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- 22- por complet o, y a rogar a los lectores, que 'no me atribuyan a mas ninguna op ini 6n si oxpr es amente no .Iaencuentra n en mis escrlt os, y. que no admitan n ing un a c om o ve rdadera ni en mis escrltos, ni en los de los demas, si no la ven claramente deducida de los verdade- ros Prmciplos . Se:tambien que podran pasarsemuchos siglos antes que se hayan deducido ast de estos Principios todas las verdades que pueden de- duci rse de ei los, pues to que Ia mayor parte de las que quedan por hallar, dependen de algunas experiencia partieulares que [amas se eneontraran pa r ca sua li dad, si no que deben ser buse ada s con cui - dado y ga st os por hombres rouy sa gac es; puest o que di fi ci lme nt e sucedera que los mismos que sepan servirse bien de ellas pue- dan haeerlas , y tambien nuesto que la mayoria de los mejores inge ni os han eonce bi do t an mal a opi nion de t oda Ia Fil osofi a, a c au- sa de los defectos que han observado en Ia que hasta 01presen- te ha estado en uso, que no podran dedicarse a busear otra mejor, Pero si Ia di te renc ia, en fi n; que enc ue nt ren entre est es Pri nc ipi os y t odo s l os de l os d ema s, y Ia grande serIe de l as verda des que de ellos pueden deducl rse, le s haee n conoc er euan Importa nt e es cont inua l' en Ia investigaci6n de estas verdades, hasta que alto grado de Sabi- duria, a que perfecciou de vida, y a (manta felicidad pueden (Jon- duci rnos, 'me a tre vo a creer, que no habra ninguno que no trate de e nt re ga rs e a un estudio t an pr o e eho so, 0 al menos que no favorez- ca y qui era ayudar con todas sus fuerzas a los que se dediquen a d con fruto. HagoIervientes votes para que, al cabo, Yean a lg nn a ve z nu es - t ros ni etos el fel iz exi to del mi smo, &;, L O s PRINGIPlOS D E L A FIL080PiA PRIMERA PARTE DF LOS P IU N C JP JO S DEL nUMANO 1. Q u e p a ra i nv e st ig a r I a verdad es . posible, de tc ~'1S las co' prec{SO dudar. en caanto se sas, una vezell ia vt« a Como he.rnos sid" ._ l a. " muos ant d l ln as v ec es b' as e ser 1107"»' len, otras:m 1d H.<ores, y hem . dos, Cuando no t ~ a, e las COsas presen tad ~. as JUzgado abrigam em amos t od av fa e l c omp l t as a n ue s tr os S en ti . os u na ll l ui ti t ud de '" <e 0 USo de llUestra ~_ nocimiento d 1 preJulclos ou no~'" razoD, e a Vel'dad '_ ..., l1UPJden 11 C e podam~s lib ' Y nos previenen de tal' egar- al co· l'arnos; de ell ' S lI e rt e, qUe n en nuestra vida de t d as, 81 no nos de ci d imos a dd 0 par.~ , ,0 as las cosas' u ar una y' pecna de incertidulllhre . en que encontremos Ia m ez enol'S08_ 2. Que es «til tambi&z . C on si de ra r c om o -I: I .! a sas todas l . dlldos([s. r as C{)$as Sera t ambi en muy l it 'l !J : 1 que reeh ean eapaces de 1 accmos como fal qUe [b a menor dUda a fin d . Bas, tOdas la s que , no 0 stante t ' e qUe 81 desc{ b . ' dad eras, recono zca::spr ecaUCi6 n,] 1]08 pare:en mani;ie:~:OS algunas de eon que Son taml:r;(in' mente >'cr- oeer que es posible. ' muy Clerras Y las:mas [aciIcs

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por completo, y a rogar a los lectores, que 'no me atribuyan jamas

ninguna opini6n si oxpresamente no .Iaencuentran en mis escrltos,

y. que no admitan ninguna como verdadera ni en mis escrltos, ni en

los de los demas, si no la ven claramente deducida de los verdade-

ros Prmciplos.

Se:tambien que podran pasarsemuchos siglos antes que se hayandeducido ast de estos Principios todas las verdades que pueden de-

ducirse de eilos, puesto que Ia mayor parte de las que quedan por

hallar, dependen de algunas experiencias partieulares que [amas

se eneontraran par casualidad, sino que deben ser buseadas con cui-

dado y gastos por hombres rouy sagaces; puesto que dificilmente

sucedera que los mismos que sepan servirse bien de ellas pue-

dan haeerlas, y tambien nuesto que la mayoria de los mejores

ingenios han eoncebido tan mala opinion de toda Ia Filosofia, a cau-

sa de los defectos que han observado en Ia que hasta 01presen-

te ha estado en uso, que no podran dedicarse a busear otra mejor,Pero si Ia diterencia, en fin; que encuentren entre estes Principios y

todos los de los demas, y Ia grande serIe de las verdades que de ellos

pueden deduclrse, les haeen conocer euan Importante es continual'

en Ia investigaci6n de estas verdades, hasta que alto grado de Sabi-

duria, a que perfecciou de vida, y a (manta felicidad pueden (Jon-

ducirnos, 'me atrevo a creer, que no habra ninguno que no trate de

entregarse a un estudio tan proveehoso, 0 al menos que no favorez-

ca y qui era ayudar con todas sus fuerzas a los que se dediquen a d

con fruto.

HagoIervientes votes para que, al cabo, Yean algnna vez nues-tros nietos el feliz exito del mismo, &;,

L O s P R I N G I P l O S D E L A F I L 0 8 0 P i A

PRIMERA PARTE

D F . L O S P IU N C JP JO S D E LC O N O C 1 M l f N T O n U M A N O

1. Que p a ra i nv e st ig a r Ia verdad es .

posible, de tc ~'1Slas co' prec{SO dudar. en caanto sesas, una vezell ia vt« a

Como he.rnos sid" ._ l a." muos ant dllnas veces b' as e ser 1107"»'

len, otras:m 1 d H.<ores ,y hem .dos, Cuando no t ~ a, e las COsaspresen tad ~. as JUzgado

abrigam emamos todavfa el compl t as a nuestros Senti.os una llluititud de '" <e 0 USo de llUestra ~ _

nocimiento d 1 preJulclos ous no~'" razoD,e a Vel'dad ' _ ..., l1UPJden 11

C e podam~s lib ' Y nos previenen de tal' egar- al co·l'arnos; de ell' SlIerte, qUe n

en nuestra vida de t d as, 81 no nos decidimos add 0 par.~, ,0 as las cosas' u ar una y'pecna de incertidulllhre . en que encontremos Ia m ez

• enol'S08_

2. Que es «til tambi&z .Considerar como -I: I

.!a sas todas l. dlldos([s. r as C{)$as

Sera tambien muy lit 'l!J : 1 que reehean eapaces de 1 accmos como falqUe [b a menor dUda a fin d . Bas, tOdas la s que, no 0 stante t ' e qUe 81desc{ b . '

daderas, reconozca::sprecaUCi6n,] 1]08pare:en mani;ie:~:OS algunasde eon que Son taml:r;(in' mente >'cr-

oeer que es posible. ' muy Clerras Y las:mas [aciIcs

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. d t dada en La eonducta de nuestrasQue no debemos sel1llrnOS e es a

aceiones.

de set' restringida a Ia sola contempla~

Sin embargo, esta duda, ha fi la conducta de nuestrad d Puee en 10que se re ere a

cion de Ia vet' 1, t a seO"ui1'opiniones so-7 d uy f~ecuenteffien e, 0

vida, estamos obliga os, Ill' , d ob1'ar pasarian, easi,- '1 s porque las oca~nones e ,

larnente venSIIDl e , -<, d todas nuestras dudas.1 11dH~semoSibral'uoS e

siempre antes ( e que P - . ' tales sobre un mismot en m'lchas 0plulones

Y cuando se €;ncuen.r, _. ' . Ilitnd en unas queel'cibaIllOSmas verls1ffi1

astmto, aunq1!C acaso no p 1 o n quicre que elijamoss si la 'lcci6n nc sufre demora, a . raz .

en o~t'; ~ue de;mues de habe1'la elegido tengamos coustanCl3. en se-una .f ~., ' D' d muy cierttl).!J"llirla COUlD si 1a hubleSllllllOS JUZ",ft 0,t>

3,

puesto que hay hombres que se han equivocado razonando sobre

estas materias, pero principalmente puesto que hemos Dido decir, que

Dios, que nos ha ereado, puede hacer todo 10 que qui era, y no saba-

mas todavfa si ha querido hacerncs tales que nos equivoquemos

siempre aun en las casas que creemos conocer mejor, pues yaque

ha permitido que nos hayamos equivocado algunas veces, como yase ha observado, 6Por que no podrfa permitir que nos equivocassmos

siempre? Y si queremos fingir que un Dios Todopoderoso no es An-

tor de nuestro ser, y que subsistimos POI' nosotros mismos, 0POl"

algtin otro media, cuanto menos poderoso supongamos al Autor de

nuestro ser, tendremos tanto mayor motive para creer que no somos

tan perfectos que no padamos errar continuamente.

r ' " . .' , . d dadar de las casas sensibles-\. _~ .: ) P or q ue se p ue e . ' .. S otro desr"UlO que dedicarnoS

Pero puesto que ahora no tenemo ' . r Iusar si ded I· d d dudaremoS en prrrno ""

a Ia investigaei6n e a vel' a , t'dos 0hayamos podidoen bajo nuestros sen I

todas las oosas que CR verdade1'amente existan,

, 'Ro-inar en nuestra vida, hay algunas que . h n-lID zx • rieucia que nuestros sentidos nos an e111.que sabemos por ex:~e r.< 1 oco prudente fia1'se demasiadoganado en mucha:; ocaSLOnes,~ ,",e~.ap t mbien oonside-

c han enD'uuado slqurera una vez, ya ade los que nos "'. . d . . do y entouces nos parace

~. , o~ caSl Slempre urnuea ,rando que sonam ~ d I -id d una Inftni-

. " t e imaginamos con to a c an a r

que sentlmoS Vlvamen e . cuando se estii. asi

. t en modo alD'uno, Yd d de oosas que no aXIS en '" d disti ~a ueda ya senal porIa que po er snnl'GSuelto a dudar de todo, no q 0 son mas falsoso'uir si los pensaroientos acaecidos durante el suen , .

"que los dema3.

'\::,5,:,'.:',:ar que se puede dudar tam b ien de i as demos/mciones ma-

, . tem dticas.

. , " cosas que otras veoes nos hanDudal'ell1oS tamblen de las ( amas , . tam-

, dIs d~mostraciones matematicas, Y «

parecido muy Clertas, ann e a u· . id tes pOl' si mismos,o 0 o

U'l9.Sque sean eVl en "'"bien de sua prmCl])lOS, pOI

'6. Que (enemas un titne albedrio que no s hace poder abstenernos de

prestar asent imiento a las casas dudosas, e impide asi que caigamos

e n e rr or ,

Pero aun cuando el que nOB haya ereado sea Todopoderoso, y

aunque tuviese el gusto de enganarnos, no dejamos de experimental'

una libertad tal, que siempre que nos place, podemos abstenernos

de recihir en nuestra ereencia las oosas que no conocemos bien, Y

evitarnos asf el errar jamds,

( ~ : : ' J Que no podriam os dudar sin extsiir, y que este es et prim er conoci.

~"/ m ien to c ierto q ue se p ued e a dq uirir, a t fitosofar ordenadamente.

Por otra parte, mientras que rechazamos de este modo todo aqua-

Ilo de que podemos dudar , y aun fingimos que es falso, suponemos fa-

cilmente que no hay Dios, ni Oielo, [ni Tierra,] ni cuerpos, y que nos-

otros mismos no tenemos manos, ni pies, ni en fln, cuerpo; pero no po-

drfamos snponer igua1mente, que no somos, mien tras dndamos deIa

verdad de todas estas oosas; pues tenemos tanta repugnanoia a conee-

bir que 10que piensa nil existe vsrdadsramente al mismo tiempo que

pfensa, que [no obstante las mas extravagantes suposiciones.] no po-

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driamos dejar de creer que esta conclusion, pienso, fuego existo (t), no

sea verdadsra, y por consiguiente la primera y mas ciorta que se pre"

senta al que conduce ordenadamente sus pensamientos.

do, Y 10mismo podrfa quiza suceder si no tuviese cuerpo: pero si m e

refiero, por el oontrario, ala [aeclon demi pensamiento, 0] sensaeldn,

es deeir ala concienola que existe en mf, de ver 0 marchar, esta mise

rna conclusion es [tan} absolutamente verdadera, [quo no puedo du-

dar de ella,] pues se refiere al alma que tiene sola III faeultad de sen-

til', 0 de pensar de crialquier otro modo;

s) Q ue se con ace enseguida tam bien ta d~erencia que exisie e~tre el

»<atma y e l c ue rp o, e si o es, e ntre tc su bsta nc ia p en sa ni e y ia corporea.

Me parece tambien que este camino es e1major que podemos ele-

gEr para conocer Ia naturaleza del alma, y diatingui rla del cuerpo

pues examinando 10 que somes, nosotros que suponemos ahora que

no hay nada fuera de nuestro pensamiento que verdaderamente exis,

ta, vemos claramente{que para ser, ~_~~m~_~~cesidad,_~~~J{~e_n-"_--C~c_c_ccc_c_ ,

s ion , de figura'~~_~~!J:1~' _elfnmg:u.!!)1!gll,I,_~Lclc~.~~!:~_Sll~lq]_uer.a.cosa

c [ l l e s e - puada atribuir al cu~rll(),y:q1.!,~"s(}l!l:9~"~9~B::'=J1ell~e_por:~:l_l:l~Qen-

s a r n o ; : ; ; c y.-p~~;~o~sig~li~~ter que~aI!o(Ji6!l:_qp._e"~Il_eIll0sSt~_.nllestra

iJ. lnlao·de nuestio"pensamie~t~;i)recede a Iaquetenernos del cuorpo,

y q u e e s mas·cierta;u~a";~z"q~~-t~davia dudarnos"-q~;;_~ri;t~ en e1;~ii~~~o'il l i~il··cller~~~,"Y"_4~~·~f~~~~iS_Ii?i-i i i!?~~i~""~~~I_.l~ll13~_!nQSj

,.':'.\< : ~ )Q~e h ay noclOlt~S po r 51 m ism as tan evidentes, que se l as o s cu rece

. queriendoias dejimr ala manera de las Escuelas, y que no se adquie-

ret ! co n et e stu dio [ ,si no q ue n ac en c on n oso tro s].

