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Los Tres Investigadores en Misterio de los asaltos terroríficos Texto de M. V. Carey, basado en los personajes creados por Robert Arthur Título original: THE MYSTERY OF THE CREEP SHOW CROOKS © Copyright 1987 by Random House, Inc., N. Y. Basado en los personajes de Robert Arthur Publicada por acuerdo con Random House, Inc., N. Y. Traducción de C. PERAIRE DEL MOLINO Cubierta e ilustraciones de M. MIRALLES Otro escaneo de Conner McLeod © EDITORIAL MOLINO Apartado de Correos 25> Calabria, 166 - 08015 Barcelona Depósito legal: B. 40.404 1992 ISBN: 84-272-4942-X Impreso en España Printed in Spain

42. Hitchcock Alfred - Los Tres Investigadores y El Misterio de Los Asaltos Terrorificos

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  • Los Tres Investigadores en

    Misterio de los asaltos terrorficos

    Texto de M. V. Carey, basado en los personajes creados por Robert Arthur Ttulo original: THE MYSTERY OF THE CREEP SHOW CROOKS Copyright 1987 by Random House, Inc., N. Y.

    Basado en los personajes de Robert Arthur Publicada por acuerdo con Random House, Inc., N. Y.

    Traduccin de C. PERAIRE DEL MOLINO

    Cubierta e ilustraciones de M. MIRALLES

    Otro escaneo de Conner McLeod

    EDITORIAL MOLINO Apartado de Correos 25> Calabria, 166 - 08015 Barcelona

    Depsito legal: B. 40.404 1992 ISBN: 84-272-4942-X

    Impreso en Espaa Printed in Spain

  • Unas palabras de Hctor Sebastin

    Atencin, amantes de los misterios! Los Tres Investigadores me han pedido que os presente su ltima aventura. Es una joya... con un reparto de

    papeles capaz de existir nicamente en Hollywood; en las pelculas de terror de Hollywood, para ser exacto. Hay un hombre-lobo, un ser macabro y una jovencita obsesionada por Drcula. Los Tres Investigadores tienen que habrselas con todos ellos... y ojal no lo hubieran hecho!

    Antes de comenzar esta aventura, los que todava no conocis a los Tres Investigadores os gustar que os los presente. Son investigadores privados, intrpidos e inteligentes, que operan en Rocky Beach, una pequea comunidad de California. Han resuelto varios casos realmente difciles, a menudo porque se niegan a rechazar cualquier teora, por descabellada que parezca. Tampoco rechazan ningn caso. Su lema es: Lo investigamos todo, y yo estoy aqu para dar fe de que no son palabras huecas.

    Jpiter Jones es el Primer Investigador y el jefe del grupo. Es ms bien grueso... de hecho algunas personas le consideran gordo. Pero, detrs de su cara de luna, hay un cerebro astuto. Jpiter posee un talento extraordinario para ahondar en los hechos y ordenar la informacin de forma que se hacen evidentes las respuestas a los problemas.

    Pete Crenshaw es el Segundo Investigador, alto, atltico, valiente, leal y dispuesto. Se le requiere a menudo para llevar a cabo hazaas de riesgo fsico en la resolucin de un caso.

    Bob Andrews se encarga de los informes y la investigacin. No es tan fuerte como Pete, y puede que tenga menos talento que Jupe, pero es meticuloso y paciente. Los Tres Investigadores no podran trabajar sin l.

    Esto es todo lo que puedo deciros por el momento. Los muchachos pronto hablarn por s mismos cuando empecis el Misterio de los asaltos terrorficos.

  • CAPITULO 1

    El misterio atrae

    Fue Bob Andrews quien encontr la bolsa-bandolera de plstico. Estaba semienterrada en la arena junto a la lnea que la marea alta marcaba en Rocky Beach. Bob la levant para examinarla y no pudo por menos que sonrer. Aquella bolsa era de las que hacen las delicias de cualquier nia pequea. Gatitos de color rosa aparecan dibujados en el plstico transparente, y cada gato llevaba un gran lazo azul. Entre el revoltijo de cosas que contena, haba un osito de juguete que mir a Bob con sus ojos negros de vidrio.

    Eh, qu mala suerte exclam Bob. Alguna nia ha perdido su tesoro. Su compaero, Pete Crenshaw, repas la playa con la mirada. No se vea a ninguna nia. Era tarde y la playa

    estaba casi desierta. Un surfista solitario arrastraba su tabla por la playa en direccin a la carretera, y el salvavidas haba abandonado ya su torre de vigilancia.

    Quiz si la dejamos aqu, la nia se acordar y vendr a buscarla dijo Pete. Siendo tan pequea, no es probable que vuelva dijo el tercer miembro del grupo, Jpiter Jones. Adems,

    alguien podra robarla. Jupe como le llamaban sus amigos era un muchacho gordito con la cara redonda y seria. Siempre vea las

    cosas por su lado constructivo. Tal vez haya alguna tarjeta de identificacin dijo mientras se sentaba en la arena, dispuesto a examinar la

    bolsa. Quiz podamos encontrar a esa nia. Bob le entreg la bolsa y Jupe volc su contenido sobre sus piernas. Luego dijo: Ummm! y frunci el ceo. No haba ninguna cartera. Ni tarjeta de identidad. Un osito de peluche, un libro titulado El xito a travs de la

    imagen, un ejemplar de la revista Gente y toda clase de tubitos y cajitas de cosmticos. Jupe cont hasta cuatro lpices de labios distintos, dos estuches de plstico con sombra para los ojos, otro de colorete, y un perfilador de ojos. Y tambin un par de pendientes morados, de plstico.

    Despus de todo, no es tan pequea observ Jpiter. Es una chica mayor que usa mucho maquillaje. Y a quin le gustan los ositos de peluche aadi Pete. Jpiter hoje el libro que haba en la bolsa. Era de una biblioteca. En la solapa posterior estaba el sello de la Biblioteca Pblica de Fresno. Aqu tenemos una pista! exclam Jupe gozoso. Le encantaba resolver problemas. Cerr el libro y mir a

    sus amigos. En la biblioteca tendrn anotado el nombre de quien se lo llev. Podremos averiguar quin es y devolver la bolsa a su propietaria.

    Telefonear a Fresno? exclam Bob. Luego se encogi de hombros. Est bien, me figuro que podremos pagar la conferencia.

    Pete ri. Apuesto a que esa chica estar tan contenta de recuperar su bolsa que nos la pagar. O quiz nos invite a Fresno para la vendimia de la uva aadi Jpiter. En serio, si queremos telefonear a

    Fresno antes de que cierre la biblioteca, ser mejor que nos apresuremos. Son ms de las ocho. Los muchachos echaron a andar por la arena hacia la carretera que corra paralela a la playa. Recogieron sus

    bicicletas, aguardaron un claro en el trfico y entonces cruzaron la carretera. Sin apenas hablar, se dirigieron a la chatarrera de los Jones, el Patio Salvaje.

  • La chatarrera era algo importante en Rocky Beach. Propiedad de Titus y Matilda Jones, los tos de Jpiter con los que viva por ser hurfano. En el patio, haba una maravillosa coleccin de objetos usados... desde caeras y lavadoras hasta picaportes y caballitos de tiovivo. Jupe era consciente de que la mercanca de aquel patio no mereca llamarse chatarra, y haba tratado de convencer a sus tos para que mejorasen la imagen de su negocio llamndole Antigedades Jones, en vez de Patio Salvaje de los Jones.

    Cuando llegaron a la chatarrera aquella tarde, ya oscureca. Las grandes verjas de hierro estaban cerradas con candado. Al otro lado de la calle, las ventanas de la casa de los Jones eran rectngulos de luz dorada.

    Los muchachos ignoraron la casa y pasaron de largo ante la verja hasta llegar al otro extremo del patio. La empalizada de madera que rodeaba el patio haba sido decorada a lo loco. Los artistas que vivan en Rocky

    Beach a menudo conseguan objetos a precios reducidos gracias a to Titus que gozaba elogiando su talento. Y los artistas se lo agradecieron conjuntamente pintando su empalizada durante un divertido fin de semana. En la fachada, haba un lago verde con cisnes y tambin un ocano donde un barco de vela luchaba contra una tormenta. En mitad de las olas verdes un pez contemplaba la nave que se hunda.

    En realidad, el ojo del pez era uno de los nudos de la madera. Jupe puso su mano encima y empuj. Dos tablones se corrieron hacia arriba. sta era la Puerta Verde Nmero 1, el primero de los caminos secretos de acceso al Patio Salvaje. Todos ellos haban sido trazados por Jupe y sus amigos para poder entrar sin ser vistos ni por ta Matilda ni por to Titus.

    Los muchachos entraron por la abertura y, de inmediato, se encontraron ante la puerta del taller exterior de Jpiter. Era una zona aparte del resto del patio, separada de l por montones de chatarra. Jupe apart una reja de hierro apoyada contra un extremo de su banco de trabajo. Luego se agach para meterse por la tubera galvanizada que ocultaba la reja.

    ste era el Tnel Dos, otro de los pasadizos secretos montados por los muchachos. Pete y Bob siguieron a Jupe por la tubera que atravesaba montones de chatarra y terminaba debajo de una trampilla que daba acceso al viejo remolque de automvil que era su territorio privado.

    El remolque qued muy abollado despus de un accidente y to Titus lo adquiri como chatarra. Fueron pasando los meses y, como no hubo ninguna oferta de compra, al fin se lo dio a Jpiter y sus amigos para que lo utilizasen como club.

    Pero el remolque no fue su club. Jupe, Pete y Bob lo amueblaron con una mesa escritorio, un archivador, un pequeo laboratorio criminalista y una cmara oscura. Tambin instalaron telfono que pagaban con el dinero ganado por hacer tareas extras en la chatarrera. Y, mientras trabajaban, fueron amontonando con cuidado la chatarra alrededor del remolque hasta ocultarlo por completo.

    Cuando estuvo listo se pusieron a trabajar. Con el nombre de Los Tres Investigadores y llamando al remolque Puesto de Mando, comenzaron a resolver misterios grandes y pequeos. Ahora la bolsa-bandolera perdida ejerca cierta excitacin en Jupe. Siempre le excitaba empezar a investigar un nuevo caso.

    Desde el Puesto de Mando, Jupe telefone a la centralita de Fresno para pedir informacin. Obtuvo el nmero de telfono de la biblioteca pblica y lo marc.

    Las nueve menos veinte dijo Pete tras consultar el reloj que estaba encima del archivador. No tenemos mucho tiempo para conseguir la informacin.

    No necesitaron ms. A Jupe le pusieron en seguida con la encargada. Jpiter Jones al habla. Procur parecer importante mientras explicaba a la mujer el motivo de su llamada. Tenemos nuestras fichas en el ordenador repuso la bibliotecaria. Ver lo que puedo hacer. Dej el telfono unos instantes, pero cuando regres, su voz sonaba tensa. Puedo llamarle luego? pregunt. Quiere darme el nmero de su telfono? Pues, s, pero... Por favor! le apremi la mujer. Jupe le dio su nmero de telfono. De acuerdo dijo ella. Ahora

    qudese donde est. No se aparte del telfono. Y colg. Jupe dej el aparato. Qu es lo que pasa? pregunt. Esa mujer estaba muy alterada. Dijo que me llamar. Cielo santo exclam Pete. En qu nos habremos metido? La llamada tard unos minutos. La voz del otro extremo de la lnea estaba llena de histeria.

  • La ha visto? pregunt la que llamaba. Era una mujer, aunque no la bibliotecaria con la que haba hablado antes. Ahora mismo voy. Est usted donde est, voy en seguida. Tengo que encontrar a mi nena!

  • CAPITULO 2

    Ha huido!

    Encima de la mesa escritorio haba un altavoz. Jupe lo construy utilizando piezas sueltas de equipos electrnicos que encontr entre la chatarra. Cuando colocaba el telfono encima del aparato, los tres muchachos podan or la conversacin.

