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Nacional La debilidad del gobierno, el fallo de la Corte Suprema y la voluntad popular pag. 2 Nacional La “década ganada”, en el tren brilla por su ausencia pag. 6 Latinoamérica Brasil: el estallido inesperado pag. 11 ´

A Vencer 55 JULIO. Prensa del MIR

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Page 1: A Vencer 55 JULIO. Prensa del MIR

NacionalLa debilidad del

gobierno, el fallo de la Corte Suprema

y la voluntad popular pag. 2

NacionalLa “década ganada”,

en el tren brillapor su ausencia

pag. 6

Latinoamérica

Brasil: el estallido inesperado

pag. 11

´

Page 2: A Vencer 55 JULIO. Prensa del MIR

Las notas firmadas por su autor/a no necesariamente expresan el parecer colectivo de la organización. En cambio, aquellos artículos de opinión o de análisis sin firma deben ser considerados como expresión de la posición política de nues-

tra organización.

NacionalLa debilidad del gobierno, el fallo de la Corte Suprema y la volun-

tad popular - pag. 2

EditorialAvanzar en unidad para que sur-

ja una alternativa - pag. 3

TrabajadoresUnidad de los que luchan para recuperar el SUTE - pag. 4

Un presente de lucha, un futuro promisorio

Debates que toman forma y buscan realizarse

Otro intento de judicializar la lucha popular - pag. 5

NacionalLa “década ganada”, en el tren brilla por su ausencia - pag. 6

GénerosEl derecho a la salud no se ple-

biscita

Ángeles Rawson: otra mujer víc-tima de femicidio - pag. 7

85 años del CheEn la huella del Che:

construyendo unidad - pag. 8

EstudiantilChile: la lucha continúa - pag. 9

LatinoaméricaLa Alianza del Pacífico no es

integración - pag. 9

Brasil: el estallido inesperadopag. 10

InternacionalEl pueblo turco despierta

pag. 11

Contratapa1905: Un ensayo revolucionario

y algo más

“La ley no nos protege de un hecho aberran-te. La ley sólo interviene si ese hecho abe-rrante amenaza la voluntad del poder.” De la película “Tesis sobre un homicidio”

De cara a las elecciones de este año, el kirchnerismo quizás se encuentra ante su momento de mayor debilidad como proyecto político. Podría argumentarse que la situación pos crisis del campo y derrota del 2009 expresaba una debili-dad aún superior, pero en ese momento el kirchnerismo sostenía una carta clave en la dinámica política de Argentina: te-nía candidata para la sucesión, algo de lo que hoy carece y cuya única opción pareciera ser una poco probable re-forma constitucional que permita otro mandato de CFK.

Las elecciones encuentran a un kir-chnerismo que casi con seguridad será derrotado en Capital Federal, Santa Fe y Córdoba. A ese panorama, ya planteado hace meses, se le sumó en el cierre de listas la probable derrota en la provincia de Buenos Aires a manos del intendente de Tigre (ex Ucedé y ex jefe de gabinete de CFK) Sergio Massa y su variopinta lista, que agrupa desde intendentes que hasta ayer nomás hacían prueba de fe kirchnerista hasta el apoyo oficial del PRO.

Pero la debilidad del gobierno no solo se expresa en la posibilidad de ser derrotado en los cuatro distritos más poblados del país. Además, se muestra en la incapacidad que viene teniendo para lograr victorias en las batallas que él mismo promueve. A la imposibilidad que ya hace casi cuatro años arrastra para poner en marcha la ley de medios y atacar el monopolio de Clarín, ahora se le sumó el golpe recibido por parte de la Corte Suprema de Justicia.

El fallo de la Corte y sus funda-mentos

El 18 de junio la Corte Suprema de-claró, por mayoría de 7 a 1, la incons-titucionalidad de los artículos 2, 4, 18 y 30 de la ley 26.855 y del decreto 577/2013, anulando la convocatoria a elecciones para los cargos de conseje-ros de la magistratura (solo sostuvo la constitucionalidad de la ley el juez Za-ffaroni). De esta manera se atacó la re-forma judicial propuesta por el kirchne-rismo, que si bien (como lo analizamos en la AV53) no modificaba la estructura anti popular y reaccionaria de la justicia argentina, al menos proponía algunas modificaciones que podían permitir un mayor control social. La ley votada por el kirchnerismo adolecía de graves de-fectos, pero la naturaleza reaccionaria del fallo de la Corte Suprema se expresa en que no se atacaron las limitaciones a

la voluntad popular del proyecto sino el hecho de que el mismo ponía en cues-tión el poder de las corporaciones de jueces y abogados.

La medida de la Corte es lógica según de quienes proviene. Y a la vez expresa la naturaleza de clase de este gobierno, que de acuerdo a sus conveniencias electorales promueve distintas medidas pero sin afectar nunca la lógica capita-lista y anti popular del Estado argenti-no. El poder judicial es por su origen y conformación el resabio fundamen-tal de prácticas donde no hay posibi-lidad de participación y/o control de la sociedad. Se plantea como la última trinchera para asegurar que una mayo-ría parlamentaria coyuntural no pueda dictar leyes que pongan en cuestión al-gún sostén del sistema capitalista; es el resguardo fundamental de los podero-sos y de la propiedad privada ante los otros poderes del Estado, que pueden ser más dependientes de los “vaivenes” de la voluntad popular. Por eso una de las primeras medidas de Néstor Kirch-ner para refundar “un país en serio” pos crisis del 2001, fue volver a legitimar a la Corte Suprema, nombrando a casi to-dos los jueces de corte conservador que hoy votaron este fallo.

En ese marco el poder judicial argen-tino es especialmente reaccionario y aristocrático. La perpetuidad de los jue-ces y la “intangibilidad” de sus salarios (por lo cual no pagan impuestos a las ganancias) los transforma prácticamen-te en seres intocables, casi en una casta al modo de las sociedades anteriores a las revoluciones burguesas. Esto a no ser que algún juez ose dictar senten-cias que contradigan la voluntad de los poderosos; allí se las verá con sus mis-mos colegas, que serán los primeros en buscar sacarlo del cargo no aduciendo entonces que se está atacando la “inde-pendencia de los jueces”.

El fallo de la Corte Suprema sostiene que la voluntad popular debe tener lí-mites y que no es posible que el pueblo decida sobre la forma de administrar justicia. La lógica de la supuesta inde-pendencia de los poderes (ver nota en AV53) y una concepción de la justicia donde solo los abogados podrían deci-dir sobre lo que es justo, subyacen como preceptos de una praxis que sostiene los privilegios de la corporación judicial ante un gobierno incapaz de ir a fondo en las batallas que él mismo propone.

Sería imposible citar el conjunto de casos en los que la justicia argentina viene demostrando su concepción anti popular y reaccionaria. Los casos de Marita Verón en Tucumán o de Julián Antillanca en Chubut fueron eviden-tes, absolviendo a todos los acusados

en casos relacionados con la mafia po-licial-judicial y los gobiernos de turno. En Chubut en los últimos meses fue-ron absueltos los policías implicados en el caso de violación a un menor en la comisaría segunda de Trelew, quedó impune el asesinato del testigo “prote-gido” de ese mismo caso y, como sím-bolo de qué significa la corporación de los abogados y la “independencia judi-cial”, el día previo a que la Corte Su-prema dictara este fallo, la Cámara del Crimen de Chubut liberaba a los poli-cías implicados en el asalto a un cajero automático, una banda comandada por el máximo responsable de la formación de los nuevos policías de Chubut. Los abogados defensores de estos policías son el presidente del Colegio Público de Abogados de Trelew, Edgardo Romero Bruno, y el delegado de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Pablo Pugh.

Hacia una sociedad realmente ba-sada en la voluntad popular

La debilidad del gobierno no debe hacernos creer que el momento es po-sitivo para nuestras fuerzas, ni que esa situación sea permanente. Por un lado, es claro que las opciones de la burguesía para reemplazar al actual gobierno son aún más reaccionarias que el proyecto actualmente en el poder. Y además el kirchnerismo ha dado repetidas mues-tras de que no se trata de un proyecto que se deja morir. Hoy parece difícil pensar cómo podría recuperar el centro de la escena política, pero no es un es-cenario descartable.

Lo que sí parece evidente es que la situación plantea nuevamente la necesi-dad de poner en pie un proyecto políti-co y social que se sostenga en la activa participación política de las mayorías y en una voluntad popular que no se li-mite a las coyunturas electorales sino que se haga carne de cada paso en la construcción de la nueva sociedad que debemos edificar.

Un gobierno capitalista y burgués, como el que hoy está en el poder, no puede llevar adelante ni siquiera las li-mitadas batallas que se ha propuesto. La única opción de construir una socie-dad distinta, donde podamos hablar de una real democratización de la justicia y de los medios de comunicación, será en una construcción social que ya no se base en la opresión de clases y en la bús-queda de la ganancia privada. Solamen-te allí podremos hablar de una sociedad que realmente descanse en el auto go-bierno de la voluntad popular.

Román Zuárez

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El cierre listas y un escenario que se abre

El reciente cierre de listas define aún más el mapa electoral que marcará la política nacional en los próximos me-ses. A su vez, legaliza en el papel situa-ciones que se daban de hecho mientras que nos vuelve a plantear desafíos sobre los que debemos avanzar.

El panorama electoral en sí no deja mayores sorpresas en lo que respecta a las fuerzas o partidos tradicionales o del régimen. La centralidad política la ganó la histeria mediática por la candidatura de Sergio Massa, en el marco de la dis-puta interna del peronismo.

