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pág. 10 NÚMERO • ISSN: 1999-8090 • $1.00 • pág. 2-3 © archivo EDITORIAL ESTIMADOS LECTORES: Seguimos en pie, junto a ustedes. Seguramente será de interés la información que ofrece- mos sobre el paradero de importantes artistas cubanos que emigraron a los Estados Unidos. También la trans- cripción de una conversación telefó- nica sostenida entre los cinco presos políticos cubanos en cárceles estado- reforma laboral e ingeniería genética 6 ¿sueños logrados? crónicas pág. 5 pág. 6 unidenses y sus esposas en Cuba, el Día de los Enamorados. De paso, los felicitamos, a ellos y a ustedes, aunque para el amor no exista un día fijo. Nos acompaña en la sección deportiva Lourdes Gourriel, quien nos responde en exclusiva. Recomendamos de for- ma especial el artículo de Jorge Weje- be Cobo sobre el enriquecimiento de la burocracia exsoviética en el tránsi- to hacia el capitalismo, y de cómo la Ley Helms Burton reserva la apropia- ción de todos los bienes cubanos, en caso de recolonización, para los ciu- dadanos norteamericanos. Todos en- contrarán su esquina personal en esta calle de tertulias: la reflexión irónica de Santiago Alba Rico, los poemas de Jacques Prévert y la breve plegaria so- bre el cine cubano actual. Gracias por su compañía. CM © enrique ubieta gómez manicaragua fotorreportaje la luz en lo oscuro gente la voz de los cinco héroes en el día de los enamorados lourdes gourriel deporte el canto de un gallo invencible ¿miami no cree en lágrimas? 46 • FEBRERO 2012 • © alex castro © zardoyas los jerarcas rusos y sus parientes pobres cubanos 12

46 no cree en lágrimas?...boleros en pequeños restauran - tes de Hialeah ni siquiera los más establecidos le contratan. Como lo ha hecho también el gran arreglista y guitarrista

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    NÚMERO

    • ISSN: 1999-8090 • $1.00 •

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    EditOR i a lEstimados lEctorEs: Seguimos en pie, junto a ustedes. Seguramente será de interés la información que ofrece-mos sobre el paradero de importantes artistas cubanos que emigraron a los Estados Unidos. También la trans-cripción de una conversación telefó-nica sostenida entre los cinco presos políticos cubanos en cárceles estado-

    reforma laboral e ingeniería genética

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    ¿sueños logrados?crónicas

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    unidenses y sus esposas en Cuba, el Día de los Enamorados. De paso, los felicitamos, a ellos y a ustedes, aunque para el amor no exista un día fijo. Nos acompaña en la sección deportiva Lourdes Gourriel, quien nos responde

    en exclusiva. Recomendamos de for-ma especial el artículo de Jorge Weje-be Cobo sobre el enriquecimiento de la burocracia exsoviética en el tránsi-to hacia el capitalismo, y de cómo la Ley Helms Burton reserva la apropia-

    ción de todos los bienes cubanos, en caso de recolonización, para los ciu-dadanos norteamericanos. Todos en-contrarán su esquina personal en esta calle de tertulias: la reflexión irónica de Santiago Alba Rico, los poemas de Jacques Prévert y la breve plegaria so-bre el cine cubano actual. Gracias por su compañía. CM

    © enrique ubieta gómez

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    la luz en lo oscurogente

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    EDMUNDO GARCÍA

    Era algo quE conocía pe-ro no había comentado por pu-dor; sin embargo, la periodista Rouslyn Navia Jordán lo hizo público el pasado miércoles 29 de febrero en un artículo para el periódico matancero Girón, titulado «Susana Pérez en Esta-dos Unidos. ¿Una historia de sueños logrados?» La periodis-ta se refiere a la amarga entre-vista que la actriz cubana ofre-ció a la mal llamada emisora Radio Martí a comienzos de año. No me voy a extender so-bre su contenido, pues lo ha re-sumido de forma inmejorable. Solamente quiero recordar que Susana Pérez dice que extraña a su público cubano de la isla, su presencia en la Televisión Cubana y el teatro de buena ca-lidad, donde no hay que decir palabrotas o desnudarse por ca-pricho del mercado, sino por exigencias del arte. Pero Susa-na Pérez no es la única figura de primera línea de la cultura cubana que se ve obligada a tra-bajar fuera de su especialidad artística en Miami, o dentro de la misma, pero en niveles infe-riores a los que merece, tanto por trayectoria como por nivel de competencia. Si es que en Miami puede hablarse siquiera de una competencia capitalista según estándares norteameri-canos nacionales.

    Susana Pérez declara a di-cha emisora que estaba admi-nistrando una clínica de belle-za. Cualquiera puede verla ade-más fuera de horarios de pro-gramación regular recomen-dando cirugías e implantes para mantener un rostro hermoso y

    Susana Pérez en Estados Unidos. ¿Una historia de sueños logrados?

    Miami tampoco cree en lágrimasROUSLYN NAVIA JORDÁNTomado del periódico GirónSuSana PérEz, una de las más populares actrices de nuestra isla, emigró hacia Es-tados Unidos en el año 2008.

    Esto no es noticia, ya lo sabe-mos. Sin embargo, son sus declaraciones recientes lo no-vedoso.

    Alega Susana que su larga trayectoria como actriz en Cu-ba ha tenido poco valor luego de abandonar su país, pues su trabajo ha sido escasamente difundido y por tanto no resul-ta muy conocida en la indus-tria artística internacional. De ello se deriva que solo en con-tadas ocasiones haya sido se-leccionada para interpretar ro-les importantes en telenovelas o producciones teatrales luego de su llegada a Miami.

    En ese sentido comenta, ante la pregunta de qué está haciendo en estos momentos: «Bien poco. En el mes de oc-tubre hice tres funciones de una obra teatral en el festival de teatro local. En la televi-sión desde el año pasado no hago nada. En el 2010 hice una novela con Venevisión que salió por Univisión. En Pecadora era una madre mala que quería quitarles el dinero a los hijos. En el 2011 en Tele-mundo, en la telenovela Al-guien te mira, interpreté a la madre de uno de los persona-jes protagónicos en los últi-mos diez capítulos».

    Afirma sentirse discrimi-nada por ser cubana, ya que «el acento de los actores cuba-nos se convierte en una gran limitación para estar en los medios hispanos». Sin embar-go, aclara que no se trata más que de una justificación para obligar a adquirir el acento mexicano, país que práctica-mente acapara el negocio de las telenovelas.

    Al conversar sobre su tra-bajo en los Estados Unidos y

    la puesta en escena de su obra Conversación en la casa Stein so-bre el ausente señor von Goethe, que con tanto éxito montó y presentó en la isla, Susana cri-tica la poca cultura del públi-co miamense que, a su enten-der, «no está preparado para este tipo de obras» y lo que «llena los teatros son: prime-ro, las figuras que son conoci-das por la televisión; segundo, los desnudos; y tercero, las vulgaridades. Es muy difícil que tú veas que una obra real-mente seria llene un teatro durante semanas y semanas y semanas».

    Siente la emigrada que el público no la apoya tanto co-mo en su tierra natal, pues existen diferencias entre el de la isla y el de Miami: «por supuesto que hay una dife-rencia básica. Me encuentro con gente por la calle que me ve y me ofrece el mismo cari-ño, el mismo respeto que me ofrece cualquier persona que viva en la isla; ahora, en cuan-to a respuesta, por ejemplo en el teatro, es una falta de cultu-ra teatral, una falta de apoyo, de solidaridad, de asistencia a las salas para justamente ayudar a la cultura cubana».

    Y no voy ahora a exten-derme en criticar la decisión de Susana de emigrar de Cu-ba, ni cuestionaré los resulta-dos de tal decisión; a fin de cuentas ella afirma sentirse plena junto a su familia y si para ello debe dejar atrás sus días como actriz, se dará por satisfecha con todo lo hecho hasta ahora.

    Lo que sí lamento es ver cómo Susana Pérez y su talen-to han dejado de brillar, así sucede con muchas figuras de mi país, que aquí son idola-trados y allá quedan relega-dos al olvido. Es cierto que no todos tienen ese triste final, pero es innegable que sucede con más frecuencia de la que nos gustaría admitir. CM

    otras vanidades. Administrar y anunciar no tienen nada de ma-lo; lo peligroso es, como le dijo Manolín a Carlos Manuel cuan-do este abrió una discoteca (que al final cerró casi de inmediato), que los artistas no nacieron pa-ra eso, ni vinieron al mundo –y se supone que tampoco a Mia-mi– para que solo ocasional-mente se ocuparan de su arte.

    Excepto un caso que conoz-co bien, el del actor Reinaldo Miravalles y su esposa, que lle-garon a Miami en busca de ca-lor familiar porque aquí reside su único hijo, el resto se quedó fuera de Cuba confiando en que alcanzarían la cima del star sys-tem de los EE.UU. Esa es la ver-dad. Una verdad que más tem-prano que tarde se les convierte en una pesadilla difícil de reco-nocer y aceptar.

    La misma Susana Pérez con-fiesa que en sus años en Miami ha trabajado en una sola obra que le interesó artísticamente. Se refiere a Conversación en la ca-sa Stein sobre el ausente señor von Goethe, que ya había hecho en Cuba siempre a teatro lleno y que a pesar de la buena volun-tad de producirla en Miami, tampoco encontró en esta ciu-dad un público preparado para apreciarla en su justo valor. En Miami, a pesar de las buenas intenciones, acaba imponiéndo-se el mal gusto y la chapucería.

    Decenas de valores de la cul-tura cubana y otros muy conoci-dos en los medios de difusión, han visto minimizadas sus ex-pectativas profesionales. Entre las figuras populares y famosas en los medios cubanos que han llegado a Miami y conocido una

    experiencia como la de Susana, se encuentra Mirta Medina, quien tuvo que poner y trabajar en un pequeño cabaret-restau-rante que también cerró. El gran actor Reinaldo Miravalles ha la-borado como sereno o CVP en mercados de Miami, y la vedette Annia Linares maneja una pe-queña peluquería para perros. Cualquiera podría decir que eso no es ningún problema, que to-do trabajo si es honesto, es bue-no. Y es verdad, pero sucede que eso solo lo dicen aquí de dientes para afuera. En Miami existe una discriminación clasista im-puesta por la vieja burguesía an-tipatriótica cubana que se burla en cada banquete en el Biltmore y el Big Five de los traspiés de los llegados en los últimos tiem-pos. No entienden, y de paso se mofan, de la música y el arte que traen los artistas formados en la isla. En el fondo creen que don-de mejor deberíamos estar es cuidando perros o vigilando a los rateros en los mercados. Pue-den decir otra cosa, pero eso es lo que creen y confiesan en sus grupos.

    Cuando algunos de esos ar-tistas o celebridades formadas en la Cuba revolucionaria han logrado algún trabajo en su área profesional, muchas veces ha sido denigrante. El gran ac-tor Carlos Cruz ha tenido pape-les menores en la televisión lo-cal de Miami donde se le ha vis-to repetir sin ganas los diálogos más ridículos, y su verdadero sustento ha sido el trabajo en un concesionario que revende autos usados. Orlando Casín, que ya apenas sale en pantalla, desempeñó personajes mal con-

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    cebidos que no merecían una sola gota de su talento. Y por lo mismo han pasado otros más jóvenes que una vez triunfaron en Cuba e incluso en países de Latinoamérica y que cuando vienen a Miami se opacan o naufragan. Pienso en los acto-res Lily Rentería, Eduardo An-tonio y hasta en el muy conoci-do Francisco Gattorno; los tres han sido profesionales estelares en Cuba, México, Colombia y Venezuela, mientras que en Miami han hecho arte, si acaso, de forma irregular.

