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8 de Marzo Día Internacional de la Mujer Una promesa es una promesa “basta de violencia física y estructural contra las mujeres” Reflexiones sobre la violencia contra las mujeres indígenas El 8 de marzo las mujeres indígenas de la región andina hacemos un alto para reflexionar sobre la violencia de la cual miles de mujeres en el mundo son víctimas de agresiones, discriminación, racismo y exclusión a nivel político, organizativo, económico, cultural, social. Naciones Unidas en su campaña contra la violencia de género llamada “una promesa es una promesa: para poner fin a la violencia contra las mujeres” ha señalado que entre 100 a 140 mujeres en el mundo han sufrido la ablación/mutilación genital femenina, que de cada 10 mujeres en el mundo, siete mueren por violencia de género. Estas semanas el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) inicio sus sesiones en Ginebra para revisar los avances en cuanto al cumplimiento de la Convención de la ONU sobre el tema. En New York, en la sede de las Naciones Unidas la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW57), también inició su sesión 57 con un profundo debate sobre la violencia de género y qué está sucediendo con las acciones de los estados para detenerla, pero la escasa participación desde las mujeres indígenas hace que solo se demuestren indicadores sin detalles el índice de violencia hacia las mujeres indígenas. Finalmente, Ban Ki - moon, Secretario General de la ONU ha afirmado en su mensaje por el 8 de marzo “Este año, en el Día Internacional de la Mujer, traducimos nuestra indignación en medidas concretas. Declaramos que juzgaremos los crímenes que se cometan contra las mujeres —y que nunca permitiremos que sean castigadas por los abusos que han sufrido. Renovamos nuestro compromiso de luchar contra esta amenaza mundial a la salud donde quiera que aceche, en hogares y empresas, en zonas de guerra y plácidos países, y en las mentes de las personas que permiten que la violencia continúe. También hacemos una promesa especial a las mujeres que se encuentran en situaciones de conflicto, en que la violencia sexual se convierte con demasiada frecuencia en un instrumento de guerra orientado a humillar al enemigo destruyendo su dignidad” Todos estos eventos importantes y declaraciones exigen detenerse un momento y reflexionar sobre la situación de las Mujeres, en particular de las mujeres indígenas y la violencia de género. La Coordinadora Andina de Organización Indígenas –CAOI, desde su Coordinación de Mujeres expresa su rechazo sobre toda forma de violencia contra las mujeres en el mundo.

8 de marzo día internacional de la mujer 2013

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8 de Marzo Día Internacional de la Mujer

Una promesa es una promesa “basta de violencia física y estructural contra las mujeres” Reflexiones sobre la violencia contra las mujeres indígenas

El 8 de marzo las mujeres indígenas de la región andina hacemos un alto para reflexionar sobre la violencia

de la cual miles de mujeres en el mundo son víctimas de agresiones, discriminación, racismo y exclusión a

nivel político, organizativo, económico, cultural, social.

Naciones Unidas en su campaña contra la violencia de género llamada “una promesa es una promesa: para

poner fin a la violencia contra las mujeres” ha señalado que entre 100 a 140 mujeres en el mundo han

sufrido la ablación/mutilación genital femenina, que de cada 10 mujeres en el mundo, siete mueren por

violencia de género.

Estas semanas el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) inicio sus

sesiones en Ginebra para revisar los avances en cuanto al cumplimiento de la Convención de la ONU sobre

el tema. En New York, en la sede de las Naciones Unidas la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la

Mujer (CSW57), también inició su sesión 57 con un profundo debate sobre la violencia de género y qué está

sucediendo con las acciones de los estados para detenerla, pero la escasa participación desde las mujeres

indígenas hace que solo se demuestren indicadores sin detalles el índice de violencia hacia las mujeres

indígenas.

Finalmente, Ban Ki - moon, Secretario General de la ONU ha afirmado en su mensaje por el 8 de marzo

“Este año, en el Día Internacional de la Mujer, traducimos nuestra indignación en medidas concretas.

Declaramos que juzgaremos los crímenes que se cometan contra las mujeres —y que nunca permitiremos

que sean castigadas por los abusos que han sufrido. Renovamos nuestro compromiso de luchar contra esta

amenaza mundial a la salud donde quiera que aceche, en hogares y empresas, en zonas de guerra y plácidos

países, y en las mentes de las personas que permiten que la violencia continúe. También hacemos una

promesa especial a las mujeres que se encuentran en situaciones de conflicto, en que la violencia sexual se

convierte con demasiada frecuencia en un instrumento de guerra orientado a humillar al enemigo

destruyendo su dignidad”

Todos estos eventos importantes y declaraciones exigen detenerse un momento y reflexionar sobre la

situación de las Mujeres, en particular de las mujeres indígenas y la violencia de género. La Coordinadora

Andina de Organización Indígenas –CAOI, desde su Coordinación de Mujeres expresa su rechazo sobre toda

forma de violencia contra las mujeres en el mundo.

Hay momentos históricos en la cual las mujeres indígenas han conquistado, grandes luchas en defensa de

sus derechos para acceder iguales condiciones y oportunidades que permita que las mujeres participemos

con mayor fuerza.

Hacemos un llamado a la reflexión a los estados de Ecuador, Bolivia, Colombia y Perú para revisar el estado

de violación de los derechos de las mujeres indígenas que se vienen dando desde hace años. CAOI realiza

desde su observatorio Jurídico un monitoreo a los países de la región andina Y encontramos de manera

consistente 5 acciones que de forma sistemática se repiten en Ecuador, Bolivia, Colombia y Perú, todas ellas

constituyen formas de violencia contra la mujer indígena:

1. Persisten fuentes de discriminación de diferente índole contra las mujeres indígenas, por su

situación económica, por su condición de mujer y en sus hogares.

2. Existen obstáculos específicos hacia la mujer indígena en el campo laboral, y el acceso a los

mecanismos de justicia propia

3. Los Sistemas de Justicia no tienen en cuenta metodologías diferenciales que reconsideren la

cultural, el idioma que permitan entender los reclamos de las mujeres indígenas.

4. Existe una baja participación de las mujeres indígenas en los escenarios de participación y de la vida

pública de los países de las comunidades indígenas.

5. Persisten obstáculos en la garantía de sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales,

por lo que las mujeres indígenas no acceden a los servicios de salud, Educación y empleo entro

otros.

Estas acciones estatales se encuentran en contravía de las obligaciones pactadas en algunos de los

instrumentos jurídicos que tiene el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, de los cuales derivan

obligaciones para los Estados de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia en materia de erradicación de la

discriminación y violencia contra la mujer indígena como la Convención Americana de los Derechos

Humanos y la Convención de Belén do Pará contra la violencia de la mujer.

En este sentido, la CAOI afirma que no solo la erradicación de la violencia física es necesaria y urgente sino

toda forma de violencia que golpee, discrimine y viole los derechos de las mujeres. Por ello, exige a los

Estados garantizar los derechos de las mujeres indígenas reconocidos por la Convención Americana de

Derechos Humanos, y la Convención de Belén do Pará, instrumentos de carácter general que consagran una

serie de principios contra todas las formas de violencia, y obliga a los Estados a eliminar y reducir las

fuentes de discriminación, proteger el principio de igualdad, la integridad personal, el acceso de las mujeres

indígenas a la justicia y a erradicar en su debida diligencia todas las formas de violencia contra la mujer y

niñas indígenas.

8 de Marzo del 2013

Magdalena Aysabucha Blanca Andrade

Coordinadora de Mujeres Coordinadora Derechos Humanos