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ÁNGEL MUÑOZ GARCÍA ALONSO BRICEÑO, FILÓSOFO DE VENEZUELA Y AMÉRICA Resumen: Alonso Briceño, chileno de nacimiento, peruano de formación y ejercicio, y Obispo de Nicaragua y Venezuela, es considerado por muchos como el primer filósofo de América. Sin embargo, su vida y obra resulta todavía hoy excesivamente desconocida. El presente trabajo pretende llenar esa laguna, recogiendo los dispersos datos biográficos del Obispo franciscano y un primer acercamiento a los temas tratados en su obra escrita. Palabras clave: ALONSOBRICEÑO, PENSAMIENTOCOLONIALAMERICANO. No es posible pretender hacer una historia de los orígenes de la filosofía en Venezuela sin tener que hacer mención de un sinnúmero de eclesiásticos que, desde los orígenes mismos de la Colonia, contribuyeron decisivamente a la implantación y desarrollo de esta disciplina. En Europa la filosofía fue, desde su primer momento en la Edad Media, un campo especialmente cultivado por las universidades, fundamentalmente en manos de la Igle- sia. Lo mismo sucedió en nuestra América en la época colonial, Edad Media de América, como la llamó Teresa de la Parra. 1 Eclesiásticos de alta jerarquía o simples frailes y curas rurales, escribieron voluminosos tratados, impulsaron el establecimiento oficial de la enseñanza o la practicaron en el aula. Unos tuvieron bajo su responsabilidad las serias cátedras universitarias, otros muchos la de una enseñanza en aulas aisladas, conventuales o seculares. De algunos conocemos sus nombres —unos pocos—, como Navas Becerra y Marcos de Sobremontes; otros —la mayoría—, son anónimos. Por no citar el curioso caso del caraqueño José de Heredia Carballo quien, tras haber sido profesor de Gramática en el seminario, Comisario del Santo Oficio y cura de Catedral, terminó acusado de idólatra por el Gobernador, a causa de haber enseñado filosofía a los indios cuando era párroco de La Victoria. 2 Quizá por este carácter clerical de la Filosofía en la época, quizá por aquella conside- ración de la misma como ancilla Theologiae, alguien ha calificado a la que se desarrolló en la Colonia como una Filosofía teológica. Resulta, en efecto, difícil muchas veces delimitar los campos de ambas disciplinas en obras de autores americanos de aquel momento. Una clara excepción sería la obra de Alonso Briceño, quien incluyó en ella, claramente especificados Patio de Letras Año II, vol. II, N.º 1, 2004, pp. 115-130 1 En la primera conferencia de las tres dictadas por Teresa de la Parra en 1930, en Bogotá y Barranquilla; cfr. PARRA, T., Obras, ed. V. Bosch, Caracas, 1982, p. 479. 2 PARRA, C., La Instrucción en Caracas, 1567-1725, Caracas, 1930, p. 192 y ss.

Alonso Briceño, Filósofo de Venezuela y América

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Alonso Briceño, chileno de nacimiento, peruano de formación y ejercicio, y Obispo deNicaragua y Venezuela, es considerado por muchos como el primer filósofo de América.Sin embargo, su vida y obra resulta todavía hoy excesivamente desconocida. El presentetrabajo pretende llenar esa laguna, recogiendo los dispersos datos biográficos del Obispofranciscano y un primer acercamiento a los temas tratados en su obra escrita.

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ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 115NGEL MUOZ GARCAALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICAResumen:Alonso Briceo, chileno de nacimiento, peruano de formacin y ejercicio, y Obispo deNicaragua y Venezuela, es considerado por muchos como el primer filsofo de Amrica.Sin embargo, su vida y obra resulta todava hoy excesivamente desconocida. El presentetrabajo pretende llenar esa laguna, recogiendo los dispersos datos biogrficos del Obispofranciscano y un primer acercamiento a los temas tratados en su obra escrita.Palabras clave:ALONSO BRICEO, PENSAMIENTO COLONIAL AMERICANO.No es posible pretender hacer una historia de los orgenes de la filosofa en Venezuelasin tener que hacer mencin de un sinnmero de eclesisticos que, desde los orgenesmismos de la Colonia, contribuyeron decisivamente a la implantacin y desarrollo deesta disciplina.En Europa la filosofa fue, desde su primer momento en la Edad Media, un campoespecialmente cultivado por las universidades, fundamentalmente en manos de la Igle-sia. Lo mismo sucedi en nuestra Amrica en la poca colonial, Edad Media de Amrica,como la llam Teresa de la Parra.1 Eclesisticos de alta jerarqua o simples frailes y curasrurales, escribieron voluminosos tratados, impulsaron el establecimiento oficial de laenseanza o la practicaron en el aula. Unos tuvieron bajo su responsabilidad las seriasctedras universitarias, otros muchos la de una enseanza en aulas aisladas, conventualeso seculares. De algunos conocemos sus nombres unos pocos, como Navas Becerra yMarcos de Sobremontes; otros la mayora, son annimos. Por no citar el curioso casodel caraqueo Jos de Heredia Carballo quien, tras haber sido profesor de Gramtica enel seminario, Comisario del Santo Oficio y cura de Catedral, termin acusado de idlatrapor el Gobernador, a causa de haber enseado filosofa a los indios cuando era prroco deLa Victoria.2Quiz por este carcter clerical de la Filosofa en la poca, quiz por aquella conside-racin de la misma como ancilla Theologiae, alguien ha calificado a la que se desarroll en laColonia comouna Filosofa teolgica. Resulta, en efecto, difcil muchas veces delimitar loscampos de ambas disciplinas en obras de autores americanos de aquel momento. Una claraexcepcin sera la obra de Alonso Briceo, quien incluy en ella, claramente especificadosPatio de LetrasAo II, vol. II, N. 1, 2004, pp. 115-1301EnlaprimeraconferenciadelastresdictadasporTeresadelaParraen1930,enBogotyBarranquilla;cfr.PARRA,T.,Obras,ed.V.Bosch,Caracas,1982,p.479.2PARRA,C.,LaInstruccinenCaracas,1567-1725,Caracas,1930,p.192yss.NGEL MUOZ GARCA 116como tales, los temas filosficos que consider vinculados con sus tesis teolgicas. Sinembargo, Briceo fue, ante todo, un telogo.3Nacido en Chile, con su actividad acadmica discente y docente en Per, dondeescribi y desarroll primero su actuacin pastoral, para hacerlo luego en Nicaragua yVenezuela como Obispo, es considerado con razn el primer filsofo-telogo de Amrica.As lo identifica el leo que conserva el palacio arzobispal de Caracas. Su obra, junto conotras como la del tambin peruano Jernimo Valera, o la del mexicano Diego Valads,4figura entre las primeras escritas en Amrica y por americanos; y como la primera teolgica.As se presenta el propio Briceo, al dedicar su edicin al Rey.5 A pesar de todo, hasta hoyslo ha sido traducido y comentado parcialmente por Garca Bacca y Mirko Skarica.Alonso Briceo nace en 1587 en Santiago de Chile, descendiente de conquistadores delPer.6 En efecto, su abuelo paterno, el zamorano Alonso Arvalo Briceo, fue uno de losquince que apresaron