22
1 Siglas y abreviaturas utilizadas: CDE = Emilio DURO PEÑA, El monasterio de San Esteban de Ribas de Sil, Orense, Instituto de Estudios Orensanos “Padre Feijoo”, 1977. CDPR = Emilio DURO PEÑA, El monasterio de San Pedro de Rocas y su colección documental, Orense, Instituto de Estudios Orensanos “Padre Feijoo”, 1972. CDF = José Ignacio FERNÁNDEZ DE OVIEDO Y VIEITES, Colección diplomática del monasterio de Santa María de Ferreira de Pantón, Lugo, Diputación provincial de Lugo, 1994. CDC = Elisa FERNÁNDEZ SUÁREZ, El monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, “Boletín Auriense”, 4 (1974), pp. 7-66. CDP = Manuel LUCAS ÁLVAREZ; Pedro LUCAS DOMÍNGUEZ, El priorato benedictino de San Vicenzo de Pombeiro y su colección diplomática en la Edad Media, A Coruña, Edicios do Castro, 1996. CDX = Sara PEREIRA FERREIRO, El monasterio de Santa María de Xunqueira de Espadañedo y su colección diplomática, “Boletín Auriense“, 9 (1979), pp. 151-230. ANUARIO DE ESTUDIOS MEDIEVALES (AEM) 38/1, enero-junio de 2008 pp. 213-234 ISSN 0066-5061 PAISAJE AGRARIO Y PRÁCTICAS AGRÍCOLAS EN LA RIBEIRA SACRA (GALICIA) DURANTE LOS SIGLOS XIV Y XV 1 AGRARIAN LANDSCAPE AND AGRICULTURAL PRACTICES IN THE “RIBEIRA SACRA” (GALICE) DURING THE 14th AND 15th CENTURIES JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SABATEL Universidad de Santiago de Compostela Resumen: Este artículo pretende un acerca- miento a lo que debió ser el semblante físico y extensión de los terrenos ganados en beneficio de la actividad agrícola en el seno del área de influencia de cinco ceno- bios situados a ambos márgenes del río Sil en el tramo precedente a su desembocadu- ra en el Miño durante los siglos XIV y XV. También se centrará en las diversas prácticas agrícolas destinadas al cuidado de la castaña y la vid así como al trabajo en las tierras de cereal. Prácticas éstas que en lo relativo al sistema de cultivos ten- drán incidencia en la fisonomía del espacio agrario a lo largo de este periodo. Palabras clave: Ribeira Sacra; Sociedad feudal; Baja Edad Media; Historia Rural; Paisaje agrario; Prácticas agrícolas. Summary: The aim of this article is to approach what appears to be the physical contour and extent of the land recovered for agricultural use at the heart of the area falling under the influence of five monas- teries situated on both banks of the River Sil in the stretch immediately preceding its flowing into the mouth of the Miño during the 14th and 15th centuries. It will also focus on the various agrarian practices used in chestnut and vine cultivation as well as work on the lands growing cereal crops. These are practices which in the relative system of cultivation will have an effect on the physiognomy of the agrarian lands throughout this period. Keywords: Ribeira Sacra; feudal Society; Later Middle Ages; Rural History; Agra- rian Landscape; Agrarian Practices.

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1Siglas y abreviaturas utilizadas:CDE = Emilio DURO PEÑA, El monasterio de San Esteban de Ribas de Sil, Orense, Instituto deEstudios Orensanos “Padre Feijoo”, 1977.CDPR = Emilio DURO PEÑA, El monasterio de San Pedro de Rocas y su colección documental,Orense, Instituto de Estudios Orensanos “Padre Feijoo”, 1972.CDF = José Ignacio FERNÁNDEZ DE OVIEDO Y VIEITES, Colección diplomática del monasteriode Santa María de Ferreira de Pantón, Lugo, Diputación provincial de Lugo, 1994.CDC = Elisa FERNÁNDEZ SUÁREZ, El monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, “BoletínAuriense”, 4 (1974), pp. 7-66.CDP = Manuel LUCAS ÁLVAREZ; Pedro LUCAS DOMÍNGUEZ, El priorato benedictino de SanVicenzo de Pombeiro y su colección diplomática en la Edad Media, A Coruña, Edicios do Castro,1996.CDX = Sara PEREIRA FERREIRO, El monasterio de Santa María de Xunqueira de Espadañedoy su colección diplomática, “Boletín Auriense“, 9 (1979), pp. 151-230.

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pp. 213-234ISSN 0066-5061

PAISAJE AGRARIO Y PRÁCTICAS AGRÍCOLASEN LA RIBEIRA SACRA (GALICIA)DURANTE LOS SIGLOS XIV Y XV1

AGRARIAN LANDSCAPE AND AGRICULTURAL PRACTICES IN THE “RIBEIRA SACRA” (GALICE)

DURING THE 14th AND 15th CENTURIES

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SABATELUniversidad de Santiago de Compostela

Resumen: Este artículo pretende un acerca-miento a lo que debió ser el semblantefísico y extensión de los terrenos ganadosen beneficio de la actividad agrícola en elseno del área de influencia de cinco ceno-bios situados a ambos márgenes del río Silen el tramo precedente a su desembocadu-ra en el Miño durante los siglos XIV yXV. También se centrará en las diversasprácticas agrícolas destinadas al cuidadode la castaña y la vid así como al trabajoen las tierras de cereal. Prácticas éstas queen lo relativo al sistema de cultivos ten-drán incidencia en la fisonomía del espacioagrario a lo largo de este periodo.

Palabras clave: Ribeira Sacra; Sociedadfeudal; Baja Edad Media; Historia Rural;Paisaje agrario; Prácticas agrícolas.

Summary: The aim of this article is toapproach what appears to be the physicalcontour and extent of the land recoveredfor agricultural use at the heart of the areafalling under the influence of five monas-teries situated on both banks of the RiverSil in the stretch immediately preceding itsflowing into the mouth of the Miño duringthe 14th and 15th centuries. It will alsofocus on the various agrarian practicesused in chestnut and vine cultivation aswell as work on the lands growing cerealcrops. These are practices which in therelative system of cultivation will have aneffect on the physiognomy of the agrarianlands throughout this period.

Keywords: Ribeira Sacra; feudal Society;Later Middle Ages; Rural History; Agra-rian Landscape; Agrarian Practices.

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2Ermelindo PORTELA SILVA, Propiedad y formas de explotación de la tierra en la Galiciamedieval, en La economía agraria en la historia de España. Propiedad, explotación,comercialización, rentas, Madrid, Alfaguara, 1979, pp. 123-131/ 124. 3Mª del Carmen PALLARES MÉNDEZ, El monasterio de Sobrado: un ejemplo de protagonis-mo monástico en la Galicia medieval, A Coruña, Diputación Provincial de A Coruña, 1975, p.44.

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SUMARIO

I. Fisonomía del terreno cultivado: 1. Los viñedos. 2. Las tierras de cereal.- II. Prácticasagrícolas: 1. El cuidado del castaño y de la vid. 2. El trabajo en tierras de cereal. El sistemade cultivo.

Toda comunidad humana desarrolla su actividad en un espaciodeterminado en un tiempo concreto. Individuo, espacio y tiempo serán loselementos que formen la historia. La relación entre los dos primeros esinteractiva. El espacio condiciona los actos del individuo y estos modifican asu vez este espacio o territorio en su beneficio. Así pues, el grupo humanodesarrolla el modelo de vida que le permita el territorio y su establecimientoen el mismo logrará la transformación de un espacio meramente físico en unespacio histórico.

El espacio histórico que se estudiará a lo largo de las siguientes líneasse circunscribe al territorio ribereño situado en el curso final del Sil desdeParada de Sil hasta su desembocadura en el Miño en Os Peares y el tramo delcauce medio de este último río desde este mismo punto, a poca distancia yade su paso por Orense, hasta las tierras de O Saviñao y Chantada.

Dentro de este espacio, la correspondencia entre el medio natural yla actividad antrópica orientada a la agricultura origina el paisaje agrario ensu plenitud. Las siguientes líneas irán encaminadas a analizar la parte de estepaisaje que corresponde a su faceta más física, relativa a la fisonomía yextensión de los terrenos cultivados. En consecuencia, también es preceptivoun acercamiento a las prácticas de cultivo, como indicador a tener en cuentaen lo relativo tanto a la capacidad del campesinado para domeñar las tierras,en su afán de ocupar parte de ese espacio agrario, como a dotarlas a su vez,a través de los diferentes sistemas de cultivo empleados, de su semblantecaracterístico.

I. FISONOMÍA DEL TERRENO CULTIVADO

1. Los viñedos

Es sabido que una limitación de la documentación eclesiástica es laque se infiere de la total ausencia de datos estadísticos2, tanto referidos a lametrología de la superficie, como a cualquier otro tipo de precisión numérica3.Circunstancia que originará, entre otras cosas, una mengua correspondientea menciones directas referidas a la extensión de las tierras cultivadas y en

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4Mª del Carmen SÁNCHEZ CARRERA, El Bajo Miño en el siglo XV. El espacio y los hombres,A Coruña, Fundación Pedro Barrie de la Maza, 1997, p.117. 5Doc. 205, CDP., p. 278. 6Doc. 244., CDP., p. 312. 7 CDP. Doc. 96: “...Outrosy vos aforamos o monte de Soutonovo en quanto ponades quatroomees cavadura de viña onde for mellor para ela....”, pp. 154-155. Anselmo LÓPEZ CARREIRA, O traballo da viña nun documento ourensán do século XIV, “BoletínAuriense”, 18-19 (1988-89), pp. 155-167/162. 8Mª Isabel FERNÁNDEZ JUSTO, La metrología tradicional gallega. Aportación a los estudiossobre el medio rural, vol 1, Madrid, Instituto Geográfico Nacional. Centro español de metrología,1986, p. 244.

