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Ruta Cristiana 42 L a iglesia cristiana ha mantenido el principio de autoridad como un valor biológico y sexista, pero en los últimos tiempos se ha tenido que reflexionar o repensar la relación entre lo masculino y lo femenino. El enojo feminista hacia el patriarcado ha sido erróneamente interpretado como un resentimiento hacia el principio paterno. Pero la revolución feminista no consistió en un rechazo del principio de autoridad paterno o un reforzamiento del principio materno. Fue una revuelta contra el reinado de un género sobre otro. En la iglesia hacia la autoridad pastoral masculina. Enojarse contra un principio de autoridad no tiene sentido alguno. Eso sería equivalente a enfurecerse ante el hecho de que necesitamos semáforos para regular el tráfico, o ante la necesidad de un presupuesto, un horario, leyes, normas y regulaciones para el funcionamiento de la familia y la sociedad en general. Se trata de guillotinar una idea: la idea de que el principio de autoridad se refería a un aparato biológico y no a una cualidad arquetípica. La insurrección feminista fue seguida por una revolución feminista, que se encargó de reconstruir la definición literal de que el patriarcado tenía del poder masculino. Cuando existe una disociación entre el poder y la responsabilidad, el principio de autoridad se corrompe. ¿Por REFLEXIÓN TEOLÓGICA Por: Felipe Rincón Vásquez, Th.D. [email protected] EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD masculino o femenino? ¿ qué algunas mujeres son responsables de la obra y sin embargo la autoridad la recibe otro, solo por ser biológicamente masculino? El movimiento feminista declaró colectivamente que si las mujeres comparten la carga de responsabilidad, deberían también compartir el poder y la gloria. El principio de autoridad o arquetipo paterno no necesariamente debe corresponderse con el género. Me parece más efectivo que como una familia necesita el arquetipo materno y el paterno trabajando unidos hacia la madurez de la familia. Así mismo, la familia de la fe, la iglesia necesita de una interacción entre ambos. Algunos cristianos consideran que es inadmisible que la mujer sea portadora del principio de autoridad en la iglesia, y se basan en que todos los apóstoles y presbíteros del Nuevo Testamento fueron hombres y que las instrucciones específicas en cuanto a las mujeres de que “callen en las congregaciones” y de que no deben “enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre” resuelve el asunto. Pero, en otras entregas aportaremos una mejor comprensión de 1Corintios 14,34-45, porción bíblica que ha sido frecuentemente utilizada para mantener el mito de que la autoridad reside en lo masculino. En la iglesia primitiva las mujeres tenían un papel que con frecuencia era significativo, prominente y público. Esto fue lo que ocurrió desde el comienzo mismo de la fe con el ministerio de Jesús (Marcos 7,24; 15,40-41; Lucas 8,1-3; Juan 4,1-42; Mateo 27,55). Jesús proclamaba la llegada del Reino de Dios, en el que no habría más injusticia, sufrimiento y maldad, en el que todas las personas, ricas y pobres, libres y esclavas, hombres y mujeres, serían consideradas iguales. Resulta obvio que este mensaje de esperanza llamaba la atención en particular de los grupos desfavorecidos en aquella época: los pobres, los enfermos, los marginados y, las mujeres. No tenemos que esperar hasta finales del siglo II para encontrar a las mujeres desempeñando un papel importante en las primeras iglesias cristianas, puesto que tenemos testimonios en las epístolas paulinas del hecho que las mujeres ocupaban un lugar prominente en las naciente comunidad cristiana. Pablo menciona a Febe, diaconisa o ministra de la iglesia de Cencreas, a Prisca, a María que trabaja con los romanos, a Trifena, Trifosa y Pérside, a las que el apóstol considera compañeras de trabajo. También se menciona a Julia y a la madre de Rufo y a la hermana de Nereo. Las mujeres parecen haber desempeñado un papel significativo en las iglesias de la época de Pablo, como se puede ver en 1 Corintios 11 las mujeres oraban y profetizaban como lo hacían los hombres, con una participación activa. La Asociación Dominicana de Teologos Evangélicos de la República Dominicana (ADOTEVA) ha firmado un acuerdo con Universidad Cristiana de North Carolina para preparar los obreros cristianos en Ciencias Bíblicas a fin de que estén capacitados para su labor como exégetas, maestros, conferencistas e intérpretes bíblicos. Este programa podrá ser llevado a iglesias y ministerios que así lo requieran. Los egresados podrán optar por los títulos eclesiásticos de licenciatura, maestría y doctorado en Teología, mención Ciencias Bíblicas. OBTENGA UN TÍTULO UN UNIVERSITARIO EN CIENCIAS BÍBLICAS Estudie con nosotros CIENCIAS BÍBLICAS Lunes 7 a 9:30 P. M. y Sábado 3 a 6 P. M. 809.956.5269 Revista Ruta Cristiana 7ma. edición rutacristiana.net/revista

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EL PRINCIPIO DE AUTORIDADmasculino o femenino?