--¢;:;,,~

t 9: ' \ , En qu e eons is te e l p ensar ,\~~j/

Por fa palabra pensamiento sntiendo, todo 10 que conocido pOI'

~no30tros se produce en nosotros, en tanto que ten~mos. conci~ncia de

[ello (2). Asi que no solamente entender, querer, nnagmar, sino tam-

(bien sentir es Ia mismaoosa aqui que pensar, Pues si yo digo que vco

a que marcho, e infiero de aqui que soy; si me refiero a Ia accion CUUl-

plida con mis ojos 0 con mis piernas, esta conclusion no es de tal

modo infalible, que no me quede algtin motive de duda, a causa de

que puede sueeder que yo crea vel' 0 marchar, aunque no abra los

ojos, ni me mueva de mi sitio, pUBS esto me sucede a veees durmien-

No explieo aqui muehos otros tel'rninos, de que ya me he servido

y de que he de servirme en adelante, porque no creo que entre los que

lean mis Escritos haya quienes [sean tan esttipidos que] no puedan

POI' sf mismos conocer 10 que significan estos ti'irminos. Ademas, he

observado muchas veees, que 101'1 Fil6sofos, tratando d.e expfioar por

las reglas de su L6gica casas evfdentes por sf mismas, no han heohootra cosa que obscurecerlasv cuando he dicho que Ia proposicion

pienso, fuego existo, es la prlmera y mas oierta que se presents at que

conduce ordenamente sus pensamientos, no he negado por eso la ne-

cesidad de saber de antemano en que consists el pensamiento, Ia certi-

dumbre.Ta existencia, asf como, que ~ pensar e'U:!reciso ser, y

otras cosas semejantss; pero como son estas nociones tan Simples que

por S1mismas .no nos proporcionan 031onocimiento de ninguna cosa

existente, no he juzgado que debiesen ser timidas aquf en euenta,

/"-::1'"'4-

C1'\ .~~;/fC6mo podemos conocer m as claramente nuestra alma q ue ' ": ":

ira c uerp o .

Ahora bien, a fin de saber como e1 conocimionto que tenemos de

nuestro pensamiento, no solamonts precede al que POSSElIDOS del euer-

po, sino que as incomparablemente mas evidente, [y tal que aunque

este no existiese, tendriamos razon para concluir que aquel no deja-

rfa de ser todo 10que es,] observaromos, que _,~S manifi esto pOI' una

luz natural espiritual, que Ia nada no tiep.e -;~;ilid3.des ni ~"

(ll ... ego coglto, ergo s u m ; [e pense, done je suis, (N. de la T.)

(2) Coglta tiouis nomine intejligo lila omnia, qua e nobis c cnscils in nobis flunt, qua-

tenus eorum in nobis conscientla est. Par Ie mot de pense r, j'en1ends tout ce qui se fait e n

a lms de tel le snrte, que nous I' appe rcevcus immedla temment par nous-mesmes. (N. T. )

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i'ie~~<!~ ni~KllE~!L.~ercibimos algunas de elias, de

-be encQn~!l!_siE~!~£!ame~te una-;;O~;--o substancia de que d~~~-"

£8lldanj esta misma Inz nos muestra tambien, quelconocemos t ; ; : : -'-.... ,._. ._ .

to mejor UD;!!co~~~~tan.?_~_.cuantas mas propiedades DQtamos8Il

eJl~.~es bjeil; '~ eierto, que obs;;;;~~s-m~~h-as ma~pr;p'i~d~des

en nuestro pensamiento, que en ninguna otra eosa, ya que no hay ab-soIutamente nada que nos mueva a eonoeer ~.:;a10 que quiera, que no

DOS eondnzea todavta mas ciertamente a conoeer nuestro pensamien-

toJ1'o1' ejemplo, si yo estoy pe1'.3uadido de que hay una tierra, por-

que Ia tooo o Ia V80, de esto mismo y par una razon todavfa mayor,

debo persuadirme de que mi pensamiento existe, a causa de que pus-

de suceder, que yo crea toear Ia tierra, aunque quizd no exista en el

mundo ninguna tierra, y que no es posible que yo, es decir, mi alma,

no sea nada mientras tiene ests pensamiento, Podemos concluir Io

mismo de todas las demas casas que ocupan nuestro pensamiento [,a

saber, que nosotros que las pensamoB, existimos, aunque aeaso ellassean falsas, 0 no existentes],

12. De qUi~pro c ede q ue todo et mundo no ta c ono zca d e este m odo ,

13. En que seniido puede decirse que si se desconoce a Dios no s e

pu ed e te tter eo no cim ien io c ierto d e nin gun a o ira c osa,

Pero cuando e1 pensamiento que de este modo se conoce a S 1 mis-

mo a pesar de persistir todavfa en la duda de las demas cosas, usa

de circunspeeeidn al tratar de extender mas Iejos au conocimiento,

eneuentra en sf primeramente las ideas de muohas eosas, y mien-

tras las contempla simplemente, y no asegura que exista nada fuera

de sf, semejante a esas ideas, ni tampoco 10 niega, no tiene peligro de

eqnivocarse, Bnenentra tambien algunas nociones comunes, con las

que compone demostraciones, que lopersuaden tan absolutamente,

que no puede dudar de BU verdad, mientras atiende a ellas. Por

ejernplo, tiene en sf las ideas de los mimeros y de las flguras, posee

tambien entre sus comunes nooiones, que si se anaden caniidades

iguales a otras cantidades iguates, los resultados seran iguates, y mu-

ehas otras tan evidentes como estas, pOI' las cuales es facil de demos-

trar, que los tres angulos de un triangulo son Iguales a dos rectos, et-

cetera. En tanto que el pensamiento perolbe eatas noeiones, y elorden

con que ha deducido esta conclusion u otras semejantes, esta muy se-

guro de su verdad; pero como no podrfa pensar siempre con tanta

atenci6n en estas eosas, euando sucede que se acnerda de otra cen-

elusion, sin reparar en el orden en que puede set' demostrada, pen-

sa nd o Ji lin embargo que el Autor de 8U ser habrfa podido crearlo de

natnraleza tal que Iileequivocase en todo 10 que leparece muy eviden-

te, ve bien que tiona justificado motivo para desconflar de la verdadde 10 que no peroibe elaramente, y que no podria poseer ningu-

na eiencia cierta basta que haya conocido al que 10 ha creado ,

Los que no han fllosofado POl' orden, han tenido otras opiniones.

sobre este asnnto, porque no han distinguido nunca con bastanta cui-

dado BU alma, [010 que piensa.] del cuerpo, [0 10 que es extenso en

longitud, anehura y profnndidad.] pues aunque ellos no eneontra-

sen dificultad en creer que estaban en el mundo, y,~nviesen de esto

una mayor segurldad que de ninguna otra eosa, no obstante, como

no tuvieron en euenta que, por SI mlsmos, euando se trataba de una

~metaf:isica, debian ente.nder solaments s~_

y han preferido creer, POl' el contrario, que era su euerpo, que vefan "".

con BUBojos, que toea ban con B USmanos, y al que atribufan inopina-

damente Ia facultad de sentir, no han conocido distintmmente II I na-

turllleza de B U alma.

14. Que se puede dem ostrar que hay un Dios, solamenie porque fa n e- ,

cesidaa de ser 0 exisiir esta com prendida en fa nocion que tene- '

m as de R I.

Cuando, al revisar despues las diversas ideas [0 nociones] que tie-

ne en sf, eneuentra nuestro pensamiento, 18 de un Ser omnisciente,

todopoderoso y snmamente perfecto, reeonoee en esta idea, Ia mas

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importante de todas las que posee, [que Dios, que es este Ser perfec-

tisimo, existe,] no [con] una existencia posible y contingente 801a-

mente, como la que observa eN.las dermis ideas de las otras casas

que pereibe distintamente, (ideas estas en que nada le asegura de Ia

exlstsnoin de su objeto.] sino absolutamente neeesaria y eterna, Y

como, porque ve, por ojemp lo, que en Ia idea del triangulo esta nece-eariamento comprcudido que sus tres angulos sean ignalss ados reo-

tG3, se persuade plenamants de que e1 tr.iangulo tiene tres angula!!

iguales a dos rectos, del mismo modo, tan s610 porque percibe que

Laexistencia necesaria y sterna esta comprendida en In idea que tie-

ne de un Ser sumamente perfecto, debe, evidentemente concluir que

este Ser perfectlsimo existe,

que dudemos de st Ia idea que tenemos de E l no sea una de las que

fingimos cuando bien nos place, [0 que son imposibles,] 0 ai menos,

de aquellas euya existencia no esti eomp:rendicl9. necesariamente en

su naturaleza (1).

17.Que cuantas mas perjecciones descubramas en una coso, tanto

m ds hem os de creer que SlI ca usa h a d e ser ta mb /en mas pertecta.

15 . Que ta necesidad de set no esiti asi com pretuiid a en la norian qu e

ienem os d e las d em d s co sas, sino so lam enie L apo sib ilid ad d e ser .

Adetnas, cuando reflexionamos sabre las diversas ideas qlle exis-

ten en nosotros, ea facil advertir que no hay muchn diferencia entre

elias, ell tanto que las consideramos simplBmente como modos de pen-

sar, pero que sf la hay muy grande, mientras Ia una representa una

eosa y la otra, otra; y tamtien que su Causa debe ser mucho mas per-

fecta, en tanto que 10 que representan de su objeto posee mas parf'ec-

cion. Igualmente, puos, que cuando 68 nos dice que alguno tiena Ia

idea de Una ruaquina IDt1y artificiosa, tene!Uos raz6n para informae-

nos de como 11apodido adquirh- esta Idea, es a saber: si ha vista en'a-' c,t' '. .a.gun si 10 una maqumj, semeJante, Iieoha por otro: si 11au!}I'Emdidn

tan bien Ia Mecaniea, 0 si tiene 81pd,ilegio de un ,ingenio tan pode-

rosa, que por sf mismo haya podido inventarla sin haber visto nuda

semejante en otra parte, puss todo ee l ul"tifleio qns en aquena idea

esta contenido solo objetivam811tc, esto es como en una imagen, debe

estar en 8U causa, cnalql1iera que sea esta al fin, no s610 objetiv2 0

TOpreseutativamen te, al menos en su primera y principal causa, sin 0

en realidad, formal 0 eminentemente.

Podra todavia cerciorarse major de Inverdad de esta conclusion,

si se fija en que no tiene en 811aidea [0 noeion] de ninguna otra cosa,

en que pueda reconoeer una existencia que sea tan absolutaraente

uecesarta: pues por esto solo sabra quela idea de nn Ser perfeetislmo,

no la posee por una fredon como la que representa una quirnera,

sino que, por el contrario, esta impresa enel pensamiento por una

naturaleza Inmutable y verdadera, que debe existir necesariamente,

porque no puede ser concebida sino con una existeneia necesarta,

16_ Que los ptejuicios impideii que m ach os c ono zca n cia ram ente esia

necesidtui de existir que reside en Dlos.18. Que de aqui IlUevamente se puede ccncluir que ha y un Dios,

A nuestro eapiritu, [0 nuestro pensamiento.] no Ie eoataria trabajo

p ersuadirse de esta verdad, si estuviese libre de sus prejuieios; pero

en tanto que estamos acostumbrados a distinguir en todas las demas

eosas Ia esencia de Ia existenoia, y que podemos fingir a nuestro gus-

to muchas ideas de cosas que acaso no han existido nunca, y que qui-

z{ino existiran jamas; cuando no elevamos como eapreciso nuestro

espfritu a la coritemplacion de eete Ser perfectfsitno, puede snceder

ASimif lTI10 , porque encontramos eo nosotros la idea de Dim!, 0 de

un Sel' soberano, teuemos derecho a iudagar la causa de que posea-

rnos tal idea; mas despues de haber CO!lsiciemdo COn atenciOl1 1: \ tn-

(I) ..•a , I1 fo r te_ e ju~ ~deauna si t ex Us , quas ad arbiz rtum eff iu ;( [i1ns aut sa lt~m, al iqua-

rum essenttam eKlstenha non pertinet; 5i I'idee que nous avons de luy n'es! ras l'une de

celles q~e ~ous fei~no"s quand bon nous semble, ou qui sont imposibles, encor~ que ['eK'S-t ence ne sot t pas neCessa lrement compnsa en leur nature! (N.de i s T .)

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mensfdad de perfecciones que nos representa, nos vemos obligados

a confesar, que no podrfa provenir sino de una substaneia, verdade-

1"0 eomplemento de todas las perfeeciones, es deeir, de un Dios

realmente existenta; porque es manifiesto por 18.lnz natural, no so-

lamente que Ia nada no puede producir absolutameate nada, y que

10mas perfecto no podrfa ser una eonsecueneia y un cleo to de 10

menos perfecto, sino tambien, que as Imposible que tengamos Ia idea

o imagen de alguns oosa, si en nosotros, 0 en otra parte, no exlste

un Arquetipo que contenga reahnsnte, todas las perfecctoues que

nos Bonasi representadas; PCl'O como sabemoa que en modo alguno

poseemos aqnellas elevadas perfeeelones de que teaeraos idea, debe-

mos concluir que residen en alguna naturaleza diferente de Ia nues-

tra, es decir en Dios; 0por Iomenos, que alii residieron otras veees,

y siendo como Bon infinitas se sigue, que todavfa residen.

60~ )Q ue no so tro s no so mo s ta causa d e no so iro s m ism o s, sino D lo s, y que,...,./

p or e on si gu ie nte e x is le D io s.

Pero como no todoe se fijan en ello adecuadamente, y porque sa-

biendo perfectamente, euando tenemos una idea de algnna maquinaartiflclosa, ]9. manera como nos ha venido, no seriamos eapaces de

acordarnos igualmente, cuando nOB ni l . sldo eomunioada por Dlos la

idea que de E! teneraos, ya que siempre ha existldo en nosotros, es

preciso todavia, que ~n.Y~~J!g:I~EllJ.!Q!LquHins al autor de nosotros

~!~!E2~_~~J'.()!:Iee~!tQ~.J:tjllJHldeJ.~~jILfI,ni~!SperfecoioneB que resi-

.?~~.~n~os_.._puesto que I ll. Iuz natura], evidencia que quien eonoce

alguna eosa ma s perfecta que si, no Be ha dado el ser, pues igualmen-

te se hubiera dado todas lag perfecciones euya idea poseia; y que por

eonsiguiente no podl'la subsistir por ningfin orro que no poseyese

todas estas perfeeciones, as decir, que no fuese Dios.