    En enero del 2009, en la reu- nión de La Nación y la Emigra-ción celebrada en el Palacio de las Convenciones de La Haba-na, tuve la oportunidad de decir que un artista jamás estaría completo si no cuenta con el apoyo de su pueblo y las institu-ciones de su país, en este caso Cuba, porque cubanos son to-dos los que he mencionado y otros más.

    Cubano sin país que lo re-presente y público nacional que lo respalde es hoy, por ejemplo, el guitarrista y compositor Os-valdo Rodríguez, que después de marcar con sus canciones épocas enteras de la vida cuba-na, ha terminado cantando sus boleros en pequeños restauran-tes de Hialeah ni siquiera los más establecidos le contratan. Como lo ha hecho también el gran arreglista y guitarrista Mar-tín Rojas, al que ya apenas lo soli-citan para las escasas inaugura-ciones de las galerías de la Calle Ocho de Miami.

    Todas estas dificultades las reconoció Manolín, El médico de la salsa, en la entrevista que me

    concedió en diciembre del 2004. Manolín le entró en grande a Miami, pero solo fue un buen momento, el deslumbre. Des-pués, cuando bajó la ola, se in-ventó varias formas de regresar con éxito a la ciudad, pero le ha sido imposible recuperar la al-tura perdida aquí. Lo mismo le sucedió al salsero Carlos Ma-nuel, quien aparece en la televi-sión de Miami de vez en cuan-do y se contrata para reuniones sociales donde ofrece un pro-ducto de poco vuelo artístico para la calidad de su voz, y du-dosa cuantía económica. Isaac Delgado lo ha hecho con más cuidado; se ha ido a vivir a Tam-pa y no ha roto los lazos con Cu-ba; pero lo que es en Miami, Isaac Delgado no ha podido so-nar como esperaba hacerlo, co-mo lo había hecho en la isla. Al-bita Rodríguez, de quien decían sería la sucesora de la legenda-ria Celina González, y el trova-dor Donato Poveda, tienen que producirse sus propios discos sin apoyo ni disquera que les represente, lo que implica no entrar en los grandes circuitos de distribución y que apenas se radie su música. Un virtuoso ex Irakere como Carlos Averhoff casi ha desaparecido de la vida artística de Miami; dicen que se ocupa en dar clases. José Ra-món Urbay y Marlene Urbay trabajan dos veces al año en una pequeña camerata y apenas consiguen fondos para soste-nerla. Y el maestro Hugo Mar-cos nunca más, como antes, ha cantado en una ópera y ha debi-do dedicarse a la enseñanza.

    Dos cineastas cubanos, Or-lando Rojas y Sergio Giral, han

    sobrevivido en Miami con difi-cultades, filmando cortometra-jes para proyectos mediocres y trabajos de publicidad, hacien-do la corte a artistas y críticos principiantes, respondiendo a periodistas aficionados al arte y enrolándose en tertulias de po-ca monta. Una primera bailari-na del Ballet Nacional de Cuba como Rosario Suárez, La Cha-rín, que recorrió como estrella los principales escenarios del mundo, no ha logrado en Mia-mi conseguir respaldo para mu-chos de los proyectos que ha concebido, y se ha visto precisa-da a fundar academias de baile que, como es lógico, una artista sobrecalificada para esa tarea como ella no puede hacer sino de forma excelente.

    Los artistas plásticos no han tenido diferente suerte. El caso más significativo es el de José Bedia. Por su talento y consis-tencia artística José Bedia me-recía estar ya en los primeros circuitos del arte contemporá-neo mundial, junto a los gran-des de verdad; pero como decía, le falta tener un pueblo base por detrás de su obra y unas institu-ciones nacionales que le sosten-gan, respalden y amplifiquen. A otros antes que a Bedia les pasó lo mismo. El maestro y pintor vanguardista José María Mija-res, sin que pueda decirse que murió en la pobreza, pasó mo-mentos muy difíciles y solo en una etapa tardía salió a flote gracias al dinamismo de su últi-ma esposa. En momentos críti-cos, los dibujos de Mijares lle-garon a venderse en Miami a precios ridículos, para poder sostenerse. El también maestro

    músico y trompetista Arturo Sandoval, que en una curva de la vida montó sin éxito un club restaurante en Miami Beach que tuvo que cerrar, empezó a servir música por encargo des-de Los Ángeles. Ni Arturo San-doval ni Paquito de Rivera dan ya, como en Cuba, conciertos multitudinarios ni hacen giras extensas.

    A pesar de todo lo anterior soy optimista. Confío en que los que no han tenido posicio-nes abyectas contra Cuba y su pueblo puedan despejar el ca-mino y lleguen a reencontrarse con su público natural y las ins-tituciones culturales adecua-das, que con renovado esplen-dor se vuelvan a proyectar des-de Cuba porque Miami, como Moscú, tampoco cree en lágri-mas, y ellos lo saben.

    Próximamente les hablaré de un tema parecido. Y es que junto a la docena de peloteros cubanos que han triunfado en las grandes ligas y que diaria-mente la prensa preponderante en Miami cubre y celebra, exis-ten muchos, pero muchísimos otros peloteros cubanos que no han podido llegar y que andan trabados por ahí, por República Dominicana y otros sitios difí-ciles que les han hecho perder hasta las ganas de hablar de pe-lota. Igual que los tantos médi-cos cubanos que sobreviven en trabajos que nada tienen que ver con su carrera, como poner latas en un supermercado, espe-rando la oportunidad de un día hacerse enfermeros, porque no pueden revalidar su título. Pero eso, como les dije, lo trataré en otra ocasión. CM

    Cundo Bermúdez, cuyo volumi-noso catálogo se exhibe con or-gullo en salones de la ciudad, vino a disfrutar con demora de cierta comodidad económica y verdadero triunfo artístico. Ninguno de los dos pudo ver el reconocimiento nacional e in-ternacional del que gozaron sus contemporáneos en Cuba.

    Todo esto es mucho más di-fícil aún en el caso de un arte más complicado para comercia-lizar como es la literatura. Pero no solo se trata de un problema de éxito económico y dinero; autores cubanos de la magnitud intelectual de Enrique Labra-dor Ruiz, Lydia Cabrera y Ma-nuel Moreno Fraginals tampo-co produjeron fuera de la isla lo mejor de sus obras; pudiera has-ta decirse que tampoco agrega-ron algo fundamental a lo que habían hecho en Cuba. Como pasó con Guillermo Cabrera In-fante, quien ya tenía listo Tres tristes tigres; o con el propio Reynaldo Arenas, que en Cuba escribió obras consistentes co-mo El Mundo Alucinante y Otra vez el mar. Tampoco Heberto Pa-dilla pudo vivir como poeta des-pués que salió de Cuba; dio cla-ses, impartió conferencias y es-cribió recuerdos; pero poeta, poeta de verdad, fue en Cuba.

    No quisiera dejar de men-cionar tampoco al gran coreó-grafo y maestro de Danza Con-temporánea Víctor Cuéllar, cu-ya vida acabó de forma trágica. El coreógrafo de El Pájaro Dora-do y Fausto terminó en Miami montando espectáculos de po-co calado para clubes de fin de semana. Sin considerar lo polí-tico, hay que recordar que el

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    SANTIAGO ALBA RICOEspecial para LA CALLE DEL MEDIO

    acEPtamoS con tanta natura-lidad en Europa la expresión «mercado laboral», que se nos olvida lo que realmente repre-senta: el hecho de que los bra-zos y las piernas, el cerebro con todas sus neuronas, el cuerpo en general y, por así decirlo, el tiempo específicamente huma-no (tan distinto del tiempo geo-lógico o del tiempo de los in-sectos) es objeto de compra-venta y, por lo tanto, de mani-pulaciones, desplazamientos, explotación y consumo, como si se tratase de una silla, una máquina o una mula.

    Cuando hablamos en Euro-pa de «reforma del mercado la-boral» estamos hablando, en consecuencia, de algo muy se-rio. Durante décadas el libera-lismo nos ha advertido contra todos los proyectos totalitarios de «ingeniería social» orienta-dos a imponer modelos de rela-ciones humanas contradicto-rios con la «naturaleza». Frente a la tentativa de regular modos de propiedad e intercambio co-lectivos, el liberalismo ha pre-tendido siempre que «lo natu-ral» es que los individuos acu-dan al mercado no solo a com-prar su casa, su ropa y su comi-da, sino también a venderse a sí mismos. Una «reforma del mer-cado laboral» es en realidad al-go mucho más profundo y radi-cal que, por ejemplo, una refor-ma del código penal; no trata de introducir cambios en los pro-cedimientos de regulación «so-cial», sino en la naturaleza mis-ma. No es ingeniería social, si-no «ingeniería genética». Refor-mar el mercado laboral es re-formar –utilicemos una imagen literaria– la dimensión de los brazos, la flexibilidad de las cin-turas, la capacidad de movi-miento, la duración del tiempo. Toda reforma del mercado la-boral es una reestructuración de la «naturaleza humana».

    Como sabemos, llamamos «crisis» a la dificultad de los ri-cos para mantener el creci-miento global sin aumentar el sufrimiento y la pobreza parti-culares. Y como sabemos, la so-

    capitalista trata de aplicar a las sociedades humanas. Modifi-cados genéticamente en el mer-cado, los trabajadores y para-dos europeos aprenderán a mo-rirse antes, a comer menos ve-ces, a estudiar menos años, a soportar sin analgésicos el do-lor, a dormir bajo un techo pre-cario y ajeno.

    Pero «crisis» quiere decir también «decisión»; es el mo-mento en el que se decide si claudicamos ante la «naturale-za» o nos rebelamos contra ella para restablecer la Humanidad: la solidaridad con los otros pue-blos, el derecho a una vida dig-na para todos, la democracia sin excepciones. También el sentido de las proporciones; es decir, el molde de lo posible o, como insiste el ecologismo, de «lo sostenible». En 1974, el ge-nial poeta, escritor y director

    de cine Pier Paolo Pasolini es-cribió un poema de título «Re-cesión». En él se evocan algu-nos de los aspectos antropoló-gicos de la pobreza que Italia acababa de dejar atrás, de la po-breza que esperaba a Italia en el futuro. Visto desde la televi-sión en color, desde las vitrinas llenas de luces y de mercancías baratas, desde las calles pobla-das de automóviles rutilantes, visto –en fin– desde el chispo-rroteo de plásticos de una so-ciedad de nuevos ricos, ese pa-sado que vendrá podría pare-cer mortecino y deprimente, aunque también, tocado por la nostalgia pasoliniana, muy her-moso: volveremos a ver, dice el poeta, «calzones con remien-dos», «crepúsculos sobre ba-rrios vacíos de carros», «viejos sentados en muros como en si-llones de senador»; los niños sabrán que «es escasa la sopa» y «qué significa un pedazo de pan» y en las noches sin alum-brado urbano «se escucharán los grillos y los truenos» y qui-zás la «mandolina» de un joven recién regresado de Alemania o de Turín. El aire, sigue Pasoli-ni, tendrá «sabor a trapos moja-dos» y los trenes «pasarán de tanto en tanto como en un sue-ño»; y ciudades enormes esta-rán llenas de gente que camina «con ropa gris y en los ojos una demanda que no es de dinero sino solo de amor, solamente de amor».

