12
CENTRO DE ESTUDIOS SOCIOL6cICOS .. LA SOCIEDAD CIVIL: DE LA TEORIA A LA REALIDAD Alberto j. Olvera coordinador Con la colaboraci6n de Andrew Arato Leonardo Avritzer Jean Cohen Guillermo de La Peiia Carlos SanJuan Enrique Serrano Maria Luisa Torres Roberto Varela i EL COLEGIO DE MEXICO

Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

\

CENTRO DE ESTUDIOS SOCIOL6cICOS

..

LA SOCIEDAD CIVIL:DE LA TEORIA A LA REALIDAD

Alberto j. Olveracoordinador

Con la colaboraci6n deAndrewArato

Leonardo AvritzerJean Cohen

Guillermo de La PeiiaCarlos SanJuanEnrique Serrano

Maria Luisa TorresRoberto Varela

iEL COLEGIO DE MEXICO

cbiblioteca
Text Box
Page 2: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

320.5120635678

La sociedad civil : de la teorfa a la realidad I Alberto J. Olvera,coordinador : con la colaboraci6n de Andrew Arato .., ret al.].- - M~xico : El Colegio de M~xico. Centro de Estudios Sociol6­gicos, 1999.362 p. : 21 em.

Trabajos del seminario Sociedad Civil, Movimientos Sociales ydemocracia. En El Colegio de M~xico. 1996.

ISBN 968-12-0914-1

I. Sociedad civil-Congresos. 2. Sociedad Civil-Brasil-Congre­sos. 3. Sociedad Civil-Mexico-congresos. 4. Organizaciones no guobernamentales-congresos. 5. Sociedad civil-.Participaci6n po Utica­Mc!xico-Congresos, 1. Olvera, Alberto J., coord. II. Arato, Andrew.

Portada: FotografIa de Adrian MendietaDisefio de Maria Luisa Martinez Passarge

Primera edicion, 1999

D. R. © £1 Colegio de MexicoCamino al Ajusco 20Pedregal de Santa Teresa10740 Mexico, D. F.

ISBN 968-12-0914-1

Impreso en Mexico/Printed in Mexico

INDICE

Presentacion, Francisco Zapata

Introducci6n, Alberto]. Olvera Rivera

Los modos de recuperaci6n conternporanea dela ideade sociedad civil, Alberto j. Olvera Rivera

Modernidad y sociedad civil, Enrique Serrano G.

:'(1..,a sociedad civil y la teorla social, Andrew AratayJean Cohen

Surgimiento, ocaso y reconstrucci6n del concepto desociedad civil y lineamientos para la investigacionfutura, Andrew Arata

"\- Modelos de sociedad civil: un anal isis de la especificidaddel caso brasilefio, Leonardo Aimtzer

.X Tendencias de la sociedad civil en Mexico: la puja delpoder y la sociedad a fin de siglo, Carlos SanjuanVictoria

Lis organizaciones del movimiento de mujeres en lareforma polltica, Maria Luisa Tarres Barraza

La sociedad civil desde la antropologfa polltica,Roberto HzreLa

Netas preliminares sobre la "ciudadanfa etnica", (EI caso

~de Mexico), Guillermo de La Peiia

EI nuevo asociacionismo latinoamericano y sus formaspublicas: propuestas para un disefio institucional,Leonardo Auritzer-

Conclusi6n, Alberto]. Olvera Rivera

9 /

11./

27

55

C(113

133

157

217

259

283

305

339

cbiblioteca
Text Box
Page 3: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

112 LA SOCIt::DAIJ CIVIL: DE LA TEORiA A LA REALIDAD

I,

It,

Honneth, McCarthy, Offe y Wellmer (cornps.), Habermas Festschrift, Suhr­karnp, Verlag, 1993.

Luhmann, Niklas, "Gesellschaft", SoziologischeAujkl.iimng, vol. I, Opladen,1970.

McCarthy, Fraser y Misgeld en New Gennan Critique, primavera-verano,1985.

ODonnell, Guillermo, Philippe C. Schmitter y L. Whitehead (eds.), Tran­sitions from Authoritarian Rule, cuatro volurneues, Baltimore, JohnsHopkins University Press, 1986.

Riedel, Manfred, "Gesellschaft, burgerliche", en Geschicluliche Grundbegriffe, Stuttgart, 1975.

Szucs, j eno, "The Three Historical Regions of Europe", en John Keane(ed.), Civil Society and the State: New European Perspective, Londres,Verso Press, 1988. .

SURGIMIENTO, OCASO Y RECONSTRUCCIONDEL CONCEPTO DE SOCIEDAD CIVIL

Y LINEAMIENTOS PARALA INVESTIGACION FUTURA

ANDREW ARATO

I

EI concepto de sociedad civil fue rescatado hace cerca de veinteanos por los crlticos neomarxistas del autoritarismo socialista,quienes, con este movimiento conceptual, revirtieron uno de lossupuestos fundamentales de Marx y, de esta manera, se volvieron"posrnarxistas". Es obvio que el concepto pudo haber sido prime­ramente revivido -aunque no fue asf- dentro de alguna tradici6nneo 0 post montesqueuiana, burkiana, tocquevilliana 0 incluso poralguna corriente laskiana, parsoniana 0 cualquiera otra de las mu­chas tradiciones intelectuales. Resulta sorprendente que los traba­jos pioneros de dicho rescate -los de Kolakowski, Mlynar, Vajda yMichnik, en el este; de Haberrnas, Leffort, Bobbio, en el oeste; deWeffort, Cardoso y O'Donnell en el sur- hayan tenido sus rakesen las propias tradiciones del discurso occidental neomarxista 0 entradiciones analogas. Para ellos el conocimiento de Hegel, eljovenMarx y Gramsci representaba un vinculo viviente con el uso delconcepto de sociedad civil y con la dicotornia Estado-sociedad, queeran, de diversasrnaneras, casi universales en el siglo XIX, peroque en el siglo xx practicamente desaparecieron en las cienciassociales y polfticas, asf como en la filosofia. En una etapa anterior;la tarea del marxismo occidental consisti6 en profundizar en lafilosofla social marxista, mediante un retorno a las rakes filos6fi­cas, y en revelar las conexiones entre un Marx rehegelianizado y

