Achugar Hugo Y Otros - Imaginarios Y Consumo Cultural

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    Primer Informe sobre consumo y comportamiento cultural,Uruguay 2002

    UNIVERSIDADDE LA REPBLICA

    URUGUAY

    Facultad de Humanidadesy Ciencias de la Educacin

    CEILCentro de Estudios

    Interdisciplinarios Latinoamericanos

    Imaginarios y Consumo Cultural

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    Imag ina r ios y Consumo Cul tu ra l . P r imer In fo rme nac iona ls o b r e c o n s u m o y c o m p o rt a m i e n to c u l tu ra l , U ru g u a y 2 0 0 2 .Realizado en el marco del Programa Polticas Culturales:Estado y Sociedad Civil en tiempos de integracin regional yglobalizacin de la Fundacin Rockefeller en el Centro deEstudios Interdisciplinarios Latinoamericanos (CEIL) de laFacultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin de laUniversidad de la Repblica.

    E q u i p o d e i n v e s t i g a c i n :Hugo Achugar (Director del Proyecto y CoordinadorGeneral), Sandra Rapetti (Coordinadora de la Encuestanacional), Susana Dominzain (Coordinadora de la Encuestadel Interior urbano de Salto), Rosario Radakovich y AndreaCarriquiry.

    Re s p o n s a b l e s d e l D i s e o M u e s t ra l y A n l i s i s E s t a d s t i c o :rea Socio-demogrfica, Banco de Datos de la Facultad deCiencias Sociales de la Universidad de la Repblica. (OscarRoba, Omar Pratts, Mariana Cabrera y Daniel Macadar)Responsable del trabajo de campo de la Encuesta nacional:Giorgina Piani.Responsable del trabajo de campo de la Encuesta del Interiorurbano de Salto: Unidad de Estudios Regionales/FCS/ RegionalNorte. (Jorge Leal)

    E n c u e s t a n a c i o n a l s o b r e c o n s u m oy c o m p o r ta m i e n t o c u l tu ra l d e l o s u r u g u a y o sLa encuesta fue aplicada entre el 26 de julio y el 2 desetiembre de 2002 a una muestra de 3.467 personas, de 16aos y ms, residentes en ciudades de ms de 5.000habitantes de Uruguay. Para la determinacin del tamaomnimo de la muestra se trabaj con un nivel de confianzadel 0,95% y un margen de error del 2,5%. Larepresentatividad alcanza hasta el nivel de rea urbana decada departamento del pas y en Montevideo al nivel de lastres zonas en que se dividi al departamento. (Por ms datosvase el Anexo Metodolgico.)

    En c u e s t a s o b re c o n s u m o yc o m p o r t a m i e n t o c u l t u ra l d e l In t e r i o r u r b a n o d e S a l t oLa encuesta fue realizada entre el 1 y el 10 de agosto de2002 a una muestra de 371 personas, de 16 aos y ms,residentes en localidades del Interior del departamento deSalto. Para la determinacin del tamao mnimo de lamuestra se trabaj con un nivel de confianza del 0,95% y unmargen de error del 2,5%. La muestra es representativa delInterior urbano y suburbano de Salto. (Por ms datos vaseel Anexo Metodolgico.)

    El equipo de investigacin agradece la colaboracin brindada por M ara

    Emilia Bermdez, Sylvia Sena y Sonia DAlessandro as como a todas

    aquellas personas que de u na u otra man era hicieron posible este trabajo.

    Hugo AchugarPrograma Polticas

    Culturales:Estado y Sociedad Civil

    CEIL/FHCE/UDELAREdiciones Trilce

    Durazno 1888,11200 Montevideo, Uruguay.

    tel. y fax:(5982) 412 77 22/412 76 62

    [email protected]

    ISBN 9974-32-328-2

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    ContenidoUna fotografade mediados del ao 2002HUGO ACHUGAR

    Somos cultos? Cun cultos somos?Tiene futuro el Uruguay?Basta ya de Maracanhay que mirar para adelanteA los uruguayos les cuesta cambiar/

    Los uruguayos se quejan demasiadoViveza criolla y garra charraVisitando a santos y deidades religiosasReconstruir el Sols y el Sodre?Costos y polticas culturalesQu declaramos quequeremos ver en la televisin?Lo nuestro y lo local? Lo viejo y lo nuevo?Consumos e imaginarios

    Cultura:consumo nacionalSANDRA RAPETTI

    Organizacin del informeMsicaLecturaRadio

    TelevisinCineEn vivo y en directo: Carnaval, teatro, danza,recitales de poesa y conferenciasEl contacto de la poblacin con obras de arteInternetOtras actividades:el esparcimiento durante el tiempo libreEl contacto con amigos o familiaresen el exterior y el manejo de idiomas

    Conclusiones

    Salto:Consumo

    y comportamiento cultural

    SUSANA DOMINZAIN

    Por qu la realizacin de una encuesta y por qu Salto y en particular el Interiorurbano?MsicaLecturaCineRadioTelevisinEspectculos en vivoMuseosInternetActividades de esparcimiento

    Qu opinan y cmo se autopercibenlos habitantes del Interior urbano?

    Conclusiones

    Televisin pblica:imagen y alternativas imaginadas

    ROSARIORADAKOVICH

    El espacio televisivo. De las preferencias alos canales pblicosDespus te Tveo...De la ciudad al canal: Tv Ciudad Canal 24Opiniones ciudadanassobre imgenes pblicasFinalmente...

    Anexo metodolgico

    Anexo de TablasBibliografa

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    Una fotografade mediados

    del ao 2002

    Hugo Achugar

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    Los datos estn. Los datos, es cosa sabida,no son la realidad sino indicios indi-cadores, se les llama para poder leer unacierta construccin de la realidad. En esta

    oportunidad, se trata de una encuesta la primera,dadas sus caractersticas, que se realiza en Uruguaysobre el consumo y el comportamiento cultural delos uruguayos de 16 aos y ms realizada entre laltima semana de julio y el transcurso del mes deagosto del ao 2002.

    La fecha importa no slo para registrar comose suele y es obligatorio metodolgicamente hacerel momento de realizacin de la encuesta sino,

    adems, por el hecho de que coincide con el perodoen que sobrevino la crisis financiera del sistemabancario uruguayo que marc un punto de inflexinparticularmente importante en los aos de recesincontinua que hemos estado viviendo desde 1998.

    Los datos, la fecha y tambin, las historias oancdotas historias y ancdotas recogidas por losencuestadores en su trabajo de campo, usualmente,no se las incluye en este tipo de informes; sinembargo, de todos modos, decidimos incorporarlas,diseminadas a lo largo de los cuatro trabajos,acompaando este In fo rm ea modo de vietas oilustraciones con el fin de mostrar la otra cara dela Luna de esta investigacin sobre Im agin ario s yConsum o Cultural.

    Somos cultos?Cun cultos somos?

    Estas preguntas son las que surgen de

    inmediato ante una encuesta de este tipo.Lamentablemente, no existe, no ha sido inventadotodava, un cultmetro para que los individuos o

    las sociedades se apliquen y midan cientficamentecun cultos son. No existe el instrumento, auncuando algunos puedan pensar que las encuestasson un posible sucedneo y sobre todo, no solo noexiste dicho instrumento sino que adems la culturano se mide. Tan culto es quien no ha ledo un libroen toda su vida, quien no sabe quin es Joaqun TorresGarca, quien no ha asistido nunca a un recital deLa Vela Puerca como aquel que lee libros todo eltiempo, escucha msica clsica o es miembro de unacuerda de tambores. La cultura es otra cosa. Ques? El propsito de esta encuesta no es responderesa pregunta.

    Es cierto que esta encuesta estudia, analiza einclusive hasta se podra decir que mide cuntoleen los uruguayos, cuntos discos poseen, si leendiarios o si van a bibliotecas, museos e incluso sitienen en sus casas televisores y cuntas horas sesientan frente al mgico aparato que trasmitetelenovelas, informativos y tambin obras maestrasde la historia del cine.1 Esta encuesta tambin analizasi los uruguayos usamos internet, si hablamos otrosidiomas adems del espaol, si vamos a la Semanade la Cerveza en Paysand, si frecuentamos losespectculos de Carnaval o hacemos deporte y culesson los santos visitados por los uruguayos.

    No pregunta por el mate, aunque en una pri-mera versin del formulario de la encuesta incluaalgo as como: Indique su acuerdo/desacuerdo conla frase El mate es lo que nos define como urugua-yos. Esa pregunta y otras muchas ms fueron eli-minadas de la versin final por distintas razones; ladel mate porque, asumimos quizs errneamentecul iba a ser el resultado; otras porque no era posi-ble preguntarlo todo.

    Ninguno de los anlisis realizados en este

    In fo rm eaun cuando en ms de una ocasin serealizan comparaciones con otros pases indica odecide la cuestin para algunos fundamental:

    1. Medir consumo nosignifica medir cultura.

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    cun cultos somos? No la resuelve porque todossomos cultos, aunque cultos de modo diferente y endiferentes culturas o subgrupos culturales: hay quienno sabe quin es o fue Telleman, mientras otrosignoran qu cosa es La abuela Coca o cul es elmedio necesario para acceder a disfrutar de una obrade Petrona Viera o Ignacio Iturria. Tan culto es quienreverencia a Yemanj como quien escucha discos deAC/ DC o de Rubn Rada o aquellos que sloencuentran placer con el argentino y difunto Rodrigoo por el contrario leyendo los ltimos ensayos delTh e New York Review of Books.

    Entonces, se me dir, cul es la diferencia entreuna persona culta y un ignorante o acaso no la hay?La diferencia entre cultura e instruccin o entrecultura e ignorancia no es posible establecerla entre

    culturas diferentes. Toda persona puede ser cultaen el sentido de conocedora o instruida en undeterminado universo cultural y a la vez ser profunday totalmente ignorante en otro.

    La diversidad cultural proclamada por laUNESCO y presente en la mayor parte de los discur-sos sobre polticas culturales contemporneos noestablece jerarquas: el patrimonio cultural de nues-tro planeta est constituido por diferentes objetosproducidos por los seres humanos y es, precisamente,su multiplicidad y su diferencia lo que le confiere su

    inmenso valor. En resumen: las sociedades mscultas seran aquellas que estimulan y protegen suspropias y esenciales diversidades.

    Esto, que no es ninguna novedad, necesita seraclarado creo yo cuando se est presentando un In fo rm e sobre co n su m o y co m port am ien to cu ltu ra l; esnecesario para no generar falsas expectativas. Cules el mejor, ms promisorio y productivo futuro paraUruguay: la tecnologa de internet, el cultivo de ladanza folclrica o el de los transgnicos? Nada deeso se resuelve tampoco con este In fo rm e, apenas seaspira a dar elementos para que aquellos polticos,gerentes, industriales, especialistas de mercadeo,acadmicos, intelectuales varios y gestores oanimadores culturales que tienen la responsabilidadde encauzar este pas puedan contar con informacinque los ayude a tomar decisiones.

