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Bol. San. Veg. Plagas, 16: 285-295, 1990 Acalitus phloeocoptes (NALEPA) (Acarina: Eriophidae) plaga del ciruelo en el Sureste español A. LACASA, J. TORRES y M. a C. MARTINEZ En el otoño de 1986 se ponían de manifiesto los daños producidos por Acalitus phloeocoptes en los ciruelos de las zonas fruteras tradicionales del Sureste español. El seguimiento de las evoluciones del acaro y de la infestación, durante dos campa- ñas, en plantaciones de ciruelo tipo japonés, ha proporcionado los resultados que se exponen en el presente trabajo. Las variedades Red Beaut y Santa Rosa presentaron mayores infestaciones que la Golden Japan. Las variedades Mayeros y Beauty no han sido colonizados por el aca- ro. Las poblaciones del eriófido en las agallas aumenta de forma continua, desde el inicio de la primavera hasta finales del verano. Los adultos abandonan las agallas paulatinamente, al iniciarse la brotación, desde finales de marzo a principios de mayo. Siendo este el momento más apropiado para combatir la plaga. Los tratamientos de invierno se revelaron ineficaces (5,6% de inviduos muertos). Un tratamiento a final de abril con dicofol+tetradifón no proporcionó resultados sa- tisfactorios (30% de mortalidad). Sin embargo, dos aplicaciones de endosulfán a principios de abril permitió una reducción en la infestación próxima al 95%. A. LACASA, J. TORRES y M. a C. MARTINEZ. Dpto. de Protección Vegetal, C.R.I.A. Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia. 30150 La Alberca (Murcia). Palabras clave: Acalitus phloecoptes, ciruelo. INTRODUCCIÓN En el otoño de 1986, la caída de las ho- jas dejaban al descubierto los ramos de los ciruelos, sobre las que se hacían pa- tentes abundantes y extraños abultamien- tos que les rodeaban en las proximidades de las yemas. Al realizar la poda, estas anormalidades no pasaron desapercibidas a los fruticultores de las principales co- marcas murcianas donde se extiende el cultivo, que suponían podían comprome- ter la normal brotación de las yemas. Los abultamientos redondeados, bas- tantes frecuentes en las plantaciones de las variedades Red Beaut y Santa Rosa de los términos de Cieza, Abarán, Blanca y Archena resultaron ser agallas, en cuyo interior se protegían elevadas poblaciones de un eriófido, que fue identificado como Acalitus phloeocoptes (NALEPA). Al tratar de averiguar los antecedentes de la plagas en la zona, encontramos algu- nas explotaciones donde ya conocían esta singular sintomatología desde hacía más de un año, por lo que es de suponer que el acaro había alcanzado niveles de plaga con anterioridad a 1985. La bibliografía sobre el eriófido resultó ser escasa, aunque explícita y precisa. Los tratados generales, tanto de fruticultura (GRASSELLY y CROSSA-RAYNAUD, 1984) como de acarología (JEPPSON et al, 1975) mencionan la plaga como relevante en el almendro y en el ciruelo. Según los citados autores el acaro para-

Acalitus phloeocoptes (NALEPA) (Acarina: Eriophidae) … · Al realizar la poda, ... tanto de fruticultura (GRASSELLY y CROSSA-RAYNAUD, ... sita a ambos frutales en extensas áreas

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Bol. San. Veg. Plagas, 16: 285-295, 1990

Acalitus phloeocoptes (NALEPA) (Acarina: Eriophidae) plagadel ciruelo en el Sureste español

A. LACASA, J. TORRES y M.a C. MARTINEZ

En el otoño de 1986 se ponían de manifiesto los daños producidos por Acalitusphloeocoptes en los ciruelos de las zonas fruteras tradicionales del Sureste español.

El seguimiento de las evoluciones del acaro y de la infestación, durante dos campa-ñas, en plantaciones de ciruelo tipo japonés, ha proporcionado los resultados que seexponen en el presente trabajo.

