Upload
laogoth
View
39
Download
1
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Recopilación de información y resumen de los ambientes Fluviales de Sedimentación.
Citation preview
INTRODUCCIÓN
De manera general, el término de AMBIENTE SEDIMENTARIO está
definido como el conjunto de procesos físicos, químicos y biológicos que
se encuentran afectando la sedimentación (Fraser, 1989); cualquier libro de
texto que trate sobre este tema incluye, en cierta forma, una clasificación
de los ambientes sedimentarios.
Tradicionalmente se han reconocido tres sitios primarios para el depósito
global de sedimentos: (1) Continental, (2) Marino-marginal, y (3) Marino.
Cada uno de éstos se encuentra dividido en diferentes sistemas de
depósito, así como en una serie de ambientes y sub-ambientes asociados
(Tabla 1).
SITIO PRIMARIO DE DEPÓSITO SISTEMAS PRINCIPALES
CONTINENTAL
- - FLUVIAL - - DESÉRTICO- - LACUSTRE- - GLACIAL- -
VOLCANICLÁSTICO
MARINO-MARGINAL
- - DELTAICO- - LAGUNAR- - ESTUARIO- - PLAYA- - BARRAS DE
ARENA- - PLANICIE DE
MAREAS
MARINO
- -
PLATAFORMA CARBONATADA
- -
PLATAFORMA SILICICLÁSTICA
- - ABANICO SUBMARINO
- - PLANICIES ABISALES
Tabla 1 Clasificación general de los ambientes de depósito.
En lo que respecta al depósito continental, podemos mencionar que los
sedimentos son acumulados dentro de cinco sistemas bien definidos: (1)
fluvial, (2) desértico, (3) lacustre, (4) glacial, y (5) volcánico. Cada uno de
ellos presenta ambientes sedimentarios que lo caracteriza, aunque esto no
quiere decir que sean exclusivos de dicho sistema. Por ejemplo, los
sedimentos fluviales son depositados principalmente por ríos generados
en regiones húmedas; sin embargo, dentro de los sistemas desértico,
volcánico y glacial, también se tiene el desarrollo de ríos que depositan el
material, pero con características sedimentológicas diferentes.
Si bien es cierto que en el ámbito global los afloramientos de rocas
sedimentarias de origen continental son menos abundantes que su
contraparte depositada en sitios marinos y marginal marinos, éstas pueden
llegar a representar un papel muy importante en la historia geológica de
una región en particular; por ejemplo, los depósitos continentales
cenozoicos de la Provincia del "Basin and Range" que en el suroeste de
Estados Unidos y el noroeste de México están asociados al relleno
sedimentario de cuencas en distensión terciarias.
Los depósitos que se generan en los sitios continentales son
sedimentos predominantemente detríticos que se caracterizan por un
contenido fosilífero escaso, llegando a dominar en algunos casos, restos
de madera fósil y algunos vertebrados. Sin embargo, pueden presentarse
productos subordinados tales como calizas de agua dulce que contengan
una gran cantidad de invertebrados fósiles. Inclusive, en aquellos
sedimentos finos de planicies de inundación fluvial o lacustres, podemos
encontrar una diversidad de polen y esporas muy importantes en la
palinología.
Este trabajo se ha desarrollado bajo dos premisas fundamentales: por
un lado, determinar cuáles son las características generales que permiten
diagnosticar los diferentes ambientes sedimentarios de depósito fluvial y
llevar a cabo la descripción de éstas; y por otro, presentar los modelos de
facies que generan y que se han propuesto para cada uno de estos
ambientes y sub-ambientes de depósito.