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Ruta Cristiana 42

La iglesia cristiana ha mantenido el principio de autoridad como un valor biológico y sexista,

pero en los últimos tiempos se ha tenido que reflexionar o repensar la relación entre lo masculino y lo femenino.

El enojo feminista hacia el patriarcado ha sido erróneamente interpretado como un resentimiento hacia el principio paterno. Pero la revolución feminista no consistió en un rechazo del principio de autoridad paterno o un reforzamiento del principio materno.

Fue una revuelta contra el reinado de un género sobre otro. En la iglesia hacia la autoridad pastoral masculina. Enojarse contra un principio de autoridad no tiene sentido alguno.

Eso sería equivalente a enfurecerse ante el hecho de que necesitamos semáforos para regular el tráfico, o ante la necesidad de un presupuesto, un horario, leyes, normas y regulaciones para el funcionamiento de la familia y la sociedad en general. Se trata de guillotinar una idea: la idea de que el principio de autoridad se refería a un aparato biológico y no a una cualidad arquetípica.

La insurrección feminista fue seguida por una revolución feminista, que se encargó de reconstruir la definición literal de que el patriarcado tenía del poder masculino. Cuando existe una disociación entre el poder y la responsabilidad, el principio de autoridad se corrompe. ¿Por

REFLEXIÓN TEOLÓGICAPor: Felipe Rincón Vásquez, [email protected]

EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD masculino o femenino?¿

qué algunas mujeres son responsables de la obra y sin embargo la autoridad la recibe otro, solo por ser biológicamente masculino? El movimiento feminista declaró colectivamente que si las mujeres comparten la carga de responsabilidad, deberían también compartir el poder y la gloria.

El principio de autoridad o arquetipo paterno no necesariamente debe corresponderse con el género. Me parece más efectivo que como una familia necesita el arquetipo materno y el paterno trabajando unidos hacia la madurez de la familia. Así mismo, la familia de la fe, la iglesia necesita de una interacción entre ambos.

Algunos cristianos consideran que es inadmisible que la mujer sea portadora del principio de autoridad en la iglesia, y se basan en que todos los apóstoles y presbíteros del Nuevo Testamento fueron hombres y que las instrucciones específicas en cuanto a las mujeres de que “callen en las congregaciones” y de que no deben “enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre” resuelve el asunto. Pero, en otras entregas aportaremos una mejor comprensión de 1Corintios 14,34-45, porción bíblica que ha sido frecuentemente utilizada para mantener el mito de que la autoridad reside en lo masculino.

En la iglesia primitiva las mujeres tenían un papel que con frecuencia era significativo, prominente y público. Esto

fue lo que ocurrió desde el comienzo mismo de la fe con el ministerio de Jesús (Marcos 7,24; 15,40-41; Lucas 8,1-3; Juan 4,1-42; Mateo 27,55).

Jesús proclamaba la llegada del Reino de Dios, en el que no habría más injusticia, sufrimiento y maldad, en el que todas las personas, ricas y pobres, libres y esclavas, hombres y mujeres, serían consideradas iguales. Resulta obvio que este mensaje de esperanza llamaba la atención en particular de los grupos desfavorecidos en aquella época: los pobres, los enfermos, los marginados y, las mujeres.

No tenemos que esperar hasta finales del siglo II para encontrar a las mujeres desempeñando un papel importante en las primeras iglesias cristianas, puesto que tenemos testimonios en las epístolas paulinas del hecho que las mujeres ocupaban un lugar prominente en las naciente comunidad cristiana.

Pablo menciona a Febe, diaconisa o ministra de la iglesia de Cencreas, a Prisca, a María que trabaja con los romanos, a Trifena, Trifosa y Pérside, a las que el apóstol considera compañeras de trabajo.

También se menciona a Julia y a la madre de Rufo y a la hermana de Nereo.

Las mujeres parecen haber desempeñado un papel significativo en las iglesias de la época de Pablo, como se puede ver en 1 Corintios 11 las mujeres oraban y profetizaban como lo hacían los hombres, con una participación activa.

La Asociación Dominicana de Teologos Evangélicos de la República Dominicana (ADOTEVA) ha firmado un acuerdo con Universidad Cristiana de North Carolina para preparar los obreros cristianos en Ciencias Bíblicas a fin de que estén capacitados para su labor como exégetas, maestros,

conferencistas e intérpretes bíblicos. Este programa podrá ser llevado a iglesias y ministerios que así lo requieran. Los egresados podrán optar por los títulos eclesiásticos de licenciatura, maestría y doctorado en Teología, mención Ciencias Bíblicas.

OBTENGA UN TÍTULO UN UNIVERSITARIO EN CIENCIAS BÍBLICAS

Estudie con nosotros CIENCIAS BÍBLICAS

Lunes 7 a 9:30 P. M. y Sábado 3 a 6 P. M. 809.956.5269

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