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Alégrate número 168 julio-septiembre 2014

ALÉGRATE

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INSTITUTOS PAULINOS DE VIDA SECULAR CONSAGRADA

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Alégratenúmero 168 julio-septiembre 2014

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Alégrate 32 Alégrate

Editorial: Madre Asunta al cielo 3 Catequesis Paulina: “Mi paz os dejo” 4Cómo lo hizo san Pablo: “Creí, por eso hablé” 6Insti tuto Virgen de la Anunciación: Refl exión sobre el Estatuto/2 8Insti tuto San Gabriel: Testi gos en medio del mundo 10Páginas Marianas: El Santuario de la Reina de los Apóstoless 12El Evangelio vivido: Camino, Verdad y Vida 14Centenario: Así lo viven las Anunciati nas de Italia 16Insti tuto Jesús Sacerdote: Sacerdote secular y vida consagrada paulina 18Insti tuto San Gabriel: Pablo, el gran evangelizador 22Noti cias: 24Calendario: 27Contraportada: 28

Intenciones del mesIntenciones del mes

Como una ráfaga de brisa fresca, tan de agradecer en los calores estivales, resulta la fi esta de la Asunción de la Virgen, el día 15 de

agosto, en pleno verano. Así es para nosotros y para toda la cristiandad. Como una ráfaga de brisa fresca que atempera los sudores de nuestro caminar fatigoso, que reanima nuestra esperanza agostada y vivifi ca nuestra fe adormecida.

La Asunción de María es el triunfo de la vida sobre la muerte. ¿A quién mejor que a su Madre podía rescatar de la muerte, en primer lugar, el Hijo que ha conseguido el triunfo de la resurrección para toda la humanidad? Lo cantamos en el prefacio de acción de gracias de la Eucaristía de esta solemnidad: «Con razón no quisiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu, concibió en su seno al autor de la vida».

Por eso la Asunción de María es el grito de esperanza de todos los creyentes: la victoria sobre la muerte es posible. Y es el grito de esperanza de toda la humanidad, pobre y humilde, que descubre a Dios cerca de sí para levantarla del polvo con su fuerza y su poder. Hay un futuro para todos. Un futuro que ya se ha cumplido en Cristo y en María. Un futuro que está ya a nuestro lado, que ya ha comen-zado dentro de nosotros y dentro de nuestro mundo, y que podemos y debemos ir haciendo realidad.

La Asunción de María es apoyo a la fe en el mundo nuevo que Cristo nos manda levantar. Es aliento que anima la esperanza para traer a la tierra el Reino de Dios, en el que los pobres, los humildes y sencillos comiencen a ser dichosos de verdad. La Asunción de María es el pálpito que nos impulsa a seguir creyendo en la vida. Por eso debe ser también compromiso de seguir trabajando sin desmayo en favor de la vida y en la construcción de ese mundo nuevo que todos anhelamos como anticipo del Reino que confi amos alcanzar.

Tenemos motivos para recobrar la esperanza. Tantos, que el Señor empieza a hacer realidad entre nosotros la victoria sobre la muerte que ha aplicado a su Madre. Es la Eucaristía: sacramento que renueva y aplica el misterio de la muerte y resurrección del Señor. Y que es siembra de resurre rección y de vida.

Sumario

“Dolorosamente en algunas naciones la bandera papal está enrollada, amainada; los hijos e hijas de san Pablo la desplieguen,la enarbolen y, a su sombra, combatan las batallas del Señor” (SP, mayo-junio 1952). Recemos por los hermanos y hermanas de la Familia Paulina de México, Mozambique, Nicaragua, Nigeria, Nueva Zelanda, Paquistán.

“San Bernardo 1949: jornada de adoración, alabanza y agradecimiento a Dios, principio único y absoluto de cuanto bien han recibido las Familias Paulinas desde 1914 hasta hoy” (San Pablo, agosto-septiembre 1949). Recemos por los hermanos y hermanas de la Familia Paulina de Panamá, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, Perú, Polonia.

“En todas las partes el problema vocacional es el más urgente y el más difícil” (SP, agosto-septiembre 1949). En este mes recemos por los hermanos y hermanas de la Familia Paulina de Portugal, Puerto Rico, República Checa, República Dominicana, Rumanía. ANTONIO MAROÑO PENA

JulioJulio

JulioAgosto

JulioSeptiembre

Madre asunta al cieloMadre asunta al cielo

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Alégrate 54 Alégrate

PERMANECED EN MI AMOR.VIVID SIEMPRE ALEGRES EN EL SEÑOR.

C uando se escribe esta refl exión estamos en pleno tiempo pas-

cual y el corazón no tiene otra vi-vencia que la de este Misterio, eje y cumbre sobre el que se sustenta nuestra fe. San Pablo nos lo recuer-da categóricamente: «Cristo ha resucitado como primicia de los que duermen» (1Cor 15,20). Y el himno de Laudes en la mañana de Resurrección lo canta bellamente: «¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!».

Por ello tiene sentido que la Iglesia dedique 50 días a las ce-lebraciones pascuales; para que los cristianos mantengamos la

vivencia de un hecho, tangible y real, que da sentido a toda nuestra vida. Todo el año litúrgico gira alrededor de la Resurrección de Jesús, todo cobra sentido, todo se ilumina en nuestra vida. “¿Cris-to ha resucitado? Entonces, no-sotros también resucitaremos”. (Juan Pablo II “El Grande”). Esta realidad es motivo, más que su-fi ciente, para llenar nuestra vida de alegría, esperanza, amor, gra-titud y fortaleza; ya que: «los su-frimientos de la vida presente no pueden compararse con la gloria que esperamos y que un día se nos manifestará» (Rm 8,18). En este

sentido traemos aquí la recien-te refl exión del papa Francisco sobre esas tres palabras que se repiten tanto en la Pascua y que debieran estar siempre presentes en nuestra vida: Paz, amor y ale-gría”.