SISTEMA FLUVIAL
Los depósitos fluviales están constituidos por sedimentos que se
acumulan a partir de la actividad de los ríos y los procesos de
deslizamiento por gravedad asociados. Aunque estos depósitos se están
generando actualmente bajo una diversidad de condiciones climáticas,
desde desérticas hasta glaciales, se reconocen cuatro sistemas fluviales
bien definidos: (1) sistema de abanicos aluviales (alluvial fans), (2) sistema
de ríos trenzados (braidded), (3) sistema de ríos meándricos (meandering),
y (4) sistema de ríos anastomosados (anastomosing) (Fig. 1).
Fig. 1 Diferentes tipos de canales dentro de los sistemas fluviales.
Además de su papel como receptores de información geológica
valiosa, los depósitos fluviales también son importantes en el aspecto
económico, ya que son, desde proveedores de material para la
construcción, hasta contenedores de yacimientos minerales y de agua
subterránea. Por todo lo que éstos representan, los sistemas fluviales han
sido ampliamente estudiados y una compilación de trabajos importantes
pueden ser encontrados en: Collison y Lewin (1983), Miall (1985), Flores y
otros (1985), Reading (1986), y Ethridge y otros (1987), Miall (1992), Bridge
and Mackey (1993), y Miall (1996), entre otros.
Métodos recientes que intentan clasificar, describir e interpretar los
sedimentos fluviales de una manera estandarizada están basados en
parámetros como: (1) la jerarquía de los estratos y las superficies
limítrofes; (2) las litofacies; (3) la asociación de litofacies o elementos
arquitecturales; y (4) la geometría de los cuerpos sedimentarios. Sin
embargo, Bridge (1993) hace una revisión crítica de estos métodos y,
argumentando que pueden llegar a generar algo de confusión, hace la
propuesta de una terminología simple que puede ser utilizada, sobre todo,
en la descripción física de los depósitos fluviales.
SISTEMA DE ABANICOS ALUVIALES
Los abanicos aluviales son depósitos de detritos clásticos, que vistos en
planta presentan formas característicamente cónicas. Este tipo de sistemas se
desarrollan en las zonas aledañas a las porciones que delimitan los escarpes de
altos morfológicos (Fig. 1), en donde el aporte de sedimentos es mucho mayor y
las corrientes son confinadas a valles angostos que se tienen dentro de una
cuenca adyacente (Nilsen, 1982; Einsele, 1992). Son particularmente comunes
en regiones áridas o semiáridas en donde la vegetación es escasa y el
transporte de sedimentos ocurre esporádicamente pero con gran violencia
durante las tormentas. También llegan a desarrollarse en regiones húmedas,
incluyendo en zonas de glaciales, en donde los procesos de canalización son
más importantes.
Fig. 1 Desarrollo de abanicos aluviales en las inmediaciones de la Sierra
Cíbuta en el norte de Sonora.
Procesos de depósito
Los procesos de transporte dominantes en el depósito de sedimentos dentro
de estos sistemas fluviales según Boggs (1987) son:
(1) Flujo de corrientes. La sedimentación en los abanicos aluviales da inicio
cuando las corrientes pierden parte de su competencia para transportar material
al salir de los valles confinados de las tierras altas. Los flujos de corrientes
producen tres tipos de depósitos: (a) aquellos sedimentos depositados dentro de
los canales de corrientes que se desarrollan dentro de los abanicos, llamados
depósitos de canal. Estos sedimentos forman cuerpos angostos y alargados,
consistiendo principalmente del material más grueso y pobremente clasificado
que se deposita bajo este tipo de flujo. (b) Los depósitos de avenida son
formados por el surgimiento de aguas cargadas de sedimentos que salen de los
canales principales a la superficie del abanico. La sedimentación se da cuando
las corrientes se ensanchan y se dividen en capas en donde la profundidad del
agua y la velocidad de flujo decrecen (Bull, 1972). Estos depósitos son
lateralmente continuos y están constituidos por gravas, arenas y limos. (c) Los
depósitos de tamíz, ocurren en las porciones del abanico aluvial donde el aporte
de arena, limo y arcilla es relativamente bajo, por lo que están caracterizados
por lóbulos de grava gruesa.