    Lo que oyeron ahora fue llanto. Luego una voz masculina dijo: Judy, por amor de Dios, no llores! Alguien forceje con el telfono y el hombre pregunt: Jpiter Jones? S? dijo Jupe. Encontr un libro de la biblioteca en la playa? S, seor. Mi hija se lo llev prestado de la Biblioteca Pblica de Fresno poco antes de desaparecer. Oh exclam

    Jupe. Ver, se escap de casa para ir a Hollywood a hacer pelculas. En la retaguardia la voz de mujer aadi: Dile que iremos en seguida. Est bien, Judy. Est

    bien. El hombre tom aliento. Me llamo Charles Anderson. Su llamada es el primer indicio que tenemos de que probablemente Lucille est

    bien. Tenemos que verle. Quiz logremos averiguar algo. Supongo que en su bolsa no habra ninguna direccin. No, seor Anderson respondi Jupe, ninguna. La polica no nos ha ayudado mucho continu el seor Anderson. Nos dicen que hay demasiadas jvenes

    que huyen de sus casas en Los ngeles. De manera que, si nos da su direccin, iremos a verle por la maana. S, seor. Jupe le dio la direccin de la chatarrera. Anderson, tras darle las gracias, colg. Una hija desaparecida! exclam Pete. Esto puede ser un caso realmente importante para los Tres

    Investigadores! Jupe hojeaba el libro de la biblioteca de Fresno. Podamos o no ayudar a los Anderson, esperemos que esa nia aparezca pronto. Si no me equivoco, estos

    papeles que ha utilizado como seal en el libro son papeletas de empeo. Esta es de Hi-Lo Loan, Prstamos y Joyera. Y aqu hay otra de Dinero-al-Instante, S.L. Parece que esa chica est sin blanca.

    Jupe cerr el libro para leer el ttulo. El xito a travs de la imagen ley. He odo hablar de este libro. Segn el autor, uno puede tener xito con

    slo imaginarse que tiene un trabajo importante, o una casa lujosa o... O el papel de estrella en uina pelcula? concluy Bob. Supongo que s dijo Jupe. Abri el libro al azar y se puso a leer. Olvdate de la fuerza de voluntad. La

    fuerza de voluntad es para los detalles y los detalles slo se interpondrn en tu camino. En vez de trabajar y preocuparte, proyctate en un futuro pletrico de xitos. Este es el gran secreto. Siente el xito, no como algo que puede suceder algn da, sino como algo que sucede ahora.

    Jupe cerr el libro. Es el colmo! observ Pete. Sonrientes, los Tres Investigadores abandonaron el remolque para dirigirse a sus

    casas respectivas.

  • A la maana siguiente, los tres muchachos aguardaban cerca de la oficina del Patio Salvaje, cuando se detuvo un Toyota y su conductor se ape para preguntar por Jpiter Jones. Era un hombre alto y delgado, de cabellos castaos y frente despejada, y un rostro inteligente. Una mujer morena con expresin preocupada se dispuso a apearse del asiento posterior. Su aspecto ligeramente maduro quedaba acentuado por su peinado hueco y complicado.

    El seor Anderson? pregunt Jupe. S. Soy Anderson. Fuiste t quien encontr la bolsa de Lucille? S, seor. Soy Jpiter Jones. Entonces Jupe le present a Pete y a Bob. Ta Matilda, que haba odo hablar de

    la nia desaparecida, sali de la oficina para invitar a los Anderson a entrar en su casa. La bolsa-bandolera estaba encima de la mesa escritorio. Al verla el seor Anderson hizo un gesto de asentimiento. Esa es una de las cosas que le encantan a Lucille coment. Derram su contenido encima de la mesa y, al ver

    el maquillaje y el osito, hizo una mueca. Esto no nos dice gran cosa. La seora Anderson haba cogido el libro y vio las papeletas de empeo. Charles, debe estar muerta de hambre! exclam la seora Anderson. Probablemente andar por las

    calles con criminales y vagabundos! Puede haberle ocurrido cualquier cosa! Y le entreg una de las papeletas al seor Anderson. Tras mirarla unos instantes, su rostro se ensombreci. Luego

    la dej sobre la mesa y dijo con decisin: La gente siempre ha empeado cosas, sin que por eso tenga que estar en la calle con los malhechores. No te

    preocupes ms de la cuenta. Llevaba consigo un sobre de papel manila que, al vaciarlo sobre la mesa, dej salir un torrente de fotografas de

    una muchacha. Esta es Lucille dijo el seor Anderson que entreg una de las fotos a los muchachos. Tiene diecisis aos.

    Si vais a menudo a la playa puede que la hayis visto. Jpiter y sus amigos se pasaron las fotos de mano en mano. En ellas apareca una muchacha bonita de cabellos

    oscuros y ojos castao-verdoso. En una foto iba vestida de majorette y demasiado pintada. En otras, de bailarina de ballet y de peregrina. Fueron tomadas en diversas representaciones de la parroquia. Eran fotos de cuando Lucille tena diez aos

  • y otras cuando fue finalista en el concurso de Miss Juvenil a la edad de trece. Despus de mirar todas las fotografas, los muchachos estaban ms intrigados que antes. Se... se la ve tan distinta en todas dijo Pete. Es difcil saber cmo es en realidad. Eso es porque no cesa de cambiar de peinado y maquillaje replic el seor Anderson. Cabello largo,

    cabello corto. Lpiz de labios blanco, rojo oscuro, naranja. Creo que el nico que no le he visto es el verde. Ni el azul. Nunca usa lpiz de labios azul. Y no le haba dado por teirse el pelo antes de huir de casa.

    La seora Anderson se ech a llorar. Insistimos en llamar a las comisaras de toda la zona dijo el seor Anderson y no cesan de darnos la

    respuesta que probablemente dan a todos los padres. Supongo que no es culpa suya, pero nosotros no podemos esperar a que Lucille aparezca sin hacer nada. Puede estar en peligro. Hemos de empezar por algn sitio. Quiero ver el lugar de la playa donde encontrasteis su bolsa-bandolera y hablar con todos los salvavidas.

    Jupe asinti con la cabeza, y l y sus amigos se amontonaron en el automvil de los Anderson. Pasaron el resto de la maana observando cmo el seor y la seora Anderson iban de un lado a otro de la playa para hablar con los salvavidas y los baistas jvenes que tomaban el sol. A la una, los Anderson estaban exhaustos y descorazonados.

    Nadie reconoce las fotos murmur el seor Anderson. Es ms bonita en persona aadi la seora Anderson. Ese es el problema. Si no se lo hubieras repetido tantas veces,, esto no hubiera pasado exclam el seor Anderson enojado. La seora Anderson se ech a llorar otra vez. Perdona, lo siento le dijo su marido. No quise decir eso. La encontraremos. Se volvi hacia los muchachos. Cunto tiempo nos llevar registrar toda la ciudad? Llamaremos a todas las puertas y pondremos anuncios en

    los supermercados. Tambin podramos enviar un circular a todos los que viven aqu. O poner anuncios en los peridicos!

    Quiz debiera hablar con el comisario Reynolds sugiri Bob. Es el jefe de polica aqu en Rocky Beach y una persona muy agradable.

    De manera que el seor Anderson les condujo en su automvil hasta la comisara. El comisario Reynolds escuch la historia de Lucille, que haba ahorrado el dinero que ganaba haciendo de canguro por horas para irse a Hollywood.

    El comisario suspir cuando el seor Anderson termin su relato. Hay demasiadas chicas como sta dijo. Revis las fotos con un gesto de asentimiento. Desde luego, es

    muy bonita. Puedo quedarme con una foto? Por supuesto le dijo la seora Anderson. Cundo tuvieron noticias suyas por ltima vez? pregunt el polica. Hace dos meses contest Judy Anderson. Eso fue dos das despus de marcharse de casa. Telefone y dijo

    que no nos preocupramos, pero colg antes de poder preguntarle nada. El comisario Reynolds asinti, mientras anotaba la direccin y el telfono de los Anderson. Dir a mis hombres que tengan los ojos bien abiertos les prometi. Entretanto, a estos muchachos puede

    que les interese... si es que no se han interesado ya. El seor Anderson se extra. Los muchachos? stos? Han sido muy amables, desde luego, pero qu...? Son detectives aficionados repuso el comisario Reynolds sin el menor tinte irnico en su voz. Tienen una

    agencia e investigan problemas y toda clase de sucesos inslitos. Se interfieren en mi camino y algunas veces me sacan de quicio, pero parecen tener una habilidad especial para descubrir cosas. Y no dejan de trabajar en un caso hasta que encuentran la solucin. Tambin van mucho a la playa... y, si a su hija le gusta tomar el sol...

    El comisario Reynolds no termin la frase. Observaba cmo Jpiter sacaba una tarjeta de su cartera y se la entregaba al seor Anderson. Era la tarjeta de negocios de los Tres Investigadores que deca as:

    LOS TRES INVESTIGADORES Lo Investigamos Todo

    ? ? ? Primer Investigador.................................... Jpiter Jones

  • Segundo Investigador Peter Crenshaw Informes e Investigaciones Bob Andrews

    El seor Anderson la estudi unos segundos y luego dijo: Por qu no? Nadie ha descubierto nada. Queris que

    os entregue un cheque? No ser necesario dijo Jupe. Si logramos localizar a Lucille, le enviaremos la factura de los gastos que hayamos tenido. Ahora lo que necesitamos es una fotografa de su hija. Lo que queris exclam el seor Anderson al entregarle el sobre lleno. Si necesitis algo, llamadme a

    cobro revertido. Qu hacemos ahora? pregunt la seora Anderson con tristeza al comisario Reynolds. Regresen a Fresno y sintense al lado del telfono. Su hija podra llamarles dijo el comisario Reynolds. Si

    nosotros averiguamos algo, les avisaremos en seguida. Mi pobre nia exclam la seora Anderson con voz quebrada. Y si no volvemos a verla nunca?

  • CAPITULO 3

    El hombre-lobo de Hollywood

    Osteis lo que dijo el jefe? se pavone Pete. Nos recomend. Increble! Bob contempl con el entrecejo fruncido las fotografas esparcidas encima de la mesa escritorio del Puesto de

    Mando. Tena el da libre. Trabajaba media jornada en la biblioteca de Rocky Beach. S, fue estupendo coment. Slo que: por dnde empezamos? Debe de haber cientos de chicas que se

    escapan para ir a Hollywood. La sonrisa de Jpiter tena un aire de superioridad. Empezamos por las casas de empeo? propuso. Bob se incorpor de un salto. Oh, claro! To Titus viaj con un circo cuando era joven explic Jupe, y a menudo estaba sin blanca. l conoce bien

    las casas de empeo. Dice que, cuando te prestan dinero, tienes que entregarles algo de valor que asegure el prstamo y dar tu nombre y direccin,

    Oh, uau! Pete estaba loco de contento. Ya la tenemos! Si es que esas papeletas de empeo que estaban en el libro son de Lucille Anderson replic Jpiter, y si es

    que dio a los prestamistas su verdadero nombre y direccin. De lo contrario, estas papeletas sern slo el principio. Todas estas papeletas son de tiendas de Hollywood. Konrad va a ir a Hollywood dentro de un rato y puede

    llevarnos en el camin. Averiguaremos rpidamente lo tiles que pueden ser estas papeletas como pistas. Konrad era uno de los dos hermanos bvaros que efectuaban los trabajos pesados de carga y descarga en la

    chatarrera. Esperaba en la calle, cerca de la oficina, cuando los muchachos salieron presurosos. Haba odo hablar de la muchacha que haba huido de su casa y de la angustia de sus padres y era todo compasin. Aunque en realidad iba a Hollywood a recoger una carga de trastos viejos, no tuvo inconveniente en dar un rodeo y detenerse en la primera casa de empeo.