    En los últimos cuatro ver-sos Pasolini da, de pronto, un hachazo y una lección. Está uno a punto de apetecer ese mundo apagado del «subde-sarrollo» del que tan trabajo-samente salió la Europa de la posguerra mundial; ese mundo en el que «los bandidos tendrán el rostro de otro tiempo» e «irán armados solo de cuchi-llos» y en el que sus madres al-bergarán «noches de luna en los ojos»; está uno a punto de apetecer el retroceso de la «re-cesión», cuando Pasolini inflige al lector un brutal anticlímax y deja claro su desprecio por esa belleza polvorienta; para inme-diatamente, en una especie de cabriola poético-política, levan-tarnos de nuevo del suelo y rei-vindicar como elección lo que no podemos aceptar como ca-tástrofe. He aquí –para termi-nar– esos últimos cuatro versos:Pero basta con esta película / neorrealista. Hemos abjurado de todo / lo que representa. Revivir esa experiencia / solo vale la pena si luchamos por un mundo / de verdad comunista. CM

    Reforma laboral e ingeniería genética

    lución capitalista a la crisis ca-pitalista pasa siempre por to-car, alterar, forzar, reinventar la «naturaleza humana». Toda la maquinaria de extracción de beneficios parasita esa cosa frá-gil, diminuta, limitada, que es el cuerpo humano, con su necesi-dad de cuidados y reposo. Cada cierto tiempo hace falta «refor-marlo» para que los bancos, las empresas, las multinacionales, no se vengan abajo y con ellas los propios seres humanos que han tomado como rehenes. Sa-bemos lo que quiere decir «re-formar a los hombres». En Ita-lia gobierna un dictador, en su sentido etimológico romano: ha sido nombrado por los merca-dos, no elegido por el pueblo, para afrontar una «situación de excepción». Europa es ya, en es-te sentido estricto, una «dicta-dura», aunque podamos seguir entrando en los centros comer-ciales y viendo pornografía en internet. Y esta dictadura exige, como bien lo ha expresado el primer ministro italiano Mario Monti, que los jóvenes renun-cien a la «monotonía» de «un trabajo fijo» y con ella a todas esas supersticiones, defendidas fanáticamente durante siglos de luchas y sacrificios, que se lla-man «derechos»: unos ingresos «fijos», una casa «fija», una sa-lud «fija», unos hijos «fijos» y to-das esas primitivas «fijezas» que han hecho excesivamente «estable», y hasta aburrida, la existencia de los ciudadanos de Europa tras el fin de la segunda guerra mundial.

    Quizás lo más hiriente del discurso de Monti, boca de ganso de los mercados, es que pretenda reivindicar el retorno de Europa al paleolítico o, por lo menos, al Tercer Mundo co-mo una progresista «lucha con-tra la monotonía» que respon-dería a la demanda de emocio-nes de los jóvenes y que debe-ría, por tanto, colmar sus más íntimos deseos. El «mercado la-boral» es sin duda ya el lugar más emocionante del planeta, más que Disneyworld y desde luego mucho más que la guerra en Afganistán. Ese es el modelo «natural» –la montaña rusa y el bombardeo– que la economía ©

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    fotorreportaje: ENRIqUE UBIETA GóMEz

    Estuve algunos días en una comisión de trabajo en Manicaragua (Villa Clara), el municipio contiguo a Cumanayagua (Cienfuegos) –ambos en el Escambray–, y traigo fotos de su gente. No me detengo esta vez en el paisaje, sino en los hombres y mujeres que lo habitan. CM F

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    ¿Por qué, reiteradamente en los conjuntos provinciales, se obser-van errores en bateadores de un año para otro?

    Cuando un pelotero falla en el swing hay que revisarlo todo. No puedes quedarte en un solo elemento. Debes evaluar desde el movimiento de la cadera has-ta la grasa acumulada en el ab-domen. No pensamos como país y eso nos afecta, especial-mente cuando hay que prepa-rarse para un torneo como el Clásico, corto y de tanta cali-dad. Si queremos no retroceder tenemos que trabajar en gran-de. Las deficiencias presentes, más que perjudicar a un depor-tista en específico, se convier-ten en obstáculos para los com-promisos importantes. Quizás haya que reevaluar la enseñan-za en la base, cuando son mu-chos niños en los terrenos con pocos profesores, lo que impi-de que se corrijan los defectos.

    En Nicaragua se coronó con los Indios del Boer. ¿Qué contrastes esenciales apreció?

    El trabajo con los lanzado-res. Poseen mayor especializa-ción no solo en el elenco que compite. Hasta los adolescentes están claros de que una cosa es el abridor y otra el preparador y los cerradores. A nosotros, en ocasiones, el «championismo» nos limita. Queremos ganar la serie de cualquier manera. Lo mismo quitas al pitcher en el primer inning porque le hicie-ron dos carreras, en vez de de-jarlo hacer su trabajo, que traes en el séptimo al as de la rota-ción para que releve. Esto, aun-que ese día salga bien, es fatal. En los últimos años hemos ga-

    nado claridad pero todavía nos queda un largo trecho por re-correr. Para ellos el preparador físico lo es todo. Sienten tam-bién un gran respeto por noso-tros. No vacilan en aplicar lo que les enseñamos. Al inicio exploré para que mi inserción se viera natural. Como estaba actualizado pude hacerlo sin sobresaltos.

    ¿Por qué, aunque no escasean, los jonroneros no poseen la magni-tud de tu época?

    Porque cuando conforma-mos el equipo Cuba privilegia-mos más a los bateadores de promedio que a los de fuerza. Al average le construimos un monumento y no entramos a chequear el resto de las cues-tiones que te revelan, exacta-mente, qué clase de pelotero es cada cual. En todas las partes del mundo, si tu papel es empu-jar carreras y dar jonrones, no tienes que acumular 350. De hecho los grandes cañoneros bateando 280 cumplen su papel. La generación joven se preocu-pa solo por dar el hit, aunque en ese momento no sea lo más productivo. En mi etapa quizá pensábamos distinto. Un solo ejemplo, Pedro José Rodrí-guez, bateador excepcional al que todos queremos, él siem-pre le tiraba duro y hacia arri-ba a la pelota.

    ¿Y qué crees en relación con el pensamiento técnico-táctico?

    Contradictoriamente es po-bre. Así opino porque los juga-dores actuales poseen mayor nivel educacional que nosotros. La mayoría incluso están vin-culados a la Universalización en sus diferentes modalidades.

    El canto de un gallo invencible

    Antes, que obviamente no está-bamos tan capacitados, obser-vábamos mucho al contrario para no dejarnos sorprender en una situación determinada.

    Coincido en que los jóvenes no pueden ponerse tan tensos. Creo que con tus hijos, especialmente Yuliesky, no se valora que tienen además la presión adicional de que constantemente los comparan con su padre.

    Las comparaciones no son buenas y casi nunca, para no absolutizar, aportan a la supe-ración del atleta. Al contrario, lo predispone. Con los míos sa-bía, desde que chiquiticos se metieron en esto, que resulta-rían inevitables alusiones mal-sanas para disminuirles sus méritos. Siempre tuve claro que en la pelota solo lograrían lo que ganaran con su propio es-fuerzo. Jamás fui a hablar con nadie a la hora de confeccionar un equipo en las categorías in-fantiles. De hecho, como estaba en Japón, no pude seguirlos en esas edades definitorias. Cuan-do Yuly –que tenía 15-16– em-pezó conmigo en los juveniles, algunos le decían que era por su papá. Yo le contestaba que tenía que sobreponerse, por-que eso no iba a variar aunque fuera miembro del equipo Cu-ba. En efecto, con la extraordi-naria actuación que ha tenido desde que comenzó en Series Nacionales, por su calidad, to-davía hay muchas habladurías por ahí.

    ¿Cómo te sentiste con lo que ocurrió en Beijing?

    Muy triste por la derrota y porque como padre no quería ver dañado a mi hijo que, al igual que el resto del equipo, lo ha dado todo siempre por su país. Hubiera preferido mil ve-ces haber fallado yo. Subí al cuarto y me encerré a llorar, pero rápidamente en la casa nos dimos cuenta de que en verdad lo importante era cre-cerse ante esa adversidad. Fui-mos a recibirlo al aeropuerto con la mayor naturalidad del mundo. Cuando llegó aquí na-die le señaló nada sobre ese turno al bate. Noté que quería conversar sobre eso, pero no lo hicimos. Al mes le expliqué, de-tenidamente, en qué se equivo-có. Nunca puedes ir confiado a una situación tan estresante. Tienes que pensar primero ne-gativamente para luego pasar a la fase donde te imaginas lo po-sitivo. En todo momento debes estar listo para lo peor.

    Si esa jugada se repitiera cien veces, 90 de ellas no serían igual. ¿Crees que le faltó concentración?

    Más que eso, creyó que de cualquier forma iba a decidir el partido. No visualizó antes las opciones que podían presen-tarse y se dejó enredar. No le fue al segundo lanzamiento, que era su bola. Estoy seguro de que comprendió –quizás so-lo sea posible después de que uno se ve envuelto en esa situa-ción, por aquello de que nadie escarmienta por cabeza ajena–, la lección de que nunca se pue-

    LOURDES GOURRIEL

    H. ROMO SIGLER

    En los últimos días la afición se preocupó por las dolencias car-diovasculares que obligaron a in-ternar a Lourdes Gourriel en el Centro de Investigaciones Médi-co-Quirúrgicas (CIMEQ) de la ca-pital. LA CALLE DEL MEDIO, con la felicidad de que el extraordinario pelotero está fuera de peligro y se recupera satisfactoriamente, les regala a sus lectores una síntesis del amplio diálogo sostenido con el espirituano, semanas antes de su ingreso hospitalario.

    Si su familia no existiera, el béisbol cubano tendría que inventarla. Ha sido tal su aporte a las bolas y los strikes en la Mayor de las Antillas, que no puede escribirse el recuento más sintético sin reverenciarla.

    Los aficionados llevamos déca-das constatando el linaje de la pro-le espirituana, dentro y fuera de nuestra geografía. Meneses fue el epicentro desde donde irrumpió, como maremoto, lo que Julita Osen-di denomina «El Clan Gourriel». Japón, Parma, San Juan y muchos otros lares, recibieron con sus me-jores galas la actuación excepcio-nal de alguno de sus miembros.

    Como todo empezó en Yagua-jay, no podía escribir estas notas sin trasladarme allá. No quería pres-cindir de las anécdotas de quien ad-miro por sus extraordinarios resul-tados deportivos pero, principal-mente, por la sólida formación re-volucionaria brindada a sus hijos.

    Olga Lidia –una de nuestras marianas en el deporte–, su compa-ñera desde 1980, hizo que las coor-dinaciones resultaran expeditas. Desde que la conocí, en un juego in-fausto en el Latino –con la expul-sión de Aragón, Eriel, Scull y Alden Mesa de por medio, en la temporada siguiente a la Olimpiada de Ate-nas–, comprendí que la disciplina y sencillez que exhiben los Gourriel-Castillo eran obra fecunda de am-bos padres. ¡Cuánta sabiduría en la sentencia martiana de que, inobje-tablemente, en toda empresa es visi-ble la huella de la mujer!