(2) Flujo de detritos. Este proceso de transporte es más común en zonas
áridas y semiáridas donde se tienen lluvias poco frecuentes pero violentas,
taludes con inclinaciones muy fuertes y vegetación escasa. Los depósitos de
flujo de detritos son característicamente mal clasificados, incluyendo grandes
bloques de diferentes tamaños, y no presentan estructuras sedimentarias
primarias. Así mismo, son impermeables y no-porosos debido al alto contenido
de lodo en la matriz.
(3) Flujo de lodo. Los depósitos producidos por este tipo de flujo son muy
similares a los que se originan por flujo de detritos; sin embargo, están
constituidos por sedimentos dominantemente arenosos y más finos.
(4) Deslizamientos. Este proceso incluye la caída de rocas, el deslizamiento y
corrimiento de tierra, e inclusive avalanchas de nieve. El tamaño del material que
se transporta por este proceso es muy variado, y van desde lodo hasta grandes
bloques de roca (Fig. 2), partes de suelo, cantidades importantes de vegetación,
y ocasionalmente, automóviles y casas. Debido a que mucho del material
acarreado por los deslizamientos son muy similares a los presentes en los flujos
de detritos, los depósitos que ambos generan pueden ser difíciles de diferenciar
en secuencias antiguas; sin embargo, una mayor proporción de bloques grandes
y la mayor angulosidad de los clastos, pueden estar determinando depósitos de
deslizamiento.
Por otra parte, Blair y McPherson (1994, fig.12, p.464) consideran que los
procesos primarios que operan en el desarrollo de los abanicos aluviales son
aquellos que transportan el material hacia éstos, y que son procesos regidos por
la fuerza gravedad; además, los ubican dentro de eventos catastróficos y de
corta duración, dando como consecuencia depósitos de clastos angulosos,
gruesos, y pobremente clasificados. Sin embargo, las características generales
de dichos depósitos son muy similares a las descritas anteriormente, con la
diferencia que para Blair y Mc Pherson (1994), los depósitos de deslizamiento
son los típicos para representar abanicos aluviales.
Características de los sedimentos
Vistos en planta, los abanicos aluviales presentan formas cónicas, con un
sistema bien desarrollado de ríos sinuosos sobre la superficie del abanico. El
perfil longitudinal desde el origen hasta la porción terminal del abanico es
comúnmente cóncavo hacia arriba; mientras que el perfil transversal es
generalmente convexo hacia arriba. Desde el punto de vista morfológico, los
sistemas de abanicos aluviales pueden ser divididos en tres unidades (Fig.3):
Fig. 3 Unidades morfológicas de los abanicos aluviales. Se muestra también las
características del perfil transversal (arriba) y longitudinal (abajo) al sistema.
(1) (1) Abanico proximal. Es la porción del sistema que se encuentra más
cercana al alto morfológico, presenta los gradientes de inclinación más altos
y los sedimentos que se depositan son principalmente los más gruesos.
(2) (2) Abanico medio. En esta parte se tienen gradientes de inclinación
menores en el talud y los canales tienden a ser mucho más someros que en
el abanico proximal, dando como consecuencia que los sedimentos sean de
tamaño intermedio.
(3) (3) Abanico Distante. También se le conoce como la base del abanico. Se
distingue por presentar los gradientes de inclinación más bajos del sistema,
una sedimentación muy fina y la ausencia de canales bien desarrollados.
Debido a que la distribución de facies en los abanicos aluviales está en
relación muy estrecha con las unidades geomorfológicas, está se divide en
facies proximal, media, y distante (Fig.4); mostrando diferencias muy marcadas
entre ellas, en cuanto al tamaño de los sedimentos depositados.
Fig. 4 Varicación de los depósitos dentro de un abanico aluvial
- - Facies proximal. Esta facies está representada por los sedimentos
más gruesos y pobremente clasificados y angulosos del sistema (Fig. 5).
