle-
gar la novela Lengua Madre, finalis-
ta del premio Clarn en 2006, una tra-
duccin italiana de Veladuras, los li-
bros para nios Campen y La dur-
miente, y el libro de conversaciones
entre ella, Lilia Lardone y Andrs Ri-
bera Ribak Redson Ribera. Qu co-
nexiones hay entre esa agenda llena de
eventos y publicaciones y esta casa pac-
fica? La respuesta acaso est en el en-
cantador desorden del escritorio, pero
sera imprudente describirlo ms all
de la superposicin de papeles, foto-
grafas y libros abiertos.
FormasCon la claridad y el amor pedaggico
propios de un discurso docente culti-
vado en aos de trabajo de escuela, An-
druetto explica sus respuestas con un
detallismo insistente, y acompaa sus
palabras con gestos mnimos. Comien-
za a hablar de su particular 2009, un ao
enfocado en el trabajo hacia afuera,
que le ha obligado a dejar colgada la es-
critura de una novela para la que no le
queda tiempo. Hoy por hoy sus das se
debaten entre las presentaciones de li-
Entrevista a Mara Teresa Andruetto, escritora
Por Emanuel Rodrguez Foto: Sergio Cejas
D
CUESTIN DE NOMBRES. La responsabilidad social se diluye en la anonimia, seala Mara Teresa Andruetto.
La narradora y poeta presentar el jueves la reedicin de La mujer en cuestin. Adems, el sbado estrenar una
adaptacin teatral de esa novela. La dictadura, el rol de la gente comn en los aos del horror y sus proyecciones
sobre la Argentina de hoy son los temas que atraviesan la obra.
bros y el fascinante trabajo de adap-
tar la novela a las tablas. Junto a Flo-
rencia Cisnero, Alejandra Toledo y Ana
Yukelson, Andruetto encar esa adap-
tacin sin la obligacin de ser fieles a
la novela, ni a nada, por lo que no
podra decir que se trata de una versin
de La mujer en cuestin.
Ms bien es otra cosa, acaso sin nom-
bre definido: Se tomaron algunos ele-
mentos de la novela, pero slo aquellos
que la misma estructura de la obra iba
pidiendo. Para m lo ms fascinante fue
ver cmo la forma cambia el fondo... En
la obra hay dos actrices, por ejemplo, y
en la novela hay ms de 50 testigos. Eso
ya lo cambia todo.
Tambin parecen cambiarlo todo, en
relacin a La mujer en cuestin, los
aos transcurridos entre la primera pu-
blicacin (2003, por el sello cordobs Al-
cin), y esta reedicin. Es evidente que
la Argentina no es la misma de 2003, y
esos cambios repercuten en la novela a
pesar de que los cambios que introdu-
jo la autora entre una y otra edicin han
sido mnimos. En principio, de 2007
a esta parte el discurso literario en tor-
no de la ltima dictadura ha visitado
los hasta hace poco inditos terrenos
de la parodia, por
ejemplo, el sarcasmo,
e incluso la curiosa
ptina de incorrec-
cin que resulta de al-
zar, en la argentina
kirchnerista, una voz
de derecha (lase Las
teoras salvajes, de
Pola Oloixarac, por
ejemplo).
Puede ser que
haya cambiado la
novela? Es posible
que los cambios del
contexto la hayan
modificado?
Puede ser. Pasan varia s cosas. La
lectura nunca es igual en distintos mo-
mentos. Es probable que sea ste un mo-
mento ms propicio para la novela. La
mujer en cuestin ha sido muy estu-
diada en distintas universidades, y ha
sido vista como un punto de inflexin
en la cuestin de la responsabilidad de
la sociedad civil en la poca de la dic-
tadura militar.
Andruetto est al tanto de que la aca-
demia suele ubicar a su novela en la
ruptura de un discurso post dictadura
que adopt en la dcada de 1980 el re-
gistro testimonial, en la ltima parte
de la dcada de 1990 un registro de au-
tocrtica (lase Detrs del vidrio, de
Sergio Schmucler) y un discurso inau-
gurado por La mujer en cuestin que
ampla la pregunta sobre aquellos aos
hacia el rol de la gente comn.
A la hora de escribir, lo que yo
tena en la cabeza no era la c onstruc-
cin del personaje central, sino las vo-
ces, los comentarios, momentos ex-
plica Andruetto. Todo guardado en la
memoria. Mucha gente me ha pregun-
tado cmo fue el proceso de investiga-
cin de la novela, y la verdad es que yo
no investigu nada. Todo lo que apa-
rece es un registro muy fuerte de cosas
que han quedado a lo largo de los aos
en la memoria. Hay frases que escuch
en paradas de colectivos... Esas voces
de lo social son las que entraron en la
novela.
Tambin se ha hablado mucho
de la forma en la que hiciste entrar
esas voces...
A m me gusta explorar dis tintas
formas de escritura y La mujer en
cuestin es distinta a todo lo que he es-
crito. En general trabajo una bsque-
da de lo potico, y aqu eso est despla-
zado.
Es un registro despojado de es-
teticismo.
Exacto. Hay un trabajo de lengua-
je que busca la forma de un informe in-
cluso mal escrito.
Lo poco que sabemosTe planteaste el tema de la dicta-
dura al comenzar a escribir La mu-
jer en cuestin?
La nove la naci cuando descubr
que una de las constantes en mi escri-
tura es la precariedad del saber de los
seres humanos. Y otra cosa que apa-
rece bastante es la construccin de al-
guien a partir de las voces de los otros.
