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REVISTA DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES 92 [ II ] 2008-2009

92 II TERUEL, 2008-2009 ISSN 0210-3524 ANÁLISIS ... · revista del instituto de estudios turolenses 92 [ii] 2008-2009 92 [ii] teruel, 2008-2009 issn 0210-3524 anÁlisis radiocarbÓnicos

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REVISTA DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES

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2008-2009

92 [II] � TERUEL, 2008-2009 � ISSN 0210-3524

ANÁLISIS RADIOCARBÓNICOS DE LA NECRÓPOLIS DE GRIEGOS(TERUEL) � MARTA CHORDÁ PÉREZ LAS ESTRATEGIAS FAMI-LIARES EN LA COMUNIDAD DE ALBARRACÍN: DOTES Y CAPÍTULOSMATRIMONIALES (SIGLOS XVI Y XVII) � ELOY CUTANDA PÉREZ

EL CLERO TUROLENSE ANTE LA MUERTE EN EL SIGLO XVII.ACTITUDES Y REPRESENTACIONES � PABLO GARCÍA HINOJOSA

TERUEL EN LA OBRA FOTOGRÁFICA Y CINEMATOGRÁFICA DEJOSÉ ANTONIO DUCE � FRANCISCO JAVIER LÁZARO SEBASTIÁN

ADOLFO JARRETA: DE LA FORJA TRADICIONAL A LA FORJA DEL ARTE� M.ª CARMEN MARTÍNEZ SAMPER PREJUBILADOS EN ANDORRA:

2008-2009

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LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO� MARÍA DEL MAR DEL RINCÓNRUIZ, DAVID PAC SALAS, M.ª MAR-GARITA ALLOZA ARCUSA, ROSAESPÉS ESPALLARGAS, ANA LÁZAROLÁZARO, M.ª JOSÉ MUÑOZ MARCOY AGUSTÍN QUÍLEZ CLAVEROTERUEL HACIA LA SOCIEDAD DELA INFORMACIÓN Y EL CONOCI-MIENTO � CARMEN GALVE GÓ-RRIZ Y ANA GARGALLO CASTEL

LOS SERVICIOS AVANZADOSA EMPRESAS EN LA ESTRUCTURAPRODUCTIVA DE LA PROVINCIADE TERUEL � MARIAN RUBIO

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REVISTA DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES

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FOTOCOMPOSICIÓN E IMPRESIÓNINO REPRODUCCIONES, SA

Pol. Malpica, calle E, 32-39 (INBISA II, nave 35). 50016 Zaragoza

DEPÓSITO LEGALZ-2.622/92

ISSN0210-3524

CUBIERTAFragmento de la escultura Adán y Eva, de Adolfo Jarreta

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REVISTA DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES

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TERUEL, 2008-2009

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Análisis radiocarbónicos de la necrópolis de Griegos (Teruel). Marta Chordá Pérez _ _ _ _ _ _ 7-18

Las estrategias familiares en la Comunidad de Albarracín: dotes y capítulos matrimoniales(siglos XVI y XVII). Eloy Cutanda Pérez _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 19-52

El clero turolense ante la muerte en el siglo XVII. Actitudes y representaciones.Pablo García Hinojosa _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 53-76

Teruel en la obra fotográfica y cinematográfica de José Antonio Duce.Francisco Javier Lázaro Sebastián _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 77-88

Adolfo Jarreta: de la forja tradicional a la forja del arte. M.ª Carmen Martínez Samper _ 89-117

Prejubilados en Andorra: la vida después del trabajo. María del Mar del Rincón Ruiz,David Pac Salas, M.ª Margarita Alloza Arcusa, Rosa Espés Espallargas, Ana Lázaro Lázaro,M.ª José Muñoz Marco y Agustín Quílez Clavero _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 119-160

Teruel hacia la sociedad de la información y el conocimiento. Carmen Galve Górriz yAna Gargallo Castel _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 161-193

Los servicios avanzados a empresas en la estructura productiva de la provincia de Teruel.Marian Rubio _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 195-226

TERUELREVISTA DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES

NÚMERO 92 [VOLUMEN II] � TERUEL, 2008-2009 � ISSN 0210-3524

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ANÁLISIS RADIOCARBÓNICOS DELA NECRÓPOLIS DE GRIEGOS (TERUEL)

Marta Chordá Pérez

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ANÁLISIS RADIOCARBÓNICOS DELA NECRÓPOLIS DE GRIEGOS (TERUEL)*

Marta Chordá Pérez**

RESUMEN

El objetivo de este trabajo es dar a conocer los resultados de los análisis radiocarbónicos de la necrópolis celti-bérica de Griegos (Teruel), excavada a principios del siglo XX por Almagro Basch, que la dató en el siglo III a.C.Pese a que esta fecha fue durante mucho tiempo aceptada, el estudio reciente de su ajuar la sitúa alrededor delsiglo V a.C. Una revisión de la publicación de Almagro, junto con la información inédita de una segunda campa-ña realizada en los años 90, que recogimos en nuestra memoria de investigación, sugería en cambio un momen-to más antiguo, en torno a los siglos VI-VII a.C.

Los análisis radiocarbónicos de la necrópolis de Griegos han permitido contextualizar la necrópolis definiti-vamente en el Celtibérico Antiguo.

Palabras clave: Periodo Celtibérico Antiguo, Sistema Ibérico Central, necrópolis de cremación, muestras óseas,análisis radiocarbónico, curva de calibración.

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* Este trabajo se ha realizado con una ayuda del Instituto de Estudios Turolenses concedida en 2008 y se desarro-lla dentro del proyecto I+D har2008-04118.

** [email protected]

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ABSTRACT

Radiocarbon analysis of the Griegos (Teruel) cemetery.

The aim of this work is to explain the results of the radiocarbon analysis in the celtiberian cemetery ofGriegos (Teruel), which was excavated at the beginning of the XXth century by Almagro Basch who dated it inthe IIIth century BC. Although this date had remained long time accepted, a recent research on its mortuaryelements brings the date of the cemetery back to around Vth century BC. A revision of Almagro’s paper, toge-ther with the unpublished outcome of another excavation carried on during the ninety’s, which we analyze inour DEA, suggested an older date indeed, between VI-VIIth century BC.

Radiocarbon analysis of the Griegos cemetery have been carried out thanks to the scholarship conceded bythe Instituto de Estudios Turolenses in 2008 specifically for this project. The outcome has allowed us to defini-tely put this cemetery in the Ancient Celtiberic context.

Key words: Ancient Celtiberic Period, Central Iberic System, incineration cemetery, cremated bones, samples,radiocarbon analysis, calibration.

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ANTECEDENTES Y ESTADO ACTUAL DE LA CUESTIÓN

La necrópolis de Griegos (Teruel) fue excavada y publicada por el profesor Martín Almagro Baschen los años 30-40 del siglo XX, siendo una de las necrópolis de la Edad del Hierro más importantespor su carácter pionero en la investigación y por la unicidad del conjunto, en su día comparado conlas necrópolis de Cerralbo. En 1992 se efectuó una excavación metodológica de urgencia sobre lanecrópolis, dirigida por O. Collado Villalba. En ella se recogieron materiales y muestras de cinco nue-vas tumbas, cuyos resultados permanecen inéditos. Los datos, dibujos y fotografías recogidos enaquella campaña fueron cedidos para su estudio, dirigido por el profesor Burillo, en 2006 a la autorade esta memoria, que presentó los resultados ante el tribunal calificador de Doctorado en septiem-bre de 2007, en el que la datación del conjunto se retrotrajo a los siglos VII-VI a.C.

Almagro dio una cronología al conjunto en torno al siglo III a.C. Consideramos que aquella da-tación fue realizada en virtud de la falta de información que entonces se tenía sobre el desarrollo delos pueblos prerromanos de la Península Ibérica, siempre supeditados a los criterios difusionistasaplicados desde Centroeuropa. Dicha cronología ha sido historiográficamente acatada sin discu-sión, creando un axioma en la protohistoria peninsular, cuya consecuencia inmediata es la incorrec-ta clasificación cultural de la necrópolis turolense. Además dicha cronología ha salpicado la data-ción de las vecinas necrópolis del área celtibérica en general y del Valle del Ebro en particular,cuyas cronologías nunca se retrotraen más allá del siglo V o VI en el mejor de los casos.

Recientemente, el estudio de alguno de los elementos significativos del armamento publicadopor Almagro (el tachón de escudo decorativo) ha permitido a Quesada proponer una cronología más

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antigua, alrededor de los siglos IV-V a.C. Las conclusiones de su trabajo son recogidas por otrosautores (BARRIL, 2007), que extrapolan la cronología de este elemento a la datación del conjunto.

OBJETIVOS Y METODOLOGÍA

OBJETIVOS

La finalidad del presente proyecto de datación radiocarbónica de la necrópolis de Griegos erapoder contrastar la cronología propuesta en el trabajo de investigación anterior de esta misma auto-ra –«La necrópolis de Griegos en su contexto del Sistema Ibérico Central»– si los resultados resul-taban concluyentes. En cualquier caso era novedosa la realización de dataciones absolutas en lanecrópolis de Griegos, puesto que pese a ser una necrópolis conocida desde antiguo tradicional-mente ha sido datada según principios tipológicos y no de manera absoluta.

METODOLOGÍA

La campaña de excavación de 1992 incluyó la recogida de matriz proveniente de las tumbas 3 y4a (tumbas 17 y 18 de la revisión monográfica posterior, vid supra). Las matrices, meticulosamenteconservadas hasta la fecha, se componían principalmente de huesos cremados de entre 0,2 a 3 cmde tamaño, apenas mezclados con otros componentes derivados de la cremación.

De la matriz de cada tumba se extrajo una muestra estéril de 30 gramos de hueso aproximada-mente, que debidamente etiquetada y embalada se envió al laboratorio, sin practicarle pretrata-miento alguno. El laboratorio BETA (Beta Analytic Inc. en Miami, Florida –www.radiocarbon.com–)es el más puntero en cuanto a la elaboración de analíticas de todo tipo, garantizando en todomomento la correcta gestión de las muestras hasta la obtención de los resultados.

Posteriormente los resultados de la analítica se debían valorar desde otros parámetros de lainvestigación, desestimando si fuera el caso un error cronológico severo debido a contaminacionesde la muestra. Los laboratorios nos garantizaban la obtención de datos fiables sobre muestras“frías”, recuperadas en antiguas excavaciones. De no ser desechada con rotundidad la validez de laanalítica, se valorarían los datos en aplicación del resultado de las investigaciones precedentessobre la necrópolis de Griegos, basadas en el estudio cronotipológico de los materiales, tal y comose lleva haciendo desde principio del siglo XX. Recordemos que las aportaciones de las nuevasexcavaciones hacen cada vez más aconsejable revisar las antiguas teorías y clasificaciones obsole-tas, basadas en antiguas colecciones fuera de contexto.

Los resultados del presente proyecto vendrían a consolidar las aportaciones que ya han hechootras necrópolis cercanas en los últimos años y que actualmente constituyen un referente en lainvestigación arqueológica, a pesar de que, según algunos autores, las dataciones radiocarbónicasrealizadas para contextos arqueológicos de la protohistoria se muestran a menudo superfluas, tantopor su utilidad escasa como por su teoricidad nula (VEGA, 2002).

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ANÁLISIS RADIOCARBÓNICOS DE LA NECRÓPLIS DE GRIEGOS

MUESTRA NGRIE92/E/3 (TUMBA 17)

Contexto arqueológico

La muestra NGRIE92/E/3 (Beta – 246557), compuesta por huesos cremados, proviene de unatumba de incineración en urna, sin señalización clara. La urna, depositada en un hoyo, albergabagran cantidad de huesos de pequeño y mediano tamaño. El ajuar aparecía tanto dentro como juntoa la urna. Junto a ésta apareció también un vaso de ofrenda. Dentro de los restos identificables delajuar destaca una placa de bronce de 5,5 cm de ancho por 8 cm de alto por 0,1 cm de grosor, rotaen varios fragmentos y decorada mediante repujado de 3 círculos concéntricos tangentes entre sí, yun fragmento de broche de cinturón de un garfio con escotaduras cerradas, doblado sobre símismo que sólo conserva la parte del talón, y en su extremo se observan 2 agujeros para los rema-ches. La urna, de cerámica a mano, pasta oscura y superficie bruñida, se caracteriza por un perfilovoide, que termina en un breve cuello con borde apuntado y saliente. Bajo el borde, partiendo dela parte alta de la pared arranca una pequeña asa de mamelón perforado.

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Fig. 1. Ajuar y planta de la tumba 17.

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Resultados de la datación

Nos proporciona una edad radiocarbónica convencional de 2540+50 BP, que se traduciría enuna fecha de 600+50 a.C., colocando la datación de la tumba entre los siglos VII-VI a.C., en unumbral cultural claramente definido en el Celtibérico Antiguo.

Aplicando la curva de calibración INTCAL 04, del programa Calibration Issue of Radiocarbon, a1 y 2 sigma, se amplía el margen cronológico obtenido de la siguiente manera.

1 sigma: se identifican tres periodos comprendidos entre 790 y 590 a.C. con una probabilidaddel 68% de acierto.

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Cal BC 790-750 Cal BP 2740-2700

1 sigma Cal BC 690-660 Cal BP 2640-2610

Cal BC 640-590 Cal BP 2590-2540

2 sigma: el resultado de la calibración a 2 sigma, con una distribución de probabilidad del 95%,proporciona un umbral cronológico bastante amplio, entre el 800 y el 520 a.C., con lo que resultapoco clarificador.

La intersección entre la fecha convencional de datación radiocarbónica con la curva de calibra-ción se produce en el 770 a.C. Cal (Cal BP 2720), coincidente con el periodo 790-750 a.C. de la cali-bración a 2 sigma.

Aplicando una nueva calibración1 con el programa CALIB rev.5.0.1 (Calib Radiocarbon Cali-bration Program*Copyright 1986-2005 M. Stuiver and P.J. Reimer) hemos obtenido además lasáreas de mayor probabilidad dentro de los intervalos resultantes con la datación del laboratorio, sibien no han sido demasiado rotundos por no superar en ningún caso el 36% a 1 sigma:

1 Agradecemos sinceramente a Jesús Picazo su inestimable ayuda en la interpretación de las fechas obtenidas.

Cal BC 790-750 Cal BP 2740-2700 0,350847

1 sigma Cal BC 690-660 Cal BP 2640-2610 0,163865

Cal BC 640-590 Cal BP 2590-2540 0,340458

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Fig. 2. Hoja de resultados de la muestra de la tumba 17.

En cualquier caso, hay que hacer notar que la datación que más probabilidades registra es la delintervalo 790-750 a.C., que envejecería la fecha de la necrópolis hasta un momento hoy en día ina-ceptable desde los actuales parámetros de la investigación de la Edad del Hierro. A priori nos incli-namos a favor de la veracidad del intervalo 640-590 a.C., que coincidiría plenamente con la crono-logía propuesta en el estudio tipológico de los materiales.

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MUESTRA NGRIE92/E/4A (TUMBA 18)

Contexto arqueológico

La muestra NGRIE92/E/4a (Beta – 246558), compuesta por huesos cremados, proviene de unatumba de incineración en urna, sin señalización clara. La urna, depositada en un hoyo, albergabagran cantidad de huesos de pequeño y mediano tamaño. El ajuar aparece parte dentro de la urna yparte junto a su base. Junto a la urna se depositó un cuenco como ofrenda, cuyo contenido desco-nocemos. En cuanto a los restos aparecidos como ajuar destacamos un fragmento de placa repujadacon círculos concéntricos, parte de un pequeño broche de cinturón serpentiforme, un colgantebitroncocónico y otros elementos ornamentales, tal vez pertenecientes a una placa pectoral.

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Fig. 3. Ajuar y planta de la tumba 18.

Resultados de la datación

Nos proporciona una edad radiocarbónica convencional de 1320+50 BP, 600 +50 d.C.

Aplicando la curva de calibración INTCAL 04, del programa Calibration Issue of Radiocarbon, a1 y 2 sigma, se amplía el margen cronológico obtenido de la siguiente manera.

1 sigma: se identifican dos periodos comprendidos entre 640 y 780 d.C. con una probabilidaddel 68% de acierto.

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2 sigma: el resultado de la calibración a 2 sigma, con una distribución de probabilidad del 95%,proporciona un umbral cronológico entre el 640 y el 740 d.C. La intersección entre la fecha convencio-nal de datación radiocarbónica con la curva de calibración se produce en el 670 d.C. Cal (Cal BP 1280).

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1 sigmaCal AC 660-710 Cal BP 1240-1290

Cal AC 750-760 Cal BP 1200-1190

Fig. 4. Hoja de resultados de la muestra de la tumba 18.

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CONCLUSIONES

Lo primero que nos llama la atención del resultado de los análisis es la falta de concordanciaentre ambos. Recordemos que se trata de una necrópolis cuyos materiales se adscriben incontesta-blemente a una cronología de la Edad del Hierro. Esto nos hace sorprendernos por el resultadoobtenido de la muestra sobre huesos cremados Beta – 246558 (tumba 18), que nos da una datacióncompletamente medieval, lo que puede deberse a una contaminación en origen o a una mala con-servación de la muestra, rechazando por completo que se trate de un error de laboratorio. Des-cartamos igualmente que se trate de una tumba medieval, puesto que no conocemos sepulturas deesa cronología en que se practique el rito de cremación de los huesos y deposición de los mismosen urna. En definitiva, consideramos que no es una fecha correcta que deba ser tenida en cuentapara la datación de la necrópolis de Griegos y queda por tanto desestimada.

Los resultados obtenidos en la muestra Beta – 246557 (tumba 17) en cambio sí nos parecenconcluyentes, a pesar de la poca precisión que revela la calibración a 1 sigma. Perfila un horizontepoco preciso entre los siglos VIII y VI a.C., nada clarificador para la obtención de una fecha absolu-ta. No obstante, el resultado de los análisis nos permite verificar el envejecimiento de la cronologíade la necrópolis a favor de la cronología propuesta por Quesada, desechar tajantemente la dataciónclásica del siglo III otorgada por su excavador, Martín Almagro Basch, y superar esa visión “eurodi-fusionista” para el mundo celta peninsular que pocos han puesto en tela de juicio.

Sería conveniente repetir los análisis efectuados enviando nuevas muestras a otro laboratoriopara mayor seguridad en la obtención de fechas, para comprobar si se podría reducir cronológica-mente el margen de la datación.

En cualquier caso, pese a no haber obtenido un resultado plenamente satisfactorio, considera-mos que la aplicación de análisis radiocarbónicos en las necrópolis de la Edad del Hierro debería sersistemática, lo que nos permitiría saber hasta qué punto los análisis cronotipológicos se ajustan a larealidad, o en caso de que no se acepten las fechas por el amplio margen que dan éstas poder deter-minar su grado de desviación.

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• (2008), «Dataciones radiométricas del castro de La necrópolis de Herrería III», en M.ªL. CERDEÑO y T.SAGARDOY, La necrópolis celtibérica de Herrería III y IV (Herrería, Guadalajara), Estudios Celtibéricos,n.º 4, Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda, pp. 183-186.

Recibido el 24 de abril de 2009Aceptado el 4 de junio de 2009

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LAS ESTRATEGIAS FAMILIARES EN LA COMUNIDADDE ALBARRACÍN: DOTES Y CAPÍTULOS

MATRIMONIALES (SIGLOS XVI-XVII)

Eloy Cutanda Pérez

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LAS ESTRATEGIAS FAMILIARES EN LA COMUNIDADDE ALBARRACÍN: DOTES Y CAPÍTULOSMATRIMONIALES (SIGLOS XVI-XVII)*

Eloy Cutanda Pérez**

RESUMENEste estudio aborda el matrimonio entendido como estrategia puesta en marcha por las principales familias

de la comunidad de Albarracín durante los siglos XVI y XVII, en el que capítulos y dotes matrimoniales consti-tuyen la clave de las aspiraciones familiares a la hora de enlazar con otros componentes de la élite.

Palabras clave: matrimonio, capítulos matrimoniales, dotes, estrategia familiar, comunidad de Albarracín,siglos XVI y XVII.

ABSTRACT

Family strategies in the community of Albarracín: dowries and marriage settlements (XVI-XVII centuries).

This work is about marriage as a strategy of the families. It starts in the most important families of theAlbarracin Community during XVI and XVII centuries in which marriage contract and the marriage dowryestablish the key of the family aspirations in order to connect with other privileged components of the elite.

Key words: marriage, marriage contract, dowry, family strategy, Albarracin Community, XVI and XVII centuries.

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* Resumen del trabajo realizado gracias a una ayuda concedida por el Instituto de Estudios Turolenses en el XXVconcurso de Ayudas a la Investigación de 2007.

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INTRODUCCIÓN

Este trabajo, primera aproximación al tema que en el futuro pretendemos ampliar a una zonamás extensa de la provincia, gira en torno a conceptos tales como matrimonio, capítulos matrimo-niales, dotes y estrategias, que han implicado en la mayoría de los casos un paso por el fedatariopúblico, para plasmar las diferentes cláusulas en unos documentos. Por medio de éstos, el historia-dor accede al contenido de lo tratado entre partes e interpreta y elabora conclusiones.

Un primer problema con el que nos encontramos, y que no resulta banal, es el de los sujetosque intervienen en estos actos ante notario. Parece evidente que la mayoría de las familias no escri-turarían los bienes que hijos e hijas aportaban al matrimonio. Dicho de otra manera, sólo el valorde lo aportado haría conveniente su detalle en documento público, como garantía de devolución delos bienes en caso de disolución del matrimonio. A muchas familias no les compensaría acudir alnotario y gran parte de la población quedaría apartada de la posibilidad de escriturar capítulos ydotes matrimoniales. Junto a esto habría que considerar la cultura legal, más o menos acentuada, yque no resultaría igual en todas las zonas1. Como consecuencia de todo ello, nos encontramos conque, en nuestro caso, la documentación a la que hemos podido acceder refleja sustancialmente losintereses de las familias más poderosas de la tierra en relación al matrimonio. Así, habrá que teneren cuenta que estamos analizando fundamentalmente las estrategias matrimoniales –y dentro deéstas la articulación de capítulos y dotes– de una élite que maneja los resortes del poder político,social y económico, y que sólo en ocasiones haremos referencia marginal a las dotes realizadas porotras familias menos pudientes.

Otro de los problemas que surgen en el estudio de estos temas pasa por la gran variedad dedenominaciones que se puede dar a un mismo acto (dote, dote femenina, dote masculina, capitalesprematrimoniales, arras, donación própter nupcias, aumento de dote, escreix...) y cuyo significadohabrá que dilucidar desde el propio documento. Los intentos por establecer una ordenación con-ceptual siempre chocarán con la excepción y aun con sentidos diferentes, algo tanto más acentuadocuanto mayor sea el territorio contemplado2.

1 Cfr. GARCÍA GONZÁLEZ et al. (2006), p. 279.

2 En general, se admite que el punto de partida, el núcleo central, es la dote femenina o bienes dotales. Esta reci-be otros nombres que pueden tener idéntico significado. Como tal se la designa la dote, ajuar o ayuda (GARCÍAHERRERO, 1986, p. 397; GIMENO SANFELIU, 1998, p. 209). Con posterioridad ajuar (exovar, axubar, ajovar, pala-bra de origen árabe) se convierte en una de las partes que junto con los bienes inmuebles, muebles, dinero yrentas, vendrían a configurar propiamente la dote femenina. Este ajuar parece identificarse con las ropas decama y vestidos, entre otros bienes, que la mujer lleva al matrimonio. En ocasiones es referido como lecho deropa (GÓMEZ DE VALENZUELA, 2006, p. 23), cama o cameña de ropa (GÓMEZ DE VALENZUELA, 2003a, p. 22),camas de roupa (GÓMEZ BUXÁN, 2004, p. 100). No parece que se pueda confundir con los llamados bienes para-fernales, es decir, los propios de la mujer por aportación al matrimonio –y así se especificarán en los capítulos–o por adquisición posterior y que habrán de volver a ella. La dote masculina llega a identificarse con el término

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Por último, la tipología de los bienes expresados en las escrituras presenta los inconvenientesde su multiplicidad, algo en estrecha relación no sólo con la zona estudiada –cuya actividad econó-mica primordial incidirá en la relación de dichos bienes–, sino con la calidad y situación social delas familias, lo que puede influir, por ejemplo, en las aportaciones en dinero líquido. Este últimoaspecto, junto con la donación de tierra bien delimitada en su extensión o de heredades principalesde la familia, a menudo vinculadas, nos permitirá establecer una mínima comparación entre fami-lias de una misma zona. Pero esto sólo podrá realizarse en la medida en que los bienes objeto de ladotación sean cuantificables, lo que no siempre es así.

No se trata de un trabajo que aborde capítulos y dotes matrimoniales desde el punto de vistaantropológico o del derecho, aunque las conclusiones elaboradas son inestimables a la hora decomprender y averiguar sentidos, permanencias y discontinuidades en las formas de actuar3.

ESTRATEGIAS FAMILIARES

Los miembros de la élite pondrán en marcha una serie de mecanismos y procedimientos que leshacen permanecer en ella. Estos procedimientos, elegidos en cada momento como los más apropia-

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simple de dote, aunque también aparecen denominaciones como capitales prematrimoniales (GARCÍA GONZÁLEZ etal., 2006) y cabal (GÓMEZ DE VALENZUELA, 2003b, p. 9). El término arras, como aportación masculina equivalente adote, no parece estar muy extendido en Aragón (para el caso de Zaragoza, en este sentido, ver GARCÍA HERRERO,1986, p. 397, en nota). Sí aparecen las denominadas donaciones própter nupcias, identificadas con el término creix(GIMENO SANFELIU, 1998, p. 209) o sus variantes screx, excrex que equivaldrían al llamado aumento de dote(GÓMEZ DE VALENZUELA, 2003a, p. 36 y 2003b, p. 11). En otras ocasiones las arras vienen a ser esas donacionesprópter nupcias (GONZÁLEZ MEZQUITA, 2000, p. 143), o son entendidas como prestaciones extraordinarias delnovio, que pasaban a constituirse en bienes exclusivos de la mujer, por circunstancias determinadas como la edadavanzada de aquél o las diferencias en la clase social, de modo que aquéllas sirvieran como una especie de seguroante una posible viudez prematura (GÓMEZ BUXÁN, 2004, p. 117). Por lo que respecta a los capítulos matrimonialesse puede decir que son lo que en otros lugares se llaman escrituras de dotación (GÓMEZ BUXÁN, 2004, p. 97), cartaso escrituras dotales. Las llamadas firmas de dote, firma de dot, firma de muller o firma de axuar (GARCÍA HERRERO,1986, p. 398), o en otros lugares cartas de pagamento, son los documentos mediante los que el marido se compro-mete a librar en poder de su mujer la dote que ésta aportó o lo acordado en el matrimonio (GARCÍA HERRERO, 1986,p. 398); es el acto por el que un cónyuge asegura al otro su aportación y podía efectuarse en el mismo documento delas capitulaciones o en otro aparte, tras haber recibido la dote (GÓMEZ DE VALENZUELA, 2003a, p. 35). Sobre lasposibles confusiones entre dote, firma de dote y excrex véase GÓMEZ DE VALENZUELA, 2006, pp. 29-32.

3 Una visión amplia sobre el tema se halla en PERISTIANY (comp.) (1987). En esta misma obra es de especial inte-rés el trabajo de LISÓN TOLOSANA (1987), donde expone: “El antropólogo tiene un estilo de ver y representarque puede aplicar a los múltiples tiempos y espacios hispanos; con su peculiar óptica puede seccionar fragmen-tos o rampallos significativos del hacer y vivir de los españoles, destilarlos culturalmente. Uno de esos rampa-llos con densidad interior y multilaterales ramificaciones es el síndrome casa-familia-herencia [...] Este paradig-ma básico que sugiero para capturar aspectos de la Welthild de la casa es en realidad polisémico; no hay uno,sino varios sistemas de herencia y filiación, diferentes tipos de familia, diversidad de dotes y formas de residen-cia, etc., en nuestro suelo peninsular”, p. 80.

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dos, tienen dos objetivos fundamentales: uno pretende mantener la esencia del colectivo que ha deencumbrarse en la élite, el otro ambiciona asegurar el ejercicio del poder político, económico y social.

Nos encontramos ante una estrategia que, en palabras de Ángel Rodríguez, queda definidacomo “conjunto de actos conectados entre sí, que tienen por finalidad construir, conservar o acre-centar, las diversas manifestaciones de cualquier forma de poder”4. Además es un conjunto de deci-siones que se toman en relación a los espacios doméstico y social, basadas en la doble acciónexcluir/privilegiar, como forma de entender lo “justo” en una sociedad jerárquica y corporativa5.

Se trata, no obstante, de estrategias a largo plazo y con cierto punto de azar, como en las defecundidad y matrimonio, por ejemplo, e instrumentos de acción política de efecto más o menosinmediato, como en las leyes sucesorias, ordinaciones y ordenanzas insaculatorias. Mecanismosque las élites pondrán en marcha para permanecer como tales en la sociedad; estrategias dirigidasen relación al poder, a la propiedad y a la familia.

La historia social se ha ocupado de las estrategias familiares dentro del contexto de los estudiosde la familia y el parentesco. A ellas nos referimos cuando hablamos del conjunto de recursos quelas familias ponen en marcha para alcanzar objetivos y dar soluciones a los problemas que surgen ala hora de alcanzar su reproducción como grupo, asegurar y mejorar su continuidad, proteger susintereses y adaptarse a las circunstancias cambiantes del tiempo y del entorno6.

Estos comportamientos sirven para analizar y comprender las tendencias colectivas y no lasconductas individuales. En palabras de Bourdieu tales estrategias abarcan “un conjunto de prácticasfenomenalmente muy diferentes, por medio de las cuales los individuos o familias tienden, demanera consciente o inconsciente, a conservar o a aumentar su patrimonio, y correlativamente amantener o mejorar su posición en las relaciones de clase”7.

Para las élites de poder, la estrategia propiamente familiar –fecundidad, matrimonio o celiba-to, educación y herencia– estaba estrechamente vinculada al logro de los objetivos políticos–penetración, mantenimiento y ascenso– que permitían alcanzar y ejercer el gobierno de la repú-blica. La actividad económica que desarrollan y, en su caso, el estatus profesional actúan comopuente entre una y otra estrategias realimentándose de los logros conseguidos por éstas. Si el fines alcanzar el poder mediante un buen casamiento o una buena educación, un buen patrimoniopermitirá, a su vez, una buena dote o unos estudios claves para la administración. Un buen lugaren el organigrama de gobierno –por autoridad, como los jueces; por profesión, como juristas ymédicos; pero también, por qué no, por prestigio, como los síndicos o comisionados para resol-

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4 RODRÍGUEZ SÁNCHEZ (1991), cit. en GARCÍA GONZÁLEZ (2002), pp. 129-134.

5 GARCÍA GONZÁLEZ (2002), p. 133.

6 Ibídem, p. 130.

7 BOURDIEU (1991), p. 122; cit. en GIMENO SANFELIU (1998), p. 191.

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ver ciertos problemas comunitarios– incidirá de manera notable en el patrimonio familiar, enforma de gratificaciones, salarios y acceso a los recursos comunales, cuyo montante no es nadadesdeñable. Y vuelta a empezar: a mayor patrimonio, mejores expectativas en el buen final de lasestrategias familiares y políticas.

Pero visto esto así, parecería que las estrategias presentadas permiten la movilidad y el ascensoa cualquier familia que pueda ponerlas en práctica. Nada más lejos de la realidad. Encontramosescasos ejemplos de familias que acceden a la élite de poder desde la práctica artesanal –actividadimportante en aquella época y lugar y sólo estigmatizada desde la óptica de las clases privilegiadas–en las que lo más llamativo resulta ser precisamente la penetración y el ascenso en la élite. Pero sihay algo que llama mucho más la atención es la pervivencia, el mantenimiento de los linajes quedesde época medieval vienen manejando los resortes del poder. Visto en perspectiva de más dedoscientos años, las familias en torno al poder son las mismas. Éstas son las más interesadas, lasmás activas en desarrollar esas estrategias matrimoniales, educativas y de herencia. Son pocas lasfamilias poderosas que no se casen, al menos, con iguales, que no vinculen propiedades, que nofunden capellanías y limosnas, que no guarden las referencias políticas.

EL MATRIMONIO COMO ESTRATEGIA

El matrimonio, más allá del marco establecido para la procreación legítima, se convierte enestrategia al imponerse como objetivo la perpetuación de las diferentes estructuras sociales, cultu-rales e ideológicas, por medio de la elección adecuada del cónyuge. Iniciada esa estrategia, se pon-drán en marcha los mecanismos e instrumentos necesarios para estipular las condiciones de unmatrimonio entre iguales. Claro ejemplo de esto son las capitulaciones matrimoniales donde sepondrá especial atención a las dotes aportadas por los esposos. Así pues, si la condición social es laclave y la dote para el matrimonio la herramienta, el ámbito vendrá constituido por el casamientoentre los mismos linajes (endogamia de clase) o el matrimonio entre lugareños (endogamia local).El matrimonio entre afines, económica, geográfica, profesional o políticamente considerados, y lassegundas nupcias, en aquellos casos de viudas con hijos menores de edad, pero sobre todo de varo-nes viudos, son las características propias de esta élite.

Unos buenos esponsales exigían en consecuencia que las fortunas fueran parejas. La dote apor-tada por cada uno de los prometidos simbolizaba en principio la calidad de los contrayentes y cons-tituía la base y el inicio del futuro mejoramiento del patrimonio familiar. En consecuencia, la doteha sido considerada no ya como una estrategia social sino como una estrategia económica8.

En realidad, la dote había que entenderla como una aportación de la mujer al matrimonio,generalmente dada por su familia, donación de la cual se hacía cargo el marido bien de hecho o de

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8 GÓMEZ BUXÁN (2004), p. 93.

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derecho. Las contraprestaciones correspondientes al esposo consistían en las arras9 o un capital sobre elque conservaba pleno dominio. El fin principal de la dote sería el de ayudar a las cargas matrimoniales yel de ofrecer a la mujer una posición adecuada en la casa del esposo10. Se trataba de un anticipo de laherencia paterna y era propiedad exclusiva de la mujer, no pudiendo ser enajenada sin su consentimien-to11. Lo significativo de la dote no estaría tanto en la cantidad de dinero y bienes aportados cuanto en laporción que significara de la renta familiar. Tanto la dote femenina como la masculina han sido denomi-nadas preherencias, puesto que en la mayor parte de los casos se trata de transmisiones patrimonialesdadas como adelanto de las legítimas que los contrayentes han de recibir a la muerte de sus padres. Elesfuerzo económico realizado por las familias era considerable y podía llevar, en ocasiones, a la ruina. Lacostumbre establecía que dichas cantidades no debían exceder el tercio o el quinto del patrimonio.

Los capítulos matrimoniales son pactos, por lo general, anteriores al matrimonio, fenómenoque se acentúa entre los contrayentes miembros de la élite y de familias acomodadas, precisamentepor tener que desplegar ante la otra parte todo el abanico de recursos que posibilitarían un matri-monio entre iguales12.

Se trata de instrumentos públicos, autorizados por notarios, y su estructura interna en Aragónestá bastante generalizada. Suelen contemplar: comparecientes e identificación de las partes comocontrayentes y acompañantes; las aportaciones del novio y las de la novia, expresando los plazosen que se han de entregar; previsiones sobre la disolución del matrimonio; cláusulas relativas a laviudedad foral; firma de dote y concesión de excrex; acatamiento o renuncia a los fueros, etc.13.

Los tipos de pacto entre familias respecto a los bienes aportados al matrimonio pueden reforzarla economía familiar si se establecen pactos de bienes gananciales, a hermandad, o bien puede refor-zar la separación de bienes, sobre todo, cuando se trata de familias poderosas, que contribuyen conheredades o cantidades importantes de dinero en metálico o proveniente de rentas y censales14.

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9 La Ley 50 de Toro indicaba que las arras no podían superar el 10% de su hacienda y bienes. Los fueros deAlbarracín y Teruel no contemplan un porcentaje sino una cantidad fija en función de la condición social de laprometida, ya fuera ciudadana o aldeana [rúbrica 420]. Es difícil saber si ambos preceptos, de origen medieval,venían respetándose en la edad moderna, sobre todo por lo que repecta a la guarda del 10%.

10 VALVERDE MADRID (1985), p. 9.

11 DÍAZ HERNÁNDEZ (2004), p. 84. No obstante, Díaz Hernández apunta: “Aunque el dominio –no confundir con laadministración– real de la dote se puede deducir que era de la mujer, el dominio legal era transmitido directa-mente de los otorgantes al esposo. En la estructura jurídica del documento de carta de dote viene recogida estaentrega, y los otorgantes (que son básicamente los padres) hacen trasvase real y pactado de los bienes al mari-do, que en todos los documentos manifiesta ‘su entera conformidad’ con los bienes entregados, debidamentetasados y cuantificados”. Ibídem, p. 121.

12 GARCÍA HERRERO (1986), p. 384, observaba también esa tendencia en la Zaragoza del siglo XV.

13 GÓMEZ DE VALENZUELA (2003a), p. 17.

14 GARCÍA HERRERO (1986), pp. 389-390.

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La tipología de los bienes contemplados en dichos capítulos es difícil de sistematizar, pues, comoya hemos apuntado, sólo puede establecerse a partir de aquellas escrituras donde se detallan dichosbienes. Por lo general, las referencias a las dotes tasadas establecen una cantidad de dinero porrazón de ajuar, bienes muebles y otros conceptos, sin que se especifique convenientemente cuál es elvalor de cada partida. Sí parecen generalizadas las contribuciones en dinero, tanto si se efectúan enmetálico –con pago aplazado o no–, como si se obtienen por mediación de rentas de censales o lega-dos. Igualmente, los bienes inmuebles suelen detallarse aunque a veces de forma indefinida (unascasas en la ciudad...). Respecto al ganado hay que señalar su escasa presencia en los capítulos quehemos estudiado. No hemos encontrado ninguna referencia a los gastos de la boda15.

CAPÍTULOS Y DOTES MATRIMONIALES EN LA COMUNIDAD DE ALBARRACÍN

¿Cuáles eran las características de las capitulaciones matrimoniales y de las dotes acordadas porlas familias destacadas de esta tierra?

En 1529, Catalina Rodilla, viuda de Juan Pérez de la Morena, ofrecía a su hija María 13.000 suel-dos, 11.000 en dinero contante y 2.000 en ajuar en los capítulos matrimoniales que se concertabancon Domingo Cano16.

Por esos mismos años, otra familia de pelaires17, el matrimonio formado por Antón Zafontes yMaría Amigo dotaban a su hija Violante con 5.000 sueldos para casar con el boticario MiguelAparicio. A la dote no sólo contribuían los padres, sino que lo hacían también el hermano y un tíode la novia18.

Los capítulos matrimoniales entre otras familias de pelaires de la ciudad no alcanzaban las can-tidades de otras integrantes de la élite local. El hijo del pelaire Miguel Navarro recibiría como doteprópter nupcias la cantidad de 400 sueldos, suma exigua si se compara con la ofrecida por otrasfamilias. Los capítulos matrimoniales contemplaban además que el mancebo contrayente “trahe

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15 Al parecer, estas cláusulas sí fueron comunes en el siglo XV en otros lugares como Jaca y Zaragoza. Sin embar-go, parece que desaparecen a partir del siglo XVI. Ver GÓMEZ DE VALENZUELA (2003a), p. 23-24 y GARCÍAHERRERO (1986), p. 394.

16 Archivo Municipal de Gea de Albarracín (AMGea), Secc. III-1, núm. 36, f. 103. Sirva de comparación la dote de740 sueldos que en 1531 aportaba a su matrimonio María de Heredia, que casaba con un barbero de Gea, cris-tiano nuevo (AMGea, Secc. III-1, núm.40, ff. 10v-12); o la dote aportada en 1535 por el herrero Juan Amigo, de700 sueldos, para su boda con Ana, cristiana nueva (AMGea, Secc. III-1, núm. 47, f. 5).

17 Los pelaires eran los primeros artesanos en ponerse en contacto con la materia prima en los trabajos de la lana.No nos referimos aquí a los operarios modestos, sino a aquellos otros que llegaron a controlar cuadrillas y pre-cios en los primeros pasos de la actividad, tales como comprar la materia prima, mediar entre los grupos deesquiladores, lavar o cardar, y más tarde en las fases de hilado y tejeduría, constituyéndose en verdaderos agen-tes coordinadores y centralizadores de la industria lanera.

18 AMGea, Secc. III-1, núm. 40, ff. 32v-33 [1531].

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todos los drechos que puede o pudiere alcançar de los bienes de sus padres”19. Por su parte, elpadre de la novia prometía a su hija la cantidad de 800 sueldos “por razón de los bienes y haziendaque dicha su hija puede alcançar en los bienes de su madre, y si otros bienes más alcançare, eldicho su padre se los ofresçe de dar y pagar siempre que partieren dichos bienes”.

El montante total de las cantidades ofrecidas podía repartirse en varios conceptos. Los 3.000sueldos con que el ciudadano Miguel Díaz dotaba a su hija Juana se dividían en tres partes corres-pondientes al ajuar de cámara, a una pieza de tierra y a mil sueldos en metálico20.

En 1550 se concertaba el matrimonio de Martín Pérez Santa Cruz, señor de Monteagudo, conCatalina Pérez Cano. El esposo especificaba sus bienes: “…una casa, dehessa de monte y hierva yheredamiento de tierras de pan llevar, cultas e incultas, dentro y de fuera de la dicha dehesa que sellama la casa, dehesa y heredamiento de Montagudo y Montagudillo”21. Además añadía una casaen la ciudad y un herreñal.

Los bienes aportados por Catalina también eran importantes. Los 13.000 sueldos se distribuíanen censales, dinero en metálico y “axuar en ropa de lana, de lino, sayas y sedas”. Pero por herenciade su abuela, Catalina Rodilla, contribuía con otros 31.000 sueldos: 26.000 en la principalidad de 10censales que le reportaban 1.386 sueldos 8 dineros de pensión anual; otros 4.000 sueldos en diver-sos bienes (“ropa de lana, de lino, ropas de vestir y sedas y oro, una vaca, una becerra, veinte col-menas, ocho cabras, çinco ovejas”); y, por último, 1.000 sueldos en metálico. A todo ello había queañadir dos casas en la ciudad, en la plaza, y una viña en la vega.

Años más tarde, el propio Martín Pérez Santa Cruz dotaba en 1581 a su hija Jerónima con10.000 sueldos, procedentes de la parte materna, 8.000 que se debían pagar tras la boda en quincemeses y los 2.000 restantes en ajuar tasado por dos personas. Las capitulaciones establecían que elcasamiento se producía a hermandad según fuero de Teruel “de tal manera que la dicha JerónymaPérez aya de sacar ante parte todo el dicho dote y lo demás que hubiere llevado y llevare de los bie-nes de su madre y el dicho Francisco Cortés la dicha heredad y bienes, y los demás sitios quehubiere de aumento se ayan de partir ygualmente entre las partes”22.

Que la dote que Martín Pérez Santa Cruz ofrecía a su hija tuviera su origen en la hacienda pro-veniente de la parte materna era algo inevitable, puesto que en 1577 el padre de familia había fun-dado mayorazgo sobre la casa, dehesa y heredamiento de Monteagudo, a favor de su hijoSebastián, único varón de cinco hermanos. No obstante, el casamiento de Jerónima Pérez SantaCruz parecía el más adecuado a su situación. El esposo era hijo de Miguel Cortés, doctor en medici-

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19 Archivo Histórico Provincial de Teruel (AHPT), not. Miguel Novella, sig. 126, ff. 27-28v. [1567].

20 AMGea, Secc. III-1, núm. 40, f. 37v.

21 Archivo Municipal de Albarracín (AMAlb), Secc. II-2, núm. 9, f. 41.

22 AHPT, not. Miguel Novella, sig. 594, ff. 178-180 [1581].

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na, vecino de Teruel, que dotaba a su hijo con “la cassa y heredad y labores y bienes sitios que tie-nen y posehen en Cañada Vellida”. Además, los padres del novio se ofrecían a dar de comer a losdos durante tres años “honestamente a su honra”, es decir, como correspondería a su condición.

Las cláusulas de los capítulos matrimoniales solían establecer, como hemos señalado, la moda-lidad de casamiento, generalmente a hermandad, y se expresa el fuero a que se está sometido: al deAragón, al de Valencia23..., Casar a hermandad24 equivalía a una especie de régimen de bienesgananciales, referido primordialmente a los “bienes sitios como muebles habidos o por haber”, loscuales habrían de partirse “igualmente y los hereden los herederos de cada uno de los dichos con-trayentes”. Las menciones al fuero particular podían, no obstante, verse afectadas por cláusulas pri-vadas previstas en los capítulos matrimoniales. Así lo contemplaba el acuerdo matrimonial del hijode Miguel Navarro: “Item quisieron que el fuero que dize que el padre herede al hijo y el hijo alpadre, en respecto del padre o madre al hijo, no sea obserbado ni guardado, sino que hereden susparientes más propincuos y çercanos, de donde los dichos bienes deçendieron, en caso que tubie-ren hijos dichos contrayentes y murieren sin testar o en otra qualquiere manera”25.

Otra familia poderosa la constituyeron María Herrera y Baltasar Sánchez Monterde. La dote deMaría ascendía a 50.000 sueldos en bienes sitios, censales y alhajas de casa, cantidad ciertamenteelevada en comparación con las ofrecidas por otras familias de la élite. Algo más modesta es la delnotario Bartolomé Sánchez, de Albarracín, cuando en 1575 reconoce haber dado 10.000 sueldos asu hija en concepto de dote.

Hay casos de donaciones concedidas en especie y que cabe calificar de escasas. La viuda dePedro Pérez Toyuela dotaba a sus dos hijas, Isabel y Ana, en contemplación de matrimonio “por

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23 La Suma de Fueros… de Juan del Pastor, de 1531, ya reconocía esta diferencia: fuero 422. “De la que casa a dotey de sus bienes parafernales. Muchas vezes acontece que en las dichas ciudad y aldeas y villa de Mosqueruelason dotadas las mugeres según fuero y costumbre del reyno de Valencia. Y las dichas mugeres assí dotadasadquieren por sucessión de sus parientes o por donaciones o por otra vía por causas honestas bienes que sedizen parafernales. Declaramos que dichas mugeres tengan los dichos bienes suyos parafernales precipvos ental manera que el marido ningún derecho o poder, ni administración tenga en ellos, la muger contradiziendo ala qual dichos bienes pertenecen. Mas antes las dichas mugeres tengan todos derechos en dichos bienes para-fernales, et aquella facultad, poder et libera administración, la qual tienen las mugeres según fuero y costumbreen el reyno de Valencia» (Juan del PASTOR, Suma de Fueros de las ciudades de Santa María de Albarracín yTeruel, 1531 [Edición de José Luis CASTÁN ESTEBAN, Teruel, IET, en prensa].

24 Ibídem, fuero 319: “De hunedad o hermandad que aurán hecho el marido et la muger. Y I, de cartas de herman-dad, cómo deven ser hechas. Y II, de jocales vestidos et otras avantajas en caso de hermandad no sean saca-dos”; f. 396: “De unedad o hermandad que aurán hecho el marido y la muger. Y de cartas de hermandad, cómodeven ser hechas. Y I, de jocales y vestidos e otras avantajas. Y II, del marido y de la muger que en vida sedeparten y de los bienes en semble ganados. Y III, de partición de lo que el marido y la muger han ganadoensemble”, y f. 421: “Si el uno de los desposados o casados muriere. Y de jocales, vestidos y otras avantajas queen caso de hermandad no sean sacados”.

25 AHPT, not. Miguel Novella, sig. 126, f. 28v. [1567].

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yguales partes los bienes muebles de cassa y puercos y gallina”26. La consignación se realizaba antenotario después de reconocer una deuda de 6.000 sueldos con Esperanza Pérez Santa Cruz, que seliquidaba en especie: nada menos que 80 cabras, 6 yeguas y 4 burras.

El matrimonio en segundas nupcias de Martín Amigo con la viuda Isabel Ponz revelaba una capi-tulación más equilibrada, dadas las cantidades que aportaban uno y otro cónyuge. Martín aportaba3.000 sueldos en “dineros, mercadería y dinaradas y muebles”; añadía, además, 6.000 sueldos quesus parientes, rectores de Rodenas y Valdecuenca, le prometían. La viuda aportaba 5.000 sueldos,que mostraba que se le debían por medio de un albarán, sobre los que se nombraban fianzas en loscapítulos, y otros 3.000 sueldos en bienes muebles. A estas cantidades más definidas se incorporabala cláusula que contemplaba aquellos bienes sitios y muebles que pudiera heredar en un futuro.

La fórmula de casamiento utilizada es distinta en este caso, precisamente por la condición deviuda de la contrayente, pues estos “casan a dote de fuero de Valencia, que las viudas se casan y seacostumbran casar y no de otra manera, y en caso de soluçión el dicho Martín Amigo aya y puedapagar y restituyr dicho dote en la mesma especie de bienes que la dicha Isabel Ponz trae, es a saber,los que trae en dinero se pague en dinero y la cantidad que trae en axubar se pague en axubar”27.

Otros capítulos matrimoniales contemplaban cantidades más modestas. Los Zalón eran unafamilia entre cuyos miembros hubo notarios. Una de las hijas de Juan, llamada Joana, huérfanaentonces, aportaba el grueso de su dote basado en los legados que se le hacían por estar emparen-tada con los fundadores de esas limosnas: 1.720 sueldos correspondientes a las consignaciones detres lejas. A esa cantidad había que añadir otros 600 sueldos que la mujer “tiene ganados en la ciu-dad de Valencia”. Sin embargo, la dote que aportaba el novio era considerablemente menor: “todossus bienes muebles y sitios que le han pertenescido y le pertenescen de los quondam sus padreshasta en cantidad de mil sueldos”28.

Las cantidades con las que contribuían otras familias de labradores eran menores. Juan Gómez,viudo, vecino de Noguera, detallaba los bienes que traía a su matrimonio con otra viuda, JuanaTobías: la mitad de una casa en Noguera, valorada en 600 sueldos; la mitad de una era y pajar, tasa-dos en 500 s.; un herreñal, en 500 s.; 35,5 fanegas de tierra repartidas en trece piezas, valoradas en2.380 s.; cuatro vacas con valor de 800 s.; una burra de cuatro años, 240 s.; y, por último, en ajuarde casa, 200 sueldos. Bienes que resultaban haberle correspondido tras la partición previa realizadacon sus hijos. La parte aportada por la futura esposa consistía en “tres mil sueldos en deudas quetiene y le deven en dineros y dineradas con más sus vestidos y jocalías”29.

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26 AHPT, not. Miguel Novella, sig. 126, f. 64 [1567].

27 AHPT, not. Miguel Novella, sig. 296, ff. 103-107 [1589].

28 AHPT, not. Miguel Novella, sig. 121, ff. 17 v.-19 v. [1582].

29 AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, ff. 17-19 [1602].

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Pedro de San Miguel y Catalina Lahoz, de Villar del Cobo, también llevaban una dote modestaen 1676: 1.600 sueldos por parte del novio y 1.800 sueldos por la novia, además de lo que le corres-pondiera a ésta de unas limosnas y legados píos de los que no especificaba cantidad. En caso demuerte del esposo, Catalina se quedaría con 400 sueldos en bienes muebles o sitios de la parte queperteneciera a los herederos de Pedro San Miguel30.

La aportación de Francisca Gil en su matrimonio con el hijo del boticario Cosme León, en 1666,ascendía a 2.400 sueldos en metálico y 1.000 en bienes muebles, más otros 5.000 s. que su tío yhermano le daban en bienes inmuebles. El screx31 con el que contribuía Matías León sumaba 2.000sueldos, si bien se había contemplado previamente que la botica pasaría a su propiedad cuandofalleciera su padre32.

La dote en contemplación de matrimonio aportada podía comprometerse en diversos plazos ysobre la base de la herencia materna, todavía pendiente de repartir. De los 8.000 sueldos que elseñor de Zarzoso mandaba a su hija Ana Fuertes en su matrimonio con el notario Gaspar SánchezMonterde en 1583, 4.000 los daba en diversos plazos y tandas, quedando previsto que si él murierasería su hijo y hermano de Ana quien debería hacerse cargo de pagar los restantes 4.000 sueldos33.

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30 Ver Apéndices.

31 En otros lugares, escrex, creix. “La mujer recibía de su familia, generalmente el padre y la madre, la dote o exo-var, que era su aportación al matrimonio. Dicha dote era recibida por el marido en el momento que se firmabael documento notarial regulador de la dote, las cartas de dote o capítulos matrimoniales. Era el hombre quien seencargaba de la administración de los bienes aportados por ésta al matrimonio en concepto de dote, de sus pro-pios bienes, y si la mujer le concedía la administración, también de los parafernales y de sus frutos. Además, lalegislación foral reconocía que los gananciales provenientes de los bienes del marido, de la dote y del creix, asícomo del trabajo de ambos cónyuges pertenecían al marido como principal responsable de las cargas del matri-monio. A cambio, el marido asume la obligación de restituir la dote o su valor, si la recibió estimada, y todossus bienes quedan gravados legalmente en garantía del cumplimiento de dicha obligación. La mujer no puededisponer de la dote sin el consentimiento del marido. Éste se obligaba a hacer a su mujer una donación propternupcias, también llamada creix, y cuyo valor debía ser la mitad del de la dote. También le correspondía la admi-nistración de estos bienes aportados por él al matrimonio, aunque no podía enajenarlos y, una vez disuelto elmatrimonio, han de pasar a la mujer o a los hijos. Exovar y creix constituían una especie de seguro de viudedady debían serle devueltos a la mujer a la muerte del marido”. Ver GIMENO SANFELIU (1998), p. 209.