Los sedimentos consisten principalmente de conglomerados con una
textura soportada por la matríz, originados por flujos de detritos, y
depósitos de tamíz; sobre los canales pueden depositarse conglomerados
con una textura soportada por los clastos. Dentro de esta facies están
incluidos los depósitos de deslizamiento que se desarrollan asociados a
los escarpes de los altos morfológicos.
- - Facies media. Está caracterizada por sedimentos originados en la
parte media del sistema, tanto por flujos de corriente como por flujos de
detritos. Los sedimentos que predominan en esta facies son depósitos
lateralmente continuos de arena y grava, los cuales pueden llegar a
presentar estratificación cruzada plana y cóncava. Los conglomerados
dentro de esta facies presentan una imbricación de clastos bien
desarrollada, con la inclinación hacia la parte proximal.
- - Facies distante. Los depósitos dentro de esta facies presentan una
continuidad lateral mucho más marcada que en la facies anterior, y son
mucho más finos. Predominan capas de arena y limo con estratificación
horizontal y estratificación cruzada recta de bajo ángulo, así como
algunos conglomerados mejor clasificados que en las dos facies
anteriores.
Blair y Mc Pherson (1994) mencionan que la importancia de reconocer este
tipo de depósitos en la historia geológica de una región, recae en el hecho de
que está delineando condiciones paleogeográficas y paleotectónicas
específicas, incluyendo: (1) la presencia de una zona de subsidencia regional
asociada ya sea a extensión o transtensión, (2) la presencia de una falla normal
o de desplazamiento lateral en el límite entre el alto morfológico y la cuenca
sedimentaria y, entre otras, (3) una proximidad a las fallas marginales de la
cuenca.
Fig. 5 Variación granulométrica general de los sedimentos a lo largo de una sección
longitudinal dentro de un abanico aluvial.
SISTEMAS DE RÍOS MEÁNDRICOS
A diferencia del desarrollo de varios canales en los sistemas de ríos
trenzados, los sistemas de ríos meándricos tienden a ser confinados a un canal
principal que presenta una sinuosidad mayor a 1.5 (Fig. 1). En estos sistemas el
gradiente de la pendiente es mucho menor, y los sedimentos involucrados en la
carga de las corrientes son más finos. Otras de las características de los
sistemas de ríos meándricos es que, por un lado, aunque algunos ocurren como
sistemas independientes, otros pueden representar un cambio gradual (corriente
abajo) de un sistema de ríos trenzados; y por otro, comúnmente los grandes
sistemas de ríos meándricos desarrollan en su desembocadura sistemas
deltáicos de depósito. Algunos autores prefieren llamar sistema de ríos de alta
sinuosidad a este tipo de sistema fluvial (Miall, 1987).
Procesos de depósito
Los principales elementos morfológicos de que consiste un sistema de ríos
meándricos (Fig.2) son: (1) el canal principal, (2) las barras de punto, (3) los
bordos naturales, (4) las planicies de inundación, (5) los lagos laterales, y (6) las
áreas de desborde. Ya que en estos sistemas los sedimentos se acumulan
debido a la acción del canal principal y de la inundación periódica de la planicie
adyacente, los depósitos están asociados a estos elementos morfológicos:
Fig. 6 Características morfológicas de un sistema fluvial meándrico, mostrando los sitios
principales de depósito y los productos generados.
(1) Depósitos de canal. Son depósitos compuestos generalmente de material
grueso que los ríos pueden mover o transportar durante los períodos de máxima
competencia de las corrientes. Este material incluye gravas, troncos u otro
material vegetal de grandes dimensiones, y lodo parcialmente consolidado que
ha sido erosionado de las paredes del canal. Tienden a ser depósitos de forma
lenticular, en donde lo más característico es la imbricación de clastos que
presentan.