    Jpiter, Pete y Bob se apearon del camin y entraron en una tienda poco iluminada y con olor a rancio. El prestamista mir la papeleta que le presentaba Jpiter y luego se volvi para abrir un armario. Sac una medalla de plata con una cinta azul.

    Queris desempearla? pregunt al entregrsela a Jupe. Haba un dibujo en la medalla que recordaba vagamente la Estatua de la Libertad. En el reverso, una inscripcin

    deca que Lucille Anderson haba ganado el tercer premio de ortografa en un colegio de Fresno. La chica que empe esto, qu direccin dej? pregunt Jupe. Somos amigos de sus padres. Se escap? adivin el prestamista. S. Hace dos meses que ha desaparecido y... El hombre alz la mano para detener a Jupe. No me digas ms dijo. Es una vieja historia. Vienen aqu para ser famosas y, en vez de eso, se arruinan. Se acerc a un fichero que estaba encima del mostrador. Qu nombre habis dicho? Lucille Anderson contest Jupe. El hombre mene la cabeza. No. La que empe eso se llamaba Valerie Cargill. Valerie Cargill? repiti Bob. Usted bromea!

  • Yo carezco del sentido del humor replic el hombre. Nunca hablo en broma. Hay alguna direccin? pregunt Jpiter. Volvi a consultar el fichero. Oeste de Los ngeles. Paseo del Ro, 1684. No existe ningn Paseo del Ro al oeste de Los ngeles declar Bob. Me lo figuraba dijo el prestamista que cogi la foto que Jupe le mostraba. Al verla, su expresin se dulcific. Es una chica guapa. No se parece en nada a la que empe esa medalla. La recuerdo bien. Era rubia con un

    lunar en la mejilla. Me imagino que postizo. Se pareca mucho a esa chica que sale en el serial de la noche... Triunfo! Mi mujer lo ve todos los lunes.

    Esa artista es Valerie Cargill dijo Jupe. El prestamista asinti. No me sorprende. Y no es preciso ser un genio para saber que no fue la verdadera Valerie Cargill quien

    empe esa medalla pattica. Escuchad... vais a desempearla? Os costar ocho pavos y setenta centavos. Jupe pag al hombre y cogi la medalla. Los muchachos volvieron al camin. Yo pensaba que este caso iba a ser fcil se lament Pete. Hemos de seguir probando insisti Jupe. Uno de los prestamistas puede que nos d una pista autntica. En la segunda casa de empeo, el prestamista fue bastante atento, aunque no pudo darles ninguna informacin

    til. Una chica haba empeado un anillito de oro. Llevaba una tnica y botas altas hasta la rodilla y se pareca mucho a uno de los personajes del espacio televisivo de misterio Buscando a Erehwon.

    Qu nombre dio? pregunt Jpiter. Allida Cantrell dijo el prestamista. Ese es el nombre de la protagonista. Los muchachos dejaron el anillo de oro, puesto que no tenan dinero suficiente para desempearlo. Al volver al

    camin, encontraron a Konrad comiendo una manzana y preocupado por la hora. Quisiera ayudaros, Jupe le dijo, pero tu ta Matilda no quiere que perdamos todo el da. No te robaremos mucho tiempo, Konrad. Lo prometemos dijo Jupe. Slo queda una casa de empeo ms.

    Est en el Boulevard Hollywood. Konrad frunci el ceo, pero les llev al Boulevard Hollywood. No me gusta esta calle declar. Los Investigadores comprendieron por qu. Era un barrio muy pobre. Una mujer con una bolsa rebuscaba en un

    container de basura en una esquina, y la gente que transitaba tena un aspecto desastrado. En ninguna parte se vea el menor rastro del supuesto encanto de Hollywood. Haba una plaza de aparcamiento una manzana ms all de la casa de empeo. Konrad la ocup y los muchachos

    se bajaron del camin y siguieron andando. Pasaron por delante de una tienda pequea donde se vendan recuerdos de Hollywood y planos de las casas de los famosos. La casa de empeo estaba dos puertas ms all. Pete fue el primero en llegar.

    Qu manera de perder el tiempo se lament. Entonces se oy un grito en el interior del establecimiento y una figura sali corriendo y apart a Pete de un

    codazo. Eh! grit Pete. Tenga cuidado! La persona que haba salido de la tienda se volvi para dirigirse hacia Pete, que le mir asustado. Vio un rostro

    oscuro y peludo... unos dientes afilados... como colmillos. Una nariz ancha y grande... cuyas ventanillas se movan. No puedo verle los ojos. Los tena hundidos... escondidos, como suelen tenerlos las fieras.

    Pete abri la boca para volver a gritar, pero no emiti ningn sonido. Las manos que le sujetaban eran garras oscuras y peludas.

    Alguien grit en el interior de la casa de empeo. La pesadilla solt a Pete para huir. Por un instante nadie se movi. Luego el hombre de la casa de empeo se puso a gritar: Detengan a ese tipo!

    En la acera una mujer grit. Aquel horror desapareci en el interior de la tienda de recuerdos. Se oyeron ms gritos. Pete, al reaccionar, se dispuso a seguir a aquel ser extrao, pero era ya demasiado tarde. El fugitivo haba salido

    por la trastienda y desapareci por la calle posterior. Los muchachos regresaron a la casa de empeo para interrogar al asustado propietario.

  • Eh, ese tipo ha intentado robarme! exclam. Y cuando os ha visto a vosotros, se asust y huy! A los pocos momentos, se oyeron sirenas en el bulevar. Un coche patrulla se detuvo delante de la casa de empeo

    y luego otro. La gente acudi. Los muchachos salieron de la casa de empeo seguidos de su propietario que gesticulaba exageradamente.

    Uno de los policas hizo retirar a la multitud, otro fue a hablar con el prestamista, quien seal a Pete. Un tercero se dirigi al muchacho.

    Eres t el que ha intentado detener a ese tipo? le pregunt el polica. Pete asinti. Qu ha ocurrido? insisti el agente. Pete dudaba. Va usted a pensar que estoy chiflado le dijo. Prueba le apremi el polica. Pareca... pareca un

    monstruo! El agente asinti con paciencia. Se pareca a un gorila? dijo con calma. 0 era otra clase de monstruo? Pues, s. Es decir, no. No un gorila exactamente. Ms bien... un hombre-lobo! Um exclam el polica mientras anotaba en su bloc. Cmo era de alto ese hombre-lobo? continu. Como yo le dijo Pete. Aunque ms fornido. El polica se volvi a Jpiter. Y qu viste t exactamente? le pregunt. Jupe dijo que l tambin haba visto un hombre-lobo. Agente, no parece sorprendido por nuestra historia observ Jpiter. El agente de polica sonri. Es porque un tipo disfrazado de gorila asalt una gasolinera la semana pasada dijo. S, ahora recuerdo haberlo ledo en los peridicos intervino el prestamista. No fue otro tipo con la cara

    verde y un tornillo asomando por su cuello el que asalt una bodega en Santa Mnica? Uno de los policas sonri. Nada es normal en esta ciudad. Cuando se hubo marchado la polica, el prestamista pregunt a los muchachos: Venais a verme? Jupe le habl de Lucille. El hombre les condujo al interior de su tienda y consult sus archivos. Luego abri un

    cajn para sacar un delicado broche de oro en forma de lazo. Me da pena que la gente empee cosas como sta dijo el prestamista. Es de esos broches que se regalan a

    las jovencitas cuando se gradan en la escuela superior. Recuerda a la chica que lo empe? pregunt Jupe. Era sta? Y le mostr la fotografa de Lucille Anderson. El hombre de la casa de empeo la observ unos instantes. Podra ser. Llevaba un dedo de maquillaje y el cabello ms claro, pero podra ser. Volvi a consultar su archivo y declar que el broche haba sido empeado por Julieta Ravenna. Ese es el nombre de una actriz gru Jupe. Estamos en un callejn sin salida!

  • CAPITULO 4

    La chica de las mil caras

    Aquella tarde los muchachos se reunieron en el Puesto de Mando. Pete se sent en el suelo con el entrecejo fruncido.

    Cmo vamos a encontrar a una chica que cada da tiene un aspecto distinto? Por unos instantes, nadie respondi. Luego, Jupe les propuso un plan. Si Lucille Anderson se ha tomado en serio lo de trabajar en el cine, tiene que haber pasado por las agencias

    teatrales. Nosotros podemos hacer lo mismo. Podemos intentarlo repuso Pete. No tenemos nada que perder. A la maana siguiente temprano, los muchachos tomaron el autobs de Hollywood. Empezaron por la primera de

    la lista que Jupe haba preparado. La recepcionista era una joven delgadsima que ni siquiera les escuch. No hablamos con nadie de nuestros clientes dijo muy seria. Pero... pero puede que no sea una cliente insisti Pete. Estoy demasiado ocupada para perder el tiempo con vosotros, chicos les dijo la recepcionista, que volvi a

    teclear su mquina de escribir. En la segunda agencia, la recepcionista les dirigi una mirada de reproche cuando le preguntaron por Lucille. Aunque la conociera, no os lo dira les contest. No os da vergenza! Sois demasiado jvenes para ir

    persiguiendo a las actrices! A Jpiter se le subi la sangre a la cara. Nosotros no perseguimos a nadie respondi. Los padres de esa joven nos han pedido que les ayudemos a

    encontrarla... y... Una joven desaparecida? le interrumpi la mujer. En ese caso sus padres debieran dar parte a la polica.

    Y nosotros no aceptamos a las chicas que se escapan de sus casas. No traen ms que problemas. En la tercera agencia, la recepcionista fue ms cordial, posiblemente porque reconoci el nombre de Jpiter. T eres Beb Fatty! exclam. Se refera a la temprana carrera de Jpiter como actor infantil. A Jupe no le gustaba admitir que haba sido un

    nio rollizo estrella de TV. El mero hecho de or mencionar el nombre de Beb Fatty era suficiente para ponerse a dieta. Frunci el entrecejo y sac una foto de Lucille Anderson.

    La recepcionista, al ver la foto, mene la cabeza. Es igual que un montn de otras chicas dijo. Quin es? Tu hermana? Una amiga? Jupe entreg a la mujer una de las tarjetas de los Tres Investigadores. Se llama Lucille Anderson explic. Sus padres nos han pedido que la busquemos explic. Se march

    de su casa hace dos meses. Probablemente vais a perder el tiempo replic la recepcionista. Hay miles como ella. Pero, si intenta entrar

    en el mundo del espectculo, cabe una posibilidad. Que se presente en el programa de televisin En busca de una estrella. Dan a los aficionados la oportunidad de salir en la pantalla.

    La mujer les dio la direccin del estudio donde se celebraban las audiciones. Los muchachos, tras darle las gracias, salieron apresuradamente. Al llegar al estudio, vieron una larga cola de jvenes esperanzados que daba la vuelta a la manzana.

    Jupe hizo un gesto de impaciencia e intent entrar directamente en el estudio. Los que aguardaban en la cola lanzaron gritos de protesta.

    Pete cogi a Jupe del brazo.

  • i Tiene que haber un medio mejor! No podemos pasar el resto de nuestras vidas haciendo cola. Jupe se sent en el banco de la parada del autobs. Tenemos que llegar hasta ellos como sea dijo con pesimismo. Pero luego se anim. Enviaremos una circular! Es lo que el seor Anderson quera hacer en Rocky Beach. Pero nosotros lo haremos

    con las agencias busca talentos. Enviaremos pasquines impresos con la descripcin de Lucille y un par de fotos. Enviaremos una a cada agente y a cada estudio de la ciudad, y pediremos que cualquiera que haya visto a Lucille telefonee a los Tres Investigadores.

    Mir a Pete y a Bob. Es un medio digno dijo Jupe. Sencillo. Y no pondremos a nadie a la defensiva. Me gusta dijo Bob. Para m, cualquier cosa es mejor que recorrer todo Hollywood intentando hablar con gente que no desea hablar

    con nosotros dijo Pete. Los muchachos se sentan ms animados cuando cogieron el autobs de regreso a Rocky Beach. Al llegar a la

    chatarrera, encontraron solo a Hans, el hermano de Konrad, a cargo de todo. To Titus y ta Matilda haban ido a Ventura donde iban a demoler un bloque entero de edificios antiguos.