113

cbiblioteca
Text Box
Page 4: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

114 LA SOCIEDAD CIVIl: DE LA TEORiA A LA REALIDAD SURC1MIENTO. OCASO Y RECONSTRUCCI6N DEL CONCErrro 115

, "' f:

ciertos rrabajos muy especfficos de la filosofla y la teoria social nomarxistas, a saber, los de Weber. Sirnrnel, Croce y Freud. En esememento, conceptos tales como alienacion, fetichismo, reificaci6n,racionalizaci6n, represi6n y praxis ocupaban un lugar preponde­rante y el hecho de revivir el concepto de sociedad civil respondfaaparentemente a las mismas tendencias, dado que su presencia eneljoven Marxjustificaba el reexamen crftico y la apropiacion de lasideas de otro grupo de pensadores no marxistas, que comprendfandesde Tocqueville hasta Hannah Arendt. Sin embargo. esta vez, enlugar de utilizar 10 mejor contra 10 peor de Marx, la estrategiaconceptual centrada en la sociedad civil acudfa a Gramsci pararefutal' incluso al joven Marx a fin de reinventar un concepto quefuera capaz de senalar, en forma autocrftica, el origen mas tempra­no del giro autoritario que se habfa presentado en su propiatradici6n y que ofrecfa un vfnculo ab ovo con el socialismo deEstado, con las polfticas ..comunistas''. En resumen. el reclamo deljoven Marx en cuarito a que debfa acabarse con la separacion ydiferenciaci6n entre Estado y sociedad civil ahora se interpretabacomo el origen yjustificaciOn de la estatizaci6n marxista de todos losaspectos de la realidad social.

En un principio, el unico fruto de esta empresa fue una nueva,pero dificilmente imprevista conceptualizaci6n del totalitarismoen Francia y,'aun mas sorprendente, en Polonia y Hungrfa, pafsesque ciertamenre no eran ..totalitarios". Fue este un comienzo pocoprometedor, que pudo no haber producido sino un nuevo concep.to, crftico y polemico. Sin embargo, el hist6rico y notable exito delrescate del concepto de sociedad civil, en el cual tuve la fortuna departicipar, se debi6 a que este anticipo, coincidi6 e intelectualiz6una nueva estrategia radical, dual y reformism 0 evolucionariapara transformar a las dictaduras, que surgi6 primero en el este y,poco despues, en America Latina. la cual se basaba en la idea de laautoorganizaci6n de la sociedad, de la reconstrucci6n de vfnculossociales i~dependientes al Estado autoritario y delllamado a unaesfera publica aut6noma, ajena a toda comunicaci6n oficial, estatalo controlada por un partido. En este sentido, el concepto desociedad civil se torn6 un faro de orientaci6n. primero en Polonia;lueg?, ~urante u~ tiernpo, en Francia y. despues (quiza poriarnediacion de los iruelectual-, franceses) en Brasil, a 10 cual sigui6

un debate de mayor alcance en Europa del Este y en AmericaLatina. tras los primeros exitos de Solularidad y de la "apertura".En el curso de los an os ochenta, cuando menos en Hungrfa,Checoslovaquia, Yugoslavia (especialmente en Eslovenia), Rusia,Chile, Argentina y Mexico, otros desarrollos conceptuales avanza­ron de la mana del disefio de estrategias polfticas. En este proceso,las transiciones ocurridas anteriormente (en particular. las de Es­pana y Grecia), asf como los sistemas autoritarios que lograronestabilizarse con exito (sobre todo, China), fueron crecienternenteinterpretadas tanto por los participantes como pOI' los observado­res utilizando diversas variantes del concepto de sociedad civil. Enciertos paises, donde la transici6n habfa tenido exito, y la estrategiaintelectual habfa realmente desemperiado un papel politico, elconcepto de sociedad civil se convertfa ahora en un lugar comunperiodtstico, 10 cual fue especialmente cierto en el caso de Hun­grfa. Finalmente, hoy dfa muchas naciones occidentales con socie­dades civiles establecidas sostienen un debate muy amplio, cuyointeres central es encontrar nuevos loci de democratizaci6n poten­cial en las democracias realmente existentes, Ciertos te6ricos, comoHabermas, Lefort y Bobbio, anticiparon desde mucho tiempo atrasesta posibilidad, y Jean Cohen y yo pudimos contribuir a ello connuestro libro Civil SOcU/y and Political Theory (1992), asf como con lostrabajos que elaboramos en el curso de la decada pasada.

II

Pero ahora, unos pocos afios despues, las cosas han cambiado ydebo admitir que muchas de las nuevas dudas que han surgido hansido para mf motivo de preocupaci6n desde hace mucho tiempo.En primer lugar, en 10 que se refiere a la sociologfa general. resultapOl' dernas cuestionable que algo que no existe (id est, la sociedadcivil bajo el totalitarismo) pueda, pese a ello, contribuir a su propiaIiberaci6n. Y aun cuando las sociedades de tipo sovietico y, enespecial las de Polonia y Hungrla, no fueran totalitarias, tampocoeran sociedades civiles en el sentido de esferas de vida social,institucionalizadas y legalmente diferenciadas, como las describie­ron Hegel y Tocqueville, en particular. Por 10 tanto, uno debfa de

II

i.'II,

:1:

",I

!