(2) Depósitos de Barras de Punto. Estos depósitos se generan en las partes
interiores de las curvas del canal a partir de un flujo en espiral que se crea en
dicho punto. Debido a este flujo, los granos más gruesos tienden a ser
depositados en las partes basales de la barra, y los sedimentos finos en la parte
superior, dando como resultado una secuencia de disminución de tamaño de
grano hacia arriba de barra de punto. La estructura sedimentaria primaria más
característica de los depósitos de barras de punto es la estratificación cruzada
cóncava, tanto de pequeña como de gran escala.
(3) Depósitos de Bordo. Estos depósitos se desarrollan en la porción cóncava
de la curva que delimitan los meandros. Son de mayor espesor y de grano más
grueso cerca de los canales, y se hacen más finos a medida que avanzamos
hacia la planicie de inundación. Arenas finas con estratificación horizontal y
rizaduras de corriente, sobreyacidas por lodos laminados, son muy comunes en
los depósitos de muro.
(4) Depósitos de Planicies de Inundación. Están constituidos por sedimentos
finos depositados por suspensión a partir de las aguas que inundan la planicie
adyacente al canal. Estos depósitos tienden a desarrollar poco espesor, y
comúnmente contienen grandes cantidades de material vegetal; así mismo,
presentan una bioturbación moderada.
(5) Depósitos de desborde. Estos depósitos se generan cuando las aguas de
la corriente principal logra romper los muros que la confinan. La sedimentación
por tracción y suspensión ocurre rápidamente cuando el agua cargada, tanto con
material grueso como fino, pierde su competencia en el transporte, dando como
resultado depósitos gradados.
(6) Depósitos de lago lateral. Consisten de sedimentos finos, arcillas y lodo,
que han sido introducidos a los lagos laterales durante las épocas de
inundaciones. Son comúnmente laminados, y pueden llegar a presentar restos
de plantas, así como ostrácodos y moluscos de agua dulce.
Características de los sedimentos
La sedimentación dentro de los sistemas de ríos meándricos se lleva cabo
casi simultáneamente en todos los sitios mencionados con anterioridad, ya sea
sobre el canal o sobre la planicie de inundación. Cuando el canal del río migra
por su acción erosiva, los diferentes ambientes del sistema migran también
lateralmente y los sedimentos depositados en ambientes continuos llegan a
sobreponerse. Así, como resultado de la acción meándrica, los depósitos
gruesos de los canales tienden a ser sobreyacidos por las secuencias arenosas
de disminución de tamaño de grano hacia arriba de los depósitos de barras de
punto, los cuales a su vez, son también sobreyacidos por los sedimentos de
lodos y arcillas de los depósitos de planicie de inundación. A partir de este punto
se da el modelo típico para un sistema de ríos meándricos (Fig.3) que fue
propuesto por Allen (1970), y que desde entonces sigue vigente, siendo
retomado por diversos autores que han realizado trabajos sobre este sistema
fluvial (Cant, 1978 y 1982; Walker y Cant, 1984; Galloway, 1985; Fraser, 1989;
Boggs, 1989; entre otros).
Fig. 3 Secuencia típica de disminución en el tamaño de grano hacia arriba en los depósitos de sistemas fluviales meándricos.
Este modelo consiste de una secuencia de disminución de tamaño de
grano hacia arriba que da inicio con un conglomerado basal sobre una superficie
de erosión. Esta unidad basal es reemplazada por arenas con estratificación
cruzada cóncava de una barra de punto, cuyo tamaño de grano decrece hacia
arriba; algunas arenas con laminación paralela pueden estar presentes como
cuerpos lenticulares (acreción lateral). La parte superior del modelo está
caracterizada por los lodos y arcillas de los depósitos de la planicie de
inundación que contienen restos de raíces, grietas de desecación, y
posiblemente estructuras de bioturbación (acreción vertical).