El otro dato importante es la con-fluencia del FAP con la UCR, con su respectiva pérdida de fuerzas por “iz-quierda”. Previsiblemente, el Partido Socialista, junto con los cada vez más socialdemocratizados Libres del Sur, prefirieron avanzar a paso firme en una alternativa tipo “Alianza” para enfrentar al kirchnerismo, sacándose de encima a sus otrora aliados del MST, Unidad Po-pular y PCR/PTP. La mayoría del FAP se derechiza pero esta izquierda que soñó que podía construir algo siquiera reformista con tales fuerzas, se predis-pone ahora a dar la lucha por ocupar ellos el espacio de la centroizquierda con el Frente PODEMOS (Popular, Democrático y Social).

Por supuesto, ése no es nuestro lugar ni nuestro proyecto. No pretendemos disputar ese espacio dentro del siste-ma, del que por su naturaleza escéptica frente al poder obrero y popular, ter-mina siempre apoyándose en sectores burgueses convirtiéndose en correa de transmisión de otros intereses de clase.

En este sentido, es un dato impor-tante para nosotros la situación del arco militante del espacio político y social de lo que fue la COMPA. Venimos presen-ciando, y siendo parte, de un momento de redefiniciones y realineamientos que tienen como base una larga experiencia acumulada que puso en crisis posicio-nes ideológicas diversas en el seno de la “nueva izquierda” o de la “izquierda independiente”. Un sector de este es-pectro decidió orientarse hacia la con-tienda electoral, agregando une elemen-

to nuevo a la realidad. En este marco, el camino que sigue Marea Popular con su reciente alianza con la Unidad Po-pular en CABA, la liga estrechamente a la variante de centroizquierda criticada, camino que se potencia con una campa-ña electoral vaciada de contenido pro-gramático que hace foco en la “nueva política” versus la “vieja política”.

El FIT y el frente que no fue: un problema estratégico

En su origen, el FIT suscitó, legíti-mamente, cierta expectativa en un sec-tor del activismo y de los intelectuales independientes. Los dos partidos más importantes de la izquierda trotskista y clasista se unían en un frente que pro-metía ir más allá de lo electoral. En su momento, desde MIR planteamos pú-blicamente un apoyo crítico al FIT para las elecciones presidenciales de 2011 en la voluntad de acompañar esa expecta-tiva y por tratarse de la única alterna-tiva electoral anticapitalista. Entonces, como balance, nos limitamos a criticar el carácter agudamente “democratista” que se le imprimó a la campaña para sortear el desafío de las PASO. Enten-díamos que se había sacrificado en de-masía el carácter justamente anticapita-lista (que justificaba nuestro apoyo) en pos de “un milagro para Altamira”.

Ahora el balance es más taxativo y sa-bemos que no decimos nada nuevo al afirmar que el FIT terminó siendo sólo un frente electoral. No solo no tuvo ca-pacidad de unir a sus principales parti-dos para intervenir de conjunto, poten-ciando en la unidad la sumatoria de sus partes, sino que incluso, en momentos clave de la lucha de clases, se cuestio-naron salvajemente entre sí, minando cualquier tipo de autoridad moral mu-tua para hablar sobre la importancia de la unidad. El balance crudo del FIT es que es un frente de partidos que no pueden imaginarse por fuera de la diná-mica electoral y que se necesitan mutua-mente para seguir en ella. Solo eso. El resto del tiempo se constituyen como fuerzas en permanente disputa entre sí que buscan crecer lo más posible para luego enfrentarse en la repartija de car-gos.

¿A qué se debe este grave problema? Es un déficit de concepción estratégica, que reduce el problema de la unidad a una necesidad de supervivencia electo-ral. A diferencia de esto, en consonan-cia con las mejores tradiciones del mar-xismo revolucionario, entendemos que nuestro pueblo necesita un Frente de Liberación Nacional y Social de carác-ter anticapitalista y antiimperialista, que debe amalgamar a diversas organizacio-nes políticas, sociales y sectores de clase para darse una política común orientada hacia una profunda transformación so-cial. En esta perspectiva deben confluir expresiones de asalariados y clase obre-ra en particular, desocupados, trabaja-dores precarizados, estudiantes, vecinos y juventud de barriadas populares, etc.; así como organizaciones de diversas tradiciones políticas no antagónicas del campo popular.

Por dónde empezarEse Frente necesitará un camino de

pasos intermedios, de experiencias compartidas. Un primer paso funda-mental es superar el marco restringido de determinadas coordinadoras para poner en pie un Frente Político y So-cial que una a las diversas expresiones políticas y sociales que venimos conflu-yendo con un programa y una metodo-logía de trabajo. Desde MIR tenemos la expectativa de comenzar a transitar ese camino junto a diversas organizaciones compañeras con las que venimos com-partiendo ámbitos de militancia y cons-trucción de base como el FPDS, COB La Brecha, el MULCS, OP Fogoneros, Córdoba se Mueve, el FROP de La Rio-ja y otras numerosas organizaciones de diversas ciudades y provincias del país que fueron parte de la experiencia de la COMPA y otras experiencias, sumán-dose además aquellas fuerzas prove-nientes de la tradición del guevarismo que visualizan también la necesidad de una intervención política concreta de mayor incidencia y visibilidad.

Debe quedar claro que ese Frente no puede surgir para presentarse a elec-ciones, aunque proyectar y organizar esa intervención pueda ser una de sus tareas llegado el momento. Creemos

que ese Frente debe surgir fundamen-talmente para construir una interven-ción en común en la lucha de clases o no tiene razón de ser. Y para tener esta composición obrera y popular debe construir poder en perspectiva de clase y popular en las fábricas, en los barrios, en el campo, en las universidades, etc. Será un Frente de este tipo el que pueda entusiasmar a amplios sectores a sumar-se a una dinámica de trabajo que supere la disputa de aparatos y el electoralismo que nos propone la izquierda tradicio-nal.

Por lo dicho anteriormente, cree-mos que nuestra intervención política en esta coyuntura electoral debe servir fundamentalmente para abonar a la construcción de este Frente Político y Social. Claramente, el haber llegado a esta contienda sin una expresión elec-toral tanto nuestra como del arco de la “nueva izquierda” con la que venimos coordinando, es una debilidad. Pero se trata de una consecuencia de no haber avanzado aún lo suficiente en la cons-trucción de ese Frente que nos permita intervenir y potenciar nuestras expe-riencias de militancia y construcción de poder obrero y popular.

Independientemente de los posicio-namientos tácticos de cara a agosto y octubre, tenemos que hacer un esfuer-zo conjunto para aprovechar el clima de debate político y avanzar en la consoli-dación de este Frente Político y Social, pensando una política en común de intervención, que puede incluir alguna campaña nacional con espacios de de-bate y construcción programática para poder concretar este Frente.

Avanzar todo lo que podamos en su desarrollo abrirá un nuevo espacio de militancia que, en una perspectiva an-ticapitalista y antiimperialista, de vo-cación socialista, deberá superar tanto los límites de la centroizquierda como la estrechez estratégica de la izquierda tradicional. Si lo logramos, irrumpirá en el mapa nacional una fuerza nueva que por derecho propio podrá entusiasmar a miles de compañeros y compañeras, para sumarlos a la construcción prota-gónica de una alternativa política de los de abajo.

Por un frente político y social de la “nueva izquierda”

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El próximo 3 de julio se celebrarán en Mendoza, las elecciones del SUTE (Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación), en donde se definirá quién será la conducción del gremio duran-te los próximos años. En dichas elec-ciones se pondrá en vigencia el nuevo estatuto, modificado en el 2011, el cual incorpora la elección de secretariados departamentales, y extiende a cuatro años el período de la gestión.

La Celeste está en la conducción del SUTE hace doce años, y se ha mante-nido en el poder gracias a su aparato burocrático, que le ha permitido limitar la participación y frenar los procesos de lucha. En este panorama, los últimos dos años, han sido claves para el creci-miento y consolidación de una verdade-ra oposición, que hoy se expresa en el FURS (Frente de Unidad por la Recu-peración del SUTE), que le hará frente en estas elecciones.

A principios del 2012, el desconten-to de las bases frente al acuerdo salarial que pretendía cerrar la conducción ce-leste, no pudo ser frenado por la buro-cracia y estalló en un paro de 24 horas con 8.000 trabajadores de la educación en la calle.

Posteriormente la conducción rearmó su aparato y logró frenar el descontento cerrando un acuerdo salarial de $3.000 para el cargo testigo. No obstante, di-cho estallido dejó un positivo saldo de participación y organización, que vol-vió a dar lucha en el conflicto salarial de principios del 2013 a través de la reali-zación de asambleas departamentales y unidad en la acción para enfrentar a la burocracia.

Un acontecimiento a destacar, fue el proceso que tuvo lugar en el departa-mento de General Alvear, donde a par-tir de la traición de los delegados depar-tamentales en el plenario provincial que suspendió un paro que había sido vota-do por la mayoría, los compañeros/as se congregaron en la sede departamen-tal del sindicato, pidiendo la renuncia de los delegados, y dando inicio a un pro-ceso de organización que se

vio expresado en una importante mar-cha de 1.500 compañeros por las calles principales del distrito sureño.

En todo este proceso la agrupación Marrón (de la que formamos parte, junto con independientes) desarrolló un importante papel para transformar el descontento en organización y lu-cha y dio como resultado un frente de unidad, integrado por la Marrón, otras agrupaciones (Verde, Rosa, Índigo) y un importante grupo de compañeros/as que no estaban agrupados en organi-zaciones pero que se sumaron a confor-mar el frente.

El FURS se presenta hoy como la úni-ca alternativa real de cambio, impulsan-do una campaña que lleva como ejes la recuperación del sindicato para poner-lo al servicio de los trabajadores plan-teando la independencia del gobierno, el freno a las reelecciones indefinidas y la recuperación del plenario como for-ma de participación democrática de los trabajadores/as. Un sindicato que lleve adelante la lucha por un salario igual a la canasta familiar, por mejores condi-ciones laborales y educativas y por la educación pública, gratuita, laica y de calidad.