    Tu ta ha dicho que an no ha ido al supermercado, de manera que en el frigorfico no hay nada que comer le dijo Hans a Jpiter. Y que, si tienes apetito, que cojas dinero de la tetera de porcelana y comas lo que quieras, por ejemplo, pizza.

    Eh, eso est bien! exclam Pete. Quieres compaa? Bob rebuscaba en su bolsillo. Mi madre no me espera hasta ms tarde dijo. Estupendo exclam Jupe. Podemos redactar la circular mientras comemos. O por lo menos discutir lo que

    pondremos. Os va bien La Choza de la Pizza? Respondieron que s y llegaron all a los pocos minutos con sus bicicletas. La Choza de la Pizza era muy popular en la carretera de la costa de Rocky Beach. La juventud acuda all a comer

  • pizza, a disfrutar con los video-juegos, escuchar msica y encontrarse con los amigos. Cuando llegaron, haba por lo menos una docena de jvenes alrededor de un video-juego. Observaban y

    vitoreaban a una chica con una espesa mata de cabellos negros recogidos sobre su cabeza que manejaba la mquina y se balanceaba de un lado a otro mientras haca funcionar los mandos.

    Bob, Pete y Jupe, pidieron una pizza grande de pimientos en el mostrador y se sentaron a esperar. Los chicos que rodeaban el video-juego lanzaron vtores.

    Esa chica debe de ser buena observ Bob. Pero, entonces precisamente el juego termin. Los jvenes rieron y la chica se apart de la mquina. Tambin

    rea: Los otros se apartaron para abrirle paso. Se dirigi hacia la puerta y los tres muchachos de la mesa vieron que su falda llegaba hasta el suelo. Su blusa era anticuada con volantes en la pechera. Sus pendientes tintineaban y llevaba tambin un reloj pequeo prendido de la blusa. Con su expresin dulce e ingenua, sus cabellos peinados hacia arriba y sus ropas anticuadas pareca una adolescente del siglo pasado. Dirigi una breve sonrisa a los tres muchachos al pasar ante su mesa, y luego sali a la calle.

    Por qu ir vestida as? pregunt Bob. Parece como si estuviera representando algn papel en alguna obra.

    Una mujer rechoncha sali de la cocina con una bandeja cargada de comida. Puso la pizza en mitad de la mesa de los muchachos y fue a buscar las bebidas.

    Jupe empez a cortar un pedazo de pizza, pero se detuvo de pronto y el trozo cay de nuevo sobre un mar de queso.

    Era ella! exclam. Qu? pregunt Pete. Era ella! Lucille Anderson! Era ella! Jpiter corri hasta la puerta, la abri y sali disparado hacia la zona de aparcamiento de La Choza de la Pizza.

    Vio automviles que pasaban velozmente, y unos pocos transentes al otro lado de la calle. Pero la chica vestida a la antigua haba desaparecido!

  • CAPTULO 5

    Una nueva pista

    Prestad atencin un momento, por favor! grit Jpiter. Es importante! El Primer Investigador haba entrado de nuevo en La Choza de la Pizza y trataba de atraer la atencin de los que jugaban a los video-juegos. Se irgui todo lo que pudo, muy serio. Los jugadores interrumpieron su juego y se volvieron hacia Jupe, sorprendidos. La camarera se par en seco camino de la cocina.

    Hemos estado buscando a la chica que acaba de salir de aqu dijo Jupe. Los dems se miraron unos a otros. Ahora recelaban intranquilos. Por qu? pregunt uno de ellos. Jupe sac una de las fotos de Lucille Anderson y la fue pasando. Los padres de Lucille Anderson nos dieron estas fotografas explic. Y nos pidieron que la buscsemos.

    Es de Fresno y falta de su casa hace dos meses. Esa chica no se llama Anderson replic uno de los jvenes. Ni tampoco Lucille. Puede que utilice otro nombre sugiri Bob. Vosotros habis visto demasiadas pelculas de espas dijo una de las chicas. No, no es cierto! exclam Pete con vehemencia. Escuchad, su madre casi se vuelve loca. Cmo se

    sentira la tuya si... desaparecieses de repente? Los otros parecan violentos. Una de las chicas dijo: Esa chica no se ha escapado de su casa. Vive aqu. Ests segura? pregunt Bob. Hace tiempo que la conoces? Un poco replic. Ms de dos meses? Jupe y sus amigos vieron que los dems estaban a la defensiva. Nadie contest. Le

    gusta vestir siempre de distinta manera, no es cierto? Y tambin cambia el color de su pelo. Se hizo el silencio en La Choza de la Pizza. Los jugadores de los video-juegos se miraban sin querer decir ms.

    Quines eran aquellos tres, despus de todo? En aquel momento un Audi marrn se detuvo ante la puerta y un hombre de cabellos grises entr en el restaurante. Por qu hay tanto silencio? pregunt. Problemas? Todo va bien, seor Sears dijo la camarera. Ese chico est buscando a una amiga suya. El seor Sears lanz un gruido y fue a situarse detrs del mostrador. Al parecer era el dueo, pues abri la caja

    registradora y se puso a contar el dinero. Una de las chicas al fin se decidi a hablar. . Esa chica que estaba aqu vive carretera arriba, en ese lugar que parece antiguo de verdad... la plaza Cheshire.

    Y se llama Arianne. Arianne qu? pregunt Bob. Ardis. Arianne Ardis. Y t crees que es su verdadero nombre? gru Jupe. Por qu no iba a serlo? dijo uno de los chicos. Y si esa chica se escap, por algo sera. Siempre hay un

    motivo cuando alguien huye. Su vieja se lo hara pasar mal o... Ella quiere ser estrella de cine le interrumpi Pete. Por eso se fue. Nadie le da mala vida. Por lo menos no

    lo creemos. Est bien dijo el muchacho. Cuando volvamos a verla, le diremos que la buscis. Satisfechos? Jupe vacilaba. Luego sac una tarjeta de los Tres Investigadores y anot el telfono del Puesto de Mando.

  • Decidle que nos llame dijo al entregar la tarjeta al muchacho. El chico al leerla sonri. Conque detectives privados, eh? Se guard la tarjeta en el bolsillo de sus tjanos. De acuerdo, chico, se lo

    diremos. Jupe, tras darle las gracias, volvi a su pizza. La camarera regres a la cocina, seguida por el hombre de los cabellos grises, y todos los jvenes volvieron a sus

    juegos. Bob se acerc ms a Jupe. De verdad crees que esa chica nos llamar? No mascull Jupe con la boca llena de pizza fra. Pero no tenemos que esperar a que nos llame, no te

    parece? Si vive en la plaza Cheshire ya sabemos cmo encontrarla. Come. Puede ser una tarde muy larga.

    La plaza Cheshire pareca antigua, pero no lo era. Las casas haban sido terminadas haca menos de un ao, y se alzaba sobre un acantilado mirando al Pacfico. El complejo pareca recin estrenado con su pintura fresca, metales relucientes, parterres y csped nuevos.

    El constructor que edific la plaza Cheshire era un visionario con sentido del humor. En una entrevista publicada en un peridico, deca que su deseo era confundir a los arquelogos del futuro.

    Algn da excavarn los restos de una casa de 1890 deca. Y descubrirn llenos de asombro adelantos tecnolgicos que no aparecieron hasta cien aos ms tarde. Quedarn totalmente confundidos!

    De modo que las casas que haba edificado estaban decoradas con grgolas y torretas y el porche de madera tpico de las casas victorianas. Aadi tambin verandas, buhardillas y stanos. Las casas estaban rodeadas de jardines con verjas de hierro forjado y miradores. Y en el centro de la plaza haba un parque diminuto con un templete antiguo para la banda de msica.

    Los muchachos pudieron verlo desde la entrada donde vigilaba un guarda uniformado. Aqu no vive ninguna Lucille Anderson les dijo el guarda. Y una tal Arianne Ardis? pregunt Jpiter. El rostro del hombre se endureci. Os conoce? Desde luego replic Jpiter. Vuestros nombres? pregunt el hombre. Jpiter Jones! contest Jupe. Este es Bob Andrews y este otro Pete Crenshaw. Somos amigos del seor y

    la seora Anderson de Fresno, y traemos un mensaje importante para Arianne. El guarda vacilaba con la mano en el telfono. Si la llama usted y nos anuncia, ver cmo estar encantada dice Jpiter. Amigos de la seora y del seor

    Charles Anderson. Dgaselo. Pero el guarda no le escuchaba. Una sirena aullaba en la carretera inferior. Era un coche de la polica y se

    acercaba muy de prisa. Los muchachos se volvieron para mirar la carretera que conectaba la plaza Cheshire con la autova de la Costa.

    Un coche del departamento de Polica de Rocky Beach iba tan de prisa que sus ruedas chirriaron al girar para salir de la autova.

    Entr por la verja hacia la garita. Alguien en el interior del complejo urbanstico grit. Fue un grito agudo lleno de miedo y furor. Cuidado!

    grit Bob. El guarda haba salido de su garita para interponerse en el camino de un hombre que vena corriendo de una de las

    manzanas de casas victorianas. El hombre corra con la cabeza gacha y los brazos levantados. Los Tres Investigadores no vieron ms que el cabello negro y una camisa oscura. Luego, el que hua levant la cabeza cuando el guarda trat de detenerle, y los muchachos vieron que llevaba puesta una media en la cabeza y sus facciones estaban aplastadas y distorsionadas.

    El guarda se lanz a sus piernas, pero el fugitivo pudo esquivarle y darle un puetazo que le hizo rodar por el suelo. Jupe y Bob acudieron en su ayuda.

    Pete salt con intencin de cortar el paso al hombre enmascarado y detenerle en su huida, pero el fugitivo volvi a utilizar el puo. Pete sinti entrechocar sus dientes al recibir el impacto.

  • Se tambale y cay sentado. La oscura figura se meti entre la maleza para alejarse colina abajo. Un segundo despus, haba desaparecido I

  • CAPITULO 6

    Una sorpresa aterradora

    El coche patrulla se detuvo. Se apearon dos agentes de polica y se lanzaron colina abajo en persecucin del fugitivo. De pronto, lleg un segundo coche oficial con otros dos policas. Uno ayud al guarda a ponerse en pie, y el otro se inclin sobre Pete que segua en el suelo palpndose la mandbula.

    Est bien?/le pregunt el polica. Puedes levantarte? Te llevaremos al dispensario. Estoy bien contest Pete. Mientras no se me caigan los dientes. Pete se puso en pie y se apoy contra la garita. Y entonces vio a la muchacha... la chica vestida a la antigua con falda larga y blusa con chorreras que hablaba

    frentica con el polica que haba intentado ayudar a Pete. Entr por la fuerza! deca la chica. Tuvo que hacerlo! Si no, cmo iba a estar ah ese ladrn? Yo

    acababa de entrar. Sub al piso de arriba y, al llegar a la mitad del pasillo, supe que all haba alguien. La muchacha estaba muy plida y temblaba. El guarda fue cojeando hasta su garita, de la que sac una silla para

    que pudiera sentarse. En qu casa? pregunt el polica. Dnde vive usted? La joven seal el parque con un gesto. De pronto sacudi la cabeza y se puso a llorar. Es el edificio Fowler dijo el guarda y seal el otro lado de la plaza. All. Nmero catorce. Junto al otro

    lado del parque. El polica asinti, y l y su compaero subieron al coche para ir hasta all. La muchacha de la falda larga se qued

    donde estaba. Jpiter y sus amigos la observaron. Su rostro era ms plido que en las fotografas de los Anderson, aunque sus ojos s eran castao-verdosos. Sera Lucille Anderson? O tal vez alguien que se le pareca y disfrutaba tambin vistiendo atuendos antiguos en vez de ropa corriente?

