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http://www.ladyverd.com/comentar_articulo/1586/eco_dome_hazlo_tu_mismo_i.htm Una casita llamada Eco-Dome “Aquí tenemos un montón de arena que nos servirá para construir una pequeña casa”, explica Khalili al comienzo del vídeo. “La tierra es el material natural más abandonado del planeta. Todos los niños nacen con la habilidad de moldear la tierra, y no es de extrañar que muchas religiones hayan tomado este elemento como material de creación del ser humano y lo hayan transmitido como la palabra de dios.” Vamos a construir una casita llamada Eco-Dome mediante un material denominado superadobe y con ayuda de sacos de tierra. Es este un novedoso método basado en técnicas ancestrales. En los próximos minutos podrás ver a cámara rápida cómo surge la casa de la tierra. Después, verás los detalles de construcción paso a paso. Este hogar, creado con la técnica del superadobe, ha sido diseñado por el arquitecto Nader Khalili en colaboración con sus asociados y estudiantes. La construcción la lleva a cabo un equipo de tres personas que cuenta con la colaboración de estudiantes provenientes del mundo entero. Esta pequeña casa sostenible, de unos 40 metros cuadrados, ha sido diseñada para obtener el máximo espacio posible utilizando la menor cantidad de material. Esta es la forma en que la naturaleza crea sus pétalos de flores, sus burbujas de jabón y sus conchas de mar, la forma en que la nueva tecnología diseña sus aeroplanos y naves espaciales. El método superadobe utiliza largos sacos tubulares rellenos de arena y compactados en capas superpuestas que se refuerzan e interconectan mediante alambre de espino. Este hogar utiliza energía solar y eólica y está diseñado para soportar ambientes extremos, incluyendo vientos huracanados, inundaciones, incendios y terremotos. “Para diseñar el círculo primero tenemos que encontrar el centro, donde situaremos el compás. Localizaremos un eje que conectará esta parte con la bóveda central y a partir del cual desarrollaremos los ejes norte-sur, y los otros a 45º para crear estas bóvedas más pequeñas, o nichos. Una vez tenemos el esquema general podremos empezar a diseñar estos círculos, estableciendo en primer lugar sus centros en el perímetro del círculo principal”, explica Khalili. Para la construcción de la base se necesita un palo, la cinta métrica y una cadena. Utiliza tiza blanca o cal para marcar las líneas centrales. Marca las semibóvedas y la bóveda principal utilizando una cadena a modo de compás. Una vez has marcado el terreno, empieza a excavar las cimentaciones. El plano de esta casa es como una hoja de trébol, con cuatro pétalos y un tallo. La bóveda central es el salón, que cuenta con unos 5 metros cuadrados. Cada pétalo puede ser un dormitorio, cuarto de baño, cocina o entrada. El tallo es la salida de ventilación. Excava los cimientos y compáctalos bien. En tu región, podría ser que necesitaras unos cimientos más profundos. En este caso estamos utilizando dos capas superpuestas de sacos de superadobe rellenos de tierra estabilizadora, que logramos mezclando la tierra con cemento o yeso en una proporción de 10 a 1. Humedecemos la mezcla a mano o a máquina hasta dejar una masa que compacte bien pero que no contenga demasiada agua.

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http://www.ladyverd.com/comentar_articulo/1586/eco_dome_hazlo_tu_mismo_i.htm

Una casita llamada Eco-Dome

“Aquí tenemos un montón de arena que nos servirá para construir una pequeña casa”, explica Khalili al comienzo del vídeo. “La tierra es el material natural más abandonado del planeta. Todos los niños nacen con la habilidad de moldear la tierra, y no es de extrañar que muchas religiones hayan tomado este elemento como material de creación del ser humano y lo hayan transmitido como la palabra de dios.”

Vamos a construir una casita llamada Eco-Dome mediante un material denominado superadobe y con ayuda de sacos de tierra. Es este un novedoso método basado en técnicas ancestrales. En los próximos minutos podrás ver a cámara rápida cómo surge la casa de la tierra. Después, verás los detalles de construcción paso a paso.

Este hogar, creado con la técnica del superadobe, ha sido diseñado por el arquitecto Nader Khalili en colaboración con sus asociados y estudiantes. La construcción la lleva a cabo un equipo de tres personas que cuenta con la colaboración de estudiantes provenientes del mundo entero.

