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Aguas Vivas 16 · Alicia Cuevas P., Jorge Geisse D. Suscripciones: Jorge Geisse D., Fono (45) 343429, ... el propósito de “edificar a los santos para la obra del ministerio”

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2 aguas vivasPRESENTACIÓN

Además:Maravillas de Dios 06Para meditar 30Perfiles 26Bocadillos de la Mesa del Rey 13Desde el griego 29Citas Escogidas 29Cosas viejas y cosas nuevas 30Recortes de la Web 34Cartas de nuestros lectores 35

Suplementos:Boletín Informativo bimestral“Tesoros” (Para niños que aman a Jesús)“Bocetos” (Para jóvenes dispuestos a servir)

Fotografía portada y contraportada:«Cardos». Autor: Mario Contreras T.

Nota: Las fotografías incluidas en esta edición notienen necesariamente relación con personas olugares mencionados en los textos, a menos quese indique otra cosa.

la última

Equipo Redactor:Eliseo Apablaza F., Roberto Sáez F.Gonzalo Sepúlveda H., Claudio Ramírez L.

Colaboran en esta edición:Rodrigo Abarca B., Rubén Chacón V.,Marcelo Díaz P., Rolando Figueroa E.

Diseño y diagramación:Mario Contreras T., Mario Cortés P.

TraduccionesDalia Studer de Schubert.Esmérita Verdejo de Canales.

Finanzas y distribución:Alicia Cuevas P., Jorge Geisse D.

Suscripciones:Jorge Geisse D., Fono (45) 343429,Fax (45) 642904, Casilla 3050, Temuco.Llanquín Lucio 01972, Temuco, Chile.Fonos (45) 261791 – 221202. Fax: (45) 642904E-Mail: [email protected]@hotmail.comSolicitar versiones digitales a:Esmérita Verdejo de [email protected]

as últimas palabras del Señor a una iglesia son las que él dirigió a laiglesia en Laodicea. De las siete cartas apocalípticas es la más dolorosa ydramática. Sea cual sea la interpretación que se le dé –como una radio-grafía de toda la cristiandad previo a la Segunda Venida del Señor, o

como representativa de un sector específico de la cristiandad–, su mensaje no dejade tocar las fibras más íntimas de quienes aman a Aquél que es rechazado fuera dela puerta. Nadie tampoco podría dejar de examinarse a sí mismo en particularpara ver en qué medida, y cómo podría estar cayendo en la desgracia de aquellaiglesia.

Hemos reunido en este número material diverso –diversos autores, contextos yépocas – pero con un mismo sentir. ¿Cómo nos toca a nosotros, y cómo espera elSeñor que reaccionemos ante su mensaje a Laodicea? A los artículos de nuestroscolaboradores hemos agregado el lúcido análisis que Watchman Nee hace deFiladelfia y Laodicea, dos iglesias tan unidas, pero tan diferentes; y también uninspirado texto del predicador escocés T.Austin-Sparks que nos da las claves pararesolver uno de los graves problemas de Laodicea, el cual es su ceguera, que le im-pide ver su lamentable condición.

Terminamos este tercer año de vida de la revista “Aguas Vivas” con un profun-do sentido de gratitud al Señor por permitirnos llegar a varios miles de cristianosde habla hispana. Agradecemos también a nuestros lectores, quienes en muchasoportunidades nos han hecho llegar emocionadas palabras de aliento. Esperamos– si al Señor le place – comenzar el cuarto año de vida de “Aguas Vivas” con unremozado formato, con más sólidos contenidos y con renovadas fuerzas. Para queel propósito de “edificar a los santos para la obra del ministerio” se cumpla másplenamente en estos días previos a la gloriosa venida de nuestro Señor por su Ama-da.○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

carta

EN ESTA EDICIÓN:

La pandemia del sexoUna avalancha de sexo invade el planeta. Noti-cias confirman aumento explosivo, con carac-terísticas de pandemia. De ella no se libran nisiquiera los cristianos. (p.3)

Excusas que suelen darsepara no seguir a Cristo“Me confunden las muchas denominaciones ysectas”.¿Es ésta la suya? (p.5)

LaodiceaEl mensaje a Laodicea es una queja amorosaa una iglesia que ayer caminó con el Señor,pero que hoy le ha alejado de sí. (p.7)

Filadelfia y LaodiceaHe aquí dos iglesias representativas de dossectores de la cristiandad. (p.11)

El síndrome de Laodicea (II)Uno de los peligros para los cristianos másavanzados es caer en la vanidad del conoci-miento. (p.14)

El testimonio de DiosAnte el fracaso de la Iglesia, surge el rema-nente como depositario del testimonio de Dios.(p. 16)

La tierra que bebe la lluvia El corazón del cristiano es comparado con latierra que bebe muchas veces la lluvia (p.19)

¿Cómo recibimos luz?Los requisitos que debe llenar el cristiano paraser alumbrado por Dios. (p.21)

El punto de encuentro con DiosPara los judíos era el templo; para los cristia-nos es el Señor Jesucristo. (p.24)

Hijo: Echa mano de la vida eternaLa crianza de los hijos debe apuntar a queellos coman del Árbol de la vida. (p.27)

La fragancia de su perfumeUna misionera casi abandonada en una aldeasolitaria es usada maravillosamente por Diospara instruir a una generación de jóvenesobreros en China. (p.31)

Una revista para todo cristianoAño 3 · Nº 18 · Noviembre - Diciembre 2002

Para contactos en EE. UU, Canadá y Puerto Rico:James Huskey · Spanish Publishing Mission · P.O.Box 1339, Guthrie, OK, (73044) USA.

[email protected]éxico: Samuel González E. · Apartado Postal Nº 639 · C.P. 80000, Culiacán, Sinaloa, MEXICO

[email protected]

3aguas vivas ENFOQUE DE ACTUALIDAD

la

Una avalancha de sexo invade el planeta. Las noticias que llegan a nuestro terminaldan cuenta de un aumento explosivo, con características de pandemia. De ella no selibran ni siquiera los cristianos. He aquí algunos botones de muestra.

El mundo está inundadostados Unidos, abril 2002. El Tribunal Su-premo de Estados Unidos revoca la Ley parala Prevención de la pornografía infantilaprobada por el Congreso en 1966, aducien-

do que la libertad de expresión estaba en peligro. Conesto se abren de par en par las compuertas para la por-nografía infantil virtual. 1

Estados Unidos, mayo 2002. Un estudio del Conse-jo Nacional de Investigación concluye que en este paíshay más de 100.000 sitios de internet con “contenidoadulto”, y que en todo el mundo hay más de 400.000similares. Expertos estiman que el total de las ventasanuales de la industria pornográfica asciende a unos4.000 millones de dólares, mientras que otros creenque llega a los 14.000 millones sólo en estados Unidos.Unos 70 millones de individuos visitan por lo menos unsitio pornográfico a la semana. 2

Inglaterra, junio 2002. Según un estudio publicadoen la ‘British Medical Journal’, las campañas de preven-ción de embarazos adolescentes no son eficaces. Estosprogramas no incrementan la utilización de métodosanticonceptivos ni reducen el índice de embarazos entrelos jóvenes. Otro trabajo aparecido en la misma revistaprecisa que tampoco la educación sexual impartida enlas escuelas sirve de mucho. Un equipo de investigaciónde la Universidad de McMaster, de Canadá, constatóque los planes de prevención de embarazo de adoles-centes no cumplen con éxito ninguno de los 3 objetivosque se proponen: retrasar el inicio de las relacionessexuales, mejorar el empleo de métodos de control de lanatalidad y reducir la incidencia de embarazos no de-seados entre los adolescentes. Aun más, se compruebaque hay un mayor riesgo de que los varones que asistena programas de educación sexual en el colegio dejenembarazada a su compañera. 3

Barcelona, julio 2002. Los expertos reunidos en la“XIV Conferencia Internacional del Sida” destacan elaumento de nuevos contagios en poblaciones homo-sexuales en Estados Unidos, y advierten contra la pro-

del sexopagación del virus en Rusia y China. Investigacionesrealizadas en cinco ciudades norteamericanas arrojaronque la proporción de infecciones en las poblaciones ho-mosexuales es hasta nueve veces mayor que entre losheterosexuales. 4

Australia. David Trimble, el dueño del prostíbulomás popular de Melbourne ha anunciado públicamentesu intención de sacar su compañía a la Bolsa y obtenerasí los fondos necesarios para construir “el mayor bur-del del mundo”. Según sus cálculos, el negocio podrádar un 60% de dividendos a sus accionistas cada año.“La industria para adultos es muy masivamente popu-lar y produce ingentes beneficios” – agregó. 5

Madrid, septiembre 2002. Los ocho juzgados de fa-milia de esta capital no dan abasto. Los casos de divor-cios y separaciones registrados entre enero y julio deeste año han aumentado casi un 20% respecto al mismoperíodo de 2001. La noticia agrega que la mayoría delas rupturas afectan a parejas jóvenes recién casadas.En estos casos –curiosamente– ambos cónyuges suelenvolver a casarse rápido y a divorciarse por segunda vezaún más rápido. 6

Madrid, septiembre 2002. El Observatorio para laPublicidad del Instituto de la Mujer recibió el año pasa-do 710 denuncias, más del doble que en 2000, por imá-genes o mensajes sexistas. Casi ocho de cada diez criti-caban “la explotación del cuerpo femenino” como unobjeto para promocionar productos. El análisis traza unpanorama pesimista al denunciar que “la vinculaciónfemenina a valores o cualidades de carácter físico y/o suutilización ‘como un objeto de consumo más’ sonpremisas que vienen repitiéndose año tras año en elanálisis de la publicidad española”. 7

París. Más de 1700 psicoanalistas de 31 países se re-únen en esta ciudad en el marco del “XII Encuentro In-ternacional del Campo Freudiano”. En el encuentro setrataron las nuevas formas de neurosis, la psicosis y laperversión. Entre éstas destacó la adicción al sexo, la demayor auge en los últimos años. La adicción al sexo –plantearon– es un problema que dista mucho de la

pandemia

4 aguas vivasENFOQUE DE ACTUALIDAD

imagen que la mayoría de la gente tiene de este trastor-no –capacidad de seducción o hiperactividad sexual–ya que es, más bien, una enfermedad psicológica. Estaenfermedad repercute en todos los planos de la vida.Generalmente sus consecuencias son ruina económica,matrimonio o relaciones rotas, problemas laborales, an-siedad y depresión. 8

Barcelona, septiembre 2002. En un Estudio realiza-do por la “Fundación Salud” se establece una “evoluciónprobable” en los próximos 12 años en el capítulo de lasalud infantil. En el sondeo realizado entre 263 pedia-tras y expertos españoles en medicina infantil se obtie-nen previsiones pesimistas respecto a la salud mentalen la población infantil, en parte por un incremento enlos abusos sexuales con niños. 9

Bruselas, septiembre 2002. La ONU estima que dosmillones de personas en todo el mundo –más de la mi-tad, niños, y otra gran proporción, mujeres jóvenes–son objeto de trata ilegal con fines de explotaciónsexual. Extrañamente, la Convención sobre Prevencióny Lucha contra la trata de mujeres y niños, elaboradapor la ONU, no ha podido entrar en vigor porque sólo22 países la han ratificado, y hacen falta 49. 10

Londres, septiembre 2002. Un informe difundidoen el programa “Watchdog” de la BBC, reveló que el go-bierno nacional está preocupado por no poder detenerla avalancha de pornografía que invade a los jóvenesinternautas a diario. De acuerdo al programa, nueve decada diez internautas británicos reciben mensajes nosolicitados, y de éstos, uno de cada diez son pornográfi-cos o remiten a una página con estos contenidos. 11

Barcelona, octubre 2002. La Feria Internacional delCine erótico, que se celebra en el Municipio de Hospita-let, ha despertado encontradas críticas porque en ella serealizan en vivo perversiones sexuales en que participanlos visitantes a la Feria. 12

En los ambientes cristianosSao Paulo, septiembre 2002. Una investigación rea-

lizada entre los jóvenes evangélicos por el ministerio‘Lar Cristão’ (Hogar Cristiano) y publicada por la revis-ta “Eclésia” señala que un 52 % de los encuestados deambos sexos, miembros de 22 diferentes denominacio-nes y criados en la iglesia, practican el sexo prema-trimonial. De ellos, la mitad no se limita a una única ex-periencia, sino que mantiene una vida sexual activa conuna o más parejas. Según la investigación, la edad me-dia en que los jóvenes perdieron la virginidad es de 14años para los muchachos y de 16 años para las chicas.“Es decir –anota Eclésia– la iglesia se está aproximan-do cada vez más a los patrones liberales de la sociedadmoderna”. Para explicar el fenómeno, se aduce que lajuventud creyente del siglo XXI experimenta cambiosfísicos y de comportamiento que “ni el mismo Freudpodría explicar”. “Los jóvenes piensan, hablan, y respi-ran sexo. La virginidad, considerada una virtud hace 39años, es hoy una especie de tabú al revés”, concluye.

Comentando esta noticia, el médico Eduardo Cam-paña, responsable del Programa de Salud del ConsejoLatinoamericano de Iglesias (CLAI), anotó que la reali-dad brasileña no difiere a la del resto de América Lati-na. “Hace unos años –indicó– hubo una encuesta enEcuador y los resultados fueron de que la vida sexualactiva entre los jóvenes de las iglesias evangélicas era

mayor que en la población no evangélica o católica” 13

Lima, septiembre 2002. El psicólogo Mauricio Cal-derón, responsable del Programa de Educación Cristia-na en Sexualidad y Coordinador de la Red EvangélicaLatinoamericana de Salud Sexual y VIH, presenta su li-bro “Hablemos de sexo con los adolescentes”. En elevento, Carlos Zelaya, director ejecutivo de la SociedadJurídica Cristiana, comentó: “En el manual se tomanposiciones frente a dos problemas importantes. En pri-mer lugar, la anticoncepción, considerando que no to-dos los adolescentes cristianos van a optar por la absti-nencia; por lo tanto, es importante que estén prepara-dos para prevenir los embarazos. En segundo lugar, lamasturbación, optando por no considerarlo pecado enel sentido tradicional del término, sino como parte delproceso de maduración de la persona.” El pastor AlexChiang recomendó el manual “porque sirve para formara los adolescentes para el matrimonio.” 14

Una encuesta realizada por un sitio web dedicado apastores evangélicos, reveló que “una cantidad signifi-cativa de líderes podría estar luchando con la pornogra-fía de Internet. Es un problema desenfrenado dentro dela iglesia, y en el liderazgo de la Iglesia” – confiesa unode los patrocinadores del sitio, que ha reconocido públi-camente estar rehabilitándose de esa misma adicción. 15

¿Qué está sucediendo?Lo que sucede escapa totalmente a los cánones nor-

males. El mundo intenta vanamente poner remedio alos males que alcanza a percibir (disolución de matri-monios, embarazos no deseados de adolescentes, SIDA,adicción a la pornografía), porque simultáneamentealienta el aumento de las causas que los provocan (mo-ral relativa, libertinaje, publicidad sexista). Se trata, sinduda, de una trampa de la que no es capaz de salir, por-que ella representa una acometida infernal, irrefrena-ble, que persigue desestabilizar aún más la sociedad.

Lo que puede sorprender a muchos es que esta ava-lancha esté irrumpiendo también en medio de la Igle-sia. Esta situación se asemeja bastante a la que había entiempos de Lot en medio de Sodoma. La Escritura nosmuestra a Lot “abrumado por la nefanda (indigna, in-fame) conducta de los malvados” (2ª Pedro 2:7). Noera fácil para él soportar tal vendaval de inmundicia.¿Qué pasa con los cristianos de hoy? ¿Cuántos de ellosse sienten realmente “abrumados” por esta conductainfame, o se están haciendo partícipes de ella, y compla-ciéndose con quienes las practican?

A usted, estimado lector, como hijo de Dios, le con-viene que la línea divisoria entre los justos y los malva-dos esté bien marcada, no sea que los ángeles que ven-gan a raptar la iglesia lo confundan a usted con los mal-vados, y lo dejen aquí rezagado.

***

1 ABC, España, 22/04/02,ICPress.2 El País, España, 12/05/02,ICPress.3 El Mundo, España, 17/06/02,ICPress.4 ICPress, 8/07/02.5 El Mundo, s/f., ICPress.6 El País, 16/09/02, ICPress.7 El País, 16/09/02, ICPress.8 La Razón, 16/09/02, ICPress.

9 ABC, 16/09/02, ICPress.10 La Vanguardia, 23/09/02,ICPress.11 Aci, 16/09/02, ICPress.12 La Razón, 7/12/02, ICPress.13 Alc, 30/09/02, ICPress.14 Alc, 22/09/02, ICPress.15 “La Corriente del Espíritu”,septiembre 2002. El sitio aludidoes www.pastors.com.

El mundo inten-ta vanamenteponer remedioa los males quealcanza a perci-bir, porque si-multáneamentealienta el au-mento de lascausas que losprovocan.

5aguas vivas EVANGELIO

«Me confundenlas muchas denominaciones y sectas ...»

Los cristianos tenemos una bienaventuranzamuy grande, porque tenemos al Dios verdadero.Lamentablemente, los cristianos hemos falladoen muchas cosas, entre ellas, en guardar la uni-dad.Hemos tropezado en nuestras muchas opiniones, tradiciones, doctrinas, vanidades, egolatrías,y en los métodos acerca de cómo servira Dios.

Es verdad:¡ofrecemos un triste espectáculo al

mundo!

El deseo del Señor de que fuéramos uno no ha sido cumplido.

El hombre no lo ha permitido.Hemos sido obstinados en grado sumo.

Hemos fallado en amarnosy en guardar la unidad,

¡Pero Dios no ha fallado en amarnos y salvarnos!En medio de este desolador panorama

de la cristiandad se yergue, incólume, lafigura del Salvador.

¡El no ha fallado en amar y en salvar!La división de los cristianos habla de la ruindad

del hombre;La salvación de Dios habla de la eficacia

de la obra de Cristo.¿Con qué se quedará usted?No puede confundirse respecto de esto.Lo primero, usted debe tener–urgentemente–

un encuentro con Dios.

excu

sas

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par

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eguir a

Crist

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s és

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suy

a?

Lo segundo, usted debe preguntarle a Diosacerca

de qué hacer con lo demás.Cuando usted conozca a Dios,sabrá qué hacer con el otro problema.

El fracaso del hombre no es el fracaso de Dios.Usted no puede tropezar con el hombre,porque es Dios quien lo está llamando.Usted debe venir a Cristo.Usted encontrará un remanso de paz

en medio de la tormenta.Tendrá reposo en medio de las turbulencias

del tiempo presente.

¿Sabe?En medio de la confusión de la cristiandadHay por aquí y por allá vestigios

de luz verdadera,en medio del caos de las denominaciones y sec-tashay quienes de verdad aman al Señor.Ellos abominan de las divisiones, ellos aman el único Nombre que es digno.No tienen otro nombre que el de Cristo.Ellos han renunciado a aquello que divide

a los hijos de Dios,Ellos pueden amar a todos.

¡Ellos aman de verdad!

Cuando conozca a Dios, pídale que le guíe,que le muestre dónde y cómo.Y usted encontrará el lugar preciso.Y no habrá más confusiones en su mente.Su alma reposará acurrucada por el Señor,y por la comunión de los hermanos.¡Usted habrá conocido el lugar donde Dios habi-ta!

***

6 aguas vivasTESTIMONIO

Pan y leche del cieloJorge Müller, de Bristol (Inglaterra), se hizo famoso

por la atención que prestó a los niños huérfanos. Cons-truyó un hogar donde se refugiaron y educaron cientosde ellos. Fue proverbial su fe y vida de oración.

Una vez los niños del orfanato se reunieron alrede-dor de las mesas como de costumbre para desayunar,pero esta vez sólo había sobre las mesas cucharas,platos y jarras vacíos, pues no tenían nada para comer.

El señor Müller dijo entonces: “Demos gracias a Diospor lo que vamos a recibir”. Todos inclinaron sus cabe-zas con reverencia: Apenas habían terminado de orarcuando llamaron a la puerta.

Era el lechero, cuyo carro se había averiado a lapuerta y el buen hombre entendió aquello como unaindicación de parte de Dios de que debería dejar allí laleche para beneficio de los niños.

Mientras descargaba la leche, llegaron de la panade-ría con una partida de pan que había salido defectuoso yno lo podían vender, pero que estaba en perfectas con-diciones para comer.

De esta manera, aquellas docenas de niños comie-ron aquel día.

De mil maneras más se mostró en la vida y ministe-rio de Jorge Müller el poder de la fe y la oración.

http://usuarios.advance.com.ar/hbaulies/anecdotas.htm

Un paso de obedienciaSiendo un joven de 18 años, el hermano Andrés,

autor de El contrabandista de Dios, fue a la guerra enIndonesia por su país, Holanda. Dos años después vol-vió, herido de un pie por dos balazos y desilusionado desu aventura bélica. Por ese tiempo se convirtió a Cristo,y comenzó a inquietarse por servir al Señor. En su cora-zón vivía permanentes luchas porque se daba cuenta deque no tenía una decisión tan firme como debiera.

Un día decidió caminar –a la sazón cojeaba conbastante dolor– hacia las afueras del pueblo, para oraren voz alta: “¿Qué es lo que estoy reteniendo? ¿Qué eslo que uso como una excusa para no servirte en cual-quier lugar que quieras?”. Algunas horas después deincesante oración tuvo claridad para hacer una decisiónfirme: “Donde quieras, como quieras y de cualquier ma-nera que quieras, iré Señor. Y comenzaré ahora mismo,Señor, al ponerme de pie aquí, en este lugar, y mientrasdoy mi primer paso ¿lo considerarás como un pasohacia la total obediencia a ti?”

Su puso de pie, y dio un paso hacia adelante. Enese preciso momento sintió un fuerte tirón en su pierna

Alaben las...

maravillas de Diosinválida. Con cautela apoyó el pie en el suelo, y se diocuenta que podía apoyarlo, sin dolor. ¿Qué había pasa-do? Despacio, y con mucho cuidado, caminó de vuelta acasa. Mientras caminaba, un versículo se le vino a lamente: “Mientras iban, quedaron sanos” (Lucas 17:14).Para el hermano Andrés, el día de su consagración fuetambién el día de su sanidad, porque nunca más volvióa cojear.

Tomado de El contrabandista de Dios

Una historia de ángelesEL doctor S.W. Mitchell, un reputado neurólogo de

Filadelfia, cuenta que una noche, después de un día demucho trabajo, cuando descansaba, le despertó el ruidoinsistente de alguien que llamaba a la puerta. Era unaniña pequeña, pobremente vestida y mostrando inquie-tud en su rostro. Le dijo que su madre estaba enferma yque necesitaba ayuda. Aunque era una noche muy fríay de nieve y él se encontraba muy cansado, se visitó yfue con la niña a ver a la madre, a quien encontró muyenferma con pulmonía.

Después de examinarla y darle algunas medicinas, eldoctor Mitchell felicitó a la señora por su hija tan persis-tente y valiente. La mujer le miró de forma extraña y ledijo: “Mi hija murió hace un mes. Sus zapatos y abrigoestán colgados allí en el armario.” El doctor Mitchell fueal armario y abrió la puerta. Allí estaba el mismo abrigoque llevaba la niña que había llamado a su puerta. Elabrigo estaba seco y caliente y no podía haber estadoafuera, expuesto al frío y a la nieve.

Billy Graham, en Angeles, agentes secretos de Dios, citado en“503 ilustraciones escogidas”, de José Luis Martínez.

Más acerca de los ángelesEstoy seguro de que cuando yo era misionero en la

India, muchas veces los ángeles me ayudaron, aunqueno pude verlos. En una de las distintas ocasiones, seme hizo sentir el peligro y la necesidad de cambiar dedirección, y más tarde descubrí que había evitado porpoco a un populacho que estaba causando disturbiosanticristianos. En otra, atravesé sin temor una turba quelanzaba gritos contra mí, pero ni siquiera una mano metocó, y estuve extraordinariamente consciente de que lapresencia de Dios me rodeaba. En ambos casos, supedespués que un hijo de Dios del otro lado del mundohabía sido alertado en ese mismo momento y movido aorar por mí porque me encontraba en peligro, aunque élno sabía nada entonces acerca de mis circunstancias.