Bajo estos ejes, el FURS llevó ade-lante una excelente campaña, sostenida por el esfuerzo militante de quienes lo integran, con una contundente publici-dad gráfica y llevando a cada escuela las propuestas, tanto generales como por sector, escuchando y dialogando con los compañeros/as, logrando muy bue-na recepción en cada unidad de trabajo y mucho apoyo por parte de los compa-ñeros/as que desde su voto y en algu-nos casos desde la fiscalización se han sumado al desafió de sacar a la buro-cracia y apostar a un verdadero cambio.

La campaña además, cerró el 28 de junio con un emotivo acto, que dando cuenta del carácter nacional de la pro-yección del frente contó con la presen-cia de Daniel Huth, Secretario General de ATEN, Lidia Braceras, Secretaria

General del

SUTEBA Quilmes y Graciela Frañol, de la comisión directiva de ATEN Ca-pital. A través de ellos/as, llegó el apo-yo unánime de todos los sindicatos y seccionales recuperados a la burocracia Celeste. El acto contó además con dos momentos musicales de belleza, calidad y lucha a cargo de los grupos Amauta y Corazón Adentro. Los discursos de cierre estuvieron a cargo de Mariela Vi-llegas (candidata a Secretaria Adjunta) y Roberto Garcés (candidato a Secretario General) quien señaló: “La tarea que te-nemos por delante es muy grande, de-bemos reconstruir desde las cenizas al sindicato que sea capaz de defender a los trabajadores” y expresó también que “este frente ya ha ganado en la expe-riencia de la unidad y en el vínculo con los compañeros en las escuelas, que en

cada recorrido expresaban sus necesida-des, y que no quieren más a la Celeste, por eso ahora lo que falta es acceder al sindicato, tarea difícil pero posible, por-que hay miles de compañeros hartos y su voluntad debe ser expresada y respe-tada el próximo 3 de julio.”

“El que sueña solo, solo sueña; los que sueñan juntos hacen historia”.

Trabajadores de la Educación del MIR Mendoza

Elecciones en el SUTE, Mendoza

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Promovido por la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas y con la participación de compañeros/as del pe-riódico sindical El Roble y del Encuen-tro Sindical Clasista y de Base (ESCyB) se realizó de manera exitosa el Foro para debatir, proyectar y avanzar en la organización de los trabajadores hoy.

El mismo reunió a trabajadores y trabajadoras de la industria, servicios, transporte, cooperativistas precariza-dos, docentes y estatales de diversos puntos del país motivados por la nece-sidad de la organización en sus lugares de trabajo, sus sindicatos, y de construir una alternativa sindical democrática, combativa, desde una perspectiva de in-dependencia de clase.

La apertura estuvo a cargo del com-pañero Norberto Señor, dirigente de

ATE Lomas de Zamora e

i n t e -grante de la a g r u -

p a c i ó n V í c t o r Choque.

En la misma se compartió una mirada sobre el contexto político-económico nacional, recuperando elementos de análisis para pensar la composición de la clase trabajadora hoy. A la vez se compartieron informes sobre las rea-lidades regionales y sectoriales como insumo para complejizar las miradas y debates del foro a la hora de pensar co-lectivamente las necesidades y tareas del activismos gremial que no se conforma con lo dado y quiere transformar esta realidad.

Luego de la apertura las y los compa-ñeros presentes se dispusieron a traba-jar en comisiones de discusión por sec-tor organizados de manera simultánea. Así fue como cooperativistas precariza-dos, estatales y docentes se repartieron para debatir en torno a las problemáti-cas sectoriales y proyectar líneas de in-tervención gremial

Luego del almuerzo se le dio centra-lidad al panel de trabajadores de la in-dustria, servicios y transporte que con-vocó a todas y todos los participantes del foro a escuchar y reflexionar sobre las experiencias organizativas y de lucha que trasmitían los compañeros.

El panel estuvo integrado por Cristian Fontana, trabajador aeronáutico

despedido de Aerolíneas Argentinas; el de-

legado de base de FATE Ariel Godoy; el periodista y delegado de la Revista Veintitrés Tomás Eliaschev; y Ezequiel Peralta, delegado metalúrgico de la co-misión interna de EMFER. Cada pa-nelista compartió como se expresa la conflictividad en cada sector de trabajo y que herramientas organizativas van construyendo para dar respuesta a las necesidades de las y los trabajadores.

También se compartieron experien-cias como la del compañero Germán Amor, chofer despedido de la línea 135, en pleno proceso de lucha por su reins-talación y construcción de espacios de coordinación con otras líneas organiza-das y en lucha; compañero metalméca-nico de zona norte y otro compañero trabajador de empresas farmacéuticas y laboratorios de la Sanidad en lucha por apertura de paritarias y mejores condi-ciones de trabajo.

Finalmente la mesa de cierre estuvo integrada por Carlos González, tra-bajador metalúrgico de SIDERAR La Matanza; el delegado general de ATE Ministerio de Trabajo, Hernán Izurieta; Marianella Navarro por la AGTCAP y el secretario general de la CTA Bahía Blanca, Enrique Gandolfo, todos inte-grantes de la CPS Rompiendo Cadenas, quienes analizaron los desafíos y tareas para los próximos tiem-

pos.Se hizo evidente un creciente activis-

mo que busca, con entusiasmo y abne-gación, construir una alternativa políti-co-sindical en sus lugres de trabajo y sus sindicatos. Que también aporta sus ma-yores esfuerzos para ganar en inserción en el movimiento obrero industrial. Y que en este camino pretende fortalecer la organización de los compañeros/as con trabajos informales y precarizados, al tiempo que proyectar una corriente nacional docente, y fortalecer la articu-lación de las experiencias en estatales en diversos puntos del país. Con principios políticos y metodológicos claros, basa-dos en la democracia de base, con espí-ritu combativo, claramente arraigado en principios de clase.

Desde MIR estamos convencidos que la Corriente Político-Sindical Rompien-do Cadenas sigue creciendo como he-rramienta y referencia para el conjunto de las y los trabajadores, sus organiza-ciones, y sus luchas; y seguiremos dedi-cando nuestros mayores esfuerzos para que la emancipación de los trabajado-res/as sea obra de los trabajadores/as mismos.

Corresponsal

Foro de la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas

La provincia de Santa Cruz, desde que los K están en el poder, fue prota-gonista de diversas políticas de estado represivas ante cada levantamiento de los trabajadores por reclamos sindica-les. Ante cada movimiento que cobra fuerza y parece ser incontrolable para el gobierno, la respuesta es la repre-sión oficial con la policía, el GEOP y la gendarmería; o, en otras ocasiones, el

gobierno emplea sus fuerzas de choque “no oficiales” para enfrentar los recla-mos de cualquier índole.

La crónica de la represión en la pro-vincia cuando los K estaban en el poder no se distancia con el presente nacional. Aquel 7 de febrero de 2006, en Las He-ras, cuando se produce una pueblada, la respuesta del estado fue la represión. En el momento en que el comisario dio la orden para que los policías inicien la represión se provocó un duro enfrenta-miento, que tuvo como resultado dece-nas de heridos y la muerte del oficial de la policía provincial Jorge Sayago.

Cabe recordar que esta pueblada fue el desenlace de la lucha de petroleros despedidos por diversas razones de ín-dole política, por la denuncia de la pre-carización laboral y por reclamos sala-riales (se había aprobado el mínimo no imponible). Los trabajadores se habían movilizado y rodearon la comisaría exi-giendo la liberación del dirigente petro-lero Navarro, que había sido detenido hacía horas por orden del gobierno. Por esos días grandes procesos asamblea-rios, piquetes y cortes de rutas, hicieron que el lugar sea intervenido por el esta-do para “garantizar la paz social”. Las

fuerzas policiales llegaban de todos la-dos para realizar el desalojo y controlar a los trabajadores que contaban con un gran apoyo de los pobladores de la lo-calidad. Como en todos los conflictos la militarización fue la respuesta de los K “nacionales y populares”.

El 17 de junio de 2013, en Caleta Oli-via, se dio inicio al juicio por la muerte del oficial Sayago. El proceso judicial, sumamente irregular y poco claro en toda su etapa de instrucción, comenzó con las audiencias. Por esta causa fue-ron detenidos e imputados doce traba-jadores petroleros, luego liberados hasta que finalice el juicio por la presión po-pular. El tribunal no leyó las acusacio-nes completas sino que las resumió, y así irregularmente se inicia un juicio en donde quienes serán juzgados por ase-sinato son los trabajadores que salían a defender su puesto laboral y su salario. El inicio del juicio fue acompañado por una marcha de sindicatos y agrupacio-nes políticas.

En la provincia por cada conflicto so-cial que estalla se procesa a los traba-jadores a partir de montar un aparato represivo en donde lo que se busca es la confrontación para luego reprimir. Pese

a esto las sucesivas luchas evidencian que los trabajadores de Santa Cruz no se dejan intimidar antes las artimañas de represión, sino más bien salimos a las calles, rutas, toman edificios, hacemos paros y defendemos así nuestra justas causas.

Entendemos que esta política en la provincia donde la canasta familiar es una de las más altas del país, es parte de un aparato represor que pretende impedir que las expresiones populares salgan a denunciar los costos de vida, la corrupción, las condiciones laborales, la falta de viviendas, el deterioro en la salud y en la educación.

Desde el MIR exigimos el desproce-samiento de los trabajadores petroleros y de todos los trabajadores procesados en la provincia de Santa Cruz. Exigi-mos que sean acusados los que dieron la orden de reprimir. No a la judicializa-ción de la protesta social.

¡Desprocesamiento y absolución ya de los petroleros!