32 AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, ff. 68-69.

33 “…por la parte y herencia que le puede pervenir de los bienes de la quondam Apolonia Novella, su madre […]los quales promete de darle y pagarle, dentro de tres años de cómo oyeren misa nupcial, los dos años y tandasprimera a mil y quinientos sueldos cada una y la restante tanda de mil sueldos, que hazen el dicho número ycantidad de quatro mil sueldos; y en caso de muerte del dicho Joan Fuertes, mayor, Joan Fuertes, menor, pro-mete de pagarlos y quedar obligado como el dicho su padre; y, por consiguiente, dicho Juan Fuertes, menor, porsí promete de dar a la dicha su hermana, Anna Fuertes, otros quatro mil sueldos jaqueses por lo que a él lepuede pervenir de los bienes y herencia de la dicha quondam Appolonia Novella, su madre, los quales prometepagar en las mesmas tandas y de la forma y manera que los otros quatro mil sueldos, de manera que cada tandade las dichas ha de ser de tres mil sueldos, exceptado la última que no será sino de dos mil sueldos, que todo

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Además de las cantidades en metálico, padre y hermano se comprometían a darle anualmente,durante tres años, 25 fanegas de trigo para su sustento. Dote en especie que no fue muy habitual.

Se trataba de evitar la dispersión de los bienes familiares, en este caso los que giraban en tornoa la granja de Zarzoso, por lo que una de las soluciones pasaba por diferir el pago de la dote. Lascondiciones en que la mujer accedía a su parte de herencia eran controladas de forma férrea por losvarones de la familia. En este caso se imponían nuevos capítulos al respecto: “…que dicha AnnaFuertes no pueda disponer de los quatro mil sueldos que dicho su hermano le promete de dar, encaso que no tuviere hijos, sino que hayan de prevenir en sus proprios hermanos, en aquél o aqué-llos que ella querrá o en sus herederos de ellos”34.

La dote de Ana Fuertes se completaba con 1.800 sueldos provenientes de sendas almosnas paracasar doncellas, del linaje de Toyuelas y Novellas, ropa de cama valorada en 500 sueldos y un vesti-do de 600 sueldos. A todo ello había que añadir la aportación própter nupcias o escrex realizadapor su marido: “Ittem fue tratado y capitulado entre dichas partes que el dicho Gaspar Sánchez porrazón de la defloraçión haya de dotar y dote a la dicha Anna Fuertes en dos mil sueldos de dote yescrex y augmento de dote, pagaderos en vestidos, joyas o dineros como más a ella el pareçiere”35.

Generalmente, a la muerte del marido, la dote aportada por la mujer era devuelta a ésta. En esesentido era una especie de seguro de viudedad al que se podían incorporar otros bienes que el mari-do considerase oportuno, bien de forma directa, aportando cantidades en metálico, o a través departe de la renta en especie obtenida de la explotación de una heredad. Y así se capitulaba entreAna Fuertes y Gaspar Sánchez36.

Catalina Martínez de Antillón había aportado a su matrimonio con Juan Gómez Zahorejas12.000 sueldos que su marido mandaba devolverle en el testamento de 160037.

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hazen summa, número y cantidad de ocho mil sueldos, con los quales se haya de tener por contenta la dichaAnna Fuertes de todo lo que le pudiere pervenir de los bienes de la dicha su madre y les haya de defeneçer ydar por quitos y libres porque no le puede pervenir más”, AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, ff. 4-5.

34 AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, f. 5.

35 AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, f. 6.

36 “…que en caso de disoluçión del matrimonio por muerte de qualquiere de dichos contrayentes, con hijos o sinellos, haya de sacar y saque la dicha Anna Fuertes, o sus hijos o sus herederos, en su caso ante parte, todoaquello que la dicha Anna Fuertes trae en contemplación del presente matrimonio, siquiere la verdadera estima-ción de aquello, y más aquello en que dicho Gaspar Sánchez la dota; y todo lo demás que constante matrimoniose hubiese adquirido se haya de partir entre dichos contrayentes o sus herederos en su caso y esto título lucrati-vo”, AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, ff. 6v-7.

37 “aquellos seisçientos escudos que traxo en contemplaçión de matrimonio, los quales confiesso yo haverlos reçe-bido en mi poder, con más las aventajas que por los capítulos matrimoniales entre los dos hechos constanhaverla aventajado, lo qual le sean dados y pagados de lo más y bien parado de mi hazienda; y en caso que ladicha Catalina Martínez de Antillón quisiere tomar algunos bienes muebles o por simovientes en cuenta de losobredicho o parte de ello, quiero y es mi voluntad sea preferida en la dita que diere otra qualquiere persona, demanera que por lo tanto que obtuviere lo que pueda tomar”, AMAlb, Secc. II-2, núm.1, f. 140.

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María Asensio de Ocón, hermana del señor de Hoyos Quemados, era dotada con 12.000 sueldosen 1625, 10.000 en metálico en tres pagas y los restantes 2.000 en un vestido y alhajas, ascendiendo ladote própter nupcias añadida por el marido a 4.000 sueldos “para que la dicha señora María Asensiodisponga de ellos a su voluntad como de bienes suyos proprios”38. En dicha capitulación se establecíanpactos específicos para el caso de viudedad de la mujer, además del retorno de la dote y del escrex39.Capítulos matrimoniales que en este caso resultaban ciertamente favorables a la mujer. Incluso se pac-taba que todas las deudas habidas en el matrimonio, aunque vinieran por parte de María “se hayan depagar y paguen por entero de la propria hazienda y bienes del señor Joan Mancho”.

Desconocemos, sin embargo, el grado de cumplimiento o incumplimiento de los pactos contem-plados. Las dotes matrimoniales no estaban exentas de cierto tipo de picaresca si el dinero prometidono se aportaba en metálico y se difería su pago. Cuando Pedro Fernández, de Bronchales, expresabasus últimas voluntades en 1609 se preguntaba por el dinero que sus yernos habían prometido40.

Los capítulos matrimoniales fueron, pues, el instrumento más utilizado por las familias de loscontrayentes, las poderosas o las simplemente acomodadas, para mostrar su poder económico y suprestigio social. En ellos se especificaban las cantidades aportadas por los futuros cónyuges en con-templación de matrimonio: en dinero, bienes sitios y muebles o rentas provenientes de censales ode limosnas y píos legados. Allí se establecía el régimen de disposición de los bienes en el matri-monio, que mayoritariamente estaba enmarcado en el de gananciales (medianeros, a hermandad, acarta de meatad41). Se pactaba la vuelta de los bienes aportados al matrimonio a los herederos legí-timos de cada parte en caso de que el matrimonio muriera sin descendientes. Se solía acordar que,en caso de muerte del esposo, se reservara para la esposa una porción de lo aportado al matrimo-nio, generalmente en forma de rentas en especie, aunque también en metálico, intentando asegurarla subsistencia de la mujer. En muy pocas ocasiones se hacía mención a los bienes privativos lleva-dos al matrimonio y de carácter más personal. En relación a la mujer se trata de los llamados bie-nes parafernales, que, junto con los de la dote, forman su patrimonio individual y propio.

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38 AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, ff. 24v-25v.

39 “… que sobreviviendo la dicha señora María Assensio al dicho señor Joan Mancho, assí con hijos como sinellos, haya de gozar y goze dicha señora María Assensio durante su vida natural, casándose o no casándose,veynte hanegas de trigo de renta en cada un año, las quales dicho señor Joan Mancho desde aora para en dichocaso le firma y asegura sobre sus bienes. Y a más de esto, mientras dicha señora María Asensio guardare viude-dad haya de tener habitación en una de las casas que el señor Joan Mancho tiene en dicho lugar de Torrijas,dándole toda la dicha casa entera para su habitación”, AMAlb, Secc. II-2, núm. 9, f. 27.

40 “Y es mi voluntad que mi yerno Gaspar Jarque y Martín García, que están casados con mis dos yjas MaríaFernández y Juana Fernández, no puedan aver ni alcanzar cosa nenguna de mis bienes muebles ni sitios más delo que yo les tengo dado asta en tanto que muestren en quién y cómo an traydo cada trecientos escudos queprometieron traher en contemplación de matrimonio quando se casaron con mis yjas”, AMGea, Secc. III-1,núm. 58, f. 14.

41 “an de casar a carta de meatad”, AMGea, Secc. III-1, núm. 49, f. 8 [1542].

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En 1676, Catalina Lahoz y Pedro de San Miguel acordaban que, en caso de disolución del matri-monio por muerte de alguno de los cónyuges, el varón se quedaría con todos sus vestidos, libros yarmas, y que la mujer haría lo mismo con todos sus vestidos, rosarios y arreos de su persona42.

La indefinición de los capítulos matrimoniales respecto a los bienes sitios y muebles aportadospor alguno de los cónyuges o del ajuar traído por la novia hace que no los podamos conocer condetalle. Sin embargo, en ocasiones hemos dado con contratos en que sí se especifican.

En 1562 se concertaba el matrimonio entre Catalina Sánchez, de Orihuela, con el notario deCaudé Luis Galve. La novia, huérfana, era apadrinada por sus tíos Joan, Pedro y Miguel MartínezRubio, de Rodenas. En la capitulación se expresaba con detalle todos los bienes que uno y otro cón-yuge aportarían43 (tabla 1).

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42 AMGea, Secc. II-2, núm. 66, f. 3v. Ver Apéndices.

43 AHPT, not. Miguel Juan Malo, sig. 132, ff. 15-20 v. [1562].

44 Objetos de plata, joyas de oro, alfombras y tapices.

45 AHN, Clero secular-regular, 6828 (Convento de San Esteban de Albarracín, Dominicas).

TABLA 1

Capítulos matrimoniales entre Luis Galve, notario de Caudé,y Catalina Sánchez, de Orihuela

DOTE DEL NOVIO SUELDOS DOTE DE LA NOVIA SUELDOS

Casa 2.000 Casas y tierras 3.000Tierra y pajar 3.700Ajuar, menaje, ropa 1.400 Ajuar, menaje, ropa 2.029Granero 900Objetos suntuarios44 300 1.300Deudas 600 Deudas 440

Dinero en metálico 1.000

Total 8.900 Total 7.769

Como puede apreciarse, las cantidades totales estaban bastante equilibradas.

Otra de las capitulaciones matrimoniales donde se describe con detalle el patrimonio aportadopor el esposo es la de Luis Mauricio Guindulay, infanzón de Albarracín, que casa con EsperanzaIñigo de Antillón, en 166645 (tabla 2).

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Junto con la dote, Luis Mauricio aportaba 1.000 libras, galas y joyas, probablemente en concep-to de arras y en cantidad cercana al 10% del patrimonio. Además se establecía que, en caso deenviudar Esperanza, ésta quedaría usufructuaria de todo mientras permaneciera en aquel estado.

Aunque lo que muestra el documento es una aparente descompensación de patrimonios, esdifícil hacer una valoración correcta al no especificarse por parte de la novia las cantidades de cier-tas partidas como la del legado de los Espejos. Lo que está claro es el detalle con que el futuro mari-do describe cada uno de los bienes aportados, como si hubiera necesidad de despejar cualquier tipode duda. Los Guindulay y los Antillón eran infanzones reconocidos desde antiguo en Albarracín.Los primeros escasamente participaron en el gobierno de la ciudad y tan sólo hemos documentadoun miembro de esa familia, en 1534, como síndico a la Corte. Sin embargo, una rama de losAntillón, la de Esperanza, residía en Santa Eulalia al menos desde 1613. Ello podría explicar enparte esa minuciosidad, ante la necesidad de mostrar la propia hacienda a una familia que no vivíaen el lugar desde hacía tiempo.

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TABLA 2

Capítulos matrimoniales entre Luis Mauricio Guindulay, infanzón,y Esperanza Iñigo de Antillón

DOTE DEL NOVIO VALOR DOTE DE LA NOVIA VALOR

Casas en Albarracín Aportan sus padres 500 libras50 fanegas de sembradura 2.500 escudos Legado del inquisidor Gamir 600 libras16 yubadas en secano 150 escudos Legado de los EspejosEra y pajar 160 escudos (sin especificar)Censales 300 escudosMuebles de casa 800 escudosLibrería (“que aún vale dineros”)200 cabezas de ganado(ovejas y cabras) dadas a mediasDeudas que se le deben 430 librasDinero en metálico 800 escudosTrigo: 540 fanegasRento de Villalba: pendiente de cobrar120 ff. de trigo y 16 ff. de centeno50 ff. de centeno y avena20 ff. de cebadaDeuda que le deben: 240 ff. de trigo

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Las segundas nupcias fueron habituales entre los miembros de la élite de ciudad y tierra. Elobjetivo respecto a la viuda parecía seguir dos caminos. Uno iba acorde con la mentalidad de laépoca, que consideraba el matrimonio como el estado ideal para la mujer; pero el otro perseguíaapartarla de la administración de los bienes de su difunto marido, que en lo sucesivo serían gestio-nados por el primogénito. El segundo esposo, bien situado económicamente, podía obtener partede la dote que traía la viuda.

Los capítulos matrimoniales entre Juan Pérez de Santa Cruz y Bernarda Sánchez Jaraba, viudade Gaspar Sánchez Moscardón, contemplaban además la concordia entre los contrayentes y el doc-tor Antonio Sánchez Moscardón, hijo de Bernarda, mediante la cual ésta renunciaba por completoa la herencia del esposo fallecido. La dote aportada por la mujer era importante: 40.000 sueldos(30.000 en el momento y el resto en un año) y posteriormente 3.000 sueldos anuales en tres años.Además ella añadía sus bienes privativos. La parte con la que contribuía Juan Pérez de Santa Cruzconsistía en su heredamiento de Monteagudo y una casa en Albarracín. También se comprometía adotar a su futura esposa con vestidos y joyas de oro y plata46.

Todo parecía apuntar, efectivamente, a un deseo del primogénito de los Sánchez Moscardón deapartar a su madre de la administración de la hacienda, dado el interés que éste tenía en fundar unconvento de dominicas en Albarracín. Una buena dote, como era el caso, propiciaría con prontitudun marido acorde con su condición social. El parecer de Bernarda respecto a este matrimonio lopodemos deducir del último codicilo a un testamento anterior, donde expresaba su interés por serenterrada junto a su primer marido, lo que, junto a la obligación de mantener su tumba arregladatodos los años, encomendaba a Juan Pérez de Santa Cruz si quería éste disfrutar de aquellos sueldosque Bernarda había aportado como dote47.

Las segundas nupcias parecen mejorar la situación del hombre. Así sucece en los matrimoniosde Pedro Amigo, casado con Ana Jiménez Tormón y luego con la hija de Miguel Díaz de Mohort, oel de Pedro Cifontes Rajo, esposo de una Induráin y luego de una Sánchez Moscardón.

También se celebraron bodas entre parientes cercanos. El caso más llamativo fue el matrimoniohabido entre Julián Francisco Catalán de Ocón y su prima hermana Estefanía Catalán.

Son excepcionales aquellas ocasiones en que los cónyuges, viudos casados en segundas nup-cias, conciertan el matrimonio entre sus respectivos hijos, como el ejemplo de Pedro Catalán, hidal-go de Pozondón, y Catalina Fernández, viuda de Albarracín, cuyos hijos Pedro y Beatriz también secasarán en 1531. La estrategia exigía la partición de los bienes con los hijos menores de Catalina,así que la necesidad de mantener unido el patrimonio y la urgencia de proteger a los menores deedad compusieron un matrimonio entre viudos.

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46 AHN, Clero secular-regular, 6828 (Convento de San Esteban de Albarracín, Dominicas). El legajo también con-tiene con la misma signatura varios papeles: capítulos matrimoniales, testamentos, codicilos.

47 Ibídem.

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LA ENDOGAMIA COMO CONSECUENCIA

La endogamia practicada entre las élites estuvo circunscrita a los ámbitos económico, político ygeográfico. Ésta puede presentar en ocasiones algunos de los tipos expuestos para otros estudios,por ejemplo, endogamia paralela, sucesiva o recurrente, pero el estudio que nos ocupa nos muestraunas relaciones muy generales, de marcado carácter económico en primer lugar, y de razón geográ-fica –ciudadanos y aldeanos por separado– en segundo término48.

Las familias, utilizando el matrimonio y la herencia como instrumentos principales de perma-nencia, giran no sólo alrededor de sus haciendas, afectadas por vínculos y mayorazgos, sino entorno a los puestos de gobierno a los que por su condición aspiran. Por un lado, las familias con tra-dición de jueces, mayordomos y alcaldes, emparentan con las que alcanzan iguales empleos dentrode la misma ciudad. Por otro, la élite de las aldeas establece sus relaciones con el exterior, a menu-do con individuos cercanos a la monarquía o las instituciones aragonesas. Por último, aquellasfamilias de artesanos florecientes, junto a aquellas otras recién llegadas que ejercen su labor en laadministración, como notarios o juristas, suelen entablar relaciones de parentesco, quedándolesvedado casi siempre el acceso a las familias más destacadas.

Los Díaz de Mohort y los Sánchez Monterde, los Pérez Toyuelas y Arganzas, los Monterde y losAntillón, son linajes que mantienen entre sí sus relaciones más allá de su participación en elgobierno de la ciudad. Los Pérez Santa Cruz establecieron vínculos con muchos miembros delgrupo de ciudadanos e hidalgos. De forma directa con los Espejo, los Arganza, Torres, Novella yFernández Rajo; de forma indirecta, a través de hijas y hermanas, con los Pérez Toyuela y con losMurciano. Sin duda, fue la familia que mejor supo desarrollar, conscientemente o no, una estrate-gia de amplios lazos, plan con el que fue capaz de sortear las vicisitudes que se le presentaron.

Los Amigo, linaje donde los claroscuros de religión y de oficio se afirman más que la luz sobreellos, destacaron en el devenir político del XVI, pero su influencia parece ser menor en la siguientecenturia. Aunque alcanzan puestos de gobierno, son estos de una entidad menor –procurador deciudad, alguna regiduría y alcaldía, probablemente por el estamento popular-, y sólo llegaron a esta-blecer su parentela con otros apellidos de menor importancia en el gobierno de la ciudad, como losZalón, o con otros artesanos como los Jiménez Tormón, tejedores. Sólo hemos documentado elmatrimonio de un miembro de esta familia con una Díaz de Mohort. El linaje estaba muy disminui-do en la ciudad en 1629, pues sólo se halla un vecino con ese apellido49.

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48 Endogamia paralela, cuando dos miembros de una familia se relacionan con dos de otra en la misma genera-ción. Endogamia sucesiva, cuando el enlace matrimonial se establece en diferentes generaciones de dos núcleosfamiliares. Endogamia recurrente, en la que diferentes miembros, más o menos cercanos, de los núcleos familia-res principales se relacionan frecuentemente entre sí, reuniendo los diferentes bienes y líneas. Ver BURGOSESTEBAN (1994), p. 120.

49 AMAlb, Secc. I-7, núm. 142. Damián Murciano también certificaba lo mismo, al indicar la existencia de líneasfemeninas. Ver MURCIANO, 1623, p. 65.

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Pero es una familia, la de los Cifontes, la que al final del seiscientos logrará ver alcanzadas susaspiraciones de prosperar con el beneplácito de ciudad y tierra. Pedro Cifontes Rajo, lugarteniente debaile en 1618, representaba la unión entre la familia de bailes de los Fernández Rajo y una familia enclara ascendencia como la de los Cifontes, pelaires que debieron hacer fortuna y uno de cuyos miem-bros desarrollaría carrera en la administración. El siguiente paso parecía obligado darlo y dirigirlohacia las familias más destacadas de la ciudad. En este caso, Benedicta Sánchez Moscardón y Dóñez.Ahora bien, no conviene llamarse a engaño. Lo que estos dos apellidos habían representado en ladinámica política del siglo anterior y en el XVII estaba claro: la defensa de los intereses monárquicos.Gaspar Sánchez Moscardón había sido síndico en las Cortes de Tarazona en 1592 y más tarde procu-rador fiscal. Felipe Dóñez fue juez de encuestas en Teruel50, asesor bajo el mandato del juez preemi-nente de Albarracín, Matías de Moncayo, y según el cronista Damián Murciano sirvió bien a su rey51.

Los Asensio, de Terriente, vinculados a la heredad de Hoyos Quemados, fueron posteros52 quedesempeñaron cargos de gobierno comunitario. Al final del siglo XVII sus descendientes lograránemparentar directamente con el baile Pedro Martínez Rubio y Manrique y con el justicia de AragónPedro Valero Díaz, nombrado en 1687. Dicho justicia había prestado importantes cantidades dedinero a la comunidad desde su puesto de secretario en Madrid. Su hermana Catalina se casó conJaime Asensio de Ocón. Ambas familias desarrollarán una importante actividad prestamista con lacomunidad. Aparecen como posteros en las empareas (investigaciones fiscales) y los documentosnunca los refieren como hidalgos ni infanzones. Sin embargo, en el año 1687, Juan Asensio deOcón presentará ante el concejo de la ciudad de Albarracín el certificado de infanzonía correspon-diente53, en el que además de detallar el origen de ambos apellidos, todo de manera vaga y muy apropósito54, se describen escudos de armas y se enumeran familias del linaje.

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50 Argensola refiere que tenía “autoridad de juez de pesquisa (llámase en Aragón, enquesta)”, pp. 113 y 116. Vertambién LATORRE CIRIA (2000), p. 153.

51 “Y aunque en esta ciudad y su tierra hubo algo de esto, pero en la de Teruel y su comunidad y villa deMosqueruela fue sin comparación esto mucho más y más notado y aun más digno de castigo, y procurándololos ministros del Rey y los assessores que entonces en esta ciudad se hallaban a quien el emperador [...] dexóesto encomendado, que eran micer Diego Cañete, que haviendo sido lugarteniente de la Corte del Justicia deAragón fue denunçiado y privado de oficio, y a essa ocasión empleado aquí y entretanto por la católica y cesá-rea magestad de Carlos V, y micer Diego Amigo, que después fue lugarteniente de dicho Justicia, y micer PhilipeDóñez, todos los quales con singular cuidado procuraban obiar delictos y castigar delinquentes y servir a su Reyen esta ciudad, sin que faltassen assí mismo en la de Teruel y su comunidad quien hiciesse esto propio conmucha satisfacción”. Ver MURCIANO, 1623, p. 102.

52 Los posteros eran los individuos situados en el tramo de renta más elevado de entre los establecidos paraencuadrar a los pecheros obligados al pago de la pecha.

53 AMAlb, Secc. I-5, núm. 98, ff. 92-112v.

54 Escribía el cronista Juan de Mendoza en el certificado de infanzonía: “la dificultad que tubieron los genealogis-tas en aberiguar el berdadero origen de este linage consistió en traerle y derivarse de un memorable y señaladoprogenitor cuio propio nombre fue Asensio, de que se motivó llamarle patronímico, como a los que ya teniendo

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Los Martínez Rubio sí fueron los máximos exponentes de la representación real en la comunidady frente a la élite urbana sólo entroncó con los linajes más influyentes y de clara filiación monárquica.Si en la ciudad son los Pérez Santa Cruz quienes mejor supieron desplegar sus redes sociales medianteel matrimonio, en la tierra es esta familia la que mejor y de manera extensa establecerá vínculos conlo más granado, no sólo de la comunidad sino de otros territorios: Antillón, Asensio de Ocón, Claveroy Alonso son los linajes cercanos con los que emparenta; pero fuera de la comunidad no dudarán enestar atentos a otras familias de apellidos tan llamativos dentro del Consejo de Aragón como losManrique o los Castellot55. Estos últimos eran originarios de Mosqueruela. Gaspar Castellot era miem-bro del Consejo del Rey, asesor de los comisarios de la Inquisición de Valencia y consultor del SantoOficio en Aragón. De su matrimonio con Catalina Martínez Rubio nació en 1603 Miguel JerónimoCastellot, que llegaría a ser abogado del fisco de la Inquisición, regente en el Consejo Supremo deAragón y Justicia de Aragón56. Las autoridades comunitarias siempre lo tendrían como abogado dereferencia en Zaragoza. Las relaciones de las familias Martínez Rubio y Castellot no terminaban ahí,pues otros dos hermanos de Catalina casaron con otros miembros de la familia Castellot57.

La estrategia matrimonial seguida por los Martínez Rubio también se basó en enlazar por mediode líneas femeninas con miembros de la élite comunitaria de claras inclinaciones monárquicascomo los Sánchez Moscardón.

A MODO DE CONCLUSIÓN

La dote mantiene una serie de características que la convierten en elemento clave de la estrate-gia matrimonial en el modelo de reproducción social58.

En primer lugar evita los casamientos desiguales, sobre los que la vigilancia social se mantendrámuy fuerte. Por otra parte, el matrimonio dentro de un mismo grupo, a fin de reforzar el linaje, lle-

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semejante principio obserban los de Gutiérrez, González, Peláez y todos los demás que tienen relación a nom-bres propios de que patronímicamente los tomaron referidos de sus progenitores llamados Gutierre, Gonzalo,Pelayo y más propiamente de los que sin ninguna mudanza ni alteración tomaron por patronímicos rigurosa yliteralmente los nombres propios de sus ascendientes, como son los linajes de Alonso, Pedro, Pablo, Miguel,Blasco, Martín y otros muchos en cuio número entró el de Asensio”, AMAlb, Secc. I-5, núm. 98, ff. 92-112v.

55 Otros Martínez Rubio se relacionarán con el apellido Manrique: Juan, con María Fernández Vallejo Manrique,Pedro Pablo, con María Manrique y Pedro con Jerónima Manrique. Lucas Pérez Manrique es miembro delConsejo de Aragón desde 1612 a 1622, fecha en que es nombrado Justicia de Aragón (cfr. ARRIETA ALBERDI(1994), pp. 609 y 622.

56 Miguel Jerónimo Castellot es abogado de la comunidad en Zaragoza, en torno a 1635; luego comisario real en1647, responsable de las Ordinaciones de 1647, y Justicia de Aragón en 1655-1660.

57 Timoteo Martínez Rubio casa con Juana Jerónima Castellot y Jerónima Martínez Rubio con Pedro BautistaCastellot. Ver Apéndices.

58 CHACÓN JIMÉNEZ (1995), pp. 98-104.

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vará como consecuencia a la endogamia, siendo la dote un instrumento privilegiado desde su carác-ter de preherencia. En esa dirección, son las familias nobles y los grupos de poder más destacadosen la comunidad los que desarrollan nítidamente sus estrategias. En palabras de Chacón Jiménez ladote “con su componente de relación familiar, de parentesco y de grupo, cuenta mucho en la estra-tegia familiar de los grupos de poder, consolidando un sistema que se aleja de sectores económicosfuera del ámbito familiar para invertir en parentesco y perpetuación. La consanguinidad y la tierrason dos reflejos de esta inversión en estrategias de unidad familiar y territorial”59.

Las élites de poder de la Comunidad de Albarracín en la Edad Moderna no fueron ajenas aaquellas prácticas que, mediante el matrimonio y su expresión concreta en capítulos y dotes, inci-dieron en el proceso de reproducción social desde la igualdad de origen y estatus.

APÉNDICE DOCUMENTAL

1676, 27 de abril, Villar del Cobo

Capitulación matrimonial de Pedro San Miguel y Catalina Lahoz, de Villar del Cobo.

AMGea, Secc. II-2, núm. 66

Capitulación matrimonial de Pedro de San Miguel y de Cathalina Lahoz [...] /f 2r/ In dei nomine amen. Sea atodos manifiesto que ante la presençia de mi, Juan Vicente Gómez, nottario, y de los testigos infraescriptos com-padecieron y fueron personalmente constituidos de una parte Pedro de San Miguel, macebo, hijo de Pedro de SanMiguel y de la condam María Romero, cónyuges, y de … otra Cathalina Lafoz, doçella, hija de Matías Lafoz y de lacondam María González, todos vecinos y havitadores del dicho lugar del Villar del Cobo, aldea de la ciudad deSanta María de Albarracín, con interbención de los dichos sus padres y de su tío mossen Joseph Lafoz, y de otrosdeudos y parientes de ambas partes [en imprenta] las quales dichas partes contrayentes, y arriba nombados, dixe-ron, y propusieron tales, o semejantes palabras, en efecto continentes, o casi. Que Matrimonio avía sido tratado,el qual mediante la divina gracia se esperava concluyr, y solemnizar en faz de la Sancta Madre Iglesia, entre losdichos [manuscrito] Pedro de San Miguel, mancebo, y Catalina Lafoz, doncella [en imprenta] que por tanto, acercade dicho Matrimonio hazían, y firmavan las presentes sus Capitoles Matrimoniales, mediante los quales, cada unode los dichos futuros conjuges trae, y se le [...], en ayuda, y contemplación del presente su/ futuro Matrimonio, losbienes [manuscrito] infrascriptos y siguientes //f 2v/

Primeramente prometen y se obligan los dichos Pedro de San Miguel, mancebo, y Cathalina Lafoz, donçella,de ser y que serán/ marido y muger legítimos, casados y velados [...] Santa Madre Iglesia.

Item trae el dicho Pedro de San Miguel, mancebo, en contemplación del presente su matrimonio con la dichaCathalina Lafoz, donçella, su futura esposa, y el dicho Pedro de San Miguel, su padre, le manda y promete mil yseiscientos sueldos jaqueses en dineros y dinerados para luego que hubieran oído misa nupcial.

Item trae la dicha Cathalina Lafoz, donçella, en contemplación del presente su matrimonio con el dicho Pedro deSan Miguel, mancebo, su futuro esposo, y los dichos mossen Joseph Lafoz, su tío, y Matías Lafoz, su padre, le man-

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59 Ibídem, p. 99.

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dan y prometen mil y ochocientos sueldos jaqueses en dineros y dinerados para luego /f. 3r/ que hubieren oído misanupcial, y más le manda lo que se [...] de unas almosnas y píos legados que a la dicha tocan y perteneçen cobrar.

Item es trato, pacto y condiçión entre dichas partes y dichos contrayentes que desde el presente día de oy sonmedianeros.

Item es tracto, pacto y condiçión entre dichas partes y dichos contrayentes que en caso de disoluçión del pre-sente matrimonio por muerte de qualquiere de dichos futuros cónyuges, sin hijos o con ellos, y [...] no llegando ahedad de poder testar, la hacienda que cada uno a llebado en contemplación del presente matrimonio que buelbaa sus legítimos herederos, con más lo que constase aber entrado en poder de los dichos de las almosnas y píoslegados arriba dichos.

Item es trato, pacto y condiçión entre dichas partes y dichos contrayentes que en caso de disoluçión del pre-sente /f. 3v/ matrimonio por muerte del dicho Pedro de San Miguel, mancebo, no teniendo hijos, que saque ladicha Cathalina Lafoz, donçella, de la parte de haçienda que tocara a los herederos del dicho Pedro de San Miguel,quatroçientos sueldos jaqueses en vienes muebles o sitios.

Item es trato, pacto y condiçión entre dichas partes y dichos contrayentes que en caso de disoluçión del pre-sente matrimonio por muerte de qualquiera de los futuros cónyuges, saque el sobreviviente, si fuese el baróntodos sus bestidos, libros y armas, si las tubiere, y si fuere la sobreviviente la muger saque todos sus bestidos,rosarios y arreos de su persona y ambos, en ese caso, una cama de ropa.

Item es tracto, pacto y condiçión entre las dichas partes y dichos contrayentes que renunçian las [...] forales yderechos de viudedad, y sólo quieren estar a lo dispuesto y ordenado en dichos capítulos. //f. 4r//

[en imprenta]

Y con esto las dichas partes prometieron, convinieron, y se obligaron la una a la otra, y la otra a la otra adinuicem, & viceversa, tener, servar, guardar, y cumplir lo que a cada una dellas respectivamente, singula, singulisprout convenit referendo toca, y pertenece, y tocará, y pertenecerá tener, servar, y cumplir, conforme los sobredi-chos Capitoles Matriominiales. Et si por hazerse tener, servar, y cumplir los sobredicho, y en los dichos CapitolesMatrimoniales contenido, a alguna de las dichas partes costas algunas convendrán hazer, daños, intereses, ymenoscabos sostener en qualquier manera, todos aquellos, y aquellas prometieron, y se obligaron la una parte a laotra, & la otra a la otra, ad inuicem, & viceversa pagar, satisfazer, y enmendarse cumplidamente. Et por todas, ycada unas cosas sobredichas, e infrascriptas tener, servar, y cumplir, las dichas partes, y cada una dellas por lo quele toca de tener, aver, servar, y cumplir, obligaron sus personas, y todos sus bienes, assí muebles, como sitios, avi-dos y por aver donde quiere, los quales quieren aquí aver, y huvieron los muebles por sus proprios nombres, yespecies nombrados, y especificados; y los sitios por una, dos, o más confrontaciones confrontados, y designados,y todos por especialmente obligados, e hipotecados devidamente, y según Fuero del presente Reyno de Aragón. Yquisieron que la presente obligación sea especial, y que tenga el efecto que la obligación especial tiene, conformeFuero, & alias; de tal manera, que si las dichas partes, o alguna dellas respective, no tendrán, servarán y pagarán, ycumplirán la que les toca, y pertenece tener, pagar, servar, y cumplir por tener de los presentes /f. 4v/ capitolesmatrimoniales; en tal caso quisieron, y expressamente consintieron, que la parte lesa, y demandante, y los suyos,pueda hazer executar a manos, y por la Corte de qualquier Iuez, los dichos bienes de la parete no teniente, ni cum-pliente de paerte de arriba avidos por nombrados, y/ confrontados, vender, y tranzarlos sumariamente, sin guar-dar en ello solemnidad alguna de Fuero, ni derecho; y del precio dellos sea satisfecha de todo lo que conforme losobredicho le será devido con las costas. Y reconocieron, y confessaron cada una de dichas partes, que los dichossus bienes muebles, y sitios los posseen NOMINE PRAECARIO, y de constituto de la otra de dichas partes lesa, ydemandante, y de los suyos. Y quisieron, que sin otra adepción de possesión, con sólo el presente contracto, laparte lesa, y demandante, y sus avientes derecho, pueda hazer APREHENDER LOS DICHOS BIENES SITIOS;

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inventariar, emparar, y sequestrar los dichos bienes muebles de la otra de dichas partes, que no tuviere, y cum-pliere lo sobredicho, por la Corte de qualquier Iuez, y gane sentencia en su favor en qualesquier processos queintentare, de aprehensión, inventario, emparamiento, y sequestro: y en los artículos de lite pendente, firmas, ypropriedad, assí en primera instancia, como en grado de apelación, y firmas de contrafuero: y en virtud de lasdichas sentencias respective posseer, y usufructuar los dichos bienes, hasta ser pagada de todo lo sobredicho, y aella devido, con las costas. Et con esto las dichas /f. 5r/ partes renunciaron a sus proprios Iuezes ordinarios, y loca-les, y al juyzio de aquellos; y se sometieron a la jurisdición, y conocimiento de qualesquiere Iuezes y Oficiales,Eclesiásticos y Seglares, de qualesquiere Reynos, y señoríos sea, y de sus Lugartenientes; ante los quales, y qual-quiere de ellos (que para dicha razón más demandar, y convenirse querrán) prometieron, y se obligaron la unaparte a la otra, y la otra a la otra respective, pagar, satisfacer, responder, y hazer todo cumplimiento de drecho, yde justicia. Queriendo, que por lo sobredicho pueda ser variado juyzio de un Iuez a otro, y de una instancia, y exe-cución a otra, una, y muchas vezes, sin refusión de costas algunas. Y aún renunciaron a todas, y cada unas otrasexcepciones, dilaciones, auxilios, y defensiones de Fuero, derecho, observancia, uso y costumbre del presenteReyno de Aragón & alias; a lo sobredicho, o parte dello repugnantes. Y a mayor seguridad de lo sobredicho losdichos [manuscrito] Pedro de San Miguel, mançebo, y Cathalina Lafoz, donçella, [impreso] futuros conjuges jura-ron en manos de mí dicho, e infrascripto Notario, a Dios nuestro Señor, sobre la Cruz, y Santos quatro Evangelios,de tener, y cumplir los dichos, y presentes Capitoles, y lo en ello contenido, según que a cada una dellas tocatener, servar, y cumplir. De las quales cosas, y cada una dellas, yo dicho, e infrascripto Notario, a requisición delas dichas partes, hize, y testifiqué el presente acto público uno, y muchos [manuscrito] que fecho fue lo sobredi-cho en el lugar del Villar del Cobo, aldea de la Çiudad de Santa María de Albarraçín, /f. 6r/ a veinte y siete días delmes de Abril del año contado del nacimiento de nuestro señor Jesuchristo de mil seiscientos setenta y seis, siendopresente por testigos Mossen Francisco Lafoz, Presbítero, havitante en el lugar del Villar del Cobo y MiguelGonçalo de La Esteban, veçino de dicho lugar.

Sig [signo] no de mí, Juan Vicente Gómez, domiciliado en el lugar de Villar del Cobo, aldea de la Çiudad deSanta María de Albarraçín, y por autoridad real por todos los reynos, tierras y señoríos del Rey nuestro sennor,público notario que a lo sobredicho [...] con los testigos arriba nombrados [...] de borrado en la primera [...] al tras-lado do se lee, on, testifiqué, signé et çerré.

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Cuadros genealógicos.

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EL CLERO TUROLENSE ANTE LA MUERTE ENEL SIGLO XVII. ACTITUDES Y REPRESENTACIONES

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EL CLERO TUROLENSE ANTE LA MUERTE ENEL SIGLO XVII. ACTITUDES Y REPRESENTACIONES*

Pablo García Hinojosa**

RESUMEN

El propósito del presente trabajo es conocer los comportamientos y representaciones que mantuvo un gruposocial específico, el estamento clerical turolense, durante el siglo XVII, ante el fenómeno inevitable de la muerte.Partiendo de la consideración de que la muerte constituye un elemento imprescindible para la comprensión de lassociedades pasadas, debido a su extraordinario poder explicativo sobre los diseños mentales y culturales, se anali-zan las divergencias y concordancias que existieron entre el discurso teológico imperante en un momento cronoló-gico determinado y las conductas y respuestas inherentes al mismo por parte de un colectivo tan significativo.

Palabras clave: historia de las mentalidades, Iglesia, clero, muerte.

ABSTRACT

The turolense clergy about the death in the XVII century. Attitude and representations.

The purpose of the present work is to know the behaviour and representations that a specific social group,the turolense clerical stratum, kept along the XVIIth century to the presence of the inevitable phenomenon ofthe death. Taking into consideration the death as an indispensable element for the understanding of passed

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* Este trabajo se ha realizado con una Ayuda a la Investigación del Instituto de Estudios Turolenses concedida en 2007.

** [email protected]

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societies due to its extraordinary explicit power about the mental and cultural designs, it analyses divergencesand concordances that existed among the theological discourse prevailed in a determinate chronologicalmoment and the behaviour and responses inherent in the same by a collective so significant.

Key words: mentality history, Church, clergy, death.

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INTRODUCCIÓN

Resulta evidente que durante el siglo XVII la Iglesia realizó un auténtico proceso de acultura-ción (ALBERIGO, 1993: 309-310). Se consolidaron los comportamientos colectivos ante la muerteestableciendo, definitivamente, la ritualización de los gestos funerarios que, como señala Vovelle,casi no variaron hasta finales del siglo XVIII, prolongándose hasta bien entrado el siglo XIX(VOVELLE, 1985: 111). La Contrarreforma elaboró un discurso estable y sólido sobre la escatologíadel hombre y para ello se valió de toda clase de recursos. Recordemos que durante el siglo XVII laretórica eclesial barroca invade todas las dimensiones de la sociedad, intentando centrar la aten-ción de los individuos en lo concreto y real como método de persuasión de la conciencia. Es el perío-do con más publicaciones de temas hagiográficos y devocionales. De las 91 obras que tratan delArs Moriendi publicadas en España, el 61,5% fueron editadas durante el siglo XVII, superando concreces a los anteriores en cuanto a este tipo de literatura (MARTÍNEZ GIL, 2000: 641-647). A estohay que añadir los prontuarios religiosos, sermonarios e instrucciones para confesores, donde seexponían las pautas de conducta a seguir durante las distintas etapas de la existencia del individuo.

Este gran esfuerzo de persuasión estaba encaminado a fijar una serie de comportamientos yconductas en la conciencia colectiva. Trento continuó la idea medieval de que la vida en la Tierraera una réplica de las estructuras celestiales, compuestas por diversas categorías de santidad, lascuales convergían hacia Dios en forma piramidal. Se confirmaba así la desigualdad como un estadonatural de la sociedad humana y la necesidad de su jerarquización (SANZ AYÁN, 1994: 149-150),reglamentándose el comportamiento que debían adoptar los hombres durante todo su ciclo vital ysobre todo en el acto final: la muerte. Al mismo tiempo se instauraba una obsesión por la salvaciónpersonal frente a la salvación colectiva de los tiempos anteriores (DELUMEAU, 1973: 15-16).

FUENTES Y METODOLOGÍA

En el presente trabajo se han utilizado como fuente básica los registros parroquiales de las sieteiglesias de Teruel junto con los de la catedral, que durante este tiempo actuó también como parro-quia. Nuestra propuesta es el empleo de los registros parroquiales y otros documentos diocesanos,no como fuentes complementarias y subsidiarias, sino como elementos valorativos de primerorden, capaces de encerrar una información más rica, si cabe, que las actas notariales.

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De alguna manera, los registros parroquiales universalizan la muerte y expresan, al menos, dosde los niveles propuestos por Vovelle: la muerte “sufrida” en la que entran los parámetros funda-mentales de la demografía, la muerte por sexos, edad, estado..., muerte cuantitativa, numérica ymensurable; y la muerte “vivida”, representada por el aspecto formal, con sus ritos y prácticas fune-rarias que conforman un sistema cuyos elementos se encadenan en su aspecto más socializante(VOVELLE, 1985: 102-104).

De un total de 7.960 actas de defunción correspondientes al período que va desde 1600 a 1700al clero secular corresponden 372, lo que supone la mayoría de los eclesiásticos seculares fallecidosen Teruel durante el siglo XVII. Así mismo, se han consultado los libros de limosna, racionales, dememorias y visitas pastorales de las diferentes parroquias.

EL ESTAMENTO ECLESIÁSTICO EN LA CIUDAD DE TERUEL DURANTE EL SIGLO XVII

El indiscutible papel que desempeñó la Iglesia en la conformación y desarrollo del mundo de lamuerte nos lleva a la necesidad de hacer una breve descripción de las instituciones eclesiásticasturolenses durante la época objeto de nuestro estudio.

Una de las características de la estructura del clero turolense fue su particular provisión y elhecho de que estuviera agrupado en el denominado Capítulo General de Racioneros. Su origen seremonta a los primeros tiempos de la fundación de la ciudad de Teruel y es muy probable que suconstitución fuese una medida más para despertar el interés de los primeros repobladores, ya quecomplementaba una amplia gama de concesiones reales (GARGALLO MOYA, 1996: 573-574). EnTeruel, el concejo, junto con el capítulo eclesiástico, tenía la prerrogativa de presentación de todoslos clérigos que pretendían colación en alguna de sus iglesias. Este tipo de patronato era de losdenominados de derecho o perfecto y se basaba tanto en una serie de títulos y prerrogativas comoen la posesión pacífica y continuada del patronazgo desde tiempos inmemoriales.

Varias eran las peculiaridades de esta institución. En primer lugar sólo podían optar a los bene-ficios parroquiales de las distintas iglesias aquellos nacidos dentro de los muros de la ciudad deTeruel. Estas iglesias eran recepticias e innumeradas, lo cual significaba que se obligaban a admitira todos aquellos que lo solicitaban reuniendo las condiciones necesarias y siempre que en sus ren-tas hubiese el suficiente número de partes o raciones para el mantenimiento decente del solicitan-te. Al disfrutar de una ración o porción los clérigos recibieron el nombre de racioneros y con estadenominación los encontraremos a lo largo de toda su historia.

A la cabeza del Capítulo estaba el prior, que era votado anualmente entre una lista propuesta portodos los racioneros de la ciudad. La jurisdicción de cada una de las parroquias la ejercía un vicario que,con carácter perpetuo, era elegido entre todos los racioneros de cada una de las distintas iglesias parro-quiales. En este caso cada iglesia tenía el derecho de patronato activo en este nombramiento, sometién-dose dicha elección a la aprobación del ordinario. El vicario actuaba como párroco teniendo la cura dealmas, encargándose de la administración de los sacramentos y de presidir los capítulos en cada una delas iglesias. También ordenaba los testamentos “sobre el cuerpo” en los casos de ab intestato.

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Respecto a las fuentes de ingresos del Capítulo de Racioneros hay que resaltar su compleja organi-zación tributaria. La masa común de sus bienes provenía de los diezmos, primicias, censos, aniversa-rios y otros gajes adventicios como eran la asistencia a las procesiones y a los oficios corales. Las can-tidades que percibían los racioneros estaban en función del grado de cumplimiento por su presenciaen tales actos. Las misas y aniversarios, así como las distribuciones por asistencia a los entierros y alos oficios corales tales como vísperas y maitines por difuntos, eran también una fuente de ingresosnada despreciable, dado que su frecuencia incidía notablemente dentro del cómputo global de losingresos, a la vez que cubrían parte de las necesidades de las respectivas fábricas de sus iglesias.

En cuanto a la formación moral e intelectual del clero, se observan numerosas diferencias. En unaépoca en la que la permeabilidad entre el mundo secular y el eclesiástico resultaba muy amplia, no erararo encontrar a muchos seglares que se ordenaban buscando la exención de impuestos y un modode vida seguro. El acceso al estado eclesiástico no entrañaba dificultad alguna ya que las exigenciasintelectuales eran mínimas. Predominaba más el aspecto formalista y repetitivo que una verdaderainstrucción, agravada por la falta de centros dedicados a la educación de los futuros eclesiásticos.

Generalmente, los eclesiásticos de Teruel gozaron de una situación económica bastante superioral resto de los habitantes comunes de la ciudad. A pesar de las disposiciones sinodales que prohibíantaxativamente que los clérigos compraran y vendieran cualquier tipo de mercaderías y estuvieraninvolucrados en transacciones comerciales, como era la venta de frutos, pan, vino o ganado1, lalínea que dividía la autorización de hacer negocios con los rendimientos obtenidos de los diezmos ybeneficios resultaba, en la mayoría de los casos, muy quebradiza y favorecía la inclusión de los bie-nes propios dentro de la mecánica mercantil. Algunos racioneros consiguieron adquirir un impor-tante patrimonio personal gracias a sus actividades económicas, en las que se incluían la adquisi-ción de inmuebles y la tenencia de fincas y ganados, como el racionero de la iglesia de Santiago,Pedro Sevilla, que dejó a su muerte, en 1638, más de veinte mil sueldos de hacienda2. Otros, encambio, terminaron en la más extrema pobreza.

Con respecto a sus costumbres y modos de vivir, su comportamiento no se destacó del de lamayoría de los clérigos de la época. En una sociedad en la que la violencia invadía los espaciospúblicos de una manera continuada, los espacios religiosos no se vieron exentos de ella. Las mis-mas actuaciones de la calle se trasladaban a los recintos sagrados (RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, 1993: 120-121). Los mismos eclesiásticos, miembros al fin y al cabo de una sociedad bronca y susceptible enla que el honor, las formas y las preeminencias tenían un significado fundamental, fueron partíci-pes de esta violencia, unas veces física y otras verbales. Latorre Ciria señala que los eclesiásticosturolenses participaron activamente en los acontecimientos políticos a lo largo de todo el siglo XVI,

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1 C(ONSTITUCIONES) S(INODALES) de Teruel (1609-1612), const. VI, p. 193; C.S. de Teruel 1627, tit. XII, const.VIII, pp. 127-128.

2 A(RCHIVO) P(ARROQUIAL) S(AN) S(ALVADOR), Legajo nº 1, Libro de los ingresos y gastos que hace el vicarioHernando Alegría de la hacienda de mosén Pedro Sevilla.

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tomando parte en los diversos enfrentamientos locales y llegando a protagonizar motines armadosen 1571 (LATORRE CIRIA, 2000: 143).

Los pleitos y riñas entre los eclesiásticos tenían diversos orígenes, entre los que destacaban lascuotas de las distribuciones, las faltas de asistencia, los turnos en las celebraciones y los derechosde precedencia.

La iglesia tridentina hizo un gran esfuerzo por realzar y separar a los sujetos religiosos del restode la sociedad seglar, tratando de conferirles una santidad especial (ARNAYA, 1617: 173v). Esta dig-nificación del estado sacerdotal estaba encaminada, por un lado, a establecer dentro de la sociedadla jerarquización fundamental e indiscutible de lo divino capaz de controlar las actitudes más indi-viduales; por otro, estaba la necesidad de separar del núcleo social a aquellos que debían desempe-ñar tal jerarquía, dotándoles de unas cualidades muy superiores al resto de los mortales (ARNAYA,1617: 178v). Esta santidad y distinción se debía reflejar en la apariencia y forma de vestir. Pero elintento más profundo de desarraigarlos de la sociedad donde vivían radicaba en las prohibicionesde participar en cualquier tipo de actos festivos: bailes, danzas, juegos, mascaradas y reunionesmusicales. Particularmente estaba castigado con pena de excomunión que los clérigos participarancorriendo toros en la plaza de la ciudad, no pudiendo estar en ella presentes3. Todas estas disposi-ciones no debieron tener mucho éxito dado el origen del clero turolense. Miembros activos de unaciudad que los había visto nacer, en la cual habían desarrollado desde la infancia amistades y afini-dades, con amplios intereses familiares y una extensa red de clientelismos, se resistieron a separar-se de una colectividad en la que los lazos que los unían eran extraordinariamente sólidos.

ASEGURANDO LA SALVACIÓN. LA PRÁCTICA TESTAMENTARIA ECLESIÁSTICA

El testamento estuvo, durante la época barroca, unido indisolublemente a la vida de ultratum-ba. Además de su carácter jurídico en cuanto que en él se expresaba la disposición de los bienes yhacienda del testador, encerraba un profundo componente religioso: ordenaba el alma y corregíalos pecados pasados en orden a la salvación personal del individuo. El acto de testar suponía laexpresión pública y solemne de haber vivido y muerto dentro de la fe católica, manifestada a travésde una serie de fórmulas piadosas entre las que destacaban una profesión de fe, seguida de la enco-mendación del alma y la invocación a la Virgen o a diversos santos protectores para que actuarancomo intercesores ante Dios. En el testamento, así mismo, se ordenaba el lugar de sepultura, lossufragios por el alma y los legados píos, así como la designación de los albaceas y herederos y elreparto de los bienes del testador.

La jerarquía eclesiástica recomendaba vivamente la práctica del testamento como una acciónmeritoria de cara a la salvación y la declaró como una obligación moral, pues mediante la disposi-

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3 A(RCHIVO) P(ARROQUIAL) S(AN) A(NDRÉS), Lib. Reg. (San Pedro), Visita de 1639, vol. IV, fol. 340r.

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ción de las últimas voluntades se instituían herederos para el cuidado del alma y se evitaban loslitigios y disputas entre los descendientes.

Evidentemente el discurso escatológico sobre la muerte y los recursos que debían de ser utiliza-dos para la salvación del alma calaron profundamente en todos los grupos sociales, siendo el testa-mento el punto central alrededor del cual pivotaron una amplia gama de disposiciones encamina-das a descargar la conciencia de los individuos y a proporcionarles los sufragios necesarios para unapronta salida del Purgatorio. El colectivo eclesiástico, como principalísimo promotor de esta acti-tud, demostró con su ejemplo las bondades espirituales y materiales del acto de testar.

En el cuadro 1 se observa que un alto porcentaje del clero turolense, el 84,9%, hace menciónexpresa de sus últimas voluntades, mientras que un 13,5% no hacen disposición alguna.

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4 A.P.S.A., Lib. Reg. (San Juan), vol. II, fol. 190r. También Juan Bernad, muerto súbitamente en 1609; A.P.S.S.,Lib. Reg. (Catedral), vol. I, fol. 242r.

5 A(RCHIVO) P(ARROQUIAL) L(A) M(ERCED), Lib. Reg. (San Miguel), vol. III, fol. 48v.

6 DOMÍNGUEZ ORTIZ, 1992: 63-64. C.S. de Teruel (1588), const. II, fol. 65v.

CUADRO 1

Práctica testamentaria de los eclesiásticos turolenses (1600-1700)

ECLESIÁSTICOS FALLECIDOS PORCENTAJE

Testan ante notario 316 84,9No hacen testamento 50 13,5Testamento eclesiástico 6 1,6

Total 372 100

Dentro de este último grupo estarían todos aquellos que murieron de manera repentina, comoel caso del racionero Gil Clemente, muerto en 1608 “mientras decía misa”4, y los que por motivo desu estado físico o mental se vieron imposibilitados para hacerlo, por ejemplo Juan Soriano, racione-ro de la iglesia de San Miguel, muerto en 1636, que “no testó porque no estaba para ello”5. Pero larazón última de no hacer testamento, como en los laicos, residió en la pobreza; ésta, sin llegar a lascifras alarmantes que afectaron a muchas capas sociales, tuvo también sus representantes en uncolectivo que aparentemente parecía disfrutar de unas mejores expectativas económicas. Un 27,4%de los eclesiásticos que mueren ab intestato lo hacen por estar sumidos en la pobreza y no disponerde bien alguno. Las razones de sus pocas posibilidades eran muy variadas. Algunos clérigos que ser-vían capellanías o fundaciones de memorias laicales de rentas muy bajas apenas podían subsistircon sus tenues ingresos, arrastrando una vida de extremada pobreza6. Dentro del bajo clero benefi-

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cial catedralicio también se dieron casos de pobreza manifiesta. La supervivencia de muchos deestos clérigos dependía de la celebración de las numerosísimas misas que por voluntad de los testa-dores había que celebrar en calidad de sufragios y de las escasas obvenciones que recibían por laasistencia a los funerales. La enfermedad y otros accidentes les podía privar de su única fuente derecursos y sumirles en una situación lamentable, como en el caso del beneficiado Martín NavarroUtarraiz cuyas exequias se celebraron de gracia “atendiendo que era compañero y había entre todoshermandad, que a esso obligaba y porque su pobreza era grande”7. No obstante, el clero patrimonialde la ciudad mantuvo un discreto comportamiento en cuanto a sus posibilidades económicas.

El escaso número de testamentos sobre el cuerpo efectuados a lo largo del siglo en personaseclesiásticas hace sospechar un cierto encubrimiento en el que no estuvieron ajenos los vicariosparroquiales, los cuales estaban obligados a ordenar sobre sus mismos compañeros una serie desufragios siempre que estos murieran ab intestato. En este aspecto pudo más el sentido corporati-vista de un estamento, que veía con desagrado la obligatoriedad de pasar por los mismos trámitesque el resto de la sociedad que el cumplimiento taxativo de las disposiciones sinodales8.