“Jesús antes de subir al Cielo habló de muchas co-sas, pero se detenía siempre en tres pala-bras clave: paz, amor y alegría”.

Sobre la paz, Je-sús decía “que no nos da la paz como nos la da el mundo”, sino que nos da una “paz para siempre. Una paz que no vie-ne del mundo, la da Él, que viene del Pa-dre”.

Sobre el amor dijo muchas veces que “el manda-miento era amar a Dios y amar al prójimo” y en san Mateo (cap. 25) Jesús nos da la clave de la única cuestión sobre la que todos sere-mos juzgados. Y aun añade más, dice una cosa nueva: no solo amad, sino «permaneced en mi amor»”.

Desmenucemos aún más so-bre la exhortación de Jesús: «per-maneced en mi amor». “El signo –prosigue el Papa-, de que noso-tros permanecemos en el amor de Jesús, es cumplir los mandamien-tos, no basta seguirle. Cuando no-sotros permanecemos en el amor,

los mandamientos vienen solos, vienen del amor. El amor, nos lleva a cumplir los mandamientos, así, naturalmente. La raíz del amor fl o-rece en los mandamientos. Y éstos, son como el hilo que une en una cadena: el Padre, Jesús, nosotros”.

“La alegría, es como el sig-no del cristiano. Un cristiano sin alegría o no es cristiano o está enfermo. ¡No hay otra! ¡Su salud no va bien! La salud cristiana, la salud del alma, es ¡la alegría! Un cristiano sin ale-gría no es cristiano. La alegría es como el sello del cristiano. También en los dolo-res, en las tribulacio-nes, en las persecu-ciones”.

Haciendo referencia a los pri-meros mártires, Francisco ha re-cordado como se decía que iban “al martirio como si fueran de boda”. Es la alegría del cristiano “que guarda la paz y guarda el amor”. Paz, amor y alegría, tres palabras que Jesús nos deja. Y, esta paz y este amor nos lo da el Espí-ritu Santo.

Catequesis paulina

M. DE J. ISFM. DE J. ISF

Un cristiano sin alegría no es

cristiano. ”

MI PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY.

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Alégrate 76 Alégrate

Cristo no es una idea o un recuerdo del pasado, sino una Persona que vive con nosotros, para nosotros y en nosotros; y con él, para él y en él podemos hacer

nuevas todas las cosas. (Benedicto XVI)

En los días del tiempo pascual, que se prolonga hasta Pente-

costés, los cristianos estamos lle-nos de la alegría nueva que las celebraciones litúrgicas han traído a nuestro corazón. Pero no sería completa esa alegría si no sintié-ramos fuertemente el anhelo de difundirla, contagiarla, procla-marla. El cristiano es por antono-masia: evangelizador. Las últimas palabras de Jesús en la tierra nos dan cuenta de ello: «Id por todo el mundo y anunciad el Evangelio» (Mt 28,19).

¡Sí, Cristo ha resucitado ver-daderamente! Así, no podemos retener sólo para nosotros la vida y la alegría que él nos ha donado en su Pascua, sino que debemos donarla a cuantos están cerca de nosotros. Esta es nuestra tarea y nuestra misión: hacer resucitar en el corazón del prójimo la esperan-za donde hay desesperación, la alegría donde hay tristeza, la vida donde hay muerte. Testimoniar cada día la alegría del Señor re-sucitado signifi ca vivir siempre en «forma pascual» y hacer resonar

el gozoso anuncio de que “Cristo no es una idea o un recuerdo del pasado, sino una Persona que vive con nosotros, para nosotros y en nosotros; y con él, para él y en él podemos hacer nuevas todas las cosas” (papa Benedicto XVI) (cf. Ap 21, 5).

Son multitud los aspectos y matices acerca de la predicación que aparecen en las cartas de San Pablo. Al menos recogemos algunos.

Ante todo la ac-ción evangelizadora de Pablo está presi-dida por lo que él mismo llama «espí-ritu de fe» (2 Cor. 4,13). Es esa fe la que le lleva a hablar. Podríamos decir que el dinamismo de la fe desemboca en el anuncio de lo creí-do. El valor y la fuerza de la pre-dicación están en proporción a la intensidad de la fe. La fe en Cristo resucitado transforma la existencia, actuando en nosotros una resurrección continua, como escribía san Pablo a los primeros creyentes: «Antes sí erais tinie-blas, pero ahora, sois luz por el Señor. Vivid como hijos de la luz; pues toda bondad, justicia y ver-dad son fruto de la luz» (Ef 5, 8-9).

Así podemos decir que la pre-dicación es como un sacramento: a través de un signo externo -el

anuncio del Evangelio- se comu-nica una gracia interior -la acción del Espíritu que mueve a creer y a convertirse-. En el libro de los Hechos leemos que mientras Pedro anunciaba a Cristo «el Es-píritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban la Palabra» (He 10,44).

“La Pascua nos trae la nove-dad de un cambio profundo y total de: una vida sujeta a la esclavitud del peca-do a una vida de li-bertad, animada por el amor, fuerza que derriba toda barre-ra y construye una nueva armonía en el propio corazón y en la relación con los demás. Todo cristia-no, si vive la expe-riencia de este paso a la resurrección,

no puede menos de ser fermento nuevo en el mundo, entregándo-se sin reservas en favor de las cau-sas más justas” (Benedicto XVI).

Dejémonos, pues, llenar por el espíritu de Cristo para que po-damos trasmitir: ¡vida de Cristo! Nadie da lo que no tiene. Por nosotros mismos nada podemos, pero como dice el Apóstol: «todo lo puedo en Aquel que me con-forta» (Flp 4,13).