al inca Atahualpa; el materno, Francisco de la Pea (y natural deValdepeas), es aludido por el censor Ortega Sotomayor como mencionado por Ercilla enla Araucana.7 Su padre, el capitn Alonso de Arvalo Briceo, nacido en la castellanaGuadalajara, viaj a Chile, donde cas con la santiaguea Jernima Arias de Crdoba.Cuando Alonso, el primognito, tena cinco aos, la familia se traslad a Lima; en el viajenaci su hermano Agustn, que sigui la carrera militar y lleg a Gobernador de Santiago.8l costeara, en su momento, la edicin de los escritos de Alonso.En Lima, donde mueren sus padres, Alonso realizar todos sus estudios y, el 30 deenero de 1605, toma el hbito franciscano, haciendo su profesin en febrero del aosiguiente. Vctor Cspedes da como un hecho que Briceo fue alumno del tambin francis-cano Jernimo Valera, quien le habra inducido en la va escotista.9 Cspedes se basa paraello en que Valera habra enseado Teologa hasta 1606, mismo ao en que Briceo habracomenzado sus estudios dentro de la Orden, tras su Noviciado (enero de 1605 a febrero de1606). La hiptesis de Cspedes pudiera parecer necesitada de mayor soporte. Pero cree-mos que lo tiene.3SobreBriceo,ademsdelabibliografaqueseircitando,puedenconsultarseGRACIA,J.,Filosofahispnica,Pamplona,CuadernosdeAnuarioFilosfico,1998,71,pp.79-81;HANNISCHESPINDOLA,W.,EntornoalaFilosofaenChile1594-1810,SantiagodeChile,1963,pp.24-30;MENDIBURU,M.,Diccionariohistrico-biogrficodelPer,III,Lima,1943;URDANETA,R.,AlonsoBriceoprimerfilsofodeAmrica,Caracas,1973(enadelantecit.comoURDANETA,Briceo);Id.,AportacintrujillanaalpensamientodeAmrica,Salamanca,1957.4VALERA:CommentariiacquaestionesinuniversamAristotelisacSubtilissmiDoctorisIhoannisDunsScotilogicam,Lima,1610.-VALADS:Rethoricachristiana,Perusia,1579.5...temporeprimusquitheologicasconflictationes,quasscholasticasvocitant,adireetedereiubear...ego,exindianisvestrisinfimustheologus.6LasdosmejoresbiografasdeBriceoseencuentranenMANZANO,I.,AlonsoBriceo(1587-1668)Franciscano,Pensador,Obispo,enArchivumFranciscanumHistoricum,85,1992,pp.333-366(enadelantecit.comoMANZANO);yURDANETA,Briceo,delasqueextractamosestasnotas.7PuesPea,aunquedelenguatartamudo,/serevuelvecontaldesenvoltura/cualCesioentrelasarmasdePompeo,/oenTroyaelfierohijodePeleo:ERCILLA,Alonso,LaAraucana,I,V.8MANZANO,op.cit.,p.335.9CSPEDESAGERO,V.,LogicainviaScotideJernimoValera(1568-1625),enLogosLatinoamericano,V,5,2000,p.167.ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 117Para empezar, se supone que Briceo habra de estudiar Filosofa antes de Teologa; yel propio Cspedes anota10 que Valera enseaba Teologa ya desde 1604. Sin embargo,tenemos datos que, sin ser decisorios, pueden verificar la hiptesis y ser ellos mismos, a suvez, verificados por sta. En efecto, basndose en la afirmacin de Plandolit, segn la cualen 1610 Briceo fungi de albacea a la muerte de Francisco Solano,11 Manzano sugiere queen esa ocasin Briceo habra de ser ya sacerdote y que habra estudiado Filosofa antes deingresar en la Orden.12 Este ltimo aspecto nada tendra de raro, por cuanto ingres alNoviciado a los dieciocho aos, edad para la poca en que bien poda haber culminadodichos estudios. En tal caso, tendramos que sostener que habra estudiado los cuatro aosde Teologa al culminar dicho Noviciado, de 1606 a 1610, resultando as alumno de Valeraen 1606, como quiere Cspedes.Por otro lado, hay otro elemento ms que Cspedes cita, pero que nos parece que noha explotado suficientemente. Nos referimos al texto que recoge del cronista Salinas Crdova,segn el cual Fr. Antonio (sic) Briceo..., criollo de Chile..., que a los diez ocho aos deedad, quando sin presidente sustent la Teologa, por su agudeza le llamaron el Escoto, yes conocido por tal....13 En donde coincidimos con Cspedes en que sin presidentehabra de leerse ms bien como sin precedente; esto es que, como estudiante, sustentconclusiones con brillo sin precedente hasta entonces, tanto como para que le llamaran elsegundo Escoto. Tampoco se puede ser muy exigente con los datos que en la poca solandarse sobre la edad de las gentes. Lo que nos interesa en el texto es que habla expresamen-te de que sustent en Teologa; con lo que se confirmara el profesorado de Valera sobreBriceo.Gana oposicin a Ctedra de Artes,14 dedicando quince aos a la enseanza, actividaden la que se gana la confirmacin del apelativo de pequeo Scotoque obtuvo en susestudios, ahora como Segundo Scoto.15 Por supuesto, se trataba de docencia en Ctedrasdentro de su Orden, no en la propia Universidad de San Marcos, en donde los franciscanosno obtendran Ctedra de Escotismo sino hasta comienzo del siglo XVIII. Durante esa pocamuere en 1617 Rosa de Lima. Ms adelante conoce tambin a Francisco Solano.Dentro de la orden Franciscana, desempe los cargos de Guardin del Convento deLima y Cajamarca, Definidor o Consejero de la Provincia, Vicario Provincial en Jauja,10Id.,p.158.11PLANDOLIT,L.,ElapstoldeAmricaS.FranciscoSolano,Madrid,1968,p.288.12Cfr.MANZANO,op.cit.,p.337.13SALINASCRDOVA,B.,Memorialdelashistoriasdelnuevomundo,Lima,1957;CSPEDES,op.cit.,p.168.14ElPadreFr.AlonsodeBriceofueprofesordeFilosofaenLimaenvirtuddeuncertamenquegan.El30deenerode1605tomelhabitoenlaciudaddeLimayfuecontadoentrelosseguidoresdeS.Francisco.Despusdetrecemesesprofes:CRDOVASALINAS,D.,CrnicaFranciscanadelasProvinciasdelPer,Lima,1651,p.1001(enadelantecit.comoCRDOVA);reed.deGMEZCANEDO,L.,Washington,1957.15AslodiceOrtegaSotomayorensuCensuraalasControversiaedeBriceo;yacabamosdeverquetambinlosealaelcronistaSalinasCrdova.SegnnormasinternasdelaOrden,paraserLectorJubiladocomoelpropioBriceodicequeloeraserequerantresaosdeenseanzaenArtesydoceenTeologa.SobrelosFranciscanosenlaUniversidaddeSanMarcos,cfr.HERAS,J.,LosfranciscanosenlaUniversidaddeSanMarcos(Lima),enArchivoIbero-Americano,60,2000,pp.243-258.NGEL MUOZ GARCA 118Visitador de la Provincia de Charcas y Chile. Pero sus afanes no fueron solamente intelec-tuales y de gobierno. Desde La Plata escribe el 18 de febrero de 1629 a fray Bernardino deCrdenas,16 indicando su deseo de ir a predicar a los indios: deseando acudir cuanto es demi parte al remedio de tan gran dao y al instituto de Nuestro Padre San Francisco, que noes vivir para s solo, sino para provecho de las almas, y tambin por la obligacin que noscorre de acudir en esta(s) materias al descargo de la conciencia de Su Majestad. Un interspor los indios que mantuvo despus cuando, ya Obispo de Nicaragua, elige vivir entreellos en Subtiava, barrio marginal de Len, ms que en el palacio episcopal. As, de 1630a 1637 se desempea como Doctrinero.17Camino a Roma, a donde viaja para representar al Per en el Captulo General de laOrden, llega a principios de 1637 a Espaa. Ocasin propicia para dar a conocer y gestionarpersonalmente la edicin de su obra. Crdova Salinas relata que, a la vista del escrito deBriceo, iuste compellor dicere (respondi un grave Maestro que vio los libros por orden