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especial a las dedicadas al cereal, sujetas a medidas no reales de superficiesino de sembradura.

Mayor fortuna se puede hallar en relación con las explotacionesrelativas al viñedo. Éstas, se miden por cavaduras o lo que es lo mismo, laporción de tierra que un hombre puede trabajar en una jornada4. Espacio porconsiguiente que no tiene nada de absoluto, ya que depende del esfuerzohumano.

Sin embargo, en pocas ocasiones, se explicitan en la documentaciónlas cavaduras que pueden llegar a comprender una viña y, en la mayoría delos casos, cuando esto sucede, los terrenos mencionados se circunscribirán alactual municipio de Pantón, donde hoy día el viñedo se mide por ferrados yjornales de viñedo según las parroquias.

De manera que en la feligresía de Pombeiro localizaremos

..Conven a saber que vos aforamos huna nosa leyra de viña a que chamando Casar... et outrosy vos aforalos outra leyra a que chaman do Poom-bar....as quaes ditas duas leyras jazen anbas en a Cabreyra sub o signo dodito noso moesteiro, et seeren huna per outra fasta dez omees cavadura...5

...Item vos aforamos duas cabaduras de viña con seus castanos huna en noval d’Amande, que parte con a viña d’Afonso Carneyro, con outra que foyde Gonçalvo Ferreiro; et outra cabadura que jaz en Avoos, que parte conhuna d’Afonso Carneyro et de Diego Sileyro...6

Teniendo en cuenta que, tradicionalmente —como con anterioridad seseñaló— la cavadura supone la jornada de trabajo de un hombre7 y que en lafeligresía de Pombeiro no se usa el jornal sino el ferrado de viñedo queequivale a 5,09 áreas8, se puede colegir, dada la similitud de superficierespecto a la cavadura de otras zonas al margen izquierdo del Sil, junto conla convicción de que una jornada de trabajo no ha de variar en demasía entreambas riberas, la correspondencia entre cavadura y ferrado, en lo querespecta a los montes de esta parroquia, en el actual municipio de Pantón.

Siguiendo con esta equivalencia cabadura-ferrado de viñedo se deduceque las dos leiras de viña situadas en Cabreira tienen una extensión entre lasdos de 5.090 m2, casi media hectárea, mientras que tanto la viña ubicada enAmande como la hallada en Avoos (un antiguo casal hoy sin localizar) miden509 m2 respectivamente.

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9Doc. 183, CDE, p. 389. 10Mª.I. FERNÁNDEZ, La metrología tradicional, vol I, pp. 67 y 73. 11Doc. 218, CDF, p. 279. 12Mª.I. FERNÁNDEZ, La metrología tradicional, vol. I, pp. 57 y 248. 13Doc. 125, CDP, p. 197.

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La parroquia de Santiago de Cangas comparte la metrología dePombeiro en relación con el viñedo, de esta manera, cuando el abad delmonasterio de San Esteban de Ribas de Sil afora la viña llamada O Prado sitaen dicha feligresía y conmina al forero a que

... et he posto que desta dita vina que non labredes mays de tres omeescavadura....9

La superficie que se destinará a la producción vitivinícola sería de1.527 m2.

En la parroquia de Santiago de Castillón el ferrado de viñedo coincideplenamente con el valor más frecuente otorgado a la cavadura, tanto en laprovincia de Orense como en la de Pontevedra: 4,37 áreas10. En consecuencia,la equiparación ferrado-cavadura en esta zona es aún más nítida si cabe queen las parroquias de Pombeiro y Cangas.

...conbén a saber que vos aforamos como dito he a viña de Cas daAlonso... que son seys cabaduras...11

Así pues, serían 2.622 m2 los que marquen la extensión de esta viñaenmarcada en Santiago de Castillón.

Más dudas surgen al adentrarnos en las parroquias de San Martiño dePantón, Santa María de Ferreira y San Mamede de Mañente ya que en ellas,hoy día, se utiliza no el ferrado sino el jornal de viña, cuyo valor es el demedio ferrado, que en estas localidades corresponde a 2,18 áreas12. Es porello que sea más que factible que una cavadura de la época estudiadaequivalga a dos jornales de viña o lo que es lo mismo 4,36 áreas, aproximada-mente la estimación estándar de cavadura en las provincias de Orense yPontevedra.

...e a nosa viña que jaz en Cas Franco e son d’oyto omees cavadura, e cona viña dos Moradouros que son çinquo omees cavadura e con outras viñasque jazen a Avelaayra que son tres omees cavadura...13

La documentación aquí menciona dos viñas situadas en la parroquiade Pantón con una superficie de 3.488 y 2.180 m2 para cada una de ellas, ala vez que hace referencia a otras viñas sin especificar su número y sitas enFerreira que ocupan 1.308 m2 de terreno.

Y en Mañente ya en el siglo XVI

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14Doc. 220, CDF, p. 282. 15Doc. 229, CDP, p. 298. 16Doc. 223, CDE, p. 403. 17Abel BOHUIER, Ensaio xeográfico de análise e interpretación dun vello complexo agrario,vol. II, s.l, Xunta de Galicia, 2001, pp. 1268-1270. 18A. LÓPEZ, O traballo da viña, pp. 155-167/162. 19Docs. 200 y 218, CDPR, pp. 243 y 248.

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...conbén a saber que vos aforo o terreo da Fonte, que serán dúascabaduras de viña, que demarca de todos los cavos con el dicho Juan deAgronogueyras; e más otro tereo que jaz ao castelo vello, que será unacabadura de vyna...14

nos hallamos ante dos terrenos de viña, uno de 872 m2 y otro de 436 m2.Al abandonar el actual municipio de Pantón para adentrarnos en

tierras de O Saviñao, la documentación refleja dos menciones relativas a laextensión del viñedo en la parroquia de Santa Mariña de Rosende

...a viña da Rancada, según que a vos tragedes a jur et a mao... et quebritades as matelas que en ela estan, que son tres cavaduras...15

Mientras, Alfonso Pernas afora al clérigo de Santa Marta de Vellediez cavaduras de viña en la cortiña de la granja de Rosende16.

La dificultad viene dada en cuanto que el jornal de viñedo en estafeligresía comprende 3.14 m2. Por lo que siendo coherentes con los casosanteriores y ejecutando la correspondencia 1 cavadura = 1 ferrado de viñedo= 2 jornales de viñedo, la cavadura en esta zona alcanzaría los 628 m2,superficie distante tanto de los 509 m2 de Pombeiro y Cangas, los 437 m2 deCastillón, y los 436 m2 de Ferreira, Pantón y Mañente.

Teniendo en cuenta que el jornal de viñedo en Rosende coincide conla estipulación de cavadura que realiza Bouhier en su magno estudiogeográfico sobre Galicia17, que además es utilizado por López Carreira en suartículo acerca del trabajo de la viña en Orense18, y ante el riesgo de pecar pordefecto antes que por exceso, usaré al igual que estos dos autores, el valor dela cavadura en correspondencia con el jornal de viñedo, o lo que es lo mismo,las citadas 3,14 áreas.

De esta manera, una de las viñas de Rosende no supera los 1.000 m2

(942 m2) mientras que otra rebasa los 3.000 m2 (3.140 m2).Dejando la provincia de Lugo se concreta el aforamiento de cinco y

diez cavaduras de viña en Velle en las proximidades de Orense19, es decir2.185 m2 y 4.370 m2 respectivamente.