Wesley L. Duewel, en Cambie el mundo a través de la oración

7aguas vivas TEMA DE PORTADA

El mensaje del Señor a Laodicea es una queja amorosa a una iglesia que ayer caminócon su Señor, pero que hoy le ha alejado de sí.

Laodiceauisiera compartir acerca de la última cartaque el Señor manda a sus iglesias, es decir, elmensaje a Laodicea, contenido en el capítulo3 de Apocalipsis, versículos 14 al 22.

Se ha identificado a Filadelfia (de la cual no habla-remos hoy) como una iglesia fiel, de la cual no hay que-ja. En cambio, se relaciona a Laodicea como la iglesiaapóstata. La apostasía tiene que ver con las cosas que sedesvirtúan, se falsean, que no vienen a ser conforme almodelo del Dios, y que son incapaces de discernir niexpresar el deseo del corazón ni la voluntad de Diospara el tiempo presente.

A diferencia de todas las otras, Laodicea no recibeninguna palabra de reconocimiento. Sin embargo, talvez por esta razón, se encuentran, de parte del Señor,palabras más tiernas y maravillosas que en las demás;palabras de comprensión y dulzura.

Algunos antecedentesLaodicea era una iglesia arrogante y autosuficiente.

Era la ciudad más opulenta de las siete que había enAsia. Se la conocía por su banca industrial, por la ma-nufactura de lana en la fabricación de hermosas vesti-duras, y por la escuela de medicina que producía unmedicamento para los ojos (colirio). Algunos creyentessuponían equivocadamente que la abundancia de bie-nes materiales eran indicio de la bendición espiritual deDios (doctrina de la prosperidad). Laodicea era unaciudad rica y la iglesia también lo era. Lo que la iglesiapudo ver y comprar llegó a ser más valioso para ellosque lo que no se ve y es eterno, y que es lo verdadera-mente importante para Dios.

Pablo luchaba en oración por ellaMuy poco se conoce de esta iglesia, pero hay men-

ciones en la Escritura que nos la refieren y de las cualespodemos recabar información.

Por Colosenses 2:1-3 vemos que el apóstol sostieneuna gran lucha por los hermanos de Laodicea, precisa-mente para que alcanzasen todas las riquezas de plenoentendimiento, “a fin de conocer el misterio de Dios elPadre, y de Cristo”. El deseo del apóstol fue que ellostuvieran la verdadera riqueza, sabiendo –como sinduda sabía– que ya poseían muchas riquezas terrena-les.

Asimismo, podríamos confundir la verdadera rique-za con el mero conocimiento intelectual de la Palabrade Dios, e incluso tener revelación acerca de algunosaspectos de la obra y persona de Jesucristo, pero almismo tiempo podría suceder que tal hecho nos enva-neciera impidiéndonos alcanzar, verdaderamente, lasriquezas de pleno entendimiento y, en definitiva, per-manecer estériles. Podríamos decir: “en Cristo lo tene-mos todo” y no manifestar los rasgos y la vida de Cris-to.

Así pues, la iglesia de Laodicea era una iglesia cono-cida por el apóstol (Colosenses 4:12-13, 15, 16). Era muyamada por el apóstol, y por la cual sostenía una granlucha.

La presentaciónAl dirigirse a esta iglesia, el Señor usa palabras des-

criptivas que despiertan interés y reclaman atención.“He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el princi-pio de la creación de Dios, dice esto...”. En su declara-ción nada hay que “simbolice” su manifiesto esplendor,sino más bien hay una declaración de su verdaderagloria.

Tal declaración crea un contraste. Al fracaso com-pleto Él se dirige como Aquel que es incapaz de fraca-sar. La declaración es triple, de autoridad, y basadasobre los hechos que son causa y razón de todas lascosas.

Él es el “Amén”. El significado de la raíz deesta palabra es el de “criar” o “ir alimentando encrianza”; su significado derivado es de algo yaestablecido firmemente, edificado, positivo. Ex-presa a Dios como la madre criadora y expresa laverdad de la absoluta estabilidad yverdadera exactitud de todo lo queDios ha pensado, hablado y hecho.Como título equivale a la declara-ción “Yo soy la Verdad”. No ‘Yo en-seño, declaro, explico’. Es la verdaden sí misma, verdad expresada enuna Persona, verdad contra la cual nopuede haber apelación. Amén es laconclusión, porque es la crianza fina-lizada, la edificación perfecta, la últi-ma palabra, el fin, al cual nada se lepuede agregar. La Autoridad úl-tima, el Amén.¡Aleluya!

Rolando Figueroa E.*

* Síntesisde un mensaje oral.

8 aguas vivasTEMA DE PORTADA

“El testigo fiel y verdadero”. Es precisamenteeso porque es el Amén, porque es la Verdad. Es el Aménaunque nunca hubiere hablado. Es la Verdad, aunquenunca hubiere pronunciado una palabra. Pero ahoraque ha sido hablada por Él, las palabras que ha decla-rado lo constituyen en testigo fiel y verdadero. Cuandohabla, no hay exageración ni aminoración. Lo que Éldice es la verdad exacta, porque Él es, en sí mismo, laVerdad absoluta, y no hay nada más allá de Él en todoel reino de la Verdad. La Iglesia en Laodicea había falla-do en su testimonio y el Maestro se allega como “eltestigo fiel y verdadero”, así, al desenmascarar su fraca-so, se anuncia a sí mismo como aquel que no exagerarála condición de ellos, pero tampoco permitirá que algoquede encubierto.

Luego, la última frase nos trae nuevamente a losublime de su majestad. El principio de la creaciónde Dios; se refiere a la fuente y origen de la crea-ción (véanse Juan 1.3; Col 1.15–18; Hebreos 1.2). Esuna de las columnas sobre la que descansa la verdad dela epístola a los Colosenses “el primogénito de todacreación... ...”. Alguien pudiera entender con eso que Élfue creado, pero la traducción literal se refiere a que esla fuente y origen de toda creación, porque en Él, por Ély para Él fueron hechas todas las cosas. Antes que elmundo existiera, Él estaba. Antes que las estrellas bri-llasen relucientes, Él existía, porque Él es Dios. ¡Alelu-ya! ¡Bendito sea el Señor! Al acercarse a Laodicea vienecomo Aquel cuya jerarquía es infinitamente más altaque la de sacerdote, profeta o rey, habla con la autori-dad de causa de toda creación. Donde quiera que lavista se pose, todo lo que la mente pueda concebir, tienecomo causa primera la obra de Cristo. Sus huellas pue-den trazarse a través de toda la creación, y cada toquede hermosura demuestra la obra de sus dedos. No hayflor que no dé testimonio de Él, ni panorama maravillo-so o majestuoso que deleite la vista del hombre, que nocante el solemne himno de su poder y hermosura. En laprecisión de las cosas creadas, en el transcurrir de lasestaciones, el amanecer del día y el crepúsculo del ano-checer, en el resurgimiento de la primavera cuandoemerge de su vestido invernal hacia el encuentro delesplendor del verano, y al atravesar el otoño con suropaje bronceado y glorioso, se descubre en todo ello elpoder de Cristo.

Las quejas del SeñorA la iglesia de Laodicea que está sin vida, indiferen-

te, autosuficiente, independiente, Él viene sin ningunapalabra de aprobación. Sin embargo, son muchas laspalabras de esperanza que pronuncia. Su queja y conse-jo van a la par.

La queja del Señor está en tres partes. Primero, “Nieres...” Esta es la condición general de la iglesia, como elSeñor la puede ver. La segunda: “Tú dices...” Esto es, laiglesia como ella cree que es. La tercera: “Tú eres...”,revela en forma minuciosa y detallada todo lo que ver-daderamente es.

Primero: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío nicaliente”. Segunda: “Tú dices: «Yo soy rico, y me heenriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad».Tercera: «No sabes que tu eres un desventurado, mise-rable, pobre, ciego y desnudo».

La tibiezaPrimera queja: «Ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fue-

ses frío o caliente!». La iglesia no se caracterizaba poruna completa frialdad. Pero tampoco por su fervor. Noes que no creyesen en el Señor, pero estaban en unacondición de indiferencia y conformismo. Es decir, enuna condición de tibieza. El Señor prefiere que seamosfríos, porque hay más esperanza para alguien que esdeclaradamente frío que para alguien tibio. Con todo,Él quisiese que fuésemos ardientes, fervientes, compro-metidos. Para el Señor es algo aborrecible la tibieza. Yesto no es idea propia, está en la carta que considera-mos en esta hora. Si hay algo que aborrece el corazón deCristo, es una iglesia tibia. Preferiría tener una iglesiahelada o caliente, pero no tibia. Lo tibio, para Él es vo-mitivo y esto no puede alterarse.

“Tibio...” Es aquella condición en que la convicciónno llega a afectar a la conciencia, el corazón o la volun-tad. Se mantiene en un estado difuso entre el mundo, elpecado, Cristo y la iglesia. Todo es difuso. No niega lacruz. Sabe su doctrina, tiene conocimiento que el Señormurió en la Cruz objetivamente. Reconoce que la cruztiene que hacer un trabajo subjetivo en nuestros cora-zones, restringiéndonos, como dijo Juan el Bautista:«Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe»(Juan 3:30). Pero éstos que conocen tan bien la doctri-na de la cruz y declaran: «Debo morir para que otrosvivan”, cuando les llega la hora de morir, se niegan aello, reclaman, escapan, no aceptan tal “proceso”. Lesgusta la doctrina, les gusta la salvación, pero no estándispuestos a morir. Están tibios.

Una cruz de madera, con clavos de hierro; unamuerte agonizante, heridas, sangre y dolor es algo muydistinto a la teoría de la cruz. Lo digo con firmeza, por-que sé que a los que Dios ama los disciplina (Hebreos12:6). También sé que los amados de Dios, tarde o tem-prano, pasarán por estas experiencias. Si no has pasa-do, no temas, porque lo que es imposible para los hom-bres, es posible para Dios y Él es poderoso en nosotrospara sostenernos. Pero, si lo has pasado, tú entiendes alo que me refiero. Y si lo estás pasando, que el Señor tesocorra oportunamente y tu fe no falte.

Cuando la cruz es una doctrina o un adorno, no haymuerte. Pero, ¿sabes?, tampoco produce vida. Sin em-bargo, el Señor murió y nos dio vida. Y el apóstol expe-rimentaba esto permanentemente, «... cada día mue-ro» (1 Corintios 15:31), para que otros tuviesen vida.

La opinión de sí mismaEn segundo término, la opinión que la iglesia tenía

de sí misma.¿Qué decía esta iglesia? “Yo soy rico, y me he enri-

quecido”. Es el lenguaje de completa satisfacción pro-pia: me he enriquecido, estoy llena, no tengo necesidadde nada. ¿Quién me va a venir a hablar o enseñar a mí?Es una iglesia independiente, con abundantes posesio-nes, satisfecha de sí misma. Nada de humillarse, niorar, ni consagrarse. No necesitaban nada, lo teníantodo. Esto nos induce a meditar: ¿Nos hemos apropia-do realmente de las cosas que el Señor nos ha dado?¿Son una realidad de nuestra vida o son puro conoci-miento mental o intelectual?

Una cruz demadera, conclavos de hie-rro; una muerteagonizante, he-ridas, sangre ydolor, es algomuy distinto ala teoría de lacruz.

9aguas vivas TEMA DE PORTADA

Las quejas amorosas del SeñorTercero. “Tú eres pobre”. La palabra transmite el

sentido del mendigo que anda por la calle pidiendo.Debido al concepto del Señor en cuanto a la riqueza,colocó a esta iglesia, que aparentemente era tan opulen-ta, en la condición de un vil mendigo, o como no pose-yendo nada que realmente valiera la pena tener.

“Tú eres ciego”. La falta de visión no le permiteapreciar más que sus estrechos límites, sus cosas boni-tas, su apariencia externa, sus edificios, su conocimien-to meramente humano, tal vez, pero no mira ni consi-dera algo más. No tiene visión para ver la obra del Se-ñor alrededor del mundo, no tiene vista para extendersemás allá de los límites de su localidad. En un momentodeterminado, no tiene ojos para ver a otros hermanossufrientes y encadenados. Ello, porque están demasiadocentrados en sí mismos, en sus riquezas, en sus cosas.No tienen ojos para ver que otros se están perdiendo yque no hay quien les predique.»¿A quién enviaré, quiénirá?», dice el Señor. Estamos muy entretenidos aquí.¡El Señor nos socorra!

«Tú eres desnudo», dice finalmente. Despojado delropaje de gloria y hermosura que debiera adornar a laiglesia como a la novia de Jesucristo. Ese traje de linofino que son las obras justas de los santos. No lo tenía,porque insistía en señalar que “de nada tenía necesi-dad».

Notemos sí, que todas estas palabras, esta repren-sión del Señor, están impregnadas de compasión. Nohay enojo. Quiero distinguir. No está enojado con lasituación en que se encuentra la iglesia, porque todo esoél lo puede remediar. Su enojo radica –si pudiéramoshablar de esta manera– en que ellos están satisfechoscon tales cosas. Eso, más bien, afligía y aflige el corazóndel Señor.

«Desventurado». Esta condición siempre apela a lasimpatía. Una persona que está sufriendo, ¿qué es loque produce en un corazón sensible?: el deseo de ayu-dar.

«Miserable...» Compasión.¡Pero tales personas están diciendo: «¡Rico soy y

me he enriquecido, y no tengo necesidad de nada!».Aquí es donde descansa la nota más honda de miseriaque, sin palabras, clama por una mayor compasión.

El consejo del SeñorEl consejo del Señor (que manifiesta lo amoroso y

benigno de su corazón), manifiesta primero, su deseoexpresado: «Ojalá fueses frío o caliente». Segundo, suintención: «Te vomitaré de mi boca». Por último, suconsejo inmediato: «Compra de mí ...» Hemos dicho yaque hay infinitamente más posibilidades para una per-sona fría que para una tibia, esta último es indiferente ypiensa que está bien. El frío en un momento puedereaccionar y volverse al Señor de corazón. Pero el tibio,no está ni aquí ni allá. Hay más esperanzas para unhombre que está fuera de la iglesia que para un hombreque está dentro de la misma, suficientemente cerca delcalor, pero sin apreciarlo.

«¡Ojalá fueses frío o caliente!» ... Es como un llan-to. Me acuerdo del llanto del Señor, fuera de las puertasde Jerusalén. (Mateo 23:37). ¡Ojalá fueses frío o calien-te! Pero no tibio, de lo contrario te tendré que vomitar.

“Te vomitaré”. Con esto, no trata de separar al cris-tiano de su relación con Cristo. Es un llamado a unaiglesia que tiene un candelero (lámpara) de testimonioy que se encuentra ante la posibilidad de perderlo.

El Señor desea mostrarles que la verdadera riqueza,el verdadero ropaje, todo lo que ellos necesitan está enÉl y solamente en Él. El único impedimento para laiglesia será que continúe con la vana ilusión que es ricay no tiene necesidad de nada. La iglesia retornará a labendición si baja hasta el polvo, al lugar de la humilla-ción, al lugar del corazón quebrantado, al lugar dondeen verdad pueda decir: “Yo soy pobre y miserable, ciegoy desnudo, ¡pero el Señor es rico!” ¡Aleluya! Entonces,El consolará con el amor de su corazón, enriquecerácon sus indecibles dones y vestirá con su propio ropajeblanco.

Y cuando dice «compra», hay una gracia allí querequiere ser recibida; el Señor está dispuesto a darla.“El que pide, recibe; el que busca, halla; al que llama,se le abrirá”.

Él dice en realidad: «¡Busca todo en mí!».

La luz brillante del amorSúbitamente, como un relámpago, casi fuera de

contexto, luego de estas quejas y consejos, con un cora-zón lleno de infinito amor, declara: «Yo reprendo ycastigo a todos los que amo». ¡Yo reprendo y castigo atodos los que amo! El Señor podría haber dejado a laiglesia, podría haberla abandonado, pero él la ama, laamó, la amará. La ama a pesar de sus fracasos. Y suamor es la razón de la reprensión y consejo. La amóhasta dar su vida por ella, por eso le habla así.

Luego, siguen las palabras llenas de urgencia: «Sé,pues, celoso, y arrepiéntete». Pero, ¿cómo podrán re-tornar? Están tan lejos. ¿Podemos apreciar lo lejos quese fueron? Pero, hermanos, no tienen que viajar mucho,aun cuando la distancia sea grande. ¡Pues él está anuestro lado!

El dolor del Cristo excluidoEscuchemos estas palabras llenas de gracia: «He

aquí, yo estoy a la puerta, y llamo; si alguno oye mivoz y abre la puerta, entraré a el, y cenaré con él, y élconmigo». ¡Qué revelación tan sorprendente!

¿Sabes? La iglesia en Laodicea tenía todo lo mate-rial, no le faltaba nada. Sin embargo, ¿cuál era su des-gracia? ¡Tener a Cristo fuera de la puerta! Él llamafuera de la puerta. Es cierto que hemos usado este pasa-je muchas veces para evangelizar a personas que noconocen al Señor: “Abre la puerta de tu corazón, y elSeñor entrará”. Está bien, pero aquí habla a una iglesia.¡El Señor está fuera de la iglesia y llama! Tienen coros,tienen sillas, piso alfombrado, tienen instrumentos,tienen canto, no son fríos absolutamente. Tal vez ten-gan doctrinas correctas, ¡pero Cristo está afuera! Esa esla desgracia, esa es la revelación sorprendente: ¡Él estáexcluido! Tienen todo, excepto a Cristo Jesús. “...yllamo...” excluido ... “y llamo...” ¡Oh, Señor! ¿Podemoscomprender? Que el Señor nos ayude. Él hizo todas lascosas. Él dejó el cielo, dejó su trono de gloria por amor anosotros. Vino a este mundo. Siendo rico, se hizo pobre,para enriquecernos a nosotros ¡bendito sea el Señor!.Él dejó el cielo, se hizo hombre, se humilló... ¡y su pue-

La falta de vi-sión no le per-mite apreciarmás que susestrechos lími-tes. No tiene vi-sión para ver laobra del Señoralrededor delmundo, no tie-ne ojos paraver a otros her-manossufrientes y en-cadenados.

10 aguas vivasTEMA DE PORTADA

blo lo rechazó! Lo azotaron, escarnecieron, crucificaron.Lo pusieron en la cruz, con clavos de hierro, lo traspasa-ron. Cristo excluido de su mundo creado por Él y paraÉl; además, de su pueblo Israel.

Pero, ahora, no sólo excluido de ellos. También,¡Oh, Señor!, excluido de la iglesia en Laodicea, fuera dela puerta y llamando. Él espera. Y, ¿para qué? Para queun hombre o una mujer, (“si alguno oye mi voz”), lepermita entrar. Él dice: “...entraré a él, y cenaré con él,y él conmigo”. “Yo seré su huésped, cenaré con él, élserá mi huésped, y él conmigo. Me sentaré a la mesa desu amor y satisfaré mi corazón”, dice el Señor, porquesu delicia está con los hijos de los hombres (Proverbios(8:23). Él quiere gobernar en nuestro corazón. Él nosama, nos amó hasta el fin. “Aquel que me abra, se sen-tará a la mesa que mi amor proveerá, y satisfará sucorazón.”

¡Oh, hermanos, ved la visión! La apostasía confron-tada con la fidelidad. La falsedad contrastada con laverdad. La adornada pobreza cara a cara con la infinitariqueza. La tibieza y la hipocresía enfrentadas a la com-pasión y devoción.

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo”. ¿Qué quie-res tú, oh Señor coronado? ¿Qué quieres tú llamando ala puerta?: “Un hombre, solamente un hombre (mujer)que abra la puerta para que pueda entrar a él, y cenarcon él, y él conmigo”.

Una gran promesa para grandes vencedoresFinalmente, la promesa para el vencedor: “Al que

venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, asícomo yo he vencido, y me he sentado con mi Padre ensu trono. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice alas iglesias”. Es una promesa sublime, ¡es una tremen-da promesa! Lo que está diciendo el Verdadero, elAmén: “¡Al que venciere le daré que se siente conmigoen mi trono!”. Es como que el Señor se diera cuenta quea esta iglesia le toca la batalla más dura. Y, en conse-cuencia, le da también una gran promesa para el quevenza.

¿No hay en esas palabras una sugerencia de la mis-ma tentación que el Señor Jesús tuvo que afrontar? Éldice: “Al que venciere ... como yo he vencido”. ¿Cómovenció? Puede que se agolpen muchos pensamientos enrespuesta. Pero, mira, él le está hablando a gente cuyosupremo mal es que tratan de ir por el camino fácil.Ellos no tienen compasión por nadie, no les importa elmundo perdido, ni sus hermanos encadenados. Notienen necesidad de nada, les bastan sus propias rique-zas. No tienen compasión, no tienen entusiasmo tam-poco por el Señor. Son tibios. Y él les dice a esta gente:“Venced, como yo también vencí”.

¿No se evidencia el recuerdo de una sutil tentación?Pongamos atención a esto último. ¿Qué tentación tuvoel Señor en el desierto? ¿Qué le propuso Satanás allí? Ledijo, entre otras cosas, que le daría todos los reinos de latierra, si postrado le adoraba. Lo que le estaba diciendoallí era que le daba todo lo que él de todas formas iba atener, ¡pero sin dolor, sin clavos, sin vituperio, sin azo-tes, sin sangre y sin cruz!

Tal sutileza no sólo se manifestó en el desierto.Cuando Pedro le dice: “Señor, ten compasión de ti mis-mo, en ninguna manera esto te acontezca”, El replica:

“Apártate de mí, Satanás”, advirtiendo la intención delenemigo de evitar el sufrimiento que le aguardaba.

Y cuando esto no dio resultado, ni en el desierto, nicon Pedro, entonces dijo Satanás: “Bueno, lo matare-mos, que esto termine de una vez, porque yo soy elpríncipe de este mundo, yo conquisté al hombre, loengañé en el huerto de Edén, y tengo potestad sobretoda carne y el mundo me pertenece”. Jesús mismohabía declarado, refiriéndose a Satanás, que era el prín-cipe de este mundo (Juan 12:31; 16:11). Pablo lo deno-mina “el dios de este mundo” (2ª Corintios 4:4) .

Voy a decir algo con mucho cuidado. Creo que el ecode esa tentación también lo podemos ver en elGetsemaní. Un eco, sólo un eco, en el huerto deGetsemaní, allí se escuchó esta voz: «Padre... Padre –ensu humanidad–, si es posible, pase de mí esta copa». Éliba a sufrir, porque era hombre. Era perfecto. A Él ledolía no sólo el dolor físico sino el espiritual al cargar elpecado de todos los hombres. «Si es posible, pase de míesta copa». De alguna forma, el enemigo le decía: «Note sacrifiques, ¿por qué esta vida esforzada? ¿Por quéhas determinado ir por la vía dolorosa? ¡Adórame amí!». ¡Pero Jesús venció! «¡No se haga mi voluntad,sino la tuya!» dijo al Padre. ¡Él venció y se sentó con suPadre en Su trono! ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios! Habiendoun único camino que culminaría en la coronación, lotomó el Señor en obediencia perfecta.

Admitir nuevamente a CristoFinalmente, quede en nuestra retina la figura del

Cristo excluido. ¡Oh, cómo ha sufrido Él y sufre aún!Por su propia voluntad fue excluido de sus cielos para lasalvación de los hombres perdidos. Luego, excluido desu nación por la ceguera de la misma; más tarde, exclui-do de su mundo por la aparente victoria de las fuerzasdel mal. Y ahora –pesa decirlo– excluido tantas vecesde su propia iglesia, por la tibia indiferencia de aquellosque se imaginan tener todo, pero que no tienen nada.

Por último, la incomparable paciencia y ternura delHijo de Dios, insultado, excluido y a punto de escupirde su boca aquello que le es completamente aborrecible,como le es la tibieza. Aún espera, porque todavía no hallegado el día de venganza, aún no ha dejado caer sumano. Todavía no ha expelido el vómito. Y Él aún espe-ra, llamando a la puerta, deseoso de entrar en una nue-va comunión con algún hombre o mujer. No se puedeagregar nada que muestre mayor ternura. Sin embargo,aprendemos que el único remedio para la tibieza esadmitir nuevamente al Cristo excluido.

