Alteraciones Culturales en El Cuerpo Del Hombre Prehispánico-Baustista Martinez

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  • Alteraciones culturales en el cuerpo del hombre prehispnico1

    JOSEFINA BAUTISTA MARTNEZ

    Entre los habitantes del Mxico prehispnico el alterarse de distintas formas el cuerpo fue una costumbre muy difun-dida. Las cansas de estas modificaciones fueron varas; algunas estn relacionadas con sus festividades, otras con susciclos agrcolas j algunas ms con sus ciclos de vida. Fue comn que celebraran alguna festividad o acontecimientonatural, pintndose la cara yl o el cuerpo con diseos y colores especficos y efectuaran algunas dantas. Tambin acos-tumbraban hacerse escarificaciones sobre la piel de la cara, bracos o piernas. Asimismo, era comn deformarse la cabe-%a, limarse yl o incrustarse piedras semipreciosas en los dientes anteriores. Hay evidencias de estas prcticas culturalesen sellos de cermica, figurillas, crneos, dientes y relatos de cronistas, os cuales narran cmo, cundo, quin y a qui-nes se les realizaban, y algunos hasta el porqu.

    Introduccin

    JlLs sabido, que desde los primeros hombres so-bre la tierra fue costumbre la modificacin de lapresencia natural corporal.

    Entre los habitantes del Mxico anterior a laConquista, antes de 1492, alterarse la morfologadel cuerpo, parcial o totalmente y de manera tran-sitoria o permanente, fue una costumbre muy di-fundida.

    Contamos con evidencias de estas prcticasculturales de distinta ndole: sellos de cermica,figurillas, crneos, dientes y relatos de cronistas,los cuales nos hablan del cmo, cundo, quin ya quines las realizaban, y algunos nos narran has-ta el porqu.

    Muy probablemente la pintura corporal y eluso de adornos, fueron los primeros medios queel hombre puso en prctica con el fin de modifi-car o cambiar su apariencia. Posteriormente, fue-ron comunes las alteraciones tegumentarias: escari-

    ficaciones y tatuaje; la deformacin de la cabezay el limado e incrustacin dentaria.

    Las causas de estas alteraciones fueron varias,quizs en un principio tuvieron el fin de ador-narse, adems de protegerse del medio ambien-te, algunas estn relacionadas con sus festivida-des, con sus ciclos agrcolas o con sus ciclos devida. Fue comn que celebraran alguna festivi-dad o acontecimiento natural, por ejemplo, ini-cio de temporada de lluvias, paso de la niez a lapubertad, pintndose la cara y/o el cuerpo condiseos y colores especficos y efectuaran algu-nas danzas. Tambin los guerreros acostumbra-ban, al regreso de una batalla, hacerse escarifica-ciones sobre la piel de la cara, brazos o piernas.Quiz por motivos ornamentales practicaron laperforacin o distensin del lbulo de la oreja ode los labios, sobre todo del inferior. Asimismo,era frecuente deformarse la cabeza, limarse o in-crustarse piedras semipreciosas en los dientesanteriores.

    Estudios Mesoamericanos Nm. 3-4, enero 2001-diciembre 2002

  • ALTERACIONES CULTURALES EN EL CUERPO

    Figura 1. Figurilla maya con pintura corporal sobrela cara y los brazos, procedente de Jaina, Campeche.

    Coloracin del cuerpo

    Probablemente fue la primera alteracin de tipotemporal que el hombre realiz sobre su cuerpo;sta consisti en cubrir de manera uniforme unaregin corporal o todo el cuerpo, utilizando sus-tancias o pinturas de varios colores o arcillas na-turales que al secarse tomaron distintas colora-ciones. Las causas quizs hayan sido proteccindel fro o de las quemaduras provocadas por elsol, o de los piquetes de los moscos en aquellasregiones calurosas hmedas.

    Es posible que a la costumbre sencilla de pin-tarse el cuerpo, haya sucedido la de grabarse, paraque lo que sirve de adorno sea ms duradero ypersistente.

    Daban gran importancia a la pintura, sobretodo se pintaban pecho y brazos, y con menorfrecuencia el trax o las piernas.

