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    ESPAA EN LOS LIBROS DE VIAJES DE UNAMUNO

    Para conocer una patria, un pueblo, no basta conocer

    su alma lo que llamamos su alma, lo que dicen y

    hacen sus hombres, es menester tambin conocer su cuerpo,

    su suelo, su tierra. Un am uno )

    1

    .

    El tema de mi disertacin trata de una de las vertientes de la obra

    unamuniana menos atendida por los estudiosos, pero no carente de impor-

    tancia en el conjunto de su obra.

    Tres son los libros que podemos considerar de viajes:

    De mi pas

    opera minora),

    Por tierras de Portugal y de Espaa

    y

    Andanzas y visiones

    espaolas,

    que, en realidad, son conjuntos de artculos publicados durante

    un perodo muy dilatado de la vida de Unamuno, expresin de las in-

    numerables excursiones que realiz a lo ancho y a lo largo del relieve

    ibrico.

    En la literatura espaola no abunda esta clase de libros. Quiz, la causa

    tendramos que hallarla en el modo de vivir del espaol durante la Re-

    conquista, y, posteriormente, a raz del descubrimiento de Amrica,

    cuando todos los esfuerzos de los espaoles tendan hacia la conquista

    y dominacin de aquel nuevo continente que se les ofreca enigmtico

    y poderoso.

    Lo que al principio pareci ser causa de enriquecimiento, a la larga

    fue uno de los varios factores que determin el empobrecimiento y deca-

    dencia nacional. Durante el reinado de Carlos II el Hechizado esta situacin

    alcanza su punto culminante.

    El siglo de la Ilustracin espaola con su carcter ambivalente: po-

    lmico y razonador, conservador y reformador, fue al mismo tiempo

    una poca de meditacin sobre el cmo, el por qu del modo de ser es-

    pao l, de la manera de vivir del espaol y tambin he aqu, a juicio nuestro,

    el meollo de la cuestin) sobre cules deberan ser los caminos para su

    solucin.

    En la obra del padre mercedario Benito Jernimo Feijoo hallamos

    ya la primera llamada angustiosa a la conciencia nacional. Su Teatro critico

    universal

    y las

    Cartas eruditas

    no hicieron ms que poner el dedo en la

    llaga. Las

    Cartas marruecas

    del noble gaditano Jos Cadalso obedecen

    Por ierras le Portugal y de Espaa.

    Edil. Espasa-Calpe. p. 122.

    AIH. Actas IV (1971). Espaa en los libros de viajes de Unamuno. PALMIRA ARNIZ AMIGO

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    36 Palmira Arniz

    a unas coordenadas

    no

    silenciadas

    por su

    autor cuando reconoce

    en el

    Prlogoque l es unhombredebien, au torde unpapelque le ha pa-

    recido

    muy

    imparcial sobre

    el

    asunto

    ms

    delicado

    que hay en el

    mundo,

    que

    es la

    crtica

    de una

    nacin

    2

    .

    En esta lneaderedescubrimientodeEspaa, perocon unrasgo nuevo

    el practicismo

    que lo

    diferencia notablemente

    de las

    obras anteriores,

    estn

    la

    Ley gr ri

    y

    algunasM emorias

    del

    filntropo

    G. M. de

    Jovellanos.

    En

    el

    siglo

    xix el

    romanticismo

    y el

    costumbrismo contribuyen

    a

    fomentar unambiente favorable pa raeldescubrimientoyconocimiento

    de Espaa

    por

    parte

    de los

    espaoles. Estar

    ya

    avanzado

    el

    siglo cuando

    Pedro Antonio

    de

    Alarcn dar

    a la luz un

    libro

    de

    viajes

    La

    Alpujarra

    1873), evocacin romntica de un pasado lejano que el escritor saca

    del olvido tratan dodeexplicarse algunas cuestionesdelpresente. M ediante

    la varita mgica

    de

    Alarcn renace otra

    vez don

    Fernando

    del

    Valor

    con

    la

    romntica aureola

    de

    campen

    de la

    libertad

    de los

    moriscos alpu-

    jarreos.

    En el ltimo tercio delsigloxix el paisaje como tema artstico y de

    crtica social irrumpe,

    no

    slo

    en

    literatura, sino tambin

    en las

    dems

    bellas artes.

