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ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LA FAMILIA POBLANA Resumen Introducción Las descripciones analíticas que siguen, parten de una experiencia clínica. Por eso pareciera ser que se inclinan a describir aspectos más negativos de las familias poblanas. Pero el enfoque es dialéctico. Esto quiere decir que toda realidad tiene aspectos positivos y negativos, que todo lo positivo tiene algo de negativo y viceversa. Desde esta perspectiva podemos asumir que aún lo descrito como negativo tiene mucho de positivo. Sólo lo fuertemente excesivo o deficiente, se vuelve patológico al expresarse en conductas repetitivas. I. La familia poblana es producto de un proceso evolutivo, histórico, sociológico y antropológico. Como toda sociedad y cultura ha ido evolucionando a través del tiempo, realizando diferentes procesos de aculturación o mezcla cultural, creando nuevos patrones culturales o adaptando y cambiando otros. II. En este proceso de adaptaciones y cambios culturales, hay algunos elementos que se han ido conservando, creando el núcleo de diferencia o identidad cultura. III. Puebla es producto de una sociedad Colonial, que durante más de 300 años, vivió características específicas. Una característica general la podemos denominar como Estructura Piramidal. Esto quiere decir que las estructuras tanto políticas como sociales, religiosas económicas, educativas y familiares, tendian a ser autocráticas o grupocráticas, existiendo una autoridad en la cúspide, unos intermediarios, y una base pasiva, obediente y dominada. Las decisiones fluían desde la cúspide. Por otra parte las estructuras tendían a ser rígidas, poco flexibles, y por tanto los cambios eran lentos y mínimos. Esto propició lo que llamamos una Sociedad Conservadora, es decir, que trataba de conservar las costumbres, las reglas, las normas, los patrones culturales sin cambio y la larga permanencia en el modo de ser y de vivir. Y era conservadora en lo político, en lo religioso, en lo social, en lo económico, en lo educativo y en lo familiar. IV. En este sentido, una familia conservadora es aquella en que su estructura y dinámica es poco flexible y con dificultad de cambio. Los patrones culturales se enseñan imponiendo, no se discuten y deben ser obedecidos. El miembro “bueno” es el que obedece, y cumple lo que la familia pide o espera. La “oveja

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LA FAMILIA POBLANA

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IntroducciónLas descripciones analíticas que siguen, parten de una experiencia clínica. Por eso pareciera ser que se inclinan a describir aspectos más negativos de las familias poblanas. Pero el enfoque es dialéctico. Esto quiere decir que toda realidad tiene aspectos positivos y negativos, que todo lo positivo tiene algo de negativo y viceversa. Desde esta perspectiva podemos asumir que aún lo descrito como negativo tiene mucho de positivo. Sólo lo fuertemente excesivo o deficiente, se vuelve patológico al expresarse en conductas repetitivas.

I. La familia poblana es producto de un proceso evolutivo, histórico, sociológico y antropológico. Como toda sociedad y cultura ha ido evolucionando a través del tiempo, realizando diferentes procesos de aculturación o mezcla cultural, creando nuevos patrones culturales o adaptando y cambiando otros.

II. En este proceso de adaptaciones y cambios culturales, hay algunos elementos que se han ido conservando, creando el núcleo de diferencia o identidad cultura.

III. Puebla es producto de una sociedad Colonial, que durante más de 300 años, vivió características específicas. Una característica general la podemos denominar como Estructura Piramidal. Esto quiere decir que las estructuras tanto políticas como sociales, religiosas económicas, educativas y familiares, tendian a ser autocráticas o grupocráticas, existiendo una autoridad en la cúspide, unos intermediarios, y una base pasiva, obediente y dominada. Las decisiones fluían desde la cúspide. Por otra parte las estructuras tendían a ser rígidas, poco flexibles, y por tanto los cambios eran lentos y mínimos. Esto propició lo que llamamos una Sociedad Conservadora, es decir, que trataba de conservar las costumbres, las reglas, las normas, los patrones culturales sin cambio y la larga permanencia en el modo de ser y de vivir. Y era conservadora en lo político, en lo religioso, en lo social, en lo económico, en lo educativo y en lo familiar.

IV. En este sentido, una familia conservadora es aquella en que su estructura y dinámica es poco flexible y con dificultad de cambio. Los patrones culturales se enseñan imponiendo, no se discuten y deben ser obedecidos. El miembro “bueno” es el que obedece, y cumple lo que la familia pide o espera. La “oveja negra” es la persona que se sale de las reglas y normas establecidas.

