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Salud y Bienestar de Adolescentes Abordaje clínico y toxicológico del consumo de drogas Dra. M Braschi La adolescencia es una etapa evolutiva en la cual los profundos cambios biopsicosociales que se experimentan generan crisis y vulnerabilidad emocional y, es en esta etapa, en la que suele introducirse como hábito el consumo de drogas. Los motivos para el comienzo son diversos, pero el inicio por curiosidad o para pertenecer a un grupo de pares suelen ser los más evocados por quienes consumen. El inicio en el abuso de sustancias comienza en edades muy tempranas con alcohol, marihuana e inhalantes (pegamentos); en una segunda etapa, se agrega la cocaína y, en la última etapa, la combinación de sustancias y el uso endovenoso. En este trabajo, se delinean brevemente las características de los consumidores, sus motivaciones, las sustancias empleadas con los cuadros clínicos que producen, la jerga que se emplea, los efectos que se buscan con su empleo y el manejo básico del paciente que consume. El propósito es aportarle al médico de adolescentes nociones básicas para el diagnóstico, para la atención del niño y el adolescente en contacto con drogas, mostrar las características del paciente vulnerable y su familia, sus motivaciones y los signos que deben hacer sospechar del consumo de sustancias de abuso; las características de las sustancias con los diferentes cuadros clínicos que provocan, y el tratamiento en la intoxicación aguda. 1. ¿Cuál es el ámbito de inicio de consumo y cómo se consiguen las drogas? El ámbito elegido para el consumo de drogas es, frecuentemente, el familiar, la casa de amigos, el colegio, la plaza o la calle del barrio donde se vive. Al principio, el mercado más accesible suele ser el de los psicofármacos, la marihuana, el alcohol y el tabaco; aparece dentro del ámbito escolar y colegial en pequeñas cantidades, entre los consumidores y en el barrio, el inicio es entre amigos, hasta tomar contacto con el puntero. El consumo de cocaína es un hito en la vida del adicto quien desplaza el uso de otras sustancias por su uso exclusivo. También, las diferentes formas de usarlas hacen a la selectividad del grupo de pertenencia. Puede presenciar el uso endovenoso solo aquél que también se inyecta, espejo de su realidad. 2. ¿Hay características distintivas de la familia del adolescente vulnerable?

Abordaje Clínico y Toxicológico Del Consumo de Drogas

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Abordaje clínico y toxicológico del consumo de drogas

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Abordaje clínico y toxicológico del consumo de drogas Dra. M Braschi La adolescencia es una etapa evolutiva en la cual los profundos cambios biopsicosociales que se experimentan generan crisis y vulnerabilidad emocional y, es en esta etapa, en la que suele introducirse como hábito el consumo de drogas. Los motivos para el comienzo son diversos, pero el inicio por curiosidad o para pertenecer a un grupo de pares suelen ser los más evocados por quienes consumen. El inicio en el abuso de sustancias comienza en edades muy tempranas con alcohol, marihuana e inhalantes (pegamentos); en una segunda etapa, se agrega la cocaína y, en la última etapa, la combinación de sustancias y el uso endovenoso. En este trabajo, se delinean brevemente las características de los consumidores, sus motivaciones, las sustancias empleadas con los cuadros clínicos que producen, la jerga que se emplea, los efectos que se buscan con su empleo y el manejo básico del paciente que consume. El propósito es aportarle al médico de adolescentes nociones básicas para el diagnóstico, para la atención del niño y el adolescente en contacto con drogas, mostrar las características del paciente vulnerable y su familia, sus motivaciones y los signos que deben hacer sospechar del consumo de sustancias de abuso; las características de las sustancias con los diferentes cuadros clínicos que provocan, y el tratamiento en la intoxicación aguda.

1. ¿Cuál es el ámbito de inicio de consumo y cómo se consiguen las drogas?