La apostasía tiene que ser confrontada con su fideli-dad, la ligereza con una convicción que emane de suautoridad, la pobreza con su riqueza, la frialdad con elgrandioso fuego de su entusiasmo y la muerte con lavida divina que está contenida en su don que hemosrecibido.

No hay otro remedio para la nostalgia del cielo, parala maldad del mundo, para la tibieza de la iglesia, que eladmitir nuevamente a Cristo en nuestros corazones.¡Amén, gracias, Jesús!

***

Quede en nues-tra retina la fi-gura del Cristoexcluido.¡Oh, cómo hasufrido Él y su-fre aún!

11aguas vivas TEMA DE PORTADA

Filadelfia y Laodicea son dos igle-sias representativas de dos secto-res de la cristiandad. Aunque sondos sectores claramentediferenciables, uno surge del otro,y es la deformación de él.

ILADELFIA (Apocalipsis 3:7-13)ileo” significa “amar”, y “adelfos” significa“hermano”. Filadelfia es “amor fraternal”.

De las siete iglesias (de Apocalipsiscapítulos 2 y 3), sólo dos iglesias escapan la reprensión,y de éstas, sólo una, Filadelfia, es totalmente aprobada yalabada.

¿Cuál es la característica de Filadelfia? “Yo conozcotus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puertaabierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunquetienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no hasnegado mi nombre” (Ap.3:8). Lo que caracteriza aSardis es una lucha con la muerte. Porque, la iglesia deSardis estaba mezclada con el mundo, y necesitabaluchar para vivir y empezar de nuevo cada vez. PeroFilafelfia es el amor fraternal. Aquí hay un retorno alamor de los hermanos. Ya no es el mundo, porque cadauno es un hermano. No tiene necesidad de luchar paralibrarse de la muerte y las cosas de la muerte quetienden a adherirse. Filadelfia es simplemente unarestauración a la posición original de los hermanosdelante de Dios, en que todo es amor.

Como Sardis salió de Tiatira, lo mismo Filadelfiasale de Sardis. La iglesia Protestante sale de la IglesiaCatolicorromana. No podemos señalar qué grupo es elllamado Filadelfia, pero es bien evidente que es unnuevo movimiento del Espíritu Santo. Este nuevomovimiento levanta la gente de la muerte de Sardis ylos coloca en la posición del amor de los hermanos; enotras palabras, en la posición del cuerpo en que sólo sereconoce la comunión que es del amor. Esto esFiladelfia.

Guarda la PalabraFiladelfia posee dos características especiales: una,

que ha guardado la Palabra del Señor. Aquí hay ungrupo de personas que han sido llevadas por Dios paraaprender la manera de conservar la Palabra del Señor.Dios abre su Palabra a ellos de modo que puedanentenderla. No hay ningún credo en medio de ellos, sólola Palabra de Dios. No hay doctrina, sólo la Palabra. No

hay tradición, sólo la Palabra. No hay oportunidad parala opinión del hombre, sólo la Palabra de Dios. Despuésde los apóstoles, ésta es la primera iglesia a la cual alabael Señor, porque ahora un grupo de personas haregresado por completo a la Palabra del Señor. Paraellos no hay otra autoridad que la del Señor, no hayenseñanza, ni credo que sea de ningún valor.

Es posible que haya personas que puedan predicar yentender la doctrina y con todo no conozcan la Biblia.Es posible aprender un credo y aceptarlo sin conocer laPalabra de Dios. ¿Suena extraño esto? Si la iglesianecesitara un credo, el Señor se lo habría dado. Hoy, lagente analiza la Biblia y de ella sacan un credo. LaBiblia es infinita en su naturaleza, pero el credo esdefinido. La Biblia es compleja, pero el credo es simple.Un credo puede ser entendido por una persona sencilla,pero las complejidades de la Biblia sólo son inteligiblespara cierto número de personas, porque se requierecierta condición para entenderla. La Biblia no puede sercomprendida a menos que el lector tenga vida ysingularidad de ojo delante del Señor, pero un credopuede ser entendido por cualquiera que tenga unamente clara tan pronto como lo lee.

Las personas pueden pensar que el camino esdemasiado estrecho; así que procuran ensancharlo conmiras a que entre más gente. Pero, los de Filadelfiarechazan los credos; simplemente regresan a la Palabrade Dios. “Has guardado mi Palabra”, dice el Señor. Entoda la historia de la iglesia, sólo en la era de Filadelfiala Palabra de Dios ha sido tan bien entendida. Sólo enFiladelfia la Palabra de Dios tiene el lugar justo. Enotros tiempos, la gente aceptaba credos y tradiciones,pero la iglesia de Filadelfia no acepta nada más que laPalabra de Dios. Andan conforme a la Palabra de Dios.A lo largo de la historia de la iglesia nunca ha habidotantos ministros de la Palabra de Dios como enFiladelfia.

No niega Su nombre“No has negado mi nombre”, dice el Señor. Esto

también es un rasgo especial de Filadelfia. En el curso

* Este es un extracto delcapítulo “El curso a seguirpor la iglesia”, del libroConsejos sobre la vidacristiana, CLIE.

Laodicea

Watchman Nee *

Filadelfiay

12 aguas vivasTEMA DE PORTADA

de una historia tan larga, en la iglesia, el nombre delSeñor Jesús ha pasado a ser el último nombre usado. Lagente presta más atención al nombre de los hombres –quizá al de Pedro o de otro de los apóstoles. O loscristianos pueden tener alguna otra preferencia suyacomo doctrina o nacionalidad para su nombre. Estosmuchos nombres dividen completamente a los hijos deDios. Parece como si el único nombre, el nombre delSeñor Jesús, no fuera suficiente para separarnos delmundo.

Si alguno te pregunta, “¿quién eres?” y tú contestas,“soy un cristiano”, el que interroga no va a quedarsatisfecho. Insistirá en conocer qué clase de cristianoeres. Recuerdo que, cuando estaba en el extranjero unavez me preguntaron qué era. “Soy cristiano”. Lapersona replicó: “Esto no basta”.

El mismo Señor considera que su nombre es másque suficiente para sus hijos. Pero, sólo en Filadelfia esconsiderado suficiente su nombre. No hay necesidad demuchos nombres, porque los nombres separan. ¡Sunombre basta! Recuerda, el Señor se considera muyafectado por esta cuestión.

Los vencedores de FiladelfiaMuchos hermanos me preguntan: “¿Qué es lo que

vencen los vencedores de Filadelfia?” ¿Te das cuenta dela dificultad aquí? Los vencedores de Efeso,naturalmente, han vencido la tendencia a olvidarse delprimer amor; los vencedores de Esmirna han vencido laamenaza externa de muerte; los vencedores dePérgamo han vencido la servidumbre y tentación delmundo; los vencedores de Tiatira han vencido lasenseñanzas de la mujer; los vencedores de Sardis hanvencido la muerte espiritual; y los vencedores deLaodicea han de vencer la condición de tibieza y elengaño del orgullo.

Pero, ¿qué es lo que han de vencer los vencedoresde Filadelfia? Como el Señor está complicado con todolo que han hecho (de las siete cartas, ésta es la únicaque muestra la aceptación completa del Señor), ¿quéotra cosa necesitan vencer? Todo ha sido aceptado, todoestá bien. Filadelfia es una iglesia según el mismocorazón del Señor. Con todo, a esta iglesia el Señortodavía les da la promesa al que venza. ¿Qué es lo queha de vencer? Parece que no hay nada que necesite servencido de modo especial, porque parece que no hayningún problema.

Sin embargo, el Señor da su advertencia aquí:“Mira que vengo pronto, retén lo que tienes, para queninguno tome tu corona” (3:11). Esta es la únicaadvertencia en la carta a los de Filadelfia. Los deFiladelfia tienen que ser cuidadosos en retener de modofirme lo que tienen. En esto tienen que vencer. En otraspalabras, no deben perder aquello que ya tienen. Nocambiarlo o alterarlo. Guardar lo que tienen y nodejarlo caer. Este es el único aviso a Filadelfia. El Señortiene un requerimiento: sólo guardar lo que tienen. Notienes que hacer nada más, pero has de seguir haciendolo que ya has venido haciendo. Has visto la bendiciónde Dios en lo que has hecho. Ahora has de seguir de lamisma manera.

LAODICEA (Apocalipsis 3:14-22)De las siete iglesias, cinco son reprendidas, hay una

a la que no se reprocha nada, y una sola es aprobadapor completo. La iglesia que es completamenteaprobada es Filadelfia. La iglesia Catolicorromana, laiglesia Protestante y Filadelfia, todas ellas continúanhasta la segunda venida del Señor. Si Sardis salió deTiatira, y Filadelfia salió de Sardis, luego, Laodicea salióde Filadelfia. ¿No ves cómo la una engendra a la otra?

El problema que tenemos ahora es: si Filadelfiafalla, pasará a ser Laodicea. No creas que Laodicea es laiglesia Protestante, porque ésta está representada porSardis. La iglesia Protestante hoy sólo puede ser Sardis;nunca puede ser Laodicea. Se requiere la caída deFiladelfia para pasar a ser Laodicea. Sardis es unamejoría sobre Tiatira. Sale de Tiatira y es un avance.Filadelfia sale de Sardis y es también un avance.Laodicea viene de Filadelfia y es un retroceso. Todasestas cuatro iglesias siguen hasta la segunda venida delSeñor Jesús.

La pérdida del amor fraternalLaodicea es una Filadelfia mutilada o deformada.

Una vez se ha perdido el amor fraternal,inmediatamente toman la dirección los derechos yopiniones de las personas. Este es el significado de lapalabra “Laodicea”. Era el nombre de una ciudad, quefue llamada según el nombre (Laodios) de la esposa deun príncipe romano. El príncipe cambió el nombre deLaodicea, que en griego significa “las opiniones oderechos de la gente”.

Cuando falla Filadelfia, el énfasis pasa a ser mássobre las “personas” que sobre los “hermanos”, mássobre los “derechos de las personas” que sobre el “amorfraternal”. El amor se transforma en derechos uopiniones. Cuando el amor fraternal es una cosa viva,los derechos de las personas son una cosa muerta; perocuando el amor fraternal desaparece (y la religión delcuerpo con su comunidad de vida tambiéndesaparecerá), las opiniones de las personas empiezana prevalecer. La mentalidad del Señor no interesa anadie; las cosas son resueltas por la opinión de lamayoría. Filadelfia ha caído en Laodicea.

Orgullo espiritual“Yo conozco tus obras, que no eres frío ni caliente.

¡Ojalá fueses frío o caliente!” (3:15). Este es el carácterde Laodicea. “Porque tú dices: Yo soy rico, y me heenriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y nosabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre,ciego y desnudo” (3:17). Esto es lo que es Laodicea.Aunque no es frío ni caliente, está lleno de orgulloespiritual delante del Señor. El decir: “Soy rica”, deberíaser bastante; pero Laodicea hace énfasis sobre ello con“me he enriquecido”; luego, aún esto es reforzado con“y de ninguna cosa tengo necesidad”. Pero, el Señor vela cosa de modo diferente, porque replica: “Tú eres undesventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. ¿Dedónde le viene este orgullo espiritual? Indudablementeestá basado en su historia pasada. En un tiempo, los deLaodicea eran ricos; de modo que ahora se imaginanque todavía lo son. Un tiempo, el Señor les mostraba

¿De dónde leviene este or-gullo espiritual?Indudablementeestá basado ensu historia pa-sada. En untiempo, los deLaodicea eranricos; de modoque ahora seimaginan quetodavía lo son.

13aguas vivas TEMA DE PORTADA

En la mitad de sus días

BOCADILLOS DE LA MESA DEL REY

Cuando el rey Ezequías enfermó de muerte, vino a él un profetade parte de Dios, que le dijo: “Ordena tu casa, porque morirás, y novivirás.” (Isaías 38:1).

Ante tal noticia, Ezequías se afligió sobremanera y dijo: “A lamitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto demis años.” (Is.38:10). Acto seguido, se aferró al Señor y oró pidien-do que revocara su decisión, y le alargara la vida. El Señor le conce-dió quince años más de vida.

Ezequías es el único hombre, en las Escrituras, a quien Dios lehaya concedido tal cosa. Sin duda, fue por esto un bienaventurado.Sin embargo, su figura y su petición concedida tiene una mayortrascendencia. Están puestos allí como antítesis de algo que el Se-ñor Jesucristo habría de vivir en los días de su carne.

Jesús vivió la vida humana en toda su perfección. A medida quetranscurrían sus días, la más maravillosa expresión de la deidadencarnada, viviendo entre los hombres, se desenvolvía en toda sumaravillosa sencillez. Los ciclos de la vida se sucedían uno tras otro

con perfecta armonía. El Hijo de Dios, aun sabiendo que había veni-do para ser sacrificado, llegó a amar la vida, pese a las limitacionesque ésta imponía a la expresión de su deidad.

Entonces comenzó a aflorar por sus labios esta oración: “Loshombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de susdías; pero yo en ti confiaré” (Salmo 55:23). Esta oración trasunta laconfianza de quien cree que se le concederá lo que pide. Él no es nisanguinario ni engañador, así que espera confiadamente.

Sin embargo, hay otra oración en el Salmo 102:23-24 que mues-tra una certeza distinta: “El debilitó mi fuerza en el camino; acortómis días. Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días.” ¿Hayaquí un misterio revelado acerca de los días de su máxima debilidad?¿Hay aquí un deseo, como el de todos los hombres, de seguir vivien-do? ¿Hay el mismo deseo que afligió el corazón de Ezequías?

Si es así, aunque haya estado el deseo, no fue concedido. Aligual que otros que no fueron concedidos.

misericordia; ahora ellos recuerdan su historia pasada,aunque ya no están en contacto con la realidad de ella.

En la iglesia Protestante de hoy, uno raramenteencuentra a nadie que se jacte de sus riquezasespirituales. He conocido a muchos líderes de la iglesiaProtestante, tanto en China como en el extranjero. Suopinión en general era: “Nos quedamos cortos, nosomos lo que deberíamos ser”. No he encontrado aún aun hombre que fuera orgulloso en Sardis. Pero, los queeran antes de Filadelfia, los que en un tiempoguardaban la Palabra de Dios y no negaban su nombre,pero que ahora han perdido la vida abundante, estosson los que se jactan. Recuerdan su historia pasada,aunque ahora hayan perdido su vida pasada.Recuerdan cómo se enriquecieron y no les faltaba nada;pero ahora son pobres y ciegos. De veras os digo quesólo la Filadelfia caída, la Filadelfia que ha perdido suvida y poder puede enorgullecerse de sus riquezas.

Aprender a ser humildesPor tanto, hermanos y hermanas, si deseamos

continuar en el curso de Filadelfia, hemos de aprendera ser humildes ante el Señor. Algunas veces he oído ahermanos que decían: “La bendición del Señor está enmedio de nosotros”. Reconozco la verdad de ello, perocon todo siento que necesitamos ejercer una precauciónextrema para decir esto, para que, sin darnos cuenta, noexudemos un aroma laodiceano. Si un día nosinclinamos a decir que somos ricos y que nos hemosenriquecido y no nos falta nada, estamos muy cerca deLaodicea.

Recuerda, no hay nada que no sea recibido. Inclusosi las personas que te rodean son todas pobres, todavíano necesitas saber que eres rico. Los que viven delantedel Señor no son conscientes de su riqueza. Los quevienen de la presencia del Señor son ricos, pero, a pesarde ello, no se dan cuenta de sus riquezas. Que Diostenga misericordia de nosotros para que podamos

aprender a vivir de tal modo delante del Señor que,siendo ricos, no sepamos nada de nuestras riquezas. Esmejor que Moisés no sepa que su rostro resplandece,porque, si lo sabe, puede convertirse en Laodicea. Si losabe, puede terminar en la tibieza. Los de Laodicea losaben todo, pero nada de ellos es real delante de Dios.Si profesamos tenerlo todo, pero nada puedeinducirnos a renunciar a nuestra vida; si recordamosnuestra gloria pasada, pero olvidamos nuestracondición presente delante de Dios; entonces el pasadoera ciertamente Filadelfia, pero ¡ay! El presente es sinduda Laodicea.

Cuidado con el orgulloDeberíamos aprender a mantenernos en la posición

de Filadelfia. Guardar la Palabra del Señor y no negarsu nombre. Permanecer en el terreno de la hermandad,no de los nombres. No ser orgullosos. En el momentoen que eres orgulloso, pasas a ser Laodicea. Ya no eresFiladelfia. Hermanos y hermanas, ¿por qué caminoestáis andando? Que Dios dé gracia a sus hijos para quepuedan andar por el camino derecho de la iglesia.El curso a seguir por la iglesia que ha sido designadopor el Señor es Filadelfia. El camino del Señor paranosotros es sólo uno: Filadelfia. Anda en él. Tencuidado de no caer en el orgullo. La mayor de lastentaciones para los de Filadelfia es el orgullo: “¡Soymejor que tú! ¡Mi verdad es más clara y más amplia quela tuya! Sólo yo tengo el nombre del Señor. ¡No soycomo tú que tienes otros nombres!”. El orgullo noshundirá en Laodicea. Los que siguen al Señor no tienennada de qué puedan estar orgullosos. El Señor escupiráde su boca a los orgullosos. ¡Que el Señor tengamisericordia! ¡Os advierto que no pronunciéis palabrasarrogantes! Vivid en la presencia de Dios y absteneos dedecir palabras jactanciosas. Viviendo constantementeen la presencia de Dios, no veremos nuestras riquezas.Por tanto no seremos orgullosos.

***

Los que vivendelante del Se-ñor no sonconscientes desu riqueza. Losque vienen dela presencia delSeñor son ricos,pero, a pesarde ello, no sedan cuenta desus riquezas.

14 aguas vivasTEMA DE PORTADA

Uno de los mayores peligros que hay para los cris-tianos que han avanzado en el conocimiento deDios y de su propósito es caer en la vanidad delconocimiento, que se expresa en la formación deun cuerpo de doctrina y de un lenguaje sólo com-prensible por los iniciados.

síndromede Laodicea (II)

el

Eliseo Apablaza F.

El peligro de caer en la «gnosis»

n la primera parte vimos la semejanza quepresenta Laodicea con el reino de Israel(Efraín) en los días del profeta Oseas. 1 Enesta segunda parte veremos otro de los sín-

tomas de Laodicea: su propensión a caer en la“gnosis”.

En días del apóstol Juan se estaban viviendo tiem-pos difíciles. Muchos engañadores se habían levanta-do con doctrinas extrañas que no se conformaban conla sencillez del evangelio de Cristo.

En la 2ª Carta, Juan dice: “Cualquiera que se ex-travía, y no persevera en la doctrina de Cristo, notiene a Dios ...” (v.9). La expresión “se extravía” tieneun interesante significado en el griego. Algunas ver-siones la traducen como “pasa adelante” (VersiónModerna de H.B. Pratt), o “se excede” (Biblia de Jeru-salén). El Nuevo Testamento Interlineal de Lacueva latraduce como “se sobrepasa”, y agrega en nota al piede página: “Es decir, marcha alejándose hacia adelan-te: hacia la “gnosis”, más allá de la “fe” sencilla”.

Esto que dice el apóstol Juan, naturalmente, serefería a los “gnósticos” de sus días, quienes habíanracionalizado la fe cristiana, agregándole ideas extra-ñas. Pero creo que su aplicación no se agota en los“gnósticos” de los tiempos de Juan. El “conocimiento”(o la ciencia) –que es lo que significa “gnosis”– era unproblema entonces y lo es también hoy día. “El cono-cimiento envanece” había dicho ya sabiamente elapóstol Pablo (1ª Cor.8:1 b) varios años antes de queJuan escribiera su epístola, pero este es un problemaque se repite.

La necesidad de crear un metalenguajeAl leer atentamente la carta del Señor a Laodicea

(Ap. 3:14-22) se puede deducir que esa iglesia alcanzóen el pasado grandes alturas en el conocimiento, a talpunto que ese conocimiento llegó a ser su riqueza.

Ahora bien, cuando se llega a tal grado de conoci-miento, se hace necesario crear un lenguaje apropia-

do, más complejo que el normal, una especie de voca-bulario técnico, que sea capaz de expresar las sutilezasde sus definiciones y descubrimientos. En tal caso, las“sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo” ya noson suficientes, es preciso crear un lenguaje extraño alas Escrituras, que sólo manejarán los “iniciados”.

Al crearse un lenguaje particular, comprensiblesólo para unos pocos, se crea inmediatamente un gru-po particular, distinta del resto del cuerpo de creyen-tes. Tal grupo se puede transformar fácilmente en unaespecie de “sociedad secreta”, cuya gloria es estar enposesión de esos “misterios” espirituales.

Este es uno de los problemas de Laodicea. Ellapuede aborrecer la llamada “teología” tradicional,pero sin darse cuenta crea su propia “teología”, máscomplicada aún, sólo comprensible para los “espiri-tuales”. Sin embargo, ni en las palabras del SeñorJesucristo ni en las de los apóstoles encontramos nadasemejante. El Señor tomó como referencia en susenseñanzas y parábolas la experiencia común de susoyentes, y los escritores inspirados no fueron más alláde la expresiones normales del habla habitual.Laodicea crea un metalenguaje, es decir, un lenguajede especialistas en los misterios de su doctrina, de su‘gnosis’.

Cuerpo de doctrinas totalizanteCuando Laodicea cae en la “gnosis” no sólo crea

un lenguaje especial, sino que también crea un cuerpoglobalizado de doctrinas, vasto y altamente coherente,que puede abarcar desde el Génesis al Apocalipsis. Estal su amplitud que pareciera que nada ha quedadofuera de su comprensión. Todo el misterio de Dios, supropósito y su voluntad presente y futura están comocompendiados en ese cuerpo de enseñanza. Despuésque se ha cerrado este cuerpo doctrinal, resulta muydifícil agregar nada a él, porque ya está todo dicho.

Sus creadores fueron estudiosos apasionados delas Escrituras, deseosos de sacar de ellas todos sus

15aguas vivas TEMA DE PORTADA

tesoros. Su riqueza llegó a ser incalculable. Sin embar-go, ellos no previeron qué ocurriría con el fruto de susesfuerzos. Ellos legaron a las generaciones futuras uncuerpo de doctrinas tan completo, que hicieron pen-sar a aquéllos que era innecesario buscar a Dios por símismos para conocer Su voluntad presente. Sólo bas-taba conocer este gran cuerpo doctrinal.

No obstante, si leemos las Escrituras no hallamosque eso esté bien. En las Escrituras no vemos que losescritores inspirados intentaran reunir en un cuerpodoctrinal todo el consejo de Dios. Lo que hallamos sonverdades, hermosas verdades, pero a veces muy inco-nexas, dichas más bien para atender necesidades pun-tuales de las iglesias. En las Escrituras nada es tancoherente, nada está tan armado. Dios no nos dio uncuerpo estructurado de doctrinas, sino principios,indicios, claves, metáforas que el Espíritu Santo vaaplicando a las necesidades de cada generación, parael cumplimiento del eterno propósito de Dios.

Un cuerpo cerrado de doctrinas no admite muchaslecturas diferentes. Tiene una sola dirección – la de sucreador. La Palabra de Dios, en cambio, es variada,amplia, rica en significados y en aplicaciones. Ellaofrece su riqueza a todos los que en cada época y lu-gar, con corazón humilde y sincero, se allegan a Diospara conocer el deseo de su corazón.

Menosprecio de los demás hijos de DiosConsecuentemente, Laodicea no admite que nin-

gún cristiano no iniciado en su ‘gnosis’ pueda ser usa-do por Dios para agregar algo a lo que ellos suponenes la revelación final de Dios. El conocimiento de uncristiano no iniciado resulta pálido, y su luz, oscura allado del esplendor de aquellos maestros del pasado.¿Cómo podría un cristiano cualquiera entender suintrincada teología? ¿Cómo podría navegar por lossinuosos canales de sus muchas revelaciones? ¿Y lue-go, cómo podría ser oído si no maneja esos conceptosy ese lenguaje?