delsupremo Consejo) quod invenit in eo Schola Scoti novum spiritum.18 El General de la Orden,impresionado por la obra de Briceo, le nombra Juez de Apelaciones de las Provincias deEspaa y sin que ello suponga doble tiempo de docencia, sino a ttulo honorfico porsus grandes letras, virtud y doctos escritos (que en su lugar se dir), por especial patentedel reverendsimo padre ministro general de toda la Orden Fr. Juan Bautista Campaa,fue laureado lector bis iubilatus;19 siendo el nico sujeto en Amrica y, posiblemente, entoda la Orden franciscana de entonces, que alcanzara el ttulo.20 Poco a poco, Briceo ibaacumulando crditos en su curriculum, que indudablemente habran de influir en quefuera propuesto ms adelante para la dignidad episcopal. Mientras tanto, en 1638 aparecaen Madrid, subvencionada por su hermano Agustn, la edicin del primer volumen de lasControversias.21En 1639 est en el convento de Araceli en Roma, asistiendo al Captulo General de laOrden. En l es designado segn Crdova Salinas para presidir y defender conclusio-nes generales en sus ms principales das, de lo ms grave y dificultoso de la SagradaTeologa... con tan singular magisterio, erudicin e inteligencia de la doctrina del Sutil16SetratabadelfuturoObispodelaAsuncin,cuyapromocinaeseObispadoresulttanpolmica:paraunabuenaexposicindeestecaso,cfr.BRUNO,C.,ElDerechoPblicodelaIglesiaenIndias,Salamanca,CSIC,1967,pp.260-279;cfr.tambinEGAA,A.,HistoriadelaIglesiaenlaAmricaEspaola.HemisferioSur,Madrid,1966,pp.186yss.(enadelantecit.comoEGAA,Historia).17Cfr.MANZANO,op.cit.,p.350-351.18HededecirenjusticiaquelaEscueladeEscotencontrenBriceounnuevobro:CRDOVA,p.1017.19Id.,p.1008.20MANZANO,op.cit.,p.339.21PrimaparsCelebriorumControversiaruminPrimumSententiarumIoannisScotiDoctorisSubtilis,TheologorumfacilePrincipis.ExcitatissaepeereTheologicaMetaphysicisdissertationibus,exquibusadeoabsolutaMetaphysicesexaratioconflatur,utviceperpetuicommentariiapudScotistarumscholam,haberiqueat:cumproprioIndiceMetaphysico.AuthorePatreF.IldephonsoBrizeoChilensi,apudLimanosPrimarioSacraeTheologiaeProfessorebisiubilatoetPeruaniRegniOratoreadSanctissimumDominumnostrumRomanumPontificem,incausaCanonizationisVenerabilisserviDeiF.FrancisciDolaniPeruanorumApostoli.Matriti,exTypographiaRegia.Anno1638.ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 119Doctor Escoto.... Urdaneta recoge el testimonio del Comisario Provincial de Nicaragua,fray Juan Navarro: con tan singular magisterio e inteligencia en la doctrina del SutilDoctor, que llen el mrito que haba de su persona. Las conclusiones las dedic alCardenal Albornoz, y llamaron la atencin nada menos que del famoso Lucas Wadding:Conocle en el Captulo General celebrado en Roma en 1639 y le o argumentar congravedad y solidez.22Nombrado Calificador del Santo Oficio, Briceo regresa a Espaa. Durante esa segun-da estancia debi recibir la carta en la que el eminente jurista Solrzano Pereira queindudablemente conocera al Franciscano desde Lima le solicita anotar y corregir suPoltica Indiana, prxima a editarse.23 Ello indica el renombre que Briceo iba alcanzando.Tanto como para que el Rey le nombrara su representante en el Captulo General de losCistercienses de 1641, a celebrarse en San Benito el Real de Valladolid, Orden que estabaen periodo de reformas dirigidas por el cardenal Richelieu.24 Estas actividades, as como elhaberse tenido que ocupar de graves asuntos, son las que alega al final del segundovolumen de las Controversias, que se imprime por fin en 1642 como motivos para nohaberlo podido culminar antes.25 Como contrapartida, anuncia tambin terminando elmismo volumen que tiene listo ya para las prensas el tercero, que nunca se public.Segn Urdaneta, llevara por ttulo De voluntate et potentia Dei, de praedestinatione et Trinitate,complectens caeteras controversias ad Primum Sententiarum attinentes.26Quiz parezcamos demasiado mal pensados, pero sospechamos que el principal deesos graves asuntos debi ser las gestiones que realizaba por entonces para obtener sudesignacin como Obispo; ms an, que ste era uno de los asuntos, si no el principal, queBriceo traa en mente al desembarcar en Espaa. Indudablemente el ser elegido pararepresentar a su Provincia en el Captulo General de la Orden se debi a sus mritospersonales. Pero, a partir de ah, sospechamos que nuestro fraile comenz a hilvanar lospasos destinados a la consecucin de una mitra. A fin de cuentas, ya el Apstol deca quesi alguien aspiraba al episcopado, deseaba algo noble...27Se trataba slo de aprovechar una figuracin muy destacada en el Captulo de suOrden, asombrando a purpurados e intelectuales; el haber representado al Rey en elsimilar, pero de especiales caractersticas, del Cister; su escrito, que haba llamado la22CRDOVA,p.1008;WADDING,L.,ScriptoresOrdinisMinorum,Romae,1906,p.127(enadelantecit.comoWADDING).Cfr.URDANETA,Briceo,p.68.23SOLRZANOPEREIRA,J.,PolticaIndiana,Madrid,1647.FONSECA,A.,OrgenesTrujillanos,Caracas,1951,p.56,(enadelantecit.comoFONSECA),enlarelacinquehacedelinventariodelabibliotecaalamuertedeBriceo,reseaunacartadeSolrzanocondichasolicitud.24URDANETA,Briceo,p.69.DeestarepresentacinsehablaenelsegundovolumendelasControversias.25PartisprimaecelebriorumControversiaruminprimumSententiarumIoannisScotiDoctorisSubtilisTomusalter,quiestdescientiaDeietideis.AuthoreFr.AlphonsoBriceo,ChilensiSacraeTheologiaeprofessorebisiubilatoetPatreProvintiaeLimensisOrdinisMinorumregularisobservantiae.Matriti,apudAntoniumBellorum.Anno[1639/1642].Nteseque,aunqueenlaportadafiguracomofechadeedicin1639,elpropioBriceo,alfinaldelvolumen,indicaqueaparecaen1642;nosetrata,portanto,dedosediciones,comoavecesseresea.26URDANETA,Briceo,p.105;dacomoreferenciaLPEZ,A.,ArchivoIberoamericano,V,Madrid,1945,p.89-90.27Siquisepiscopatumdesiderat,bonumopusdesiderat:1Tim,3,1.NGEL MUOZ GARCA 120atencin en los medios teolgicos y de la Corte; su condicin en la Orden de bis iubilatus y,fuera de ella, y como descendiente de conquistadores, de benemrito, que le daba priori-dad sobre otros candidatos.28 Es previsible que, si Solrzano Pereira le haba solicitadointervenir en su Poltica Indiana, la destacada influencia de que ste disfrutaba en la Cortefacilitara el recomendar a Briceo ante el Rey. Por otra parte, y adems de la elogiosacensura de Ortega Sotomayor, Briceo contaba en su apoyo con una carta del 9 de mayo de1636, nada menos que del Virrey de Per, Jernimo Fernndez de Cabrera Conde deChinchn, dirigida al Rey; una carta laudatoria, que el franciscano incluira al principio desu segundo volumen, y que lo recomendaba como uno de los sujetos de mayor importan-cia y letras con que contaba el Monarca. Curiosamente aparece tambin en ese momentootra carta del Oidor de Chile Nicols Polanco de Santillana quien, a propsito de lasControversias, escribe al Rey: en esta muestra que vuestra magestad tiene en su corteconocer el limite de su saber,... pues el hiprbole ms encarecido ni comprende ni cie susloores, y es tesoro escondido el de sus letras, pues no ha conseguido con opinin tan alta enellas y en su vida que vuestra magestad le compela (que ser menester) al yugo de laprelaca.29 (No sera tal yugo para Briceo...)No se nos tache de suspicaces, que suspicacia, a despecho de interpretaciones peyora-tivas, no es sino sospecha. Si Briceo traa ya listo el manuscrito de los tres volmenes delas Controversias, por qu retras tres aos la edicin del segundo volumen, dando comoexcusa que no pudo terminarlo antes debido a su obligada asistencia a los CaptulosGenerales mencionados? Por qu se siente obligado a dar una excusa a todas lucesinnecesaria (excusatio non petita...)