~",._,

;\''I:.i

:1"

iF

cbiblioteca
Text Box
Page 5: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

116 LASOCIEDAD CIVIL: DE LA TEORJA ALA REALIDAD SURGIMIENTO. OCASO Y RECONSTRUCCION DEL CONCErTO 117

o)OrJ

l,

I

establecer una distinci6n conceptual entre las redes sociales, lassolidaridades y las relaciones informales, por una parte, y las es­tructuras mas formales e institucionalizadas de la sociedad civil,por la otra. Sin' embargo, tarnbien los movimientos, iniciativas,asociaciones y publicos autoorganizados, que ponfan en movi­miento a 10 social, eran diferentes tanto de las redes latentes deautonomfa social como de las sociedades civiles institucionalizadas,en la forma en que las conocemos en Occidente. Por elIo, en lugarde utilizar un concepto unico, uno se ve precisado a generar tresconceptos y despues vincularlos de una manera plausible e hist6ri-

~ ca. En nuestro libro hacemos esto, en parte, al distinguir a la

(

sociedad civil como movimiento y como instituci6n0ri_dopde elprim.ero serfa una especie de sociedad civi!J:;onstitUY~.I!.-.te que creaa la segunda, en tanto versi6n constituida e institucion~lizada. Noobstante;Tei relacI6n temporal entre estas dos formas no resulta deltodo evidente. Es claro que ciertas formas de institucionalizacionpermiten que resurjan ciertos movimientos e iniciativas que, a suvez, pueden 0 no aspirar a otro rompimiento institucional. Taldiferencia es contemplada en nuestra distinci6n entre revoluci6n y

I desobediencia civil. Esta ultima, vinculada a movimientos 0 inicia-

(

tivas sociales, representa los lfrnites externos de la accion colectivaque tiene lugar at interior de la sociedad civil, y es radicalmentedistinta de la sociedad civil, que se organiza como un movimiento.

Sin embargo, hoy en dla me doy cuenta de que, adernas de ladistinci6n entre sociedad civil como rnovirniento y como institu-cion, deb~mos rei~troducir algo similar al c~mcepto de DurkheimJ~ ~e 10 social ? al npo de redes presupuestas y construidas en la

lhteraturareclente sobre los movimientos sociales. Pero, aun cuan­do el vinculo entre los movimientos y 10 social es examinado endetalle por dicha literatura, todavla no contamos con una sociolo­gfa de la ley y los derechos, cuya precisi6n permita hacer 10 mismopara el caso de 10 social y la sociedad civil institucionalizada.

. En s~~ndo lugar, en 10 relativo a la polltica, la experiencia delas transicionss en aquellos palses que presentan los movimientose. i~iciativas sociales mas activos nos ha ensenado que la sociedadCIVIl, ya sea al interior de una estrategia de autolimitaci6n 0 incluso

\de un.a estrategia revolucionaria, ~ puede producir por sf sola uncambio en los regtmenes. En el caso de las revoluciones, desde hace

mucho tiempo sabemos que en todas las revoluciones modernas,cuando ocurre la lucha flsica por el poder, la acci6n acaba porquedar en manos de elites que son 0 han lIegado a ser hostiles a laautoorganizaci6n desde abajo. Y tambien sabernos ahora que in­cluso en el caso de las transiciones posrevolucionarias (revolucio­nes en contra de la Revolucion y que no son contrarrevoluciones):e presenta un ~iro en la.acci6n hacia las e~it~s pollticas, las contra- ) Qk .elites 0 los partidos POlitICOS. Son ellos los Ul1lCOS que pueden lIevar C>

a cabo las tareas estrategicas de la negociaci6n, el trato y el disefio ,de pactos con las elites que detentaban el poder bajo el regimen .anterior. Como 10 indica unjuego te6rico con un modelo de cuatroactores, disenado por Adam Przeworski; durante dicho proceso lasociedad civil puede ser considerada un actor, pero es importantepara las elites politicas y, supuestamente, para el exito de lasnegociaciones, que la sociedad civil sea deslllOYilizackl en el cami-no tendente a un pacto para la realizaci6n de elecciones dernocra-ticas. ~~

Siguiendo una sugerencia de Alfred Stepan, adoptamos ladistinci6n entre sociedad civil y sociedad polltica (que ya se en­cuentra en Tocqueville) para utilizar los dos niveles de asociaci6nque estan presentes en las transiciones y, como ahora 10 vemos,tarnbien en las sociedades democraticas, en general. No obstante,a diferencia de la mayorta de los estudios relativos a las transi­ciones, nosotros no consideramos que el giro de la sociedad civilhacia una sociedad polltica, que ocurre en el proceso del cambiode regimen, conduzca inevitablemente al desmantelamiento yatomizaci6n de la esfera civil. De hecho consideramos que la es- )tabilizaci6n de la democracia, y sus posibilidades futuras de demo­cratizacion, dependen del desarrollo de una relacioncornpleja ydual entre 10 civil y 10 politico. Mas aun, creemos que debe distin­guirse entre: 1) la 'sociedad econ6mica, basada en formas de pro­piedad, y una asociaci6n puramente econ6mica; 2) la sociedadpolltica, sustentada en el sufragio y en partidos polfjicos, y lasociedad civil, basada en los derechos a la cOJ!lunicaci6i1: y 3) lasasociaciones y movimientos civiles. EI resultado de esto es el mode­10 de cinco partes con el que reemplazamos al dualismo tradicionalEstado-sociedad. Por desgracia, no podemos afirmar que hayamosresueIto el problema sobre las formas posibles y deseables de

cbiblioteca
Text Box
Page 6: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

118LA SOC1EDAD CIVIL: DE LA TEORiA A LA REALlDAD

u :

"

SURC1M1ENTO, OCASO Y RECONSTRlJCCI6N DEL CONCErTO 119

~'

interacci6n entre los cinco niveles, de las cuales, sin embargo,consideramos que depende el futuro de la democracia.

En tercer lugar, en 10que concierne a la metodologfa del ana­Iisis de los conceptos, la noci6n de sociedad civil sigue estando plaga­da de ambigiiedades. Aun despues de diferenciarla de la sociedadpolitica y econ6mica -10 cual no deja de ser cuestionable- siguesin quedar claro que es 10que presupone la dimensi6n de sociedadcivil. Nosotros mismos siempre hemos hablado de asociaciones y

Ipublicos, estabilizados por los derechos fundamentales (de asocia-

Icion, reuni6n, expresion, prensa y privacidad) y que operan deacuerdo con una 16gica normativa de coordinaci6n de la acci6ncomunicativa, en el sentido de Habermas. y de acuerdo con unaidea temprana de este autor; tambien destacamos la pluralidad delos publicos, Sin embargo. esto suscita el problema de que existenciertos publicos, en lasdistintas esferas de la sociedad, en la ciencia,el arte, el derecho, la religion, etcetera, en los cuales la admisi6nno puede ser democranca, si bien es en ellos donde ocurre unagran parte de la comunicaci6n social relevante. Mas aun, dichasasociaciones no se encuentran en un solo nivel: el tamano, lalogica, la magnitud temporal y espacial y eI papel politico de losgrupos informales, las asociaciones voltmtarias, las organizacionesde especialistas y profesionales. los grupos de presi6n, entre otrosaspectos, son diferentes. Y estes a su vez, difieren de los movimien­tos --que son internamente distintos seglin su nivel de organiza­cion->, el numero de asuntos en los que se enfocan, su tipo deinteres, la conformaci6n de su identidad y la necesidad de autoex­presion, etcetera. Obviamente, existe una literatura sociol6gicaespecializada que estudia las diversas forrnas de vida de los grupos ymovimientos, pero tarnbien deberfa de haber otra (aunque noexiste) que tratara sobre los diferentes tipos de publicos. Aquf surgeuna pregunta inevitable: (que objeto tiene englobar a este comple­jo c°rDunto de conceptos bajo el terrnino de sociedad civil?