Corresponsal de MIR Santa Cruz

Juicio a trabajadores por muerte de un oficial

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Un nuevo accidente marcará su huella en la historia del ferrocarril Sarmiento. A casi 1 año y 6 meses de la tragedia de Once donde perdieron la vida 51 perso-nas, nuevamente las imágenes de trenes aplastados como chapas de hojalata son un retrato de la realidad del ferrocarril. Esta vez a metros de la estación Cas-telar, dos formaciones impactaron oca-sionando un saldo de 3 pasajeros muer-tos y más de 300 heridos. ¿Accidente o problema estructural?

La historia de las privatizaciones en nuestro país es bastante conocida. A partir de la adhesión a las políticas del Consenso de Washington, el gobierno peronista de Carlos Saúl Menem inicia la privatización de varias empresas del Estado, entre ellas los ferrocarriles. En noviembre de 1991, se privatizan las lí-neas Roca, Mitre y Sarmiento. Un largo conflicto había intentado frenar las mis-mas. Protagonizado principalmente por las bases obreras, la resistencia a las pri-vatizaciones es recordada por una his-tórica huelga de los ferroviarios de más de 40 días, finalmente derrotada. En los años siguientes el resto de los ramales: Urquiza, Belgrano y San Martín sufri-rían el mismo destino.

A partir de allí, la expulsión de miles de trabajadores. En el año 1992, el sistema ferroviario contaba con 35.000 kilómetros de vías y 92.000 em-pleados. Actualmente el sistema cuenta con menos de la mitad de kilómetros y 15.000 empleados.

De estos 22 años de privatización, 20 han sido bajo gobiernos peronistas. Los últimos 10, bajo el kirchnerismo. Durante estos años, el Estado nacional ha subsidiado a las empresas concesio-narias sin interrupción, quienes se han llevado esos recursos para invertirlos en otros negocios, mostrando el evidente deterioro del servicio. El año pasado, se fueron en subsidios al sistema ferro-viario la suma de $ 4.708.354.994 (AN-RED). El ferrocarril es una prueba más del saqueo que aún se sigue producien-do en sectores clave de nuestro país.

Frente a los diferentes accidentes de los últimos años, el Estado nacional conducido por el Frente para la Victo-

ria ha tomado la medida de crear Uni-dades de Gestión Operativa (UGOFE para el San Martín, UGOMS para el Mitre y Sarmiento). Las mismas inclu-yen al Estado y a diferentes empresas concesionarias como participes direc-tas. Una nueva forma de administración que sigue manteniendo el lucro privado, y en muchos casos, a las empresas que

gestionan otras líneas ferroviarias. Se pasa de mano, pero no se cam-bian las reglas de juego.

Además de estos da-tos significativos, hay varias perlitas en los últimos años en la rela-ción entre el kirchneris-

mo y el desguace ferroviario. Entre es-tas, el planteo en 2008 de crear un “tren de alta velocidad entre Buenos Aires, Rosario y Córdoba”. Sonaba a chiste en aquel momento el proyecto de un “tren bala” cuando el resto del sistema se caía a pedazos. Actualmente, dicho proyecto se encuentra suspendido por falta de fi-nanciamiento. En el mismo Sarmiento, se propusieron planes de soterramien-to. Anunciados con bombos y platillos, aún no se ven señales de inicio en las excavaciones. En definitiva, la política hacia los trenes ha sido más una másca-ra que una verdadera preocupación por parte del gobierno.

El argumento utilizado por el kirch-nerismo en no pocas ocasiones de que

en pocos años no se pueden generar cambios sustanciales se vuelve inconsis-tente luego de una “década ganada”. En el caso de los trenes, la década ganada brilla por su ausencia.

La terrible masacre de Once debiera haber encendido las alarmas para tomar decisiones serias y estructurales. Sin em-bargo, nada sucedió. La creación de la Unidad de Gestión Operativa para la línea del Sarmiento no pudo resolver los problemas generales, ni prever un nuevo accidente. Por otro lado, la em-presa encargada de refaccionar los fre-nos pertenece a los hermanos Ciriglia-no, quienes administraban el Sarmiento en el momento de los hechos del 22 de febrero del 2012. Nuevo agujero negro en la responsabilidad estatal. La nueva pintura de las formaciones que el Minis-tro Randazzo debe entender que son las “mejoras del servicio” son una verdade-

ra falta de respeto para los trabajadores que día a día viajan en condiciones de-plorables.

La hipótesis culpatoria hacia los ma-quinistas que traslucieron desde el gobierno, buscan encontrar un chivo expiatorio que diluya las mentiras y ne-gligencias estructurales. Veintidós años de privatización, la falta de control del Estado, el subsidio permanente y las ganancias extraordinarias de los empre-sarios siguen siendo la lógica de fun-cionamiento de los ferrocarriles que en sucesos como el de Castelar, vuelven a generar la indignación popular.

¿Cuántas décadas más habrá que es-perar para recuperar un tren seguro, efi-ciente y al servicio de los trabajadores?

Pedro Benedetti

La hipótesis culpato-ria hacia los maquinistas que traslucieron desde el gobierno, buscan encon-trar un chivo expiatorio que diluya las mentiras y negligencias estructurales.

Situación de los ferrocarriles

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´La Ley 18.987 de Interrupción Vo-luntaria del Embarazo fue aprobada en Uruguay en octubre del 2012 por el voto positivo de 50 diputadas/os y 31 senadoras/es, el 51,5% del total del Parlamento, convirtiendo a Uruguay en el segundo país de América Latina en permitir la interrupción del embarazo, después de Cuba. Esta ley permite que las mujeres uruguayas accedan a la rea-lización de abortos medicamentosos o quirúrgicos en los centros de salud pú-blicos y privados. La norma despenaliza el aborto en las primeras 12 semanas de gestación y bajo determinadas condi-ciones.

Se autoriza el aborto dentro de las 14 semanas de gestación cuando el em-barazo implica un grave riesgo para la salud de la mujer, cuando hay malfor-maciones o cuando el embarazo es pro-ducto de una violación. Si bien es un paso muy importante para las mujeres no sólo del Uruguay, sino de toda Amé-rica Latina, lo cierto es que aunque cele-brado y reconocido ese paso, un sector del movimiento de mujeres y feminista criticó muy fuertemente los requeri-mientos que hacen a la ley, en los que se pone como paso necesario para poder llevar a cabo la interrupción del emba-razo, que la mujer transite un lapso de cinco días obligatorios para reflexionar y ratificar o rectificar su decisión. Asi-mismo es condición obligatoria pasar por la atención o revisión de un equipo interdisciplinario.

Los graves problemas de estos reque-

rimientos es que siguen poniendo a la mujer en un lugar subvalorado y de in-capacidad, quitándole la autonomía de decidir sobre su propio cuerpo, trasla-dando la autoridad de decidir en otrxs y privándola de la posibilidad de empo-deramiento.

No quedan dudas que este avance hay que defenderlo ante cualquier tipo de intento de volver para atrás. Nosotras vamos por más, y en esa lucha por pro-fundizar nuestros derechos defendemos los que ya hemos adquirido.

El pasado domingo 23 de junio se rea-lizó una consulta impulsada por la Igle-sia Católica y los sectores más conser-vadores del Uruguay, en la que se ponía en consideración la posibilidad de llevar a cabo un referéndum para evaluar la posibilidad de derogar la ley. Afortuna-damente estos sectores recibieron una estrepitosa derrota en las urnas. Con el 61,45% de los circuitos escrutados, la convocatoria alcanzaba al 5,38%.

Finalizado el escrutinio, la informa-ción provisoria señalaba que habían vo-tado 72.384 personas, apenas un 2,76% del total de la población habilitada para votar, que asciende a 2.620.772. Sin em-bargo, para que tuviera éxito era necesa-rio que más del 25% del censo, unas 655 mil personas, acudieran a las urnas a dar su respaldo de forma voluntaria. Como votó menos del 10% del padrón, no se hizo lugar al referéndum.

El freno que el pueblo hermano uru-guayo logró ponerle a los sectores con-servadores, retrógrados, oscurantistas

y antiderechos de ese país, es una muy buena noticia para nosotrxs, que desde Argentina, estamos luchando por la legalización y despenalización del aborto en nuestro país. Aquí se rea-lizan 500 mil abortos al año, y muere una mujer por día por los abortos clan-destinos. Esta gran victoria de las y los uruguayos, aunque parcial, reafirma lo que venimos sosteniendo hace tiempo y es que, tanto allí como acá, la socie-dad está a favor de la despenalización del aborto.

No podemos permitir que sigan mu-riendo mujeres, ni que vayan presas por decidir no continuar con un em-barazo no planificado. Es necesario salir de la falsa dicotomía abortos sí, abortos no. Porque los abortos se realizan y las que mueren son las mujeres pobres. Para ello es tras-cendental avanzar en la separación de la Iglesia del estado, y sostener que la necesidad del aborto legal es una cuestión de salud de las mujeres.

¡Saquen sus rosarios de nuestros ovarios!

Separación de la Iglesia del Estado.

Hacia una ley sin res-tricciones para abortar en Uruguay.

Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Argenti-na.

Juana Benítez

Desde hace varios años, organizaciones fe-ministas y de izquierda lu-

chamos por imponer en el vocabulario la palabra “femi-

cidio” o “feminicidio”, en-tendiendo al mismo como el asesinato misógino de mu-

jeres cometido por varones. Las mujeres aún somos vis-tas como propiedades de los hombres: nos violan, nos ase-sinan e invisibilizan nuestras muertes detrás de conceptos

errados como “crímenes pasio-nales” o, tal como sucedió en el caso de Ángeles Rawson,

detrás de la idea de “inseguri-dad”.Ángeles Rawson era una joven

de 16 años, que desapareció el día 10 de junio, siendo sus restos ha-

llados entre bolsas de basura del CEAMSE en José León Suárez por un empleado. Su muerte tomó trascendencia nacional, y los sospechosos abundan. El problema que gira en torno a este caso, como a todos los casos de femicidios, es que se ve el problema desde lo particu-lar y no desde lo general. En la Argentina, cada 34

horas se mata a una mujer: sólo en los primeros 14 días

del año siete mujeres fueron víctimas de femicidios. El ase-

sino siempre es un conocido, un familiar, un novio, una pareja o un

“amigo”. En el año 2012 las cifras

oficiales hablan de 255 mujeres asesina-das, un promedio de 5 femicidios por semana.