? A mayor abundamiento anuncia tambin, como contra-partida, que tiene listo para las prensas un tercer volumen que, por cierto, nunca sepublic: retras la aparicin del segundo para el momento oportuno en orden a sueleccin? Quiso impresionar asimismo prometiendo el tercer volumen de una obra quetanto haba llamado la atencin? No pudo ocuparse de la edicin de ese volumen yalisto, segn dice, y supuestamente llevado a Espaa en manuscrito enfrascado en lasdiligencias necesarias para su preconizacin? O es que llevando nuestra suspicaz sospe-cha al extremo ya no estaba tan interesado en su publicacin, una vez preconizadoObispo? Porque habr que suponer que no hubiese sido muy necesaria la posposicin desu regreso a Amrica para poder publicar un volumen supuestamente ya escrito, y supues-tamente esperado por los lectores.El caso es que la sede de Nicaragua que, aunque en lo civil dependa de la Audienciade Lima, era por entonces sufragnea de la Archidicesis de Lima y comprenda tambin aCosta Rica estaba vacante por fallecimiento de su Prelado fray Hernando Nez de28AsestabaprevistoporlaCorona:YporquelosquebiennossirvenenlasIndiasseanhonradosygratificadosdesustrabajos,ylosdemsseanimenaservirnos...prefieransiempreenlaprovisindeellos[deloscargos]alaspersonasbenemritasysuficientesqueparaellosenaquellasparteshubiere.Oqueenellasnoshubierenservidoosirvieren,asenpacificarlatierra,poblarla,ennoblecerla,comoenconvertirydoctrinarlosnaturalesdeella:Ordenanza46,de1571:ENCINAS,D.,CedularioIndiano,vol.I,Madrid,1596,p.11.29MemorialexistenteenlaBibliotecadelMuseoBritnico,segnURDANETA, Briceo,p.69- 70.ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 121Sagredo el 31 de mayo de 1639.30 De modo que el 12 de junio de 1644 y ante el nunciocardenal Juan Jacobo Panzuolo, se levanta en Madrid un informe sobre la vida y cualidadesde Briceo.31 Con ello se inicia el proceso de su nombramiento, con su presentacin, el 28 dejulio del mismo ao, por parte del Rey a Urbano VIII, para cubrir la vacante. Con la mismafecha se giraban tambin instrucciones a tal fin al embajador en Roma, marqus de Vlez;y a los Oficiales de Nicaragua para que pagasen a Briceo la tercera parte de los frutos deaquella Sede, desde la muerte de Nez de Sagredo hasta la aceptacin papal. Un mes mstarde, nueva carta al embajador le avisaba del envo de la solicitud de las bulas de nombra-miento.32 stas eran emitidas, finalmente, el 14 de noviembre, por Inocencio X, recinascendido al solio pontificio.33 El protocolo terminaba con las instrucciones emitidas el 22 delmismo mes y ao al Den y Cabildo de Nicaragua para que diesen poder al Obispo electopara gobernar la Dicesis, mientras se despachaban las bulas; y a los Oficiales de la mismaciudad, para que en el caso de fallecer Briceo antes de tomar posesin entregaran a susherederos los frutos que le correspondieran de esa Sede.Con esto, Briceo sale hacia Panam el 15 de febrero de 1645, y el da 2 del messiguiente se le envan las ejecutoriales.34 El Obispo de aquella Dicesis, fray FernandoRamrez Snchez, lo consagraba el 12 de noviembre, tomando posesin al mes siguiente.Como la mayora de los Obispos de Nicaragua, en lugar de residir en Len, Briceo lo haceen Granada (alojado en el Convento de su Orden), adonde incluso solicita el 14 de julio de1647 que se traslade la Sede. Ante la oposicin de los leoneses, el Rey no accede (1650);pero, antes que residir en la propia Len, prefiere radicarse en el barrio indgena deSubtiava. Recordando su actividad de doctrinero en Charcas, desarrolla su accin pastoralpredicando a los indios en su propia lengua.35 Nueva insistencia por su parte en sacar laSede de Len, levantando incluso un informe (4-3-1651) para probar que ningn Obispohaba habitado en Len, por la inseguridad de la ciudad.36Pero, desde haca algunos aos, el benedictino Mauro Tovar, Obispo de Venezuela,mantena esta Dicesis en continua zozobra. Se podra decir que durante su pontificado nohubo en Caracas con quien no hubiera mantenido algn conflicto. Baste como ejemplo eldecreto que emiti para demoler la incipiente capilla de los Mercedarios, tras el recienteterremoto de 1641. l mismo se encarg de darle cumplimiento, trasladndose hasta all enprocesin, a la cabeza de sus clrigos armados de cirios, bastones y algo ms. De nadasirvi la oposicin de los Mercedarios: su Superior, fray Juan de Espinosa, termin exco-mulgado por el Obispo ms temible y destructivo que un terremoto y la Capilla en30EnreferenciaalaDicesisdeNicaragua,puedeconsultarseAGUILAR,A.,ReseahistricadelaDicesisdeNicaragua,Len(Nicaragua),1927.31SegncopiadelmemorialexistenteenelMuseoBritnico:cfr.URDANETA,Briceo,p.70.32AGI,Ind.General,2852/1,156r,segnMANZANO,op.cit.,p.359;MOTAMURILLO,R.,DocumentacinfranciscanaenelArchivodeIndias.NuevaSeriedelaSeccinIndiferente(1601-1650),enArchivumFranciscanumHistoricum,85,1992,pp.177-282(p.196)(enadelantecit.comoMOTAMURILLO).33Manzano,op.cit.,p.357;URDANETA,Briceo,p.71.34MOTAMURILLO,op.cit.,p.196.35MANZANO,op.cit.,pp.359yss.36URDANETA,Briceo,p.79.NGEL MUOZ GARCA 122cenizas.37 De ah que, desde Caracas, se hubiese solicitado repetidamente al Rey eltraslado del Obispo, y el Rey lo hiciera a Roma, por los gravsimos inconvenientes que sesiguen al servicio de Dios y mo y a la quietud y paz pblica de mis vasallos.38En consecuencia, el 9 de octubre de 1653 el Cabildo Catedral de Caracas quedanotificado que, segn Cdula del 29 de mayo de dicho ao, Roma haba expedido bulastrasladando a Tovar a la sede de Chiapas. ste, que haca ms de un ao que estabaausente en la visita, es avisado de ello y entrega la jurisdiccin al Cabildo el 18 deoctubre.39 En febrero del ao siguiente, Tovar sale de Caracas hacia su nueva Dicesis deChiapas. Legendariamente se le atribuye haber sacudido las zapatillas al embarcarse enLa Guaira y decir: De Caracas no quiero ni el polvo, ah se lo dejo.40 Consecuentemente, en agosto del mismo 1653, la Santa Sede preconizaba a BriceoObispo de Caracas.41 Pero, a partir de ah, iba a comenzar una serie de dilaciones queretrasara su toma de posesin. El propio Briceo no parece muy animado con la noticia.Para empezar, Tovar no haba salido an de Caracas. Adems, Briceo podra haberseenterado del