El personal eclesiástico participó de una de las características que fueron comunes al resto de lasociedad de la época a la hora de hacer sus testamentos: la cercanía entre el acto de testar y la muer-te. En efecto, a pesar de las recomendaciones de teólogos y moralistas, que encarecían vehemente-mente otorgar testamento estando en salud y habiendo prevenido con larga meditación las cláusulasy el contenido del mismo, fueron mayoría los que esperaron hasta los últimos instantes, cuando lossignos de la muerte se mostraban de manera inapelable. Lo paradójico de este hecho radica en queun colectivo, que precisamente tenía a su cargo inducir bajo presiones de muy diverso tipo a los fie-les para que confeccionasen sus testamentos con prudente antelación, hiciese caso omiso de sus pro-pias sugerencias9. Y es que por más esfuerzos que se aplicaron para conjurar la terrible idea del dejarde existir, encaminando las conductas hasta puntos fijos y neutrales, hubo fuertes resistencias aadmitir el hecho descarnado de la muerte personal. La idea aprehensiva de que el testamento, unavez realizado, desembocaba inevitablemente en la muerte se implantó de manera definitiva en todaslas mentalidades, dando como resultado no un rechazo sino una prevención hacia él.

Lo cierto es que el clero turolense no estuvo realmente preocupado por hacer sus testamentosde una manera previsora y esperó al inevitable momento en el que las alarmas corporales preconi-zaran los signos inequívocos de la muerte. Esta postura se confirma en el cuadro 2, que expresa eltiempo transcurrido entre el otorgamiento de sus últimas voluntades y la muerte.

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7 A.P.S.S., Lib. Reg. (Catedral), vol. III, fol. 34v.

8 C.S. de Teruel (1627), tit. XXV, const. X, p. 204.

9 Este comportamiento resultó general en todo el ámbito hispano, siendo corroborado en numerosos trabajos. Así:LARA RÓDENAS, 2001: 44; ARANDA MENDIAZ, 1993: 61; GONZÁLEZ CRUZ, 1993: 119; LORENZO PINAR, 1991: 23.

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Gracias a las ocasionales anotaciones que aparecen en las actas de defunción y al cruce conalgunos testamentos conservados en los fondos notariales, se ha podido relacionar la fecha de otor-gamiento del testamento con la del fallecimiento de 113 individuos, cantidad ésta que supone el35,7% sobre el total del clero que testa. Amparados en este porcentaje que, sin ser excesivamentesignificativo tiene el valor de extenderse temporalmente a lo largo de todo el período y abarcar atodas las categorías eclesiásticas de la ciudad, se puede observar claramente que una mayoría de losclérigos turolenses hicieron sus testamentos estando en enfermedad de gravedad, que tuvo comoresultado la muerte más o menos inmediata. Resulta contundente el hecho de que un 64,6% deellos no tardasen más de un mes en morir después de otorgar sus últimas voluntades. Los prelu-dios de enfermedades más largas (entre un mes y un año) supusieron el 21,2%, mientras que el ine-vitable paso del tiempo que iba minando las naturalezas ya achacosas o con dolencias crónicas fue-ron el 8%, quedando el 6,2% reservado a aquellos que mostraron una prudente previsión,sobresaliendo entre todos el vicario de la iglesia de Santiago, Tomás Ponz, muerto en 1637, el cualhabía testado 28 años antes, en 1609. De la alteración sorpresiva e inopinada de la muerte no sevieron libres ni el clero catedralicio ni el bajo clero. Los canónigos Laurencio Dimas Carnicer, JoséSebastián Dalda y José Corbalán, muertos en 1678, 1682 y 1683, respectivamente, otorgaron testa-mento el mismo día de su fallecimiento, con tal premura que los dos últimos dejaron todo a dispo-sición y voluntad de sus ejecutores y familiares, otorgándoles poder para ello10.

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CUADRO 2

Tiempo transcurrido entre la fecha del testamento y la muerte en los clérigos seculares

TESTAMENTO/MUERTE NÚMERO PORCENTAJE

El mismo día 11 9,7Un día 16 14,2Dos días 9 8,0Tres días 7 6,2De cuatro a siete días 18 15,9De ocho a quince días 8 7,1De dieciséis días a un mes 4 3,5De un mes a tres meses 14 12,4De tres meses a un año 10 8,8De un año a tres años 9 8,0Más de tres años 7 6,2

Total conocido 113 100

10 A.P.S.S., Lib. Reg. (Catedral), vol. III, fols. 55r, 63v y 64v (respectivamente).

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En resumen, la mayoría de los clérigos turolenses, independientemente de sus funciones y car-gos, testaron en el ámbito de la enfermedad, acompañados de la sombra amenazadora de la muer-te, y su comportamiento en este aspecto no fue diferente al resto de sus conciudadanos que aguar-daron a que los efectos urgentes de la enfermedad les decidiese a dictar sus últimas voluntades.

LA MUERTE SUFRIDA. ¿CUÁNTOS FUERON?Un grupo tan significativo como el eclesiástico, capaz de organizar modelos colectivos de com-

portamiento tanto desde el punto de vista espiritual como económico, requiere necesariamente unconocimiento cuantitativo de sus efectivos. Precisar con mediana exactitud el número de eclesiásti-cos que hubo en la ciudad de Teruel durante el siglo XVII resulta una tarea imprescindible por dosrazones evidentes: en primer lugar para conocer la mayor o menor influencia que tuvieron dentrodel total de la población, pero también para situarlos dentro del marco social como elementos sub-jetivos que experimentaron en primera persona su propia muerte. Ellos, al igual que las demás gen-tes de su época, no pudieron dejar de sustraerse a la tensión angustiosa y amenazadora de un finque podía presentarse de muy variadas formas, siendo objeto de los mismos accidentes y enferme-dades que el común de sus conciudadanos. No se vieron libres de la peste, la locura, el deceso súbi-to y la muerte violenta, pero tampoco del temor escatológico al más allá. Y si bien es cierto que enmuchas ocasiones su muerte fue una imagen social de clase, el sentido ponderable de ésta los igua-ló con el resto de la sociedad. Dejando a un lado el clero regular, del que se tiene escasísima infor-mación en cuanto a su número, y centrándonos en el secular, objeto de nuestro estudio, las lagunasson abundantes al no disponer para el período de una nómina fiable de los clérigos que ejercieronsus funciones dentro del ámbito de la ciudad. Sin embargo, las manifestaciones documentales delos libros de funerarias resultan bastante expresivas: un total de 372 eclesiásticos quedarán regis-trados como fallecidos a lo largo del siglo XVII. En esta cifra se incluyen tanto los que sirvieron enla catedral o en las distintas parroquias como aquellos que murieron fuera de la ciudad. De igualmodo, se registran todos aquellos clérigos forasteros que estando realizando alguna gestión o sim-plemente de paso fueron sorprendidos por la muerte. En el cuadro 3 se puede observar la distribu-ción de este clero atendiendo a su procedencia y a los cargos que desempeñaron.

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CUADRO 3

Clérigos seculares fallecidos según su lugar de servicio y cargo (1600-1700)

CLERO CATEDRALICIO CLERO PATRIMONIAL CLERO FORASTERO

Canónigos 56 Racioneros 232 Vicarios 6Beneficiados /racioneros 36 Vicarios 25 Rectores 3Deanes 5 Capellanes 4 Otros 5

Total 97 261 14

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Sobre el total de fallecimientos, el clero patrimonial adquiere una mayoría aplastante con un70,2%, seguido del heterogéneo grupo que formaban los miembros del ámbito catedralicio integra-do por dignidades, canónigos, beneficiados, racioneros, capellanes, organistas, cantores y familia-res de los obispos, estos supondrán un 26%. Los eclesiásticos foráneos tan sólo serán el 3,8% ygeneralmente proceden de los pueblos del obispado.

Se puede establecer el porcentaje global de la clerecía secular de la ciudad de Teruel durante elsiglo XVII a través de la incidencia de la muerte general. Partiendo del conocimiento del número defallecidos (7.960), de los cuales 358 están registrados como eclesiásticos –se han descontado loscatorce individuos que no pertenecieron al ámbito religioso de la ciudad–, se deduce que alrededorde un 4,5% de la población turolense fueron hombres de iglesia.

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GRÁFICO 1

Evolución numérica de los clérigos fallecidos

Ayudándonos del gráfico 1, se aprecia que en los tramos de 1635-1639 y 1660-1664, que repre-sentan una aproximación más que aceptable a la media normal de defunciones por quinquenios(393), la muerte en los clérigos alcanzará su punto más elevado, mientras que en quinquenios de ele-vada mortalidad general se mantendrá discretamente alrededor de la media de 18 fallecimientos porquinquenio. La excepción la encontraremos en el período que va de 1680 a 1684, donde el incremen-to de los fallecimientos llega a superar ampliamente el medio millar, debido seguramente a la inci-dencia de alguna enfermedad epidémica, correspondiéndole, en este caso, un número elevado dedefunciones clericales. Pecando de excesiva minuciosidad, pero con la intencionalidad de ratificareste comportamiento discordante, se han elegido tres años en los que previsiblemente la mortalidadregistrada debería de estar en consonancia con nuestra mortalidad particular. En primer lugar, 1652,año en el que se registró un aumento brutal del número de muertes como consecuencia de la peste(246). Durante esta etapa sólo fallecieron siete clérigos, lo que supone el 2,8%, sin embargo, en 1639,

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año que se puede considerar como de mortalidad baja (71 fallecidos), la cifra de defunciones eclesiás-ticas se sitúa en el 8,4%, pasando al 11,2% en 1660 donde se contabilizan 80 decesos. No cabe dudaque los rigores de la peste y de otras enfermedades de tipo carencial afectaron de manera muy ate-nuada a este colectivo, por razones obvias que el padre dominico Francisco Gavalda ya apuntaba conextraordinaria agudeza al describir los estragos que la peste causó en Valencia entre los años 1647 y1648. Este mismo religioso cifraba en tan sólo diecinueve las muertes de eclesiásticos seculares ocu-rridas en Valencia durante la terrible epidemia (GAVALDA, 1651). Y es que los clérigos, como otrosgrupos sociales privilegiados, tuvieron la oportunidad de acceder a mejores dietas alimenticias y derecibir una asistencia médica adecuada, lo que les ayudó a combatir con más éxito las patologías dela época. Saber de qué enfermedades murieron estos clérigos es tarea casi imposible. Ni las actas dedefunción ni los testamentos nos dan pista alguna. No obstante, hay indicios suficientes para afir-mar que superaron la media de la esperanza de vida de muchos de sus contemporáneos11.

UNA RADIOGRAFÍA DE LOS TESTAMENTOS ECLESIÁSTICOS

Morir como buen cristiano suponía la casi obligatoriedad de hacer una sistematización de todala vida pasada de cara a la futura. Ese ordenamiento tenía indefectiblemente que comenzar con ladisposición de los sufragios y legados píos que el testador considerara más apropiados de cara a susalvación, porque en el momento en el que el alma se separaba del cuerpo ésta se veía sometida aun tremendo juicio individual, en el cual se examinaban minuciosamente sus actos terrenales y sele pedía cuentas de todos los pecados que había cometido. Los momentos finales crearon en todaslas conciencias una gran angustia atizada por las constantes admoniciones de tratadistas, teólogosy moralistas. Necesariamente, y a partir de estos temores, los espacios escatológicos se vieron inva-didos por una serie de recursos destinados a suavizar el implacable momento.

Los clérigos turolenses disfrutaron del privilegio de tener aseguradas sus funerarias de maneragratuita en virtud del acuerdo de hermandad que existió desde los primeros tiempos de la institu-ción del Capítulo General de clérigos en la ciudad. Amparándose en esta seguridad, fueron abundan-tes los eclesiásticos que expresaron en sus testamentos “que me hagan mi entierro por hermandad”o bien “que se me haga la funeraria ordinaria que esta iglesia haze de valde por sus racioneros”, sinañadir otras disposiciones al respecto. Este comportamiento dejaba adivinar, en muchas ocasiones,una situación económica no excesivamente boyante. La presión y la insistencia doctrinal de lapráctica testamentaria hicieron casi inexcusable que todo clérigo partiese de este mundo con susúltimas voluntades documentadas, aunque estas se resumieran a una escueta encomendación delcuerpo y el alma, la consabida petición de un funeral gratuito y la elección del lugar de inhumación.

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11 Resulta significativo que la esperanza de vida de los eclesiásticos adquiera un comportamiento claramente diferen-cial cuando se trata de miembros de la alta jerarquía, como son los obispos. A este respecto, los prelados valencia-nos del período 1556-1699 disfrutaron de una media de vida de sesenta y siete años. BARRIO GONZALO, 2003: 99.

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Aprisionados en este convencionalismo algunos testaron a sabiendas de que no disponían de bienalguno, pero con la certeza de que el propio acto de testar implicaba un refuerzo sacramental máspara el bien de su alma12.

Ciertos clérigos intentaron completar sus sufragios a costa de las rentas que se les debían en elmomento de su muerte13, pero en muchas ocasiones éstas podían estar ya embargadas debido a lasmúltiples deudas que se habían adquirido y se recurría a otros subterfugios. Jaime Robredo ordenaa su muerte que se le celebren cuarenta misas rezadas que se debían pagar con el importe de unamula que dejaba para ello14. A este respecto hay que señalar que un número nada despreciable declérigos vivía con un alto nivel de endeudamiento y era en el momento de su muerte cuando seponían de manifiesto, de una manera explícita, sus apuros económicos.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que estos hombres de iglesia vivieron en el siglo siendodeudores de los mismos afanes e intereses que sus contemporáneos. La mayoría, proveniente deuna extracción social humilde15, mantuvo hasta el momento de su muerte un fuerte sentimientode solidaridad y cohesión con sus familias, a las cuales intentaron transmitir sus haciendas con losmenores menoscabos posibles, en un deseo por mejorar las expectativas sociales de sus linajes osimplemente para aliviar sus estrechas condiciones económicas.

Existieron muchas maneras de encauzar parte de las adjudicaciones testamentarias hacia losnúcleos familiares, ejercitando a su vez la virtud de la caridad, tan recomendada y necesaria paraalcanzar el perdón de los pecados. Una de ellas fueron los legados para casar parientes pobres delmismo linaje16. En la ciudad de Teruel este tipo de legados fue bastante frecuente entre el estamen-

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12 José Aparicio, racionero del Salvador, fallecido en 1670, hizo testamento seis días antes de su muerte dejandocomo ejecutores a sus compañeros Juan Robredo y Cosme Torres “pero por no tener bienes se le hizo una fiestade limosna”. A.P.S.S., Lib. Reg. (Salvador), vol. II, fol. 284r.

13 El racionero Baltasar Domínguez, muerto en 1629, suplica “le carguen unos maitines de cuarenta sueldos derenta celebraderos el día de la Epifanía, en cuyo cargamiento piden se empleen las rentas que acostumbran dara los racioneros difuntos y si no bastare para tanta pensión se saque la pensión que se pudiere sacar de dicharenta”. A.P.S.A., Lib. Reg. (San Andrés), vol. II, fol. 306v. Las rentas esperadas eran en ocasiones muy exiguas.El racionero de San Pedro, Diego Calvete, fallecido en 1689, pide que de su renta se le celebren dos misas canta-das que a lo sumo podían costar cuarenta sueldos. A.P.S.A., Lib. Reg. (San Pedro), vol. III, fol. 414r.

14 A.P.S.S., Lib. Reg. (El Salvador), vol. II, fol. 303r.

15 Resulta revelador que un alto porcentaje de los clérigos patrimoniales de la ciudad de Teruel fuera de origenmodesto. El 80% de los fallecidos perteneció a familias humildes, cuyos padres desempeñaron oficios talescomo labradores, pelaires, zapateros, calceteros, blanqueros, carpinteros, sogueros..., siendo escasos aquellosque procedían de las clases privilegiadas.

16 En Zamora el punto álgido de este tipo de fundaciones, llamadas memorias de huérfanas, se alcanzará en elsiglo XVII, y como en el caso de Teruel serán instituidas en su mayoría por miembros del estamento eclesiásti-co. LORENZO PINAR, 1991: 258. Del mismo modo, el clero vallisoletano constituyó el grupo más destacado encuanto a la institución de este tipo de limosnas pías, GARCÍA FERNÁNDEZ, 1996: 296.

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to eclesiástico hasta el primer cuarto del siglo XVII, para después ir decayendo progresivamente.Tomando como ejemplo el año 1601, en la iglesia de San Andrés, de las cuatro limosnas destinadasa tal fin, tres de ellas fueron fundadas por clérigos17.

Otra de las formas que emplearon algunos clérigos para beneficiar a sus parientes consistió enla consignación de ciertas cantidades destinadas a pensionar a determinados familiares, en especialhermanas viudas y de escasos recursos18. En las mentalidades del momento, asfixiadas por eldeber ineludible del testamento, quedaron algunos huecos que actuaron como válvulas de escapefrente a una realidad mucho más tangible. El mundo del más allá se enfrentaba con el mundo de lavida y, si bien la distribución de los bienes era absolutamente necesaria para alcanzar la gloria, tam-bién era cierto que el mundo terrenal tenía sus exigencias. El hombre del barroco supo estableceren esta pugna una serie de prioridades y testó con los ojos puestos aquí y en el cielo. En esto no sediferenciaron los eclesiásticos del común de las gentes. Si el testamento era un medio para alcanzarla gloria legitimando a su vez la posesión de los bienes terrenales, ésta podía esperar hasta que losdeudos más próximos dejaran de disfrutarlos. En ocasiones las haciendas eran fungibles y se con-sumían sin llegar a repercutir sobre el alma del testador. El racionero Agustín Montañés, fallecidoen 1680, dejó quinientos sueldos para misas, maitines y un aniversario pero “nada está hecho porhaver dicho en dicho testamento que si su hermana lo havía menester, que se lo comiera”19.Asegurar la vida de los que se quedaban en este mundo era otra de las formas de practicar la cari-dad; tiempo habría de invertir los remanentes, si quedaban, en provecho del alma.

Sin embargo, no todos los eclesiásticos actuaron así. Una parte de ellos murió en el convenci-miento de que la mejor inversión que podían hacer con los bienes adquiridos en esta vida era cam-biarlos por monedas espirituales, y no dudaron en nombrar a su alma única heredera; en este casola Iglesia era la encargada de administrar las memorias de misas y otros sufragios. Generalmente,cuando se producían legados de este tipo, los albaceas y ejecutores testamentarios solían ser indivi-duos pertenecientes al estamento clerical, muchas veces los propios compañeros capitulares enca-bezados por el vicario parroquial. Frecuentemente las disposiciones testamentarias que dejabanheredera al alma chocaron con los intereses de los familiares, que vieron lesionados sus derechos aheredar una parte de los caudales del difunto. Las intromisiones y protestas en las ejecuciones deeste tipo de últimas voluntades fueron constantes y esto dio lugar a que algunos miembros delclero, quién sabe si por presiones familiares o por un sentido moral de justicia distributiva, dejaroncodicilos en los que se consignaban determinados legados a miembros de su parentela con el fin de

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17 A.P.S.A., Lib. Reg. (San Andrés), vol. I, fol. 268v (visita 15-12-1601).

18 A.P.S.S., Legajo I, Testamento del racionero Pedro Sevilla, 1636.

19 A.P.S.A., Lib. Reg. (San Pedro), vol. IV, fol. 413r. Entre los clérigos esta postura fue más que común. En muchasocasiones eran ellos quienes mantenían a sus expensas a padres o hermanas solteras y en caso de fallecimientoprocuraron dejarlos en las mejores condiciones materiales posibles. A.P.S.S., Lib. Reg. (Catedral), vol. IV, fol.325; A.P.L.M., Lib. Reg. (San Miguel), vol. III, fol. 35r.

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prevenir posibles pleitos y discusiones. En estos casos las autoridades eclesiásticas estuvieron vigi-lantes y no dudaron en comprobar de manera taxativa tales rectificaciones20.

Como se ha apuntado anteriormente, una parte del clero turolense tuvo unas condiciones econó-micas bastante inestables. No era raro que la llegada de la muerte les sorprendiera en medio de tran-sacciones comerciales, deudas impagadas o cargos de ejecución incumplidos, sobre todo aquellos quehacían referencia a ciertas mandas piadosas. La predicación cristiana tradicional consideraba la resti-tución o devolución del dinero como una condición imprescindible para llegar con ciertas garantíasante el tremendo juicio personal. Y, particularmente, las deudas contraídas eran consideradas comoverdaderos atentados contra el séptimo mandamiento, ya que simbolizaban el terrible pecado de laavaricia. Sobre este aspecto resulta significativo que alrededor del 30% de los testamentos de eclesiás-ticos mencionen alguna disposición en lo tocante a que sean pagadas sus deudas. Deudas que llega-ban a ser de cierta entidad y que agotaban la posibilidad de encargar unos sufragios plausibles.

Una de las particularidades del testamento en su vertiente religiosa fueron los legados piadososque se englobaron bajo la genérica denominación de limosna. Ésta llegó a alcanzar un valor sustitu-tivo capaz de condonar las obligaciones morales incumplidas así como las irregularidades cometi-das durante la estancia en la tierra. No sólo se consideraba limosna la asignación hecha a favor delos pobres sino que las donaciones efectuadas a la Iglesia a través del encargo de misas adquirieronun alto valor de cara a la reconciliación del alma del sujeto y como descargo de su conciencia. Enlos testamentos de los clérigos turolenses no son muy abundantes los reconocimientos explícitosde las faltas cometidas, las cuales se pretendían exonerar con algún tipo de mandas pías. El racio-nero Juan de San Miguel, fallecido en 1684, mostraba su escrupulosidad de conciencia reconocien-do: “y para el descargo de mi conciencia dexó se celebren quinze missas de dos sueldos de caridadpor algunas faltas que pude haver tenido en el cumplimiento de mis obligaciones”21. Más conscien-te de sus omisiones fue Matías Casas, fallecido en 1616, que dejó “cien misas rezadas en descargode las que avía dexado de decir de las capellanías y otras que avía dicho por devotos y durante sunovena se le dixeran las misas que les parecieren a sus ejecutores de su testamento”22. Por lo gene-ral se advierte un pudoroso silencio sobre estos aspectos y resulta más común la donación de cier-tas cantidades a la iglesia de residencia manteniendo en secreto el motivo de tales limosnas.

Aunque hubo algunos clérigos patrimoniales que dejaron limosnas a los pobres vergonzantesde sus parroquias, esta práctica fue más habitual entre el alto clero catedralicio, debido a que susmiembros dispusieron de mayores recursos económicos23. En este aspecto, el personal eclesiástico

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20 La muerte repentina del vicario del Salvador, el doctor Melchor Castillo, ocurrida en 1695, motivó la interven-ción del obispo Jerónimo de Zolivera para solucionar las demandas de sus familiares. A.P.S.S., Lib. Reg.(Salvador), vol. II, fols. 307r-307v.

21 A.P.S.S., Lib. Reg. (San Martín), vol. II, fol. 246.

22 A.P.S.A., Lib. Reg. (San Juan), vol. II, fol. 200v.

23 A.P.S.S., Lib. Reg. (Catedral), vol. III, fol. 14r.

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mantuvo un comportamiento idéntico al del resto de la sociedad: las donaciones y legados a lospobres adquirieron, por lo general, un carácter formal y subsidiario dentro del contexto de las dis-posiciones testamentarias, suponiendo más una postura de claro interés de cara a la adquisición deobras meritorias encaminadas a la salvación personal que un deseo de ver mejoradas verdadera-mente las expectativas de estos necesitados24.

LA DISTINCIÓN ANTE LA MUERTE. LA MORTAJA

Los religiosos y eclesiásticos se amortajarán con las vestiduras distintivas de su estado. Los pri-meros con los hábitos propios de la orden a la que habían pertenecido y los miembros del clerosecular con la vestidura talar, la sotana negra, “el hábito de San Pedro”. Los franciscanos, una vezproducido el deceso, eran amortajados por el hermano enfermero con hábito, cuerda y pañosmenores, llevando los pies descalzos en señal de pobreza y humildad. Antonio Castro, en su cere-monial para los religiosos de San Agustín, describe con minuciosidad el amortajamiento de estosreligiosos, “Primero le pondrán una túnica, enzima de ella un escapulario, luego un hábito negro ycorrea, todo limpio; y le pondrán medias y zapatos; las manos cruzados unos dedos con otros y enellas le pondrán una cruz pequeña de madera” (CASTRO, 1701: 641). Los presbíteros se enterrabanrevestidos de los ornamentos sacerdotales con los cuales celebraban la misa: alba, amito, estola,manípulo y casulla. Estas vestiduras eran proporcionadas por las distintas iglesias que las guarda-ban en depósito para tales ocasiones. Eran ornamentos viejos y tan maltratados por el uso quehabían sido desechados en las celebraciones diarias. Esta costumbre también se usó en el amortaja-miento de los obispos, cuya primera mortaja consistía en una vestidura de celebración vieja y des-gastada que después era cubierta con los ornamentos pontificales, esta vez más ricos y lujosos(GARCÍA FERNÁNDEZ, 1996: 135). En la visita que hace el canónigo Felipe Royo, en 1614, a la iglesiapatrimonial de San Martín, ante el estado lamentable de algunas ropas litúrgicas, dispone que estassean retiradas y sirvan como mortajas para los racioneros que fallezcan25. Parece ser que la inmensamayoría de los racioneros turolenses se enterraron así, dejando sus hábitos corales como parte delpatrimonio que legaban en sus herencias, tal y como lo demuestra el inventario post mortem delvicario de la iglesia de Santiago Juan Villaspesa, muerto en 161526.

De manera general, los clérigos turolenses no hacen mención alguna sobre el tipo de mortajacon la que serán inhumados, y no es de extrañar porque ésta era proporcionada de forma gratuitapor las iglesias en las cuales habían servido. Con el fin de poder satisfacer esta demanda de morta-

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24 Esta misma apreciación es señalada para las cárceles malagueñas, REDER GADOW, 1986: 193.

25 A.P.S.S., Lib. Reg. (San Martín), vol. 2, fol. 111, Visita 15-10-1614.

26 A.P.S.S., Papeles del vicario Villaspesa. Del mismo modo, el racionero Pedro Sevilla, muerto en 1638, deja en sutestamento a su sobrino mosén Juan Magana “el hábito de choro, un manteo y sotana, el mejor que se hallaremío”. A.P.S.S., Legajo I, Testamento de Pedro Sevilla, 14-07-1636.

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jas, se usaba un sistema de donaciones o legados que implicaba la sustitución y renovación del ves-tuario de las celebraciones. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los racioneros poseían orna-mentos de su propiedad y estos eran cambiados por otros de inferior categoría. Cuando fallece elracionero Juan Benedicto de la Montona, en 1624, dejando heredera a la fábrica de la iglesia de SanMiguel, lega en usufructo a su sobrino, el también racionero Miguel Benedicto, entre otras cosas,los ornamentos que tenía en su cajero: cuatro casullas, cuatro cubrecálices y cuatro bolsas de corpo-rales. La iglesia no vendió los ornamentos sino que se reservó el derecho que sobre ellos tenía obli-gando al sobrino a mantenerlos en depósito para cambiarlos por mortajas27. El hecho de intercam-biar vestiduras sacerdotales por otras más usadas resulta una práctica común en la mayoría de laszonas geográficas28 y perdurará largamente en el tiempo (VEGA Y DE LUQUE, 1972: 185).

No todos los eclesiásticos se amortajaron revestidos con los hábitos con los que habitualmentecelebraban misa. Aquellos clérigos forasteros a quienes la muerte les sorprendía fuera de sus parro-quias debían conformarse con un alba, cuyo importe tenía que ser abonado a la iglesia donde eransepultados29. Los ordenados de menores también iban cubiertos a la tumba solamente con un alba.No poseemos datos sobre las mortajas que llevaron los canónigos y prebendados, pero a juzgar porsu inclinación a confirmar su categoría social no dejarían de ser un fiel reflejo de la ostentación ydignidad que les conferían los vistosos ropajes que usaban en los oficios corales30. En 1645, el cabil-do catedralicio solicitó del nuncio de la Santa Sede la facultad de usar en el traje coral roquete conmangas y pieles de armiño, aduciendo que esta indumentaria era usada por los canónigos de lacatedral metropolitana de Zaragoza y en Teruel se había seguido usando el mismo traje coral desdela desmembración del obispado (TOMÁS LAGUÍA, 1953: 315). Con toda seguridad la riqueza deestas mortajas debió dar lugar a que se produjera más de un acto de pillaje dentro de las criptasdonde se enterraban los capitulares31.

Durante la época objeto de nuestro estudio no se ha detectado el empleo de doble mortaja en elclero secular. Esta misma apreciación es constatada para el caso de Huelva (LARA RÓDENAS, 2001:98), sin embargo, González Lopo afirma que el clero compostelano inicia esta costumbre a mediados

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27 A.P.L.M., Libro de Memorias de la iglesia de San Miguel, fols. 438r-438v.

28 Por ejemplo, los párrocos zamoranos solicitaban ornamentos viejos y a cambio cedían otros nuevos a su iglesia.LORENZO PINAR, 1991: 176. En Huelva, los clérigos solían entregar roquetes y otras prendas a cambio del ves-tuario para enterrarse, LARA RÓDENAS, 2001: 97. En Málaga a los clérigos seculares se les amortajaba según elgrado y orden que tuviesen. C.S. de Málaga (1671), lib. 3, tit. 10, p. 474.

29 Es el caso del presbítero Jaime Pascual, de la orden de Montesa, muerto en 1688. A.P.S.S., Lib. Reg. (Catedral),vol. 3, fol. 69 v.

30 LORENZO PINAR, 1991: 176. Los clérigos catedralicios zamoranos se enterraban con las vestiduras sacerdotales,el bonete y la capa de coro.

31 PEÑAFIEL RAMÓN, 1987: 78-79. Este autor señala quejas sobre la desaparición de ornamentos y vestidurassagradas de algunos clérigos capitulares con motivo de haberse abierto el carnero donde estaban sepultados.

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del siglo XVII, al principio de manera muy tímida, para pasar, un siglo después, a unos porcentajesrealmente importantes32. Sobre este aspecto, resulta extremadamente difícil detectar si algún ecle-siástico turolense llegó a llevar bajo su mortaja habitual algún tipo de sudario diferente. El mismoanonimato que suponía su ocultación no permite establecer siquiera una posible aproximación.

ESPERANDO LA RESURRECCIÓN

Una vez producido el óbito, el cuerpo inerte del difunto seguía teniendo un importante valorrepresentativo. Pasado el último trance vital de la agonía, una nueva etapa de actuación se encargabade prolongar, de alguna manera, las características fundamentales del finado, manteniendo la posi-ción que había ocupado en este mundo. El amortajamiento, la disposición del fallecido y su posteriorexhibición pública no hacían sino confirmar este extremo. Se manifestaba así, junto con el alto valoraleccionador del cadáver, su pertenencia a un grupo social determinado. El sentido igualatorio de lamuerte no dejaba de ser una construcción esencialmente destinada a la conformación moral de lasgentes, cuya raíz habría que buscarla en el viejo tópico medieval de las danzas macabras. Los hom-bres y mujeres de la época, salvo una minoría que renunciaron voluntariamente a la ostentación bus-cando en unas honras sencillas la mejor forma de alcanzar la gloria, no se resignaron a sumirse en elolvido sin dejar constancia del papel que habían desempeñado en el mundo de los vivos. Y una delas maneras de ser recordados era la ubicación de su última morada. Todos aquellos cuyas condicio-nes económicas se lo permitieron buscaron en su sepultura la diferenciación, tanto espiritual comosocial. La elección del sitio donde se quería ser enterrado no era una cuestión baladí. El interior delos templos fue uno de los lugares más disputados, debido a la extendida creencia de que allí esta-ban los cadáveres a salvo de las asechanzas del demonio que podía malignizarlos33, pero también asus condiciones taumatúrgicas capaces de santificar los pecados. La cercanía de los santos interceso-res, el sacrificio diario de la misa y las plegarias por el alma de los difuntos eran considerados comoelementos importantísimos para la remisión de las penas del Purgatorio. De esta manera, las iglesiasse transformaron en enormes depósitos de cadáveres, donde los cuerpos de los difuntos esperabanla resurrección mientras recibían los sufragios y memorias de los vivos.

Por supuesto que los hombres de iglesia no fueron ajenos a estos pensamientos y consideraronque soterrarse en el interior del templo conllevaba todas las ventajas anteriormente mencionadas.Ellos siempre estuvieron libres de la incertidumbre que atenazaba a gran parte de las clases humil-des, que veían casi imposible alcanzar un lugar para sepultarse dentro de la iglesia debido a losimportantes derechos que había que abonar para conseguirlo. Los clérigos turolenses estuvieron

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32 Entre 1651 y 1660, el 11,11% del bajo y medio clero pide llevar un hábito religioso debajo de sus vestiduraseclesiásticas. Un siglo después, lo demandará el 41,18% y se implantará esta práctica en el clero catedralicio conun 16,67%. GONZÁLEZ LOPO, 1990: 281; LÓPEZ LÓPEZ, 1987: 14. En la segunda mitad del siglo XVIII, el 57% delos clérigos de Oviedo lleva el hábito franciscano.

33 Para esta cuestión véase NOLA, 2006: 273-298.

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exentos de pagar cualquier cantidad por razón de sepultura y, por muy escasos que fueran susrecursos económicos, tenían asegurado un lugar dentro de los muros del templo34.

Una buena parte del clero patrimonial eligió para su último reposo la tumba de sus padres o lade sus parientes más cercanos. Frecuentemente, ellos mismos habían dispuesto con anterioridad ellugar donde debían ser sepultados sus progenitores, los cuales en muchos casos habían dejado estadecisión en manos de sus hijos. Mantener los lazos familiares incluso después de la muerte fue unade las constantes prioritarias dentro de las mentalidades de la época. Todas estas consideracionesestaban reforzadas por las celebraciones de sufragios y memorias de misas que colectivamente eranaplicadas por la salvación de los miembros que yacían bajo las mismas losas. Frente a este sentidode cohesión familiar que inclinó a muchos eclesiásticos a buscar el descanso eterno junto a lossuyos, estaban los enterramientos privativos destinados específicamente a albergar los cuerpos delclero capitular. Dos aspectos complementarios influyeron en la creación de estos espacios sepulcra-les: por una parte la extraordinaria competitividad que se estableció a la hora de buscar el lugarmás favorable para recibir los beneficios espirituales que proporcionaban los recintos sagrados, ypor otra los principios ideológicos de la Contrarreforma, entre los cuales se encontraba la dignifica-ción del sacerdocio. Esta dignificación pasaba, como anteriormente se ha apuntado, por su separa-ción del resto de la sociedad, estableciendo unos rasgos jerárquicos diferenciales entre los laicos ylos eclesiásticos que en sus últimos extremos podían llegar más allá de la muerte. La segregación delos cadáveres de los hombres de iglesia a lugares exclusivos suponía la perpetuación de esta distin-ción física y espiritual que se pretendía conseguir.

En la catedral de Teruel existía una bóveda destinada a servir de sepultura a sus miembros másrelevantes: dignidades y canónigos. Esta cripta estuvo situada delante de la puerta del coro tal y comolo confirman los testamentos de varios canónigos, cuando señalan con todo detalle el lugar dondequieren ser inhumados: “en el carnero que hay delante del coro” dice el canónigo Francisco Morón,“delante de la puerta del coro” pide el deán Antonio Alberto Brejo. Posiblemente debido a su satura-ción, el cabildo concertó construir otro bajo el presbiterio con mayor capacidad. El acuerdo se tomóen 1632, pero hasta 1645 no quedó terminado (TOMÁS LAGUÍA, 1953: 18). Se considera que el prime-ro que lo inauguró fue el obispo Domingo Abad y Huerta, fallecido en 1645, si bien a este respecto nohay una certeza absoluta35. A partir de la muerte del arcipreste Pablo Durán, fallecido en 1647, quepide ser enterrado “en el carnero que han edificado los señores canónigos”, la mayoría de las dignida-des y canónigos serán sepultados en este nuevo entierro, aunque algunos, impulsados tal vez por razo-nes espirituales o por el deseo más inconfesable de distinción personal, solicitaran otros lugares36.

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34 C.S. de Teruel (1588), tit. XXVI, const. III, p. 207.

35 POLO RUBIO, 2005: 166. Sin embargo, en el acta de su defunción consta que fue enterrado en el presbiterio amano derecha del evangelio. A.P.S.S., Lib. Reg. (Catedral), vol. III, fol. 25v.

36 A.P.S.S., Lib. Reg. (Catedral), vol. III, fol. 27r.

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Los interiores de las iglesias manifestaban en sus sepulturas el escrupuloso orden jerárquicoque reinaba en la sociedad exterior. Particularmente los templos catedralicios eran ejemplos signifi-cativos de un verdadero microcosmos, en el que cada individuo tenía su papel asignado según surango de dignidad y su nivel de renta. El bajo clero catedralicio, integrado por beneficiados, racio-neros y capellanes, se sepultaba en otro espacio diferente: en el llamado vaxo o bajo de los benefi-ciados y racioneros que se hallaba situado junto al púlpito de la epístola.

En el resto de las iglesias de la ciudad esta conducta estuvo mucho más difuminada; sin embar-go, varias parroquias poseían desde antiguo enterramientos destinados exclusivamente a sus cléri-gos patrimoniales. La parroquia de San Andrés tenía un carnero en la capilla de San Laurencio quesirvió de sepultura a la mayoría de sus racioneros a lo largo de todo el siglo XVII37. Otros templossiguieron su ejemplo. La iglesia del Salvador construyó una bóveda destinada a albergar los cuerposde sus clérigos en 1683. En 1685, los racioneros de la iglesia de San Miguel decidieron tomar lacapilla de la Virgen para enterramiento propio38. Conforme fue avanzando el siglo, cada vez se hizomás patente el corporativismo clerical a la hora de sepultarse, manteniéndose esta costumbre hastabien entrado el siglo XIX39.

Algunos miembros del clero fundaron capillas destinadas a albergar sus cuerpos y los de susfamiliares. Estas fundaciones resultaban extremadamente costosas y solamente aquellos que goza-ban de una economía privilegiada podían permitírselo40. Varios tratadistas de la época reprobaronel sentido exclusivista de estos enterramientos y el excesivo lujo de algunas capillas sepulcrales,clamando contra la vanidad de poseer una sepultura propia que estaba destinada más que a alber-gar los restos del finado a recordar las vanaglorias mundanas (VENEGAS, 1628: 224-225). Sinembargo, no faltaron entre los miembros del estamento eclesiástico turolense los gestos de senci-llez al disponer el lugar de su sepultura. El canónigo y racionero Marín Gamir, muerto en 1614, apesar de tener derecho a ser enterrado en su capilla familiar de la catedral, ordena ser sepultado enel Hospital General, dejando toda su hacienda para obras pías41. Del mismo modo, Domingo Artoz,racionero de la catedral, suplica que su cuerpo sea enterrado delante de la capilla de los pobres42. La

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37 A.P.S.A., Lib. Reg. (San Andrés), vol. II, fol. 300v. De los cuarenta y seis racioneros fallecidos en esta iglesiadurante el siglo, veintinueve serán sepultados en ella.

38 A.P.L.M., Libro de Memorias (San Miguel), fol. 443r.

39 GARCÍA FERNÁNDEZ, 1996: 228. En la ciudad de Teruel, tras la creación del cementerio municipal, el clero patri-monial y catedralicio ha seguido, hasta tiempos muy recientes, la costumbre de sepultarse en lugares reserva-dos exclusivamente para sus miembros.

40 Sirva como ejemplo la fastuosa capilla que mandó construir el vicario de la iglesia del Salvador, José Torán deGuernica, en 1682, SEBASTIÁN LÓPEZ y SOLAZ, 1969: 156-157. En esta capilla, llamada de la Virgen de laMisericordia, se enterró a su muerte ocurrida en 1685 “en un nicho que allí tenía fabricado”. A.P.S.S., Lib. reg.(Salvador), vol. II, fol. 302r.

41 A.P.S.S., Lib. reg. (San Martín), vol. II, fol. 110v.

42 A.P.S.S., Lib. reg. (Catedral), vol. III, fol. 6v.

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inhumación junto a los más pobres suponía una acción meritoria en orden a la salvación personal.Reposar al lado de los que nunca habían tenido nada, de los desheredados por la fortuna, compor-taba el hecho de asimilarse a aquellos que pasarían directamente a la gloria tal y como estaba pro-nosticado en los evangelios. Por ello resultaba muy edificante el gesto de situarse junto a los mise-rables para compartir con ellos la resurrección (ARIÈS, 1999: 51). El afán por mostrar después de lamuerte una humildad que en muchas ocasiones había sido cuestionada en vida hizo que algunosespecificaran el lugar exacto de su sepultura, la cual debía de ser pisada constantemente en pruebade modestia y sumisión. Quizás por un efecto imitativo los racioneros de la iglesia de San Miguelfueron los más proclives a solicitar como sepultura los lugares más transitados del templo. El racio-nero Juan Benedicto, muerto en 1624, solicita ser enterrado junto a la pila del agua bendita; VicenteBarrachina, fallecido en 1652, pide “ser sepultado bajo la cuerda de la campanica que se toca en lasmisas rezadas”; en ese mismo año el subdiácono Tomás Pérez “quiso ser enterrado junto a la puertabaja, en el rincón de mano derecha”; el racionero Andrés Dobón, muerto en 1671, “junto a la pila dela puerta de arriba” al igual que José López, muerto en 1691, también ordena que lo sepulten debajode la pila del agua bendita43. Como los laicos, muy pocos eclesiásticos se desentendieron a la hora deestipular el lugar donde debían reposar sus restos. En unos casos fue determinante el sentido de launidad familiar, en otros primó la adhesión a un comportamiento corporativista o de clase, y en lamayoría, la firme creencia en que la ansiada resurrección de la carne debía de ser aguardada en aque-llos lugares del templo más ventajosos para aparecer impolutos a los ojos de la divinidad.

CONCLUSIONES

Las líneas anteriores no hacen sino confirmar que el comportamiento de los clérigos turolensesante la muerte en poco se diferenció del resto de la sociedad que les rodeaba. Sus modelos de con-ducta, las elaboraciones mentales e intelectuales y los sentimientos individuales de este colectivofueron semejantes al común de los laicos. Y aunque no hay que ser tan ingenuo como para confiaren la transparencia de la documentación manejada, lo cierto es que parece irrefutable la adhesión aun modelo largamente elaborado que culminará en el discurso barroco sobre la muerte. Los gestosde estos sujetos encarados hacia su último destino nos han desvelado algo que por más de parecerobvio tiene un alto valor explicativo: víctimas de su propio modelo escatológico y de las conforma-ciones sociales que este modelo produjo, el personal eclesiástico se vio atrapado en los mismos for-mulismos y tensiones que el resto de la sociedad.

Resulta indiscutible que el discurso sobre la muerte en la Edad Moderna se apoyó en unasbases destinadas a la estructuración social, jerarquizando fuertemente las relaciones entre los dife-rentes colectivos. Pero, paradójicamente, esta ordenación afectó también a las distintas capas ecle-siales. Ni todos los clérigos vivieron igual, ni todos murieron de la misma forma. Una vez más, el

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43 A.P.L.M., Lib. Reg. (San Miguel), vol. III, fols. 26r, 64v, 67v, 84v y 109r (respectivamente).

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sentido igualatorio de la muerte fue subvertido reproduciendo las tramas socioeconómicas y deprestigio que reinaban en el mundo terrenal. Así hemos visto morir a clérigos en la más absolutamiseria al lado de otros que exhibieron en sus funerales la desmesura y el recargamiento formal, alobjeto de sancionar la posición que habían ocupado en vida.

Por último, hay que señalar su enconada resistencia a ser separados del núcleo de la sociedad. Apesar de los reiterados esfuerzos de las autoridades eclesiásticas, encaminados a hacer de este colec-tivo un compartimento estanco, el propio carácter patrimonialista del clero turolense dio lugar almantenimiento y afianzamiento de las relaciones domésticas y familiares. El fallecimiento supuso,en incontables casos, la continuación y confirmación de este complejo mundo de relaciones.Asombrados ante los horrores de una muerte que ellos mismos administraban, estos individuos quereflejaron una tremenda humanidad capaz de encarnar todos los excesos de las vanitas, todas lasrapacidades de los tan denostados mercaderes y todas las intransigencias de la Contrarreforma, seconmovieron, al igual que sus contemporáneos, ante el ineluctable destino de la existencia humana.

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Francisco Javier Lázaro Sebastián**

RESUMEN

La relación del fotógrafo José Antonio Duce (Zaragoza, 1933) con la Comunidad Autónoma aragonesa esuno de sus rasgos principales, y lo comprobamos atendiendo, entre otras cosas, a sus trabajos sobre la provin-cia de Teruel. Fruto de esta experiencia es una obra que oscila entre los géneros y temática clásicos (paisaje,arquitectura) y los planteamientos renovados a través de la adopción del reportaje, destacando especialmentelas series sobre la Semana Santa. Por otra parte, también hemos de comprender su obra cinematográfica, en for-mato de cortometraje y género documental, en la línea de los productos promocionales salidos del organismoNO-DO, en boga con el ascenso del turismo nacional.

Palabras clave: reportaje, Semana Santa, documental, turismo.

ABSTRACT

Teruel in the photographic and movie works of José Antonio Duce.

The José Antonio Duce´s (Zaragoza, 1933) connection with Aragonese region is one of the main charactersin his career, and we prove keeping in mind his work about Teruel. It is demonstrated by a work that oscillates

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* Este trabajo ha contado con una ayuda del Instituto de Estudios Turolenses concedida en 2005.

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between classical themes and genres (Landscape, Architecture, etc.) and new approaches like photographicreport, specially when he deals with Easter. In the other side, we have to talk about his movie works, shortand documentary films, very near of promotional products by NO-DO, connected with the increasing ofTourism in Spain as phenomenon.

Key words: photographic report, Easter, documentary, tourism.

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El trabajo de José Antonio Duce localizado en la provincia de Teruel presenta unos rasgos encomún y otros diferenciados con respecto del resto de su obra coetánea.

En primer lugar, como punto de partida, cabe decir que se divide en las dos manifestacionescontemporáneas que se ocupan de la imagen, tanto en su vertiente estática, la fotografía, como enmovimiento, el cine. Dicha circunstancia caracteriza casi toda la década de los sesenta, período enel que nuestro autor alcanza una definición integral y diferenciada como autor personal en el pano-rama nacional. Afronta en ambas disciplinas por esos años un paulatino proceso de profesionaliza-ción. Así, podemos inferir que los sesenta son los de mayor actividad creativa en la trayectoriaartística de Duce por cuanto diversificada.

FOTOGRAFÍA

Su trayectoria artística arranca en la década de los cincuenta, en el momento en que Duce sehace miembro de la Sociedad Fotográfica de Zaragoza (1953). Como neófito, adopta una posición deaprendiz, siguiendo los postulados estilísticos del tardopictorialismo en boga, a través de la obra deautores como Manuel Serrano Sancho, secretario de la entidad y verdadero “hombre fuerte”,Sebastián Gómez Cortés y, especialmente, Joaquín Gil Marraco, otro de los nombres clave de lasociedad zaragozana en esta época. Precisamente, al abrigo de su magisterio, las primeras fotogra-fías de Duce redundan en la sobrevaloración de los criterios compositivos y lumínicos, siendo laaplicación de la perspectiva clásica, en profundidad y con un punto de fuga como referencia orde-nadora del encuadre, que se solía desplegar en combinación con un suave contraluz, los aspectosque más desarrolla nuestro autor en estas fechas.

En cuanto a los temas, dominan las vistas urbanas, en algunos casos, dentro de la línea del repor-taje, con abundantes tomas de las calles del casco histórico zaragozano, si bien es cierto que sin lasconnotaciones sociales que ponen en práctica fotógrafos madrileños (los integrantes de la denomina-da Escuela de Madrid –Ramón Masats, Leonardo Cantero, Francisco Gómez, Gabriel Cualladó,Francisco Ontañón, Gerardo Vielba, Juan Dolcet o Fernando Gordillo–), barceloneses (que cristalizaprincipalmente en los primeros sesenta: Xavier Miserachs, Joan Colom, etc.) y los almerienses deAFAL (Agrupación Fotográfica Almeriense: Carlos Pérez Siquier y José María Artero). Por el contrario,sí que asumen una cualidad de documento de una época, de un modo de vida, si bien es cierto que el

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componente arquitectónico –y urbanístico–, es decir, el medio urbano, más como espacio físico quecomprende al hombre que como contexto de relaciones humanas, prima más en la obra de Duce (algoque se convertirá una constante a lo largo de su carrera, llegando a ser uno de los fotógrafos que másy mejor ha fotografiado Zaragoza), con lo que se aleja, de alguna manera, de las propuestas de losanteriores, donde, si algo destaca sobre todas las cosas, son las personas anónimas que se mueven–reaccionan– de forma (más o menos) natural dentro del encuadre. En ello hemos de ver la influenciade los fotógrafos estadounidenses William Klein y Robert Frank, Eugene Smith (autor del impactantey trascendente trabajo titulado «Spanish Village. Ancient poverty and Faith» –Pueblo español. Fe ypobreza antiguas–, publicado en la revista Life, en 1951, sobre la vida en un pueblo extremeño); sinperder de vista los ecos de la magna exposición The Family of Man, organizada a instancias deEugene Smith en el MoMA de Nueva York, en 1955, donde, como pone de manifiesto IgnacioBarceló, director de la revista Arte Fotográfico en esa época, se trataba de “demostrar en imágenes lomás exactas, reales y artísticas posible la vida del hombre actual en el mundo de hoy…”1.

Igualmente, también se ocupa del retrato, para el que adopta las últimas tendencias que vienenmarcadas de Estados Unidos, a partir de la aplicación de los logros en la introspección psicológicaque Richard Avedon o Irving Penn, entre otros, habían desarrollado en sus retratos de personajesfamosos, principalmente, del mundo del cine, de la literatura o de la política.

En cuanto a la obra fotográfica de José Antonio Duce centrada en la provincia de Teruel, debe-mos partir de que abarca un amplio laxo temporal: desde mediados de los sesenta hasta estos prime-ros años del nuevo milenio. Del mismo modo, se ocupa de temas variados, con lo que la técnicavaría en consecuencia. Así, hemos de hablar de fotografía de reportaje, con instantáneas de algunaslocalidades de la comarca del Maestrazgo, donde refleja la vida cotidiana de sus habitantes en varia-das situaciones, ya sea relacionadas con el trabajo diario o con el descanso. Sobre este aspecto, esclave la influencia de Ricardo Compairé o Eduardo Cativiela, acreedores de abundantes series sobrelas costumbres y modos de vida de los altoaragoneses, que comienzan a datarse a principios delsiglo XX, llegando a definir conceptual y prácticamente el género denominado de “tipos” locales,donde la vestimenta desempeña un papel fundamental en este estudio antropológico desde el ámbi-to fotográfico (que se corresponde coetáneamente con los trabajos emanados del campo de la etno-grafía) en conjunción con las distintas actitudes de sus protagonistas. De modo que podemos hablar,en el caso de Duce, de una especie de neocostumbrismo porque, al igual que Cativiela o Compairé,nos muestra a los habitantes de las comarcas turolenses en sus quehaceres habituales a través deuna composición y encuadre semilargos.

Por otro lado, tenemos el amplio conjunto dedicado a la Semana Santa del Bajo Aragón, algu-nas de cuyas imágenes, a principios de los setenta, le granjearon varios premios fotográficos de

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1 Ignacio BARCELÓ, «La familia del hombre europeo», Arte Fotográfico, 94, 1959, p. 793. Artículo que se centraen el émulo europeo a finales de la década de los cincuenta.

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alcance internacional, siendo premiado consecutivamente en 1972 y 1973, en el Photo Interna-tional Contest de Tokio. Asimismo, a raíz de este galardón pudieron verse sus fotografías en laprestigiosa exposición Photokina de Colonia. Su obra se enmarca en un contexto de progresivarevalorización de esta celebración, teniendo en el Cuadro Artístico Semana-santista de Híjar, conMariano Laborda a la cabeza, uno de sus principales valedores desde los años sesenta. Así, sabe-mos que desde fechas tempranas algunos fotógrafos se mostraron interesados en esta manifesta-ción cultural: desde los reportajes del reportero Mora para la publicación periódica Aragón.Revista gráfica de cultura aragonesa, dependiente del SIPA (Sindicato de Iniciativa y Propagandade Aragón), de acuerdo a una intención culturalista asociada a su ideología regionalista, que vapareja a la búsqueda que animaba coetáneamente a algunos fotógrafos del Centro Excursionistade Cataluña2, y algunos casos más fuera de la provincia turolense, como el de Agustín SanmiguelMateo en Calatayud, etc. Pero se trata de ejemplos aislados que no dan la medida de la populariza-ción que va a ser característica de los años sesenta, y más aún en los setenta, que va en paralelo, a suvez, del incremento en el número de aficionados a la fotografía en busca de temas interesantes3. Aello finalmente se une la consagración del reportaje como fórmula estilística y conceptual que supo-ne una alternativa en el campo de la expresión a las largas décadas de dominio del pictorialismo.

Por su parte, José Antonio Duce inicia su fructífera relación con esta temática a mediados de lossesenta, de manera que no la va a dejar en los decenios posteriores. Como hace con el resto degéneros que practica, pone en marcha en cada momento las aplicaciones técnicas más novedosas,siendo, desde mediados de los noventa, el procedimiento digital un vehículo con el que logra nue-vos resultados plásticos, creando una suerte de atmósfera irreal, deformada y colorista, altamentesimbólica.