    A eso se aspira y tambin, cosa para nadamenor, a dar elementos para que los uruguayos todosnos conozcamos un poco ms y un poco mejor. Enestos agentes decisorios y en el conjunto de losuruguayos estuvimos pensando cuando imaginamos,diseamos y llevamos a cabo esta encuesta. Encuesta

    que no significa ms que un apostar a que este tipode estudios sea continuado en el futuro por lasociedad uruguaya.

    Este primer In fo rm eanaliza el consumo y elcomportamiento cultural de los uruguayospertenecientes a un universo que result de lamuestra que dise el equipo del Banco de Datos dela Facultad de Ciencias Sociales y de lo que se dacuenta en el anexo metodolgico correspondiente.El equipo estuvo conformado por Sandra Rapettiquien realiza un anlisis en profundidad de losconsumos y de algunos hbitos a nivel nacional,Susana Dominzain quien efecta un estudio similarpero acotado a lo que llamamos el Interior urbano ysuburbano del departamento de Salto y RosarioRadakovich quien se centra en la llamada televisinpblica.2

    Por mi parte, adems de escribir oscilandoentre el nosotros, el impersonal y la primera persona

    esta suerte de introduccin que es el presente ensayo,aspiro o intento dar cuenta de algunas de las clavesgenerales de la encuesta, as como profundizar enaquellos elementos de la autopercepcin de losuruguayos que no se recogen a nivel nacional enlos otros trabajos. Por esto mismo, en una primera yfugaz instancia, aspiraba a analizar las respuestasreferidas a lo que el equipo denomin elcomportamiento de los uruguayos y que tiene quever con aspectos vinculados a la mencionadaautopercepcin de la sociedad, as como otros

    relacionados con opiniones sobre polticasculturales, ciertas preferencias y otros indicadoresde nuestro perfil cultural. Para ello deba procedercon un lenguaje y una metodologa ajena a miformacin; sin embargo y por lo mismo, decid hacerla lectura que un crtico o un analista cultural puederealizar de los datos resultantes de una encuestacomo sta con particular nfasis en aquellosvinculados a esos aspectos del imaginario trminousado en el equipo libremente y como un modo dedescribir aquellas preguntas que no estabanestrictamente vinculadas al consumo o a loshbitos culturales que permitan inferir un perfilde los uruguayos.

    Entre las mltiples preguntas que realizamoshubo algunas que daban cuenta de fenmenos delarga duracin mientras que otras indicabansituaciones, vivencias u opiniones ms coyunturaleso de menor duracin. En ese sentido, es posiblesostener que los gustos musicales y la inclinacinpor algunos gneros literarios o cinematogrficossean ms permanentes que ciertas opiniones o ciertosconsumos, muchas veces influidos dichas opiniones

    o dichos consumos por razones coyunturales.En todo caso, los datos resultantes de estaencuesta permiten algunas reflexiones sobre la

    2. Independientementede este In fo rm e, en un

    volumen aparte sepublica un relevamiento

    de la infraestructuracultural a nivel nacional

    que ha sido elaboradopor Andrea Carriquiry yque forma parte de esta

    investigacin.

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    sociedad uruguaya y sobre todo habilitan aventuraralgunas conclusiones con respecto a aspectoscentrales de la realidad cultural de los uruguayos.Es esta reflexin y este aventurar conclusiones sobrelos resultados de la presente encuesta lo quepretendemos realizar en las prximas pginas,aunque tambin aspiramos revisar algunas de lasrespuestas que llamamos de imaginario.

    Cmo imaginan los uruguayos al pas? Cmose imaginan a s mismos? Cules son las variablesque estn detrs de algunas respuestas? Qu leen yde qu manera esto influye opiniones, hbitos,creencias? Una encuesta no alcanza para contestartantas y tales preguntas, pero pueden orientar futurasinvestigaciones, futuras polticas culturales yeducativas. Ms aun, son tantas las posibilidades

    abiertas con esta encuesta que dar cuenta de todashubiera implicado una tarea mucho ms extensa enel tiempo y el equipo entendi que era preferibleacotar este primer In fo rm ey dar una visin bastantecompleta aunque, necesariamente, parcial delmaterial acumulado.

    Tiene futuro elUruguay?

    Durante el proceso de anlisis de los datosde la encuesta aument en m la conviccin y lacerteza de que, de hecho, el objetivo de esta en-cuesta adems de analizar el consumo y algunoscomportamientos culturales era el de contribuir

    a pensar el futuro de nuestro pas. En lo que res-pecta a esta encuesta del ao 2002 y en medio detanta incertidumbre sobre el futuro, vale la penaentonces comenzar por revisar qu respondieronlos uruguayos encuestados al planteo de expresarsu acuerdo o desacuerdo con la frase: El Uruguayno tiene futuro.

    Los resultados fueron claros y precisos: a nivelnacional, el 68% de los encuestados cree que el Uru-guay tiene futuro, mientras un 28% no cree que lotenga. En el Interior el acuerdo alcanz el 66%, por-centaje que en Montevideo fue de 69%. Sin embar-go, si consideramos los resultados del Grfico 1, de-partamento a departamento, surge una relativa omayor heterogeneidad.

    La territorializacin del futuro muestra que

    Artigas, Cerro Largo, Lavalleja, Maldonado y Treintay Tres se ubican entre los departamentos con mayorporcentaje de acuerdo en que el pas tiene futuro. Enel extremo opuesto se destacan: Flores donde haymayor acuerdo en que Uruguay no tiene futuro,Durazno donde el porcentaje de No sabe/Nocontesta es casi similar al de desacuerdo con queUruguay no tenga futuro y Florida que presenta unporcentaje similar al de Flores aunque levementemenor.

    Pero si avanzamos un poco ms en una suerte

    de proyeccin especulativa y, en lugar de considerarlos departamentos, evaluamos las localidadesvisitadas en la encuesta todas ellas ciudades de msde 5.000 habitantes, salvo el caso del Interior urbanode Salto que analiza Susana Dominzain en que sonmenores a 2.000 habitantes, la heterogeneidad y lavariabilidad no hacen sino acrecentarse. Los extremos

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    90100

    acuerdo desacuerdo NS/NC

    M o n t e v i

    d e o

    A r t

    i g a s

    C a n e

    l o n e s

    C e r r o

    L a r g o

    C o

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    i a

    D u r a z n o

    F l o r e s

    F l o r i

    d a

    L a v a

    l l e j a

    M a

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    P a y s a n

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    R o N e g r o

    R i v e r a

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    J o s

    S o r i a n o

    T a c u a r e m

    b

    T r e

    i n t a y

    T r e s

    Grfico 1. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: El Uruguay no tiene futuro

    (en % por departamento)

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    son muy elocuentes ya que si la media nacionalestablecida para el acuerdo con que el Uruguay notiene futuro est en un 28%, lo que encontramos esque hay localidades como Trinidad, Dolores o SarandGrande que estn muy por encima del porcentaje anivel nacional.

    En el otro extremo se encuentran aquellasciudades que creen fuertemente en que el pas tienefuturo: as frente a una media nacional de 68%, Melo,Parque Carrasco, Artigas, Lascano, Punta del Este,San Carlos, Tranqueras, Nueva Helvecia y Bella Unintienen un nivel muchsimo mayor que la media eindican que entre Sarand Grande y Bella Unin existeuna disparidad de visiones respecto del futuro delpas que confirma la fuerte heterogeneidad de unasociedad que se crea o se pens en algn momento

    como homognea.Para terminar de sealizar la cartografa de

    estos territorios en que se evala el futuro deUruguay, cabe considerar aquellos casos donde elNo sabe/No contesta estn tan por encima delpromedio nacional que se vuelven ms que diferentes.As, mientras Guichn y Pando superan de modo clarola media nacional, en La Paz y Sarand del Yi ladiferencia es an mayor aunque no alcancen ningunade esas localidades los excepcionalmente altosvalores de Durazno y Paso de los Toros.3

    Ahora bien, si establecer el futuro o, mejor di-cho, mapear las opiniones acerca del futuro de nues-tro pas a travs de departamentos, localidades oregiones permite pensar o imaginar la heterogenei-dad de evaluaciones que los uruguayos hacemos, estaterritorializacin no parece ser suficiente.

    Tomando en cuenta la divisin en zonas paraMontevideo (vase anexo metodolgico), en cambio,logramos confirmar dentro de los lineamientos dela muestra realizada para esta encuesta, lasvariaciones de que venimos hablando, pero no slopor territorios sino tambin por sexo, edad,instruccin e ingresos. As, son las mujeres en lastres zonas las que manifiestan mayores ndices de

    acuerdo con la falta de futuro, alcanzando un mximode 35% en la Zona 3 que es la ms baja de nivelsocioeconmico. En relacin con la edad son losjvenes quienes menos creen en el futuro del pas ynuevamente es en la Zona 3 donde se llega al msalto valor con un 39% para los menores de 29 aos;asimismo es en esta misma zona donde entre quienestienen un nivel de instruccin de primaria o menorse llega a un 37%. Pero, y esto muestra la altavariabilidad que muchas veces atraviesan las zonaso las localidades, es en la Zona 1 aquella de msalto nivel socioeconmico donde entre quienestienen menor nivel de instruccin se llega al valormximo con un 40%.

    Los niveles de ingreso tienen un comportamien-to previsible, pues el acuerdo con el Uruguay notiene futuro es mayor entre quienes tienen menoresniveles de ingreso, salvo en la Zona 3 donde quienesganan entre 6.000 y 15.000 pesos presentan un 37%de acuerdo. 4

    La conclusin parece obvia: hay dos o msterritorios, dos o ms pases o, por lo menos, variosmodos de imaginarlo, pero la polarizacin no secorresponde slo con departamentos, localidades ybarrios diversos. Las diferencias tambin aparecensi tomamos en cuenta otras variables como ya vimos.

    As, al igual que en Montevideo, a nivel nacional

    son los menores de 29 aos los que muestran mayorporcentaje de acuerdo con que el Uruguay no tienefuturo y aquellos que poseen menor instruccin onivel de estudio presentan un porcentaje aun mspronunciado de descreimiento en el futuro del pasllegando al 34%.

    Algunos de estos resultados no parecen sersorprendentes. Sin embargo, surgen algunos datosinteresantes al considerar el nivel de ingresos y lareligin. En relacin con el nivel de ingresos mensual,se destaca que quienes dicen estar de acuerdo conla frase el Uruguay no tiene futuro se encuentrantanto quienes declaran ingresos menores a 3.000pesos (37% de ese sector de la poblacin as lo

    Tabla 1. Montevideo Zona 3Acuerdo/Desacuerdo:

    El Uruguay no tiene futuro(en % por edad)

    GRUPOS DE EDAD16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTAL

    Acuerdo 39 31 37 35

    Desacuerdo 58 67 60 63NS/NC 3 2 3 2Total 100 100 100 100

    Tabla 2. Montevideo Zona 1Acuerdo/Desacuerdo:

    El Uruguay no tiene futuro(en % por edad)

    GRUPOS DE EDAD16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTAL

    Acuerdo 29 23 25 25

    Desacuerdo 65 74 72 71NS/NC 6 3 3 4Total 100 100 100 100

    3. Precisamente, laabultada cifra de

    Durazno y Paso de losToros nos oblig a

    realizar una nueva visitaa dichas ciudades paradescartar la posibilidadde que los datos fueran

    errneos: no lo son.