    As el

    paisaje castellano

    es

    pintado

    por

    Aureliano Beruete;

    el norteo por Daro de Regoyos; Rusiol, Casas, Sorolla dedicansus

    lienzos a resaltar lasbellezas del paisaje levantino; en msica, Albcniz

    con

    su

    rapsodia Catalua

    y la

    suite para piano Iberia

    y

    G ranados

    CMI SUS

    pequeos cuadros musicales,

    son lo ms

    representativo

    en

    esta direccin

    de acercamiento a las peculiaridades naci>nales. La ciencia tampoco

    permanece indiferente,

    y en 1890 un

    ingeniero

    de

    minas, Lucas Mallada,

    publica

    un

    libro,

    Los

    males

    de

    Espaa

    en

    donde revela,

    con la

    objetividad

    y sequedad

    de

    cifras

    y un

    relato escueto,

    la

    situacin real

    de la

    patria.

    Espaa como problema seenseorea delpensamiento avanzado espaol.

    Sern

    los

    institucionistas Joaqun Costa

    y

    Macas Picavea quienes

    en

    el terreno

    de lo

    concreto presentarn diferentes programas

    y

    proyectos.

    El final

    de la

    guerra

    con los

    Estados Unidos

    no

    hace

    ms que

    ahondar

    esta corriente, fermentada, por otra parte, por el sistema educativode

    la Institucin Libre

    de

    Enseanza.

    En

    1902

    Unam uno publica

    un

    tomitoDe mipas conjunto

    de

    catorce

    artculos diversos

    en los que hay

    costumbrismo influencia

    de

    Antonio

    Trueba), relatos de excursiones, crtica de rancias costumbres vascas,

    y

    no

    faltan

    los

    puramente descriptivos,

    de

    indudable valor sentimental

    2

    J. CADALSO,

    Carlas marruecas.

    Ed.

    Clsicos Castellanos.

    AIH. Actas IV (1971). Espaa en los libros de viajes de Unamuno. PALMIRA ARNIZ AMIGO

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    Espaa en Unamuno 137

    para los bilbanos Los Gigantes, Chimbos y chimberos, Un partido

    de pelota, En el Arenal de Bilbao, etctera).

    Hay dos artculos de indiscutible importancia para conocer el mtodo

    de elaboracin unamuniana. Son Solitaa, germen de

    Paz en la guerra

    y En Alcal de Henares, punto de partida para el ensayo

    En tomo al

    casticismo.

    Si nos guiamos por las propias declaraciones de U namuno,

    vemos cmo en su juventud su procedimiento creador era ovparo,

    lo que nos induce a creer que el viviparismo fue tardo y como conse-

    cuencia de una acumulacin y maduracin de ideas.

    En el Prlogo hallamos su definicin de la patria, que no la conceba,

    desde el punto de vista subjetivo, como un todo homogneo, sino que

    distingua una patria sensitiva... la de campanario y propia de la niez

    y la intelectiva o aun sentimental. En

    De mi pas

    predomina el amor

    hacia la patria de campanario, amor que quedar poco a poco, en lo

    recndito de su alma vencido por el otro amor, simbolizado en Castilla

    y por extensin en toda Espaa.

    Este amor a la patria sensitiva parece como si tuviera una consecuencia

    lgica en su preferencia por una poesa de la vigilia y de la vida, la que

    se encuentra en los aldeanos que meriendan y juegan al mus, en los

    obreros llenos de holln al resplandor rojo de la vena lquida... y en

    aquel indiano que satisfecho de haber trabajado como un negro, se

    va al Arenal, se sienta a la sombra y est estando. Este vitalismo lo

    opone a la poesa del sueo y de la muerte propia de Castilla. Razona-

    miento tan material, tan a terre ya no lo encontraremos en los dos

    libros siguientes de viajes, propiamente dichos.

    Ya en

    De mi pas

    hallamos las constantes del estilo unamuniano en

    esta clase de libros:

    el amor a la patria pero, preferencia por la de campanario,

    valoracin del mar como trmino metafrico;

    el color amarillo, expresin de dinamismo, actividad, a diferencia

    del azul y sus derivados;

    tendencia a definir el paisaje. As. el vasco, es un paisaje domstico,

    de nido;

    preferencia por la cima, quiz como expresin de un deseo infantil

    reprimido;

    no existencia de un paisaje feo.

    En

    De mi pas

    el hombre no es un elemento perturbador del paisaje,

    sino parte integrante de l, y a su vez modificador de l. Predomina una

    afirmacin vital y Unamuno es uno ms entre todos los que laboran.