En cuanto a su distribución y morfología, la viña constituye unelemento sin el cual sería imposible imaginar el paisaje agrario de esta zona.Un paisaje bastante fragmentado, si se tiene en consideración el gran númerode lindes que separan unas viñas de otras. De manera que, al igual que sucedeen la vecina región del Bierzo, estudiada por Mª del Carmen Rodríguez

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20Mª Carmen RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Economía y poder en el Bierzo del siglo XV. SanAndrés de Espinareda, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago, 1992, p. 118. 21CDF. Doc. 57: “… hua leira de viña que nos avemos no Outeiro de teiro de Gistara...quejaz cabo outra leyra do dito Johán Pérez, a qual jaz cabo hua que foy de Domingo Vidal e deFernán Díaz de Villagilde. Et vos o dito Johán Perez dardes a nos e ao dito moesteiro outra leirade viña... cabo outra nosa leira e do dito moesteiro, a qual jaz cabo hua que tina AfonsoEanes....”, p. 73. CDF. Doc. 67: “…conbén a saber, dous leyros de vynas que jazen en Balado, entre hua domosteiro e outra de Johan Fernández de Goyán....”, p.86. CDF. Doc. 101: “…vendemos a vos... hun meu leiro de vyna que jas en Outar de Gistara,ontre hun de Fernán Lourenço e outro que lavra Afonso Rey, asy commo vay da vyna que lavraJuan Crismente e vay topar en outra vyna de Fernan Ribadal....”, p. 101. CDP. Doc. 103: “...conven a saber, que vos vendo o meu leiro de viña que eu tenno en forodo moesteiro de Poombeiro, o qual leiro jaz entre huna viña de Vasco Fernández da Millara eoutra de Vasco de Robadal, e en fondo topa con un leiro de Alonso Rey....”, p. 175. 22Doc. 126, CDE, p. 358. 23CDE. Doc. 183: “...et he posto que desta dita vina que non labredes mays de tres omeescavadura... e que a tapedes toda arredor como suya estar....”, p. 389. También en Docs. 180 y193, C.D.E,pp. 388 y 391. 24Doc. 190, CDE, p. 391. 25CDP. Doc. 243: “…vos aforamos o monte do Rego trabeso, que parte con a viña vella defondo a çima et conmo atravesa per çima da viña de valado a valado....”, p. 310. CDF. Doc. 86: “… e dous terreeos que mandou Afonso Anes d-Outer de Vellas ó ditomosteyro, hun jaz envallado, que he de viña, e outro jaz en Outer de Vellas; e mays outros dousleyros de vina que jazen envalado....”, p. 107. 26CDF. Doc. 162:“ …vos aforamos a nosa viña que jas ou chaman Caschagoyna... asy commoestá acortinada, per tal pleyto e condiçón que ha ponades de viña de parede a parede....”, p. 200. 27CDPR. Doc. 213: “… outro cortelo de viña en Rogomiro tapado sobre si... de muro e devalado....”, pp. 246-247. 28Docs. 166, 167, 168 y 169, CDE, pp. 384 y 385. 29CDP. Doc. 88: “…vos aforamos mays, segundo dito he, a leyra que jaz ao prado de viñascon seu monte, per tal pleito et condiçon que a ponades de viña....”, p. 147. 30Santiago JIMÉNEZ GÓMEZ, Análisis de la terminología agraria en la documentación lucensedel siglo XIII, en “Actas de las I jornadas de metodología aplicada de las ciencias históricas”, volII, Vigo, Universidad de Santiago (1975), pp. 115-133/ 124. CDF. Doc. 163: “…vos aforamos commo dito he toda a nossa cortiña da Freyna, de fondo açima e de hua parte á outra, de parede a parede, composta e por poer....”, p. 201.

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González20, de estas parcelaciones se deduce una distribución homogénea delviñedo a lo largo de los espacios donde este cultivo está consolidado como elde mayor relevancia con un especial protagonismo en la Tierra de Lemos21.

Así, sería necesario para su explotación que las viñas quedenperfectamente marcadas et dibisadas22 . En previsión de los posibles estragosque pudiera cometer el ganado, o incluso la mano del hombre en periodo devendimia, el viñedo hay que “taparlo”23 y cerrarlo bien24 por medio de unvallado25, de paredes26 y de muros27.

Las extensiones vitivinícolas se expandirían por doquier a lo largo delsiglo XV, y no solamente a través de los baldíos, sino también en perjuicio delas tierras en labrantía, proyectándose una reestructuración del espacioagrario.

El cereal sufre un desplazamiento tras la reconversión de leiras deheredad en o agro do pam en viñedos28 e incluso los prados se orientan a laproducción vitivinícola29.

Pero donde la viña cobra protagonismo es en las cortiñas. La difusióndel viñedo por estos espacios cercados30 se expresa con cierta regularidad en

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31CDF. Doc. 179: “… Et he posto se aforen a outra cortiña pera poer de viña....”, p. 223. CDF. Doc. 212: “…ho noso tarreo, que he do dito noso mosteiro, que jaz na cortiñs deMasyde... a tal pleyto e condición que ho ponades de viña noba....”, p. 271. Docs. 152, 177, 191, 205, 223, 238, 263, CDE, pp. 378, 387, 391, 396, 403, 407 y 415-416. Docs. 118, 120, 142, 174, 302, CDPR, pp. 217, 218-219, 230, 237 y 268. Doc. 14, CDX, p. 177. CDP. Doc. 136: “… Outrosi vos aforamos con esto que dito he a nosa cortyña de Buxeiros,que vos agora teedes posta de viña nova, asi conmo a vos teedes çercada e çerrada de parede....”,p. 209. 32CDF. Doc. 173: “…conbén a saver que vos aforamos toda a erdade... con a cortiña doVinnal... a tal pleito e condiçón que lavredes e paredes ben as ditas erdades e voñas commo nonfalescan con mingoa de lavor e boo paramento...”, p. 215. 33CDX. Doc. 13: “...con seu lagar e os lairatos daa cortiña nova, suo signo de Santa Maríade Abelenda....”, p. 176. 34Mª Luz RÍOS RODRÍGUEZ, El cultivo del cereal en Santa María de Melón (s. XII-XIV), en“II Congreso internacional sobre el Cister en Galicia y Portugal: Actas, vol II, Ourense, 1999,pp. 749-776/ 753. 35S. JIMÉNEZ, Análisis de la terminología, pp. 115-133/ 117. 36Ermelindo PORTELA SILVA, La propiedad, el trabajo y los frutos de la tierra (900-1300),“Liceo Franciscano”, 1978, pp. 157-200/ 178. 37CDP. Doc. 252: “…Otrosi mais vos aforamos toda cuanta herdade e casas e arbores eformaes o dito moesteiro ha en Agro Nogueyras, su o sino de santa Maria de Ferreira, con todassuas pertenenças e dereituras que en na dita aldea perteeescan ao dito mosteiro....”, p. 319. 38En el documento 134 de la colección diplomática de Ferreira el forero en gratitud por eldominio útil recibido emplaza al monasterio. Una heredad de dos tegas de sembradura. Como severá más adelante esta será aproximadamente la superficie media (entre dos tegas y dos tegas ymedia de sembradura) que comprenderá una leira. Doc. 134, CDF, p. 164.

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la documentación. El poner de viña las diferentes cortiñas fue una condiciónpara el cumplimiento del foro tan usual, que en todos los monasterios larelación entre estos terrenos y la producción vitivinícola queda bien patente31,incluso apareciendo como sinónimos32. Tanto es así, que hasta se instalanlagares en el seno de estas explotaciones33.

2. Las tierras de cereal

En esta zona, donde la asociación del viñedo junto al cereal tambiénes importante, tal como acontece en tierras de Melón34, las heredades, comotérmino que engloba cualquier extensión de tierra cultivada, y las leiras,referidas a porciones de terreno que junto con otras forman un agro, seconstituyen en protagonistas del paisaje destinado a la cerealicultura.

La heredad, recoge un sentido de propiedad plena susceptible de sertransmitida por herencia35. Un término, que conlleva una gran ambigüedadsemántica tal como sentenció Portela Silva36, que puede ir desde el conjuntode posesiones pertenecientes a un individuo en una aldea37 hasta una parcela38.Entre ambos polos opuestos se extienden un sinfín de situaciones intermediasentre las que se encuentran tanto los terrenos dirigidos a la producción de

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39CDF. Doc. 68: “…Outrosí vos damos a nosa herdade que avemos en Goyán... per tal pleytoque a lavredes e a paredes ben e diades dela cada ano ao dito mosteiro terça do pan e meo do vinodo que Deus hy der per home do dito mosteiro....”, p. 87. CDE.. Doc. 91: “..vos aforamos a nossa herdade.... et por tal condiçón que a lavredes etmantenades et paredes bem , et que diades dela cada anno aa dita iglesia de Sam Miguel quartade temporao et terça do serodeo na ayra et quarta de vyno aa byca do lagar....”, p. 325. 40CDF. Doc. 93: “…convén a saber que vos aforamos a herdade que foy de dona Aldara deTemes... e a herdade que deu Roy López ao dito mosteiro... per tal pleito e condiçón quelabredes e paredes ben as ditas herdades commo se non percan con mingoa de lavor e de booparamento, e tenades as froytas e pascos e devissos que perteeçen aas ditas herdades enno ditoforo....”, p. 115. 41Manuel LUCAS ÁLVAREZ; Pedro LUCAS DOMÍNGUEZ, El monasterio de San Clodio doRibeiro en la Edad Media: estudio y documentos, A Coruña, Edicios do Castro, 1996, pp. 87-88. 42CDP. Doc. 206: “…Conven a saber que vos aforamos todas las casas, viñas, herdades,soutos, arbores, et cortinas que vos mercastes a Gonçalvo da Carreyra....”, p. 279. CDE. Doc. 134: “... convén a saber, que vos aforo todas las herdades, e casas, e soutos eárvores e cortinas e propiadades de dizimo a Deus que bos por min tragedes agora a jur e a maaoena dita aldea de Parada e en todos seus términos....”, p. 366. 43Ramón OTERO PEDRAYO, Historia de Galiza, vol II, Buenos Aires, Ediciones Nos, 1962,p. 176. 44M. LUCAS; P. LUCAS, El monasterio de San Clodio, p. 88. 45CDF. Doc. 53: “…fazemos carta e damos a foro as nossas leyras destos lugares, as duasleyras jaçem ao chao e jaçen cabo outras leyras do bispo e ontre outras de Sant Adreao, e asoutras duas jazen aos campos... per tal preito que vos e a pesoa que pus vos veer que a lavredese a paredes ben, e se vos deren semente que vos diades meo, se non terça da graa que Deus yder....”, p. 68. 46Mª.L. RÍOS, El cultivo del cereal, pp. 749-776/ 753. 47Diccionario de autoridades, Madrid, Gredos, 1976.