Las variedades Red Beaut y Santa Rosa presentaron mayores infestaciones que laGolden Japan. Las variedades Mayeros y Beauty no han sido colonizados por el aca-ro.

Las poblaciones del eriófido en las agallas aumenta de forma continua, desde elinicio de la primavera hasta finales del verano. Los adultos abandonan las agallaspaulatinamente, al iniciarse la brotación, desde finales de marzo a principios demayo. Siendo este el momento más apropiado para combatir la plaga.

Los tratamientos de invierno se revelaron ineficaces (5,6% de inviduos muertos).Un tratamiento a final de abril con dicofol+tetradifón no proporcionó resultados sa-tisfactorios (30% de mortalidad). Sin embargo, dos aplicaciones de endosulfán aprincipios de abril permitió una reducción en la infestación próxima al 95%.

A. LACASA, J. TORRES y M.a C. MARTINEZ. Dpto. de Protección Vegetal,C.R.I.A. Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Región de Murcia.30150 La Alberca (Murcia).

Palabras clave: Acalitus phloecoptes, ciruelo.

INTRODUCCIÓN

En el otoño de 1986, la caída de las ho-jas dejaban al descubierto los ramos delos ciruelos, sobre las que se hacían pa-tentes abundantes y extraños abultamien-tos que les rodeaban en las proximidadesde las yemas. Al realizar la poda, estasanormalidades no pasaron desapercibidasa los fruticultores de las principales co-marcas murcianas donde se extiende elcultivo, que suponían podían comprome-ter la normal brotación de las yemas.

Los abultamientos redondeados, bas-tantes frecuentes en las plantaciones delas variedades Red Beaut y Santa Rosa delos términos de Cieza, Abarán, Blanca yArchena resultaron ser agallas, en cuyo

interior se protegían elevadas poblacionesde un eriófido, que fue identificado comoAcalitus phloeocoptes (NALEPA).

Al tratar de averiguar los antecedentesde la plagas en la zona, encontramos algu-nas explotaciones donde ya conocían estasingular sintomatología desde hacía másde un año, por lo que es de suponer queel acaro había alcanzado niveles de plagacon anterioridad a 1985.

La bibliografía sobre el eriófido resultóser escasa, aunque explícita y precisa. Lostratados generales, tanto de fruticultura(GRASSELLY y CROSSA-RAYNAUD, 1984)como de acarología (JEPPSON et al, 1975)mencionan la plaga como relevante en elalmendro y en el ciruelo.

Según los citados autores el acaro para-

sita a ambos frutales en extensas áreas delSur y Centro Europa, del Líbano, de Si-ria, de Israel y del Este de U.S.A. Paraesas áreas se ha descrito la sintomatolo-gía, los daños y los mecanismos por loscuales se producen las alteraciones en lostejidos atacados. De igual forma, se haestudiado su biología, las formas de con-trol y sus enemigos naturales (PHILIPP,1957; TALHOUK, 1963; STERNLIGHT et ai,1973).

En nuestro país su presencia parece li-mitarse a los cultivos de ciruelo japonés,en particular a los realizados en las áreasmediterráneas del Levante y Sureste pe-ninsulares. Son varios los autores que, enlos últimos años, han denunciado sus ma-nifestaciones en distintas zonas (COSTA etal, 1967; GARCÍA et al, 1989).

A lo largo de dos campañas consecuti-vas hemos seguido las evoluciones de laspoblaciones y del parasitismo de este erió-fido en la región murciana. Tratamos dedeterminar los momentos más adecuadospara establecer su control. Al mismotiempo, se ha indagado a cerca de su pre-sencia en las diferentes variedades de ci-ruelo cultivadas en las zonas tradicionales.

Las observaciones ininterrumpidas hanpermitido evaluar la eficacia de los trata-mientos invernales, habituales en la zona,en el control de la plaga. Finalmente, seha determinado el efecto de los trata-mientos químicos específicos realizados enlos períodos considerados apropiados.