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2 Como ilustran estas palabras: “...Aquella gente que es admirable por su buena fe al pasearse tocando el tamborcon una gravedad nada fingida. Hay personas respetables, que llevan delante a su hijo pequeño, y los dos dedi-cados al mismo quehacer; otros, tal como hemos dicho antes, van en grupos o formando corros, y tocan al uní-sono sin discrepar, para lo cual acostumbran a ensayar mucho tiempo antes. Grandes y chicos, pobres y ricos,todos visten igual: una túnica de satén de color azul claro y la cabeza cubierta por un capuchón de la mismaropa y color; del capuchón se desprende un largo apéndice plisado acabado en punta, les cae por detrás de laespalda llegando hasta los pies. La diferencia de estamentos sólo se observa en la calidad de la ropa y en lamayor o menor riqueza del instrumento, de construcción local en su mayoría, hay muchos que son foráneos y,también, algunos del extranjero. Se da el caso de que cuando ha habido un buen año en el país, repercute elhecho en el mayor esplendor de las procesiones y en la riqueza de las túnicas y los tambores”. J. ROIG I FONT,«Alcanyç i les seves processions de Setmana Santa», Butlletí del Centre Excursionista de Catalunya, vol. XLII,442, 1932, pp. 83-87. Citado por VV.AA., La Semana Santa del Bajo Aragón. Antología, Teruel, Centro deEstudios Bajoaragoneses, 1984, p. 112.

3 El aficionado “volvió la cara de nuevo a los pueblos a reconocer sus ‘exóticos locales’; cargados con sus Leica ymontados en sus Dauphines huían de las aburridísimas Semanas Santas de sus ciudades...”. En A. LASALAMESEGUER, Tambores confusos. Una visión antropológica de la Semana Santa de Híjar, Teruel, Instituto deEstudios Turolenses y Centro de Estudios Bajoaragoneses, 1999, pp. 166-167.

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En esos primeros años, se interesa principalmente por las localidades de Híjar y Calanda, y des-pliega un depurado blanco y negro, de acuerdo a las características de los tiempos, aunque tambiénencontramos algunos ejemplos en color, ya en los setenta.

Desde el punto de vista expresivo, es capaz de contener la doble dimensión que adquiere laSemana Santa como celebración: en primer lugar, la estrictamente íntima, personal, cifrada en latradición, a medio camino entre la devoción religiosa y en el extraño sentimiento profano queembriaga a muchos de sus integrantes4, donde el individuo aislado es el protagonista; y, en segun-do lugar, la vertiente más colectiva, si se quiere más pública y conocida, en que el grupo (en ocasio-nes la “cuadrilla”) preside la composición.

En otro orden de cosas, también hay que hablar de las series centradas en la arquitectura,monumental, es decir, tomas principalmente de las iglesias y otros edificios señeros de las distintaslocalidades, e igualmente algunas muestras de la arquitectura popular. En este segmento se mues-tra, tanto desde el punto de vista temático como formal, deudor de los autores clásicos, algunos deellos auténticos pioneros de la fotografía aragonesa, y que hemos dado en calificar “historiadores”(que, en otros casos, cuando se ocupan del reportaje, son “etnógrafos”): José Galiay, Juan Mora Insa,autores de sendos ficheros de arte aragonés en los años veinte y treinta del siglo XX, y en posterio-res décadas debemos atender al magisterio constante de Joaquín Gil Marraco, por sus conjuntossobre la arquitectura del Serrablo oscense, que el propio Duce emulará de forma recurrente a finalesde los sesenta. Son evidentes las relaciones formales entre estas series y el trabajo realizado enTeruel, como ilustran bien las fotos obtenidas de la colegiata de Valderrobres: haciendo un usocombinado, pictorialista, del paisaje y la arquitectura, a partir de un encuadre escrupulosamenteenmarcado (1967), como en la toma de detalle, centrada en las arquivoltas sucesivas de la portada(1970), en lo que subyace una inherente valoración de las cualidades geométricas de estos elemen-tos arquitectónicos. Este interés se manifiesta igualmente, como hemos apuntado, en algunas ins-tantáneas de las iglesias del Serrablo, principalmente en las de los ábsides o en las propias portadasde dichos edificios. Resulta innegable la vinculación con la obra de los anteriores fotógrafos que,con otros medios, presentan similares planteamientos de partida, en el sentido de llevar a cabo una

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4 Que está presente en declaraciones –como ésta– que intentan explicar el hecho de ser partícipe en la SemanaSanta bajoaragonesa: “Oír el ruido, el mío, el del otro, el de todos, tiene el atractivo del ser bien hecho que robamiradas y el corazón. Tocar tú, ver y oír tocar hace hervir la sangre; es el previo pavoneo de la ostentación, es elhalago gratificador de lo que hacen por ti, es la unión imposible, la tuya con todos y la de todos contigo.Tocamos con ocasión de la Semana Santa, pero no porque la Iglesia nos lo mande; aún más, tocamos a pesar deella. Son casi todos los curas de nuestros pueblos que ven los tambores como una fantochada, que se los carga-rían si pudiesen. Y la verdad es que no pueden acallar con ironías, intentonas de imposición o, en el mejor delos casos, con razones, el sentimiento, la identidad de una comarca. [...] Tocamos lo que queremos, como quere-mos, cuando queremos. Tocamos a nuestro son. Nadie, esta vez, nos impone nada, ni lo admitiríamos. No haymás ley que la nuestra, la del ruido, voz de un pueblo, bronca y ronca, intensa como el vivir. Nadie puede rom-per esta sensación libertaria”. Carta de V. VALENCIA, publicada en Andalán, 213, 1979, pp. 46-47.

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aproximación positivista y esencialmente objetiva a la obra de arte, en la que, a priori, el factor deaportación personal en la obtención de la toma, es decir, el concepto de artisticidad, queda excluidopor el de un técnico virtuoso que realiza un trabajo efectivo.

También resulta interesante su obra centrada en la arquitectura popular, de manera que desa-rrolla una pauta parecida que lo aleja del motivo fotografiado, en una línea pareja al denominadoreportaje neocostumbrista, aunque en otros casos nos ofrece una dimensión más íntima y descono-cida a través de encuadres inéditos, conscientemente heterodoxos.

Finalmente, cabe decir que también cultiva el paisaje, aunque no haya sido uno de los temaspredilectos a lo largo de su trayectoria. Se muestra como un buen seguidor de composiciones carac-terísticas de la fotografía “de postal” en color (editoras como DARVI, Sicilia, Victoria, etc., que ini-cian su andadura en la década de los cincuenta), en que se busca lograr una imagen de gran belleza,valiéndose de los distintos recursos técnicos (encuadre, color, composición, luz, etc.), rasgos queson más visibles en su obra contemporánea localizada en Huesca, más colorista, que oscila entre lasamplias panorámicas y la toma de detalle. En el trabajo realizado en Teruel, predominan las gran-des composiciones, que nos sitúan ante una visión más topográfica, por influencia, sin duda, de losaños de colaboración con su socio Luis Mínguez, a finales de los sesenta y principios de los setenta,en que permanecieron contratados por la imprenta zaragozana Octavio y Félez. De esta época datanabundantes series sobre distintas poblaciones aragonesas que siguen estos mismos patrones, basa-dos más en el carácter informativo que estetizante.

CINE

Una vez iniciada –y cimentada– su carrera fotográfica, a finales de los cincuenta, con los prime-ros premios de fotografía, la mayoría procedente de instituciones locales (1959-1960, por dos seriessobre el Monumento de los Sitios y la catedral de La Seo, respectivamente), que nos informan delsentido académico que tienen sus primeras obras, deriva su trayectoria hacia el cine, como una con-secuencia lógica de sus inquietudes expresivas. Sin dejar de pertenecer al seno de la SociedadFotográfica de Zaragoza, y continuando con su actividad en la imagen fija, alimenta su afición porel Séptimo Arte, de forma teórica y práctica, dentro del Club Cine Mundo, uno de los cineclubs queposeía la ciudad, que andaba a la par del Cineclub SEU-DEN de Zaragoza.

Allí realiza sus primeros films en sentido amateur5, en la función de dirección fotográfica, guióny realización, que son paralelos a sus trabajos iniciales ya en la esfera profesional, de tres mediome-trajes –Prohibido fumar (1957); Estupefacientes (1958); La Huida (1958), José Grañena– producidos

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5 Sobre las filmaciones amateurs de Duce, véanse nuestros artículos «La obra cinematográfica amateur inicial deJosé Antonio Duce en el contexto del Club Cine Mundo de Zaragoza (1958-1960)», en J.A. RUIZ ROJO (coord.),Actas del II Encuentro de Historiadores. Segundas Jornadas de Cine de Guadalajara, Guadalajara, Centro de laFotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara (CEFIHGU) y Diputación de Guadalajara, 2004, pp. 195-217.

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por la firma estadounidense INTEFIC (International Films Corporation), y pasados finalmente porla televisión estatal cubana.

Sin dejar todavía los años cincuenta, en agosto de 1958, recibe otro encargo profesional de lamano de Radio Zaragoza, dirigida por aquel entonces por Julián Muro Navarro, una personalidadclave en la década siguiente para la puesta en marcha del entramado industrial de la productoraMoncayo Films, contexto en el que se gesta el film que más nos interesa Teruel, la ciudad de losAmantes (1962), dirigido por José Luis Pomarón.

En otro orden de cosas, Los Sitiados no deja de ofrecer un explícito componente de propagan-da, en el sentido de ofrecer la versión más oficial de los hechos históricos narrados, o lo que es lomismo, bajo la premisa que era promulgada por la historiografía del momento, al hacer hincapié enlas notas de heroísmo del pueblo zaragozano frente al enemigo invasor francés. Éste es un aspecto,sin duda, que lo relaciona con los comentarios narrados de una serie de cortometrajes posterioresrodados para la productora madrileña Intercine, y que están localizados en la provincia de Huesca(Huesca; Ordesa; El Románico en el Alto Aragón y A través del Pirineo, 1962), puesto que bajounas fórmulas literarias retóricas, grandilocuentes y poetizantes, se halla latente un mensaje ensintonía que propugna el patriotismo y el fervor religioso. Notas, sobre todo la primera de ellas,que están presentes en el cortometraje de Moncayo Films, lo cual nos da idea de la búsqueda cons-ciente por parte de los cineastas –en lo que es un hecho generalizado en ese momento en España,todavía más en la parcela del cortometraje– de la connivencia con el Régimen, sin desdeñar algunasde las consignas ideológicas, como comprobamos en las expresiones utilizadas a la hora de hablardel Seminario y de la muerte del Obispo Polanco; todo con el fin de lograr una buena clasificación,con la consiguiente subvención sobre el presupuesto de rodaje, que era otorgada por la Junta deClasificación y Censura, dependiente, a su vez, de la Dirección General de Cinematografía y Teatro.

Llegados los años sesenta, nuestro autor continúa desarrollando su trabajo en cine, al que cadavez dedica más tiempo, tras haber pasado por las aulas de IIEC (Instituto de Investigaciones yExperiencias Cinematográficas) de Madrid, en donde amplía conocimientos en todo lo relacionadocon iluminación, óptica, etc., es decir, disciplinas propias del director de fotografía.

Así, en 1961 José Antonio Duce acomete un proyecto de singular importancia en sus inmediatospasos profesionales. Se trata de Zaragoza, Ciudad Inmortal, producido por la empresa madrileña LedaFilms. El planteamiento es filmar un documental partiendo de la evolución histórica de Zaragoza,desde su nacimiento, en la época romana, hasta la época contemporánea. Conceptualmente se halla

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«Nuevos proyectos cinematográficos amateurs de José Antonio Duce en el contexto del Club Cine Mundo deZaragoza», en J.A. RUIZ ROJO (coord.), Actas del III Encuentro de Historiadores. Terceras Jornadas de Cine deGuadalajara, Guadalajara, Centro de la Fotografía y la Imagen Histórica de Guadalajara (CEFIHGU) y Diputaciónde Guadalajara, 2005, pp. 181-202. Y el realizado en colaboración con F. SANZ FERRERUELA, «Religión y adapta-ciones literarias en los últimos proyectos amateurs de José Antonio Duce: Redención, Cita sin fecha y Cuandolos ángeles no tienen alas (1959-1960)», idem, pp. 203-249.

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muy próximo a otras películas, que, más bien, se encuadran dentro de la línea del reportaje, de modoque ya en los cincuenta encontramos trabajos que abordan esta temática donde la premisa principales la promoción turística, ya sea desde el punto de vista paisajístico, histórico o artístico. En la adop-ción de dicha fórmula tuvo bastante responsabilidad el organismo oficial NO-DO (Noticiarios yDocumentales Españoles) y, en especial, su serie Imágenes (con gran popularización de sus segmentosImágenes del Deporte e Imágenes de Turismo), en color y en blanco y negro. Tal es así que desde lasproductoras independientes, entre las que está la citada, y más adelante, Intercine, se apuntan a esteformato en una coyuntura especialmente desfavorable para el cortometraje, sobre todo en lo que serefiere a las fases de distribución y exhibición, pues es sabido el vacío que les hacen profesionales deambas ramas ante la obligatoriedad de proyección de NO-DO en las salas comerciales.

En este ambiente surge la productora Moncayo Films6, en la que nuestro autor desempeña unpapel importante, ante todo, en esta primera época, en cuestiones más administrativas (direcciónde producción) que artísticas. Junto a él, hay que comprender la participación de nombres comoJosé Luis Pomarón, Emilio Alfaro, Víctor Monreal o el ya citado Julián Muro. En esta primera épocade la firma, que es la que nos interesa por cuanto se centra exclusivamente en la filmación de cor-tometrajes, cada uno de ellos asume una función diferenciada: Pomarón, director-realizador; Alfaro,guionista; Monreal, director de fotografía; y Muro, en la producción (jefe).

Especialmente relevantes son los filmes El Duero nace en Soria, Cualquiera tiempo pasado, asícomo Teruel, la ciudad de los Amantes, rodados el mismo año de los documentales de Huesca (1962).Comparten con los de Intercine varios aspectos a nivel formal y significativo, y, a su vez, se relacionancon Zaragoza, Ciudad Inmortal. En primer lugar, debemos citar el tema de la promoción turística, queconstituye la esencia del film sobre la capital turolense. Así, comparten las menciones explícitas en elcomentario literario a la bondad de las instalaciones hosteleras, destacando sobremanera los ParadoresNacionales. Por otro lado, y dentro de esta idea de publicitar dichos valores hacia un potencial visitan-te, se recurre a los aspectos patrimoniales, artísticos y paisajísticos de cada uno de los territorios.

En efecto, una de las claves interpretativas de estos documentales, si no la más determinante,es su función publicitaria y promocional. En la época del “complemento”, es decir, de la programa-ción con película principal –siempre un largometraje–, que era secundada por un cortometraje y loscorrespondientes NO-Dos y/o Imágenes, este tipo de productos, de relativo bajo coste y buena aco-gida por parte del público, y lo que es más importante, por las instituciones, en los que se destacanlos valores históricos, artísticos, paisajísticos, costumbres y tradiciones de una ciudad, comarca,provincia o región, resultan una inversión potencialmente reversible7. Como telón de fondo, hay

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6 Sobre esta productora, véase de J.A. DUCE y J. DUCE REBLET, La década de Moncayo Films, Zaragoza,Ayuntamiento de Zaragoza, 1997, pp. 71-84. Y J. HERNÁNDEZ RUIZ y P. PÉREZ RUBIO, Moncayo Films. Una aven-tura de producción cinematográfica en Zaragoza, Zaragoza, Institución “Fernando el Católico” y Ayuntamientode Zaragoza, 1996, pp. 31-52.

7 En este sentido, Jesús García de Dueñas afirma: “... si el organismo patrocinador [de la Administración] correcon todos los gastos de producción, el documental sale adelante [...] Puede suceder, sin embargo, que la entidad

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que situar el progresivo ascenso del sector turístico en la economía del Estado, ingresos que junto alos primeros frutos de los Planes de Estabilización de finales de los cincuenta, sin olvidar las divisasprocedentes de la emigración, van a conducir a España al período denominado del “desarrollismo”,dejando atrás las penurias y el hambre de la posguerra.

Teruel, la ciudad de los Amantes se plantea bajo unas premisas muy específicas, incidiendo, porun lado, en su riqueza artística, donde el mudéjar ocupa, como no podía ser de otra manera, un lugarpreponderante. Como ocurría con Zaragoza, Ciudad Inmortal, se acomete un parangón entre dosmodelos de ciudad, de manera que cada una de ellas ofrece una serie de atractivos diferentes para elfuturo visitante: por un lado, la ciudad histórica, en la que se encuadran estos valores patrimoniales,y, por otro, la ciudad moderna, subrayándose los aspectos de evolución experimentada en lo econó-mico, con alusiones concretas a la parcela de la construcción (nuevas viviendas, instalaciones y servi-cios...), como rasgo inequívoco del denominado desarrollismo que se estaba viviendo paralelamente.

Desde el punto de vista cinematográfico, encontramos un conjunto de encuadres ajustados,donde prima el carácter informativo. De manera que suele abrirse el bloque de planos, más quesecuencias como tal, con unidad por el motivo artístico que se esté fotografiando en ese momento,por medio de un plano general que al final se concreta en un primer plano.

Otro bloque importante que substancializa esta vocación promocional del cortometraje sobre laciudad de Teruel es el de las costumbres y tradiciones. Y ello se materializa, básicamente, en lareferencia a la cerámica artesana, en correspondencia con algunos trabajos rodados por NO-DO a lolargo de los sesenta (Artesanía en el tiempo, 1964, de Javier Aguirre; Artesanía de siempre, 1968,de Ramón Sáinz de la Hoya, y producido por Patrimonio Nacional; del mismo año es Artesaníaespañola, obra de José López Clemente). De modo que se dedican varios minutos a filmar la laborde los artesanos ceramistas, recurriendo a un enfoque claramente documental, a la vez que se ala-ban las excelencias de las instalaciones del Parador Nacional de Turismo, al principio de la película.

Asimismo, hay que hablar del relato de los Amantes de Teruel, con el que se cierra el film, tra-zando un nexo conceptual bastante evidente con la pareja protagonista de recién casados que con-ducen el paseo por la capital turolense, el cantante de origen griego, Aleco Pandas, y la actriz princi-piante, Eva Gandía. Esta última sección del cortometraje adquiere un tono neorromántico patenteen el texto redactado por Emilio Alfaro, enfatizado por la fotografía efectista y contrastada deVíctor Monreal en los últimos planos, centrados en el mausoleo del escultor Ávalos, monumentoque había sido inaugurado en 1958 y que sigue estos mismos patrones idealizados.

La inclusión en el film de la trágica historia de los Amantes no es casual, y obedece a la mismaintención que animaba a las instituciones locales y provinciales en sus propias iniciativas de pro-

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en cuestión dé una subvención y el resto deba ponerlo la casa productora. En este caso, hay un tira y aflojaentre entidad y productora, pues aquélla sigue pensando, exclusivamente, en que ‘su ciudad’ salga muy bienfotografiada hasta la última piedra y la productora está pendiente de las misteriosas estimaciones de la JuntaClasificadora...”, en «Panorama del cine documental español», Nuestro Cine, 5, 1961, pp. 10-15.

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moción turística. Sin duda, este relato se erigía en un nuevo motivo de atracción de posible turismoforáneo (como ilustra muy gráficamente las intenciones del Ayuntamiento de Teruel, en el mismoaño de producción de la película, 1962, de colocar carteles anunciadores a la entrada de la ciudadcon los eslóganes: “Ciudad de los Amantes”; “Ciudad del Mudéjar”, etc.), muchos años antes aún deque se escenificara el reencuentro y muerte de Diego e Isabel, a instancias de la Fundación de lasBodas de Isabel.

En líneas generales, se trata de componer una síntesis en que se combine la historia y la tradi-ción con la modernidad.

En resumen, nos situamos ante un producto de consumo, complaciente con las más diversasinstituciones, desde la vertiente temática y funcional (la promoción turística), por ser un tipo deiniciativa que estaba siendo valorada desde la propia Dirección General de Cinematografía y Teatro.Igualmente desde posiciones ideológicas, ya que congeniaba con los valores conservadores y tradi-cionalistas del Régimen.

Recibido el 25 de abril de 2006Aceptado el 28 de junio de 2007

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ADOLFO JARRETA: DE LA FORJA TRADICIONALA LA FORJA DEL ARTE*

M.ª Carmen Martínez Samper**

RESUMEN

El presente trabajo está orientado al análisis y catalogación de la obra artística de Adolfo Jarreta, herreroautodidacta ubicado en Albarracín. Su obra en forja reúne la maestría del artesano y el espíritu del artista.Premiado en numerosos encuentros de artesanía cuenta en su haber con un premio nacional. Con frecuencia elestudio del hierro nos lleva a través de los objetos y nos olvidamos de los hombres que los hicieron. Entre elanonimato y el oficio, también hacemos referencia a Silverio Díaz y a José Luis Jarreta, quienes han contribuidoal patrimonio de esta localidad.

Palabras clave: Jarreta, catalogación, obra artística, forja, artesano.

ABSTRACT

Adolfo Jarreta: of the traditional forge to the artistic forge.

The present work (the one I show you now) focuses on the study and classification of Adolfo Jarreta´s artisticwork. The skilfully and attractively made work from this self-taught blacksmith who live in Albarracín. In his for-ging work, the masterpieces made with great skill, and his spirit (way of feeling and enthusiasm) come together.He was rewarded for his work with several prizes. This prizewinning blacksmith even got a National Prize.

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* Resumen del trabajo realizado gracias a una ayuda del Instituto de Estudios Turolenses concedida en 2005.

** [email protected]

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The research on the wrought iron often take us through the forging objects and we forget the artists whomade them. Between anonymity (state of not being known because they don´t sign their work) and the workitself, we want to name Silverio Díaz and José Luis Jarreta. They have helped to develop the Cultural Heritageof this place called Albarracín.

Key words: Jarreta, classification, artistic work, forge, forging artisan.

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INTRODUCCIÓN

La figura de Adolfo Jarreta Cuartero aportó a la forja aragonesa la huella inconfundible delhombre que supo contribuir a la tradición del hierro con un estilo personal y al oficio con la perfec-ción técnica en el manejo del fuego y la transformación artística del metal.

El herrero y el artista se fueron consolidando de forma autodidacta. Con tenacidad, teniendo ensu fragua a una fiel confidente, evolucionó hasta encontrar la expresividad de las formas que buscaba.

Su trabajo como herrero siguió dos líneas. Por una parte, la tradicional labor, diaria y necesaria; porotra, aquella que ha enriquecido la tradición con su aportación y dedicación a la actividad artística.

Para la elaboración de esta investigación han sido claves tanto José Luis Jarreta como M.ª PilarLázaro; además de contar con el testimonio de Carlos Bardavío y Francisco Díaz.

EL HOMBRE Y LA MITOLOGÍA

Desde el origen meteórico hasta su manipulación, envuelto en un halo de misterio, el hierro hasido venerado como objeto mítico y religioso por diversas culturas. Su origen celeste contribuyó aque varias civilizaciones lo considerasen un don del cielo y, como tal, capaz de dotar a los objetosmíticos de poderes sobrenaturales.

En la mitología clásica, en leyendas nórdicas, etc., la transformación de los metales en objetosde uso ornamental o militar destinados a las élites se puso en manos de los dioses. En la mitologíagriega y romana Hefestos/Vulcano fue nombrado el dios del fuego y los metales. Trabajaba en lasentrañas de la tierra. Sus talleres eran los volcanes, donde confeccionaba joyas, armas, cadenas,armaduras, corazas y redes; un dios que, iluminado a contraluz por el fuego de la fragua y ennegre-cido de hollín, era de aspecto poco agraciado, rudo y cojo de ambos pies. Un ser, por tanto, física-mente imperfecto que creció lejos del Olimpo para convertirse en un hábil artesano.

Las necesidades diarias de sociedades agrarias y ganaderas, en muchos casos, hallaban respues-ta en el taller del herrero donde se elaboraban herramientas y objetos domésticos. También fueindispensable para los pueblos guerreros, que se hacían más fuertes al ser conocedores de los secre-tos del forjador y no compartirlos con sus rivales.

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“Así habló; y dejando a la diosa, encaminándose a los fuelles, los volvió hacia la llama y lesmandó que trabajasen. Estos soplaban en veinte hornos y les mandó que trabajasen”1.

Entre fuelles, fraguas y yunques, el herrero elabora útiles y herramientas, armas, cascos, escu-dos, herrajes, herraduras..., enigma y literatura.

ADOLFO JARRETA, UN AUTODIDACTA

La soledad del artista, sin un ambiente cultural adecuado, hace difícil que el hombre con inquie-tudes artísticas se desenvuelva con seguridad en un “universo” de formas y conceptos. La necesi-dad de respuestas conlleva una búsqueda constante. Las posibilidades de respuesta a las que diri-girnos en busca de la dirección concreta es amplia.

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1 Ilíada, Canto XVIII, 468.

Adolfo Jarreta trabajando en el yunque (foto facilitada porJosé Luis Jarreta).

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En las piezas que ha elaborado desde los años sesenta, encontramos el vehículo transmisor deideas, que plasma por medio de textos grabados y del tratamiento de las formas. Ha construido unlenguaje particular que permite estudiar al hombre a través de su obra. Este hecho facilita el cami-no para acceder a la naturaleza de hombres que nos han dejado sus obras como testigo; y a mo-mentos intangibles en los que nos sumergimos entre la imaginación y el arte.

Adolfo Jarreta Cuartero nació el 4 de junio de 1915 en Pozuelo de Aragón, pueblecito pertene-ciente al Campo de Borja. Ocupaba el segundo lugar de seis hermanos.

La economía familiar se basaba en la explotación de una extensión importante de tierras delabor. Por una serie de circunstancias familiares trasladaron su domicilio a Zaragoza, donde sumadre regentó una pensión de estudiantes. Durante aquellos años, Adolfo contribuía con su traba-jo a la economía familiar desarrollando diversos oficios, aunque sin llegar todavía a una especializa-ción. Entre los empleos que desempeñó está el de ayudante o aprendiz en una carpintería.

A los dieciocho años se marchó como voluntario al ejército y entró en el cuerpo de Carros deCombate de Zaragoza. Pasado un tiempo se trasladó a Tetuán, en fechas en las que comienza laguerra civil española, por lo que de nuevo vuelve a la Península. Para entonces contaba veintiúnaños. Como tantos otros padeció los rigores de la guerra civil, con la desolación que tal experiencialleva consigo. Su nuevo destino estará, por entonces, en Madrid.

Su formación académica fue tardía; según solía contar “aprendió a escribir y a hacer operacionesmatemáticas en las trincheras. La geometría la comprendió en los campos donde le hacían lasdemostraciones del teorema de Pitágoras y compañía”2.

Durante la posguerra, en los Altos Hornos de Vizcaya se paralizó la actividad. La necesidad de hie-rro se resolvía a partir de chatarra, de la que se obtenía un acero de baja calidad, duro y quebradizo.

El desempeño del oficio de laminador le facilitará una experiencia muy útil en el manejo delmartillo pilón. Laminador es aquel que prepara las pletinas de hierro con diferentes secciones. Eltiempo que se dedicó a esta tarea le proporcionó gran habilidad en una especialidad que, más ade-lante, le permitirá preparar pletinas y otros elementos para poner a la venta. Estas pletinas, quehoy son habituales en los almacenes, antiguamente eran preparadas por los herreros. La diversidadde secciones que hoy nos proporciona la industria del hierro es relativamente reciente. Con anterio-ridad a los perfiles industriales, los herreros se encargaban de preparar las diferentes secciones yvariantes en forma y tamaño.

Llegó a Albarracín el 28 de septiembre de 1958. Había estado trabajando en Madrid sin dema-siada fortuna. En un principio pensaba ubicar su nuevo domicilio en Calatorao, ya que allí le cono-cían y no le hubiese sido difícil encontrar trabajo al llegar. Si se dedicaba al oficio de herrero debía

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2 Los datos que han sido extraídos de publicaciones tienen su nota al pie de página; la información restante y lasfotografías de Adolfo Jarreta han sido facilitadas por José Luis Jarreta.

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enfrentarse al montaje del taller (con la acometida de luz necesaria, etc.) y al consabido desembolsode un dinero con el que no contaba. En un período en el que todavía no estaba decidido dóndeasentarse, coincidió con Jesús Martí, de Albarracín, quien le informó de la vacante de herrero quehabía en esta localidad. La propuesta le pareció interesante, ya que allí le facilitaban casa (por unalquiler simbólico de 150 pesetas) y las cuadras de la casa, donde podría montar su taller. Para esasfechas su hijo ya tenía trece años, lo que le permite contar con su ayuda para trabajar, mano amano, en aquel nuevo destino.

Adolfo Jarreta convirtió “en una herrería la cuadra y los pesebres de lo que fuera la antiguaposada del Portal del Agua. [...] Herrador de caballerías, descubrió su capacidad de creatividad ela-borando un lagarto-llamador para Carlos Bardavío hacia 1964. A partir de entonces, de unos ejes decarro ya inservibles fue capaz de hacer todo tipo de figuras. Para él el hierro era «suave, moldeable,cariñoso», que se trabajaba bien porque llevaba poco carbono”3.

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3 M.E. SÁNCHEZ SANZ, La artesanía en la provincia de Teruel, Col. Cartillas Turolenses, n.º 17, Teruel, Institutode Estudios Turolenses, 1996, p. 77.

Imagen actual de la que fue su herrería.

Como nos indica Elisa Sánchez, fue un avanzado en su tiempo ya que en una carta que dirige aJuan Fortea en 1973, hace la siguiente reflexión:

“Insisto en la necesidad de formar un taller-escuela, en el que podamos inculcar el espíritu y cono-cimientos artesanos a aquellos niños y jóvenes que lo deseen. Si no lo conseguimos, tenga Ud., porseguro que, con nuestra generación se pierde, lamentablemente la artesanía de Teruel y de España.

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Le ruego no me considere un loco o un iluso, es, que ya he cumplido cincuenta y ocho años yveo, por experiencia, el camino que toma la juventud; [...] Porque el artesano, no sólo conserva latradición que hemos heredado de nuestros antepasados, sino que, teniendo en imagen el pasado,amplía y crea nuevas obras, recreo y gozo de quien tiene la oportunidad de contemplarlas”4.

En Albarracín es la primera vez que Jarreta trabajará como autónomo. Sobre cuándo empieza aelaborar piezas artísticas hay una persona clave, que fue Carlos Bardavío (padre), que conocedor de lahabilidad de sus manos y su talento le encargó la aldaba, tirador y clavos de la puerta de su casa; asícomo las rejas de la fachada principal y posteriores, ubicada en la calle del Portal de Molina.

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4 Ibídem, p. 77.

Tirador y llamador realizado por A. Jarreta para Carlos Bardavío (foto de Carmen Martínez).

En febrero de 2007 tuve la oportunidad de conocer a Carlos Bardavío (hijo), que definió aAdolfo Jarreta como “un hombre bueno, de una cultura rural; hombre inteligente y sencillo”.

Recuerda que a Jarreta, ya en Albarracín, “le gustó mucho el llamador de la casa de Almagro; losclavos de las puertas del Palacio; la reja forjada de la calle de El Salvador; la que queda en lo alto, dela calle Azagra, y la que está en el suelo de la entrada de la Iglesia de Santa María. Esta última laestudió detenidamente hasta descubrir cómo había sido forjada”.

Trabajaba la forja aplicando detalles de lo que tenía más cerca, por ello observamos cómo los nudosde sus candiles están íntimamente relacionados con los modelos que siguen los nudos de pescador.

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Realizaba piezas para sí mismo y algunas de ellas le acompañaron siempre en su taller, como lareja de la imagen. En invierno, trabajaba estos modelos más particulares cuando el taller estabamás tranquilo.

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Jarreta en septiembre de 1973 (foto facilitada por José Luis Jarreta).

Los temas que elegía están muy entroncados al lugar, son aquellos que observaba en la natura-leza: lagartos, víboras, árboles y ramas; también trató la temática religiosa, en una pequeña ciudadmuy vinculada a la diócesis.

Le complacía trabajar con los ejes de los carros. Al principio sólo era hierro, fragua y martillo. Carloslo recuerda siempre en mangas de camisa, remangado hasta los codos, ya fuera invierno o verano.

Adolfo Jarreta definía su jornada de trabajo desde que “la puerta se abría hasta que la puerta secerraba”. Mientras la puerta estaba abierta, el taller estaba en funcionamiento.

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La carencia de un maestro hizo que Adolfo Jarreta desarrollara su producción según su formapersonal; sin embargo, la participación en exposiciones le amplió su horizonte cultural y los reco-nocimientos iban consolidando su trayectoria.

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Como amigos, Jarreta y Bardavío tenían una relación entrañable. Este lo conocía tal y como era,con su carácter “seco”, con su forma de hablar. En cuanto al tema religioso, recuerda que AdolfoJarreta era creyente “a su manera”.

“Un hombre bueno, recio, honrado, seco, noble, muy noble; que amaba mucho la naturaleza”,con estas palabras Carlos define la personalidad del que fuera su amigo. Aquel hombre con el quesupo compartir su tiempo durante sus estancias en Albarracín.

Para cerrar este apartado, que nos acerca al hombre y a sus obras, no olvidemos que Jarreta harealizado piezas para diversos destinos. Tal vez el más alejado esté en Colonia (Alemania). Allíenvió un encargo de dos candelabros de pie y otra serie de piezas en forja. También estuvo presen-

Adolfo con Carlos Bardavío, hijo (foto facilitada por José Luis Jarreta).

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te con una selección de obras en varias exposiciones colectivas tanto provinciales como regionales.Su arte viajó a Palma de Mallorca; en otras salas expuso su obra de forma individual, como enAlbarracín, en la sala de la Escuela de Artes Aplicadas de Teruel, en Alcorisa y en Zaragoza.

Jarreta representa toda una vida dedicada al arte de forjar y, por ello, su obra forma parte de lahistoria del hierro en Teruel.

Murió en 1990, permaneciendo vivo como todo creador a través de su obra.

CURRÍCULUM ARTÍSTICO

1969. I Exposición de Artesanía Aragonesa en Teruel.

Premios:

– Medalla de Plata en Teruel.– Medalla de Oro en Zaragoza.

Exposición de Artesanía en Palma de Mallorca.

1970. II Exposición de Artesanía Artística en Teruel.

– Medalla de Oro en Zaragoza.

1971. IV Exposición Provincial de Artesanía en Alcañiz.

– Premio nacional en el Concurso de arcas, cajas y estuches.

1972. V Exposición Provincial de Artesanía Artística en Teruel.

1973. VI Exposición de Artesanía Artística en Teruel.

– Medalla de Oro.

1975. VIII Exposición Provincial de Artesanía Artística.

– Medalla de Plata (por “La Pilarica”).

1976. III Exposición de Artesanía Artística.

– Premio en Zaragoza.

Diplomas:

• De mérito otorgado en el Concurso Regional de Artesanía Artística, celebrado en Zaragoza, el1 de mayo de 1969.

• De Medalla de Plata en el Concurso Provincial de Artesanía Artística, celebrado en Teruel, el26 de septiembre de 1969.

• De mérito otorgado en el Concurso Provincial de Artesanía Artística, celebrado en Teruel, el24 de septiembre de 1970.

• De participación y Premio otorgado en el Concurso Nacional de arcas, cajas y estuches, cele-brado en Madrid del 11 al 30 de diciembre de 1971.

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LA PASIÓN POR EL HIERRO, ENTRE LA TRADICIÓN Y EL ARTE

Las representaciones en hierro de Adolfo Jarreta son una interpretación personal de los temas,incluso cuando habla de su trabajo sobre el metal explica su posición frente al mismo con lasiguiente cita: “De las cosas inertes saco vida; los hierros mueren, pero yo los resucito otra vez”5.

En esta lucha entre oficio y arte, entre el artista y el artesano, el acto “creador” (en el campo delas artes decorativas) queda definido por M.ª Isabel Álvaro de la siguiente forma: “Hemos de hablar,ante todo, del protagonista de tal creación. ¿Quién es, pues, el artífice? ¿Por qué se le denomina aveces «artesano» y no «artista»? (...). Janson, en su introducción a la historia del arte, se refiere aeste punto diciendo que al artista se le ha llamado «creador» y al artesano «hacedor»”6.

Una formación artística más amplia les proporcionaría unos conocimientos que romperían loslímites entre diversos materiales y métodos de proyección creativa: “(...) la gran diferencia quesepara al artífice de las artes «mayores» del de las artes decorativas es la de su formación”7.

Al analizar, en este caso, el tipo de obra, la técnica y los materiales empleados, así como el contex-to, el simbolismo y las influencias recibidas concluimos con una colección de piezas que están firma-das y datadas. Este detalle es más propio del artista que del artesano. Adolfo Jarreta se sentía artista yplasmó en su obra el sentimiento más que la utilidad. Su carácter, de cierta rudeza, se expresa conrotundidad en algunas de sus obras cuando nos “hablan”. En ellas grabó con cincel frases como sen-tencias, casi goyescas, como por ejemplo: “A dónde vais, insensatos”, en una figura de un Jesús quealza sus manos tensas. En el caso de los morillos de fuego bajo, compuestos por dos figuras, el queocupa la posición horizontal, más próxima al calor, tiene la siguiente inscripción: “Suplicio del fuego”.En ellos, Aben Razín está situado en la pieza vertical con su nombre inscrito sobre el pecho.

El talento del forjador nos acompaña en el recuerdo, al amparo de la luz que irradia el fuego dela fragua. Grandes piezas que debían ser recalentadas una y otra vez para darles forma y poder unirlas partes que las componían. Podemos imaginar al herrero, que realizaba esta actividad, entre eloficio y el arte, con el esfuerzo físico exigido y la satisfacción que le aportaba la obra bien hecha.

LA OBRA DE ADOLFO JARRETA

La obra de Adolfo Jarreta requiere una reflexión pausada. El simbolismo prevalece sobre las for-mas que recrea. Agrupadas por temas, destacan especialmente aquellas que abordan el tema religio-so y las que están estrechamente vinculadas a la zona. Un hombre observador que conoce su entor-no, lo interioriza y representa “a su manera”.

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5 M.E. SÁNCHEZ SANZ, op. cit., p. 77.

6 M.ª I. ÁLVARO ZAMORA, Introducción General al Arte, Ed. Istmo, 1980, p. 294.

7 Ibídem, p. 295.

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Este análisis, sin embargo, nos sirve como método de interpretación, aunque no debemos olvi-dar que Jarreta tenía una idea muy personal sobre lo que quería expresar con cada pieza.

NOTAS METODOLÓGICAS

Las obras, para su estudio, se han agrupado del modo siguiente: figura humana; animales (in-cluye aldabas); vegetal; iluminación; fuego; rejas.

En el primer grupo se han incluido las representaciones donde el tema principal es la figurahumana. Este grupo se subdivide en temática religiosa relacionada con episodios del Antiguo yNuevo Testamento. Además se incluyen personajes; el protagonismo de Abén Razín, familia de ori-gen bereber de cuyo nombre deriva Albarracín; una interpretación del discóbolo de Mirón, con sualusión deportiva; las sirenas que sostienen los soportes para las velas de un candelabro y, por últi-mo, los joteros y grupos joteros.

Además de estas piezas, la figura humana se encuentra en los mangos de útiles de fuego bajo.En estos casos sólo aparece representada la cabeza. En algunos candiles y aldabas también rematala forma con representaciones muy esquemáticas de rostros.

En el segundo grupo los animales pueden subdividirse en representaciones realistas (como sustoros y víboras) y aquellos donde el simbolismo de la zona le encamina a la representación delagartos y dragones de leyenda. Sin olvidar el cuerpo de pez con el que termina las sirenas.

El tercero hace referencia al mundo vegetal. Incluye representaciones de plantas que, en algunasocasiones, nos recuerdan hojas de laurel. En este grupo destaca la representación de un árbol enotoño, o tal vez seco. Es, junto a la gran custodia, una de las piezas más altas de la colección.

En el grupo que está vinculado a la iluminación se incluyen candelabros de pie, que superan elmetro de altura, candelabros de sobremesa (dentro de este grupo también hay que recordar lasfiguras de las sirenas, que por su tema ha sido incluido en el primer grupo) y una serie de pequeñoscandiles de aceite.

Una gran custodia preside la sala del Museo de la Forja, con una altura aproximada de tresmetros.

Entre los útiles para fuego bajo se pueden encontrar morillos, llares, juegos de tenazas, palas yatizadores.

Por último, destaca la presencia de una reja de seguridad, donde la técnica de enhebrar cadauna de las varillas, que se entrecruzan, recuerda la labor de un tejedor.

La mayor parte de las piezas no tienen título. Por ello, las obras han sido agrupadas en: figurahumana; animales; vegetales; piezas para el fuego (morillos, llares, atizadores, palas); piezas paradar luz (lámparas, candelabros, candiles); piezas para llamar (aldabas); custodia; rejas y varios.

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OFICIO Y ANONIMATO

Además de Adolfo Jarreta, otros hombres han sabido extraer los secretos que guarda el metal yel fuego, y también supieron hacer de la forja un arte. Nos ocuparemos de dos. El primero porquefue el antecesor de Jarreta en Albarracín y el segundo por ser el sucesor.

Silverio Díaz Domingo, desde Vallanca (Rincón de Ademuz), uno de los últimos pueblos de laprovincia de Valencia, se trasladó a Albarracín para instalarse en una herrería situada en la calle delos Puentes, muy próxima al río.

Trabajó en esta pequeña ciudad durante tres años y realizó una de las piezas más destacadasentre las aldabas que decoran las casas-palacio de Albarracín. Se trata del conjunto de la puerta dela casa de los Monterde y Antillón, en la calle de la Catedral.

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Aldaba, picaporte y clavos de la casa de los Monterde y Antillón, en la calle de la Catedral de Albarracín(foto de Carmen Martínez).

Este trabajo de gran delicadeza y precisión hace de este herrero un artífice que supo adaptar, apartir de una pieza ya existente, una composición novedosa que respeta la tradición y aporta sumaestría e ingenio al no actuar como un mero copista. También forjó una parte importante de larejería y balcones.

Silverio Díaz trabajó en Albarracín desde 1950 a 1953. Realizó, además de los trabajos habitualesde las herrerías, algunas piezas destacables como las rejas de la planta baja del albergue Rosa Bríos,

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Obras realizadas por José Luis Jarreta García.

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así como los clavos, bisagras y aldaba de la puerta principal. Este llamador, hoy desaparecido, sigueel ejemplo de los existentes en las puertas del palacio episcopal de Albarracín, uno de los referentesmás influyentes en el trabajo desarrollado por los artífices de la zona. Rejas que, como nos comentasu hijo, tenían unas terminaciones muy precisas. Entre los elementos que utilizaban en la realizaciónde la rejería destacan las pletinas entorchadas, que son frecuentes en las rejas de Albarracín, comolas que aparecen en la planta baja de la casa de la Enseñanza y las del albergue Rosa Bríos.

Cuando había trasladado su taller a Villastar, le fueron encargadas las barandillas de los porchesy de la balconada corrida del Ayuntamiento de Albarracín.

Silverio Díaz Domingo es el gran desconocido y rara vez su persona se relaciona con la forja querealizó para la casa-palacio de los Monterde y Antillón. Reivindicarle como autor de la misma mellena de satisfacción.

José Luis Jarreta Gracia nació en María de Huerva, en 1945. Vive en Albarracín desde 1958,cuando su padre acepta el nuevo destino y se instala en esta localidad.

Su estilo busca la perfección, por ello vemos cómo sus serpientes están estudiadas y realizadas congran delicadeza y fino acabado. La sinuosa línea que dibuja recuerda a la perfección las curvas del reptil.

Es el conservador de la obra de su padre y el conocedor de una tradición que ha heredado.

Colaboró, entre otras intervenciones, en la realización de los clavos de la casa de los Pérez deToyuela, en Albarracín.

En la colección se conserva un candelabro, dos serpientes y un juego de fuego bajo, con losmorillos terminados en espiral, realizados por José Luis.

CONCLUSIÓN

La memoria es un recurso cercano para rescatar la historia. En muchos casos nos apoyamos enel estudio de los objetos para extraer de ellos la “sabiduría” que contienen y nos olvidamos de laspersonas que los construyeron; hay una distancia temporal que nos impide tener referencias de losindividuos que realizaron aquellos objetos que nos sorprenden.

En el caso de los hierros artísticos, el anonimato es una constante. Rara vez nos informan dequien los “fizo” y en qué taller se forjaron.

Los herreros, que han trabajado el hierro mostrando la otra cara del oficio, aportan la riquezaespiritual del artesano y la inteligencia del artífice que hace del oficio su pasión.

Con el final de sus días los testimonios se van perdiendo. Generación tras generación olvidare-mos quiénes hicieron los objetos férreos, tanto cotidianos como aquellos que, más ornamentales,estaban destinados a quienes tenían el poder económico.

En Adolfo Jarreta la forja se convierte en arte y, por ello, hay que buscar en su obra el interésartístico de esos acabados llenos de “non finito” y expresividad artística. Muchos echan en faltalas finas superficies terminadas a lima y la definición del detalle. Pero Jarreta termina con irregu-

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laridad las obras artísticas. Elegir ese momento, en el que consideramos la pieza terminada, no essencillo. Desde mi punto de vista, era un herrero que sabía en qué momento el tema estabaresuelto.

La obra de Adolfo Jarreta se conserva en el Museo de la Forja que está instalado en Albarracín.Se puede acceder y conocer su trabajo, lo que es de gran interés para el entusiasta del tema.

Entre más de un centenar de obras, encontramos un buen número de esculturas; composicio-nes de varias figuras que se desenvuelven en el espacio tridimensional, o piezas exentas llenas decontenido y expresividad.

ANEXO I

Catálogo de la obra. Clasificación y dimensiones.FIGURAS HUMANAS

Religioso

Antiguo Testamento

Adán y Eva (127) “A. JARRETA.1960” ............................................................................... 63x41x52¿Moisés? con las tablas o libro (86) “A. JARRETA” ............................................................ 33x19x21

Nuevo Testamento

Jesús

PredicadorJP1(8) “A donde vais insensatos” ...................................................................... 46x16x7JP2(33) “a donde vais” ..................................................................................... 34x18x6,5JP3(97) “a donde vais insensatos” ...................................................... 38x14x40, marca.

Crucificado

JC1(1) ..................................................................................................................... 72x36JC2(2) “ya sé a qué vienes...” .................................................................................. 65x35JC3(3) ..................................................................................................................... 73x50JC4(4) ..................................................................................................................... 73x40JC5(5) ..................................................................................................................... 70x40JC6(6) “Marta Jarreta 1975” ................................................................................... 67x42JC7(7) (bolas incrustadas en los ojos) .................................................................... 57x37JC8(32)(etiqueta) con peana “Ya sé a qué vienes” ............................................ 65x34x13JC9 (cementerio)(79) ............................................................................................ 109x41JC10 (de altar)(103) ........................................................................................... 111x67,5JC11 (de las cadenas rotas) (107) “A. JARRETA” ................................................. 112x56JC12 (base de madera y dos figs.) (112) ................................................................ 71x40

Descendimiento (126) “1961” ...................................................................... 50x54x26, marca.

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María

Con el niño

mcn(100) ........................................................................................................... 29,5x6x6

Sin el niño

msn1(36) “Imagen de la Pilarica” ...................................................................... 37x9,5x6msn2(41) en etiqueta: Imagen de la Pilarica ..................................................... 50x15x5msn3(89) (1er premio de artesanía) .............................................................. 30,5x10x10msn4(90) (en posición de rodillas) .................................................................. 28x14x10msn5(92) ................................................................................................. 30x9x8, marca.msn6(93) (sin aureola) ................................................................................. 23,5x10x7,5msn7(94) “A. JARRETA” ............................................................................... 43,5x13x10msn8(95) (aureola perforada) ............................................................ 36,5x16x7, marca.msn9(98) ......................................................................................................... 25,5x14x5msn10(99) ..................................................................................................... 26x12,5x11

A los pies de la cruz orante

MX1(43) (peana rectangular) .......................................................................... 48x19x40

Laico

Abén Razín

Ab1(30) “Caída de Abén Razín” ................................................................................. 20,5x6x5Discóbolo. “A.J” ...................................................................................................... 33x13,5x22

Sirenas

Candelabro 1(17) .......................................................................................... 50x29x12, marca.Candelabro 2(114) ....................................................................................................... 48x27x5S (115) .......................................................................................................... 43x28x20, marca.

Grupos joteros y joteros

J1(27) “Aragón. Año 1975” ........................................................................... 43x23x17, marca.J2(45) (con bota) ........................................................................................................ 30x27x17J3(85) (base rectangular con texturas) ...................................................................... 31x13x21J4(88) (base cuadrada) .................................................................................. 29x13x16, marca.J5(101) ....................................................................................................... 38x16,5x26, marca.JG1(38) Grupo “1975” ............................................................................................... 29x24x9,5JG2(39) Grupo “A tres voces. Huesca. Zaragoza. Teruel” ................................ 39x21x36, marca.

VEGETAL

Palmeras (¿hojas de laurel?)

L1(10) ........................................................................................................................................... 61x41x40L2(26) (19 hojas) .......................................................................................................................... 66x40x40

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L3(46) (florero) (8 hojas) .............................................................................................................. 34x62x62L4(83) (19 hojas) ............................................................................................................. 83x54x54, marca.Hojas(111) (de 11 hojas) .............................................................................................................. 49x30x30Árbol sin hojas (117) ................................................................................................................. 171x84x94Rama alta sin hojas (120) .......................................................................................................... 190x42x42

ANIMALES

Serpientes

V con vela(108) ............................................................................................................................... 47,5x22V enros(109) ........................................................................................................................................ 11x9Serp(118) ......................................................................................................................................... 17,5x16Serp(119) ............................................................................................................................................ 15x10

Lagartos y dragones

L1(40) ........................................................................................................................................... 14x43x16Dh(80) ........................................................................................................................................ 37x105x45Dv(81) .......................................................................................................................................... 69x38x90

Toros

T1(9) ............................................................................................................................................ 18x33x11T2(35) ............................................................................................................................................ 25x14x7T3(87) ...................................................................................................................................... 15,5x8,5x33

OBRAS ÚTILES PARA EL FUEGO

Ufb(65) de José Luis J. .......................................................................................................................... 84x25x252 morillos espiral(66) de José Luis J. .................................................................................................... 44x50x202 morillos (cabeza animal con arandela) ........................................................................................... 40x96x26,5Llares con útiles de fuego bajo(68) ................................................................................................... 181x100x482 morillos Abén Razín(69) ................................................................................................................. 35,5x50x152 morillos “suplicio del fuego”(70) ........................................................................................... 50x46x33, marca.Ufb(72) “A.J.” ...................................................................................................................................... 88,5x39x312 morillos Abén R(73) ........................................................................................................... 35,5x26x50, marca.Ufb(74) “Abén Razín” “A. JARRETA” ............................................................................................... 107,5x27x622 morillos dragón(75) “A. JARRETA” ................................................................................................... 31x27x62Ufb Abén Razín(76) “Aben Razín”,“A.J.” ............................................................................................... 86x52x322 morillos Abén Razín(77) “A.J.” ......................................................................................................... 33X20X33parrilla con remate de 2 piñas(78) .................................................................................................. 53x35,5x40,5Ufb con cabezas víbora y piña(105) ................................................................................................... 125X55X552 morillos dragón(106) ........................................................................................................................ 64X34X25

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OBRAS PARA DAR LUZ

Candelabros

C4P.1(11) ...................................................................................................................................... 75x32x27C1P.2(12) (con apagavela) .......................................................................................................... 169x47x47CP.3(14) (con gran nudo) ........................................................................................................... 137x43x43CP.4nudo(15) (con nudo) ........................................................................................................... 144x50x50C5P.9(57) y C5P.11(58) ............................................................................................................... 151x75x59C4P.12(82) .................................................................................................................................. 128x36x36C3.5(16) ....................................................................................................................................... 43x27x27C3.6+nudo(18) ............................................................................................................................. 39x26x26C.7 farm(29) ................................................................................................................................. 53x32x21C.8 farm(116) ............................................................................................................................... 67x30x30C3.9(34) ....................................................................................................................................... 50x24x20C10(102) con hojas ...................................................................................................................... 71x49c49Gcirio13(113) “A. JARRETA” ..................................................................................................... 156x47x47C4P.14(121) ................................................................................................................................ 143x42x42C1 y cruceta 15(122) .................................................................................................................... 54x34x22C1 y hojas 16 ............................................................................................................................. 116x44x44

Candiles

Cd1(22) nudo pescador ...................................................................................................................... 46x21Cd2(23) nudo pescador ...................................................................................................................... 46x25Cd3(24) nudo pescador ...................................................................................................................... 45x20Cd4(25) figura humana ...................................................................................................................... 44x17Cd5(31) sobremesa ............................................................................................................................ 29x11

Palmatoria

P(19) ..................................................................................................................................................... 7x15

Lámpara de techo

LT1(128)LT2(129)

ALDABAS (llamadores)

A1(37) aldabón ....................................................................................................................................... 43x25x7A2(47) ................................................................................................................................................... 31x12x13A3(48) ................................................................................................................................................... 37x16x13A4(49) ................................................................................................................................................... 38x17x14A5(50) .................................................................................................................................................. 24x10,5x9A6(51) (la base es un pájaro) .................................................................................................................. 30x8x11A7(52) ................................................................................................................................................... 33x13x15

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A8(53) (la base tienen forma de reptil) ................................................................................................ 39x11x15A9(54) ................................................................................................................................................... 31x11x13A10(55) soporte de pared vela ............................................................................................................... 18x15x8A11(56) soporte de pared vela ............................................................................................................... 11x16x9Llpez(60) (martillo con forma de pez) ...................................................................................................... 47x9x7Llfighum(61) “AVE MARIA” ................................................................................................................... 28x12x8Llfighum(62) “Ave María” .................................................................................................................... 31x18,5x8Llfighum(63) ...................................................................................................................................... 25x12x10,5LlX(64) (Cristo) ....................................................................................................................................... 18x13x8

VARIOS

Custodia (59) ..................................................................................................................................... 289x169x73Mano (96) ............................................................................................................................................ 30x21x105

Ceniceros

cp1(13)(de pie) ............................................................................................................................. 64x23x23cp2(104)(de pie) ........................................................................................................................... 88x32x32c2(20) con víbora .............................................................................................................. 8x21x13, marca.c2 con víbora ..................................................................................................................................... 22x13c3(28) ................................................................................................................................................... 25x6c4(42) ................................................................................................................................................... 25x6

Pisapapeles

PP1(21) con dos víboras ........................................................................................................ 21x13, marca.PP2(44) con árbol grabado ............................................................................................................... 19x6x6Manilla de puerta ............................................................................................................................ 34x4x6

Rejería

R1(124) de seguridad ................................................................................................................. 140x88x26R2(125) .................................................................................................................................... 207x120x32R3 de seguridad ......................................................................................................................... 108x67x25

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ANEXO IIObras de Adolfo Jarreta (fotos de Carmen Martínez).