Por supuesto, podria plantearse la misma pregunta respecto ala economfa y al Estado. Pero, en estos casos los conceptos dedinero y poder (politico) sefialan c1aramente los contornos de ladiferenciaci6n. Si bien, en nuestra opini6n, la 16gica de la coordi­naci6n de la acci6n comunicativa --como'la reconstruye Haber­mas- resolvi6 en principio el problema, respecto de la sociedad

civil, cuando miramos nuestro modelo de cinco partes surgennuevas dificultades. Asi, por ejemplo, c:acaso la sociedad polttica yecon6mica, sus parlamentos y consejos de administraci6n, puedene1iminar la libre comunicaci6n? c:Acaso las asociaciones de la socie­dad civil pueden prescindir del dinero y el poder? De no ser asl,cse trata en ambos casos de un asunto de principios 0 bien de unasunto de mero grado, a medida que nos desplazamos entre 10civily 10 polftico? Utilizar la categorta de sociedad civil, en nuestroamplio sentido, supone en principio tal diferencia, y por tanto, laprimacia de la coordinaci6n de la acci6n comunicativa en una vastagama de instituciones constituye eI fundamento para la unidad dela categoria de sociedad civil. Por desgracia, s610 hemos podidoilustrar este punto con unos cuantos ejemplos importantes. Algu­nos de ellos son los limites temporales, sociales y sustantivos quepresenta la comunicaci6n parlamentaria, en comparaci6n con losprocesos de comunicaci6n, abiertos e irrestrictos, que son posiblesen las familias, las universidades y los medios de comunicaci6nsocial. Otro ejemplo es la naturaleza c1aramente patol6gica deaquellas farnilias, diarios, universidades, etcetera, cuyo prop6sitoprimario (no secundario) es acumular dinero 0 poder para susmiembros, en contraposici6n a las directivas de corporaciones 0 alos partidos politicos.

- Sin embargo, la unidad de la sociedad civil s610 es aparentedesde un punto de vista normativo. Es claro que existen muchasasociaciones de la sociedad civil en las que eI dinero y el poderconsrituyen su verdadera raz6n de ser. y tambien existen partidospoliticos que se comportan como movimientos sociales y buscan,por ejemplo, incorporar una 16gica antiburocratica y plenamentedernocratica, Aunque en este ultimo caso ciertos argumentos fun­cionales, con predicciones espedficamente emplricas (como la leyde hierro michelsiana sobre la oligarquta), pueden dar ejemplo delas dificultades que ello implica. Por 10 tanto, es posible decir quesi las instituciones de la sociedad civil no se diferencian desde unprincipio como tales, fracasaran 0 bien se transforrnaran en unadirecci6n estrategicamente relevante. No puede afirmarse 10 mis­mo desde el punto de vista del campo de la sociedad civil, aunquemas alia de un cierto punto del camino (cuya ubicaci6n exacta nopuede ser dernostrada a priori), la "colonizaci6n del mundo de

.,

I

i't

cbiblioteca
Text Box
Page 7: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

120 LA SOCIEOAD CIVIL: DE LA TEORLA A LA REALlDAD SURGIMIENTO. OGASO Y RECONSTRUCCION DEL CONCEl'ro 121

vida" podria tarnbien conducir a la fractura de la integraci6nsocial. En tal virtud, 10 unico que nos queda es un criterio norma­tivo y crltico, que hasta cierto punto sigue siendo contrafactual.

En cuarto lugar, sin embargo, el concepto de sociedad civilplantea problemas tarnbien en 10 relativo a la teorfa normativa.Aqut, podrfamos preguntarnos que es 10 que una noci6n que reuneconceptos liberales y dernocraticos -es decir, los de los derechos yla participaci6n- aporta al liberalismo y a la teorfa dernocratica.Un problema similar plantea la aparente diferenciaci6n entre losenfoques democrataliberal y republicano, en la categorla centralde la esfera publica. Es posible arguir que, en aislamiento analftico,el liberalismo, la teorfa dernocratica y el republicanismo puedendesarrollar sus conceptos especfficos de una manera mas distintiva,rica y rnenos contradictoria. Por otra parte, las contradiccionesentre estas posturas no debieran ser disimuladas empleando for­mas de conceptualizacion analfticamente menos diferenciadas.Sin embargo, en nuestra opinion es evidente que las tres pers­pectivas norrnativas solo son contradictorias si se siguen ciertasinterpretaciones de cada una de elias. El concepto de sociedad civildefinitivamente ayuda a hallar interpretaciones delliberalismo, lademocracia, e incluso, el republicanisino que hacen en efecto com­patibles a estas filosoflas polfticas.

