56
CRÓNICA CALL CENTERS: UNA LLAMADA DESDE EL INFIERNO ARTÍCULO UN MURO QUE NI KAFKA HABRÍA IMAGINADO INTERNET LOS MEMES Y EL HUMOR VIRAL EN LA RED LIBROS LE CLÉZIO: ESCRITURA CONTRA EL OLVIDO $30 año 0 abril 2011 PORQUE AQUÍ NOS TOCÓ IMAGINAR

Aldeano 04

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Los amantes de lo bello: diseño mexicano a contracorriente / Call centers: una llamada desde el infierno / Un muro que ni Kafka habría imaginado / Los memes y el humor viral en la red / Le Clézio: escritura contra el olvido

Citation preview

Page 1: Aldeano 04

CRÓNICACALL CENTERS: UNA LLAMADA DESDE EL INFIERNO

ARTÍCULOUN MUROQUE NI KAFKAHABRÍA IMAGINADO

INTERNETLOS MEMES Y EL HUMORVIRAL ENLA RED

LIBROSLE CLÉZIO:ESCRITURA CONTRA EL OLVIDO

$30 año 0 abril 2011

P O R Q U E A Q U Í N O S T O C Ó I M A G I N A R

Page 2: Aldeano 04
Page 3: Aldeano 04
Page 4: Aldeano 04

rep

orta

jere

po

rtaje

2

Pocas cosas nos hacen tan felices como el diseño. No

importa si es un libro, una revista, una casa, un jar-

dín o una simple silla. Un objeto bien diseñado irradia

una belleza esencial, pura; evidencia irrefutable de nues-

tra condición más humana: la capacidad de transformar un

objeto funcional, práctico, en un objeto bello. No por nada

los diseñadores —esa tribu extraña con la que los editores

solemos polemizar— son los más fieles consumidores de

ese emporio del diseño llamado Mac.

Así, pues, con el pretexto del Día Mundial del Diseño

—que se celebra el 27 de abril—, en Aldeano hemos querido

rendir homenaje a los diseñadores. Esos tipos que se vuelven

locos con el último gadget que sale al mercado, que aman

el InDesign y sus múltiples aplicaciones, que suelen trabajar

a altas horas de la noche, desafiando el sentido común,

siempre con el deadline encima.

Para hacerlo, concretamos una entrevista con Amarillo

Centro de Diseño, un espacio privilegiado en la ciudad de

Xalapa, México, donde se promueve y difunde el diseño

gráfico en todas sus manifestaciones. En la sección Portafolios

Plásticos, exponemos parte del extenso y vasto trabajo de

Aída Aguilera, Juan Carlos Vázquez y Joan Xavier Vázquez,

los fundadores de este ambicioso proyecto.

Como parte de nuestras crónicas y reportajes incluimos

el trabajo de Ismael “el Cobayo” Flores, quien después de

experimentar en carne propia los avatares de la vida laboral

en un call center, nos hace un recuento minucioso, y por

momentos terrorífico, de su paso por uno de los trabajos

menos atractivos y peor pagados del mercado, una opción

que para muchos jóvenes constituye hoy en día la única

salida frente al desempleo.

Tenemos el gusto de publicar en este número a Mely

Arellano, editora, escritora y periodista poblana, recién

egresada del Programa Prensa y Democracia de la Universidad

Iberoamericana. El texto que nos comparte es de difícil

clasificación. Si la metáfora fuera un género periodístico

no dudaríamos en catalogarlo de esa forma. Mely retoma

la historia de un muro que se levantó ilegalmente en una

zona residencial, para llevarnos de la mano por los laberintos

de la corrupción, el tráfico de influencias, la intolerancia y

el desacato a la ley que aquejan a nuestro país.

El resto ya lo conocen: lo mejor del cine, la música, la

literatura, la gastronomía y el internet, en palabras de los

mejores críticos, como parte de nuestras secciones fijas.

Decía T.S. Eliot que abril es el mes más cruel. En

Aldeano, sin embargo, lo recibimos con alegría y esperanza.

Hace calor en las calles, el sol se planta radiante sobre

nuestras cabezas y nosotros seguimos enfrascados en la

tarea de hacer una revista, nuestra revista.

¿Se puede pedir algo más que eso?

editorial

rep

orta

jeb

ien

ve

nid

a

2

Page 5: Aldeano 04
Page 6: Aldeano 04

rep

orta

jere

po

rtaje

4

Director General Alvaro Hernández

[email protected]

Directora de Arte Laura Alvarez

[email protected]

Directora de MKT Tania Bueno

[email protected]

Edición Marco Menéndez

[email protected]

Asistente de Edición

Ismael “Cobayo” Flores Ruvalcaba

Fotografía

Miguel Ángel Andrade

Agencia Enfoque

Diseño e ilustraciones

Octavio Rivera Ruiz

Ismael “Cobayo” Flores Ruvalcaba

Ilustración de portada

Amarillo Centro de Diseño

Ventas

L.A.E. Jobita García Hernández

[email protected]

Colaboradores

Juan Carlos Hernández, Ximena,

Gerardo Arturo Ordorica, Fernando

Montenegro, Alejandro Badillo, Mely

Arellano, Aída Aguilera, Juan Carlos

Vázquez, Joan Xavier Vázquez

Consejo Editorial

Frank Loveland, Alejandro Palma,

Guillermo Espinosa, José Sánchez

Carbó, Sebastián Gatti

Revista Aldeano (año 0, número 4) es una publi-

cación mensual de La Aldea / Consultoría Editorial y

Gráfica, con domicilio 3 sur 4106-7 col. Huexotitla,

Puebla, Pue. Certificado de licitud de contenido:

en trámite. Número de certificado de reserva de

derechos al uso exclusivo del título: en trámite.

Los artículos y el contenido editorial son responsabi-

lidad de sus autores y no reflejan necesariamente el

punto de vista de la publicación o del editor a cargo.

Todos los derechos están reservados. Prohibida la

reproducción parcial de las imágenes y/o textos

sin la autorización previa y por escrito del editor.

.: CRÓNICA

14. Postales desde el infierno (Mi vida como agente de call center)Una crónica sobre la supervivencia en

el peor empleo del mundo.

.: ARTÍCULO

24. El muro de la discordiaLa disputa kafkiana entre vecinos por

una muralla colcada en la vía pública.

.: PORTAFOLIOS PLÁSTICOS

30. Diseñar desde el exilioAmarillo, primer centro de diseño en el

país. Una entrevista con sus integrantes.

.: ABOUT

36 Ureshi (Recuerdos de un shooting en Tokio)César López y la epifanía japonesa.

rep

orta

jee

n e

ste

me

ro

4

Page 7: Aldeano 04

.: COLUMNAS

10. Perdonenla tristeza

12. Parejaa la carta

46. Un ágora posmoderno en línea

52. Cualidades rostrales

.: SECCIONES

40. LibrosUn novelista y la lucha

contra la desmemoria.

42. MúsicaEl blues del

doctor House.

44. Cine y DVD’sThe King’s Speech:

el rey plebeyo.

46. InternetLos memes y la

evolución del humor.

48. GastronomíaCasa de Sal:

cocina hedonista.

50. Agenda

Page 8: Aldeano 04

Amarillo (Xalapa, 1998)

Amarillo Centro de Estudios Especializados en Diseño AC fue fundado en 1998. Su objetivo principal es crear, fomentar

y difundir el diseño gráfico local, nacional e internacional. Amarillo organiza talleres, cursos, exposiciones, conferencias

y desarrolla proyectos multidisciplinarios donde se exploran las posibilidades técnicas, compositivas y conceptuales del

diseño en diversas disciplinas, como cerámica, instalación, animación, gráfica urbana y arte visual. Se encuentra en la

ciudad de Xalapa, Veracruz.

www.amarilloespacio.com.mx. .:. @amarillocentro .:. amarillocentrografico

AlejandroBadillo (Ciudad de México, 1977)

Es narrador; ha publicado los libros de cuentos: Ella sigue dormida (FETA/Conaculta), Tolvaneras (Secretaría de Cultura de

Puebla) y Vidas volátiles (UAP). Es colaborador habitual de la revista Crítica. Textos suyos han aparecido en revistas como

Punto en Línea de la UNAM, Letralia.com y Tierra Adentro. Actualmente es coordinador del Taller de Creación Literaria

en la Ibero Puebla y cofundador e ideólogo de la cerveza artesanal Gargantúa.

@Alebadilloc

MelyArellano (Guadalajara, 1978)

Roba cucharas, colecciona tortugas, conoce Manhattan y suspira por unos Manolo gracias a la Bradshaw. Transita entre

la literatura y el periodismo, aunque es esto último lo que le permite pagar las cuentas (no por el momento). Adora las

novelas de Jane Austen y Toni Morrison. Admira el trabajo de Leila Guerriero. Es incapaz de recordar nombres de discos

y libros, pero sabe de memoria algunos diálogos de sus películas favoritas. Su disco del mes es Write About Love, de

Belle and Sebastian. Tiene 33 años y en este momento no sabe qué hacer con su vida.

@melyarel

CésarLópez (Puebla, 1977)

Artista plástico poblano, su obra fue seleccionada para la IX Bienal Monterrey 2009 y en el X Encuentro de Arte

Contemporáneo de Puebla, obteniendo en ambos eventos mención honorífica por su trabajo. Ha participado en diversas

exposiciones individuales y colectivas en el Museo Erasto Cortés, el IMACP, la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo,

el Centro Integral de Fotografía, y la UIA. Su obra ha sido publicada en diversas revistas y catálogos, como la revista La

Tempestad y FEMSA. Actualmente forma parte del proyecto “Joven fotografía mexicana”, a cargo de Graciela Iturbide, y

se encuentra colaborando en “Tránsitos”, diplomado transdisciplinario del Centro Nacional de las Artes.

co

lab

ora

do

res

6

¡Es muy fácil! Estamos en todos los Starbucks, Gloria Jean’s, Punta del Cielo, Profética, Café Zaranda, All Day, Coffee York y en Cholula: Café Vatalá y Cus Cus Cus. Síguenos también en nuestra página de internet:

www.aldeano.net Facebook: Revista Aldeano y Twitter: @revista_aldeano

¿No sabes dónde encontrar Aldeano?

Page 9: Aldeano 04
Page 10: Aldeano 04
Page 11: Aldeano 04
Page 12: Aldeano 04

rep

orta

jec

olu

mn

a D

i-va

ga

cio

ne

s

B

rep

orta

jec

olu

mn

a D

i-va

ga

cio

ne

s

10

Perdonen la tristeza

No quiero parecer nega-

tivo, ni amargado.

Nunca lo he sido. Pero sé que esa

idea quedará flotando en el aire

—o lo que es lo mismo: en el in-

consciente del lector— cuando

termine de leer esta columna.

Es parte de los riesgos de vivir

bajo la dictadura de la felicidad.

Pareciera que cualquier idea que

amenace el statu quo del hombre feliz

está condenada a la marginalidad.

He llevado esta discusión hasta el límite, al

punto de la obsesión, porque detecto algo artificial —casi

diría, plástico— en esa idea de felicidad que me revienta en

la cara cada que enciendo la televisión, que me siento en la

butaca del cine o que reviso los muros de mis contactos en

Facebook. Hay algo que no me creo en las palabras del amigo

que con toda la solemnidad de su adultez recién adquirida,

me suelta un discurso sobre las ventajas del desapego y de

la aniquilación del yo, mientras me recomienda un libro

de filosofía oriental que “le cambió la vida”, al tiempo

que pondera —con un apasionamiento tal que sonrojaría

al propio Buda— los beneficios de la nueva postura que

aprendió a dominar en su clase de yoga.

Perdón, pero no me lo creo.

Y no es que sea un escéptico irredento. Es solamente

que la idea del Nirvana, concebida como la extinción de

los deseos materiales, no tiene cabida en nuestras mentes

occidentales.

Herederos de la tradición filosófica griega, concebimos

la felicidad —a la manera de Platón— como el fin último

de nuestra existencia.

El problema es que a diferencia de Oriente, nuestro

concepto de felicidad no pasa por la erradicación del

sufrimiento, sino por el cultivo de la virtud. En consecuencia,

la felicidad parte siempre de un acto de voluntad, nunca

de abandono.

En otras palabras, nuestro problema no es de geografía,

sino de condicionamiento.

Pero en estos tiempos de capitalismo

y consumo desenfrenado a nadie

parece importarle eso.