SISTEMA DE RÍOS TRENZADOS
Si la sinuosidad de los ríos es definida como la relación entre la longitud del
canal y la longitud del valle sobre el cual se desarrollan (Einsele, 1992), los
sistemas de ríos trenzados tienen una baja sinuosidad de entre 1.1 y 1.2 (Fig. 1),
mientras que los sistemas de ríos meándricos alcanzan valores de cuando
menos 1.5.
Procesos de depósito
Este sistema fluvial es caracterizado por muchos canales separados por
barras y pequeñas islas (Fig.2), y es muy común encontrarlos donde los
sedimentos son abundantes, las descargas de agua son altas y esporádicas, y
los ríos son sobrecargados con sedimentos; esto ocurre generalmente en las
partes distantes de los abanicos aluviales. Durante los períodos de descarga
alta, la corriente en los canales es rápidamente sobrecargada de sedimentos
gruesos, formando barras alrededor de las cuales la corriente se desvía; un
desarrollo repetitivo de estas barras y la separación consecuente de los canales,
genera el aspecto trenzado de este sistema fluvial.
De hecho, los sistemas de ríos trenzados son particularmente definidos a
partir de los diferentes tipos de barras que en ellos se generan, y que pueden
ser agrupadas en tres tipos básicos (Fig.2):
Barras Longitudinales. Son las barras que se forman en la parte media de los
canales cuando los sedimentos más gruesos incluídos en la corriente (gravas y
arenas), son depositados debido a la pérdida de competencia en el transporte,
orientándose con el eje principal paralelo a la dirección de la corriente. La
fracción gruesa del material se concentra a lo largo del eje principal y en la parte
basal de la barra, tendiendo a existir una disminución en el tamaño del grano
hacia arriba de la misma, y corriente abajo. La estructura interna de las barras
longitudinales está representada por una estratificación principalmente masiva,
aunque pueden presentarse capas con una estratificación horizontal pobremente
desarrollada.
Fig 2 Características morfológicas de un sistema fluvial trenzado,
mostrando el desarrollo de los diferentes tipos de barras.
Barras Transversales. Estas se forman de manera transversal al flujo principal
de la corriente, y son muy características en sistemas de ríos trenzados que
transportan una mayor carga de detritos del tamaño de la arena. Las barras
transversales presentan formas rómbicas, llegándo a representar rizaduras de
gran escala por la inclinación característica de las capas.
Barras Laterales. Son barras muy largas que se desarrollan en áreas de
energía relativamente baja a lo largo de las porciones laterales de la corriente
principal.
Características de los sedimentos
Uno de los trabajos clásicos sobre la sedimentación en los sistemas fluviales
trenzados es el de Miall (1977), en donde se presentan y codifican las
características de distribución de facies y las estructuras sedimentarias primarias
que caracterizan los depósitos de estos sistemas (Tabla 1). Sin embargo, a partir
de Miall (1985), se puede determinar que la sedimentación dentro de los
sistemas de ríos trenzados se da escencialmente en dos porciones: en la
proximal, con el desarrollo de secuencias tipo Scott y Donjek; y en la planicie
distante, con secuencias tipo Platte y Bijou Creek (Fig. 3).
Fig. 3 Secuencias verticales características de los diferentes tipos de sistemas fluviales
trenzados
La típica secuencia vertical en la porción proximal está representada por la
secuencia tipo Scott, en donde los sedimentos importantes son gravas que se
presentan como depósitos de barras. Interestratificados con estos horizontes se
tienen estratos lenticulares de arena que representan la depositación en canales
abandonados o en los límites de las barras. En todo caso, el porcentaje de
gravas en los depósitos tipo Scott siempre será mayor del 59%. Sin embargo,
existen regiones donde los flujos no son tan constantes, lo que permite que la
arcilla y el lodo puedan ser depositados sobre estas porciones, y con ello,
preservar secuencias verticales donde la proporción de gravas varíe del 10 al
70%; en estas secuencias, llamadas del tipo Donjek, la estratificación cruzada
plana y cóncava son las estructuras primarias más características de los
horizontes arenosos.