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cereal y de vino39, como aquellas heredades que comprenden a la vez árbolesfrutales, pastos y dehesas40.

Dicho esto, algunos autores identifican las diferentes heredades conel cultivo exclusivo de cereal41, dada la distinción tan manifiesta que se realizacon respecto a las viñas, sotos y cortiñas en el enunciado de los bienesaforados42.

La leira, es la unidad mínima de explotación en el seno de un agro oheredad que se cultiva de una sola vez y de manera sucesiva43, normalmentesin cerco o vallado, en la que se siembran diversos productos44.

La leira, referida a una extensión de cultivo cerealístico, en la mayorparte de las ocasiones, va ligada al mismo en la estipulación de la renta y noen lo referente a su nomenclatura45. De esta forma, los escribas monásticos,a diferencia de lo que sucedía con aquellas parcelas destinadas a la producciónvitivinícola, prescinden de cualquier tipo de especificación al respecto. Portanto, hay que valorarlas como tierras de labrantío46.

Esta afirmación no hace más que corroborarse en la documentaciónperteneciente a Ferreira de Pantón, que es el monasterio que más vecesregistra términos como leyra o terreos de pan levar o de arameo, refiriéndoseesta última expresión, según el diccionario de autoridades, a la tierra de laboroportuna para la sembradura, siendo ésta una voz propia de tierras gallegas47.

La vinculación de estas explotaciones con el cultivo cerealístico quedabien definida en los documentos, al estar relacionadas las mismas con la

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48CDF. Doc. 199: “… vos aforamos a nosa leyra d-aramio... a tal pleito e condiçón que alabredes e a reparedes ben ho fagades labrar e reparar, e diades e paguedes vos e as ditas vosasvozes a nos e aas que despoys de nos viren enno dito mosteyro de foro e renda de dous en dousannos quatro teegas de çenteo....”, p. 250. CDF. Doc. 73: “…e seys tereos d-arameo... per tal preyto e condiçón que os lavredes e osparedes ben e nos dedes cada anno a terça de toda graan que Deus y der....”, p. 92. 49CDF. Doc. 166: “… E por este bem e graça que me vos fazedes enpraço pera sempre ao ditomosteiro dous meus leiros, dízimo a Deus, que eu teño, hun que jaz apar do rego de San Toméjunto con outro do mosteiro que he d-arameo, e outro de viña sobre a fonte de San Tomé....”,p. 206. 50Mª.L. RÍOS, El cultivo del cereal, p. 753. 51A. BOHUIER, Ensaio xeográfico, II, pp. 1232-1234. 52Doc. 29, CDF, pp. 42-43. 53Doc. 202, CDF, p. 255.

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estipulación de la renta en centeno o grano48 y quedar plenamente diferencia-das de las tierras dirigidas a la producción vinícola49.

Junto a heredades y leiras la documentación, aunque de maneraexigua, registra la presencia de agras y agros. Seguramente la escasez dereferencias respecto a estas tierras de cultivo se deriva a su inclusión en elseno del término mucho más genérico de heredad50.

En la actualidad, y según el diccionario de la Real Academia Gallega,la diferencia entre un agro y una agra resulta bastante evidente. Con el primertérmino se designa la extensión de tierra para el cultivo, por lo generalpequeña, y que pertenece a un solo dueño, mientras que con el segundo, sehace alusión a una gran extensión de tierra de labrantío dividida a su vez enleiras que pertenecen a distintos dueños.

En la época objeto de este estudio, esta distinción no es tan diáfana yaque, según Bouhier, estas estructuras empiezan a consolidarse en los últimosdecenios del siglo XV y comienzos del XVI. Para este autor, es en esteperiodo cuando el agro se ordena como una sola pieza de tierra de reducidasdimensiones y cerrada sobre si misma, a la vez que la agra o veiga lo haríaen forma de espacios mucho más amplios provistos de vallados, paredes osetos que la rodeaban y cercaban mientras que en su interior se encontrabandelimitadas por marcos51.

Sin embargo, en lo que respecta al área de influencia de los seismonasterios objeto de este estudio, la diferenciación entre ambas estructurasagrarias dista mucho de clarificarse incluso para el periodo señalado por elgeógrafo francés. Aunque es cierto que, como se ha apuntado, las referenciashacia estas explotaciones son escasas, todo parece indicar que, en la mayoríade las ocasiones, durante los siglos XIV y XV las palabras agro y agragozarían de un significado idéntico, es decir, el de una porción de terrenolabrado dividido a su vez en varias parcelas, terrenos o leiros.

Así, en 1300 Martín Mígueles vende dos leiros en San Martiño dePantón que

iazen en a agra de Cas dos Ferreyros, entre outros de Johán Domínguez deCas dos Ferreyros52, ciento ochenta y tres años después Doña María López,abadesa de Ferreira, aforará outro tarresino que jas ao agroo que parte conoutro de Juán de Vilagilde53.

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54Docs. 166, 167, 168 y 169, CDE, pp. 384-385. 55Doc. 167, CDE, p. 385. 56Ermelindo PORTELA SILVA, La Región del obispado de Tuy en los siglos XII s XV. Unasociedad en la expansión y en la crisis, Santiago de Compostela, El Eco Franciscano, 1976, p.47. 57Mª.C. SÁNCHEZ, El Bajo Miño, p. 113. 58CDF. Doc. 139: “… Outrosí vos aforo mays dous terreos d-agro et de pan levar, hun delesaa Bouça et o outro oo poço do padro, segundo todos jasen sub signo de San Viçenço deDeade....”, p. 170. 59Mª del Carmen PALLARES MÉNDEZ; Ermelindo PORTELA SILVA, El bajo valle del Miño enlos siglos XII y XIII. Economía agraria y estructura social, Vigo, Universidad de Santiago, 1971,p. 45. 60Mª.C. SÁNCHEZ, El Bajo Miño, p. 113.

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Queda por tanto bien patente que ambos términos hacen referencia aun terreno de labranza, dividido a su vez en unidades de explotación menorespertenecientes a diversos dueños. Realidad ésta que toma forma definitiva el15 de agosto de 1436 cuando el abad Lopo del monasterio de San Esteban deRibas de Sil afora distintas parcelas (seis leiros y una leira de heredad)situadas en el mismo agro do pan a cuatro matrimonios con el fin que laspongan de viña54. El hecho de que el abad exija a uno de estos matrimonioscerrar una leira de heredad dentro del agro55, como condición sine qua nonpara orientarla a la producción vitivinícola, hace pensar que estas unidades deexplotación destinadas al cereal, si bien estaban marcadas y divididas para suclara distinción en el interior del agro, se verían desprovistas de cercado56,seguramente con el fin, como en la actualidad, de facilitar a los diversosposeedores del dominio útil el libre acceso a las mismas sirviéndose de lasparcelas ajenas57.

Solamente en una ocasión, en 1418 y en San Vicente de Deade, actualmunicipio de Pantón, se localizan dos terrenos de agro que responden al rasgodefinitorio de pequeñas explotaciones cerealícolas58, por lo que seguramentepara la mentalidad popular, los términos agro o agra se podrían emplear demanera muy diferente.

La constitución de agros o agras no deja de responder a las estrategiascampesinas orientadas a una única finalidad, la de modificar el espacio paraque resulte lo más beneficioso posible al individuo. De esta manera, laconcentración de diversas parcelas dirigidas a un mismo cultivo garantizaríaun mejor aprovechamiento de las características edafológicas del suelo, asícomo posibilitaría más eficazmente las diferentes labores agrícolas59.

Una de las explicaciones que puede llegar a esclarecer la razón de laescasez de menciones tanto de agros como de agras, es la que se deriva delproceso de fraccionamiento de estas unidades de producción en otras menores.Tanto es así, que como se ha relatado, los bienes sujetos a foro son algunasde las divisiones en las que se componen estas extensiones y no la totalidadde las mismas. Con el paso del tiempo, estas porciones de terreno interioresdominarían en lo referente a la documentación al conjunto de las mismascomo realidad y como unidades de explotación60.

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61S. JIMÉNEZ, Análisis de la terminología, p. 123. 62José Ángel GARCÍA DE CORTÁZAR, La sociedad rural en la España medieval, Madrid, SigloXXI, 1988, p. 101. 63CDPR Doc. 131: “…damus e outorgamos a foro a vos Fernán Anes... a nossa leyradEyravedra, que jas a su a nossa seara de Martín Codeyro, así está avalada sobre si....”, p. 225. 64CDP. Doc. 115: “…e outra peça de viña que o dito Iohan Afonso poso en na seara domoesteiro....”, p. 187. CDE.. Doc. 130: “...convén a saber, que vos aforamos hun terço da nosa seaara... a tal pleitoe condiçón que a ponades de vina nova....”, p. 362. 65A. BOHUIER, Ensaio xeográfico, II, p. 1289. 66Mª.I. FERNÁNDEZ, La metrología tradicional, I, p. 461. 67Ibídem, pp. 89-90 y 473.