Esta pequeña casa sostenible, de unos 40 metros cuadrados, ha sido diseñada para obtener el máximo espacio posible utilizando la menor cantidad de material. Esta es la forma en que la naturaleza crea sus pétalos de flores, sus burbujas de jabón y sus conchas de mar, la forma en que la nueva tecnología diseña sus aeroplanos y naves espaciales. El método superadobe utiliza largos sacos tubulares rellenos de arena y compactados en capas superpuestas que se refuerzan e interconectan mediante alambre de espino. Este hogar utiliza energía solar y eólica y está diseñado para soportar ambientes extremos, incluyendo vientos huracanados, inundaciones, incendios y terremotos.

“Para diseñar el círculo primero tenemos que encontrar el centro, donde situaremos el compás. Localizaremos un eje que conectará esta parte con la bóveda central y a partir del cual desarrollaremos los ejes norte-sur, y los otros a 45º para crear estas bóvedas más pequeñas, o nichos. Una vez tenemos el esquema general podremos empezar a diseñar estos círculos, estableciendo en primer lugar sus centros en el perímetro del círculo principal”, explica Khalili.

Para la construcción de la base se necesita un palo, la cinta métrica y una cadena. Utiliza tiza blanca o cal para marcar las líneas centrales. Marca las semibóvedas y la bóveda principal utilizando una cadena a modo de compás. Una vez has marcado el terreno, empieza a excavar las cimentaciones.

El plano de esta casa es como una hoja de trébol, con cuatro pétalos y un tallo. La bóveda central es el salón, que cuenta con unos 5 metros cuadrados. Cada pétalo puede ser un dormitorio, cuarto de baño, cocina o entrada. El tallo es la salida de ventilación.

Excava los cimientos y compáctalos bien. En tu región, podría ser que necesitaras unos cimientos más profundos. En este caso estamos utilizando dos capas superpuestas de sacos de superadobe rellenos de tierra estabilizadora, que logramos mezclando la tierra con cemento o yeso en una proporción de 10 a 1. Humedecemos la mezcla a mano o a máquina hasta dejar una masa que compacte bien pero que no contenga demasiada agua.

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Los sacos vienen en rollos, cada uno de los cuales es suficiente para construir una bóveda pequeña. Estos rollos, diseñados y comprobados por el Instituto Cal-Earth, pueden cortarse a la medida que consideremos necesaria. Para que sea más cómodo llenarlos, se puede utilizar un tubo de plástico para acortar su longitud, o volver el saco del revés para reducirlo a la mitad, o plegarlo como las mangas de una camisa. El saco se puede rellenar mediante un cubo lo suficientemente pequeño para que cualquier persona pueda utilizarlo. Asegúrate de que todas las esquinas del saco quedan bien rellenas de arena, quizás colocándolo de pie a modo de columna para luego tumbarlo. Utiliza la fuerza de la gravedad para colocar la tierra en su sitio, realiza esta tarea despacio y con cuidado y, una vez relleno un saco, pliega el borde hacia abajo para mantenerlo cerrado con el peso del propio saco. Compacta el muro de tierra caminando sobre él y bateándolo a mano o a máquina (la experiencia nos dice que a mano se tarda menos e implica menos trabajo). Una vez finalizados los cimientos, no solamente batearemos los sacos desde la parte de arriba, sino que utilizaremos un ladrillo para darle forma a los laterales.

Entre las filas de sacos utilizaremos alambre doble de espino de cuatro puntas. Lo fijamos al suelo, lo desenrollamos, lo estiramos y lo cortamos con la misma longitud que los sacos. Para manejar el alambre de espino, utiliza guantes y estíralo bien para que no te golpee al cortarlo. El alambre de espino se coloca entre las filas de sacos, fijándolo sobre la fila inferior antes de colocar la fila superior. Hay varias formas de hacer esto: en este caso, por cada capa de superadobe colocamos dos filas de alambre en paralelo, separadas entre sí cuatro pulgadas en la bóveda principal, y un solo alambre en las bóvedas más pequeñas.

Para sujetar el saco en posición vertical puedes utilizar tu pierna, aprovechar la fuerza de la gravedad para llenarlo, e ir retrocediendo a medida que el saco queda lleno. Lo más importante de esta técnica es saber que, si te da la sensación de que la bolsa es demasiado pesada, no estás utilizando la técnica de forma adecuada y necesitas más práctica.

En primer lugar debemos establecer todos los compases. Clavamos un palo en el centro de las bóvedas semicirculares, llamadas nichos, y de la bóveda central. Entonces medimos la longitud del compás de control, que nunca cambia, y que determinará la altura de los nichos y de la bóveda central. Para los nichos, este compás de control arranca dos pies por encima del suelo, lo que dará mayor altura a las bóvedas pequeñas. Para la bóveda principal, la altura del compás de control es de un pie por encima del nivel del suelo.