Vivimos tan obsesionados con la

idea de la felicidad que desde hace

varios años Coca Cola ha destinado

recursos estratosféricos para la

creación del Instituto Coca Cola de

la Felicidad, una iniciativa que conjuga

a expertos de diversas disciplinas con la

intención de desentrañar la fórmula de la

dicha. No es broma. A la fecha llevan publicados

dos informes y un congreso internacional. Y, por

supuesto, una campaña publicitaria mundial que ha redituado

en ventas millonarias, y cuyo principal promocional puede

verse actualmente en las salas de cine.

Sonríe, nos dicen los medios de comunicación a todas

horas. Sonríe, aunque no te apetezca, y luego ve a decirle

a todos que sonreíste. Publícalo en tu muro (hay toda clase

de emoticones para ello). Sonríe.

Vivir en este siglo y no sentirse feliz es el peor pecado.

La dictadura de la felicidad —el becerro de oro de

nuestros tiempos— ha borrado de un plumazo el carácter

pedagógico y vital del sufrimiento. Ha minimizado la belleza

que durante milenios se otorgó a otros sentimientos humanos

como la nostalgia, la melancolía, la soledad; estados del alma

que alumbraban el camino de los hombres en las épocas

oscuras, y sin los cuales era imposible entender esos breves

y efímeros instantes de alegría absoluta, cuya conquista

—pregúntenle a sus abuelos— era tarea de toda una vida.

A veces pienso que deberíamos ser más combativos.

Revindicar sin pudor la sabiduría que se esconde tras la

palabra saudade; ponderar —como ellos hacen con sus

clases de yoga— las propiedades curativas del fado, y

recomendar con vehemencia el último libro de Nietzsche

que también se consigue en los Sanborns.

Pero me temo que a los pregoneros de la falsa felicidad

no les bastaría con eso. Están empecinados en ser felices a

toda costa, cueste lo que cueste. Si por ellos fuera, borrarían

la noche. Pero no pueden.

Page 13: Aldeano 04
Page 14: Aldeano 04

rep

orta

jec

olu

mn

a D

i-va

ga

cio

ne

s

B

Parejaa la carta

Por Ximena

rep

orta

jec

olu

mn

a E

l se

gu

nd

o s

ex

o

12

Cuando cumplí 31 años de vida y seis años sin tener

una relación de pareja que durara más de una no-

che, decidí que era momento de tomar medidas

extremas. Todos me repetían que Morelia no era un buen

lugar para encontrar al hombre adecuado, achacando mi

estado civil a un asunto tan trivial como la geografía. Así

que, tras mudarme al Distrito Federal, me inscribí en un co-

nocido servicio de citas por internet. Si en Morelia no había

hombres para mí, seguramente los habría en el enorme DF.

Sí, estaba desesperada, pero nada perdía con asomarme a

ver quién estaba tan desesperado como yo.

El primer paso consistió en llenar una serie de campos

donde una intenta describirse a sí misma. No fue sencillo,

la descripción puede sonar banal, pretenciosa o poco

inteligente. Después de muchos intentos logré terminar

mi perfil, tratando de mostrarme agradable y amistosa.

Las visitas no se hicieron esperar, pero fue un fracaso total.

La lista de hombres totalmente insípidos era interminable;

llegaban por miles, adornados además con flagrantes

faltas de ortografía. La mayoría enviaba “guiños”,

que son una especie de coqueteo en un click. Si

algún emisor te agrada, puedes corresponderle

con otro guiño. Lo siguiente es enviarse un

mensaje. Pero aquí está la trampa, pues para

enviar mensajes hay que pagar. ¿Pagar? “¡Jamás

pagaría por el amor!”, me repetía mientras borraba

uno por uno los guiños que no se cansaban de

llegar. Pensé que si reducía el grado de amabilidad

en mi perfil los ahuyentaría, pero no fue así. Esto

no estaba funcionando.

Tras mucho meditarlo consulté con una

amiga experimentada en citas por internet.

“¡Claro que tienes que pagar! Si no pagas

serás siempre del montón. Los que pagan son

los que verdaderamente están dispuestos a

encontrar a alguien en serio”, dijo. “¿Ah, sí?”,

respondí, “¡yo sí quiero encontrar a alguien

en serio!”. Acto seguido desembolsé

furiosamente mil pesos por seis meses

de inscripción.

El siguiente consejo de la

experimentada cibernauta no tardó

en llegar: “también debes hacer tus búsquedas mucho

más específicas: elije estatura, complexión, religión, nivel

de estudios, estado civil, si tiene hijos o no, si le gustan los

animales y, claro, el salario”. “Ay, no”, pensé, “¿salario? ¿Qué

clase de bruja materialista crees que soy?”, respondí. “Sí,

salario”, repitió imperturbable. “¿Acaso quieres un hombre

que te ame y te adore, pero que tengas que mantener?”.

La contundencia de su respuesta me llevó a elegir las dos

categorías de salario más altas. Pulsé “buscar” y ahí estaban

cuatro hombres que cumplían con los requisitos especificados.

No se veían mal. Leí sus perfiles con calma mientras imaginaba

las razones por las que estaban ahí, en esa página, buscando

amor. Deseché a tres por faltas de ortografía o porque

sonaban más desesperados que yo. Quedó uno. Se veía

muy amable. Su perfil era interesante, original, y encontré

muchas coincidencias entre nosotros.

Presta, le escribí un correo breve,

saludándolo con sangre ligera; nada

de esos insoportables guiños. No

tardó en responder (por lo visto él

también había pagado inscripción)

y amablemente me sugirió seguir

en contacto. ¡Milagro! Rápidamente

intercambiamos correos electrónicos y

empezamos a escribirnos.

Debo decir que pocas cosas me

causan más placer que intercambiar

mensajes con un desconocido con quien

la amistad está fuera de lugar y sólo hay

cabida para el romance. Esta ocasión no

fue la excepción. Decidimos conocernos en

persona tres semanas después del primer

mensaje. Fue un encuentro tranquilo,

amistoso y muy placentero. Llevamos

las cosas a nuestro ritmo y, por fin, tras

varias citas memorables, pude entablar

una relación de más de una noche con un

hombre. De hecho, este mes cumplimos

un año. Irónicamente, mi hombre (ahora

puedo llamarlo así) radica en Morelia. ¿Pero

quién dijo que la geografía tenía algo que

ver con la química?

Page 15: Aldeano 04
Page 16: Aldeano 04

rep

orta

jec

rón

ica

14

(Mi vida como agente de call center)

Las postales esconden un dejo de crueldad apenas disimulado

por las buenas intenciones. Detrás del consabido Wish

you were here se esconde esa pesada y tácita realidad

innegable: “esto es el paraíso, y tú no estás aquí”. ¿Quién

no ha acariciado esos edenes de bolsillo con nostalgia

de Adán limpiándose el primer sudor de su frente? Basta

mirarlos —siempre distantes, ajenos al tiempo, pretextos de

suspiros— para recordarse un desterrado y envidioso hijo de

Eva que, más allá del valle de lágrimas, alcanza injustamente

a vislumbrar al remitente plácidamente recostado bajo la

fronda espesa de un manzano.

A menos, claro, que se trate de una postal enviada

desde el infierno…

Como un exvoto que retrata un milagro que no se

cumplió, éstas estampas quemadas por el fuego eterno

son más queja que saludo; un lamento de ánima en pena

dirigido a nadie, salvo a quien lo escuche. Los remitentes

de estas postales son almas en desgracia que buscan en

Dante inmortalizar su sufrimiento, no para darle una lección

al mundo —aunque nunca falta el agachón arrepentido—

sino para, desde la profundidad y el hacinamiento de la

Malagobe, mentarle la madre al cielo y recordarles con un

cándido Wish you were here que ellos también son eternos.

Y así como los paraísos han sido expropiados por

las compañías trasnacionales, el infierno ha encontrado

un nicho de mercado exquisito en los outsourcings que,

paradójicamente, le ofrecen servicios a esos edenes del

primer mundo. Las llamas y suplicios de aceite hirviendo han

sido cambiadas por cables de fibra óptica, computadoras

que corren en Windows 95, descansos entre semana y 15

minutos al día para ir al baño. Los demonios han dejado

de serlo y ahora se les llama supervisores, departamento

de calidad, trainers y personal administrativo con prepa

concluida. Nada de trinches y disfraces rojos: ahora los pingos

usan trajes mezcla 95 por ciento nylon y 5 por ciento rayón,

y la infinita lista de pecados que otrora daban entrada a la

casa del sufrimiento se han vuelto uno: no poder conseguir

un mejor empleo.

Texto e ilustraciones Ismael “el Cobayo” Flores Ruvalcaba

Page 17: Aldeano 04
Page 18: Aldeano 04

aldeano // 16 abril // 2011

cró

nic

a

En la universidad nunca faltaron los fanto-

ches que anhelaban, muy a lo Rimbaud, pasar

una “temporada en el infierno”. Los recuerdo

jóvenes de clase media acomodada suspirando

por festines de decadencia bohemia, emulando

la miseria con sus Converse estratégicamente

rotos y su pelo despeinado à la mode. Y si fui

uno de ellos, que dios me perdone.

Mi “temporada” duró apenas tres meses.

Llegué como Dante: perdido, confundido,

arrinconado por fieras y, en resumen, sin saber

en realidad a dónde me metía. Ojalá que en vez

de un escritorio con policías mal encarados me

hubiera encontrado con esa leyenda que busca

prevenir a los incautos: “Oh vosotros los que

entráis, abandonad toda esperanza”. Sí, ojalá

hubiera descubierto el cerrojo roto por Cristo, el

río con balsero, los ejércitos luchando sin sentido

o un piadoso Virgilio que me guiara. Pero lo

único que hallé fueron esas almas en el limbo

sentadas en una eterna espera a ser llamados

al escritorio del segundo piso, suspirantes por

un entrevista que marcara la diferencia entre

seguir penando y sufrir el castigo eterno.

Así comencé mis días como “agente de call

center”; un operador telefónico más en el octavo

círculo dedicado a atender las necesidades de

los clientes norteamericanos de Western Union.

Como muchos, sólo logré durar tres meses

llevando mi exigua resistencia de niño mimado

al límite. Y al igual que a Dante, Rimbaud, y

otros tantos pretenciosos que han descendido

voluntaria o involuntariamente al infierno, la

necesidad de contar las torturas y suplicios que

ahí presencié me obligaron a recurrir a otras voces

que, al igual que yo, cometieron el pecado de no

encontrar un trabajo mejor con el cual subsistir.

Así, me entregué a la búsqueda de dos

de mis antiguos compañeros de celda, Richie

y Édgar, quien antes de entrar a Hellvista

(apodo con el que conocíamos al outsourcing

Telvista) trabajó en otro proveedor de suplicios:

Teletech. A través de Twitter contacté a otros

dos supervivientes, Óscar y Roberto; el primero

exagente del call center de la Cofepris (Comisión

Federal para la Protección contra Riesgos

Sanitarios) y el segundo un proscrito de los

centros telefónicos de AMA, MVS Multivisión

y hoteles Intercontinental.

Con ellos mando estas postales desde el

infierno, esperando que la mentada de madre

al cielo llegue adonde deba llegar, incluso si

es necesario marcar un número 01 800 para

lograrlo.

Éstas son las postales enviadas desde un call

center… que Slim se apiade de nuestras almas.

Éstas son las postales enviadas desde un call center…

que Slim se apiade

de nuestras almas

Page 19: Aldeano 04

aldeano // 17abril // 2011

Alguna vez, en los segundos que

mediaban entre llamada y llamada,

le pregunté a Édgar por qué había

terminado aquí, en Hellvista, si an-

tes trabajaba en el Instituto Nacio-

nal de Psiquiatría: “un error en la

Matrix”, contestó con una sonri-

sa torcida de ironía al tiempo que

quitaba el dedo del botón de “mute” en su teléfono. De

alguna manera, muchos de los que hemos terminado en

un call center lo hemos hecho por un error de ese tipo:

un día eres alguien con estudios universitarios, un traba-

jo normal y algo que se asemeja a una “vida propia”, y al

otro te cambias el nombre para que el estadunidense pro-

medio no se sienta ofendido.

En nuestra “ola” —el grupo con quien tuve mi (in)

capacitación— las edades oscilaban entre los 17 y los 21

años. Unos cuantos nos alejábamos del centro de la campana,

pero éramos una minoría que cabía en la palma de la mano.

A diferencia de “los chavos” —sólo había una mujer, Briss,

casi una niña—, nosotros teníamos una carrera, un pasado

laboral y algunos incluso hijos que mantener. Fernando era

egresado de la licenciatura en Teatro, por el INBA; Raúl

había sido profesor de la UNAM; Édgar y yo profesores de

Psicología en la Ibero Santa Fe y Puebla respectivamente.