    4. A nivel de Montevi-deo, encontramos que

    en algunos barrios exis-ten Arroyo Seco, Casa-b, La Teja, Tomkinson

    entre otros tambinmuy altos porcentajes

    de acuerdo en que Uru-guay no tiene futuro. En

    el otro extremo, losbarrios que no dudan

    del futuro del pas sonCarrasco, Maroas,

    Mercado Modelo, Saya-go, Parque Rod, Pradoy Villa Muoz con por-

    centajes muy superioresa la media nacional ymontevideana y final-

    mente La Paloma yBrazo Oriental apare-

    ceran en una proyec-cin ms all de los

    lmites metodolgicosprecisos de la muestra

    como los ms optimistas.

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    piensa) como tambin aquellos que declaran ingresosentre 40.000 y 50.000 (un 39% de ese grupo semanifiesta en ese sentido), porcentajes ambos muypor encima de la media nacional. Pero tambin sonllamativos los resultados que surgen de cruzar elacuerdo o desacuerdo con el futuro del pas con lareligin declarada por los encuestados, como surgede la Tabla 3:

    Segn estos datos: los adventistas en un muydestacado primer lugar, seguidos de los evangelistassantistas y de los judos, evangelistas, cristianos,testigos de Jehov, todos por encima de la medianacional, seran quienes tienen menor confianza enel futuro uruguayo. Los miembros de la Iglesia deJesucristo de los ltimos Das y los de la IglesiaEvanglica Metodista merecen una consideracindiferente, pues los primeros se presentan divididosen perfectas mitades entre el desacuerdo y el Nosabe/No contesta y los segundos muestran un altoporcentaje de No sabe/No contesta.

    Por el contrario, quienes manifiestan tenermayor desacuerdo con la frase, y por lo mismo elmayor optimismo con respecto al futuro del pas, sonlos budistas/taostas, umbandas y los nuevosapostlicos. Es posible que, en algunos casos, losfundamentos o visiones del futuro propios de cada

    religin expliquen las diferencias, pero parece claroque entre quienes declaran Ninguna y Catlicaque representan cerca del 85% de la poblacin

    encuestada el acuerdo acerca de que el pas tienefuturo se corresponde o est muy cerca de la medianacional de 68%.

    Una clara mayora de los encuestados estnde acuerdo con que el pas tiene futuro y se trata deun grupo heterogneo. Pero, quines son, entonces,los que no creen que Uruguay tiene futuro? Por cierto,se trata de un sector minoritario ya que no llega al

    30% de la poblacin. Pero aun cuando el casi 30%de aquellos que descreen del futuro del pasconstituya una minora, dado el tema en cuestin esuna minora considerable y con perfiles particulares.

    Esta desesperanza o esta falta de confianzaparece concentrarse entre los jvenes de menorinstruccin y con menor nivel de ingresos, con unapequea diferencia a favor de las mujeres. La menorconfianza aumenta entre los habitantes del Interiory entre los jvenes de la Zona 3 de Montevideo, ascomo entre los miembros de algunas denominacionesreligiosas. Pero aun esta conclusin exige otro matiz,pues el altsimo porcentaje cercano a un 40% delos uruguayos con altos ingresos de ms de 40.000pesos que se declaran de acuerdo en que Uruguayno tiene futuro, muestra que la variable econmicasi bien importante no es la nica determinante.

    Esta diversidad parece indicar que la opinin,

    llammosla descreda debe obedecer a otras variablesno consideradas en esta ocasin. Por ejemplo, lavariable poltica podra ser relevante y por lo mismo

    Tabla 3. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: El Uruguay no tiene futuro

    (en % por religin)

    RELIGIN ACUERDO DESACUERDO NS/NC TOTALNinguna 29 65 6 100Catlica 27 69 4 100Evanglica Metodista 14 49 37 100Umbanda 16 82 2 100Testigo de Jehov 32 68 0 100Budista/Taosta 14 86 0 100Juda 35 60 5 100Mormn 25 70 5 100Cree en Dios 27 73 0 100Evangelista 33 65 2 100JC de los ltimos Das 0 50 50 100Adventista 82 18 0 100Nueva Apostlica 18 82 0 100Evangelista Santista 49 51 0 100Cristiano 33 67 0 100Pentecostal 22 78 0 100

    Otros 21 79 0 100NS/NC 25 74 1 100Total 28 68 4 100

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    se tom en cuenta lo que los encuestados declararonhaber votado en las ltimas elecciones; los datos,incluido el hecho de que un porcentaje significativodecidi no contestar, fueron los siguientes:

    De la Tabla 4 resulta que, en relacin con elacuerdo, los extremos estn marcados por el PartidoColorado seis puntos por debajo de la medianacional y por el EP-FA cuatro puntos por encimade la media nacional; esto no representa unadiferencia lo suficientemente significativa como paradar cuenta de las particularidades de las respuestasde los encuestados que venamos considerando. Entreuno y otro extremo se ubican el Partido Nacional yel Nuevo Espacio. Es posible, sin embargo, especularque el menor desacuerdo del EP-FAest relacionadocon su posicin fuertemente crtica respecto de la

    situacin del pas, as como los porcentajes delPartido Colorado estn relacionados con el hecho deque se trata del sector en el gobierno. Pero quizs loms interesante sea la respuesta que dan aquellosque estn definidos por el No vot que sonpresumiblemente los ms jvenes o los futurosvotantes; aun cuando tambin es posible que se tratede simples no votantes.5 En este caso de No vot,el porcentaje de acuerdo con la frase El Uruguay notiene futuro alcanza el 33% que sumados a los Nosabe/No contesta representa casi el 40%.

    En funcin de todas las variantes antesconsideradas, pensamos que quizs haba que tomaren cuenta otras. Informacin o acceso a nuevastecnologas podan ofrecer otra o una mssignificativa explicacin. Por lo mismo, tomamos encuenta la variable de informacin en diarios ysemanarios y lo encontrado fue que: a mayorfrecuencia en la lectura, tanto de diarios comosemanarios, mayor acuerdo en que el pas no tienefuturo. Mientras que entre aquellos que manifiestanno leer nunca diarios o semanarios el acuerdoacerca de que el pas s tiene futuro ronda y superael 70%, tambin por encima de la media nacional.

    En cambio, entre quienes declaran una altafrecuencia de lectura de libros manifiestan ms fe enel futuro del pas que aquellos que no leen nunca;

    estos ltimos por debajo de la media nacional y losotros por encima.

    Por otra parte, lo declarado por aquellos quemanifiestan conectarse todos los das a internetmuestra que el 79% est de acuerdo en que el pastiene futuro, mientras que a medida que disminuye lafrecuencia o incluso el no uso de internet, aumenta elacuerdo en la opinin de que Uruguay no tiene futuro.

    Quiere decir esto que en relacin con lainformacin y la tecnologa, los que ms se informany aquellos que ms la frecuentan aun siendominoritarios son los que presentan menor confianzaen el pas? No necesariamente, ya que eso pareceraser cierto para aquellos que leen diarios ysemanarios, no para quienes leen libros ni paraquienes escuchan radio. De este ltimo grupo, los

    que menos acuerdan con que el Uruguay no tienefuturo son quienes declaran gustar de programasde entretenimiento, musicales, otros y en cuartolugar indican a los informativos.

    El acuerdo o el desacuerdo con que el Uruguayno tiene futuro pasa, evidentemente, por otrasvariables adems de las aqu consideradas, y ellomerecer un anlisis ms detallado en prximostrabajos.

    Basta ya de Maracanhay que mirar paraadelante

    Las posibilidades de hacer cruces y combinarvariables hace de este tipo de investigaciones algo,a la vez apasionante, pero tambin casi inagotable.Por lo mismo, si a la pregunta sobre el futuroagregamos otra que articula pasado y futuro, como

    es la de acuerdo o desacuerdo con la afirmacinBasta ya de Maracan hay que mirar para adelante,los resultados son particularmente interesantes pueshay casi una prctica coincidencia con quienesopinan positivamente acerca del futuro del pas.

    Tabla 4. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: El Uruguay no tiene futuro

    (en % segn voto partidario)

    P. COLORADO P. NACIONAL E. PROGRESISTA N. ESPACIOEN BLANCO/ ANULADO NO VOT NS/NC TOTALAcuerdo 22 24 32 28 23 33 25 28

    Desacuerdo 74 71 64 65 70 61 71 68NS/NC 4 5 4 7 7 6 4 4Total 100 100 100 100 100 100 100 100

    5. Los datos de la

    encuesta, sin embar-go, dan cerca de un

    15% que declar nohaber votado, la

    abrumadora mayorade los mismos perte-necientes a los secto-

    res ms jvenes delos encuestados.

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    A nivel nacional, un 89% manifiesta estar deacuerdo con la afirmacin Basta ya de Maracanhay que mirar para adelante. Entre los ms jvenesesto alcanza el 90% y el porcentaje es aun un pocomayor (91%) entre aquellos que tienen nivel deinstruccin secundario. Considerando el nivel de

    de Montevideo, mientras que la Zona 1 es decir, lade mejores ndices econmicos y educativos aparecepor debajo de la media nacional con 86%. Estaabrumadora coincidencia a nivel nacional no dejade presentar algunas singularidades que se puedenapreciar en el Grfico 2.

    ingreso, encontramos siempre a nivel nacional queel mayor porcentaje de acuerdo se halla entre quienesdeclaran ganar menos de 6.000 pesos (90%),disminuyendo a medida que aumentan los ingresos.Sin embargo, en el Interior ocurre lo contrario y esen el tramo de mayores ingresos donde se da elporcentaje de mayor acuerdo (casi el 95%). Por otraparte, aun cuando la diferencia por sexo no es muysignificativa, son las mujeres quienes presentan unporcentaje de acuerdo levemente mayor con el Basta

    ya de Maracan con casi 2 puntos de diferencia.La opinin con respecto al futuro del pas

    apareca matizada aun cuando existiera unapronunciada mayora de 68%, pero respecto delpasado o, mejor sea dicho, de ese pasado mitificadoen Maracan hay casi unanimidad.

    Basta ya de Maracan, hay que mirar paraadelante, dicen los uruguayos encuestados y losporcentajes son ms que elocuentes: Rivera 97%,Treinta y Tres 97%, Lavalleja 93%, Florida 93%,Colonia 92%, Durazno 91%, Maldonado 91%,Artigas 91%, todos ellos por encima de la media de90%. Estos mismos departamentos tienen rangos deporcentaje similares a las Zonas 2 (92%) y 3 (93%)

    A saber, dentro de la casi unanimidad del pasque manifiesta su acuerdo, algunos departamentospresentan porcentajes mucho ms altos que los dela media nacional respecto del desacuerdo, estos son:Paysand (18%), Ro Negro (19%) y un poco mslejos Salto (15%). Es decir, en estos departamentosel desacuerdo con ese tajante romper con el pasadode Maracan es mayor que en el resto del pasduplican y ms la media nacional de 7,8%, aunqueesto adems est matizado por el hecho de que en

    los dos primeros casos hay un porcentaje significativode No sabe/No contesta y en el de Salto no seregistran casos de No sabe/No contesta.

