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Introducción: La analgesia epidural consiste en la aplicación de un analgésico en el canal medular (espacio epidu- ral) normalmente a través del espacio lumbosacro. En este caso bloquea las raíces nerviosas que inervan las regiones caudales del animal, propor- cionando analgesia de los miembros posteriores y de la cavidad abdominal. La anestesia epidural, empleando un anestésico local, bloquea las termi- naciones nerviosas sensitivas y motoras; el resul- tado es el bloqueo de la función nerviosa simpáti- ca, la percepción sensorial o la función motora según el fármaco, el volumen final y la concentra- ción del mismo. La efectividad de la técnica es del 90%. Consideraciones Los fármacos actúan directamente en la me- dula espinal, aunque puede haber absorción sistémica. Proporciona buena analgesia intraoperatoria y postoperatoria, y buena relajación muscular; por tanto permite aplicar dosis bajas de anestésicos generales para mantener una anestesia adecuada, es decir, reducir sus efectos adversos y ampliar el margen de segu- ridad del paciente. La parálisis de la región involucrada es un efecto típico del empleo de anestésicos loca- les, pero no de otros fármacos analgésicos. La inyección puede producir molestias, por lo que suele requerir sedación o anestesia. Nor- malmente la técnica se puede realizar con el animal sedado y una infiltración de la zona de inyección con Lidocaína 2% subcutánea para insensibilizarla. Los anestésicos locales producen vasodilata- ción e hipotensión por bloqueo simpático, así que es necesario la monitorización cardiovas- cular y el aporte de fluidos. Es una técnica económica y sencilla aunque no exenta de riesgos y complicaciones. Se puede realizar de dos maneras: inocula- ción única, o en infusión continua. Indicaciones Preferentemente en pacientes debilitados con alto riesgo durante una anestesia general, pacientes que requieran control profundo del dolor, siempre que se realice una cirugía de las extremidades posteriores o región caudal de la cavidad abdomi- nal (amputación de cola, extirpación de sacos anales, cirugía perianal y perineal, uretrostomías, manipulaciones obstétricas y cesáreas,...). Contraindicaciones 1. Inflamación o infección en la zona de punción. 2. Infecciones generales activas o septicemia 3. Hipovolemia sin corregir. 4. Hemorragias dentro del canal o alteraciones de la hemostasia y coagulación. 5. Enfermedades axonales degenerativas (cen- trales o periféricas). 6. Anomalías anatómicas que dificulten la técni- ca. 7. Algunas enfermedades neurológicas suponen contraindicación parcial (meningitis, cualquier enfermedad que produzca aumento de la pre- sión intracraneal). Fármacos 1. Anestésicos locales: producen bloqueo sensitivo y motor, por tanto son muy útiles pa- ra proporcionar inmovilidad intraoperatoria y analgesia. Con 0,2 ml/kg de Lidocaína 1%, mepivacaína 2% o bupivacaína 0,75% se pro- duce analgesia hasta L2, y con un 30-50% más de dosis se alcanza hasta T5. 2. Opiáceos: producen analgesia prolongada sin perjuicio motor y por tanto son usados para alivio del dolor posquirúrgico. Fármaco Dosis Morfina 0,1 mg/Kg (*) + Lidocaina 0,2 ml/Kg + Xilacina 0,02 mg/Kg + Medetomidina 2-5 μg/Kg Fentanilo 1-10 μg/Kg (*) Buprenorfina 4-15 μg/Kg (*) Ketamina 0,2-1 mg/Kg (*) (*) diluir en solución de NaCl al 0,9% hasta al- canzar 0,2 ml/Kg. Material El material que vamos a necesitar es: -aguja espinal. El tamaño de la aguja depende del tamaño del animal, en el HCV se utiliza: 22G: perros menores de 25 Kg 20G: perros mayores de 25 Kg -jeringas estériles. -guantes. ¡¡NO TOCAR LA AGUJA!! -material de limpieza y desinfección quirúrgica. -Si es necesario; Kit epidural de catéter espinal continuo. PNT Procedimiento 09 Servicio de Anestesiología HCV-UCM Analgesia Epidural Autores Creación Modificación Patricia Cabras- R. Cediel 7 Nov 2005 26 de Enero de 2007

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Introducción:La analgesia epidural consiste en la aplicación de un analgésico en el canal medular (espacio epidu-ral) normalmente a través del espacio lumbosacro. En este caso bloquea las raíces nerviosas que inervan las regiones caudales del animal, propor-cionando analgesia de los miembros posteriores y de la cavidad abdominal. La anestesia epidural, empleando un anestésico local, bloquea las termi-naciones nerviosas sensitivas y motoras; el resul-tado es el bloqueo de la función nerviosa simpáti-ca, la percepción sensorial o la función motora según el fármaco, el volumen final y la concentra-ción del mismo. La efectividad de la técnica es del 90%. Consideraciones • Los fármacos actúan directamente en la me-

dula espinal, aunque puede haber absorción sistémica.

• Proporciona buena analgesia intraoperatoria y postoperatoria, y buena relajación muscular; por tanto permite aplicar dosis bajas de anestésicos generales para mantener una anestesia adecuada, es decir, reducir sus efectos adversos y ampliar el margen de segu-ridad del paciente.

• La parálisis de la región involucrada es un efecto típico del empleo de anestésicos loca-les, pero no de otros fármacos analgésicos.

• La inyección puede producir molestias, por lo que suele requerir sedación o anestesia. Nor-malmente la técnica se puede realizar con el animal sedado y una infiltración de la zona de inyección con Lidocaína 2% subcutánea para insensibilizarla.