Pero ninguno de nosotros había ganado tanto dinero como

Richie en su vida anterior.

Cuando lo conocí tenía cuarenta años cumplidos y

muchos problemas para recordar el español. Fue el último

en integrarse a nuestra “ola”, pero el primero en mantener

relaciones cordiales con todos. Tras quince años de vivir

el sueño americano, Richie regresó a la ciudad de México

en busca del empleo que no pudo conseguir en su ahora

segunda casa, el estado de Arizona. Allá —y lo decía no

sin nostalgia— era subgerente en un Pizza Hut, ganaba

32 mil dólares al año, tenía una camioneta y vivía con

su esposa en los suburbios de Phoenix. Sin embargo, al

igual que muchos estadunidenses, perdió su trabajo tras

la recesión económica.

“Yo acá [en México] era laboratorista clínico, trabajaba

en el Seguro Social”, me confiesa en el comedor del sexto

piso antes de entrar a su turno, “y regresé a México por la

misma razón que me fui: la crisis. Con la recesión de Estados

Unidos los trabajos se cayeron por completo, empezaron

a correr gente con cualquier pretexto. Yo tenía un trabajo

estable, muy bueno. Por querer salir adelante me checaron

mi background… porque yo era asistente de mánager en

un Pizza Hut y quería ser mánager. Pero tenía un historial

de deportaciones en aquellos tiempos (ahora tengo mis

papeles), pero a ellos, a Pizza Hut, no le gustó que yo haya

sido deportado dos veces y pensaban que podría haber

sido un criminal y perdí… salí de trabajar… y durante seis

meses no pude encontrar trabajo… La situación está tan

difícil allá que dije: ‘me voy a ir un ratito a México’, porque

estar así era muy desesperante, el estrés dentro de la familia

se puso muy fuerte”.

En Telvista, Richie gana 24 mil dólares al año menos

que allá. Su nuevo empleo es más estresante, restrictivo

y desgastante. “Me urge recuperar esos 24 mil dólares”,

dice bromista, “una de mis sobrinas me dijo que aquí

necesitaban personas que hablaran inglés y, bueno, acá

me tienes, viendo a ver si llego a supervisor o trainer y a

ver si en vez de ganar 600 dólares gano 650 al mes. Ja.

Más que nada es eso”.

Page 20: Aldeano 04

aldeano // 18 abril // 2011

cró

nic

a

“Miren jóvenes, no les voy a mentir”, es

el abogado general de Hellvista quien

habla, “si los orangutanes pudieran

contestar teléfonos, nosotros los con-

trataríamos”. Y ninguno de nosotros

lo dudó, ni siquiera los más simiescos.

Había transcurrido casi un mes desde

nuestra entrada al training e incluso

los más recalcitrantemente crédulos

se sabían engañados. Nada tenía que

ver la realidad con la “gran oportuni-

dad laboral” que nos habían pintado

en las entrevistas.

“Llegó el día de firmar contrato”,

recuerda Édgar sentado en una

cervecería del centro de Coyoacán,

“y Tony, el entrevistador, nos dijo:

‘deben sentirse orgullosos de estar

en esta campaña, es la campaña con

los más elevados niveles de calidad en

la compañía. Las pruebas de sangre

fueron para determinar si están en

drogas. Su nivel de inglés es de los más

altos. Les hicimos pruebas psicológicas

y analizamos su firma. ¡Y ustedes son

material Western Union!’. Después,

de la forma más enredada posible,

nos explicó el sistema de pagos, casi

con animaciones y gráficas de pastel.

Entonces supe que había tocado

fondo, un fondo distinto que no era

ni de drogas o alcohol, ni siquiera de

huevonería. Era un fondo distinto, de

persona productiva. Lo cual duele”.

En Hellvista el sueldo quincenal

ronda los 2 mil 500 pesos más el

porcentaje de bono obtenido en el

mes pasado y 350 pesos que eran

depositados en una tarjeta de vales de

despensa. Aunque el contrato marcaba

que el operador trabajaría sólo cuatro

horas al día (de lunes a viernes), los

horarios eran, en realidad, de ocho

horas diarias, laborando seis días a

la semana con un día de descanso

entre semana y sin goce de días festivos

(a menos, claro, que se llegara a un

“acuerdo interno”). ¿Cómo nos hacían

cumplir la jornada de ocho horas si no

estaba en el contrato? La respuesta está

en el bono. Si un empleado cumplía

a cabalidad los requerimientos que

establecía la empresa, podía ganar hasta

3 mil pesos extras (¿han oído hablar

de “las siete tareas de Hércules”?), lo

cual convertía un sueldo de McJob en

uno de burócrata promedio. Entonces,

aunque sólo se está obligado a cumplir

cuatro horas diarias, el temor a perder

el bono por una falta o un retardo nos

mantenía a todos en el redil: Do it for

the bonus!

Las opacidades legales en

los contratos y los pagos no son

característica única de Telvista. En otros

call centers la situación es la misma.

Roberto tuvo siempre problemas con

el mentado bono y las llamadas —y

temidas— métricas del grupo hotelero

Intercontinental: “obtener el bono era

imposible. La venta de reservaciones era

fácil, pero era difícil cumplir con todo

lo que pedían”. Además el contrato no

era un acuerdo legal, sino una franca

amenaza. Al recordarlo su rostro se

escinde: su mirada transmite odio, pero

su boca se curvea en una sonrisa: “se

las idearon para joder. Comenzaron

a haber cambios abruptos de horario

y horas extras. Se apegaban a su

contratito y te hacían ir. Si llegabas

tarde te suspendían, y después de

suspenderte te acumulaban las horas

que no tomaste por llegar tarde y haber

sido suspendido, ¡y tenías entonces

que pagarlas! Te digo, se las idearon

para joderte”. Para jodernos, Roberto,

para jodernos…

Page 21: Aldeano 04

aldeano // 19abril // 2011

Cada llamada comenzaba así: “Hi, this is

Allen. How can I assist you today?”. Una y

otra vez durante toda la jornada, y a veces

incluso al contestar el teléfono en casa.

Es difícil no optar por la alienación como

mecanismo de supervivencia en la línea

de ensamblaje. Y, sin embargo, incluso en

el infierno se hacen amigos; nada nos acerca más a otros

seres humanos que la desgracia compartida.

El ambiente en los call centers tiene mucho de sobriedad

de fábrica, pero también hay una especie de jovialidad

contenida que continuamente está chispeando, como

chiribitas en una siderúrgica. Bromas, gritos, peleas de

gallos, excentricidades y cat fights suceden todo el tiempo,

como pequeños géiseres liberando tensión aquí y allá. Óscar,

en el call center de la Cofepris, cedido en modalidad de

outsourcing a CAPTA, el centro de atención telefónica de

Grupos Salinas, recuerda a un compañero en especial. Antes

de narrármelo se toma su tiempo observando la noche

estrellada, como extrañando algo que no está presente en

el café de San Ángel donde sucede la entrevista: “ahí te

exigían que fueras con ropa de vestir, no muy formal, pero

presentable. Los viernes tú ibas vestido como tú quisieras.

Un chavo de lunes a jueves venía vestido como niño, pero

los viernes iba como niña, porque era travesti. Eso se me

hacía padre y chistoso a la vez, porque para todos ya era

de lo más normal”.

Dicho ambiente, mitad trabajo mitad prolongación de

la prepa —o en palabras de Édgar, del kínder—, se debe

en gran parte a la enorme cantidad de jóvenes menores

de treinta años que engrosan las filas (y las carteras de

los dueños) de los call centers. Aunque la mayoría son

estudiantes, también hay otros con alma pura de nini y

personas de la tercera edad. Óscar recuerda con agrado

bienintencionado que en CAPTA había una población

considerable de ancianos y amas de casa trabajando en

la campaña de Iusacell. Roberto, por su parte, es menos

condescendiente con las “mamis”, quienes abusaban de

las grietas en los estándares de calidad para trabajar menos

y llevarse el tan ansiado bono. Pero también este egresado

de Ciencias Políticas observó algo interesante: “detecté que

los primeros lugares en métricas eran señoras, madres de

familia ya mayores que tenían que mantener sus casas. Y

chavas muy independientes; madres solteras o divorciadas.

Chavas que no estaban interesadas en tener novio, muy

aferradas a no tener dependencias”.

En Hellvista, y específicamente en la campaña de

Western Union, existía otra población muy peculiar: los

hommies. Se trataba de mexicanos que habían emigrado

desde hacía muchos años a Estados Unidos, o incluso

nacido allá, pero que, al igual que Richie, habían regresado

a nuestro país debido a la recesión económica. La mayoría

de ellos ocupaba los primeros lugares en métricas, seguidos

por los “veteranos”, aquellos que de alguna manera casi

sobrenatural llevaban hasta cinco años trabajando ahí, casi

inmunes a la quemazón del fuego eterno.

Mis respetos para ellos, merecen el corazón

púrpura de los McJobs.

Page 22: Aldeano 04

aldeano // 20 abril // 2011

cró

nic

a

“Ustedes se han tragado esa mamada

de que el cliente siempre tiene la razón,

¿verdad?”, ahora tiene la palabra un

finísimo trainer regordete con ínfulas

de pastor protestante, “¡pues son

mamadas! Los clientes son los últimos

en saber lo que quieren. Nuestro trabajo

es hacerles creer que lo que les damos

es lo que quieren. ¿O qué, no han visto

que Disney hace eso?”. Triste, pero

cierto. Los call centers operan bajo

tres ramos: ventas (Intercontinetal),

servicio al cliente (Western Union, AMA,

Cofepris), y tech support (TeleTech, MVS

Multivisión), y cada ramo es peor que el

otro. Pero hay una constante: el cliente

—el motivo de ser de dichos centros

telefónicos— es su peor enemigo.

Por regla general, el 50 por ciento

de las personas que llaman a un contact

center no tienen sino una idea vaga de

para qué lo hacen. Tienen un deseo

insatisfecho y buscan materializarlo

por teléfono, aun cuando en más de

la mitad de los casos sea imposible

para el operador. En Western Union

era común recibir llamadas dirigidas

a la competencia: MoneyGram. En

Cofepris, Óscar cuenta que recibía

desde llamadas para pedir una pizza

hasta para meter una denuncia contra

Sears por no respetar una supuesta

promoción en la compra de un Wii.

Y cuando alguna de las peticiones

irracionales del cliente es rechazada,

los gritos, reclamos y mentadas de

madre no se hacen esperar. El temple

del operador de call center se pone a

prueba todos los días.

“¿Los clientes? Eran gente grosera

y racista”, recuerda Édgar sorbiendo

un trago de cerveza. “Yo no tenía

problemas con ello. Si llegaban a

detectar que no era estadunidense

por lo general soltaban un comentario

racista. Si me hacían enojar yo se

los regresaba. Y ya, ni siquiera me

alteraba mucho, se me hacía casi casi

como el highlight de mi día. Un día

completamente gris y plano como

pocas cosas. Era lo que le ponía sabor...

qué triste ¿no?”.

Tal vez quien más problemas tuvo

en este aspecto fue Óscar, quien a

pesar de haberse aprendido leyes y

regulaciones sanitarias al derecho y al

revés tenía que lidiar con la prepotencia

e ignorancia de los usuarios del servicio,

a quienes —no pocas veces— tuvo

que guiar desde cómo encender la

computadora para llenar un formulario

en Excel.

“Yo sí me enojaba. Me enganchaba

cuando intentaban pendejearme. Era

una competencia hasta yo demostrarles

su error. Es una tontería, lo sé, pero no

me gusta que me pendejeen sin razón;

si me equivoco, sí, pendejéame todo lo

que quieras, pero si no lo he cometido

y estoy siendo amable y razonable en el

trato, no me voy a dejar. La gente que

se ponía loca era la que no hacía las

cosas a tiempo, la que dejaba todo a

última hora y que quería todo peladito

y en la boca”. Soportarlas es el pan

de cada día, el sudor en la frente y un

motivo más para volverse misántropo.

Page 23: Aldeano 04

aldeano // 21abril // 2011

VTO eran las siglas que todo operador quería escuchar:

Voluntary Time Off. Cuando en los conmutadores se reciben

“pocas” llamadas, los supervisores suelen otorgarle un

“tiempo libre” (sin paga, por supuesto) a los operadores.