La desgracia de Laodicea está en la autocom-placencia de sí misma y en el menosprecio de los de-más hijos de Dios. Ella dice: “De ninguna cosa tengonecesidad”. Ella parece también decir: “Ninguno co-noce los misterios de Dios como nosotros. ¿Quién sinonosotros podemos explicar los arcanos de Dios?”.

Watchman Nee cuenta haber conocido en Inglate-rra a unos hermanos que decían: “¿Hay acaso algo enla esfera de la revelación espiritual que nosotros noconocemos? Leer lo que otros cristianos han escrito esperder el tiempo. ¿Qué pueden enseñarnos ellos queno sepamos nosotros?” 2 . Esto es el problema deLaodicea. Esto es menospreciar a los demás hijos deDios.

Cuando se pesa a los demás hijos de Dios por elconocimiento que ellos manejan, se está utilizando uncriterio equivocado. Lo único que da valor trascen-dente a una persona es su condición de hijo de Dios.Dios le ha recibido, y todos los demás hijos de Diosdeben recibirlo. El cristiano más débil e ignorante estan hijo de Dios como el más fuerte y sabio. Y la sabi-duría del sabio consiste en no menospreciar al igno-rante. La sabiduría de Dios dice: “El conocimientoenvanece, pero el amor edifica” (1ª Cor.8:1 b).

El desprecio por los demás hijos de Dios puedeconvertir finalmente a Laodicea en una secta. Si susriquezas espirituales no son puestas al alcance detodos los hijos de Dios entonces están destinadas amorir en la esterilidad.

La vanidad de hallarse hermosaEl pasaje de Ezequiel 26 al 28:19 es una profecía

dirigida a la ciudad de Tiro, una ciudad cuyo esplen-dor en días del profeta Ezequiel casi no tiene compa-ración en las Escrituras, excepto tal vez la Jerusalénde Salomón. Su comercio y su riqueza eran tales, queel Señor le dice: “Llegaste a ser opulenta, te multipli-caste en gran manera en medio de los mares”(27:25). Por eso ella decía de sí misma: “Yo soy deperfecta hermosura” (27:3). El mismo Señor reconoceque su príncipe era más sabio que Daniel (28:3). ¡Talera la gloria de Tiro!

Pero su gloria fue la causa de su estrepitosa caída.El Señor le dice: “Se enalteció su corazón a causa detu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tuesplendor; yo te arrojaré por tierra ...” (28:17).

Este pasaje referido al príncipe de Tiro (lo mismoque el de Isaías 14) se aplica normalmente a Lucifer.Es perfectamente aplicable al ángel caído. Pero puedeaplicarse a todo corazón vanidoso por su hermosura ytambién a la iglesia de Laodicea.

En efecto, la profecía del Señor a Tiro es aplicablea todos aquellos cuya riqueza y sabiduría le jueganuna mala pasada, llenando su corazón de vanidad.Esto provocó la caída de Lucifer, y provoca la caída detodos quienes siguen sus pasos. En otro lugar dicenlas Escrituras: “Por cuanto convirtieron la gloria desu ornamento en soberbia, e hicieron de ello las imá-genes de sus abominables ídolos, por eso se lo con-vertí en cosa repugnante” (Ez.7:20).

El síndrome de LaodiceaEl afán de Laodicea por la ‘gnosis’ es uno de los

síntomas que conforman, junto a muchos otros, todoun síndrome. Los que lo padecen suelen no estarconscientes de ello, como tampoco suelen estar cons-cientes de su enfermedad los que padecen algún gravemal. Para conocerlo, es preciso que algún sabio espe-cialista observe con ojo experimentado y realice losexámenes de rigor.

Amados hijos de Dios, especialmente los que co-nocen algunos misterios de Dios, dejemos que nuestroDoctor nos atraviese con su mirada penetrante, quenos descubra en nuestra necedad, para escapar deesta grave afección. Oremos con David la oración quemás necesitamos hacer cada día, para que nuestrocorazón no se infatúe:

“¿Quién podrá entender sus propios errores?Líbrame de los que me son ocultos. Preserva tambiéna tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen demí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de granrebelión. Sean gratos los dichos de mi boca y la medi-tación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, rocamía, y redentor mío.” (Salmo 19:12-14). ***

1 “Aguas Vivas” Nº 4, julio-agosto 2000, pp. 11-12.2 “La vida de Nee To-Sheng”, por A.I. Kinnear, Portavoz, p.112.

El desprecio porlos demás hijosde Dios puedeconvertir aLaodicea en unasecta. Si sus ri-quezas espiri-tuales no sonpuestas al al-cance de todoslos hijos deDios, entoncesestán destina-das a morir enla esterilidad.

16 aguas vivas

de Dios

TEMA DE PORTADA

Dios requiere un testimonio propio en la tierra para expresarse a sí mismo y llevar acabo sus propósitos. La iglesia está llamada a convertirse en ese testimonio ... pero laiglesia ha fracasado. Entonces, surge el remanente como el último reducto donde eltestimonio de Dios puede ser contenido.

testimonioRodrigo Abarca B.

el

l testimonio de Dios es la expresión fiel de supersona, carácter y voluntad aquí en la tierra.Aquello con lo cual él puede identificarseperfectamente, sin posibilidad de distorsión o

deformación alguna. En el Antiguo Testamento dichotestimonio estaba asociado con tres elementos princi-pales: la tablas de la ley, el arca del pacto y el tabernácu-lo. Todos ellos, de acuerdo con la naturaleza simbólicadel antiguo pacto, eran elementos de carácter eminen-temente físico y prefiguraban las realidades espiritualesy eternas del nuevo pacto.

Los elementos del testimonioLas tablas de la ley constituían el primer elemento

de dicho testimonio. En ellas Dios escribió sus manda-mientos para Israel. Mandamientos que expresabanfielmente su naturaleza y voluntad divinas. De estemodo, si un israelita deseaba conocer a Dios, debíaacudir a las tablas de la ley para encontrar el testimoniode Dios acerca de sí mismo.

El segundo elemento era el arca del pacto. El diseñocompleto de ella fue entregado a Moisés por Dios: unacaja de madera de acacia, revestida de oro por dentro ypor fuera, cuya tapa era también una cubierta de made-ra bañada en oro, sobre la cual se encontraban dosquerubines de oro puro, que se miraban de frente ycuyas alas se tocaban en el extremo superior. Dichacubierta fue llamada el propiciatorio, sobre ella se efec-

tuaba la expiación y desde allí hablaba Dios con Moisés.Además, en el interior del arca se guardaron las tablasdel testimonio. Así, el arca fue llamada también “el arcadel testimonio”, pues sobre ella reposaba la presenciadel Dios de Israel, “que mora entre los querubines”. Portanto, Dios se identificaba a sí mismo con las tablas dela ley y con el arca del pacto que las contenía.

Finalmente, Dios mandó erigir un tabernáculo encuyo interior fue depositada el arca del testimonio.Ahora bien, cada uno de los detalles del tabernáculo,sus medidas, materiales, adornos y utensilios fue dise-ñado por Dios y revelado a Moisés en el monte Sinaí,con la solemne advertencia: “Mira que hagas todas lascosas conforme al modelo que te fue mostrado en elmonte”. Nada fue dejado a la iniciativa o improvisaciónhumanas. Y, puesto que el arca del testimonio estabaallí, fue llamado también el “tabernáculo o tienda deltestimonio”. Dios habitó en él, en medio del pueblo deIsrael. Tablas, arca y tabernáculo constituían una solaunidad que representaba el testimonio de Dios sobre latierra. Por tanto, cualquier hombre que deseaba hallar aDios, debía dirigirse hacia aquella unidad testimonial.

Ahora bien, todo lo anterior era tan sólo una figuradel misterio de Cristo y la Iglesia. Las tablas de la ley yel arca del pacto representaban a Cristo, mientras que eltabernáculo era una figura de la iglesia, el verdaderotemplo de Dios. Cristo es el verdadero testimonio deDios, pues en él Dios se ha expresado a sí mismo demanera plena, perfecta y definitiva. Quien ve a Jesu-cristo ve a Dios. Sin embargo, al igual que en el antiguopacto, Dios ha establecido que su Hijo sólo puede serhallado en el interior de su tabernáculo, que es ahora laiglesia. Pues Cristo habita en el corazón de todos loshijos de Dios. Ellos llevan el testimonio dentro de símismos (1Jn.5:10), al igual que el tabernáculo de Israelen el desierto llevaba dentro de sí el arca del pacto.

Las condiciones para el testimonioSin embargo, existe una profunda e importante

lección espiritual en la figura del arca y el tabernáculo, yla relación que existía entre ambos. En estricto rigor, el

17aguas vivas TEMA DE PORTADA

testimonio de Dios se encontraba ligado incondicional-mente al arca y a las tablas. Por ello, fueron llamadassimplemente “el testimonio”. El tabernáculo, en tanto,representaba el testimonio de Dios de una manera con-dicional y derivativa, verdad simbolizada en la persis-tente advertencia divina con respecto a la obra de suedificación: “Mira que hagas todas las cosas conformeal modelo que te fue mostrado en el monte”. En todoello había una enseñanza fundamental. Pues el taberná-culo o santuario fue destruido y recontruido a lo menoscuatro veces durante la historia de Israel. Y esto fue asídebido a que la fidelidad de Dios hacia su santuariodependía de la fidelidad del pueblo hacia Dios, su pala-bra y su pacto, simbolizados en el arca y las tablas.

De hecho, cuando Israel entró en posesión de latierra prometida, el tabernáculo fue erigido en unaciudad llamada Silo. Pero, más tarde, debido a la des-obediencia de Israel, fue abandonado por Dios: “Peroellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo, y no guar-daron sus testimonios... Lo oyó Dios y se enojó y engran manera aborreció a Israel. Dejó, por tanto, eltabernáculo de Silo, la tienda que habitó entre loshombres” (Sal.78:56-60). Silo fue puesto a un lado y elarca fue llevada a Jerusalén: “Andad ahora a mi lugaren Silo, donde hice morar mi nombre al principio, yved lo que hice por la maldad de mi pueblo Israel”(Jer.7:12). De este modo, en la historia de Israel halla-mos que la relación de Dios con el tabernáculo (queluego sería reemplazado por el templo) tuvo siempre uncarácter condicional.

Por otra parte, Dios se encontraba identificado in-condicionalmente con el arca del testimonio (que conte-nía, a su vez, las tablas), y esto se puede ver claramenteen el incidente con los filisteos, relatado en el libro deSamuel. Debido a la apostasía, los israelitas fueronderrotados y el arca del pacto tomada cautiva por losfilisteos. No obstante, aunque Dios no defendió a losisraelitas, con todo, sí prestó su defensa al arca, derri-bando al ídolo de Dagón y llenando a los filisteos detumores (1Sm.4-5). Pues él se se identificaba a sí mismocon el arca y quien tocaba su testimonio, lo tocaba a él,cualquiera que fuese el estado espiritual de la nación(vgr. el ejemplo de Uza, en 2Sm. 6:6-7). Por ello, a dife-rencia del santuario, hubo tan sólo un arca del pacto enla historia de Israel.

Encontramos aquí, como se ha dicho, una profundalección espiritual sobre la relación entre Cristo y la Igle-sia. El testimonio de Dios se encuentra eterna e incon-dicionalmente unido a su Hijo, Jesucristo, quien es laperfecta expresión de su persona, carácter, palabra yvoluntad. O, en palabras de Hebreos: “el resplandor desu gloria y la imagen misma de su sustancia”. Él es eleterno e inconmovible testimonio de Dios. La iglesia, entanto, está llamada a convertirse en el testimonio deDios sobre la tierra, pero a condición de mantenerse fielal modelo celestial, esto es, a Jesucristo.

Dios requiere un testimonio propio en la tierra paraexpresarse a sí mismo y llevar a cabo sus propósitos. Ydicho testimonio se encuentra allí donde descansa elarca de su testimonio, vale decir en su tabernáculo,templo o santuario de reunión. Y este santuario, que enel antiguo pacto era un lugar físico y material, es el úni-co lugar donde su testimonio puede ser hallado. Mas,

este no es un asunto opcional, pues Dios mismo diseñóy estableció el santuario que habría de contener su tes-timonio.

Sin embargo, los antiguos israelitas cometieron unagran equivocación al respecto. Ellos llegaron a pensarque la sola presencia física del templo era una garantíasuficiente del repaldo y la presencia de Dios en mediode ellos. Pues el templo contenía el arca del testimonio ylas tablas de la ley. Y a ellos les parecía que la relaciónentre ambos era incondicional. Pero Dios, por medio desus profetas se encargó persistentemente de advertirlesacerca de su error. Pues, si ellos no se conformaban decorazón a su pacto, el templo no les valdría de nada yDios retiraría de él su testimonio: “Así ha dicho Jehováde los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros cami-nos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar.No fiéis en palabras de mentira, diciendo: Templo deJehová, templo de Jehová es éste... Haré también aesta casa sobre la cual es invocado mi nombre y en laque vosotros confiáis... como hice a Silo” (Jer.7:3-4,14).Y así en verdad ocurrió. El rey Nabucodonosor vino yarrasó el templo por completo, pues Dios ya se habíaapartado de en medio de ellos.

A partir de ese momento, no hubo ya un lugar sobrela tierra donde Dios pudiera ser hallado ni con el cualpudiera ser identificado. El arca desapareció y la Escri-tura guarda un completo silencio acerca de su paradero,pues el testimonio de Dios había sido retirado de latierra. Mientras el templo estuviese en ruinas, el arca notenía un lugar donde reposar.

El tabernáculo, como figura de la iglesia, nos mues-tra que la condición esencial para que ella pueda ser laexpresión de Dios sobre la tierra es su fidelidad y con-formidad permanente “al modelo que ha sido mostradoen el monte”. Dios se ha propues-to revelar la plenitud de su gloriay voluntad por medio de la igle-sia, pero para ello los santos de-ben primero conformarse almodelo celestial. Y dichomodelo se encuentraprefigurado en elarca del testimonio,que nos habla de laabsolutacentralidad y su-premacía de Cris-to y sus palabrasentre los creyen-tes.

Este es, en ver-dad, el asuntoesencial para laiglesia. En ellano hay lugarpara nada queproceda de la in-ventiva, creativi-dad o habilidadmeramente hu-manas. Y tampocohay lugar para elgobierno, la di-

El tabernáculo,como figura dela iglesia, nosmuestra que lacondición esen-cial para queella pueda serla expresión deDios sobre latierra es su fi-delidad y con-formidad per-manente “almodelo que hasido mostradoen el monte”.

18 aguas vivasTEMA DE PORTADA

rección y las estrategias del hombre. No importa cuánbuenas, útiles y eficientes nos puedan parecer. La igle-sia es el lugar donde sólo la voz del Espíritu debe seroída y obedecida. Todo esto lo encontramos, una vezmás, en la figura del tabernáculo, pues se nos dice queuna vez erigido: “...Una nube cubrió el tabernáculo dereunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. Ycuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos deIsrael se movían en todas sus jornadas; pero si la nubeno se alzaba, no se movían hasta el día en que ella sealzaba. Porque la nube de Jehová estaba de día sobreel tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, avista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas”(Ex.40:34-38). Por esa razón, el apóstol Pablo nos ense-ña que la iglesia es edificada conjuntamente para mora-da de Dios en el Espíritu.

Esto explica el fracaso de la cristiandad en manifes-tar al mundo el testimonio de Dios. Pue él no se identi-fica con nada que sea menos que Cristo. Ni siquiera con“la iglesia” si ésta se aparta de su fidelidad a él. No im-porta cuánto afirmemos nuestra identidad de “iglesiade Cristo” y nos apoyemos en nuestra historia, ense-ñanza y conocimientos. Si nuestra experiencia presenteno se encuentra arraigada total y absolutamente enCristo, bajo la dirección exclusiva de su Espíritu, enton-ces nos encontramos en peligro de perder su testimonioy acabar en la ruina espiritual. Por cierto, podremosseguir adelante con nuestras formas y actividades exte-riores (tal como el tabernáculo de Silo), creyendo queaún somos parte del testimonio de Dios, pero todo re-sultará vano, estéril y vacío.

El testimonio a través de la historiaLa relación entre Cristo y la iglesia es íntima y vital.

En verdad, como realidad celestial, ella se encuentratotalmente escondida y guardada en Cristo, más allá detoda la ruina y el fracaso. Pero en cuanto a la expresióny manifestación histórica y visible del misterio de Dios,su testimonio ha estado en ruinas la mayor parte de lapresente edad. Quizá durante los primeros 150 a 200años de su historia hubo sobre la tierra iglesias queexpresaban fielmente el testimonio de Dios, pero luego,con el advenimiento de Constantino dicho testimonioquedó en ruinas debido a la mezcla de la cristiandadcon toda suerte de elementos de naturaleza puramentehumana y mundana. Desapareció la sencilla, familiar ycristocéntrica iglesia local, que tenía a Cristo por únicacabeza, para dar paso a una compleja, organizada yjerárquica iglesia mundial, controlada por una podero-sa y especializada institución clerical.

Sin embargo, las semillas de toda esa deformacióncomenzaron a sembrarse tempranamente, a fines delsiglo primero, cuando las iglesias comenzaron a alejarsede Cristo y su absoluta centralidad y preeminencia. Apartir de entonces, el testimonio de Dios fue quedandorestringido a un grupo cada vez más pequeño de hom-bres y mujeres fieles, que procuraron guardar las pala-bras de Dios y el testimonio de Jesucristo a través deuna indecible oposición, adversidad y sufrimiento, aundurante la épocas más oscuras de la historia cristiana. Ya través de ellos, y debido a su constancia y fidelidad, la

antorcha nunca se apagó del todo y sobrevivió a menu-do ignorada, despreciada y aún perseguida por el restode la cristiandad institucionalizada.

El remanente del testimonio Dios siempre se ha reservado un remanente escogi-

do por gracia, para mantener en alto su testimonio, yllevar adelante su propósito eterno sobre la tierra. Asíocurrió a lo largo de toda la historia de Israel y así haocurrido también durante la historia de la cristiandadhasta nuestros días. Dicho remanente no está en abso-luto constituido por alguna clase especial y selecta decristianos, sino simplemente por creyentes normales deacuerdo con los patrones del Nuevo Testamento, entiempos de crónica anormalidad. Ellos simplementehacen suyo el testimonio y la tarea que otros han aban-donado, y buscan vivir de acuerdo con la norma revela-da en el Nuevo Testamento para la iglesia, es decir,conforme al modelo celestial.

Pero también, para dicho remanente existen som-bríos y formidables peligros, pues la furia del príncipede este siglo hace de ellos su blanco principal(Ap.12:17). Por todas partes intentará seducirlos, ten-tarlos y oprimirlos para apartarlos de su testimonio ysincera fidelidad a Cristo. Una y otra vez serán tentadoshacia el exclusivismo, el sectarismo y el orgullo espiri-tual de sentirse superiores y distintos al resto de sushermanos. Una y otra vez intentará infundirles unasecreta autocomplacencia consigo mismos y sus logrosespirituales. Y si tiene éxito, muy pronto comenzarán adesligarse de Cristo para centrarse cada vez más en símismos, su historia, su mayor comprensión de las ver-dades espirituales, sus enseñanzas especiales y distin-tas, sus grandes líderes y sus éxitos del pasado. Enton-ces el candelero también se apagará para ellos, puesseparada de Cristo, “la iglesia” no es nada más que unainstitución humana, vacía de la vida divina. No importacuán bíblica parezca en sus enseñanzas y formas exte-riores. He aquí la lección que aprendemos mirando lahistoria del tabernáculo y el templo.

Esta ha sido en verdad la trágica historia de todosaquellos que en el pasado han sido levantados por Diospara mantener en alto la antorcha del testimonio. Y es,por tanto, el desafío en la época presente para todosaquellos que desean volver de todo corazón al testimo-nio de Dios y reedificar su iglesia “conforme al modeloque fue mostrado en el monte”. Dicho modelo es Cristo;esto es, su persona gloriosa, en toda su centralidad ysupremacía. No podemos, ni debemos, ignorar jamáseste hecho. Pues nuestra salvagurda y victoria sobreSatanás se encuentra en mantenernos unidosvitalmente a él, dependiendo de él y siendo enfrentadosuna y otra vez por el Espíritu con él, para descubrirnuestra medida de conformidad o disconformidad consu persona. Pues la iglesia no es otra cosa que él mismoexpresado corporativamente en la tierra. Todo lo quesea menos que Cristo no es parte de la iglesia que él estáedificando hasta el fin de los tiempos. Y en nuestracapacidad para comprender u olvidar este hecho decisi-vo se encuentra la medida de nuestro éxito o fracaso enmantener vivo el testimonio de Dios sobre la tierra.

***

Para el rema-nente existensombríos y for-midables peli-gros, pues lafuria del prínci-pe de este siglohace de ellos sublanco principal.Una y otra vezintentará infun-dirles una se-creta autocom-placencia consi-go mismos ysus logros espi-rituales.

19aguas vivas TEMA DE PORTADA

que bebe la

El corazón del cristiano es comparado en las Escrituras con la tierra que bebe muchasveces la lluvia. ¿Qué fruto estamos dando para Dios? Es preciso estar atentos, no seaque esta tierra produzca espinos y abrojos.

lluvia

la tierra

Gonzalo Sepúlveda H.*

* Síntesisde un mensaje oral.

Textos:Hebreos 6:7-8. Salmo 65:9-13. Mateo 13: 23.

as citas que hemos leído nos hablan de dostipos de tierra, de una que produce buenahierba o buen grano, y también de una tierraque produce espinos, abrojos o cardos. Her-

manos amados, ¿con cuál de estos dos tipos de tierra seidentificará nuestro corazón?

Sin Cristo, todos éramos una tierra estéril, éramoscomo un desierto. Pero bendito es el Señor que dijo queel desierto florecería, lo cual se cumple en nosotrosdesde el momento que en Cristo pasamos de muerte avida.

El arado de DiosEsta tierra, que en Adán fue maldecida (Génesis

3:17-18), por mucho tiempo sólo produjo espinos ycardos. Pero el Señor, en su bondad, ha ido trabajandoen ella, pasando su arado una y otra vez. Cual expertolabrador, él permitirá que su arado penetre tan profun-do como sea necesario, hasta sacar las raíces y pedrega-les que estorban el crecimiento de su buena semilla.

¿Qué es el arado? Son los tratos del Señor, nuestrosfracasos, los tragos amargos. A través de estas experien-cias el Señor ha tenido que ablandar el tipo de tierraque es nuestro corazón mediante golpes sucesivos, unotras otro. Ha pasado el arado, y cuando el arado pasa,hiere la tierra. Es doloroso, no falta la prueba en la fa-milia, en el trabajo o por medio de una enfermedad.En realidad, es la mano del Señor trabajando en sushijos, porque él quiere que seamos una buena tierra.

A Adán se le dijo: “Maldita será la tierra por tu

causa ... espinos y cardos te producirá”. Sin necesidadde sembrar, los espinos salen solos. Basta descuidar uncampo, y se llenará de zarzas y cardos. En realidad, esole pasa a nuestro corazón si no es cultivado, regado ysembrado con la buena semilla. Los cardos van a brotarsolos si nosotros descuidamos esta labranza, si no ate-soramos la bendita palabra de Cristo.

Basta con dejar de reunirse, basta con descuidar lasEscrituras, con menospreciar la comunión con los her-manos, y el mundo va a empezar a sembrar su propiamaleza. Entonces volverá la soberbia, la lascivia, lacarnalidad, los celos, las iras y las contiendas. El quesiembra para la carne, de la carne cosechará corrup-ción. Éste es el consejo de la Escritura (Gálatas 6:7-8).

¿Qué vamos a escoger nosotros? ¿Qué va a pasarcon esta tierra? ¿Qué va a pasar con esta labranza? Queel Señor siga pasando el arado, para que no crezca estamaleza. Pero, sobre todo, para que no crezcan los espi-nos. ¿Por qué los nombrará tanto la Escritura? En Gé-nesis aparecen los espinos. Y la palabra de Hebreoscapítulo 6 también dice que hay una tierra que producebuena hierba, pero hay otra que produce espinos yabrojos. ¿Qué son los espinos?