“Creí, por eso hablé”

JOSÉ LOZANO, ISF JOSÉ LOZANO, ISF

s o. s

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dpuedbedranpladnria

Como lo hizo san Pablo

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Alégrate 98 Alégrate

Surge espontáneamente una pregunta: pero este Estatuto,

estos Institutos, ¿tienen la apro-bación de la Iglesia? Hay una aprobación general para los Insti-tutos que se fundan, cuando están de acuerdo con el espíritu de la “Provida Mater Ecclesia”, pero la aprobación que determina que un Instituto está realmente de acuer-do con la Iglesia y que por tanto es querido por ella, por lo que existe la certeza de que quienes ingresan en él están en el camino de la santidad. Es la aprobación especial que se da a los Institutos que se consideran dignos de ello. Ahora bien, nuestros Institutos ¿tienen la aprobación explícita, clara y directa de la Iglesia? Sí, la tienen, y quienes emiten la profe-sión son verdaderos consagrados. Es lo máximo.

Entonces, ¿qué signifi ca “apro-bación”? Signifi ca que las reglas, más aún, cada artículo de las mis-mas está aprobado, o sea, se le re-conoce como bueno, santo, capaz de llevar a la santidad. Signifi ca que la máxima autoridad de la Igle-sia, el Papa, reconoce su espíritu, lo bendice y exhorta a ingresar en el Instituto. La aprobación signifi -ca además que quien observa esas reglas puede alcanzar la santidad, está en un estado de perfección y, aún más, que el Instituto responde a las necesidades de nuestro tiem-po. De ese modo se da la máxima

garantía de que su espíritu agra-da a la Iglesia. No es un consejo de una persona buena, aunque sea un sacerdote, sino que es la Santa Sede quien se pronuncia. Y “Quien a vosotros os escucha a mí me escucha”, dijo Jesús.

En tercer lugar está la obser-vancia. Que se explicará más ade-lante, especialmente hablando de los votos. Pero ahora he de subra-yar especialmente algunos puntos que se refi eren a las prácticas de piedad. Entre todas ellas, insistiría en tres.

La primera, la meditación dia-ria, que podrá ser más o menos larga. No es difícil. Especialmente os recomiendo la lectura del Evan-gelio, de las Cartas de los Após-toles y en general de la Sagrada Escritura.

La segunda práctica es el exa-men de conciencia. Quien quiere avanzar debe tener siempre pre-sente lo que aún le falta para ser santo: lo que falta a la mente para que los pensamientos sean san-tos; lo que falta al corazón para que sean santos los sentimientos; lo que falta a las palabras y a las obras para que sean santas.

En tercer lugar, la visita al san-tísimo Sacramento; siempre que se pueda, y es mucho mejor, en la Iglesia. Cuando esto es realmen-

te imposible, por ejemplo porque se termina de trabajar cuando ya las iglesias están cerradas, se pue-de hacer privadamente en casa. Muchas veces se oye a personas que se excusan diciendo que no tienen tiempo. Haciendo un es-fuerzo ¿no se podrá llegar a más? Procuremos ser generosos. Natu-ralmente, es necesario hacerse un horario para el día, con una cierta regularidad, para que las obras, las ocupaciones se sucedan bien y se pueda hacer todo. Así es más fá-cil la santifi cación y es más fácil hacer todo lo que hay que hacer diariamente.

Dad gracias a Dios por el gran regalo de la vocación a un estado de perfección. A veces se dice: “¡con tal que me salve!”. Cuan-do se piensa así quizás se corre el riesgo de no salvarse. Debe-mos decir en cambio: “quiero ser santo, pronto santo, gran santo”. Nada de hacer programas de pe-rezosos, sino programas de almas generosas.

Beato Alberione (MCS n. 31 pág. 257)

Reflexiónsobre el

Estatuto/2

Instituto Virgen de la Anunciación

Debemos decir en cambio: quiero ser santo, pronto santo, gran santo. Nada de hacer programas de perezosos, sino programas de almas generosas.”

P. SANTIAGO ALBERIONEP. SANTIAGO ALBERIONE

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Del 30 de mayo al 15 de junio se ha celebrado en Madrid

la tradicional Feria del Libro. Es un acontecimiento de primera importancia entre los muchos que anualmente se celebran en la capital de España. Y no sólo de carácter literario, sino tam-bién cultural y social. Tuvo lugar, como viene sucediendo desde hace varios años, en un espacio privilegiado, como es el Paseo de Coches del céntrico Parque del Retiro.

Para hacernos una idea de la enorme dimensión de este evento cultural basta con que prestemos atención a algunos de sus datos esenciales: la edición de este año, en la que se rindió home-

naje al recién fallecido Gabriel García Márquez y al dibujante Quino, contó con 364 casetas y 508 expositores: 25 organismos ofi ciales, diez distribuidores, 60 libreros especializados, 61 libre-ros generales, 218 editores de Madrid y 134 editores de fuera de Madrid. ¡Todo un aconteci-miento!

Pues bien, recorriendo el co-nocido Paseo de Coches, donde se estaba celebrando la Feria del Libro, he podido comprobar que el público asistente se acercaba con verdadero interés a las case-tas. Hombres y mujeres, mayores, jóvenes y niños se interesaban por la variada oferta de títulos que se exhibían en los expositores y

estanterías de las casetas de las diversas editoriales y librerías. Y me llamó gratamente la atención constatar que el público se intere-saba también por las publicacio-nes religiosas, preguntando, so-bre todo, por libros sobre el Papa Francisco y sobre Jesucristo. Este detalle aunque pueda parecer ni-mio, creo que no lo es tanto, ya que demuestra que aunque apa-rentemente lo religioso está “pasado de moda”, la gente sigue conservando esas ga-nas de conocer a Jesucristo y a las personas que saben

mostrarlo con su manera de vivir diario, como es el caso del Papa Francisco.