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Unidades de explotación cerealística también son las searas o sernas. Untérmino que engloba tres significados: el de tierra de labranza en general,tierra señorial y prestación consistente en labrar61. De interés en este apartadoes el primero de ellos, reminiscencia terminológica de la presión a la que sevio sometido el campesinado por los señores desde finales del siglo XI62.

Según el diccionario de la Real Academia, además de constituir uncampo destinado al cereal, esta extensión, al igual que sucedía con las agras,estaría formada por leiras pertenecientes a diversos propietarios. Este rasgoqueda bien definido en la documentación63.

Estas explotaciones, en un número mayor de ocasiones de lo quesucedía con los agros, son elementos de primer orden a la hora de visualizarel arrinconamiento que sufre el cereal a raíz de la expansión del viñedo, sobretodo en la primera mitad del siglo XV64.

De hecho, la asociación de la seara con la producción vitivinícola esuna constante en todas las referencias de la misma a lo largo de la documenta-ción de todo este territorio.

En cuanto a la extensión de las tierras dedicadas al cereal, los datosque nos ofrece la documentación son escasos y fragmentarios, lo que suponeuna dificultad más a añadir a la complejidad adyacente en la conversión de lasmedidas de la época al sistema métrico decimal actual. La medida desuperficie más utilizada es la teega sementadura, es decir, la superficie en lacual se puede sembrar la cantidad de semilla que cabe en una tega decapacidad. Sin embargo, actualmente es el ferrado y no la tega la medida decapacidad utilizada en el área que nos ocupa, la cual debido a la mengua dereferencias, se circunscribe al actual municipio de Pantón. En todas lasparroquias de este ayuntamiento, el ferrado de capacidad contiene 14,72litros, no muy alejados de los 16 que hace corresponder Bouhier para la tegamedieval en Pereiro de Aguiar65, una cifra que se aproxima a los 15,42 litrosestipulados con relación al ferrado en la obra de Fernández Justo para estemismo municipio66 . Es por ello que una equivalencia tega-ferrado para estazona no sería una opción descabellada, teniendo en cuenta además que enalgunos municipios a la tega y el ferrado son la misma cosa67.

Pero la dificultad por excelencia a la hora de establecer las dimensio-nes en metros cuadrados de estos cultivos radica en saber discernir cuantacantidad de grano era necesaria para sembrar una hectárea hace seis siglos.

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68Mª.C. SÁNCHEZ, El Bajo Miño en, p. 121. 69Según las informaciones extraídas de labradores residentes en el municipio de Pantón. 70CDF. Doc. 134: “…Et poreste ben e graçia que eu recibo do dito mosteiro enpraço e douó dito mosteiro a mia erdade que jas a Villa da Careyra.... que seerá dúas teegas sementadu-ra....”, p. 164. CDF. Doc. 204: “… Et posto este ben e merçede que vos recibo et do dito voso mosteiro vosimplazo de enprazo a miña leira do Chao que he dicimo a Deus, que son dúas tegas semente...,p. 259. CDP. Doc. : …vendemos a vos don Afonso Gonçales, prior do moesterio de San Viçenço dePombeiro... huna leyra de herdade a que chaman de Ribeyra con seu terreo, que son duas teegase medea de pan sementadura. Outrosy vos vendemos mays con esto que sobredito he outra leyraa que chaman do Salgueyro e con outra leyra de Coto de Rey, que seeran anbas çinquo teegas desemente....”, p. 197. 71En concreto en tierras del Salnés, Burón y Friol. Ramón VILLARES PAZ, La propiedad dela tierra en Galicia 1500-1936, Madrid, Siglo XXI, 1982, p. 25. 72CDP. Doc. 93: “… et que ponades hy dez castineiros que prenda de garfeo et de rays....”,p. 151.

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Para hacer frente a esta disyuntiva he tomado como referencia los 180 litrosde grano por hectárea que apunta Sánchez Carrera necesarios para repartir enesos suelos gallegos carentes de un abono adecuado68. En la actualidad, conlas obvias mejoras técnicas de nuestros tiempos, la cantidad de simienteutilizada por los labradores para cada hectárea es de 110 litros69. Por lo quela cifra utilizada por Sánchez Carrera no debe alejarse demasiado de larealidad inherente al periodo estudiado.

Según expresa, aunque de manera muy sesgada la documentación, lasleiras y heredades de cereal comprenderían una superficie de dos a dos ymedia tegas de sembradura70, es decir de aproximadamente 817 a 1.226 m2.Unas dimensiones que se perpetuarán a lo largo del Antiguo Régimen, al sersimilares a la extensión de la parcela media en diversas localidades lucensesestudiadas por Villares Paz para el siglo XVIII71.

Una cuestión a destacar es que solamente se especifica el tamaño deestas explotaciones cuando el receptor de las mismas es el monasterio pormedio de emplazamiento o venta. De ahí se infiere el inconveniente deestablecer una metrología más extensa relativa a las tierras de cultivo, ya quela mayor parte de la documentación para este periodo, como es sabido, serefiere a contratos de aforamiento donde es el forero el destinatario de losbienes.

II. PRÁCTICAS AGRÍCOLAS

1. El cuidado del castaño y de la vid

Los cuidados que requerían tanto el cultivo del castaño como el de lavid hacían de éste una verdadera práctica de jardinería.

Una de las condiciones más recurrentes en la documentación delmonasterio de San Vicente de Pombeiro es la obligación impuesta al foreropor los rectores monásticos de plantar nuevos castaños72. Junto a este requisitoy con el fin de que estas especies arbóreas alcanzasen los niveles exigidos de

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73CDP. Doc. 176: “… et roçedes et podedes ben o dito souto commo se non se pergan pormingoa de lavor et de bon paramento....”, pp. 250-251. CDE. Doc. 255: “... que ponades en cada hun anno despoys de mina vida quatro castineyrose enxertedes aqueles que foren para enxertar...”, p. 413. CDP. Doc. 54: …per tal pleyto que o chantedes de souto, e çepedes e enxertedes os ditossoutos cada hun u vir [a que] lo for mester...”, p. 108. 74Héitor PICALLO FUENTES, Castañas e castiñeiros como recursos económicos na Galiza domedievo, “Raígame: Revista de arte, cultura e tradicións populares” Ourense, Diputación deOurense, 18 (2003), pp. 57-74/ 58. 75Mª Luz RÍOS RODRÍGUEZ, Soutos bravos y soutos mansos: el castaño en Galicia (siglos XII-XIV) en “El medio natural en la España medieval: Actas del I congreso sobre ecohistoria ehistoria medieval”, Cáceres, Universidad de Extremadura (2001), pp. 475-488/ 482. 76H. PICALLO, Castañas e castiñeiros, pp. 57-74/ 66-67. 77CDPR. Doc. 125: “… e darnos edes quinta das castanas que Deus y der ao toro docastineiro...”, p. 221. 78CDF. Doc. 36: “... e dardes as meas das castanas que en el ouver des que foren coleytasverdes....”, p. 51. 79Mª.L. RÍOS, Soutos bravos, pp. 475-488/ 484.

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productividad, serían necesarias ciertas labores manifestadas sólo superficial-mente a lo largo de la documentación. Entre ellas destacan, como actividadesbásicas para el buen cuidado de los sotos, la poda y el injerto73.

Ambas prácticas, como es lógico suponer, se orientaban a mejorar elaprovechamiento de los castañares. Así, la poda y el injerto cubrirían un dobleobjetivo, por un lado incrementar la calidad del fruto y por otro, la utilizacióndel ramazón sobrante, junto con la madera de roble, como parte delcombustible calefactor del hogar familiar74. Además, tras estas labores, lacopa fructífera de los castaños lograba un mayor despliegue en detrimento dela altura de los mismos que sería menor que la de las especies silvestres. Deesta forma las castañas eran de una mejor calidad e incluso el forero podríaestablecer una gradación en el cultivo según injertase variedades prematuraso tardías75.