Alguien puede reclamar: “A mí nadie me visita. ¿Porqué parece que los hermanos se alejan de mí?”. ¿Noserá que han crecido espinos en tu corazón, y que no estan fácil acercarse a ti, hermano? Temo que al acercar-me a ti recibiré una palabra dura, me parece que voy arecibir una crítica tan ácida que volveré herido. Nadieabraza un espino, pues éstos rasguñan.

20 aguas vivasTEMA DE PORTADA

Cristo, la buena semillaAmados hermanos, que crezca el buen grano, que

crezca el buen trigo. Porque, ¿quién es el buen trigo? ElSeñor Jesús es el grano de trigo. (Juan 12:24). ¡Quieroencontrarme con Cristo en ti, y quiero que te encuen-tres con Cristo en mí! Ésta es la buena semilla sembra-da en nosotros ahora: ¡la vida poderosa y bendita delSeñor, que no hace daño! Si me encuentro con Cristo enti, tenemos comunión. ¡Bendito sea el nombre del Se-ñor!

Gracias a Dios que él envía su lluvia sobre nosotros.Hermano, que tu corazón no se seque. Vengamos al ríode Dios. Cuán bueno es cuando venimos delante deltrono de Dios, porque hay un río que fluye desde allí.Desde el Calvario también fluye un río, porque del cos-tado herido del Señor brotó sangre y agua. La sangre deCristo está vigente, para que ningún pecado quede ani-dado en nuestras vidas. La sangre de Cristo viene y selleva esa maleza y quedamos limpios. ¡Bendito sea elnombre del Señor!

Bendito el Espíritu del Señor, que trae la buenapalabra que nos remoja, que nos refresca una y otra vez,para recordarnos que no somos ciudadanos comunesen este mundo: ¡Somos labranza de Dios! Él está traba-jando con su arado, está desarraigando las malezas demi alma, y está plantando la buena semilla que es lavida de Cristo en nosotros.

Qué precioso es cuando empieza a brotar la buenasemilla, cuando se empieza a ver algo de la paciencia deCristo, algo de la mansedumbre de Cristo, algo de laternura, algo del carácter bendito del Señor.

Que seamos una buena tierraNosotros somos una tierra que muchas veces esta-

mos bebiendo la lluvia que cae sobre nosotros. Usted yyo podemos estar en peligro, porque somos una tierraque muchas veces bebe el agua. Recordemos que aquien más se le ha dado, más se le demandará. Enton-ces, que no se encuentre la maleza, sino que se encuen-tre en nosotros el buen fruto, el buen árbol, el buenolivo, que es Cristo para nosotros.

Estás bebiendo cada semana, muchas veces, la llu-via del Señor, ¿y qué fruto está produciendo tu tierra?Después de oír una y otra vez la bendita palabra delSeñor, ¿todavía hay celos, y envidias, todavía están losfrutos de la carne? No es justo, hermanos, nosotrossomos esa tierra que muchas veces bebe la lluvia quecae sobre nosotros. El Señor permita que se cumpla

esta palabra, que se produzca la “hierba provechosa” yrecibamos bendición de Dios.

Nosotros somos colaboradores de Dios y –al mismotiempo, como iglesia– somos labranza de Dios (1Corintios 3:6-9). El Señor quiere que haya hierba pro-vechosa, que cuando vengan las manadas de que hablaen Salmos capítulo 65:13, se encuentren con verdaderoalimento entre nosotros. Que produzcamos muchabuena hierba, para que las manadas hambrientas ven-gan y se encuentren con Cristo entre nosotros, porqueél es el verdadero alimento, él es el verdadero pan.

El Señor permita que cada uno de nosotros sea unabuena tierra. Que siga trabajando el Señor en nuestroscorazones. Gracias al Señor por cada golpe, por cadaprueba. ¡Es el arado de Dios que está entrando profun-do, quitando toda raíz de amargura, para que brote sólola buena semilla regada por el Espíritu del Señor, y másde Cristo se vaya formando en nosotros! ¡Bendito sea elnombre del Señor! Oh, amados hermanos, éste es elverdadero fruto y el verdadero alimento.“Pero la que produce espinos y abrojos es reproba-da...” Una y otra tierra están recibiendo la semilla y elriego. En una se encuentra el fruto, y en la otra se en-cuentran espinos.

Nuestro corazón es tremendamente productivo. Sino estamos sembrando para el Espíritu, estamos sem-brando para la carne; si no estamos reproduciendo elcarácter, la vida y las obras preciosas del Señor, si nosdescuidamos un poco, pronto la otra semilla comenzaráa brotar, porque el mundo cada día está arrojando sussemillas sobre nosotros.

Hermanos amados, que crezca en nosotros sola-mente la buena semilla que es Cristo, para que cuandovenga el Señor o cuando el día llegue en que nos presen-temos delante de él, no seamos avergonzados, sino quese cumpla en nosotros este salmo tan precioso: “Iráandando y llorando el que lleva la preciosa semilla,mas volverá a venir con regocijo trayendo sus gavi-llas” (Salmos 126:6).

¡Gracias, Señor! Sigue trabajando en nuestros cora-zones, queremos ser esa buena tierra, sin pedregales, niespinos que ahoguen tu palabra, Te agradecemos por-que habiendo sido nosotros un desierto, tu arado pasóprofundo, la tierra se hirió, pero cayó un día tu buenasemilla. Gracias, Padre, por habernos dado a tu Hijo,gracias porque él está siendo formado en nuestros cora-zones. Que tu palabra nos siga regando. Amén.

***

CITAS ESCOGIDAS

La manera de ver la luz divina es apagartu propia vela. (Proverbio antiguo).

Dios tiene dos tronos. Uno en lo más altode los cielos y otro en el más humilde de

los corazones. (D.L. Moody).

La verdad espiritual es sólo discernible por un corazón puro, nopor un intelecto agudo. (Oswald Chambers. Tomado dewww.ravenhill.org).

No existe orgullo tan insidioso y, sin embargo, tan poderoso

como el orgullo de la ortodoxia. (A.W. Tozer, en Manantiales de loalto).

Las aflicciones santificadas se convierten en promocionesespirituales. (Matthew Henry).

La parte de Dios no podemos hacerla nosotros; la nuestra,Dios no la hará. (En “Palabras de fe”)

El matrimonio es tener a alguien en quien acurrucarse cuandoel mundo parece volverse frío y la vida es incierta. (T.D. Jakes,en Mujer, ¡eres libre!).

Nuestro cora-zón es tremen-damente pro-ductivo. Si noestamos sem-brando para elEspíritu, esta-mos sembrandopara la carne.

21aguas vivas TEMA DE PORTADA

La mayor necesidad hoy de los cristianos y de laiglesia es recibir luz de Dios. ¿Qué requisitosdebe llenar el cristiano para ser alumbrado? To-mando como base la experiencia de Felipe conel etíope, el autor nos da las claves para recibirrevelación.

recibimos luz?¿cómo

n este incidente, sencillo pero instructivoencontramos tres partes. Tenemos al etíope,al Espíritu Santo y al instrumento humano,Felipe.

EL ETÍOPEUn buscador que se confiesa ciego

Cuando miramos a este etíope, vemos de inmediatoa un buscador ciego. Aunque religioso, aunque movién-dose en el círculo de la tradición religosa establecida,aun habiendo estado en Jerusalén, en el templo, sumismo centro, está todavía ciego. Es un buscador ciego.Esto está muy claro por las preguntas que le plentea aFelipe sobre las Escrituras. “¿Y cómo podré, si algunono me enseñare?”, “¿De quién dice el profeta esto; de símismo, o de algún otro?”. Es manifiestamente un hom-bre que está en la oscuridad, un hombre sin vista espiri-tual, los ojos de su corazón no han sido iluminados,pero lo esperanzador sobre él es que se confiesa ciego.

Un buscador humildeEra un hombre muy importante en este mundo, un

hombre de considerable responsabilidad, influencia yposición, y dada su posición hubiera podido evadir unpoco el asunto. Cuando fue desafiado acerca de lo queestaba leyendo, hubiera podido evadir lo agudo de lapregunta y hubiera podido dar alguna forma de res-puesta evasiva e intrascendente. Ya sabéis como actúala gente que no quiere ser tenida por ignorante, espe-cialmente si son personas consideradas de cierto nivel yque tienen una posición que mantener. Este hombre,con todo lo que era entre los hombres, reconocía queera ciego. Responde la pregunta sin ninguna reserva nievasiva, lo hace de manera directa, franca y honesta.“¿Qué si entiendo lo que leo?”, ¿Cómo entenderé sialguien no me enseña?”. Entonces, en su franqueza vamás allá, y pide información, explicaciones, ilumina-ción. “¿De quién habla el profeta?”.

Esto es muy sencillo, ya lo sé, pero es fundamental.Es fundamental para cualquier tipo de entendimientoespiritual. Es básico para todo conocimiento espiritual.Gobierna todo grado de progreso en las cosas espiritua-les. La humildad de este gran hombre es la clave entoda esta historia. Él no quiere dar la impresión de quesabe lo que no sabe para que el otro no piense que en-tiende lo que no entiende. Comienza en el sitio donderealmente se encuentra. Él sabía en su corazón que noentendía aquello y no quería dar otra impresión, sinoque se supiera que estaba exactamente donde estaba, yesto era lo que dio al Señor un camino completamenteabierto. ¿No podría ser precisamente esta actitud la queDios había visto desde tiempo atrás y la base de su ac-tuación? Dios sabía que tenía un hombre perfectamentehonesto y humilde en la oscuridad y buscando luz, ypodía moverse soberanamente de manera maravillosasobre considerable distancia y dando pasos trascenden-tales. Porque aquellos fueron pasos trascendentalesdados por el Señor para encontrarse con aquella vida.Fíjate en lo que tal estado de corazón hace posible porparte de Dios, hasta qué punto puede el Señor obrarcuando encuentra un corazón así. Era un ciego buscan-do luz, pero se confesaba ciego, de modo que no tardómucho en ser un buscador iluminado. El Señor no dejóen oscuridad a un hombre así; le dio la luz que buscaba.

Y ¿no podríamos decir que el Señor le dio muchomás de lo que estaba buscando? No creo que fuera aña-dir nada a la narración si dijéramos que, cuando eletíope se marchó regocijándose, sintió que había conse-guido mucho más de lo que pensaba conseguir. Siem-pre es así. Cuando el Señor hace algo, lo hace a concien-cia. Como decía Spurgeon: “¡Mi copa está rebosando, ymi plato también!” Cuando el Señor hace algo, lo hacebien. El hombre siguió su camino con su copa rebosan-do, un buscador iluminado. Había llegado a ver lo quetodos los líderes religiosos de su tiempo no estabanviendo, y eran incapaces de mostrarle.

T.Austin-Sparks

Lectura: Hechos 8:26-40

22 aguas vivasTEMA DE PORTADA

Un buscador que se tomó a Dios en serioSin embargo, la iluminación que experimentó trajo

consigo un nuevo desafío, como siempre ocurre. Cadanueva medida de luz procedente del Señor trae consigoun desafío nuevo, un desafío hacia algún acto de obe-diencia práctica. Notemos un detalle de lo más intere-sante y provechoso de toda la narración. Isaías 53 (elpasaje que estaba leyendo el etíope) trajo a Cristo a laluz, y a partir de este texto, Felipe le predicó a Jesús, yla siguiente cosa en que se nos hace pensar es: “Aquíhay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?”. Aquí hasde poner algo de relleno para entender cómo esto surgea partir de Isaías 53. Te dejo a ti con esto. No lo pongasa un lado, reflexiona sobre ello. Lo único que voy a decires que la revelación que experimentó ese hombre, lailuminación de sus ojos, trajo consigo un desafío a laobediencia, y este buscador iluminado no fue “rebelde ala visión celestial”, sino que fue rápido en aceptar eldesafío, rápido en correr por el camino de sus manda-mientos, obediente sin titubeos a la luz que había reci-bido. En cuanto a lo que ocurrió aquí concretamente,todo es muy simple, sin embargo, esto es la esencia delas cosas. Vemos a un hombre pasar de las tinieblas a laluz; vemos a un hombre que anda a tientas transforma-do en alguien con un claro entendimiento; un hombrefrustrado de corazón transformado en uno que sigue sucamino regocijándose. Las dos cosas de él que hacenesto posible son: una absoluta humildad, en cuanto queno le preocupa en absoluto que se vea su ignorancia yno finge saber más de lo que sabe, y su rápida obedien-cia cuando recibe la luz. Acerca de este hombre hemosde decir: “Aquí tenemos un corazón honesto”. Y así escomo trata Dios con la gente honesta: reciben luz ygozo.

Antes de terminar con lo que respecta al etíope,digamos con claridad que es un hombre que va en serio.Me gusta este hombre en su consecuente diligenciaentre saber y hacer. Está en la buena dirección. El efec-to debilitante del clima etíope no le robó su energíaespiritual. Se levantó por encima de todo esto, se tomóa Dios en serio. En él no encontramos ninguna compo-nenda, ninguna excusa, ni nada parecido. Simplementeestaba decidido a saber lo que podía saberse y a hacer loque pudiera hacerse al ser iluminado.

Al hombre que está resuelto a reconocer y actuar deeste modo, Dios se mostrará de la misma forma. Dios escon nosotros lo que nosotros somos con él; Dios no va aser deudor de ningún hombre. Si tú y yo tomamos aDios realmente en serio y nos movemos decididamentehacia todo lo que Dios tiene para nosotros, hacia todo loque él quiere que poseamos y que conozcamos. Si segui-mos adelante sin darnos aires, sino manteniéndonos enel nivel de lo que genuinamente somos, en toda humil-dad, y estamos decididos a hacer por su gracia todocuanto el Señor nos muestre, sin vacilaciones, vamos aexperimentar que a largo plazo Dios no va a ser deudornuestro, sino que nos va a honrar hasta lo sumo. Alrelato de este episodio se le ha dado un registro inmor-tal. Aparece entre los hechos del Espíritu Santo, y cuan-do te planteas la pregunta: “¿Por qué se incluye a estehombre en el registro sagrado y su historia se pasa deedad en edad para que dure tanto como el tiempo?”. Larespuesta es sencillamente lo que ya hemos dicho: por-

que era un hombre que tomaba en serio a Dios, estabaabierto al Señor, era honesto de corazón, humilde deespíritu y obediente a la luz que tenía.

EL ESPÍRITU SANTOEl terreno que requiere

La segunda parte implicada en el relato es el Espíri-tu Santo, y tan sólo es necesario hacer un breve comen-tario. En realidad Él es, por supuesto, la primera parteen todo el asunto, pero lo menciono aquí en segundolugar porque es de más ayuda examinar el incidente eneste orden. El Espíritu Santo tomaba nota de este hom-bre, y siempre toma nota de hombres así. Hay un senti-do en el que un etíope ha de preceder al Espíritu Santo.¿Entiendes lo que quiero decir con esto? Antes de que elEspíritu Santo pueda hacer su obra, ha de tener algosobre lo cual obrar que cumpla sus requisitos, y el Espí-ritu era conocedor de este hombre, de su búsqueda y desu corazón y el Espíritu Santo siempre toma nota deestas personas y sabe dónde están localizadas.

¿Cómos se le obstaculiza?Tras una pregunta como ésta hay una gran historia.

Si simplemente supiéramos la respuesta, muchos denuestros problemas se resolverían. Tenemos la granpregunta siempre confrontándonos: ¿Por qué algunossaltan a la luz y siguen adelante en ella, y otros en cam-bio siempre se quedan atrás y nunca parecen ver nadamás? ¿Es que hay una selectividad de parte de Dios,una especia de elegidos dentro de los elegidos? ¿Es queDios tiene favoritos? Creo que no. Creo que una granparte de la respuestas yace aquí, a saber: Dios ha detratar con lo que encuentra en las personas, ya seanpersonas que vayan an serio o no, sea que Él encuentreun camino sin obstáculos o no, sea que el terreno estéocupado por algún obstáculo o que aún no lo esté. Yo nocreo que nadie deje de obtener toda la luz que Diosquiere que tengamos si de verdad va en serio con Dios.El Espíritu Santo nos conoce. Él mira directamente a laprofundidad de nuestro corazón y sabe si vamos enserio o no. Él ve claramente lo que es un obstáculo yhasta dónde puede llegar. El Señor no va a forzar anadie. Si estamos centrados en nosotros mismos, ocu-pados con nosotros mismos, dando vueltas alrededor denuestros intereses, entonces el Espíritu Santo no tieneninguna opción. Hemos de llegar al fin de nosotrosmismos. Este es el problema con muchos. Tienen unaobsesión consigo mismos, y siempre están dando vuel-tas en círculos, llegando cada vez de nuevo al mismopunto en que empezaron, siempre alrededor de sí mis-mos, agotándose a sí mismos. No falta mucho para quetengan un tremendo encontronazo en que colisionarátodo aquello que se supone son sus valores y que estánrepresentando para el Señor, y todo caerá junto conellos. El Espíritu Santo no tiene un camino libre. Siqueremos movernos en el camino recto e ir hacia delan-te, hemos de quitarnos de en medio en lo que se refierea esta ocupación con nosotros mismos. Él sabe exacta-mente dónde estamos, ya sea que estemos atados concosas, cosas religiosas, tradiciones, etc. Podemos estartan atados a ellas como para ni siquiera plantearnos laposibilidad de recibir más luz de parte del Señor. Ya lotenemos todo, nuestro círculo en que nos movemos lo

Cada nuevamedida de luzprocedente delSeñor trae con-sigo un desafíonuevo, un desa-fío hacia algúnacto de obe-diencia práctica.

23aguas vivas TEMA DE PORTADA

tiene todo ¡y yo soy parte de ello! Ya sabes lo que quierodecir. El Espíritu Santo no puede hacer gran cosa conpersonas así y lo sabe. Su actitud es: “No sirve de nada,no puedo hacer gran cosa allí, están demasiado atados.”Sin embargo, si estamos dispuestos a todo, entonces elSeñor puede seguir adelante y aclarar el camino.

El Espíritu Santo te conoce a ti y a mí. Nos conocemucho mejor que nosotros mismos. Quizás pensába-mos que íbamos en serio y hayamos estado orandodurante largo tiempo, clamando a Dios para que hicieraalgo mientras el Espíritu Santo sabe muy bien que aúnno hemos llegado al final de nosotros mismos y denuestros propios intereses. Antes de que pueda hacer loque quiere con nosotros habrá de seguir obrando parallevarnos a desesperar de nosotros mismos. Pero Élsabe dónde está el punto; sabía que con este hombre nonecesitaba hacer mucho para poder empezar con él, conclaras perspectivas de un camino libre para poderobrar. Aprovechó la oportunidad presentada y pudoactuar soberanamente y lo hizo para satisfacer su nece-sidad.

EL INSTRUMENTO HUMANOLa tercera de las partes es el instrumento humano,

Felipe, el medio por el cual, por un lado, se abren losojos del buscador ciego, y por el otro, el Espíritu Santopuede llevar a cabo su trabajo. Todos queremos estar enla posición en la que a través nuestro, si Dios así loquiere, hombres y mujeres verdaderamente honestospuedan encontrar lo que están buscando, y por otraparte, en la que el Espíritu Santo pueda encontrar ennosotros un vaso para usar donde Él vea tal necesidad.Seguramente no hay nada que desearíamos más quesimplemente ser como Felipe.

Sin embargo, incluso en el caso de Felipe, éste noera parte de un mecanismo automático, algo que fun-cionara lo quisiera él o no. Había cosas en Felipe queofrecían al Señor terreno para hacer su obra. Eran cosasmuy, muy sencillas, pero que sin embargo, no son tanfáciles de encontrar en la vida práctica.

Felipe estaba a disposición del Espíritu Santo sinninguna duda. Cuando lo miras de cerca te das cuentade que esto era especialmente significativo en su caso.Felipe se encontraba en Samaria. Muchos se estabanconvirtiendo, se estaba llevando a cabo una gran obrade gracia, tan grande que hubieron de enviarse apósto-les desde Jerusalén para que condujeran la situación, yFelipe era el instrumento principal en tal obra. Cuandoestás por completo involucrado en algo así, y de repenteel Señor dice: “Felipe, quiero que dejes todo esto, y quetomes el camino al desierto. No te diré por qué, ni loque voy a hacer; simplemente te digo ‘ve al desierto”,ante tales demandas podrían surgir grandes preguntas.Felipe hubiera podido decir: “Pero, Señor, ¿qué va apasar con esto? Mira esta gran puerta abierta, esta granoportunidad. ¡Mira lo que estoy haciendo, mira en quéestoy involucrado! ¿Qué va a pasar aquí si yo me voy?”.Pudieran haberse suscitado muchas preguntas de estetipo. Felipe hubiera podido tener serias reservas y po-nerlas como obstáculos en el camino del Señor, pero noleemos que ocurriera así. El Señor simplemente lo dijoy Felipe estaba de tal manera a su disposición que semovió, en obediencia, sin objeciones. Qué tremendo es

estar libre para el Señor, estar de tal modo a su disposi-ción que no sea difícil en absoluto dejar cualquier cosa,ajustarnos a una situación completamente distinta si elSeñor así lo indica. Es algo de gran importancia. Demodo que Felipe estaba a disposición del Señor, y estees un factor determinante en una obra como ésta deimpartir luz a buscadores ciegos. Felipe era no tan sólola respuesta a la necesidad del hombre, sino también larespuesta a la necesidad del Espíritu Santo. Estaba adisposición del Señor y respondió sin dudar a su suge-rencia. No se retrasó, sino dijo con prontitud: “El Señorlo ha dicho, pongamos manos a la obra y dejémosle a Élla responsabilidad.”

El resultado fue satisfactorio, en realidad estabacompletamente asegurado. El Señor nunca da explica-ciones por adelantado. Nunca nos dice de antemanocómo va a obrar o qué va a hacer. Siempre nos planteaun desafío de fe en él. Todo lo que requiere de nosotrosofrece abundante oportunidad para discutir con Él siésta es nuestra disposición; humanamente hablandotendremos abundantes ocasiones para cuestionar. Elque conoce al Espíritu sabe que la vindicación vendrápor el camino de nuestra rápida obediencia.

Este es el relato: sencillo, hermoso, lleno de princi-pios vitales para la iluminación. Si quieres ver personasque siguen adelante, éstas son las cosas que requiere elSeñor. Si quieres seguir adelante, estas son las cosasque yacen tras todo verdadero avance espiritual, todoverdadero salto hacia la luz, hacia el conocimiento,hacia una mayor plenitud del Señor.

Observa de nuevo a este hombre. Es un gran relato.Como sabes, la Biblia presenta a Etiopía como un tiporepresentativo de las tinieblas; pero aquí encontramoslas tinieblas cambiadas en luz, en el completo resplan-dor del mediodía. Cristo es esta luz, y la base sobre laque se produce esta transformación es un corazón fran-co, humilde, resuelto y honesto en su búsqueda.

No sé lo que el Señor pueda estar diciéndote, pero elpunto central de todo este asunto para nosotros es:“Aquí hay agua”. No estoy diciendo que el punto centralsea el bautismo, pero sí que está representado por elbautismo. ¿Estamos dispuestos a ir con todo al sepul-cro? ¿Hay algo a lo que estamos aferrándonos, nuestraposición, reputación, status y todo esto, o está todosiendo llevado al sepulcro? El Señor no tiene enfrente aun hombre que pregunta: “¿Es necesario que sea bauti-zado, debo hacerlo? Por supuesto, si Dios lo quiere,buscaré su gracia”. Sino a alguien que dice: “Aquí hayagua, ¿qué impide?” Esto es completamente otro enfo-que. ¡Dime cualquier cosa que impida y trataré con ella!Hazte con un espíritu así. “Si puedes mostrarme cual-quier cosa que impida mi avanzar en el camino queindica el Señor lo quitaré de en medio. ¿Qué quiere elSeñor, Felipe? ¿Ves algún impedimento?”. Felipe noencontró nada en contra, sino todo a favor. Ambosdescendieron juntos, y Felipe le bautizó. ¡Que el Señorponga en nuestro corazón el significado de esto y nosconceda que seamos buenos etíopes en este sentidoespiritual!