Hablemos de violencia de génerosLos femicidios, son la máxima expre-

sión de la violencia de géneros, pero cuando hablamos de violencia de géne-ros, no solo hacemos alusión a los golpes o a las muertes, la violencia psicológica también es violencia de géneros. A las mujeres nos venden desde programas de televisión junto a autos, cerveza y ci-garrillos. Nos enseñan a vestir de rosa, a ser frágiles y delicadas, nos educan para ser “el sexo débil”, nos pagan miserias por nuestros trabajos, nos obligan a ser madres negándonos la educación se-xual. Los femicidios son prácticas cohe-rentes de este sistema patriarcal que nos domina, no son producto de conductas patológicas, situaciones inexplicables o de la simple casualidad, son el resultado de un modelo estructural de opresión.

Cuando los medios de comunicación se ensañan con un caso, invisibilizan este fenómeno. En estos últimos meses, decenas de mujeres murieron en todo el país en manos de hombres. Laura Iglesias, de 50 años, asistente social en Mar del Plata fue extrangulada el 31 de mayo. El 3 de Junio hallaron muerta a Delia Haydée García de 72 años en Villa Gesell maniatada a su cama y amorda-zada con cinta adhesiva. Nadia Vanesa Chaumon, de 33 años fue asesinada y empalada por su pareja y un amigo el 3 de junio en la provincia de Buenos Aires. Cristina Cayecul, asesinada por su marido el 21 de junio en la ciudad e Trevelín, en Chubut. Noticias que se re-

piten, nombres que cambian, todas ellas víctimas, todas mujeres.

Mientras tanto, el gobierno mira hacia otro lado

Los discursos para “todos y todas” no alcanzan para hablar de un gobier-no que promueva igualdad de géneros. Aún exigimos el cumplimiento de la ley 26.485 contra la violencia hacia las mujeres, que entró en vigencia desde el 2010, pero no se hace efectiva por falta de voluntad política.

Ángeles es otra víctima asesinada por el simple hecho de ser mujer. ¿Cuantas más deben morir para que el Estado ga-rantice la “integridad física, psicológica, sexual, y económica” que nos promete la Ley? ¿Cuántas mujeres deben desapa-recer para empezar a tener políticas se-rias contra la trata?

Hoy Ángeles se suma a la larga lista de víctimas de la violencia machista, y la única salida que nos queda, en un sistema como este que promueve las desigualdades de género y de clase es la organización, luchar para poder romper con estas cadenas que el patriarcado y el capitalismo han creado sobre nosotros/as, en la búsqueda de una sociedad más justa.

La violencia machista MATA. Ni una mujer menos, ni una muerta más.

Justicia por Ángeles y todas las víctimas de femicidio.

Martina Torres

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El viernes 14 de junio último Ernes-to “Che” Guevara hubiera cumplido 85 años. Por ese motivo desde Córdoba se Mueve (CSM), TACU de La Rioja, la Organización de Trabajadores Revolu-cionarios (OTR) y MIR organizamos conjuntamente una charla-debate sobre la vigencia y actualidad del legado del Che, en el Centro Cultural Manuel Suá-rez de Avellaneda (Buenos Aires).

Las intervencionesEl lugar estuvo abarrotado de jóvenes

militantes, en un clima de entusiasmo por ser parte de diferentes organizacio-nes políticas y sociales que intentamos recuperar las enseñanzas teóricas y prác-ticas “del representante más importante de la revolución en América Latina”, en palabras de Federico, compañero de la OTR, quien abrió el panel y puntualizó que nuestra recuperación del legado del Che “no es expresión de un pasado sino un proyecto de futuro”.

Al explicar los objetivos fundamen-tales y de largo aliento que dan razón de ser a nuestra militancia, Federico se-ñaló que “el socialismo es un proyecto de humanidad, contra la explotación y contra la enajenación, contra la maqui-naria que ha construido el capitalismo que implica que los hombres dejen de reconocerse a sí mismos como pares, como creadores del trabajo y de la so-ciedad”.

Luego, el Vasco de CSM explicó que: “la matriz del guevarismo es el Che, pero arranca antes del Che. Comienza con Martí, con Sandino, con Mella, y se continúa después del Che en las lu-chas del ´60, del ´70, en grandes com-pañeros como Carlos Fonseca Amador,

Marulanda, Roby Santucho, Miguel Henríquez, Raúl Sendic”. Y consideró que “el guevarismo, para nosotros, es una concepción de vida, del sentido de la vida, del mundo, de la relación entre los hombres, de la relación con la natu-raleza”. En su intervención no faltaron emotivas anécdotas junto a destacados militantes del PRT cordobés de aquella época y con el mismo Agustín Tosco.

Por último, el Vasco de MIR remarcó que “reivindicamos al Che revoluciona-rio que pelea por el socialismo, a dife-rencia de las corrientes políticas que no cuestionan al capitalismo y pretenden reducir al Che a una simple referencia ética decorativa”. En este sentido, agre-gó que “hay que recuperar al Che que fue capaz de romper con las concepcio-nes del stalinismo para América Latina, que en ese entonces postulaba la táctica del ´Frente Popular´ de seguidismo a sectores burgueses; la coexistencia pací-fica con el imperialismo y el planteo de revolución por etapas”.

Y culminó: “Desde MIR considera-mos que hay tres grandes ejes de trabajo para la etapa. Por un lado, el desarro-

llo de organización obrera y popular de base. En segundo lugar, poner en pie un Frente Político y Social para coordinar con otras expresiones anticapitalistas y antiimperialistas para llevar adelante una verdadera pelea de masas. Por últi-mo, debemos profundizar la construc-ción de organización política de clase y avanzar en la unidad de los revolucio-narios”.

En diversos pasajes de las distintas intervenciones se hizo referencia a que el Che marcó un camino que permitió la apertura para el desarrollo de organi-zaciones políticas que constituyeron el guevarismo en la década del ´60 y ´70 en América Latina, con la convicción de que la toma del poder era una cues-tión crucial para la transformación so-cial. En esta línea, se destacó al PRT en Argentina y al MIR en Chile como sus expresiones más acabadas.

Las perspectivasLa organización colectiva del home-

naje, los conceptos vertidos por los pa-nelistas y por quienes pidieron luego la palabra para dar sus opiniones y el clima

de fraternidad entre todas las organiza-ciones que concurrieron, permite sacar varias conclusiones. La principal es que la articulación alcanzada para esta acti-vidad demuestra que es posible seguir trabajando en acciones concretas como la realizada y comenzar a proyectar se-riamente las vías para avanzar paciente-mente en niveles de unidad superior.

Por último, cabe destacar la presencia de militantes de diversas organizaciones populares compañeras (Frente Popular Darío Santillán, COB La Brecha); y el agradecimiento especial que hicieron los organizadores, al inicio y cierre de la actividad, para con los compañeros del Movimiento por la Unidad Latinoa-mericana y el Cambio Social (MULCS), quienes brindaron solidariamente el es-pacio en el que se hizo la actividad.

Corresponsal

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Nuestros/as hermanos/as trasandi-nos viene dando una ardua pelea desde muchos años por la educación pública, un derecho que en Argentina tenemos y defendemos cada vez que el Gobierno hace recortes en el presupuesto o intenta imponerse sobre los planes de estudio. El movimiento estudiantil argentino se solidariza con los/as compañeros/as chilenos en esta lucha que también es nuestra. En Chile los/as estudiantes se-cundarios tomaban desde hace días más de treinta colegios, espacios en donde se instalarían los centros de votación para las elecciones primarias. El 26 de junio el gobierno ordenó desalojar las tomas con un operativo que dejó más de 130 detenidos y varios alumnos heridos.

La Asociación Chilena de Municipa-lidades (ACHM) y el Servicio Electoral (Servel) estaban buscando la posibilidad de cambiar las escuelas en donde se ha-rían las elecciones y habían solicitado públicamente que no hayan desalojos, el gobierno se había comprometido a agotar el diálogo, pero el 26 de junio a la madrugada 133 estudiantes fueron detenidos cuando las fuerzas represivas irrumpieron en los colegios. Uno de los desalojos más violentos ocurrió en el colegio de Carmela Carvajal, donde 16 chicas fueron detenidas delante de sus familiares.

Los violentos desalojos provocaron jornadas de protestas en todo Chile, siendo Santiago su epicentro. En la ca-pital ardían barricadas, se multiplicaban las marchas y los bloqueos a los yaci-mientos mineros, radicalizando la lu-cha en pos de una reforma educativa en este año electoral. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Chile fue uno de los escenarios de las más violentas represiones en donde se vieron enfrentamientos entre estudian-tes y fuerzas especiales de la policía que procedieron a reprimir con chorros de agua y gases lacrimógenos. El saldo de este enfrentamiento fue de diez compa-ñeros/as detenidos y varios heridos.

Más de cien mil estudiantes chile-nos, coordinados por los centros de estudiantes y federaciones estudianti-les salieron a las calles en tres grandes marchas simultáneas. Ante estas mar-chas, el Ministro del Interior y Seguri-dad Andrés Chadwick hizo alusión en varias oportunidades diciendo: “No son estudiantes, son delincuentes. Estas acciones estuvieron planificadas”. Los estudiantes respondieron de inmediato, esta vez de la mano de la vocera de los estudiantes secundarios Isabel Salgado quién expresó la clara necesidad de ra-dicalizar la lucha y exigió la renuncia de la ministra de Educación, Carolina Sch-midt, de vacaciones en Italia.