MATERIAL Y MÉTODOS

Características de las parcelasexperimentales

Las observaciones y experiencias se lle-varon a cabo en una finca plantada de ci-ruelo, situada en el término de Cieza(Murcia) en las proximidades del río Se-gura. En ella coexistían parcelas con lavariedad Red Beaut y parcelas con la va-riedad Santa Rosa. En las primeras se ha-bían intercalado algunos árboles de la va-riedad Beauty, que actuarían como polini-zadores. Finalmente, una pequeña parcela

albergaba árboles de la variedad GoldenJapan y 4 árboles de la variedad "Maye-ros" (un Mirobolán local).

Las variedades Red Beaut y Beautycontaban con 7 años de edad al iniciarselas experiencias y se asentaban sobre elpatrón Mariana. El resto de las varieda-des tenían el ciruelo Mirobolán como pa-trón, a excepción de los "Mayeros" queprocedían de semillas; su edad estabacomprendida entre 14 y 16 años.

Muestras y muéstreos

Las muestras tomadas consistieron,siempre, en trozos de ramos o ramilletesque presentaran síntomas de la presenciadel acaro; es decir, con agallas.

Para el seguimiento de las evolucionesde la plaga se muestrearon siempre losmismos árboles. De los 5 árboles elegidosal azar en la parcela se tomaban, al me-nos, 2 ramos de cada uno. De estos últi-mos se tomaban los 18 a 20 cm. apicales,siendo ésta la parte examinada. Las mues-tras eran transportadas al laboratorio enbolsas de plástico.

Cuando se pretendía medir la eficaciade los tratamientos, las muestras pudieronser más numerosas aunque no sobrepasa-ron los 20 ramos. En estos casos tambiénfue mayor el número de árboles mues-treados.

Generalmente, la cadencia con que serealizaron los muéstreos fue semanal,aunque cuando se trató de determinar lamortalidad inmediata a los tratamientos,el período se acortó a 2-4 días. Por el con-trario, en los períodos invernales o enaquellos en que las variaciones de las po-blaciones no fueron acentuadas, los mués-treos se distanciaron 15 días, o incluso 30días, entre sí. Esto último ocurría en lasegunda campaña, actuando en base a laexperiencia adquirida en la primera.

Tratamientos: productos, dosis ymomentos

A lo largo del período de observaciones(Diciembre de 1986 a Noviembre de

1988) se realizaron, en las parcelas experi-mentales, dos aplicaciones generales, co-rrespondientes a sendos tratamientos deinvierno.

Las aplicaciones específicas realizadascon productos con acción acaricida se lle-varon a cabo en una parte de las parcelas,dejando siempre árboles sin tratar que sir-vieron como testigos.

Los productos utilizados, las dosis deaplicación y las fechas en que se realiza-ron se recogen en el Cuadro 1. Los consu-mos de caldo fueron los habituales en lazona, variando entre 15 l./árbol y 12 l./ár-bol según el tipo de aplicación; la primeracifra correspondería a las intervencionesen parada invernal y la segunda a las rea-lizadas en plena vegetación.

Las aplicaciones se realizaron pulveri-zando el caldo mediante una motobombaque proporcionaba unas 30-35 atmósferasde presión en la boquilla de salida. En to-dos los tratamientos se procuró mojarbien la madera de los árboles.

Examen de las muestras y conteos

En el seguimiento de la evolución delas poblaciones de la plaga y de la infesta-

ción, los conteos sobre las muestras con-sistieron en: a) El número de agallas quealbergaban ácaros y el de aquellas que seencontraban vacías presentes en cada uni-dad muestral. b) El número de ácaros vi-vos y muertos presentes en una parte alí-cuota de las agallas que se encuentran enla unidad muestral. Cuando los ácarosabandonan las agallas se contabiliza el nú-mero de ellos, vivos o muertos, que se en-cuentran sobre cada ramo muestreado.En todos los casos se contabilizaron sólolos estados larvarios y los adultos.