El hecho de que las casetas dedicadas a temática religiosa se encuentren mezcladas junto a otras casetas de temáticas muy diversas, me hizo pensar que no-sotros, los miembros de institutos seculares, debemos ser como una “caseta-humana” que, en medio de otras “casetas-humanas”, en la gran “feria” que es el mundo, sepamos dar razón de Jesucristo como nuestro Redentor, el amigo

que nunca falla y que, al igual que el Papa Francisco, vayamos por la vida mostrando el verdadero ros-tro de Dios, que es la misericordia viva expresada en Jesucristo.

La sociedad actual pide “a gritos” que alguien les muestre lo grandioso que es tener fe y con-fi anza en Dios, valores siempre necesarios y más, si cabe, en estos tiempos de crisis. Recordando lo

que dijo el Maestro, “debemos buscar ante todo el reino de Dios”. Dicho en otras palabras, debemos buscar la paz y frater-nidad, reconociendo el rostro

de Cristo en todas las personas con las que nos encontramos a diario en nuestra vida e imitar a nuestro modelo. Él debe ser nues-tro camino, ya que es nuestra ver-dad y es nuestra vida plena. Lo demás se nos dará por añadidura.

Encomendémonos a la Virgen Maria, Madre de la humanidad, para que nos ayude a ser, como ella fue, buenos discípulos y au-ténticos seguidores de Jesús.

SERGIO HERNÁNZ, ISGSERGIO HERNÁNZ, ISG

Instituto San Gabriel Arcángel

Testigos en el mundo

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Hablar del Santuario Reina de los Apóstoles signifi ca, ante

todo, hablar del beato Santiago Alberione. Él sintió pronto la exi-gencia de una iglesia dedicada a la “Reina de los Apóstoles”. La espiritualidad paulina, en efecto, se basa y se alimenta en el cono-cimiento y seguimiento de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida.

Por ello, en 1938, para orga-nizar lo mejor posible la vida reli-giosa y apostólica de los Paulinos, enviados a Roma para fundar una nueva casa, el P. Alberione afi rma: «Hay necesidad de construir una iglesia adecuada para la comu-nidad, que sería un homenaje a María Reina de los Apóstoles… En Alba se ha erigido una gran iglesia en honor del Divino Maestro, otra en homenaje a san Pablo; ahora es necesario rendir también ho-menaje a nuestra Madre, Maestra y Reina de los Apóstoles».

Al año siguiente muestra con orgullo el proyecto en la portada de la revista Unión Cooperado-res Apostolado de la Prensa: «Nos alegra poder publicar el boceto de la nueva iglesia María Reina de los Apóstoles…».

La decisión del P. Alberione, al entrar Italia en guerra el 10 de junio de 1940, se acrecienta con un pacto con la Virgen: «María, Madre y Reina de los Apóstoles, si salvas todas las vidas de los nues-tros y de las nuestras, construire-mos aquí una iglesia a tu nombre».

El voto adquiere fi sonomía al acabarse la guerra. Y en mayo de 1945, a pesar de las muchas difi -cultades económicas y la compli-cada confi guración del terreno, el P. Alberione decide la construc-ción de un grandioso templo de-dicado a la Reina de los Apóstoles.

«La iglesia dedicada a nues-tra Madre, Maestra y Reina será:

una prueba duradera de recono-cimiento a María; una oración vi-viente por nuestras necesidades; un centro de devoción y piedad mariana; un faro de luz para las vocaciones; un trono de gracia para todos; un imán para las voca-ciones religiosas y sacerdotales» (Vida Nuestra, octubre 1945).

«Las iglesias a san Pablo y a Jesucristo Divino Maestro ya están construidas; ¡no olvidemos ahora a la Madre!... Será la iglesia de la piedad mariana... Será la iglesia de las vocaciones» (Unión Coope-radores Apostolado de la Prensa, enero/febrero de 1946).

Se hizo un nuevo proyecto, que traducía, en todas las expre-siones de arquitectura, escultura y pintura, la idea sobre la vocación y misión de la propia iglesia.

«Algunos dicen: “Se gasta mu-cho para la iglesia a la Reina de los Apóstoles”. Se responde: ¡pero

esto es cavar un pozo que debe quitar la sed y regarlo todo! No es una pérdida, ni signifi ca em-peñar dinero improductivo, sin intereses: de la iglesia tendremos los más altos intereses… de la igle-sia obtendremos los mayores bie-nes... Esta es la hora de la Madre; ocasión de gran mérito».

El 20 de agosto de 1947, bien de madrugada, en un altar impro-visado, el P. Alberione celebra la primera santa Misa en la Cripta del Santuario en construcción. Dirá: «No nos detengamos en la obra humana: es Dios quien lo ha he-cho. Sólo a Dios el honor y la glo-ria. Por su bondad hemos llegado a este punto. De hoy en adelante no miréis ya este edifi cio como una imponente construcción que crece, sino como la casa de Dios, casa de oración» (Vida nuestra, septiembre de 1947).

«Esta es la iglesia cabeza y centro de las Familia Paulina; es la iglesia de la Congregación, ¡no una iglesia más!... Debe surgir, pues, del afecto y del corazón, del sacrifi cio y de la oración, de la oblación y de la tarea de toda la Familia Paulina; a ella se dirigen los pensamientos, los deseos, los obsequios de cada Casa, de cada país, de cada hijo, de cada familia. Es la Casa de la Madre; la morada de “nuestra Señora”.

Páginas Marianas

”Regina

Apostolorum

P. WALTER LOBINA, SSPP. WALTER LOBINA, SSP

No nos detengamos en la obra humana: es Dios quien lo ha

hecho. Sólo a Dios el honor y la gloria.

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Alégrate 1514 Alégrate

El Evangelio Vivido

con la seguridad que solamente el Espíritu Santo puede dar.

Cuando me cuesta hacer la oración, el Estudio del Evangelio me encarrila, y me devuelve ese aroma de Cristo del que habla S. Pablo.