    Todos tenemos atributos que nos distinguen, esos que les permi-ten a los contemporáneos dibujar los contornos de nuestro comporta-miento, a sabiendas de que no se equivocan. Algo así como una hue-

    lla dactilar de la proyección social y profesional, única e intransferi-ble. La de este hombre, por encima de sus dígitos deportivos, fue bri-llar a la hora cero.

    En el instante excelso, cuya frontera entre la gloria y la igno-minia es tan angosta que la mayo-ría prefiere no ser sometido al in-tento de cruzarla, los méritos de Gourriel en el terreno se multipli-caron de forma exponencial. Pare-cía incluso que se preparaba justa-mente para, en ese segundo subli-me, funcionar como el más perfecto mecanismo de relojería suizo.

    En el béisbol todo es conflictivo. Prácticamente la unanimidad es-tá desterrada de su diccionario pe-ro –y es un pero que utilizo con ma-yúsculas– creo que si preguntamos quién ha sido el bateador más opor-tuno, el 99 % de los encuestados res-pondería que el número 12 de Sancti Spíritus. Para el 1 % restan-te estaría entre los tres primeros.

    La historia –caprichosa y ple-tórica de acertijos indescifrables– quiso que donde la pira olímpica ardiera por primera ocasión, pre-cursor y heredero se ciñeran la co-rona reservada para los inmorta-les. Habían transcurrido solo 12 años desde que en la Ciudad Con-dal, en 1992, Lourdes colgara en su pecho la primera medalla de oro puesta en disputa en el béisbol. En Atenas fungió como coach de ba-teo y Yuliesky custodió seguro el se-gundo saco. Cuba rescataba así el trofeo de campeones cedido con dramatismo en Sydney.

    En nuestro archipiélago, de los 67 titulares olímpicos, 62 de ellos formados por la Revolución, no hay otro caso donde padre e hijo hayan degustado ese néctar. Extrafronte-ra es algo tan exclusivo, que podrían reunirse todos los privilegiados en un pequeño despacho.

    Prestarle atención a Lourdes es recibir una clase de bateo, por eso quería hablar con él acerca de mu-chas temáticas. El implacable, como espada de Damocles, una vez más no fue benévolo, y dejamos asuntos en el tintero. Nada impidió, sin embargo, que pudiéramos hacerlo sobre aque-llos aspectos imprescindibles que lo han marcado. En buena lid no hubie-ra sido real agotar todas las cuestio-nes, porque todavía sobre sus retoños hay mucho que contar.

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    de festejar por adelantado. Aun-que no hubiera querido que eso pasara, sé que él sacó todas las experiencias e incrementó su preparación. Convertir un revés temporal en victoria per-manente no es una simple fra-se. Constituye en realidad la ac-titud crítica y valiente que asu-men los grandes ante los obstá-culos que se interponen.

    ¿Te propusiste alguna vez deci-dir un encuentro?

    En una sola ocasión, y tam-bién fallé con rolling al short. Fue en Santiago en el 91.

    ¿Y en Italia qué pasó?En el primer juego solo as-

    piraba a dar un hit para afian-zarme. En el último me percato de que la situación era especial y podía complicarme. Esos mo-mentos son muy duros para atletas y entrenadores. Al salir a batear nadie me dijo nada. Después me viré para Kiki en tercera y ni movió los ojos. El coach en primera hizo lo mis-mo. Yo, que soy del campo, pen-sé que si me equivocaba iba a cargar con toda la culpa. Luego dirían, desde el banco, que no me mandaron a hacer eso. Me quedé tranquilo y dije para mis adentros: «déjame relajarme que no me puedo dejar enre-dar. La suerte tiene que ayu-darme, pero yo tengo que cum-plir lo que me toca». Estaba en 3 y 1 y Abbot me tiró recta alta y dura. Sabía que venía con ese lanzamiento. Todo transcurrió en fracciones de segundo.

    Pero es que a ti te tocó estar, decenas de veces, en situaciones análogas y salías airoso, ¿cómo lo hacías?

    Manteniéndome ecuánime. Te toma años dominar la reac-ción de tu organismo, en cir-cunstancias límite, pero si te lo propones lo alcanzas. En eso me ayudó Pedro Jova, mi com-pañero de cuarto. Si estás sere-no, el sistema nervioso central no se afecta y tus funciones vi-tales te responden. Cuando te contraes, los mecanismos de defensa del cuerpo se activan, disminuyen e incluso bloquean la respuesta que en condicio-nes normales brindarías. La gente piensa que uno no tiene nervios y es lo opuesto; los ne-cesitas pero bien entrenados.

    Seguro también diste cuadran-gulares que anunciaste antes.

    Sí lo hice, pero porque esta-ba relajado. Con la mente embo-tellada no le das ni a un melón.

    ¿Cómo comenzó todo?Mi padre es el responsable

    de que sea pelotero. A mí lo que me gustaba era el atletismo, de-porte que practiqué en la EIDE de Cienfuegos. Lo que pasa es que sufrí una lesión en la pier-na y ahí fue que el viejo, que era jugador de manigua, vio su oportunidad. Me mandó para Yaguajay, con 13 años, para que Juanito Yorky me entrenara. Te repito que yo lo que quería era correr y saltar.

    Tengo entendido que te pusie-ron en el campo corto.

    Hasta que Miguel Rojas, Ro-jitas, que en esa etapa se desta-

    caba en todas las competencias, me dio tremenda línea por un pie y no viré. Mi papá preguntó y le explicaron mi partida. Con insistencia me llevó nuevamen-te al terreno y me colocó en los jardines para que me enseña-ran. Nada, que él tenía muchas ganas de que me metiera de a lleno en el béisbol.

    Por suerte para nosotros. ¿En qué sobresalías en ese momento?

    En el bateo, aunque no era slugger ni nada por el estilo. En el 15-16 fui a una provincial. La gente de Santa Clara me mandó para la EIDE, donde comencé a despertar como jugador. Luego participé en dos Campeonatos Juveniles y quedé segundo en el average en el último de ellos. Ahí se dio una anécdota simpá-tica porque me enviaron, a la re-gión Caibarién, una nota convo-cándome para los entrenamien-tos en La Habana. No me la en-tregaron. Después supe que el que la recibió pensó que era una equivocación porque no podía haber un pelotero con nombre de mujer.

    ¿Cuándo pasas a la pelota grande?

    En la serie 76-77. Alternaba con Osvaldo Oliva. Me coloca-ban cuando él no venía. Una tarde me le embasé al director, en el buen sentido de la pala-bra, quien sonrió y comenzó a ponerme fijo en el rightfield. Al-cancé la condición de Novato del Año al batear 297 y 340 en la Selectiva, en bonita porfía con Rafael Rodríguez, de Matan-zas, y Luis Giraldo Casanova.

    ¿Cómo llegas al equipo Cuba?También de manera curiosa.

    Para los Centroamericanos del 79, en San Juan, me citaron a la preselección. Había carnavales en Sancti Spíritus y como creí que estaba eliminado de entra-da, no fui para la capital. El ma-nager, al retornar de Puerto Ri-co, habló conmigo en tono enér-gico, diciéndome que si volvía a comportarme así no jugaría nunca más pelota. Eso me hizo reflexionar y concentrarme por completo en las prácticas. Inte-gré ese propio año el conjunto que disputó en nuestro país la Copa del Mundo. La intención era situarme si el pitcher era zur-

    do, y a Wilfredo frente a los de-rechos. Bateé muy bien y termi-né el torneo de regular.

    Se abría de esa manera tu pre-sencia en la selección mayor du-rante 16 años. ¿Por qué te retiraste en tan buena forma?

    Una pregunta a la que traté de buscarle respuesta durante muchos años. En 1995, en los Pa-namericanos de Argentina, fui lí-der de los bateadores con 367 de promedio. Al regreso, en los en-trenamientos para la Copa del Mundo, me excluyeron. Prevale-cieron las opiniones de que ha-bía que darles paso a los jóvenes y llamaron a Michel Perdomo y a Luis Enrique Piloto. Eso nos afectó mucho a Víctor y a mí. No nos dieron una explicación con-vincente. Al final la solución fue que viajáramos a Japón, donde viví una experiencia útil, pero que me privó de jugar como que-ría. Allá solo eran los fines de se-mana y yo estaba acostumbrado a un ritmo más intenso.

    ¿Qué sucedió al culminar en Asia?

    Me hablaron de la Comi-sión Provincial, pero me pasé seis meses sin hacer nada. Pa-recía un turista. No podía que-darme ni un minuto más en la casa y hablé con la dirección de la provincia. Me ubicaron en la EIDE con el 13-14. En las opi-niones que se recogían de la población, se pedía que me en-viaran a trabajar con el princi-pal equipo del territorio, por-que este no se desempeñaba bien. Me dieron la tarea, sin embargo, de dirigir a los juve-niles. Cogí el tercer lugar el primer año y segundo al si-guiente. En el 2001 me desig-naron coach de tercera del equipo que ganó el Panameri-cano de Camagüey. De forma previa, en una actividad, el Co-mandante en Jefe con mucho cariño me preguntó qué esta-ba haciendo y si me gustaría trabajar en la Serie Nacional.

    ¿Qué representaron esos años al frente de los Gallos?

    Un período muy lindo al que me dediqué intensamente. Aprendí bastante, especialmen-te que cuando amas el béisbol te sobrepones a cualquier con-tratiempo. No pude conquistar dirigiendo lo que gané como ju-gador en 1979, pero el equipo se mantuvo en la primera línea con el subcampeonato del 2002 y el tercer lugar del 2005. Ese

    mismo verano dirigí el conjun-to que se coronó campeón en el Mundial Universitario efectua-do en Messina. La vida es la que te permite acumular viven-cias para obrar con mayor se-guridad. Hoy aplicaría nuevos conceptos porque estoy mejor preparado, pero no tengo nada de qué arrepentirme de esos años en los que disfruté consa-grarme a mi provincia.

    ¿Un momento que no olvidas en las Series cubanas?

    Cuando le ganamos la Se-lectiva en el 89 a Ciudad de La Habana. Los derrotamos en 3 de los juegos finales y la alegría en esta zona fue inmensa. En esa Serie le boté la pelota a cua-tro pitchers capitalinos.

    Parma se impone en el extran-jero. ¿Qué sentiste al obtener el triunfo?

    Algo que aún hoy no puedo explicar racionalmente. Lo más trascendente fue el recibimien-to que nos regaló el Coman-dante en Jefe. En el Palacio de la Revolución me mandó a sen-tar a su lado para que le expli-cara todos los detalles. Estaba tan nervioso que cuando me planteó que lo acompañara, a pesar de que el pasillo era an-cho, choqué varias veces con las sillas a mi alrededor. Ese gesto constituía para mí algo muy grande que me hacía re-cordar a la familia. Cuando fi-nalmente llegué a donde se en-contraba el Jefe, me sentí más calmado. Él, que con su geniali-dad se había percatado de mi tensión, creó un clima nada protocolar. Afirmó que le había comentado al compañero Pe-pín Naranjo que le llamaba la atención cómo repetí el mismo hecho en una situación similar. Me puso el brazo encima para darme confianza. Ese día lo vi como un padre.

    ¿Y cuando Yuliesky conectó el jonrón en el Clásico?