Una bendición pírrica para el alma de un telefonista. A una

hora de salida o prácticamente al inicio de su jornada, el

operador puede salir al mundo y experimentar lo que los

sabios orientales llaman Nirvana o, lo que es lo mismo, un

día sin tomar llamadas. “Me llevaba bien con mi supervisor

de Teletech”, comenta Édgar tras recibir una llamada de su

novia. “Cuando pasaba por mi lugar y me decía ‘Édgar, te

pasaste de tu tiempo de lunch’ o cualquier otra tontería,

yo le respondía ‘a ver, Juan, no quiero que pases por aquí a

menos que vengas a decirme: Édgar, VTO’”. Y es entendible.

Tras un par de meses tomando hasta 180 llamadas por día,

cualquiera vende su alma por el privilegio de pasar cinco

minutos sin clientes furiosos o ineptos (a veces con ambas

cualidades) al otro lado de la línea. Esta mala costumbre de

aspirar a un remanso de paz ha llevado a los operadores a

desarrollar complejos mecanismos de supervivencia, como

desconectar el equipo, apretar una secuencia de botones en

él o, incluso, tapar el reloj de la computadora con una hoja

de papel para no ser conscientes de cómo el tiempo (y su

vida) transcurre en el infierno. Las empresas, conscientes de

ello, han ideado maneras para alentar el trabajo y relajar el

ambiente, aunque por lo general terminan siendo fórmulas

para el desastre.

Édgar continúa: “en Teletech una supervisora traída

de Costa Rica introdujo las innovaciones de ‘día de pijama’,

‘día de bermudas’ y el ‘fun squad’… el escuadrón de la

diversión. Se organizaban juegos donde los que tenían

mejores métricas participan por premios, como un Ypod

(sí, Y-P-O-D), un VTO, que tu supervisor tome tus llamadas

por media hora y estupideces así. La gente no se motivaba,

pero yo encontré una nueva manera de hacerme menso

organizando los juegos. Fue una época divertida hasta

que lo quitaron porque se desperdiciaba mucho el tiempo

y bajaba el servicio”.

Roberto, por su parte, en Intercontinental, desarrolló

la “maña” de trabajar menos excediéndose en los “tiempos

libres”, motivado más por el descontento con las condiciones

de su trabajo que por la mera ansia de improductividad.

Jugando con su vaso desechable, y como apenado, acepta:

“sí, eran mañas, pero la mía era válida. Siempre tuve el

conocimiento de causa de que estaban ganando mucho

dinero a expensas de explotarnos”. Y no sé por qué, sus

palabras flotando en un centro comercial de Villa Coapa me

hicieron recordar a Spivak y sus estudios sobre el subalterno…

Page 24: Aldeano 04

aldeano // 22 abril // 2011

cró

nic

a

“¿Y qué se siente tardarse más de quince minutos en el

baño?”, preguntó sardónico Édgar la primera vez que nos

vimos tras mi renuncia a Hellvista. Eran las once de la noche

y caminábamos rumbo a la estación de metro Allende.

En el trayecto contabilizamos cuántos de nuestra “ola”

habíamos renunciado; de los veinte que integrábamos el

grupo, sólo tres quedaban en piso. Y tras la salida de Édgar

un mes después, sólo quedaron Briss y Richie, los polos

más alejados en edad.

Tarde o temprano llega el día en que, desde que te

levantas, sabes que no podrás tomar una llamada más;

que has llegado al límite, que dentro de ti hay un humano

que respira debajo del zombie en que te has convertido.

A algunos les llega antes de los cuatro meses, el promedio

de vida de un agente. A otros tras un par de años, como

en el caso de Roberto, Édgar y Óscar. Y, sin embargo, para

todos, la experiencia de abandonar el infierno y regresar

al consabido valle de lágrimas es simple y llanamente

orgásmica. Incluso si eres despedido.

Después de una larga lucha con su supervisora y

el gerente de la campaña, Roberto fue despedido de

Intercontinental sin un fundamento legal. Conocedor como

es de las leyes, acudió a la Junta de Conciliación y Arbitraje,

donde la empresa y él llegaron a un acuerdo económico.

A pesar de que su jefe narró a los demás operadores una

versión distinta, Roberto tuvo su pequeña venganza cuando

informó a los demás empleados lo que había sucedido. “Fue

como un manifiesto del partido comunista”, bromea, “no

está bien agachar la cabeza. Tienen que ser congruentes

con sus reglas y respetuosos de la ley. Y les dije, ‘que no

los amenacen, yo le gané a la empresa, y ustedes también

pueden’. Pero desafortunadamente, los empleados son

tiranofílicos”.

“Fue felicidad”, así describe Óscar el día que

renunció. “Tomé la decisión dos meses antes para avisar a

mi supervisora, no quería irme como las chachas. Estaba

harto, cansado… no era lo mío. No podía ascender a otro

puesto porque era la mano derecha de mi jefa y ya me

desesperaban demasiado los usuarios”. Como en todo,

incluso en el infierno algo se aprende. “Me llevé muchas

experiencias positivas y muchas negativas. Descubrí que

soy un químico de laboratorio, no un burócrata. Y desde

entonces trabajo en mi tesis y me estoy preparando para

entrar al doctorado en el Cinvestav”.

Tal vez sea esa la única ventaja de pasar una temporada

en el infierno. Tras renunciar, como un ser vuelto a nacer,

la vida se ve desde una óptica distinta. Más bajo uno no

puede caer. “El día que renuncié a Hellvista fui muy feliz.

Salí, me fui a comprar discos a Mix Up, me fui al cine. Y

ya, de regreso a mi casa me compré un six pack. Fue una

pequeña victoria… ‘un pequeño paso para un operador

de call center, pero un gran paso para mi humanidad’”.

Wewish you

werehere…

Page 25: Aldeano 04

Elcartónde telefonis

tas

Page 26: Aldeano 04

rep

orta

jea

rtícu

lo

24

Page 27: Aldeano 04

aldeano // 25abril // 2011

Imagine que un día sale de su

casa sólo para descubrir que en el tranquilo fracciona-

miento donde vive, ése con amplias áreas verdes y donde

“se respira el mejor aire de la ciudad”, alguien ha puesto

una reja convirtiendo su calle en una cerrada y dejándo-

le, por lo tanto, una sola vía de salida. Su primer impulso

sería preguntar a su vecino de enfrente, quien también se

ha visto afectado.

Él sabe lo mismo que usted: nada. Imagine la sorpresa

de ambos, los minutos de silencio parados frente a la reja,

mientras hacen suposiciones sobre su aparición.

La respuesta llega tarde o temprano: hubo un

acuerdo entre 45 familias para poner la reja como medida

de seguridad. Un acuerdo sobre el que a usted nadie le

preguntó. Tampoco a su desconcertado vecino. ¿Le parecería

una arbitrariedad? Digamos que sí.

Figúrese entonces que usted decide pedir que la retiren.

Sin cuestionar las razones por las que la colocaron, considera

que si quieren ponerla, deben hacerlo en otro lado, sin afectar

la entrada de su calle, y así lo plantea. Sus “considerados

vecinos” —supongamos— se niegan. Es más: de inmediato

cierran cualquier posibilidad de negociación.

Ahora viene el quid del asunto: imagine que decide

acudir a las autoridades. De entrada, es previsible que iría

confiado en su capacidad para mediar en un conflicto de

este tipo, sobre todo —pensaría— porque se trata de de

un espacio público.

Haga de cuenta que algunos meses después, y luego

de haber tenido que contratar —y pagar— un abogado para

resolver el asunto, su queja en el ayuntamiento encuentra

respuesta y la reja es retirada. En este punto, y pese al tiempo

invertido, es previsible que usted sienta cierto orgullo por la

Desde 2004 una muralla de piedra y cemento se levanta ilegalmente sobre la vía pública.

Siete años, tres presidentes municipales, dos quejas ante Derechos Humanos, y varias

órdenes de demolición dictadas por un juez forman parte del expediente legal de un caso

que volvería loco al propio Kafka.

Por Mely Arellano .:. Fotos Agencia Enfoque

Page 28: Aldeano 04

aldeano // 26 abril // 2011

artíc

ulo

actitud del municipio. Una sonrisa se

dibuja en su rostro al salir de su casa

y ver, nuevamente, el otro lado de la

calle con tránsito libre.

Usted no lo sabe, pero puede

que quizá sea demasiado pronto para

cantar victoria.

Imagine que no han pasado ni

dos meses y sus vecinos —quienes han

decidido hacer uso de todos los medios

a su alcance para cerrar la calle—

reciben un permiso del ayuntamiento

para instalar nuevamente la reja.

Imagine que la guerra entre

vecinos se desata, que los abogados

de ambos bandos se enfrascan en un

pleito legal hasta que las autoridades

ordenan quitar la segunda reja.

Para ese momento es posible

que piense que finalmente la justicia

se ha impuesto. Usted ha actuado

como buen ciudadano. Ha acudido

a las instancias correspondientes y ha

obtenido respuesta. Eso sí: usted está

solo. Su vecino, el otro afectado, ha

cedido, luego de algunas amenazas.

Es un hombre mayor, es comprensible.

Qué bien que se siente por usted mismo

y por él.

Ahora imagine que ha pasado

más de un año y justo cuando está a

punto de archivar el asunto en el olvido,

un día sale de su casa y al final de la

calle descubre una muralla de piedras,

de unos dos metros de alto, rematada

con una malla ciclónica de púas.

El vía crucis para solicitar su

demolición incluye haber acudido a las

siguientes instancias: Ayuntamiento,

Contraloría (para quejarse por la

omisión de los funcionarios del

Ayuntamiento), Comisión Estatal

de Derechos Humanos, Comisión

Nacional de Derechos Humanos

(para quejarse por la omisión de

los funcionarios de la Comisión

Estatal), Congreso del Estado (para

quejarse por la omisión del propio

Ayuntamiento), además de continuar

un juic io administrat ivo hasta

—¿exageremos?— obtener el fallo

a favor de un Tribunal Colegiado.

A siete años de aquella primera

reja, dos años y nueve meses después

de la “construcción” de la muralla,

dos administraciones municipales

completas y 233 hojas de expediente;

usted sólo imagine...

Cada una de las enormes piedras

que conforman la improvisada “muralla” podría ser una de las

233 hojas

acumuladas en un enorme expediente

Page 29: Aldeano 04

aldeano // 27abril // 2011

Si esta historia le parece —lite-

ralmente— inimaginable, debería

escucharla en voz del doctor Jorge

Espinosa Ávila. O lea con detalle la

historia descrita a continuación.

Cronología kafkianade un muroTodos los muros levantados por el hom-

bre terminan adquiriendo un signifi-

cado mucho más amplio que el de su

origen práctico: dividir y aislar. Cien-

tos de historias se tejen alrededor de

ellos, las hay felices y trágicas, simples

y complicadas, corta y largas. La que

exponemos a continuación aún no tie-

ne final, pero hasta ahora no ha sido

simple, ni corta.

Inició en agosto de 2004, cuando

“apareció” una reja en la intersección de

las calles Encinos y Zodiaco en La Calera,

dividiendo así los fraccionamientos El

Mirador y Bosques de La Calera, que

hasta entonces estaban unidos por

un circuito. Dos fueron los afectados

directamente: el psiquiatra Jorge

Espinosa Ávila y el ingeniero Ismael

Ortiz, cuyas propiedades se ubican en

la calle Encinos.

La reja de ocho metros lineales (el

ancho de la calle) se mandó a colocar

—dicen— por razones de seguridad,

a partir del consenso de 45 familias

avencindadas en Bosques de La Calera,

aunque sin previo aviso a sus vecinos

de El Mirador.

Levantar un muro o colocar una

reja no es una conducta inédita; en

varias colonias de la ciudad es común

ver rejas que “privatizan” las calles.

En la ciudad de Tijuana la

conformación de “islas urbanas”

delimitadas por muros, alambradas,

rejas o bardas que han proliferado a

lo largo de los últimos años, son un

claro ejemplo de cómo los niveles de

inseguridad incentivan la privatización

del espacio público, incluso por encima

de la ley.

Pero Puebla no es Tijuana. Y el

fraccionamiento La Calera no es en

modo alguno un campo de guerra.

De hecho, en 2006 fue considerada

una de las cinco colonias con menor

índice de delitos en Puebla, situación

que de acuerdo con las autoridades

municipales es todavía vigente.

Aun así, poniendo como pretexto

la inseguridad, algunos vecinos de

esta colonia colocaron una reja sin

autorización de las autoridades

municipales.

Pronto vinieron los reclamos, las

acusaciones mutuas y los desacuerdos.

Cuatro meses después, tras varios

intentos fallidos de diálogo, Jorge

Espinosa Ávila denunció el hecho ante

el ayuntamiento, entonces encabezado

por el alcalde Luis Paredes.

En abril de 2005, ocho meses

después de su colocación, la reja fue

retirada por las autoridades.