Nuestro enfoque, consciente de las posibles dificultades, pro­pone una slntesis entre las filosoffas politicas, Por supuesto, dichoenfoque sigue dependiendo de la forrnacion de conceptos en lafilosoffa polftica y legal y no pretende desplazar a la reflexi6n filo­s6fica, pues para ella el concepto de sociedad civil resulta dernasia­do empfrico y sociologico y permanece muy cerca del discurso delos actores politicos. Esto, sin embargo, suscita otra y quiza masgrave objeci6n: cacaso no debieran diferenciarse estrictamente lascuestiones normativas, filosoficas y empfrico sociol6gicas? Los ar­gurnentos neokantianos y otros razonamientos analftico filosoficosrelacionados con ellos sf requerirfan de tal diferenciaci6n, comotarnbien una teorfa sociol6gica precisarfa de una distincion radicalentre los subsisternas, incluidos los de la ciencia y la filosoffa. Noobstante, por importante que resulte la diferenciacion analfticadesde un punto de vista puramente teorico, en la perspectiva de laacci6n es importante plantear interrogantes que establezcan un

vinculo entre los distintos campos. En primer lugar, la evolucionde la teorfa polltica, incluso de la teorfa dernocratica, puede consi­derarse un fin en sf mismo. Pero, desde el punto de vista de losactores, la pregunta principal siempre debe referirse a las posibili­dades de institucionalizar la desiderata normativa, que de estamanera se transforma en proyectos. E inversamente, en' muchascircunstancias ernplricas, los actores que buscan una orientaci6ndeben acudir tanto a los diagnosticos cientffico sociales como a losargumentos normativos. Pero para que estos les sean de utilidad,deben estar mediados por una teorfa de nivel medio que, por unaparte, haya buscado una respuesta a las interrogantes sobre laposible institucionalizacion y, por la otra, se exprese a sf misma enun lenguaje mas cercano al de los propios actores. En ambos casosla teorfa de la sociedad civil ofrece importantes premisas, quepermiten la movilizacion empfrica de los conceptos norrnativos,sin un exceso de utopia (que sin duda provocarfa una teorianormativa no mediada) 0 una relacion acrftica con' la realidadpolftica empfrica (que resultarfa de ignorar por completo las pers­pectivas normativas).

Por ultimo, si bien aceptamos hasta cierto punto el reclamoque exige diferenciar los subsistemas de la ciencia, la filosoffa y lapoiftica, rechazamos la idea a la Luhmann de que no puede existiruna comunicacion entre estas esferas. De hecho, insistimos en laposibilidad de cornunicacion entre todos los publicos especializa­dos y expertos. Para ello es preciso que existan esferas publicas nodiferenciadas y no especializadas, en las que pueda darse unacomunicaci6n relevante sobre asuntos de interes comun. El propioLuhmann admiti6 que este tipo de publico existi6 durante elperiodo de la Ilustraci6n. Pero, aunque de diferentes formas,menos totalizadas y mas complejas, tales publicos siguen presenteshoy en dla en los medios de comunicaci6n y en las universidades,por solo mencionar dos contextos esenciales. Dicha esfera publicaconstituye hoy en dla tanto un componente como una premisasociologica basica para emplear la categorfa de sociedad civil.Necesitamos conocer mucho mas sobre su estructura y su relacioncon los publicos expertos, asf como con los publicos de la sociedadpolftica y econornica.

cbiblioteca
Text Box
Page 8: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

122 LA SOCIEDAD CIVIL: DE LA TEORlA A LA REALIDADSURCIMIENTO. OCASO Y RECONSTRUCCI6N DEL CONCEPTO 123

III

Hernos esbozado algunas de las principales objecione,s te~ricasactuales al empleo del concepto de sociedad civil y las direccionesen las que puede uno enfrentarlas. Pero serla un ~'ave er~o,rsuponer que las crfticas al uso del concepto de sociedad cIVIlsolamente son de caracter te6rico. En Europa Central y del, Este,en donde el concepto aun representa un foco polltico esenclal, deorientacion, muchas de las objeciones y crfticas tienen una m~t1va­ci6n polftica. Y no me refiero t~n s610 a los d~fensores del regimenautoritario 0 a personas que sienten nostal.gla pOI' ~I pasado. Lasobjeciones mas fuertes provienen de antl~os ah~~os, que enalgun momenta lucharon pOI' liberal' a la socle~ad CIVIl. .

En la f6rmula dualista para la reconstruccion de la sociedadcivil, una sociedad unificada se lanzaba a combatir a un inmutableEstado-partido, que era su enemigo; "nosotros" contra "ellos". Ental escenario, no s610 era sencillo sino tambien necesario quetendencias ideol6gicas muy diversas se unieran al bando de unmovimiemo social unificado, autolimitante, para poder tener unaparticipaci6n en la polltica. No s610 los universalistas, los reformis­tas, los radicales y los socialdem6cratas: sino tarnbien los naciona­listas, los revolucionarios, los economistas liberales, tuvieron queunirse a la lucha pOI' obtener posiciones institucionales ventajosa,para todos los otros proyectos, de corto 0 largo plazo, pero siernpredentro de ciertos limites que no permitfan perseguir unicamenteel programa ideol6gico personal. Sin embargo, habia muchosreparos, que finalmente salieron a la luz en la esfera publica libre,en Polonia, tras el debilitamiento de Solidaridad: el programaorientado hacia la sociedad civil resultaba demasiado colectivistapara los economistas liberales; demasiado cosmopolita para losnacionalistas; demasiado defensivo para los revolucionarios; de­masiado liberal para los representantes neomarxistas de los intere­ses de clase; demasiado populista para los realpolitiker, Y una vezque desapareci6 el enemigo, todas estas tendencias se volvieronunas contra Otras, as: Como contra el propio programa y losdefensores de una sociedad civil democratica, el cual podrfa haberconstituido una base minima de consenso 'entre muchos de ellos,La revuelta populista contra el gobierno de Mazowiecki y la refor-

rna de Balczerowicz, asf como los fen6menos Walesa y Tyminski,pOI' una parte, y la anterior fragmentaci6n del sistema polaco departidos, pOI' otra, fueron las dos partes de un complejo en el cualpartidos, sin esperanza de un consenso, fragrnentaron el espaciode la politica, confrontando a una sociedad autodemocratizadoraque se volvio populista, carente de canales civiles de participaci6n.