    Me vi en Parma. Di tantos brincos que por poco rompo los muebles. La actuación del equipo cubano resultó históri-ca. Esos jóvenes se batieron de-rrotando a los mejores jugado-res profesionales del mundo. No se dejaron impresionar.

    Si te preguntara sobre un deseo pendiente en la pelota, ¿qué contes-tarías?

    Dedicarme a enseñar en una especie de Academia Na-cional o centro de preparación

    para jóvenes talentos. Tenemos grandes potencialidades que explotar en la nación. Esa sería una actividad que me haría completamente feliz.

    ¿Y en relación con tus hijos?Ha sido indescriptible la

    sensación de observar a los tres jugando juntos; no porque al-guien los anunció en la alinea-ción por simple curiosidad, si-no porque se lo ganaron a fuer-za de batazos y ejemplo.

    ¿Qué significan Olga y los mu-chachos para ti?

    Mi mayor inspiración. Han sido la clave para asumir cual-quier proyecto. Ella ha tenido un papel primordial en la edu-cación de nuestros hijos. No ol-vides que, durante los años más duros del período especial, estu-ve algún tiempo ausente. Ahora ambos conversamos mucho con ellos. Les hablamos, en buen cu-bano, que nunca pueden olvidar sus raíces. Conocen que sus pa-dres les han proporcionado lo que se ganaron trabajando. Sa-ben además de dónde vengo y cómo tenía que llevarle el al-muerzo a mi abuelo a caballo para, mientras él descansaba, meterme en el campo de caña. Éramos 17 negros que alimen-tar y la comida de verdad nos la dejaban para el fin de semana. Casi con 18 años me puse mi pri-mer par de zapatos. A José Raúl y a mí nos hacían los pantalones con los sacos que se conseguían en la panadería.

    En todo eso medité el día que en la Ciudad Deportiva, en el recibimiento al equipo del Clásico, el Comandante nos mandó a buscar y se tiró una foto con toda la familia, y tam-bién cuando en el aeropuerto esperaba a Yuliesky que venía de Beijing. De alguna manera pensaba que alguien me mira-ría cabizbajo, pero esta Revolu-ción es tan grande que me en-contré a varios compañeros preguntando por nosotros, por-que Raúl quería que entrára-mos al salón donde se haría el acto. En Sancti Spíritus lo reci-bieron con un cariño tremen-do. Mis hijos saben que jamás pueden defraudar al pueblo.

    Se equivocó el periodista extranjero que, creyendo da-ñarnos, escribió: «el principal problema de esta familia es ser comunista». Esa es, y lo digo a todo pecho, nuestra principal virtud. Somos comunistas. CM

    Se equivocó el periodista extranjero que, creyendo dañarnos, escribió: «el principal problema de esta familia es ser comunista». Esa es, y lo digo a todo pecho, nuestra principal virtud. Somos comunistas.

    cuentas claras...

    Lourdes Gourriel convirtió a todos sus hijos en Gallos. De izquierda a derecha, Lourdes, Yunieski, Yulieski y Lourdes Yunielkis

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    Si no he fabricado un pan, tampoco una pistola

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    EN EL MEDIO DE LA CALLE

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    10 Arleen Rodríguez Derivet (A.R.D.): Hoy es un día muy es-pecial, hace 10 años en este programa estaban todas las madres y esposas de Los Cinco, entonces estaba Car-men viva, estábamos todas y se produjo este programa que en ese momento escuchaba solamente Ramón La-bañino. Muy poco tiempo después, en una décima, Tony nos daba a conocer que también a él le llegaba el sonido del programa. Hoy, tres de los Cinco lo escu-chan con asiduidad, y por eso este día del amor hemos querido dedicarles el programa con la participación especial de sus compañeras y una de las madres. Aquí están y les doy la bienvenida.

    Abrimos hoy con lo que es el tema de los Cinco, El dulce abismo. Pero esta canción tiene una historia, ¿por qué es la canción de los Cinco, Adriana?

    Adriana Pérez: Para ellos cinco realmente Silvio ha sido un símbolo y los ha inspirado todo este tiempo de prisión por las lindas canciones que tiene, como otros autores, pero en el caso de El dulce abismo tiene una sig-nificación especial porque Fernando y Gerardo la co-nocían muy bien y casualmente Fernando también se la había puesto a Rosa un poco antes de irse; en el caso nuestro, esa canción me la dejó escrita Gerardo como un regalo en una cartulina que él había dibujado, pero yo no interpreté su significado real hasta el momento en que sé que Gerardo está preso. La canción me acom-pañó todo ese tiempo. Cuando se hacen las primeras grabaciones públicas, entrevistas, a mí me dio un poco de temor, de pena, exhibir ese regalo porque era algo muy privado, muy íntimo; sin embargo, cuando se da la entrevista de Elizabeth, ella se ve escuchándola y esa ha sido la canción símbolo para todas. Realmente es la que nos apoya, nos acompaña, es el símbolo de noso-tras, como para ellos El necio.

    Angélica Paredes (conductora del programa): Adriana, sabes que ya había circulado en la red esa carta hermo-sa que le escribiste a Gerardo, y si no es una indiscre-ción de mi parte, yo te invito a que la leas y que la com-partas estos minutos.

    Adriana Pérez: Esa carta surge porque esos días in-discutiblemente son tristes, son días difíciles, y yo lle-vaba días pensando qué hacer para regalarle a Gerar-do, porque él siempre trata de sorprenderme con algo, había coincidido que había soñado con él, con su regre-so, o sea, todas esas cosas se te van uniendo. A mí me cuesta mucho trabajo a veces soñar con eso, pero ese día había soñado con él, y lo vi clarito, sentí hasta su olor, que lo tocaba, que lo abrazaba y me había echado a llorar, y le pedía que no me volviera a dejar sola y él me respondía: «nunca más lo haré, siempre estaremos juntos». Estaba muy motivada y escribí algunas cosas, cosas más íntimas, más personales, y una amiga que estaba conmigo en la casa la vio y me dijo: «creo que es-to no es para que se quede solo entre ustedes dos, es al-go para que otra gente conozca». Después de tantos años sin vernos, pues una carta era lo único que yo po-día regalarle realmente a Gerardo, y escribí eso, y des-pués salió a la publicidad. Yo la quise titular «Regalo».

    A.R.D.: Yo no demoro más, porque hay un amigo, un gran amigo que quiere hablarte, quizás en nombre de Gerardo también. ¿René?

    René González: No es fácil, Adriana, ante todo un abrazo bien grande, un beso, sabes que para mí eres una hermana, que las quiero a todas ustedes mucho porque se lo merecen, por todo lo que han hecho. Para

    nosotros son las heroínas de esta historia y es-pecialmente tú y Gerardo lo que han teni-do que enfrentar, el ensañamiento ha sido brutal, pero sabes que Gerardo es un hombre ex-traordinario y para los otros cuatro él siempre fue la guía, siempre fue «el hombre proa», como se dice en Cuba. Les deseo a los dos lo mejor.

    Adriana Pérez: Yo te lo agradezco, René, realmente para ti también, es una pena que tú estés donde estás ahora y no aquí.

    A.R.D.: Los milagros de la radio. ¿Tú sabes que hay un hombre gigante en tu oído ahora mis-mo?

    Olga Salanueva: Y en mi corazón.A.R.D.: ¿Cómo se sostiene un amor así, en medio de

    tantos avatares, tantos golpes, tanta separación?René González: Bueno, la respuesta está implíci-

    ta en el concepto; el amor es un milagro en sí. Y si es real, bueno pues se manifiesta en el contacto diario, en la vida, y eso fue lo que nos pasó a nosotros. A mí me parece que la cali-dad de los tiempos que hemos compartido Ol-guita, yo, la familia, ha sido tanta que nos ha sustentado. Yo recuerdo nuestro hogar en Buena Vista, tan modesto, tan pequeño, y la felicidad que reinaba ahí se podía respirar. Estar juntos para nosotros siempre fue una alegría, motivo de risa, de siempre buscar una manera de sentirnos bien, de hacernos sentir bien el uno al otro. Y me parece que esas co-sas que son manifestación de la autenticidad de un amor, son las que te sostienen y te hacen pasar por estas cosas o estas experiencias.

    A.R.D.: Te cambié a la oyente del audífono, tienes a otra persona.

    Elizabeth Palmeiro: Hola René, buenas noches, un besote grande.

    René González: Elizabeth, un beso. ¿Cómo estás?Elizabeth Palmeiro: Bien, muchos sentimientos en-

    contrados, ha sido muy bueno en todo sentido, pero también una gran responsabilidad haber recibido tan-to amor por estos días para poder hacer la celebración de la niña y no contar con Ramón para que me ayude a organizar. Ha sido tremendo pero todo va a salir.

    René González: Él va a estar ahí con ustedes en todo el cariño que va a recibir ella (…) Para mí, por ejemplo, el día más duro fue el de los quince de Irmita, porque ese día estábamos en el hueco, a nosotros nos tocaba una llamada a la semana y yo extendí el tiempo de mi llamada para asegurarme de que podría hablar con ella ese día, y por un capricho de un guardia no pude hacerlo.

    Angélica Paredes: ¿Y cómo Ramón ha participado en esta fiesta quinceañera de la más pequeña de sus tres niñas, de Lisbeht?

    Elizabeth Palmeiro: Desde el primer momento que decidimos celebrar una fiesta bonita con apoyo de mu-chos amigos, él se ha mantenido al tanto de todos los detalles, está ahorrando minutos para poder hablar con la niña ese día; ojalá que ningún desperfecto técni-

    co ni ninguna arbitrariedad impida que pueda llamar. Él ha estado al tanto de todo. Yo le digo a Lisbeth que estos son los quince de la solidaridad; porque cuando todavía era una idea a mí se me acercaron muchas per-sonas que me ofrecieron los servicios que hacen por cuenta propia para todo, para decirme que estaban dis-puestos a regalarle eso a la niña porque qué menos po-dían hacer por Ramón, qué menos podían hacer por Los Cinco.

    A.R.D.: Bueno, prepárense, apriétense un poquito el corazón porque van a escuchar a Ramón Labañino.

    Ramón Labañino: Buenas, primero gracias por el ho-nor y el placer tan grande de poder comunicarme con mi pueblo y con todas las compañeras y compañeros del mundo. Creo que lo primero que debemos hacer es extender nuestra gratitud eterna, todo nuestro cariño, nuestro amor, a todo el esfuerzo que realiza día a día de nuestro querido pueblo y de eso somos testigos. En especial, hablar del amor el día de hoy es algo bien grande. Especialmente en estos momentos de defini-ciones. Yo diría que el amor, primero que todo, es el

    Versión de la transcripción del programa La Luz en Lo oscuro, dedicado a los cinco en el día de los enamorados, trasmitido por radio rebelde el 12 de febrero de 2012 y por la teleVisión cubana el 14 de febrero de 2012

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    amor gigante a nuestro pueblo, a nuestra adorada pa-tria; al honor de ser hombres y cubanos dignos.

    Yo quería expresar que para nosotros cinco ha sido una experiencia grande que hemos tenido con nues-tras compañeras. Porque las vimos desde jóvenes, las hemos visto crecer enormemente en medio de esta ba-talla. Las hemos visto cómo se han empinado y han he-cho el esfuerzo enorme que están realizando por noso-tros cinco, y es como la experiencia de Mariana Graja-les. Esa es la grandeza que tienen para nosotros nues-tras compañeras y en este momento especial quería-mos dedicarles todo el cariño y el amor que se merecen. Yo me atreví, con permiso de ustedes, a escribir un poema para el día de hoy, se llama Idilio.