A medida que vamos colocando cada fila de superadobe tenemos que ir midiendo las distancias con el compás, para crear una bóveda perfecta. Este control lo llevaremos a cabo antes y después de batear cada fila, ya que esta operación hace que el saco se expanda aproximadamente una pulgada. La resistencia del superadobe depende del bateado, por lo que debemos esforzarnos en comprimir bien el material del interior de los sacos en sus laterales, sin dejar arrugas en los laterales exteriores.

En esta bóveda vamos a colocar diversas ventanas y conductos de ventilación, así como un conducto para la chimenea. Una forma sencilla de hacer estos vanos es colocar las filas

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encima de las tuberías y, después, simplemente retirar las tuberías, como en este caso para la chimenea. Los tubos pequeños se utilizarán para colocar mostradores y asientos, y pueden fijarse a los sacos mediante alambre o cinta hasta que se coloque la siguiente fila de sacos encima de ellos. Los tubos también pueden utilizarse para la instalación de baldas y paneles solares. Más adelante se colocarán barras cortas de acero en el interior de estos tubos que servirán para aguantar los asientos, mostradores y baldas.

Para construir los arcos de entrada a las cuatro bóvedas nicho se utilizará un soporte temporal con los materiales disponibles (madera o acero, o incluso más sacos de arena).

Ya tenemos las cimentaciones, los compases, los muros empiezan a subir, hemos contado con huecos grandes y pequeños para las tuberías y hemos comenzado algunos arcos.

Es en este momento en el que podemos instalar la estructura de los marcos para las puertas, hechos de angulares de acero o barras en T de 2 pulgadas. Para que la estructura de los marcos quede bien fija a los muros cortamos las esquinas de los sacos y eliminamos la tierra sobrante teniendo cuidado de no dañar el material principal del muro. La estructura debe quedar a la altura del suelo acabado y fijarse de forma temporal con la ayuda de alambre. También hay que apuntalar esta estructura, de forma que permanezca abierta a medida que vamos añadiendo más filas de sacos.

Algunas veces tendremos que utilizar sacos verticales para rellenar los huecos. Para unir los muros, las juntas deben quedar limpias, con los sacos superpuestos y con la ayuda de alambre. Para colocar las tuberías, separamos el alambre de espino y sacamos la tierra que no necesitamos mientras está húmeda. Las tuberías deben quedar ligeramente inclinadas hacia abajo en el exterior, para drenar el agua de lluvia. De la misma forma, se puede esculpir el interior de los muros con nichos y estanterías. Se pueden colocar cerámicas en las pareces de la cocina para almacenar alimentos, por ejemplo, o colocar azulejos en las paredes del cuarto de baño.

Una de las formas de hacer un arco es ir colocando fila sobre fila de sacos hasta el final, de forma que, cuando se retire la estructura provisional, la forma del arco quede en el muro. También se puede realizar un arco de superadobe con un solo saco, como demuestra el vídeo. El ascenso resulta bastante sencillo, pero al descender tenemos que sujetarlo utilizando nuestra fuerza o bien un soporte temporal. Retorcemos el final del saco para cerrarlo, y utilizamos la fuerza de la gravedad para colocar el arco. Entonces se batea, se le da forma teniendo en cuenta la distancia que mide del compás y se deja secar.

Marcamos los huecos de las ventanas, que tienen que ser lo suficientemente grandes para el marco y la ventana. El acabado de los sacos debe ser limpio, los finales deben quedar bien colocados debajo del saco o estar cortados con tijeras, los extremos deben estar bateados para lograr un acabado profesional. Con la tierra estabilizada debemos esperar unos cuantos días hasta que esté seca, antes de retirar la estructura provisional. Si vamos a utilizar tierra no

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estabilizada debemos colocar al menos cuatro filas de sacos por encima del arco. Cualquier material que se tenga a mano podrá servir para mantener la estructura provisional en su sitio, que debe quedar suspendida sobre cuñas o trozos de ladrillo que más adelante retiraremos para sacar la estructura con facilidad.