El Estudio del Evangelio tiene el valor del pan que el Padre nos da cada día y del que no se pueden hacer provisiones. Es una gracia

que se asi-mila como el pan. Se asimila pero se siente la necesidad de volver a comer por-que ese pan es distinto cada vez que entra-mos en con-tacto con él aunque el texto sea el mismo.

El Espíritu viene siempre a reve-larnos algo nuevo en su infi nita sabiduría.

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Bendita y alabada sea siempre la Santísima Trinidad ahora y siempre por los siglos de los siglos Amén.

ta, unas veces más que otras. Por eso no siempre he sido constante. Pero, también por eso, siempre he vuelto atraída por su fascinación.

¡Cuántas gracias tengo que dar a Dios por haber conocido esta forma de llegar a Él! El Estu-dio del Evangelio.

Tengo que testimoniar que me brindó la oportunidad de salir de una depresión, no diría que muy profunda, pero sí lar-ga, de años. En este sen-tido, puedo decir que fue para mí fuente de Vida. Cris-to Vida se me reve-ló en este método tan sencillo. La única difi -cultad que veo es sa-ber detenerse un tiempo ante la Palabra y esperar. Esperar a que el Espíritu Santo ilumine de tal forma que esa Palabra, que conocíamos desde hace muchos años, pase de la cabeza al corazón, dándonos la Vida.

En el Estudio del Evangelio también se manifi esta la Palabra de Jesús: “La verdad os hará li-bres”. Mi experiencia es que, antes de practicar este método, nunca me había sentido tan libre,

Desde los primeros estudios que realicé allá por los años setenta, y en los que encontré a Cristo de una forma nueva, como ninguna vez antes ni tampoco después en toda mi vida lo había encontrado, a pesar de provenir de ambientes muy religiosos.

Para mí ha sido y sigue siendo un camino, en el que Cristo es verdaderamente el Camino. Es un método que cuesta, a pesar de sa-ber sus benefi cios. Siempre cues-

En la sección “El Evangelio vivi-do” he ido compartiendo con

los lectores del boletín “Alégrate” mi experiencia, sobre lo que es un Estudio del Evangelio como método para conocer a Jesucristo, según la propuesta del sacerdote francés Antoine Chevrier.

Como método, se trata de un camino, de una forma entre otras, para llegar a un conocimiento real y profundo de Nuestro Señor. Para mí así ha sido a lo largo de mi vida.

El estudio del Evangelio como camino

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MARI MUÑOZ MORENO, ISVAMARI MUÑOZ MORENO, ISVA

¡Cuantas gracias tengo que dar a Dios por haber conocido

esta forma de llegar a Él! El Estudio del Evangelio.

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Alégrate 1716 Alégrate

Las Anunciatinas de Italia es-tamos siguiendo el Recorrido

Trienal de Animación trazado por los Superiores Generales de la Fa-milia Paulina. Como textos para el estudio y meditación tenemos las cartas del P. Silvio Sassi, Su-perior General de la Sociedad de San Pablo y de nuestro Instituto. Sus cartas anuales aparecen publi-cadas en nuestra circular interna “Siate perfetti”, de modo que las podemos profundizar con calma.

Con alegría, y en señal de unidad, hemos acogido como grupo este camino trienal, en el

que la Sociedad de San Pablo, en la persona del Superior General, nos guía, por una parte, a conocer cada vez más a fondo la identidad de la Familia Paulina y su misión tal como la ha pensado y querido el beato Santiago Alberione y, por otra parte, a su conveniente ac-tualización. Y estamos muy agra-decidas al Señor por formar parte de esta “admirable” Familia. Por ello, queremos condividir cómo hemos vivido los dos años pasa-dos y cómo estamos viviendo este año del Centenario, convencidas de que esta condivisión ya es de

alguna manera “vida en familia” y contribuye a dar un pasito más hacia adelante en el “pen-sar, programar y obrar jun-tos”, como deseaba nuestro Fundador.

Trienio de preparación. Podemos decir que el 2011 ha servido para “calentar motores”. En el curso del año hemos publicado en “Siate perfetti”, los docu-mentos principales refe-ridos a la preparación del Centenario de fundación: el mensaje de los Gobiernos Ge-nerales de la Familia Paulina; la carta de los Superiores Generalesde la Familia Paulina con la pro-puesta para “un recorrido trienal de animación”; la carta del Vicario General, P. Celso Godilano; parte de la relación del Superior Provin-cial, P. Vincenzo Marras, titulada La fi delidad creativa a los cien años del carisma paulino.

El camino trienal, recorrido en unión con la Familia Paulina, ha estado armonizado con el recorri-do del Instituto que anualmente se presenta al Convenio Nacional. El Convenio, que ordinariamente tiene lugar entre el 3 y el 5 de enero de cada año, reúne a las Consejeras, las Responsables de las 6 zonas y las Responsables de los 26 grupos de Italia. Es el momento más importante que el Instituto vive en el curso del año, además de los Ejercicios Espiritua-les y el Retiro mensual, en que se

presentan los textos de referencia para la formación de las Anun-ciatinas. Estos textos presentan el “tema guía” del año y consisten en dos relaciones, una de un sa-cerdote paulino y la otra de una Anunciatina.

Los temas elegidos para es-tos tres años: El P. Alberione y las Anunciatinas. Una historia que conocer (2012); La Familia Pauli-na. Una historia que vivir (2013); San Pablo. Vivir y anunciar a Cristo (2014), forman una unidad con los propuestos por la Comisión Gene-ral para el Centenario de la Familia Paulina.

Estamos fi rmemente conven-cidas de que sólo éste es el camino para "Vivir y dar a Jesús" y, con la ayuda de la Virgen de la Anun-ciación, lo queremos recorrer con confi anza.

Invitadas a dar un paso más hacia adelante en el 'pensar, programar y obrar juntos', como deseaba nuestro fundador.