ambiente conflictivo en que el Benedictino dejaba su sede. No por nada elhasta entonces Obispo de Chiapas, el tambin franciscano Marcos Ramrez de Prado,nombrado con anterioridad a Briceo para intercambiar sedes con Tovar, haba rechazadoel nombramiento. Seguramente el ser hijo de Alonso Ramrez del Prado, miembro delConsejo Real y del de Hacienda, y hermano de Lorenzo Ramrez del Prado, miembro delConsejo de Indias y Caballero de Santiago, pudo influir en buena parte para que seaceptara su rechazo. Sera nombrado posteriormente para la sede de Michoacn (1639),Morelia (1640) y luego Arzobispo de Mxico (1666).42 Por aadidura, Briceo sabra tam-bin que la residencia episcopal caraquea no terminaba an de construirse tras el terre-moto de 1641; y hasta el clima tropical de Venezuela le resultara menos atractivo que el deNicaragua. As que, de momento, se queda en Len esperando a su sucesor. ste, Garcade balos Vergara, mora en 1655, antes de recibir las bulas.43En Venezuela deseosos de contar en paz con un Obispo comenzaban a impacien-tarse: en agosto de ese ao, y como queriendo asegurarse de que su misiva llegara adestino, el Cabildo Catedral escribe por duplicado, y por las vas de Cartagena, Panam,Nicaragua y Maracaibo al Ilmo. Sor. Dn. Fr. Alonso Briceo, que estaba electo Obispo deesta dicesis, suplicndole abreviase su venida.44 Al llegar a Nicaragua y tomar posesinfray Toms Manso, nuevo designado para esa Dicesis, Briceo se retira a Granada,37MONTENEGRO,J.,LaCapilladeSantaRosadeLima,Caracas,1977,p.28.38Cartade1652alCardenalTribulcio;cfr.MANZANO,op.cit.,p.362.Poralgunaraznlacartanolleg,reenvindosedenuevoel4dejuniodelaosiguiente.39PREZVILA,M.,ActasdelCabildoEclesisticodeCaracas,vol.I,Caracas,1963,p.118-119(enadelantecit.comoPREZVILA).Lasbulaserandeabrildeeseao:MANZANO,op.cit.,p.362.40DiccionariodeHistoriadeVenezuela,ed.FundacinPolar,Caracas,21977,alaEntradaTovar,Mauro.41MANZANO,op.cit.,p.362.ParalaetapadeBriceoenVenezuela,cfr.NAVARRO,N.,AnaleseclesisticosdeVenezuela,Caracas,1951.42SobreMarcosRamrezdelPradocfr.HERNNDEZAPARICIO,P.,FrayMarcosRamrezdelPrado,OFM,ObispodeMichoacn(1640-1666),enArchivumFranciscanumHistoricum,85,1992,pp.303-332.43MANZANO,ibidem.44PREZVILA,vol.I,p.121.ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 123mientras prepara su viaje. Manso fallece muy poco tiempo despus. Corra ya el ao 1658.45Con esto, Briceo prolonga de nuevo su estancia en Nicaragua y, desde Cartago de CostaRica, enva a Caracas a fray Luis Ponce de Len para que tomara posesin en su nombrede la dicesis venezolana, mientras l se detena todava, misionando entre los indgenasde Cartago. Pero eran ya varios aos los transcurridos desde la preconizacin para Caracas,sin que el Obispo se hubiese presentado en su nueva Dicesis. De hecho, caso no frecuenteen las colonias, las bulas de nombramiento haban llegado ya a Caracas antes que elObispo. No es extrao, por tanto, que el Gobernador hubiera recibido dichas bulas con laorden expresa de no entregarlas sino personalmente al Prelado, y no a terceras personas.Con la muerte del gobernador Martn de Robles, las bulas haban pasado a poder delCabildo Catedral. Enterado de ello el sucesor, Pedro Torres Toledo, exige su devolucin;con lo que el viaje de Ponce de Len resultara intil.Iniciado su viaje hacia Caracas, Briceo se detiene en Panam, donde el impulsor de lacultura en Centroamrica, su amigo el agustino fray Payo Enrquez de Ribera, recinnombrado para la Dicesis de Guatemala donde introducira la imprenta y futuroArzobispo y Virrey de Mxico, le pide que le consagre Obispo. Esto era en setiembre de1658. En la misma ciudad y ao confiere el Presbiterado al jesuita Martn de Iturralde yEussa. La relacin de ambos no debi quedar ah, pues no slo entablaron amistad, sinoque debieron conversar lo suficiente como para que el Obispo convenciera al jesuita dealgunas tesis escotistas. Cuando ste comienza a dictar en 1662 su primer curso de Filosofaen la Javeriana de Santaf, tiene como discpulo a Juan Martnez de Ripalda,46 quien haren su obra repetidas referencias a la doctrina escotista de su maestro: Esta misma doctriname la dict, ilustrndola con muchas razones y con encanto literario, mi maestro enFilosofa, varn doctsimo en meditaciones escolsticas; Un clebre Maestro nuevo enesta Provincia, adornado de letras y piedad, defendi admirablemente el universal formala parte rei.47 Jos Ortiz Morales, contemporneo de estos autores, habla de una cuestindefendida en 1670 por Eussa, en la que sali triunfante defendiendo que la nocin deente es unvoca a Dios y a las criaturas.48 No se puede decir, sin embargo, que la influencia45MANZANO,ibidem.46NosetratadelnacidoenPamplona(1594-1648),catedrticodeSalamancayqueescribieracontralastesisdeMiguelBayo,sinodeltambinnavarro,peronacidounosaosdespusenOlite(1641-1707),queenseenlaJaverianadeSantaf.RipaldaelIndiano,comoproponellamarloMarqunezArgote,paradiferenciarlodeelSalmantino,fueautordeDeusuetabusudoctrinaeDiviThomae,proXaverianaAcademiaCollegiiSanctafidensisinNovoRegnoGranatensi,Lieja,1704.Sobreesteautor,cfr.MARQUINEZARGOTE,G.,ElMaestrogranadinoJuanMartnezdeRipalda(1641-1707),enCuadernosSalmantinosdeFilosofa,XXVIII,2001,pp.5-64;ID.,LaFilosofaenelNuevoReinodeGranada,enMARQUINEZARGOTE,G.,yBEUCHOT,M.(eds.),LaFilosofaenlaAmricaColonial,SantafdeBogot,pp.152-158;Id.,LosprincipiosdelainteleccinhumanadelM.JaverianoJuanMartnezdeRipalda(1641-1707),SantafdeBogot,1998(enadelantecit.comoMARQUINEZARGOTE,Losprincipios).47EnsuescritoControversiadeRestitutioneNecessariaproInjuriisetDamnisinOmnibusHumanorumBonorumGeneribus;lascitascorrespondenaI,Opusc.3,q.1,n.6ylec.2,n.39respectivamente.MARQUINEZARGOTE,Losprincipios...,p.19,dequientomamosestosdatos,reseaotrasalusionesdeEussaaRipaldaen:I,Opusc.3,q.4,lec.1,n.369;yOpusc.4,q.2,lec.1,n.133.48EnsuobraObservacionescuriosasydoctrinalesquehahechoensuvidapblicadesdeelda11defebrerode1658,enquenaci,hastaeldaquelasescribe...poreldoctorJosephOrtizNGEL MUOZ GARCA 124escotista de Briceo llegara hasta Ripalda. ste, como adversario principal cita siempre aDuns Escoto y a los representantes de su escuela clebre en todo el orbe literario, talescomo Guillermo Ockham, Pedro Aurolo y Alonso Briceo, el llamado Escoto americano,etc., cuyas doctrinas, aprendidas en los cursos de Filosofa de la Javeriana de boca del P.Martn de Eusa, las considera ajenas a Santo Toms.49De Panam, Briceo se fue acercando a su nueva dicesis, llegando a Cartagena,donde de nuevo se detiene esperando a que pasen los rigores de las aguas. Suponemosque estas aguas eran las del Mar Caribe, y no las tormentosas que haban agitado elambiente caraqueo, pero de las que el Obispo no habra tenido noticia cierta sino con elregreso de fray Ponce de Len y las cartas que le entrega del Gobernador de Caracas,Pedro Torres Toledo, quien le informaba del estado de deterioro en que se encontraba sudicesis y de cmo haba recibido rdenes de no