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Adán y Eva.

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Descendimiento.

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Figuras de dragones,

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Rostros de Jesucristo.

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Rostros de la Virgen María.

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Imágenes de la Virgen María.

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Llamadores.

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BIBLIOGRAFÍA

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Recibido el 17 de septiembre de 2007Aceptado el 24 de octubre de 2007

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PREJUBILADOS EN ANDORRA:LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO

María del Mar del Rincón Ruiz, David Pac Salas,M.ª Margarita Alloza Arcusa, Rosa Espés Espallargas,

Ana Lázaro Lázaro, M.ª José Muñoz Marco y Agustín Quilez Clavero

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PREJUBILADOS EN ANDORRA:LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO

María del Mar del Rincón Ruiz*, David Pac Salas,M.ª Margarita Alloza Arcusa, Rosa Espés Espallargas,Ana Lázaro Lázaro, M.ª José Muñoz Marco y Agustín Quilez Clavero

RESUMEN

En este artículo se presentan los resultados de un estudio realizado sobre el impacto de las prejubilacionesen el municipio de Andorra (Teruel). La salida anticipada de los trabajadores mayores del mercado de trabajo esun tema de indudable importancia y trascendencia política, social y económica que tiene unas repercusionespersonales y sociales.

Las prejubilaciones producen un fuerte impacto en las bases demográficas del municipio. Se han producidomigraciones de los prejubilados que afectan a la estructura de edades de la población, una pérdida de peso delsector industrial, y un incremento de la población subsidiada.

A partir de una metodología cualitativa, se analiza el significado que la prejubilación tiene para sus protago-nistas y la percepción de su nueva situación. En general, su valoración es positiva en cuanto a calidad de vida,relaciones familiares, estado de salud, aunque se pueden apreciar diferencias. Entre las variables que inciden endicha percepción podemos destacar: el puesto de trabajo desempeñado, la posición jerárquica en la empresa y,sobre todo, el tipo de ordenanza donde desarrollaba su trabajo (eléctrica o minera). Además, el uso del tiempose convierte en un asunto clave, apreciándose continuidad en el tipo de actividades que realizaban con anterio-ridad a la prejubilación, pero incrementan notablemente el tiempo de dedicación a las mismas.

Palabras clave: prejubilación, trabajo, usos del tiempo.

92[I

I ]■

2008

-200

9■

PP. 1

19-1

60■

ISSN

0210

-352

4

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* [email protected]

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ABSTRACT

Early retireds in Andorra: life after job.

This paper shows the results of a piece of research about the effects of the early retirement from the labourmarket of the workers in the municipality of Andorra (Teruel, Spain). The early retirement of senior workersfrom the labour marker is a very important issue, which political, social and economic effects have serious con-sequences on a personal and social level.

The early retirement causes a serious impact on the demographic bases of the municipality. Early retiredpeople migration affects the age distribution of the population, decrease the power of the industrial sector andincrease the population receiving welfare benefits.

Using a qualitative methodology, we analyse the meaning of early retirement for early retired people andtheir perception of this their very new situation. Generally speaking, they perceive positively their quality oflife, family relations and health. However, differences can be identified. Among the factors which explain thisperception the most important are: the previous job position and responsibility and the type of labour sector inwhich they had worked previously: power industry or mine industry. In addition, the way they deal with theirtime is a major factor. We can see how they area able to continue with the type of activities the use to do befo-re the early retirement, but increasing the amount of time they spend on doing them.

Key words: early retirement, job, use of time.

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“En la vida tenemos que tener un orden,y claro ese orden cuando llega la prejubilación

se deshace”

Prejubilado de Endesa (Andorra-Teruel)

INTRODUCCIÓN

La salida anticipada y definitiva de trabajadores del mercado de trabajo es un tema de induda-ble importancia y trascendencia política, social y económica en nuestras sociedades.

Se produce una paradoja entre la importancia del fenómeno de las prejubilaciones y la escasez deestudios realizados. Si bien el fenómeno de la jubilación (sus consecuencias personales, sociales y eco-nómicas) ha sido estudiado, no ha ocurrido lo mismo con las prejubilaciones. Este desconocimiento ysus posibles consecuencias a nivel individual y social, unido a la realidad existente en Andorra (Teruel)sobre prejubilaciones de la empresa Endesa, suscitó la necesidad de llevar a cabo este estudio.

En general, de las prejubilaciones se han destacado sus aspectos más negativos. Por ello, a par-tir de la realidad social de las prejubilaciones en Andorra, tal y como fue explicitado en el requeri-

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miento inicial por los distintos actores sociales, fuimos construyendo nuestro objeto de investiga-ción en las primeras reuniones del equipo de investigación1.

El objetivo general del estudio es abordar la realidad de los prejubilados en Andorra desde unaperspectiva interdisciplinar y con una doble finalidad: la comprensión del fenómeno de la prejubi-lación y, por otro, la planificación de la intervención social.

El estudio sociológico que se plantea pretende conocer el fenómeno de la prejubilación y losefectos o repercusiones de la misma a nivel individual y social, con el objeto de planificar una inter-vención social posterior que responda a la realidad de sus necesidades como colectivo. Este objeti-vo general se amplía y especifica en los siguientes:

• Recabar la opinión y conocer la valoración que este colectivo hace de su nueva situación.

• Averiguar si la prejubilación interviene de algún modo en la aparición de problemas psicoló-gicos (deterioro de la autoestima, sentimientos de inutilidad, depresión, ansiedad, etc.),familiares (tensiones en la pareja, inversión de roles, etc.) y sociales (rechazo o prejuicios).

• Conocer a qué “nuevas actividades” dedican los prejubilados su tiempo libre tras la salidaanticipada del mercado de trabajo y las posibles demandas de actividad y/o de apoyo porparte de las instituciones y otras organizaciones.

• Definir posibles líneas de intervención con el colectivo de prejubilados en beneficio de lacomunidad, aprovechando el potencial de este recurso humano.

La población objeto del estudio se concreta, inicialmente, en los prejubilados de la empresaEndesa, pertenecientes tanto al sector de la minería como al sector eléctrico, prejubilados entre1991-2001 y residentes en Andorra. En un segundo momento, se consideró la necesidad de incluiren nuestro trabajo las percepciones de las parejas de los prejubilados.

En este artículo presentamos, en primer lugar, el contexto en el que se sitúa el estudio, anali-zando algunas de las consecuencias que en el municipio de Andorra tienen las prejubilaciones, ensegundo lugar el punto de vista que los prejubilados de Andorra tienen sobre el fenómeno de lasprejubilaciones, y por último unas conclusiones generales del estudio.

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1 Esta problemática inspiró y motivó a un grupo de profesionales, procedentes de las áreas de servicios sociosani-tarios y culturales, a constituirse en equipo de trabajo de naturaleza interdisciplinar en octubre de 1999. Estáformado por M.ª Margarita Alloza Arcusa, Rosa Espés Espallargas, Ana Lázaro Lázaro, María José Muñoz Marcoy Agustín Quilez Clavero. El equipo interesado en conocer el fenómeno de la prejubilación, al objeto de planifi-car una intervención social adecuada y realista a las necesidades del colectivo, planteó la investigación a los pro-fesores del área de sociología de la Universidad de Zaragoza: María del Mar del Rincón y David Pac Salas.

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CONTEXTO

El municipio turolense de Andorra es uno de los nueve municipios que integran la comarca quelleva su nombre, Andorra-Sierra de Arcos, que limita geográficamente con la comarca de CuencasMineras, compartiendo ambas no sólo proximidad geográfica sino una historia y cultura mineracomún. Estos territorios entre el Valle del Ebro y el Sistema Ibérico conforman un “pequeño paísnegro”2. En su subsuelo se localizan los yacimientos de carbón más importantes de Aragón. Laexplotación del lignito, junto con la extracción de otros minerales, ha constituido durante años labase económica fundamental de estos pueblos, de pobre agricultura.

Andorra, situada en el corazón mismo de la cuenca minera turolense, es su capital y el motorde su economía, a pesar de la notable pérdida poblacional producida a finales del siglo veinte. Con7.993 habitantes en el año 2005, según el padrón municipal, es el núcleo de población más impor-tante y dinámico, y concentra más del 70% de la población residente en la comarca Andorra-Sierrade Arcos, que en total cuenta con 11.158 habitantes. La actividad minera, tan proclive a las crisis y,posteriormente, la producción de electricidad han sido los ejes alrededor de los que gira la historiade Andorra a lo largo del siglo XX.

ACTIVIDAD ECONÓMICA Y EMPLEO

La evolución de la actividad económica de Andorra

Aunque el carbón ya se extraía en la zona en el siglo XIX, es en el año 1914, gracias a la coyun-tura favorable de la Primera Guerra Mundial cuando se inicia la explotación de las minas de carbón anivel subterráneo. La actividad minera convivía con la actividad que había sido fundamental hasta elmomento para los andorranos, la agricultura, basada en el cultivo de cereales y olivos y, en menorgrado, la ganadería y actividades comerciales destinadas al consumo de la población, la fabricaciónde jabón y de harinas, ferreteros, establecimientos de tejidos, zapatos, etc. Desde el punto de vistaeconómico, a principios del siglo XX, los sectores secundario y terciario de la economía se circunscri-bían a una serie de sectores pre-industriales y a la transformación de productos del sector primario.

El desarrollo de la actividad minera se produce entre 1945 y 1950, en plena época de autarquíaeconómica, “coincidiendo con la penuria de la posguerra y las dificultades de nuestras relacionesexteriores”3, cuando llega a la zona la Empresa Nacional Calvo Sotelo (Encaso). La apertura de nue-vos pozos, cuyo carbón alimentará la central de Escatrón, donde se transporta por el ferrocarrilminero, supone un fuerte impulso de la actividad industrial de extracción de lignitos. El retrocesode la actividad agrícola y ganadera, y sobre todo la intensificación de la minería subterránea, arras-

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2 A. HIGUERAS ARNAL (coord.), Geografía de Aragón, Zaragoza, Editorial Guara, 1983, tomo IV, p. 301.

3 Ibídem, p. 303.

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tran un intenso proceso de cambio social y cultural en el municipio y en toda la zona. La sociedadtradicional andorrana entra en crisis, dando paso a una sociedad industrial y a la creación de unacultura minera en un breve periodo de tiempo. Durante los años cincuenta Andorra4 vive unimportante crecimiento demográfico, al ser lugar de destino de importantes contingentes de traba-jadores inmigrantes que proceden, en su mayoría, de Andalucía y Extremadura, y, en menor medi-da, de provincias y municipios limítrofes.

En los años sesenta, el sector del carbón entra en crisis, al reducirse su demanda por la compe-tencia de los hidrocarburos y otras fuentes energéticas. Además, coincide con el desarrollo indus-trial de Zaragoza y otras zonas urbanas. La sociedad andorrana vive un periodo de crisis demográfi-ca y económica, que se prolongará hasta los años setenta. El encarecimiento de los precios delpetróleo en esta década y la conocida crisis económica mundial va a suponer un relanzamiento delos recursos mineros. En esta época la empresa Endesa, en la que se integra Encaso, comienza lasobras de la Central Térmica Teruel, con una gran capacidad de producción y ubicada a escasa dis-tancia del núcleo de Andorra. Progresivamente, las minas subterráneas de carbón dejaron paso alas grandes explotaciones a cielo abierto, cuyos lignitos abastecen la Central Térmica para la pro-ducción de energía eléctrica, a partir de su puesta en marcha en el año 1979 y terminada en sus dis-tintas fases en los años siguientes.

En los años ochenta, la térmica de Endesa marca el ritmo de trabajo en toda la zona. La mineríaa cielo abierto, tanto de lignitos como de arcillas, fue en aumento y junto con la producción de elec-tricidad definen la actividad económica, acompañada con un progresivo aumento del sector tercia-rio o de servicios. En los años noventa, en plena era de la globalización, coincidiendo con la inter-nacionalización de la empresa y la reestructuración del sector minero y energético, de la mano de lapolítica europea, se asiste, vía prejubilaciones, a una notable reducción de plantilla, reducción queafecta tanto a los trabajadores de las minas como a los de la térmica.

Los cambios en la estructura de la ocupación y el empleo

En la última década del siglo XX, en paralelo a las prejubilaciones masivas en Endesa es cuandoel municipio vive grandes transformaciones, tal como se refleja en la tabla 1, que recoge la distribu-ción de la población de derecho ocupada según el sector económico en el municipio de Andorra en1991 y en 2001, así como las variaciones en el periodo.

Según estos datos, el perfil de ocupación de los andorranos se ha modificado sustancialmente;si en 1991, de cada cien residentes ocupados en el municipio, 50 trabajaban en la minería y en latérmica (fundamentalmente en Endesa), 34 lo hacían en el sector servicios, 7 en la construcción y 3tan sólo en la agricultura. De la población ocupada en el año 2001, más de la mitad tienen un

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4 Para más información sobre el tema, véase el artículo de M.Á. TOMÁS OBÓN, «La población andorrana en elsiglo XX», Revista de Andorra, 1, 2000, pp. 37-61.

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empleo en el sector servicios, 29 en la industria (aunque tan sólo 20 trabajan en la minería o la elec-tricidad), 12 en la construcción y algo más de 4 en la agricultura.

En 1991, el sector de actividad dominante en el municipio era el secundario, generando el55,2% del empleo total. Dentro de este sector, se producía una concentración en industrias extracti-vas y la energía, que aglutinaba la casi totalidad del empleo industrial (1.352 empleos de los 1.452).A lo largo de la década se asiste a un intenso retroceso del empleo en el sector industrial y, particu-larmente, en las actividades extractivas y de energía, que han perdido a lo largo del periodo5 854empleos y ha pasado en 1991 de ser la primera rama de actividad a ocupar la tercera posición porempleo generado en 2001. Paralelamente, la creación de empleo en otras ramas de la industria, aun ritmo menor, implica una relativa diversificación del cada vez más escaso empleo industrial.

El rápido incremento del sector servicios, que ha pasado de 928 empleos a 1.354 confirma elproceso de terciarización de la economía municipal, sector que es el dominante. Además, el empleoen la construcción sigue aumentado y se asiste a una relativa recuperación del empleo en la agricul-tura. En conclusión, en número de empleos todos los sectores aumentan a excepción del sectorindustrial, donde han desaparecido más del 63% de los empleos de 1991.

POBLACIÓN Y MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

La evolución de la población, condicionada por la minería

Los factores de crecimiento económico y de creación de empleo determinan a lo largo del sigloXX el cambio demográfico. En el gráfico 1 se presenta la evolución intercensal de la poblaciónmunicipal. Su trayectoria da testimonio de las oscilaciones de una actividad económica basada enel carbón durante décadas, reflejando las alzas y las crisis de la minería.

A partir del despegue a mitad de los años cuarenta, Andorra tiene una población expansiva, enun contexto regresivo, pues tanto Aragón como particularmente Teruel pierden efectivos demográ-ficos. Este proceso implica, en términos relativos, un incremento en el peso de la población ando-rrana en el conjunto provincial y, en términos absolutos, por su volumen de población, que elmunicipio se consolide como uno de los más importantes de la provincia, tras Teruel capital yAlcañiz. La llegada masiva de población inmigrante al municipio fue el factor determinante del cre-cimiento demográfico. En el censo de 1960, el volumen de población alcanzado es de 7.821 habi-tantes, cifra que casi triplica la censada a comienzos de siglo y es 1,7 veces superior a la de 1950. Apartir de los años sesenta, se observa un cambio de tendencia, con un retroceso significativo en losefectivos demográficos.

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5 Recordamos que los datos se refieren solamente a los residentes en el municipio. La pérdida de empleo tambiénafecta a otros trabajadores de Endesa pero con residencia en otro municipio distinto a Andorra, por lo que que-dan fuera.

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En la segunda mitad de los años setenta, con la reactivación del sector minero y la construcciónde la central térmica, se inicia una nueva oleada de crecimiento poblacional que se prolongarádurante los años ochenta y cambia a partir de 1991, momento en el que el municipio alcanza sumáximo histórico con 8.680 habitantes. Sin embargo, en el último periodo intercensal, coincidien-do con el auge de las prejubilaciones, se asiste en el municipio de Andorra a un serio retrocesodemográfico, pues el último censo de población registra tan sólo un volumen de 7.816 habitantes.

No obstante, uno de los rasgos que ha caracterizado al municipio a lo largo del siglo ha sido suenorme vitalidad demográfica, en un contexto claramente regresivo.

La evolución reciente de la población: el impacto de las prejubilaciones

La evolución de la población en Andorra en el último periodo intercensal está claramente deter-minada por el impacto que han tenido las prejubilaciones en Endesa. Según datos del padrón muni-cipal, desde 1991 hasta 2001, el número de habitantes se reduce año a año, hasta llegar a perderuna décima parte de su población. Andorra tenía en el momento de arranque de las prejubilacionesen Endesa 8.680 residentes, mientras que en el año 2001 el volumen de residentes empadronadosse había reducido a 7.887.

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GRÁFICO 1

Evolución de la población intercensal del municipio de Andorra

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Desde 2001 hasta 2004 se observa cierto estancamiento de la población. Durante los últimosdos años, la población del municipio andorrano observa de nuevo un leve ascenso. En el año 2003,según datos padronales, había 7.869 habitantes, y a inicios de 2005 la población se situaba en7.993. Este cambio de tendencia está estrechamente ligado a los nuevos flujos migratorios: elaumento general de la inmigración procedente del extranjero.

La inmigración de origen extranjero se ha convertido en el factor determinante del cambiodemográfico que se observa de modo general en toda la comunidad de Aragón, donde a partir de losnoventa se asiste de forma continua a una recuperación de la población; este fenómeno migratoriose intensifica, produciéndose un cambio en el saldo migratorio, que pasa a ser positivo. Sin embargo,en comparación con otras comarcas aragonesas y con Aragón en su conjunto, la comarca deAndorra-Sierra de Arcos alcanza un saldo migratorio positivo y una recuperación poblacional muchomás recientemente. Tan sólo a partir del año 2001 se observan cambios positivos en la población deAndorra y en su comarca. La comarca de Andorra observa un crecimiento relativo de un 0,95% entre2001 y 2004, pero entre 1986 y 2001 el crecimiento había sido claramente negativo, -14,83%.

Una década marcada por la emigración

En Andorra, la explicación a la evolución de la población a partir de 1991 hay que buscarla enlos movimientos migratorios, más concretamente en el saldo migratorio, que presenta signo negati-

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GRÁFICO 2

Comparación de la evolución intercensal de la población en Andorray en la comarca Andorra-Sierra Arcos. Población de hecho 1990-2001

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vo cada uno de los años. La inmigración se ralentiza, reduciéndose de forma notable la llegada denuevos residentes. Por el contrario, la emigración se intensifica. Entre 1991 y 2001, un total de1.909 personas se dieron de baja en el padrón de habitantes al cambiar definitivamente su residen-cia, frente a 1.077 altas registradas en el mismo periodo.

Se constata así una elevada emigración de la población, pues 22 de cada cien residentes enAndorra en 1991 habían abandonado el municipio diez años más tarde. Por otra parte, hay queseñalar que las nuevas modalidades de movilidad residencial no están contabilizadas por las fuen-tes demográficas, que sólo registran los cambios permanentes o definitivos de residencia. Es impor-tante, aunque difícil de cuantificar, el volumen de población que aun residiendo en el municipiooficialmente, pues en él están empadronados, pasa largas temporadas fuera del mismo.

La emigración se mantiene en los primeros años del actual siglo, con valores incluso superioresa años anteriores, sin embargo, la importante llegada de nuevos inmigrantes a Andorra, fundamen-talmente extranjeros, arroja un saldo migratorio positivo y abre una nueva etapa en la historiademográfica del municipio.

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GRÁFICO 3

Evolución reciente de la población municipal

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Los nuevos inmigrantesEl reciente crecimiento demográfico de Aragón, tal como se ha mencionado, se debe en gran

medida a la llegada de población inmigrante extranjera, especialmente a partir de los noventa, perode forma mucho más significativa a partir de 2001, año en el que se ha quintuplicado en la comuni-dad de Aragón la cifra de llegadas respecto a 1991. El número de extranjeros con permiso de resi-dencia en Aragón era de 4.072 en 1991 y en 2001 era de 25.001.

En Andorra, los extranjeros residentes han pasado de 65 en 1991 a 122 en el año 2001 y a 260 en2004. A continuación se exponen algunas de las características de la población inmigrante empadro-nada en Andorra en 2004. Los inmigrantes suponían un 3,25% del total de la población. Los últimosdatos publicados referentes al número de inmigrantes empadronados en el municipio de Andorra nosacercan a una población mayoritariamente masculina –un 64% son hombres–, con predominio deedades entre 25-44 años. La mitad de ellos provienen de Europa (predominando los de Rumanía yPolonia), un 22% de América del Sur y Central, con un claro predominio de argentinos; un 15% proce-de de Pakistán, y un 7% son de origen africano (Argelia y Marruecos, fundamentalmente).

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GRÁFICO 4

Evolución detallada de la población en Aragón y en Andorra (1985-2004)

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GRÁFICO 5

Evolución de inmigración y emigración. Saldo migratorio en Andorra

GRÁFICO 6

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La distribución de la población residente en el municipio según su origen o procedencia ha cam-biado de forma notable en el período. En el gráfico 7 se visualizan los cambios habidos; sin entrar enun análisis detallado, cabe señalar que la población nacida en el municipio ha aumentado mientrasque el número de residentes nacidos fuera retrocede, salvo los extranjeros que duplican su presencia.

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GRÁFICO 7

Población en Andorra según el lugar de nacimiento, 1991-2001

CAMBIOS EN LAS CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN

Andorra no sólo ha perdido población. El retroceso de sus efectivos demográficos a lo largo dela década de los 90 arrastra profundas transformaciones en la composición interna y en las caracte-rísticas de su población, que, en gran medida, reflejan el impacto de las prejubilaciones.

En la tabla 5 se presenta la distribución por categorías de edad de la población municipal en 1991 yen 2001. Resume los cambios en cuanto a la composición interna. Se puede observar una reducción delnúmero de efectivos en todas las categorías de edad, salvo en la vejez. Sólo la población de 65 años ymás aumenta, pasando de 880 en 1991 a 1.338 en 2001. Esto implica que de cada cien ancianos en1991, en 2001 hay 152 residiendo en el municipio. El resto de las categorías de edad pierden efectivos,aunque el mayor retroceso se observa entre la población infantil (0-14 años) y, con menos intensidad,en la juvenil (16-24 años). El número de niños ha disminuido en un 40% y el de jóvenes el 12,4%.

Número de habitantes

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Sintetizando, los cambios más acusados en este periodo son la reducción en los efectivos depoblación infantil y el incremento de la población mayor.

Consecuentemente, el perfil de la población se modifica y su estructura dibuja una pirámide deedades más envejecida. Si en 1991 los niños/as representaban el 23,7% de la población andorrana,diez años más tarde su peso es tan sólo el 15,6% del total. De forma paralela, los ancianos represen-taban el 10,1% en 1991 y el 17,1% en 2001.

Aunque la población de Andorra ha envejecido de forma significativa en los últimos años, siguesin alcanzar los niveles de su comarca o de Aragón. Tal como se refleja en la tabla 6, en términoscomparativos, los distintos indicadores de estructura demográfica muestran una situación másfavorable en el municipio.

La huella de las prejubilaciones se constata particularmente en las significativas transformacio-nes que se han producido en la distribución del empleo y la ocupación y, sobre todo, en la situaciónlaboral de la población residente. A partir de los datos de los dos últimos censos de población se haelaborado la tabla 7, que recoge en cada una de las fechas la vinculación de los andorranos con laactividad económica.

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TABLA 5

Evolución de la población de Andorra por categorías de edad

CENSO 1991 CENSO 2001 VARIACIÓN 1991/2001

Categorías de edad Nº % Nº % Absoluta Relativa

Infancia(0-14 años) 2.059 23,7 1.217 15,6 -842 59,1

Juventud(15-24 años) 1.304 15 1.156 14,8 -148 88,6

Madura joven(25-44 años) 2.768 31,9 2.507 32,1 -261 90,6

Madura(46-64 años) 1.669 19,2 1.598 20,4 -71 95,7

Anciana(65 y más) 880 10,1 1.338 17,1 558 152

Total 8.680 100 7.816 100 -864 90

Fuente: elaboración propia a partir de datos censales.

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TABL

A6

Indi

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fica.

Cens

o 20

01

% 0 a

19%

20 a

64%

65%

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% M

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Men

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años

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de 45

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ciona

l

CCAA

Ara

gón

17,83

60,69

21,48

12,61

24,75

40,27

55,46

42,88

11,08

51,73

Ando

rra-S

ierra

de A

rcos

20,52

57,05

22,43

14,18

27,41

40,09

57,04

42,34

10,38

57,76

Mun

icipi

o And

orra

22,81

60,07

17,12

15,55

30,40

44,14

62,44

39,40

8,30

48,51

Fuen

te: I

AEST

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bora

ción

prop

ia.

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Se observan cambios muy significativos en la población inactiva. El fenómeno de las prejubila-ciones es invisible a nivel estadístico; las fuentes de información a nivel municipal no registrandirectamente la categoría de prejubilado, fundamentalmente porque no tiene entidad jurídica. Anteesta ausencia de datos, por aproximación, tomamos en consideración aquellas variables o situacio-nes que se corresponden con las vías de salida del mercado de trabajo utilizadas en la retirada pre-coz de la actividad, es decir, desempleados con empleo anterior, pensionistas, incapacitados para eltrabajo. Estas categorías implican un abandono prematuro y definitivo del mercado de trabajo y, talcomo ilustran los datos de la tabla, todas estas situaciones de inactividad subsidiada se han incre-mentado notablemente en un contexto de recesión demográfica. El número de jubilados tambiéncrece notablemente. En el resto de las categorías de inactivos (estudiantes, labores del hogar, otrosy servicio militar) disminuye su número de efectivos.

En el periodo estudiado, el conjunto de población activa también ha disminuido, aunque elretroceso es ligeramente inferior al del conjunto de la población. El número de residentes conempleo retrocede en términos absolutos. El colectivo de parados con empleo anterior aumentamientras que disminuye a la mitad el de desempleados que buscan su primer empleo.

La pirámide del gráfico 8 visualiza la relación con la actividad de los diferentes grupos de edady sexo.

PREJUBILADOS EN ANDORRA: LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO 92 [ I I ] 2008-2009

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TABLA 7

Situación laboral de la población residente en Andorra

1991 2001

Absolutos % Absolutos % Variación Variaciónabsoluta relativa

Total 8.680 100 7.794 100 -886 89,7Activos 3.053 35,2 2.843 36,5 -210 93,12Ocupados 2.697 31,1 2.502 32,1 -195 92,76Parados con empleo anterior 181 2,1 267 3,4 86 147,51Parados buscando primer empleo 175 2 74 0,9 -101 42,28Inactivos 5.577 64,3 4.951 63,5 -626 88,77Jubilados 796 9,2 1.140 14,6 344 143,21Pensionistas 206 2,4 266 3,4 60 129,12Incapacitados para trabajar 8 0,1 109 1,4 101 1.362,50Estudiantes 2.282 26,3 1.744 22,4 -538 76,42Labores del hogar 1.974 22,7 1.495 19,2 -479 75,73Otra situación 311 3,6 197 2,5 -114 63,34Servicio Militar 90 0,6

Fuente: elaboración propia a partir de los censos de población.

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Hay una baja participación femenina en la actividad económica, aunque se observa una clararuptura generacional. Entre los 20 y los 34 años la proporción de mujeres incorporadas al mercadode trabajo supera a las que se mantienen fuera del mismo. Sin embargo, a partir de esa edad, larelación se invierte y se mantiene en todos los intervalos de edad. A partir de los 45 años son muypocas las mujeres que trabajan fuera de casa. Esta escasa feminización de la mano de obra, especial-mente entre las generaciones de más edad se explica por las propias características históricas de laeconomía andorrana: la concentración del empleo en el sector minero y de electricidad. Sin embar-go, su crisis la favorece. La diversificación del empleo industrial pero, sobre todo, el proceso de ter-ciarización acelerado vivido en la última década están permitiendo la progresiva incorporación delas mujeres más jóvenes al mercado de trabajo.

Para los varones, los gráficos 10 y 11 reflejan la desigual participación laboral en los diferentestramos de edad y, sobre todo, se constata el paso a la inactividad de contingentes crecientes devarones a partir de los 40 años. Después de esa edad se va reduciendo drásticamente el grado departicipación laboral de los andorranos, de tal manera que a partir de los 50 años son minoría losque siguen en el mercado de trabajo.

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GRÁFICO 8

Distribución de la población residente en el municipio de Andorrasegún situación laboral, por edad y sexo. Censo 2001

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PREJUBILADOS EN ANDORRA: LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO 92 [ I I ] 2008-2009

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GRÁFICO 9

Mujeres residentes en el municipio de Andorra según situación laboral y edad. Censo 2001

Núm

ero

de in

divi

duos

Intervalos de edad

Activas

Inactivas

GRÁFICO 10

Varones residentes en el municipio de Andorra según situación laboral y edad. Censo 2001

Núm

ero

de in

divi

duos

Intervalos de edad

Tal como se ha señalado en otra parte de este estudio, uno de los rasgos distintivos de las pre-jubilaciones en Andorra es la baja edad a la que estas se han producido, encontrándonos en elcolectivo una proporción importante de prejubilados con menos de 45 años. En el año 2001, seconstata pues el impacto que las prejubilaciones masivas han tenido en la población masculina enel municipio.

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Especialmente significativo es el bajísimo grado de actividad de los varones residentes de 46 a65 años en Andorra en comparación con otros ámbitos geográficos (gráficos 12 y 13).

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GRÁFICO 11

Población total en el municipio de Andorra según situación laboral y edad. Censo 2001

Núm

ero

de in

divi

duos

Intervalos de edad

GRÁFICO 12

Grado de actividad de los varones residentes de 46 a 65 años de edad

Activ

os p

or ca

da ci

en v

aron

es

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LOS CAMBIOS EN LAS FUENTES DE INGRESOS DE LOS HOGARES

Otra mirada complementaria a los efectos producidos por las prejubilaciones en el municipio nosla ofrece la tabla 8, con la distribución de los hogares según la relación de la pareja con la actividadeconómica. Se puede observar, en el caso de Andorra y de la comarca, en comparación con los otrosámbitos, la elevada proporción de hogares con los dos miembros de la pareja inactivos; en esta situa-ción estarían la mitad de los hogares en la comarca y 45 de cada cien en Andorra, es decir, 18 y 12puntos por encima de la media regional. Por el contrario, la presencia de hogares con los dos miem-bros de la pareja ocupados es muy inferior al promedio de Aragón en su conjunto y de las provincias.Refleja la baja participación laboral de las mujeres en el municipio y por extensión en la comarca.

En los hogares donde ambos cónyuges están desocupados no hay ingresos derivados de su tra-bajo: han sido sustituidos por otros ingresos públicos o privados. La prejubilación, al igual que lajubilación, implica pasar a una situación de dependencia económica, pues las rentas derivadas delos salarios son reemplazadas por prestaciones económicas (pensiones, subsidios de desempleo yotro tipo de subvenciones o beneficios). Cuando la salida del trabajo se hace a la edad establecidalegalmente, se pasa a depender de la pensión de jubilación, pero en el caso de las prejubilaciones,este periodo de dependencia se amplía y, dependiendo de la edad de abandono de la actividad,puede llegar a prolongarse más de treinta años.

PREJUBILADOS EN ANDORRA: LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO 92 [ I I ] 2008-2009

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GRÁFICO 13

Grado de actividad laboral de la población masculinapor edad en Andorra y en Aragón. Censo 2001

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LAS PREJUBILACIONES EN ANDORRA

LA ESTRATEGIA DE INVESTIGACIÓN

El objetivo general del estudio es abordar la realidad de los prejubilados desde una perspectivainterdisciplinar. De aquí emanan dos objetivos específicos. Por un lado, el análisis del fenómeno dela prejubilación y, por otro, la planificación de la intervención social.

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TABLA 8

Porcentaje de hogares según relación de la pareja con la actividad. Censo 2001

AMBOS OCUPADOS AMBOS INACTIVOS

Andorra 20,0 44,7Comarca Andorra-Sierra de Arcos 17,2 50,4Aragón 30,8 32,1Provincia de Teruel 27,3 41,4Provincia de Huesca 30,4 34,7Provincia de Zaragoza 31,5 30,0

Fuente: elaboración propia a partir de datos del Censo y del IAEST.

TABLA 9

Tipo de hogares según la situación laboral de la pareja. Censo 2001

COMARCA MUNICIPIO DE ANDORRAANDORRA-SIERRA DE ARCOS

Parejas % Parejas %

Total 2.863 100,0 2.021 100,0Ambos ocupados 492 17,2 405 20,0Ambos parados 3 0,1 2 0,1Hombre ocupado y mujer parada 71 2,5 65 3,2Hombre parado y mujer ocupada 18 0,6 14 0,7Hombre ocupado y mujer inactiva 695 24,3 519 25,7Mujer ocupada y hombre inactivo 81 2,8 63 3,1Hombre parado y mujer inactiva 54 1,9 43 2,1Mujer parada y hombre inactivo 7 0,2 6 0,3Ambos inactivos 1.442 50,4 904 44,7

Fuente: IAEST, a partir de datos del Censo de 2001.

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Para conseguir esos objetivos, la estrategia de investigación llevada a cabo ha sido el desarrollode un enfoque cualitativo o estructural: para establecer un marco contextual de descubrimiento.Las técnicas cualitativas utilizadas han sido: entrevistas exploratorias semiestructuradas, grupos dediscusión y entrevistas en profundidad. Ha sido un enfoque clave en el estudio, ya que debido a sucomponente subjetivo y sintético resulta muy apropiado para perfilar el contenido de los conceptoslingüísticos tal y como son utilizados por una población objeto de estudio6.

En total se han entrevistado más de 45 personas a través de dos técnicas de investigación bási-cas: seis entrevistas y cinco grupos de discusión.

El proceso de investigación ha sido el siguiente.

PREJUBILADOS EN ANDORRA: LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO 92 [ I I ] 2008-2009

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Las entrevistas

La conversación para la obtención de información en su modalidad de entrevista es una de lastécnicas de investigación más usuales en ciencias sociales. Además, las entrevistas fueron de dostipos: exploratorias y en profundidad.

Las entrevistas exploratorias se llevaron a cabo al inicio de nuestro proceso de investigación ysirvieron para ir construyendo nuestro objeto de estudio (definir nuestro problema sociológico).Como señalan QUIVY y VAN CAMPENHOUDHT (2000: 73) “las entrevistas exploratorias tienen la fun-ción de abrir pistas de reflexión, ampliar los horizontes de lectura, tomar conciencia de las dimensio-nes y aspectos de un problema, en los que el investigador no pensó de manera espontánea”.

En la selección de los entrevistados se tuvo en cuenta a los principales actores que intervienenen el proceso de relaciones laborales: empresarios y trabajadores (o representantes: asociaciones ysindicatos). Se realizaron dos entrevistas a directivos o técnicos de empresas en las que se habíanproducido prejubilaciones, una entrevista a un representante sindical y una entrevista a una perso-na de una asociación de prejubilados.

6 Nos sirvió para la operacionalización de los conceptos teóricos de los enfoques de la ruptura del ciclo de vidaque hemos visto en la primera parte, así como para la concreción de las preguntas adecuadas al lenguaje utiliza-do por los prejubilados.

Entrevistasexploratorias

Grupos dediscusión

Entrevistas enprofundidad

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Las entrevistas en profundidad se realizaron después del análisis de los grupos de discusión. Suobjetivo fue reconstruir los momentos estratégicos de las prejubilaciones. La selección de los preju-bilados partió de los propios participantes en los grupos de discusión.

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ESQUEMA 1

Entrevistas realizadas

Entrevista exploratoria 1 Entrevista exploratoria 2Asociación de prejubilados Agente social sindicato

Fecha: marzo de 2001 Fecha: marzo de 2001Lugar: Andorra Lugar: Andorra

Entrevista exploratoria 3 Entrevista exploratoria 4Representante de la empresa Endesa Representante de la empresa Samca

Fecha: marzo de 2001 Fecha: marzo de 2001Lugar: Andorra Lugar: Andorra

Entrevista en profundidad Entrevista en profundidadPrejubilado 1 Prejubilado 2

Categoría: maestro de obras Categoría: jefe de equipoEdad: 55 años Edad: 55 añosSexo: varón Sexo: varónFecha: abril de 2001 Fecha: abril de 2001Lugar: Andorra Lugar: Andorra

Los grupos de discusión

El diseño de los grupos de discusión es el momento más “artesanal”. En este trabajo “artesanal”se intenta representar a las distintas posiciones en la estructura de trabajadores prejubilados. Comoelementos configuradores en el diseño de los grupos de discusión tuvimos en cuenta: edad, tiempode prejubilado (años de prejubilación), sector (minero y eléctrico).

Si bien la posición de los sujetos investigados era igual: prejubilados, se dividieron según el sec-tor de procedencia y el tiempo que llevaban en esa situación. El diseño teórico de los grupos apare-ce en el esquema 2. Se realizaron dos grupos de discusión de la ordenanza minera: prejubilados delarga (más de 7 años) y corta duración (menos de 2 años). Y un grupo con prejubilados de la orde-nanza eléctrica. También, debido a las repercusiones que tienen las prejubilaciones en la reorgani-zación familiar, se realizaron dos grupos con mujeres de prejubilados. En estas repercusiones resul-taba de interés ver las diferencias de discurso de las mujeres según su posición en el ámbito

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productivo/reproductivo. Se realizó un grupo con mujeres de prejubilados asalariadas y otro conmujeres de prejubilados cuya ocupación principal era la de ama de casa.

PREJUBILADOS EN ANDORRA: LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO 92 [ I I ] 2008-2009

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ESQUEMA 2

Diseño de los grupos

GD 1 “Prejubilados de larga duración GD 2 “Prejubilados de corta duración (< 2 años)(+ 7 años) de ordenanza minera” de ordenanza minera”

Categorías: picadores, peones especialistas y otras Categoría: picadores, mecánicos y otrasEdad actual: 55-58 Edad actual: 42-46Edad prejubilación: 46-48 Edad prejubilación: 40-44Sexo: varones Sexo: varonesFecha: abril de 2001 Fecha: abril de 2001Lugar: Andorra Lugar: Andorra

GD 3 “Prejubilados de ordenanza eléctrica” GD 4 “Mujeres asalariadas casadas con prejubilados”

Categoría: varias Edad: variasSexo: varones Sexo: mujeresFecha: noviembre de 2001 Fecha: noviembre de 2001Lugar: Andorra Lugar: Andorra

GD 5 “Mujeres no asalariadas casadas con prejubilados”

Edad: variasSexo: mujeresFecha: noviembre de 2001Lugar: Andorra

La convocatoria de los grupos la desarrollaron los integrantes del equipo de investigación queresiden en la zona a través de su red social. Si bien el reclutamiento de los participantes resulta difí-cil se pudo contactar con ellos de forma satisfactoria. Los grupos se llevaron a cabo al inicio delestudio: durante los meses de abril y noviembre de 2001.

La presentación del tema inicial fue un intento de provocación… “ha de empujar a los reunidosa hablar” (CALLEJO, 2001: 115). Puesto que todos los participantes eran prejubilados se optó poruna presentación directa del tema. Como señala CALLEJO (2001: 117) más similar a “la tendenciaproveniente de la focussed intervew”:

“El tema del estudio son las prejubilaciones. De lo que nos gustaría que nos hablaseises del uso del tiempo un día normal”.

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Una de las reglas de oro de los grupos de discusión es la no directividad, es decir, se debe dejarmáxima autonomía al grupo y no intervenir mucho. Aunque es importante que el preceptor lleve unguión previamente elaborado en el que se recojan las cuestiones que se sospecha pueden aparecer enla discusión y algunas intervenciones tipo. En nuestro caso, los temas previstos eran: usos del tiem-po, imágenes del trabajo, momento de la prejubilación, percepción de las prejubilaciones, etc.

Para el análisis de los grupos, tanto la extracción de opiniones y actitudes como la elaboracióncomprensiva de imágenes y motivaciones obligan al investigador a salirse del texto del discursopara contrastarlo y explicarlo desde el análisis (empírico y teórico) del contexto social (histórico,económico, político, etc.) en que los discursos sociales se producen y reproducen.

Podemos utilizar otro esquema, esta vez derivado de la lingüística, para describir niveles dellenguaje en los que puede operar la técnica del grupo de discusión:

92 [ I I ] 2008-2009 María del Mar del Rincón Ruiz et al.

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ESQUEMA 3

Niveles de análisis del discurso (en un grupo de discusión)

Análisis textual (semántica del discurso) Cadena sintagmática o narrativa: desarrollotemático a lo largo del texto.

Cadena paradigmática: articulación estructural del texto.

Análisis contextual (pragmática del discurso) El contexto analítico: tiene en cuenta el contexto artificialen que se produce un grupo: incidencia del moderador,relación con el magnetofón, etc.

El contexto social: tiene en cuenta la extracción social delos reunidos y todos aquellos conocimientos que puedanpermitir una mejor comprensión y explicación deltexto analizado.

Fuente: Colectivo Ioé.

En nuestro caso, una vez transcritas literalmente las intervenciones a partir de su grabación mag-netofónica, se ha hecho más hincapié en el análisis textual de acuerdo con los objetivos del estudio.

Si bien al inicio, siguiendo a MARTÍN CRIADO (1998: 175), hay que enunciar los discursos máslegítimos y ser prudente en las jugadas discursivas, repiten los conocidos tópicos sobre las prejubi-laciones: la liberación del trabajo como algo positivo. Muy pronto aparece en el relato el elementoque consideran de mayor trascendencia: los usos del tiempo. A partir de estas primeras y funda-mentales percepciones (más tópicas), los sujetos articulan el relato narrativo dependiendo de lasposiciones incorporadas (pasadas), situaciones actuales (familiares) y posiciones futuras (que deter-mina su grado de necesidades).

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El esquema de interpretación de los grupos es el que aparece a continuación:

PREJUBILADOS EN ANDORRA: LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO 92 [ I I ] 2008-2009

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EL PUNTO DE VISTA DE LOS PRINCIPALES ACTORES SOCIALES

El significado del trabajo para los prejubilados

Como hemos señalado en el esquema, antes de ver la percepción sobre la prejubilación es nece-sario analizar las ideas, motivaciones, actitudes, etc., de los prejubilados sobre el trabajo.

¿Qué significado tiene el trabajo para las personas prejubiladas? En la sociedad actual, la identi-dad de las personas está configurada, sobre todo, por la posición en el trabajo. Es decir, las condi-ciones de vida de las personas tienen mucho que ver con las condiciones de empleo. Las personas,tras una larga experiencia laboral, se definen prioritariamente como trabajadoras, así que con lapérdida del empleo pierden parte de sus señas de identidad.

Valor instrumental del trabajo: casi unánimePara los prejubilados el trabajo tiene un significado eminentemente instrumental. Las satisfaccio-

nes del trabajo son exteriores al mismo: forma de ganar dinero, obligación social. Esto es debido, sobretodo, a la dureza de la profesión de minero, lo que hace que los prejubilados no extrañen su trabajo.

Esquema de interpretación

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“Hay que entender que el trabajo del minero no tiene ninguna perspectiva, ni ningunailusión… La única perspectiva es el jornal, ganar más, porque no hay otra perspectiva, ni amejor ni… Entonces tú trabajas de minero para ganarte la vida y una vez que te siguesganando la vida no tienes ningún problema para dejar el trabajo” (GD-2, voz X, p. 6).

“…Yo te vuelvo a decir que el problema nuestro es que no echamos de menos el traba-jo. No volveríamos a la mina, a fastidiarnos. Pues si no piensas en esas siete horas queestabas en la mina pues estás mejor. No había otra perspectiva en el trabajo que teníamos”(GD-2, voz, p. 6).

Si bien las condiciones de trabajo han mejorado a lo largo de sus trayectorias laborales, tam-bién hacen alusión a las duras condiciones de trabajo que había cuando ellos comenzaron a trabajary cómo esta situación había cambiado en los últimos años.

“…Y así como estaba llegando, me giro y había 14 ó 15 personas que estaban todosdesmayaos encima de la tierra y se metían tierra por la boca, echaban baba, al ver aquellocon 18 años, pensaba: –aquí no dice nadie nada–. Yo cuando llegué dije: –oye, que hay 14 ó15 personas que están muy mal– y me dice uno –¡Normal! No son gente que han sacado,que se han “entufao” en la mina, eso son 4 ó 5 horas que están así y después se les pasa–.Estamos hablando lo que es, lo que ha sido siempre el trabajo en la mina, que es lo queestamos hablando” (GD-1, voz 3, p. 5).

Además, se aprecian diferencias entre ordenanza minera y eléctrica. Si los prejubilados de orde-nanza minera se muestran unánimes en relación al significado del trabajo y la liberación que lessupone la situación de prejubilación, los prejubilados del sector eléctrico tienen una gama másamplia de percepciones. Para unos el trabajo tiene unas satisfacciones intrínsecas (les gustaba eltrabajo que realizaban).

“…yo seré el más tonto pero a mí me gusta trabajar” (GD-3, voz 7, p. 6).

“Laboralmente… es un palo que te corten una trayectoria” (GD-3, voz 2, p. 1).

“Pero a mí me gustaría el haber cambiado en la misma empresa pero a otro trabajo deretaguardia de decir oye que ahora venga gente joven a estos puestos de primera línea”(GD-3, voz 4, p. 3).

Para otros, sin embargo, durante el proceso de las prejubilaciones existían elementos que se tra-ducían en una visión negativa sobre el trabajo: el sistema de horarios a turnos y la incertidumbrede su futuro.

“…trabajando es cuando lo pasaba mal, cuando veía que los demás se marchaban” (GD-3, voz 3, p. 6).

“…pero lo de ir a turno es muy complicado, que te cambia la vida, no sabes si duermes,si…(GD-3, voz 4, p. 3).

“No he tenido una gran presión, yo no he ido a turno, no es el caso de éstos, inclusotenía bastante libertad” (GD-3, voz 7, p. 6).

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Cambios en las condiciones de trabajo

En los últimos años, los prejubilados señalan algunos cambios importantes que contribuyeronal enrarecimiento del clima laboral. Por un lado, el proceso de privatización de la empresa implicaun cambio en las políticas empresariales de uso de la mano de obra que les afecta directamente.

“…es una decisión de empresa por una reconversión de tipo de empresa. La empresa noquiere generar y quiere dedicarse a ser financiera, a comprar electricidad, a vender, distribución[…] entonces los que están en generación están obsoletos” (GD-3, voz 4, p. 8).

“El trato no es bueno por algo muy sencillo, porque no te quieren” (GD-3, voz 4, p. 7).

“Yo para mí la mayor alegría fue el irme, el dejar el trabajo, si no incluso por perder devista a mucha gente. Ese es el problema que había aquí en esta casa, ese es el problema”(GD-1, voz 1 y 4, p. 4).

Y por otro la incertidumbre que se creó con el proceso de las prejubilaciones. La “descronologi-zación” de las prejubilaciones incide en la imposibilidad de interiorización y preparación para lanueva situación. En los últimos años, la empresa no facilita la preparación de las prejubilaciones,siendo comunicadas, en ocasiones, de manera imprevista para los trabajadores.

“…tenía un proyectito en danza que se lo tenía que pasar a mi compañero […] mi ilu-sión era no dejarle muertos […] Bueno, a las 6 de la tarde y por casualidad… Paco seencontró con el director y le preguntó: –¿Qué haces aquí? […] Si tú tenías que haberte idoya, si ya no estáis dados de alta en la Seguridad Social–” (GD-3, voz 7, p. 6).

Las trayectorias laborales se ven truncadas de manera inesperada y las prejubilaciones son unaimposición por parte de la empresa.

“…te cortan una trayectoria […] que a todos, queramos o no queramos, nos gusta”(GD-3, voz 2, p. 1).

“Nos han echado porque a la empresa le interesa, no porque yo no valga” (GD-3, voz 6,p. 4).

De manera menos intensa aparece el papel del Estado. Para algunos, el principal beneficiario delas prejubilaciones.

“…que conste que las prejubilaciones a quien le han ido muy bien ha sido al Estado,sobre todo en la minería, porque a partir de lo que estamos hablando de 45 años en ade-lante, que los trabajos que te mandan hacer, te vienen muy cuesta arriba porque caso nolos puedes hacer, hay mucho absentismo, ¿qué es lo que hace la Seguridad Social?, pues tetiene que pagar y si cogías mucho la baja porque no podías, más luego lo que tenía quecotizar. En este aspecto ha sido una balsa de aceite, no sé de dónde ha venido el dinero side la Comunidad o de dónde ha venido, pero a nosotros nos han mandado con 48 años acasa, ya saben que el absentismo se va a acabar porque no hay bajas” (GD-1, voz 3, p. 10).

PREJUBILADOS EN ANDORRA: LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO 92 [ I I ] 2008-2009

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Por último, otro aspecto que interviene en la percepción de la situación de las prejubilaciones esla política empresarial en la zona. La mayoría señala que la supresión de puestos de trabajo es muysuperior a la creación de nuevos.

“Pues si estábamos 1.000, 1.500 mineros iba a decir yo. Y ahora quedarán una plantillade 250 ó 300. Pues fíjate los puestos de trabajo que se han destruido. Puestos directos. De1.500 han bajado a 300. Se han perdido 1.200 y si crean 120. Es abismal la diferencia” (GD-2, voz 3, p. 19).

Aunque reconocen que las nuevas empresas que han llegado a Andorra lo han hecho con laayuda de Endesa consideran que se podía haber hecho mucho más para reconvertir la zona.

“En estos últimos años no se podía hacer. Ahora en los años ochenta sí que se podía haberhecho más. Si ahí el Gobierno Central de Aragón y los pueblos de aquí de la comarca se hubie-ran puesto fuertes hubieran sacado mucho más porque entonces esto estaba mucho más enauge, en los años 75-80, esto estaba en auge y de aquí no han invertido nada porque si se lehubiera obligado a la empresa a invertir una mínima parte de lo que se ha sacado aquí habríaautopistas por todo y habría trabajo para todo el mundo. Lo que pasa es que se llevaban el car-bón de aquí y nadie les obligaba a nada, pues aquí no dejaban nada” (GD-2, voz 3, p. 19).

Opiniones sobre la prejubilación

Percepción sobre su propia situaciónEs significativo que en todos los grupos se valora la prejubilación como algo positivo personal y

familiarmente. Esto se plasma en comentarios como los siguientes.

“Hay quien piensa que te ha tocado la lotería” (GD-2, voz 3, p. 4).

“Para mí la experiencia es estupenda” (GD-3, voz 1, p. 1).

“Yo, mi marido está prejubilado y yo no, pero a mí me va muy bien porque cuandollego a casa tengo la comida hecha” (GD-4, voz 2, p. 1).

En el terreno personal se señalan fundamentalmente dos aspectos negativos, por un lado elcorte en la trayectoria profesional que para muchos ha supuesto la prejubilación y, por otro lado, lapercepción como algo negativo que se tiene de la prejubilación por otras personas y que, en algunosmomentos, les han hecho sentirse incómodos.

“Laboralmente… es un palo el que, digamos antes de tiempo, te corten una trayectoria[…] puedes enseñar a los que empiezan” (GD-3, voz 2, p. 1).

“…es que me lo dijeron. ¡Ah!, ¿Ya estáis prejubilados? ¡Oh! ¡Madre mía, qué vergüenza,con lo jóvenes que sois. Los demás tenemos que trabajar para vosotros. Y no os da ver-güenza. Y con los jornales que habéis ganado!” (GD-5, voz 3, p. 6).

También señalan repercusiones sociales negativas como por ejemplo la falta de expectativaspara los jóvenes y la pérdida de población en la zona.

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“…y luego me fastidia la prejubilación porque creemos que las expectativas para losjóvenes […] estamos viendo que no. Y para mí el haber dejado un puesto para no ser ocu-pado por nadie me recome” (GD-3, voz 2, p. 2).

“Yo creo que el problema de las prejubilaciones que veo es si no se crean puestos de tra-bajo. A la vuelta de unos cuantos años nos vamos a quedar solos en este pueblo” (GD-5,voz 1, p. 2).

Comparando los dos grupos de mujeres de prejubilados (GD-4 y GD-5), las mujeres asalariadas creenque debe ser más problemática la adaptación a la prejubilación en el caso de que la mujer no trabajefuera de casa, porque el marido se inmiscuye en las tareas domésticas. Pero esta creencia no se ve confir-mada en el grupo de mujeres no asalariadas que no manifestaron tener problemas en este sentido.

“Cuando las mujeres no trabajan al principio ellos lo pasan muchísimo peor… Ellos selevantan por las mañanas y tienen todo hecho […], entonces ¿qué pasa?, que empiezan acontrolar más la vida de la mujer y de sus hijos y yo creo que ahí viene un choque muyfuerte” (GD-4, voz 3, p. 15).

“Yo, por ejemplo, en mi caso para nada he notado la prejubilación de mi marido […]pero él tiene mucho trabajo en el campo y sigue yendo al campo como iba antes” (GD-5,voz X, p. 2).

Diferencias en función del puesto de trabajo que se desempeñase

En los grupos de ordenanza minera se señala la dureza del trabajo en la mina como uno de losfactores por los que consideran su prejubilación como algo positivo. En el grupo de ordenanza eléc-trica se hace referencia a la complejidad del trabajo como un factor para desear la prejubilación.

Relacionado con lo anterior, es significativo que en dos de los grupos (GD-1, y GD-3) se hacereferencia al tema de que creen que la prejubilación ha sido más problemática para personas concargos importantes, principalmente por la pérdida del prestigio social que estos puestos suponían.También hacen referencia a cierto malestar con muchos de estos cargos, lo que tras su prejubila-ción se ha traducido en su aislamiento social.