Es necesario señalar que la precisión enlos últimos conteos fue escasa y, tantomenor cuanto más desarrolladas o enveje-cidas se encuentran las agallas. La falta deprecisión del método de conteo estriba enla dificultad de disectar las agallas y dis-cernir con claridad los individuos conta-dos, dadas las elevadas cantidades que, enocasiones, se pueden encontrar en un sólolóculo, de los varios que forman una aga-lla. Advertir, como es de suponer, que lasimprecisiones en los conteos aumentan alhacerlo los niveles y densidades poblacio-nales. En todos los casos, los conteos serealizaron con la ayuda de una lupa bino-cular, dado el reducido tamaño de losácaros (135u, a 150fji de longitud; JEPPSONet al, 1976).

Cuadro 1.—Aplicaciones de productos realizados en las parcelas experimentales

Tratamientos yproductos

Productoscomerciales

Dosis p.c. Fecha deaplicación

Trat. de inviernoAceite de invierno 75% +metil paratión 3% LETrat. acaricidaDicofol 16% + tretadifon6% PM.

Trat. acaricidaEndosulfan 35% LE

Trat. inviernoAceite de invierno 75% +metil paratión 4% LE

Trat. acaricidaEndosulfan 35% LE

Trat. acaricidaEndosulfan 35% LE

Cuando a ensayos de productos se tra-tó, se contaron el número de agallas conácaros vivos y/o muertos. Además, secontaron los individuos vivos o muertosrefugiados en un número fijo de agallas, obien los presentes sobre la superficie delos ramos, fundamentalmente, presentesen las hendiduras de las brácteas.

Para indagar sobré la distribución delacaro en las diferentes variedades de ci-ruelo, los parámetros contados fueron elnúmero de agallas viejas y el de aquellasde reciente formación, así como el núme-ro de lóculos que componía cada agalla.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Evolución de las poblaciones y de lainfestación en ciruelo Red Beaut

Las gráficas de las Figuras 1 y 2 reflejanlos resultados puntuales, que se han obte-nido en cada uno de los muéstreos, lleva-dos a cabo en las dos campañas de obser-vaciones ininterrumpidas. Hemos expre-sado la infestación como el número mediode agallas presentes en un ramo (fueron10 ramos los tomados).

Las poblaciones se expresan con el nú-mero medio de ácaros presentes en lasagallas de un ramo. De igual forma sehan expresado las poblaciones que hanabandonado las agallas, haciéndolo comoel número medio de ácaros libres presen-tes en un ramo.

Los resultados ponen de manifiesto quelas poblaciones del acaro pasan la mayorparte del año recluidas en las agallas. Alinicio de la primavera, cuando empieza labrotación de las yemas, los adultos inver-nantes comienzan a abandonar las agallasde una forma paulatina. Se ha observadoque ya a finales de Marzo, coincidiendocon días soleados y de buenas temperatu-ras, algunos ácaros (en escaso número)abandonan las agallas. Son fechas en quela floración del hospedante ya se ha ini-ciado y las agallas comienzan a perder suturgencia (Figura 3), haciéndose mayor laapertura opercular. Cuando ya ha comen-zado la movilización masiva, un empeora-

miento del tiempo (descenso de la tempe-ratura) paraliza temporalmente la salidade los adultos de las agallas; reanundán-dose la migración tan pronto como latemperatura asciende.

A finales de Abril, las agallas se encuen-tran vacías y la población de ácaros libressuperviviente se sitúa en las hendidurasque quedan entre las brácteas de las ye-mas que han conseguido brotar. Las pica-duras de las hembras fundatrices provo-can el inicio de la formación de las aga-llas, que en Junio ya son perfectamentevisibles (Figura 4). Desde ese momentohasta el principio de Agosto se produce eldesarrollo de las agallas, en cuyo interiorser irán produciendo compartimentos olóculos en número variables (hasta 10 ló-culos hemos encontrado en algunas aga-llas), que corresponden a los asentamien-tos independientes de hembras formadasen la propia agalla (en el lóculo inicial).En este período se produce un aumentoconsiderable de las poblaciones, encon-trando en las agallas mezclas de huevos eindividuos en todos los estados de desa-rrollo.