entregar las ejecutoriales sino a l enpersona. As las cosas, Briceo decide agilizar por fin su viaje a Venezuela; era ya octubrede 1659. No obstante, el 14 de abril del siguiente ao el Consejo de Indias urga al Obispoa tomar posesin de su Obispado. Finalmente llega a Maracaibo, el 27 de diciembre de1660, donde se le entregan las bulas,50 cuatro cartas del Gobernador a las que el Obispo noresponde, mereciendo por ello los reproches de Torres Toledo parece no venir deseosode la quietud, como yo lo deseaba51, y un poder del Cabildo Catedral para quepudiese gobernar luego que entrase a los trminos de este Obispado.El mismo Cabildo, enterado el 4 de mayo del 61 que Briceo haba llegado a Trujillo,ordenaba diez das despus que se le d posesin en cualquier parte de esta dicesis. EnTrujillo, pues, principal ciudad del Occidente de Venezuela en aquella poca,52 toma porfin posesin de la dicesis53 el 14 de julio de ese 1661, ocho aos despus de su nombra-miento,unomsdelosqueviviraanenVenezuela.EnCaracasloharael13desetiembre, por medio del arcediano Domingo de Ibarra, designado para ello por el Obispoen Trujillo el 7 de julio.54 Urdaneta sugiere que la tardanza en su llegada a Venezuela sedebi a que su predecesor, Mauro Tovar, se empeaba en no salir de Caracas;55 motivoque no nos parece fundado, pues como ya hemos anotado Tovar sala hacia su nuevasede de Chiapas en febrero de 1654, cuando Briceo an no se haba movido de Nicaragua.Este fij su residencia en Trujillo, hasta su muerte, sin haber pisado nunca Caracas en lossiete aos de su episcopado; a pesar de que en 1667, con ocasin de la Visita Pastoral, habaestado en La Victoria y Valencia, bien cerca de la capital.56Morales...a11defebrerode1713,manuscritoconservadoenlaBibliotecaNacionaldeColombia,fol.131;cfr.MARQUINEZARGOTE,Losprincipios...,p.19.49MARQUINEZARGOTE,Losprincipios...,p.30.50Cfr.URDANETA,Briceo,pp.86yss.51MANZANO,op.cit.,p.364.52SegnURDANETA,Briceo,p.93,TrujillotenaentoncesmsvecinosqueCaracas;recogeeldatodeMARCODORTA,E.,MaterialesparalaHistoriadelaCulturaenVenezuela,Caracas,1967,p.53.53PREZVILA,pp.128,130;MANZANO,op.cit.,p.364.54PREZVILA,p.131.55URDANETA,Briceo,p.82.56SobreBriceoenVenezuelapuedeverseTORRUBIA,J.,CrnicadelaProvinciaFranciscanadeSantaCruzdeLaEspaolayCaracas,Caracas,1972.ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 125La razn principal pudo haber sido los malos inicios que tuvo con el Gobernador, aquien le hemos visto recriminar a Briceo su aparente desgana por incorporarse a su sede;y, una vez hecho a la vida tranquila de Trujillo, decidira permanecer en esta ciudad. S sonciertas otras razones que se han alegado: en Caracas no haba an una residencia destinadapara el Obispo; hasta entonces el Obispado de Venezuela tena su residencia oficial en laciudad de Coro (de los Obispos anteriores a Briceo, slo dos haban residido en Caracas;fue precisamente su sucesor, Gonzlez de Acua, el primero que se firm como Obispo deCaracas);57 y en Trujillo podra dedicarse a la cacera, abundante en la regin y a la que,al parecer, era aficionado el Mitrado filsofo. Queriendo vincular ms a Briceo con Vene-zuela, se ha argumentado tambin que Trujillo sera cuna de los ancestros de Briceo: losBriceos del Obispo y los de Trujillo vienen de las cepas fundadas en Zamora y Arvalo(Castilla). Uno de los prohombres de la colonia venezolana es Sancho Briceo, que formhogar y muri en Trujillo. De l descienden las numerosas ramas de Briceos que existenen Venezuela.58 En Trujillo Briceo fue el primero en autorizar el culto a Nuestra Seorade Coromoto, patrona de Venezuela; y en 1663, consagrara a Francisco de la CuevaMaldonado, designado Arzobispo de Santo Domingo.59El 2 de diciembre de 1668, el Cabildo Catedral recibe en Caracas un testimonioautorizado de un Alcalde de Trujillo, de haber muerto all el Illmo. Sor. Don. Fr. AlonzoBriceo, el da 16 de noviembre.60 Sus ochenta y un aos no pudieron con unas calentu-ras, posiblemente contradas mientras se ejercitaba con la montera en los llanos de Monay,a lo que era adicto, o... lugares malsanos en la visita pastoral; pero s pudieron ms quelos remedios de la poca que le aplic en la ocasin su mdico Luis de Espinosa: zumo demastuerzo; palominos abiertos sobre el vientre; piedra bezoar en vaso de plata dorada,trada especialmente del convento mercedario de Santa Fe, del Nuevo Reino de Granada;plantillas de piel de gato y hasta el auxilio milagroso de un dedo de San Francisco Solano,en pectoral puesto sobre el ilustre enfermo, amn de otras especialidades de la poca.61Dejaba una biblioteca de mil ejemplares cuya adjudicacin ocasion no pocas disputas. PorReal Provisin de 12 de diciembre de 1673, qued adjudicada finalmente al convento deSan Francisco de Caracas; de ella no queda hoy sino el inventario.62 Fue enterrado en laparroquia de Trujillo, en la Capilla Mayor, al lado del Evangelio. Su sobrino y Secretario,el mercedario fray Diego Briceo, hizo poner sobre su tumba una lmina de cobre en laque hizo grabar el guila exployada y las aspas de San Andrs, de las armas de losBriceos, cimadas por el sombrero episcopal, con cordones y borlas en sinople. En el filetellevaba la sentencia de la divisa en latn: Ad praeceptum tuum elevabitur ut aquila et in arduis57MANZANO,p.365.58URDANETA, Briceo,pp.89-90,95;Cfr.BRICEOIRAGORRY,M.,Miinfanciaymipueblo,Caracas,1951.59PREZVILA,p.134.60Id.,p.140.61Nosabemosdedondetomalosdatos,peroaslodiceURDANETA,Briceo,pp.95yss.62ArchivoArzobispaldeCaracas;copiaenlaAcademiaFranciscanadeHistoriadeWashington,segnId.,p.99.SegnGOMEZCANEDO,L.,LaProvinciaFranciscanadeSantaCruzdeCaracas,vol.I,Caracas,1974,p.323,laRealProvisinseencontrabaenelArchivoArzobispaldeCaracas,FondoFranciscano,legajo1,n.1,CatlogodelArchivodelaProvinciadeSantaCruz,ao1789,cajndeRealesProvisiones,n.8.NGEL MUOZ GARCA 126ponet nutum suum. Lmina que, segn Amlcar Fonseca, se encontraba en el MuseoArquidiocesano Monseor Silva de la ciudad venezolana de Mrida;63 aunque, segnnos informaron al requerir all por la lmina, nada se sabe de ella en dicho Museo.No parece que nos hayan llegado otras obras de Briceo. Sin embargo Urdaneta anotaque en el inventario de su biblioteca, realizado el 23 de marzo de 1831 en la del conventofranciscano de Trujillo, se citan dos volmenes Sententiarum Scoti, de los que piensa seanlos editados en Madrid; que en esa Biblioteca habran estado los manuscritos Brizeno inScotum y Brizeno in Sententiis hoy perdidos; y que Larroyo y Escobar citan tambin unaApologia de vita et doctrina Iohannis Dunsii Scoti64 que, indudablemente, ha de ser la incluidaal comienzo del primer volumen de las Controversiae.Gabriel Lpez Navarro public en 1641 una Teologa mistica, a la que prolog Briceo,comentando algunas poesas del beato franciscano Nicols Factor.65 Urdaneta da tambincomo un hecho el que Briceo anot y corrigi la Politica Indiana del famoso Juan deSolrzano Pereira, a solicitud de