~~ ) Q ue aunque no eom prendam os la naturaieza d e D ios, no h ay nada,

sin em b argo , q ue eo no zcam os tan ctaramente co mo sus perfecdones,

Yo no veoen esto difleultad para lOB que han acostumbrado su

espiritu a la oontemplaefon de Ia Divinidad, y han reparado en sus

perfeceiones inflnitas; pues aunque no las conprendamos, puesto que

Ia naturaleza de 10infinito as tal que nosotros, que somos flnitos, no

podemos oomprenderla, las entendemos, sin embargo, mas clara y

distintameate que las oosas materiales, porque Bon mas simples, y

no estan obsourecidas por ninguna llmitaclon, Tampoco hay espe-

enlacion que pueda contribuir mas IIperfeceionar nuestro entendi-

miento, y que sea mas importante que esta, ya que la eonslderaclon

de un objeto de perfecciones ilimitadas, nos colma de satfstaceion y

saguridad (1).

21. Que sotamenie fa dumdon de nuesira vida basta para probar fa

existencia de Dios,

Yo no ereo que pneda dudarse de In verdad de esta demoatraelon,

una vez que sa eonsidere Ia naturaleza del tiem-po, 0 de Ia duraei.6n

de las eosas (1),pues siendo tal que sus partes no dependen unas de

otras, nt existen juntas jam as , no ae sigue necesariamente de que

existamos ahora, que existamos un memento despues, si alguna eau-sa, ssto es, Ia misma que nos ha producido, no continua produeien-

donos, as decir, no nos eonserva, Y :Hi.cHmentecomprendemos que

no existe en nosotros fuerza alguna poria eual pod amos [un s610

momento,] conservarnos nosotros mismos, y que el que tiene tanto

poder que nos eonserva fuera de El, tanto mejor se ha de conservar

a Sf mlsmo, 0mas bien no tiene necesidad de ser eonservado POl'

nadie, Y , en una palabra, es Dioa,

(t) ,..<quia COlitationem nostrara magis Implent, suatque simpllc lures, nee I lmitation; . .bus ullis obscurantur», dice solamente el orig!nallatil lo (N. de Ia T,) . \1) ... , de notre vie>, dice e t t exto frances (N. T.)

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22. Que conociendo del modo explicado aqui, ta existencta de Dios, Sf

conocen tambie i : Sf.!S atrib tuo : e n tan to q ue p ue den . se r c ano cid os p ar

ta sola luz natural.

Probandc de esta forma la existeneia de Dios, tenemos todavia IlJ,

gran ventaja, de que conocemos at mismo tiempo 10 que fit es, en

tanto 10 permite Ia dehilidad de nusstra naturalesa, Pues reflexio-

naudo sabre Ia innata idea que tanamos de EI, vemos que eS eterno,

omnisoien te, omnipotents, mente de toda bondad y verdad, oreador

de todas Ias casas, yen TIn,poseedor de todo aquello en que podemos

reconocer elaramente alguns perfeccion infini ta, 0 que no est§. limi-

tada por ninguna imperfecoidn.

23 . Que DiiJS no es eorporeo n i cn no ce [m e dia nte lo s s en tid os ] como

nosoiros, ni es Gutor del pecado,

Hay ciertamente muchas casas, en el mundo, que son Iimitadas y

pOI'consiguiente imperfsctas , aunque observemos en ellas algunas

perfecciones, pero :Hieilmente se eoneibe que no es posible que aque-

Ilas (,sten en Dies, As!, como la extensiVn..constituye Ia naturaleza• - ' - • "~_ __L •• , _", o , . . .. . . _.~.,c.-_ _""""~-·-·-~·

.~~~.~llerE2.LY10 que es extenso puede ser dividido en muohas partes,

( ! . : . ' v , } , , < l < : \ ~"'.tQ.Q'3. <i~{~(~.;tr,~'AR'1..\\.\..'\\.\UE u , , ' l R . 1hG"" l'-Q ~.,;.ll.R~\l.~t.~(h ~~1J.:~

qnese.l't en .uosotros.una .p.e.rfecciollJ..enex_selltidos., sin embargo,

como en toda sensacidn hay pasion, y padeeer as depender de algo,concinimos tambten, que Dlos eareee en absolute de seusacionee: ~n-

tien de y q .1{ere sclaro ~TI5 ); mas e~tQI10"ya. eomo.nosotros, por opera".~. '-"""-._~c··,_,._~"__~.- ,.-', .. -_--_._,.,,-.-. .----.- .--~--

ciones en dado modo difersntes, sino que slempre. POl' una misIllay

ShlplicI"3ima aceion, .entiends al mismo tiempo, quiere y,l1a.Q~JQdo,

es deeir , todas las cosas [que real mente extsten], pues -I!(j _ 9 . 1 1 i e r e Ia......- ,,- -'-<-'-'~''' ' .=,.. '.

malicia del pccado, porque no es nada,

- 35-

c E ' 4 : Qae despues de l taber conocido a Dios, para pasar al conocltnlen-

to d e la s c ria tu ra s e s p re ciso re co rd ar q ue n ue stro e nte nd im i en to es

finito y et poder de Dios inftnito.

Despues de haber asi eonocido a Dies, y que es el aurar de tOGO

10que exlsts 0puede existin, ssguimos e1mejor metodo de que uno

puede sorvirse para encontrar Ia verdad, si del conoeimiento que

de su naturaleza poseemos, pasamos a Ia expllcaoidn de Ius cosas

que ha creado'I~~~_~~_q~lj:rjxa$Lunacienciaperr.eJl. ta . . BS decir,)tL

conoeimiento de los efectos~~s.U.sS,fl.llSas.Pero con at fin. de hacer_~=~~=-",~=-- ,," " oL" " ' = = = = ~-== = - - - -

esto con mas seguridad y sin peligro de error, tendrcmos Ia previ-

, , ' o n , siempre [que nos propongamos examinar In naturaleza de cual-

quier oosa.]de reeordar bien, que Dlos, que es su Antor, es Infinite, y

que nosotros somes completamsnte finites.

~~25,' Y q ue es p re cise c re er iodo 1 0 q ue D io s h a revela do , aunq ue este po r.';..:.,.""

encima del aicance de nuestro esplritu.

De modo que, 81EI nos haee la gracia de revelaruos, 0 revelar a

otros, CUBasque exceden las fuerzas naturales de nuestro espirrtu,

como son los misterios de 1aEncarnacion y de la Trinidad, no pon-

dremos diflcultad en oreerlaa, auuquo acaso no las entendamos muy

claramente, pues no 4-_el:Jemosextraf iarnos de que haya en en natn-

raleza, que (>8 inmensa, y en 10 que 11a creado, muchas cosas qIle

traspasan nuestra eapacidad ,

26. Q ue no ha de traiarse de compretuier 10 infiniio, sino solamente

pensar qu e todo aquello en que no enconiramos limiies algunos, tal

como fa extension del mundo, fa divisibitidad de las partes de In mr.-

feria, ei ntunero de las estreilas, etc., es indefittido .

Asi, no nos molestarernos [amas ell disputas sobre 10 infLa:ltD,

pues serfa ahsurdo que nosotros, que somos finitos, rrataseraos de

determinar alguns eosa infinita, y tie esta manera, suponerla fin.ita

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intentando eomprenderla, POl' estoj no nos euldaremos de responder

a los que preguntan si Is mitad de un a linea in:finita es Infini ta, si e1

mimero illlfinito as pal" 0 Impar, y otras cosas samejantes, ya que 80-

laments los que imaginan que su espfrltu as infinito, son los que

oresu que tales difieultades han de Bel' tenidas en cuenta, En cuanto

a nosotros, viendo eosas en las que no encontremos, segtin elertas

eonsideracioues , Hmites de ntnguna especle, no asegurar~mo_~por

Ci,O, sin em bar go,q ue t;! 'l_~lli?f!_nitl!sl sino que, _las_t:l!lti1l!_!l~Jllo!3__lq~--

lamente como indefinidas. Asi, porqne no podemos imaginal' una

~~{tensIOiiTan-g~';~de:q~;~~ooneibamos todavla otra mayor, dire-

mas que la magnitud de 1l!_!l.Sosasposibles as indefjpj{la, Y porque

no se podrla dividfr un cuerp;~artes~tan-p~q;;ei i .as , que cada una

de ellas no pudiese ser dlvidida en otras m a s pequenas, pansaremos

qua,l~ C~l_!_tig_I.HLe_,s .__indefipl!i .ame:gJ!.L!!L"\,!~_i_~~~Yorque D<l podrfa-

lUOS Imaginar tantas estrallas, que Dios no pudiera crear todavia.

mas, supondremos que su mimero es indefinido, y asi sueeslvamente,

(;:~ Que diferencia hay entre indefiuido e infinite.

y n omh ra re m os ind efini d af,! ! l o ~ j : ! ! f ; l _ . . c . .Q~$ ._ ~~ _ _J!l~![I_Qi~nq_!1Eljntinitas,~'--"'_". .",.~. U_~_'_~~·----~_' __·'~·~

pa ra _ :~s._~vl ll ' 1 0 :Q~o._~so!amente In dell()mina~i6n 4e i!lIillHCb tanto

porque en manera alguna observamos Ifmites en sus singulares

perfeeciones, como 'tambien, porque estamos mny seguros o.e que

no puede tenerlos, Por 10 que toea a las demaa eosas, sabemos que

no son tan absolutamente pel'fectas, pnes _ l ' l . . I 1 " ? ~ \ l . e _ ~ vecas observe-mos en ellas propi~da~esq_ue n()_s~£_ar!ly!:l_!ln()~teIl!l"rfmites,J}() de-

jamos de comprender que esto precede de Insuficleneia de nuestro

en tendimiento , y no d_e~!~~atur .a~Qz,a .4_IU! ,q .u~J1aElQ:,Ja",_

28. Que no han de indagarse las causas finales de las C(}SGS creadas

sino sus causae efidentes.

No nos detendremos tampoco a eonsidsrar 10s fines que Dios 0

la naturnlesa se ha propuesto al erear el mundo, [y reehazaremos

enteramente de nuestra Pilosofia Ia Investigacion de las eausas fi-

- 37-

nales.] pues no hemos de tener tal arrogancia, que supongamos que

Dies haya querldo eomuniearnos sus designios. Mas eonsldarandolo

como causa efioiente de todas las cosas, examinaremos por algunos

de sus atrtbutos de que ha qnerido tuviesemos algin eonoeimlen-

to, 10 que la luz natural de que nos dotd, nos demuestre clara y dis-~""~~ . ,-V. - •••• rr·~_·_c_o • , ".~.•.-"•••"____

tintamante, respeoto a aquellos de sus efectos que apareeen a nues-

tros seutidos; recordando, Bin embargo, que ,a se ha dieho que Ia

J~~!._~,~(te~_£l_~!_~r~i4-a !!llJ, taqto_Il()contradiga nada de 10 que

p'grJ2.i.Q:!;LmJ~I.rlQ 1lI.t~i<to revelado,

x 29. Que Dios no es fa causa de nuestros errores,

"EI prf mero de sus atributos, que pareoe ha de ser oonsiderado

aqnf, eonslste en que es veraoisimo, y la fuente de toda Iuz, de suer-

te que no 88posible que nos engane,

e~~de~- i~~-~~ ;~~direetamento

Ia causa de los O1'r01'e8a que estaraos sujecos; pues aunque Ia des-

-treza de enganar, parece sefial de agudeza de ingenio entre los hom-

bres, [amas, sin embargo, precede el deseo de enganar, sino de ma-

Jicia 0 de miedo y debiIidad, y por consiguiente no pueda ser atrf-

buido aDios.

/'""" . . . .

~) De aqtu se sigue que son verd ad era s to da s la s c osa s que percibimos

clara;nente, 10 cual nos lib ra de {a s dudo » ani er io rm e nte p ro pu es iu s.

£_~"l.£_~ichoresult~L9,~~~!l}?-<1ul~:l(j,!~.~(mocer que. nos ha dado,~l~._~tla[ l~a!1;-o;~l~z natural, no percibe ja~a~ ~i~gft~~·bjet~ql,eno se; : ; i~d~d~~~;·~~~t~nt~-quella 10 pereibe, es deeir, en tanto que

10 conoce clara y distintamente, pues tendrfamos rnotivo para creer

que Dios serfa engafiador si nos la hubiese dado tal que tomasemos

10ralso pal' 10 verdsdero. Y esta sola considezacion, nos debe libra!'

de la duda hiperbollea en que hemos permanecido, mientras no sa-

Mamas, S1quiza era tal nuestra naturaleza que nos equivocasernos

ann en las cOSaS que nos parecen muy evidentes, N(1~_~~be aervir

tambien contra todas las demiia razones que teniamos para dudar y'_______ "~ __ ~_,_ ..__ .__~ __ ,..• ,.o_,------.'··'·~--- - - ~ -., - ,__ _ ..~~ _o·._'· __ ·__· ~ .-_., :_

que__~~~~e_~~satras. Ni aun las verdades matematicas, nos sersn

:;

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ya sospechosas, porque son nmy evidentes, y si percibirnos atguna

eosa por 108sentidos, sea valando, 0 durmiendo, can tal que separe-

_mas 10 que haya de elaro y distinto en la nooi6n que tengamos de

esta oosa, de 10 oscuro y confuso, podremos faci lmente asegurar-

nos de 10 v erdadero. No me exriendo aqui mag sabre este asunto,

porque ya he tratado ampIiamente de e l en las Meditaciones Metafi~

sieas, y 10 que ha de seguir ensegurda, servtra todavia para expli-

carlo mejor .

,,~3.' Que no nos equivocamos sino cuando jazgamoe de algo que no nos

es bastanie conocido,

- : n . Que nuesiros errores con respecto a Dios no son sino negaciones,

p ero c on re sp ec to a n oso tro s so n prtva cio nes 0 defectos ,

Cuando percibimos alguna eosa, no estamos en peligro de equivo-

earnos, sl nada aflrmamos ni neg amos con respecto a la misma: mas

aun aflrmando 0negando, can tal que no demos nuestro consenti-:---_----'--- -\ i - '---~---~-.-_

mi~nt() 8!.,UOyro que/clara fY . ldTiti.ntamentelconozcamos que ha d;.__.,___-~~_, ~~~-~-- ..,_)---: ~-

estar comprendido en aquello de que afl_rmfnrioso~negamos. no ])0-

dremos equfvoearnos; pero 10 que de ordlnarlo hace que nos equi-

2 : : . ~ ~ : : : ~ ~' que, ~~~!E~~! !~~_~! . ; ; : }uz~amos, a~ue~ __~al1!o;

un ~ exacto de aqucllo de_9,_!!~j:Ul';g51mos.