V. Esto lleva a otra característica de la familia poblana, que le he llamado “Familia Superyoica” tomando el concepto Freudiano, en contraste con la familia americana cuya cultura vive más desde el “Ello” (necesidades, satisfacción, placer). La cultura superyoica vive y normaliza más desde el Deber, de lo que debe ser o no debe ser; de lo que es bueno o lo que es malo, de lo que debería o no debería ser. La única satisfacción es la satisfacción del deber cumplido. En Puebla, muchas familias se esfuerzan por ser “buenos padres”, la madre en el hogar y el hombre en su rol de proveedor, o trabajando ambos. Aunque se ha encontrado que no hay claridad en lo que significa ser “buen padre” o “buena madre”. El dinero, la educación, las tareas, el logro de calificaciones, los buenos modales se convierten en preocupaciones que a veces llevan a la ansiedad o angustia.

VI. Otra característica común, que está cambiando ya en las nuevas generaciones, es el machismo del hombre y la abnegación de la mujer y madre. El macho que fanfarronea del poder, como compensación de sus complejos o como identificación proyectiva con el conquistador, odia al “poderoso conquistador”, rapaz y prepotente,

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pero desea ser como él, llegar a tener dinero y poder, para poder vivir como él. (Sandoval, 1989; Díaz-Guerrero, 1994)

VII. Otra característica importante en la familia mexicana y poblana es la fuerte Cohesión, que se expresa en dependencia excesiva o fuerte “compenetración” entre padres e hijos. Los papás viven demasiado para sus hijos y los hijos dependen demasiado de sus padres; de modo que el proceso de diferenciación del “self”, o proceso de identidad, junto con la autonomía e independencia se logra muy despacio o no se logra. Esto hace que los papás al vivir un exceso de padres, descuidan su realidad de pareja y a veces su propia autorrealización. En el estudio reportado por Hernández y Navarro (1997) se habla de una fuerte compenetración de los hijos con la madre en un 82.5% y un 70.8% con el padre durante la infancia.

La fuerte preocupación de los padres por los problemas de los hijos los llevan a ansiedad y problemas conyugales. “El deber de los padres es procurar lo mejor para sus hijos, aun a costa de su propio bienestar” es asumido por el 85.3% de los padres mexicanos. Esto lleva a bastante rigidez y actitud estricta de los padres para que los hijos logren lo que ellos esperan y obedezcan la disciplina que imponen; lo cual hace que los hijos dependan mucho de sus padres y logren poca responsabilidad, libertad y autonomía. Las actitudes Evaluativos y Críticas predominan sobre las actitudes comprensivas: mirar al tú desde el yo.

VIII. Las familias tienden a cerrarse a sí mismas: mi familia es la más importante y valiosa. Esta actitud puede llevar a un etnocentrismo familiar y una desconfianza en las relaciones interpersonales. En el estudio antes citado (Hernández y Navarro, 1997) se encontró que un 82.3 % de las familias estudiadas afirman que “es mejor proceder con cautela con los demás”, y por lo tanto, sólo un 17.7% afirmó que se puede confiar en la mayoría de la gente”. El exceso de esta actitud puede llevar a actitudes paranoides, que dificultan el trabajo en equipo y poca disposición para ayudar a otros.

IX. El miedo al qué dirán, el miedo a que devalúen, a que ninguneen. El “ninguneo”, dice Octavio Paz, es una operación que consiste en hacer de alguien ninguno… pero el ninguneador también se anula. Frente a esta devaluación surge el silencio, la soledad, la depresión o la agresión.

X. En todo sistema familiar existen tres niveles: el núcleo del amor, expresado en la atracción sexual, la valoración interpersonal y la expresión de afecto y ternura; el nivel de la relación de Pareja y el nivel de la familia misma, que implica la presencia de los hijos. El ideal es que estos tres niveles se integren armoniosamente. Pero la realidad es diferente. La infidelidad, la pérdida de amor y la violencia son tres de los factores que más rupturas matrimoniales generan.

XI. Los nuevos procesos de aculturación, especialmente el influjo de los Estados Unidos, las nuevas inmigraciones de familias a Puebla, han permitido o mayor rigidez en algunas familias, por el proceso recusativo ()o han permitido mayor flexibilidad al cambio. Desde las familias piramidales o autoritarias, cada día se van creando familias semi-democráticas o democráticas. Los cambios operados por la mujer, con mayores niveles de educación y con mayor participación en el trabajo remunerado han hecho que la estructura familiar y las relaciones hombre-mujer, padres-hijos, esté cambiando como crecimiento o como crisis.

Dr. Carlos Martínez Aguilar.Psicoterapeuta