“…el que ha trabajado en la mina, en un trabajo malo, pues lo normal es que le ha toca-do la lotería, o nos ha tocado la lotería” (GD-1, voz 3, p. 2).

“Yo, por ejemplo, he estado trabajando en un sitio que era muy complicado y yo teníaganas de coger la prejubilación” (GD-3, voz 4, p. 3).

“Yo tenía uno que llegaba por la mañana y tenía la secretaria y el periódico encima de lamesa y el café y las tostaditas. Naturalmente que ése me decía –…es que me jode marchar-me–, tenía 56 o por ahí” (GD-3, voz 3, p. 7).

“Por eso esa gente cuando se jubilan, después ninguno… los mira” (GD-1, voz 6, p. 6).

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Ser prejubilado en un pueblo

Ven como una ventaja ser prejubilado en un pueblo frente a serlo en una ciudad, principalmen-te porque hay otras personas en su misma situación y las relaciones sociales son más cercanas.

“No lo tienen los de la capital porque en la capital, el que ha trabajado al uno le toca en elbarrio tal de Barcelona y al otro le toca en otra punta y no se ven en todo” (GD-1, voz 3, p. 17).

Condiciones económicas

El tema económico es uno de los menos comentados en todos los grupos. En general comentanque las condiciones económicas son muy buenas y dicen estar conformes con el dinero que les haquedado y que no se ha visto mermada su capacidad económica. Se dice que esta circunstancia hasido una suerte.

“La mayoría de la gente no nos quejamos” (GD-2, voz 4, p. 14).

“Nuestra jubilación es que te haya tocado la lotería sin jugar un décimo y eso no suelesuceder muchas veces” (GD-3, voz 2, p. 9).

Uno de los comentarios que se repiten es que no les gusta hablar en público del tema de lo quecobran o no cobran porque puede ser causa de conflictos, tanto entre los compañeros como en elresto de la población o, incluso, con las familias.

“Sí, aquí en Andorra el bombo que se le ha dado a las prejubilaciones ha sido demasiadoy unos han dicho una cosa y otros otra y venga a preguntar. Oye pues cada uno se marchócon su dinero y punto, a mí qué me importa si este cobra 20 y aquel cobra 30. Yo me marché[…] y mucho chismorreo y muchas cosas y muchas envidias” (GD-1, voz 5, p. 18).

“Yo también voy a puntualizar, en mi familia también trabajan los dos: tanto mis her-manos como mis cuñados; entonces claro, aun los dos sueldos no es ni comparación almío” (GD-5, voz 1, p. 7).

También se hace referencia a las diferencias entre las condiciones económicas de los primerosprejubilados y los que se prejubilan actualmente y las personas que se jubilaban anteriormente conpoco más de cincuenta años, antes de los planes de las prejubilaciones.

“Y los que se prejubilaron en el 91, era una diferencia de 200, 200 y pico… y más. Puesesa persona que se ha ido un mes, incluso gente con un mes de diferencia te lleves 200papeles más que el que se ha jubilado hace un mes, pues esa gente se le ha hecho y luegoha habido gente que eso lo han ido sembrando…” (GD-1., voz 1, p. 19).

“Sí, además con este tema deberíamos ser un poco más cautos porque aquí la mayoría tra-bajaban también los padres en la mina y resulta que esos pobres sí que trabajaban hasta loscincuenta y tantos años y salieron enfermos y están ganando una miseria de horror. El… quellevamos aquí de Seguridad Social mientras que nosotros hemos estado menos tiempo nos

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vamos con cierto dinero. Sí, claro, a estos les vas dando… mira cuánto estamos ganando, joervaya niñato que ha trabajado veinte años en la mina cuando yo me he tirado cuarenta y me haquedado… Por eso había que ser un poco más cauto” (GD-2, voz 4, p. 15).

Aunque de forma muy breve también se hace referencia a la relación que puede existir entre lasbuenas condiciones económicas y otros problemas como por ejemplo las adicciones y un exceso deconsumo.

“Aquí ha pasado una cosa que nos han dado más dinero que trabajando y sabes lo quepasa que dices: –¡Joder!, si tengo tanto dinero– y gastas más” (GD-1, voz 4, p. 10).

Elementos configuradores de la percepción de la prejubilación

Usos del tiempo

En los cinco grupos de discusión salió la cuestión de la ocupación del tiempo como un temacentral. Los integrantes de los grupos hablaron de su día a día en una nueva situación, la prejubila-ción, en la que existe una mayor cantidad de tiempo disponible. En algunos casos este hecho no sepercibe como novedad, tal cual se señaló en el grupo de mineros de menos tiempo, dado que traba-jaban a turnos y esta característica de su jornada les permitía organizar su tiempo libre.

En general todos reconocen el valor del tiempo, apreciándolo como muy positivo, y señalan laactividad como una de las claves para adaptarse a esta nueva situación vital. Por ello, la gran mayo-ría de los prejubilados suelen estar bastante ocupados.

“El tiempo de prejubilado es de oro” (GD-3, voz 2, p. 10).

En cuanto al tipo de actividades en las que invierten su tiempo, tanto los hombres como lasmujeres, informan de una continuidad con las actividades que venían realizando antes de prejubi-larse (tareas del hogar, tareas del campo, actividades deportivas, cuidados familiares, cursos forma-tivos, etc.) con la diferencia de que ahora les dedican más tiempo y viven la libertad de horarios yde elección de actividades como algo muy importante.

“Mi marido sigue haciendo las mismas cosas que hacía antes, prácticamente vamos, sinese agobio de levantarse a una hora fija” (GD-5, voz 4, p. 2).

La decisión de emplear el tiempo libre en una u otra actividad no viene condicionada por laordenanza en la que se trabajaba (minera o eléctrica) ni por la cantidad de tiempo transcurridodesde que cesó su actividad. Son los gustos o preferencias del prejubilado los que determinan sulibre elección. El grupo de mujeres asalariadas señala la importancia de que hagan lo que hagan,tiene que gustarles.

“Mi marido colabora en casa porque le gusta, pero impuesto no, porque no es posible,entonces fallaría y empezaría mal la cosa” (GD-4, voz 3, p. 6).

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Está mal vista tanto la inactividad como el uso de mucho tiempo en ciertas actividades: vertelevisión y estar en el bar.

“Lo que no se puede hacer, yo lo tengo muy claro, es ir desde por la mañana hasta porla noche o estar sentado o amargado y sin hacer nada. La gente que va, yo es que hombre,yo me tomo un cortado cuando sea, pero eso de toda la vida. Pero estar desde el punto dela mañana como están algunos hasta la punta de la tarde, yo es que lo veo matador. Hay detodo, cada uno es libre” (GD-2, voz 4, p. 3).

En todos los grupos de hombres aparece como interesante la actividad de voluntariado con aso-ciaciones y ONG. También hablan de la actividad de viajar y conocer mundo como algo difícil decompatibilizar con su vida familiar.

“[…] soy una persona de las que me gusta estar en asociaciones y trabajar con losdemás” (GD-3, voz 2, p. 2).

“Yo por ejemplo, me hubiese gustado, si no hubiera familia, 7 años de esos 10 años […]marchar a un país […] por ejemplo Santo Domingo o El Salvador o alguno de esos” (GD-1,voz 3, p. 23).

En general los prejubilados gozan de bastante libertad a la hora de elegir y realizar las activida-des que les agradan, pero esa libertad se ve condicionada por sus obligaciones familiares.

Aunque no es general, hay que señalar que también hay prejubilados que no saben cómo llenarsu tiempo puesto que quieren hacer algo, pero no quieren obligaciones.

“[…] la conciencia me da vueltas y quiero hacer algo, lo que pasa es que comprometer-me… no sé, yo quiero hacer algo, pero aún no he dado el paso porque es que…” (GD-1, voz4, p. 12).

La posición familiar

En el ámbito familiar la prejubilación supone más tiempo potencial de convivencia y de dispo-nibilidad para las tareas domésticas. Los prejubilados de ordenanza minera con menor tiempodesde su cese laboral (más jóvenes) manifiestan haberse implicado bastante tanto en las tareasdomésticas como en atender las demandas de la familia (ascendientes y descendientes). Esta cir-cunstancia se percibe de modo positivo por parte de los miembros de la familia.

“Están más contentas porque no tienen la sujeción de las comidas y los horarios de tra-bajo. Por supuesto les ayudas más. Aunque sea para ir a buscar al chico o a la chica a laescuela. Vas a por el pan mientras ellas hacen la faena. Ya no están sujetas al horario de lascomidas” (GD-2, voz 3, p. 8).

La existencia de obligaciones familiares (hijos en edad escolar, mujeres asalariadas, padresmayores que necesitan asistencia…) se convierte en el eje que articula el día a día del prejubilado.

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“[…] Yo por ejemplo, terminé, lo dejamos en junio y enseguida me apunté a unos cur-sos a distancia, quería hacer cosas de carrera. Luego te das cuenta de que tienes críospequeños, que tienes que seguir la vida familiar. En mi caso mi mujer trabaja, entonces nopuedes romper la familia. No te puedes ir a ningún lado. Al final a la vuelta de seis, sietemeses ya te ves en la misma dinámica, y no puede ser…” (GD-2, voz 4, p. 6).

Por el contrario, los miembros del grupo ordenanza minera con mayor tiempo desde su ceselaboral (menos jóvenes) y los de la ordenanza eléctrica prácticamente no hablan acerca de su vidafamiliar tras la prejubilación.

En el caso de las mujeres asalariadas, cuando el esposo se prejubila ellas se plantean la posibili-dad de seguir o no trabajando, motivadas por su deseo de compartir el tiempo con ellos. Ademásse observa en ellas una actitud de apoyo y de guía y un cambio de costumbres para adaptarse a lanueva situación de él.

“Si sigues trabajando o dejas tu vida para acompañarle a él en su tiempo libre porque vaa tener todo el tiempo libre del mundo. La cría nos hizo tomar la decisión y como no teníaque salir de Andorra todavía por los estudios, decidí seguir trabajando mientras ella estu-viese en casa. La vida tenía que seguir un poco alrededor de ella ¿no?” (GD-4, voz 3, p. 5).

“Nos adaptamos a ellos, nos adaptamos a que ellos no encuentren ese vacío y que si élestá a gusto tomando un café, pues yo estoy a gusto” (GD-4, voz 1, p. 13).

Las mujeres asalariadas piensan que la adaptación del prejubilado a su nueva situación es másdifícil cuando la esposa no es asalariada puesto que el prejubilado pasa más tiempo en casa llegan-do a “estorbar” y “controlar” a la esposa en su propio dominio. Respecto a esta cuestión, las mujeresno asalariadas no suelen hablar en primera persona y siembre aluden a otros casos.

“Bueno y es que oyes esos comentarios de… es que voy a la cocina y él detrás, voy a lahabitación y él detrás, es que estoy agobiada, agobiada, agobiada…” (GD-4, voz 4, p. 22).

“Que el hombre estorba en casa está clarísimo, es que como la mujer estaba acostum-brada a hacer las cosas a su manera… me voy a tomar un café y ahora tener al marido esoya es otro cantar, es que es diferente” (GD-4, voz 1, p. 22).

“Yo reconozco que si mi marido no estuviera en la asociación pues tendríamos proble-mas. Porque es un hombre que no sale a ningún sitio, está en casa y entonces pues mal[…] parece que te quita intimidad” (GD-5, voz 1, p. 2).

También los hombres hablan y comentan, en tercera persona, de posibles roces o conflictos enla pareja ocasionados por el hecho de estar más tiempo en casa.

“[…] ¿Y la gente que tiene problemas con la mujer porque está todo el día con ella?”(GD-3, voz 4, p. 11).

“Pasa una cosa muy curiosa, cuando estás en la vida laboral y yo concretamente en el tra-bajo que estaba acostumbrado a mandar a gente, llegas y te prejubilas y estás en casa para

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que te manden. Además has podido ser todo lo espabilado del mundo y vuelves a ser el mástonto del mundo porque no sabes escobar, no sabes hacer la comida, bueno, no sabes nidónde tienes las zapatillas ni qué ropa ponerte, eres un desastre …” (GD-3, voz 1, pág. 11).

La mujer no asalariada reconoce que el prejubilado ayuda más en casa, pero mayoritariamenteseñalan que no hay una verdadera implicación dado que no asumen tareas como propias. Sólo pro-porcionan ayudas puntuales como ir a por el pan, llevar o recoger a los niños del colegio, llevar lacarga de la compra que han realizado ellas, etc. No hay inversión de roles. Además surge la necesi-dad de establecer nuevas normas en el hogar como por ejemplo “la hora de levantarse del prejubila-do” y de definir los tiempos “fines de semana”, “vacaciones”, etc., de forma diferencial.

“Antes no íbamos a comprar juntos y ahora te acompaña porque siempre vas atosigadacon la compra” (GD-5, voz 3, p. 4).

“Yo es una de las normas que pusimos. Que no se levantara más tarde que la cría. Queno me parece lógico que la cría se levante o se vaya al cole y …” (GD-5, voz 5, p. 9).

La cuestión de la emigración se debe a que en el municipio se tenía un temor a que se diera undescenso poblacional con la llegada de las prejubilaciones. En un pueblo de pocos habitantes comoAndorra, muy dependiente de la actividad minera, esta circunstancia se veía como una amenaza.

En cambio este tema sólo ha surgido en dos grupos de discusión: el de ordenanza minera conmenor tiempo desde su cese laboral (más jóvenes) y el de mujeres no asalariadas. Por los comenta-rios realizados parece ser que la prejubilación y el hecho de tener la vivienda cedida por la empresadurante la vida laboral han influido en cierta emigración hacia tres tipos de destinos: la capital(cuando los hijos están estudiando), la costa (cuando los hijos necesitan trabajar) y los lugares deorigen de los prejubilados (principalmente Asturias y Andalucía).

“[…] Porque hay que entender que irse a vivir a la costa porque sus hijos encuentren tra-bajo o bien a Zaragoza porque los chicos están estudiando. Y ahí sí se encuentran ellos unpoco desplazados ya, por la independencia que tenía porque ya no tienes tampoco que traba-jar ni actividades y ahí sí he visto yo algunas malas caras en algunos…” (GD-2, voz 4, p. 11).

“[…] la gente prejubilada…, sobre todo la de la primera tanda o la segunda y puede quehasta la tercera, se marcharon todos […]. Los pisos son cedidos, alquilados mientras estástrabajando, y en el momento que te jubilas te tienes que marchar […]. La gente se ha ido aVinaroz, porque Vinaroz está lleno de gente de Andorra” (GD-5, voz 3, p. 4).

La salud

A lo largo de los distintos grupos de discusión cabe destacar que el tema de salud no aparece entodos los grupos. El grupo de prejubilados de minería que llevan menos tiempo en esta situacióndestacan que la prejubilación les está proporcionando una mayor calidad de vida, que influye tam-bién en la mejora de su salud en general.

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“Cuando más te machacas es en los últimos años. Marcharnos antes nos ha beneficiadomucho. El trabajo es duro. Y según dicen a partir de los cuarenta y cinco para adelante, los quehan estado trabajando hasta los cincuenta y dos, es cuando más te machacas. La cosa ha idobastante bien. Estarías cuatro o cinco años para seguir allí” (GD-2, voz X, p. 5).

Sin embargo, en el grupo de prejubilados de ordenanza minera que llevan más tiempo prejubi-lados apenas hay referencias a su propia salud. Salvo uno de los participantes que percibe la preju-bilación como un alivio al estar en un trabajo duro.

“Yo lo más positivo es que nos cogió en una edad cuando ya empezaba un poco la deca-dencia, estoy hablando de 45, 46, 48 años. Esta es una edad en la que aunque físicamenteestás bien, a la hora de esos trabajos que estamos hablando que son trabajos duros, quieraso no quieras ha empezado ya la decadencia, entonces al dejar de trabajar, la mayoría nosconocemos y hemos visto, nos ves ahora y nos hemos visto antes y hemos rejuveneci-do…” (GD-1, voz 6, p. 7).

En el grupo de mujeres asalariadas no hablan directamente de la salud, aunque sí aparecen dife-rentes estados emocionales por los que pasa el prejubilado según manifiestan sus esposas.

Antes de iniciar la situación de prejubilación aparece cierto nerviosismo e inseguridad. Una vezprejubilados se sienten liberados de una obligación y al mismo tiempo frustrados por terminar laactividad laboral cuando son capaces de aportar mucho a la empresa. Después aparece la sensaciónde agobio (la familia reclama la ayuda del prejubilado dado que “tiene mucho tiempo libre”) o devacío (no saben cómo llenar su nuevo tiempo). Una vez adaptados, han organizado su tiempo,comienzan a disfrutar de la prejubilación.

“[…] mi marido después del primer año de jubilación pasó una temporada que le costóasimilar que estaba prejubilado, que se veía muy joven y que no tenía trabajo y que élempezó a pensar que era cuando más podía dar a la empresa… Llegó septiembre empezó aorganizarse con la Casa de Cultura, a él le gusta mucho leer y tal y entonces sí, llenó sutiempo…, pero llegó el mes de mayo-junio y se encontró con que no tenía con qué llenartodas las tardes larguísimas de verano y fue cuando empezó… gracias a Dios fue un perío-do de tiempo” (GD-4, voz 3, p. 11).

“[…] yo creo que llega un momento que lo pasan mal, piensan que su vida se ha supedi-tado, yo que sé… De la noche a la mañana se encuentran con que sus obligaciones eranatender la casa, a su hija y a su mujer, entonces yo creo que eso…” (GD-4, voz 3, p. 12).

A lo largo de este proceso las mujeres asalariadas van modificando sus costumbres para apoyar alesposo y ayudarle a encontrar las actividades en las que invertir el tiempo de un modo satisfactorio.

Dentro del grupo de prejubilados de ordenanza eléctrica, con diferencias importantes en cuantoa las condiciones de trabajo previas a la prejubilación respecto al colectivo de minería, tampoco sehabló mucho de este tema a nivel global pero se señaló como la principal mejora romper el ritmode trabajo a turnos y poder tener unos horarios más “normalizados”.

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“…desde que me he prejubilado yo he cambiado de carácter y de salud, el comer ahora amis horas […] he ganado el 100% porque al ir a turno cerrado (hay que ir a turno cerrado parasaber lo que es) se gana en libertad, el 100% he ganado” (GD-3, voz 6, p. 10).

Cabe señalar que se entabló una conversación sobre la depresión. Se relacionaba esta enferme-dad con dejar el puesto de trabajo. Sin embargo, no hubo acuerdo entre los interlocutores sobre siesto es cierto o no lo es, cada uno tenía su opinión.

“…las depresiones empiezan precisamente por hacerte preguntas y por hacerte histo-rias de que no vales […] Ya hay gente que las ha cogido” (GD-3, voz 2, p. 3-4).

“¿Sabes cómo entra la depresión? Si yo gano 200.000 pesetas y me dejan con 80, sí quecogeré depresión” (GD-3, voz 6, p. 4).

“…es saber cambiar de chip, que hay que cambiar del trabajo a pasar a otra forma devida y si no sabes asimilar eso es cuando lo pasas mal” (GD-3, voz X, p. 5).

Sin hablar de depresión otro participante comentaba que había gente que lo pasaba mal.

“Yo he encontrado personas que me han asegurado que lo han pasado mal porque nosabían qué hacer” (GD-3, voz 7, p. 4).

También dentro del grupo de prejubilados de la minería de menos tiempo en esta situación apa-reció el tema de las posibles depresiones adquiridas a partir del momento de la prejubilación. Losentrevistados comentan que conocen solamente un caso de una persona que ha tenido graves pro-blemas psicológicos aunque no puede considerarse como consecuencia directa de la nueva situación.

“Yo de oídas porque realmente no conozco a nadie porque me han dicho: pues ha habi-do mucha gente que les ha dado depresiones por no ir… Me lo han dicho muchas veces,pero yo no conozco a ninguno que…Yo no conozco a ninguno” (GD-2, voz X, p.10).

“Habla mucho la gente” (GD-2, voz X, p. 10).

“Hombre siempre hay alguno. Tiene que haber de todo” (GD-2, voz X, p. 10).

“Yo particularmente conozco una persona que empezó a complicarse la vida, pero esono quiere decir que el hombre. De 500 que haya habido uno. O sea entre 500 uno… esotampoco es…” (GD-2, voz 3, p. 10).

“Pero porque lo llevaba desde atrás arrastrando. Es lo que hemos hablado antes deljuego, esto de jugar a las máquinas es porque ya lo tenía pillado no porque lo haya pilladoahora. Lo que pasa que ahora tiene más horas para dedicarse a eso. Ha llegado a eso porquepara quitarse uno la vida… Pero es alguien que ya era… está amargado de… yendo a tra-bajar. Y al verse con más tiempo libre y siguiendo por el mismo camino pues… pero parallegar a eso hace falta… Yo conozco una persona” (GD-2, voz 3, p. 10).

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Si bien en un principio se pensaba que esta nueva situación podría traer problemas relacionadoscon la adquisición de nuevos hábitos que pudiesen influir negativamente en estas personas, según loscomentarios del grupo puede decirse que no hay problemas derivados directamente de la prejubilación.

“Es como una encuesta que hicieron aquí en el pueblo sobre qué hacen los prejubilados,que comentaban que ahora había más gente que echaba a las máquinas por estar prejubila-do, pero eso, el que echa ahora a las máquinas echaba antes también. Lo que pasa es queahora tiene más tiempo que antes” (GD-2, voz 3, p. 3).

A MODO DE CONCLUSIÓN

En primer lugar, queremos señalar el impacto de las prejubilaciones sobre las bases demográficasde la población de Andorra. Se produce una pérdida de población en la década de los 90 del siglopasado por el impacto de las migraciones de los prejubilados. También conllevan un proceso dedesindustrialización en el municipio debido a la pérdida de empleo en el sector industrial. Y por últi-mo, se incrementa la población inactiva subsidiada (a través de los dispositivos de prejubilación, etc.).

En síntesis, los prejubilados de Andorra valoran positivamente su situación a nivel individual yfamiliar. El sentido que la prejubilación tiene para sus protagonistas viene marcado por sus experien-cias pasadas, su situación actual y su visión del futuro. En general, el trabajo ha tenido un significadoinstrumental para estas personas. No obstante, la valoración de su experiencia laboral viene determi-nada por diversos aspectos: el puesto de trabajo desempeñado, el tipo de ordenanza donde desarrolla-ba su trabajo (eléctrica o minera) y por la posición jerárquica que se ocupaba dentro de la empresa.

Además, en el presente, esa percepción positiva se ve reforzada por las condiciones materialesde nuestros protagonistas: las condiciones económicas, en general, se valoran positivamente. Sibien es un tema que genera ciertas discrepancias: debido a una cuestión interna (las diferenciasdentro del propio grupo de prejubilados) y a un aspecto externo (la valoración que el fenómenosuscita por parte del resto de la población).

A su vez, en el discurso de algunos protagonistas se observan aspectos negativos de las prejubila-ciones, por ejemplo: la ruptura de una trayectoria profesional, la percepción negativa de la poblaciónno afectada por las prejubilaciones, la falta de expectativas para los jóvenes y la pérdida de población.

En los elementos configuradores de la percepción de la prejubilación aparece, como un elemen-to clave, el uso del tiempo, considerándose fundamental para una buena adaptación a la prejubila-ción el desarrollo de actividades que llenen su tiempo.

En cuanto al tipo de actividades realizadas destaca la continuidad con las que venían realizandoy se valora especialmente la libertad para organizarse, esta cuestión está sobre todo condicionadapor la situación familiar. La existencia de obligaciones familiares se convierte en el eje que articulael día a día del prejubilado, aunque no se produce una inversión de roles familiares.

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Una de las aportaciones de las prejubilaciones es que proporciona una mayor calidad de vida,que influye también en la mejora de su salud en general (estabilidad en el horario de dormir, estruc-tura regular de comidas, eliminación del estrés o esfuerzo físico según los puestos de trabajo, etc.).

Para terminar parece necesario tener en cuenta el contexto donde se han producido las prejubi-laciones. En este aspecto se considera que la concentración de los prejubilados en el mismo munici-pio (y su volumen) juega un papel facilitador de acoplamiento a la nueva realidad, ya que posibilitael mantenimiento de las redes sociales previas. Por tanto, resultaría de interés analizar este mismofenómeno en situaciones de mayor dispersión.

BIBLIOGRAFÍA

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Recibido el 30 de enero de 2009Aceptado el 16 de julio de 2009

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TERUEL HACIA LA SOCIEDAD DELA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO*

Carmen Galve Górriz** y Ana Gargallo Castel***

RESUMEN

En la actualidad las nuevas tecnologías presentan una importancia vital y estratégica para el desarrollo decualquier territorio. Por ello, resulta clave conocer la presencia que tienen las empresas de la provincia de Teruelen la Sociedad de la Información, si se desea determinar en qué punto del camino nos encontramos y haciadonde nos dirigimos.

Como respuesta a la carencia de datos pormenorizados para la provincia de Teruel, este estudio analiza elgrado de desarrollo de la Sociedad de la Información en las empresas turolenses, así como su posición relativarespecto a los niveles medios nacionales y autonómicos, realizando especial atención a las microempresas por sugran presencia en la economía de la provincia. El conocimiento en profundidad de estos aspectos permitiráfomentar el uso y favorecer la adecuada utilización de las nuevas tecnologías entre las organizaciones turolenses.

Palabras clave: empresa, tecnologías, Internet, difusión, desarrollo, Teruel.

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ISSN

0210

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* Este trabajo ha sido realizado con una ayuda del Instituto de Estudios Turolenses concedida en 2004. Las autorasagradecen la información ofrecida por la Fundación Universitaria Antonio Gargallo a partir de los resultados delproyecto de investigación “Análisis del sector servicios en la provincia de Teruel”, financiado por dicha fundación.

** [email protected]

*** [email protected]

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ABSTRACT

Teruel to the society of information and knowledge.

Nowadays new technologies offer strategic opportunities for the development of any territory. Therefore, itis crucial to know the presence of the turolenses’ firms on the Society of the Information if we want to knowwhere we are going.

The lack of detailed information for the province of Teruel has motivated the present study. It analyzes thedevelopment of the turolenses’ firms in relation with the Society of the Information, as well as their relative posi-tion with regard to the national and autonomous average. Special attention is paying to the microfirms due to theirgreat presence in the economy of the province. It is crucial to carry out an exhaustive study on the topic because itwill allow encouraging the suitable utilization of the new technologies among the organizations of Teruel.

Key words: firm, technologies, Internet, diffusion, development, Teruel.

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INTRODUCCIÓN

Si en la sociedad del siglo XIX fueron el capital, la mano de obra y la máquina los fundamentoseconómicos de la revolución industrial y en el siglo XX asistimos a la revolución tecnológica, en laactualidad se ha incorporado un cuarto factor de producción como recurso clave, la información.

La creciente complejidad de los mercados, la globalización de las operaciones y la mayor rapidezde los cambios son algunas de las características del entorno competitivo actual que provocan que elacceso a la información y el manejo eficiente de la misma sean elementos fundamentales para el éxitode cualquier iniciativa empresarial. En este contexto juegan un papel clave las tecnologías de la infor-mación, cuya combinación con las telecomunicaciones y los medios de comunicación ha dado lugar ala llamada Sociedad de la Información. La magnitud de este fenómeno es tal, que algunos aseguranque el siglo XXI se recordará como la revolución de las comunicaciones y de la información.

En la actualidad no es posible que un territorio evolucione social y económicamente sin que sushabitantes, sus instituciones y sus empresas utilicen las tecnologías de la información y la comuni-cación (TIC). Por tanto, resulta necesario conocer la capacidad y las diferencias en la utilización deestas tecnologías, teniendo en cuenta además que pueden representar una oportunidad para laszonas con escasa densidad de población, como es el caso de la provincia de Teruel.

En el presente estudio se plantea una reflexión sobre el uso de estas tecnologías en las empre-sas turolenses, en términos de disponibilidad de las mismas y de posición relativa respecto al con-junto de empresas aragonesas y españolas. La utilización de estas tecnologías en el sistema produc-tivo y de servicios de la provincia turolense estará íntimamente ligada a la capacidad de lasorganizaciones para competir y adaptarse a las necesidades del mercado y, en última instancia, aldesarrollo y la dinamización económica de la provincia.

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Los objetivos específicos del estudio se pueden resumir en revisar la importancia de las TIC enla actualidad, especialmente en lo que al ámbito empresarial se refiere, para posteriormente anali-zar la utilización de dichas tecnologías en el contexto de la provincia de Teruel y sus empresas,determinando en términos comparativos la situación turolense.

IMPORTANCIA DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN

En las últimas décadas estamos viendo cómo las condiciones del entorno, cada vez más compe-titivo, han forzado a las organizaciones a realizar cambios para adaptarse al mismo y para conseguirmantenerse en el mercado, revisando y potenciando los factores clave. En este escenario, lasempresas turolenses, al igual que sus homólogas españolas, se están viendo obligas a innovar, enmuchos casos mediante la incorporación de nuevos activos tecnológicos, como vía para mejorar suproductividad (GARCÍA y HUERTA, 1999).

Entre los cambios tecnológicos que han afectado de forma especial en los últimos años a lasorganizaciones destaca la introducción de las nuevas tecnologías de la información y la comunica-ción (las denominadas TIC), con Internet como máximo exponente debido a su extraordinariopoder como herramienta para crear nuevas formas de relación personal, social, científica y empre-sarial1. La presencia de estas tecnologías ha aumentado en la gran mayoría de los sectores econó-micos y en la sociedad en su conjunto, causando importantes modificaciones en las empresas yofreciéndoles nuevas oportunidades para su uso estratégico.

Atendiendo a la revisión de la literatura académica se pueden destacar diversos estudios que hanprofundizado en el análisis de la incidencia de las tecnologías de la información y la comunicaciónen las organizaciones. Entre los primeros trabajos desarrollados a lo largo de los años ochenta yprincipios de los noventa, tales como los de LOVEMAN (1988 y 1994), STRASSMANN (1985 y 1990) oWILSON (1993), se destacaba la formulación de la paradoja de la productividad (SOLOW, 1987;BRYNJOLFSSON, 1993) a la luz de la falta de evidencia empírica que corroborase la importancia de lasTIC en la generación de valor. En BRYNJOLFSSON y YANG (1996) y BRYNJOLFSSON y HITT (1996b)puede encontrarse una revisión de los principales trabajos englobados en dicha paradoja. Problemasde medición de los inputs o de las variables de resultados o la falta de rigor en los análisis empíricosparecen estar entre las explicaciones a esta aparente falta de relación entre TIC y resultados.

A lo largo de los años noventa se desarrollaron múltiples estudios en los que se destacan laimportancia de las contribuciones positivas de las TIC en la productividad de las empresas que lasadoptan y productos marginales brutos superiores a los correspondientes al resto de capital. Setrata de análisis más rigurosos, a partir de muestras de mayor tamaño, referidos en su mayoría agrandes empresas estadounidenses, en los que además se utilizan metodologías más sofisticadas.

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1 Zaragoza hacia la Sociedad del Conocimiento: http://www.zaragoza.es/azar/ciudad/ciudad-conocimiento/

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Entre los trabajos más representativos al respecto se pueden destacar los de autores comoBRYNJOLFSSON (1993), BRESNAHAN et al. (2002), BRYNJOLFSSON (1995), BRYNJOLFSSON y HITT(1996a, y 2000) o LICHTENBERG (1995).

Como resumen de la revisión de la literatura académica al respecto sirvan de ejemplo los traba-jos recogidos en la siguiente tabla, donde se muestran los objetivos de cada uno de los estudios asícomo los principales resultados ofrecidos por los mismos:

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TABLA 1

Estudios a nivel empresa sobre la importancia de las TIC

ESTUDIO ANÁLISIS RESULTADOS

ALPAR y KIM (1990) Estudio del impacto de las TIC en Las inversiones en TIC permiten reducir costes.los resultados empresariales, con Sin embargo, los resultados son sensibles a ladatos de la Reserva Federal de a la metodología utilizada, siendoNueva York especialmente engañosos los ratios

BERTSCHEK y Estudio de la relación entre las TIC Importantes efectos indirectos de las TIC en laKAISER (2004) y la productividad en un corte productividad al facilitar los cambios

transversal de 411 empresas organizativos y la reorganización del lugar dealemanas trabajo, aprovechando las complementariedades

BRESNAHAN Análisis de la contribución de las Las empresas con altos niveles de uso de laset al. (2002) TIC en una muestra de 300 TIC y sistemas de trabajo descentralizados

empresas de EE.UU. entre 1987 muestran resultados desproporcionadamentey 1994 mayores que las empresas con sólo una de

estas dos características

BRYNJOLFSSON Análisis de la incidencia de las TIC Las organizaciones con prácticas descentralizadas,et al. (2002) a partir de 416 empresas de en combinación con inversiones en TIC,

EE.UU. para 1996 presentan un efecto positivo desproporcionadosobre el valor de la empresa

BRYNJOLFSSON Análisis del impacto de las TIC en La utilización de las TIC en las organizacionesy HITT (1996a) una muestra de empresas de EE.UU. están positivamente relacionadas con su

de varios sectores en 1987-1991 output

CRON y SOBOL Medición del impacto de las TIC El impacto medio de las TIC no es significativo,(1983) en los resultados empresariales en pero se debe a que las organizaciones con fuerte

una muestra de 138 mayoristas uso de las TIC presentan los mejores y losmédicos en 1979 peores resultados, mientras que las empresas

con bajo uso de las TIC presentan resultadosmedios o bajos

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DEVARAJ y KOHLI Estudio de la contribución de las Las inversiones en TIC inciden positivamente(2000) TIC en 8 hospitales, durante 3 años en el performance, pero este impacto es mayor

si se combinan con reingeniería de los procesos

FLOYD y Análisis del impacto de las TIC Las TIC de producto tienen un efecto positivoWOOLDRIDGE mediante una encuesta a 127 directo sobre la rentabilidad económica pero(1990) bancos americanos y entrevistas además existe un efecto indirecto derivado del

a 68 CEOs ajuste entre TIC y estrategia

FRANCALANCI y Análisis de la contribución de las Las TIC van asociadas a mejoras de laGALAL (1998) TIC en 52 empresas de seguros, productividad cuando van acompañadas de un

entre 1986-1995 mayor número de trabajadores de la información

HARRIS y KATZ Estudio de la incidencia de las TIC Los resultados de la empresa están ligados(1991) en 40 compañías aseguradoras entre positivamente a la intensidad de la inversión

1983-1986 en TIC

HITT y Análisis de la relación entre TIC Las TIC redundan en una mayor productividadBRYNJOLFSSON y resultados en 370 grandes y un mayor bienestar para el consumidor,(1996) empresas de EE.UU. aunque que no llevan a beneficios superiores

para la empresa

LICHTENBERG Análisis del impacto de las El beneficio marginal de las inversiones en TIC(1995) inversiones en capital TIC en es mayor que su coste marginal y que el

la productividad en empresas de beneficio de las inversiones en capitaldiversos sectores convencional

LOVEMAN (1994) Análisis del impacto del stock total La productividad marginal es nula para las TICde capital TIC en 60 empresas y positiva para el resto de capital, debido a lamanufactureras para el periodo falta de cambios organizacionales1978-1984 complementarios

PARSONS Análisis detallado de la incidencia El impacto de las TIC en la función deet al. (1993) de las TIC en un gran banco producción translogarítmica es muy bajo,

canadiense entre 1974 y 1987 en ocasiones negativo

RAI et al. (1997) Estudio de la relación entre Todas las medidas de TIC producen mejorasmúltiples medidas de gasto en TIC sobre la productividad del trabajo. En el casoy medidas de performance y de la rentabilidad económica son el capital deeficiencia TIC y los gastos cliente/servidor, mientras que

la relación con la rentabilidad financiera es nula

STRASSMANN Estudio del efecto de las TIC No observa correlación entre varios ratios de(1985 y 1990) mediante encuestas a 38 empresas TIC y medidas de performance

del sector servicios

TALLON et al. Estudio del impacto de las TIC El valor de las TIC es mayor cuando existe un(2000) a través del análisis de 300 empresas ajuste entre estas tecnologías y la estrategia de

de EE.UU. para 1998 negocio de la empresa

Fuente: elaboración propia.

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La incidencia en las organizaciones se refleja a nivel agregado en el crecimiento económico de lasregiones o países, objetivo clave para cualquier economía. Así lo indican gran cantidad de trabajos,principalmente de la OCDE y EE.UU. (JORGENSON y STIROH, 2000; OLINER y SICHEL, 2000; DAVERI,2003; OCDE, 2001) que destacan la importancia de la inversión en las nuevas tecnologías de la infor-mación y la comunicación como elemento que contribuye de forma importante al crecimiento y alempleo, al favorecer la innovación empresarial en sectores clave y mejorar la productividad. Es poresto que algunos no dudan en hablar de una tercera revolución, comparable a la producida por lamáquina de vapor, el ferrocarril, el motor de explosión o la aplicación industrial de la electricidad.

A nivel europeo, un elemento clave de la Estrategia de Lisboa –estrategia común definida en elaño 2000 por la Unión Europea con el objetivo de preparar la economía de la Unión para los cambiosdel nuevo siglo– era el reconocimiento de las tecnologías de la información y la comunicación comouna importante fuente de incremento de la productividad y el crecimiento. Efectivamente, segúndatos de la Comisión de las Comunidades Europeas (2006) y de la Fundación BBVA (2008), las TIChan contribuido en al menos un 45% al crecimiento de la productividad en los últimos años.

Contrastadas las potencialidades de las TIC, resulta fundamental destacar que una supuesta tar-danza en la adopción y utilización de estas tecnologías supondría un factor de retraso en cualquiereconomía, provocando consecuencias difíciles de cuantificar, si bien en todo caso negativas, deriva-das directamente de los efectos de la denominada brecha digital entre lugares.

MARCO DE LA INVESTIGACIÓN: LA PROVINCIA DE TERUEL

Tal y como ha quedado recogido a lo largo de la introducción al presente trabajo, el marco de lainvestigación que en él se desarrolla se centra en la provincia de Teruel, especialmente en el análi-sis del colectivo de empresas localizadas a lo largo de la misma, aunque en alguna ocasión se hagareferencia a la situación global de la comunidad aragonesa.

La oportunidad de este estudio se explica tanto por la falta de trabajos que recojan dichosaspectos, como debido a que las características y peculiaridades de la provincia turolense presentanimportantes interrelaciones con el grado de desarrollo económico en general y de expansión y difu-sión de la denominada Sociedad de la Información.

Históricamente la provincia de Teruel perdió el tren de las comunicaciones tanto por ferrocarrilcomo por carretera, situación que ha lastrado a dicho territorio durante décadas. Al mismo tiempolas emigraciones de los años cincuenta provocaron una falta de población que ha dificultado eldinamismo, el crecimiento y el desarrollo de la economía provincial.

Actualmente, si bien Teruel se encuentra por encima de la media española en lo que a PIB porhabitante se refiere, este dato viene explicado nuevamente por los problemas de despoblación ypor el bajo crecimiento intercensal de los últimos años, situado en valores muy inferiores al espa-ñol (un 0,7% frente a un 3% español). A pesar de pertenecer a una comunidad autónoma integrantede uno de los ejes expansivos de la economía española, la provincia turolense muestra rasgos bas-tante diferenciados de ella, que obligan con mayor motivo a aprovechar las potencialidades ofreci-das por las nuevas tecnologías como vía para modificar la tendencia existente.

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Actualmente el tren del desarrollo y del avance del territorio viene acompañado por las nuevastecnologías de la información y la comunicación, como factor clave para el desarrollo de un territo-rio. Es por ello que resulta crucial lograr el adecuado impulso de las mismas en las empresas y en lasociedad en su conjunto.

Atendiendo a los datos disponibles, las diferencias dentro de la propia Comunidad Autónomamuestran una situación de la provincia turolense ligeramente por debajo de la media en los últimosaños. Según KÖLLING y SALAS (2005) en 2004 el 43% de la población tenía acceso a Internet yusaba el medio en la provincia de Teruel, cifra ligeramente inferior a la media autonómica, que sesituaba en el 54% y muy por debajo de los valores alcanzados en Zaragoza capital, donde las tasasse situaron en un 60% de la población, o en Huesca con el 58%. Estos datos implican una disparidadde 17 puntos porcentuales entre Zaragoza capital y la provincia de Teruel. Sin embargo, en los últi-mos años Teruel ha avanzado de manera activa en dichos indicadores.

Para lograr un mayor acercamiento de los ciudadanos y de las empresas a la Sociedad de laInformación se han llevado a cabo varias iniciativas a nivel provincial desde la Administración.Entre ellas cabría destacar el proyecto Internet Rural así como el proyecto Teruel Digital dentro delprograma de Ciudades Digitales.

El programa Internet Rural fue puesto en marcha por el Gobierno, la Federación Española deMunicipios y Provincias (FEMP) y la empresa pública Red.es para llevar el uso de las nuevas tecno-logías a zonas aisladas y con poca población, a las que se les ofrece una navegación rápida que nosería viable de otro modo por su elevado coste económico.

En este contexto, iniciativas como la llegada de la banda ancha a toda la provincia resultan fun-damentales para lograr un acceso homogéneo a la sociedad de la información y de este modo nocaer en el peligro que supone la brecha digital. En definitiva, debe evitarse el riesgo de que las nue-vas tecnologías puedan reforzar e incrementar las desigualdades entre regiones en lugar de reducirlas diferencias existentes.

Además Teruel ha ocupado un lugar privilegiado dentro del programa de ciudades digitales,programa liderado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para la promoción e implan-tación de la sociedad de la información en las zonas rurales. Los objetivos del mismo han sido ladotación de aplicaciones y servicios digitales a la ciudad y provincia de Teruel para poder realizartransacciones con la Administración, acceder a la formación a través de la red, potenciar productosy oferta turística, reduciendo de este modo los condicionantes históricos de déficit de servicios, ais-lamiento y dificultades de acceso.

Frente a los obstáculos derivados de la dispersión y la baja densidad de población, el envejeci-miento o los pocos consumidores de gran capacidad, las distintas iniciativas encaminadas a poten-ciar la sociedad de la información han desarrollado un papel fundamental. En el ámbito empresa-rial cabe destacar el apoyo específico a la implantación y plena incorporación de las TIC en lasmicroempresas y en las pequeñas y medianas empresas, presentes de forma mayoritaria en el teji-do empresarial turolense.

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COMPARATIVA DEL USO DE LAS TIC EN TERUEL, ARAGÓN Y ESPAÑA

El estudio del uso que las empresas turolenses hacen de las nuevas tecnologías puestas a su dis-posición gracias a los avances del sector TIC permite ofrecer una visión más completa del estado dela situación. Por ello, en este apartado se analiza la información disponible relativa a los niveles deadopción de las TIC por parte de las empresas de la provincia turolense en términos comparativosrespecto a la media nacional y autonómica. En este sentido, se puede destacar que la adquisición delas mismas ha sido considerable, tanto por parte de las organizaciones turolenses como por lasempresas de Aragón y España en términos agregados, según reflejan los datos y los informes dis-ponibles. Las cifras permiten comprobar que el tejido productivo turolense reconoce la importanciadel uso de las TIC como una de las bases para el incremento de la productividad y del crecimientoeconómico de la región en su conjunto.

A continuación se presentan los análisis detallados para diversas tecnologías, seleccionadasatendiendo a su generalidad y a su importancia para el desarrollo de las actividades de la organiza-ción. En concreto, la revisión se lleva a cabo distinguiendo entre las siguientes herramientas: orde-nadores, Internet, correo electrónico y página web.

USO DEL ORDENADOR EN LAS EMPRESAS TUROLENSES

En los últimos años el ordenador se ha convertido en un elemento indispensable para la mayo-ría de las organizaciones, tanto grandes como pequeñas, aunque especialmente entre las empresascon 10 ó más empleados, donde prácticamente la totalidad disponen de al menos un ordenador(FUNDACIÓN TELEFÓNICA, 2007).

Así, según los últimos datos publicados por el INE el 15 de octubre de 2008, referentes a enerode 2008, el 97,8% de las empresas de más de 10 trabajadores en España tienen ordenadores, valorque en las microempresas representa el 64,7%. Según esas mismas fuentes, para el caso de Aragón,la cifra de empresas con ordenador se sitúa en el 97,5% y el 65,4%, respectivamente.

Según el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información las empresas aragonesas conordenador representan aproximadamente el 95% del total, cifra que se reduce al 88,82% si se calcu-la únicamente entre el colectivo de microempresas.

Atendiendo a los resultados obtenidos por la Fundación Universitaria Antonio Gargallo (FUAG)para el caso turolense en 2008, en una muestra representativa de empresas del sector servicios enla provincia, formada por 522 empresas, se puede decir que el 89,7% de las empresas de la muestradisponen de ordenador.

Esta cifra, aun siendo elevada, se encuentra por debajo de los valores medios indicados para eltotal de las empresas aragonesas según el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información,que se sitúa en el 94,97% para el año 2006.

Respecto a la posesión de ordenador en las microempresas de la provincia, atendiendo a losresultados obtenidos por la Fundación Universitaria Antonio Gargallo, los valores se encuentran en

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niveles similares a los indicados por el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Informaciónpara las microempresas aragonesas. Los valores son del 88,82% para Aragón y el 88,7% en la pro-vincia turolense. En todo caso, ambas cifras son muy superiores tanto a los niveles indicados por elINE para España y Aragón, como al porcentaje del 60,6% recogido por el Observatorio red.es (2007)en su estudio sobre las TIC en las microempresas en España en 20072.

Por tanto puede decirse que, si bien en términos medios la adquisición de ordenadores en lasempresas turolenses se sitúa ligeramente por debajo de la media nacional y autonómica, por el con-trario, las microempresas turolenses presentan valores muy similares al resto de empresas de Aragón.

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TABLA 2

Porcentaje de empresas que disponen de ordenador

EMPRESAS DE 10 Ó MÁS TRABAJADORES MICROEMPRESAS

Andalucía 98,1 64,6Aragón 97,5 65,4Asturias (Principado de) 97,8 59,6Baleares (Islas) 97,6 70,1Canarias 96,8 55,5Cantabria 98,4 63,9Castilla y León 99,1 56,9Castilla-La Mancha 96,5 57,1Cataluña 98,1 67,6Comunidad Valenciana 97,2 67,3Extremadura 97,2 62,9Galicia 97,8 54,6Madrid (Comunidad de) 98,4 71,2Murcia (Región de) 95,6 65,8Navarra (Comunidad Foral de) 99,3 65,9País Vasco 98,3 60,4Rioja (La) 98,3 68,4Ceuta y Melilla 91,7 51,5

Total nacional 97,8 64,6

Fuente: INE (2008).

2 La selección de la muestra a partir de la base SABI supone que en muchos casos no se disponga de informaciónsobre empresarios individuales.

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En todo caso, debe indicarse que los datos obtenidos para Teruel hacen referencia al sector ser-vicios, donde, según algunos estudios, el uso de las TIC resulta destacado (VILLANUEVA, 2004).Distinguiendo entre servicios y turismo, el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Informaciónindica porcentajes del 97,32% y el 73,66%, respectivamente, por lo que el valor obtenido para lasempresas turolenses se encuentra en dicho rango.

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GRÁFICO 1

Porcentaje de empresas turolenses con ordenador

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

TABLA 3

Empresas turolenses con ordenador por tamaño

EMPRESAS DE 10 Ó MÁSTRABAJADORES

MICROEMPRESAS TOTAL

No dispone de ordenadores N 6 48 54% 6,6% 11,3% 10,4%

Dispone de ordenadores N 85 378 463% 93,4% 88,7% 89,6%

Total N 91 426 517% 100,0% 100,0% 100,0%

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

No dispone deordenador 10%

Dispone deordenador 90%

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Al diferenciar la muestra dentro del colectivo de microempresas atendiendo a la dimensión, sepuede apreciar una posición destacada de aquellas organizaciones que disponen de un mayornúmero de trabajadores, en concreto de 3 a 9 trabajadores, con valores superiores al 87% en todoslos casos, alcanzándose el máximo en las empresas con 6 trabajadores.

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TABLA 4Microempresas turolenses con ordenador por tamaño

NO DISPONE DE DISPONE DENÚMERO DE EMPLEADOS ORDENADORES ORDENADORES TOTAL

1N 12 72 84% 14,3% 85,7% 100,0%

2N 16 78 94% 17,0% 83,0% 100,0%

3N 3 58 61% 4,9% 95,1% 100,0%

4N 7 60 67% 10,4% 89,6% 100,0%

5N 5 34 39% 12,8% 87,2% 100,0%

6N 1 33 34% 2,9% 97,1% 100,0%

7N 2 14 16% 12,5% 87,5% 100,0%

8N 1 13 14% 7,1% 92,9% 100,0%

9N 1 16 17% 5,9% 94,1% 100,0%

10N 48 378 426% 11,3% 88,7% 100,0%

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

Estos resultados son coherentes con los ofrecidos por el Observatorio red.es de agosto de 2007sobre microempresas, donde indican que el 88% de las empresas entre 3 y 9 trabajadores utilizanordenadores, situándose en valores más próximos al de las PYMES que al de las microempresas demenor tamaño.

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En términos generales se observa una ligera desventaja de las empresas de menor tamaño res-pecto a aquellas de mayor dimensión, aunque para el caso turolense la incorporación de dichas tec-nologías en las microempresas parece situarse ligeramente por encima de la media. Tal y comocabía esperar, destaca una tendencia creciente en la utilización de los ordenadores en función deltamaño de empresa. Puede indicarse, por tanto, que a medida que aumenta el tamaño de la empre-sa se ve incrementada la penetración de los ordenadores. En todo caso, es necesario destacar lapenetración del ordenador como herramienta de trabajo en las empresas turolenses en nivelessimilares a la media aragonesa y nacional.

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GRÁFICO 2

Adquisición del primer ordenador

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

La incorporación de esta herramienta entre la muestra para la provincia de Teruel se ha produ-cido a lo largo de los últimos treinta años, aunque es a partir de 1998 cuando más del 50% del por-centaje válido de las empresas disponen de ordenador. En el gráfico 2 se observan los patrones deadopción a lo largo de las últimas décadas. Resulta representativo el año 2000 junto con el año1998, como los periodos en los que un gran número de empresas incorporaron estas tecnologías.En concreto, el 13,9% de las empresas que respondieron a esta pregunta indican que adquirieron elprimer ordenador en 1998 y el 11,6% afirman que lo hicieron en el año 2000.

En cuanto a las empresas que no disponen de ordenador, las causas pueden ser diversas, comopor ejemplo, la falta de percepción de beneficios claros, el coste de los equipos, la falta de formaciónde los empleados, etc. (OBSERVATORIO ARAGONÉS DE LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN, 2008).

Año

Núm

ero

de

emp

resa

s

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Según los datos disponibles para las empresas turolenses, sólo el 11% de las que no poseenordenadores tienen previsto adquirirlos en el futuro, mientras que resulta mayoritario el porcentajede empresas que no contemplan entre sus planes realizar tal inversión. Esto coincide con los estu-dios que indican una estabilización del nivel de penetración y parece reforzar las razones relaciona-das con la falta de beneficios percibidos frente a los problemas financieros para la no adopción delos ordenadores. Tal y como recoge la FUNDACIÓN TELEFÓNICA (2007), el motivo fundamentalesgrimido por dos terceras partes de las empresas es la falta de utilidad percibida, muy por encimade otros motivos que no poseen una importancia relevante, como por ejemplo los costes.

EL USO DE INTERNET EN LAS EMPRESAS TUROLENSES

Entre las diferentes tecnologías de la información y la comunicación, Internet se ha erigidocomo el máximo exponente. La conexión y acceso a Internet representa uno de los indicadoresclave a la hora de medir la penetración de estas tecnologías en la Sociedad de la Información.

El uso de Internet ofrece grandes oportunidades a las empresas especialmente para la búsquedade información y para obtener servicios bancarios y financieros, y en menor medida para acceder aaplicaciones o herramientas definidas para el negocio, recibir productos o servicios digitales, obser-var el comportamiento del mercado para proporcionar a los clientes productos personalizados, ofre-cer formación, obtener servicios preventa y postventa, etc. (FUNDACIÓN ORANGE, 2008). Se trata deun nuevo canal mediante el cual comerciar y relacionarse con proveedores, clientes, administracio-nes, etc., de forma rápida y con reducido coste para la empresa.

Atendiendo a los datos del INE (2008) se observa que la adopción de Internet en la actividad delas empresas de 10 ó más trabajadores se encuentra ampliamente extendida. Como se observa enla tabla 5, el 94,9% de las empresas españolas y el 95,5% en el caso de las empresas aragonesas, per-tenecientes a dicha categoría, disponen de conexión a Internet.

Como cabía esperar, si se tienen en cuenta las peculiaridades de las empresas de menor tamaño,destaca que el porcentaje de conexión a Internet es mucho menor en las microempresas. Según losdatos que se muestran en la siguiente tabla a partir del INE (2008), estos porcentajes se sitúan alrededordel 53% tanto en el caso aragonés como en el promedio para el conjunto de empresas a nivel nacional.

Para el caso de Teruel, se observa que el porcentaje de empresas de la muestra con disponibili-dad de conexión a Internet se sitúa en el 80,5% de las respuestas y próximo al 85% de los casosválidos. Esto evidencia una alta penetración de esta tecnología entre las empresas turolenses, supe-rior a los niveles indicados por el INE en la tabla anterior, tanto a nivel autonómico como nacional.

Por otra parte, estos valores se sitúan ligeramente por debajo de los ofrecidos por el ObservatorioAragonés de la Sociedad de la Información en 2006 para el conjunto aragonés, con un 87,55% deempresas con conexión. No obstante, al calcular la proporción de empresas conectadas a Internetentre aquellas que disponen de ordenador, las cifras para la provincia de Teruel son muy similares alas indicadas por el Observatorio, con valores del 92,1% y el 91,1% respectivamente (ver tabla 6).

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Esto muestra la importancia de la trayectoria tecnológica de la empresa en la determinación de lasprobabilidades futuras de adopción de nuevas tecnologías complementarias. En este caso, la adopciónde una tecnología como el ordenador, y con ello la posesión de experiencia en dicho ámbito, incre-menta las probabilidades de ser adoptante de una nueva tecnología más avanzada, como Internet.