Centenario

Así lo viven las anunciatinas de Italia

milia o más

ANA MARÍA GIUSTINELLI, ISVAANA MARÍA GIUSTINELLI, ISVA

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Alégrate 1918 Alégrate

La vida secular consagrada asociada no aparta a los miembros del Instituto de

su vocación secular, sino que los inserta más profundamente en ella con el anhelo de llevar hasta las últimas

consecuencias las exigencias derivadas del bautismo y de la ordenación.

Los miembros del Instituto “Je-sús Sacerdote”, en la vertien-

te espiritual, en la comunidad parroquial a la que sirven, pue-den hacer de su vida un signo profético donde brilla el testi-monio silencioso de pobreza y desprendimiento, de pureza y transparencia, de abandono en la obediencia, buscando cada día una mayor adhesión a la vida del Maestro divino. La vertiente mi-nisterial apostó-lica la realizan inspirándose en el corazón uni-versal de san Pablo.

C o n s a g r a -ción y secula-ridad no son elementos con-trapuestos. Sólo es preciso guar-dar un equilibrio entre ambos. Así la misión pastoral será fecundada por la consagración. “El Verbo se hizo carne y habitó entre noso-tros” (Jn 1,14).

Por tanto, ¿qué es lo que aporta por sí misma al sacerdote del Ins-tituto “Jesús Sacerdote” la voca-ción a la secularidad consagrada? Una más honda encarnación en el medio ambiente humano de su comunidad secular viviendo y evangelizando con el carisma común a toda la Familia Paulina.

La vida secular consagrada asociada no aparta a los miem-

bros del Instituto de su vocación secular, sino que los inserta más profundamente en ella con el an-helo de llevar hasta las últimas consecuencias las exigencias de-rivadas del bautismo y de la orde-nación. Permanecen al servicio de la diócesis y en obediencia a su propio obispo.

El Instituto “Jesús Sacerdote”, agregado a la Sociedad de San

Pablo, es un me-dio privilegiado de evangelización y los medios de los que se sirve para ella son vehículos del Verbo eterno, según la teología de la Encarnación. Varían los sig-nos, se mantiene la misma predica-ción de Cristo, de la era apostólica,

de la edad de los Padres, adaptada y potenciada según las exigencias de la hora actual.

La moderna comunicación humana es como la prolonga-ción y desarrollo histórico de la Revelación realizada por el Verbo eterno, el cual haciéndose hom-bre se hizo la imagen visible de

Instituto Jesús Sacerdote

Sacerdote secular y vida consagrada

paulina

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--n -o -

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La verti ente ministerial apostólica la realizan en

el corazón universal de san Pablo. ”

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Alégrate 2120 Alégrate

¡Cuántos sacerdotes se encuentran debilitados en su espíritu, camino de Emaús, con la tentación de irse, de abandonar, desilusionados porque no han encontrado hermanos que comprendieran su desazón, su angustia y sus dudas y que les ayudaran a «reconocer a Jesús»!

Dios y su Palabra reveladora. A partir de esta fe, se impone por una parte una actitud positiva y abier-ta a asumir los medios de comu-nicación como instrumentos de grandes potencialidades: para la investigación, la información, la catequesis...; por otra parte, se comprende la actitud de reserva y de crítica hacia los posibles valores ne-gativos difundidos por ellos, insinuados o explícitamente pro-puestos.

K. Barth manifestó magnífi camente esta exigencia cuando, a aquellos que le pre-guntaban cómo preparaba sus homilías, respondía: «Tomo con una mano la Biblia y con la otra el periódico, y leo el diario a la luz de la Biblia». El Vaticano II ha dicho lo mismo con otras palabras, en el decreto Presbyterorum Ordinis, 4.

A nivel de confraternización destacan como carismas especí-fi cos distintivos de los miembros del Instituto, entre otros: favore-

cer encuentros de fraternidad, crear unidad especialmente en el presbiterio en el que realizan su ministerio pastoral, ser diligentes con los hermanos sacerdotes más necesitados y ponerse como Jesús a su lado para testimoniarles su

«amor». ¡Cuántos sacerdotes se en-cuentran debilita-dos en su espíritu, camino de Emaús, con la tentación de irse, de abandonar, de s i lu s ionados porque no han en-contrado herma-nos que compren-dieran su desazón, su angustia y sus

dudas y que les ayudaran a «re-conocer a Jesús»! Otros carismas específi cos, paradigmáticos de los miembros del Instituto, están en el comportamiento del buen Sama-ritano y del Cirineo.

El P. Alberione, después de haber acogido a un buen número de Sacerdotes en el Instituto “Je-sús Sacerdote”, expresaba así sus sentimientos:

«sacdccirdpcndsu

Bendito sea el Señor, por tantas gracias recibidas desde el Bautismo hasta este día de vuestra profesión de los consejos evangé-licos.

Habéis demostrado ser hom-bres prudentes al querer añadir méritos a méritos: a la vida cris-tiana habéis añadido la vida sacer-dotal; ahora a la vida sacerdotal habéis añadido la vida consagra-da, en el espíritu del decreto con-ciliar «Perfectae caritatis».

Habéis entrado decididamen-te en ese camino, el camino de la caridad perfecta.

Habéis entrado verdadera-mente en la vida consagrada.

Vuestra vida duplica los mé-ritos.

Sois el hombre prudente del que habla la Escritura.

Los compromisos que hoy ha-béis asumido dan frutos muy par-ticulares: especial santifi cación personal, ministerio más rico en favor de las almas, servicio más ge-neroso en las respectivas diócesis.

¡Qué gran consuelo! Estamos

unidos en especial caridad, ora-ción, ayuda fraterna y religiosa.

La Familia Paulina está formada por varios millares de almas con-sagradas; por la especial unión, todos participan de las oraciones comunes.

Delante del Santísimo Sacra-mento, noche y día, las Hermanas Pías Discípulas rezan por todos, también por vosotros que ha-béis entrado a formar partede la misma Familia. Consuelo y espe-ranza en los momentos difíciles. ¡Cuántas veces los proyectosy la confi anza se iluminan en las ho-ras del silencio nocturno!