Perc, sucediendo que frecuentemente nos equivocamos, aunque

Dlos no sea engsfioso, si dsssamos investigar Ia causa de nuestros

errores, y el manantial de ellos, a fin de eorregirlos, es p1'ec180que

tengamos en euenta que no dependen tanto de nuestro e-ntendimien-

tn, como de nuestraiY~!~:Ilfa:(lljy que no SOneosas [0 substancias] quetengan nsoesidad del concurso actual de Dios para ser producidas,

por 10que no son en Su respecto sino negaeiones, res deeir, que no

nos ha dado todo 10 que podia darnos, y~os por el mismo

medio que no estaba sujeto a otorgarnos.] siendo, en cambio, con 1'es-

pecto a nosotros, defectos e Imnertecciones,

34.: Que l a v o lun iad , y n o so ta m en ie et en ten dim ien to , es req uerid a p ara

juzgar

S2 . J ] ! ! . ' ! _ ' ! ! ! - ! ! . ! ! : ! en n o so (r os s i~ !~ d o s e ~p! E !~~~J !! .. ns am i e nt os , a sdb~!;

_ l! !_ fJ :r cepc i6 n del en t en d im l en t o y ~a_.~cci6n ([eJ~ _ v . ~ ~ ! _ ! ~ t _ C f ! ! :

Confies~ ~ue no l!!!~!iaE1ofii~ de _~_a~ si~ la' il1~~!:ven<ifn

de~~pue8to que nada podemos juzgar de 10 que en

?iio(roaigunolleIllos pereibido: mas, siendo absolutamente neeesaria

la voluntad para dar nuestro asentimiento a 10que en alguna forma

hemos pereibtdo, y no siendo necesario un conocimiento eompleto y

perfecto para [uzgar (al menos para [usgar de cualquier modo), su-

cede muj-frecuentatllonte) que ~'Wl. cos as de que nunca he-

~ Si~~n:;;imie~to ~~y Ob9C't!rO y<~onfUSO~--------------~ -~ ~~~ .. ._____-.------

Indudablemente, todas las maneras de pensar que observap-fos

en nosotros, pueden rererirse a dos, generales, una de las euales 0011-

siste en la percepcion u operaci6n del entendimiento, y In otra en-

la volicion u operacion de Ia voluntad, De este modo, sentir, imagi-

nal', y aun,~~{!eb_!!'.1~~E!"5??!"~s.J(~!am~.~ten!~!i~~J: !le~n~~~; Si~·~

fer@_t!3SI : I .1, : ineEf ls__depereibic; en tanto que desear, ab()rrecer, afir-.

mar, negar, dudar~~~·for~as dlterentes de -~-~;;;r.- --~ ~-,-• ___ ~___ _ _ __,_~~ _d __

35. Q u e fa votuntad es mas extensa q ue et entendimienio, procediendo de

aqu i n ue si ro s e rr or es .

AdemasA~:_fl!lteu::(t!Jg!~!:?JlO se extiende sino al eorto mimero de

objetos qUA se Ie presentan, y su conocimiento es siempre muy limi-

tad~J~n eambio In voluntad, ~s e~c ie-;_ ,tom;do i n f i rJ ; ;- : - p U - ~ s t ~ q - : ;; ;lMpercibimos nada que pued-;~ objeto de -otra v~;~tad, ineluso 1de la voluntad inmensa que reside en Dios, a que tambien 1a nues-I

tra no pueda extenderse. Por eso Ia conduoimos ordinariamente m~i;

ll.i~~~e 1<:'~!l!;l}l~2~mOjtc~ara ydistintamente, y ~:~~~~~;~1] a

as_:!_no"_ll~l1y,,qJUL!~ml!!!!S:ue_~s ~~qur!:~~~QS.

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i 36. N uesiro s e rro re s n o pu ed en ser impuicdos o D i os .

Luego, aunque DiOB no n~~ dado un ~E_~:~,~!~i~~!?.~?!!ln!~-ciente. no debemos:~un modo, cr~er q~~,~s~ael~J;or <!'~_ll~~s-

tr~s e~ror~~~p';est~ que todo ent~dim.ie..l!tQ~m:ead() e~s,~.nito,y en la

natul'alezadel entendimiento fmito est<i 01 no ser OI¥'nisci~~te.•-=.,~-,~-~- •.-----~~~.~.,---."-

~~ .( 7 3 7 < ' \ Que laprincipaL1?,erje~delllOmbre consisie en te~;; ,~~:.

:.___/ drio , y que es [0 qu e Ale b ac e d ig no d e a ta ba nz a 0 censura.

Siendo, por el eontrario, la voluntad naturalmente muy extensa,

cs para nosotros una ventaja grandisima, 81poder o~ p~r S~.:le-

dio, esto es, libremente, de modo 9c~{'~os t~~~~no~~~s-

tra7;;ioD@, qu8iiOS11agamos merecedores de alabanza [euando las

realizem'OSbien]. No son, pues, alabados los automatas, por moverse

en muchas formas diterentes, tan exactamente como podrfa de-

searse, puesto que estes maquinas no representan sino acetones me-

ramente necesitadas. Sa alaba, pOl' oonslgulente, al artifice, que las

lin fabrleado, porque ha tenido el poder y in voluntad de eompo-

uerlas .tan prodigiosamente. PorIa misma razdn, ha de oonce-

dfirsenos algo mas~ir lo~na voz distinguid~ de:o

:blsl) mediante una ~~ C!~.w.u.mad, que SI fue-

s a m o s detelminados Yconstreftidos por un prinolplo extraiio.

3d, Que nu esiro s erro re s so n d eje cto s d e nu esira m a ne ra d e o brar, p ew

11 0 de nuesira naiuraleza; y que las jat tas de los subordinados puedet i

c on frec ue neia se r a isib uid as a lo s o tro s seno res, p ero n o a D io s,

Es muv verdad que alempr e que deliugllimos, hay defecto en

.nuestra manara de obrar 0 en e1uso de nuestra Iibertad: pero esto no

quiere dscir que exists defecto en nuestra naturaleza, porque esta es

Blemp1'e Ia rnisma, sean verdaderos Q falsos nuestros [uieios. Y aun-

'~queDies hubiera podido darnos un eatendimiento tan penetrante,

que nunca hubiesemos estado sujetos a e1'1'a1', no tenemos por eso

ningun dereeho a qnejarnos de E 1 . Pues, por rmia que entre nosotros,

e1que ha podido Impedir nn mal y no 10ha impedido, sea oenaurado

y juzgado culpable, no sueede 10 mismo respecto de Dios, en tanto

que til poder que los hombres tienen uncs sobre otros, esta institui-

do para que eviten en sus inferlores el obrar mal, mientras que Ia

Ornnipotencla de Dios sobre al Universe as sumamente absoluta yIibre, Por eso, debemos darle las gracias por los beneficios que nos

ha heche, y no quejarnos de que no nos haya favorecido con todos

los que sabemos hubiera podido eomunicarnos,

e ) ~£.!!!ad de nuesira voluntad es evidenie por sf misma.

Por 10 demas, es tan evidente que tenemos una volqntad lihre que

puode dar BU asentimleuto, 0 euando le pl;;;a no darlo, que esta.--...._---~.....__ -----~- -~-~puede ser eontada como una deTa"sp~ilineras y mas comunes no-

eiones,~n!tas en nosotros, D.gJlJlg~heJ;nostenido anteriorrnente U:;:;2"

prueba muy clara, pues al mismo tiempo que ~udab_amos de,_!Qdo,

y w - ; ; u ; ; - ; : ; n I i i . l l i " O s que e1 que nos ha ereado empleaba su poder en. . --~-~

engaiiarnos de todas mausras, experlmentabamos, sin embargo, en--=---nosotros una Iibertad tan grande, que podiamos ~tarnQs_de~Ql:~§!:

-~ ';1 .-.

10 que no eonoclamos todavia perfectamente bien:JLuego, 10 qu e"~" .~ . . . . . - - - ~ , - . -

perclbiamos distintamente, y de 10 cnal no podiamos dudar durante

Unasuspension tan general, es mas cierto que ninguna otra eosa que

podamos eonoeer [amas,

~) Que sabemos tatnbien muy ciertamente que ~!!!!~o

todas las cosas.

Mas, como 10 que despues hemos conocido de Dios, nos asegura

que su poder es tan inmenso, que cometeriam..Q_sun~delito pensando, - _ . . . . ._----,~ ""---..-.~~

que jamas podriamos haeer ug!L£~a, que de antemano no es~~~.~~ .... ~_",~." . _ _ ~_= .c~ ~ •. __ ~

por El orden:i~da, podriamos~,!.~~eE,!!i~~!:!.~~~s muy grandee

ai tratasemos de aeordar Ia libertad de nuestra voluntad, C0I!..JLllfi.__ - . -- - - - - - - =="'" ,- - -

deslgnios, e Intentasemos eomprender ambos [,es decir, abrazar, y~ ~""""" -u, " "

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~ 42- - 43-

como Iimitar con nuestro entendimiento, toda Ia extension de nuestro

Iibra albedrio, y el orden de la Providencia eternal.

[ulclos sobre eosaa que no eonooen bastante, y que, POl' conslguiente

yerren.

j~-'.

\~ :C om o puede avenirse nuestro fib re alb edrio con la d ivina

preordinacion.43. Que no p od rta m os e rro r juzgando sotamenie de las casas que perci-

b imos c la ra y dlsiiniamenie,

En cambio, nos costara poeotrabajo evitar aquellas dificuHadfs,

si observamos que nuestro pensamiento es fintto , y que Ia omnipo-

teneia de Dios, porIa cual no solamenteIfa 6o'Docido eternsmente 10

que es0puede ser, sino que 10 ha quertdo tambien y preordinado,

es in~~a. Y POl' este motivo, tenemos muy suficiente inteligencia

para eonocer clara y distintamente que este poder reside en Dios;

pero no tenemos la bii."stunte para comprender [de tal modo su exten-

skin, que pod amos saber] como deja las acciones de los hombres en-

teraments Ifbres e Indeterminadas. POI' otra parte, estamos de tal""-

modo seguros de Ia libertad y de Ia indiferencia que tenemos, que no

hay nada que conozcamos mas clara y perfectamente [jde imauaraque Ia omnipoteneia de r i l O s no ha de impedtmos el creer en aquelta]-

Pues seria absurdo dudar de 10 que perelbimos intimamente, y que

por experiencia sabemos reside en nosotros mismos, porque no com.

prendamos otra cosa, que sabemos es incomprensible por naturaleza.

Es cierto sin embargo, que no tomaremos 10 fals<!~PQr J!Ly_g_r~dadero, en tanto que no jIlzgue~~~'~o deloq;;'per~ibimos claim

Y - ~ ~ , ~ . n . ~ ~ ~ § ' ! ~ ; ' ~ ~ u : e " s T a - f a ~ ~ i t a d - c l ~ - · ~ ~ ~ _ g ~ ~ ! : " q ~ ~ _ p i (~ _ ~ -~~gafiador, nos ha dado, no podria fallar; ni aUllJafa(lul!al't_de querer,

- i i o ' e x t e n i : l l c I l d { ) ] am a s ailad~ 10 que conocemos. Yannque esta ver-"• - ~ ~ _" • "~_,,. __ ._,_., _'0_ • _ 0 ~_ ,.,.~_. ,- "" ._,_, ~ ,__ ,~~_.,,~_~ ~~ _.~ " __ - __ ' c ,_ _ , .• " r _ ,

dad no hubiera sido demostrada, estamos tan inellnados por natu-

raleza, a dar nuestro asentimiento a las eosas que perciblmcs clara-

mente, que serla imposlble dudar, perciblendolas asi,

44. Que n o p od rla m os sino juzgar m al de 10 que no percibimos clara-mente, aunque nuestro juicio pueda ser verdadero; y que frecuentemen-

te es n ue st ra memo ri a ta qu e nos engaiia,

42. Ell qu e consiste, qu e aunque no quisieramos errar jamds, erramos,

sin embargo , por voluntad nuestra.

Tambien es cierto, que =lempre que aprobamos alguns razdn de

que no tenemos un conocimiento muy exacto, 0 nos equivoeatnos, 0

si encontramos Ia verdad, como as por casualidad, no podriamos [es-

tar seguros de haher la encontrado, ni] saber con esrteza que TiO

nos squivocamos. Pues en verdad, es raro que suesda que 'ju:o-(\

guemos de una cosa al mismo tiempo que observamoa que no ia l

eonoeemos, porque la luz natural nos dicta que no debemos [arnas 'juzgar de nada que no aste eonoeido de antomano. Pero nos equivc-:

eamos frecnentemente porque presumimos haber conooido ante ..

riormente muehas eosas, y tan pronto como nos vienen a la memo-

r'ia, asentimos a elias como si las hubiesemos examinado snficiente-

mente, aunque, en efecto, no hayamos tenido de ellas un conoci-

miento exaeto.

Mas, porque sabemos que at enol' depends de nuestra voluntad, y

que nadia quiere equivoearse, pocra parecer extrano que erremos

en nuestros juioios. Pero hay que observar, que eziste gran dife-

rencia entre querer eqnivocarsa, y querer dar su asentimiento a

optniones que son causa de que nos equivoquomos algunas veees.

"Pues aunque no haya nadia, que expresamente quiora equivocarse,

apeuas se encnentra una persona que no quiera, algunas veces, asen-

~ir a cosas que no eonoce distintamsnts. Y aun sucede frecuente-

mente, que e1deseo de couocer Ia verdad, es el que haos que 1 0 1 - ;

que desconooen el orden necesarlo para obtenerla, preeipiten ~UB

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- 44--.- 45 -

45. Que es una percepeion clara y distinta,47. Que para desierrar los prejuicios de nuesira iuiancia, esprecise con-

siderar to que hay de claro en cada una de nuestras nociones simples.