    AIH. Actas IV (1971). Espaa en los libros de viajes de Unamuno. PALMIRA ARNIZ AMIGO

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    almita Arniz

    En 1911 Unamuno da a la luz

    Por tierras de Portugal y de Espaa

    impresiones de sus correras por la superficie ibrica. Ms de un decenio

    de vida en Salamanca ha ampliado su visin de la patria y el sentimiento

    intuitivo se ha enriquecido con el conocimiento de las cosas.

    Sin contradecir otros puntos de vista C. Blanco Aguinaga) sobre la

    relacin Unamuno

    H i s t o r i a

    conciencia)

    c r e e m o s q u e

    ,

    a N a m

    .

    Naturaleza inconciencia)

    raleza no fue para l un simple medio de evasin, sino algo ms profundo:

    fuente de conocimiento de la patria; refugio en que acumulaba fuerzas

    para continuar la lucha, la vuelta a la H istoria. Considerado as, el campo

    era un sedante y el silencio lo ms inapreciable.

    Particularmente interesante es el artculo

    E lsentimientode la naturaleza

    inapreciable conjunto de ideas de las que destacamos la preferencia de

    Unamuno por lo natural; el origen utilitario de este sentimiento, producto

    de la civilizacin; el paisaje se siente y lo sienten mejor quienes hacen

    de l un estado de conciencia.

    Hay en todo este conjunto de artculos un tono de serenidad, equilibrio

    y, tambin, de cansancio. Involuntariamente se perfila a travs de ellos

    la figura egregia de fray Luis de Len, y su oda inmortal A la vida retirada,

    trasunto del

    Beatus Ule

    horaciano.

    Abundan las personificaciones de la Naturaleza, vista por Unamuno

    a travs de un subjetivismo acusado, de tal forma que parece como si

    la humanizase. As, el agua es la conciencia del paisaje, y la del ro

    es conciencia viviente, conciencia movediza; Galicia posee un paisaje

    femenino, que acaricia, adormece; el agua secular desgastando y pu-

    liendo el terreno le ha dado contornos ondulantes y sinuosos como de

    senos y caderas mujeriles; los frondosos bosques de castaos, pinos,

    robles, olmos y otros ms, son como frondosa cabellera...; es un paisaje

    habitable que seduce como un nido incubador de morrias y saudades.

    Contemplando el curso y desembocadura del ro Tajo, lo califica de

    bravo luchador que se abre paso valienetemente, luchando a brazo

    partido por entre peascos y fragosidades hasta ir a morir majestuosa-

    mente a la imperial desembocadura de Lisboa.

    Pero si tenemos en cuenta que en el concepto de lo humano tanto

    monta lo bello como lo feo, hay una contradiccin implcita en su afir-

    macin de que no existe paisaje feo, aunque esta contradiccin se explica

    por su actitud tan subjetiva, no slo ante el paisaje castellano, sino ante

    el de Espaa.

    Andanzas y visiones espaolas

    apareci en 1921. Naturaleza y civili-

    AIH. Actas IV (1971). Espaa en los libros de viajes de Unamuno. PALMIRA ARNIZ AMIGO

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    Espaa en Unamuno

    zacin, campo y ciudad se entremezclan en visiones personalsimas de

    la patria, de la que se tiene conciencia, se la conoce y quiere.

    Si en Por tierras de Portugal y de E spaael campo era sentido por

    Unamuno como sedante necesario para proseguir la lucha, enAndanzas...

    hallamos un matiz nuevo: el campo como fuerza tica, fuente de energa

    moral, desde una ptica de cualidades cristianas.

    Porque el campo libre es una leccin de moral, de piedad, de serenidad, de hu-

    mildad, de resignacin, de amor.

    Pero Unamuno no slo recorre Espaa a travs de sus montaas

    3

    ,

    valles y ros, sino tambin las ciudades, que le sugieren reflexiones vlidas

    en nuestros das. Las capitales de provincia le hacen reflexionar amarga-

    mente sobre su penuria intelectual, no por escasez de valores, sino por

    no saber movilizar los que existen. De aqu su lema: hay que descentra-

    lizar la cultura, vigorizando culturalmente cada provincia, dando vida

    nueva a cada Universidad:

    pero para eso dice hacen falta hombres de recia moral y educacin. De una

    fuerte, recia y slida educacin clsica y filosfica. El joven intelectual provinciano

    cae fcilmente en literetatismo, en diletantismo. Los grandes y eternos problemas

    humanos se le escapan

    4

    .