¡Adelante con fe! Descienda sobre vosotros y sobre los com-promisos que habéis asumido, una gran bendición; caminad con fe viva, con tenaz esperanza, en caridad perfecta: «Perfectae cari-tatis». / Sac. G. Alberione

(Del folleto Sacerdotes nuevos para tiempos nuevos)

¡Adelante con fe! Descienda sobre vosotros y sobre los compromisos que habéis asumido, una gran bendición; caminad con fe viva, con tenaz esperanza, en caridad perfecta: «Perfectae caritatis».

LA REDACCIÓNLA REDACCIÓN

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Alégrate 2322 Alégrate

Queridos hermanos: Yo he lle-gado al Instituto Santa Fami-

lia gracias a una gran amistad que surgió entre quien suscribe y las Hnas. Pías Discípulas del Divino Maestro de la ciudad de Mar del Plata, en Argentina. Esta amistad despertó en mí un fuerte interés por la conversión de San Pablo.

Si bien siempre fui cristiana practicante, algunas veces me preguntaba si estaba alucinando. Pero no, el Señor me llama a una vida consagrada.

A lo largo de mi vida me he encontrado con personas a la expectativa de milagros o apari-ciones, pensando que Dios ne-

cesariamente debe manifestarse de alguna manera extraordinaria. Quizá también yo creía algo así, como que debía experimentar algo extraordinario en mi encuentro con Dios. Pero no, me di cuenta de lo que realmente sucedía en mi corazón.

Hice este breve comentario sobre mi llamada, porque mi atención se detuvo en el episo-dio del encuentro de Pablo con Jesús. El relato de la conversión de san Pablo es una lectura golosa y la atención se detiene preferible-mente sobre el episodio místico del encuentro de Pablo con su Cristo, que lo derriba al suelo, lo

desconcierta. A partir de ese sig-nifi cativo encuentro, Jesús pasará a ser el centro de su vida.

Revestido de Cristo, Pablo en-contrará en el Salvador el origen y destino de toda su misión apos-tólica: “Yo estoy crucifi cado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” (Gal 2, 19-20), se puede decir que vivió una vida cristo-céntrica. Fue un apóstol que no conoció de vista a Jesús; pero lo vio Resucitado cuando el Señor se le apareció ante las puertas de Damasco. Y Saulo, Pa-blo, que era el perseguidor más furibundo del Crucifi cado y de sus seguidores, se convirtió en su amante más apasionado, en evangelizador más ardiente, en la fi gura más grande y emblemática de su Iglesia.

Los Hechos de los Apóstoles, uno de los libros más bellos de toda la Biblia, nos recordarán escenas y aventuras muy intere-santes.

Sus Cartas ‒lo más rico en doc-trina que la misma Biblia encie-rra sobre Jesucristo y su misterio‒, nos irán descubriendo horizontes cada vez más vastos sobre la per-sona de nuestro divino Salvador.

Y los ejemplos de su vida ad-mirable nos estimulan a llevar una conducta cristiana generosa e intachable. La fi gura de Pablo se nos presenta, ante todo, como la del gran amante de Jesucristo, y empieza con esta confesión: “El amor de Cristo me urge”, me apre-

mia, me empuja, no me deja parar (2Co 5,14). Siente de tal manera a Cristo dentro de sí, que dice frases tan atrevidas como ésta: “Vivo yo, pero es que ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20)

La universalidad del mensaje de salvación fue otra de las ca-racterísticas presentes en Pablo. Su concepción de que Dios es Padre de todos los hombres y su esfuerzo por hacer llegar a todos –en especial lo más alejados– la Buena Noticia, es otra nota im-portante que deberemos tener en cuenta a la hora de revisar nuestro apostolado. “ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3,28).

Tanto amaba a Jesús, que no detiene su lengua ni su pluma al lanzar la maldición más trágica, aunque también la más simpática y más bella, cuando dice: “El que no ame a nuestro Señor Jesucristo, que sea maldito” (1Co 16,22)

Con una espiritualidad se-mejante, parece que Pablo es un hombre sólo para el cielo, un ser extraterrestre. Pero no; Pablo era muy humano, se mostraba todo un caballero, y quería que los cristia-nos fueran tal como los describe él mismo.

ROSA MIRTA FONSECA, ISFROSA MIRTA FONSECA, ISF

Pablo, el gran evangelizador

Instituto Santa Familia

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Alégrate 2524 Alégrate

El día 7 de junio hemos celebrado, junto a toda la Fa-milia Paulina de Madrid, la Fiesta de la Reina de los

Apóstoles, en la casa de las Hijas de San Pablo. La Eucaristía estuvo presidida por el Padre Miguel Carmen Hernández, de la Sociedad de San Pablo. En su homilía dijo, entre otras cosas: “La fi gura de María Reina de los Apóstoles ilumina hoy nuestra misión evangelizadora. Ella, en efecto, es evangeli-zadora porque es evangelio vivido. Sin María el evangelio se desencarna, se desfi gura y se transforma en ideología, en racionalismo espiritualista. También en esta nueva etapa de la misión de la Iglesia, y de la Familia Paulina en España, María tiene que iluminar y alentar nuestras ilusiones, desafíos y proyectos apostólicos, para los que sin duda implora hoy, como en el cenáculo, la fuerza transformadora del Espíritu”.

Fiesta de la Reina de los Apóstoles

Profesión perpetua en el instituto santa familia

El 25 de mayo, dos miembros del instituto Santa Familia (ISF), Kim Sang-Eun Angelus y Yoo Mikyung Angela,

hicieron su Profesión Perpetua. Durante la homilía el Padre Angelo Sye, Superior Regional de Korea, que presidió la eucaristía, resaltó el importante papel de los esposos en dar a conocer a Dios en todas las circunstancias. Los nuevos profesos perpetuos recibieron las felicitaciones de todos los miembros de la Familia Paulina que se encontraban allí.