La respuesta no se hizo esperar.

Unas semanas más tarde, por

razones desconocidas, el ayuntamiento

se echó para atrás y le concedió permiso

al representante legal de la Asociación

de Colonos del Fraccionamiento

Page 30: Aldeano 04

artíc

ulo

Bosques de La Calera, el exdiputado

local Óscar Roberto Hidalgo Villafañe,

para poner nuevamente la reja bajo

ciertas condiciones, como mantenerla

abierta de seis de la mañana a nueve de

la noche y garantizar que después de esa

hora hubiera personal que permitiera el

paso controlado a vecinos y visitantes.

Ante el incumplimiento de las mismas,

la Sindicatura ordenó nuevamente el

retiro de la reja en mayo de 2006.

Para esas fechas, la Comisión

Estatal de Derechos Humanos ya

había emitido una recomendación al

entonces presidente municipal, Enrique

Doger Guerrero, al considerar que con

la reja se impedía el libre tránsito en

una vialidad pública en agravio de los

derechos de los afectados.

Entre agosto de 2006 y febrero de

2007 fue confirmada la resolución de

la Sindicatura en juicio de amparo, así

como por el Tercer Tribunal Colegiado

en Materia Administrativa, lo que derivó

en una orden para que la reja fuera

retirada de nueva cuenta.

Uno pensaría que frente a la

determinación legal, el tema estaba

cerrado. Pero no.

En junio de 2008, en lugar de reja

Lo que en teoría debería ser un procedimiento sencillo, se ha convertido en un relato

kafkiano“apareció” una montonera de piedras

a la que se le vació cemento con una

mezcaldora, de modo que se formó una

muralla irregular de aproximadamente

dos metros de altura y cuya cima fue

rematada con malla ciclónica y púas.

Hace casi doscientos años, cuando

Karl von Clausewitz afirmó que la guerra

era la continuidad de la política por

otros medios, nunca imaginó que sus

palabras serían tomadas al pie de la letra

por los vecinos de una zona residencial

acomodada de la provincia mexicana.

Y es que para efectos prácticos,

los vecinos impusieron su ley. Se

rebelaron.

En marzo de 2010 se emitió una

orden de demolición que no pudo

cumplirse debido a que los residentes

de Bosques de La Calera entraron por

la colonia El Mirador para impedir con

sus autos el paso del traxcavo.

Ante la cerrazón de los involucrados,

entraron al quite los abogados.

En este punto el proceso legal

comenzó a complicarse por una serie

de subterfugios legales (exquisiteces

lingüísticas y semánticas) sobre si la zona

de La Calera estaba o no municipalizada

y, por lo tanto, si era responsabilidad o no

del gobierno municipal —encabezado

en ese entonces por Blanca Alcalá

Ruiz— legislar en torno a la presunta

ilegalidad del muro.

En el proceso, la presidenta

municipal poblana salió raspada,

ya que se interpuso un juicio de

responsabilidades por omisión en

su contra, así como una queja ante

la Comisión Estatal de Derechos

Humanos, que debido a la inacción de

la dependencia llegó hasta la Comisión

Nacional de Derechos Humanos.

El tiempo pasó y el muro se

mantuvo firme.

Siete años después…Y así llegamos hasta 2011.

Después de una mala praxis de

la juez del Cuarto Distrito en Materia

Administrativa y un fallo a favor del

Tribunal Colegiado emitido el pasado

10 de marzo, existe una orden —apa-

rentemente— definitiva: el “muro de

La Calera” debe ser demolido.

El nuevo gobierno municipal

encabezado por Eduardo Rivera ya

está enterado del fallo y el director

de Asuntos Jurídicos de la Secretaría

de Obras del ayuntamiento, Luciano

Osorio, ya estudia el grueso expediente.

Pese a lo anterior, el doctor

Jorge Espinosa, quien ha estado al

frente de los vecinos que reclaman

la desaparición del muro se muestra

incrédulo y desconfiado: “hasta no

ver, no creer”, reflexiona.

Y tiene razón. Siete años, 233

hojas de expediente, cinco órdenes de

demolición, innumerables connatos de

broncas y amenazas después, la muralla

de piedra sigue ahí. Intocable.

Page 31: Aldeano 04

aldeano // 29abril // 2011

Page 32: Aldeano 04

rep

orta

jep

orta

folio

s p

lás

tico

s

30

Page 33: Aldeano 04

Con el fin de celebrar el Día Internacional del

Diseño Gráfico, Aldeano viajó a Xalapa para

conocer Amarillo Centro de Diseño, el primero en

su tipo en México.

Sus integrantes —Aída Aguilera, Juan Carlos Vázquez y Joan Xavier Vázquez— nos comparten una manera de mirar el mundo y descubrir la belleza.

desde el exilio

PorMarco

Menéndez

Page 34: Aldeano 04

po

rtafo

lios

plá

stic

os

1 Un domingo 14 de agos-

to de 1853, a las cuatro de la tarde Flaubert comenzó a

escribir a Louise Colet; en un momento de la carta aludió

a su amistad con Leconte de Lisle, y expresó: “Los aman-

tes de lo bello somos todos unos proscritos. ¡Y qué alegría

cuando se encuentra uno a un compatriota en esta tierra

de exilio”. Lo hacía para dejar clara su distancia con una

modernidad voraz y vertiginosa, pero también con sus se-

mejantes, bandidos todos frente al tiempo.

No es coincidencia que Amarillo eche mano de esta

máxima y la convierta en su declaración de principios. En

1998 dio inicio el primer proyecto de esta naturaleza en el

país, y el triunfo se hizo real en la apertura de un espacio para

difundir la importancia del diseño gráfico, en los alcances

que ello conlleva, en la nada despreciable victoria frente a la

apatía y la incertidumbre. Querer que las cosas devengan en

una forma mejor no es salvar el mundo; para ellos diseñar

es una forma de imaginar cambios posibles y buscar que

se realicen, pero para lograrlo debe dominar la voluntad.

Tal vez a esto se refiera Flaubert —y Lezama— cuando

en el exilio habita el plural del amante, y quizás no quiera

decir otra cosa la alegría de mirar la lejanía junto a otros.

Probablemente ser amante de lo bello explique la superación

de la dificultad. Pero creo que a eso hacía alusión Aída

Aguilera cuando caminando por las calles de Xalapa me

confió que nada grande puede hacerse en soledad. Y yo

lo tomé como una invitación.

Page 35: Aldeano 04
Page 36: Aldeano 04

aldeano // 34 abril // 2011

po

rtafo

lios

plá

stic

os 2 Cuando en la República el des-

gastado Platón condenaba a la poesía al exilio, lo hacía con

la intención de evitar la corrupción de los jóvenes de la polis,

que perdían el interés en la cosa pública para entregarse

a los placeres de la belleza y a la imitación del mundo,

entorpeciendo la búsqueda de la verdad. Despedidos de la

ciudad entre flores, celebraciones y guirnaldas, los amantes

de lo bello debían ser desterrados.

Afortunadamente, la utopía platónica del gobierno

de los filósofos nunca pudo realizarse, pero estos seres

que confiaban su poiesis a descubrir lo bello, encontraron

consuelo entre su gremio.

“Sólo pocos aman la belleza”, me dice Aída.

De ahí que en ese exilio ella, Juan Carlos Vázquez

Padilla, Joan Xavier Vázquez hayan dado vida, a partir de

la amistad entre desterrados, a ese espacio para difundir

el diseño gráfico mexicano y extranjero, generando redes

entre distintos sectores. En el Centro de Diseño se imparten

talleres, sirve de estudio, es galería y también tienda con venta

de productos exclusivos. Ese espacio es Amarillo, pero lo es

más “por Van Gogh, por los carteles amarillos, por el otoño,

por el coche, por la casa, porque la persona que he amado

y me ha apoyado siempre, me dijo que yo era amarilla”,

hila Aída Aguilera Rocha mientras bordeamos un río en las

fronteras de Zoncuantla. Yume, su fiel compañía canina,

nos conduce de regreso, y volvemos todos con amigos.

El amor, el compromiso y la constancia con los que

Amarillo lleva a cabo su labor, y la voluntad de hacer que

las cosas sucedan, son parte de este espacio que no sólo

brinda la oportunidad de aprender al lado de diseñadores

consagrados, también se preocupa por impulsar a los

talentos en ciernes, ayudando a su formación y acercándolos

a actividades que por cuestiones económicas o geográficas

no suelen acontecer en provincia.

Diseñar es una forma de imaginar cambios posibles y buscar que se realicen, pero para lograrlo debe dominar la

voluntad

Page 37: Aldeano 04

aldeano // 35abril // 2011

3 Amar lo bello.Los límites a los que se enfrenta el exilio son fuente de

aventuras, viajes y descubrimientos (Ulises), pero también son

evocación de lo lejano (Camus, ¿Adán?). O quizás hallando

y propiciando la belleza —pero qué estoy diciendo— no

se extrañe el terruño. Por eso en sus últimas horas Cioran

se enfurecía ante cualquiera que lo visitara e intentara

hablarle en rumano; no quería recordar nada que tuviera

relación con la tierra que tanto detestaba. Pero incluso

el proscrito fue vencido por el olvido y el Alzheimer, mas

nunca abandonó a Bach.

Nosotros, menos dispuestos a su humor, aunque

sin dejar de ser desterrados —sonaba Johnny Cash—,

tomábamos té y nuestras perras jugaban en el jardín.

“Podría quedarme a vivir aquí”, le dije a Aída después de

todo lo que me había sido ofrecido en gesto de amistad,

y tras ver sólo dos días del trabajo que Amarillo realiza, le

pregunté por la mayor satisfacción para su labor; me dijo

que la exposición retrospectiva con más de 200 carteles del

maestro Antonio Pérez Ñiko, para festejar su 50 aniversario

como profesional, además de la oportunidad de haber

recibido a Yuko Shimizu, una gran ilustradora de Nueva York.

Amarillo. Amar lo bello. La amistad y el trabajo en la

ausencia de límites del exilio. Sin duda ello obliga a ejercitar

la conciencia, conduciendo a la búsqueda de maneras para

aportar al diseño gráfico y, en consecuencia, generar un

entorno más propicio para todos, no sólo para los proscritos.

Aunque sólo unos cuantos, pocos, amen la belleza.

Page 38: Aldeano 04

rep

orta

jea

bo

ut

36

Page 39: Aldeano 04

Ureshi es un proyecto que realicé hace tres

años en un viaje a Japón. En ese entonces

apenas empezaba a tomar fotos con una in-

tención temática.

Viajar es un tema recurrente en el arte

contemporáneo. La idea de los aeropuertos

como máxima catedral de los “no

lugares” y el nomadismo como

estilo de vida —transitando

por un lugar de donde no

eres— ha sido tratado de

manera exhaustiva.

Para mí, desde hace

mucho tiempo viajar a

Japón representaba un

sueño: viajar al futuro,

conocer cómo viven los

Supersónicos y de paso

atestiguar el devenir cotidiano de

una sociedad que no tiene nada que ver con

Occidente. Representaba también —al menos

en mi imaginario— llegar a un lugar donde todo

es complicado, por el idioma, las diferencias

culturales, el dinero, etcétera.

Me di cuenta que no era ni tan caro y ni

tan difícil comunicarme.

Me di cuenta del estilo de vida que me

gustaría experimentar: vivir en torno a la

creación para simplemente existir.

Ureshi surgió como un experimento visual

en el cual, por medio de unas impresiones

de brazos y piernas, quiero hablar de cómo

somos iguales: lo que hay en la mano derecha

lo tenemos en la izquierda.

Aún recuerdo el domingo que realicé este

shoot, en pleno Tokio, asumiendo el papel de

un extranjero que se deja llevar por el gusto

de hacer y crear foto, haciendo a un lado el

idioma y el miedo a la negación o el rechazo.

En algún momento me dije: “caray, tardé

treinta años para llegar aquí, para

sentirme simplemente completo,

satisfecho”; y en esa reflexión

descubrí que el arte es justo

eso: una forma de vivir,

una actitud ante la vida y,

finalmente, una forma de

entender las cosas.

Ese domingo lo

recuerdo como uno de

los días más bonitos que he

vivido.

Ya pasaron tres años y ahora me

encuentro justo en ese momento de magia en

el que revivo lo que un día, cerca de Shibuya,

experimenté, pero ahora en mi contexto, en mi

ciudad, siendo nómada en ella y en mi realidad.

En los últimos días, sin embargo, algo

dentro de mí se siente profundamente triste

y desconsolado: en estos momentos la mano

izquierda no la está pasando bien, las cosas no

se ven como las recuerdo. Espero pronto que la

esperanza y la armonía llegue hasta ese lugar

que me inspiró.