Y hasta hay personas, que en toda su vida percihen absolute-

mente nada como es debido, para juzgar bien de ello; pues cleono":,

c:iIfiientosobre ~Be gpiere. establ~cer un jUie~~~ub i i~b l ; !~ :~ iFe '~:~i~~~_~,· ,~?~~~~~~~~~~?.!--! i~~~_:a~~~~~_Ylla~~~!_!ll'0, ,a,I._9~eEis ta pre;;iente y m!l.!!.~!i~§ltoa ul l cspiritu atento, igualmente que de-

'C;hllOSque;;~;c~n elaridad los' objeto8,'cuand-o-e'sianao-pi~'~~~.n~'

tes ' o o f a n - c o n ' s u f l C i e n t e - I I i f e n s r a ' l d ; y ' " n u e s t i o s O J o s ' e s t ~ n d i s pues-" -,_ .... ""----.- ... ,,'--_,-~-"'-----~-'--~.--- --_-."'-- ',----"." .... ',,"- ," . . . .,.--"'_"-'.

tos a mira~los. Ydistinto al que,siendo olaro, es de tal modo preci-

H O Y 4 J f J l ~ n t e d ~ ¥ 6 f t s _ ; ; _ 1 ( ) ~ d e I I 1 ~ ~ ";~-~~'~~;ti~~;'~~isi~~i~'9~e

~;;:parecem ' t i h i f i e s t o al que_~oconstdera como se ~e~J11

Ahora bien: durante nuestros primeros aiios, nuestra alma e';~a·

ba tan abBor~lda por al euer po, que no conocia nuda dlstlnta m.enze,

(1) A peear de Ia c oplcsa doctrina, gala de la mayor parte de los lectores de esta Tra-

duccion, creo eonvenlente, ver Ia manera de evttar que el pensamlento del filoso!o de las

ideas clams l' disiintas, sea, en este precise punto de la definicion que fl da de estas no-,

c lene s, oscura Yconfusamente in te rpretado por a lgunos. GOblot , c artes lano de nues tros

tlempos, Ie llamariamos, en su magnifica y laureada Logica (Segunda edic. Paris 1920) ,una

de cuvas lntere santes !nsls~enc ia s, a ca so la capi ta l, e s la cons!deraci6n de los conceptus

como juicios vir tuales {impersonalesJ, la dlstinci6n entre juiclos actuales y virtuales 0 pen-

sados-distinci6n exigida por la sodabilidad y no s610individualidad del pensamlento hu-

mana y . sobre la que reposa la posibi lidad de iu~ga r juici ('S , e s dec lr, de la c ri tica , de l exa -

mea , de la duda, de La inter rogac ion y , por cons igu iente , de la log ica>-, obse r'l a (pag. 97),

cerno d'rdee d'idee claire ne peut pa se -t re une idee c la ir e s il 'on ne fai t a tten tion aux juge-

rnents virtuels impliques dans Ie concept>, y advierte cuau laboriosas son Jas explicadones

de los cartes lanos en este re spec to, con excepc lon de Le lbn iz , -un poco mas a to rtunado nor-

que s in designa rlos expl lc itamente conside ra los [u ic ioa vl rtua le s-. Despues (pa rr. 304),

Goblot e sc ri?e : •Una idea e s c la ra , ; segi in los cartes ianos , cuando se Ia disc ie rne de 10que

n~ es ella, distinta cuando se dtscierne 10que esta en ella>; para 10 cual se apoya en aquel

p~r~afo de IO~Nuevas Ensayo« ( lib, 11,cap. X:\IX) de Leibnlz , en que Teofilo (Leibniz) corn-

batteado a Filaletes (Lockej-e-que acepta I igeramente par<ideedistincte, aquc ll« en que el

e sp lrt tu perc ibe una d ife renc ia que la d ist inguc de toea o tra idea>, y llama «idee c(lnjuge a

aquella que no puede ser suflc ientemente dlsttngulda de otra de la que debe ser diferenle ,- ,

ie muestra, como su nocton de idee disiincte, DOdistingue a esta de la idee claire, por 10

que e l [Tcofi lo}, p re fiere segu ir a Descartes , «para quien una idea pot !' ·u :se r c lam y confu-

sa a l mts rno tiempo» .Ains i-col lc luye Te6fiJo -quoique selon 10US ' les idees a istinc-tes distinguent I'obi~t d'un autre, neanrnolns, cornme Ies claires mats confuses en

e lle s-memes le Iont aussi , nous nornmons disttnctes non pas toutes celles qui sont biend:sting,uantes?l1 ,qui dla tinguent Ies objets, mais celles qui sont bien distinguees, cest.a-

dire qUI sout dtstluctes en elles-meme s et distinguent dans I'objet Ies marques qui Ie Icnt

cormattre , ce qui en donne l 'analyse au Indefinition; autrernent uous Jeappelons ceninses»,

(V. Nuevas Ensayos lib. citado], Para Goble t, como pa ra Lelbniz=-e l cual llama' impes-

jectas a las confusas, perfectos a las dist intas -> , «pour rendrc les idees c la lre s coSO1t sur

to lit les idees elles-memes, qu"] taut examiner, en Ies anarysant, c'est-a-dire en s'etfo!c~nt-

de lee rendre dist inctes- . (Ooblot pg . 93), Con tal ba se , re fiere e lp rime ro , la c la r idad de los

c?nCept053 su e:~ensi6n y.a BU definicion caracteristica, SU dlstlncton a su compretien-

SIQU y a su denmcl6n esenciat, y estudla estas fundamentales propiedades definie ndo como

peculiaridsd de la extension 0 denntaclon de un termino, no solo el numero de los indivi-

duos contenidos. e ll e l ~enero-como sue le hace rse -ssfno e l -de los [u ic tos pos lbtes de que

es atributo-; su Intension (comprehenslen) 0 connotaci6n no solarnente e l numero de cua -

~idades comunes a los ind lviduos de l gene ro , sino e l <de los [uiclos puslbles de que es su-

J~~o.Lueg~, apro,ve~hando Ia distlnctun hecha par algunos entre connotacion y comprehcn-SI01l-110ClOO la ultima de una <comprehension tan lnsegura, equivoca y oscura>, no obs-

tante - reposar sobre ella la Iogica del concepto, la del [uicio y la del razonarniento sv-senara

plauslblemente Ja cottnotacion de los conceptos y ta comprehens ion de las ideas arrnuni-

zando la superflclat y corriente antitesis entre extension y comprehenslon, hacjendo pues

d,elgeue,'o supremo, no 5610el mas vasto en extens ton , s ino e l de una comprehens ion mas

nca, Perc esto e s ya e xtendernos demasiado. Consultese a Goblot. Toda su 16gka-si he

logr~do eatenderla=es un desarrollo de su esclareclda Interpretacion de ideas claras l'

d!51ll1tas; <U~lconc,:p~o es claro-define concretamente-«, euando se sabe por que experien-

C I3 S . U ooeraciones l.oglcas podrlau sec verif icados los juicios vir taales de quej'esatributo; es

declf, Jse,g~rarse 51 tin sujeto dado ad mite 0 noeste concepto como atr ibuto>. <Un coneep-

!o,e.s dls~iOto cuando se sabe por que expe rlenc ia s u operaciones 16gicas se ve ri fica riun los

l~lICIOSvl rtuales de que es sujeto ( 0 COi l mas exactilud, antecedente, pfle; todo inicio que

tlc ,~e po, sujeto un eOllcepto es hipotetico), es nedr, $1puede 0110scr sujeto de un atr ihuto

dado.> Senti ria yo !Jaber confundido y o~cureddo l as ideas en esta advertel lc ia insp irada

en 10coutrario. (N. de la T.)

,16. Que puede ser clara sin ser distinia, pete 11 0 at contra rio, segun

muesira el ejemplo del dolor.

Quando, por ejemplo, alguieu siente un dolor agudo, e1 eonoel-

misnto que tiene de este dolor" as clare para el, pero no por esto es

siempre distinto, porque 10confunde ordinariamente con el [uieio

falao que forma sobre la naturalesa de 10que eree reside en la par-

te lastimada, que eonsidera semejante a la [idea 0] sensacion del do-

lor , Ia .oual s610, percibe elaramente. D~~ll;t~,:m&qQ~,l.~(),n.Q,~~,r.n:ie.Ilt(J

puede ser clare sin ser distinto, y nOl?~edes0r distiuto sin ser ola-

ro tainbien ( i) .- .

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por !HaS que perelblese muohas casas muy elaramente; y como no

riejaba, sin embargo, de juzgar sabre las casas que se presentaban,

hemos Ilenado nuestra memoria de muchos prejuietos, la mayor par-

te de los cuales nunea dospues as abandonada, Pero, para Iibrarnoa

ahara de eltos [Hill mueho trabajo.] hare aqui una sueinta enume-

raci6n de todas las noeiones simples que componen nuestros pensa-

mientos, y separare 10 que hay de clare en eada una de eltss, de 10que hay oscuro, 0 en que podemos errar.

pensamiento ii .nicamente, como Ia emcci6n a Ia ira, la alcgria, Ia trls-

teza, el amor , (1) ete.; tales son todas las sensaciones, como e1 dolor,

el cosqui lleo, la Iuz y los eolores, los sonldos, los olores, e1 gusto, El i

calor, la dur eza, y todas las demas cualidades que no caen sino bajo

el sentido del tacto,

49. Que las verda des etemas no pueden se r as! enumeradas, ni ticynecesidad.

48. Que todo aquelto de q ue te ne m os algutta nocton, es eonsiderado

como una cosa, como afeccion de una cosa, 0 como nnaverdad eterna;

y e num er ac io n d e la s casas.

Hasta aqui he enumerado todo 10 que conocemos como casas, C11"-

lidades 0 modes de las eosasl: nos queda que hablar de 10que consi-

deramos como verdadesl. Cuando pensamos, per ejemplo. que es

Imposlble que de Ia nada ae produzca alguna oosa, no creemos qu.?

esta propostclcn, de ta nada nada se hace, sea una cosa eXlstente, ni In

propiedad de alg~sino que la consideramos como una V6r-

dad eterna, que tiene su aSlento en nuestro psnsamlento, y que (l'l

nombra una noci6n comfi.n 0 un axioms. Igualmente, ouando se dj ceque una mistna cosa e s im p osib le q ue a fa vez sea Y no sea, qus 1 0 qu e

ha sido heche no puede no haber sido hecho; que el q ue piensa no puede

dejar de exisiir mientras piensa, y otras muehas que ser ia dificil enu-

merar, pero que [no es neeesario, porque] no podr iamos Ignorar.as

cuando Ilega la oeasion de pensar en ellas, y no estamos cegados pnr

los pr(ljuicios~_~Q].d.es l ' l Q I < ? d ~ · _ . ~ : ?. ~g~as _~_J[is_~entes fu?ra de 1;)·

sotros.

Yo distingo todo 10 que cae bajo nuestro conoeimiento en dos ge-news: e1primero contiene todas las cosas e impresiones de las cosas,

y el otro, tadas las verdades eternas, que no tienen extsteueia fuera

de nuestro pensamiento. En 10 referente a las: casas, tonemos [en prl-

mer Ingar], ciertas nociones geuer-alieimas, que se pueden referir a

todas, a saber, las que tenernos de l~ substancia, de 12duracion, del

~rden, del ~~o, y quizii. tambien algunas otras; [despues, po see-

m o o asimismo, nociones mas partlculares que airven para distin-

guirlas, yl la principal distinciou que yo observo entre todas las co-

sas ereadas, es que las unas son Inteleotuales, esto as, substaneias in-

teligenres, 0 bien propiedades que pertenecen a estas snbstancias, y

las ctras eon materiales, 6i3 d ecir , cuerpos, 0 prcpiedades que corr es-

ponden a 10 extenso. "Asl, el !p~di!~to, Ia voluntad, y todas las

r':.a~eras d~ conocer y de • . _<llJ ..GIi l l" ,pel'tene(le;;-a~i;~ sl lbsta~~~i; que

piensa: Iamagnitud, 0 la extension en longitud, latitud y prorundl-

dad, la fig~cl movimiento, 11disposlci6n de la;p;;tes y;':'i-a"dj;isi-

~pTda~: .~ t ;a.~~.,~s~ y o t ra s p r 'oL )Te -dad~ ; ·~~~~" t ;; g~ ; ;' eefieren al

( n . : ~ . : p o .Hay todavia, ciert~'cos;~iq-:;i~~~p~ri~ellt~~10Sen nosotros

misrnos, q110 no deben ser atribnldas IIi solamcnte al alma, ni tam-

poco al CUG'pO solo, sino a la estreeha e intima union que existe en-

tre ambos, como explioare des pues: tales son los apetitos de comer,

oeber, e'c.; y las emociones 0 pasiones del alma,~n del. . . . . . - - - - - ~ " ~ ~ ~ T . ' _ . . . . . . . . . . . . . _ . ~ _ ._

50. Que esias verdades pueden ser claramel1te percibidas pero11 0

todasp or todas las personas, a c ausa de lo s prejuicios.

En enanto a aetas nociones eomunes, es mdudable, quo PUcJ(};:;l

ssr couoeia8s mny chu:a y muy distintamaate, pues de otro mcdo II':'. .

merocerian 0fctsnombre- Pero es "HTdad tambien, que hay algum,s

da ellas, qUB 10merecen en opinion d,) algunas personas) .\"que no lu

O J . • • comlnoUo ad irarn, ad hl!aritatem ... ; [ 'emotion it la ,oiere, I lia jO'le . .. (N. defa T.)

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-- 48 ~ - 49-

men;ceu ell cptnicn de otrss, a causa de que no les SOIlbastante evi~

dentes. No es que yo erea, que la Iaenltad de conoeer se ex:tienda maS

lejos en algunos hombres que en otros, sino que, m.as bien, hay al-

gunos que tienen hace tiempo arraigadas opiuiones que, siendo eon-

trarlas a algunas de estas verdades, Ies impiden perefbtrlas, bien

que estas sean muy mauifiestas a los que cat.an Iibres de estos pre-[uicios.

es deeir, sl ae encuentta 8:a el mundo al presente, no es suficiente que

exista de esta forma para que la percibaraos, pues eso solo no HOS

descu bre nada que excite algtin conoclmfento particular en nuestro

pens~.~mient), es precise ademas que tenga algunos atrrbutoa que po-

damos obssrvar , no habiendo ninguno de estos, que no baste para

esta efecto, puesto que una de nuestras nooiones comunes es, que 1::\nada no pUl'lde tener atrlbutos ni propiedades 0 eualidades de nin-

gnna clase, par 10 que, cuando encontramos alguno, hay razon para

eonolule que 08atrfbuto de alguna substancia y que esta substancia

existe {l).

5 r. Que es ta substancia; y q ue es un no mb re que no p ue de s er atrlbuido

a Dios y a {as crtaiuras ell et mfsmo sentido:

En 10 referente a las cosas y sus modes, hay necesidad de exami _

]Jadas aqui una tras de otra], a fin de distingulr 10 obscure, de eon Io

evidence en la noeion de Gada una]. Por snbstanoia, no podemos en-

tender otra cosa que 10 que sxlste de tal forma que no ticne necesl-

died sino de sf mismo para existir. [En Ia explicaclon de Ia Irase, no

tener necesidad sino de 81mismo, puede haber obscuridad, pues] ha-

blando propiamenta, no exfste sino Dios que 10 sea de eate modo, y

no hay ninguna cosa ereada que pueda existir un Bolo momenta sin

el concurso de Aquel. POI' esto se dice con razon en las Escuelas que

el nombro de subetaucia no es univoco respecto a Dios y a las er-iatu-

ras, esto es, que no hay niuguna significaci6n de esta palabra cones -e

bida distintamente, que convenga a itl y a a11a8. [Pero porque entre

las cosas creadas, algunas son de tal naturaleza que no.pueden axis,

til' sin otras, las distinguimos de las que no necesitan sino del con-

curso ordinario de Dlos.nombraudo a sstas, subatancias.y a aqneljas.

cunlidades a atrfbutos de estas substancias.]