    Al poco rato, regres el coche patrulla y el polica que haba echado a correr colina abajo tras el ladrn volvi tambin sudoroso y decepcionado. El agente que haba hablado primero con la muchacha se agach ahora junto a su silla.

    Se siente ya con nimos para ayudarnos? le pregunt. Podra venir con nosotros hasta la casa y ver si falta alguna cosa?

    Ella asinti e hizo ademn de levantarse, pero se dej caer de nuevo sobre la silla. Est bien dijo el agente de polica. Tmese el tiempo que necesite. Cuando le o comenz a decir la muchacha, yo estaba en mitad del pasillo y l detrs de m, en algn

    sitio... aunque no en el pasillo... sino en uno de los dormitorios y yo hubiera tenido que pasar por delante para llegar a la escalera. Y no pude... no pude.

    Su voz se quebr y los muchachos imaginaron aquel momento terrible, cuando la muchacha se dio cuenta de que un intruso se interpona entre ella y la libertad.

    Se aclar la garganta antes de continuar. Entr en la habitacin de la seora Fowler y cerr la puerta como si no hubiese notado nada. Puse una silla

    debajo del pomo y la radio en marcha, y luego llam a la polica por el telfono que hay junto a la cama. Bien exclam el agente. Es usted una jovencita valiente y equilibrada. Y luego qu hizo? Luego nada. Quiero decir, que esper a que llegase la polica. Pero, al or las sirenas al pie de la colina y al

    ladrn bajar corriendo la escalera, de repente me volv loca. No quera que escapase y sal corriendo detrs de l! El oficial hizo un gesto de asentimiento.

  • No fue lo ms sensato. Por suerte, ese sujeto sigui corriendo. La muchacha se puso en pie. Ya estoy mucho mejor declar. Podemos volver a casa. Pero el guarda no estaba satisfecho. Debiera quedarse alguien con usted dijo. Por qu no llama a sus

    amigas? Ella mene la cabeza. Mis amigas no estn... en la ciudad. Jupe dio un paso al frente. Nosotros podramos avisar a tu madre, Lucille le dijo en voz baja. Ella peg un respingo y luego se volvi hacia Jpiter con frialdad. Lucille? Yo no me llamo Lucille dijo. Mi nombre es Arianne. No la molestis! grit el guarda. No veis que se ha llevado un buen susto? La muchacha subi al coche patrulla que se dirigi a la plaza Cheshire, mientras otro de los policas anotaba los

    nombres y las direcciones de los muchachos y les tomaba declaracin, cosa que probablemente no iba a ser de mucha ayuda. El fugitivo era un hombre de estatura mediana, cabello negro y vesta de oscuro. Eso era lo nico que podan asegurar.

    Luego, el segundo coche patrulla se march. El guardin, al ver como se hinchaba el cardenal en la mejilla de Pete, mene la cabeza.

    Vaya pandilla de salvajes que rondan por aqu estos das dijo.No hay derecho a que una nia como sa est sola en esa casa tan grande... en la que acaba de entrar un ladrn.

    Y los dueos de la casa? pregunt Pete. Dnde estn? La seora Jamison Fowler est en Europa replic el hombre. Se fue hace unos das. Arianne lleva unas

    semanas con ella. La seora Fowler es una gran dama. A veces recoge a chicas como sta, que lo pasan mal viviendo solas. Procura que tengan una habitacin bonita, comida suficiente y alguien que las vigile. Arianne tiene un trabajo de media jornada en algn sitio. Aqu en la casa lleva a cabo algunas tareas para la seora Fowler y hace compaa al ama de llaves, pero ayer a sta la llamaron de su casa por alguna emergencia familiar.

    Hizo una pausa y luego mir a los muchachos con aire interrogador. Os parece conocida? Jupe le mostr al guarda las fotografas de Lucille Anderson. Los padres de Lucille Anderson nos dieron estas fotos dijo. Qu opina usted? El guarda las examin cuidadosamente. Su expresin no cambi, pero al terminar dijo: Yo tengo una hija de su misma edad. Si fuese su hija, no le gustara saber si est bien? El hombre asinti. Hablar con ella para que os reciba. Puede que sea la persona que buscis. Aunque ste no es el mejor

    momento, despus del susto que ha pasado y con la polica aqu. Y si volvemos maana por la maana? propuso Jpiter. Estupendo. Entretanto yo hablar con Arianne y quiz logre convencerla para que maana se quede en casa... o

    por lo menos para que no vaya a trabajar hasta que vengis vosotros.

    Al da siguiente, Jpiter lleg solo a la plaza Cheshire. Pete, Bob y l haban decidido que nicamente uno de ellos fuese a ver a la joven a casa de los Fowler.

    No vaya a pensar que la acosamos opin Bob. Tres contra uno es demasiado. De manera que fue Jupe quien encontr al guarda esperndole. No le he dicho nada de que sus padres os han encargado que la busquis. Probablemente se lo habr figurado.

    Slo le dije que t y tus amigos querais aseguraros de que est bien. Os recibir. El guarda seal la casa de los Fowler. Es esa casa grande del otro lado del parque. Jupe le dio las gracias y cruz la puerta de hierro. Anduvo hasta el nmero 14, un edificio de dos plantas

    adornado con torreones, persianas de fantasa y adornos de madera. Al aproximarse a la casa, la joven que se haca llamar Arianne abri la puerta y sali al porche.

    Eh! exclam. Te estaba esperando. Jpiter Jones le dijo Jupe con la mano extendida.

  • Con una risa nerviosa, la muchacha le estrech la mano con brevedad y luego se volvi para entrar en la casa. Jupe la sigui.

    De inmediato tuvo la sensacin de hallarse en otra poca. Del vestbulo parta una escalera amplia hasta la galera del primer piso. Haba muchos helechos y arrimaderos de madera oscura. Una gruesa alfombra roja amortiguaba sus pasos y varias pinturas adornaban las paredes con pesados marcos dorados.

    Espeluznante, no te parece? dijo la muchacha a Jupe. Vamos a la cocina. Es ms agradable. Jupe la sigui ms all de la escalera. Pasaron por el distribuidor hasta llegar a una cocina grande y soleada. Una

    tetera herva sobre el fogn, que pareca antiguo, aunque en realidad era elctrico. La joven invit a Jupe a sentarse ante la mesa redonda situada entre dos ventanas. Mientras escanciaba las

    bebidas... t para ella y cola para Jpiter... l la observ en silencio. Vesta un traje largo con un volante que arrastraba por el suelo. Sus cabellos largos, recogidos con un lazo, dejaban al descubierto un delicado rostro en forma de corazn y una barbilla pequea y decidida. Le pareci ms que nunca extraa y anticuada. Jupe comprendi que iba vestida as para hacer juego con la casa.

    Es estupendo que la seora Fowler te deje vivir aqu comenz a decir Jpiter. Desde luego convino la joven. La seora Fowler se ha portado muy bien conmigo. Cmo la conociste? pregunt Jpiter. Pues, ya sabes que trabajo en el saln de belleza Un Toque Delicado. Jpiter asinti al reconocer el nombre de un saln de belleza de Rocky Beach. En realidad, es un trabajo aburrido continu la muchacha. Barrer el suelo despus de cada corte de

    cabello. Pero otras actrices han hecho cosas peores antes de llegar al xito. De modo que, la seora Fowler viene bastante a menudo a arreglarse el pelo y charlamos. Hace un par de semanas me dijo que se iba a Europa y que su ama de llaves no estaba dispuesta a quedarse sola y si yo quera vivir aqu algn tiempo. Bien, pens, esto es perfecto.

    Exacto convino Jupe. As tienes que trabajar menos horas en el saln de belleza y ms tiempo para continuar tu carrera de actriz, y un sitio seguro donde vivir.

    La joven dirigi a Jpiter una mirada sorprendida. Pareca leerle el pensamiento. Larry Evans dijo que estabais preocupados dijo la joven. Larry Evans? El guarda de la entrada? S. Ella hablaba con cautela, como si no quisiera descubrir nada antes de asegurarse de quin era Jupe y lo

    que saba. Jupe iba armado de la fotografa de Lucille cuando se present al concurso de Miss Juvenil. La sac para ponerla

    encima de la mesa ante ella. Por unos instantes Lucille no dijo nada. Luego se volvi hacia la ventana. Lucille dijo Jpiter. Tengo que... Por qu insistes en llamarme as? le interrumpi furiosa. Yo soy Arianne! Arianne Ardis! Me suena a nombre supuesto dijo Jupe. Y a ti qu te importa? exclam la muchacha. Quin eres t? Tu padre y tu madre vinieron a verme a m y a mis amigos explic Jupe. Le cont a Lucille que haban

    encontrado la bolsa-bandolera y que por ella llegaron a Fresno. Tus padres viajaron toda la noche para venir a vernos. Tu madre lloraba.

    Les dije que estaba bien! exclam la joven. Jupe tuvo un momento de alivio. Lo admita! Por primera vez admita que era Lucille Anderson. Quiz si te mantuvieras en contacto con tus padres, ellos creeran que ests sana y salva insisti Jupe. i No cesaran de insistir para que volviera a casa! se lament Lucille. Es posible; pero, tal como estn las cosas, imaginan que te ocurren toda clase de cosas horribles. Si les

    llamases... Oh, de acuerdo! Se levant tan de prisa, que derram su taza de t. Haba un telfono de pared cerca de la fregadera. Fue hasta l y

    puls los botones a toda prisa. Jupe volvi a sentarse. Su trabajo haba terminado.

  • Oiga! dijo Lucille tras una larga espera. Oiga, mam...? S, mam, de verdad soy yo. S. Y este chico est aqu... ya sabes, ese gordito... y...

    Hubo una pausa y luego: Oh no, mam. No quiero! Estoy estupendamente! Este chico dijo que slo... Hablaron ms por el otro extremo de la lnea y de pronto Lucille se puso tensa de furor. No me has odo? No quiero! grit. Estoy muy bien, tengo un empleo y un sitio fantstico para vivir. Voy

    a dar algunas clases y... Otra pausa, y luego aadi con sarcasmo: Clases de declamacin, mam. Qu pensabas? No necesito ms lgebra! Se oa la otra voz por el telfono. Qu quieres decir con eso de que la vida de pap ya no ser la misma? No me eches a m la culpa replic

    Lucille. Saba que habra folln si te llamaba! Y colg el aparato con rabia. Ya lo saba! exclam. Quin me manda escuchar al primer cabeza de chorlito que pasa por aqu? Mi

    hogar y mi madre! Sabes lo que eso significa? Un ao ms ahogndome en la escuela superior y luego casarme con algn estpido aburrido!

    Por una vez a Jpiter Jones no se le ocurri nada que decir.

  • CAPITULO 7

    Drcula resucita de nuevo

    Los Anderson llegaron aquella tarde a Rocky Beach antes de oscurecer. Jpiter, Pete y Bob realizaban algunas tareas para ta Matilda en la chatarrera, cuando el automvil de Fresno entr por la puerta de la verja. Jpiter haba telefoneado a los Anderson en cuanto regresaron al Puesto de Mando para darles el nuevo nombre de Lucille y su direccin, as como un informe minucioso de la conversacin sostenida con ella aquella maana. De manera que por qu venan ahora?

    Oh, no! gimi Pete. No me apetece quedarme. El automvil se detuvo cerca de la oficina y se ape la seora Anderson. La encontrasteis! exclam con una sonrisa a pesar de que sus ojos estaban enrojecidos. S, seora repuso Jupe. Como ya le dije por telfono, la encontramos. La seora Anderson mir a Pete y el cardenal que tena en la mandbula. Espero que ese golpe no haya tenido nada que ver con nuestra hija observ la seora Anderson. No se

    habr mezclado con tipos violentos, verdad? No, seora respondi Pete. El seor Anderson baj del coche. Me alegrar cuando est segura en nuestra casa, de donde no debi salir. Pareca terriblemente cansado. Me sorprende que no estn ahora en la plaza Cheshire coment Jupe. Algo va mal? Bueno, ya sabes comenz a decir la seora Anderson con una sonrisa forzada ...nos preguntamos si

    vosotros no querrais venir tambin. Lucille puede que est un poquitn enfadada y vosotros parecis unos chicos tan amables... Quiz si estis presentes no dir las cosas que dira si...