    Los acaxes de Durango y Sinaloa, se pintabanla cara, los brazos y las piernas de amarillo o ne-gro, con holln que tomaban del fondo de loscomales. Y cuando volvan vencedores y traan lacabeza de un vencido, en la fiesta que hacan seagujereaban el labio inferior y pasaban por l unhueso como de cuatro centmetros de largo, yse hacan tantos agujeros como hombres habanmatado.2

    Los tehuecos de Sinaloa se pintaban la cara yel cuerpo con colores brillantes y se adornaban lacabeza con plumas de guacamayo.

    Los tobosos de Coahuila y Nuevo Len, en lamuerte de alguno de sus parientes, se pintabanla cara figurando una calavera con lgrimas en lasmejillas para simular el pesar que les causaba suprdida.3

    Landa dice que en algunas fiestas las mujeresmayas se pintaban de colorado el rostro y el cuer-po como los varones, y ponan al color una gomaaromtica y por medio de moldes delineaban lasfiguras en el pecho, en los brazos y en la espalda.4Tambin utilizaban estos grupos, el color azul yel amarillo (fig. 1).

    Los mexicas no slo se pintaban con motivode sus fiestas guerreras, sino que tambin lo ha-can cuando algn acontecimiento les llenaba deregocijo.

    Pintura corporal

    La pintura corporal pudo haberse aplicado dediversas maneras, con pinceles, con sellos opintaderas y los colores utilizados pudieronhaber sido de origen vegetal o mineral. Las for-mas obtenidas, fueron dibujos o combinacin decolores.

    Tatuaje

    Esta prctica se puede definir de manera muy ge-neral como la modificacin del color de la piel, lacual se logra rompiendo el tegumento para intro-ducir sustancias colorantes en las heridas.

    El proceso en tiempos prehispnicos quizshaya sido el siguiente: realizar en la piel pequeas

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    Figura 2. Figurilla procedente de Jalisco. Muestraescarificaciones sobre los hombros y brazos.

    punciones o piquetes, con un instrumento de dien-tes agudos, por medio de los cuales se introducala materia colorante, provocando el grabado per-manente de la figura dibujada anteriormente so-bre la piel.

    Otra forma de realizar el tatuaje, pudo habersido el paso de un hilo impregnado de aceite yholln, colocado en una aguja muy delgada, a guisade sedal, que al pasar entre la epidermis y la der-mis deposit la sustancia negra de que estaba im-pregnado.

    Al principio, el tatuaje fue simplemente orna-mental y decorativo; despus sirvi para distin-guir a los miembros de una familia, de una tribu,de un pueblo, a la vez que de adorno, caracteri-zando as tipos tnicos. Y despus fue un signode posesin.

    El tatuaje debi comenzar en un principio so-lamente en la cara y extenderse despus al restodel cuerpo.

    Hay escritos y figurillas de toda Mesoamricaque muestran que los guerreros mayas se pinta-

    ban la cara y el cuerpo de varios colores, con elfin de espantar a sus enemigos. A la gente del pue-blo no se le permita tatuarse.

    Se dice que se grababan en el cuerpo toda es-pecie de dibujos y de figuras de animales. Hayafirmaciones de Landa donde dice que:

    [...] labrbanse los cuerpos, y cuanto ms, [tanto]ms valientes y bravos se tenan, porque el labrarseera gran tormento que era de esta manera: los ofi-ciales de ello labraban la parte que queran con tin-ta y despus sajbanle delicadamente las pinturas yas, con la sangre y tinta, quedaban en el cuerpo lasseales; y que se labraban poco a poco por el gran-de tormento que era, y tambin despus se [ponan]malos porque se les enconaban las labores y hacasemateria y que con todo eso se mofaban de los queno se labraban.5

    Tambin menciona que las mujeres mayas selabraban el cuerpo de la cintura para arriba, a ex-cepcin de los senos, con labores ms finas quelas de los hombres y que el guerrero joven co-menzaba con una o dos figuras, y por cada nuevavctima que haca, peda una nueva inscripcin.

    Escarificaciones

    De manera general, las escarificaciones consistenen levantar la piel de alguna regin corporal paraproducir relieves notables. Se producen haciendoheridas e introduciendo en ellas cuerpos extraos(ceniza o pequeas piedras), con el fin de causaruna cicatriz exuberante formada de gruesos boto-nes carnosos (fig. 2).