No estamos tan lejos, no es otro planeta,

está justo a la esquina de nuestra casa, me

gustaría comer sushi en el Tsukiji Market y

pensar que no ha pasado nada.

Ureshi(Recuerdos de un shooting en Tokio)

Por César López

Ya pasaron

tres años y ahora me encuentro justo

en ese momento de magia en el que revivo lo que experimenté un domingo soleado,

muy cerca de oShibuya.

Page 40: Aldeano 04

ab

ou

t

Ureshi / 喜び / joy / alegría / 現実 / reality / realidad / 今 / now / ahora

Page 41: Aldeano 04

Ureshi / 喜び / joy / alegría / 現実 / reality / realidad / 今 / now / ahora

Page 42: Aldeano 04

rep

orta

jere

po

rtaje

40

LIBROS[r

eco

men

dac

ion

es]

se

cc

ión

40

En El africano, Le Clézio se vuelca en el género biográfico a

partir de una estratagema de uso corriente en la literatura:

contar a través del otro.

La casa pierdeJuan VilloroCuentoAlfaguara

Opina Villoro que en los

cuentos el escritor es

un inventor de mundos.

Protagonizados por

perdedores gloriosos y solitarios

que entienden el mundo a partir

de códigos y éticas estrictamente

personales, La casa pierde ofrece

insólitas visiones de la intrincada

trama de causas y efectos que

solemos llamar vida. Entre otros

misterios, estos cuentos

abordan a un boxeador

que manda a la lona

a sus adversarios a

fuerza de resistencia, un

hombre enamorado de

la duplicada magia de

unas gemelas, un apostador de

hipódromo que finge fabulosas

ganancias para financiar una

amistad y un escritor cuya obra

surgió de una pluma ajena.

SolarIan McEwanNovelaAnagrama

Michael Beard es un

físico que recibió el

Nobel y desde entonces

vive en sus laureles.

Tiene ahora cincuenta y pocos

años y su matrimonio con Patrice

está tocando a su fin. Quizá el

dolor de Beard se deba a que

desde hace años es el director de

un instituto para la investigación

de las energías renovables que es

poco más que un artilugio

político. Entre los becarios

del instituto se encuentra

Tom Aldous, que tiene

proyectos más ambiciosos.

Cuando Tom conoce a

Patrice, la combinación de

adulterio en las clases ilustradas y

esperpento científico deviene una

comedia de enredos, negra en

el más puro estilo Hitchcock, con

cadáver incluido.

para contarla de Gabriel García Már-

quez, hay una amplia franja de auto-

res que, con resultados disímiles, han

abordado su biografía como fuente

para su literatura.

En El africano JeanMarie Gustave

Le Clézio (Niza, 1940), premio Nobel

de Literatura 2008, apuesta por el

bosquejo breve que se desdobla en

múltiples escenarios y preguntas. El

libro ofrece una poética condensada,

llena de ramificaciones que establecen

interrogantes, arenas movedizas donde

se desplaza la pluma del autor. Le Clézio,

más que abordar de manera lineal su

biografía, de cotejar con minucia datos

y fechas, nos cuenta de él a través de

su padre; evoca la imagen distante, a

ratos borrosa, de un médico militar

en África trabajando para el gobierno

inglés, alejado de su familia por largas

temporadas. El autoexilio del padre en

otro continente es fruto del azar, pero

también de una renuncia que no es

capaz de explicar y que acompaña con

objetos rescatados en sus andanzas,

como cacharros que le sirven para

cocinar o pequeñas estatuillas de

madera que atesora como fetiches. La

rígida disciplina en su vida, la crítica de

una visión colonial sobre el continente,

el desencanto final, incluso la forma

Por Alejandro Badillo[reseña del mes]

Los libros de memorias suelen ser un

terreno peligroso para el escritor, pues

pueden prestarse a ejercicios compla-

cientes, textos en los que no hay una

búsqueda por dialogar con el pasado.

De la brevedad de El libro de mi ma-

dre de Albert Cohen a la desmesu-

ra —en todos los sentidos— de Vivir

Page 43: Aldeano 04

de preparar los alimentos lo transforman,

lentamente, en un africano. Años después,

cuando la familia se reúne con el padre en

un pueblo de Nigeria, Le Clézio se enfrenta a

un personaje desconocido, en una continua

penumbra, devastado por la experiencia de

lidiar con decenas de enfermos en una zona

amplísima, donde no hay médicos a muchos

kilómetros a la redonda, armado sólo con un

equipo básico: escalpelos, jeringas, vendas;

todo en una época ajena a los antibióticos

y otras bondades de la medicina moderna.

Para Le Clézio el recuerdo de África dista mucho de la experiencia

romántica de los viajeros que replican sin pudor la imagen del turista,

del explorador que tiene entre las manos el boleto de regreso a casa.

El pueblo de Ogoja, en Nigeria, representa para Le Clézio la única

referencia a un lapso de su vida, el continuo forcejeo con su pasado,

con su padre, pero también con su lugar en el mundo, elementos que

reconstruye en párrafos densos y febriles.

En El africano se percibe una lucha con la memoria, transmitida en

un lenguaje que no cuenta de primera intención, sino que se sumerge en

una especie de reescritura, salvando fragmentos, imágenes que reviven

oleadas de insectos, la humedad nocturna de la selva, la conciencia del

cuerpo en medio del agobio, en un entorno a veces hostil, donde resalta

la diferencia con los cuerpos africanos, casi desnudos, evocando figuras

de arcilla bajo el sol. El clima abrumador de África es reflejado en una

prosa que privilegia lo sensorial, complementada con fotografías del

padre de Le Clézio que aportan una referencia interesante a la obra.

El africano es un ejemplo de las posibilidades ilimitadas de la

biografía, el cruce de géneros y el rescate de una vida que se transforma

en una experiencia perturbadora y estética: condición fundamental de

la literatura.

Platón políticoGiorgio ColliFilosofía Sexto Piso

El Platón político que nos

ofrece Giorgio Colli, uno

de los filósofos italianos

más relevantes del siglo

XX, es su primer trabajo

con ambiciones teóricas.

Lo escribe en 1937, con

sólo veinte años de

edad y constituye uno

de los tres pilares que

sostendrán su tesis

doctoral, Pollicità

ellenica e Platone,

presentada dos

años después. El

autor deja claro que

sólo entendiendo

las fases sucesivas del

desarrollo espiritual de

Platón que, desde luego,

están estrechamente

vinculadas con su

experiencia social, política

y filosófica, es posible

comprender los

giros teóricos

que van desde

el idealismo

optimista de la

República hasta

el frío realismo

de las Leyes, transcurso

que no refleja sino una

inmensa decepción hacia

la política y, en última

instancia, hacia el hombre.

Page 44: Aldeano 04

MÚSICA[In

die

caci

on

es]

ind

ieca

cio

nes

.wo

rdp

ress

.co

mPo

r Tu

rner

se

cc

ión

42

Durante décadas se pensó que para interpre-

tar blues se requerían tres cosas: ser pobre,

ser negro y haber nacido en Nueva Orleans.

Con los años, ante la proliferación de bluse-

ros blancos, los amantes del género se vie-

ron obligados a desprenderse poco a poco

de sus prejuicios.

Pues bien, el último resquicio de duda

frente a la universalidad del blues se derrumbó

hace unos días, cuando el sello Warner anunció

el lanzamiento del disco debut de Hugh

Laurie, el protagonista de la serie televisiva

Dr. House, quien ha decidido canalizar su

pasión por el blues de Nueva Orleans y sus

alrededores en un álbum de covers donde

incluye piezas de los grandes intérpretes del

género: Louis Armstrong, Memphis Slim, Bessie

Smith y James Broker, entre otras leyendas

homenajeadas por el actor. El álbum que lleva

por nombre Let Them Talk sale a la venta el

próximo 9 de mayo.

La cosa suena surrealista.

Keren Ann no ha parado. Nació

en Cesárea, cerca de Tel Aviv, y

se crió en Holanda para después

trasladarse a Francia. En este país

empezó a interesarse por la música

y formó parte de dos grupos (KAB y

Shelby) sin mucho éxito hasta que

decidió ir por su cuenta e iniciar su

carrera en solitario.

Eso ocurrió hace once años y

Keren Ann se ha ido convirtiendo

en uno de los referentes de la

música francesa, mostrando

influencias de la chanson, el folk y

el pop calmado. El francés lo dejó

para sus primeros discos; su última

producción, titulada 101, está

íntegramente cantada en inglés.

En este trabajo, Keren se quita

la careta de chica buena y nos

muestra todo su carácter y armas

tanto en sus temas (“My Name

Is Trouble”) como en su portada,

haciendo de éste el mejor álbum

de su carrera.

“Strange weather…”

The StrokesAngles

Keren Ann101

Hugh Laurie, el popular actor de la serie televisiva

Dr. House, cuelga la bata y se sube a los escenarios.

Este mes lanza al mercado Let Them Talk, un álbum

de covers que recopila las piezas legendarias del

blues de Nueva Orleans.

[reseña del mes] Por Alvaro Hernández

Page 45: Aldeano 04

Primero porque hablar

de Hugh Laur ie es hablar

inevitablemente de House. Es

uno de esos extraños casos en

los que el personaje se comió al

actor. Algo parecido a lo que le

sucedió a James Gandolfini con

el personaje de Tony Soprano, o

a Fred Savage con el inolvidable

Kevin Arnold de The Wonder Years.

Para los 81 millones de

televidentes que siguen, capítulo

a capítulo, la serie televisiva, será

Gregory House y no Hugh Laurie

quien interprete piezas míticas del

repertorio blusero. Uno lo puede

imaginar perfectamente sentado

frente al piano, tronándose los

dedos, con el bastón recargado

sobre sus piernas. Y se hace agua

la boca porque será inevitable

recordar que los mejores capítulos

de Dr. House han sido aquellos

donde la guitarra o el piano

acompañan los momentos íntimos,

reflexivos del personaje.

¿Pero será suficiente con eso?

Hugh Laurie —el actor—

advierte a sus seguidores: “No

nací en Alabama en 1890. Puede

que ya se hayan dado cuenta.

No me he alimentado a base de

granos, cosechado para un patrón,

o montado en un vagón de tren.

Ninguna gitana le vaticinó algo

alguna vez a mi madre cuando

nací, y hasta donde sé no hay

ningún perro demoniaco en mi

camino. Dejen que este disco

muestre lo que en realidad

soy: un inglés de clase media,

transgrediendo abiertamente las

melodías y la música del mítico

sur americano”.

Y para muestra ha colgado

un video donde se escucha la pieza

“You Don’t Know My Mind” de

Lead Belly, y en donde la voz

del doctor House es fácilmente

reconocible.

Si bien existen reservas con

respecto al recibimiento que

tendrá este material por parte

de los conocedores, lo cierto es

que Warner se ha lanzado con

todo en este proyecto. La idea

es capitalizar los 18 millones de

admiradores que el actor tiene

en Facebook, las 300 millones

de visitas que acumula a la fecha

Youtube y los más de 81 millones

de televidentes que lo siguen con

devoción en todo el mundo.

“It ’s not lupus”, dir ía

convencido el doctor Gregory House

si se diera a la tarea de diagnosticar

la enfermedad de Hugh Laurie. “It’s

just music, that’s all”.

Cinco años ha sido el

tiempo que ha necesitado

The Strokes para

sacar su cuarto disco

de estudio. Después

de First Impressions

Of Earth, los Strokes

decidieron embarcarse

en otros proyectos: Julian

Casablancas, Albert

Hammond Jr., Little Joy

o Nickel Eye han sido las

puertas de escape que

han utilizado para seguir

creciendo en sus carreras

en solitario. Todos esos

bandazos han tenido más

repercusión de lo que

se esperaba en Angles.

Este álbum sigue siendo

“made in Strokes” con

esas guitarras crudas, pero

en esta ocasión el disco

parece estar partido en

dos: una parte hecha por

Julian Casablancas y otra

por todos. Demasiadas

expectativas para un

disco así. Muchos nos lo

imaginábamos a pesar de

lo que decía su cantante

en alguna entrevista:

“estamos tardando tanto

porque queremos hacer

un disco mejor que Is This

It”. Eso, Julian, nunca va a

suceder y lo sabes.

“Life is simple

in the moonlight…”

Page 46: Aldeano 04

rep

orta

jere

po

rtaje

44

se

cc

ión

CINE Y DVD’s[t

ard

e d

e d

om

ing

o]

44

Anna And The KingPaís: Estados UnidosAño: 1999Dirección: Andy Tennant

Anna Leonowens, una institutriz

inglesa y viuda, llega a Siam para

educar a los hijos del rey Mongkut.