Como si toda la represión vivida no fuera poco, el presidente Sebastián Pi-ñera demonizó la lucha estudiantil en su discurso y anticipó el envío al Congreso de una ley para que la policía identifique preventivamente a los manifestantes y así enfrente los “desórdenes públicos”, una ley digna de un gobierno dictatorial.

“Ya va a caer, ya va a caer, la educa-ción de PINOCHET”

Nuestros compañeros chilenos han duplicado la apuesta y hoy hay más de 50 nuevos colegios tomados. Anuncia-ron nuevas marchas para estas semanas y adelantan que para las semanas pre-vias a las elecciones generales del 17 de noviembre las medidas tomadas serán mayores.

Los/as estudiantes exigen educación pública, gratuita y de calidad, una de-manda histórica del movimiento estu-diantil. Creemos profundamente que la educación es una herramienta libera-dora, fundamental para llevar adelante esta larga tarea que nos queda, la de lo-grar la emancipación de nuestros pue-blos. Desde el MIR saludamos la lucha de nuestros compañeros y compañe-ras chilenos y esperamos que toda esa bronca organizada logre finalmente que el gobierno ceda ante los reclamos de su pueblo.

Martina Torres

Estudiantes chilenos

“La idea de la unidad latinoamericana, el supuesto de la identidad de las na-ciones que la forman, el propósito de su integración económica y política, se nos presentan hoy como constantes de nuestra ideología” Ruy Mauro Marini. Entre el 20 y el 24 de mayo se junta-

ron en Colombia las élites empresariales miembro y simpatizantes de la Alianza del Pacífico que realizaba su séptima cumbre. También asistieron cuatro pre-sidentes de los países miembros, En-rique Peña Nieto (México), Sebastián Piñera (Chile), Ollanta Humala (Perú) y Juan Manuel Santos (Colombia), el blo-que burgués continental más de derecha de América Latina, además del primer ministro de Canadá y los presidentes de Costa Rica, Panamá y Guatemala y delegaciones de Uruguay, Australia, Ja-pón, Portugal, Nueva Zelanda y Repú-blica Dominicana. El Salvador, Francia, Honduras, Paraguay, Portugal y Repú-blica Dominicana y Ecuador particpa-ron como observadores.

El Encuentro buscaba aceitar nego-cios y potenciar las exportaciones de commodities, a eso el presidente Santos llama “integración”. Una “integración” que busca el aislamiento de Brasil, y convertirse en un paralelo a Unasur y el Mercosur. Esta Alianza representa el 35% del PIB latinoamericano y el 55% de las exportaciones de la región al mundo, pero se para sobre la monopro-ductivadad de la exportación de mine-rales en bruto e hidrocarburos. Además la relación económica que establecen con Estados Unidos, quien levanta esta herramienta como forma de retomar el dominio económico regional, es suma-mente desigual y traerá como resultado un traslado del déficit económico de EE.UU. a estos países.

Decir que arriba, quienes ostentan el poder discuten la integración de nues-tros pueblos es una falacia. Este proce-so se desarrolla desde el imperialismo, como fue también el caso de la Asocia-ción Latinoamericana de Libre Comer-

cio, es decir, herramientas que buscan ajustar los mecanismos de saqueo y de-pendencia de nuestros pueblos y que se basan en acuerdos económicos desigua-les. Igualmente sucede si estas instan-cias supranacionales se impulsan desde un bloque desarrollista o desde un país con la fuerza de impulsar una alternativa con intereses nacionales como el caso del subimperialismo de Brasil, que en su relativa autonomía frente al imperialis-mo y en la situación de disputa impe-rialista en la que estamos puede permi-tírselo. Este último tipo busca alianzas que superan el plano económico porque aunque no expresa un antiimperialismo real, y mucho menos un anticapitalismo, se opone al patrón del fundo.

No es necesario debatir mucho para demostrar el carácter de la supuesta “in-tegración” de la Alianza, pero nos da la oportunidad de debatir la integración de nuestros pueblos, es que el discurso de nuestros pueblos por una integra-ción real y desde abajo ha estado pre-sente desde el proceso independentista. Sin embargo, ha sido minimizado desde el fracaso que significó el triunfo del ala conservadora en el continente, des-de entonces idas y vueltas a tenido este planteo estratégico para comprender la necesidad de una lucha latinoamericana por nuestra liberación. La continentali-dad de la lucha está enraizada en las dis-tintas tendencias latinoamericanas que luchan por el socialismo.

J. M. Rodríguez

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Durante todo junio las enormes mo-vilizaciones de centenares de miles de personas que conmovieron a Brasil, han generado una enorme repercusión internacional. Para buscar hechos com-parables a los que estamos observando -por la masividad- debemos retroceder hasta las movilizaciones de 1984 en reclamo de elecciones presidenciales “Directas ya”; o la otra gran explosión social ocurrida en 1992 exigiendo el jui-cio político a Fernando Collor de Me-llo. En este breve artículo trataremos de rastrear algunas causas más profundas como así también las perspectivas del movimiento.

Las movilizaciones contra el au-mento del transporte y sus resulta-dos

El centro del movimiento ha sido la ciudad de San Pablo, a partir del recla-mo de que se volviera atrás con el au-mento del precio del transporte urbano, que se pretendía llevar de 3 a 3,20 rea-les. La primera movilización fue el 6 de junio, mientras la reivindicación era bá-sicamente esa, hubo otras dos manifes-taciones que fueron creciendo pero sin alcanzar un nivel extraordinario: apenas algunos miles de personas y donde jugó un importante rol el Movimiento Pase Libre (MPL). El 13 de junio hubo una manifestación (15.000 personas aproxi-madamente) y la represión policial fue aún más fuerte que las anteriores. Fue a partir de ahí cuando se produjo el gran crecimiento de la movilización en San Pablo y su extensión. En las siguientes manifestaciones de entre el 13 y el 17 de junio, junto al reclamo por el aumento del precio del transporte, se sumó el re-pudio contra la violencia de la policía y se expresó un fuerte sentimiento social por el derecho a manifestar.

En la movilización del lunes 17, otro tema importante fue el rechazo contra los exorbitantes gastos por la Copa de las Confederaciones y la Copa del Mun-do. También se sumaron consignas re-clamando mayores inversiones en salud, educación, etc. Finalmente los alcaldes de Recife, Joao Pessoa, Porto Alegre, Cuiabá, Blumenau y Montes Claros anunciaron la reducción de las tarifas del transporte público, posteriormente se sumarian las autoridades de Río de Janeiro y San Pablo. Lo que ha repre-sentado una victoria rápida y concreta del movimiento.

Causas de la masificación de las protestas

Sin embargo, las movilizaciones con-tinuaron a partir de nuevas consignas. La política de mega eventos que plan-tea el gobierno de Dilma (la conferen-cia Rio+20 celebrada en 2012, el Mun-dial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, a lo que deben sumarse los Juegos Mundiales Militares de 2011 y la Copa

Confederaciones de 2013) va de la mano de los mega emprendimientos in-mobiliarios e infraestructura, ejes direc-trices de una profunda contrareforma urbana que está generando el desplaza-miento forzado de miles de familias. De aquí nacen decenas de organizaciones vecinales, que desde hace más de dos años organizan una movilización crítica contra estos enormes gastos, contra las violaciones de derechos de poblaciones desplazadas y contra la legislación de excepción durante el campeonato (por exigencia de la FIFA). En muchas ciu-dades, esos comités han tenido (y siguen teniendo) una participación importante en las convocatorias de manifestacio-nes. De hecho, las manifestaciones que han sido más violentamente reprimidas por la policía, fueron las cercanas a los estadios en los que se juega la Copa de las Confederaciones.

La mayoría de los desplazamientos de pobladores favorecen una “limpieza” en zonas con comunidades conflicti-vas y abren espacio para la valorización territorial, funcional a la especulación inmobiliaria. En las favelas que tienen cercanía con los eventos, viene avan-zando la ocupación militar a través de las Unidades de Policía Pacificadora (UPPs) consolidando un modelo de seguridad que militariza la pobreza, ya que no van acompañadas de servicios públicos y la ampliación de derechos sociales. Por ejemplo, el último informe de la Comisión de Derechos Humanos del parlamento de Rio asegura que en 2011 fueron desaparecidas 5.488 perso-nas, hubo 4.280 homicidios y 524 eje-cuciones sumarias bajo la modalidad de “actos de resistencia”.

En este sentido, es interesante la re-flexión del geógrafo marxista David Harvey: “El capital tiene la ca-pacidad de construir las ciudades que quiera sin importarle lo que necesita la gente. Como indivi-duos nos vemos obligados a vivir en el tipo de ciudad que el capital quiera y el tipo de ciudad que es coherente con mantener la acumulación de capital”.

Mitos y realida-des de “Brasil Potencia”

Es interesante señalar un aspecto que remarcaron los medios de comunica-ción a partir de las grandes movilizacio-nes. La incomprensión que transmitían ante un movimiento de protesta en un país “exitoso” económicamente y con millones de nuevos miembros en la “clase media” (comentarios a parte me-recerían lo de futbolero y “festivo”). Es que el imperialismo, la gran burguesía -a través de los medios de comunicación- y el propio gobierno en función de los intereses de su propio proyecto, alien-tan la idea de “Brasil Potencia”.

Es importante tener en cuenta que el proyecto productivo de Brasil se basa en una economía cada vez más sus-tentada en la producción, extracción y exportación de materias primas sin valor agregado (que los gobiernos de Lula y Dilma no modificaron), priori-zando la agroindustria de monocultivos para el especulador mercado mundial de commodities, incentivando la ex-tracción petrolera y haciendo intensiva la explotación en grandes yacimientos de minerales. En el plano del mercado interno, sus medidas estuvieron orien-tadas a fomentar el consumo de bienes (casas, automóviles, electrodomésticos) a partir de ventas masivas financiadas, generando una burbuja de crédito.