    Jpiter comprendi de pronto que los Anderson tenan miedo de su propia hija. Dese no haberles conocido nunca.

    Pete intent escabullirse y perderse. Bob se puso a manipular con una pieza de una mquina, pero al final los tres muchachos subieron al coche de los Anderson para ir a la plaza Cheshire.

    Larry Evans no estaba en la entrada cuando llegaron, sino otro guarda distinto. Estuvo encantado al saber que los padres de la joven de la casa de los Fowler haban ido a verla.

    Quizs ustedes puedan hacer algo! les dijo mientras dejaba pasar al coche por la puerta de hierro. Qu fanfarrn! coment la seora Anderson mientras se volva para mirar al guarda. Qu da...? empez a decir el seor Anderson al ver aparcados en el parque ms de una docena de coches, la

    mayora antiguos, algunos con abolladuras y otros con rutilantes tubos de escape cromados y pinturas chillonas. Adems de los automviles que contrastaban con la pulcritud de la plaza Cheshire, estaban los jovencitos. Focos

    cegadores iluminaban una escena digna de una casa de locos. Haba chicos por todas partes. Uno se haba subido al tejado de la casa de los Fowler. Con la espalda apoyada contra una de las chimeneas, reparta maz entre unas palomas. Haba otros tambin encima del mirador contemplando a los que haban decidido celebrar un concurso de breakdancing en plena calle.

    Y, por encima de todo, el ritmo de la msica. Era un sonido profundo, intenso y vibrante que pareca sacudir la tierra.

    Debe celebrar una fiesta coment la seora Anderson.. .Esto no es una fiesta replic su esposo. Es una bacanal!

  • Tuvo que aparcar cuatro casas ms abajo. Cuando el seor y la seora Anderson regresaban a pie a casa de los Fowler, vieron que el jardn estaba plagado de jvenes, lo mismo que la terraza lateral de la casa.

    Los Tres Investigadores reconocieron a algunos chicos de La Choza de la Pizza. La mayora bailaba al son de la msica, cantando, gritando, y comiendo pizza en platos de papel. Algunos lucan

    adornos hechos con tubos de nen. Un chico con muchos imperdibles llevaba una serpiente viva y colgada del cuello. Otro, que no bailaba, se entretena en vaciar un acurium en la piscina junto a la terraza.

    La seora Anderson subi el tramo de escalones del porche y llam al timbre mientras la msica no cesaba de sonar.

    Un muchacho apareci por un lado de la casa con una caja de detergente y, al ver a los Anderson, grit: Eh, nena! Tienes visitas!

    Y, a continuacin, verti el contenido del paquete de detergente en la fuente con surtidor de la entrada. La msica continu.

    La fuente comenz a formar espuma que, al resbalar por los bordes, caa sobre la hierba. El viento levant copos de espuma de jabn que fueron a caer sobre los setos y los rboles.

    Maravilloso exclam uno de los chicos con admiracin. El seor Anderson apret el puo y lo descarg sobre la puerta... pom... pom... pom... Al fin la puerta se abri, y una criatura extraa, plida como una muerta y con los labios casi negros, se asom. Lucille! exclam la seora Anderson. Quin eres esta vez? grit el seor Anderson. Morticia Addams? Lucille quiso cerrar la puerta pero su padre meti el pie y se lo impidi. Cario, somos nosotros! dijo la seora Anderson tendindole los brazos. Lucille vacil un instante, pero luego deshecha en lgrimas, se dej abrazar. La blusa blanca de la seora

    Anderson qued en seguida manchada con el maquillaje de Lucille, pero ella ni siquiera lo not. El seor Anderson exclam:

    Gracias a Dios! y se apoy contra el marco de la puerta. Por espacio de un minuto aguard mientras su esposa lloraba abrazada a su hija. Luego se abri paso para entrar en la casa, encontr el estreo, y lo par.

    El silencio era impresionante. La fiesta se deshizo rpidamente a partir de aquel momento. Los que danzaban se dieron cuenta de que haba

    padres en la costa y se marcharon. A los pocos minutos, slo quedaban Lucille y sus padres entre restos de pizzas congeladas y montones de patatas fritas. Los Tres Investigadores, algo apartados de la escena, desearon encontrarse en otra parte.

    Cuando Lucille vio que su fiesta se haba esfumado, dej de llorar para lamentarse. Lo habis estropeado... como estropeasteis toda mi vida! gimi. Habis destrozado mi fiesta... la que daba

    Craig para celebrar el contrato y... Contrato? exclam la seora Anderson. Qu contrato? Para hacer Drcula, Mon Amour replic Lucille dndose importancia. Oh, mam! Pap! Va a ser la

    mejor de todas! Y ya s que estabais preocupados por m, pero, como podis ver, estoy muy bien. Aprendo mucho y ahorro incluso, pero lo mejor de todo es la pelcula. Voy a ser la princesa vampiro!

    Las lgrimas haban desaparecido. Lucille estaba radiante. De manera que ahora voy a llegar lejos, sabis? Y es estupendo tener unos padres que se preocupan por m,

    pero estoy bien. Y este es el seor McLain! Craig! Craig McLain! Ven a conocer a mis padres! grit. En cuanto me vio supo que yo era perfecta para el papel de princesa vampiro!

    Evidentemente el seor McLain era el hombre que bajaba la escalera. Buenas tardes dijo con una sonrisa afectada. La seora Anderson le mir sin pronunciar palabra y el seor Anderson emiti una especie de gruido. El seor McLain tendra unos treinta aos y era muy relamido. Tena la cara fina, igual que sus cabellos rubios

    que llevaba muy cuidados y tan largos que le cubran las orejas. Sus pantalones de color tostado eran de gabardina muy suave, y su chaqueta tena un aspecto sedoso y sin arrugas.

    La madre de Arianne! dijo con voz tan afectada como su persona. La hubiera reconocido en cualquier parte.

  • No era una frase muy original, pero a la seora Anderson le gust. Y todava ms que el seor McLain cogiera su mano como si fuera un tesoro.

    Celebro tanto que haya venido le dijo. Era necesario que nos conociramos, aunque an llevar tiempo finalizar el contrato de Arianne.

    La seora Anderson emiti un murmullo ininteligible. Su esposo pareca estar oliendo algo podrido en el fondo de un frigorfico. Drcula? dijo. Drcula, Mon Amour? La continuacin de la clsica pelcula de Drcula respondi el seor McLain. Necesitbamos una actriz...

    una actriz desconocida... para el papel de Mina. Siempre he pensado que Mina Harker no se hubiera adaptado jams a una vida vulgar con su marido aburrido despus de conocer el abrazo del vampiro. Hubiese deseado volver con su amante resucitado y en nuestra pelcula encuentra el medio.

    Valiente broma! exclam el seor Anderson. Si no recuerdo mal, Drcula se convierte en polvo al final de la primera pelcula.

    Los vampiros no se rigen por las leyes de los mortales repuso el seor McLain, impertrrito. En nuestra pelcula, Mina encuentra el secreto para volver a la vida al vampiro y los dos se renen como es su destino.

    El seor Anderson emiti un sonido burlesco y en aquel preciso momento alguien se cay por la escalera. Ah! exclam el seor McLain. Permtanme que les presente a mi socio, Henry Morell. Adora las

    entradas dramticas. Henry, ven a conocer a los padres de Arianne. Henry Morell result ser un individuo bastante rechoncho de cara redonda. Tendra la misma edad que McLain,

    pero, al contrario que ste, tena arrugas por todas partes. Por entre sus cabellos cortos, negros y rizados de aspecto hmedo, asomaban sus orejas. Tena los ojos redondos y oscuros y la nariz demasiado pequea. Sonri estpidamente mientras se levantaba del suelo al pie de la escalera.

    Tanto gusto... murmur Henry. Me enganch el tacn... Henry ha estado con la Twentieth Century-Fox hasta hace poco declar Craig McLain. Hace slo unas

    semanas se uni a Producciones McLain. Posee una experiencia increble en pelculas de terror y nos hemos compenetrado perfectamente. Nuestra pelcula estimular la imaginacin del pblico, en vez de abusar de la sangre y de los efectos especiales. El terror estar implcito.

    Aterrador! dijo el seor Anderson sarcsticamente. Lucille, quiz mejor sera sentarnos y charlar un rato sugiri la seora Anderson. Ni lo pienses! Pareca que Lucille iba a enfadarse otra vez. No hay nada de que hablar! El seor McLain se extra: Lucille, querida? Vaya, yo pensaba que te llamabas Arianne. Y al ver que su protegida comenzaba a

    encolerizarse, de nuevo se apresur a aadir. Pero qu tonto soy! Claro, Arianne es tu nombre artstico. Vamos, querida, s que querrs estar a solas con tus padres. Al principio todo esto puede resultar un tanto sobrecogedor. Me pondr en contacto contigo dentro de un par de das. Entretanto, si tienen alguna pregunta que hacer, no vacilen en llamar a este nmero.

    El seor McLain sac una tarjeta de su cartera que entreg al padre de Lucille. Por el momento, Henry y yo vivimos una existencia casi buclica arriba en las colinas. Es un lugar que

    perteneci a Cecil B. de Mille, sabe. Querrn creer que esta maana nos despertaron los balidos de un rebao de ovejas que paca en la colina detrs de la casa? Es demasiado. An no tenemos telfono, pero mi secretaria siempre sabe dnde encontrarme.

    El seor Anderson guard la tarjeta en su bolsillo sin mirarla. Si hay algn asunto turbio le meter en presidio declar. Pap! grit Lucille. Lo comprendo dijo el seor McLain. Cualquier padre hara lo mismo. El seor McLain, se inclin, antes de dirigirse a la puerta con su socio. Y ahora exclam el seor Anderson, vamos a poner en orden algunas cosas!

  • CAPITULO 8

    Una advertencia

    Lucille, cario dijo la seora Anderson, sabes que te queremos y confiamos en ti. Para que haga qu? pregunt su padre. Si sta es tu gran oportunidad continu la seora Anderson, queremos ayudarte, pero... Judy, qu dices? exclam su marido. Ella se volvi. Ms pronto o ms tarde tendremos que confiar en nuestra hija. Es... es casi adulta. Pero, si por eso has de

    sentirte mejor, me quedar aqu con ella. Mam, yo no necesito niera! exclam Lucille. Y, de todas maneras, no puedes quedarte aqu. Esta casa

    no es vuestra, ni ma tampoco. Es de la seora Fowler, y yo cuido de ella. Es mi trabajo! Adems, para vuestra informacin, tambin trabajo en un saln de belleza!

    Eres menor de edad replic su padre. Y si queremos que ests en casa, en casa estars. Charles, no! suplic la seora Anderson. Te odiara siempre. Que me odie declar el seor Anderson. No tengo que gustarle. Soy su padre. Pero el seor Anderson no pareca un hombre dispuesto a que le odiasen. Gru y amenaz un rato ms, pero sus

    amenazas tenan cada vez menos fuerza y, al final, permiti que su esposa le acompaase hasta la puerta. Antes de salir, se detuvo para sacar su cartera.

    Ten mucho cuidado, oyes? le dijo. Y puso una cantidad de dinero en la mano de Lucille. Luego se fue hacia el coche.

    Nadie se haba preocupado de presentar a Pete y a Bob. Los tres muchachos se sentan violentos al verse atrapados en mitad de aquella pelea familiar. Ahora que haban encontrado a Lucille, deseaban volver a su Puesto de Mando. Pero no iba a ser posible.