Si diferenciamos por tamaño, casi el 90% de las empresas de 10 ó más trabajadores disponen deconexión, mientras que el porcentaje se reduce al 83,5% en el grupo de las microempresas. Según elINE (2008), la media aragonesa para este colectivo se sitúa en el 53,3% y la nacional en el 53%, ysegún el Observatorio red.es en el 44,8% para el periodo 2005/2006, por lo que podría indicarse quela posición de la provincia resulta avanzada en la adopción y conexión a Internet.

Sin embargo, estas cifras son muy inferiores a las indicadas por el Observatorio Aragonés de laSociedad de la Información en 2006, según el cual el 88,47% de las microempresas aragonesas dis-ponen de conexión a Internet, lo cual genera ciertas dudas sobre las posibles comparaciones del

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176

TABLA 5

Porcentaje de empresas con conexión a Internet

EMPRESAS DE 10 Ó MÁS TRABAJADORES MICROEMPRESAS

Andalucía 93,6 53,9Aragón 95,5 53,3Asturias (Principado de) 95,6 49,4Baleares (Islas) 95,5 59,5Canarias 94,1 46,9Cantabria 91,1 51,3Castilla y León 95,8 45,6Castilla-La Mancha 89 46,5Cataluña 96,3 56,9Comunidad Valenciana 94,5 53,4Extremadura 90,7 49,4Galicia 93,4 39,9Madrid (Comunidad de) 97 58,7Murcia (Región de) 90 54,2Navarra (Comunidad Foral de) 98,8 57,4País Vasco 97,2 48,8Rioja (La) 95,9 53,5Ceuta y Melilla 91,7 40,5

Total nacional 94,9 53

Fuente: INE (2008).

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Al igual que en el caso anterior, dentro de las microempresas se observan diferencias en fun-ción de la dimensión, especialmente entre las de 1 y 2 trabajadores y el resto, destacando la mayorpenetración de Internet entre aquellas con 6 trabajadores, con un 94,1% de los casos (ver tabla 7).

TERUEL HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO 92 [ I I ] 2008-2009

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GRÁFICO 3

Porcentaje de empresas turolenses con conexión a Internet

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

TABLA 6

Empresas turolenses que disponen de conexión a Internet*

FRECUENCIA PORCENTAJE PORCENTAJE PORCENTAJEVÁLIDO ACUMULADO

No dispone de Internet 41 8,8 8,9 8,9Válidos Dispone de Internet 418 89,9 91,1 100,0

Total 459 98,7 100,0

Perdidos Sistema 6 1,3

Total 465 100,0

(*) Sobre el conjunto de empresas con ordenador.

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

No dispone deconexión a Internet

15%

Dispone deconexión a Internet

85%

caso turolense con otros estudios a nivel nacional y autonómico. No obstante, en todo caso sípuede decirse que la dimensión sigue siendo un factor clave como variable explicativa de la adop-ción de Internet, tal y como se observa en el gráfico 4.

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Si además de analizar la situación actual se atiende al patrón temporal de adopción de Internet porparte de las empresas de la muestra, cabe destacar que la mayor parte de las conexiones se han produ-cido a partir del año 2000. Como muestran las cifras, más de una cuarta parte del total de adoptantesindican que introdujeron dicha tecnología ese año (lo que supone casi el 10% del total de empresasencuestadas), mientras que previamente sólo habían adoptado Internet un 20%. En todo caso, existendiferencias claras entre la empresa más puntera, que introdujo Internet en 1985 y el resto, puesto queexiste una diferencia de media década con la siguiente y casi diez años con las más próximas.

En el gráfico 5 se pueden observar las oscilaciones que han existido a lo largo de los últimosaños en el patrón de adopción de Internet. Cabe destacar que tras el boom del año 2000 y ciertassubidas posteriores, el crecimiento parece ser menor, previsiblemente debido a que en la actualidadla mayor parte de las empresas ya disponen de conexión a Internet y la incorporación de las quetodavía no lo tienen resulta más difícil.

Por otra parte, como se ha visto al diferenciar por tamaños, la dimensión condiciona la adopciónde este tipo de tecnologías, debido tanto a aspectos relacionados con la limitación de recursos como ala falta de conocimiento de las potencialidades ofrecidas por Internet en el día a día de las pequeñasempresas. Como indica el Observatorio Red.es, el 86% de las microempresas citan la falta de utilidad onecesidad de esta herramienta como motivo fundamental para no usar Internet. Por tanto, pareceimportante realizar esfuerzos encaminados a la difusión de las oportunidades y beneficios derivadosde la adopción de dicha tecnología, tal y como aconseja la FUNDACIÓN TELEFÓNICA (2007).

92 [ I I ] 2008-2009 Carmen Galve Górriz y Ana Gargallo Castel

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GRÁFICO 4

Porcentaje de empresas turolenses que dispone de conexión a Internet por tamaño

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

Empresa de 10 ó mástrabajadores

Microempresa

No dispone de correoelectrónico

Dispone de correoelectrónico

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Respecto a los posibles beneficios de Internet, según el Observatorio Red.es una de las principa-les utilidades para las microempresas es la posibilidad de interactuar con la Administración Públicapor el ahorro de tiempo y por las facilidades para la gestión y tramitación de cuestiones, que vandesde la búsqueda de información sobre ayudas, trámites o concursos, hasta los acuerdos de con-tratación por Internet en los casos más sofisticados.

No obstante, frente a las múltiples utilidades de Internet para las organizaciones, hay que reco-nocer que sigue existiendo un colectivo de empresas, ciertamente cada vez menor, que todavía no

TERUEL HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO 92 [ I I ] 2008-2009

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TABLA 7

Microempresas turolenses que disponen de conexión a Internet por tamaño

NÚMERO DE EMPLEADOS NO DISPONE DE CONEXIÓN DISPONE DE CONEXIÓNTOTALA INTERNET A INTERNET

1N 17 62 79% 21,5% 78,5% 100,0%

2N 23 66 89% 25,8% 74,2% 100,0%

3N 6 52 58% 10,3% 89,7% 100,0%

4N 8 56 64% 12,5% 87,5% 100,0%

5N 4 34 38% 10,5% 89,5% 100,0%

6N 2 32 34% 5,9% 94,1% 100,0%

7N 3 11 14% 21,4% 78,6% 100,0%

8N 2 11 13% 15,4% 84,6% 100,0%

9N 2 14 16% 12,5% 87,5% 100,0%

TotalN 67 338 405% 16,5% 83,5% 100,0%

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

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acceden a Internet. Nuevamente parece ser la falta de percepción de utilidad para el beneficio de laempresa lo que prima en tal decisión, especialmente en el caso de las microempresas (OBSERVATORIORED.ES, 2007).

EL USO DEL CORREO ELECTRÓNICO EN LAS EMPRESAS TUROLENSES

El correo electrónico es otra de las tecnologías de la información y la comunicación más exten-didas. Entre sus beneficios, se puede destacar que el correo electrónico permite a la empresa mejo-rar los métodos de comunicación respecto a las vías tradicionales como el correo postal o el teléfo-no, incrementando la rapidez de las comunicaciones y permitiendo adjuntar información en formade archivos. Además, son diversos los estudios previos que han observado cómo las empresas pue-den proporcionar de forma efectiva un apoyo a sus clientes a través del correo electrónico (STRAUSSy HILL, 2001). Tal y como indican SIEBER y VALOR (2008) el correo electrónico representa un impor-tante canal de contacto con los clientes y proveedores, si bien el cara a cara sigue siendo el canalpreferido por las empresas españolas para tratar con los clientes.

A partir de los datos disponibles se puede concluir que casi la totalidad de empresas que disponende conexión a Internet posee una cuenta de correo electrónico. Prueba de ello son las escasas diferen-cias entre los niveles de adopción de Internet y de correo electrónico en todos los estudios existentes.

92 [ I I ] 2008-2009 Carmen Galve Górriz y Ana Gargallo Castel

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GRÁFICO 5

Adopción de Internet

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

Año

Núm

ero

de

emp

resa

s

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De acuerdo con las cifras del INE (2008), el 93,3% de las empresas españolas de 10 ó más emplea-dos y el 93,9% de las empresas aragonesas del mismo tamaño disponen de una cuenta de correo elec-trónico para llevar a cabo las actividades propias de su negocio, mientras que entre las microempresasel porcentaje representa menos de la mitad del total nacional. Para el caso de las microempresas arago-nesas, este valor se sitúa ligeramente por encima del 50%. En la provincia de Teruel las empresas concuenta de correo electrónico se sitúan en el 79,1% del total de la muestra, lo que refleja un nivel deincorporación de dicha tecnología por encima de la media nacional y autonómica indicada por el INE.

Esta cifra resulta inferior a las estimaciones ofrecidas por el Observatorio Aragonés de laSociedad de la Información para el conjunto de la Comunidad Autónoma. En concreto, indican queel total de empresas aragonesas con correo electrónico representan el 82,89% de la muestra. Noobstante, indica que el porcentaje de empresas con correo electrónico sobre el conjunto de empre-sas con acceso a Internet se sitúa en el 94,6%, cifra similar a la obtenida para la muestra de empre-sas turolenses con la que se trabaja en este estudio, tal y como se muestra en la tabla 10.

TERUEL HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO 92 [ I I ] 2008-2009

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TABLA 8

Porcentaje de empresas con correo electrónico

EMPRESAS DE 10 Ó MÁS TRABAJADORES MICROEMPRESAS

Andalucía 92,2 50,1Aragón 93,9 51,3Asturias (Principado de) 94,8 44,8Baleares (Islas) 94,2 55,3Canarias 90,9 44,2Cantabria 88,2 44Castilla y León 93,4 42,8Castilla-La Mancha 85,7 39,4Cataluña 95,9 52,1Comunidad Valenciana 92,3 50,7Extremadura 88,5 44Galicia 91,9 35,8Madrid (Comunidad de) 95,6 55,5Murcia (Región de) 87,6 49,2Navarra (Comunidad Foral de) 97,8 52,3País Vasco 95,5 44,8Rioja (La) 95,2 50,5Ceuta y Melilla 89,7 39,1

Total nacional 93,3 49,1

Fuente: INE (2008).

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Se observa que la dimensión o tamaño de la empresa vuelve a ser un factor importante paradistinguir entre las empresas que poseen una cuenta de correo electrónico y las que no. El porcen-taje de empresas turolenses de 10 ó más trabajadores que disponen de correo electrónico es de másdel 90%, siendo sólo del 80,7% entre las microempresas.

Si se vuelve a distinguir por tamaños dentro de las microempresas, destaca nuevamente lamayor utilización del correo electrónico por parte de las empresas con 3 ó más trabajadores, espe-cialmente aquellas entre 6 y 9 trabajadores. El valor máximo se alcanza en el colectivo de empresasde 6 trabajadores, donde, como se muestra en la tabla 11, sólo una de las 34 empresas encuestadasno posee correo electrónico.

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TABLA 9

Empresas turolenses que disponen de correo electrónico

FRECUENCIA PORCENTAJE PORCENTAJE PORCENTAJEVÁLIDO ACUMULADO

No dispone de correo 88 16,9 17,6 17,6Válidos Dispone de correo 413 79,1 82,4 100,0

Total 501 96,0 100,0

Perdidos sistema 21 4,0

Total 522 100,0

Fuente: FUAG (2008).

TABLA 10

Empresas turolenses que disponen de correo electrónico*

FRECUENCIA PORCENTAJE PORCENTAJE PORCENTAJEVÁLIDO ACUMULADO

No dispone de correo 23 5,5 5,5 5,5Válidos Dispone de correo 397 94,5 94,5 100,0

Total 420 100,0 100,0

Perdidos sistema 0 0

Total 420 100,0

(*) Sobre el conjunto de empresas con conexión a Internet.

Fuente: FUAG (2008).

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Al igual que en el caso de la adopción de las tecnologías anteriores, la mayoría de las empresasque no disponen hasta el momento de correo electrónico no tienen previsto hacerlo en el futuro.Sólo un 4,8% de las mismas indican dicha intención, lo que podría indicar que entre los determi-nantes de la adopción se encuentra principalmente la falta de percepción de utilidad de dicha tec-nología para la actividad que desarrolla la empresa.

TERUEL HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO 92 [ I I ] 2008-2009

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TABLA 11

Microempresas turolenses que disponen de correo electrónico por tamaño

NÚMERO DE EMPLEADOS NO DISPONE DE CORREO DISPONE DE CORREO TOTAL

1N 19 63 82% 23,2% 76,8% 100,0%

2N 23 66 89% 25,8% 74,2% 100,0%

3N 10 50 60% 16,7% 83,3% 100,0%

4N 14 50 64% 21,9% 78,1% 100,0%

5N 7 31 38% 18,4% 81,6% 100,0%

6N 1 33 34% 2,9% 97,1% 100,0%

7N 2 12 14% 14,3% 85,7% 100,0%

8N 2 11 13% 15,4% 84,6% 100,0%

9N 1 15 16% 6,3% 93,8% 100,0%

TotalN 79 331 410% 19,3% 80,7% 100,0%

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

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EL USO DE LA PÁGINA WEB PROPIA EN LAS EMPRESAS TUROLENSES

Las razones para disponer de una página web propia pueden ser muy variadas, si bien en lamayor parte de los casos tienen que ver con la proyección e imagen que la empresa desea hacer lle-gar a los potenciales clientes a través de la red. Por ejemplo, las empresas pueden utilizar las pági-nas web para anunciar sus productos o para ofrecer especificaciones sobre los mismos, o para ofre-cer servicio al consumidor 24 horas (GRIFFITH y KRAMPF, 1998; LIU et al., 1997). En general laspáginas web permiten ofrecer de forma permanente recursos e información de diversa naturaleza asus clientes y al resto de agentes o stakeholders con los que se relaciona.

Atendiendo a los datos del INE se observa que, en términos medios, el 57,5% de las empresascon 10 ó más trabajadores que disponen de conexión a Internet poseen también una página web,variando dichos porcentajes desde el 42,5% en Ceuta y Melilla al 65,7% en Cataluña. Como seobserva en la tabla anterior, Aragón se sitúa entre las comunidades punteras, donde casi un 62%del total de empresas conectadas a Internet disponen de página web, siendo especialmente impor-tante la actividad de las empresas aragonesas del sector servicios, únicamente superadas en mediopunto porcentual por las del País Vasco.

Las cifras se reducen drásticamente en el caso de las empresas de menos de 10 trabajadores. Lamedia nacional se reduce en más de 36 puntos porcentuales y la aragonesa en 43 puntos, de formaque sólo el 18,9% de las microempresas aragonesas con conexión a Internet disponen de página web.

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GRÁFICO 6

Porcentaje de empresas turolenses que dispone de correo electrónico

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

Empresa de 10 ó mástrabajadores

Microempresa

No dispone de correoelectrónico

Dispone de correoelectrónico

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Atendiendo a los datos ofrecidos por el Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Infor-mación en 2006, el porcentaje de empresas con una página web propia durante el año 2006 alcanzaen Aragón el 39,41% del total de empresas encuestadas y el 41,74% de aquellas con ordenador. Entodo caso estos porcentajes no son comparables con los indicados por el INE, donde el porcentajese calcula en función de las empresas conectadas a Internet.

En el caso turolense, tal y como se indica en el gráfico 7, sólo el 32,3% del porcentaje válido deempresas encuestadas afirman que utilizan página web, lo que implica que más de dos tercios de lamuestra no disponen de dicha tecnología.

Si el porcentaje de empresas con página web se calcula sobre el conjunto de empresas que poseenconexión a Internet, los resultados se ven modificados ligeramente al alza. De este modo, lasempresas que disponen de página web en la provincia según el porcentaje válido alcanzan el 37,3%.

TERUEL HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO 92 [ I I ] 2008-2009

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TABLA 12

Porcentaje de empresas con página web propia*

EMPRESAS DE 10 Ó MÁS TRABAJADORES MICROEMPRESAS

Andalucía 51 21,4Aragón 61,9 18,9Asturias (Principado de) 65,6 23,6Baleares (Islas) 53,1 19,9Canarias 44,6 15,1Cantabria 53,6 21,1Castilla y León 52,7 12,5Castilla-La Mancha 47,4 11,4Cataluña 65,7 24,5Comunidad Valenciana 52,7 29,1Extremadura 45,3 18,8Galicia 55 20,7Madrid (Comunidad de) 63,9 19,8Murcia (Región de) 52,1 20,4Navarra (Comunidad Foral de) 62,4 17,5País Vasco 63,3 23,6Rioja (La) 57,7 19Ceuta y Melilla 42,5 7,3

Total nacional 57,5 21,43

(*) Porcentaje sobre el total de empresas con conexión a Internet.

Fuente: INE (2008).

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En todo caso, casi dos terceras partes de las empresas con conexión a Internet carecen de pági-na web propia. El coste derivado de su diseño y mantenimiento puede convertirse en una barrera ala adquisición de la misma por parte de las empresas de menor tamaño, previsiblemente sujetas arestricciones financieras superiores derivadas de los mayores problemas de acceso a financiaciónajena, de la falta de aprovechamiento de las economías de escala, etc. (FORMAN, 2005). Mientrascasi la mitad de las empresas turolenses con 10 ó más trabajadores disponen de página web, en elgrupo de las microempresas el porcentaje se sitúa únicamente en el 29,1%.

92 [ I I ] 2008-2009 Carmen Galve Górriz y Ana Gargallo Castel

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GRÁFICO 7

Porcentaje de empresas turolenses que disponen de página web

Fuente: FUAG (2008).

TABLA 13

Empresas turolenses con página web propia*

FRECUENCIA PORCENTAJE PORCENTAJE PORCENTAJEVÁLIDO ACUMULADO

No dispone de página web 261 62,1 62,7 62,7Válidos Dispone de página web 155 36,9 37,3 100,0

Total 416 99,0 100,0

Perdidos sistema 4 1,0

Total 420 100,0

(*) Sobre el conjunto de empresas con conexión a Internet.

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

Dispone depágina web

32%

No dispone depágina web

68%

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Al igual que en apartados anteriores, si calculamos estos mismos porcentajes respecto al sub-grupo de empresas con conexión a Internet los valores se incrementan ligeramente. Como seobserva en la tabla 15, el porcentaje de microempresas con página web propia alcanza en este casoel 33,9% y en el resto de empresas el 52,6%.

TERUEL HACIA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO 92 [ I I ] 2008-2009

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TABLA 14

Empresas turolenses con página web propia por tamaño

EMPRESAS DE 10 Ó MÁSTRABAJADORES

MICROEMPRESAS TOTAL

No dispone de página web N 45 288 333% 51,7% 70,9% 67,5%

Dispone de página web N 42 118 160% 48,3% 29,1% 32,5%

Total N 87 406 493% 100,0% 100,0% 100,0%

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

TABLA 15

Empresas turolenses con página web propia por tamaño*

EMPRESAS DE 10 Ó MÁSTRABAJADORES

MICROEMPRESAS TOTAL

No dispone de página web N 37 222 259% 47,4% 66,1% 6,6%

Dispone de página web N 41 114 155% 52,6% 33,9% 37,4%

Total N 78 336 414% 100,0% 100,0% 100,0%

(*) Sobre el conjunto de empresas con conexión a Internet.

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

(161-194) C. Galve + 1 30/12/10 11:05 Página 187

Profundizando en el estudio de las microempresas, la revisión de los datos muestra un patrónmás heterogéneo, situándose entre las empresas que presentan mayor porcentaje de posesión depágina web propia aquellas con un único trabajador. En este caso, se puede estar recogiendo aquí elefecto del carácter emprendedor de los pequeños autónomos más dinámicos en las decisionessobre la proyección de su empresa en la red mediante la presencia propia en Internet.

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TABLA 16

Microempresas turolenses con página web propia por tamaño

NÚMERO DE EMPLEADOSNO DISPONE DISPONE DE

DE PÁGINA WEB PÁGINA WEBTOTAL

1N 51 28 79% 64,6% 35,4% 100,0%

2N 67 22 89% 75,3% 24,7% 100,0%

3N 42 17 59% 71,2% 28,8% 100,0%

4N 49 15 64% 76,6% 23,4% 100,0%

5N 25 13 38% 65,8% 34,2% 100,0%

6N 25 9 34% 73,5% 26,5% 100,0%

7N 7 7 14% 50,0% 50,0% 100,0%

8N 12 1 13% 92,3% 7,7% 100,0%

9N 10 6 16% 62,5% 37,5% 100,0%

TotalN 288 118 406% 70,9% 29,1% 100,0%

Fuente: elaboración propia a partir de FUAG (2008).

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Entre las utilidades de la página web cabría destacar la presentación de la empresa y sus pro-ductos, incluyendo el marketing, promociones, publicidad, etc., mientras que la realización de pedi-dos a través de la red, tal y como se mostrará en el apartado posterior, presentan menor importan-cia. Según el OBSERVATORIO RED.ES (2007) casi la totalidad de las microempresas indican comoobjetivo fundamental de la web presentar la empresa, seguido del 45,5% de las empresas que desta-can como la finalidad principal de la página web ofrecer el catálogo de productos o las listas de pre-cios de la empresa para lograr una venta o contratación.

Por el contrario, entre los motivos para no disponer de una página web propia se encuentra lacarencia de utilidad o la falta de necesidad para su negocio. Por tanto, dados los resultados alcanza-dos sería importante dar a conocer las utilidades de Internet entre las empresas puesto que, comoindica el OBSERVATORIO RED.ES (2007), una vez que se conoce Internet, la duda sobre la utilidad dela tecnología disminuye.

RESUMEN DE LA SITUACIÓN ACTUAL

Atendiendo a los análisis desarrollados en el apartado anterior se puede concluir que, si bien eluso de las TIC en las empresas es todavía limitado, también se muestran avances importantes enalgunos de los principales indicadores. Casi el 90% de las empresas de la muestra disponen de orde-nador y aproximadamente el 85% poseen conexión a Internet. Sin embargo, sólo el 32% de lasempresas poseen página web propia, porcentaje que se reduce al 29% dentro de las microempresas.

Del análisis de todos aquellos aspectos en los que todavía queda un amplio margen de progresose podría concluir que gran parte de las potencialidades de mejora de eficiencia están todavía porllegar. Mediante las TIC las empresas pueden incrementar los beneficios gracias a la reducción deltiempo de llegada de los productos o servicios al mercado, la disminución de los costes de produc-ción o las mejoras en las comunicaciones con los socios comerciales, que permitirán conocer mejorlas necesidades de los clientes.

Por otra parte, hay que destacar que la composición empresarial de la provincia de Teruel, congran predominio de pequeñas empresas, podría ser el origen de aquellos niveles de adopción de lasTIC en ocasiones ligeramente inferiores a los de otros entornos. Entre las barreras que pueden limi-tar una mayor adopción de las nuevas tecnologías por parte de las microempresas el OBSERVATORIORED.ES destaca en 2007 fundamentalmente dos:

a) La falta de percepción de utilidad de estas tecnologías, en ocasiones diseñadas para las nece-sidades de las grandes empresas. Indican explícitamente que “se deberían adaptar a las necesidadesde una empresa pequeña”.

b) Los aspectos económicos y financieros derivados de los precios de adquisición de las innova-ciones o las insuficientes subvenciones para su compra.

Frente a las grandes empresas, en las que se observa un nivel prácticamente de saturación enalgunos aspectos, donde casi la totalidad de las mismas disponen de TIC, en las microempresas

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todavía existe un considerable margen de maniobra para el crecimiento. Puede decirse por tantoque las empresas turolenses continúan su camino hacia la plena madurez tecnológica, si bien a dis-tinta velocidad según su tamaño.

CONCLUSIONES

Como se ha demostrado a lo largo de la literatura, el cúmulo de cambios provocados por las tec-nologías de la información y la comunicación y la intensidad de los mismos en los últimos años jus-tifican el interés que el estudio de estas tecnologías ha despertado entre los investigadores. Estastecnologías han incorporado cambios sustanciales tanto en el ámbito social como en el económico,considerándose dentro de este último claves para elevar y extender la competitividad de las empre-sas y, por extensión, uno de los impulsores del crecimiento económico de los países y las regiones.

Del estudio empírico sobre el nivel de implantación de las TIC en las empresas turolenses sedesprende que, en términos generales, este se sitúa en un estadio similar al de las empresas delconjunto de la comunidad aragonesa y a la media nacional. En ocasiones incluso destaca la mayorutilización de algunas tecnologías, aunque las diferencias en la construcción de las muestras puededistorsionar las comparaciones.

Al igual que ocurre en otros ámbitos territoriales, los datos para las empresas de menos de 10trabajadores muestran una posición desventajosa en la incorporación de las diferentes tecnologíasen su funcionamiento diario respecto a las organizaciones de mayor tamaño. Las peculiaridades delas empresas de menor dimensión parecen generar barreras a la adopción y utilización de las tecno-logías de la información, relacionadas con la escasez de recursos financieros para hacer frente a lasnecesidades de capital, con la falta de cualificación precisa o, especialmente, la existencia de ciertadesconfianza en la implantación de estas tecnologías, y de Internet en particular, o la falta de ofer-tas atractivas en la red, la falta de información por parte de las empresas sobre los beneficios ypotencialidades disponibles y en definitiva con la falta de percepción de utilidad de estas tecnolo-gías para la actividad de la empresa.

Esto obliga a plantear estrategias claras para ofrecer mayor información a las empresas de reducidadimensión sobre las posibilidades de las que disponen y de las utilidades de cada una de las tecnolo-gías, así como a incidir en la importancia de crear soluciones específicas para las pequeñas y medianasempresas. Igualmente importante resulta que las empresas desarrollen la capacidad para apropiarse delas tecnologías y convertirlas en herramientas que ofrezcan soluciones ajustadas a su cultura organiza-cional. Además, la revolución digital implica un profundo replanteamiento de la estructura y el modelode negocio de la empresa que deberá ser tenido en cuenta por las organizaciones de la provincia turo-lense para aprovechar las oportunidades ofrecidas por la Sociedad de la Información.

Por último, hay que destacar la importancia de estudios como el que aquí se presenta para dis-poner de análisis pormenorizados que incrementen la información disponible sobre la implanta-ción y el uso de las nuevas tecnologías. Tal y como se indica desde el Observatorio Aragonés de la

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Sociedad de la Información, resulta imprescindible poseer un profundo conocimiento de las reali-dades locales para que la implantación de políticas públicas en materia de Sociedad de la Informa-ción resulten efectivas.

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LOS SERVICIOS AVANZADOS A LAS EMPRESASEN LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA DELA PROVINCIA DE TERUEL*

Marian Rubio**

RESUMEN

El actual sistema económico no se entendería sin servicios a empresas: los procesos productivos incluyen unvalor añadido basado, muy substancialmente, en servicios; la innovación ante un mundo en transformaciónrequiere de servicios altamente cualificados y vinculados a las nuevas tecnologías para lograr oportunidades denegocio; los principios de la globalización económica requieren de servicios para garantizar un espacio perfecta-mente interrelacionado e interconectado.

Así, en este marco del sistema económico global, donde los servicios a empresas están adquiriendo progresi-vamente un lugar más relevante y de mayor peso en la estructura productiva, resulta conveniente volver la vistaa lo local, para analizar cuál es la situación de este subsector en la economía de la provincia de Teruel y paraextraer conclusiones respecto a cómo se está comportando su demanda y si hay alguna actividad en la que éstaqueda insatisfecha.

Palabras clave: servicios a empresas, valor añadido, externalización, innovación, productividad, competitividad.

92[I

I ]■

2008

-200

9■

PP.1

95-2

26■

ISSN

0210

-352

4

197

* Este trabajo se ha realizado con una ayuda del Instituto de Estudios Turolenses concedida en 2007.

** [email protected]

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ABSTRACT

The advanced services to the companies in the productive structure of the Teruel’s province.

The present economic system wouldn’t exist without the service companies. The production processes includeadded value, mainly supplied by the services. Innovation, in this changing world, needs service products, highlyqualified, and linked to the most recent technologies in order to get the best market opportunities. The economicalglobalization requires service companies and outsourcing to guarantee an interrelated and interconnected space.

Therefore, in this economical global system, where the services for enterprises are getting a remarkableplace, with the main consideration into the productive structure, it is necessary to revise the local situation,analyzing the service industry in Teruel, extracting specific information about the market demand of this sec-tor, and responding if it is some internal activity with its service necessities without coverage.

Key words: services for enterprises, added value, outsourcing, innovation, productivity, competitiveness.

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ASPECTOS CONCEPTUALES

Las empresas, por su propia lógica de producción, han necesitado desde siempre de otrasempresas que les ofrecieran aquellos servicios que vinieran a complementar y, por tanto, a apoyarsu proceso productivo.

Hasta hace unas décadas, estos servicios demandados han sido, básicamente, limpieza, trans-porte de materias primas y productos terminados, y actividades orientadas a la seguridad; serviciosque, por otra parte, no diferían excesivamente de los demandados por las familias, y que en laactualidad se pueden considerar servicios tradicionales.

Sin embargo, a partir de la segunda mitad de la década de los setenta del siglo XX, se produceun cambio en los procesos productivos y, sobre todo, en la organización empresarial, que lleva aque las empresas de los países más desarrollados comiencen a requerir de servicios específicos, ser-vicios a empresas. Las empresas, pertenezcan al sector que pertenezcan, precisan hoy una ampliavariedad de servicios para asegurar su capacidad de producción y, sobre todo, su competitividad.

No obstante, es posible distinguir, dentro de estos servicios, un subgrupo intensivo en conocimien-to, denominado servicios avanzados a empresas. Éstos se caracterizan por ofrecer altas aportaciones decapital humano y tecnología, y por su elevada contribución al aumento de la productividad, la eficienciay la competitividad de las empresas que los consumen. Estos servicios encarnan las actividades másrelacionadas con la “revolución tecnológica”, y se encargan de hacer posible la generalización y el mejoraprovechamiento de los avances técnicos, del uso de Internet y de las redes de información y comunica-ciones. Es por ello que los servicios avanzados, en definitiva, generan las condiciones propicias para laadopción de innovaciones en productos y procesos, del mismo modo que permiten nuevas formas degestión y organización empresarial, así como el acceso a nuevos sistemas y redes de comercialización.

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DEFINICIÓN

Así, se puede decir que existe coincidencia entre los autores a la hora de definir los servicios aempresas como aquellas actividades reales (no financieras) que influyen principalmente en la com-petitividad de las empresas a través de su utilización como recursos o factores intermedios en lacadena de valor, y mediante ganancias en calidad e innovación, resultantes de una prestación delservicio interactiva entre proveedor y cliente.

De esta definición se extrae una serie de rasgos característicos que distinguen los servicios aempresas de otro tipo de servicios:

• Se excluyen los servicios financieros.

• Las instituciones públicas tienen un papel importante en el desarrollo de algunas actividadesde servicios.

• Son factores productivos para obtener bienes y otros servicios.

• Las empresas de servicios brindan una asistencia especializada.

• Su incidencia en la competitividad, en la calidad o en la innovación resulta determinante.

• Existe un carácter interactivo entre oferta y demanda.

CLASIFICACIÓN

En el caso de los servicios a empresas, la dificultad para abordar una clasificación ha sido muchomayor que para el conjunto de servicios. La novedad del sector, la continua aparición de nuevas acti-vidades –surgidas de la estrecha interacción entre oferente y demandante y de la prestación de ser-vicios especiales y personalizados–, la proximidad e indefinición entre unas y otras, y la falta deinterés por parte de los estadísticos, han propiciado una multiplicidad de clasificaciones y una falta,aún en la actualidad, de criterios para ordenar un estudio homogéneo de los servicios a empresas.

El resultado es la enorme heterogeneidad de su clasificación, no existe una clasificación homo-génea y universalmente aceptada. No obstante, y por razones prácticas, normalmente acaban porimponerse las clasificaciones de los organismos internacionales especializados. Éste es el caso de laclasificación NACE de la UE1, que se ha convertido en la más empleada por los institutos de esta-dística y por la mayoría de investigadores.

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1 En España se trabaja con una clasificación propia, la Clasificación Nacional de Actividades Económicas, CNAE-93, cuya correspondencia con la NACE es prácticamente total. En un grado de desagregación de cuatro dígitostan solo existen once actividades cuyos códigos no coinciden; precisamente una de ellas corresponde a la sec-ción de servicios a empresas: CNAE da el código 7484 a Otras actividades empresariales, mientras según la cla-sificación NACE a esta misma actividad le corresponde el código 7487.

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Clasificación del sector de servicios avanzados a las empresas

RECURSOS HUMANOS

• Selección y evaluación: búsqueda, selección y desarrollo de recursos humanos en la empresa, análisis yvaloración de puestos de trabajo, etc.

• Formación: diseño y puesta en marcha de planes de formación, simulación de empresas, etc.

PRODUCCIÓN

• Métodos y tiempos: análisis de métodos y tiempos, organización y mejora de la productividad.• Diseño industrial: diseño y desarrollo del producto.• Estudios de costes: análisis de costes y desarrollo de planes de optimización.• Ingeniería de bienes de equipo: ingeniería de procesos y sistemas eléctricos y electrónicos, adaptaciones y

diseños a medida de máquinas y herramientas.• Gestión de la calidad: diseño e implantación de sistemas de gestión de la calidad, procesos, homologación

y certificación.• Asesoramiento en I+D: asistencia técnica en procesos de innovación. Transferencia de tecnología, propie-

dad industrial, programas comunitarios de I+D.• Asesoramiento medioambiental: asistencia técnica en temas medioambientales.

MERCADOS

• Imagen y publicidad: servicios integrados de publicidad, comunicación, imagen e identidad corporativa.• Diseño gráfico: diseño gráfico comercial y publicitario, producción editorial y multimedia.• Estudios de mercado: investigación de mercados y sondeos de opinión.• Asesoramiento en comercio exterior: orientación estratégica, asistencia técnica y apoyo logístico a la

exportación e internacionalización de la empresa.• Asesoramiento en logística: logística de aprovechamiento y distribución.

GESTIÓN

• Organización de empresas: organización de empresas y gestión directa a empresas.• Asesoramiento económico-financiero: análisis de inversiones y planificación financiera.

Sin embargo, y en virtud de lo que entrañan los servicios a empresas en sí, es interesante ver que,en sus diversas modalidades, se corresponden con las distintas funciones de la organización interna deuna empresa; de modo que una clasificación de los servicios bien podría estar agrupada según estasfunciones, tal y como propone el Instituto de Fomento Andaluz. Con esta lógica, los grandes grupos deservicios tendrían que ver con la selección y formación de los recursos humanos, la introducción tecno-lógica y de innovación en el proceso productivo, el análisis y la ampliación de mercados, la gestiónestratégica de la empresa, la transmisión de información y la investigación en el sentido más amplio.

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EVOLUCIÓN SEGUIDA EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS

La evolución desde los servicios tradicionales a los actuales servicios a empresas ha venido mar-cada, fundamentalmente, por factores cuyas raíces se encuentran en hechos y procesos económicos.Pero no es desdeñable la consideración que Rubalcaba y Cuadrado Roura2 hacen al respecto, cuando

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• Control de gestión: implantación de técnicas de presupuestación y control presupuestario.• Planificación estratégica: definición de estrategias corporativas y mecanismos de implantación.

SISTEMAS DE INFORMACIÓN

• Implantación de sistemas informáticos: implantación de sistemas informáticos y tecnologías de la infor-mación a medida.

• Programación informática: desarrollo de software estándar y aplicaciones a medida.• Implantación de sistemas telemáticos: implantación de telemando y telecontrol, Internet, intranet, y

redes locales.• Centro de cálculo y bases de datos: gestión de bases de datos y difusión de la información.

ESTUDIOS Y PROYECTOS

• Consultoría territorial y urbanística: ordenación del territorio, urbanismo y cartografía.• Localización de plantas: asesoramiento en materia de localización de establecimientos empresariales.• Evaluación/corrección del impacto ambiental: estudios de impacto ambiental, corrección y regeneración

del medio ambiente.• Ingeniería civil e industrial, energía, residuos y edificación: obra civil, ingeniería de planta, investigación mine-

ra, planificación y ahorro energético, hidráulica, gestión y tratamiento de residuos, estructuras y edificación.• Inversiones y estudios de viabilidad: asesoramiento técnico y económico a la inversión, análisis de viabili-

dad, asesoramiento en fusiones y adquisiciones.• Estudios socioeconómicos: análisis económico de sectores productivos, desarrollo regional, análisis de

políticas públicas y programas europeos.

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afirman que algunos cambios organizativos que se vienen produciendo en las empresas (entre ellosla externalización de cierto número de servicios y la implantación de sistemas de producción cadavez más flexibles) han estado influenciados por factores de carácter cultural y social que se vienenproduciendo en el comportamiento de la población. La omnipresencia de los servicios como activi-dad económica ha ido formando una cultura favorable a su aparición y a su uso por otras empresaspara poder mejorar su capacidad y calidad productiva. De este modo, las sociedades modernas hanasistido al surgimiento, expansión y posterior consolidación de la economía de servicios.

Así pues, respecto a los factores económicos, existen dos argumentos para explicar el fuertecrecimiento del sector servicios: el primero vendría a explicar tal crecimiento a partir del proceso deexternalización de dichos servicios por parte de las empresas; el segundo, debido al profundo pro-ceso de transformación de la economía. Aunque se podría afirmar que ambos reflejan fases distin-tas del desarrollo de estos servicios.

En una primera fase, los servicios van surgiendo por un simple fenómeno de sustitución, en elque las empresas empiezan a adquirir en el mercado servicios que antes producían dentro de supropia organización. Posteriormente, hay un rápido proceso de especialización en la oferta de losservicios a empresas, lo que permite explicar la importancia y el grado de desarrollo al que han lle-gado en la actualidad estos servicios, constituyéndose en un sector en clara expansión.

FACTORES POTENCIADORES DE SU DESARROLLO

Como se viene repitiendo hasta aquí, las transformaciones del capitalismo avanzado han hechoexplícito un nuevo marco de relaciones, mediante la creciente integración de los servicios en el resto desectores económicos. En consecuencia, la creciente utilización de servicios por parte de las empresas noes más que una forma de respuesta al profundo cambio que ha sufrido el sistema productivo en su con-junto y que ha hecho de ciertos servicios funciones estratégicas para el desarrollo económico.

Los factores que, según la mayoría de autores, han favorecido el crecimiento de la demandaintermedia de servicios a empresas son:

• La externalización de ciertas funciones o procesos productivos, ante la necesidad de conver-tir costes fijos en costes variables.

• Los cambios experimentados en los mercados donde compiten los productos. El incrementode la competencia obliga a contar con elementos que introduzcan innovación.

• Cada vez resulta más necesario crear productos más sofisticados para buscar mayores nichosde mercado.

• El impacto de la reorganización de las funciones productivas, como resultado de la interna-cionalización y de la especialización de la economía y del trabajo.

• La necesidad de obtener ganancias de productividad y de mejorar la competitividad de lasempresas. Se ha hecho imprescindible buscar los factores de innovación que aportan ciertosservicios.

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• Los cambios en el empleo y las cualificaciones del factor humano. Surgen nuevos y específi-cos requerimientos de conocimientos, creando nuevas divisiones del trabajo y motivandomayor especialización.

• Wood3 también señala el desarrollo de la “economía de la información” como uno de los fac-tores más importantes en la consolidación de los servicios a empresas.

• El aumento de la regulación de la economía por el Estado. Los cambios en la legislación setraducen en una creciente necesidad de asesoramiento y, por tanto, en una mayor demandade servicios a las empresas.

FUNCIONES QUE DESEMPEÑAN PARA CON LAS EMPRESAS

En coherencia con lo comentado hasta aquí, se puede afirmar que la función general de los ser-vicios a empresas es apoyar e, incluso, liderar el cambio que se viene produciendo en el sistemaeconómico global, pero también responder a las condiciones individuales técnicas, corporativas yde mercado de sus empresas clientes.

Su labor, en estrecha colaboración con las empresas clientes, puede ser una clave importante paralos procesos modernos de transmisión del conocimiento y aprendizaje. En otras palabras, contribu-yen a la competitividad de otras actividades, primarias, industriales o de servicios, como fuentes deconocimiento especializado, ayudando a la introducción de innovación y al incremento de la calidad.

En definitiva, la reciente y espectacular expansión que ha experimentado el sector de serviciosa empresas ha estado estrechamente ligada al valor añadido que éstos aportan a la producción,mediante la mejora de las tradicionales funciones básicas de la empresa, llevada a cabo por los cam-bios que Cuadrado y Rubalcaba4 definen de la siguiente manera:

• Cambios en la dirección de la empresa: servicios de consultoría de gestión, reingenierías, ges-tión del conocimiento, formación, etc.

• Cambios en la gestión de la producción: servicios de ingeniería que buscan las ventajas de laproducción flexible, servicios intensivos en información que mejoran los procesos, serviciosde personal, etc.

• Cambios en la gestión del personal: outsourcing, servicios de selección, contratación y moti-vación de los recursos humanos, etc.

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3 P. WOOD, «El crecimiento de los servicios a empresas: implicaciones para estudios de reestructuración económi-ca y desarrollo regional», Economía Industrial, núm. 313. Los servicios a empresas en las economías desarrolla-das, Madrid, Ministerio de Industria y Energía, 1997, pp. 45-57.

4 J.R. CUADRADO ROURA y L. RUBALCABA, Los servicios a empresas en la industria española, Madrid, Instituto deEstudios Económicos, 2000.

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• Cambios en la gestión del marketing: integración de servicios preventa y posventa, comopueden ser las ferias, estudios de mercado, publicidad, etc.

• Cambios en la gestión financiera: contabilidad, auditoría, servicios financieros auxiliares, etc.

• Cambios en la gestión de la calidad: servicios para la implantación de sistemas de calidad,acreditaciones, servicios medioambientales, etc.

• Cambios en la gestión de los conflictos: servicios legales que atienden los posibles conflictossurgidos por la proliferación del número de contratos, fruto de la externalización y la bús-queda de flexibilidad.

• Cambios en la gestión del tiempo: servicios específicos de informática, comunicaciones omensajería.

• Cambios en la gestión del espacio: servicios logísticos, alquileres, transporte y comunicaciones.

LOS SERVICIOS A EMPRESAS DENTRO DE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVADE LOS TERRITORIOS

Tradicionalmente el sector servicios ha sido definido dentro de categorías residuales, ya quecomo servicios se catalogaba todo aquello que no podía considerarse ni agricultura ni industriamanufacturera. Es decir, los servicios, el terciario, era lo opuesto al primario y al secundario.

Del mismo modo que el sector servicios abarca un amplio catálogo de actividades, los serviciosa empresas también incluyen una gran diversidad, lo cual complica notablemente el análisis de suaportación real a la estructura productiva general. Actividades tan dispares como publicidad, inge-niería, auditoría, alquiler de vehículos, seguridad, diseño o limpieza, hacen que resulte difícil sacarconclusiones definitivas acerca de su impacto real sobre el nivel y la calidad de la producción de lasdemás ramas del sistema productivo.

EVOLUCIÓN HACIA UNA ECONOMÍA DE SERVICIOS

El cambio estructural constituye un proceso que ha acompañado inexorablemente al crecimien-to de todas las economías más desarrolladas. El retroceso del sector agrario y de la mayor parte delas actividades primarias ha sido una constante en la expansión económica de los países más avan-zados. La industria ocupó durante años una posición de liderazgo en su crecimiento, si bien acom-pañada siempre por la construcción y las actividades de servicios. Pero en las últimas décadas, losservicios han seguido una trayectoria continuamente creciente en la estructura productiva de lospaíses desarrollados.

España no ha sido ninguna excepción. El cambio estructural ha sido uno de los rasgos máscaracterísticos del proceso de crecimiento de la economía española que se inició en el primer terciode los sesenta, cambio que se aceleró desde finales de los setenta y que todavía hoy sigue en curso.

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Las actividades de servicios han sido las grandes protagonistas del crecimiento del valor añadi-do en España en los últimos años. En la tabla siguiente se puede observar cómo, efectivamente,tanto agricultura, industria como construcción experimentan una reducción de su peso en laestructura de valor añadido, en beneficio del sector servicios, que pasa de representar más de un60% del valor añadido total en 1970, a suponer casi un 66% en el año 2002.

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TABLA 1

Estructura sectorial del Valor Añadido Bruto. 1970-2002 (porcentajes)

AÑO AGRICULTURA Y PESCA INDUSTRIA CONSTRUCCIÓN SERVICIOS

1970 5,7 22,7 11,2 60,41975 5,3 23,9 10,0 60,81980 5,2 24,1 7,8 62,91985 5,0 23,2 6,8 65,01990 4,9 22,9 8,4 63,81995 4,4 22,0 7,5 66,12000 4,3 22,6 7,9 65,22002 3,9 21,9 8,3 65,9

Fuente: J.R. CUADRADO ROURA, «Servicios a empresas: crecimiento, “geografía” inter-industrial y concentración territorial», en F. MANERO y H.PASCUAL (coords.), Innovación tecnológica, servicios a las empresas y desarrollo territorial, Valladolid, Universidad de Valladolid, 2005, p. 61.

Todo ello tiene como traducción inmediata un trasvase del número de empleos y del valor de laproducción desde los sectores más tradicionales al sector servicios, haciendo que éstos alcancen unporcentaje de un 65%, tanto del empleo total generado en la economía española, como del valorañadido bruto de las últimas dos décadas.

En las siguientes tablas se muestran los datos que corroboran esta afirmación. Se ha considera-do conveniente diferenciar los servicios públicos de los privados para analizar cómo han evolucio-nado cada uno de ellos por separado. El importante papel jugado por el Estado del Bienestar, quesupuso un fuerte incremento de los servicios públicos en lo que respecta al empleo y al valor añadi-do bruto generados, no obsta para que se reconozca el verdadero peso y la creciente evolución quehan experimentado los servicios privados en estos últimos años.

Como se desprende de estas mismas tablas, el empleo en el sector de servicios privados experi-menta una evolución positiva. Su participación en la generación de empleo supera a la de todos lossectores de la economía y experimenta un nada desdeñable crecimiento, pues pasa de un 44%, en1996, a un 47%, en 2005.

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Otro tanto sucede en lo que respecta al valor añadido bruto. El peso que representa el sector deservicios privados en la generación de valor añadido total es algo mayor, situándose en poco másde la mitad de toda la producción en 1996. No obstante, este porcentaje todavía evoluciona demanera positiva a lo largo de esta década, llegando hasta el 54% en el año 2005.

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TABLA 2

Empleos asalariados según sector productivo. 1996-2005 (porcentajes)

SECTORES 1996 1998 2000 2002 2004 2005

Agricultura 3,28% 3,33% 3,21% 3,17% 3,59% 3,55%Pesca marítima 0,58% 0,52% 0,43% 0,38% 0,36% 0,35%Energía y agua 1,23% 1,12% 1,01% 0,96% 0,89% 0,86%Industria 20,39% 20,94% 20,32% 20,20% 19,51% 18,84%Construcción 9,44% 9,85% 10,94% 11,57% 11,26% 11,15%Servicios privados 44,12% 44,10% 45,10% 45,00% 45,59% 47,00%

Servicios públicos 20,96% 20,14% 18,99% 18,71% 18,79% 18,24%

Fuente: elaboración propia a partir de J. ALCAIDE y P. ALCAIDE, Balance económico regional (autonomías y provincias). Años 1995 a 2002 y2000 a 2005, Madrid, FUNCAS, 2003 y 2006.

TABLA 3

Valor Añadido Bruto según sector productivo. 1996-2005 (porcentajes)

SECTORES 1996 1998 2000 2002 2004 2005

Agricultura 4,77% 4,59% 4,41% 4,24% 3,97% 3,77%Pesca marítima 0,33% 0,30% 0,24% 0,21% 0,19% 0,19%Energía y agua 3,70% 3,44% 3,14% 2,98% 2,88% 2,86%Industria 18,56% 18,72% 18,16% 17,45% 17,04% 16,52%Construcción 7,57% 7,73% 9,04% 9,60% 10,11% 10,76%Servicios privados 52,21% 52,78% 52,93% 53,55% 53,80% 53,99%

Servicios públicos 12,85% 12,43% 12,07% 11,97% 12,00% 11,90%

Fuente: elaboración propia a partir de J. ALCAIDE y P. ALCAIDE, Balance económico regional (autonomías y provincias). Años 1995 a 2002 y2000 a 2005, Madrid, FUNCAS, 2003 y 2006.

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De la misma manera que las actividades de servicios incrementan su importancia en el conjun-to del empleo y del valor añadido, las actividades enmarcadas dentro del subsector de servicios aempresas también han experimentado una evolución pareja. Tras este comportamiento está la bús-queda de las ventajas que proporciona la división del trabajo, especialmente relevante en aquellosservicios que tienen mayores requerimientos de tecnología y formación del personal, como es elcaso de los servicios avanzados a las empresas. El desarrollo de los servicios a empresas puedeentenderse, por lo tanto, como un largo proceso histórico: corresponde a un lento movimiento dedivisión del trabajo y de aparición de nuevas funciones que deben ser definidas.

Los datos de la tabla 4 vienen a constatar su paulatina introducción, así como la relevancia quelos servicios a empresas están alcanzando dentro de la estructura productiva española. El númerode locales dedicados a servicios a empresas se incrementa en un 77,09% entre 1999 y 2007, mien-tras el total de servicios lo hace tan solo en un 27,11%. Ello explica también que la porción de loca-les de servicios a empresas experimente una evolución positiva y pase a representar, cada vez, unporcentaje mayor dentro de la estructura productiva española, incrementándose de un 16%, en1999, a un 22% en el año 2007.

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TABLA 4

Número de locales por actividad económica. 1999-2007 (porcentajes)

1999 2001 2003 2005 2007

Total servicios 80,66% 79,64% 79,17% 79,18% 78,92%

Servicios a empresas* 16,15% 17,00% 18,08% 19,69% 22,02%

* Se consideran servicios a empresas aquellas actividades comprendidas en los códigos del 70 al 74 del CNAE 93.Fuente: elaboración propia a partir del Directorio Central de Empresas, INE. www.ine.es [Consulta en línea, agosto de 2008].

El trasfondo de todas estas cifras demuestra la importancia que están adquiriendo los servicios aempresas dentro de la estructura productiva nacional. El incremento del número de locales no res-ponde más que al incremento de la demanda generada ya en otros sectores, ya en el propio sector deservicios. El grado de integración que genera con otros sectores económicos es la característica mássignificativa de los servicios a empresas y es, por tanto, la razón de la relevancia que están alcanzan-do y de su consolidación dentro de la estructura productiva general.

En definitiva, se trata del sector con mayor crecimiento, tanto absoluto como relativo, en losúltimos veinte años, por lo que de manera directa contribuye al crecimiento de la economía gene-ral, con su participación porcentual en la generación de empleo y valor añadido. Pero también, demanera indirecta, ha contribuido mediante las mejoras y el incremento de competitividad que pro-ducen en el resto de sectores que los contratan.

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Localización

Es incuestionable que la primera decisión estratégica de una empresa es la elección del lugardonde ubicarse para realizar su actividad. En general, la evolución del desarrollo económico hademostrado que las actividades terciarias tienen una clara vocación urbana. Desde sus orígenesmás lejanos han tendido a concentrarse en las principales áreas metropolitanas, para atender lasdemandas de la concentración industrial y humana.

No obstante, como se ha puesto de manifiesto a partir de diversos estudios empíricos en dife-rentes regiones, son los servicios a empresas, y especialmente los servicios avanzados, los que hanseguido un marcado factor de localización y han mostrado un mayor grado de concentración en losprincipales núcleos urbanos.

Así, uno de los rasgos que caracterizan a los servicios a empresas es su desigual localización enel territorio. Éste es un hecho común a todos los países más desarrollados y que también se hacepatente en el caso español: donde, en términos de empleo, la Comunidad de Madrid ocupa unaposición absolutamente destacada, con más de un 21% de los ocupados dedicados a la prestaciónde servicios a empresas; seguida de Cataluña, con casi un 14%, y el País Vasco, con un 12,6% delempleo total, como se desprende de la tabla 5.

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TABLA 5

Empleo generado, por comunidades autónomas, 2007 (porcentajes)

COMUNIDAD TOTAL SERVICIOS A COMUNIDAD TOTAL SERVICIOS AAUTÓNOMA SERVICIOS EMPRESAS AUTÓNOMA SERVICIOS EMPRESAS

Andalucía 66,9 10,5 Extremadura 63,1 7,5Aragón 61,8 10,5 Galicia 60,8 8,9Asturias 66,4 10,7 La Rioja 56,3 9,3Baleares 72,4 10,9 Madrid 77,7 21,4Canarias 75,1 9,4 Murcia 57,5 9,6Cantabria 65,0 9,7 Navarra 58,1 9,4Castilla-La Mancha 58,8 8,4 País Vasco 64,9 12,6Castilla y León 62,2 9,4 Ceuta* 88,3 9,5Cataluña 63,6 13,7 Melilla* 93,0 11,0Comunidad Valenciana 61,9 10,2 España 66,2 12,4

* Los resultados de Ceuta y Melilla deben tomarse con precaución porque pueden estar afectados por grandes errores de muestreo.Fuente: elaboración propia a partir de Encuesta de Población Activa. Ocupados por rama de actividad y comunidad autónoma, INE.www.ine.es [Consulta en línea, julio de 2008].

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Es llamativo y digno de mención que en la actividad de servicios a empresas la media españolarepresenta, para el año 2007, un 12,4% del empleo total, aunque tan sólo tres comunidades autóno-mas sobrepasan esta cifra (la Comunidad de Madrid con gran diferencia) y el resto (Aragón entreellas) quedan a una distancia considerable de esta cifra media. Con ello se pone en evidencia el ele-vado grado de concentración del subsector servicios a empresas en España, haciendo que las comu-nidades autónomas económicamente más desarrolladas sean también las comunidades donde seubica mayor número de establecimientos de servicios a empresas, y donde éstos son de mayortamaño y emplean a más trabajadores.

Los factores que, en la actualidad, están influyendo para la localización de empresas de servi-cios en un determinado territorio son:

• Importantes economías de aglomeración. Las posibilidades ofrecidas por el ambiente exter-no, como por ejemplo una mayor accesibilidad a los principales factores de producción, unamejor disponibilidad de infraestructuras, una mayor circulación de información y conoci-mientos, una mayor posibilidad de funcionar en forma de red con otros servicios para consti-tuir una oferta diversificada, hacen de los grandes centros urbanos un polo de atracción paralos servicios a empresas.