En Hungrfa, pOI' supuesto, el programa orientado hacia lasociedad civil nunca se correspondi6 con un movimiento unico yunificado. La sociedad hungara posterior a 1956 ha sido demasia­do apatica e individualista para esto. Sin embargo, en una formamodificada, y eventualmente mas sofistificada, la oposici6n dem6­crata hungara, conducida pOI'Janos Kis en torno al diario Beszeld,adopt6 el modelo del "reformismo radical", cuyo objetivo centralera la reconstruccion desde abajo de la sociedad civil y de unaesfera publica independiente. Hacia 1988 surgi6 un numero ex­traordinario de grupos independientes a partir de una diversidadde coaliciones, complejas e interrelacionadas, todas las cualesenarbolaban la bandera centroeuropea de una sociedad civil de­rnocratica que luchaba poria democratizaci6n polttica y el esta­blecimiento de una economia de mercado, genuinamente moder­na. Todavla en las elecciones de marzo de 1990, 55% de la pobla­ci6n vot6 pOI' los partidos que surgfan de esta tradici6n. Si sehubieran unido en torno a un primer gobierno de transici6n,Hungrfa seria hoy en dfa un mejor pats, con un gobierno masfuerte, con una cultura menos dividida, con un mayor avance haciauna economla de mercado y tal vez con una sociedad civil menosamenazada.

Pero esto no ocurri6, debido en parte a que la teorfa polfticafall6. En lugar de enfocarse a alcanzar su propio proyecto, losparticipantes centraron su atenci6n ya sea en el presente de Euro­pa 0 en el pasado de Hungrfa, como los unicos modelos dignos deimitarse. Pero tarnbien en Hungrfa result6que algunos que en1988 eran amigos de la sociedad civil, en 1990 ten fan ya agendassupuestarnente incompatibles. Creo que muchas de las objecionesintelectuales al empleo de la categorfa de sociedad civil son, pOl'10general, reflejo de una 0 mas de elias. A los revofucionarios -quie­nes deseaban purgar y castigar-, la idea de una revoluci6n auto­limitante les parecta demasiado restringida, y la orientaci6n hacia

i:

I'. ;1'

!'I!

I ·l

I"

i,t ::i ~

:I

(1IIIII~ I!i,

cbiblioteca
Text Box
Page 9: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

la sociedad civil demasiado legalista y gradual. Para los nuevospoliticos profesionales, el hecho de mantener canales de comuni­caci6n abiertos con grupos ajenos a los partidos y parlamentos eracontrario a su estrecha nocion de democracia, que se derivaba notanto de los ideales occidentales sino de la practica dernocratica delas elites occidentales. Asirnismo -dicho con cinismo--, una talpoHtica hubiera amenazado el nuevo monopolio de poder queimaginaban. Por su parte, los economistas liberales --quienes sevefan a sf mismos como burgueses-, luego de haber manifestadoen sus panfletos que la sociedad civil era el unico entorno posiblepara una economla de mercado, consideraron que esa sociedad desindicatos, ecologistas, asociaciones de consumidores, etcetera, eraun lujo que solo podfan darse las economlas con mercados ~desa­rrollados, y que, por 10 pronto bastaria con una sociedad civilminima, organizada en torno a la proteccion de la propiedad; portanto, se aliaron con. los dem6cratas de elite que desean mantenera la polftica aislada de .las influencias sociales, Ninguno pareceestar consciente de que la tenue legitimidad adquirida medianteuna elecci6n dernocratica no bas tara, por sf sola, para una pobla­ci6n que sufre graves dificultades econ6micas. Por otra parte, losnacionalistas anhelan la imaginada comunidad de todos, pero aunviven en situaciones del pasado y no en las comunidades reales queconfrontan los retos del proximo siglo. La que ellos mas temen sonlos valores posmateriales rnodernos inherentes a los nuevos movi­mientos sociales, Junto Con los defensores de la clase obrera,tienden a canalizar la protesta social, inconsciente 0 deliberada­mente, en direcciones populistas, como se observa en el caso de losPequenos Propietarios (FKGP), unico partido de una sola clase de lasociedad hungara, y en el del sindicato ex oficial (MSZOSZ), plena­mente revivido, que ahora desempena un papel preponderante enel partido socialista (MSZP).

Lo que tienen en cornun todos estos discursos politicos es lameta de reemplazar el discurso y la poHtica de la sociedad civil porforrnas de pensamiento que ya en el pasado quedaron desacredi­tadas. Sin embargo, su fuerza sumada tuvo el efecto de alterar latendencia principal de desarrollo del concepto de sociedad civil,en particular al intertof de las elites intelectuales de los pafses deEuropa Central, como Hungrfa y Polonia. Incluso entre los intelec-

IV

tuales de enfoque social liberal, que antiguamente representabana las oposiciones dernocraticas, hoy en dla el uso de la categorfa desociedad civil es esporadico y siempre determinado por considera­ciones tacticas. Y aun durante la gran batalla por la liberaci6n delos medios de comunicacion que tuvo lugar en Hungria, la catego­ria de sociedad civil, que hubiera podido oeupar un sitiocentral,tuvo una presencia muy inferior a la que se hubiera imaginadoalgunos afios antes.

125

No pretendo en este trabajo describir la subsecuente propagaci6n(muy amplia en Hungrfa) del concepto de sociedad civil a 10 largode Europa Central y Oriental, frente a las crfticas provenientes dediversos medios. Tampoco puedo abordar los detalles socio16gicoso polfticos del caso hungaro, en donde la vida de las asociacionesy las iniciativas clvicas siguieron desarrollandose luego de la tem­prana "partidizacion" de la vida social, y en donde surgieron variosimportantes movimientos, tanto de izquierda como de derecha, apartir de las transiciones. A la fecha, los trabajos emplricos quedemuestran y analizan estas tendencias son muy escasos, S610 pue­do presentar aqui mis impresiones generales sobre el Estado queguarda actualmente el diseurso sobre la sociedad civil, euandomenos en Hungria. Me parece que, aun cuando es cierto quemuchas de las personas que primero emplearon el terrnino parareferirse a su orientacion polltica han dejado de hacerlo, el empleode la categorfa se ha difundido mas que nunca. No pasa un dia en \el que no aparezcan arnculos en los diaries que analizan la situa­ci6n de la sociedad civil 0 que hablan desde la perspectiva de laesfera civil, ya sea que su interes se enfoque en el gobierno local 0

en las asociaciones voluntarias, en las organizaciones locales 0 na­cionales para el logro de intereses comunes, en las institucioneseducativas 0 culturales. Y son dos los contrincantes que los actoresde la sociedad civil parecen tener en la mira, a saber, los partidosque dan la impresi6n de querer monopolizar la vida organizacio­rial, y el gobierno, que de nuevo esta mostrando tendencias auto-

