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A mí también me da por Mariana - Aquiles González

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Page 1: A mí también me da por Mariana - Aquiles González
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A mí también me da por Mariana

Aquiles González

2012

Poesía desde Valencia

Colección Nuestras Voces, Plaquettes N° 3

2013

Segunda edición,

2016

Edición:

Guillermo Flórez Montero

Montaje

Carlos Quevedo Arteaga

Ilustración de Portada

Aquiles González

Esta obra está sujeta a una licencia Creative Commons Atribución

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Page 3: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

Prólogo

Quiero Comenzar está obra diciendo:

Tengo que reconocer que a mí también me da por Mariana

(aunque mi mariana sea transfigurada).

Hacer del nombre de Mariana una metáfora de la mujer

idealizada que alguna vez tuvimos la oportunidad de

conocer y amar es una idea altamente, por no decir

completamente, influenciada por los escritos de Juan

Miguel Rojas (Cuando le da por Mariana), de Carlos Quevedo

(Mariana, el número imaginario) y de Génesis Sánchez (Cuando

me da por Mariana), por lo cual esta obra, más que un

homenaje a las Marianas que inspiraron mis versos, es un

homenaje a los poetas y escritores anteriormente

mencionados.

De manera casual y hasta cierto punto involuntaria, estas

letras también son un esfuerzo por contribuir en hacer

trascender el nombre de Mariana a un significado más

mítico y misterioso, que se transforme en una verdad única

dentro del interior de cada persona que necesite hacer

referencia a este nombre, por lo cual ninguna Mariana en

particular debe sentirse aludida y al mismo tiempo todas

“las Marianas” deben hacerlo.

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Por último quiero aclarar al lector que está obra fue

concebida como una sola historia contada a trozos, hecha

de un collage de experiencias y recuerdos, que se

entremezclaron para hacer emerger los versos que se

presentan a continuación.

A.G.

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I

Ella tiene el poder

de volverse cualquier cosa

en el momento más inesperado;

de volverse cielo, por ejemplo,

o de volverse ciudad.

Casa, carro, árbol,

pájaro o perro,

incluso hay veces

en las que se vuelve persona

y aparece,

transformándome

en un simple manojo

de nostálgicos recuerdos,

que me pierden.

Page 6: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

II

Siempre me sorprende

la capacidad que ella posee

de hacer del tiempo

su juguete preferido.

A veces, lo hace transcurrir

fugaz como gacela

que libremente corre

por la sabana africana.

A veces, lo hace escurrir

espeso como aceite

que se cuela, gota a gota,

por un pequeño orificio.

Siempre me sorprende

la capacidad que ella posee

de hacer del tiempo

su juguete preferido,

pero a veces creo que esto

es solo una excusa para herirme,

porque aunque ella,

juegue a lo que juegue con el tiempo,

soy yo el que siempre sufre

los efectos

de los caprichos de su juego.

Page 7: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

III

Con ella,

cielo e infierno

se vuelven tan solo sinónimos.

Page 8: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

IV

Mientras pienso en ella,

llueve,

y su lluvia

ablanda mi hoja,

la vuelve frágil

a la tinta de mis versos,

porque ella es

tan sorprendente,

que hasta se vuelve

agua fría que cae

desde las altas y grises nubes

del firmamento.

Page 9: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

V

Su risa, su voz, sus sonidos,

son viento que mueve las ramas,

son pájaros ligeros y pequeños

que se esconden

en las altas copas de los árboles,

y en los días

más soleados de mis veranos,

trinan

con la dulce alegría de las aves

y se guardan, con precisión,

entre los dedos de mis manos,

como nidos hechos de nostalgia

que sueñan con tenerla,

nuevamente.

Page 10: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

VI

Una vez pude

con ella reencontrarme

e hicimos honor al amor

con nuestras almas

y con nuestros cuerpos,

pero todo fue mentira.

En ese encuentro

todo fue falso;

su nombre,

sus ojos,

su sonrisa,

sus besos

sus caricias;

todo, absolutamente todo,

menos mi recuerdo.

Page 11: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

VII

Ella

no solo tiene el poder

de transfigurarse a voluntad

en casi cualquier cosa

que pueda existir en esta vida,

sino que también

tiene el poder de volverme

frío y oscuro,

como la sombra del olvido.

Page 12: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

VIII

A esta altura de mis versos,

supongo que una vida

es demasiado larga

para seguir amándola.

También supongo

que debo volverla despedida,

y envolver

su recuerdo con olvido.

Desertar el camino que dejó

marcado con insanas emboscadas

que me alcanzan

en cada esquina que cruzo,

seguir adelante,

buscar un nuevo curso

y exorcizar

los fantasmas que rondan

el pueblo donde, solitario, habito.

Pero tomo mi pluma y me doy cuenta

que aún hay suficiente tinta

para transfigurar su adictivo recuerdo

en un último verso.

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A mí también me dio por Mariana

Ella brilla,

con la fuerza de los soles,

cuando en asombro hace metamorfosis

y se vuelve solo colores

que revolotean

tal cual mariposa de luz.

Yo, en cambio,

salgo de mi crisálida hecho polilla

y me quedo perdido,

dando vueltas alrededor de su brillo,

hasta que desfallezco de cansancio

y de tanto volar… muero.

Page 14: A mí también me da por Mariana - Aquiles González

Epílogo

La mejor transformación

que ella concibió

fue la de volverse

la mujer más perfecta,

tan perfecta

que se hizo

tan solo un mito irrealizable,

y aunque a ella

tan solo le faltó llamarse Mariana

para habitar el Olimpo

donde todas las Marianas residen,

ella también es un número imaginario,

de los tantos que existen

en el complejo plano

de los amores imposibles.

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