El ámbito elegido para el consumo de drogas es, frecuentemente, el familiar, la casa de amigos, el colegio, la plaza o la calle del barrio donde se vive. Al principio, el mercado más accesible suele ser el de los psicofármacos, la marihuana, el alcohol y el tabaco; aparece dentro del ámbito escolar y colegial en pequeñas cantidades, entre los consumidores y en el barrio, el inicio es entre amigos, hasta tomar contacto con el puntero. El consumo de cocaína es un hito en la vida del adicto quien desplaza el uso de otras sustancias por su uso exclusivo. También, las diferentes formas de usarlas hacen a la selectividad del grupo de pertenencia. Puede presenciar el uso endovenoso solo aquél que también se inyecta, espejo de su realidad.

2. ¿Hay características distintivas de la familia del adolescente vulnerable?

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Si bien no es adecuado estigmatizar describiendo tipologías de las familias de adolescentes que consumen drogas, se han descripto algunas características familiares que se asocian a conductas de riesgo en los hijos, entre ellas, el consumo de drogas:

Madre sobreprotectora.

Padre desdibujado.

Falta de límites en la crianza.

Falla en la comunicación.

Modelos familiares de adicción.

Padres que se auto medican.

Familias con conductas ocultatorias.

3. ¿Cuáles son los factores de riesgo?

Se podría decir que, prácticamente, todos los adolescentes están expuestos en alguna medida al consumo de drogas, sin embargo, algunos jóvenes en virtud de la genética, las circunstancias familiares, las relaciones con sus pares, los rasgos de personalidad individuales, tienen mayor peligro de abuso y/o adicción. Estas características se denominan factores de riesgo y, entre ellos, se pueden mencionar:

Padres alcohólicos. Falta de participación de la madre. Conducta antisocial. Jóvenes hiperactivos. Mal rendimiento académico. Poca habilidad verbal y resolución de problemas.

Niveles altos de conflicto familiar. Amigos consumidores. Angustia interna, enfermedad psiquiátrica, infelicidad, inflexibilidad. Alteraciones en la alimentación y en el patrón del sueño. Inicio de relaciones sexuales precoces. Autoestima inadecuada. Abuso físico o sexual durante la primera o segunda infancia. Escolaridad incompleta. Hijo no deseado.

4. Las motivaciones: ¿Por qué y para qué se consumen drogas?

Para el adolescente, la droga representa un medio de conseguir algo, comunión con los demás, deseo de aislarse o confundirse con los otros: crea un nuevo mundo con sus reglas a partir de la organización que lleva consigo: búsqueda del tóxico, su preparación, erotización de la inyección.

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Llega a convertirse en un sujeto dependiente a causa de su estado de necesidad, se establecen nuevas relaciones con una ambigüedad equivalente a la que existe entre el dueño y el esclavo. Las primeras relaciones con la droga son diversas: curiosidad, protesta contra el mundo o la familia, trasgresión de lo prohibido, la necesidad de una satisfacción inmediata. De chico, el lema es «la droga que hay es para compartir entre todos», de grande, el lema es«acostar a (abusarse de) la gente y salir a robar». La droga para el adicto parece ser una solución o simplificación frente al camino angustiante; para el impulso, la droga es el único momento de paz; para la posesión, para la carencia, para el montón de diálogos no sostenidos, interrumpidos, para lo no dicho, la droga es el relleno del vacío, es la anulación del agujero negro; es la anulación del tiempo y el mantenimiento de la suspensión del reloj ante la ansiedad de un mañana que pudiera repetir la carencia. Es la desaparición de la orfandad y la demostración del poder absoluto de decidir.

5. La personalidad del adicto

Vive la realidad como la siente. Se siente insatisfecho. Muestra diferencia entre el desarrollo de la inteligencia y la madurez

afectiva. No tolera la frustración La droga es el paliativo al dolor en forma absoluta e inmediata. No tolera la espera.

6. ¿Cuáles son los signos clínicos de alarma?