53, Que cada substancia tiene un atrtbuto principal, y sue el d f L f ! . l : . ! l ! . . g _

eseipensamienio, como fa extension es el del ctterpo,~ ,~ '.. . • . , -- -. · •• ,_ c. ,, _ . .. .. .~ ·~ , • ' .• ' • ....,,.,_~'+'-- • ...-~ ... '-- • ...__.._. __ --. .

52. Que puede sa airibuido al alma y at euerpo en e l mistno sentido, y

como se conoce Lasubstancia.

Pero aunqne un atributo eualquiora sea suflciente para que i i i .

snbstancia sea conoeida, hay, sin embargo, una propiedad principalen carla substanola, que constimye au naturaleza y esencia, y de La

eual d.ependen todas las demas, La extension, en Iongitud, ancbul'a

y profundidad, eonstlmye la naturaleza do la substancla carpel'e!!; y.

el pensamiento oonstitnye la naturaleza de la substancia pansante.

PUBS todo 10 demas que puede ser atribuido al cuerpo, presupone

ill. extension, y es soiamente un modo de 10 extenso, como todas

las propiedades que enoontramos en la substaneia que piensa, no son

sino maneras diferentes de pensar. Asi, no ·pourfamas conaebir , poi-

ejemplo, figm-a, si 110 es €Inuna cosa extensa, ni movimiento que no

tenga Ingar en un espaoio extenso; aSI, la imaginad6n, Ia sensaeicn

y la voluntad dependsn de tal modo de una cosa que piensa, que no

podemos concebirtas sin ella. Pnede, por e1 coutrarlo, ser coneebi-

da Ia extension, sin figura °sin movimiento, y la substancia pensan-

te sin imagmncion 0 sin sensaci6.u, etc. , de suerts que sea manifiesto

para quienquiera que arienda.

Pueden pues, las subtanolas ersadas, Ia corporea, y 0 1 alma 0

substancia pensante, comprenderse bajo el eoneepto comtin de cosas

que s610necesltan para exiatir , del concurso de Dies. M.as euando se

trata de saber si alguna de estas substancias exiate verdaderamente,(1 ) En este articulo hemos segu ido prin clpalmen ta e1 tex to f rances que es mas expli-

clto, y ante l a lmposibUidad de separarexactamente las Irases aiiadidas,--(N. c t e t a T.)

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~- 50 -- 51-

54. C6mo podemos tener nociones claras y distil l/as de ta subsiancia

que p iensa, de fa corporea y de Dios.

[ ( 1 ' : : , "!I~,e sirvo particularraente del ncmbre de ~odos [0 maneras]; y

liando por esta variacion puede ser denominada a S 1 , nombroeuall-,

~ aquellas diveTsa8,.,man~as, causa de que sea l10mbrada

gubstancia' en fin, ouando pJ13nso mas generalmente, que Bstos me-< i ' _ ' . - . - - ' - - - - - c · -t. "--- .. ,~.--,.--- .. .,

'dos 0 eualidades existen en la subatancl!l, sin considerarlos de otro

modo que como dependientes de esta substancia, les Ilamo atl'Jlnltos,

Y puesto que no debo concebil' en : l ? J J ! ~vuriedad ni cilD'.biode nin-

guna clase, :nodigo que haya ell : ! ' i a ' mcdos 0 eualidades, sino sola-

mente ?~!ri})l~tos;10mismo que en las cosas oreadas llama tambien

atributo, y no modo 0 cuaUdad, a 10que se eucuentra siernpre en

ellas inalterable, como Ia eXlstencia y Ill. duraci6n, en la cosa que

existe y dura.

Podemos, pues, tener dos nociones o ideas, elaras y dlstintas,

una de una substancia creada pensante, y In otra de una snbstancia

extensa, con tal que separemoa euidadosamente todos los atributos

del pensamiento, de los atrIbutos de la extension. Podemos tambien

tener una idea clara y distinta de una substancia lucre-ada pensante

P. independiente, es deoir, de un Dios, con tal que no creamos que

esta idea nos representa adecuadamente todo 10que hay en El, ni Iemezclernos nada mediante una flcoion de nuestro entendirniento ,,,',inofijandonos solamente en 10 que verdaderamente esta compren-

dido en la noci6n distinta que del Mismo tenernos, y que sabemos

corresponds a Ia naturalsza de un Ser perfectisimo. Pues no hay

nadie que pueda negar que seme janre idea de Dios exists en nos-

Otl'OS, sf no qui ere arbitrariarnente supouer que Is. inteligeueia hu-

mana sea incapaz de tener conocimiento alguuo de Ia Divinidad,

57 . Que ha y atribuios que perienecen a las cosas a que son atr {bltfdo 5

y otros que depetuien de nuestro pensatn ienio; y que SO.1 duration y

tiempo.

56. Que son tsodos, cuaiidades y airibuios,

De cstas cl!llJidades 0 atribntos, hay algunos que rc.sidt:):nen las

cQsa~mismas, y otros que no oxisten mas que en nuestro pensa-

JEiento. AS1, per ejemplo, el.~iempo, que distinguimos de In dura-

cion tomada en general, y que afirmamos es e1mimero deln,o\' i-

miento, no es nada mas que una oierta manera de pensar fen esta

durucion], pues no concebimos que In dnraci6n de las DDBas en mo-

vimicnto sea otra que la de las cosas en repose, como es svidente

cl)nsiderando que 61dos cuerpos se mueven durante una hera, III

uno lentame:nte, Yel otro deprisa, no contamos mas tiernpo el l el

uno Cineen el otro, annque snpongamos mas movimiento en uno de

elias. Mas para comprender la duraci6n de todas las eosas en una

misma medida, nos servimos ordinadumente de In duracion de

eiertos movimientos regulares que forman los dfas y ]':'2 anos, y Ia

Ilamamos tiempo, despues de habar la as! compara do, bi.sn que en

efccto 10que denominamos de este morlo, no sell.nada It1.erade In

ve~·dadera duraci6n de las COS3S, sino una manera de p0tlflar.

55, Como podemos tenertas tambien de ta duracion, del orden y del

numero.

Ooncebimos tambien rnuy distintamente 10 que es 111.uraoion, el

orden y 01rnimero, S1en Ingar de mezclar en la idea que de e1108

tensmos, 10 que perteneee propiamente a Ia idea de Ia substanoia,

pensamos solamente que la duraelon de cada oosa es un modobajo

el cual consideramos esta cosa, en tanto que continua siendo;y que

igualmente, el orden y el nrimsro no difleran en efecto, de las cosas

ordenadas y numeradas, sino que SGn solamente maneras diversas

de conslderar nosotros estas casas.

Cuando hablo aquf de [manaras 0] modes, no quiero decir otra

C O S a q u e Io que nombro en otra parte atrlbutos 0 cualidades. Mas

euando.considero que Ia substaneia es por aquellos afectada 0 varin-,

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--- 5] .-

I te son m od os d eQu e lo s n r1 m ero s y lo s u niv er sa le s to do s, SO amen

5 8 .

pensar-

A. . 0 el numero considerado en abstracto, 0 en general,. sinsmnsm " d tro pensam~en-

referencia a ningnna cosa ereada, no es fllara e nnes . '0, ~ t as ideas generales comprendldas ba]

to, alga mas que toda" ssas 0 r .

el nombre de univer~a1es.

, d l 'nco ordinariam entewi so n lo s u niversa tes: Y descripdon e as Cl •

Qenumerados: genero, e spe ci e, a if er enc iu , p rop io y accidente-

. I "forman por e1mero heeho de servlrnos de unaLos UnIverse es se ~. en: ~, eusar en muchas cosas particulares, que uenen -misma Idea,para P . d b [oun misrao nom-

I,- Y cuando compren emos a

tre si cierta re acton. b s tambien

- d ' esta idea este nom fa ebre las cosas repl'esenta as por . '. 'ensar en_ 1 POl' ejcmplo, cuando vsmos dos piedras, y sm p L

UDlversa . . , hay dOB formamos en, b vamos solarnente que ,

sa natura.eza, 0 ser '_ 11 os dos. Si vien-nosotl'OS Ia idea de un cierto nurnero al que am.am , co- d - b les observamos sm pansar tampod ' do" aves 0 as fir a , 'o desplles, hay d09 casas, Tepetimos Ia nrisma auteriO,1'ell su natnralez1'I, que 1 1_ . _ lies uni verBal, asi como al numero, que e ap 1-

[dea, haelendola, p , I I te c'-ando

bruniversal el de nfimero dos. gua men -, u

camos un nom e , , -d e~ fi ura de tres lades, formamos una 1 ea, a qu

con5idera:o~ l:ade!n triangul0, y nOSservimos Iuego de ella para

jlamamos a IC , I todas las figuras que tienen solamentetarnos en rrenera ,l'EJpresen t '" s fi uras de tres lados,t sIados rdas cuando observamos, que de la gres o~ n a D ulo recto Y las otrus no, nos formamos unalas unas tienen u g id I receden-

_ d 1trialJgulo rectangul0, que refen a a a p -

idea u n ~ V : : : IO"e:erill, Ia deuorolnamos espeeie; y e1 angul0 rect: _aste que es . "'. 1 pOl' la que los triiingulos rectangulos dlfle·la dife"onem universe - d d de

• L d Ios d"mas Si observamos todavia que el cua 1'2 0ren de to os v ~ • t

. 1 a los cuadrndos de los oatetos, Yque as a pro-la l1ipotenl1sa es igua d S. . Iarnente a osta clase de triangulos. la po remo

piedad eonVHlllesoia: • t: 1 Pal'o '" • I d universal de los triangulos roct<tugu os,

nambral' prop18C a

5 9 .

- 53-

ultimo, si suponemos que de astos triangulos, unos se mueven y

orros no, tomaremos esto por un aceidcnte universal en estes trHin-

gulos, Y asi es como ordinariamente se cnentan cinco unlversales, a

-saber: €IIgenero, In espeeie, la diferencia, 10 propio y €IIacoidente.

60. De l as dl s tinc tones , y en prim er tugar, d e ta d istincio n real.

En cuanto al mimero que observamos en las cosas misraas, pro-

cede de la distinoidn que existe entre ellas. Hay tres clases de dis-

tinei6n: re. llI~modal y de 1'~z6ri' La real se en_~llentra propiamente

oiQIQcntre dos 0 mas substaneiasr y podemos conclulr que dos subs-

tancias son realmente distintas entre sf, si podemos concebir una1

clara y distintamente, sin pensar en Ia otra, Conociendo pues aDios,

estamos eiertos que puede haoer todo aqueUo de que tenemos una

idea clara y dlstinta. POI' tanto, teniendo ahara Ia idea, por ejemplo,-da una substaucia extensa 0 eorporea, bien que no sepamos todavia

Concerteza al existe tal eosa, sin embargo, puesto que tenemos la

idea de ella, hamos de eoneluir que puede existir, y que en caso de

que exista, eada parte de dieha substancia que podamos determinar

con nuestro pensamiento, debe ser rsalmente distinta de las demas •.

Igualmente, del hecho solo que uno eualquiera de nosotres, se per-

elba como eosa pensanto, y que pensando puede excluirse de otra

substanela, pensante 0 extensa, podemos conoluir tambien, que uno

eualquiera de nosotros asi eonsiderado, es realmente distinto de to-

-dao tra substaneia pensanto, y de toda snbstanoia corp6rea. X-~aun.que Dios mismo uniese tan estreehamente un cuerpo a un alma, que

Nasa imposible aproxlmarlos mas, y se formase un cornpuesto de

estas dos substaneias asi rmidas, permaneoerfan, no obstante csta

un ion , realmente distlntas, puesto que eualquiera sea la conexidu

que Dios haya establecido entre am baano ha podido deshacerse del

J)oder que tenia de separarlas, 0 conservarlas la Una sin Ia otra, T

las cosas que Dios puede separar 0 conssrvar separadamento unas

de otras, son realrnente distintas,

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54-- 55-

61. De fa distinciOn modal. do en el uno sin pensar en el otro], Esta distinoion se manifiesta,

considerando que no podrfamos tener una idea clara y distinta de

semejant.esubstancia, si Ie quitamos aquel atributo; 0 bien, que no

podrlamos formarnos una idea clara de uno de estos atributos, si

10 separamos de los demas, Por ejemplo, como no hay substaneia

que no deja de existir cuando eesa de dural', Ia duraeion no as dis-

tinta de Ia substaneia sino por e1 penaamtsnto, y en general todos

los atr-ibutos que haeen tengamos pensamientos diversos de una

misma eosa, [tales como son, POl' ejemplo, Ia extension de un euer-

p o y s u propiedad de ser divisible en muchas partes,] no difieren

de los objetos que SOn pensados, ni reciproeamenta uno de otro en

el mismo objeto, sino raeioualmente, Reeuerdo haber mezclado la

distinci6n de raz6n con Ia modal, al final de las respuestas que Iliac

a las primeras objeciones sobre las Meditaeiones de rni Metafisica;

mas no slendo a m ocaston de Ia misma cuidadosa diferenciaeion,

bastaba para mi designio, d:istinguir ambas de Ia real.

Hay dos olases de distinci6n modal, a saber, la una entre 81modo

propiameute dieho, y la substancia de que el modo depende, y Ia

otra entre dos modos de la misma substancla, La primera se mani-

fiesta, por el heche de que podemos percibir elaramente Ia substan-

cia sin el modo, que decimos difiere de ella, pero no podemos, 1'801-

proeamente, tener una idea distinta del modo sin pensar en la subs-

tancia. Hay, pOI'ejemplo, una distinci6n modal entre la figura 0 el

movimlento y la aubstanoia corpcrea, de que ambos dependen; y la

hay tambien, entre afirmar y recordar, y Ia substaneia penssnte. En

cuanto a la diatiuclon que existe entre dos modos diferentes de una

misma substancla, se advlerte, en que podemos conocer uno eual-

quiera de estes modes sin el otro, y viceversa, [como Ia figura sin el

movimiento y e1movimiento sin figura.] pero no podemos pensar

distintamente ni en el uno ni el otro sin saber que dependen ambos

de una misma substaneia, por ejemplo, si una piedra se mueve, y es

euadrada, podemos conceer su figura cuadrada, sin saber que se

mueve, y viceversa, podemos saber que se mueve sin saber sl es

cuadrada, pero no podemos tener nn conocimiento distinto de este-

movimiento ni de esta figura, si no conocemos que ambos reslden

[en una misma oosa, a saber.] en la substancia de esta piedra. En 10

que se refiere a Ill.distinci6n por Ia eual el modo de una substancia

difiere de otra susbstaneia, 0 bien del modo de otra substancia, como

el movimiento de un cuerpo difiere de otro cuorpo, 0 del pensa-

miento, 0 como el movlmiento difiere de 1a duda, m e parece que se

Ia debe llamar real antes que modal, po rque no podriamos enten-

del' elaram ente los modos sin las substan~ias de que dependen, y.Ias

substancias son realrnente distintas entre si,

63. Como se puede iener nociones disiin ias de ia extension y del pensa-

mienio en tanto que ta una constiiuye 1 1 1 naiuraieza del cuerpo y fa

otra ta del alma.