En las planicies distantes de los sistemas de ríos trenzados, las corrientes
son distribuídas por canales muy someros. Los gradientes en la pendiente y la
competencia en el transporte de las corrientes son más bajas que en la porción
proximal, por lo que la arena es el producto más característico de sedimentación
en estas áreas. Las típicas secuencias verticales que se generan en las
plancicies distantes se les conoce como del tipo Platte, en donde horizontes de
arena con estratificación cruzada plana representan los sedimentos más
abundantes; aunque también pueden llegar a desarrollarse horizontes de gravas
debido a la formación de barras longitudinales, o bién, depósitos finos de
desbordamiento de canal. La secuencia vertical tipo Bijou Creek representa
planicies distantes en donde la canalización es muy incipiente y los canales son
muy someros, llegando a depositar arenas muy finas con laminación horizontal.
SISTEMAS DE RÍOS ANASTOMOSADOS
A diferencia de los otros sistemas fluviales, los sistemas de ríos
anastomosados han sido muy poco estudiados por los sedimentólogos. De
hecho, este sistema ha sido considerado como un tipo especial de los sistemas
de ríos meándricos, en donde se desarrolla un sistema de canales de muy alta
sinuosidad de manera estable y permanente (Miall, 1977). Entre los trabajos
más importantes que se han llevado a cabo sobre los sistemas de ríos
anastomosados, podemos mencionar a Schumm (1968), Smith y Smith (1980),
Rust y Legun (1983), Smith (1983), Knighton y Nanson (1993) y Nadon (1994).
Procesos de depósito
Para Smith y Smith (1980), el término anastomosado es empleado para
describir un complejo de depósito fluvial de gradiente muy bajo (0.09 - 0.012
m/km), en donde se interconectan una serie de canales de muy alta sinuosidad,
angostos y relativamente profundos. Además, en estos sistemas los canales son
separados por planicies de inundación que consisten de islas con vegetación,
muros naturales y áreas donde pueden desarrollarse depósitos de desborde.
Los canales en estos sistemas son rellenados con arena y grava, formando
depósitos lenticulares, limitados por depósitos areno-arcillosos de muro natural.
Por otra parte, en las planicies de inundación, los depósitos característicos los
constituyen materiales limo-arcillosos finamente laminados, incluyendo depósitos
finos de pantanos con un alto contenido de materia orgánica.
Características de los sedimentos
Debido a que los depósitos de canal en estos sistemas contienen
sedimentos muy similares a los de los otros sistemas fluviales, esto es, gravas
estratificadas y arenas con estratificación cruzada cóncava (Cant, 1982), no
pueden ser tomados como diagnóstico de este tipo de sistemas. Sin embargo,
de acuerdo a Smith (1983), las facies distintivas de los sistemas de ríos
anastomosados son aquellas que se desarrollan en las áreas de intercanales,
siendo muy comunes los depósitos de desborde y de canal de desborde. Otra de
las características distintivas de los sedimentos finos generados en las planicies
de inundación de estos sistemas es la presencia abundante de raíces y la
acumulación de materia orgánica.
Para Nadon (1994), los sedimentos de los ríos anastomosados están
representados por cuerpos elongados de arenisca, encajonados entre delgadas
capas de areniscas de grano fino y lutitas. Así mismo, Nadon (1994) concluye
que para que una secuencia de este tipo de sistema fluvial se preserve, deben
de mantenerse las características de bajo relieve y muy bajo gradiente por
largos períodos geológicos; y que las cuencas de antepaís y de graben son los
sitios que mejor mantienen estas condiciones.
http://www.geologia.uson.mx/academicos/grijalva/ambientesfluviales/
http://www.geologia.uson.mx/academicos/monreal/
http://www.geologia.uson.mx/academicos/grijalva/litofaciesfluviales/index.htm