• Los anestésicos locales producen vasodilata-ción e hipotensión por bloqueo simpático, así que es necesario la monitorización cardiovas-cular y el aporte de fluidos.

• Es una técnica económica y sencilla aunque no exenta de riesgos y complicaciones.

• Se puede realizar de dos maneras: inocula-ción única, o en infusión continua.

Indicaciones Preferentemente en pacientes debilitados con alto riesgo durante una anestesia general, pacientes que requieran control profundo del dolor, siempre que se realice una cirugía de las extremidades posteriores o región caudal de la cavidad abdomi-nal (amputación de cola, extirpación de sacos anales, cirugía perianal y perineal, uretrostomías, manipulaciones obstétricas y cesáreas,...). Contraindicaciones 1. Inflamación o infección en la zona de punción. 2. Infecciones generales activas o septicemia 3. Hipovolemia sin corregir.

4. Hemorragias dentro del canal o alteraciones de la hemostasia y coagulación.

5. Enfermedades axonales degenerativas (cen-trales o periféricas).

6. Anomalías anatómicas que dificulten la técni-ca.

7. Algunas enfermedades neurológicas suponen contraindicación parcial (meningitis, cualquier enfermedad que produzca aumento de la pre-sión intracraneal).

Fármacos 1. Anestésicos locales: producen bloqueo

sensitivo y motor, por tanto son muy útiles pa-ra proporcionar inmovilidad intraoperatoria y analgesia. Con 0,2 ml/kg de Lidocaína 1%, mepivacaína 2% o bupivacaína 0,75% se pro-duce analgesia hasta L2, y con un 30-50% más de dosis se alcanza hasta T5.

2. Opiáceos: producen analgesia prolongada sin perjuicio motor y por tanto son usados para alivio del dolor posquirúrgico.

Fármaco Dosis

Morfina 0,1 mg/Kg (*) + Lidocaina 0,2 ml/Kg + Xilacina 0,02 mg/Kg + Medetomidina 2-5 µg/Kg Fentanilo 1-10 µg/Kg (*) Buprenorfina 4-15 µg/Kg (*) Ketamina 0,2-1 mg/Kg (*)

(*) diluir en solución de NaCl al 0,9% hasta al-canzar 0,2 ml/Kg.

Material El material que vamos a necesitar es: -aguja espinal. El tamaño de la aguja depende del tamaño del animal, en el HCV se utiliza: 22G: perros menores de 25 Kg 20G: perros mayores de 25 Kg -jeringas estériles. -guantes. ¡¡NO TOCAR LA AGUJA!! -material de limpieza y desinfección quirúrgica. -Si es necesario; Kit epidural de catéter espinal continuo.

PNT Procedimiento 09 Servicio de Anestesiología HCV-UCM

Analgesia Epidural Autores Creación Modificación

Patricia Cabras- R. Cediel 7 Nov 2005 26 de Enero de 2007

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Técnica Sedar y/ o anestesiar al animal y colocarlo en de-cúbito esternal o lateral (según si queremos anal-gesia bilateral o unilateral), con la cabeza mas alta que el resto del cuerpo. Flexionar la articulación lumbosacra, hiperexten-diendo cranealmente las patas posteriores. Para identificar el punto de inyección se localizan los extremos craneodorsales de las crestas iliacas con los dedos pulgar (cresta derecha) y corazón (cres-ta izquierda) palpando con el índice la apófisis espinosa de la última vértebra lumbar (L7) que se sitúa en la línea que une ambas crestas. Al avan-zar caudalmente el dedo índice se palpa una de-presión situada sobre el espacio lumbosacro y más caudalmente aún se localiza otra prominencia dura que coincide con la cresta sacra. La médula termi-na al nivel de L6 en el perro y de S1 en el gato. Se rasura y se limpia quirúrgicamente la zona, y las extremidades posteriores se avanzan craneal-mente o bien se dejan colgando sobre una mesa para ampliar la apertura del espacio lumbosacro. La aguja espinal se inserta perpendicular a la piel en el espacio lumbosacro (plano formado por las cresta iliaca y la articulación sacrococcigea) con el bisel dirigido normalmente en dirección craneal. Dependiendo del tamaño del animal se profundiza entre 1-5 cm, normalmente hasta que se nota una crepitación que indica que hemos atravesado el ligamento amarillo. Existen varias técnicas de verificación del espacio epidural; entre ellas:

- la técnica de la gota pendiente (tras atrave-sar piel se coloca retira el fiador y se deposi-ta una gota del anestésico, gota que se ab-

sorbe por la presión negativa del canal me-dular)

- inyección de 0,5-1 ml de aire, observando la no resistencia al paso del mismo.

En el HCV se emplea la primera opción. No obstante hay que tener en cuenta que la prue-ba no es infalible por lo que a pesar de que esto no ocurra podemos correctamente situados. Procede-remos a realizar aspiración con la jeringa compro-bando que no sale LCR o sangre. La verificación de que estamos en espacio epidural se realiza inyectando 1 o 2 ml de aire (a través de un filtro especial), suero salino, o bien de la propia mezcla anestésica, comprobando que la resistencia a la inyección es nula. Si el catéter no se encuentra en el espacio epidural sino en el ligamento interespi-noso o en el ligamento amarillo, la resistencia a la inyección es elevada. Una vez administrado el

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fármaco un signo claro de efectividad de la técnica, sobre todo en animales sedados, es la casi inme-diata relajación del esfínter anal a los pocos se-gundos de inyectar el anestésico local. Como precaución se debe evitar introducir la aguja con excesiva fuerza porque una vez atravesado el ligamento amarillo puede alcanzar el suelo del canal medular y romper el lecho venoso.