    Amarte a ti, mujer, es mi ensueñoMi más divina y tierna fantasía,Dichoso soy en el alma por ser tu dueño,Y sentirte apasionadamente mía.Eres tú la razón de cada sueño,Idilio y romance de mi poesía,Eres la fuerza pura de mi empeñoEn la vida y obra de cada día.Y si el destino se impone con desdeño,En abreviar aún más los cortos días,Pediría yo como último deseo, Amarte y amarte, más allá de la misma vida.Yo recuerdo que en el año 2009, en ocasión de nues-

    tra re-sentencia, yo escribí un poema que para noso-tros tiene mucho símbolo porque fueron momentos realmente cruciales en esta batalla y el apoyo de todas nuestras compañeras fue extremadamente importan-te. Se llama En estos días.

    En estos días me hizo tanta falta tu voz segura,Tu mirada confiada, tu mano compañerapara vencer sortilegios.En estos días,tu cabello fue mi almohada,tu cuerpo mi escudo,tu amor mi confianza. En esta lucha tú fuiste mi arma, tus ojos fueron la luz para descubrir la estrellaen la oscura madrugada.Pues aunque difícil sea la jornada,Saberte mía, mujer amada,Es la fuerza para vencer cualquier batalla.Esta y la de todos los días.Quería también recodar las palabras sobre el amor

    de nuestro querido José Martí en un momento tan es-pecial: «el amor es delicadeza, es esperanza fina, es me-recimiento y respeto. Yo siento en mí una viva necesi-dad, un potente deseo, una voluntad indomable de que-rer. Yo vivo para amar; yo muero de amores». Estas pa-labras nosotros cinco nos las tomaríamos como pro-pias porque toda obra que nosotros realizamos en la vida y que nos mueve es precisamente el amor; el amor grande a nuestro pueblo, a la patria que nos vio nacer, a la obra que realizamos, a la justicia que estamos de-fendiendo, al decoro y al honor de nuestros hombres y mujeres. El honor incluso a la virilidad de cubanos que defendemos hoy y cada día de nuestras vidas y el amor grande que sentimos, por supuesto, de todas nuestras compañeras y compañeros, a nuestras familias.

    Y no queríamos terminar nuestras palabras sin ex-presar nuevamente nuestra gratitud por todo el esfuer-zo que se realiza en Cuba y en todas partes del mundo. Así que con toda la ternura del mundo, con todo el amor, el cariño y el respeto, con toda la admiración que les tributamos a todas y cada una de ustedes: que ten-gan un excelente y bonito Día del Amor y que muy pronto nos encontremos. Estoy seguro de que esta ba-talla la venceremos a fuerza de moral, de virtud, de ho-nor, de respeto y de gloria. Y que muy pronto estare-mos entre todo nuestro pueblo y entre nuestros seres queridos, que es lo que más soñamos. Entonces, hasta pronto. ¡Hasta la victoria siempre! Hasta el amor siem-pre; felicidades, cariño; mucha salud para todos y que la luz del amor sea la que nos ilumine y nos dé el triun-fo final, junto a todas las buenas voluntades del mun-do. Muchísimas gracias por esta oportunidad tan her-mosa y ojalá que las próximas palabras sean en vivo, allí junto a todo nuestro pueblo y nuestros queridos fa-miliares y amigos. Hasta ese momento, pues reciban todo el amor y toda la ternura de Los Cinco.

    Elizabeth Palmeiro: Hay una canción de Silvio que decía que hacía mucho tiempo que no salen cosas dul-ces de mi boca, pero qué lindo lo que pienso, es algo

    así. Yo hago reflexiones y acciones como tratar de estar a la altura de Ramón, de lo que él representa. Sacar fuerzas que a veces no sé ni de dónde me salen y que la gente a veces piensa que soy demasiado seria, demasia-do dura. Pero es el recurso que he encontrado para tra-tar de llevar esto lo mejor posible. Porque saber que Ramón me acompaña y a pesar de no haber estado nunca juntos, estamos más unidos, eso me llena y me da lo que necesito para seguir soportando lo difícil que es vivir sin Ramón. Gracias mi amor, gracias René si estás escuchando, y bueno, yo sé que Gera no nos pue-de estar oyendo, pero que también le llegue el beso mío y el abrazo de su hermano Ramón en este Día del Amor.

    A.R.D.: Ahora tenemos a Rosa Aurora aquí, a quien vamos a sorprender también de algún modo. Fernan-do llamó al programa y dejó su mensaje. Esto fue lo que nos dejó grabado.

    Fernando González: El día 14 de febrero es muy es-pecial en el sentido de meditar en el valor de la amistad y el amor. Que a veces por lo ocupado que estamos no nos detenemos a valorar su dimensión total. Y el 14 de febrero es un día que se presta para detenernos a me-ditar en esos valores de los amigos, de la pareja, que es-tán todos los días con nosotros. En las circunstancias en las que me encuentro, creo que hay poca diferencia entre un 14 de febrero y otro día. Pero siempre uno ha-ce un espacio para pensar en todos los amigos que vie-nen con uno desde hace mucho tiempo y otros que he-mos hecho en el transcurso de estos trece años. Hay personas incluso que puedo considerar mis amigos aunque no los conozca personalmente.

    Pero no te voy a negar que lo principal en este día es pensar en mi pareja, en Rosa Aurora. En lo impor-tante que es para mí, en lo que hemos vivido en estos años, en el amor que le tengo y en el respeto y la admi-ración que siento por ella. Yo para ella tendría un men-saje especial en este día, que aunque es reiterativo es algo que le digo prácticamente cada vez que le hablo, deseo reiterarle en esta oportunidad que la amo y que como sabe, ella es muy importante en mi vida y, como yo le digo, que ella es mi reina. Y no se lo digo por un cumplido, sino porque es real; valoro el amor que sien-to por ella y que siente ella por mí y el esfuerzo y el sa-crificio que ha hecho en todos estos años; que a pesar de las dificultades se ha acrecentado ese sentimiento que atesoro por ella, que en el futuro sabemos que lo vamos a disfrutar y vivir con gran intensidad.

    Qué decirles a las personas que están escuchando, pues yo creo que mi principal mensaje sería que le pongan amor a todo lo que hacen, que dejen que ese sentimiento los guíe en sus relaciones con otras perso-nas, con la sociedad en general, en todas las activida-des en que se involucren. Y pienso, por ejemplo, en la vida de Martí, en todo lo que hizo, en todo lo que se in-volucró, y todo lo que realizó en su vida lo hizo guiado por sentimientos de amor.

    En cuanto a música, preferiría en un día como este que Rosa Aurora escuchara de Silvio Rodríguez La Go-ta de Rocío, o de César Portillo de la Luz, Contigo en la Distancia.

    A manera de despedida, quisiera mandar un salu-do a mis cuatro hermanos, que en un día como el 14 de febrero, Día del Amor y de la Amistad, yo creo que también es importante que les envíe un mensaje de sa-ludo, un abrazo con todo el afecto y el cariño que les tengo. Y por supuesto, mi mensaje de agradecimiento a todos los amigos, aun a aquellos que no conocemos personalmente pero que están con nosotros. Y un men-saje de amor eterno a Rosa Aurora, que es mi compa-ñera en la vida y que lo será por toda la vida, a la que quiero muchísimo y le deseo muchas felicidades en el 14 de febrero y que en un tiempo relativamente breve, cuando se pueda, estaremos compartiendo días como estos, de una manera más hermosa y racional, que no sea la separación a la que estamos sometidos, eso es to-do lo que puedo decir por hoy.

    Angélica Paredes: Ahora que estamos hablando con Rosa, creo que hay un mito, que quiero que me ayude a descubrir si es verdad o no que Fernando quizás es el que se presenta más serio, menos expresivo, pero en-contramos la voz de un hombre tan tierno, tan cariño-so, tan respetuoso, tan amoroso.

    Rosa Aurora Freijanes: Fernando es una persona muy seria para las cosas que tienen que ser serias, pero en sus relaciones interpersonales Fernando es un cubano más, lo he dicho muchas veces. Dejaría de ser él si Fer-nando no fuera capaz de divertirse, de reírse, de bailar.

    Pero además, en sus relaciones familiares es una per-sona muy cariñosa. Él es de los que está constantemen-te demostrando cariño, amor. Es verdad que me dice «mi reina», o «mi princesa», y el día que no lo hace, yo le pregunto: ¿qué pasó, me destronaste?, ¿ya no soy parte de la monarquía? Me dice: «no, de ninguna ma-nera», y se echa a reír. Pero, por supuesto, lo que han llegado de él son los mensajes escritos, que los hace muy bien, pero los hace con toda la seriedad del mun-do. Fernando es el que menos poesía ha escrito en es-tos años de prisión.

    A.R.D.: Y un Día de los Enamorados ¿cómo tú le re-galas algo a él?

    Rosa Aurora Freijanes: Lo primero es que le regalo to-do mi amor, ese amor que él sabe que es incondicional.

    A.R.D.: Por favor, que suene la voz de Antonio Gue-rrero Rodríguez en el mensaje especial para el Progra-ma de los Cinco en el Día de los Enamorados.

    Antonio Guerrero Rodríguez: Queridos oyentes de La Luz en lo Oscuro, les habla Tony Guerrero Rodríguez, es una hermosa y extraordinaria oportunidad. He decidi-do compartir con ustedes unos versos de mis poemas confidenciales, dedicados al amor en todas sus facetas, el amor a la madre que es el más puro y supremo, ca-paz de hacer posible lo imposible; el amor a los hijos con el que se abarca el amor a todos los niños que son la esperanza del mundo; el amor a los seres queridos; el amor a los amigos, a los grandes amigos con los que se pueden hacer siempre grandes cosas; el amor por supuesto a la esposa, la compañera, la mujer que nos completa como hombre, que nos obliga a la virtud, que con su sonrisa nos da la gloria, esa mujer que hace nuestra obra invencible y el amor a la patria, a la Patria Humanidad que nos enseñó el Apóstol a comprender y a amar. De mis poemas confidenciales:

    Poema SéptimoAmor, no importa nombre ni apellidos / con los que registrar tu procedencia, Voy a tu lado, amor, con complacencia / como un sentimental empedernido Amor, me das el aire y el sentido, me das el pan, / la dicha, la inocencia, La claridad del sol, la transparencia, / con qué aclarar el ego oscurecido Vienes volando cuando te procuro / para mirar la clave azul del mundo Como dos aves libres desde un muro, Somos, amor, en una sola vida frente / a la atrocidad ensordecida El grito de esperanza más profundo.Cinco abrazos a todos, los amigos, los oyentes, fa-

    miliares, muy en especial a mis hermanos, un saludo también especial a los amigos de Jessup, que sabemos que nos están escuchando. Para todos reiteramos ¡Ven-ceremos! Ahí está mi hermano. Queridos amigos, no-sotros vivimos a diario con la certeza del regreso a la patria, sabemos que el amor y la amistad vencerán, y se hará realidad el sueño que tenemos todos, les envío cinco abrazos fuertes, los llevo cada día conmigo en el diario andar y en mi corazón.