SURG1M1ENTO. OCASO Y RECONSTRUCC16N DEL CONCEPTOLASOCIEDAD CIVIL: DE LA TEORLA A LA REALIDAD124

cbiblioteca
Text Box
Page 10: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

126 LA SOCI EDAD CIVIL: DE LA TEORiA A LA REALI DAD SURCIMIENTO, OCASO Y RECONSTRUCCI6N DEL CONCEPTO 127

ritarias y centralistas, En ambos casos, el rescat~ de la sociedad civily de su discurso tarnbien revela un ses~o cuestionable. Respect~ alos partidos, no siempre resulta claro Sl los ~e~ensores de la SOCl~­

dad civil pretenden complementar 0 sustituir ala. dernocraciapariamentaria. Y si bien es cierto que los actores politicos pa~t~d,s­

tas -que aun no crean los suficientes canales ~ara permltl~ laentrada en la polltica a las organizaciones juridicarnente p~lva­

das-, primero deberian de culparse a ellos misrt.I0s por ~a actitudantipolitica que prevalece en la sociedad, tarnbien es cierto quemuchas de las formas de protesta civil han contribuido a la desa­fortunada tendencia que devalua a las formas pariamentarias y ala competencia entre partidos. Cuando menos en una de s~smanifestaciones, ellenguaje de la sociedad civil ha llegado a servira algunos de los nuevos populismos, si bien las premisas socialesde una sociedad civil dernocratica siguen siendo incompatibles conla politica populista.

Las formas de protesta civil parecen menos ambiguas en 10quese refiere al nuevo autoritarismo del gobierno, que en Hungrfa seexpresa en sus politicas culturales y de comunicaci6n, en su actitudhacia el disentimiento, en su enfoque centralizador respecto delgobierno local y en su deseo de omitir, en la medida de 10 posible,toda consulta a las organizaciones interesadas. Obviamenre, elreclamo poruna menor presencia del Estado y una menor centra­lizaci6n es del todo compatible con la necesidad de un gobiernofuerte. Y sin embargo, el papel que actualmente desemperian laCarta Dernocratica, el Club de Publicidad y el Foro Independientede j uristas, que nos rernite a actividades similares que tuvieronlugar durante las ultirnas etapas del regimen comunista. suscitade nuevo la interrogante de si la polftica, basada en la sociedadcivil, s6lo results relevance en el caso del autoritarismo guberna­mental, y si serfa innecesaria si se consolidara una democracialiberal.

En nl:lestro trabajo intentamos demostrar la complementarie­dad de las politicas orientadas hacia 10 civil y hacia los partidos, yla necesidad de concebir la arnpliacion (e incluso defensa) de losderechos y la democracia como proyectos permanentes. aun bajoformas democraticas de gobierno. En lugar de volver a presentarestas tesis, me parecerfa mas provechoso en este momento, hacer

una lista de algunos de los proyectos de investigaci6n mas impor­tantes que pudieran contribuir a alcanzar dichas metas, Cada unode estos proyectos, si se realizara, ayudarfa a diferenciar analltica­mente las dimensiones del estudio de la sociedad civil, y podrlaservir a cualquier iniciativa futura, intelectual y polltica, que desea­ra orientarse nuevamente a los problemas inherentes a la demo- .cratizaci6n de la sociedad civil. Las siguientes areas problernaticasresultan cruciales en este memento.

El problemade la Iegitimidaddemocrdtica

Requerimos de estudios que sean capaces de analizar la diferenciaentre la legitimidad dernocratica que resulta de las condicioneslegales y procedimentales de la politica electoral y parlamentaria,y los "procedimientos'', mas generales, de una esfera publica demo­cratica, en la cual puede participar una nutrida red de asociacio­nes. Debemos tener la capacidad para distinguir ernpfricarnenteentre los tip os, niveles y duraci6n del apoyo otorgado a los gobier­nos sobre la base de los procedimientos especlficos de la sociedadpolitica, y los propios del publico civil, que son mas abiertarnentedemocraticos.

Los problemas del constuucionalismo

Tenemos que estudiar el papel que puede desemperiar la sociedadcivil, asi como sus asociaciones y publicos, en la elaboraci6n de unaConstituci6n, en la estabilidad de las constituciones y en la creaci6nde un patriotismo constitucional, Asimismo, debemos examinar,de manera abierta pero crttica, si acaso, y en que medida, lasconstituciones pueden tambien hacerse constituciones de la so­ciedad civil. mediante a) la creaci6n expllcita de canales de par­ticipaci6n, y b) el reforzamiento de las asociaciones civiles quesean politicarnente relevantes, regulando su vida interna y limitan­do las formas en las cuales estas buscan ejercer una influenciapolftica.

!

cbiblioteca
Text Box
Page 11: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

128 LA SOCIEDAD CIVIL: DE LA TEORiAA LA REA.LIDAD SURGIMIENTO. OCASO Y RECONSTRUCCI6N DEL CONCEPTO 129

.•

Los problemas de La maquinaria de La democracia

Sabemos que la democracia representativa existe de diferentesmaneras. No obstante, desconocemos en gran medida la relaci6nque existe entre, por una parte, las variedades consensuales, plu­ralistas y mayoritarias, el presidencialismo y el parlamentarismo,el federalismo y el Estado unitario, y por otra, el desarrollo deasociaciones y publicos como elementos activos de la conformaci6nde la voluntad. Hoy en dfa existen muchas combinaciones posi­bles de instituciones democraticas, y debemos dcscubrir las conse­cuencias que pueden tener algunas de esas combinaciones sobre lasociedad civil. Aparece aquf un amplio espacio tanto para la compa­raci6n empfrica como para las propuestas creativas sobre el disefioinstitucional. Ala fecha existen muy pocos argumentos normativosrealmente convincentes, para preferir ciertos tipos y combinacio­nes de democracia sobre otros. Hay razones para confiar en que elenfoque de la sociedad civil puede ofrecer dichos argumentos.