    No deja de ser relevante, de todos modos, queestos departamentos pertenezcan a una misma zonageogrfica del pas el litoral oeste; aunque tambines cierto que algunos de los otros departamentoslitoraleos presenten los porcentajes ms opuestos.Nuevamente, la territorializacin marca la existenciade matices y, precisamente, estos matices se revelanms significativos si pasamos del mbito de losdepartamentos al de las localidades o, en el caso deMontevideo, a los barrios.

    A nivel de las localidades, ms que certezas o

    M o n

    t e v i

    d e o

    A r t

    i g a s

    C a n e l o n e s

    C e r r o

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    D u r a z n o

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    d

    R o N e g r o

    R i v e r a

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    b

    T r e

    i n t a y

    T r e s

    T o

    t a l e s

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    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    90

    100

    Grfico 2. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: Basta ya de Maracan, hay que mirar para adelante

    (en % por departamento)

    acuerdo desacuerdo NS/NC

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    precisiones tenemos presunciones; de todos modosaparecen algunos casos singulares como lo sonGuichn y Young que tienen los porcentajes msbajos de acuerdo con el Basta de Maracan. Escomo si en estas localidades y de modoespecialmente impactante en Guichn dijeran queno hay que dejar atrs a Maracan, que no debemosolvidar ese pasado mtico; cosa que para poderafirmar con total propiedad exigir un futuro estudioespecfico de esta localidad.

    Pero tambin resulta significativo que BellaUnin que presentaba un altsimo porcentaje dedesacuerdo para con el Uruguay no tiene futuro,con respecto al Basta ya de Maracan es decir, elbasta de cierto pasado desciende notoriamente pordebajo del promedio nacional. En cambio, Punta del

    Este presenta un ndice superior al que surga antesu declaracin de acuerdo en cuanto a que el pastiene futuro. Por su parte, Sarand del Yi que antesofreca un bajo porcentaje en relacin con el Bastaya de Maracan muestra un sorprendentemente altoporcentaje de acuerdo.6

    En relacin con las tres zonas de Montevideo,nos encontramos que los mayores ndices de acuerdose encuentran entre las mu-jeres y entre los de menoresingresos. En la Zona 3 pre-

    domina el Basta ya deMaracan, pero adems yquizs lo ms llamativo esque en esa misma Zona 3considerada como la demayores dificultades aque-llos que declaran ingresospor encima de 15.000 pesosalcanzan un porcentaje re-dondo y contundente de100% en su acuerdo con elBasta ya de Maracan,mientras ese mismo nivel deingreso en la Zona 1 registracasi un 81% y en la Zona 2casi un 90% de acuerdo.7

    Qu significa todoesto? O, mejor, cmo leerlo?Por un lado, la conclusinms clara y que se reiteraa lo largo de todo el In fo rm efrente a mltiples ydiferentes preguntas es que existen notoriasdiferencias y heterogeneidades que aparecen con

    mayor fuerza cuando se pasa de lo nacional a lodepartamental y de lo departamental a lo zonal, local

    o barrial. Pero si, por un lado, esto obliga a unalectura que preste particular atencin a laspeculiaridades y a los localismos, por otro, esto noimplica la ausencia de grandes coincidencias dentrode la sociedad uruguaya.

    En cierto sentido, se podra sostener que lo lo-cal, zonal o barrial muchas veces es diluido en lodepartamental o nacional. Ms aun, en funcin delregistro de estas fuertes divergencias y de estasheterogeneidades, es factible argumentar la existen-cia de enclaves culturales en la sociedad urugua-ya. Con la idea de enclaves me refiero a la idea deagrupamientos, de islas con perfiles especficosque coexisten o existen en escenarios ms amplios,supuestamente homogneos o cohesionados y queestablecen o suponen tensiones y/o

    polarizaciones.Enclave no es sinnimo, en este trabajo, de

    un lugar o territorio salvaguardado y propio de lasclases acomodadas; en algn sentido aspira a unacierta neutralidad ya que por dichos enclavespueden ser entendidos tanto sectores sociales dealtos ingresos, como bolsones de pobreza oagrupamientos de escaso consumo informtico. Al

    mismo tiempo, la idea deenclaves pretende reite-rar la fragmentacin impl-

    cita en la diversidad de opi-niones, comportamientos yconsumos que esta encues-ta ha registrado en el pasy que muchas veces equi-vale a heterogeneidad.

    Enclaves que se resis-ten a reconocer que el fol-clore pueda ser el tipo demsica preferida por un n-mero importante de uru-guayos, enclaves que no tie-nen idea de qu es internet,enclaves que no han asisti-do nunca al cine, enclavesque a contrapelo de lo queopina la casi totalidad delpas no comparte ciertasopiniones. Por otra parte,como ya fue aclarado, este

    sealamiento de la diversidad de opiniones, posicio-nes o comportamientos no busca negar ciertos con-sensos a nivel nacional o determinados bloques

    hegemnicos a nivel de preferencias, consumos ogustos culturales. No busca eso ni tampoco negar

    6. Insistimos, tanto anivel de localidadescomo de barrios de

    Montevideo, lo que laencuesta da esespacio para la

    especulacin ya quelos niveles metodo-lgicamente vlidos

    son a nivel nacional,departamental y de

    las tres zonas deMontevideo.

    7. Cuando se consideranlos barrios de Montevi-

    deo, a pesar de lospocos elementos que

    tenemos, lo queencontramos es lo

    siguiente: el nivel msbajo de acuerdo lo

    presenta Brazo Oriental,mientras que hay varios

    otros barrios, conporcentajes casi

    absolutos de acuerdo,como lo seran de ser

    vlidas nuestrasespeculativas proyeccio-

    nes: Arroyo Seco,Capurro, Casab,

    Conciliacin,

    La Teja, Maroas,Pearol, Sayago yTomkinson.

    Sabe Usted que en este pascuando yo llegu, estaba llenode textiles...

    Seor qu le parece si terminamos la encuesta y despus conversamos un rato...

    No, voy a hablar de las textiles , quiero que ustedsepa... Estaba La Aurora,estaba Campomar..., (alfinalizar) ... muchas gracias y disclpeme pero quera contar-le de algunas cosas que yo viv,es que estoy muy solo y necesito hablar de mi tiempo.

    (Hombre de unos 80 aos)

    Encuestador M. B.

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    17

    que la heterogeneidad muchas veces encubre o des-cubre las profundas brechas existentes en la socie-dad uruguaya. Heterogeneidad y diversidad no sonsinnimos de fragmentacin, aunque a veces puedallegar a darse el caso de que s lo sean.

    En principio y volviendo a la pregunta deMaracan, las respuestas hasta ahora analizadasparecen indicar que hay una fuerte y hegemnicanecesidad de romper con el pasado, aun teniendoen cuenta las variaciones ya indicadas. Necesidadms pronunciada en algunas zonas o entre algunossectores, pero de todos modos incuestionable. Elpas, en un alto porcentaje, quiere mirar haciadelante. No hay mayores diferencias en funcin delvoto poltico aunque el mayor ndice de acuerdoest en el Nuevo Espacio con 92% y el menor en el

    Partido Colorado con el 86%, pero cules son losmodos de ese cambio?, y en primer lugar qu seopina acerca del cambio en la sociedad uruguaya?Si, a pesar de las variaciones y de una relativaheterogeneidad, hay una mayoritaria conviccin deque el pas tiene un futuro y de que hay que terminarcon cierto pasado cules medios o culesconductas aparecen como apreciados en la sociedaduruguaya? Estamos dispuestos al cambio? Estaltima pregunta no se formul como tal ni en esosprecisos trminos, pero es posible inferirla delconjunto de lo preguntado en el formulario.

    A los uruguayos lescuesta cambiar/Los uruguayos sequejan demasiado

    No parece haber duda: a los uruguayos lescuesta cambiar. O al menos eso es lo que piensa uncontundente 86% de los encuestados, en porcentajessimilares tanto hombres como mujeres. Al igual queen las preguntas anteriores, tambin en este casohay diferencias entre Montevideo e Interior. Mientraspara los montevideanos el porcentaje de acuerdosupera el 90% para el resto del pas ronda el 80%.Aquellos departamentos que superan el 90% deacuerdo en que a los uruguayos les/nos cuestacambiar son, adems de Montevideo, Canelones,Florida y Treinta y Tres; el resto se mantiene en elentorno de la media nacional de 86%, salvo Rochaque desciende hasta un 72%.

    Durazno, por su parte, es el nico que no estde acuerdo en que a los uruguayos nos/les cuestacambiar, presentando un 48% de acuerdo en ladificultad para el cambio y un 53% para indicar queno es cierto que nos cueste cambiar. 8

    A nivel de localidades, los extremos estnlocalizados, por un lado, en Tranqueras y SarandGrande donde se da un rotundo porcentaje deacuerdo en la dificultad para el cambio mientras enel otro extremo, estn por debajo de la media:Guichn, Chuy y Sarand del Yi. Sin embargo, es enPaso de los Toros y en Lascano donde si laseventuales proyecciones especulativas fuerancorrectas, al parecer se encontraran los menoresndices por debajo del promedio nacional en suacuerdo con que a los uruguayos les cuestacambiar.

    As como ocurre con Durazno a niveldepartamental, en algunas localidades se va contrala corriente general del pas. Esto tambin podraestar ocurriendo en algunos barrios de Montevideo,ya que tanto nos encontramos con que el acuerdoen Mercado Modelo y Bolvar o La Paloma/Tomkinson estara muy por debajo de la media delconjunto de Montevideo, mientras Casab y PajasBlancas se encontraran en una situacin intermedia.

    De lo anterior se desprenden algunas

    singularidades, pues parecera que estamos ante uncaso de diferencia entre temperatura y sensacintrmica. Por un lado, se expresa disponibilidad alcambio y simultneamente se indica que a lasociedad uruguaya le cuesta cambiar. Casi se podradecir que si no el pas, los uruguayos estn/estamoscomo trancados: por un lado se entiende necesarioel cambio, por otro no se cree que el cambio seafcil ni sin mayores costos. Pero quines estn msde acuerdo con que sea difcil el cambio para losuruguayos: los jvenes, las mujeres, los de menoresingresos, los menos instruidos?

    Los jvenes son los que manifiestan estar msde acuerdo con la dificultad del cambio, pero esteacuerdo disminuye a medida que aumenta la edad.De todos modos, incluso en el tercer tramo, el queva de 60 aos y ms, el porcentaje a nivel nacionales de casi un 80%, lo cual sigue siendo un muy altoporcentaje incluso y a pesar de que existan casi 10puntos de diferencia con los ms jvenes.