Los emergentes estructurales de este modelo de desarrollo son una balanza comercial deficitaria; déficit en la cuen-ta de transacciones corrientes (saldo

comercial menos remesas al exterior);

déficit de cuentas externas (cu-

bierto con in-versión ex-

tranjera directa

que i n -

gresan para la compra de empresas nacionales sin dejar de beneficiarse del financiamiento del BNDES); un Presupuesto Federal 2013 donde casi la mitad (42%) está destina-do al pago de intereses y amortizaciones de la deuda pública (en nueve días de pago de la deuda pública se supera el monto previsto para un año entero del programa “Bolsa Familia” que atiende cerca de 13,5 millones de hogares). En estas cifras se resumen las prioridades económicas del gobierno del PT.

El modelo industrial y la matriz ener-gética, además de contribuir al agrava-miento del cambio climático, desatan enfrentamientos con pueblos indígenas, pobladores costeros y pescadores, pe-queños productores rurales y organiza-ciones sociales que luchan por la tierra. Los enfrentamientos con la población están generalizándose. Las principales víctimas de estos conflictos son los indí-genas, le siguen los agricultores familia-res y los quilombolas. Esto a la vez que se ha detenido la expropiación de los latifundios, se ha decidido un abandono total de la demarcación de territorios in-dígenas y el avance de los monocultivos con semillas transgénicas acelerando la expulsión de pequeños productores del campo.

Perspectivas del movimientoLas implicancias y consecuencias de

los planes de gobierno del PT y sus alia-dos han volcado a millones de personas del pueblo trabajador hacia una poten-cial oposición: trabajadores precariza-dos, de la salud y la educación pública, pobladores urbanos, asalariados rurales y trabajadores sin tierra, pueblos indíge-nas, pescadores artesanales y ribereños, mujeres y jóvenes. Muchos de ellos se han sumado entusiastamente a este mo-vimiento que ha crecido sobre la mar-cha.

Sin embargo, todavía no queda cla-ro cuál es la lucha de orientaciones y de consignas. Sin duda sería de gran importancia que el movimiento cons-truyera un programa y la forma orgá-nica de articular a todos los sectores populares en lucha. Es cierto que no está claro hasta dónde puede llegar, ni en qué medida representará un cambio en la correlación de fuerzas. Tratamos de explicar que hay indicadores de que el mismo tiene fuerzas para seguir ade-lante, inclusive conquistar más victorias, pero no parece probable que lleve por sí mismo a un cambio fundamental.

Movilizaciones en Brasil

Page 11: A Vencer 55 JULIO. Prensa del MIR

“Vengan compañeros de cadenas y tristezas, caminemos hacia la orilla mas bella, nosotros no nos someteremos, solo podemos perder el ataúd” Mahmud Darwich

Millones de personas, caravanas de cientos de miles caminando decenas de kilómetros desde pueblos distantes hacia Estambul. Jornadas de resistencia heroica, jornadas de esperanza para una Turquía que no quiere más ser defen-sora de intereses externos, esperanza también para el pueblo sirio resuelto a luchar hasta el final por su autodeter-minación.

A nadie se le escapa la importancia geo-estratégica de Turquía para los in-tereses occidentales. La propia OTAN lo ha reconocido en reiteradas ocasio-nes, tanto desde su ingreso al tratado en 1952, como en la redefinición de la hipótesis de conflicto en los ‘90. Tur-quía es, desde la Guerra Fría hasta hoy, el bastión fundamental de la OTAN en la zona, su participación en la guerra de Corea, su papel preponderante en la coalición internacional que abordó el conflicto Kuwait (Iraq, la gran cantidad de tropas movilizadas durante todos los conflictos en los Balcanes desde el ´95 y el papel que hoy está jugando en el conflicto sirio, son algunos hechos que lo demuestran). Además, Turquía posee el mando del conjunto Sudoriental de la OTAN y es el país de la OTAN con mayor porcentaje de PBI destinado a defensa. Sin mencionar que los hidro-carburos que se producen en orien-te se transportan hacia Asia y Europa mediante uno de los oleoductos mas grandes del mundo que atraviesa todo su territorio.

Turquía fue un terreno de disputas francamente central luego de la disolu-ción del Imperio Otomano y la creación de la República en 1923. Durante los primeros años, la nación vivió una atapa signada por fuertes reformas liberales de la mano del “Padre de la República” Mustafa Kemal Ataturk. Se estableció la primera Constitución, la laicidad del Estado, la abolición de la Ley Religio-sa y el nuevo Código Civil que abolía la poligamia y reconocía la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en torno al divorcio y la custodia de los hi-jos. Las ideas de Ataturk, de fuerte con-tenido nacio-

nalista y liberal, tenían como puntos fuertes la cuestión de la soberanía y la democracia, conceptos verdaderamente revolucionarios para el momento his-tórico. Kemal murió el 10 de noviem-bre de 1938, en vísperas de la Segunda Gran Guerra, inaugurando un período de inestabilidad política.

Distintos sectores kemalistas se dis-putaron fuertemente la conducción del proceso. La desaparición física del líder dejó un vacío difícil de llenar. Su gran ascendiente sobre el pueblo, su incuestionable referencia, favorecieron la realización de los cambios que el pueblo demandaba. Aún hoy su figura sigue siendo venerada por el conjunto del pueblo cada 10 de noviembre. Di-cho esto no resulta para nada llamati-vo la reacción del pueblo ante la inmi-nente destrucción de la histórica plaza Taksim, donde se encuentra uno de los monumentos más emblemáticos de Ataturk.

Luego de la II Guerra Mundial, Tur-quía se incorpora a la ONU y años más tarde participa con las fuerzas de la ONU en la Guerra de Corea, lo cual le vale su invitación a integrar la OTAN en el ‘52. Es así que en esos años surgen sectores identificados con el Socialismo Revolucionario y al interior de las fuer-zas armadas comienzan a organizarse militares kemalistas que entendían que la República estaba virando hacia un protectorado occidental que se oponía a las nociones de soberanía. El 27 de mayo de 1960 tiene lugar un golpe de Estado contra el gobierno de Mende-res, protagonizado por sectores progre-sistas del ejercito (aún hoy en Turquía existen sectores de las fuerzas armadas con marcada ideología progresista, al punto de que más de 600 oficiales y suboficiales se encuentran presos por razones políticas). El gobierno militar se encarga de juzgar y ejecutar a Men-deres y varios de sus ministros y convo-car a una Asamblea Constituyente que redacta la constitución más progresista del la historia del país. Luego de poco más de un año el gobierno convoca a elecciones y resulta elegido nuevamente Inonu.

Las dos décadas siguientes se carac-terizan por el gran avance del movi-

miento

de masas en general. Surgen varias or-ganizaciones políticas y se asiste a una gran consolidación del movimiento sin-dical. Sin embargo los sectores progre-sistas no logran estructurar un espacio político unificado que fuese capaz de conducir al país. Muy probablemente, por eso la constitución del ´61 le otor-ga un papel significativo a las Fuerzas Armadas en la vida política. La interna al interior de las tres armas recrudece, al punto de que gran parte de la lucha por el poder se resolvía dentro de sus estructuras.

Toda esta situación desemboca en la dictadura militar mas feroz de la histo-ria de Turquía, que se hace del poder en 1980 y que, si bien llama a elecciones parlamentarias en 1983, lo hace de una forma absolutamente irregular y frau-dulenta, logrando colocar un gobierno civil que no hace mas que responder a sus designios. La resistencia del pueblo es fuerte durante esos años, varias or-ganizaciones toman las armas, rige la Ley Marcial hasta 1988, más de 500.000 detenidos y desaparecidos, las cárceles se pueblan de presos políticos y estalla la guerra kurda. La política económica de la dictadura profundiza la crisis eco-nómica, el endeudamiento y el ajuste son las principales características del plan neoliberal, el estado se somete a la usura del FMI que desembarca con dos importantes préstamos en menos de 5 años.

Desde aquel momento los niveles de represión en Turquía nunca disminu-yeron, el conflicto kurdo recrudeció, al día de hoy se estima que hay alrededor de 10.000 presos políticos y otras dece-nas de miles de procesados, aparte ser el país del mundo con mayor cantidad de periodistas presos.

El gobierno de Erdogan llegó al po-der en 2002 y rápidamente profundizó las privatizaciones y tomó deuda con el fin de subvencionar el consumo. Lue-go flexibilizó la legislación laboral ce-rrando una propuesta más que atractiva para compañías transnacionales. El re-sultado se puede ver hoy con claridad, la deuda turca (entre pública y privada) es mayor que la griega, el desempleo supera el 10% y recientemente una in-vestigación de la Asociación de Comer-ciantes de Anka-ra afirmó que en

Turquía solo

el 14% de la población vive por enci-ma de la línea de pobreza. El aumento del consumo durante los primeros años y los capitales foráneos que llegaron construyendo sendos edificios crearon el espejismo del desarrollo y le valieron a Erdogan su reelección en 2007 con un caudal de votos aún mayor.

Ya en su segundo mandato la repre-sión recrudece, se inicia el proceso co-nocido como “Ergenokon” que deriva en centenares de detenciones susten-tadas en supuestas conspiraciones en pos de un golpe de estado que hasta el día de hoy carecen de elementos pro-batorios. Paralelamente, el gobierno comienza a desarrollar una política pro islamista, antagónica con las ideas de laicidad que acompañaron el surgimien-to de la República. Se convierten varias escuelas laicas en religiosas, se reforma la ley educativa obligando a todos los estudiantes a seguir al menos dos cur-sos de educación religiosa incluso hasta los niveles universitarios. Ya en este ter-cer mandato del AKP (Partido Justicia y Desarrollo) esta situación se ha insta-lado como la principal característica del gobierno. Hace poco más de un mes atrás el propio Erdogan en medio de un discurso calificó de “un par de borra-chos” a Kemal Ataturk e Ismet Inonu, principales referentes de la república.