***

Tomado de «El llamamiento celestial», de T. Austin-Sparks.Fundación «El Campo de Dios», Países Bajos.

Felipe era notan sólo la res-puesta a la ne-cesidad delhombre, sinotambién la res-puesta a la ne-cesidad del Es-píritu Santo. Es-taba a disposi-ción del Señor yrespondió sindudar a su su-gerencia.

24 aguas vivasTEMA DE PORTADA

Para Israel, el lugar escogido por Dios para encontrarse con su pueblo era el templo deJerusalén, pero para los cristianos no es un lugar sino una Persona: Jesucristo.

“...Sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre parasu habitación, ése buscaréis y allá iréis” (Dt. 12:5). “ Tú oirás desde los cielos...” (2Cro.6:23,25,27,30,33,35,39).

“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,les será hecho por mi Padre que está en los cielos, porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yoen medio de ellos” (Mt.18:19-20)

eniendo presente que los amados de Dios, entodas las edades, han estado expuestos acaer en la vanidad espiritual, precisan recor-dar cuál es el punto de encuentro entre ellos

y Dios. Es sólo en Cristo que el alma halla descanso,renovación y luz. Es sólo en Él que el corazón encuentrael frescor de la vida de Dios para el caminar diario. Es loque en su ceguera no vio Laodicea, por lo que cayó en elorgullo espiritual.

Un lugar de reunión y oraciónEn el momento de entrar a la tierra prometida Dios

le da instrucciones al pueblo de Israel en relación allugar de reunión. Sería un santuario único en todo elterritorio, un lugar escogido por Dios. Sería un lugar dereunión, donde estaría el nombre de Dios para invocar-lo, para hacer oraciones y gozar de su presencia.

Canaán estaba lleno de santuarios erigidos a unadiversidad de ídolos; había pluralismo religioso, tole-rancia amplia, respeto a toda forma de culto. Loscananeos, al conocer la orden de Dios a Israel, respectode un solo santuario nacional, seguramente pensaronque se trataba de una estrechez de mente o de un fana-tismo intolerante. La situación de hoy no es diferente.Vivimos en un tiempo de apertura a todas las formas deculto inventadas por el hombre; hay libertad para todotipo de expresiones religiosas. Sin embargo, el rema-nente de Dios se aparta de la tolerancia que da lugar allibertinaje y se restringe al modelo de Dios, aunquepara ello tenga que pagar un alto precio.

Tanto Israel como la Iglesia no tienen derecho alevantar altares o lugares de reunión por su propiacuenta; esto es un derecho exclusivo de Dios. Dios esco-gió a Silo como punto de reunión para Israel y a Silohcomo punto de reunión para la Iglesia: “No será quita-do el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies,hasta que venga Siloh; y a él se congregarán los pue-

blos” (Gn.49:10). En el caso de Israel, era un lugar geo-gráfico, en el caso de la Iglesia es una persona: Cristo elSeñor. Silo estuvo en pie como lugar escogido por Dioshasta el tiempo cuando los filisteos robaron el Arca delPacto a raíz de los pecados de Israel. Ese día, la nuerade Elí dio el grito de espanto: “¡Icabod!” –la gloria deIsrael ha sido traspasada–. En ese momento nació suhijo abruptamente y el profeta Elí cayó de espaldas ymurió.

Este incidente marcó un giro en la historia de Israel,el Arca del Testimonio se trasladó de un lugar a otro,hasta que Dios escogió un lugar fijo nuevamente –Jerusalén- . ¡Cuántas cosas pueden suceder cuando nosapartamos del centro de reunión establecido por Dios!

Hoy nos encontramos en el mismo peligro de losdías de Elí: cultos extravagantes exacerbados por rit-mos que incitan las emociones, instrumentalización convolúmenes que sobrepasan la voz de la iglesia, la moralrelajada, milagros publicitados, experienciasextrasensoriales, énfasis en el acopio de dinero paracomprar una radio o un canal de T.V. Todo esto ¿noserá un fuego extraño? El remanente de Dios ha deapartarse para morar en el centro de la voluntad deDios, el cual es Siloh, “el Enviado”. Cuando él viniera,la tribu de Judá no se jactaría más de un rey indepen-diente ni de un juez propio. Jesús el Cristo fue juzgadopor la ley romana bajo el poder de Poncio Pilato: de estemodo se cumplió la profecía. El Enviado llegó y gentesde todos los pueblos acuden a él para congregarse entorno a su nombre.

El templo como símil de Cristo“Mas a Jerusalén he elegido para que en ella esté

mi nombre...” (2Cro.6:6) Dios declara nuevamente aIsrael el derecho que Él tiene de escoger el lugar de sumorada. Éste habrá de ser un lugar de culto, de reuniónpara encontrarse con la presencia de Dios, de oración,

Roberto Sáez F.

con

el punto

Diosde encuentro

25aguas vivas TEMA DE PORTADA

para invocar allí su nombre acerca de cualquier cosa,sea pequeña o grande, personal o de interés nacional,en toda circunstancia: sea de guerra, sequía, hambre,enfermedad, pestilencias; si se arrepintieren de susmalos caminos y orasen y buscaren el rostro de Diosextendiendo sus manos hacia la casa de Dios desdecualquier punto de la tierra “Tú oirás desde los cielos”(6:30). Las posibilidades de la oración eran ilimitadasen su alcance e incluían a todo el pueblo, a todo hombrey aún al extranjero. Estas mismas posibilidades se en-cuentran disponibles hoy para los que se reúnen a Cris-to (Mt.18:19-20).

Si comparamos el texto de Deuteronomio 12:5 y 2Cro.6:6 con el de Mateo 18 :19-20, hallamos una perfec-ta correlación en lo que se dice del lugar escogido porDios en el Antiguo Testamento y la persona de nuestroSeñor Jesucristo en el Nuevo Testamento. Lo que impli-ca claramente que tanto Silo como el templo en Jerusa-lén son una figura de Cristo. Jesús es el escogido deDios, es Dios con nosotros. Dios puso en él su nombre ya todos nos atrae hacia su persona para que a través deél nos encontremos con Dios. Él promete que si pedi-mos algo en su nombre, el Padre oirá desde los cielos.

Si los hebreo-judíos fueron oídos sobre la base desímbolos externos, ¿cuánto más los que sobre la base dela obra y la persona de Cristo nos dirigimos al Dios vivoy verdadero? ¿Cuánto más eficaz es la oración de laiglesia que la de los judíos en tiempos de la ley? Lasrespuestas de Dios a nuestras oraciones han sido ilimi-tadas. Se cuenta que Jorge Miller anotaba las oracionesy llegó a contar 1.500.000 oraciones respondidas a lolargo de su servicio al Señor.

El culto de los hebreo-judíos era externo; el de loscristianos es interno. La exclusividad de un solo lugarcomo centro de adoración nacional y mundial para loscreyentes del Antiguo Testamento tenía como propósitomantener la unidad de la fe de todos los hijos de Dios;para los creyentes del Nuevo Testamento, la exclusivi-dad de una sola persona como punto de encuentro en-tre Dios y los hombres es el Señor Jesucristo, sin lugar aninguna discusión. Y tiene el mismo propósito, es decir,la unidad de la fe de todos los hijos de Dios en torno asu persona.

La idea de levantar templos y catedrales como pun-to de reunión entre Dios y los hombres es una idea delAntiguo Testamento que el Señor mismo abolió cuandodeclaró a la mujer samaritana que de ahí en adelantelos que adoran a Dios deberán hacerlo en espíritu y enverdad. (Juan 4:24). Esto queda absolutamente corro-borado por el Espíritu Santo cuando Pablo declara ta-jantemente: “Dios ... no habita en templos hechos pormanos humanas.” (Hech.17:24). La idea de reunir a loshijos de Dios en cualquier otro nombre que no sea Jesu-cristo es, sin lugar a dudas, un camino extraviado. ElSeñor Jesús dijo: “Y yo, si fuere levantado de la tierra,a todos atraeré a mí mismo” (Jn.12:32). La profecía deGénesis dice “... a él se congregarán los pueblos”. Eneste punto la distorsión ha ido muy lejos, pero, como entodas las épocas, Dios siempre se reserva un remanenteque se vuelve a él para hacer su voluntad.

Nos encontramos con Dios en CristoEl texto de Hebreos 10:19-22 es la enseñanza más

clara y categórica en toda la Escritura respecto de laforma establecida por Dios para encontrarnos con él através de la persona y obra de nuestro Señor Jesucristo.En nuestra comunión con Dios, tenemos que seguirfielmente los pasos que se describen en este pasaje. Allíse nos dice que tenemos acceso al Lugar Santísimo, porla sangre de Cristo, por el camino nuevo y vivo que élnos abrió través del velo, esto es, de su carne, y quetenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios. Todoesto es una realidad espiritual que tiene su cumplimien-to en Cristo. Y luego, se nos dice cómo tenemos queacercarnos: con corazón sincero, con fe, purificados loscorazones de mala conciencia y lavados los cuerpos conagua pura.

En este pasaje, como en todo el libro a los Hebreos,encontramos una armonía entre el Antiguo y NuevoTestamento; una aplicación del símbolo a la realidaddel símbolo. Aquí se nos despejan las sombras del cultohebreo y arribamos al culto cristiano. Mientras los par-ticipantes del culto hebreo extendían sus manos con fehacia la casa de Dios en un lugar de la tierra para invo-car el nombre de Dios y hacer sus peticiones, los partici-pantes de la fe del Hijo de Dios invocamos su nombre,el nombre que Dios reveló por disposición de un ángel aJosé: “Y llamarás su nombre Jesús” (Mateo 1:21). Estees el nombre sobre todo nombre, que ha de ser invoca-do para ser oído por Dios: Jesús, que en el idioma he-breo es Jeshúa.

Este nombre tiene las mismas consonantes de aquelnombre impronunciable que fue revelado a Moisés: YoSoy - YHWH. Jesús dice al Padre en oración: “He ma-nifestado tu nombre a los hombres que del mundo mediste” (Jn.17:6). Él nos enseñó que en su nombre hicié-ramos todas las cosas. El nombre de Jesús es salvación.En la Biblia el nombre de Jesús aparece en 252 formasdiferentes y todas dicen relación con salvación; porquenuestro Dios se complace en salvar. Usted lo puedeinvocar como el Pan de vida y será salvo del hambre; lopuede invocar como la Luz del mundo, y será salvo delas tinieblas; puede invocarlo como la Vida y será salvode la muerte. Una de las más grandes necesidades delos amados de Dios en los días actuales es de velar através de la oración, para no caer en la desgracia deLaodicea.

Después de saber esto, es de esperar que nuestraconfianza al orar se vea más asegurada por el incon-mensurable poder del nombre de Jesús. ¡Llámelo, invó-quelo!, y verá que al instante estará en la presencia deDios siendo oído por el Padre.

Allí, en la presencia de Dios, usted junto a sus her-manos en Cristo, podrá orar sabiendo que las posibili-dades de la comunión y de la oración son ilimitadas yque su alcance abarca desde las cosas más pequeñas alas más grandes; desde las cosas efímeras del afán decada día, hasta los grandes intereses espirituales delreino de Dios. Atrévase a orar y verá cómo caerán losmontes y se disiparán los obstáculos que el enemigopone a la marcha de la iglesia.

Recuerde que nuestro Señor Jesucristo es el pun-to de reunión, en él está el nombre de Dios, a travésde él somos recibidos y gozamos de la presencia deDios.

***

Si los hebreo-judíos fueronoídos sobre labase de símbo-los externos,¿cuánto más losque sobre labase de la obray la persona deCristo nos diri-gimos al Diosvivo y verdade-ro?

26 aguas vivasMISCELÁNEA

¡Qué letra!El conocido escritor A.J. Gordon solía recibir

mucha correspondencia. Muchas de las cartas plan-teaban difíciles cuestiones de escatología, que élrespondía de la mejor manera con su letra pequeñay extraña. A veces, por supuesto, las respuestaseran necesariamente breves. En una ocasión escri-bió un mero bosquejo de su posición frente a loconsultado, agregando que sentía no tener tiempopara desarrollarlo. Recibió una contestación unosmeses después en que el suscrito decía: “Es por

cierto una fortuna para mí, que su tiempo fuera limitado. ¡Ya he gasta-do nueve semanas procurando descifrar la letra de su carta, y me faltamucho todavía!”

Ernesto B. Gordon, en A.J. Gordon, su vida y su obra

Providencia con humorLoren Cunningham, fundador de Juventud Con Una Misión

(JUCUM), cuenta que en el comienzo de su ministerio, Dios proveyóde manera providencial su necesidad de ropa, y lo hizo de una maneramuy peculiar. Cierta vez, después de dar un mensaje en una congre-gación, se acercó a él una mujer, quien ofreció comprarle un terno. Élse imaginó que ella emitiría un cheque, o que se encontraría con él ycon su esposa Darlene en algún centro comercial en donde él pudieseescoger un traje. Pero no fue así. Ella era costurera en la sección hom-bres de una multitienda de Sears. Después de tomar sus medidas, ellabuscó un buen modelo, compró con su descuento, le hizo los arreglospara que le quedara bien, y se lo envió por correo.

Para él fue una provisión maravillosa porque, como predicador,necesitaba siempre un buen traje. Durante los siguientes tres años,ella le envió cuatro buenos trajes. Pero, aunque la provisión cubrió unanecesidad precisa, y los trajes fueron siempre buenos, eran tambiénuna prueba “hecha a medida” por Dios para su orgullo, ¡porque él nun-ca pudo escogerlos!

Loren Cunningham, en Viviendo al borde

Unidos en la feEn una ocasión Charles Simeon, calvinista, y

Juan Wesley, arminiano, se acercaron a un grupode seguidores. Simeon dijo:

—Señor Wesley, creo que se supone que debe-mos esgrimir nuestras espadas y batirnos porque aveces me llamo calvinista y usted a veces ha sidollamado arminiano. Pero antes de sacar mi espada,déjeme hacerle una pregunta. En lo que a usted serefiere, ¿es su salvación algo que se debe entera-mente a Jesucristo?

—Mi salvación la debo completamente a Jesucristo – respondióWesley.

—¿Conserva usted su salvación por sus propios esfuerzos?—preguntó Simeon.

—No; Jesucristo es quien me guarda en la salvación—respondióWesley.

—En lo que a usted respecta, ¿es Jesucristo el único camino desalvación?

—Es el único camino.—Bueno—dijo Simeon—, no desenvainaré mi espada. Esas son

las mismas cosas que yo sostengo.Citado por Frank Barker, en Filipenses

perfilesLlevando un registro

Margaret Koster era una mujer de oración. De joven solía orartodos los días por misioneros de los que oía hablar. Además, llevabaun diario de sus oraciones con sus respuestas.

Una vez, cuando uno de “sus” misioneros se encontraba en casadescansando, Margaret se acercó a él, le enseñó el diario y dijo:

—He registrado todas las peticiones de oración que ha hechocomo misionero. Y he escrito todas las respuestas de las que tengoconocimiento. Pero hay algunas oraciones para las cuales no tengorespuesta. Tiene que sentarse conmigo para que me diga cómo con-testó Dios esas oraciones de manera que yo las pueda anotar.”

JDB, en Nuestro Pan Diario.

Un informe lapidario“Puedo decir que, en verdad, he visto pocas

personas cuya mente fuera más oscurecida paralas cosas espirituales cuando vino a mi sección enla Escuela Dominical. No he visto persona quepareciera menos capaz para llegar a ser cristianoconvencido de las verdades evangélicas, claras ydecididas, y aun menos capaz para ocupar ningúnpuesto de utilidad pública.” (Informe de E. Kimball,su maestro de Escuela Dominical, respecto deljoven Dwight L. Moody).

Citado en Dwight L. Moody, Arboleda,de E.Lund.

Una lección inolvidableHenry Moorhouse, un noble evangelista, pasaba cierta vez por

circunstancias difíciles. Él estaba procurando obtener del Señor pala-bras de ánimo. Cierto día al llegar a su casa, su hijita que era paralíticaestaba sentada en su silla. Henry traía en sus manos un paquete parasu esposa. Él besó a su hija y le preguntó: “¿Dónde está mamá?”.“Mamá está arriba”, respondió ella. “Bien, tengo aquí un paquete paraella”. “Déjame llevárselo”, rogó la pequeña. “Pero, Minnie, querida,¿cómo podrías llevar tú el paquete? Tú no puedes ni siquiera llevarte ati misma.” Con una sonrisa en sus labios, Minnie le dijo: “Oh, no papá;tú me das el paquete, yo lo llevo y tú me llevas.”

Llevar nuestra cruz no sería difícil si supiéramos cómo hacer esodiariamente.

“À Maturidade”, Nº 7, 1979.

DisciplinadoLos padres de Martín Lutero eran personas muy

piadosas, pero también extremadamente severas.Él mismo dice: “Mi padre me castigó un día de unmodo tan violento, que huí de él, y no quise volverhasta que me trató con más benignidad. Y mi madreme pegó una vez por causa tan leve como unanuez, hasta hacer correr la sangre,”

A pesar de esta severidad de sus padres, Luterolos tuvo siempre en la mayor estima. En la escuelatampoco halló una disciplina suave ni atractiva. En

más de una ocasión su maestro le castigó varias veces en un día.Cuando Lutero lo refiere, añade: “Bueno es castigar a los niños, perolo principal es amarlos.”

En Martín Lutero, emancipador de la conciencia,por Federico Fliedner.

27aguas vivas FAMILIA

La crianza de los hijos es más que una tarea social o educativa;es, sobre todo, una tarea espiritual que debe apuntar a que loshijos coman del Árbol de la Vida.

Hijo:echa mano dela vida eterna

Marcelo Díaz P.

er padres es una tarea que requiere dedica-ción. Pero ser padres cristianos es una tareaque requiere mucha dedicación, puesto queincluye la transmisión de la fe. En general,

son muchos los cristianos que intentan sinceramentetraspasar a sus hijos la fe. Pero muchos equivocan elcamino transmitiendo sólo conocimiento.

Transmitir la fe en Jesucristo, es mucho más que untraspaso de valores. Para muchos es una tarea de la cualpoco se sabe. Por esta causa, en esta ocasión extraere-mos de la carta a Timoteo un principio fundamentalpara ir en ayuda de los padres cristianos.

La súplica de un padreTimoteo, “echa mano de la vida eterna”, exhorta el

apóstol al joven discípulo. (1 Tim.6:12). Este consejo,que parece casi inadvertido en la primera carta aTimoteo, es un principio de vida para la crianza de loshijos.

Pablo adoptó con Timoteo un vínculo de paternidadespiritual. El apóstol amaba intensamente a Timoteo;en sus cartas le llama ‘hijo’ y su insistencia por verle erapara Pablo una necesidad afectiva y espiritual. La rela-ción se estrechó en el servicio de la obra. Pablo se ro-deaba de muchos colaboradores con quienes servía,pero Timoteo parece haber sido uno de los más cerca-nos al corazón del anciano apóstol. Por eso, Pablo, contoda súplica y fervor, apela a la conciencia del discípulo,como el padre que intenta traspasar a su hijo la esenciade la vida, diciendo “echa mano de la vida eterna...”

¿Qué querría enseñar el apóstol con esta figura?

Dos árboles en el huertoNecesariamente nos remonta al comienzo, allí al

principio, en el cual Dios hizo los cielos y la tierra. LasEscrituras nos señalan que Dios formó al hombre delpolvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida, yfue el hombre un ser viviente. ( 1Cor. 15:45, “alma vi-viente”). Luego, Dios plantó un huerto donde hizo nacertodo árbol delicioso a la vista y bueno para comer. Elárbol de la vida, que estaba en medio del huerto y tam-bién el árbol de la ciencia del bien y del mal. Más tarde,

Dios introduce a la primera pareja en el huerto paraque lo labraran y lo cuidaran (Gn.2:15). Así, de estetrabajo, Adán y Eva recibirían su sustento alimenticiopara ellos y los suyos (Gn. 1:29). Pero Dios pone unarestricción en la comida. Adán y Eva podían comer detodo árbol del huerto, pero del árbol del conocimientodel bien y del mal no debían comer, pues la sentenciadice: “El día que de él coman, ciertamente morirán”(Gn. 2: 16-17)

¿Para qué Dios puso un árbol del cual no se podíacomer? Noten que este árbol también estaba en mediodel huerto (Gn.3:3). A simple vista, parece que Diosocultaba algo que le estaba velado al hombre. ¿Para quéun árbol de la vida, si Adán ya tenía vida (el soplo deDios)?

La respuesta es que Dios tenía reservado en mediodel huerto otro Árbol que contenía una clase de vidainmensamente superior a la que Adán ya poseía. Eraotra vida, otra calidad de vida. Otra clase de vida a lacual el hombre podía (debía) acceder: El Árbol de laVida, que representa a Cristo. Y lo que Adán debía ha-cer era comer de este árbol, pues el hombre fue creadopara heredar la vida eterna. Dios tenía determinadopara el hombre que echara mano a la vida eterna. Poreso Pablo apela a su ‘hijo’ Timoteo, a extender su manoy comer de la Vida Eterna. Timoteo, que sabía bien lasEscrituras desde pequeño (2Tim.3:15) sabía muy bienlo que Pablo le estaba hablando. Frente a sí se le pre-sentaban dos árboles: uno traería vida; el otro, conoci-miento y muerte.

¿Por qué el hombre comenzó a morir cuando comiódel árbol del conocimiento del bien y del mal?(Gn.3:22,2:15). Porque recibir conocimiento de lo bue-no y de lo malo sin la vida de Dios, sin haber comido delárbol de la vida, es una tragedia. Ya que no se puedehacer el bien sin tener la capacidad de hacerlo y no sepuede evitar hacer el mal que no se quiere. (Rom.7). Lavida humana no puede contener el conocimiento delbien y del mal. La vida humana no es apta para cumplircon lo bueno y lo malo, entonces por eso muere. Elárbol de la ciencia del bien y del mal reveló lo que esbueno y malo según Dios, entonces desde ahí los esfuer-

28 aguas vivasFAMILIA

zos del hombre intentan acomodar lo que es bueno ymalo a su manera, para cumplirlo.

Es tan fuerte esto que ni el mismo Jesús habríapodido vivir la vida “cristiana” si no es a través de lavida que le daba el Padre. Jesús, verdadero hombre,vivió por la vida divina.

Definitivamente, la vida cristiana no es cuestión deempeño, la vida humana no puede cumplir con las ex-pectativas divinas. Es sólo a través de la vida divina, lavida eterna.

Llevar los hijos a CristoAhora, ¿qué tiene que ver esto con los hijos y la

función paterna (materna)? Mucho, pues nuestra mi-sión es llevar los hijos a Cristo, darles a comer el árbolde la vida, la vida eterna, de modo tal que la experienciade los hijos sea una vivencia real con la vida, con lapersona de Cristo. Como está escrito: “El que come micarne y bebe mi sangre tiene vida eterna” (Jn.6:54).

No debemos escatimar esfuerzo alguno hasta vercumplido el deseo del Padre tocante a nuestros hijos.Cristo no es una doctrina, no es un forma de culto, no esbuenos principios y valores, no es una religión. Cristo esuna persona real y palpable a quien se puede ver con losojos de la fe, y nuestros hijos deben experimentar lavida que nosotros hemos visto, oído y palpado.

Actualmente, lo que los padres acostumbran hacercon los hijos es enseñarles lo bueno y lo malo, pero estoes seguir dando de comer una comida que traerá muer-te. ¿Cuántos padres cristianos se han limitado enseñan-do a sus hijos sólo lo que es bueno y lo que es malo?¿No es ésta una costumbre? ¿Cuántos padres cristianostraspasan a sus hijos valores y principios cristianos ycreen estar haciéndolo bien? Mire, el fruto de esto sonpersonas moralmente buenas y correctas, pero no sonhijos de Dios. El fruto de esto son hijos buenos, peropecadores; sí, pecadores, aunque no le hagan daño anadie. Buenos y correctos profesionales, pero no poreso discípulos de Cristo.