A partir de Agosto la proporción dehuevos en las agallas disminuye progresi-vamente, para encontrar poblacionesconstituidas sólo por adultos cuando seinicia el otoño. Posteriormente, las pobla-ciones de adultos tiende a estabilizarse oincluso disminuir ligeramente durante elperíodo invernal. En este período, lasagallas han alcanzado el mayor tamaño yen su interior se aprecian gran cantidadde exubios, que de algún modo protegena los adultos.

El método de muestreo presenta ciertasimprecisiones a las cuales pueden ser im-putadas las variaciones de los datos de unmuestreo al siguiente. Así, a altos nivelesde infestación y poblaciones elevadas, lasvariaciones puntuales observadas en elotoño y en el invierno, pueden correspon-der más al efecto del método de mues-trear que a las variaciones reales.

Es de resaltar el importante aumentode la infestación (agallas/ramo) habido enla primera campaña. Sus efectos fueronnotorios en los daños observados: ámari-

Fig. 1.—Evolución de las poblaciones de A. phloeocoptes y la infestación en ciruelo Red Beaut en Cieza (Murcia)durante 1987 (Individuos/ramo).

Fig. 2.—Evolución de las poblaciones de A. phloeocoptes y la infestación en ciruelo Red Beaut en Cieza (Murcia)durante 1988 (Individuos/ramo).

lieos en las hojas formadas en las yemasatacadas que, en ocasiones, concluían conla defoliación parcial. Los niveles de in-festación se mantuvieron en la segundacampaña, que se tradujeron en la no bro-tación de algunas yemas en la primaverasiguiente.

Aunque en determinados momentos delverano se pueden encontrar algunos áca-ros libres, su número es reducido. Estehecho parece obedecer más a cuestionesde superpoblación en las agallas que amovilizaciones migratorias como parecedesprenderse de lo apuntado por BALTA(1989).

Fig. 3.—Agallas de A. phloeocoptes en ramas floridasde ciruelo.

Fig. 4.—Agallas vacías y agallas en formación enJunio de 1987.

Efecto de los tratamientos

Tratamientos de invierno

El hecho de ser habituales en la zonalos tratamientos de invierno nos indujo amedir su efecto sobre las poblaciones deacaro. Los resultados obtenidos en las doscampañas se recogen en los Cuadros 2 y3, respectivamente.

Señalar que los pocos individuos queaparecen muertos se localizan en las pro-ximidades de las aperturas de los lóculosde algunas agallas que ha perdido turges-cencia. Además, en esta fase invernal seaprecia una mortalidad natural en el inte-rior de las agallas.

Las poblaciones del acaro habían creci-do a lo largo de 1987 y lo mismo ocurríacon la infestación (pasó de 16-19 agallas/

ramo en 1987 a 80-109 agallas/ramo en1988). Sin embargo, la mortalidad naturalen el invierno no varía mucho de unacampaña a la siguiente.

Tratamientos en el verano

Como hemos apuntado, en el verano seobserva un cierto número de ácaros libres,fuera de las agallas. Suponiendo pudieratratarse de un segundo movimiento mi-gratorio anual, cosa que luego pudimoscomprobar no ocurría, ensayamos un po-sible control químico.

Los resultados de las aplicaciones lleva-das a cabo en el verano de 1987, con 22días de intervalo, se reflejan en Cuadro 4.La segunda aplicación se generalizó tam-bién a los árboles que en el primer trata-miento habían servido de testigos.