    Las incisiones o escarificaciones que son la for-ma ms simple del tatuaje, sucedieron al afeite dela pintura exterior. Las pinturas se usan juntamen-te con las incisiones o escarificaciones del cuer-po, dentro de las cuales se introducen las tierrascoloreadas o carbn molido para que resalten lasgruesas y prominentes cicatrices que se hacen enla cara, en el tronco o en las piernas.

    Otra especie de cicatrices consiste en hacer unaincisin e impedir la cicatrizacin de la herida.

  • ALTERACIONES CULTURALES EN EL CUERPO

    Figura 3. Figurilla de Jaina, Campeche conescarificaciones sobre las mejillas y una lnea de

    puntos sobre la frente.

    Figura 4. Figurilla de Jaina, Campeche,mostrando distensin del lbulo de la oreja

    por el uso de objetos pesados.

    Esto se consigue levantando la costra que se for-ma y avivando la herida; lo que da por resultadouna cicatriz exuberante formada de gruesos boto-nes carnosos.

    Estas cicatrices, tuvieron distintas formas:geomtricas, simples lneas rectas, crculos con-cntricos, rombos, rayas entrelazadas en forma deestrellas o figuras de animales.

    Es posible observar entre algunas figurillasmayas, sobre todo entre las procedentes de Jaina,Campeche, una hilera de cicatrices o escarifica-ciones sobre la cara, se extienden desde la frenteen toda su altura hasta la punta de la nariz (fig. 3).

    Entre algunos grupos del occidente de Mxi-co, las escarificaciones estn presentes adems dela cara, sobre los hombros y/o brazos.

    Orozco y Berra6 y Sahagn7 nos dicen quelos patas, ubicados cerca de los pimas y de losapaches, tenan la costumbre de que las madrespicaran a los recin nacidos con una espina, alre-dedor de los prpados, para dejarles impresosmuchos puntos negros, que formaban arcos, comosmbolo de hermosura. Como signos de distin-cin tenan unas cicatrices longitudinales y on-dulantes, que los acreditaba como guerreros.

    Los guachichiles, moradores de los estados deZacatecas y Coahuila, tenan cicatrices que losacreditaban como valientes; para la guerra se pin-taban sobre el cuerpo dibujos de animales y ador-naban la cabeza con plumas de colores.8

    Perforacin o distensin del lbulo de la oreja

    Las modificaciones de la oreja tenan como finprimordial la colocacin de objetos diversos. Po-da ser por compresin del lbulo con los dedos,perforacin con una aguja, portadora o no de unhilo; o distensin, mediante la fijacin de objetoscada vez ms pesados (fig. 4). Tambin se acos-tumbr la colocacin de pequeos arillos de dis-tintos materiales, en toda la orilla del reborde au-ricular.

    Torquemada,9 Landa1" y Sahagn11 dicen quela mayora de los grupos prehispnicos se perfo-

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    r el lbulo de la oreja, hay muchas figurillas quemuestran la colocacin de orejeras o la perfora-cin y/o distensin del lbulo; hay citas textua-les y figurillas que nos dejan ver que los mayas,los mexicas, los grupos del golfo de Mxico, ascomo los de Oaxaca o los del occidente, se perfo-raban las orejas para colocar adornos de maderao de metal, y para estos ltimos fue comn colo-carse un nmero considerable de arillos en el re-borde auricular.

    Alteracin de la nariz

    La deformacin de la nariz consiste en la perfora-cin de la parte inferior del tabique nasal y de lasalas. Parece ser que con fines ornamentales. En laperforacin pudieron haberse colocado huesos delgrosor de un dedo humano, largas plumas onarigueras de distintas formas, de terracota o me-tal. En las alas nasales tambin acostumbraroncolocarse pequeos aros, quizs de madera, arci-lla o metal (fig. 5).12

    Sahagn menciona que se perforaban la nariz,ensanchaban el agujero con hojas de palma, y secolocaban en l un canutillo de oro dentro delcual atravesaban un plumaje colorado.13