En cuanto a la recolección de las castañas, nada deja entrever ladocumentación. Sin embargo, es más que posible que esta actividad no hayadiferido mucho a lo largo de siete siglos. Así, durante las últimas semanas deseptiembre y finales del siguiente mes, se recogerían las especies precocesque, una vez ya maduras, se hubiesen precipitado al suelo. En cambio, paralas variedades tardías, se emplearía el vareo de las ramas para conseguir unmayor número de frutos76. Una vez realizada la recolección, las castañasconstituyen parte de la renta monástica. En la mayoría de las ocasiones en lasque los castaños estaban sujetos a renta proporcional de su cosecha, ésta larecogerían los agentes del monasterio justo a pie del bien aforado77, en suvariedad de castañas verdes78. No obstante, los señores se inclinaban más porlas castañas secas produciéndose su reparto, bien en las cisternas, bien encanizos y sequeiros79. Sería lógico suponer que prevaleciese en la documenta-ción una correspondencia entre castañas verdes-renta proporcional y castañassecas-renta fija. Esta última circunstancia, en relación con las castañas secas,se da siempre en los censos pertenecientes a los monasterios de San Pedro deRocas y de San Esteban de Ribas de Sil. Pero tal reciprocidad se difumina alcruzar el Sil. De esta manera, en el monasterio de Pombeiro, las castañas

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80CDP. Doc. 43: “...et os quatro moios de castanas secas e linpas de moyno a deçeda docaniço....”, p. 95. CDP. Doc. 78: “... et terça de castañas a deçeda do canyço, secas et linpas de moyña...”, p.138. 81CDP. Doc. 39: “… et se esta leyra minguar de vinna que vennan a estaren....”, p. 91. 82Enrique CANTERA MONTENEGRO, Instrumentos y técnicas de cultivo en la plena Edad Mediaeuropea (siglos X-XIII), “Cuadernos de Historia Medieval”, 8 (Madrid, 1987), p. 53. 83CDE. Doc. 142: “… a tal pleito e condiçón que ponades a dita leyra de Forcadas de vinanova en estes dous annos primeyros segentes....”, p. 374. CDP. Doc. 81: “… a tal pleito et condiçon que poñades de baçelos a dita leira en estes quatroannos primeiros seguentes....”, p. 141. 84Mª Xosé RODRÍGUEZ GALDO, Señores y campesinos en Galicia. Siglos XIV-XVI, Santiagode Compostela, Pico Sacro, 1976, p. 94. 85Docs. 261, 269, 271, 285 y 286, CDPR, pp. 258, 260, 261 y 264. 86Docs. 278, 283, 284, 294, CDPR, pp. 262, 263-264 y 266. 87CDP. Doc. 178: “… e elas postas de viña que as labredes e reparedes e apostedes todas benen tal maneira que non desfallezcan con myngua de lavor e de boo paramento....”, p. 253. 88Eleutino ÁLVAREZ ÁLVAREZ, El cultivo de la vid en la Tierra de Lemos en el siglo XV, enJubilatio. Homenaje de la Facultad de Geografía e Historia a los profesores D. Manuel LucasÁlvarez y D. Ángel Rodríguez González, I, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago,1987, pp. 149-159/ 157. 89CDP. Doc. 109: … a tal pleito e condiçon que a entrechantedes (una leira de viña) “de vinanova en estes tres annos primeyros seguentes, se lle nesçesario for....”, p. 181. 90CDP. Doc. 229: “... per tal pleito et condiçon que britades as matelas que en ela estan... .”,p. 298.

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secas tanto pueden ser objeto de renta fija o proporcional indistintamente80,pero eso sí, linpas de moyña, o lo que es lo mismo sin cáscara.

El cultivo de la vid, a su vez, requeriría una serie de cuidados que seextendían a lo largo de todo el año, atenciones en extremo necesarias ante laposibilidad de que la viña no produjese lo previamente estimado por losrectores monásticos81. Las labores ya empezaban en invierno mediante unalabranza con el fin de romper los terrones y airear las raíces resguardándolasde las aguas estancadas82, después se estercolaba la tierra. Si la viña era denueva plantación, obviamente, una vez estercolado el terreno, se procedía aplantar los bacelos o viña nueva83, necesitados a largo de dos o tres años deuna serie de atenciones semejantes a las que recibían las vides en produc-ción84.

Entre estos cuidados, la documentación hace referencia claramentea la poda que se hacía y hace entre los meses de enero y febrero, aunquetambién es común que tras la vendimia en otoño se procediese a desmocharlas varas sobrantes. La poda constituía una de las prestaciones en trabajo queel forero tenía que realizar para el monasterio de San Pedro de Rocas85. Deesta forma, se sabe que la poda como servicio duraba sólo un día86. Tras lapoda se ligaban las vides a estacas de madera, apostándolas87, con el fin dedotarlas de la forma definitiva que les permitía una mejor orientación al sol88.

En el transcurso del año se efectuaban de dos a tres cavas. Eninvierno y en primavera, con el fin de efectuar un abonado y “entrechantar”de viña nueva las cepas viejas con el fin de renovarlas89 y, en verano, paradespojar de las viñas las malas hierbas surgidas tras las lluvias primaverales90.

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91CDF. Doc. 134: “… e non vindemedes sen mandado do dito mosteiro…”, p. 164. CDR. Doc. 213: “... mais nos dares nosa vista quando quiserdes vindimiar...”, p. 247.CDP. Doc. 258: “…et viredes demandar a vindimia et liçençia para coler os ditos nobos...”, p.324. 92CDF. Doc. 162: “… e que chamedes ó noso mayordomo quando collerdes o vino...”, p.200. CDE. Doc. 104: “... et quando quiserdes vindymyar que chamedes ao ovençal...”, p. 336. 93CDE. Doc. 107: “... et que diades hun moravedí de pan quando quiserdes vendimyar...”,p. 339. CDF. Doc. 215: “…E da cortyna e terreos pagaredes en quada hun anno durante boso foroe personas darnos ees por bysta de byndymya hua galyna e más vyndymya, e más alende que pordya da nosa festa que nos beñás honrar con do que teberdes...”, p. 275. 94CDP. Doc. 270: “…a oytaba de todo o viño, medido o dito viño por lo moordomo domosteiro ao qual daredes de comer...”, p. 337. CDE. Doc. 122: “... e chamedes para midir o dito vino e para o partir ao noso mordomoao qual proveeredes de comer e de beber quando se mydir o dito vyno...”, p. 353. 95CDE. Doc. 91: “...et quarta de vyno aa bica do lagar pelo granieyro da dita iglesia ou porseu home....”, p. 325. CDP. Doc. 172: “…que dian quinta do vino que Deus en nas viñas dier, todas a a bica dolagar, per ollo de noso mayordomo...”, p. 247. 96CDF. Doc. 148: “… Et outrosí vos aforamos mays a casa do lagar que he do ditoconbento...”, p. 181. 97CDE. Doc. 143: “...vos aforamos hua nossa casa de adega... a tal pleito e condiçón... queleixedes poer en ela hua cuba cada hun anno ao convento...”, p. 375.

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Ya en septiembre tenía lugar la más sustancial labor de la viticultura,la vendimia y la posterior vinificación de la uva.

Estrictamente en relación con la vendimia la documentación solamentese hace eco del férreo control que ejercen sobre esta actividad los monjes ysus agentes.

Así, la documentación no se vuelve cicatera a la hora de mostrar lasobligaciones que ha de cumplir el campesinado en esta última fase del trabajoen la viña.

Ineludiblemente, éste tiene que pedir permiso al monasterio parapoder iniciar la vendimia91 bajo la atenta mirada de un enviado suyo92. Enalgunas ocasiones, los señores, incluso, reclamaban una pequeña renta si elforero solicitaba vendimiar93.

Una vez realizada la vendimia, las uvas se transportaban al lagar parainiciar un proceso de vinificación del que los documentos poco se preocupan.En cambio, muestran mucho más interés, una vez convertida la uva en vino,en reflejar con claridad el acopio de la renta por parte del enviado delmonasterio. Este agente señorial, que tenía que ser alimentado a costa delforero, tenía la misión de “medir” y “partir” lo correspondiente a los monjessegún las condiciones del foro94. Este reparto se hacía frecuentemente en elmismo lagar o bodega donde el forero había elaborado el vino95, ya que estosanexos, aunque de propiedad monástica, se circunscribían, al igual que latierra, al dominio útil del campesino como bienes aforados que eran96. Estacircunstancia queda bien reflejada a la hora de incluir en el contratodeterminadas disposiciones por las que se exigía al forero dejar colocar lascubas de los señores en el interior de dichas instalaciones97.

El interés señorial no sólo se ceñía al vino sino que también lo hacíaen relación con la composta, humus del viñedo que se empleaba como

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98A. LÓPEZ, O traballo da viña, p. 161. 99CDPR. Doc. 108: “… et nos dedes delo cada ano o noso moesteiro quinta de todo novo efroito que Deus y der, o vino no lagar e a composta na vina, por noso moordomo, o qual os quaesvos sobre ditos devedes a proveer de comer e de beber comunalmente mentre colerdes o novo dodito lugar....”, p. 210. 100CDF. Doc. 194: “… et daredes a quinta do viño que Deus der nas ditas viñas, as uvas ennaviña partidas per los çestos per ollo de noso mayordomo segundo custume...”, p. 243. CDF. Doc. 215: “…e nos dyás en quada hun anno da dita cortina e terreos a quarta das uvasque Deus der en elas, partidas por los cestos por ollo de noso moordomo ou de nosos certorequado....”, p. 275. 101CDF. Doc. 32: “…e medeo de viño aa bica di lagar en salvo, et tragérdelo ao moesteiro porvossa custa...”, p. 46. CDP. Doc. 148:“…e trageredes todo o noso quinon do viño e dos outros novos per vosacusta a a nosa adega....”, p. 224. 102CDPR. Doc. 316: “… ao mordomo quando for saquar lo vino e algún se for con el....”,p. 271. 103CDF. Doc. 200: “…e nos pagaredes de foro por todo elo en vosa vida hun moyo de vinopuro e sen augoa e sen maao sabor por día de San Martino de novembro en cada un anno....”,p. 252. CDF. Doc. 176: “… e que nos diades cada hun anno vos e as ditas persoas ao dito conventodous canados de vino por dia de San Martino de noviembro, que seja vino syn agua e synmalicia....”, p. 219. 104CDE. Doc. 242: “...dos canados de vino sen agua o espeto da cuba por ollo de nosomordomo....”, p. 409.