El choque de culturas enfrenta al rey

y la docente en fuertes discusiones

sobre lo que deben o no aprender

los príncipes. Sin embargo, el amor

zanja las diferencias. Paralelamente,

y como parte casi central del relato,

el rey (con la ayuda de la institutriz)

deberá enfrentar una conspiración

por parte del embajador británico, El

filme es un remake del clásico The

King And I, comedia musical que en

1956 protagonizaron Yul Brynner y

Deborah Kerr.

All The King’s MenPaís: Estados UnidosAño: 2006Dirección: Steven Zaillian

All The King’s Men cuenta la

historia del ascenso al poder de un

idealista en el mundo de la política

de Luisiana, y de la corrupción que

lo conduce hasta su perdición. Es

una compleja introspección sobre

la naturaleza humana, el poder, la

corrupción, el idealismo, el amor

y la traición, enmarcada en el

mundo de la política. Esta aclamada

exploración estuvo inspirada en la

carrera del gobernador de Luisiana,

Huey P. Long, y en otros políticos

demagogos. El fino tratamiento capta

la esencia de la novela de Warren y

le infunde elementos clásicos.

En Las palabras y las cosas Foucault propone releer el juego de Bor-

ges en Otras inquisiciones. Un juego infantil, si se quiere, pero a

través del cual podemos mirar la manera en la que organizamos

el mundo; cómo lo soñamos y edificamos, pero también cómo

somos capaces de destruirlo: todo a través de ese susurro lla-

mado lenguaje. Sin él viviríamos en un mundo que nos resul-

taría totalmente ajeno. Sabemos, desde ahí, la trascendencia

que tienen los discursos en nuestra vida: el científico, el ar-

tístico y el político; el de un rey y el de un mendigo que gri-

ta disparates en el zócalo. Ahí articulamos nuestro universo.

Por eso esta película parece tocar un lugar medular de

nuestras vidas: nos recuerda que nos las estamos inventando.

El duque de York, o Bertie (Colin Firth), es el hermano

menor del legítimo heredero al trono de Inglaterra, el príncipe

David. La renuncia de éste al puesto de su padre (debido a su

inminente matrimonio con una plebeya) obliga al primero a aceptar

un privilegio del que desea escapar a toda costa. La razón —que se

antoja llena de morbo— es simple: su condición de tartamudo. Como

en casi todos los casos, su tartamudeo es una deficiencia adquirida en la

niñez; y esto sólo puede advertirlo un deschavetado terapeuta de la voz,

La cinta que recibió el premio de la Academia evidencia la

densidad del lenguaje en el tejido de nuestras vidas y en la

historia de los países. Cuando los individuos y las naciones no

pueden escucharse a sí mismos, entonces tartamudean.

[reseña del mes] Por Fernando Montenegro

Page 47: Aldeano 04

The LastEmperorPaís: Francia, Reino Unido,Italia, ChinaAño: 1987Dirección: BernardoBertolucci

Basada en la historia de Puyi,

el último emperador de China,

la película narra su ascenso

al trono después de haber

sido arrebatado de los brazos

de su madre cuando apenas

tenía tres años. Adorado por

millones de súbditos como

a una divinidad encarnada,

gobierna desde la Ciudad

Prohibida hasta que las

f u e r z a s r e p u b l i c a n a s ,

deseosas de abolir la corte

imperial, lo encierran entre

sus murallas, haciéndolo

abdicar y convirtiéndolo

duran te un t iempo en

títere de los líderes de la

ocupación japonesa en

Manchuria. Con la llegada

de la revolución comunista,

Puyi es encarcelado para

“limpiar” su mente de todo

pensamiento capitalista. El

intenso drama histórico, la

fotografía y dirección de

Bernardo Bertolucci hicieron

merecedora a esta cinta de

nueve estatuallias Oscar y

tres Golden Globe.

Lionel Logue (Goeffry

Rush). Entre el futuro

rey y el terapeuta

surge una relación

capaz de transgredir

las barreras de la clase social, del

decoro e, incluso, de la amistad.

A partir de un texto de

Shakespeare y una sonata de Mozart,

el doctor Logue descubre que las

deficiencias en la voz de su paciente

se originan en el propio miedo a

escucharse. No tener voz le impide

contarse su propia historia y, como

rey, contar la historia de su pueblo. Ya

lo advierte el propio Bertie al asumir

su cargo: “la nación cree que cuando

hablo, hablo por ellos”. El hecho

de que el rey no pueda articular su

discurso significa que el país no era

capaz de escucharse a sí mismo.

Detalle mayúsculo si consideramos

el momento histórico en el que se

desarrolla esta cinta: el inicio de la

Segunda Guerra Mundial.

Sin duda esta situación le impone

un ambiente dramático a la película;

uno que, sin embargo, no renuncia

a la inevitable comicidad que resulta

de volver a escuchar trabalenguas y

ejercicios de dicción.

Deviene en risa, sin

duda, ver al rey de

Inglaterra petrificado

frente a la brutal

elocuencia de su enemigo, diciendo

(sin dejar de admirar la proyección):

“cualquier cosa que esté diciendo la

está diciendo muy bien”.

A pesar de que la película

sea, en rigor, un drama histórico, el

peso del film recae sobre la relación

entre los dos personajes principales,

una relación que no puede ser sino

compleja, en la que podemos ver

cómo el rey quisiera ser plebeyo y

el plebeyo quisiera ser rey. Donde

toda la verdad se juega en cómo se

dicen las cosas, en el hecho de que

incluso (sobre todo) para ser un rey

es necesario convertirse en actor.

The King’s Speech termina

siendo una película que ha merecido

la atención recibida antes y después

de los premios que consiguió. Sólo

puedo lamentar un final quizá

excesivamente radiante (están a

punto de entrar a una guerra) y

la débil actuación de un personaje

clave, David (Guy Pearce).

Page 48: Aldeano 04

rep

orta

jere

po

rtaje

46

INTERNET

[reseña del mes]

se

cc

ión

46

Por Juan Carlos Hernández

En 1976, Richard

Dawkins describió el

concepto de “meme”

como contraparte del concepto

de gen: una unidad de informa-

ción contagiosa que se propaga

de mente a mente y que afecta la

conducta del infectado. Así descri-

bía a la unidad de evolución cul-

tural, mucho más eficiente para

reproducirse que su contraparte

biológica. Algunos ejemplos: la

religión, la publicidad, las cancio-

nes, el humor. Este último encon-

tró un nicho perfecto en internet,

en donde ha potenciado sus ca-

racterísticas intrínsecas y ha ad-

quirido algunas nuevas. Parecie-

ra que el humor oral posee una

evolución más biológica, es de-

cir, es altamente conservado y su

tasa de cambio es lenta, se mide

en generaciones; en cambio, los

“memes” de internet se transfor-

man con la inmediatez que ofre-

ce el medio.

En este foro mundial, el humor

se construye comunitariamente y

las mejores ideas son seleccionadas

en una democracia participativa

perfecta en su imperfección. El

potencial anonimato de la red

también permite que se cultive un

humor más ácido, no complaciente,

más honesto, más irreverente

y pol ít icamente incorrecto;

en conclusión, se vuelve un

referente social muy efectivo que

responde rápidamente al contexto

sociocultural de donde surge. Pero

más allá de cualquier intento

de validarlo sociológicamente,

el resultado de este proceso es

brillante.

El humor de los “memes”

es muy intuitivo, de ahí que todos

podamos participar, aunque a veces es necesario

poseer cierto bagaje de cultura popular y,

especialmente, de aquella generada en internet;

no siempre es sencillo estar actualizados porque

su tasa de cambio es vertiginosa. El doble filo

de la inmediatez nunca es tan amenazante

como en la red.

Pero no podemos quejarnos, en absoluto,

porque esta abrumadora era informática nos

ofrece la única posibilidad real de arañar la

juventud eterna si conseguimos maravillarnos

con el viaje; ésta ya no sólo estará definida

por la inestabilidad laboral, la ausencia de

compromisos sentimentales refrendados ante

la ley, ni la continuamente aplazada paternidad

o maternidad, según sea el caso.

¿De qué estamos hablando exactamente?

En seguida algunos ejemplos recientes que

pueden rastrearse con facilidad:

Rageguy comenzó siendo cualquiera

de nosotros cuando estallamos de furia ante

las pequeñas dificultades de la vida, pero

la popularidad de este cómic ha escalado y

ahora ya explica toda la gama de nuestra furia.

Cereal Guy pontifica desde su plato sobre cómo

siempre había tenido la razón. El Sad Keanu

no puede terminar con su sándwich ni con

su pena, es más, la contagia. Los más viejos

seguramente recuerdan el interminable, hasta

el hartazgo, cabezazo de Zidane a Materazzi;

o la literalmente infinita variación de LOLcats.

También están el Socially Awkward Penguin o

el Foul Bachelor Frog.

Quizá los hispanohablantes entiendan

mejor de qué estamos hablando con el “meme”

Señoras que... el cual se ha hecho sumamente

popular en Twitter y Facebook cada que el

usuario desea hacer pública una queja sobre

el comportamiento del prójimo.

En el humor es muy claro cómo la

inteligencia colectiva supera a cualquier

inteligencia individual. Vaticino ese día en el

que recordaremos con nostalgia esos chistes

orales que se cuentan en las fiestas y que sólo

unos pocos dominan, porque no sobrevivirán al

internet, o bueno, serán sólo “fósiles vivientes”.

La vertiginosa difusión y posterior

adopción de “memes” —frases hechas,

chistes locales, bromas recurrentes— en internet, es

una evidencia más de cómo la inteligencia colectiva

supera a cualquier inteligencia individual.

Page 49: Aldeano 04

Cualquiera que haya intentado ingenuamente entablar una discu-

sión en algún foro, o tan sólo expresar un punto de vista que difie-

ra del consenso, se habrá enfrentado sin duda a una andanada de

insultos, estupideces o palabrería pura, en el mejor de los casos.

Sigue siendo una afrenta a nuestra cortedad de miras que alguien

se atreva a pensar distinto.

Por suerte, estamos hablando de internet, en donde todo

cabe, incluso aquellos marginados capaces de intercambiar ideas

sin insultos, manteniendo una mínima línea argumental y honrando

esa lógica elemental que enseñan en la secundaria.

Ese sitio fabuloso existe. Reddit (www.reddit.com) es un foro

marginal, casi subversivo, en donde se da cabida a las expresiones

más sensatas, más estridentes, o más intrascendentes de la red.

Esta comunidad está regulada por moderadores que establecen los

parámetros mínimos de convivencia, pero

no van más allá; el resto de la interacción

depende de los usuarios, quienes han

sido capaces de crear un espacio en

donde la inteligencia se cultiva con

esmero. Más allá de ser un foro de

discusión, Reddit es un filtro de los

mejores contenidos de internet,

un punto de encuentro para

las personal idades más

difíciles, una comunidad en donde

compartes experiencias, críticas o ideas. Aquí los

comunes conjuran la tragedia.

El todo cabe en sus partes más brillantesHay un cierto desprecio por el blog en los medios escritos institu-

cionalizados; se le ve con simpatía y condescendencia como a un

hermanito muy menor, un eterno adolescente al que graciosamente

le conceden la existencia junto a las faldas de sus largos manteles,

tan solemnes ellos. Quienes han explorado las posibilidades de este

“puberto” —quien casi siempre justifica su mala fama, sin duda—

ya disfrutan con malicia y cierto secretismo todas sus dimensiones.

Cinécdoque (www.cinecdoque.wordpress.com) se regodea en

su nombre, y con toda la manga que le concede el formato blog,

desgrana las películas cuadro por cuadro, una obsesión a la vez. Aquí

no hay críticas de manual, una película puede valerles tan sólo por

el acierto de una secuencia, desechando sin cargos de conciencia

el resto. Tienen tanto espacio que pueden discurrir sobre una sola

línea de diálogo en párrafos enteros; hay un sentido poético muy

fuerte en su análisis, el amor que los mueve es conmovedor, nada

fuera del cine parece ya tener sentido.

Por Juan Carlos Hernández

Un ágora posmoderno

en línea

Con licencia para navegar

Page 50: Aldeano 04

rep

orta

jere

po

rtaje

48

El derroche es marca del virtuoso. Y el desbordamiento de

energía da pie al hambre.

Característica de los seres de buena inclinación es el

exceso, la prodigalidad, el ansia de saciarse y no poder.