Hace ya años que la resistencia viene fortaleciéndose y consolidándose. A pesar de que Erdogan ganó las últimas elecciones con el 50% de los votos, debe señalarse que el 50% que entiende que este gobierno está atacando los princi-pios básicos de la republica concentra mayormente pueblo organizado. Los movimientos anti OTAN se han desa-rrollado fuertemente y han dado un sal-to claro desde el estallido del conflicto Sirio, que ya ha constado la vida de mas de 100 civiles turcos.

Este más que sintético recorrido his-tórico pretende señalar que la reciente rebelión va mucho más allá de la defensa de los espacios verdes o la construcción de un centro comercial. Expresa un es-tallido de bronca acumulado durante décadas, demuestra que los de abajo no quieren seguir viviendo de este modo, y aunque los de arriba aún puedan sos-tenerse en el poder, esta irrupción sin precedentes del pueblo en la escena po-lítica abre una nueva pagina que llena de esperanzas al conjun-

to de los

Rebelión popular en Turquía

Page 12: A Vencer 55 JULIO. Prensa del MIR

“Nosotros, obreros de Petersburgo, acudi-mos a Ti, Señor, con nuestras mujeres, nuestros niños y nuestros padres ancianos e inválidos, a implorar de ti la verdad y tu ayuda. Vivimos en la miseria, nos oprimen, nos abruman con un trabajo agobiador, se mofan de nosotros, no nos tratan como a hombres... Lo hemos sufrido todo con paciencia, pero nos empujan cada vez más al borde de la miseria, de la esclavitud y de la ignorancia; el despotismo y la tiranía nos ahogan... Nuestra paciencia se ha agotado. Hemos llegado a ese momento terrible en que se prefiere morir a seguir soportando unos tormen-tos irresistibles.” Esta fue la petición que llevaron al Zar las cientos de familias obreras y campesinas, encabezadas por el cura Georgi Gapón el 9 de enero de 1905. Días después de la rendición de Port Arthur, último bastión ruso en la guerra contra Japón (iniciada en 1904). Así termina esta, con la derrota de la Rusia zarista.

La Revolución de 1905 no fue sólo “el ensayo general de 1917” sino tam-bién el laboratorio del cual salieron to-dos los agrupamientos fundamentales del pensamiento político ruso, donde se conformaron o delinearon todas las tendencias y matices del marxismo de esas tierras.

Lo que caracterizaba en primer lugar el desarrollo de Rusia era el atraso. El atraso histórico, sin embargo, no signi-fica la mera reproducción del desarrollo de los países avanzados con una simple demora de uno o dos siglos. Engendra una formación social “combinada” to-talmente nueva, en la que las conquistas más recientes de la técnica y la estruc-tura capitalista se entrelazan con rela-ciones propias de lo feudal y otras for-mas precapitalistas, transformándolas, sometiéndolas y creando una relación peculiar entre ellas. Lo mismo se aplica al terreno de las ideas. Precisamente a causa de su retraso histórico, Rusia fue el único país europeo en el que el mar-xismo como doctrina y la socialdemo-cracia como partido alcanzaron antes de la revolución burguesa un poderoso desarrollo.

Para comienzos de 1905 unos 27.000 terratenientes tienen en su propiedad la misma superficie en tierras que más de 10.000.000 de familias campesinas, las cuales, teniendo que luchar no sólo con-

tra la falta de recursos para la produc-ción agrícola y la reproducción y sus-tento de sus propias familias, sumado a las adversidades del clima, tienen que pagar “derechos” por transitar por las tierras de los latifundistas. El alza de los precios de los granos, cosa que debie-ra haber beneficiado a los campesinos, hizo que los precios para arrendar los campos y los instrumentos de labranza dupliquen su precio.

En noviembre del mismo año, al calor de los sucesos acontecidos, es creado el Partido Bolchevique. El bolchevismo se negaba absolutamente a reconocer-le a la burguesía rusa la capacidad de llevar hasta el fin su propia revolución. Con una fuerza y una coherencia infi-nitamente superiores a las de Plejánov, Lenin planteó la cuestión agraria como el problema central del vuelco democrá-tico en Rusia. “El eje de la revolución rusa -repitió- es la cuestión agria (de la propiedad de la tierra). Las conclusiones respecto a la de-rrota o la victoria de la revolución tienen que basarse en el cálculo [...] de la situación en que se hallan las masas para luchar por la tierra”.

Desde fines del año anterior la fábrica Putilov de Petrogrado se encontraba en una huelga que había terminado con los trabajadores en la calle. A raíz de esto y de la convulsionada situación social a causa de la guerra, el hambre y la infla-ción, Gapón decide poner en marcha una movilización y de llevar una peti-ción al zar en conjunto con las masas. La respuesta de éste hacia los obreros y campesinos fue la de reprimirlos bru-talmente por los fuertemente armados cosacos llevándose las vidas de más de mil trabajadores.

Ese día se conoció como el “domingo sangriento” y es considerado el comien-zo de la “primera” revolución Rusa.

En enero, Petrogrado presenció una huelga nunca antes vista de 400.000 tra-bajadores. En febrero todas las universi-dades y demás casas de estudio estaban cerradas a causa de la constante agita-ción, para la primavera los campesinos radicalizaron sus medidas incendiando mansiones señoriales, repartiéndose el botín de las expropiaciones, algunos grupos establecieron gobiernos autó-nomos y hasta pequeñas repúblicas que prefiguran los Soviets1, con escuelas,

grupos de autodefensa armados y hasta el reparto de las tierras.

En junio, los marineros del acorazado Potemkin, el más poderoso del mundo para esas épocas, se sublevan a causa de ser obligados a comer carne. El tiroteo se llevó la vida de 7 de los 18 oficiales a bordo, entre ellos, el marinero y líder de la revuelta Grigory. La noche del mismo día, el acorazado llegó al puerto de Odesa ondeando una bandera roja, la llegada del buque rebelde contribuyó a aumentar la inestabilidad. Sin embar-go, los representantes de la comisión de contacto de los partidos socialdemó-cratas en Odesa fueron incapaces de convencer a los marineros sublevados de que desembarcaran grupos armados para ayudar a los obreros a conseguir más armas y actuar de forma conjunta.

El 29 de junio el funeral de Vakulen-chuk se convirtió en una movilización hacia el centro de la ciudad, la cual fue reprimida por la caballería la cual se co-bró más de 2.000 muertes.

Para febrero el Zar difundió un mani-fiesto en el cual proponía una serie de medidas que incluían el envío de pro-puestas desde los consejos regionales. Este movimiento determinó la apari-ción de una suerte de parlamento con-sultivo el cual fue llamado “Duma”.

En septiembre, Rusia concreta la paz con el Japón, poniendo las tropas del zar de nuevo a su disposición.

En Moscú empezaron la huelga los tipógrafos, hechos muy grandes empie-zan por causas muy pequeñas. La huel-ga se extendió gremio por gremio y, a través de los ferroviarios, al resto del país. El día 13 de octubre se constitu-yó el soviet de Petrogrado. La idea de los consejos obreros, soviets, nace de la necesidad de tener fondos de huelga y de elegir delegados de las fábricas. Pau-latinamente se convierten en unidades administrativas ante el colapso de las autoridades zaristas.

El Zar reaccionó concediendo al nue-vo parlamento funciones legislativas, para seducir a los liberales, y ampliando el derecho a voto a más sectores de la clase media. En Petrogrado predomi-naban los mencheviques. Este soviet fue dirigido por Trotsky. Allí hicieron la tentativa de conseguir la jornada de 8

horas por medio de la huelga, que fraca-só cuando los dirigentes del soviet fue-ron detenidos.

En Moscú, en cambio, predominaban los bolcheviques. La huelga fue lanzada el 7 de diciembre y pronto se convirtió en una abierta insurrección. Pequeños grupos de combatientes sembraron la ciudad de barricadas, a tal punto que uno de los barrios de Moscú tuvo que ser atacado con artillería. Hubo 250 fu-silados, pero el grueso de los rebeldes logró escapar. Lenin decía: “El zarismo no puede terminar con la revolución, la revo-lución todavía no puede destruir al zarismo”.

Después de la proclamación del Ma-nifiesto reformista del Zar en octubre, una multitud se reunió frente al Palacio de Invierno para celebrar las nuevas li-bertades adquiridas.

Los métodos de lucha que surgieron en la revolución de 1905 nos dan una guía para entender ciertos patrones de protesta que se dan en los procesos re-volucionarios. Depende de lo que haga-mos todos y todas nosotros hoy y aquí, y de lo que haga la clase trabajadora a nivel internacional, que estos patrones se repitan en el futuro.

Para liberarse de la explotación a la que es sometida, la clase trabajadora debe li-derar las luchas desde abajo, unificarlas y concentrarlas. Pero eso no se hace por sí solo, es necesario de hombres y mu-jeres con argumentos revolucionarios y con fuertes conexiones entre la clase trabajadora, capaces de aprender de la lucha y superar el conservadurismo. La necesidad de una organización revolu-cionaria no es simplemente otro aspec-to de una revolución, es algo fundamen-tal para que ésta pueda triunfar. Sólo de esta forma podremos aprehender las experiencias que nos muestra la historia, como lo hizo la Revolución de 1905 en Rusia. Experiencias que siguen siendo muy relevantes hoy en día, delante de una cada vez más grande polarización entre explotados y explotadores, entre opresores y oprimidos.

Nero Verdi

1- Los soviets eran asambleas de obreros, soldados y campesinos que fueron fundamen-tales para el triunfo de la Revolución de Oc-tubre de 1917.