    René González: Yo creo que la historia de sacrificio de nuestras esposas y nuestros seres queridos no se ha escrito ni se conoce, porque el sacrificio de ellas prece-de mucho al conocimiento de esta historia, precede mucho, incluso, el momento aquel en que nos fuimos de Cuba. Por eso decía que para nosotros lo que sí está claro es que hemos vivido junto a heroínas y eso nos eleva. Yo me siento más valioso por ser amado por una mujer como Olguita y estoy seguro de que eso les pasa a mis compañeros.

    Para mí el amor de ellas es como una medalla que llevas y no se ve, no brilla, no tiene un color atractivo, pero se nota en tus actitudes, en la confianza con que tú actúas, en la forma en que te relacionas con las per-sonas, y se nota incluso en la cárcel. Las personas no-tan en ti que tú tienes una familia y tienes una esposa que te ama y eso condiciona mucho tu conducta, y es un privilegio, y por eso las amamos y queremos tanto. Y hoy yo quiero decirles a ellas que las quiero, que las amo; a las que son hermanas, como hermanas, y a mi esposa como lo mejor que me pudo haber pasado en la vida. Un abrazo a todos los oyentes y feliz Día del Amor.

    A.R.D.: Hemos decidido despedirnos con All you need is love. Que el próximo Día de los Enamorados sea aquí, pero con ellos. Lo decimos siempre como dice Adriana, pero un día se cumplirá.

    (Música y aplausos.) CM

  • Los jerarcas rusos y sus parientes pobres cubanos

    LA CALLEDEL MEDIOFEBRERO 2012

    JORGE WEJEBE COBO

    loS PrinciPalES multimillo-narios rusos, actuales e impor-tantes protagonistas del fin del socialismo en la URSS, no son descendientes de los ricos emi-grados opuestos a la revolución bolchevique de 1917 que huye-ron del país, muchos de los cua-les terminaron arruinados co-mo porteros vestidos de cosacos a la entrada de restaurantes de comida rusa en el loco París de los años veinte. Allí, embriaga-dos con vodka barato, sacaban nostálgicas notas a sus bala-laikas al recordar la Rusia que habían perdido.

    Estos restauradores de la burguesía rusa surgieron de la llamada «nomenklatura» de al-tos burócratas del poder sovié-tico triunfante y conquistaron sus inmensas fortunas trafi-cando y apropiándose de los bienes del Estado durante la di-solución y privatización de la economía de la URSS en 1991.

    Desde entonces son ejem-plo de hombres exitosos en Es-tados Unidos y en Europa. Pe-ro, irónicamente, a los simpati-zantes de la Ley Helms-Burton dictada contra Cuba por la ad-ministración estadounidense y la extrema derecha cubano-americana en 1996 para impul-sar cambios similares en Cuba, les resulta imposible utilizar a esos nuevos ricos como mode-los para promover iguales acti-tudes en la isla.

    Muchos de ellos eran ejecu-tivos corruptos al frente de grandes fábricas en la URSS, y terminaron como sus dueños cuando se dio la señal de arran-cada de la carrera sin reglas ni orden para la desintegración y privatización de la base pro-ductiva de ese país. Fueron bau-tizados por el pueblo ruso con el término despectivo de «oli-garcas», y son bienvenidos con sus inmensas riquezas en los círculos de los negocios y de la alta sociedad donde no tienen límites para ostentar sus capi-tales y el glamour de «antiguos camaradas» transfigurados en los nuevos ricos del siglo xxi, de una forma que causaría en-vidia a más de una casta de mi-llonarios en Estados Unidos y Europa.

    Algunos ejemplos son ilus-trativos. El Eclipse es el yate más lujoso y grande del mundo, con 162 metros de eslora, pistas de

    aterrizaje de helicópteros, pis-cinas y todo tipo de instalacio-nes para el ocio, y fue construi-do en el 2010 a un costo de 100 millones de dólares por encar-go de Roman Abramovich, un jerarca ruso de 49 años que cuenta con un capital calculado en más de 15 mil millones de dólares.

    Pero además, Abramovich tiene el récord de haber hecho posiblemente el obsequio más estrafalario y romántico, al re-galarle a su prometida un terre-no en la luna, en desagravio por posponer su boda por la crisis financiera del 2008.

    El terreno lunar fue com-prado por el jerarca (también propietario del club inglés de fútbol Chelsea) a la organiza-ción internacional The Lunar Embassy, encargada de vender simbólicamente partes del saté-lite, las cuales han sido adquiri-das desde el expresidente Jimmy Carter hasta estrellas de Ho-llywood como Tom Cruise.

    La mansión más cara de Estados Unidos en Silicon Va-lley fue adquirida en 100 mi-llones de dólares, como alter-nativa a su residencia en Mos-cú, por el multimillonario ru-so de 49 años Yuri Milner, que residía en el extranjero y re-gresó a Rusia en 1996 y quien posee grandes inversiones en Facebook entre otros negocios en internet.

    Para que se tenga una idea de las extravagancias de estos personajes, vale citar que la mascota Johnny, un fox terrier propiedad de un matrimonio adinerado ruso, fue vista por última vez el 17 de agosto en el Grand Hotel Savoia, de Géno-va, donde disfrutaba de un ser-vicio de cinco estrellas para pe-rros. La afligida pareja, que al parecer se mantuvo en el ano-nimato, hizo su riqueza en el sector energético y prometió una recompensa de 10 000 euros a quien les facilitara re-cobrar al can, la cifra más alta que se recuerde ofrecida por una mascota perdida.

    En 1986, Mijail Jodorkovski Borisovich, un ingeniero quí-mico de 26 años, iniciaba su ca-rrera política como secretario adjunto del comité del konso-mol (juventud comunista) en la ciudad de Frunze, donde se ca-racterizaba por su ejecutividad y fidelidad a la doctrina oficial,

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  • LA CALLEDEL MEDIOFEBRERO 2012

    por lo que su ascenso en la je-rarquía política era segura; pe-ro seis años después escribió un libro (junto con otro colabo-rador) titulado El hombre con el rublo, dedicado a la promoción de los negocios en la época pos soviética. El aparente pasado comunista de Borisovich no impidió que en 1992 fuera ele-gido el ganador del concurso Líderes Mundiales del Mañana entre 200 jóvenes menores de 32 años de todo el mundo. El concurso fue organizado por una fundación independiente, El Foro Económico Mundial, vinculado a los grandes círcu-los de negocios estadouniden-ses y europeos. Desde entonces Borisovich inició una meteóri-ca carrera en el sector banca-rio, financiero, empresarial y en altos cargos estatales que lo llevaron, en menos de un lustro –a la edad de 37 años– a presi-dente de la firma de petróleos Yukos, dedicada a la explotación y venta de hidrocarburo y gas utilizando empresas privatiza-das, y quien llegó a convertirse en uno de los multimillonarios más importantes de Rusia con una fortuna de más de 30 mil millones de dólares. El 25 de oc-tubre de 2003, durante el gobier-no del presidente Vladimir Pu-tin, fue encarcelado bajo la acu-sación de «fraude», «fraude fis-cal», «falsificación» y otros deli-tos, y sancionado a prisión. No obstante, gran parte de la fortu-na de Borisovich espera intacta por su salida de la cárcel.

    Según la tradicional lista de la revista estadounidense For-bes sobre las personas más ri-cas, Moscú se convirtió en la ciudad con más multimillona-rios del mundo, por lo que ha desplazado a Nueva York. Ade-más, la capital rusa acoge a 79 de los 101 multimillonarios de esa nación, 15 de los cuales es-tán entre los hombres más ri-cos del mundo, según agencias de prensa del país.

    El florecimiento de esos nuevos capitalistas y la liquida-ción del sistema económico so-viético están muy relacionados con Anatoly Chubais, un econo-mista nacido dentro de una fa-milia de militares y designado en 1992, a los 37 años, vicepri-mer ministro por el entonces presidente Boris Yeltsin. La elección de Chubais se justificó con creces, pues conocía cómo

    demoler el sistema al que había estudiado profundamente en su tesis de graduación en 1983 y que abordaba el perfecciona-miento de la planificación de la economía socialista.

    En poco menos de dos años, presidió la venta de 122 000 em-presas estatales en forma de ac-ciones para que cada ciudada-no ruso pudiera convertirse en «socio capitalista», lo que en realidad fue un fraude y provo-có el empobrecimiento de mi-llones de ingenuos que invirtie-ron sus ahorros para acceder a una burda versión rusa del sue-ño americano y que resultó so-lo un espejismo.

    Chubais, además, dio luz verde para la venta de empre-sas estatales por precios irriso-rios a los incipientes oligarcas, quienes establecieron con la cú-pula de poder una alianza de mutuo beneficio para descuar-tizar irreversiblemente en par-celas privadas el sistema de propiedades y servicios de la antigua URSS.

    Al florecimiento de esos millonarios siguió paralela-mente el desarrollo de mafias compuestas también por ex funcionarios, ex militares, quienes exigían una parte del botín a cambio de seguridad de las inversiones y de la vida de los nuevos negociantes. En Moscú, solamente en 1993, ocurrieron 1 400 muertes por ajustes de cuentas entre el cri-men organizado.

    En una entrevista para un documental de la BBC, Chubais, además de reconocer que quien le dictaba las condiciones para ejercer su cargo eran los oligar-cas, dijo que «cada privatización era como poner un clavo más en el ataúd del comunismo», y real-mente tuvieron éxito en su mor-tuoria tarea.

    ¿una oportunidad para oligarcas cubanos?Mientras la URSS se disol-

    vía en tiempo récord junto con el campo socialista, la adminis-tración del presidente George Bush y los sectores de extrema derecha de la contrarrevolu-ción cubana creyeron estar an-te la inmediata capitulación de la Revolución cubana, ya que creían imposible que la isla (de-pendiente en más del 60 por ciento de su comercio exterior

    Cuba se dieran los primeros pasos al estilo de Europa del Este y la URSS, se aplicaría el llamado Carrill II para respon-der a esas concesiones con una flexibilización calibrada de las presiones económicas y políti-cas contra el país, con la finali-dad de estimular a supuestos sectores reformistas dentro del gobierno cubano.

    Pero cuatro años después, con el pretexto del derribo de las avionetas que sobrevolaron el territorio nacional cubano el 24 de febrero de 1996, se apro-baría –el 12 de marzo de ese año– la Ley Helms-Burton, la jugada más importante de la FNC y la ultraderecha cubano-americana para hacer más fé-rreo el bloqueo económico, al incluir duras sanciones y per-secuciones a terceros países y compañías que comerciaran con Cuba, entre otras medidas bastante conocidas

    También con la Ley Helms-Burton se dilucidaba de for-ma incontrastable quiénes se-rían los verdaderos dueños del país en la supuesta época pos Castro, y truncaba los pla-nes de corruptos y elementos de la contrarrevolución inter-na de tener la misma suerte de los «oligarcas rusos» llega-do el momento de repartirse el botín de la riqueza nacio-nal ante la presunta caída de la Revolución.

    El capítulo III de la ley so-bre la Protección de los Dere-chos de Propiedad de los Na-cionales Estadounidenses esta-blece que los bienes de todo ti-po expropiados o nacionaliza-dos a intereses y compañías norteamericanos por la Revo-lución, incluidos los de ciuda-danos cubanos en aquel mo-mento y que emigraron a Esta-dos Unidos u otros países, ten-drán que ser devueltos por el hipotético gobierno que susti-tuya a la Revolución, como con-dición indispensable para su reconocimiento por el gobier-no norteamericano y suspen-sión del bloqueo.