    Los de mayores ingresos9 y mayor nivel deinstruccin muestran altos porcentajes de acuerdosuperiores a la media nacional respecto a que a

    los uruguayos les cuesta mucho cambiar; por otrolado, no hay diferencia significativa por sexo y

    8. Esta singularidaddel departamento deDurazno, dicho seade paso, no seexpresa slo en estapregunta como puedeapreciarse en otroscasos en el informerealizado por SandraRapetti.

    9. Una curiosacoincidencia se da entrelos patrones conpersonal a cargo y losempleados/obrerospblicos donde seencuentran los menoresporcentajes de acuerdocon respecto a que a losuruguayos les cuestacambiar; de todosmodos, dichosporcentajes estntambin por encima del80%.

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    quienes superan ampliamente el 90% en su acuerdoson los y las solteras.

    Lo anterior puede llevar a pensar que existeuna percepcin paradojal o negativa de la sociedaduruguaya en el sentido de que es necesario abrirse alos cambios, pero al mismo tiempo no considera quelos uruguayos les/nos sea fcil cambiar.

    Por otro lado, el alto y creciente uso y difusinde internet vase al respecto el trabajo de SandraRapetti permitira pensar que esta opinin de que alos uruguayos les cuesta cambiar no se condicecuando se trata de incorporar una nueva tecnologacomo es internet. El cambio cuesta opinan losuruguayos, pero, paradojalmente, no la incorporacinde nuevas tecnologas. Ms aun, coexistencia denuevas tecnologas con visiones de la sociedad u

    opiniones tradicionales.O quizs qu es lo que los encuestados

    pensaron que a los uruguayos les/nos cuestacambiar? No surge de las respuestas analizadas eneste primer In fo rm e qu es aquello que cuestacambiar. Es ms, es muy posible que slo se trate deuna idea generalizada en el imaginario de la sociedad,pero que no se corresponda con la realidad. En todocaso, una mayor precisin con respecto a este temamerecer un futuro y especfico trabajo.

    Ahora bien, cmo se conjuga el tema del

    cambio, por un lado, con la pregunta acerca de silos uruguayos se quejan demasiado y por otro, conaquella que indaga sobre si se est o no de acuerdoen que El Uruguay debera abrir sus puertas a gentede todos los pases?

    Con respecto a la queja, los encuestados a nivelnacional creen, en un porcentaje superior al 70%,que los uruguayos se quejan demasiado, pero si sediscrimina entre Montevideo e Interior el Grfico 3muestra lo siguiente:

    El 76% de los montevideanos piensa que nosquejamos mucho ms que lo que opina el Interior,pues para los encuestados en el Interior la queja esexcesiva en casi un 64%. Nuevamente, a pesar delas diferencias, hay una suerte de consenso. Unamayora clara afirma: los uruguayos nos quejamosdemasiado.

    Son los jvenes y los de mejores ingresosquienes ms creen que la queja es excesiva y aunqueel nivel de instruccin no es una variable muysignificativa, s resulta destacable que quienes hanalcanzado niveles terciarios de educacin sean losque presentan los porcentajes ms altos de acuerdo.

    Esto parecera sugerir que el reconocimiento ola opinin por una parte, de que les/nos cuestacambiar a los uruguayos y por otra de que nos

    quejamos /se quejan demasiado son casi correlativos.Es decir, existe una diferencia de 9 puntos a favor dela dificultad para el cambio, pero de todos modosestamos en registros que rondan o superan las trescuartas partes de la sociedad en ambos casos.

    Ahora bien, altos porcentajes sealan que elUruguay tiene futuro y altos porcentajes que hay queabandonar el mtico pasado de Maracan y mirarhacia delante, es decir, parecen apostar al cambio.Al mismo tiempo una significante mayora sostieneque a los uruguayos les cuesta cambiar y que

    adems se quejan demasiado. Implica esto unacontradiccin? Es esto universal y homogneo? Hayvariantes por departamento, por educacin, poringreso, por zona de Montevideo?

    Con respecto a la eventual contradiccin, noparece ser el caso. Ms aun, me parece y aqu asumola responsabilidad de la primera persona que estasituacin hasta permite comprender si no explicar laactual coyuntura de la sociedad uruguaya. Sometidaa desafos, a crisis endgenas y exgenas, a temores

    0

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    80

    Acuerdo Desacuerdo NS/NC

    MontevideoInteriorTotal nacional

    76

    6470

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    3327

    2 3 3

    Grfico 3. Montevideo/Interior/Total nacionalAcuerdo/Desacuerdo: Los uruguayos se quejan demasiado

    (en %)

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    a lo desconocido, puede ocurrir que se est pensandoque los futuros o posibles cambios puedan ser parapeor en condiciones ya muy difciles. O incluso, quelos cambios necesarios para construir el futuroimpliquen sacrificios que, mirando retrospectivamentela sociedad uruguaya, se crea no estn o no estamosdispuestos a realizar los uruguayos.

    Con respecto a si esto es una suerte dementalidad dominante si es que se la puede llamaras, lo que se ha podido apreciar es que nuevamente

    hay una significativa diversidad de opiniones. Y estoa pesar o aun cuando el perfil mayoritario la dichamentalidad dominante apunte a ese conjunto si nocontradictorio, al menos disonante que se caracterizapor declarar que el Uruguay tiene futuro, que bastaya de Maracan, que nos cuesta cambiar y que nosquejamos demasiado.

    La excepcin ms notoria a un panoramapor dems bastante homogneo est constituida

    por Durazno. Este departamento a diferencia delresto del pas salvo quizs Salto presenta unalto porcentaje de desacuerdo con la afirmacin

    Grfico 4. DepartamentosAcuerdo/Desacuerdo: Los uruguayos se quejan demasiado

    (en %)

    0 20 40 60 80 100

    MontevideoArtigas

    CanelonesCerro Largo

    ColoniaDurazno

    FloresFlorida

    LavallejaMaldonado

    PaysandRo Negro

    RiveraRocha

    SaltoSan JosSoriano

    TacuarembTreinta y Tres

    NS/NC

    Desacuerdo

    Acuerdo

    2 0 2 0 3 16 12 0 1 3 4 5 2 13 4 1 4

    22 30 28 42 28 68 12 23 32 43 38 31 35 31 51 25 16 37 10

    76 70 70 58 69 16 76 77 67 54 58 64 63 56 49 71 84 62 86

    M o n

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    T a c u a r e m

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    i n t a y

    T r e s

    00

    En este sentido, cabra ahora considerar lapregunta sobre si los uruguayos somos solidarioscomo parte de la autopercepcin benevolente; loharemos combinndola con la del acuerdo odesacuerdo acerca de si los uruguayos somosracistas lo que nos permitir analizarla ycompararla con las opiniones sobre si debemosabrirnos al mundo.

    La lectura es transparente. Somos solidarios y

    no somos racistas. Es decir, tenemos una buenaimagen de nosotros mismos. Sin embargo, elporcentaje de quienes dicen estar en desacuerdo con

    de que los uruguayos se quejan demasiadorozando el 70%, cuando la media nacional dedesacuerdo es de 27%.

    La disonancia de Durazno que obliga a untrabajo futuro que se centre en este departamentoya que ste no es el nico caso en que presenta uncomportamiento diferente, sin embargo es un indiciode que, como veremos, la sociedad uruguaya tiendea verse con mayor benevolencia de lo que algunosobservadores o analistas culturales piensan.

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    la formulacin Los uruguayos somos racistas esmucho menor que el del acuerdo con el tema de lasolidaridad. Los jvenes, por su parte, tienen conrespecto a la solidaridad una menor disposicin al

    acuerdo que el resto de la sociedad encuestada.Entonces estamos o no dispuestos al cambio?Preguntemos si esa solidaridad y el hecho de noreconocernos como racistas nos lleva a estar deacuerdo con la afirmacin: El Uruguay debera abrirsus puertas a gente de todos los pases. La raznpara esta conexin se funda en la hiptesis de que sino somos racistas y adems somos solidariosdeberamos estar dispuestos a abrir nuestras puertasa todo el mundo y no slo en calidad de turistas. Enel prximo Grfico vemos la distribucin Montevideo/Interior as como el promedio o la media nacional.

    Los montevideanos parecen estar ms abiertos,pero la diferencia con el Interior, aun cuando de 9puntos, slo confirmara tendencias histricas acercade que tanto ciudades-capitales como ciudades-puertos suelen ser ms abiertas o estar msdispuestas al contacto con los extranjeros. Pordepartamentos nuevamente surge la heterogeneidadde respuestas que hemos venido observando; pero

    no existe diferencia ni por sexo ni por edad. Encambio, por nivel de ingreso s tal como aparece enla Tabla 7.

    Lo que encontramos es que a mayor ingreso,

    mayor acuerdo en la disposicin a la apertura delpas. Esto puede deberse a muchas causas, aunquepresumo que tenga que ver con temores a prdidade trabajo ms que a otro tipo de razones; en todocaso para profundizar se debera realizar otroprximo informe. Por lo mismo es interesantecomparar esto con los resultados en relacin con lagente que tiene trabajo y con la que est buscandotrabajo ya que lo que se encuentra es que el acuerdoa la apertura alcanza en ambos casos el 69%, ascomo tambin con algunas localidades o barrios;pues en muchos de estos casos parecera estarse muypor encima o muy por debajo de la media nacionalde 75%.10 Es muy posible que estos datos puedan ono estar relacionados con empleo, desempleo,aislamiento cultural o quizs pueda tener algncomponente de xenofobia, pero no hemosinvestigado, en esta oportunidad, esas posiblesvariables.

    Justamente, otro cruce o variable que sin ser

    Tabla 5. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: Los uruguayos somos solidarios

    (en % por edad)

    GRUPOS DE EDAD

    16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTALAcuerdo 76 84 89 83Desacuerdo 21 13 8 14NS/NC 3 3 3 3Total 100 100 100 100

    Tabla 6. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: Los uruguayos somos racistas

    (en % por edad)

    GRUPOS DE EDAD

    16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTALAcuerdo 37 41 34 38Desacuerdo 59 55 59 57NS/NC 4 4 7 5Total 100 100 100 100

    Grfico 5Acuerdo/Desacuerdo: El Uruguay debera abrir sus puertas a gente de todos los pases

    (en %)

    7

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    Montevideo Interior Nacional

    Acuerdo

    Desacuerdo

    NS/NC

    73

    20

    64

    2823

    8 8

    69

    10. En ese sentido seranecesario un estudio

    representativoindependientemente

    del nivel departamentalque s es representativo

    en esta encuesta de lassiguientes localidades

    que pareceran estarmuy por debajo de la

    media nacional: Artigas,Bella Unin, Trinidad,Paysand, Mercedes.Por otra parte, seraparticularmente til

    poder realizar unestudio particular de

    Nueva Helvecia, pues alparecer y con datosmnimos no necesa-

    riamente representa-tivos planteara un

    mnimo acuerdo con queUruguay abra sus

    puertas a gente deafuera. Otros casos

    igualmente interesantespor lo bajos son Chuy,

    Tranqueras y JuanLacaze.