    Duran menciona que a los guerreros tenochcase les agujereaba el tabique de la nariz y se pasabapor l un manojito de plumas con joyas de oro,que tena la apariencia de bigote.14 Sobre todo enel occidente de Mxico, se agujereaban el tabiquenasal y se colgaban una piedra verde. Al respecto,Orozco y Berra dice que "se agujeran la ternillade la nariz y se cuelgan con un cordn una piedraverde de las que llaman chalchihuites".'3

    Perforacin o distensin de los labios

    Figura 5. Figurilla procedente de Nayarit. Muestranariguera y varios arillos sobre el reborde auricular.

    la cual era renovada hasta lograr la permanenciadel agujero. Posteriormente provocaban la dilata-cin de ste introduciendo objetos cada vez msgrandes. Tambin acostumbraban la distensin dellabio inferior, la cual lograban colocando un ob-jeto redondo, que cada determinado tiempo cam-biaban por uno de mayor tamao.

    Tambin dice sobre el aspecto fsico del indiomexicano que afeaban y perdan dotes naturalespor llevar pendientes muy pesados que les hacanlas orejas deformes; las penitencias, durante el ri-tual, les dejaban cicatrices y lacras; los hombresse pintaban para salir a la guerra; se desfigurabanel labio, perforndolo para llevar el distintivo gue-rrero; a causa de los arillos y sacrificios tenan lasorejas largas, aspadas y con excrecencias.

    Perforarse los labios tambin fue su costumbre,Torquemada16 dice que lo hacan con el objeto defijar ornamentos. Se practic en el labio inferior,en el superior, en ambos o en las comisuras. Reali-zaban las perforaciones con una espina de acacia,

    Deformacin ceflica intencional

    La prctica de modificar la forma de la cabezade los recin nacidos, fue una costumbre muyarraigada y difundida entre todos los pueblos de

  • ALTERACIONES CULTURALES EN EL CUERPO

    Figura 6. Tipos de aparatos ceflicos deformadores(Derribo e Imbelloni, 1938, p. 292).

    Mxico, antes de la Conquista. Los orgenes desta no se conocen; hay evidencias de ella en Am-rica, Asia, Europa y frica. En nuestro pas, elcrneo ms antiguo deformado culturalmente pro-cede de la cueva de Texcal, en Valsequillo, Puebla;sitio fechado con una antigedad de 7000-4500a. C.17

    Esta prctica es posible realizarla en nios pe-queos, cuando es fcil moldear la cabeza, debi-do a la plasticidad de esta estructura sea, y por-que casi todos los huesos estn en pleno procesode crecimiento. Para lograr su propsito, podanutilizar dos tipos de aparatos deformadores; cu-nas o aparatos ceflicos, o la combinacin de am-bos, primero el uso de cuna y posteriormente,cuando el infante se desplazaba por s mismo, lacolocacin de un aparato ceflico.

    Landa dice que lo lograban de la siguiente ma-nera:

    [...] a los cuatro o cinco das de nacida la criaturitaponanla tendidita en un lecho pequeo, hecho devarillas, y all, boca abajo, le ponan entre dos tabli-llas la cabeza: la una en el colodrillo y la otra en lafrente entre las cuales se la apretaban tan reciamentey la tenan all padeciendo hasta que acabados algu-nos das les quedaba la cabeza llana y enmoldadacomo la usaban todos ellos. Era tanta la molestia yel peligro de los pobres nios, que algunos peligra-ban, y el autor vio agujerarle a uno la cabeza pordetrs de las orejas, y as deban hacer a muchos.18

    Los aparatos ceflicos fueron de varios tipos,Dembo e Imbelloni, nos dan una lmina con va-rios de ellos (fig. 6). En el Mxico prehispnico,lo comn fue el uso de dos tablillas, una anteriory la otra posterior, sostenidas con cuerdas o ven-das, menos frecuente fue la colocacin del sujetoen cuna.

    Cuando utilizaban tablillas, obtenan formasde compresin anteroposterior, lo que provocabauna expansin lateral notable de la cabeza; a estetipo de deformacin se le conoce como Tabulary puede ser de dos tipos; Tabular erecto (fig. 7a),si las dos tablillas estn colocadas paralelas y ver-ticales entre s; cuando las tablillas estn paralelase inclinadas hacia atrs, lograban la variedad Ta-bular oblicuo (fig. 7c). Hay otro tipo de deforma-cin, el Anular, que lograban usando nicamente

    "****

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    Figura 7. A. Crneo deformado Tabular erecto; B crneo no deformado;C. Crneo deformado Tabular oblicuo.