Una vez se ha terminado el arco, las demás filas de sacos lo encuentran para cerrar el muro, con alambre fijador entre todas y cada una de las filas. Para hacer marquesinas sobre las ventanas que las protejan de la lluvia y del sol debemos colocar los sacos uno al lado del otro, en paralelo, sobre la estructura provisional, trabajando siempre desde las filas más bajas a las más altas. De esta forma creamos una forma de caracola de mar. Las marquesinas también pueden hacerse como los mostradores, mediante sacos de tierra estabilizada en los que introduciremos barras de acero. Si queremos hacer un marco recto sobre una puerta en lugar de un arco, utilizaremos un soporte temporal tal como un madero, rellenaremos el saco sobre él y, antes de batearlo, introduciremos dos barras reforzadoras de acero, cuyo grosor deberá ser superior a media pulgada o acero número 4. Estas dos barras deben colocarse en paralelo y ser lo suficientemente largas para cubrir el hueco más un pie a cada lado del mismo.

El compás debe guiar cada pulgada de la bóveda, ninguna parte de esta pequeña casa puede formarse sin él, ni siquiera el marco recto sobre la puerta. Para hacer un porche de entrada creamos varios arcos, uno junto al otro, que formarán una pequeña bóveda o entrada directa. Estos arcos son solamente adecuados para pequeños huecos y, en ellos, todos los sacos se superponen y se fijan mediante el alambre de cuatro puntas.

Cuando alcancemos los anillos superiores de la bóveda tendremos que unir este círculo con la forma recta de la entrada. Esto se hace de forma gradual introduciendo pequeños sacos y reforzándolos mediante alambre de espino hasta lograr las medidas que indica el compás. Estos anillos superiores deben ser menos gruesos que las capas inferiores, y hay que ir cerrándolos poco a poco para evitar que caigan al interior de la bóveda. Seguimos constantemente controlando con el compás y dando forma a los sacos con el ladrillo. Hay que procurar no situarse sobre el saco que estamos colocando en la parte superior de la bóveda, y realizar el bateado siempre por debajo del saco que estamos trabajando. Además, tenemos que moldearlo para que tenga caída hacia el exterior, para el agua de lluvia.

Ahora que estamos construyendo los anillos superiores de la bóveda principal, los pequeños cubos de tierra y material pueden arrojarse a mano, o bien puede construirse una grúa sencilla con materiales tales como una bicicleta y cuerda, lo que ayudará a levantar cubos más pesados. Es imprescindible que nunca nos olvidemos del alambre de espino para colocar un saco

sobre el otro, así como de dar forma a los sacos mediante el bateado y el compás.A pesar de que empezamos a colocar todos los anillos de todas las bóvedas al mismo tiempo, las bóvedas más pequeñas serán acabadas antes, por lo que servirán de escalera para continuar con la construcción de la principal. Los sacos superiores deben ser colocados con mucho cuidado por parte de constructores con experiencia. El superadobe que se vaya colocando debe ir bateándose inmediatamente. Cada saco debe llenarse en paralelo sobre el saco inferior para después desviarlo ligeramente hacia el interior de la bóveda, lo que evitará que caiga al interior de la misma. A medida que vamos cerrando los anillos, resulta más sencillo colocarnos sobre ellos para seguir construyendo, ya que forman escalones naturales para subir y bajar.

En la parte superior de cada bóveda se coloca una pequeña tubería de ventilación. Durante la construcción podemos colocar los conductos eléctricos y las tuberías en horizontal entre las capas de superadobe o bien en huecos verticales que cortamos en las mismas. Las instalaciones pueden fijarse mediante alambre o con la ayuda de clavos. Por supuesto, los encargados de la instalación eléctrica y las canalizaciones deben contar con los conocimientos adecuados sobre seguridad y eficiencia de las mismas. Para asegurarnos de su funcionamiento, las líneas deben probarse antes de realizar el enlucido de tierra estabilizada sobre ellas.

En esta construcción, algunas de las bóvedas pequeñas se cerraron mediante anillos cada vez más pequeños de superadobe y otras se mantuvieron abiertas a modo de tragaluz.

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Por último, la chimenea es el elemento más elevado y será el último en finalizarse. Con la ayuda de unas pocas herramientas, el Eco-Dom ha surgido de la tierra a partir de la que se ha construido. Una vez se ha finalizado la estructura se llevan a cabo los trabajos de acabado impermeabilizante en el exterior y enlucido y embaldosado en el interior. En estas construcciones, el ocupante se encarga de decidir sobre los acabados, incluyendo puertas y ventanas, diseño, pintura…

"De esta manera, una pila de arena se ha convertido en esta pequeña casa que denominamos Eco-Dom o Moon Cocoon", dice Khalili. "Muchos son ya los que han aprendido a construir esta casa, y muchos más han visto la transformación de la tierra. Todos nosotros hemos aprendido el mensaje del gran poeta místico Rumi, que afirma que la tierra se convierte en oro en las manos del sabio."