El Instituto de Vida Secular Consagrada San Gabriel Arcángel, fundado por el Beato Santiago Alberione

el 12 de septiembre de 1958 en Albano (Roma), fue reco-nocido por la Santa Sede y aprobación de su Estatuto de forma defi nitiva, el 30 de marzo de 1990. En Brasil tiene su comienzo en el 2005 y actualmente tiene 1 profeso de votos perpetuos, 2 de votos temporales, 4 novicios, postulantes y también algunos aspirantes en varios Estados de Brasil. Des-de este mismo año publican una interesante revista online, de periodicidad bimestral y formato folio, titulada “Institutos Paulinos do Brasil/ Vida Secular Consagrada/Leigos Consa-grados”. El número 3, que lleva la fecha de junio 2014, tiene 8 páginas más la portada. Les felicitamos por la iniciativa. [email protected].

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Profesión perpetua en el Instituto Santa Familia

Los Gabrielinos de Brasil

El clérigo Omar Delgado, de nacionalidad fi lipina, miembro de la Provincia de España desde el año 2012, ha

sido nombrado por el Superior Provincial, P. Juan Antonio Carrera, diagramador y maquetista de nuestro boletín “Alégrate”.

Omar tiene 25 años, ha concluido el primer curso de Teología en la Universidad Pontifi cia Comillas de Madrid y está integrado

en el Departamento de Diagramación de la Editorial San Pablo.

Noticias

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Alégrate 2726 Alégrate

El domingo, 25 de mayo, con ocasión del Centenario de la Familia Paulina y del 60º aniversario de la De-

dicación del Santuario Reina de los Apóstoles, El P. Silvio Sassi, Superior General de la Sociedad de San Pablo y de los Institutos Agregados, inauguró y bendijo la imagen en mármol de la Reina de los Apóstoles situada en la puerta de entrada al Santuario.

El domingo 6 de abril de 2014, quinto de Cuaresma, en la capilla del Divino Maestro, de las Hnas. Discí-

pulas del Divino Maestro, de la ciudad de Córdoba, emitió sus votos perpetuos la Sra. ELSA QUILIS Vda. DE FAJARDO. Elsa quedó viuda a temprana edad, con un único hijo, Jesús Antonio, que falleció a los 31 años de edad. Su apostolado lo ejerce principalmente con el movimiento de la Palabra y semanalmente presta servicios en la Casida de la Bondad, lugar donde llegan enfermos terminales. Por su cercanía con los nietos, ellos fueron los testigos de la ceremonia.

Nueva imagen en mármol de la Reina de los Apóstoles

ISF Argentina: Votos perpetuos − Elsa Quilis

5. 1990, muerte de la Hna. Elisa Ríos, HSP.7. 1934, comien-zo de la Sociedad de San Pablo en Bilbao.9. 2006, muerte del P. Justo Fernández, SSP.20. 1995, muerte del Hno. Eugenio Bañuelos, SSP.25. Fiesta del Apóstol Santi ago, Patrón de España.27. 1918, muerte del venerable Mag-giorino Vigolungo.31. 2011, muerte del P. José Fernán-dez de Larrea, SSP.

Julio Agosto Septiembre

7. 1915, inaugu-ración del primer Tabernáculo de la Familia Paulina en Alba.7. 2001, muerte del P. Miguel Fer-nández de Prada, SSP.15. Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.15. 1924, comien-zo de la adoración eucarísti ca noc-turna de la Pías Discípulas.20. 1914, “dies natalis” de la Sociedad de San Pablo en Alba.20. 2013, muerte del P. Antonio Fernández, SSP.29. 2004, muerte del Hno. Manuel Regueiro, SSP.30. 1949, muerte de la Hna. Teresita Herrero, PDDM.

3. María Madre del Buen Pastor, Fiesta Titular de las Pastorcitas.4. 2003, muerte del Hno. Julián Villaizán, SSP.12. 1913, el P. Albe-rione, en el Santuario de la Morett a (Alba), recibe el encargo de dirigir la Gazzeta d’Alba, comienzo del apostolado de la co-municación social.14. Fiesta de la Exalta-ción de la Santa Cruz.15. 2013, muerte de la Hna. Clara Queboli, HSP.17. 1996, muerte de la Hna. Anunciati na Guidi, HSP.28. 2013, muerte del P. Julio Bayón, SSP.29. Fiesta de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Titu-lar del Insti tuto San Gabriel Arcángel.

Calendario

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El estudio es necesario para el perfeccionamiento individual y para el apostolado. Hay que orientar-lo siempre a conocer mejor a Jesucristo Maestro, en la mente, corazón, voluntad; y predicarlo en el apostolado paulino (SP, mayo 1957).

Hay que pensar como el Insti tuto, amar lo que el Insti tuto ama, realizar las obras del Insti tuto, vivir siempre más en el espíritu de san Pablo, del Maestro divino y de la Reina de los Apóstoles: ¡he ahí la vida paulina! (FSP55, p. 432).

¡Es nuestra piedad la que no sólo manti ene al Paulino o Paulina, sino que aportará gozo a la vida consagrada, llevará a la santi fi cación y a un apostolado amplio y profundo (RSP, p. 556).

La pobreza hay que entenderla en el senti do evangélico-paulino; es a la vez morti fi cación, justi cia, providencia, trabajo, producción. La eco-nomía ti ene como base natural y sobrenatural la virtud y el voto de pobreza (SP, abril 1957)

INSTITUTOS INSTITUTOS PAULINOS DE PAULINOS DE

VIDA SECULAR VIDA SECULAR CONSAGRADACONSAGRADA

Protasio Gómez, 1528027 MADRID

+34 917 425 113

insti [email protected]

Gloria Deo

Pax Hominibus