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    Figura 8. Crneo deformado del tipo Anularoblicuo.

    vendas, para crear formas redondas con expansinsuperior: Anular erecto o Anular oblicuo (fig. 8).Hay variantes, quizs regionales o grupales, temaque se tendr que trabajar un poco ms, antes deafirmarlo.

    Figura 9. Tabla de clasificacin de los tipos y formasde mutilacin dentaria (Romero, 1986, p. 11) .

    Los escritos de los cronistas nos indican queeran las parteras o las madres de los nios las in-dicadas para realizar esta prctica. Sabemos queno haba preferencia sexual, deformaban la cabe-za de los nios y de las nias.

    Las razones posibles, pudieron ser: ornamen-tales, embellecimiento (la menos creble, puestoque no sabemos cul era su concepto de belleza),jerarqua social, distincin entre grupo o etnias,para parecer ms fieros durante las guerras, y qui-zs ms tarde por costumbre.

    Los estudios sobre el tema indican que el tipoms comn durante la poca prehispnica fue elTabular erecto, seguido con una amplia diferen-cia, del Tabular oblicuo.

    Limado e incrustacin dentaria

    Otra prctica cultural, con el fin de alterar lamorfologa corporal, fue el limado e incrustacinde los dientes, sobre todo de los anteriores (incisi-vos y caninos). La finalidad pudo haber sido unmedio ornamental, una expresin de duelo, oun rito de iniciacin (extraccin de un diente).

    Esta alteracin se realizaba a hombres y muje-res de edad adulta, hasta ahora, no hay evidenciasde que se llev a cabo en dientes de leche o pri-mera denticin. En general, esta modificacincultural fue practicada con mayor frecuencia porlos hombres. Todas las localizadas hasta hoy es-tn concentradas en el cuadro de clasificacin delmaestro Romero (fig. 9).19

    El limado de los dientes es el ms antiguo. Esun proceso relativamente fcil, quizs en sus ini-cios haya sido autolimado, es decir, la misma per-sona se realizaba el trabajo, utilizando ciertas pie-dras y agua, para obtener distintas formas (fig. 10).Landa dice que "tenan por costumbre aserrarselos dientes dejndolos como dientes de sierra yesto tenan por galantera y hacan este oficio unasviejas limndolos con ciertas piedras y agua".20

    La incrustacin dentaria es una labor en la cuales necesaria la intervencin de otra persona, la quedebi tener amplios conocimientos sobre anato-

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    Figura 10. Limado de los dientes anterioressuperiores del crneo del entierro 144,

    procedente de Cholula, Puebla.

    ma dental, ya que la mayora de los dientes cata-logados e inventariados, no muestran huellas deinfecciones a causa de esta alteracin. Se suponeque para efectuarla usaron un pequeo taladro,ya que no se ha encontrado el instrumento queutil2aban para realizar el trabajo dentario. Loscronistas se concretan a describir morfolgica-mente los distintos modos de trabajo, dicen quese realizaba por la rotacin de un pequeo cilin-dro hueco actuando indefinidamente sobre unadelgada capa de polvo silicio. Por lo general ha-can una perforacin de forma circular y coloca-ban dentro de ella, pequeos discos de jadeta,hematita, turquesa, y muy pocas veces hueso (fig.11), ayudndose para fijarlas, de un cemento delcual, hasta ahora, se saben sus componentes qu-micos, pero no se ha logrado obtenerlo. La pie-dra ms usada fue la pirita, la cual es un sulfurode hierro o cobre o una combinacin de ambos

    Figura 11. Dientes anteriores con limado e incrusta-cin dentaria del crneo del entierro 121 de Chiapa

    de Corzo, Chiapas.

    metales; su color original es amarillo y tiene unbrillo metlico, el cual con el paso del tiempo ad-quiere un tono caf oscuro. Estas perforaciones,en la mayora de los casos, no llegaron a afectar lacavidad pulpar y, por lo tanto, no provocaron in-fecciones ni prdida de la pieza trabajada.