    Siguieron a la seora Anderson hasta el automvil. De repente el padre de Lucille exclam: Productor de cine, narices! Si ese tipo viscoso es productor de cine, me como mi sombrero! El automvil sali de la plaza Cheshire para bajar por la colina hasta la autova. Puede que tengas razn, querido dijo la seora Anderson con calma. Puede? Su esposo pareca asombrado. El seor McLain parece un joven muy agradable, pero no obstante deberamos saber algo ms de l. Se volvi hacia los tres muchachos. Si os doy su tarjeta, comprobaris su identidad? les suplic. Sabis de alguien que os pueda informar? Fuisteis tan eficientes para encontrar a Lucille, que

    sin duda podris averiguar si el seor McLain es realmente un productor de cine. Pete gimi en su fuero interno. Supongo que podremos averiguar si es conocido en la industria cinematogrfica repuso Jpiter. No creo

    que sea necesario pertenecer a ninguna asociacin para ser productor. Creo que lo que hay que tener es una idea y dinero.

    Ese tipo es un farsante! gru el seor Anderson. Princesa Vampiro! Dijo lo primero que le vino a la cabeza Y ese amigo suyo que se cay por la escalera... me parece que no est en sus cabales.

    Entr en la autova para dirigirse al Patio Salvaje.

  • Judy, podemos hacer una cosa sugiri. Yo me voy a casa y t te quedas aqu para ver cmo van las cosas. Ella mene la cabeza. Lucille ha tomado una decisin. Hemos de dejar que pruebe sus alas. El seor Anderson gru una vez ms y sigui con sus amenazas, pero, al llegar a la puerta de la chatarrera,

    entreg la tarjeta de McLain a Jupe con un suspiro. Telefoname a Fresno y tenme al corriente de lo que averiges le dijo. Si tienes que gastar ms dinero,

    hazlo. Quiero llegar al fondo de todo esto... No puedo creer que ningn hombre que est en su sano juicio pueda dar el papel principal a Lucille para hacer una pelcula que costar miles.

    Oh, posiblemente millones! exclam la seora Anderson realmente emocionada. A la maana siguiente, muy temprano, los Tres Investigadores se reunan de nuevo en el Puesto de Mando. Nuestro proyecto inmediato es verificar la autenticidad de ese tal Craig McLain. Lucille parece tener una facilidad especial para meterse en problemas dijo Bob T crees que el que

    entr en casa Fowler tena algo que ver con ella? No contest Pete. Entran en las casas continuamente. Recordis los numerosos robos de los monstruos de

    Hollywood? Estoy de acuerdo con Pete replic Jpiter. Ahora propongo que llamemos a Hctor Sebastin. Jpiter se refera al amigo de los muchachos, el escritor de guiones que antes fuera detective privado. Conoce a muchsima gente en Hollywood continu Jpiter. Tal vez haya odo hablar de Craig McLain. Don, el criado vietnamita del seor Sebastin, contest al telfono. Le dijo que el seor Sebastin se encontraba

    en Idaho con una compaa que filmaba una pelcula. Estar ausente unos das, tal vez una semana continu Don. No es seguro. Cuando regrese, le dir que

    habis llamado. Jupe le dio las gracias a Don y colg. Tras una breve conferencia con sus compaeros, decidi que el modo ms

    directo era el mejor. Tenemos la tarjeta de Craig McLain dijo Jpiter. Podemos ir directamente a su oficina. Para interrogar a su secretaria? contest Bob. Es que no les pagan para que no den informacin a desconocidos? Estoy seguro de que el mero hecho de estar en su oficina nos permitir sacar algunas conclusiones replic

    Jupe. Luego Jupe hizo una llamada a la compaa de alquiler de automviles Rent and Ride. Gracias a una concesin

    efectuada por un cliente, en prueba de agradecimiento hacia los muchachos, stos podan utilizar de vez en cuando un Rolls-Royce antiguo de la agencia. Y con l, los servicios de Worthington, un chfer britnico. Worthington vesta siempre de uniforme y trataba a los Investigadores como si fuesen millonarios y no un terceto de entusiastas. Se haba convertido en un aliado de los muchachos, los cuales ahora le consideraban un socio extraoficial de la firma de detectives.

    Aquella maana, Worthington y el Rolls estaban disponibles. El rutilante automvil negro con adornos dorados no tard en detenerse ante la verja de la chatarrera.

    Al ver el Rolls, ta Matilda lanz un gemido. -Ah est ese coche otra vez. Ahora me imagino que estaris ocupados todo el da. Y el trabajo que haba

    preparado para ti, Jupe? Maana. Lo prometo replic Jpiter. Hoy tenemos que ayudar a los Anderson. T siempre tienes una buena excusa gru la seora Jones. Los muchachos marcharon en busca de la direccin de la tarjeta de McLain en Sunset Strip. El viaje les llev casi

    media hora. Al llegar al Strip, Worthington condujo lentamente hasta localizar las seas que con antelacin Jupe le haba dado.

    Hay espacio para aparcar aqu en la acera dijo. Qu hago? El Rolls suele llamar la atencin. Prefers pasar desapercibidos?

    Preferira ser invisible! exclam Bob. Si Lucille Anderson descubre que estamos investigando su productor favorito podra coger otra rabieta.

    No me gustara verlo dijo Worthington con una sonrisa yendo hasta una calle secundaria donde aparc. Vamos a ir todos en tropel a la oficina de McLain? pregunt Pete.

  • Jupe reflexion unos instantes. No ganaremos nada sobrepasndole en nmero dijo. Ir yo solo. Se ape del coche y se dirigi a Sunset. La oficina de McLain estaba en un edificio estucado de dos pisos, en cuya planta baja haba una cafetera. El

    edificio no era impresionante. Al subir la escalera, descubri que Producciones McLain comparta el segundo piso con una firma de abogados.

    Cuando Jpiter puso la mano en el pomo de la puerta oy decir: Condenado estpido! Una voz de mujer dijo: Han suspendido la produccin hasta que encontremos all un especialista. No va a dar el salto el propio actor. Est bien, bsquelo dijo la primera voz. No era McLain sino otro hombre menos afectado. No tendramos

    todos estos problemas si hubisemos realizado aqu la filmacin. Qu diferencia puede haber entre una colina mexicana y otra de Griffith Park?

    Jpiter hizo girar el pomo y abri la puerta. Vio a una mujer de cabellos grises rizados y gafas sin montura. Estaba sentada ante un escritorio con el telfono

    en la mano. Un hombre calvo de fieros ojos azules mir ceudo a Jupe y luego entr en un despacho interior y cerr la puerta

    a sus espaldas. En qu puedo servirte? pregunt la mujer sin soltar el telfono. Est el seor McLain? dijo Jpiter. No es un buen momento dijo la mujer. Para qu quieres verle? Yo... yo le conoc ayer tarde replic Jupe que tuvo una inspiracin repentina. Fue en casa de una amiga

    comn. Y se me ocurri que tal vez pudiera darme un papel en esta pelcula. Darte un papel? Tengo cierta experiencia continu Jupe. Si hay algn papel juvenil en la pelcula de Drcula... Seor McLain! grit la mujer. El hombre calvo abri la puerta y se asom. Seor McLain, este chico dice que le conoci ayer en casa de no s quin. Habla de una pelcula sobre Drcula. El hombre sali de su despacho. Drcula? Es que no tengo yo bastantes problemas con una compaa filmando en Ensenada? Slo me faltaba

    que ahora me pregunten por Drcula... Jupe se le qued mirando unos segundos y luego sac la tarjeta que le diera el padre de Lucille. Se la entreg al

    calvo sin una palabra. El hombre, al ver la tarjeta, gru. El hombre que me dio anoche esta tarjeta me dijo que podra encontrarle aqu explic Jupe. Dijo llamarse

    Craig McLain. Me parece que no deca la verdad. Puedes apostar tus zapatos a que menta replic el calvo. Y ese individuo te dijo que iba a darte un papel

    en alguna pelcula? En realidad, iba a drselo a una chica continu Jupe. Y brevemente les explic la historia de Lucille

    Anderson. Y va por ah repartiendo mis tarjetas dijo el calvo McLain. Lo siento, chico, pero yo no voy a hacer

    ninguna pelcula sobre Drcula. No es lo que yo suelo hacer. Me dedico a los documentales y algunos anuncios. Y ahora mismo no tengo ningn papel para jovencitas, y yo aconsejara a esa joven que piensa que va actuar en una pelcula de Drcula que lo piense dos veces. Dile que lo olvide y se busque un buen trabajo de camarera. Tiene dinero?

    Jpiter mene la cabeza. No. No tiene. Es amiga tuya? Hace poco que la conozco. Dile que tenga cuidado con esos hombres que se hacen pasar por productores de cine... especialmente si

    utilizan las tarjetas de otros.

  • Lo har contest Jpiter. Tiene usted alguna idea de quin puede ser ese hombre en realidad? Le ha ocurrido esto antes?

    El calvo se encogi de hombros,

    A m, no. Pero doy muchas tarjetas porque para eso son. Se dan a la gente y se le dice: Llmeme. Tal vez tenga un papel para usted. Algunas veces llaman y otras no. Qu aspecto tiene ese individuo?

    Representa unos treinta aos dijo Jupe. Cabello claro. Muy relamido. Dice que vive en las colinas en un lugar que perteneci a Cecil B. DeMille.

    Eso seguro replic McLain. DeMille muri! Luego se puso pensativo. Si eres amigo de esa joven, dile que se vuelva a su casa en seguida. Algunas veces esos tipos que se las dan de

    importantes van detrs del dinero, y eso ya es bastante malo. Pero si son descubiertos pueden ser realmente peligrosos!

  • CAPITULO 9

    Llenos de temor

    Larry Evans estaba de guardia en la plaza Cheshire cuando el Rolls-Royce subi la colina. Sali de su garita para verlo.

    Estoy impresionado! exclam. Muchacho, estoy impresionado! Lo sabe Arianne? O es una gran sorpresa?

    Ser una sorpresa, desde luego dijo Pete. Cuando oiga lo que tenemos que decirle, se quedar muy sorprendida.

    Est en casa? pregunt Jupe. S! dijo el guarda. Ese tipo del pelo largo tan presumido estuvo aqu antes con su compaero, pero se

    marcharon hace un rato. La avisar. Volvi a entrar en la garita. A travs de la ventana le vieron pulsar varios botones del telfono y luego esperar y

    esperar. Al fin frunci el ceo y dej el aparato. No contesta nadie en casa Fowler dijo. Puede que

    haya salido? sugiri Bob. Larry Evans mene la cabeza. La hubiera visto. Jupe sinti un temor repentino. Iba con McLain cuando se march? No les asegur el guarda. Su socio le acompaaba... ese hombrecillo rechoncho de cabello rizado... pero

    Arianne, no. Ahora el guarda pareca preocupado. Era evidente que tena orden de no dejar entrar en la plaza Cheshire a nadie

    sin la autorizacin de un residente. Dejad que pruebe otra vez les dijo. Volvi a pulsar los botones del telfono y a esperar otra vez. Al no

    obtener respuesta hizo una seal con el brazo para que el Rolls entrara por la verja. Llamad a la puerta les dijo. Mirad en la piscina. Y si no la encontris venid a avisarme. Worthington dio la vuelta al parque. La casa Fowler ahora estaba tranquila, aunque todava quedaban restos de la

    fiesta de la noche anterior. Un plato de papel asomaba por debajo de un seto y, cuando los Tres Investigadores subieron por la avenida, unas palomitas de maz crujieron bajo sus pies.

