Upload
marcos-murillo-salinas
View
221
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
A lo largo de nuestra vida nos la pasamos distraídos, bien sea con los quehaceres y obligaciones cotidianas,
y cuando tenemos un tiempo libre nos dedicamos a hacer lo que nos gusta, si
es algo constructivo ¡es magnifico!...
pero también tenemos que
apartar un tiempo para
dedicarnos a algo que nos
haga crecer no solo en nuestro aspecto físico y
psíquico,
sino también en algo mas
profundo, que nos permita
conocer cual es el equilibrio de
las cosas y también
descubrir cosas nuevas que nos
beneficiarán.
Así como nuestros ojos tienen el privilegio de ver en forma tridimen- sional el alto, ancho y profundidad de todo lo
que nos rodea, y nos sentimos orientados en el espacio, así en nuestra vida debemos profundizar en aspectos que nos interesan de sobremanera.
Nuestros ojos se pueden percatar del peligro y esto permite que nos alejemos del mal.
Cuando profundizamos en el conocimiento de lo que nos puede causar daño en nues- tra vida, por ejemplo
algún vicio, por mas sano que parezca al principio, podemos perfectamente darnos cuenta y alejarnos gracias a la sabiduría que nuestro Dios nos da para distinguir el bien del mal, así nos libramos de problemas.
Cuando tenemos un problema que nos angustia y nos es difícil de resolver, podemos encontrar una respuesta en nuestro Dios que nos consuela, nos protege y nos da la salida en las dificultades.
Muchas veces nos asustamos pensando en que será de nuestro futuro, pero si aprendemos a ver la
profundidad del gran amor de Dios hacia nosotros, podemos descansar confiadamente con las palabras que Jesús nos dejo escritas:
“Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
Porque todas estas cosas buscan las gentes del
mundo; pero vuestro Padre
sabe que tenéis
necesidad de estas cosas.
Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas”. (San Lucas 12:29 al 31)