    Puede afirmarse que las alteraciones dentariasms elaboradas proceden de la zona maya, perono olvidar que se tienen ejemplares nicos proce-dentes de todo Mxico prehispnico.

    Algunos grupos del Mxico antiguo, tambinacostumbraban pintarse los dientes, hay referen-cias21 y piezas dentarias procedentes de algunasculturas asentadas en el golfo de Mxico, que se-alan el uso de materiales de color negro.

    Trepanacin craneana

    Hay otras alteraciones corporales o uso del cuer-po humano, como es la trepanacin craneana; lacual consiste en la perforacin, raspado o limado,desde la superficie exterior del crneo hasta llegara las membranas cerebrales; fue hecha con diver-sos instrumentos, tales como taladros, limas y ras-padores. El raspado probablemente fue hecho conuna lasca de piedra o con una navaja de obsidiana;se va raspando el hueso poco a poco hasta lograrla horadacin de forma circular u ovoide. Paracortar o aserrar el hueso, quizs hayan usado uninstrumento de piedra; para quitar un pedazo dehueso utilizando la tcnica de taladrar, debieronusar un taladro hueco redondo, parecido al de jo-yera o al utilizado en las perforaciones dentalespara incrustar piedras semipreciosas.22

    Sabemos que la tcnica ms antigua fue la delraspado, empleada desde el 900 a. C., le sigui ladel taladro aproximadamente hacia 700 a. C., peroesta ltima tcnica no desplaz a la primera.

    Las causas de esta prctica pudieron haber te-nido varios objetivos, entre ellos como una medi-da teraputica para disminuir la presin intracra-neal que puede ocasionar dolores de cabeza, tam-bin utilizada como un medio curativo posteriora una fractura de crneo o tambin pudo haberse

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    realizado la trepanacin para extraer fragmentosde hueso y utilizarlos como amuletos religiosos.

    En Mxico, el mayor nmero de crneostrepanados procede de Monte Albn, Oaxaca;hasta 1992 se haban localizado veinticuatro ca-sos;23 tambin hay reportes de ejemplares proce-dentes de Cerro de los Tepalcates, Tlatilco, Esta-do de Mxico, de Monte Negro, Tilantongo,Oaxaca y de Yucatn.2'1

    Huesos largos trabajados

    Tambin hay huellas directas sobre los huesos, deque algunos de ellos, sobre todo los tres huesoslargos grandes (fmur, tibia y hmero), fueronmanipulados posmortem de una manera intencio-nal. Generalmente se localiza una serie de muescastransversales que marcan las dilisis. El propsitode realizar estas modificaciones, era crear un ins-trumento musical llamado en nhuatl omichica-hua^tli. El sonido se provoca raspando una con-cha sobre la superficie donde se encuentran lasmuescas. Su uso est reservado a los ritos funera-rios dedicados a los guerreros muertos en el cam-po de batalla.25

    Uso posmortem: tzompantlis, elaboracin deomechicahuaxdis y grabados sobre hueso.

    Consecuencias de las alteracionescorporales

    Para cerrar este tema, es importante anotar unpoco las consecuencias estructurales, histolgicas,fisiolgicas y hasta lingsticas de algunas de laspracticas culturales, cuyo fin primordial fue el dealterar de manera temporal o permanente el cuer-po humano.

    La deformacin ceflica intencional provoccambios estructurales no slo de la regin poste-rior de la cabeza, sino tambin en la regin facial,y en especfico las cavidades oculares y el planode oclusin dental. Las alteraciones de las rbitasrepercutieron en la visin del sujeto; lograron

    como consecuencia el estrabismo. ste no se debe,a la colocacin de un pegotillo entre los ojos,como nos lo mencionan los cronistas, sino que esconsecuencia de la alteracin sea.

    Los dientes, por el limado practicado, tiendena presentar cambios en su plano oclusal o lneade contacto entre los dientes superiores e inferio-res, a veces, hay una asimetra notable de ambasmitades, o un desgaste mayor en uno de los la-dos; sobre todo si est relacionado con deforma-cin ceflica intencional asimtrica.

    No olvidar las consecuencias de la costumbrede alterarse los lbulos de las orejas, ya sea porperforacin o distensin. La fijacin de grandespesos distiende considerablemente el lbulo, in-terfiere en la audicin y puede llegar a ocasionarla rotura del mismo.