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fertilizante98 y que a diferencia de la uva quedaba en la viña para ser recogidabajo la vigilancia del agente del cenobio99. Otra modalidad relativa a laexacción de renta documentada, aunque mucho menos frecuente, era la queen vez de ejecutarse en el lagar se realizaba en las viñas mismas donde se“partían” las uvas en cestos bajo la atenta vigilancia del mayordomomonástico100.

Una vez seleccionada la cantidad de vino que el forero había desatisfacer para colmar las exigencias de la renta, le atañía a éste, en unasocasiones, el transporte de la misma a la bodega del monasterio101, mientrasque en otras era el representante señorial quien se encargaba de la faena102,seguramente ante la tendencia del forero de “rebajar” el vino con agua103,circunstancia que requería estrechar la supervisión por parte del cenobio104.

2. El trabajo en tierras de cereal. El sistema de cultivos

La gran dificultad para establecer el sistema de rotación de loscultivos se encuentra en el hecho de que en la totalidad de los foros, las rentasque comprenden los escasos cereales de primavera y legumbres documentadosestán relacionadas con la explotación de casales, lugares y heredades diversas.Estas unidades de explotación constituyen un conjunto de tierras que no sólono tienen por que explotarse al mismo tiempo, sino que cabe la posibilidad deque, inclusive, estén separadas entre sí. Es esta circunstancia la que hace quela investigación sobre las prácticas agrícolas del campesinado medievalgallego tenga mayor dificultad. La producción de un casal o de diferentesheredades no determina su procedencia de un mismo terrazgo sometido a unúnico sistema de explotación en el que los cultivos se suceden sin

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105E. PORTELA, La Región, pp. 124-125. 106CDF. Doc. 50: “… salvo dúas ortas que som a Souto de Pantón con súa çeveyra...”, p. 65. 107CDF. Doc. 199: “… vos aforamos a nosa leyra d’aramio... de foro e renda de dous en dousannos quatro teegas de çenteo...”, p. 250. 108Ibidem, “...a tal pleito e condiçón que a labredes e reparedes ben ho fagades labrar oreparar...”, p. 250. 109CDF. Doc. 78: “…et dardes de dous en dous anos hua teega de pam per teega derreyta deMonforte…”, p. 98.

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interrupción105. Esta cuestión se esclarecería si el objeto mayoritario del foroestuviese integrado por las leiras, que como únicas porciones de terrenocultivado, reflejarían con claridad el ciclo de cultivos anual. Pero éste no seráel caso. De hecho, las exiguas apariciones en los textos de los cereales deprimavera junto a las leguminosas, en comparación con el centeno o el trigo,no hacen sino abrir la posibilidad de la preeminencia en esta época de unmodelo de producción de cereal de invierno cada dos temporadas. Estaobservación se ratifica si se tiene en cuenta que el cultivo de la cebada apareceincluso en el seno de las huertas106, es decir, en un tipo de terreno de un valory significado distinto al relativo al terrazgo donde supuestamente se ejerceríael ciclo de cultivos. De esta forma, el hecho que la renta de casales, lugaresy heredades conste de centeno, trigo y mijo o cebada no significa necesaria-mente que estos cereales se siembren en una misma unidad de labor y, portanto, que el rasgo definitorio de estas explotaciones sea el policultivo.

La presencia del barbecho anual está documentada en el área denuestro estudio por medio del foro de una leira de aramio por la renta de unatalega de centeno cada dos años107. Así pues, esta parcela estaría en barbechoal menos un año hasta que volviese a ser productiva. No obstante, hay queadvertir que el documento abre la posibilidad de que dicho contrato puedallegar a reconvertirse en subforo108 privilegiando a sus receptores, habitantesdel arrabal de Monforte y probablemente burgueses, con una renta mínimacada dos años en vez de la pertinente anual.

También se aprecia una renta fija de grano cada dos años en eldocumento 78 de la colección diplomática de Ferreira109. Aunque aquí, en laheredad aforada, el objeto principal de la renta es el vino siendo mínima laporción de tierra dedicada al cereal y, por ello, cabe la posibilidad que larenta exigida por la misma no pase de ser un mero reconocimiento hacia elmonasterio, en vez de un claro exponente de la productividad de este terreno.

Curiosamente, las tierras sujetas a este tipo de censos en sendos casosse circunscriben en el entorno de hábitats concentrados, como corresponde enel primer caso al arrabal del mismo Monforte y en el segundo a la aldea deGoyán.

La división de los terrenos en dos hojas con el fin de que una fuesesembrada de cereal de invierno mientras que la otra, de menor extensión,fuese dedicaba al barbecho, alternando esta disposición al año siguiente,también se manifiesta en las fuentes. Así, en 1477 se afora una heredad en losdominios del monasterio de San Esteban de Ribas de Sil, a condición de que

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110Doc. 230, CDE, p. 405. 111CDP. Doc. 266: “... e pagaredes quanto labrardes a a folla da herdade do dito mosteirodisemo enteyro da dita granja de santa Mariña....”, p. 332. 112Dolores MARIÑO VEIRAS, Señorío de Santa María de Meira (De 1150 a 1525). Espaciorural, régimen de propiedad y régimen de explotación en la Galicia medieval, La Coruña,Ediciones Nos, 1983, p. 288. 113José-Luis NOVO CAZÓN, El priorato santiaguista de Vilar de Donas en la Edad Media(1194-1500), A Coruña, Fundación Pedro Barrie de la Maza, 1986, p. 146. 114Mª.C. RODRÍGUEZ, Economía y poder, p. 107. 115José LUCAS LABRADA, Descripción económica del Reino de Galicia, Vigo, Galaxia, 1971,p. 123.

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el forero pague ena folla que se labrar coarta de todas graas110. El hecho quesolamente una hoja se dedicase a la labranza y no dos pone de manifiesto, aúnen este periodo tardío, la perseverancia de la rotación bienal frente al sistemade dos cultivos cada tres años, perseverancia que también se deja entrever enla documentación de San Vicente de Pombeiro111.

En consecuencia, en lo que respecta a las prácticas agrarias, al igualque sucede en áreas más meridionales de la península ibérica, se aprecia uncarácter poco intensivo de las mismas. La rotación era, a lo sumo, bienal y eluso de una tercera hoja ni mucho menos estaría generalizado.

Esta interpretación no difiere de las conclusiones relativas a diferentesestudios regionales centrados en el panorama agrario medieval del noroestepeninsular. Así, por ejemplo, en lo que respecta al señorío de Meira, MariñoVeiras, incluso hace compaginar en este territorio el sistema bienal, junto conotros modelos más extensivos (como el cultivo al tercio), con el fin demantener un equilibrio entre la ganadería y la agricultura112.

También en el dominio del priorato de Vilar de Donas, que seextendía por el corazón de Galicia, ocupando parte de las actuales cuatroprovincias gallegas, se observa como incluso durante la segunda mitad delsiglo XV el sistema de año y vez no da paso a la rotación trienal113.

Por último, el estudio de Rodríguez González, centrado en las no muylejanas tierras del Bierzo, hace hincapié en la rotación bienal como formapredominante, por lo menos en lo que respecta al área de influencia delmonasterio de San Andrés de Espinareda114.

La perduración en los siglos finales de la Edad Media del barbechoanual y de la rotación bienal en el área que ocupa este estudio no puedeextrañar si se tiene en cuenta la recopilación realizada por Lucas Labrada delinforme del corregidor de Monterrey fechado en 1803, en el que se expresaque incluso la tierra más fértil de esta villa, aún en esta época, está “reducidaen la mayor parte a dar un fruto de trigo o centeno cada dos años”115.

Redundando en esta proposición y ya en el marco de la Ribera Sacra,concretamente en el ámbito de las Tierras de Chantada, Villares Pazargumenta para la segunda mitad del siglo XVIII que “en términos rigurosos,el barbecho sistemático —una cosecha de cereal de invierno con descansoaproximado de quince meses— se sigue en el 93% de las tierras labradías, conescasas diferencias zonales, siendo, pues, el cultivo con intermisión o bianual

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116R. VILLARES, La propiedad, p. 27. 117Lynn WHITE, Tecnología medieval y cambio social, Barcelona, Paidós, 1990, pp. 93-95. 118Marc BLOCH, La sociedad feudal, Madrid, Akal, 2002, p. 92. 119Georges DUBY, Hombres y estructuras de la Edad Media, Madrid, Siglo XXI, 1993, p.161. 120L. WHITE, Tecnología medieval, pp. 85-93. 121Robert FOSSIER, La infancia de Europa. Aspectos económicos y sociales, Barcelona, volII, Labor, 1984, p. 488. 122Miquel BARCELÓ ET ALII, Arqueología medieval en las afueras del “medievalismo”,Barcelona, Crítica, 1988, pp. 219-221.

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la técnica que utiliza el labrador del interior en su trabajo de las tierras nofertilizadas por la bondad del río Miño”116.