    Jupe hizo sonar el timbre, que reson en el interior de la casa, pero nadie sali a abrir. No est dijo Bob. Aqu pasa algo raro observ Jupe. Estoy seguro de que pasa algo raro. Volver a la entrada propuso Pete. El guarda debe tener una llave maestra. Y sali corriendo por delante del Rolls, donde aguardaba Worthington. Mientras, Jpiter y Bob dieron la vuelta a

    la casa. No vieron ni rastro de Lucille. Cuando regresaron a la puerta principal, Pete les esperaba con el guarda en el porche. Worthington estaba all

    tambin con expresin preocupada. El guarda abri la puerta con su llave maestra y entraron todos en el vestbulo donde los restos de la fiesta de Lucille seguan esparcidos por el suelo.

    Lucille! grit Jpiter. Nadie contest. Los muchachos efectuaron un rpido registro. No les llev mucho tiempo revisar toda la planta baja. Al subir al

    piso de arriba, Larry Evans les acompa. Worthington se qued abajo para vigilar.

  • Arriba haba varias puertas cerradas que Evans fue abriendo una tras otra. Los muchachos vieron varios dormitorios, que no se utilizaban, con las cortinas corridas. Al final del pasillo, haba una habitacin que evidentemente s se utilizaba mucho. Tena una cama grande con la colcha rosa pastel. Un par de zapatillas con cabecitas de conejo blanco estaban tiradas debajo de una silla, y una bata de satn acolchado a los pies de la cama.

    Larry Evans descorri una cortina y la luz inund la habitacin. Aqu debe dormir Lucille coment Jupe. Yo creo que esta es la habitacin que utiliza la seora Fowler cuando est en casa dijo Evans que mir el

    tocador donde haba una bandeja llena de frascos de perfume. Arianne es muy buena chica, pero no debiera utilizar esta habitacin ni tocar las cosas de la seora Fowler.

    Pete comenz a husmear. Abri una puerta que result ser un armario mucho mayor que la mayora de los dormitorios. Estaba atiborrado de vestidos.

    No se fue a Europa la seora Fowler? pregunt Pete. Qu se llevara si dej todo esto? Nadie se atrevi a responder a su pregunta. Jupe se pellizcaba el labio inferior con la mirada fija en la alfombra,

    seal de que su maquinaria mental iba a toda marcha. Hay alguna otra salida? le pregunt a Evans. No pudo haberse marchado sin pasar por su lado? Desde luego, hay una salida en la parte de atrs repuso Evans. Es para el basurero, los repartidores y los

    operarios. Pero siempre est cerrada. Quin tiene la llave? pregunt Jupe. No tiene llave. Cuando alguien ha de utilizar esa puerta, me avisa. Yo la abro pulsando un botn desde mi

    garita. Puede que Lucille haya ido a casa de algn vecino sugiri Bob. No es probable replic Larry Evans. Arianne no se relaciona mucho con los otros residentes. Pete abri otra puerta esperando encontrar otro armario, pero sta daba a un cuarto de bao, cuya baera de

    mrmol rebosaba de espuma. El aire era denso y ola a flores. En el lavabo doble haba ms tarros y botellas. Una estaba volcada y su contenido de color mbar se haba derramado sobre el mrmol y goteaba hasta el suelo.

    Qu chica tan descuidada! exclam Bob. Quiz no sea eso decidi Jupe que contemplaba el desorden desde la puerta del cuarto de bao.

    Supongamos que estaba en la baera cuando son el telfono. Supo que McLain estaba en la entrada y le dijo al guarda que le dejara pasar. Luego se puso alguna ropa y baj a abrir la

    puerta... y ocurri algo. Algo tan violento, o tan importante que le impidi volver a subir y vaciar la baera. Yo apuesto por algo violento dijo Bob. Alguien la persigui hasta aqu y el perfume se derram mientras

    luchaba con l. Estis imaginando demasiadas cosas, muchachos dijo Evans, que pareca muy nervioso. Mirad, es una

    chica indolente y seguro que no vaca automticamente la baera a menos que alguien la regae. Estar acostumbrada a que su madre vaya siempre tras ella. Derrama el perfume y se dice que ya lo limpiar cuando llegue el momento. Baja, deja entrar a McLain y... y...

    Y qu? pregunta Jupe. Dnde est? Si no se march con McLain ni ha ido a visitar a los vecinos, qu ha sido de ella?

    Fue Bob quien encontr la toalla. l estaba cerca del tocador y el cesto de la ropa sucia casi a sus pies. Eh, mirad esto! Se inclin para coger la toalla. Era blanca con una mariposa bordada en un extremo. Estaba

    manchada de rojo oscuro. Es lo que me temo? pregunt Bob. Larry Evans la cogi y peg un respingo. Es sangre declar. Y la toalla todava est hmeda. Tenis razn. Aqu ha ocurrido algo esta maana.

    Voy a avisar a la polica!

  • CAPITULO 10

    La dama desaparece

    Acudi el comisario Reynolds en persona. Al ver el caos reinante en el cuarto de bao, su rostro se ensombreci. Mir a Larry Evans con el ceo fruncido. Dijo usted que tuvo una visita esta maana? Anot el nmero de la matrcula? S, comisario replic Evans. Lo tengo en la garita. Pero podra jurar que la muchacha no se fue en ese

    coche. Pues se march de alguna manera dijo el comisario mientras bajaba la escalera. Hablar con los vecinos

    aadi. Puede que alguno haya visto algo. Y vosotros, muchachos, marchaos a casa. No quiero que andis por aqu, entendido?

    Comisario Reynolds... comenz Jupe. Largo! exclam el jefe. Ahora esto es cosa de la polica! Worthington condujo al tro de jvenes detectives de vuelta a la chatarrera. Al principio, en el interior del

    automvil rein un silencio sepulcral.

  • Al fin Pete habl: Bueno, este caso es el colmo. Qu quieres decir? pregunt Bob. Encontramos una bolsa-bandolera en la playa prosigui Pete y tratamos de localizar a su propietaria.

    Parece sencillo... basta llamar a la biblioteca. Y entonces descubrimos que la propietaria tambin ha desaparecido. La encontramos, pero sus padres quieren que sigamos investigando.

    Esta vez se supone que hemos de encontrar al tipo que le ha dado trabajo a la chica. Slo que l tambin desaparece..., o puede que no haya existido jams. Cuando tratamos de prevenir a la muchacha, vuelve a desaparecer.

    Y cuando el caso empieza a ponerse interesante aadi Jupe, la polica nos obliga a retirarnos. Este caso va a volvernos locos! concluy Pete. Worthington dej a los muchachos y se march. Jpiter mir las puertas de la verja. Estaban cerradas. Aquello era

    impensable en pleno da. Dnde estn to Titus y ta Matilda? pregunt Jupe en voz alta. Puedo adivinarlo dijo Bob. Se han enterado de que algn edificio antiguo de Nome, Alaska, va a ser

    demolido y han ido a ver si pueden hacerse con las tuberas oxidadas y las fregaderas desportilladas. Su explicacin era una broma, pero result que no andaba muy lejos de la verdad. Konrad apareci en el patio y le

    dijo a Jpiter que su to estaba en Los ngeles recogiendo chatarra en un derribo. Tu ta est al otro lado de la calle guisando dijo Konrad. Tengo la puerta cerrada porque estoy ocupado y

    aqu hay demasiadas cosas que alguien podra llevarse. Konrad fue en busca de la llave. Al abrir las grandes puertas dijo: Si os quedis aqu y vigilis a los clientes, no tendr que volver a cerrar con llave. Jupe se avino a permanecer cerca de la puerta y Pete y Bob se fueron a sus casas. Durante un rato, Jupe estuvo

    sentado en los escalones de la oficina pensando en Lucille Anderson. Mentalmente record el desorden del cuarto de bao. Qu haba ocurrido? El guarda no haba visto a la joven abandonar la plaza Cheshire. Ira dentro del portaequipajes del coche de McLain? O se habra escapado otra vez? Y qu significaba la toalla manchada de sangre?

    Al cabo de cierto tiempo otro pensamiento le llen de intranquilidad. Dnde estaba su ta Matilda? Por qu tardaba tanto? Algunas veces abandonaba la chatarrera para poner algo a cocer, pero nunca tardaba ms de unos minutos.

    Konrad? grit Jupe. Konrad acudi sudoroso. Voy un momento a la casa le dijo Jupe. Quiero comprobar una cosa. De acuerdo! replic Konrad. Yo vigilar la puerta. Jupe cruz la calle para ir a casa de los Jones y encontr la puerta de la cocina abierta. En la cocina no haba nadie, ni nada sobre el fogn. Un puchero vaco estaba en el suelo donde alguien lo haba

    dejado caer. La tapadera haba rodado hasta un rincn. De pronto Jupe sinti fro. Escuch. La casa estaba en silencio. Deba gritar? Estaba all ta Matilda? O habra alguien ms en la casa...

    alguien que haba sobresaltado a ta Matilda hasta el punto de dejar caer el puchero y... y qu? Dnde estaba ahora?

    Fue hasta el comedor y vio los platos y manteleras tirados por el suelo. Los cajones haban sido sacados del aparador, y todos los cubiertos estaban esparcidos sobre los manteles.

    Jupe tena la boca seca. Quiso gritar, pero decidi no hacerlo. El intruso poda seguir all... y tener consigo a ta Matilda!

    Jupe fue de puntillas hasta la sala de estar. All los libros y objetos aparecan tirados por el suelo. Los cajones haban sido sacados de las mesitas y volcados. Ms all de la sala de estar, estaba el recibidor de la entrada principal. El armario de los abrigos haba sido abierto, y las chaquetas, impermeables y botas sacadas al exterior.

    Pero ni rastro de ta Matilda! Tambin la leonera de to Titus haba sido arrasada, y la grabadora y el plato del tocadiscos haban desaparecido,

    as como el altavoz. Los amplificadores estreo seguan all. El ladrn debi encontrarlos demasiado incmodos para llevrselos. O acaso fue sorprendido antes de que pudiera cogerlos?

  • Sorprendido! Eso era! Ta Matilda haba llegado de la chatarrera con la caja del dinero, y el ladrn la oy. En aquel instante Jupe record haber visto la caja del dinero. Cuando entr en la cocina estaba encima del

    mostrador, cerca del pequeo aparato de televisin. Jpiter volvi corriendo a la cocina. La caja segua all. Al abrirla vio que haba dinero dentro. Mucho dinero. Ta

  • Matilda llevaba casi cien dlares cuando entr en la cocina. Y el ladrn no los haba tocado. Por qu? Dnde estaba su ta? Ta Matilda? grit con voz temblorosa. Entonces lo oy. Gurrrruf! Mummmmm! Zas! Eran gritos sofocados seguidos de golpes y porrazos. Jpiter corri hasta el pequeo porche exterior de la cocina. All estaba la lavadora y la secadora. En un rincn

    haba un armario para las escobas. El ruido vena del armario. La puerta estaba bien cerrada. Haban colocado una escoba entre el armario y la lavadora. El palo apoyado contra

    la puerta y la cabeza de la escoba contra la lavadora. Ta Matilda! grit Jpiter. Ests bien? Soy yo, Jpiter! Ms golpes furiosos se oyeron dentro del armario y Jupe tir de la escoba. La puerta se abri. Ta Matilda cay de bruces en el porche acompaada de trapos del polvo y productos de limpieza. Jpiter! Por fin! Tena el rostro acalorado y los cabellos de punta. Se sent en el suelo y exclam: Deja que le eche el guante a ese granuja! Desear no haber nacido!

  • CAPTULO 11

    Jupe pide ayuda

    La polica lleg a los pocos minutos. Ta Matilda estaba sentada ante la mesa de la cocina, mirando ceuda la taza de caf que Jpiter le haba preparado.

    Puede usted decirnos lo que ha ocurrido, seora? le pregunt uno de los agentes. Claro que poda y lo hizo con gran apasionamiento. Haba ido a la casa con intencin de poner a hervir unos

    huesos para la sopa. Acababa de sacar el puchero del armario, cuando oy que algo se mova en la sala de estar. Pensando que poda ser Jpiter, le llam.

    Un momento despus la agarraban por detrs y le aplicaban algo suave y sofocante contra su rostro. E