La idea primera de la novela era ha-
blar de una mujer desde los otros... pe-
ro no estaba la idea de hablar de la dic-
tadura. No tuve la voluntad de contar
algo sobre la dictadura... no es un te-
ma que est en el origen de mi pro-
duccin, pero siempre aparece. Creo
que es una aparicin genuina... no es
que yo quiera hacer una literatura de
la dictadura
Es que mi preocupacin no es lo tes-
timonial. Mi bsqueda siempre ha sido
una bsqueda de lenguaje. A m me pa-
rece que la literatura est ah, que la li-
teratura, si tiene algo para decir lo dice
ms en ese trabajo con las palabras que
en lo que manifiesta
en la superficie, lo di-
ce en esa articulacin
de forma y sentido
Y en tu caso,
acerca de la dicta-
dura, pareciera que
la literatura, si tie-
ne algo para decir,
siempre es en clave
de explicar el pre-
sente. Tomando la
poca como smbolo
y no como objeto de
estudio, por ejem-
plo. Puede ser?
Es eso, claro. Y cmo eso puede me-
taforizar otros mbitos. Yo creo que lo
que nos pas, eso que de algn modo
La cuestin de la participacin so-
cial en el horror dice Mara Tere-
sa Andruetto sobre el tema de la no-
vela que presentar el jueves, pero
no slo en la dictadura, sino en otras
cosas ms escondidas, del orden de
la devastacin poltica, econmica
y social, es siempre un tema muy
complicado. Porque la responsabi-
lidad social se diluye en la anoni-
mia. Y nadie quiere asumirla. Na-
die va a decir hoy cunto contribuy
a la devastacin nacional con la pri-
vatizacin de los recursos naciona-
les. Nadie va a decir yo tambin tu-
ve que ver. Nos cuesta eso. A m me
parece que ah hay una zona muy
interesante para la literatura.
Qu te interesa de esa zona?
Particularmente, me interesa el
comportamiento de la clase media,
que es mi clase, en cruce con el dis-
curso de las mujeres. Me interesa el
tema de la verdad, de que no hay una
verdad sino algo que se va corrien-
do. Y me interesa mucho la influen-
cia de lo macro en lo micro: me gus-
ta mirar lo pequeo, pero yo s que
eso est atravesado por lo que ocu-
rre a niveles ms grandes.
A m me gustaexplorar distintas
formas de escrituras yLa mujer en cuestines distinta de todo lo
que he escrito.
Nadie va a decir yo
tambin tuve que ver
construimos entre todos, que fue la dic-
tadura, est presente hoy no slo en la
realidad social, sino en el lenguaje mis-
mo, de distintas maneras. Y s, es el hoy
lo que me interesa, comprender mi
tiempo. Por eso nunca he trabajado
algn inters por la novela histrica,
por ejemplo. No me interesa un regis-
tro del pasado, no me interesa la con-
memoracin.
Ni la denuncia, que sera la ten-
tacin ms prxima
Claro. Siempre apareci con mucha
fuerza el trabajo con la forma: no es la
denuncia, no es el testimonio, no es el
registro fiel, sino el punto en el que los
discursos sociales refractan en lo lite-
rario. La escritura es poner en foco al-
go, bajar a lo pequeo, que es un per-
sonaje y ver que pasa. Y pasa todo. En
cada uno de nosotros pasa todo.
Cuando comienza a caer la tarde el
sol dibuja en las paredes de la casa de
Mara Teresa un montn de manchas
luminosas en las paredes. La casa es si-
lenciosa, y algunas palabras de la es-
critora parecen retumbar con un eco
especial. Cuando uno sale hacia la ca-
lle, el paisaje ya no parece el final de
nada, sino todo lo contrario. All don-
de el csped comienza a ser ripio, co-
mienza el viaje.
La fatalidad de los hechos
PRESENTACIN
La mujer en cuestin, de Mara TeresaAndruetto, ser presentada el jueves 11a las 19 en el TeatroReal (San Jernimo66). La novela acaba de ser reeditada porel sello Debolsillo, del grupo RandomHouse Mondadori.
ESTRENO
El sbado 13 a las 21.30 en la sala Azuce-na Carmona del Teatro Real (San Jerni-mo 66), el grupo Balbuceando teatro es-trenar la obra Dira nadie la ltimapalabra, dirigida por Julieta Daga. Se tra-ta de una adaptacin de la novela deMara Teresa Andruetto La mujer encuestin. Dramaturgia a cargo de MaraTeresa Andruetto, Florencia Cisnero,Alejandra Toledo y Ana Yukelson. ActanFlorencia Cisnero y Alejandra Toledo.Entrada general $ 20.
Est liberado a la fatalidad, di-
gamos.
Exacto. Y aparece porque eso atra-
ves toda mi vida. Y atraviesa la vida
de mi generacin. No me siento repre-
sentativa de nada, ni mis personajes
son representativos.
Son gente comn, por-
que a m me interesa
ver eso, cmo atra-
viesa determinada si-
tuacin a la gente
comn. Entiendo la
escritura como un ca-
mino de conocimien-
to, y en ese camino
aparece esto. Me sor-
prende tambin que
uno, pretendiendo ha-
blar de tal o cual cosa,
termine siempre ha-
blando de uno.
Aparece el tema, pero desde una
perspectiva que se aleja del testi-
monio.
La escritura es poneren foco algo, bajar a lo
pequeo, que es unpersonaje, y ver qu
pasa. Y pasa todo. Encada uno de nosotros
pasa todo.