La preocupación de muchos padres cristianos hoyes una buena educación, buenos colegios, preuniver-sitarios, Universidad, un buen futuro económico, unaprofesión. Pero nuestro desafío con los hijos es darlesde comer el fruto del árbol de la vida. Que “echen manode la vida eterna”.

Hay tantos cristianos que han abandonado a sushijos dejándolos en el huerto, comiendo del árbol equi-vocado. Hijos entregados a su propia suerte con padrescristianos, por supuesto, pero al fin y al cabo, sin unagota de vida divina. Hijos entregados a la educaciónsecular, al sistema de este mundo, siendo formados porprofesores ateos aunque definiéndose cristianos portradición.

Por esta razón Pablo, conociendo la obra destruc-tora que es capaz de hacer el enemigo en las nuevasgeneraciones cuando los padres se relajan, elogia la fede Timoteo, que primero habitó en su abuela Loida, yluego en su madre Eunice. Pablo, apóstol de Jesucristo,sabía muy bien que el traspaso de la fe en las generacio-nes jóvenes cumple con el propósito eterno de Dios, dereunir todas las cosas en Cristo. Loida y Eunice se gana-ron un lugar en las Escrituras, no por las grandes proe-zas como los héroes de la fe, ni por la obra emprendida

como los apóstoles del Señor, sino por su humilde perotrascendente y muy estimada labor de madres, traspa-sando la fe no fingida de una generación a otra, dándo-nos testimonio a nosotros de la importancia de estadigna tarea.

Padres quebrantados Entonces, la pregunta clave es: ¿Cómo se llevan los

hijos a Cristo? ¿Cómo se les enseña a comer del árbol dela vida? Es difícil dar una respuesta certera. Parece serque esas preguntas debieran quedar abiertas para quedependamos absolutamente de su Gracia.

Puesto que la vida divina nos ha venido por el Espí-ritu de vida (Rom.8), así también la enseñanza esnetamente espiritual. Nuestro problema es tener unalma (vida humana) demasiado fuerte y desarrolladaque nos entorpece el vivir por el Espíritu y, por lo tanto,a enseñar por el Espíritu. Se requiere entonces la opera-ción de la cruz. El alma necesita ser quebrantada, sub-yugada, domesticada, y Dios está tratando de debilitarnuestra alma para que pueda fluir el Espíritu. En con-clusión , se enseña a comer del árbol de la vida, vivien-do por el Espíritu de vida que es la única vida que agra-da a Dios.

El Padre requiere de padres quebrantados, debilita-dos en su vida natural, tratados por la Cruz, pero forta-lecidos en su hombre interior por su Espíritu (Ef.3:16).Justificados en el Espíritu, fluirá la vida y ellos mismosserán a sus hijos árbol de vida (Pr. 11:30).

El ejemplo de TimoteoObservando la vida de Timoteo podemos seguir

respondiendo la pregunta en cuestión. El niño Timoteofue educado bajo una profecía de nacimiento, su nom-bre le recordaba a cada instante el deseo divino, y sumadre y abuela se encargaron de que esto se cumpliera.Timoteo es un nombre griego que significa “honrar aDios”; su padre era griego (Hch. 16:1) y su madre judíacreyente. Tanto la madre como la abuela albergaron lafe en Jesucristo y seguro es que desde su llegada, lorecibieron como una bendición de Dios y así también locriaron, profetizando desde su nacimiento: este niño hallegado para honrar a Dios. Luego Timoteo creció y sefortaleció en esta profecía y todos dieron buen testimo-nio de su fe.(Hch.16:2).

Padres, los hijos no son una carga, son la herenciade Dios y sus nombres pueden ser una profecía que lestestifique la buena milicia a la que han sido llamados.Los hijos no vienen para ser una proyección de nuestrosanhelos, ni para nuestro ego, ni para cumplir nuestrasfrustraciones, vienen para ser hijos de Dios y debemosrecibirlos y educarlos como tales, en la disciplina yamonestación del Señor.(Ef.6:4).

Otro aspecto importante en la vida de Timoteo fueel hecho de haber sido instruido desde pequeño en lasSagradas Escrituras. (2Tim.3:15). Las Escrituras no sonun fin en sí mismas, ellas dan testimonio de Cristo.Frecuentemente se emplean las palabras del Señor:“Escudriñad las escrituras porque a vosotros os pareceque en ellas tenéis la vida eterna” (Jn.5:39), como paraestimular la lectura y su estudio. Pero noten que este esun reproche que el Señor hace a los fariseos, puesto queellos pensaban que en ellas obtendrían la vida eterna. El

Hay cristianosque han aban-donado a sushijos dejándolosen el huerto,comiendo delárbol equivoca-do. Hijos entre-gados a supropia suertecon padres cris-tianos, pero sinuna gota devida divina.

29aguas vivas ESCRITURAS

Señor les corrige diciendo que ellas testifican de Él, quees la vida eterna. Y les agrega: “... y no queréis venir amí para que tengáis vida” (Jn.5:40).

Padres, la Palabra que se desprende de las SagradasEscrituras lleva a los niños a la salvación que es en Cris-to Jesús. La letra por sí sola, sólo aumentará el conoci-miento. Cuidado, puede ser sólo conocimiento del bieny del mal, y no Vida.

Por último, Pablo le escribe a Timoteo añorandoverle, le cuenta cuánto se acuerda de él en sus oracio-nes, cuánto desea estar con él al acordarse de sus lágri-mas. En la memoria de Pablo hay una sola cosa: la fe nofingida de Timoteo. El apóstol era un hombre que habíarecorrido las iglesias, conocía la fe de los hermanos, suautenticidad y su pureza. En Timoteo se hallaba ese

siqué” y “Zoé” son dos pala-bras griegas que, aunque noson sinónimos, se traducencomúnmente como “vida”.

Psiqué y zoé designan dos niveles o tiposdistintos de vida. Psiqué es vida psíquica oanímica y zoé es vida espiritual. Psiqué estárelacionada principalmente con el alma, yzoé con el espíritu. En efecto, psiqué se tra-duce habitualmente también como alma.Por lo tanto, psiqué es la vida del alma o –inventando un término– es vida almática.El hombre fue creado con vida psíquica oalma: “Fue hecho el primer hombre Adánalma (psiqué) viviente” (1Cor. 15:45). Adánera un ser animado por su alma. Era un serviviente con vida natural.

Zoé, por su parte, es la clase de vidaespiritual, divina, eterna. 43 veces zoé esmencionada como “vida eterna”. Adán nofue creado con esta clase de vida, pero fuecreado para participar de ella. Zoé, la clasede vida divina, estaba para Adán en el ár-bol de la Vida (gr. Zoé). Este árbol repre-sentaba al Señor Jesucristo. Por eso, elapóstol Juan declara que “en él estaba lavida (zoé), y la vida (zoé) era la luz de loshombres (Jn. 1:4).

Psiqué y zoé representaban, en defini-tiva, dos formas de vida distintas por mediode las cuales Adán podría vivir. Si comíadel árbol de la vida viviría entonces a tra-vés de un tipo de vida increada, eterna, es-piritual; esto es, viviría por medio de la mis-

Desde el griego...

Rubén Chacón V.zoépsiqué

ma vida de Dios. Por el contrario, si no lle-gaba a comer del árbol de la vida, viviría enese caso sólo por medio de su vida huma-na, creada y natural. Ahora bien, todos sa-bemos que Adán, por su desobediencia, noparticipó del árbol de la vida y, en conse-cuencia, quedó a medio camino en el pro-pósito de Dios. En lugar de llegar a ser unhombre espiritual, se convirtió en un hom-bre natural (psíquico) (1Cor. 2:14; 15:44, 46;Jud. 19) y carnal (sárkikos) (1Cor. 3:1,3; Rm.7:14), ajeno de la vida (zoé) de Dios (Ef.4:18).

Pero llegó el bendito día en que la vidaeterna (zoé), la cual estaba con el Padre,se nos manifestó. ¡Aleluya! El Verbo de vida(zoé) se hizo carne, “para que todo aquelque en él cree, no se pierda, mas tenga vidaeterna” (zoé). A los que creen en el Hijo lavida de Dios les es impartida en su espíri-tu, de manera que “si Cristo está en voso-tros, el cuerpo en verdad está muerto acausa del pecado, mas el espíritu vive (zoé)a causa de la justicia” (Rm. 8:10). “Y estees el testimonio: Que Dios nos ha dado vidaeterna (zoé); y esta vida está en su Hijo. Elque tiene al Hijo, tiene la vida (zoé) (1Jn.5:11-12).

La vida espiritual está, pues, ahora, den-tro de nosotros. No obstante, eso no signi-fica que esté operando automáticamente ennosotros. Es un gran paso que la vida divi-na, que estaba en el huerto fuera de Adán,se encuentre ahora morando en nosotros.

Pero todavía tenemos que aprender a vivirpor medio de ella.

Es tan así, que cuando Pablo escribió alos corintios, aunque ellos ya habían reci-bido vida espiritual, los trata, sin embargo,aún de carnales (sárkikos) (1Cor.3:3). Paraaprender a vivir por medio de la vida divinanecesitamos aprender dos cosas: En lonegativo, necesitamos perder nuestra vidanatural y, en lo positivo, aprender a andaren el Espíritu. Es un intercambio: Por unaparte, ya no vivo yo, y por otra, vive Cristoen mí (Gál. 2:20). Una cosa no es posiblesin la otra. Por eso enseñó Jesús que “todoel que quiera salvar su vida (psiqué), laperderá; y todo el que pierda su vida(psiqué) por causa de mí, la hallará” (Mt.16:25). “Perder” significa renunciar, dejar,negarse a vivir por medio de la vida psiqué.En definitiva, hay que morir a ella. De ahí lanecesidad de tomar la cruz cada día.

Por otra parte, debemos andar en elEspíritu, porque él es el Espíritu de vida(zoé). “El que siembra para el Espíritu, delEspíritu segará vida (zoé) eterna” (Gál. 6:8).“Porque el ocuparse de la carne es muerte,pero el ocuparse del Espíritu es vida (zoé)y paz” (Rm. 8:6).

Finalmente, el Señor Jesucristo, en elevangelio de Juan, unió de manera magis-tral estas dos verdades. El dijo: “El que amasu vida (psiqué), la perderá; y el que abo-rrece su vida (psiqué) en este mundo, paravida (zoé) eterna la guardará” (12:25).

y

tipo de fe. Una fe no fingida, literalmente del griego ‘nohipócrita’. La abuela traspasó esta fe a la hija, la hija alhijo. ¿Cómo fue este traspaso generacional? Sin hipo-cresía. Aquí llegamos a un punto gravitante, la fe esconsecuente, no tiene doblez. Los hipócritas en la cultu-ra griega eran los actores que se encargaban de asumirdiversos papeles artificiales en sus obras. Bueno, la fesin hipocresía es sin actuaciones, no artificial, es pura,transparente. Es una vivencia, es vida.

Padres, la trasmisión de la fe es vida, nosotros notrasmitimos un contenido, trasmitimos lo que somos.Los hijos verán en nosotros no lo que creemos, si no loque vivimos.

Padre: echa mano de la vida eterna.***

30 aguas vivasESCRITURAS

PARA MEDITAR

“Tengamos cuidado de no poneruna piedra de tropiezo en el cami-no del otro, empujándolo a un esta-do de fe más avanzado al que no-sotros ya hemos sido llevados. Esaquí que hay el peligro de hacerfuerza sobre las almas. Demostestimonio de todo lo que hemos

comprobado por la gracia de Dios, pero al mismo tiempo deje-mos al Espíritu Santo que haga su obra de testimonio a aque-llos a quienes conducen, siempre según ellos pueden aceptar.”

J. PENN LEWIS: La cruz, piedra de toque de la fe

“El acercarse a Dios significa tiempo para estar quieto. Cuandose pronuncia la última oración, cuando la última nota de ala-banza ha resonado, entonces, en el silencio, el corazón puedeesperar y escuchar a Dios. Nunca lo he hecho sin escucharleque me habla. No tiene que ser con una voz articulada; pero,tan pronto como he hecho cesar mis prisas, y mi ajetreo, y miconfusión, y he dejado de prestar atención a la babel que sue-

na alrededor de mí, y he dicho: “Habla, Señor, que tu siervooye.” Él lo ha hecho, a veces para reprenderme, las más de lasveces, pero siempre con amor.”

G. CAMPBELL MORGAN: Los triunfos de la fe

“Nació en un establo prestado. No tuvo un hogar que pudierallamar suyo. Celebró su última cena en un aposento prestado.Entró en Jerusalén cabalgando en un asno prestado. Fue cru-cificado en una cruz prestada y enterrado en un sepulcro pres-tado.”

BILLY GRAHAM: El mundo en llamas.

“Abramos los ojos y veamos si hay ramas secas alrededornuestro en las iglesias. Jóvenes cuyas profesiones de fe ha-bían sido brillantes pero que se han enfriado. O viejos que hanretenido su profesión pero en los cuales ha muerto la vida es-piritual que una vez apareció en ellos. ¡Que los ministros y loscreyentes tomen en serio las palabras de Cristo y vean y pidanal Señor si se puede hacer algo para las ramas que empiezana secarse!”

ANDREW MURRAY: La vid verdadera.

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COMPROMETIENDO AL SEÑOR(Para que dé el primer paso)

(Salmo 119)

Doce veces aparece en el salmo 119 un mismoparalelismo, que consiste en que el salmista pide algoal Señor, más bien, le exige algo como condición parasu propio actuar posterior. La estructura es la siguien-te: “Si tú haces esto, entonces yo haré esto otro.” Deesta manera, el salmista ejerce presión sobre el Se-ñor para que Él actúe. Esto parece ser una oraciónde gran autoridad, porque habla a Dios en modo im-perativo.

1. Si ordenas mis caminos … guardaré tus esta-tutos (5).

2. Abre mis ojos … miraré las maravillas de tu ley(18).

3. Ensancha mi corazón … correré por el caminode tus mandamientos (32).

4. Enséñame tus estatutos … los guardaré hastael fin (33).

5. Dame entendimiento … guardaré tu ley (34).6. Venga a mí tu misericordia y salvación … diré a

mi avergonzador que he confiado en tu palabra (41-42).

7. Hazme entender … aprenderé tus mandamien-tos (73).

8. Vivifícame … guardaré los testimonios de tuboca (88).

9. Susténtame por tu palabra … viviré (116).10. Sosténme … seré salvo y me regocijaré en

tus estatutos (117).11. Líbrame de la violencia de los hombres … guar-

daré tus mandamientos (134).12. Enséñame tus estatutos … mis labios rebosa-

rán alabanza (171).

Es significativo el hecho de que todas estas de-mandas están relacionadas con la Palabra del Señor.El salmista compromete al Señor respecto de su Pa-labra, para que pueda ser entendida y guardada.

COLAR EL MOSQUITO

«Entonces algunos de los fariseos decían: Esehombre no procede de Dios, porque no guarda eldía de reposo.» (Juan 9:16a).«¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis elcamello!» (Mateo 23:24).

Los fariseos tenían la enorme facilidad para aten-der a las cosas pequeñas (colar el mosquito) y descui-dar las grandes (tragarse el camello).

En este caso, advertir la infracción del sábado eracolar el mosquito (aunque los fariseos de entonces ylos de hoy no estén para nada de acuerdo con esto). Yocurre que el Señor mismo se encargó (a ojos de losjudíos) de infringir esa observancia en varias ocasio-nes. En sábado sanó al hombre de la mano seca (Mat.12:9-13), al que tenía un espíritu inmundo (Luc. 4:31-37), a una mujer encorvada (Luc.13:10-17) a un hom-bre hidrópico (Luc. 14:1-6), al paralítico de Betesda(Juan 5:1-18), y al hombre ciego de nacimiento (Juan9). Y también en sábado el Señor permitió a sus discí-pulos recoger espigas (Luc. 6:1-5).

Diversos argumentos usó el Señor para hacer ver alos judíos la legitimidad de sus milagros en sábado,pero ellos no quisieron entender. ¿No era acaso legíti-mo sacar a una oveja de un hoyo, o a un buey de unpozo en sábado? ¿No desata el hombre a su buey o suasno y lo lleva a beber? ¿No era acaso legítimo hacer elbien y no el mal ese día? ¿No circuncidaban los judíos asus hijos en sábado para que la ley no fuese quebran-tada? ¿Era menos grato ante los ojos de Dios sanar aun hombre que circuncidar a otro? ¿Acaso David nohabía hecho en día de reposo algo ilícito y fue sin cul-pa? ¿Era menor el Señor que David? El Señor dijo: “ElHijo del Hombre es Señor aun del día de reposo”. Ytambién dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo tra-bajo”. Luego de sanar al ciego, dijo: “Para juicio hevenido yo a este mundo; para que los que no ven, vean;y los que ven, sean cegados”

Colar el mosquito es la rara habilidad de quienestienen el velo del antiguo pacto puesto sobre su cora-zón, el cual sólo por Cristo es quitado (2ª Cor. 3:14-16).

31aguas vivas PROEZAS DE LA FE

Una misionera casi abandonada en una aldea solitaria, sin sostenimiento ni ministerioaparente, es usada maravillosamente por Dios para instruir a una generación de jóve-nes obreros en China.

argaret E. Barber es un nombre bastantedesconocido, no sólo en el mundo, sino tam-bién entre los cristianos.

Fue misionera, pero bien diferente deDavid Livingstone o Hudson Taylor, que realizarongrandes cosas por el Señor. El área de su obra estuvorestringida a sólo una pequeña aldea de la China. Ellaescribió, mas no fue como Carlos Wesley o Isaac Watts,cuyos himnos aparecen en casi todos los himnarios.Ella amaba al Señor, pero aunque había alcanzado granmadurez espiritual, no fue como Madame Guyon, An-drés Murray o F.B. Meyer, que dejaron muchas publi-caciones edificantes para las generaciones futuras. Seasemejaba a una pasajera solitaria, que entró a estemundo silenciosamente en 1869 en Peasenhall, Suffolk(Inglaterra), y que sesenta y un años más tarde partiótambién silenciosamente. En su vida, ella respondió alllamado del Señor dos veces, para dejar su familia, sutierra natal y viajar a China, un país bastante descono-cido y atrasado en aquella época. Entregó silenciosa-mente el mejor período de su vida al Señor, y le fue fielhasta la muerte.

No fue en vanoCuando Miss Barber fue sepultada, un hermano citó

la historia de María de Betania (Juan 12:1-8) diciendoque ella también había hecho todo cuanto pudo. Más

tarde, el hermano Watchman Nee, que no estaba pre-sente en el funeral, y que fue grandemente influenciadopor ella en su vida espiritual, hizo la siguiente observa-ción: “Ella realmente se desperdició para el Señor”.

Algunos hermanos jóvenes de China, que fueronmuy ayudados por ella, se preocupaban por su actitud yse admiraban porque no salía a dirigir reuniones y atrabajar activamente en otros lugares. Por el contrario,vivía en aquella pequeña aldea donde nada acontecía.Aquello parecía realmente un derroche.

Hasta el mismo hermano Nee, que más tarde se‘desperdició’ por aproximadamente veinte años en unaprisión, en aquella época la visitaba y casi le gritaba:“Nadie conoce tanto al Señor como usted, y su conoci-miento de la Biblia es también profundo y vivo. ¿Ustedno ve las necesidades a su alrededor? ¿Por qué no hacealgo? Usted parece que vive aquí sentada sin hacernada; está gastando su tiempo, su energía, su dinero,todo en vano”. Hoy, muchos años después, podemosentender su actitud. Dios estaba plantando una semillade vida en la China, una semilla solitaria, humilde yoculta. El Señor hizo que brotase y fructificase abun-dantemente. Pero lo más maravilloso es que Dios hizoque diese fruto más tarde, cuando ella no podía saberlo.

Una luz fuerteQuienes están familiarizados con el libro “La vida

cristiana normal”, de Watchman Nee, descubren que élfrecuentemente se refiere a una hermana ya mayor queejerció la influencia más grande en su vida. Se trataprecisamente de la hermana Margaret E. Barber. Cuan-do supo que el Señor se la había llevado, él dijo: “Ellaera una persona muy profunda en el Señor; su comu-nión con el Señor y su fidelidad a él, a mi modo de ver,son muy difíciles de hallar en el mundo”. Más tarde, ensus mensajes, en la comunión y en las conversacionesprivadas, la mencionaba a menudo. La describía como“una cristiana brillante; cualquier persona que entrabaen su cuarto, ya sentía la presencia de Dios.” En 1933,cuando el hermano Nee visitó Inglaterra y EstadosUnidos, encontró muchos cristianos famosos. Con todo,después dijo: “Es difícil encontrar una persona como lahermana Margaret. Probablemente sólo un hermanopueda ser comparado con ella”. En 1936, cuando con-versaba con un colega sobre el servicio y la obra deDios, suspiró y dijo: “Si la hermana Margaret todavíaestuviese aquí, nuestra situación sería muy diferente”.

Cuando el hermano Nee comenzó a trabajar para elSeñor, resolvió que de cualquier manera tenía que obe-decer la voluntad de Dios. Él pensaba que estaba obede-ciendo la voluntad de Dios; sin embargo, todas las vecesque se encontraba con la hermana Margaret y conver-saba un poco, o leía un poco la Biblia con ella, descubríaque estaba lejos del blanco. Cuando Miss Barber estabaviviendo en Pai Yan Tan, ella siempre hablaba con elSeñor, pero el Señor no hablaba sólo a través de laspalabras de ella, sino también a través de su persona. El

fraganciala

de su perfume

32 aguas vivasPROEZAS DE LA FE

hermano Nee dio una vez el siguiente testimonio: “Yohabía oído muchas veces a personas hablar sobre lasantidad, por eso resolví saber un poco más sobre esadoctrina. Tomé un Nuevo Testamento y encontré unos200 versículos sobre el asunto. Los anoté y los clasifi-qué, sin llegar todavía a saber lo que es la santidad. Mesentía vacío. Mas un día encontré una hermana mayorque era una persona santa. Desde aquel día mis ojos seabrieron y vi lo que era la santidad. Aquella luz era real-mente fuerte. La luz aquella me hizo sufrir, y no pudedejar de ver lo que era la santidad.”

Nada para míEn 1922, la hermana Margaret tenía más o menos

53 años, y el hermano Nee era muy joven, convertidohacía apenas dos años. Él tenía en su corazón muchosplanes propios que esperaba que Dios aprobase. Pensa-ba cuán maravilloso sería si uno a uno se llegaran arealizar. Cuando él llevaba esos asuntos a la hermanaMargaret, intentaba convencerla de que debían serrealizados. Pero después él daba testimonio: “Antes deabrir yo la boca para explicar mis planes, ella hablabaun poco y todo parecía demasiado para mí. La luz quede ella irradiaba me hacía sentir avergonzado. Descubríque mi manera de hacer las cosas estaba llena de ele-mentos naturales del hombre, y era muy carnal. Cuan-do la luz llegaba, algo sucedía y yo era llevado a unaposición en que tenía que decir a Dios: “Señor, mi vidaestá concentrada en actividades carnales, mas aquí estáuna persona que no vive así. Ella sólo tiene un motivo yun deseo: vivir para Ti”. Miss Barber anotó estas pala-bras en una página: “Yo no quiero nada para mí misma;quiero todo para mi Señor”. Realmente toda la vida deMiss Barber estuvo de acuerdo con su oración.

Penurias e injusticiasLa hermana Margaret fue enviada a China en 1899,

y durante siete años enseñó en un colegio anglicanopara niñas, al mismo tiempo que trabajaba para el Se-ñor. Pero los colegas de trabajo se pusieron envidiososde ella y la acusaron falsamente ante los líderes de lamisión. Durante esta experiencia ella aprendió la lec-ción de vivir silenciosamente bajo la sombra de la cruz.Prefirió sufrir la ofensa y no se defendió, hasta que elresponsable de la misión la llamó de vuelta a Inglaterray le dijo: “Yo te ordeno que no escondas nada”. Sóloentonces contó toda la verdad.