    Establece el derecho de na-cionales norteamericanos a llevar a cortes de los Estados Unidos a todo extranjero que «trafique» con «propiedades norteamericanas» interveni-das en Cuba, por lo que pue-den recibir hasta el triple del valor de la propiedad.

    El término «traficar» inclu-ye la inversión y explotación en esas propiedades, por lo que se interpreta que los descendien-tes de los antiguos latifundistas o dueños de terrenos urbanos, además de recobrar sus propie-dades, tendrán derecho sobre todo lo que se construyó o am-plió sobre ellas.

    De seguir esa lógica, todas las industrias viejas y las cons-truidas por la Revolución, ins-talaciones de todo tipo, educa-cionales, científicas, recreati-vas, ya tendrían dueños por una vía u otra.

    La Refinería «Ñico López» volvería a las compañías Esso-Shell, y la de Cienfuegos, cons-truida después de 1959, caería en manos de los antiguos due-ños de los terrenos donde se erigió, quienes por supuesto vendrían del Norte con sus equipos de colaboradores a es-tablecer sus condiciones.

    Los campesinos beneficia-dos por la Reforma Agraria ten-drían que volver a pactar con los descendientes de los anti-guos dueños de la tierra cómo sería la nueva forma de explo-tación a que se someterían.

    También incluye las vivien-das intervenidas y entregadas a sus inquilinos por la Ley de la Reforma Urbana, en las que re-side la inmensa mayoría de la población cubana que entonces tendrían que volver a pagar al-quileres o ser expulsados de sus casas.

    El recién nombrado minis-tro del exterior español, Ma-nuel García-Margallo, que com-parte los juicios de la ultradere-cha española sobre Cuba, hizo unas declaraciones años atrás sobre las consecuencias de la aplicación de estas medidas y dijo: «Una de las cosas que pue-de ocurrir, es que si cambia el régimen se produjese una ame-ricanización absoluta, que Cu-ba entonces se convierta en otro Puerto Rico».

    En ese escenario, ¿qué que-daría para los probables candi-datos a seguir el ejemplo de los «oligarcas rusos»? O «aquellos burócratas corrompidos, con cargos obtenidos a golpe de si-mulación y oportunismo que utilizan las posiciones que toda-vía ocupan para acumular for-tunas, apostando a una eventual derrota de la Revolución», como dijo el presidente Raúl Castro en las últimas sesiones del Par-lamento cubano en diciembre de 2011. Comparados con las in-mensas fortunas de los restau-radores del capitalismo en Ru-sia, serían sus parientes pobres. Harían el papel de auxiliares, aguanta mamparas, empleados, ejecutivos subalternos de los in-tereses norteamericanos y, por supuesto, aportarían una buena parte de los traficantes y espe-culadores de baja monta que tendrían que esforzarse al máxi-mo para lograr un espacio bajo el sol en un futuro que no será posible. CM

    con la URSS y el campo socia-lista) pudiera resistir la nueva situación.

    En los años de la Guerra Fría las administraciones estadouni-denses proclamaron pública y privadamente como condicio-nes principales para una nor-malización de las relaciones con Cuba, el rompimiento de sus vínculos estratégicos con la URSS y el campo socialista y de-jar de apoyar a los movimientos revolucionarios en el mundo.

    Pero en 1991, desintegrado el gran enemigo, esta doctrina fue oportunamente abandonada por Estados Unidos y todo el es-fuerzo pasó a apretar aún más el bloqueo para acabar de as-fixiar la economía de la isla y es-perar que la dirección cubana, como única alternativa de so-brevivencia, imitara de alguna forma los procesos de desmon-taje pacífico del socialismo en la URSS y los países socialistas.

    Para darle forma jurídica a esa estrategia y perdurabilidad, fue aprobada por el Congreso de los Estados Unidos la Ley Torricelli el 23 de octubre de 1992 y promulgada por el ex presidente George Bush, quien proclamó en Miami que sería el primer presidente estadouni-dense en visitar a una Cuba li-bre del comunismo.

    En la promoción de esa ley tuvo un papel decisivo la Funda-ción Cubano-Americana (FNC), una organización creada el 6 de julio de 1981 en Miami y patro-cinada por la CIA para llevar adelante además de acciones terroristas, labores de lobby en-cabezadas por los congresistas de origen cubano Lincoln Díaz Balart e Ileana Ros-Lehtinen con el fin de endurecer aún más la política estadounidense con-tra la isla y hacer imposible cualquier mejoría de las rela-ciones bilaterales.

    La Ley Torricelli estableció dos sanciones fundamentales al prohibir el comercio con Cu-ba de las subsidiarias de com-pañías de Estados Unidos cons-tituidas en terceros países, e impedir a los barcos que en-tren a puertos cubanos traficar mercancías a los Estados Uni-dos o en sus posesiones duran-te los 180 días siguientes a la fe-cha de haber abandonado el te-rritorio cubano.

    La ley también incluía que ante la eventualidad de que en

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    lECtURaSEstos restauradores de la burguesía rusa surgieron de la llamada «nomenklatura»

    de altos burócratas del poder soviético triunfante y conquistaron sus inmensas fortunas traficando y apropiándose de los bienes del Estado durante la disolución y privatización de la economía de la URSS en 1991. Desde entonces son ejemplo de hombres exitosos en Estados Unidos y en Europa. Pero, irónicamente, a los simpatizantes de la Ley Helms-Burton dictada contra Cuba por la administración estadounidense y la extrema derecha cubanoamericana en 1996 para impulsar cambios similares en Cuba, les resulta imposible utilizar a esos nuevos ricos como modelos para promover iguales actitudes en la isla

    ¿módelos a seguir...?

  • Jacques Prévert

    LA CALLEDEL MEDIOFEBRERO 2012

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    ENRIqUE MILANÉS LEóN(Tomado de www.caimansinmuela.blogspot.com)

    SEñor DioS del celuloide: Juro solemnemente que también vivo en esta isla. Puedo probarlo: tengo documentos y un par de testigos dispuestos a declarar.

    Conozco a un montón de personas como yo: seres comu-nes que, respetando al prójimo y al distante, no quieren irse del país ni viven secando el mar del Malecón con el calor de par de ojos hambrientos.

    Bueno, haciendo uso de la franqueza que me inspiras, he de decirte que soy de los tantos que no tenemos Malecón ni vi-vimos al mediodía el milagroso florecimiento de ropas en los balcones. Mi madre es vieja y negra, mas no fuma tabaco; y mi barrio, algo ruidoso, no es sin embargo una rumba perenne.

    Soy de los bichos aburridos que no trafican con sexo: no vendo carne de boca ni rento mi mulatez; no pasé nunca por que mi hembra hiciera en las noches jornada extra con un tu-rista extranjero. «Turista extranjero»... perdona, Señor, la re-dundancia de esta gris oveja que no aprende.

    Soy de los locos que piensan todavía que ser heterosexual no es un defecto genético ni repulsiva aberración. Vivo en apartamento viejo, feo, pequeño e incómodo, pero –¡nada es perfecto en la vida!– que no se decide al derrumbe.

    Hablando de derrumbes, soy de los que se interesan no en que se caiga el gobierno, sino en que se yerga el país.

    ¿Problemas…? Tengo millones; tantos que no cabrían en tu Reino. Juro que no voy a agobiarte con mis cuitas de personaje secundario o hasta extra.

    Altísimo, ¿estás ahí? ¿No te has quedado dormido? Perdó-name tantos pecados y perdona mi pedido: yo te ruego que premies la nulidad de los míos. Filmado sea tu Nombre. Venga a nosotros tu producción. Hágase tu película en esta Tierra co-mo en este Cielo. Amén. CM

    A. A. G.

    En Esta ocasión les proponemos las versiones al español de tres de los más co-nocidos poemas del francés Jacques Pré-vert (1900-1977). Aunque su éxito como poeta lo vendría a alcanzar plenamente en 1946 –después de terminada la gue-rra– con su libro Palabras, desde muy jo-ven Prévert había formado parte del mo-vimiento surrealista y a esa altura era ya un conocido autor de letras de canciones y de guiones de varias películas, algunas de ellas rodadas en plena ocupación nazi, como El muelle de las brumas, Las puertas de la noche (ambas de 1942) y Los niños del pa-raíso (1945), considerada entre las mejores cintas de la historia del cine. Incursionó además en el teatro y la literatura para niños. En 1945 estrenó su ballet Le rendez-vous en el teatro Sarah Bernhardt de Pa-rís, con música de Kama y decorados de Picasso. Entre sus canciones más popula-res, Las hojas muertas es la más famosa, convertida en un verdadero clásico uni-versal del género. Otros libros de su au-toría son Historias (1946), Espectáculo (1951) y La lluvia y el buen tiempo (1955), en los que la crítica ha destacado la eficacia de un lenguaje sencillo mediante el que el autor «aborda con originalidad y desenfa-do los temas del amor, la libertad, el sue-ño y la imaginación, donde evidencia su compromiso con los humildes» y con los que dejó una personalísima impronta en la poesía del siglo xx. Actualmente en va-rios países los poemas de Jacques Pré-vert son utilizados en los libros de texto en francés, aun cuando todavía hoy algu-nos de ellos «no consiguen ajustarse» a los rígidos moldes educativos y morales de ciertas academias. La muestra que aquí les presentamos fue tomada del vo-lumen Poesía de amor francesa, con selec-ción de Soaré Díaz, publicado en 1985 dentro de la colección Huracán de la Editorial Arte y Literatura.

    · el desayuno ·

    Echó el caféEn la tazaEchó la lecheEn la taza de caféEchó el azúcarEn el café con lecheCon la cucharillaLo movióBebió el café con lecheY dejó la tazaSin hablarmeEncendió Un cigarrilloHizo volutasCon el humoEchó la cenizaEn el ceniceroSin hablarmeSin mirarme Se levantóSe puso Su sombreroSe puso su impermeablePorque llovíaY se fueBajo la lluviaSin una palabraSin mirarmeY yo apoyéMi cabeza en la manoY me puse a llorar. CM

    · los jóvenes que se quieren ·

    Los jóvenes que se quieren se besan de pieApoyados en las puertas de la noche

    Y los transeúntes que pasan los señalan con el dedoPero los jóvenes que se quieren

    No están para nadieY tan solo su sombraTiembla en la noche

    Excitando la ira de los transeúntesSu ira su desprecio sus risas y su envidia

    Los jóvenes que se quieren no están para nadieEstán en otro lugar bastante más lejos que la noche

    Bastante más alto que el díaEn la deslumbrante claridad de su primer amor

    · fiesta ·

    Y los vasos estaban vacíosY la botella rotaY el lecho estaba abiertoY la puerta cerradaY todas las estrellas cristalinasDe la dicha y la hermosuraResplandecían en el polvoDe la habitación mal barridaY yo estaba borracho de muerteY era una alegre fogataY tú estabas ebria de vidaToda desnuda en mis brazos.

    Suite Cuba

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  • LA CALLEDEL MEDIOFEBRERO 2012

    oPinanHola amigos.Realmente creo que ya es hora de renovar nuestra

    televisión, lo estábamos pidiendo a gritos. Si tenemos en cuenta que la televisión constituye el medio de entretenimiento por excelencia del cu