De este modo, este protagonismo del cultivo de año y vez aún enperiodos tan tardíos contrasta directamente con los condicionantes básicos,ensalzados por parte de la historiografía de la Europa atlántica ya para la AltaEdad Media, que condicionan el progreso agrario y económico oriundosolamente del septentrión del continente y completamente ajeno del extrarra-dio mediterráneo117 tan arcaico y rudimentario. Estos condicionantes, queestán estrechamente ligados a la propagación de la idea que asevera que laagricultura extensiva puede ser objeto de un paulatino desarrollo de laproductividad de los campos mediante labores más intensas118, se manifiestanen forma tanto de adelantos tecnológicos119 como de una gradual transición dela rotación bienal a la trienal e introducción de leguminosas120.

Sin embargo —como opina Fossier— el poner resistencia a aceptar unprogreso determinado no indica siempre el atraso, la rutina o el egoísmo;ciertas condiciones sociales pueden justificar un rechazo e incluso a menudola oposición a una novedad, señalando más lucidez o previsión que adoptarlasin discusión121.

Opinión ésta que encontrará eco en Barceló quien argumenta que laagricultura extensiva medieval no sería más que un proceso de menguacontinuada de la feracidad de la tierra, en el que sólo la recuperación de lamisma mediante el barbecho o la práctica de rozas esporádicas por fuego delmonte (es decir las prácticas en teoría más “primitivas”) comportaban la únicasolución concebible para el campesinado. Así, las distintas innovacionestécnicas orientadas a la intensificación del cultivo tendrán su origen no en laeficacia del campesinado sino en la irracionalidad de la renta feudal máspreocupada en hacer accesible lo producido que en aumentar la producción122.

Es más, tras la crisis del XIV, la gran disponibilidad de tierraspermitiría al campesinado labrar las diferentes parcelas durante un periododeterminado, extraer de ellas un par de cosechas y dejarlas descansar dos, treso incluso cuatro años. El bajo índice demográfico daría la oportunidad a lossupervivientes a labrar un número mayor de tierras, por lo que la rotacióntrienal y la intensificación de la agricultura serían consideradas una malaestrategia ante la alternativa mucho más ventajosa de poder trabajar parcelas

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123Carlos LALIENA CORBERA, Tecnología agraria medieval en medios semiáridos en Técnicasagrícolas, industriais e constructivas na Idade Media. Curso de verán, Celanova, 8-12 de xullode 1996, Santiago de Compostela, Tórculo, 1996, p. 99. 124Mº.L. RÍOS, El cultivo del cereal, p. 755. 125E. CANTERA, Instrumentos y técnicas, p. 55. 126Mª Luz RÍOS RODRÍGUEZ, Transformación agraria. Los terrenos de monte y la economíacampesina (s. XII-XIV), en Mª Pilar TORRES LUNA ET ALII (eds.), Espacios rurais e sociedadescampesiñas, Santiago de Compostela, Universidad de Santiago de Compostela, 1997, pp. 145-172/ 150-151. 127Luis GUTIÁN RIVERA; Augusto PÉREZ ALBERTI, Historia ecológica de Galicia, Santiago deCompostela, Universidad de Santiago, 2002, p.118. 128CDPR.. Doc. 110: ...Outrosí non segedes nen maledes sen nos..., p. 211. CDP. Doc. 250: “... et quando quiserdes malar viredes a demandar liçença ao dito prior ou aodito mordomo....”, p. 218.

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beneficiadas por largos periodos de reposo123. De esta manera, el barbecho nohay que juzgarlo, ni mucho menos, como un sistema técnico propio depoblaciones primitivas y atrasadas sino como el pilar esencial sobre el que secimientan todas las posibles, aquella estrategia acorde con el entorno físico yhumano más eficaz para conseguir una cantidad mayor de producción decereal panificable, precisamente gracias al año de descanso124. De hecho, unade las características de cualquier sociedad es la de no cambiar algo por unanovedad, si este algo aún cumple satisfactoriamente la función que dichasociedad le ha encomendado.

En cuanto a las labores agrícolas empleadas por el campesinado parasacar un mayor rendimiento a sus tierras, hay que decir que encuentran unescaso eco en la documentación monástica. En primer lugar, se hacíanecesaria una correcta fertilización de los suelos. En un periodo en el que elabono de origen animal era escaso debido a la extensión de las tierras ganadasal cereal y a la limitada estabulación del ganado, ya que el porcino y bovinopastaba en el monte, por lo que su estiércol se desperdiciaba125, se hacíanecesario recurrir a las variedades vegetales. Entre éstas, la de mayorrelevancia por su uso a través de los tiempos por el campesinado gallego seríael tojal126.

Esta especie solamente es referida en la documentación del monasteriode Ferreira relativa al siglo XV. No deja de ser extraña la circunstancia, sitenemos en cuenta que en este periodo muchas zonas de bosque sometidas adesbroces continuados y a un periódico pastoreo se ven impedidas a recuperarsus formaciones arbóreas originales dejando paso al dominio del matorral127.Además, sería frecuente la repoblación de estas zonas baldías de tojalesdestinados tanto a la elaboración de abono como a la alimentación del ganado.La parvedad del tojal en la documentación no hace más que ratificar lamonopolización del interés de las fuentes sobre aquello susceptible de generarrentas.

Las diferentes colecciones diplomáticas solamente se referirán dentrode las labores agrícolas a aquellas destinadas a la recolección del cereal, esdecir, la siega y la malla.

Como sucedía con la vendimia, el forero tendría que pedir permisopara efectuar tales actividades128 que se debían de realizar bajo la supervisión

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129CDPR. Doc. 119: “...todo por noso mordomo, o qual vos e as ditas vozes proveerdes decomer et de bever comunalmente, e devedes a chamar para segar e caregar et malar...”, p. 218. 130CDP. Doc. 70: “...e daredes quarta de pan en a eyra, todo per noso ome....”, p. 129. 131CDE. Doc. 100: “...e que nos diades del... hua fanega de çenteo linpo de poo et depalla...”, p. 333. 132CDE. Doc. 159: ...chamaredes ao seo moordomo para mallar e para partir e medir dosditos novos..., pp. 382-383. 133CDE. Doc. 124: ...et que diades del cada hun anno en vosa vida a quinta parte do pan queDeus y der, et despoys de vosa morte que dian quarta de pan, et todo esto daredes ao oveençalda vistiaria..., p. 355. CDF. Doc. 81: ... convén a saber tres quarteiros de çenteo e hun quarteiro de serodeo, perteega dereita de Monforte ou da Prova... e diades de comer ó mordomo que for por lla renda...,p. 102. CDE. Doc. 88: ... hun moyo de çenteo e tres quarteyros de seródeo lynpoo... et dardes decomer ao home que for recadar essa renda..., p. 320. 134CDE. Doc. CDE. Doc. 74: “...e levardes o nosso quinón y ao nosso celleyro por vos....”,p. 308. CDF. Doc. 36: “... e adugeredes o pan per vossa custa ao dito mosteyro....”, p. 51. CDF. Doc. 65: “...e avedes de adozer o noso quinón da graa per vosa custa ó noso çelleyrodo mosteiro....”, p. 83.

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de un representante monástico129. Era éste quien en la era130, una vez el granoquedase separado de la cáscara y de la paja, condición indispensable para queéste se constituyese en renta131, procedía a repartir entre el forero la cose-cha132. En cuanto al traslado de la renta, independientemente de su estipula-ción como fija o proporcional , en la mayoría de las ocasiones, sería una tareaa realizar por un agente señorial133, aunque tampoco sería del todo anómalover sometido a esta carga al forero134.

CONCLUSIÓN

El medio agrícola se formulará como la porción de paisaje agrariodestinada a la explotación agrícola. Y esta explotación, en el periodo que nosocupa, se centra en el cultivo de la vid y de los cereales. Los dos productostan elementales como básicos en la alimentación del hombre circunscrito a unasociedad agraria como lo fue la medieval.

Sin embargo, en una época de contracción de la demanda de cereal,el interés monástico se centraría en extender el cultivo de la viña ya que elvino resiste mucho mejor la devaluación de precios, gracias a su fácilcomercialización. Tendencia ésta que empieza a remitir a partir de la segundamitad del siglo XV. El paisaje agrario resultante de la proliferación de la viñase caracteriza por pequeñas extensiones (de no más de 3.500 m2) cercadas ydivididas entre sí. Paisaje que solamente se perpetuará durante el AntiguoRégimen en aquellas zonas más próximas a las riberas del Sil y del Miño.

En esta zona, donde la asociación del viñedo junto al cereal eranotoria, las heredades, como término referido a cualquier extensión de tierracultivada, y las leiras, como porciones de terreno que, junto con otras, formanun agro se constituyen en protagonistas del paisaje destinado a la cerealicultu-

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ra. La superficie de estas leiras y heredades abarcaría de los 817 a los 1.226m2.

En cuanto a las prácticas agrícolas, parece evidente que, en lo que ala Ribera Sacra se refiere, el sistema de barbecho cada dos años o incluso elderivado de ciclos de descanso más largos dominaba el cultivo cerealícola.Así, se colige que uno de los rasgos definitorios de cualquier sociedad es lade no modificar una estructura funcional por una innovación (en este caso larotación trienal o la supresión del barbecho en favor de cultivos alternativos),si ésta cumple satisfactoriamente la función que dicha sociedad le haencomendado para una época determinada.

Fecha de recepción del artículo: febrero 2007.Fecha de aceptación y versión final: diciembre 2007.