Cuadro 2.—Efecto del tratamiento de invierno realizado en 1987

Fechas demuestreo

17-2-87 T -73-3-87 T+7

10-3-87 T+14

Cuadro

Fechas demuestreo

10-2-88 T - 215-2-88 T+322-2-88 T+10

N." de agallasen 10 ramos

167170191

N.° ácaros en 50 agallas

Vivos

1.5831.5211.740

Muertos

419412

3.—Efecto del tratamiento de invierno realizado en 1988

N.° de agallasen 16 ramos

1.7461.2621.499

N.° ácaros en 50 agallas

Vivos

21.55421.02620.985

Muertos

318796205

Cuadro 4.—Resultados de los tratamientos realizados en el verano de

Fechas demuestreo

22-7-87 T l - 128-7-87 TI+ 5

Testigo5-8-87 T+13

Testigo

12-8-87 T2-220-8-87 T2 + 626-8-87 T2+12

N.° de agallasen 10 ramos

1.0391.027

9821.0601.180

931920889

N.° ácaros en 50 agallas

Vivos

14.23015.35014.94615.75314.358

16.85917.05016.793

Muertos

13660

190

1711663

Mortalidad(%)

2,525,820,68

Mortalidad(%)

1,453,640,96

1987

Mortalidad(%)

0,090,430,000,120,00

0,090,680,38

Fig. 5.—Agallas de A. phloeocoptes en rama de cirue-lo Red Beaut.

Fig. 6.—Daños de A. phloeocoptes en ciruelo SantaRosa.

Se pone de manifiesto la nula acción delas aplicaciones sobre las poblaciones delacaro, las cuales resultan inaccesibles. Se-ñalar también que en esta época la pobla-ción estaba compuesta por una mezcla detodos los estados de desarrollo.

Una vez más se ponen de manifiesto lasamplias variaciones en las cifras que seproducen como consecuencia de los mués-treos.

Tratamientos específicos en primavera

En la primavera de 1987 se había pre-visto realizar ensayos de control en lasparcelas experimentales de la variedadRed Beaut, pero una huelga agrícola en lazona impidió que se pudieran realizar en

los momentos considerados adecuados, ajuzgar por la evolución de la plaga. Apartir del día 2 de Abril se habían obser-vado los primeros adultos que abandona-ban las agallas. Resueltos los problemaslaborales se efectuó una aplicación el 29de Abril'

Los resultados se detallan en el Cuadro5. Se ha contabilizado la población totalde ácaros, sin distinguir entre los que seencontraban en agallas y los que estabanlibres.

La mortalidad total se reveló escasa, yaque la mayor parte de la población seprotegía ya en las nuevas agallas en for-mación. El efecto de la aplicación sobrelos ácaros libres fue contundente, obser-vándose mortalidades superiores al 90%.Por contra, la mortalidad en las poblacio-nes recluidas en las agallas resultó muyreducida.

En 1988 se pudieron llevar a cabo losplanteamientos previstos para el año ante-rior.

Los resultados del ensayo quedan refle-jados en el Cuadro 6.

La mortalidad obtenida en las aplicacio-nes resultó, globalmente considerada,baja. El hecho de encontrarse una partede la población todavía recluida en lasagallas puede explicar esta consideración.Por contra la mortalidad en las poblacio-nes libres, que han abandonado las aga-llas, se mostró elevada, alcanzando valo-res superiores al 95%.

En el período de movilización masivase observó una importante mortalidad na-tural, que alcanza valores superiores al10%.

Es preciso señalar que el método demuestreo y de conteos adiciona impreci-siones. Así, el conteo de los ácaros muer-

Cuadro 5.—Efecto de un tratamiento con dicofol+tetradifon a finales de Abril

Agallas de nueva íoimación.

Cuadro 6.—Resultados de las aplicaciones de endosulfán (TI el 31-3-88 y T2 el 9-4-88) sobre las pobla-ciones del acaro

(1) Ácaros en 50 agallas y libres en 10 ramos.* Agallas nuevas en formación.

tos resulta difícil ya que al desecarse pa-san desapercibidos, por lo reducido de sutamaño; no ocurriendo lo mismo con losácaros vivos que al moverse delatan supresencia.

Tras las aplicaciones el nivel de infesta-ción de los árboles tratados disminuyóconsiderablemente. El número de agallasocupadas sufrió una reducción superior al95%, en relación con las cifras observadasantes de los tratamientos. En los árbolesno tratados que sirvieron de testigo, a lospocos meses se había alcanzado el mismonivel de agallas ocupadas que se tenía an-tes de la migración de las poblaciones.