La relacum entre La sociedad politica y La sociedad citnl

EI gobierno local y los partidos polfticos nacionales se asemejan (demuy diversa manera) a las asociaciones de la sociedad civil. Ya enel siglo XIX, Tocqueville analiz6 largamente las relaciones recfpro­cas entre estas formas. Hoy en dfa no podemos trabajar con sutajante, y contraste ideal tfpico entre la cultura polftica civil ydescentralizada de Estados Unidos, y la cultura poHtica casi military centralizada de Francia. Debemos descubrir el efecto que sobrela sociedad civil tienen distintos modelos de gobierno local ydiversos sistemas de partidos. En el caso del gobierno local, serlairnportante documentar las oportunidades polfticas que ofrece ladescentralizaci6n a la vida de las asociaciones. Pero tambien debe-

"mos examinar si un localismo extrema podrfa provincializar a lasinstituciones civiles, cuya teleologfa es hoy en dla translocal 0incluso transnacional. En el caso de los sistemas de partidos,tenemos que analizar el efecto del rnimero de partidos, su nivel ytipo de polarizaci6n y su estructura organizativa sobre diversosmodelos de vida de las asociaciones. Debernos tener presente y

documentar los efectos de dos formas de diferenciaci6n: la politi­zaci6n partidista de la vida civil -que es posible tarnbien enmarcos multipartidistas-s-, y la penetraci6n de la sociedad poltticapor los movimientos y publicos de la sociedad civil.

Medios de comunicacum

Es preciso retomar el problema de los medios de comunicaci6ncomo un asunto primordial para los interesados en la esfera publi­ca democratica, Conocernos, desde la escuela de Frankfurt, y pesea la parcialidad de su analisis, los problemas que la mercantiliza­ci6n y la comercializaci6n plantean a la libre comunicaci6n. Perotarnbien sabemos que la penetraci6n y el control gubernamentalestransforman a los medios en correas de transmisi6n pollticas. Enmi opini6n, una mayor investigaci6n dernostrarta que la opci6n noes entre los productos culturales y la propaganda. La propiedadestatal y el apoyo corporativo no necesariamente implican la su­bordinaci6n de la esfera publica. Debemos comparar los diversosmodelos disponibles de medios publicos de comunicaci6n, y exa­minar en que forma. los insumos legales y monetarios del Estado,y la economta, pueden ser absorbidos, de tal suerte que se preser­yen las fronteras de un publico independiente. Mas aun, existe lanecesidad de estudiar la relaci6n "delos publicos, profesionalmentediferenciados, con aquellas formas de comunicaci6n publica en lasque las propuestas y argumentos provenientes de campos especia­lizados puedan ser discutidos sin restricciones profesionales. EIpapel que los medios publicos de comunicaci6n podrfan desernpe­fiar en tal publico civil indiferenciado debe ser demostrado.

Reconstruccum y descentraliiacum deL Estado de bienestar

Ahora debemos echar una mirada al problema de la reconstruc­ci6n y descentralizaci6n del Estado de bienestar. Sabemos que nos610los palses pobres sino tambien los ricos son incapaces de seguirfinanciando las pollticas sociales en la forma centralizada tradicio­nal. Mas aun, los negatives efectos secundarios de la intervenci6n

cbiblioteca
Text Box
Page 12: Andrew Arato_Surgimiento, ocaso y reconstrucción del concepto de sociedad civil y lineamientos para la investigación futura

Globalizacion de la sociedad civil

Por ultimo, debemos exarninar el problema de la globalizaci6n dela sociedad civil. Es evidente que la mayorfa de las organizacionesmas imponanres de la sociedad civil son de caracter global. Esro esespecialmente cierto en el caso de aquellas dedicadas a esrablecerlos parametro, basicos de la sociedad civil, es decir, los derechoshumanos. De igual forma, todos los publicos civiles genuinos son,hoy en dla, de caracter iriternacionaL Tenernos que estudiar lasrelaciones entre las asociaciones y publicos globales, y las socieda­des y culturas locales, asf como entre los estados nacionales y lasorganizaciones gubernamentales internacionales.

Ciert~mente, no pienso que estas siete areas de investigaci6nsean las unicas relevantes para aquellos que desean convertir lateorfa de la sociedad civil en un conjunto mas diferenciado deinstrumentos analiticcs, que resulte mas plausible, des de el puntode vista intelectual, en las decadas por venir. Sin embargo, estoy

burocratica han sido serialados con raz6n por los crfticos delEstado de bienestar, A la vez sabemos que la comercializaci6n yprivatizacion de los servicios sociales no pueden satisfacer lasnecesidades existentes de una forma suficienternente igualitaria.Por 10 tanto existen buenos rnotivos para considerar seriarnente laspropuestas relativas a la reorganizaci6n de las politicas sociales, yla reasignaci6n del financiamiento gubernamental a las iniciativasindependientes para la institucionalizaci6n de la rnutualidad ysolidaridad desde abajo. A la fecha hay evidencias en los pafsesdesarrollados, como Alernania, y en otros con una gran pobreza,como Brasil y Peru, de que la reorganizaci6n de las politicassociales en torno a la sociedad civil puede dar por resultado no s610una redistribuci6n mas econ6mica y efectiva de la riqueza, sinotarnbien enaltecer el sentido del orgullo y la participacion civicas.LO' que debemos averiguar es el alcance posible de tales activida­des, y. I~s formas de relacion entre la legislaci6n gubernamenral yla a~tlVldad aut6noma, que sertan necesarias para que esta ultimano sirva solamente a unos cuantos grupos privilegiados dentro delmapa de las privaciones.

:!

(;·:r

rrI

'i,"I'"

\1'11

j

131

Traducido por ALBERTO J. OLVERA

seguro de que obtener resultados favorables tan solo en estas areas,significarfa un gran avance hacia la legitimaci6n del concepto desociedad civil en las discusiones de las ciencias sociales. En efecto,la obtencion de resultados positivos, en cualquiera de dichas areas,constituirla una enorme contribuci6n para quienes ya estan parti­cipando en la polltica de la sociedad civil y desean comprendermejor el significado de sus propias acciones.

SURGIMIENTO. OCASO Y RECONSTRUCCI6N DEL CONCEPTOLA SOCIEDAD CIVIL: DE LA TEORiA A LA REALI DAD130

cbiblioteca
Text Box