• Proximidad de los usuarios de los servicios ofertados. La proximidad al mercado que solicitaestos servicios es uno de los factores que resultan más influyentes. Facilita una mayor inte-racción entre oferente y demandante. No obstante, este requerimiento básico de proximidadva reduciéndose debido al desarrollo de los transportes y de las telecomunicaciones.

• Proximidad de las fuentes de información y conocimiento. La razón de ser y el gran valorañadido que aportan los servicios es el de estar bien informados y poseer un conocimientoespecífico que se pueda ofrecer a la empresa cliente.

• Reclutamiento de personal cualificado. El crecimiento de estos servicios ha estado vinculadoa la acumulación de formación y experiencia, de ahí que la existencia de profesionales cuali-ficados sea de una importancia decisiva.

• Organización jerárquica de las grandes empresas multilocalizadas. En este tipo de empresa se pro-duce una división espacial del trabajo que descentraliza y desplaza a la periferia las produccionesmás estandarizadas, y concentra las producciones más innovadoras en áreas metropolitanas.

• Existencia de empresas de servicios a empresas. Los servicios a empresas constituyen un ele-mento fundamental de un entorno favorable para las empresas ya localizadas y un factor deatracción para la localización de nuevas empresas y actividades en un territorio.

• Sueldos bajos y locales baratos. Estos factores se mencionan en algunos estudios como influyen-tes, pero para casi todos los servicios a empresas tienen claramente una importancia secundaria.

Es indudable cómo la concentración espacial de los servicios a empresas, en general, y de los ser-vicios avanzados, en particular, comporta efectos directos e indirectos importantes para las economíasterritoriales. De forma directa, hay que referirse a los impactos positivos que los servicios ejercen

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sobre la producción y el empleo en el territorio; de forma indirecta, es necesario señalar la capacidadde arrastre –por la importante transferencia de conocimiento e innovación– que suelen desarrollarpara otras actividades. De modo que el desigual reparto de la oferta de servicios explica que sus efec-tos sean particularmente importantes en unas regiones, mientras que apenas existen en otras.

En conclusión, la existencia de un tejido local de empresas de servicios a otras empresas, densoy diversificado, es un elemento de desarrollo territorial, especialmente para las PYME. Gracias a élse puede generar en el territorio un núcleo de iniciativas endógenas que teja redes de pequeñas ymedianas empresas que mantengan entre sí relaciones intensas de competencia y cooperación, locual da lugar a la generación de economías externas a las empresas, pero internas al sistema pro-ductivo local. Del mismo modo, la existencia local de servicios a empresas permite limitar lademanda extrarregional, y permite una mayor capacidad local y un control superior del proceso deinnovación y modernización, y, en definitiva, de desarrollo territorial.

ANÁLISIS DE LOS SERVICIOS A EMPRESAS EN LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA TUROLENSE

Frente al comportamiento de la estructura productiva observado a nivel nacional, en el caso dela provincia de Teruel se destacan notables diferencias. Claramente se puede afirmar que la estruc-tura económica provincial no ha experimentado la transformación que los procesos paralelos deindustrialización y urbanización han traído consigo en otros territorios.

El éxodo de habitantes por el que se abandonó el medio rural no sirvió para que la capital o losnúcleos provinciales más destacados fueran elegidos como lugar de residencia. Su reducido tamañoy la estrecha actividad económica que éstos generaban no resultaron suficientemente atractivos,desviando la población hacia núcleos urbanos de mayor envergadura. La baja densidad de pobla-ción provincial no fomentó una oferta de servicios más amplia y diversificada, tal y como sí estabasucediendo en otros espacios de mayor concentración humana.

En las regiones de baja densidad de población solamente las ciudades están en condiciones deofrecer un determinado nivel de infraestructuras y servicios y de atraer mayor actividad económi-ca, pero en el caso turolense estos núcleos urbanos no han existido, de modo que se han tenidoque buscar en otras ciudades fuera de la provincia.

En un territorio con las características del de Teruel, la existencia de algunas ciudades mediaspodría haber desempeñado un papel particular en la conservación de la estructura de asentamien-tos, ya que hubiera albergado el germen del tránsito desde el sistema territorial rural a otro urbano.En cambio, si en la actualidad la capital no puede incluirse en la categoría de ciudad media por sureducido número de habitantes, tampoco puede hacerlo por la falta de funciones especializadas: labase de actividades económicas es excesivamente estrecha, y sólo se beneficia del aparato adminis-trativo provincial y de la atracción que ejerce sobre pequeños núcleos de población cercanos.

Fruto de este sistema territorial esencialmente rural, la actividad económica en la provincia deTeruel ha estado tradicionalmente ligada al sector primario, a través de la producción agraria y laextracción minera. Numerosos autores destacan cómo la especialización en estas dos actividadesha sido la que ha determinado el rumbo seguido por la economía provincial.

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Los datos de las tablas de empleo asalariado y valor añadido bruto según sector productivo,referentes a la última década, pueden servir para corroborar la argumentación anterior. Estos datostambién permitirán establecer una comparación con lo que se ha visto hasta aquí, en lo concernien-te a la evolución de la estructura productiva española.

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TABLA 6

Empleos asalariados según sector productivo 1996-2005 (porcentajes)

SECTORES 1996 1998 2000 2002 2004 2005

Agricultura 3,91% 4,33% 4,39% 4,48% 4,33% 4,32%Energía y agua 9,03% 8,25% 7,39% 7,00% 6,41% 6,28%Industria 19,53% 20,30% 20,48% 20,31% 18,75% 18,44%Construcción 11,87% 12,82% 14,59% 14,48% 13,91% 14,15%Total servicios 55,65% 54,30% 53,16% 53,73% 56,59% 56,81%Servicios privados 27,88% 27,10% 26,90% 27,44% 29,98% 30,33%

Servicios públicos 27,78% 27,20% 26,26% 26,29% 26,61% 26,48%

Fuente: elaboración propia a partir de J. ALCAIDE y P. ALCAIDE, Balance económico regional (autonomías y provincias). Años 1995 a 2002 y2000 a 2005, Madrid, FUNCAS, 2003 y 2006.

TABLA 7

Valor Añadido Bruto según sector productivo. 1996-2005 (porcentajes)

SECTORES 1996 1998 2000 2002 2004 2005

Agricultura 10,64% 10,48% 9,45% 9,01% 9,15% 8,84%Energía y agua 18,26% 16,47% 14,64% 14,72% 15,87% 15,86%Industria 14,62% 15,01% 15,48% 15,54% 17,03% 16,52%Construcción 8,48% 8,72% 9,98% 10,44% 12,38% 13,07%Total servicios 48,07% 49,32% 50,40% 50,33% 45,58% 45,71%Servicios privados 35,55% 37,13% 38,48% 37,93% 32,32% 32,45%

Servicios públicos 12,51% 12,19% 11,92% 12,40% 13,26% 13,26%

Fuente: elaboración propia a partir de J. ALCAIDE y P. ALCAIDE, Balance económico regional (autonomías y provincias). Años 1995 a 2002 y2000 a 2005, Madrid, FUNCAS, 2003 y 2006.

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A pesar del considerable peso del sector primario, y al igual que en otras provincias españolas,en Teruel se ha producido una disminución paulatina de la importancia económica de la agricultu-ra, tanto en términos de empleo como de contribución a la producción local. Las cifras de la tablaanterior lo demuestran, pues recogen un descenso de su participación en la producción total. Sinembargo, ello no obsta para que, como también se observa en la tabla anterior, el peso de la agricul-tura dentro de la producción provincial sea todavía muy alto, un 8,84% en 2005, sobre todo si secompara con el peso que representa para la media española, un 3,77%, tal y como se constató en lastablas incluidas al principio de este capítulo.

Del mismo modo, es llamativa la elevada participación de la extracción de minerales y la pro-ducción energética, especialmente el porcentaje que representa: un 15,86%, en contraste con el2,86% que indicaban los datos de España, ambos referidos al año 2005.

Sin embargo, es curiosa la coincidencia que se da en cuanto a la participación de la industria enel valor añadido total para ambos casos. Tanto en la provincia de Teruel como en las cifras reseña-das para España, el porcentaje que representa el sector industrial es de un 16,52%. Aunque elempleo generado en la industria no ha tenido un aumento llamativo entre los años 1996 y 2005, suvalor añadido sí se ha incrementado considerablemente, y también su participación dentro de laproducción de todos los sectores económicos.

En lo concerniente al sector que nos interesa, el de servicios, es importante destacar cómo en laprovincia de Teruel supone un porcentaje menor al que representa a nivel nacional: mientras en elterritorio turolense es de tan sólo un 45,71%, en España alcanza el 65,89% en 2005. Pero en estepunto es conveniente hacer una matización que aporta una información reveladora. Y es que prácti-camente toda esta diferencia se da en los servicios privados, ya que el peso que éstos constituyen esen Teruel del 32,45% del valor añadido bruto total, frente al 53,99% español. La participación de losservicios públicos, en cambio, es algo mayor en Teruel, de un 13,26%, frente al 11,90% de España.

No puede decirse lo mismo en cuanto al empleo generado por el sector. Los servicios privadoshan incrementado paulatinamente el número de trabajadores contratados, lo que ha llevado a queen el año 2005 su participación en el empleo total generado haya ascendido a más del 30%, pese aque todavía queda muy lejos del 47% que se observaba a nivel nacional. Tampoco esta tendenciapositiva ha seguido el mismo ritmo que en el caso español: mientras que entre 1996 y 2005 elempleo en servicios creció en la provincia un 30,9%, en España este incremento fue del 41%.

En resumen, con todo ello se pone en evidencia que, efectivamente, la estructura productiva pro-vincial no ha experimentado, ni experimenta, la misma evolución que la observada en el ámbito nacio-nal. Eso significa que en el momento actual la estructura económica del territorio turolense muestragraves diferencias en relación con la estructura que se perfila en el español y en el del resto de econo-mías desarrolladas: la nuestra, con mayor peso del sector primario en detrimento del sector servicios,es decir, una economía con un perfil eminentemente rural, que se define como una estructura producti-va inadecuada para aprovechar las oportunidades de crecimiento futuro, que sí permitiría una econo-mía aún más volcada en el sector servicios, y en concreto en los servicios más avanzados.

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Así, la estructura económica de la provincia afronta dos graves problemas: el primero está vin-culado a la propia estructura productiva, muy centrada en el sector primario y con una débil diver-sificación; el segundo problema hunde sus raíces en la estructura territorial y afecta, sobre todo, azonas muy marginadas de montaña, de difícil acceso y prácticamente nulas economías de escala,donde las posibilidades de diversificación económica son extremadamente limitadas.

Ante estos problemas, se puede destacar el papel que la Política Agraria Común ha jugadodurante las últimas décadas en el desarrollo de las áreas rurales, y destaca también el gradual, peroconstante, cambio de enfoque desde una política puramente agrícola a otra más integrada, unida alredescubrimiento y potenciación de la multifuncionalidad del medio rural. Como el enfoque basadoen el sector primario está llamado a desaparecer, se ha tratado de promover mayor diversificaciónen las actividades productivas, intentando fomentar iniciativas industriales y de servicios (selvicul-tura, industria agroalimentaria, servicios a la población, turismo rural y algunos servicios tradicio-nales a empresas), pero se puede afirmar que las actividades de servicios a empresas no tienentodavía la presencia suficiente en el territorio provincial, y el escaso número de locales que los pres-tan están ubicados en los núcleos de mayor envergadura, Teruel y Alcañiz. Lamentablemente, noexisten datos de locales por actividad a nivel municipal. Ello permitiría dibujar un mapa en el quese configurara cuál es su distribución en el territorio. Sin embargo, si se hace tal afirmación es por-que, como se ha visto anteriormente, la localización de los servicios a empresas se decide, en lamayoría de los casos, en función de los núcleos mayores de población.

Así, solo es posible aportar datos a nivel provincial. En la tabla 8 aparecen datos de la evoluciónque han seguido los locales de servicios y de servicios a empresas a lo largo de los años 1999 a 2007en la provincia de Teruel, tanto en números absolutos como en términos relativos, en cuanto a suparticipación dentro del total de locales.

Efectivamente, el número de locales que se dedican a prestar servicios a otras empresas hadibujado una evolución positiva a lo largo de estos años, en concreto se ha incrementado en un66,52% entre el primer y el último año. Este hecho, que pudiera resultar positivo, se empaña si locomparamos con el incremento que experimentan estas mismas actividades en el territorio nacio-nal, un 77,09%. También es menor el peso que han tenido los locales de servicios a empresas enTeruel en cada uno de estos años si se compara en referencia a España, por ejemplo, en 2007, estepeso es del 13,29% en la provincia de Teruel, mientras que supone un 22% en el caso de España.

En definitiva, estos datos dejan entrever cómo los servicios a empresas no han experimentadoen la provincia de Teruel el importante crecimiento que sí han tenido en España. Por tanto, en todala provincia se hace necesario buscar la diversificación de la economía rural con el fin de evitar unaexcesiva dependencia respecto a estructuras unisectoriales y crear oportunidades de empleo estable.

Lo que el análisis anterior muestra y permite concluir es que la estructura productiva turolenseno ha sabido, o no ha podido, adaptarse a las nuevas exigencias de la economía global, quedandorezagado respecto a las estructuras económicas de otras provincias españolas.

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CARACTERIZACIÓN DE LA DEMANDA DE SERVICIOS A EMPRESAS

Dado lo expuesto en el apartado precedente, resulta interesante para el objetivo de este estudioaportar algunas ideas y elementos empíricos que, provenientes de la realidad cotidiana de lasempresas demandantes, informen sobre la función que los servicios a las empresas vienen desem-peñando para ayudar a sus actividades productivas.

El estudio de los servicios a empresas desde la óptica de la demanda tiene un especial interés,ya que permite analizar si esta demanda está o no satisfecha y, en este último caso, las posibilida-des que la demanda puede representar para la instalación de potenciales empresas de servicios.

Para la búsqueda de información con la que realizar este análisis se ha optado por la elaboraciónde cincuenta6 encuestas, dirigidas a potenciales empresas demandantes. El objeto de estas encues-

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TABLA 8

Locales por actividad económica5, 1999-2007 (porcentajes)

1999 2001 2003 2005 2007

Total servicios 71,62% 70,61% 70,17% 70,41% 70,17%

Servicios a empresas 9,41% 9,73% 10,26% 11,39% 13,29%70 Actividades inmobiliarias 0,98% 1,14% 1,47% 2,34% 3,84%71 Alquiler maquinaria y equipo

sin operario, efec. person. y 0,82% 0,88% 0,86% 0,93% 0,88%enseres domésticos

72 Actividades informáticas 0,36% 0,41% 0,52% 0,59% 0,65%73 Investigación y desarrollo 0,21% 0,23% 0,24% 0,26% 0,29%74 Otras actividades empresariales 7,04% 7,06% 7,17% 7,28% 7,64%

Fuente: elaboración propia a partir del Directorio Central de Empresas, INE, www.ine.es [consulta en línea, agosto de 2008].

5 Se ha tomado la categoría de ‘locales’ en lugar de la de ‘empresa’ debido a que la primera contaba con informa-ción desagregada por actividad económica, mientras la segunda sólo proporcionaba información acerca delnúmero total de empresas. La unidad ‘local’ corresponde a una empresa, o parte de ésta, situada en una ubica-ción geográfica concreta y desde la cual se ejercen actividades económicas por cuenta de la misma empresa.

6 En un principio se tenía previsto hacer 100 encuestas, que era la muestra con la que se pretendía que las res-puestas aportadas tuvieran representatividad, teniendo en cuenta que en la provincia existen aproximadamente9.000 empresas y se buscaba un grado de confianza del 68%. Sin embargo, con la propia realización de laencuesta se fue constatando la coincidencia en las respuestas, lo que sugirió dejar de hacerlas, ya que un mayornúmero de estas encuestas no llevaba obligatoriamente a mayor información en las respuestas.

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tas era conocer de primera mano qué servicios se demandan en la provincia de Teruel, de dóndeson las empresas que los ofrecen, y cuál es la valoración respecto del trabajo que realizan. Así, laprincipal ventaja que representaba el uso de datos a nivel microeconómico residía en el conoci-miento de los motivos propios de cada empresa a la hora de utilizar determinadas categorías deservicios y la valoración particular que se hace de éstos. Para la realización de estas encuestas se hautilizado un muestreo aleatorio por estratos, teniendo en cuenta que se debían considerar las diezcomarcas de la provincia como categorías diferentes, de modo tal que hubiera representación detodas y cada una de estas comarcas en el muestreo realizado. Dentro de ellas, se ha intentado quela distribución de la muestra fuera por afijación proporcional, esto es, de acuerdo con el tamaño dela población en cada estrato, o lo que es lo mismo, de acuerdo con el número de empresas en cadacomarca. Sin embargo, esto no ha sido posible y ha debido hacerse de una manera intuitiva, ya queno se contaba con el dato estadístico de número de empresas por comarca, de tal forma que elnúmero de encuestas ha sido mayor en la Comarca Comunidad de Teruel y la Comarca del BajoAragón, teniendo en cuenta que aquí están los núcleos de población de mayor tamaño, y en elresto de comarcas se ha distribuido considerando el volumen de habitantes.

A la hora de elaborar las encuestas (Anexo I) se ha tenido presente la necesidad de que recogie-ran todas y cada una de las variables que se consideran más significativas en la decisión de deman-da de servicios. Así, en el planteamiento de las encuestas hay una primera parte de caracterizaciónde la empresa encuestada, y una segunda de caracterización del servicio contratado. De este modo,se consigue mayor información, ya que se puede hacer una correlación entre, de un lado, las carac-terísticas de las empresas y, del otro, los servicios que contratan y la valoración que hacen de ellos.

La consulta a trabajos de diversos autores, junto a cierto conocimiento sobre la lógica empresa-rial, ha permitido identificar los principales factores que determinan las decisiones de demanda deservicios en las empresas. Estos factores se pueden clasificar en dos vertientes claras de diferencia-ción: por un lado, estarían los determinantes internos de las empresas, es decir, las característicasmicroeconómicas que conducen a la empresa a adquirir o no servicios, es decir, el patrón de exter-nalización de servicios; y, por el otro lado, estarían los elementos que caracterizan el entorno en elque opera esta empresa, que obligan a tener en cuenta su ámbito geográfico de actuación, el núme-ro de competidores o las perspectivas expansionistas del mercado.

1. Patrones internos de externalización de servicios

• Edad de la empresa

• El tamaño de la empresa

• La actividad a la que se dedica la empresa

• La organización interna de la empresa

• El ámbito en el que opera la empresa

• La valoración respecto a servicios prestados con anterioridad

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2. Factores del entorno en el que opera la empresa

• La oferta de empresas de servicios a empresas

• La cultura de externalización en las empresas del entorno

Con el análisis de las encuestas se trata de extrapolar los datos obtenidos para definir lademanda provincial de servicios a empresas y contrastar, así, la hipótesis de este trabajo, por la quese detecta un círculo perverso formado por bajos niveles de demanda, que no incentivan la amplia-ción de una oferta reducida, que a su vez no resulta atractiva para despertar nuevas demandas.

LA DEMANDA DE SERVICIOS A EMPRESAS EN LA PROVINCIA DE TERUEL

De las respuestas obtenidas en las encuestas se puede extraer una aproximación de cuáles sonlos servicios más demandados por las empresas turolenses. Es llamativo el hecho de que no existedemanda alguna para muchos de los servicios avanzados que sí tienen demanda en otros lugares deEspaña; y en concreto esto ocurre para servicios referidos al ámbito de la producción (como diseñoindustrial, métodos de mejora de la productividad, estudios de costes, etc.), de la gestión (comoservicios de organización de empresas o planificación estratégica), y servicios oferentes de estudiosy proyectos (esto es, servicios de consultoría territorial y urbanística, asesoramiento de localizaciónde establecimientos, estudios de viabilidad e inversiones o estudios socioeconómicos).

Una parte de la demanda de servicios avanzados se centra, entonces, en el ámbito de los recur-sos humanos, ya que casi la mitad de las empresas encuestadas (un 47%) contrata servicios de pre-vención de riesgos laborales, y además de una manera asidua. Sin embargo, ninguna empresa seña-ló que contratara servicios de selección y evaluación de trabajadores y sólo un 19% contrataba, deforma ocasional, algún tipo de formación para directivos o empleados.

En cuanto a los servicios dedicados a facilitar el análisis y la introducción en los mercados, hayque destacar que las únicas actividades contratadas son aquellas de diseño gráfico, un 13% de lasempresas encuestadas, y de publicidad, un 40%. Ambas actividades se contratan de forma ocasio-nal, la primera se utiliza básicamente para dotar a la empresa de una imagen corporativa o modifi-car la existente, y la segunda, la publicidad, busca promocionar la actividad que realiza la empresa,usando para ello distintos soportes (entre los más utilizados, distintas guías telefónicas o los pro-gramas de fiestas de las respectivas localidades).

Las empresas que ofrecen servicios en el área de la información y las telecomunicaciones sí hanconseguido cierta demanda entre las empresas turolenses. El 34% de estas últimas manifestó queen algún momento habían contratado la compra de algún programa informático general o la reali-zación personalizada de algún programa específico. Del mismo modo, casi la mitad de las empresasencuestadas, un 47%, tiene contratado algún tipo de mantenimiento de sus equipos informáticos.Aunque a este respecto es interesante señalar que hubo alguna empresa, localizada en municipiosde las sierras turolenses, que apuntó la dificultad para conseguir que empresas de servicios infor-máticos atendieran su demanda.

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De aquellos servicios considerados como tradicionales, la asesoría fiscal, laboral y contable sonlos que acaparan mayor demanda. Un 91% de las empresas consultadas manifestó que contratabanestos servicios de forma continuada, buscando la seguridad que ofrece dejar estos asuntos enmanos de profesionales con la formación y el conocimiento necesarios.

La vigilancia (fundamentalmente a través de la instalación de sistemas de alarmas), el transpor-te de mercancías y la limpieza son los servicios demandados que siguen en importancia, ya que res-pectivamente un 28, un 26 y un 23% de las empresas encuestadas contratan estos servicios a otrasempresas. No obstante, aquí es conveniente hacer una puntualización, y es que algunas empresasseñalaron que se volvía a internalizar el servicio de limpieza dentro de la estructura productiva dela empresa, aduciendo que éste es un servicio que no requiere de elevado conocimiento y enmomentos como el que se está viviendo, de menor actividad económica, los propios trabajadorespueden realizarlo contribuyendo a reducir costes.

En síntesis, de todos estos datos se puede extraer que las empresas turolenses contratan a otrasempresas, mayoritariamente, servicios tradicionales de asesoría, que permiten externalizar fuera de laempresa tareas de gestión cotidiana para las que se requiere de unos conocimientos con los que laempresa en cuestión no cuenta. Como demanda de servicios avanzados sólo cabría resaltar aquella con-cerniente al área de sistemas de información, esto es, aplicaciones informáticas y mantenimiento deequipos, ya que los porcentajes de demanda pueden considerarse nada desdeñables. Quizás sea enexceso aventurado atribuir una justificación al hecho de que existe en Teruel una Escuela UniversitariaPolitécnica, en la que se imparten las titulaciones de Ingeniería Técnica en Informática de Gestión eIngeniería Técnica en Telecomunicaciones, así como Institutos de Enseñanza Secundaria conFormación Profesional en Sistemas Informáticos y Desarrollo de Aplicaciones Informáticas, en gradomedio y grado superior; sin embargo, esto puede tener su parte de razón, ya que esta oferta formativaha podido generar una importante cantera de profesionales que, a su vez, han posibilitado que el cono-cimiento y los nuevos desarrollos en las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) estu-vieran más cercanos y accesibles a las empresas del territorio turolense. En estos últimos años han pro-liferado las empresas que ofrecen estos servicios y, qué duda cabe, ello ha desencadenado una sinergiacon otras acciones de fomento de las TIC que, seguro, son quienes han logrado impulsar la demanda.

Atendiendo a la localización de las empresas que prestan los servicios demandados, los resulta-dos obtenidos desvelan que el 26% de las empresas consultadas contratan a otras empresas ubica-das dentro de la misma localidad (como era de esperar, estas empresas demandantes coinciden conaquellas ubicadas en los núcleos de población mayores, donde la presencia de empresas de servi-cios es superior); el 39% de las empresas demandantes lo hace a empresas de la propia provincia deTeruel (normalmente estas empresas demandantes pertenecen a pequeños núcleos de poblacióndonde no existen empresas de servicios, de modo que exigen buscarlas en cabeceras comarcales oen la capital de la provincia); el 30% de las empresas turolenses debe buscar sus servicios más signi-ficativos en empresas de provincias cercanas (es necesario aclarar que, en muchos casos, estasempresas demandantes están ubicadas en municipios lindantes con otras provincias, lo que lleva aque les resulte más cómodo contratar con empresas pertenecientes a estas provincias); y un 5% delas empresas consultadas se ven en la necesidad de contratar la prestación de servicios con otras

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empresas ubicadas en provincias lejanas (estas empresas manifiestan la imposibilidad de encontrarciertos servicios específicos en el ámbito más inmediato, de modo que deben buscarlos allí dondeestán localizados, aunque ello suponga una distancia considerable con el proveedor). El requisito deproximidad entre las empresas oferentes y las demandantes puede condicionar de manera impor-tante la predisposición hacia el uso de servicios. Como se desprende de los datos aportados, el 74%de las empresas deben contratar servicios que no están en la misma localidad y eso supone, en cier-to sentido, una cortapisa para el acceso a los servicios desde el punto de vista físico y territorial.

No obstante, a pesar del escaso porcentaje de empresas consultadas que tienen cercanía y acce-sibilidad a las empresas que les prestan servicio, y al contrario de lo que cabría suponer, cuando seles pregunta el motivo para no contratar otros servicios la respuesta es, en un 90%, porque no losnecesitan. Indican que su reducido tamaño y sus sencillas estructuras organizativas no requieren demayor número de servicios externos, y sostienen que, en el caso de necesitarlos, no tienen proble-ma en buscar los servicios que mejor se adecuen a las exigencias de cada momento, aunque esosuponga tener que salvar considerables distancias. El 4% de las empresas responde que su elevadocoste resulta disuasorio en el momento de buscar nuevos servicios (incidiendo también en supequeño tamaño para afrontar este coste) y solo un 6% alude como motivo principal el desconoci-miento de la variedad de servicios que, en general, se ofrecen.

Desde el inicio de este análisis se ha venido considerando que una causa de peso para justificarla escasa demanda observada podría ser el desconocimiento, por parte de las empresas, de la ofertade servicios existente. Las respuestas aportadas no confirman, precisamente, esta idea, pero cabríapreguntarse si las empresas turolenses verdaderamente conocen, no solo la oferta existente en laprovincia, sino el amplio abanico de servicios que actualmente se despliega ante las nuevas necesi-dades empresariales. Podría suceder que las empresas turolenses no fueran plenamente conscientesde su desconocimiento, ya que la excesiva concentración de las empresas de servicios a empresasen las grandes ciudades españolas no siempre permite que se difunda, en todo el tejido empresarialy a lo largo de la extensa geografía nacional, sus posibilidades para la introducción de innovación.Podría darse, por tanto, un problema de información entre oferta y demanda.

CARACTERIZACIÓN DE LAS EMPRESAS DEMANDANTES DE SERVICIOS

Hecha esta puntualización, sí cabe atender a la razón que esgrimen las empresas turolensespara justificar la débil demanda de servicios: su pequeño tamaño. Efectivamente, de las cincuentaempresas encuestadas, tan solo una se considera mediana empresa, dos son pequeñas empresas y42 tienen la consideración de microempresas7. Las empresas más pequeñas son las que sufren las

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7 Según la definición del tamaño empresarial, que en 2005 hace la Comisión Europea, en función del número detrabajadores, se consideran microempresas aquellas que tienen entre uno y diez trabajadores; pequeñas empre-sas las que tienen entre 11 y 49; y medianas las que tienen una plantillas entre 50 y 249 trabajadores.

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mayores dificultades en la utilización de los servicios a empresas, ya que, dado su escaso tamaño,les resulta difícil valorar las posibilidades que brinda el mercado y acceder a la oferta más conve-niente. Las pequeñas empresas suelen contratar únicamente servicios estandarizados con el objetode reducir costes. Estudios realizados en este terreno revelan que estas empresas condicionan sudemanda de servicios al coste, más que a la calidad.

Así, a pesar de que el tamaño de la empresa puede ser la variable que más influencia tenga en elpatrón de externalización de servicios de las empresas turolenses, es interesante analizar el papelque está jugando el resto de variables.

En cuanto a la edad de la empresa, se puede afirmar que la mayor parte de las empresas consul-tadas han sido creadas o heredadas en las dos últimas décadas. Sin embargo, pese a lo que cabríasuponer, la relativa juventud de estas empresas no muestra una relación directa con la demanda deservicios y, en concreto, con la demanda de servicios avanzados. Aunque también es necesario pun-tualizar que todas las empresas que contratan algún tipo de estos últimos servicios han sido crea-das en la última década.

De las respuestas a las encuestas sí se observa, no obstante, una relación directa entre lademanda de servicios a empresas, e incluso servicios avanzados, y el tipo de actividad que desarro-lla la empresa. Es por ello que se ha detectado mayor demanda entre las empresas de hostelería,esto es, todo tipo de alojamientos y restaurantes, dirigidos a un público turístico de ámbito nacio-nal (no así entre cafeterías y bares, destinado a un ámbito eminentemente local). También destacanpor representar mayor demanda las empresas de servicios profesionales, es decir, empresas deingeniería, arquitectos, diseñadores, abogados, etc. Mientras otras empresas especializadas en uncomercio de proximidad, carpinterías metálicas y de madera, talleres, suministros agrarios (enotras palabras, aquellas empresas más vinculadas al ámbito de lo rural), contratan escasos serviciosy estos son normalmente servicios tradicionales.

También se observa cómo el ámbito en el que opera la empresa incide claramente en la inclina-ción a contratar servicios y en el tipo de servicio contratado. Esto es, aquellas empresas cuyo mer-cado se reduce al estrictamente local tienen menor predisposición a contratar servicios externosque puedan ayudar a su producción. No ocurre lo mismo, sin embargo, con las empresas que tienenun ámbito de acción más amplio (provincial, regional, nacional o internacional); éstas debenenfrentarse a una competencia mayor y por ello su organización interna, su estructura productiva ysus canales de distribución deben recurrir a la innovación, el apoyo en tecnología y el conocimientoque les aportan las empresas de servicios. Es por esto que los servicios contratados van más allá delos considerados tradicionales y son servicios que aportan mayor valor añadido: asesoramiento enI+D, ingeniería civil e industrial, implantación de sistemas informáticos, diseño gráfico y digital, oimagen y publicidad, han sido algunas de las respuestas de las empresas consultadas.

La última de las variables que han de tenerse en consideración para analizar el patrón de exter-nalización de servicios es la valoración que las empresas demandantes hacen respecto de otros ser-vicios contratados con anterioridad. Aunque es cierto que las empresas no siempre pueden valorar

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la calidad del servicio prestado, debido a que –dado el reducido número de empresas de servicios–la rotación de empresas oferentes es baja para la empresa demandante, se hacía necesario intentardescubrir cuál era la apreciación general. Así, a grandes rasgos, la percepción que las empresasencuestadas tienen del servicio que se les ha prestado o presta es positiva: un 96% consideran elservicio como bueno, un 4%, regular y hay que destacar que ninguna empresa lo consideró malo. Yes más, cuando se les pidió que señalaran qué aportaban estos servicios a su empresa, todas enu-meraron varias opciones y con pleno convencimiento, entre las cuales la respuesta más repetida fue“conocimientos”, seguida de “tiempo”, “eficacia”, “economía” y “competitividad”.

No obstante, como anteriormente se ha señalado, si bien es cierta la importancia del patrón deexternalización de servicios propio de cada empresa, no lo es menos la sinergia que genera el entor-no donde opera dicha empresa.

En cuanto al incentivo que podría suponer la oferta de empresas de servicios a empresas paraanimar la demanda, se puede afirmar que en la provincia turolense esta oferta no es muy amplia.Tal y como se ha visto en el capítulo anterior, la reducida cantidad y variedad de servicios no lograser, precisamente, un escaparate en el que se muestren los atractivos de contratar servicios exter-nos a la empresa.

En definitiva, esta carencia de una oferta atractiva de servicios conduce a que las empresas turo-lenses no tengan en su entorno más inmediato un ambiente favorable para la contratación de servi-cios externos. La falta de oferta no permite ver a las potenciales empresas demandantes cuáles sonlas ventajas de su utilización, ni cuál la aportación que éstos pueden realizar a la gestión y la organi-zación productiva de la empresa. En otras palabras, una oferta tan estrecha no resulta estímulosuficiente para animar a la demanda.

Por todo ello cabe concluir que es presumible que la falta de concentración espacial de la ofertade servicios pueda trasladarse a la demanda, reincidiendo en un ritmo distinto de desarrollo res-pecto a otros territorios. Dado que no todos los servicios se prestan en la provincia se puede incre-mentar el retraso competitivo de nuestro tejido empresarial, lo cual se debe convertir en un temasobre el que se concentre la reflexión y las propuestas de acción.

El otro factor que, presente en el entorno, contribuye a fomentar la demanda es la cultura de exter-nalización del resto de las empresas. Como se ha ido observando a lo largo del análisis realizado en estecapítulo, las empresas turolenses, como rasgo general, no tienen una propensión alta a la externaliza-ción de servicios. Su pequeño tamaño y el modo de organización de las empresas resultan concluyen-tes a la hora de explicar la escasa demanda. No existen, por tanto, ejemplos o referencias en el territo-rio que sean modelo de exitosas experiencias y puedan animar a la contratación de servicios.

Por otra parte, también es cierto que las empresas tienen ahora un campo de visión másamplio. El desarrollo de las TIC, la asistencia a ferias, congresos y exposiciones, y, en definitiva, lamayor apertura hacia el exterior hacen que la información sea más fluida y que la cultura empresa-rial local no sea el único término de referencia. Ello, en definitiva, puede estar contribuyendo a quealgunas empresas vean incrementada su demanda.

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Así, la conclusión que puede extraerse del análisis precedente es que en la provincia turolensela demanda de servicios a empresas es todavía muy débil; y que esta debilidad se puede achacar,fundamentalmente, a cuatro factores clave:

1. El pequeño tamaño medio de las empresas provinciales, más cercano a la microempresa quea la pequeña o mediana.

2. El manifiesto carácter rural de la actividad que realizan gran parte de las empresas en elterritorio y un ámbito de actuación centrado en el mercado eminentemente local.

3. La escasa oferta de servicios a empresas existente en el territorio turolense, que no incentivasu demanda.

4. Una cultura empresarial todavía muy arraigada en formas tradicionales de organización ygestión interna que lleva a que, en general, sea menor la externalización de servicios.

La conjunción de todos estos factores hace que se deba concluir señalando que la oferta de ser-vicios avanzados a empresas en la provincia de Teruel no deja, en términos generales, demandainsatisfecha. Las empresas locales manifiestan que su demanda está cubierta y con un nivel alto enla calidad en el servicio. Sin embargo, esta afirmación no obsta para creer que la demanda se haacomodado a la oferta existente, y que un incremento de esta última podría venir acompañado deun estímulo para el incremento de la demanda.

CONCLUSIONES DEL ESTUDIO Y PROPUESTAS DE ACCIÓN

La estructura económica del territorio turolense muestra graves diferencias en relación con laestructura que se perfila en el ámbito nacional y en el del resto de economías desarrolladas: la nuestra,con mayor peso del sector primario en detrimento del sector servicios, es decir, una economía con unperfil eminentemente rural, que se define como una estructura productiva inadecuada para afrontar losretos de la competencia presente y futura. Del análisis de la estructura productiva y de la demanda deservicios que realizan las empresas turolenses pueden extraerse las siguientes conclusiones:

1. En el periodo 1999-2007, el número de locales que se dedican a prestar servicios a otrasempresas ha crecido en la provincia de Teruel un 66,52%; una cifra por debajo del crecimien-to experimentado a nivel nacional, un 77,09%.

2. También es menor el peso que han tenido los locales de servicios a empresas en Teruel encada uno de estos años si se compara en referencia a España: en 2007, este peso es del13,29% en la provincia de Teruel, mientras que supone un 22% en el caso de España.

3. Esta carencia de una oferta atractiva de servicios conduce a que las empresas turolenses notengan en su entorno más inmediato un ambiente favorable para la contratación de servi-cios externos.

4. Las empresas turolenses, como rasgo general, no tienen una propensión alta a la externaliza-ción de servicios. Su pequeño tamaño y el modo de organización de las empresas resultanconcluyentes a la hora de explicar la escasa demanda.

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5. No existe demanda alguna para muchos de los servicios avanzados que sí tienen demandaen otros lugares de España; y en concreto esto ocurre para servicios referidos al ámbito dela producción, de la gestión y aquellos que ofrecen algún tipo de estudio o proyecto.

6. Las empresas que ofrecen servicios en el área de la información y las telecomunicaciones síhan conseguido cierta demanda entre las empresas turolenses.

7. De aquellos servicios considerados como tradicionales, la asesoría fiscal, laboral y contableson los que acaparan mayor demanda. Un 91% de las empresas consultadas manifestó quecontrataban estos servicios de forma continuada.

8. El requisito de proximidad entre las empresas oferentes y las demandantes puede condicio-nar de manera importante la predisposición hacia el uso de servicios. El 74% de las empresasdebe contratar servicios que no están en la misma localidad y eso supone, en cierto sentido,una cortapisa para el acceso a los servicios desde el punto de vista físico y territorial.

9. La razón para no contratar algún otro servicio es, en un 90%, porque no lo necesitan. Elreducido tamaño y las sencillas estructuras organizativas son las justificaciones más recu-rrentes para explicar la falta de demanda de otros servicios externos.

10. Podría darse un problema de información entre demanda y oferta de este tipo de servicios,particularmente en servicios avanzados. Podría suceder que las empresas turolenses no fue-ran plenamente conscientes de su desconocimiento, ya que la excesiva concentración delas empresas de servicios a empresas en las grandes ciudades españolas no siempre permi-te que se difunda, en todo el tejido empresarial y a lo largo de la extensa geografía nacio-nal, sus posibilidades para la introducción de innovación.

11. Las empresas más pequeñas son las que sufren las mayores dificultades en la utilización delos servicios a empresas, ya que, dado su escaso tamaño, les resulta difícil valorar las posibi-lidades que brinda el mercado y acceder a la oferta más conveniente. Las pequeñas empre-sas suelen contratar únicamente servicios estandarizados con el objeto de reducir costes.

12. Entre las razones que podrían explicar la externalización de servicios no está la relativajuventud de las empresas encuestadas. No existe una relación directa entre ésta y lademanda de servicios.

13. El tipo de actividad que desarrolla la empresa se presenta como un factor importante de exter-nalización, pues sí se ve cierta correlación entre actividad y demanda de servicios a empresas.

14. El ámbito en el que opera la empresa incide claramente en la inclinación a contratar servi-cios y en el tipo de servicio contratado. Esto es, aquellas empresas cuyo mercado se reduceal estrictamente local tienen menor predisposición a contratar servicios externos, mientrasque sí lo hacen las empresas que tienen un ámbito de acción más amplio, ya que en ellosencuentran la ayuda necesaria para enfrentarse a una mayor competencia.

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15. La percepción que las empresas encuestadas tienen del servicio que se les ha prestado opresta es positiva. Aunque a veces hacer esta afirmación es un tanto arriesgado, ya que enlugares donde no es muy amplia la oferta de servicios a empresas no existen suficientesparámetros para la comparación.

16. Las empresas existentes en la provincia de Teruel podrían no ser conscientes de la desven-taja relativa que sufren respecto a otras empresas, que sí tienen un acceso fácil y directo aservicios avanzados y, en consecuencia, tienen un acceso fácil y directo a la innovación y lacompetitividad.

17. A nivel territorial, el escaso peso de los servicios avanzados a empresas puede conducir,inexorablemente, al estancamiento de la provincia turolense, evidenciado en la paulatinapérdida de capacidad para atraer nueva actividad económica, e incluso mantener la actual.

Ante este panorama, se ve la necesidad de incentivar la implantación de servicios a empresas,pues es indudable que los servicios a empresas están detrás de los cambios recientes más llamati-vos. Resulta evidente que esta nueva revolución tecnológica ha necesitado y seguirá necesitando deservicios a empresas capacitados para implantarla, hacerla comprensible a las empresas y extraersu máximo rendimiento.

Del mismo modo, los servicios a empresas pueden jugar un cierto papel en los difíciles procesosde convergencia regional, sirviendo de estímulo a la actividad productiva para todas aquellasempresas que por tamaño, localización y falta de conocimientos no pueden o no saben acceder alos beneficios que reportan los servicios a empresas. Es por ello que la probada vinculación entreservicios a empresas y desarrollo regional se ha convertido en el factor decisivo de gran parte de lapolítica regional de promoción de servicios en muchas zonas de los países más desarrollados. Y esésta la política que se debe proponer para favorecer a los territorios menos avanzados y acortar dis-tancias entre los más y menos ricos.

No obstante, la experiencia señala que los servicios a empresas han sido, desde siempre, unsector muy libre de la intervención del Estado. Aunque ello no deba obviar la posibilidad de que laAdministración regional pudiera, e incluso debiera, contribuir a acortar distancias. Además, se hacomprobado que los gobiernos nacionales o regionales de países con mayor desarrollo de serviciosa empresas se han caracterizado por realizar una política muy activa en varios frentes. Desde haceunos años los países más avanzados empezaron a apostar ya por los nuevos proyectos y los nuevossectores donde realmente se generaba crecimiento y empleo.

Por lo general, la política de promoción se ha planteado a nivel regional, siendo las comuni-dades autónomas quienes deben asumir la competencia de la creación de agencias de desarrolloregional, centros de servicios, incubadoras o parques tecnológicos y científicos. Así mismo, laincorporación de tecnología o la aprobación de programas de estímulo a la innovación, la I+D, eldiseño, o el uso de las TIC, por ejemplo, benefician la contratación de servicios a empresas. Otraspolíticas, como son las de infraestructuras (sobre todo de telecomunicaciones), de formación profe-sional y universitaria, de medio ambiente, también redundan en beneficio del uso de algunas acti-

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vidades de servicios a empresas, que en el caso de las más avanzadas pueden exigir localizacionesen entornos con mayor densidad de actividad económica y de personal cualificado.

En referencia a la provincia de Teruel, se puede entender que estas localizaciones deben corres-ponder a la capital de la provincia, Alcañiz y, quizás, Calamocha, por ser las de mayor tamaño ydesarrollo económico, y porque su ubicación geográfica dentro del espacio provincial permitemayor permeabilidad hacia las empresas de todo el territorio.

Para la localización de servicios a empresas que no exijan niveles tan altos de conocimiento eintroducción tecnológica, los núcleos mayores de población o cabeceras comarcales deberían cons-tituir centros donde acoger servicios menos especializados, pero que no por ello defraudaran lasexpectativas en la transferencia de innovación y conocimiento hacia empresas de otros núcleos demenor tamaño. Ello lograría romper el círculo perverso que no incentiva la instalación de serviciosa empresas por falta de mercado y débiles economías de escala, y, a su vez, no posibilita el desarro-llo empresarial deseado, precisamente, por la falta de estos servicios u obliga a tener que contratar-los fuera de la provincia con un sobrecoste económico, de tiempo o de falta de atención inmediata.

Es por ello que si la provincia de Teruel tiene por objeto convertirse en una economía más com-petitiva y dinámica, alcanzando mayores niveles de desarrollo económico, puede resultar necesarioque los distintos niveles de la Administración planteen un refuerzo de políticas científicas y tecno-lógicas, que consigan integrar las actividades de servicios en las empresas locales.

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OTRAS FUENTES PRIMARIAS

• Registros de altas en IAE de 2007, adquiridos en la Cámara de Comercio e Industria de Teruel.

• Estadística de la estructura productiva española y provincial, Instituto Nacional de Estadística.www.ine.es

• Encuestas a empresas potencialmente demandantes de servicios.

• Entrevistas en profundidad a informantes clave.

Recibido el 24 de febrero de 2009Aceptado el 19 de junio de 2009

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La revista TERUEL acoge trabajos de carácter científico referentes a cualquiera de las ramasde las Ciencias o de las Humanidades que tengan como ámbito preferente la provincia deTeruel. Los trabajos, antes de su publicación, tendrán que ser aceptados por el ConsejoCientífico de la revista.

Los manuscritos enviados a la revista deberán ser originales e inéditos, lo que se haráconstar expresamente por el autor o autores en una carta adjunta al editor. También se indi-cará si alguna parte del mismo se ha incluido en otra publicación.

TEXTO. Deberá redactarse correctamente y de forma definitiva antes de su presentación.Los artículos serán enviados por duplicado, en papel formato A4 escrito a doble espacio yuna sola cara. Su extensión no superará los 66.000 caracteres. El editor, en su caso, podrápedir una reducción del texto o, excepcionalmente, admitir otros más extensos. En caso deque el manuscrito sea aceptado para su publicación se presentará una versión electrónica,indicando los sistemas software empleados. No se devolverán los originales y las copias delos artículos que sean rechazados.

RESUMEN. Todos los originales deberán ir acompañados de un resumen, encabezadopor el título, en el que se incluyan los objetivos, métodos y posibles conclusiones que sededuzcan del trabajo, con una extensión aproximada de 125 palabras. Junto con el resu-men se relacionarán entre 3 y 10 palabras clave que den una idea rápida del contenido delartículo. Todo ello se enviará en castellano y en inglés.

DATOS DEL AUTOR. El manuscrito irá acompañado de una hoja con los datos persona-les y profesionales del autor o autores: filiación institucional y profesional, dirección particu-lar y del centro de trabajo, e-mail y cualquier otra información de contacto.

FIGURAS, LÁMINAS Y GRÁFICOS. Las figuras (grabados y dibujos a línea) irán nume-radas correlativamente, con números árabes. Podrán incluirse intercalados en el texto, indi-cando el lugar exacto donde deben colocarse, o bien al final del trabajo. Es imprescindibleque se incluya la escala gráfica correspondiente.

Las láminas de fotografías o diapositivas se entregarán definitivamente montadas, nume-radas correlativamente con números romanos, y con letras minúsculas las fotografías dentrode cada lámina.

Los pies y leyendas de ambas se presentarán en hoja aparte, haciendo referencia a lailustración correspondiente.

Los cuadros y gráficos irán numerados correlativamente y se hará mención a las fuentesde origen.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICASA. Notas a pie de página. En principio se reservan exclusivamente para comenta-

rios al texto, siempre que no se puedan incluir en este, o para las citas de apoyo documen-tal, evitando al máximo su número. Corresponde al autor asegurarse en su manuscrito finalde que no agregará ni suprimirá notas una vez haya comenzado el proceso de edición.

En el caso de que las notas se utilicen para introducir bibliografía consultada, ésta sedispondrá del siguiente modo cuando se cite por primera vez en cada capítulo: inicial o ini-ciales del nombre del autor seguido de los apellidos en versalita, título de la obra (en cursi-va), lugar de edición, editor, año de edición y las páginas, en su caso, donde aparece loque se está comentando precedidas de p. o pp., según sea una o varias; si se trata de unartículo, el título irá en recta entre comillas latinas (« »), le seguirá el nombre de la revista encursiva, el número de la misma, el año de edición y las páginas que se quieran señalar pre-cedidas de p. o pp.; en caso de obras colectivas o congresos, el título de los trabajos irá enrecta entre comillas latinas seguido de la obra o congreso (en cursiva), lugar, editor, año deedición y páginas. Todo ello separado por comas.

EJEMPLOS:G. DURAND, Las estructuras antropológicas de lo imaginario, Madrid, Taurus ediciones,

1982, p. 169.J.M. ENGUITA UTRILLA, «Rasgos dialectales en las hablas de Teruel», Teruel, 74, 1985,

pp. 179-219.

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P. PÉREZ VIÑUALES, «Vacío demográfico mudéjar en Alagón durante el siglo XV», Actasdel III Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 1986,pp. 253-259.

Cuando en una nota vuelva a haber referencias a una obra ya citada y no haya otras delmismo autor, se pondrán la inicial o iniciales seguidas del apellido en versalitas, op. cit. (encursiva) y las páginas si corresponde. Si hay más de una obra de un mismo autor se repetiránlas tres o cuatro primeras palabras de la obra (en cursiva o entre comillas según sea el caso)seguidas de puntos suspensivos y la página o páginas correspondientes (p. o pp.).

Si una nota se refiere exactamente a lo mismo de la nota anterior, se pondrá Ibídem.B. En el texto. Se harán indicando el apellido del autor o autores (en versalita si va

entre paréntesis), año de publicación y, en su caso, la letra que figura en la Bibliografía y laspáginas tras dos puntos, si se considera oportuno incluirlas.

EJEMPLOS:Referencia a un autor sin comentarios en el interior del texto (FORCADELL, 1977: 170), o

bien (RUIZ CARNICER et al., 1986).Cuando el autor citado forme parte de la sentencia, la referencia se hará del siguiente

modo: “Como ha indicado Forcadell (1977), las causas…”.En un apartado al final de la obra deberán incorporarse todas las referencias bibliográ-

ficas completas contenidas en el texto, ordenadas alfabéticamente (y si hay varias citas deun mismo autor la colocación dependerá del año de edición) y siguiendo este esquema: ape-llidos del autor en versalita, inicial o iniciales del nombre del mismo, año de edición entreparéntesis (distinguiendo a, b, c, en caso de que el mismo autor tenga más de una obra cita-da en un año determinado), título de la obra (en cursiva), lugar de edición y editor; si setrata de un artículo, el título irá en recta entre comillas latinas (« »), le seguirá el nombre dela revista en cursiva, el número de la misma y las páginas precedidas de pp.; en caso deobras colectivas o congresos, el título de los trabajos irá en recta entre comillas latinas segui-do de la obra o congreso (en cursiva), lugar, editor y páginas. Todo ello separado porcomas excepto el nombre del autor y la fecha de la obra citada.

En el caso de que un autor encabece varias obras, independientemente del número decolaboradores que lo acompañen, el orden será siempre cronológico.

EJEMPLOS:GARCÍA MÁRQUEZ, M. (1983), Geografía urbana de Teruel, Teruel, Instituto de Estudios

Turolenses.MATEOS, J.A. (2003a), «Propios, arbitrios y comunales: la hacienda municipal en el reino

de Aragón durante los siglos XVI y XVII», Revista de Historia Económica, XXI, 1, pp. 51-77.MATEOS, J.A. (2003b), «Municipio y mercado en el Aragón moderno: el abasto de

carne en Zaragoza (siglos XVI y XVII)», Espacio, Tiempo y Forma, IV, 16, pp. 183-216.FORCADELL, C. (1977), «El movimiento obrero», Los Aragoneses, Madrid, Ediciones

Istmo, pp. 161-186.En cualquier caso, sólo podrá utilizarse un sistema u otro para las referencias bibliográ-

ficas, nunca podrán mezclarse ambos.RESEÑA DE LIBROS. La revista Teruel incluirá reseñas de libros cuya temática esté rela-

cionada con el ámbito de la revista. Quienes deseen escribir una reseña de un libro deberáncontactar previamente con el editor. Las reseñas de libros irán precedidas de un encabeza-miento con los siguientes datos: nombre y apellidos del autor o autores, título del libro (encursiva), lugar de publicación, editorial, año de publicación y número de páginas. Al finalde la reseña se hará constar el nombre y apellidos del autor de la misma. Las reseñas nosuperarán los cinco folios (11.000 caracteres).

PRUEBAS. Las primeras pruebas serán enviadas a los autores para su corrección, loscuales marcarán los posibles errores de imprenta y las devolverán en el plazo de dos sema-nas a partir de la fecha de su recepción. El retraso en la devolución de las pruebas implicarála publicación del trabajo en el volumen siguiente. Las segundas y definitivas serán corregi-das por el Instituto de Estudios Turolenses.

SEPARATAS. Los autores tendrán derecho a recibir 25 separatas de sus trabajos.

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REVISTA DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS TUROLENSES

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2008-2009

92 [II] � TERUEL, 2008-2009 � ISSN 0210-3524

ANÁLISIS RADIOCARBÓNICOS DE LA NECRÓPOLIS DE GRIEGOS(TERUEL) � MARTA CHORDÁ PÉREZ LAS ESTRATEGIAS FAMI-LIARES EN LA COMUNIDAD DE ALBARRACÍN: DOTES Y CAPÍTULOSMATRIMONIALES (SIGLOS XVI Y XVII) � ELOY CUTANDA PÉREZ

EL CLERO TUROLENSE ANTE LA MUERTE EN EL SIGLO XVII.ACTITUDES Y REPRESENTACIONES � PABLO GARCÍA HINOJOSA

TERUEL EN LA OBRA FOTOGRÁFICA Y CINEMATOGRÁFICA DEJOSÉ ANTONIO DUCE � FRANCISCO JAVIER LÁZARO SEBASTIÁN

ADOLFO JARRETA: DE LA FORJA TRADICIONAL A LA FORJA DEL ARTE� M.ª CARMEN MARTÍNEZ SAMPER PREJUBILADOS EN ANDORRA:

2008-2009

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]

LA VIDA DESPUÉS DEL TRABAJO� MARÍA DEL MAR DEL RINCÓNRUIZ, DAVID PAC SALAS, M.ª MAR-GARITA ALLOZA ARCUSA, ROSAESPÉS ESPALLARGAS, ANA LÁZAROLÁZARO, M.ª JOSÉ MUÑOZ MARCOY AGUSTÍN QUÍLEZ CLAVEROTERUEL HACIA LA SOCIEDAD DELA INFORMACIÓN Y EL CONOCI-MIENTO � CARMEN GALVE GÓ-RRIZ Y ANA GARGALLO CASTEL

LOS SERVICIOS AVANZADOSA EMPRESAS EN LA ESTRUCTURAPRODUCTIVA DE LA PROVINCIADE TERUEL � MARIAN RUBIO

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