Las aplicaciones con el mismo productoen la variedad Santa Rosa proporcionaronuna reducción del 87% en el número deagallas ocupadas.

Infestación en diferentes variedades

En los dos veranos en que se realizaronobservaciones se muestrearon todas lasvariedades presentes en la finca. Lasmuestras fueron tomadas, aproximada-mente, en las mismas fechas del mes deJulio. Los resultados se agrupan en elCuadro 8.

Hay que señalar que en las dos varieda-des más infestadas las densidades pobla-cionales por agalla ocupada no resultaronmuy diferentes. Lo mismo ocurre con lasdimensiones y formas de las agallas, queresultaron ser subesféricas de contornoirregular. Sin embargo, cuando se tratóde la variedad Golden Japan, el númeromedio de ácaros que albergaba cada aga-lla fue manifiestamente menor (41 ácaros/

Cuadro 7.—Variaciones de la infestación en árboles tratados con endosulfan (TI el 31-3-88 y T2 el9-4-88) y en árboles testigo

Agallas de nueva formación.

Cuadro 8.—Grado de infestación de diferentes variedades de ciruelo tipo japonés

22-7-1987 19-7-1988

agalla en Golden Japan, frente a 417 áca-ros/agalla en Red Beaut; cifras medias de50 repeticiones). Las agallas en GoldenJapan fueron de menor tamaño, con me-nor número de lóculos y de contorno ne-tamente redondeado.

Es preciso señalar que, en la variedadRed Beaut, las características de las aga-llas presentes en el otoño de 1986, semostraban ligeramente diferentes a lodescrito para el invierno de 1988. Desco-nocemos si la densidad de la población enla agalla influye sobre la forma de ésta.

Las manifestaciones de los ataques delacaro fueron más acentuadas en la varie-dad Santa Rosa (las hojas en yemas conpresencia de ácaros tenían un tamaño másreducido y patentizaban acentuados ama-rilleos) que en la variedad Red Beaut. En

ocasiones el efecto del ataque imposibilitala brotación de algunas yemas. Las dife-rencias de sintomatología observada entreambas variedades pudiera estar condicio-nada por ser los árboles de Santa Rosa demás edad y por ser la variedad Red Beautmás vigorosa.

AGRADECIMIENTOS

Nuestro agradecimiento a Dña. M.a Je-sús Verdú del IVIA de Moneada (Valen-cia) por desvelarnos la identidad del aca-ro. A D. Felipe González Marín por po-ner sus plantaciones de ciruelo a nuestradisposición y a D. Joaquín Rodríguez delDpto. de Fruticultura del CRIA por lasfotografías.

ABSTRACT

A. LACASA, J. TORRES y M.a C. MARTÍNEZ, 1990: Acalitus phloeocoptes (NALE-PA) (Acariña: Eriophidae) plaga del ciruelo en el Sureste español. Bol. San. Veg.Plagas, 16 (1): 285-295.

Pest severity caused by Acalitus phloeocoptes on plum trees in fruit producingareas of Southeast Spain was first lighlighted in Autumn 1986.

In this paper, the results of the study of mite and infestation evolution during twoseasons in plum tree plantations are shown.

Red Beaut and Santa Rosa varieties were more severity infected in comparisonwith Golden Japan. Mayeros and Beauty varieties were not colonized by the mite.

Eriophyd population in the gall increases continuosly from the beginning of springtill the end of the summer. Adults leave the gall slowly at the beginning of shootingsince the end of March till early May. This is the right time to de control pest.

Winter treatments turned to be inefficient (5-6% the population was controlled). Atreatment in late April with dicofol + tetradifon did not yield satisfactory results (30%mortality). However, two treatments with endosulfan at the beginning of April led toa reduction in infection at about 95%.

Key words: Acalitus phloecoptes, plum tree, plum bud gall.

REFERENCIAS

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