Sobre Apolo, Dioniso. Sobre el pan… el ajo, el tomate

y las especias.

Pero dice un francés que “la prodigalidad sin sustento

ético es inaceptable”. Y tiene razón. Esa sustancia es el

placer. La única de las medidas. La alegre vara de los vivos.

La que ordena libre obediencia al lechón, el jabalí, el oso,

la serpiente, la res, el cordero, el conejo y las aves, pero

también al zumo frutal y a la madurez del vegetal, al vino

Calidad

excelente

Precio

lo vale

Ambiente

a gusto

Servicio

amigable

Limpieza

impecable

Por El saciado Pantagruel

GASTRONOMÍA

Casade Sal:cocina hedonista

se

cc

ión

48

Page 51: Aldeano 04

aldeano // 49abril // 2011

La ZanahoriaEsmeralda 5 Oriente 206, Centro; avenida

Juárez 2104 B y C

México es un país afortunado cuando se trata de productos de la tierra. Durante todo el año se siembran y cosechan frutas, verduras y hortalizas cuya frescura no sólo sustituye los conservadores, sino también ofrece bondades para la salud. La Zanahoria Esmeralda es el lugar tradicional para los detractores de la carne, el pescado y las aves. Más de un cuarto de siglo respaldan la calidad de este lugar donde la hamburguesa de soya es un verde manjar.

Saladett Avenida Juárez 1918 D; 39

Oriente y 16 Sur, El Mirador

Dicen los amantes del bienestar que un menú vegetariano es la manera más eficaz para alcanzar la salud y el equilibrio. Sin embargo, Saladett no es un restaurante verde, más bien es un concepto que ofrece platillos bien balanceados y lo mejor, deliciosos. Su comida rápida y casual privilegia las sopas, ensaladas, sándwiches y bagels, aparte de tacos, snacks y smoothies. Si no, compruébalo con la Veggie Soup o el Veggie Deli.

Greenme Circuito Juan Pablo II 1751,

La Noria

El flamante lugar es una opción insoslayable para quienes prefieren los placeres vegetarianos. Además de restaurante con una amplia oferta de platillos verdes, Greenme también comercializa pan artesanal, productos locales y de temporada, orgánicos y, por si fuera poco, atienden pedidos especiales. Esta dedicación a la salud es muestra de que las pequeñas acciones generan grandes cambios.

A los vegetarianos

con amor

y al licor. Estar aquí es prodigio, es vital desbordar nuestra

energía en el mundo.

Por fortuna existe un lugar propicio para el festín,

donde el derroche tiene su recompensa, donde a partir de

la necesidad de exceso se propicia el equilibrio. Cabe en él

la enseñanza de la sal: abrir el apetito.

Ese sitio cumple la lección y honra nuestra venida, y no

es extraño que se ubique sobre la misma calle en la que nos

recibe la luz al nacer; ahí se redime el cuerpo: Casa de Sal.

Ahí se privilegia la calidad, cantidad, abundancia,

exotismo y duración de los olores, el alma de los alimentos.

Ello se traduce en exquisitez. Por eso lo dionisiaco triunfa más

cuando reúne a las ánimas y nos

recuerda los sabores con los que

crecimos, pues esa es la materia

que compone el menú.

La prodigalidad es una

virtud porque se opone al que

atesora y nunca gasta. Por unos

ducados se niega la maravilla

de existir y de comer, que es lo

que nos sostiene, aparte del pneuma. Ese ama la muerte y

convertirse en asceta o en burgués es lo mejor que podría

sucederle. “Embriagáos”, les instaba Baudelaire. Pero éste

no es el espacio para ocuparnos de las medianías. Casa

de Sal tampoco es el lugar para el que quiere ahorrarse su

voluntad. Entregarse a los olores y sabores de sus platillos

exige acentuar los aromas, los ambientes, los sentidos, con

el fin ético de incorporar al paladar nuevas experiencias.

Y entonces, como orando para regodearme

nuevamente, la memoria reagrupa fuerzas para disfrutar

de lo que unos hermanos preparan con amor y con la

certeza de haber realizado un sueño. Casa de Sal: carpaccio

de salmón ahumado, de res y pimienta negra, terrina de

pato y pistache, vegetales asados y queso de aro, sopa

tailandesa, potaje de maíz, risotto de tres cebollas, atún

sellado, salmón asado, lomo de cerdo y tocino, pollito de

leche al curry, corazón de filete, costilla de res braseada, el

buen vino mexicano, el ron de Guatemala.

Los productos del suelo local, la suma de ciudades y

sazones, los aromas que nos dieron ser, transustancian en

la cocina urbana que siempre quisiste probar.

Y allanar el camino a la sabiduría del hedonista: “the

road of excess leads to the palace of wisdom”, decía Blake. aldeano // 49

abril // 2011

Casa de SalCocina urbana

5 Poniente 704 B

Centro Histórico

Puebla

www.casadesal.blogspot.com

Twitter: @casa_de_sal

Page 52: Aldeano 04

rep

orta

jere

po

rtaje

50

AGENDA

MÚSICALunes 11 de abril

• Deftones

20:30 Palacio de los Deportes

Miércoles 13 de abril

• Jazz Band UPAEP

19:30 Capilla del Arte

• Ópera Prima Rock - Tributo a Queen

20:15 Auditorio Siglo XXI

• Stabat Mater, Coro UPAEP

14:00 Universidad del Valle de Puebla

Jueves 14 de abril

• Moenia

21:30 BullDog Café

• Cuarto Blanco

21:30 El Breve Espacio Arte, Café & Bar

Viernes 15 de abril

• Anatëma - Tributo a Nightwish

16:30 Complejo Cultural Universitario

Sábado 23 de abril

• Temporada de Ópera 2010-2011:

Capriccio, Strauss

16:00 Complejo Cultural Universitario

Jueves 28 de abril

• Gondwana

20:00 Rockutla Rock House & Bar

Jueves 5 de mayo 2011

• Lady Gaga

20:30 Foro Sol, ciudad de México

Viernes 06 de mayo

• Dildo

20:00 Rockutla Rock House & Bar

Martes 10 de mayo

• Alberto Vázquez

21:00 Auditorio Siglo XXI

Viernes 15 de abril

• Fernando Delgadillo

21:00 Sala Forum

Sábado 14 de mayo

• Temporada de Ópera 2010-2011: Die

Walküre, Wagner

11:00 Complejo Cultural Universitario

• Grandiosas: Dulce, Rocío Banquells y

María Conchita Alonso

20:30 Auditorio Siglo XXI

TEATROSábado 2 de abril

• Valentina y la sombra del diablo

12:00 Centro para las Artes TETIEM AC

Lunes 11 de abril

• El silencio grita más fuerte

19:00 Teatro de la Ciudad

Martes 5, 12, 19 y 26 de Abril

• Casi cien años de soledad

19:00 Teatro Aira AC Escena Alternativa

Jueves 14 de abril

• Dos amores y un bicho

20:00 Teatro Melpómene

Sábado 16 de abril

• Caballos de Menorca

18:00 Zócalo de la ciudad

TALLERES, CURSOS Y CONFERENCIASMartes 12 de abril

• Taller: Almíbar Casero

10:00 Jardín Etnobotánico Francisco

Peláez R.

Jueves 14 de abril

• INDEX 2011: Congreso de Diseño de

Información Visual

9:00 Universidad de las Américas UDLAP

Sábado 16 de abril

• Química para todos

11:00 Unidades habitacionales - Arca

La Margarita

Jueves 19 de mayo

• Revisión historiográfica de las

conmemoraciones del Bicentenario y

Centenario

18:00 Museo Nacional de los

Ferrocarriles Mexicanos

Jueves 26 de mayo

• La Fotografía en la Revolución

18:00 Museo Nacional de los

Ferrocarriles Mexicanos

DEPORTESSábado 16 de abril

• Carrera Ciclista en Santa Ana Necoxtla

2011

9:00 Santa Ana Necoxtla Epatlán, Puebla

(frente de la Presidencia)

FESTIVAL INTERNACIONAL PALAFOXIANOSábado 16 de abril

• Ceremonia Protocolaría Fundación

de Puebla

10:00 Zócalo de la ciudad

• Ceremonia de InauguraciónLugar:

19:30 Zócalo de la ciudad

• Concierto del Quinteto de Alientos

Municipal

11:00 Zócalo de la ciudad

se

cc

ión

50

Page 53: Aldeano 04
Page 54: Aldeano 04

rep

orta

jec

olu

mn

a D

i-va

ga

cio

ne

s

B

Por Kid Mandrágora

rep

orta

jec

olu

mn

a H

istoria

s de

safo

rad

as

52

Cualidadesrostrales

A más de una década de

su promulgación, la ley

decretada en un lejano

país genera, al mismo tiempo,

zozobra y felicidad en sus habi-

tantes. Tomada en su momen-

to como un renovador concep-

to de las relaciones humanas, fue

recibida con algarabía en casi todos

los sectores, en especial entre los que se-

rían beneficiados por las denominadas “apti-

tudes rostrales”:

Dicha ley en su apartado 7, inciso b señala al calce:

“Según se ha descubierto, la infelicidad general surge

de la impotencia profesional. La mayoría de las personas

no pueden trabajar en lo que más quieren. Por lo tanto,

decretamos esta ley que promete devolver, si no la alegría

a los ciudadanos, la paz mental, al tiempo que promoverá

el conformismo y la mediocridad como valores, siendo así

que nadie será mejor que nadie por su talento, sino por sus

cualidades rostrales, término que determina las aptitudes

profesionales del individuo según su rostro”.

Gracias a una carta de mi primo lejano Carlitos

Abdullah, habitante de aquel país, me enteré de estos

sucesos que transformaron el orden social en esas lejanas

tierras. Él, librero de corazón, tuvo que abandonar los

pasillos de libros y anaqueles para emigrar a una provincia

soleada donde se le habilitó para servir cocos y bebidas

refrescantes a los turistas según lo predestinaba su rostro

moreno de barman tropical. Si bien al principio extrañó el

polvo, las solapas y los lomos, ahora lleva una confortable

y respetable vida.

Lo sobresaliente de esta medida es que ahora nadie

se ufana de sus títulos académicos, pues las universidades

se transformaron en meros centros de capacitación rostral.

Ahora ya nadie pone en sus tarjetas de presentación falsos

títulos nobiliarios, ni mucho menos ostenta largas y aburridas

hojas de vida, ya que con sólo analizar el rostro la ocupación

se vuelve evidente.

Aunque yo sigo insistiendo que mi primo tiene cara

de reparador de semáforos, lo cierto es que este mapa

rostral es casi infalible y suele atinar

con las preferencias generales del

individuo. Tu rostro es lo que eres

y en cada uno de tus poros habita

la totalidad del ser.

Esta ley que durante años

apoyó el gobierno se ha traducido

en un adelanto socioeconómico sin

precedentes. Mi primo es más feliz que

nunca y vive decentemente con sus cuatro

hijos, entre los cuales tuvo la fortuna de engendrar

uno con rostro de subsecretario general de impuestos, con

lo que la familia ascenderá brutalmente en la pirámide

económica de aquel país, que vive una prosperidad sin

antecedente. Este orgullo de la familia contrasta con la

tristeza que les dio su hija Maura, cuyo rostro inicial de

primera dama, con los cambios naturales de la adolescencia

y la aparición sorpresiva del acné se transformó en un rostro

de promotora cultural de provincia, lo que en aquel lugar

se considera mucho peor que la prostitución y el remiendo

de calzado.

Maura, sin embargo, tiene la suerte de poseer un lunar

muy pegado a los labios. Esto es una especie de comodín

que le permite abandonar su futura profesión y dedicarse a

actividades de rostro indefinidas entre las cuales destacan:

fabricante de canicas, animadora de hotel, y esoterista de

tiempo parcial.

Otro de los casos interesantes que mi primo Carlitos

Abdullah relata es el de los deformes, leprosos y cacarizos,

quienes son sujetos a una evaluación del daño general y

son confinados a trabajos de poca relevancia en la cadena

productiva, como la poesía, la cetrería y el almidonado de

carpetas viejas.

Cuando le envié mi foto reciente, me comentó que si

yo fuera residente de ese país tendría muchas oportunidades,

pues con mis rasgos podría llegar muy lejos, como asistente

“junior” en escalafón de multinivel, que si bien es un trabajo

muy cansado, la paga es buena y se permite, después de 25

años, una jubilación con el grado rostral inmediato superior,

opción profesional que ante el retraso en mis pagos como

escritor desaforado, estoy tomando muy en cuenta.

Page 55: Aldeano 04
Page 56: Aldeano 04