ste; y aade que, como Calificador del Santo Oficio, en1629 aprob la publicacin del Tratado sobre la vida, virtudes y milagros de San Francisco Solano,Patrono de Lima, escrito por fray Diego de Crdova y publicado en Madrid en 1643.66Las ControversiasDe Nazaret puede salir algo bueno?67 Es la frase evanglica que parece tener en mentePedro de Ortega Sotomayor, cuando, como censor, da el visto bueno a la edicin deBriceo: ab Indis aliquid boni exeat?Curiosa pregunta retrica. Curiosa, porque su repetida aparicin parece sugerir que setrata de algo ms que de una pregunta retrica. En efecto, se encuentra tambin unos aosantes en el Prlogo de la Logica de Jernimo Valera: Acaso algo bueno puede salir deNazaret o de Per?; a lo que se responde el propio autor: Tan omnipotente es Dios, quede las piedras peruanas puede engendrar hijos de Abraham.68 Y se encuentra asimismounos aos despus de Briceo, tambin en el Prlogo, esta vez del Cursus Philosophicusde Espinosa Medrano. Coincidencialmente, El Lunarejo alude tanto a la frase de ValeraEste prejuicio lo puso a prueba el doctsimo escotista peruano Jernimo de Valera quien,al susurrarse ms de una vez en su odo la pregunta algo bueno jams puede venir deNazaret o del Per?, no pudo sino responder tan poderoso es Dios, que puede suscitarhijos de Abrahm de las piedras peruanas69 como a la del censor de Briceo Esta es63Cfr.URDANETA,Briceo,pp.97s.;FONSECA,p.59.EllemaesttomadodeJob,39,27,queliteralmentedice:adpraeceptumtuumelevabituraquilaetinarduisponetnidumsuum.64URDANETA,Briceo,p.99.Sobrelosdosmanuscritos,citaalBoletndelArchivoNacional,n.105,julio-agosto,1941;paralaApologa,LARROYO,F.,yESCOBAR,E.,HistoriadelasdoctrinasfilosficasenLatinoamrica,Mxico,1968,p.83.ElinventariodelaBibliotecatrujillanaseencuentraenelArchivoArzobispaldeCaracas.FONSECA,pp.56ss.,aludeasimismoaestosdosmanuscritos.65NicolsFactor,(1520-1583);cfr.SIMNDAZ,J.,ImpresosdelsigloXVII,Madrid,1972,p.84.66URDANETA,Briceo,p.104.67Jn.,1,46.68Aludiendoigualmenteaotropasajeevanglico(Mat.3,9).AgradezcoaVctorCspedeselhabermefacilitadoamablementeeltextodelaedicinquepreparasobreValera.69Cfr.JUANDEESPINOSAMEDRANO,Apologtico,ed.deA.TamayoVargas,Caracas,1982,p.325.ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 127la vieja queja de los nuestros y no cabe reiterarla aqu; entre otros, hay que leer sobre todoal Ilustrsimo Doctor Don pedro de Ortega, Obispo de esta Ciudad, quien ha defendidoesta causa erudita, enrgica y profundamente.70 Y dedica un buen espacio al tema.No se puede menos de hacer notar este marcado inters de los peruanos de la poca porenfatizar en su capacidad para filosofar. A pesar, como dira Ortega Sotomayor, de encon-trarseenunareginenlaqueelsol,yaenelocaso,nodasinoescasaluz;regincontina que no slo puede aportar metales preciosos, sino tambin ingenios y Docto-res. Por lo que los peruanos deben con razn ser admitidos en la especie humana, sin quelos espaoles puedan pretender que slo ellos sean hombres. Todos somos hombres,agrega, aunque de otro mundo; para terminar: Animo, mi Briceo; que tambin es lcitollegar al cielo desde un rincn. Ideas que El Lunarejo, subrayara extensamente; baste,como ejemplo, la siguiente frase: Los peruanos no hemos nacido en rincones oscuros ydespreciables del mundo ni bajo aires ms torpes, sino en un lugar aventajado de la tierra,donde sonre un cielo mejor.71Y pregunta retrica, cuya respuesta constituye la primera opinin sobre las Controversiaede Briceo, emitida por un conocedor de la materia. Ortega Sotomayor era Catedrtico deTeologa de la Universidad en la Ciudad de los Reyes y Maestrescuela de la CatedralMetropolitana, cargo al que sola ir unido el de Canciller de la Universidad.72 Un parecerde quien conoca a Briceo desde sus aos mozos (Ortega era slo un ao mayor quenuestro franciscano, por lo que es de suponer que habran coincidido en sus estudios) y quepodra resumirse en la ancdota que, desde entonces, corra por Lima: desde su juventudsobresali entre todos sus compaeros por la sutileza y penetracin de su ingenio, mere-ciendo el calificativo de Escotito y luego el de El segundo Scoto. Pasemos por alto otrasopiniones como las aludidas del Virrey del Per, para el que nuestro franciscano era unode los sujetos de mayor importancia y letras; o la del Oidor chileno Polanco de Santillana:el hiprbole ms encarecido ni comprende ni cie sus loores, y es tesoro escondido el desus letras;73 a fin de cuentas, ambos eran legos en cuestiones teolgicas. Pero s puedepesar la que recoge Crdova Salinas del grave Maestro que consideraba que con Briceoel escotismo adquira un nuevo mpetu; o la que el propio Crdova calificando las Controversiaede obra verdaderamente grande y digna de tan ilustre maestro, donde no slo se halla enella la alteza del ingenio de Scoto, sino al mismo Scoto vivo... Tesoro inestimable, en el queel autor descubre al mundo nuevas glorias en defensa de la doctrina y santidad de sumaestro.74 Sin olvidar la autorizada de Lucas Wadding, que oy a Briceo argumentarcon gravedad y solidez.75Lamentable e inexplicablemente, sin embargo, la repercusin de esta obra no parecehaber seguido el revuelo que ocasion en su aparicin. Quiz habra que decir que lainfluencia se redujo a Venezuela, donde un siglo ms tarde se escriban dos obras ms, del70Id.,p.327.71Id.,p.326-7.72OrtegaSotomayorseraelevadoen1644alaSedeEpiscopaldeTrujillo,ysucesivamentealasdeArequipa(1646)yCuzco(1651):cfr.EGAA,Historia,p.314.73MemorialexistenteenlaBibliotecadelMuseoBritnico,segnURDANETA,Briceop.69-70.74CRDOVA,p.1017.75WADDING,p.127.NGEL MUOZ GARCA 128mismo corte escotista y de la mano tambin de dos frailes franciscanos: el Opus Theologicumspeculativum et practicum de fray Agustn de Quevedo Villegas,76 y la Theologia Expositivain Sacrosanctum Evangelium Domini Nostri Iesuchristi secundum Matthaeum, de fray TomsValero.77No obstante, en la misma Venezuela, la obra de Briceo parece haber sido frecuenteal menos relativamente frecuente en las bibliotecas coloniales. Aparte de figurar, porejemplo, en la biblioteca de los jesuitas de Mrida,78 aparece tambin con anterioridad enla relacin testamentaria de 1725 del Dr. Juan Dvalo Chirinos, Chantre de la Catedral deCaracas; en 1717 en la del presbtero Francisco Piango, Cura Rector de la misma Catedral;y en la de 1700 del tambin cura de catedral Jos Heredia, al que anteriormente nos hemosreferido. Por no citar que, en el testamento de 1692 del Prroco de Valencia y Comisario delSanto Oficio, Andrs Altamirano, figuraba una edicin ya vieja de la Recopilacin de Indias,protegida, a falta de portada, con un pergamino que deca Briceo, In Scotum, cosa quequiz pudiera hablarnos de un volumen de Briceo ya perecido por el uso para esa fecha.79La supuesta utilizacin de las Controversiae en el colegio de San Diego de Alcal, a quealude Manzano, no nos parece real. Se basa en una frase de Toribio Medina: los padresLectores de Arte