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    21

    absolutamente consistente ofrece algunos indiciosde cierta correlacin es la que se da cuando se cruzala disposicin a abrir las puertas del pas con el hechode tener algn familiar o amigo en el exterior. As enel Grfico 611 por departamentos se pregunt Ustedtiene algn familiar directo o amigo cercano viviendoen el exterior.

    Durazno, Flores, Artigas, Rocha y Sorianomuestran tener menos de 50% de respuestaspositivas muy por debajo de la media de 68%, sinembargo son mucho ms numerosos losdepartamentos en que el porcentaje de quienesresponden tener familiares directos o amigoscercanos supera ampliamente la media nacional.

    Por otra parte, cuando combinamos las dos

    variables que venimos considerando y, sobre todo,si pasamos a nivel de localidades, los porcentajescomo siempre varan y por lo mismo, hay excepcio-

    nes que exigirn anlisisms finos en el futuro.Uno de esos casos es elde Nueva Helvecia quetiene un altsimo rechazoa abrir las puertas a quevenga gente de otros pa-ses y sin embargo, decla-ra tener un muy alto por-centaje de familiares oamigos cercanos en el ex-terior. Si bien uno podra

    suponer que la relacin con el exterior, los efectosde la emigracin y la disponibilidad a aceptarmigrantes no tiene por qu ser estrecha, de todosmodos parecera surgir de la presente encuesta que

    hay all un tema para continuar investigando.Montevideo es el departamento que ms alto

    porcentaje presenta y tiene un 78% como promediodepartamental de familiares o amigos directos en elextranjero; al estudiar las tres zonas consideradasen esta encuesta, surge lo siguiente:

    En la Zona 1, segn el nivel de los ingresos, amayor ingreso, mayor porcentaje de conexiones fueradel pas (79%); en la Zona 2 ocurre lo mismo peroen el nivel ms alto de ingresos se da el porcentajems alto de las tres zonas con 93% y en la Zona 3 se

    encuentran los menores ndices (71% es la mediapara esta zona) con un pico en el grupo de losingresos medios. La conclusin no es nueva: son

    Tabla 7. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo:

    El Uruguay debera abrir sus puertas a gente de todos los pases(en % segn ingreso)

    NIVEL DE INGRESOS TOTALMENOR A ENTRE$6.000 MAYOR A$6.000 Y $15.000 $15.000

    Acuerdo 66 70 82 69Desacuerdo 26 23 15 23NS/NC 8 7 3 8Total 100 100 100 100

    Grfico 6. DepartamentosUsted tiene algn familiar directo o amigo cercano viviendo en el exterior

    (en %)

    0

    20

    40

    60

    80

    100

    S 78 31 66 68 70 22 32 50 48 55 66 63 58 41 60 57 48 54 56 68

    No 22 70 34 32 30 78 68 50 52 45 34 37 42 59 40 43 52 46 44 32

    M o n

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    C a n e l o n e s

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    D u r a z n o

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    T a c u a r e m

    b

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    i n t a y

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    t a l

    11. No se incluy losNo sabe/No contestapues solo aparecencasos en Lavalleja,Paysand, Rivera yRocha y en un rangoentre el 1 y el 2%.

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    los sectores de mejores ingresos los que tienenamigos cercanos o familiares directos en elextranjero, con un especial nfasis en los sectoresaltos de la Zona 2, es decir de los sectores medios.

    Una ltima consideracin surge si comparamoslos datos de las tres Zonas de Montevideo con elingreso econmico de quienes declaran tenerfamiliares directos o amigos cercanos en el exterior,los datos son los de la siguiente Tabla 8:

    Viveza criolla y garra charra

    La misma ndole de la pregunta acerca delacuerdo o desacuerdo de abrir las puertas del paspuede o podra, como vimos, ser relacionada con faltade disposicin o, por el contrario, con apertura alcambio. Pero aun cuando no hubo preguntas directao explcitamente relacionadas con los modos omaneras para salir adelante y realizar el entendidocomo dificultoso aun cuando deseado cambio, shubo un par de preguntas que apuntaban, de algnmodo, a registrar la opinin de los uruguayos en tornoa conductas o consignas tradicionales ohistricamente arraigadas referidas: a cmo salirde las dificultades, a cmo enfrentar los desafos o acmo aprovecharse o solucionar una desventaja. Laspreguntas a que me refiero son las siguientes: Laviveza criolla es til y Con la garra charrasaldremos adelante.

    De algn modo, las dos preguntas apuntan aregistrar la permanencia o no, la vigencia o no deactitudes y opiniones, tal como se aclar, si no tra-dicionales por lo menos con una larga historia y vi-

    gencia entre muchos uruguayos, a diferencia de loque se planteaba como una posibilidad de pensar encambios introducidos por la incorporacin del exte-rior o de lo extranjero. Estas preguntas apuntan,adems, a evaluar cul es la autopercepcin frente apersonas de otras razas o etnias o pases en unasociedad histrica y hegemnicamente consideradacasi en su totalidad como blanca o fundamental-mente europea y que, solo hace unos aos, ha co-menzado a investigar la presencia de antepasadosindgenas en la poblacin uruguaya.

    Si se comparan las respuestas dadas a nivelnacional a las afirmaciones: La viveza criolla estil y Con la garra charra saldremos adelante,lo que surge es que el acuerdo es prcticamentesimilar: 46% para la primera y 43% para la segunda.Sin embargo, los uruguayos encuestados a nivelnacional frente a la afirmacin La viveza criolla estil presentan una actitud dividida casi en porcionesiguales, aun cuando el desacuerdo sea apenas 2puntos superior. En el caso de la garra charra ladiferencia es mucho mayor en favor de aquellos queno estn de acuerdo que con la garra charra

    saldremos adelante.

    Tabla 8A nivel nacional

    Tiene usted algn familiar directoo amigo cercano en el exterior?

    (en % por ingreso)

    NIVEL DE INGRESOS TOTALMENOR A ENTRE$6.000 MAYOR A$6.000 Y $15.000 $15.000

    S 61 73 83 68No 39 27 17 32Total 100 100 100 100

    Esto termina de mostrar que lo apreciado anivel nacional se reproduce de modo amplificado

    o exacerbado a nivel de Montevideo.12

    A mayoringreso, mayor cantidad de familiares o amigos enel exterior, lo que combinado con la Tabla 7,referido a ingresos econmicos y disposicin aabrir puertas a extranjeros, muestra una ciertasimilitud, aunque los porcentajes en ese caso seanun poco mayores que los considerados en estaltima Tabla 8.

    En suma y volviendo a una pregunta anterior:estamos o no dispuestos al cambio?, si una de lasformas del cambio fuera o consistiera en queUruguay abriera sus puertas a gente de todos lospases, entonces las tres cuartas partes de losuruguayos estaran de acuerdo. Esa conclusin noes necesaria ni se desprende lgicamente de laencuesta. En todo caso, queda otra preguntapendiente qu efectos culturales tiene sobre lasociedad uruguaya el hecho de tener estosporcentajes de amigos cercanos o familiaresdirectos en el extranjero? Ayuda al cambio, ayudaa la emigracin, ayuda al resentimiento, alnacionalismo? Tampoco se desprenden de lapresente encuesta las respuestas a dichas preguntas.

    12. La excepcin aesto lo constituyen

    aquellos que enrelacin con esta

    pregunta figurancomo No sabe/Nocontesta, pues a

    nivel nacional dichoscasos son el 0,1%; en

    Montevideo no seregistran casos y en

    el Interior alcanzan el0,3%.

  • 7/29/2019 Achugar Hugo Y Otros - Imaginarios Y Consumo Cultural

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    El acuerdo con la viveza criolla es til esmayoritario entre los ms jvenes para ir decreciendocon la edad, pero con la garra charra ocurre que

    quienes estn en mayor desacuerdo son los de edadintermedia. En el caso de que con la expresin garracharra pudiera querer implicarse que con recursosextraordinarios, instintivos, atvicos e irracionales oa puro coraje saldremos adelante, entonces losuruguayos, por leve mayora no estn de acuerdo;como no estn de acuerdo por incluso menordiferencia o mayora con la utilidad de la vivezacriolla.

    La opinin de que la viveza criolla resultauna va vlida y til aparece, sin embargo, enporcentajes que superan el 60% en variosdepartamentos entre los que se encuentran: Rivera(con el ms alto de los valores: 76%), Soriano, Treintay Tres, San Jos y Artigas. Por el contrario no estnde acuerdo: Montevideo, Canelones, Cerro Largo,Durazno, Maldonado y Ro Negro. Esta diversidadse proyecta, como vimos, sobre una media nacionalque indica un 48% de desacuerdo frente a un 46%de acuerdo. En Montevideo, por ejemplo, losporcentajes varan de un acuerdo de casi 42% a undesacuerdo de 53% y un No sabe/No contesta depoco ms del 5%.

    El mayor acuerdo, entonces, de la utilidad dela viveza criolla se encuentra en los sectores de menoredad, pero tambin entre los sectores de menoringreso y menor instruccin. El acuerdo entre losjvenes montevideanos sube hasta un 55%,disminuyendo con la edad hasta alcanzar casi un34% entre los de 60 aos y ms.

    Esto quizs no sea muy sorprendente, pues amayor edad se podra especular que se ha podidoexperimentar en carne propia que nonecesariamente la viveza criolla es til, algo similarse podra decir para con el nivel de instruccin. Sinembargo, lo ms llamativo parece ser el hecho de

    que las distancias entre acuerdo y desacuerdo noson tan pronunciadas como en otras preguntas.

    Podra pensarse quizs que la variable trabajo

    pudiera ofrecer alguna fuerte diferencia. La diferenciaexiste, pero como resulta en la Tabla 12 no es tanpronunciada. Ya que quienes estn buscando trabajoexpresan su acuerdo mayoritariamente con un 49%y quienes tienen trabajo, por el contrario, opinan quela viveza criolla no es til en 52%. Es decir, ladistancia no es tan pronunciada entre quienes buscantrabajo y entre quienes lo tienen, aun cuando sepueda argumentar que, de todos modos, s existe unabrecha de casi 10 puntos entre el acuerdo y eldesacuerdo de los que estn trabajando. Por elcontrario, quienes estn buscando trabajo slopresentan entre acuerdo y desacuerdo una diferenciade apenas 4 puntos.