Ella reconoció haber sido muy ayudada espiritual-mente por D.M. Panton, un hermano famoso por suconocimiento de profecía, quien influyó mucho sobreella, al punto de llevarla a anhelar la venida del Señor.En aquella ocasión ella esperó tres años en Inglaterra,hasta que el Señor le abriese un nuevo camino pararetornar a China. Pasó por grandes dificultades econó-micas. Ella dice que hasta para conseguir un pedazo dejabón necesitaba ejercitar su fe en el Señor.

Como a la edad de 42 años regresó a China, esta vezsin una misión que la sustentara. Aprendió, comoAbraham, a esperar que Dios se responsabilizase deella. Por causa del Señor, se fue al interior de la China.Casi llegó a desesperar por causa de las presiones, masel Señor estuvo a su lado fortaleciéndola.

Cierta vez, en la mayor dificultad financiera, Miss

Barber tenía su bolsa vacía y necesitaba pagar muchascuentas. Entonces alguien le ofreció cierta cantidadpara ayudarla, pero cuando le entregó la ofrenda, leaconsejó que no fuera fanática. Aunque realmente nece-sitaba mucho el dinero en aquel momento de angustia,lo rechazó. Se sentía responsable en ser fiel a Dios, yDios tuvo que responsabilizarse de ella. Al día siguiente,sucedió una cosa maravillosa. El hermano Panton leenvió desde Inglaterra una ofrenda urgente por telegra-ma. Miss Barber se comunicó con él, preguntándole porqué había enviado esa cantidad por telegrama. El res-pondió que no sabía, pero que durante la oración sintióque precisaba enviar aquella cantidad y que debía serpor telegrama.

Lecciones para jóvenes obrerosRealmente Miss Barber fue una persona de oración,

que sabía mirar al Señor no sólo por sus necesidadescotidianas, sino que oraba también para que Diosabriese las puertas para su obra. El Señor le envió unacompañera de trabajo y oración, veinte años más jovenque ella, M.L.S. Ballord. Humanamente hablando, erandos mujeres débiles que no tenían el fuerte sustento deuna Misión. ¿Qué podían hacer por el Señor? Gracias aDios, desde el punto de vista espiritual no eran de nin-gún modo débiles. Aunque en aquella época parecíamuy difícil y remoto ganar la vasta China para Cristo,las dos misioneras sabían que para lograr esa meta erapreciso que Dios levantase muchos hermanos jóvenes.Así que comenzaron a orar específicamente por esodurante 10 años, y el Señor realmente envió un granavivamiento a un lugar cercano a donde ellas vivían ylevantó a algunos hermanos jóvenes que amaban aDios. Uno de ellos fue Watchman Nee.

Durante un año y medio, posiblemente en 1922, casitodos los sábados, el hermano Nee, junto con otrosjóvenes, visitaban a Miss Barber para ser guiados porella. Pero algunos fueron desistiendo porque ejercía ladisciplina con tal seriedad, que no pudieron soportar sureprensión. El hermano Nee decía: “Ella reprende fuer-temente y sin razón. Pero después de ser reprendidopor ella, uno queda más aliviado.” Todas las veces queél iba a verla se preparaba para recibir una reprensión.

Hubo una época en que siete jóvenes se encontra-ban todos los viernes. En la reunión, el hermano Nee yotro joven responsable discutían ardientemente. El otroera cinco años mayor que Nee. Cada uno de ellos pensa-ba que su idea era mejor y criticaba el punto de vista delotro. A veces el hermano Nee se enojaba y no confesabasu error. Entonces iba a ver a la hermana Margaret aldía siguiente y le contaba lo sucedido, esperando queella resolviese el problema corrigiendo al hermano. Ella,sin embargo, inesperadamente reprendía al propio Nee,basándose en que la Biblia dice que el hermano másjoven debe respetar al mayor. Al oír esto, el hermanoNee se defendía, diciendo: “No puedo hacer eso. Elcristiano debe hacer todas las cosas con una razón”.Entonces Miss Barber le decía que la cuestión no era larazón, sino lo que la Biblia enseña. “Los más jóvenesdeben obedecer a los mayores”. A veces, después de unaacalorada discusión, el hermano Nee no conseguía dor-mir y lloraba toda la noche. El sábado acudía dondeMiss Barber para contarle el motivo de su tristeza, espe-

Humanamentehablando, erandos mujeresdébiles que notenían el fuertesustento de unaMisión. Pero,gracias a Dios,desde el puntode vista espiri-tual no eran deningún mododébiles.

33aguas vivas PROEZAS DE LA FE

rando que ella fuera a actuar con justicia. Pero, despuésde oírla, él volvía a la casa y lloraba nuevamente. Estabatriste y enojado por no haber nacido antes, pues así notendría que haber obedecido a aquél hermano, y elhermano tendría que obedecerle a él.

Cierta vez durante una discusión, el hermano Neeconcluyó que tenía mucha razón y procuró convencer aMiss Barber de que su compañero estaba errado. Estavez él pensaba que iba a vencer. Pero después de oírlo,Miss Barber respondió: “Si el otro hermano está erradoo en lo cierto, es otro asunto. ¿Usted halla que se parecea una persona que está cargando la cruz, acusando a suhermano delante de mí? ¿Usted se parece a un corderohaciendo así?”. El hermano Nee dijo después: “Estaspocas palabras me avergonzaban mucho y nunca meolvidé de ellas”. Él pensaba que durante ese año y me-dio recibió la lección más preciosa de su vida. Así escómo Miss Barber orientaba a los jóvenes.

Debe aceptar ser quebrantadoMás tarde, cuando el hermano Nee decidió trabajar

para el Señor, visitó a la hermana Barber. Ella le pre-guntó: “Usted quiere trabajar para el Señor, pero ¿quées lo que el Señor quiere que usted haga?”. Él respon-dió: “Yo quiero trabajar para él”. Pero la hermanaBarber le dijo: “Y si Dios no quiere que usted trabaje,¿qué va a hacer?”. Él respondió: “Yo sé que el Señorquiere que yo trabaje para él.” Entonces Miss Barberleyó Mateo 15, sobre la multiplicación de los panes.Después le preguntó: “¿Qué piensa usted sobre esto?”.Él respondió: “En aquella ocasión cinco panes y dospeces fueron colocados en las manos del Señor, perodespués de la bendición, aquella comida satisfizo a másde cuatro mil personas”. Entonces Miss Barber le dijo:“Todos los panes en las manos del Señor fueron parti-dos y distribuidos, y aquellos que no fueran partidos, nopodían suplir vida a los otros. Hermano, acuérdese quefrecuentemente somos como un pan, hablando así conel Señor: ‘Señor, yo me entrego a ti’. Pero tenemos undeseo escondido en el fondo de nuestro corazón, y comoque estuviésemos diciendo: ‘Oh, Señor, entregar y en-tregar; ofrecimiento, ofrecimiento; pero no me que-brantes’. Siempre esperamos que el pan sea colocado allado, intocable, sin ser movido, y esto es muy agradablea la vista. Pero todos los panes en las manos del Señorestán destinados a ser partidos. Y si usted no quiere serquebrantado, entonces no se coloque en las manos delSeñor.”

Un día ella estaba orando con el hermano Nee enuna montaña, y después de leer Ezequiel 44, dijo: “Her-manito, hace veinte años atrás yo leí este capítulo; des-pués feché la Biblia, me arrodillé orando a Dios y dije:“Señor, no me dejes servir a la casa, sino a Ti”. La razónque la llevó a orar de esta forma es porque había unaclase de levitas, conforme Ezequiel 44, que activamenteservían en el templo, pero no servían al Señor.

Este tipo de consejos de Miss Barber, dado a mu-chos hermanos, era más eficaz que millares de confe-rencias y mensajes.

Dejó que Dios trabajase en ellaNo podemos dejar de preguntar: ¿Por qué Dios usó

a esta hermana? ¿Cuál era el secreto de su ministerio?

¿Por qué tantas personas recibieron ayuda de ella?Evidentemente, su ministerio estaba basado en su vidaespiritual. Probablemente los siguientes lemas del her-mano Nee pueden ofrecernos una explicación mejor:“Lo que Dios enfatiza es lo que somos, más que lo quehacemos”. “La verdadera obra es la que emana de lavida”. “El servicio que tiene valor es siempre la manifes-tación de la vida de Cristo”. “Consagrarse a Dios no estrabajar para Dios, sino ser trabajado por Dios”. “Aque-llos que no permiten que Dios trabaje en ellos, nuncapueden trabajar para Dios.”

La razón de por qué ella podía trabajar para el Se-ñor fue porque dejó que Dios trabajase en ella, e hicieseen ella su obra formativa. Su corazón era como el deMaría Magdalena, totalmente vuelto hacia el Señor.Algunos meses después de haberse ido a estar con elSeñor, alguien envió un paquete que pertenecía a MissBarber, para el hermano Nee. Dentro había una hojacon estas palabras: “Oh Dios, yo te doy gracias porqueexiste un mandamiento que dice así: ‘Amarás al Señortu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y contoda tu mente” (Mat.22:37).

De vez en cuando ella se enfrentaba con situacionesdifíciles, y el precio requerido exigía todo lo que poseía,hasta su propia vida. Entonces levantaba su rostro ba-ñado en lágrimas y decía al Señor: “Señor, para que yopueda satisfacer todo tu corazón, quiero que mi propiocorazón sea quebrantado”. Una vez el hermano Nee lepreguntó: “¿Cuál es su experiencia en obedecer la vo-luntad de Dios?” Ella respondió: “Todas las veces queDios demora en mostrar su voluntad, inmediatamenteconcluyo que dentro de mí todavía tengo un corazónque no desea obedecer su voluntad. Todavía tengo undeseo incorrecto dentro de mí. Esto puede ser compro-bado a través de muchas experiencias”. Ella preguntabamuchas veces al hermano Nee: “¿Usted ama la voluntadde Dios?”. No preguntaba si él obedecía la voluntad deDios.

Cierta vez ella argumentó con Dios respecto de cier-to asunto. Sabía lo que Dios quería, y en su corazón ellatambién quería lo mismo, pero era muy difícil. Enton-ces el hermano Nee la oyó orar así: “Señor, yo confiesoque no me gusta, pero por favor, no te rindas a mí. Es-pera un poco y ciertamente yo me rendiré a ti”. No que-ría que Dios se rindiese a ella, disminuyendo su exigen-cia. Nada era importante para ella, a no ser alegrar a suMaestro.

Muy acertadamente, dijo: “El secreto para entenderla voluntad de Dios es: 95% querer obedecer a Dios y5% entender”. Este acto revela que ella entendía pro-fundamente la voluntad de Dios.

La casa se ha llenado de su perfumeRealmente Miss Barber se desperdició para el Se-

ñor, como el precioso ungüento mencionado en Juan12:3. ¿Cuál fue el resultado? “...Y la casa se llenó delolor del perfume”. Que usted también pueda sentir lafragancia de ese perfume y ser atraído por el mismoSeñor, a quien ella buscó y amó con todo su corazón,con toda su alma y con todo su entendimiento.

***C.C., en “À Maturidade”, Nº 1, Brasil, 1977.

Traducción y síntesis: “Aguas Vivas”. (Usado con permiso).

La razón depor qué ellapodía trabajarpara el Señorfue porquedejó que Diostrabajase enella, e hiciesesu obraformativa. Sucorazón eracomo el deMaría Magda-lena, total-mente vueltohacia el Señor.

34 aguas vivasMISCELÁNEA

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recortes de la web

No desistasIgnacio Jan Paderewski, el famoso compositor y pianista, estaba pro-

gramado para presentarse en una gran sala de conciertos enNorteamérica. Era una velada para recordar: smokings negros y largosvestidos de noche, una exorbitancia de alta sociedad.

Entre la audiencia de esa velada estaba una madre con su inquietoretoño de nueve años Cansado de esperar, se revolvía constantementeen su asiento. Su madre tenia esperanzas de que el niño se estimu-lara a practicar el piano si pudiera escuchar tocar al inmortalPaderewski. Así que, contra sus deseos, él había venido.

Mientras ella se volvía a conversar con sus amigos, suhijo no pudo permanecer sentado por más tiempo. Se es-currió lejos de ella, extrañadamente atraído hacia el granpiano negro «Steinway» de concierto y su banqueta decuero relleno, sobre el enorme escenario inundado deluces deslumbrantes. Sin ser notado por la sofisticadaaudiencia, el chico se sentó en la gran banqueta, miran-do con ojos asombrados a las teclas negras y blancas.Colocó sus temblorosos deditos en el lugar preciso y em-pezó a tocar «Los patitos». El rugido de la multitud fueacallado mientras cientos de rostros fruncidos señalabanen su dirección. Irritados y turbados, comenzaron a gritar:“Saquen ese niño de ahí!”. ¿Quién traería a un chiquillo tanpequeño ahí?. “¿Dónde esta su madre?, ¡Que alguien lo detenga!”.

Tras bambalinas, el maestro percibe los sonidos que salen de lasala y se imagina rápidamente que esta sucediendo. A toda prisa, aga-rra su saco y corre hacia el escenario. Sin una palabra de presenta-ción, se inclina por encima del chico desde atrás, extiende los brazos asus dos lados, y empieza a improvisar una contra melodía que armoni-za y resalta «Los Patitos». Mientras los dos tocan juntos, Paderewskise mantiene susurrando en el oído del niño:

—Sigue adelante. No desistas. Sigue tocando... no pares... no de-sistas.

Y así es con nosotros. Nosotros persistimos en nuestro proyecto,lo cual parece casi tan importante como «Los Patitos» en una sala deconcierto. Y cuando estamos casi a punto de desistir, viene el Maestro,que se inclina sobre nosotros y nos murmura:

—Sigue adelante; no renuncies. Prosigue... no pares; no desis-tas—, en tanto improvisa en favor nuestro, proporcionándonos justo eltoque correcto en el momento preciso. Charles R. Swindoll, tomada de “El Co-fre”. http://www.geocities.com/el_cofre/

Madre cruelTuvimos una de las mamás más malas del mundo. Mientras otros

niños comían dulces para el desayuno, a nosotros nos daba cereal,huevos y pan tostado. Cuando otros se tomaban una Pepsi y un Twinkipara el ‘lunch’, teníamos que comer sandwiches y un jugo. Y como po-drás ver, nuestra mamá nos daba otra cosa que los otros niños no ce-naban. Mamá insistía en saber dónde estábamos todo el tiempo, pen-sábamos que éramos convictos en prisión. Tenía que conocer quiéneseran nuestros amigos y qué hacíamos con ellos. Ella insistía que si de-cíamos que nos íbamos por una hora ... nos fuéramos por una hora, omenos. Estamos avergonzados de admitirlo, pero tuvo el valor de vio-lar los derechos del niño, ya que nos hizo trabajar. Teníamos que lavar

los trastes, hacer nuestra cama, aprender a cocinar y limpiar el piso ...así como lavar ropa y otros trabajos crueles; es más, ¡yo creo que sedesvelaba pensando en qué otras cosas podríamos hacer! Siempre in-sistía en que dijéramos la verdad, toda la verdad y nada más que laverdad. Crecimos, y cuando llegamos a la adolescencia, ¡leía nuestrasmentes!. La vida resultó muy dura. Por culpa de mamá nos perdimosmuchas experiencias que tuvieron nuestros amigos. A ninguno de no-sotros nos encontraron robando, en ‘aventones’, en pandillas, inva-

diendo propiedades ajenas o ni siquiera nos arrestaron por algúndelito ... ¡todo eso fue su culpa! Ahora que ya no vivimos en

casa ... todos somos adultos honestos, buenos y educados.Pienso que el mundo anda mal porque actualmente porqueno tenemos suficientes ... ¡Madres Crueles!Anónimo: [email protected]

¿Coincidencia?No creo que esto sea una coincidencia ... la voluntad

de Dios es perfecta. ¿Cuál es el capítulo más corto en laBiblia? Salmos 117 ¿Cuál es el capitulo más largo en la Bi-blia? Salmos 119 ¿Cuál es el capítulo en el centro de la Bi-

blia? Salmos 118. Hecho: Hay 594 capítulos antes de Sal-mos118. Hecho: Hay 594 capítulos después de Salmos 118.

Hecho: Si suma de estos dos números totalizan 1188 ¿Cuál es elversículo que esta en el centro de la Biblia? Salmos 118:8. ¿Dice

éste versículo algo importante acerca de la perfecta voluntad de Diospara nuestras vidas?... La próxima vez que alguien te diga que deseaconocer la voluntad de Dios para su vida y que desea estar en el cen-tro de Su Voluntad, refiérele al Salmo 118:8: «Mejor es poner tu con-fianza en Dios que confiar en los hombres.»

Ahora, diga, ¿Será una casualidad esto? Cristina Berardo

Dos puntos de vistaEn el álbum de visitantes de un hotel situado a orillas del mar se

encontraba la siguiente inscripción: «En este mundo, mi pobre corazónagobiado por tanta desazón, sólo tendrá verdadera paz, cuando ya nopalpite más». A renglón seguido, otro huésped escribió la misma estro-fa, pero algo cambiada: «En este mundo, mi pobre corazón agobiadopor tanta desazón, sólo tiene verdadera paz desde que por Jesús pal-pita». © La Buena Semilla (ediciones-biblicas).

Ejemplo de amorEn 1978, en Zimbabwe (la antigua Rodesia), sucedió una horroro-

sa tragedia: nueve misioneros, con sus hijos, fueron asesinados porguerrilleros. Pero, recientemente, una familia al servicio de Dios enSudáfrica nos dio a conocer los frutos producidos por este terribleacontecimiento.

El jefe de los guerrilleros, un hombre apodado «Demonio de la gue-rra», junto con nueve miembros de su grupo, ahora son alumnos de laEscuela Bíblica en Zimbabwe.

El impactante hecho que impresionó a esos guerrilleros fue que, enel mismo momento en que la masacre empezó, los misioneros se pu-sieron a orar, no por ellos mismos, sino por los asesinos. Éstos consi-deraron esta actitud como extraordinaria, y gracias a ello, fueron tras-formadas sus vidas. © Amen-Amen Inc.

35aguas vivas

está a la venta en lassiguientes librerías

chilenas:

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Fono 260166PUERTO MONTT

“PAN DE VIDA”Gabriela Mistral 447

Fono 635972CASTRO

aguasvivas

cartas de nuestros lectores

Por razones de espacio, las cartas han sido resumidas.Toda bendición procede de Dios; por tanto, toda la gloria es para Dios

Sobreabunda la graciaQuiero darles las gracias por vuestra comprensión y

disposición de poder regalarnos las revistas “Aguas Vivas”,como demostraciones de misericordia, haciendo cumplirdos eternas palabras del mandamiento, Mateo 25:36 yHebreos 13:3. A pesar de que estoy aquí ya muchos años,esta cárcel se transformó en una escuela de santidad cuan-do llegó el Señor. Donde abundó el pecado, sobreabundó lagracia de Dios.

El Señor les añada lo que necesitan.S.E.R., Iquique, Chile.

Experimenté la libertad en la cárcelCierto día conocí al Señor, pero lamentablemente no

seguí su camino. Me aparté de Él, caí en la droga y luegoen la cárcel. Aquí he vivido difíciles experiencias, y tambiéntenía ataduras que me impedían ser libre para confesar alSeñor. Un día que nos visitaron los hermanos de vuestroministerio, oraron por mí y fui libre. Doy gracias a Diosporque el evangelio ha llegado a las cárceles, expresado enlas atenciones que los hermanos y hermanas nos brindan.

La misericordia y fidelidad del Señor no tienen límites.Reclusa C.M., Santiago, Chile

“Tomando decisiones”Quiero decirles que me causó gran impacto el artículo

“Tomando decisiones” (Suplemento Juvenil, Rev.16). Através de él, Dios me ha hecho entender muchas cosasque han influido en mi vida. Les gradezco de todo corazónel hacer llegar a mis manos esta joya tan preciada que essu revista. Hermanos, si no es tanto pedir, quisiera que mela siguieran mandando. Aquí es escasa la literatura cristia-na.

Los ama en el Señor.Rolando Ramos D., La Habana, Cuba

“Escapando de Babilonia”Les escribo para expresarles mis más sinceros agrade-

cimientos por la Revista “Aguas Vivas”. He leído sólo unaparte de esta edición (Nº 17), y la verdad me ha impactado.En particular, el artículo del hermano Rodrigo Abarca B,acerca de Babilonia, donde se revela la cruda pero realcondición de este mundo y como lamentablemente la Igle-sia de Jesucristo se encuentra envuelto en él. Quiera Diosque ustedes puedan seguir sirviéndole y suministrando estavaliosa información a su pueblo. Dios les bendiga,

Miguel Soto, Caracas - Venezuela.

Revista impresaHa sido una gran bendición recibir la revista «Aguas

Vivas» en versión digital. Me encantaría poder recibirlaimpresa para poder compartirla con mis hermanos y tam-bién ellos sean bendecidos. Gloria sea a nuestro Señor por

CARTAS

COLABORE CON «AGUAS VIVAS»¿Ha estado leyendo algo edificante en algún libro, periódico, revista o página Web cristianos? ¡Comparta la bendición con losdemás! Agradeceremos sus colaboraciones para las secciones «Perfiles», «Citas escogidas», «Para Meditar», «Recortes de laWeb» y «Maravillas de Dios» de AGUAS VIVAS. Al hacerlo, por favor, adjunte los datos de la fuente, y sus propios datospersonales (nombre, ciudad, país). Enviar a: [email protected] ¡Muchos le agradecerán!.

¡Renueve su suscripción de “Aguas Vivas” para el año 2003!En Chile: $6.000 anual, 6 ejemplares (incluye correo aéreo)

Contactarse con Jorge Geisse Dumont, Fono (45)343429, Fax (45)642904 o por correo, a la casilla 3050, Temuco, Chile.

contar con estos artículos tan edificantes. Gracias y quevuestro ministerio siga adelante.

Elidia Covarrubias Vela, Monclova, Coahuila, México

Desde MelbourneLe agradezco mucho por mandarme vuestra dirección

web, no saben el valor que tiene para mí. Yo soy pastor deuna Iglesia en la ciudad de Melbourne aquí en Australia.Vuestra página es de mucha bendición. Desde ya graciaspor fijarse en nosotros y bendecirnos. En el Servicio delSeñor

Ps. Guillermo Esquivel, Melbourne, Australia

Cómo puedo conseguir vuestra músicaHola, como están. Que la paz de Jesucristo sea con

ustedes, los felicito por la seccion de música en vuestrositio Web. La verdad espero que sigan haciéndolo por mu-cho tiempo. Me gusta mucho la musica y quisiera que medijeran cómo puedo conseguir la musica de el Hno. Rodrigoy los jóvenes, ya que no sé mucho de computacion y laverdad me gustaria tener esta música.

Reciban saludos. Esperaré su respuesta.Ismael Faz, Monterrey, México

De la iglesia que está en CacahotánNos da mucho gusto que se preocupen por la

edificacion del cuerpo de Cristo, ya que es el misterio quepor siglos habia estado escondido, pero que por la miseri-cordia de Dios se nos fue revelada a nosotros los que lehemos visto. Nosotros expresamos la iglesia que está enCacahotan, Chiapas, México, y, que ya hacía tiempoqueriamos tener comunion con ustedes, pero noencontrabamos la forma. Gracias a Dios lo podemos hacerahora por este medio, para agradecerles por el envío de larevista “Aguas Vivas”, que ha servido de edificacion para laiglesia que está en Cacahoatán.

Nos despedimos con mucho amor y que la paz y lagracia del Señor Jesús sea con todos ustedes.

Su hermano en CristoAntonio Domínguez, Cacahotán, Chiapas, México

¡De todo el planeta!Estoy fascinada con “Aguas Vivas”, imprimiendo artícu-

los para leerlos en mi casa. Ustedes saben cómo muchoscristianos le temen a la Internet, creen que es algo relacio-nado con la Bestia, el anticristo, etc. Sí, hay cosas horriblesen el Web, porque es un reflejo de la sociedad, como cual-quier otro medio de comunicación.

¡¡Pero miren lo maravilloso que es poder compartirnuestro amor por Jesucristo con hermanos de todo el pla-neta!! Saludos fraternales,

Mayra Meléndez, Puerto Rico.