    De las ciudades, dos son las que le inspiran cantos de autntica admi-

    racin y cario: vila de los Caballeros esencia de lo espaol y Sala-

    manca la

    de las piedras doradas por el sol y luego oxidndose toma ese color de oro viejo,

    y como a la cada de la tarde es una fiesta para los ojos y para el espritu ver a la ciudad

    cmo poso del cielo en la tierra destacar su oro sobre la plata del cielo y reflejarse

    desdoblndose en las aguas del Tormes pareciendo un friso suspendido en el espacio,

    algo de magia y de leyenda

    5

    .

    Es en la descripcin de Salamanca donde hallamos ligazn entre

    Naturaleza y civilizacin, entre campo y ciudad, aunque Unamuno dis-

    tingue dos ciudades: una, la del ajetreo social, cafs, teatros, tertulias

    y que le inspira aversin en este sentido son muy significativas sus refle-

    xiones sobre Madrid); y otra, la de los monumentos, calles, plazas, pala-

    cios,

    universidades, que l se la imagina como prolongacin de la Na-

    turaleza. Es una ciudad m uda, sin gentes, sin el hombre de carne y hueso;

    1

    Andanza s y visiones espaolas p. 87.

    /W

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    140 Palmira Arniz

    ciudad petrificada, aunque sus torres enhiestas de chapiteles sean paisaje

    y sus lneas lneas de estos campos

    6

    . Campo-ciudad, ciudad-campo

    se traban tan profundamente que en invierno los esqueletos de los rboles

    parecen columnas de templo arruinado al que se le hundi la bveda

    7

    .

    Cmo da vida Unamuno a esta ciudad ptrea de la que ha extrado

    lo esencial, el hombre de carne y hueso? Segn l la Naturaleza habla:

    cada momento, cada catedral, cada edificio es una frase arquitectnica,

    un aforismo de lneas. En una frase lase edificio) culmina y se

    condensa todo un sistema de ideas y pensamientos. He aqu por qu

    considera a las Pirmides y al Partenn como frases de piedra que no

    son tan simples como parecen, sino frases civiles, sentencias de civilidad

    hecha Naturaleza.

    Movindonos en el crculo: Naturaleza-ciudad-monumento llegamos

    inevitablemente al artfice que lo elev. Y aunque Unamuno resalte su

    calidad de eternidad, definindolo como sueo de piedra, que

    queda as, hecho piedra, piedra terrena, pero civilizada, piedra civil o piedra espi-

    ritual, frase acuada para siempre, monumento aere perertnius ms duradero que

    el bronce

    8

    .

    reconoce que

    To do es el universo, y ms que todo es el pensamien to, porq ue el pensamiento sobre-

    puja a todo lo pensado y a todo lo pensablc y rebasa de ellos

    g

    .

    Piedra civilizada, hecha por y para el hombre, aadimos nosotros,

    en su beneficio y goce, y que permanece merced a los cuidados del hombre.

    Creemos que los esfuerzos de Unamuno por alejar al hombre de su obra,

    conjunto material y espiritual al mismo tiempo, se invalidan mediante

    un examen objetivo de sus propios razonamientos.

    A diferencia de los libros anteriores, en

    Andanzas y visiones esp ol s

    es ms frecuente la nota social problema agrario , el de las nacionalidades,

    actitud hacia los hurdanos, situacin de los jornaleros de Jaraz, etc.) lo

    que da mayor calor humano al relato.

    No quisiramos terminar sin exponer algunas consideraciones sobre

    el estilo. Concisin y claridad que emanadas de su criterio.

    Decir lo que se ve y decirlo de modo que se vea oyndolo, ver lo que se oye; he

    aqu el secreto del arte,

    b

    Op. cil.. La torre de Mon terrey

    p. 460.

    7

    dem.

    p. 461.

    Ibidem.

    dem.

    D. 460.

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    Espaa en Unamuno 141

    no restan belleza y jugosidad al lenguaje, rico en metforas y personi-

    ficaciones. No se ha hablado suficiente sobre la metfora unam uniana,

    que sin la armona cristalina de la de Bcquer o la rotundez de la orte-

    guiana, alcanza una belleza extraordinaria como la que hemos mencio-

    nado cuando describe a Salamanca, o estas, dedicadas a Mallorca:

    Roqueta de Mallorca, vasta estalagmita de la lluvia de la luz del cielo sobre el mar

    latino

    10

    .