    Tabla 9. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo:

    La viveza criolla es til(en % por edad)

    GRUPOS DE EDAD16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTAL

    Acuerdo 54 43 40 46Desacuerdo 40 52 53 48NS/NC 6 5 7 6Total 100 100 100 100

    Tabla 10. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo:

    Con la garra charra saldremos adelante(en % por edad)

    GRUPOS DE EDAD16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTAL

    Acuerdo 44 42 45 43Desacuerdo 50 54 50 52NS/NC 6 4 5 5Total 100 100 100 100

    NIVEL DE ESTUDIOS TOTAL

    PRIMARIA SECUNDARIA TERCIARIAY MENOSAcuerdo 55 49 28 46Desacuerdo 37 45 68 48NS/NC 8 6 4 6Total 100 100 100 100

    NIVEL DE INGRESOS TOTALMENOR A ENTRE$6.000 MAYOR A$6.000 Y $15.000 $15.000

    Acuerdo 53 40 30 46Desacuerdo 40 56 66 48NS/NC 7 4 4 6Total 100 100 100 100

    Tablas 11. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo:

    La viveza criolla es til(en % por estudio y por ingreso)

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    He venido sosteniendo que la disparidad deopiniones y de consensos aumenta a medida que sepasa de lo nacional a lo departamental y de este nivela las distintas localidades. En ese sentido, lasdiferencias entre distintas localidades y adems con

    la media nacional son muchas veces demasiadograndes. As, para esta pregunta hemos nuevamenteespeculado y hemos proyectado que, por un lado,San Ramn, Dolores, Guichn, Libertad y Juan Lacazepresentaran los ndices ms altos de acuerdo con lafrase La viveza criolla es til mientras, por otrolado, Durazno, Chuy y Sarand del Yi ofreceran losms bajos porcentajes de acuerdo. Si esto fueraestadsticamente comprobable como intentaremosaveriguarlo en futuros trabajos tiene que indicar algoms que la diversidad de situaciones de la sociedaduruguaya.

    Al estudiar, sin embargo, qu resultados ofrecenlos datos de la encuesta cuando consideramos lastres zonas de Montevideo se encuentra que para laviveza criolla es til tenemos que la Zona 1 ofreceun acuerdo de 36%, por debajo de la media nacionaldel 46%, y un desacuerdo del 61%, muy por encimadel desacuerdo a nivel nacional de 48%. Sin embargo,en la Zona 2 lo que tenemos es que el acuerdo alcanzaun 40% y el desacuerdo un 55% y en la Zona 3 elacuerdo llega al 57% mientras el desacuerdo quedaen un 34%.

    La diversidad de opiniones entre las tres zonasde Montevideo muestra que es en los sectores demejores ndices socioeconmicos donde el acuerdocon que la viveza criolla es til es muy bajo. Esteacuerdo tiene una diferencia de ms de 20 puntos

    con la Zona 3 que es la menos favorecida y que,adems, es la nica de las tres zonas donde la opininacerca de la viveza criolla es mayoritaria. Estadiversidad entre las tres zonas de Montevideo, porotra parte, se corresponde con la que observbamosen el conjunto del pas entre los distintosdepartamentos.

    En principio y recogiendo todas las variablesconsideradas, tal vez se podra aventurar que, msall de situaciones locales puntuales, la frase laviveza criolla es til sigue teniendo vigencia entre

    aquellos sectores de la sociedad con mayores

    Tabla 12. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: La viveza criolla es til

    (en % entre quienes declaran estar buscando trabajo y entre quienes actualmente se encuentran trabajando)

    BUSCANDO TRABAJOTRABAJANDOAcuerdo 49 43Desacuerdo 45 52NS/NC 6 5Total 100 100

    Grfico 7. DepartamentosAcuerdo/Desacuerdo: Con la garra charra saldremos adelante

    (en %)

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    90

    100

    Acuerdo 36 69 38 74 54 20 46 63 50 54 59 39 69 50 50 47 63 50 53

    Desacuerdo 60 28 58 16 42 65 47 34 38 45 32 57 28 34 49 45 33 41 40

    NS/NC 4 3 4 11 4 15 7 3 12 2 9 5 3 17 1 8 5 9 7

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    problemas y carencias as como en algunosdepartamentos en particular. La presencia de altos eincluso altsimos valores de acuerdo con que laviveza criolla es til en algunas ciudades ylocalidades de Uruguay plantea preguntas acerca desi se trata de una caracterstica idiosincrtica o desi, en cambio, el particular diverso rango derespuestas no pertenece a un fenmeno de largaduracin sino a la difcil situacin socioeconmicaque viene atravesando el pas en los ltimos aos.13

    Si la viveza criolla recibe una respuestamezclada pero con alto porcentaje de apoyo entrelos jvenes y en algunos departamentos olocalidades, qu pasa con la garra charra?

    Ya habamos visto en la Tabla 10 que eldesacuerdo alcanza el 52% a nivel nacional y que

    existe un acuerdo mayoritario entre quienes tienenentre 30 y 59 aos; asimismo el acuerdo decrece conel aumento del nivel de ingresos. Pero tampoco eneste caso el acuerdo es uniforme. Entre Montevideoe Interior los guarismos dan que hay mayor acuerdoen el Interior (52%) que en Montevideo (36%). Sepueden apreciar estas disparidades por departamentoen el Grfico 7.

    Tal como se plante en el caso de la vivezacriolla es til, hay casos donde las diferencias paracon la media nacional o la tendencia, en uno u otro

    sentido, son ms notorias. En esta oportunidad, losdos polos estn constituidos por departamentos muydismiles: as mientras por un lado, Durazno yMontevideo muestran los ms altos porcentajes dedesacuerdo alcanzando o superando en amboscasos el 60% , por el otro, Artigas, Cerro Largo,Florida, Rivera y Soriano aparecen con ndicessuperiores al 60% de acuerdo.

    La disparidad es ms clara en el caso deMontevideo y Durazno ya que en los otrosdepartamentos se puede argumentar que algunosestn ubicados en zonas fronterizas y, en especial,de la parte norte del pas por lo que, quizs, podrantener un mayor apego a una particular versin delimaginario nacional o a una tendencia histrica dela sociedad.14 Esto habilita la pregunta de si se tratade conductas marcadas por la edad, de ah que,especialmente, en este caso analizaremos los gruposde edad, al menos para algunos ejemplos.

    Antes sin embargo, cabe especular con elcomportamiento a nivel de las localidades, ya quelo que encontramos es que son Young, Lascano,Maldonado con escasa diferencia tambin, Punta

    del Este y Solymar las localidades que mostraranlos desacuerdos ms altos del pas e incluso muy

    por encima de la media nacional. Por el otro lado,San Ramn, Libertad, Juan Lacaze, Guichn,Dolores, Rivera y Nueva Helvecia podraneventualmente ser las localidades que presentaran

    ndices muy superiores a la media nacional deacuerdo con la afirmacin de que Con la garracharra saldremos adelante. De confirmarse esto,si bien permitira suponer, en parte, la noconcentracin en ciertas regiones de esta opinin,por otro lado, habilitara pensar que sera posiblereconocer como vlido que el acuerdo con estaopinin coincide en algunas localidades con otrosaltos ndices de acuerdo o desacuerdo respecto deotras afirmaciones afines.

    Ms elocuente quizs que este anlisis posibleo especulativo de lo local resulta ver qu sucede anivel de las zonas de Montevideo. Primero, sinembargo, tenemos la Tabla 13 para el conjunto dela ciudad capital distribuido por edades.

    Tabla 13. MontevideoAcuerdo/Desacuerdo: Con la garra charra saldremos adelante

    (en % por edad)GRUPOS DE EDAD

    16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTALAcuerdo 38 34 38 36Desacuerdo 56 63 58 60NS/NC 6 3 4 4Total 100 100 100 100

    En Montevideo, en un marco general donde loque predomina es el desacuerdo, lo que tenemos esque el mayor acuerdo est en el grupo de los de 60 yms aos seguidos por los ms jvenes. Sin embargo,al considerar el acuerdo y el desacuerdo por zona seobtienen otros porcentajes:

    Tabla 14. Zonas de Montevideo y Montevideo a nivel departamental

    Acuerdo/Desacuerdo: Con la garra charra saldremos adelante(en %)

    ZONA1 ZONA2 ZONA3 MONTEVIDEOAcuerdo 28 37 53 36Desacuerdo 68 60 42 60NS/NC 4 3 5 4Total 100 100 100 100

    El desacuerdo presenta una diferencia de 26puntos entre la Zona 1 y la Zona 3, pero adems enesta ltima zona es donde la garra charra siguesiendo entendida como vlida para salir adelante.La Tabla 15, a nivel nacional, quizs pone las cosas,

    sino en su sitio, al menos en perspectiva ya queintroduce la variable del ingreso familiar y evidencia

    13. Martn Rama, en untrabajo titulado El pasde los vivos argumenta-ba algo de esto hace yahace unos cuantos aoscuando la situacineconmico financiera noera la actual.

    14. Este ltimocomentario uobservacin no lograocultar la indudable einescapable perspectivamontevideana delpresente trabajo, porms que haya intentadoevitarla.

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    cmo los sectores con menores ingresos y aquellosque viven en la Zona 3 o sea la menos favorecidatienen casi el mismo porcentaje mayoritario deacuerdo. Para estos uruguayos Con la garra

    charra saldremos adelante es una verdadampliamente compartida; lo cual no quiere decir quepara todos ellos lo sea.

    Visitando a santos y deidades religiosas

    Con o sin la garra charra a mano o sin recurrira la viveza criolla, pero aspirando a un futuro mejoro a un cambio, a pesar de las excesivas quejas y delmalestar general que algunos perciben en Uruguayy en el mundo, siempre quedan otras opciones. Enun momento de renacimiento religioso o en el quelas religiones parecen volver a ocupar un lugarfundamental, mucho mayor que el que tuvierondurante buena parte del siglo XX, se entendi quepoda ser interesante no slo preguntar a cul religin

    declaraban los uruguayos pertenecer, sino tambincul y cunta era su asistencia a santuarios oespacios religiosos donde se veneraban santos ydeidades. Esto, quizs, tambin pueda ser entendidopor algunos, como una forma de capear eltemporal, aunque sin duda y seguramente la fereligiosa pese ms que la mera necesidad terrenal.

    En este sentido, se pregunt si Ha ido algunavez a (sealar lo que corresponde) propor-cionndosele la siguiente lista al tiempo que seaclaraba que poda indicarse ms de uno de santoso deidades: San Cayetano, San Cono, Virgen deLourdes, Seor de la Paciencia, Del Verdn, SanPancracio, Padre Po, Yemanj, Otros, Ninguno.

    Un poco ms del 88% de la poblacinencuestada declara no haber visitado ningn tipo desantos o deidades. Esto ocurre en una sociedad queante la pregunta Cul es su religin? contest encasi un 33% no tener ninguna, lo que sumado alNo sabe/No contesta alcanza el 34% y entre losmenores de 29 aos este porcentaje sube hasta el40%.

    El resto de la poblacin es decir alrededor de

    un 66% declara tener algn tipo de religin. Lasiguiente Tabla 16 indica por tramos de edades losporcentajes con fracciones decimales pues hay casosen que el redondeo impide su registro.

