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Trujillo Murillo Elizabeth de Jesus Grupo 331 Reporte de lectura: Pensativa Por: Jesús Goytortúa Santos Roberto, un joven abogado, soltero, que vive en la ciudad, sale de México para visitar a su tía Enedina que se encuentra enferma. Hace años que Roberto no visita Santa Clara de las Rocas, su pueblo natal y el lugar en donde vive el recuerdo de su infancia. No se encuentra muy contento de tener que dejar la ciudad. Al llegar a la estación Villa Arista, observa que lo esperaba Ireneo, el cochero de su tía, con una volanta. Después de pasar hasta el otro lado de Santa clara, llegaron a la finca de su tía Enedina llamada la Rumorosa. En ese momento, se encontraba el viejo doctor López, quien cuidaba Enedina. Roberto fue recibido cálidamente por su tía y su prima Jovita, especialmente por la chacha Genoveva, su nana de la infancia. Una vez instalado en su viejo cuarto de cuando era niño, decidió salir a pasear en caballo guiado por Fidel el mocito. Al regresar de su paseo, Roberto se dio cuenta de que Santa Clara estaba llena de jovencitas solteras muy bellas y llego a su pensamiento la idea

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Trujillo Murillo Elizabeth de JesusGrupo 331

Reporte de lectura: Pensativa

Por: Jesús Goytortúa Santos

Roberto, un joven abogado, soltero, que vive en la ciudad, sale de México para visitar a su tía

Enedina que se encuentra enferma. Hace años que Roberto no visita Santa Clara de las Rocas, su

pueblo natal y el lugar en donde vive el recuerdo de su infancia. No se encuentra muy contento

de tener que dejar la ciudad. Al llegar a la estación Villa Arista, observa que lo esperaba Ireneo,

el cochero de su tía, con una volanta. Después de pasar hasta el otro lado de Santa clara, llegaron

a la finca de su tía Enedina llamada la Rumorosa. En ese momento, se encontraba el viejo doctor

López, quien cuidaba Enedina. Roberto fue recibido cálidamente por su tía y su prima Jovita,

especialmente por la chacha Genoveva, su nana de la infancia. Una vez instalado en su viejo

cuarto de cuando era niño, decidió salir a pasear en caballo guiado por Fidel el mocito. Al

regresar de su paseo, Roberto se dio cuenta de que Santa Clara estaba llena de jovencitas solteras

muy bellas y llego a su pensamiento la idea de casarse, posiblemente en su pueblo natal. Al

llegar a la casa de su tía le pregunta qué pensaría ella si él se casara en Santa Clara. Su tía, la

chacha y su prima Jovita respondieron muy emocionadas sobre esta idea. Las tres mujeres

hablaban entre si con mucho entusiasmo, cuando de repente guardaron silencio. Roberto

preguntó un poco preocupado que era lo que les sucedía, a lo que su tía le respondió que ya le

tenían una novia para él. Roberto se emocionó y comenzó a preguntarle sobre ella.

Gabriela Infante, conocida por el sobrenombre de Pensativa, es descrita por Genoveva como

si fuera una maravilla, lo mejor de lo mejor. Las palabras de la chacha despiertan el interés por

Pensativa a Roberto y con ansias les pregunta cuando podrá ver a tan maravillosa mujer. Su tía le

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responde que ésa misma noche podrá ver a su prometida. Al ver la tormenta que cae, Roberto se

desilusiona y comienza a creer que Pensativa no llegará. Al ver que no llegaba su amada, decidió

entrar a la cocina para poder cenar, cuando de repente escucharon que sonaron fuertes golpes en

el portón. Genoveva y Fidel corrieron para abrir el portón y dejar pasar a Pensativa, que se

encontraba acompañada por Basilio, su caporal.

Roberto es presentado por medio de su tía a Pensativa. Al principio, Pensativa no era de su

agrado, ya que le habló de una manera dominante que golpeó el orgullo de Roberto. En cuanto

dirigió su mirada a Pensativa, supo que estaba vencido y toda su arrogancia se había esfumado.

Nuevamente fue cautivado por la belleza de Pensativa. Terminó por tratar de iniciar una

conversación con ella que simplemente lo decepcionó más. Pensativa y Roberto, lejos de unirse,

terminaron enemistados.

Roberto quedo desilusionado. Intentaba e intentaba convencerse de que no le importaba

Pensativa, pero termino por admitírselo a sí mismo de que estaba enamorado de ella. Roberto,

como un buen caballero, intenta ganar el amor de Pensativa.

Roberto quería proteger a Pensativa de su pasado y quitar de su rostro esa melancolía que

tanto la caracterizaba. Lejos de lograr que reflexione sobre su pasado, Pensativa comienza a creer

que es una santa. Aún así, Roberto logró convencer a Pensativa de casarse con él.

El día de su boda, todo el pueblo se encontraba en la iglesia y Roberto esperaba a Pensativa

en el altar. La iglesia estaba decorada, su tía Enedina, Genoveva y su prima Jovita, también se

encontraban ahí. Roberto estaba muy contento y por qué no lo estaría, después de todo lo que

hizo para conquistar a Pensativa, por fin había conseguido que ella lo amara, o al menos eso

creía él.

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Pensativa nunca llegó a la iglesia y dejó abandonado a Roberto en el altar junto con todo el

pueblo. La buscaron por todas partes, pero era inútil, ella había huido sin ningún rastro. Roberto

sintió una soledad inmensa. Su tía Enedina falleció después de la desaparición de Pensativa.

Después de lo que sucedió, Roberto nunca se caso.

Un día, después de 3 años desde que su tía Enedina muriera, la chaca le aviso a Roberto que

una monja deseaba verlo. La monja era de esas monjas mexicanas obligadas a no guardar la

clausura, pobrísima, vestidas de negro y que siempre se encuentran en la cabecera de los

enfermos. Después de los saludos, la monja le informó que tenía un mensaje verbal para el de

parte de Sor Asunción de las Divinas Llagas. Al principio Roberto no comprendía, hasta que la

monja dijo que Sor Asunción era Gabriela Infante. De inmediato, Roberto se sorprendió al

descubrir que Pensativa se había hecho monja. Aún después de tanto tiempo, Roberto tenía

esperanzas de volver a ver a Pensativa, pero después de lo que escuchó, sabía que la había

perdido para siempre y nunca mas la volvió a ver.

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-Bibliografía

Goytortúa, J. (2008). Pensativa. Editorial Porrúa: México, D.F.