dictarn su filosofa por los filsofos Brixia, Altieri, Villalpando, Purchot,Lugdunense u otro de esa clase.80 Creemos que resulta muy forzado entender Brixiacomo Briceo, y que Medina se refiere ms bien al tambin franciscano Fortunato deBrescia (o Fortunatus a Brixia, 1701-1754), uno de los primeros, como los autores de esaclase que le acompaan en la cita, en introducir la Fsica y Matemtica en los estudios deFilosofa.A pesar, pues, de la osada del americano Briceo al atreverse a ensear Teologay Filosofa a Europa, su obra ha quedado prcticamente hasta nuestros das sin estudioni aplicacin. Slo Garca Bacca, Ismael Quiles y Mirko Skarica se han ocupado reciente-mente de estudios y traducciones parciales. Es precisamente el primero de estos autoresquien considera a Briceo figura principal del siglo XVII no slo de Amrica, sino hasta deEuropa;81 lo que nos excusara de todo otro comentario, al menos mientras no disponga-76Cuatrovolmenes,entornoalasSentenciasdePedroLombardo,impresosenSevilla,respectivamenteen1752,1753,1755y1756.Ed.parcialenGARCABACCA,J.,AgustndeQuevedoyVillegas,enId.,AntologadelPensamientoFilosficoVenezolano,vol.I,Caracas,1954,PresentacinySeleccin,pp.179-324(enadelantecit.comoGARCABACCA,Antologa);Id.,AgustndeQuevedoyVillegas:TratadosFilosficos,s.l.(Coro?),s.f.(llevaImprimaturde1953).77Dosvolmenes,Sevilla,1755.Ed.parcialenGARCABACCA,J.,TomsValero,enGARCABACCA,Antologapp.325-435.Cfr.tambin:CARDOT,C.,TomsValero,humanistavenezolanodelS.XVIII,enBoletndelaAcademiaNacionaldelaHistoria,LX,240,Caracas,1972,pp.635s.78Cfr.larelacindelamismadelosaos1749-1780enFAJARDO,J.,LasBibliotecasjesuticasenlaVenezuelaColonial,Caracas,1999,vol.I,n.os120y130,pp.308y312,cuyosdatoscoincidenconlarelacinde1771quedelmismoColegiodaLEAL,I.,LibrosyBibliotecasenVenezuelaColonial,Caracas,1978,vol.II,pp.347s.(enadelantecit.comoLEAL)79Cfr.LEAL,pp.301,218,155y130respectivamente.80MEDINA,T.,InstruccinpblicaenChile,SantiagodeChile,1905,vol.I,p.221;MANZANO,p.347.81GARCABACCA,J.,AlfonsoBriceo:DisputacionesMetafsicas,Caracas,1955,p.10(enadelantecit.comoGARCABACCA,Briceo).ALONSO BRICEO, FILSOFO DE VENEZUELA Y AMRICA 129mos de una edicin moderna de la obra completa. Podr ser cierto que Briceo escribeen un siglo que pudiera considerarse especialmente escotista; o que nuestro Obispo seala figura seera de ese periodo en Amrica, al menos dentro del escotismo; y que no setrata de un mero repetidor, sino que no tiene empacho en proponer interpretacionespersonales. Sin embargo, nos parece que Garca Bacca se excedi al ver en Briceo unprecedente demasiado claro de visiones posteriores expresadas en autores como Sartre,Heidegger, Kierkegaard, Hartmann, Bergson...82 Habra que estudiarlo ms despacio.De momento, Quiles ha puesto freno a este exceso, pensando y demostrando, anuestro parecer que Garca Bacca ha llevado las conexiones lgicas entre el pensa-miento de los escotistas venezolanos y la filosofa moderna ms all de lo que la lgicamisma exige o permite.83 Aclaremos, no obstante, que la Antologa de Garca Bacca loes solamente de los temas filosficos que el propio Briceo seleccion, y no de losteolgicos. Porque las Controversiae, un total de ms de mil trescientas pginas, estnconcebidas como discusiones teolgicas, de las que el propio autor entresac otras decorte filosfico, pero que consider necesarias para una mejor comprensin de las prime-ras. Los temas contenidos en las ediciones de Garca Bacca se refieren a los de la esenciay la existencia creadas, la unidad del ser, la identidad y la distincin, y los tipos dedistincin real, con referencia a la distincin modal.84En espera de esa deseable y laboriosa edicin moderna, no nos queda sino repasar lostemas que Briceo aborda en sus Controversias. El primer volumen abarca diez temasteolgicos: La esencia y simplicidad de la naturaleza divina da pie para tratar sobre laesencia y la existencia, la subsistencia de Dios y sus atributos. La unidad de Dios, lo darpara la unidad individual del concepto de ente; para el principio de individuacin; y parala distincin formal ex natura rei, optando por supuesto por el enfoque escotista. Deveritate Dei in essendo ser ocasin para estudiar la verdad. Las dos Controversias siguientesestndedicadasalabondadyalainfinituddeDios.Siguentresmsacercadelainmensidad, inmutabilidad y eternidad divinas. La novena trata de si la creatura puedeconocer a Dios, estudiando el problema desde el punto de vista del intelecto humano (siste tiende naturalmente a ese conocimiento); del principio sobrenatural de dicha visin yel lumen gloriae requerido para ella; y de Dios como del objeto de dicha visin: si sonposibles la especie impresa y expresa de Dios; extendindose al tratar de la expresasobre el acto de la visin beatfica y sobre si forman parte del objeto de la misma laspropiedades de Dios, la esencia divina sin sus relaciones, los decretos de la libre voluntaddivina. Para terminar el volumen con una Controversia sobre la incomprehensibilidad deDios, en cuanto que la creatura no pueda captar algo formal en el objeto beatfico.Las dos Controversias del volumen segundo se refieren ampliamente a la ciencia deDios y a las ideas o ejemplares del intelecto divino. En la primera de ellas es la Contro-82GARCABACCA,J.,AlfonsoBriceo,enGARCABACCA,Antologa,pp.15-178;GARCABACCA,Briceo(mismotextoqueenelvolumenanterior,peroalgomsamplio).83QUILES,I.,FilosofalatinoamericanaenlossiglosXVIaXVIII,BuenosAires,1989,pp.139-153(p.143);tambinenId.,ElpensamientofilosficovenezolanoenlossiglosXVII-XVIII,enCulturayFe,39,1954,pp.97-104.84PeroenGARCABACCA,Briceo,dedicamsextensinaltemadelaidentidadyladistincinqueenlaGARCABACCA,Antologa.NGEL MUOZ GARCA 130versia que ha traducido y comentado Skarica85, tras considerar la pertinencia de laciencia en Dios y el objeto formal de la voluntad divina, se hace un estudio especial sobrela ciencia de Dios en relacin con los actos libres del hombre, esto es con relacin a losfuturos contingentes: si Dios puede conocerlos; si los conoce en s mismos o en sus causas;si la libertad humana queda necesitada por ese conocimiento; cul es la causalidad ynecesidad de la presciencia condicional. Finalmente, la ltima Controversia estudia cmola Deidad eclipsa las ideas o ejemplares del intelecto divino; ocasin para exponer lacausalidad ejemplar que Escoto atribuye al esse obiectivum ab aeterno de las creaturas: enqu consiste la posibilidad del ente, en qu principio tiene origen y cmo se vincula conello la potencia de Dios.85SKARICA,M.,PredeterminacinylibertadenfrayAlonsoBriceo,enPhilosophica,UniversidadCatlicadeValparaso,16,1993,pp.57-63;Id.,SilosfuturoscontingentessonconocidosporDiosensmismos,osea,ensuverdaddeterminada,(intr.ytrad.)enPhilosophica,UniversidadCatlicadeValparaso,15,1992,pp.205-251;TheProblemofGodsForeknowledgeandHumanFreedominSpanishPhilosophy,enWHITE,K.,(ed.),HispanicPhilosophyintheAgeofDiscovery,Washington,1997,pp.194-198.