    Adems de establecer la asistencia a losdistintos santos o deidades, interes ver cmo secruzaba esta asistencia a ciertos santos o deidadessegn las siguientes categoras est trabajando,est buscando trabajo o no trabaja. 15 Losresultados, en general y a nivel nacional, son lossiguientes: a San Cayetano lo visit un 11%, a SanCono un 35%, a la Virgen de Lourdes casi un 35%,al Verdn concurri un 33%, al Seor de la Paciencia

    15. Es posible quealguna de estas

    categoras sesolapen, ya que en

    el formulario de laencuesta exista la

    posibilidad decontestar si en laactualidad ustedest buscando

    trabajo, no

    trabaja o esttrabajando.

    Tabla 15. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo: Con la garra charra saldremos adelante

    (en % por ingresos)

    NIVEL DE INGRESOS TOTALMENOR A ENTRE$6.000 MAYOR A$6.000 Y $15.000 $15.000

    Acuerdo 52 42 22 43

    Desacuerdo 43 54 74 52NS/NC 5 4 4 5Total 100 100 100 100

    Por ltimo, como acabamos de indicar, a nivelnacional, los de menor ingreso son quienes muestranel mayor acuerdo en que Con la garra charrasaldremos adelante, disminuyendo a medida queaumenta el ingreso. El mayor desacuerdo con estaafirmacin lo presentan aquellos que ganan ms de15.000 pesos y en especial los hombres, pues existe

    una diferencia de casi 10 puntos con la opinin delas mujeres.

    La conclusin ms inmediata o, aparentemente,ms fcil sera que la garra charra no parece tenerun apoyo mayoritario salvo entre los ms necesitadosaunque quizs no sea la ms verdadera o exacta.Despus de todo lo que quizs ocurre es que cadavez que luchamos por el decisivo gol que nossaque de la malaria, volvemos a recurrir a lo quealgunos tal vez consideren un amuleto o talismnllamado garra charra y nos volvemos aenganchar en un imaginario con decreciente apoyoen algunas zonas del pas y entre algunas edades osectores de los uruguayos.

    Pero amuleto o talismn, hay otros medios parainvocar la esperanza o para superar las depresiones,los malos momentos, los sufrimientos o las pruebasque nos pone la vida como debe decir alguna letrade tango y si no es el caso, bien podra serlo, existela fe, la creencia, las diversas religiones, las promesas,las visitas a los santos, a los santuarios, a los paes,maes, predicadores o a las comunidades que puedeno no alimentar si no la esperanza, el deseo de que

    todo sea para mejor.

  • 7/29/2019 Achugar Hugo Y Otros - Imaginarios Y Consumo Cultural

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    un 6%, a San Pancracio un 21%, al Padre Po un 8%,a Yemanj un 22% y a Otros un 5%.

    Est claro que estos datos a nivel nacional,como hemos visto en otros casos, varan por localidady por departamento. Lo investigado en estaoportunidad fue en funcindel trabajo, no trabajo obsqueda de trabajo; de estemodo el resultado obtenidoa nivel nacional es que, entrequienes no trabajan, el Seorde la Paciencia, seguido porSan Cayetano, la Virgen deLourdes y el Padre Po son losms visitados. Entre aquellosque buscan trabajo los ms

    visitados, en riguroso orden,son Yemanj, la Virgen deLourdes y San Cayetano,mientras que entre aquellosque no trabajan la lista est encabezada por Yemanj,seguida por Otros, San Cono, la Virgen del Verdn ySan Pancracio.16

    Algunos uruguayos visitan estas figuras porfuertes y legtimas razones de fe religiosa, perotambin otros uruguayos aparecen motivados pordiferentes factores o como medios alternativos: de

    cambiar o mejorar su situacin, de encarar desafosy/o superar dificultades que estn/ estamos viviendo.En funcin de esto ltimo parecera que estuvieraimplicando o especulando que la asistencia a santos

    o deidades religiosas est vinculada a la necesidadeconmica o de trabajo.

    Por lo mismo, decid cruzar la asistencia a estossantuarios o templos o terreiros con el nivel deingreso de aquellos que declararon haber asistido

    alguna vez. Los resultadosmuestran que los de menoringreso van ms, oscilandoentre un mximo de 47%para San Cono y un mnimode 37% para San Pancracioy el Seor de la Paciencia; losde ingresos medios, por suparte, tienen un mximo de45% para Otros y unmnimo de 33% para el Padre

    Po y por ltimo aquellos quedeclaran mayores ingresosson los que menos concurrencon un mximo de 10% para

    el Seor de la Paciencia y un mnimo para SanCayetano y el Verdn con un 5%.

    Tal como sealramos, cuando se preguntaacerca de los ingresos familiares mensuales el n-mero de No sabe/No contesta es relativamente sig-nificativo aun cuando en este In fo rm edecidimos noconsiderarlos pues su porcentaje no distorsiona los

    resultados. De todos modos, si revisamos entre quie-nes eligen no declarar sus ingresos, el tema de lavisita a figuras religiosas permite obtener lo siguien-te: San Cayetano: 14%, San Cono 13%, Virgen de

    Lourdes casi 13%, Verdn casi 12%,Seor de la Paciencia casi 13%, SanPancracio casi 14%, Padre Po casi17%, Yemanj 16% y Otros un 9%.

    Ahora bien, la pregunta res-pecto a visita de santos y otras dei-dades religiosas atae fundamental-mente a aquellos vinculados a laIglesia Catlica, con un porcentajemenor vinculado a Umbanda y unsector tambin minoritario vincula-do a otras denominaciones o inclu-so al rubro Otros. Por lo que, enrealidad, los porcentajes de quienesasisten o visitan algunas deidadessera un poco mayor si fuera ajus-tado por las religiones mayoritariasinvolucradas ya que en varias reli-giones no existe la categora de

    santos, santuarios o deidades.Por ltimo, la preguntaadems de indagar en ciertas

    Cul es su religin? La normal. Cul es la normal? La de todo el mundo, laApostlica Romana, esa...la normal.

    (Hombre de unos 40 aos)Encuestador M. B.

    Tabla 16. A nivel nacionalCul es su religin?

    (en % por edad)

    GRUPOS DE EDADRELIGIN 16 A 29 30 A 59 60 Y MS TOTALNinguna 39,3 34,9 20,8 32,9Catlica 49,4 51,9 66,3 54,5Evanglica Metodista 0,4 0,3 0,1 0,3Umbanda 1,0 0,9 0,4 0,8Testigo de Jehov 0,5 0,7 0,8 0,7Budista/Taosta 0,1 0 0,1 0,1Juda 0,1 0,6 0,1 0,3Mormn 0,9 0,9 1,2 1Cree en Dios 1,5 1,3 2,1 1,5Evangelista 2,1 3,5 3,7 3,1JC de los ltimos Das 0 0 0,1 0Adventista 0,1 0 0,3 0,1Nueva Apostlica 0,3 0,2 0,1 0,2Evangelista Santista 0,2 0 0 0,1Cristiano 2,6 2,8 1,8 2,5

    Pentecostal 0,1 0,1 0,2 0,1Otros 0,6 0,7 0,3 0,6NS/NC 0,9 0,9 1,6 1,1

    16. A modo deejemplo, bajo el rubroOtros exista laposibilidad de indicarcul era ese Otro;hay registros queincluyen a la Virgende Pompeya.

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    preferencias y comportamientos religiosos tambinseala que el peso de la religin en la culturauruguaya puede ser estimado como relativamenteimportante, especialmente en algunas regiones olocalidades del Interior o como muestra el trabajo deSusana Dominzain en algunos pueblos de escasapoblacin.

    Reconstruirel Sols y el Sodre?Costos

    y polticas culturales

    Otras de las preguntas que se formularon en laencuesta estaban referidas al empleo de dinero parafomentar algunas actividades culturales o pararealizar obras o restauraciones. El tema, sinformularlo explcitamente, se relaciona con el debateque, a nivel nacional e internacional, se ha venidodando en torno a la financiacin de la cultura. Encierto sentido, desde hace mucho, el debate serelaciona con el rol del Estado no slo respecto de lacultura sino respecto del llamado gasto social.Precisamente, uno de los aspectos del debate haestado destinado a distinguir gasto de inversin(Kliksberg), lo que algunos consideran gasto eincluso despilfarro, otros entienden dicho sea depaso, en forma creciente como inversin yestmulo a la produccin.

    Esto es una forma de plantear el tema de laspolticas culturales, es decir en relacin con elfinanciamiento de la cultura o la inversin en obrasy emprendimientos culturales; otro ha sido y es tam-bin entendido en la presente investigacin comovinculado a los contenidos. De

    ambos tipos de preguntas tene-mos ejemplos en la encuesta querealizamos. Nos referimos a pre-guntas como la siguiente: Nose debera gastar dinero pbli-co en reconstruir el Sols y elSodre de la que se obtienenporcentajes interesantes cuan-do se considera Montevideo eInterior. Sin embargo, dichosporcentajes aparecen mucho

    ms matizados si se toman lastres zonas en que ha sido divi-dido Montevideo.

    Tal como poda ser previsible Montevideo pre-senta mayor desacuerdo con la frase que el Interior;es decir, est ms de acuerdo en que se gaste di-nero pblico en reconstruir estos dos teatros o com-plejos teatrales. Estos resultados combinados poringreso dan los resultados de la Tabla 17.

    En suma, a nivel nacional, el acuerdo o laaprobacin a la idea de que se invierta dinero en lareconstruccin del Sols y del Sodre es ampliamentemayoritaria, creciendo a medida que aumenta el nivelde ingreso. Por departamento, encontramos queaquellos que estn de acuerdo en no gastar dineropblico en dichas obras, por orden, son: Durazno(76%), Flores (72%), Cerro Largo (71%), y bastantems lejos aunque todava por encima del 50%Tacuaremb con 57%. Por otro lado, aquellos que

    estn de acuerdo en invertir el dinero pblico en estasobras son: Montevideo (78%) lo cual no sorprendepues ambas salas se encuentran precisamente en lacapital, Maldonado tambin con (78%) y Rivera quees el que presenta el porcentaje ms alto con 81%.Canelones y Colonia con 70% son los siguientes enesta lista.

    Lo que se puede concluir ms all de lasdisidencias que presentan los casos de Durazno,Flores, Cerro Largo y Tacuaremb, es que el Sols yel Sodre son vistos en todo el pas como obras de

    carcter nacional y que por lo tanto deben serapoyadas. Esta afirmacin, sin embargo, merececiertos matices: 1) en algunas localidades del Interiorante esta respuesta el porcentaje de No sabe/Nocontesta es muy alto (vase Dominzain para el casode Salto, por ejemplo) y 2) en algunas zonas deMontevideo o en algunos barrios se aprecia que elconsenso mayoritario a favor de invertir/gastardinero pblico en estos teatros no es unnimepresentando diferencias de importancia en algunoscasos.

    Tabla 17. A nivel nacionalAcuerdo/Desacuerdo:

    No se debera gastar dinero pblico en reconstruir el Sols y el Sodre(en % por ingreso)

    NIVEL DE INGRESOS TOTALMENOR A ENTRE$6.000 MAYOR A$6.000 Y $1