62. De la distincion de razan.

Podemos tam bien eonsiderar 61 pensamiento y Ill.extension, como

[princfpatee] cODstituyentes de 12 natnralsza de las substaneias inte-

Iigente y corporea, y cntonees no debemos concebir los sino como la

substancia misma pensante y excensa, 69 decir, como el alma y el

euerpo, pues los eonocemos en esta forma muy clara y distinta-

mentefiiendo tambien mas facH de oonoeer una sllbstancia pensante,

o una substanoia extensa, que la substancia sola, aparta de si piensa

o es extensa, puesto que hay algnna. dificultad eu separar Ia nocion

que tenemos de la substanoia, de las que tenernos del pensamiento

y de la extension, yaquell() difieren de 13.substancia sino solamente

POl'[que corisider'arnoa a veoes] el pensamiento [y Ja extension sin

pensar en la COBa misma pensanto 0 extensa], Y nuestro concepto no

es mas distlnto porque comprenda POC!1B COSl1S, sino porqus discer-

En fin, Ia distinci6n de raz6n tiene Ingar entre una substancia y

alguno de sus atributos, sin el eual no puede ser comprendida aque-

Ha, 0 entre dos de tales atributos de una misma substaneia [pensan-

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ul-dadosamente 10 que comprende, y proeuremoB no eonfnn-

namos c • ] (1 )dido con otras nociones (que 10harfan mas obscure •

dt amb i e n. s er ci:mcebidos d is ti nt am e n te . t om d n do lo s p or

C6m o pue en • .m o de s d e ta su bsta nc ta .

Podemos considerar. igualmente, el pensamiento y In extension

momodes de la substanoia; as decir, que cuaudo consider amos que

co.'. I d tener muchoe pensamientos diversoS, Y queuna misma a rna pue e • i hos

. con 8'1misrno tamano nuede ser extenso de mucun mismo cuerpo cvu er ~ id d

_ en longitud Y monos en latitud Y profundi a Ia ve-modos, ya mas '. . d dis

1 tarlo mas en latitud, Ymsnos en longltu , y 110 -

ces, por 0 can r , . s.- . S e1 pensamiento Y la extension, de 10 que plenaa Y etmgUlmo . d depende

1 dependHmte de una e o s a de la oosa e que ,extenso, como 0 •

tan clara Y distints.mente como sus substanClas, con105 conocemos . sa' , mas que subsisten pOl' si mlsmos, S1I10que son -tal que no pense . d IDS con-lamente modes de algunas substancias. pues:o que, euan a

. , piedades de las substanclas de que dependen,SlGeramOS eomo pro talesI' d'stinguimos facHmente de estas snbstancias, Y IOElomamos .

C : : 1 : son verdaderamente. Mientras que si quisieramos c~nslde.

. drfa ser causa de que 108 tomasemosrarlos sin subatanma, eato po - - .. s que subsisten por 81m1SmfJ.S,y confundiriamos Ia Idea quepOl' cosa btl' de susdebemoe tener de la substancia, con Ia que det cmos ene

propiedades.

64,

6;)..astmismo los modos del pensamiento y de fa

Com o se conctbenextension.

.' demo" concebir muv distintamente diveraos modosASlmismo po ".. .

de pensar, como entender, imaginal', recordar, querer, etc., y dlver-

. " .. . ion de cste patrafo es perfectarnente idimtica

(l) Si no estoy ofuscada, ta ultima ahrrnac" da en nota. «nous nommons distine·d L lb Iz ya menclOna .. · .

a. la de tns N ue va s E n: sa yo s _e ei n.• d' ti guantes ou qui d istinguentles objets, romstes non pas toutes celles qUI :ont ~len, '~ It] _ t dis tlnctes en elles-memes et dis ti ll -

, di t· uees c cst-dc-dlfe qUI soncelles qui son t b ien IS rng ., . (N deta T)

g(.(cnt dans I'objet res marques qui le font cor :a rt re . .. > ~ - •

- 57-

sas maneras de extension, 0 pertenecientes a esta, como en general

todas las flguras, Ia situacion de las partes y sus movlmientos, can

tal solamente que los consideremos simplemente como modos de las

substancias en que residen. Y en 10 referente 81 movimiento, con

tal qua pensemos solamente en el que se veriflca de un lugar a otro,

sin buscar Ia fuerza que 10 produce (la cual no obstante lntentare

expliear a au debido t iempo),

66, i Q ue tenem a s tam b ien no cio nes d istinta s d e m uc has sensac io nes,

''---Jafeetos y apetitos, bien que eonfrecuencia nos equivoquemos en los

juidos q ue fo rm a m as d e ettos.

~o qneda, ya mas que las sensaciones, los afectos y los apetitos,

de los euales podemos tener tambien un conocimiento clare, con tal

soh mente que evitemos el incluir en los julelos que sobre ellos for-

mulemos, todo 10que no eonozeamos preoisamente por nuestro en-

tendimiento, y estemos elertos por la raz6n. Pera as dificH servirnos

eontlnuamente de esta precaucion, a1 menoscon respeoto a nuestros

sentidos, a causa de que homos creldo desde el comienzo de nuestra

vida, que todas las oosas que sentiamos, tenian una existeneia fnera

de nuestro pensamlento, y que eran enteramente semejantes a las

sensaeiones 0deas (1)que con oeasidn de elias teniamos. Asi cuando

hemos viBto un color, por ejemplo, hemos creido ver una cosa que

subsisria Iuera de nosotros, y que era semejante a nuestra corr es-

pondiente idea (2). Ahora bien, aeostumbrados a jnzgar de este modo,

(1) ••• hoc est, perceptionlbus.-(N, T.)

(2) Ha de p restarse atenclon especial cada vel: que en los escr ito s de Descartes se en -

cuent re uno con e l t ermine idea, ya que la lalla de esta precauclon , puede orig in ar y ha

origiuido errores lamentables. En e lecto, est a palabra , empleada antes del advenimiento

de Descartes, excluslva 0 predominantemente en e l s entido que P la t6n, in troduc tor de e ll a

en la filosofia, Ie aslgno, fu e extendida por e l 1 i16sofof rances y otros contemporaneos su-

yos, a deuotar nuest ras representac loaes en general , aport ando tamblen a l l enguaje I iloso-

fi co , n o p re ci sa me nte la c la rld ad y d is ti nc i6 n. T an pronto la vemos empleada s lnonima-

mente a coneepto 0 nocten, como equivalente a sensacion, imagen, percepcton-vtambten

esta equivocamente usada=-especte, y nastaes ap licada para denominar lo s mcvlr ;[>I\to s

organlcos cerebrates. -Los modernos f ilosofos , -escr ibe l{e id- Essays on the InteJ Jcctua l

Powers of Mann (Essay I , Chap. I , [26], obra cuya t raducc ion preparamos=corno los per ipa-

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- 58 - 59-

nos ha parecido Ye1' esto tun clara y disttntamente, que no ha de

eueontrarss extrsjio que algunos permanezoan despues, de tal modo

persnadidos par este prejuicio, que nc puedan ni aun resolverse a

ponerlo en duda.

-existentes solamente en nuestra alma, sino que hemos ereido que

existian en nuestras manos, en nuestros pies, yen las demas partes

de nuestro euerpo, sin tenor, sin embargo, ninguna razon que

nos ohlio-ue a creer que el dolor que experimentamos, por ejemplo,'" ~

en el pie, sea algo fuera de nuestro pensamiento, que este en nue,s-

tro pie, del mlsmo modo que Ia luz que oreemos ver en el s~l, no ex:~-

to en este sino en nosotros. Y si algunos se dejan persuadlr tcdavia

pOl'una opinion tan falsa, as porque estan apegados a los preju~cins

de su p:rimera edad que no pueden desecharlos, como aparecera to-

-davIa mas elaro enlo que sigue.

67. Que frecuetiiemenie nos equivoeamos attn juzgaruio del dolor que

sentimos.

La misma preveneion ha tenido Ingar en todas nuestras otras

sensaciones, ann tratiindose dd cosquill eo y del dolor. Pues annque

no hayamos ereido que hubiese fuera de nosotros, en los objetos ex-

teriores cosas sernejantes al cosquitleo y dolor que nos haoian aentir,

no hemos considerndo sin embargo estos sentimientos como ideas

68, Como seI ta de dis tinguir e n tales cosas to quepuede engafiarnos d~

[0 q ue s e c an ci b e c ta ram e nt e.

Mas a fin de que podamos distinguir 10que hay de claro en nues-

tras sensaciones, de 10 que es obscuro, observaremos. en primer Iu-

gar, que conocemos clara y distintamente 81 dolor, 81 color, y las

.dernas sensaciones, cuando las consideramos simplemente como pen-

samientos; pero que cnando queremos [nzgar qne e1color, dolor, 81;-

cetera, son eosas que subsisten fuera de nuestro pensamiento, no con-

eebimos en modo alguno, que sean este color, este dolor, etc., yemen-

te ti toS, Ylos epici ireos en Ia anf ig li edad, han concebido que los objetos exteruos no pueden

sc r los ohjetos inrnedia tos de nues tro peusa rniento, que debe haber a lguna imagen deenos

en el esplritu mismo, en donde como ell un espejo son vistas, yes dado el nombre de ideaen su seuttdo tllosoflco, a aquellos objetos internus e inrnediatos de nuestros pansamlentos-

La cosa extern a es e !obje to remote 0 rnediato, pero Ia idea 0 imagen de aquel objeto en el

espi ri tu , e s e l objeto inmedta to , sin e l cua l no podr l amos tener ni pcrcepc ion, n i recuerdo,

ni concepto del objeto mediate •. Y en el ensayo II, Cap, VI!! (137] , tnslste el pensador es-

coces=-ccmo tnsl st e en otras muchas ocaalones : 0016 por admit ido como los ant iguos fl·

Iosofos , que 10que perclblrnos inrnedla tame nte , debe es ta r en e l esplr ltu mismo 0en eJ ce-

rebro, al que el espirlt tr esra siempre inmediatamente presente, Las impresiones realizadas

sobre nuestres organos, nervios '!cerebro, no pueden ser o tr a cosa segun $U filosotia, sino

moutftcaclones disrintas producidas por !~cxtension , Ia f igura y e l movirmentu. No podia

haber nada en e t ce rebro, como soa ido 1) color , gusto u olt ato , calor a f rio, pues est as cosas

sou sensacicnes ene l espir itu, que por l as leyes de launion de alma y cuerpo seorlginan ton

ocaslon de c ie rtos t razos en e l cerebro: y aunque da el nombre de ideas a estes vestig to s ce-

~~rales, IlO cree necesario que sean per tectarnente como las co sa s que represeutan ; algo

mas que las palab ras 0 slg tlos se parecen a las co sas que slgnifican, pues stgutendo en [0

pos ib le -d ice· -!a opinion rec ib ida, hemos de admitl r una semejanza muy escasa», ObservaReid tamblen {Ens. I I Cap. vm . [142J, [141], etc.), !a extrafia circunstanciaque en Descar-

tes se verifica, pues hablendo triuntado con su filosofia scbre e! desp6tko artstotensmo

retnante , y producido asl una de las mas no tab les r evoluciones [de la hlsto riu del pensa-

mieuto , no obs tante, no 11adudado sino parcialmenre. Aquel gran trabajo que e l egregio f i-

losofo ernpleo en dcspojarss de los prejurcius en que se habla educado, no Ie11aservldo mas

que para Ia pri tuera parte-vlas imagell~3. especies 0 formas de los objeto s vtenen de esto s

y entran a l espir itu pOl 'los sentido5~··, del antiguo sis tema, ya que con respecto ala segun-

d3-no son perdbidos los obj"tf )s mis ITlos s ino Sl[ imagen, espede ° fantasma en el espiri-

tu~, n i dudo, ni di6 las razones.de esta aditud. Ii;)milton , el m~,sprec(aro representante de

laEscue la Escocesa, e rudit a edi tor y comentador de Jas obras del :Maes tro,y que con este ha

contr ibuido en la redacci6n de esta adver tenc ia , as i como las ;)bse rvac ionesde amlJos, han

aprOllechado muc110a la culturade la traductora, confirnlJ. esta (Illima asever<l('ion· de Reid:

,La no ne~ad6n en este e jemplo-anota ref ir iendose a l de las pa]abras 0 signos li37]-de

toda semelanza entre las ideas materiales, 0movlmtentos organicoS en el eerebro, y ia rea-

l idad externa , es uno de los ocasionales e lemplo~ ~e ta ret ic~~cia de Desc. a~ tes en la~ar !,~

no principal de SIIS doctrinas , para evltar toda !nltt ll prooension contra opintones domma:,

· ;Iesjo tro es e l dar a lgunas veces a estes movitnientos e l n .ombre de espec tes- . Mas a pes~ir

de sus meritos, Reid es con trecuencla snperficial y descu ldado, 10que te conduce a afirn;t,I-

dones infundadaS,como en cada eRSO pone de relieve Sll discfpulo.Asi,por eJemplo~ ha calc 0·ene l a to ll adero de ta contusreu del sentido de este t ermino del tecntc tsmo car tesmno, por

' no deseut ra fi ar adecuadamente su amblguo empleo. Confundio pues , no solamente e l sell-

ti do moderno de las ideas, con su sent ido pla t6nico , I rastocando Jast imosamente .. Ia bel la

metMora platon!ana de la caverna,sino que carecio de una sistematica comprensrou de la

t ilosofla carteslana, desconoctenoo asimlsmo que pM i deas designaba Descar tes dos cosas

muy dlferentcs a saber: las ideas maNriales ,los proxlmos antecedentes corporales estal l]":

ctaos por la leyde union de los que nada, en su sistema conoce el espiritu, y los c_onst-

guientes mentales, las repres~ntaciones del esplrit ll mism~ hiperflsicamente determmado

con ocasion de aquello5 movimientos organicoS, 0 sea las tdeas me~~~!es: d e las que ~~l-

<:amente es consclente el espiritu, y que nOerall otra cosa que modmcaclones del espmtu

rnismo, Hamilton [lUi]. [131], [1381; Inqui rv into the t tuman Mind, Cl tap.Vi! , 1 ,5 ; yen otu ,s

lugares.-(N. defa T.)