    Diase una isla de piedras preciosas, de esmeraldas, de topacios, de rubes,

    de amatistas, bandose al sol en su propia sangre

    11

    .

    Se emplea frecuentemente el adjetivo

    dorado

    o su equivalente de oro

    Roqueta de Mallorca, isla dorada donde cantan ebrias de sol las cigarras de

    oro...

    12

    .

    Si en

    De mi pas

    era perceptible la preferencia de Unamuno. por los

    colores

    verde

    y

    rojo

    en

    Anda nzas y visiones...

    hallamos la supremaca del

    dorado cuyo uso, a veces, es forzado, v.g. en corales de oro.

    Las personificaciones tienen un sello subjetivo acentuado. Es particu-

    larmente bella la de los olivos centenarios a los que llama olivos ermitaos

    que tal vez hacen a su modo penitencia y tienen fisonoma, personalidad,

    porque tienen historia, esto es alma...

    13

    son yos, personas...

    14

    .

    Su expresin favorita el hombre de carne y hueso la traspasa a la

    Naturaleza, y el rbol es de hueso (lea) y de carne (hojas); la ciudad puede

    tener carne y ser sea

    15

    .

    Hay metforas en que se percibe ntidamente su intencin social:

    Y entre aquellas ronchas de lo que fue monte y es hoy desierto, veamos a la patria

    rezumando pus y sangraza por entre agrietadas costas de cicatrices

    16

    .

    CONCLUSIONES

    En el conjunto de la obra unam uniana, los libros de viajes contribuyen

    a calar ms hondo en su compleja personalidad.

    Si el paisaje campo y ciudad son los elementos esenciales de esta

    clase de libros, ambos estn vistos de una manera personalsima y subje-

    10

    Andan zas y visiones....

    p. 457.

    i

    Ibid.

    p. 396.

    2

    Ibid. p. 415.

    i

    14

    Op. cit. pp.

    441.449.

    ? dem pp . 571 , 578.

    > dem. D. 544.

    AIH. Actas IV (1971). Espaa en los libros de viajes de Unamuno. PALMIRA ARNIZ AMIGO

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    Palmira Arniz

    va. Ambos no son ms que prolongaciones de su yo de su necesidad

    individual por hallar reposo y fuerza al mismo tiempo.

    Observamos una actitud evolutiva en cuanto al concepto de patria.

    Si en

    De mi pas

    prefera la patria intuitiva de campanario en los dos

    libros de viajes Por tierras de Portugal y de Espaa y Andanzas y visiones

    espaolas

    vemos cmo ha sido ganado por la patria intelectiva: Castilla-

    Espaa erigiendo a Salamanca y a vila como compendio de espao-

    lidad.

    Su concepto del campo evoluciona tambin desde una actitud pura-

    mente sentimental hasta la de considerarlo com o leccin tica y fuente

    de energa moral.

    Unamuno mediante sus libros de viajes nos transmite una honda

    leccin de amor a la patria.

    PALMIRA ARNIZ AMIGO.

    Universidad de Bucarest

    126 Guzmn Alvarez

    El muchacho de

    The PaintedBird

    en su fase ltima es un rebelde

    que lucha contra la sociedad cometiendo actos crueles o encargndose de

    ocultas misiones. Mas al volver al seno de la familia recibe una desilusin.

    Se siente solo solo con su voz que recupera en el ltimo instante.

    Lzaro

    al final de su poca infantil va de vencida. No luch en vano

    porque conserva su vida pero no pasa de ah : existir. Cuando al final

    de su empleo como aguador se encuentra vestido de hombre de bien

    no se lamenta del trato que le da la sociedad; hasta la sirve acom paando

    al verdugo en sus ejecuciones. Es que ahora ya est dentro de ella y no

    fuera como ante s; vive aho ra dirigidos sus sentimientos por el escep-

    ticismo ms completo.

    Paz en su casa

    a costa de lo que sea es lo nico

    que ambiciona.

    GUZMN LVAREZ.

    Universidad de Utrecht

    AIH. Actas IV (1971). Espaa en los libros de viajes de Unamuno. PALMIRA ARNIZ AMIGO