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7. Cambios en la conducta

Apatía prolongada. Mentiras reiteradas. Ausencia de proyectos. Intolerancia a la frustración. Fracasos escolares. Fracasos laborales. Cambio de amigos. Robo. Promiscuidad. Problemas legales.

8. Hábitos personales que llaman la atención

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9. Repercusiones en el rendimiento académico

Alteraciones de conducta. Calificaciones reprobatorias. Inasistencias a clase. Problemas con profesores y maestros. Suspensiones, expulsiones, problemas con la autoridad.

10. La entrevista enfocada al consumo

Con el fin de obtener una información confiable acerca de la conducta de abuso de drogas por parte de un adolescente, es fundamental que la entrevista se realice en un ámbito adecuado en el cual se asegure la privacidad y la confidencialidad. Aunque la privacidad, en ciertos aspectos de la atención de adolescentes, está protegida por la ley, hay que establecer límites con respecto al secreto profesional en el caso de que haya probabilidad de daño a la salud o a la vida por el consumo de drogas. Siempre es mejor establecer un criterio, con respecto a compartir la información, adaptado a la edad del paciente y a las circunstancias de la familia. Para interrogar no solo sobre las drogas usadas, sino también sobre el tipo de consumo (uso, abuso, adicción), los contextos, los riesgos involucrados y el grado de alteración escolar y/o social, si la hubiere, la entrevista debe ser:

Dirigida. No recriminatoria.

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Tomar en cuenta las características particulares de cada paciente. No usar términos científicos. Vestimenta. Música que escucha. Boliches que frecuenta. Hábitos de consumo de drogas legales. Hábitos de consumo de familiares y amigos. Viajes de egresados. Estado de ánimo. Vínculos con sus pares.

11. Recomendaciones para el pediatra

Los médicos debemos estar preparados para incluir el tema de las adicciones como parte de la conversación acerca de la salud de niños y adolescentes. Lamentablemente, muchos pediatras se sienten incómodos con el tema y sienten que no están capacitados para afrontar los problemas al respecto. Frente a la expectativa familiar de búsqueda de orientación, evasión de responsabilidad, resolución mágica e inmediata, la conducta del pediatra debe ser escuchar, demostrar interés de ayudar, entablar un vínculo de confianza, no ser ni compinche ni censurador y, fundamentalmente, tener en claro para sí y la familia el enfoque interdisciplinario. No juzgar, criticar, descalificar porque esto pone en riesgo la comunicación. Se deben tener en cuenta los trastornos de conducta, las enfermedades psicosomáticas y clínicas, como factores predisponentes así como otros factores de riesgo y tomar la drogadicción como un diagnóstico más en el consultorio. Es prioritario fomentar en los padres un buen vínculo con sus hijos evitando la sobreprotección tanto como el desinterés, orientar en el respeto a sí mismo y en la capacidad de superación, en el trabajo de prevención desde lo familiar. Como agentes de salud, podemos estimular a la familia y a la comunidad educativa utilizando instrumentos como cuestionarios previos a reuniones sobre temas que preocupan, procurando que los niños y los jóvenes expliciten sus necesidades, demandas y temores. Droga: Toda sustancia que se utiliza para inducir cambios en la percepción, estado de ánimo, conciencia. Droga adictiva: Sustancia que promueve un imperioso impulso a consumir . Tolerancia: Necesidad de aumentar la dosis para obtener el mismo efecto. Síndrome de abstinencia: Conjunto de signos y síntomas frente a la supresión brusca.

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Uso: Consumo de una droga a una misma dosis y vía ante un mismo estímulo, sin periodicidad en el tiempo. Abuso: Consumo progresivo de varias drogas a dosis sucesivamente crecientes, probando distintas vías, promovido por diferentes estímulos. Dependencia: Consumo compulsivo, de dosis altas, varias veces por semana, con síntomas francos de abstinencia e identificación psicológica con la droga.