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- 60- 61 -

Principalmente 81 eonsldera, que eonoee de un modo bien dlteren-

te, que es la magnitud en el cnerpo que ve, 0 la ftgura,o el movimien-

to (almenas el que se realiza de un Ingar 5. otro, pues lOBf l losofos .

fingiendo otros movimientos, se han hecho men os accesible la vsrda-

dera naturaleza de aquel), 0Ia situaeion [de las partes), a la duraeion

o e1mimero, y las damas propiedades que percibimos en todos los

cuerpos, como ha sido ya observado; que 10 que as el color en ell

mismo'cnerpo, 0 el dolor, el olor, 81saber, y todo 10 que he di~ho-

debe ser atribui.do al sentido. Pues aunque viendo un euerpo no es-

temoa mas seguros de BU existencia por Ia figura que 10determina,

que POl' e1color que percibimos, sin embargo, 6S cierto qua conoce-mos de un modo mucho mas evidente en el , esta propiedad, causa

de que dlgamos es flgurado, que la que hace que nos parezca colo-

reado,

algo euya naturaleza ignoramos, pero que produce, sin embargo, en

nosotros Una eierta sensaelon mny clara y maniflesta, que es Hamada

lasensaolon de los colores. Pero hay mucha diferencia en el modo de

[uzgar , Pues en tanto que nO B eontentamos con ereer que hay un no

se que en los objetos (es deoir en las cosas tales como sean), que causa

en nosotros estos peneamlentos eonfusos que llamamos sensaeiones

tanto faIta para equivoearnos, que evitamos, al contrario, eaer enerror, pnes no nos Ianzamos tan pronto a juzgar temerariamente so-

bre una eosa que sabemos no eonocemos bien. Pero cuando creemos

peroibir nn color en un objeto, bien que no tengamos un ccnooimten-

to diatinto de 10 que Ilamames color, y que nuestra raz6n no nos

haga perelbtr ningana semejanza entre el color que suponemos exis-

te en este obleto y el que exis ts en nuestro sentido; sin embargo,

como no nos fijamos en eso, y por otra parte, observamos en eatos

mismos objetos muehas propiedades como III.magnitud, la flgura, el

mimero, ete., que existen en eUos,0 pueden existir del mismo modo

que nuestros sentidos, mas bien nuestro entendimiento, nos las haeen

percibir (1), nos persuadimos fiicilmente de que 10que se llama color

en nn objeto.es algoque exlste en este objeto, que asemeja enteramen-

te a1 color que esta en nuestro pensamiento, y en seguida, creemos

pereibir elaramente en esta eOOB, 10que en modo alguno pereibimos

perteneciente a su naturaleza,

do alguien nos dice que ve color en un enerpo, 0 siente dolor en 81-

guno de BUS miembros, as igual que si nos dijese que ve 0 siente

algo, pero que ignora completamente Ia naturaleza de 10que siente,

esto es, que ignora 10que ve y 10que slente, Pues si bien no exami-

nando atentamente sus pensamientos, se persuada con facilidad de

que tiene algun eonocimlento de esto, porque supone que e1color

que cree ver en el objeto tiene semejanza con 19.sensaeton que expe-rimeata, sin embargo, si refiexiona sobre 10que Ie as representado

por el color, 0el dolor, entanto que existen en un euerpo coloreado,

o en una parte lastimada, eneontrara, sin duda, que no tiene ningun

conocimiento de ello.

6H . Q ue se c ono cen d e un m o do c om pteiam enie aistinto las m agnltud es ;

la s fig ura s, etc ., q ue lo s c oto re s, lo s d olo res, e tc .

/", ....''.

' : , ~ ~ : 1 Que [ a pr im e ra y p rin cip al c au sa d e tu ies tro s er ro re s reside en lo s

p re ju ic io s d e n ue st ra i nf an ct a,

70 . Que po dem o s juzgar d e d os m aneras so bre las c osas sensibles, po r

una d e las c uales c aem o s en error y p ot La otra 1 0 esiiamos,

Yaqui se puede reconoeer Ia prhnera y principal causa de todos

nuestros errores, Es decir, durante los primeros afics de nuestra

vida, que nuestra alma estaba tan estreehamente Jigada al cuerpo.qne

no se ocupaba de otra cosa sino de 10que producia en este alguna

impreskin, no eonsideraba stqniera si estas Impreslones proeedfan

de las cosas existentes fuera de sl, sino que solamente senna dolor-

Es pues patante, que cuando decimos que perelbimos eolores en

los objetos, es 10mismo que declr que percibimos en estes objetos,(J) ••, «non aliter a nobis sentlri vel intelllgi ; -de mesme sorte que nos sens

plutost notre entendement, nons re s fait appercevolr - (N.df fa T.) ,

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euando el cuerpo era ofendido par ellaa, 0 placer cnando Ie presta-

ban utitidad; 0 bien si aquellas Impresiones eran tan ligeras que 01

cusrpo no recibiese por ellas oomodidad ni incomodidad Importan-

te para au eonservacidn, segtin las divers as partes en que era afec

tado, y modes divsrsos de serlo, tenia diferentes sensaciones tales

como las Ilarnadas gusto, 0101', sonido, calor, frio, luz, color y otras

aemejantes, que realmente no nos representan nada que exista fuera

de nuestro pensamiento; y al mismo tiempo percibia tambisn mag-

nitudes, fignras, movimientos y otras cualidades analogas, que no

tomaba per aensaeionas, sino por eosas 0 propiedades de las cosas,

que Ie pareeian existir , 0 al menos eapaees de existir fuera de ella,

bien que todavia no notase esta difereneia. Mas cuandohemos avan-

zado un poco en edad, y nuestro ouerpo S6 ha dirigido libremente

en todas direoeiones por Ia disposici6n de sus organos, ha sncontra-

do eosas utiles 0 ha evitado las perjudieiales, et alma que Ie estaba

€strechamente unida, reflexionando sabre las cosas que aquel con-

segufa ()evitaba, ha observado primoramente que estaban tuera, yno Ies ha atribuldo solo las magnitudes, las figuras, los movimien-

tos, y las dernas propiedades que verdaderamente perteneeen al

euerpo, y que como cosas 0modes de las cosas,concibe muy bien,

sino tarnbien los colores, los olores y las demas ideas de este genera,

que asimismo percib ia eou ocasion de las cosas exterfores. Y como

estaba tan apegada al cuerpo, que no coneideraba las demas eosas

sino en tanto que prestaban utilidad a este, juzgaba que habia mas 0

menas re alidad en cada objoto, segun que las impresiones que oca-

siouaba Is parecian mas 0menos fuertes. De aqui que creyese, que

h~bia mas substanefa 0 corpocidad en las pledras 0 en Jos metales

que en 01 aire ° en 81 agua, poi-que notaba en aquellos mas dureza

y pesantez; y ha conaiderado el air-s como la nada absolute, cuando -

no estaba agltado por ningtin visnto, ni Ie parecia caliente 0 frio. Y

porque las estrallas no Ie hacfan peroihir mas luz quo las bujias en-

cendidas, no imaginaba que cada estrella fUGse mayor que Ia Ilama

que aparece al extreme de una candela que arde. Y como no eonsi-

deraba todavia si Ia tierra puede girar sobre au eje, ni si BU superfi-

cie as CVTva como Ia de una bola, ha juzgado desde luego que es in-

movil, y que au suparfieie es plana; y mil prejuicios semejantes, de

los cuaIes nuestra alma estaba tan Imbuida en nuestra infancia, que

Hegados al uso de Ia razon, en Iugal' de pensar que estes juicios ee-

taban forrnados ouando no eramos capaces de discernir bien, [y que

por constgutente podian aer mas bien fa1808 que verdaderoe.] los he-

mGSrecibido par tanciertos como si hubtesemoe tenido de ell os un

eonocimiento distinto, por mediacion de nuostrris sentidos, y no he

mos dudado mas de ellos, que ai hnbiesen side nociones comunes.

,72.' La segtuula es que no podemos otvidar estos prejuicios,

En fill, euando hemos Ilegado al usa cabal de nuestra razon , y

nuestra alma 110estando ya tan sujeta y apegad.a al cuerpo, trata de

juzgar bien de las eosas en S1mismaa consideradas, bien q~e obser-

vemos que los [uioios fOl'mados en nU8stra Intancia, estan llenos de

81'1'ore9, nos cuesta mucho trabajo Iibrarnos por cOffipleto de ellos;

y no obstante, es cierto que si dejamos de recorder que son dudosos,

estamos siempre en peligro de caer de nuevo en aquella falsa pre"

veucion , De tal modo es verdad esto, que, como dosd e nuestra in-

faneia, hemos irnagiuado, por ejemplo, muy peqneiias las sstrellas ,

no podrfamos deshaeernos de esta imaginaci6n, ann despues de,

oonoeer por las demostraoiones de la Astronomla que son muy

gl'andes; tanto poder tieue sabre nceotros una opinion ya recibida.

73, La tercera, que nuestro espiriiu se jatiga cuando presta atencion a

todas las cosas sobre que juzgamos-

Aderaas, como nne5tra alma no puede sin tral1ajo y ratiga, PrES-

. - . ,--.osayes para ,- ,11alo mastal' largo tiernpo atencion a Ulla mlsmu v , ." ~- _

dificil In consideraci6n de las cosas (puramellte intelectuales, Beta eSI

que no estin p!'esentes ni a los sentidos nia la imaginaci6n, sea pOl'

8It namraleza, ya que est§. unida al cuerpo, sea porque desde Ios

primeros alios de 121vida nos hayamos acostumbrado de tal modo it

sentil' e Imaginar, hemos adquirido una mayor practice Y iac i1ic \_}d

TIara nensar de esta forma. De aqul procfde, que muchag personasf O ' ~

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'74. La cuarta , que anim as nuestros conceptos a palab ras que no los

e xpresan e xac tamen te .

Finalmente, como unimos nnestros conceptos a eiertas palabras,

a fin de expresarlos verbal mente, y reeordamos mejor las palabras

que las eosas, apenas podemos concebir nlnguna cosa tan distinta-

mente, que separemos completamente nuestro ooneepto, de las pala-

bras elegidas para expresarlo. Asf, casi todos los hombrea.vprestan

su atenci6n a las palabras antes que a las cosas, y esto as causa de

que, muy frecuentemente, den au asentimiento a terminos que no

comprenden [ni se cuidan de comprender], porque creen haberlos

eomprendido otras veces, 0 porque les ha parecido que los que se

los han eusenado conocian su eignifteacion, y de catOE! la han apran-

dido enos. Y aunque no sea este el lugar en que deba tratar de estamateria, porque no he expuesto Ia naturaleza dt>lcuerpo humano,

01 aun he probado todavia que haya en el mundo euerpo alguno,

me pareee sin embargo, que 10dicho nos podra servir para discenir

nuestros conceptos elaros y distintos, de los confusos y deseonc-

cidos.

ees de conoeer, abandonaremos en pr_imer lug~r nuestros prejuieios,

y n03 determinaremos a rechazar todas las opiniones que hayamos

admittdo anteriormente, hasta que las hayamos exarninado de nue-

vo. Despues h~~e,~<.>~una revision de las nociones que poseemos, no

admitisndo por verdadoraa, sino las que se presenten clara y distin-

taCmente a nuestro entendimiento, De este modo, eonocerernos, pri-

meramente, que somos, en cuanto somes de naturalesa pensante, y

a Ia vez tambien que hay un Dios del cuaI dependamos, y des-

pues de haber considerado sus atributos, podremos investigar Ia

verdad de las demas cosas, puesto que es la causa de ellas., Ademfis

de las nociones que tenemos de Dios y de nuestro pensamiento, en-

e,ntrar-emos en nosotros tambien e1 conocimiento de much as propo-

siclonss eternamente verdaderas, tales COUlD, que la nada no puedo

produoir ninguna cosa, eto., y tambidn la idea de una naturaleza

corporea 0 exteusa, divisible, movil, etc., asi como de aquellas sen-

saoionos que nos afectan, como el dolor, los colores, sabores, et-

cetera, aunque ignoremos la causa de nuestra ll.fecci6n; y cornparan-

do Io que acabamos de aprender examinando onlenadamente estas

cosas, con 10que penaabamos de eUas antes de haberlas asi exarni-

nado, nos acostumbl'aremos a formal' coneeptos claros y distintos

-de todas las casas que somas oapaces de eonocerz'En tau P;)COS pre-

ceptos creo haber comprendido todos los prinoipics mas generales

e importautes del conocimiento humano ..._y!"

no podr ian creer que haya snbstancia, si no es imaginable, y eorpo-

ral, y aun sensible. Pues ordinariamente no S6 comprende que sola-

mente las eosas extensas, movibles y Iiguradas, son imaginanles,

existiendo otras muohas que son Inteligfbles; por esto Ia mayor par-

te de las gentes esbi persuadida de que no hay nada que pueda sub-

:>lstirsin cuerpo, y hasta, que no hay cuerpo que no sea sensible. Y

puesto que no son los sentidos los que nos hacen deseubir la natu-

raleza de ninguna cosa, [sino la intervencion de la raaon.] como se

Ym'a despues, no ha de encontrarse extrano que 18.generalidad de las

personas noperciban en toda BU vida las eosas sino muy eonfusamen-

se [, puesto que hay muy pocas que se preoeupan de eonduoirla bien].

75 . Resumen de todo fa q ue se d eb e o b se r va r p ar af il os oj ar b ie n.

Por tanto, si deseamos dediearnos seriamente al estudio de Ia Fi·

losofia, y a Ia Investigaclon de todas las verdades que somos eapa-

" 76 . Q ue d eb em o s p re fe rir La a ui or id ad d iv in o a n ue si ro s r az on am t en io s. 'no c reer tuuia que no este revetad o, a m enos de no conocerto m uy

claramente,

Sobre todo, tendremos POl'regla infalible que 10que Dios ha re-

velado, 58 incomparablemente mas cierto que todo 10dsmas, a fin

de que si alguna rafaga de razon pareciese sugerirnos algo en COIl-

trario, estemos siemprs dispuestos a sometar nuestro juieio a la au-

toridad divina, Mas en 10 referente a las verdades en que no se mez-

cla la Teologia, no ser ia veriaimil que un hombre que qui ere ser fi-

1630£0, adrnitiaae como verdadero 10 que no ha conocido como tal;

y que prefiera fiarse de sus sentidos, es decir, de los [uicios inconsi-

derados de Btl infancia, antes que de 8Umadura razon,