    La perforacin o colocacin de objetos pesa-dos en los labios provoca traccin hacia delante yabajo, reduccin del espesor y hasta su rotura,dejando expuesta la arcada dentaria. Tambinpueden producirse consecuencias histolgicas:hipervascularizacin sangunea, abundante proli-feracin de fibras musculares, desaparicin de lasglndulas sebceas y mucosas; consecuencias fi-siolgicas: la dificultad para ingerir alimentos; ylingsticas: la modificacin y en casos extremosla desaparicin de sonidos labiales.

    Al efectuar la introduccin de pintura corpo-ral, algunas de las heridas quizs se hayan infecta-do y producido grandes infecciones; sin embargo,hay que tener presente el amplio conocimientoque se tena no slo de la anatoma humana, sinode los productos teraputicos naturales.

    Para concluir, no debemos olvidar que loshombres prehispnicos, practicaron la alteracindel cuerpo humano de distintas maneras, y queestas manipulaciones siempre tuvieron un porquy un para qu. Tuvieron motivos naturales (pro-teccin a ciertas inclemencias ambientales), reli-giosos (ritos de paso, iniciacin) y sociales (dis-tincin, posesin, estatus), pocas veces pudieronhaberse practicado por costumbre o moda. Lasalteraciones corporales nos revelan que el hom-bre utiliz su cuerpo con el fin de guardar y rev-

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    lar parte de la visin, de sus ideas y sus creenciasque del mundo tena.

    Es importante recordar que la mayora de losejemplares seos que muestran estas modificacio-nes corporales, est debidamente resguardada enel acervo osteolgico de la Direccin de Antro-pologa Fsica del Instituto Nacional de Antropo-loga e Historia.

    Notas1 Una versin preliminar y resumida fue publicada enla Revista de la Universidad de Guadalajara.

    2 Manuel Orozco y Berra, Historia antigua y de laConquista de Mxico, t. II, p. 187.

    3 Ibid., p. 198.4 Fray Diego de Landa, Relacin de las cosas de

    Yucatn, pp. 115 y 133.5 Ibid., p. 116.6 M. Orozco y Berra, op. cit., . II, pp. 193-194.7 Fray Bernardino de Sahagn, Historia general de

    las cosas de Nueva Espaa, libro X, p. 660.8 M. Orozco y Berra, op. '/., t. II, p. 198.9 Fray Juan de Tbrquemada, Monarqua indiana, li-

    bro XIV, cap. XXIV.10 Fray D. de Landa, op. cit., p. 132.11 Fray B. de Sahagn, op. cit., libro X, p. 661.12 Fray D. de Landa, op. cit., p. 132.13 Fray B. de Sahagn, op. cit., t. II, p. 132.14 Fray Diego de Duran, Historia de los indios de

    Nueva Espaa e islas de tierra firme, cap. XVII.15 M. Orozco y Berra, op. cit., p. 188.16 Fray J. de Torquemada, op. cit., libro XIV, cap. XXIV.17 Arturo Romano Pacheco, "Deformacin ceflica

    intencional", en Antropologa fsica. poca prehispnica,p. 198.

    18 Fray D. de Landa, op. cit., p. 132.19 Javier Romero Molina, "Mutilacin e incrustacin

    dentaria", en Antropologa fsica. poca prehispnica.20 Fray D. de Landa, op. cit., p. 132.21 Fray B. de Sahagn, op. cit., libro X, pp. 662 y 668.22 Lourdes Mrquez Morfn y Ernesto Gonzlez

    Licn, "La trepanacin entre los antiguos zapotecas deMonte albn", en Cuadernos del Sur.

    23 Ibid., p. 44.24 J. Romero Molina, "La trepanacin prehispnica",

    en Antropologa fsica. poca prehispnica, pp. 181-194.25 Gregory Pereira, Estudio taxonmico de los huesos

    humanos estriados procedentes de Zacapu, Michoacn.

    ReferenciasBautista Martnez, Josefina y Federico Solrzano, "Al-

    teraciones corporales en el Mxico prehispnico",en Revista de la Universidad de Gtiadalajara, nm.16. Guadalajara, Jal, 1999, pp. 18-21.

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