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Lo llaman efecto Disney, y aunque no sepamosexactamente de qué se trata, seguramentelo conocemos. Está vinculado al analfabe-

tismo de las niñas y niños sobre la naturaleza. ¿Esposible hablar en esos términos respecto de lo queconocen, considerando las posibilidades casi inme-diatas de acceso a múltiples formas de informacióncon que cuentan? Pues parece que sí, según un artí-culo de la revista “Biological Conservation” –una pu-blicación internacional líder en su ámbito disciplinar-,cuyos resultados fueron analizados por las y los futu-ros docentes que se forman en el “Garzón Agulla”.Allí se mencionaban estudios realizados en España yArgentina, cuyo objeto fue evaluar el conocimientoque tenían las chicas y chicos sobre la fauna local yla exótica. Los resultados fueron concluyentes: co-nocían mucho mejor a las especies foráneas que aaquellas que tenían en sus propias regiones. Y estoes ocasionado, en buena medida, porque aprenden

sobre ellas a través de libros infantiles y de productosaudiovisuales –especialmente de dibujos animados-en los cuales se resaltan las especies no autóctonas.Por ello, desde los ateneos de Ciencias Naturales –que se llevan adelante en el cuarto año de los profe-sorados de Educación Primaria e Inicial- buscaronproponer a sus estudiantes actividades para que ellasy ellos, cuando sean docentes, refuercen en niñas yniños el conocimiento de las especies autóctonaspara poder cuidarlas y defenderlas. Pero decidierontambién que esta propuesta se llevara adelante conlos ateneos de Lengua de cada una de esas carreras,para desarrollar en futuras y futuros docentes la ca-pacidad de creación de cuentos maravillosos -que noson solo producto de un rapto de inspiración- y paraque puedan pensar secuencias didácticas interdisci-plinarias a través de la virtualidad, como ocurre en elactual contexto de cuarentena.

La escuela normal superior “Dr. Agustín Garzón

Proyecto de enseñanza no presencial en el nivel superior en Córdoba Capital

Del zorro colorado, el cóndor y la yarará al aula virtual,

conocer y educar para el futuro

En la escuela normal superior “Dr. Agustín Garzón Agulla” (E.N.S.A.G.A.),docentes y estudiantes de los Ateneos de Ciencias Naturales y de Lengua de doscarreras llevaron adelante experiencias de trabajo interdisciplinarias. Los objetivosde las mismas fueron que las y los futuros docentes de nivel primario e inicial ela-boraran propuestas no presenciales –en el marco de la expansión de esta modalidad,que aún se prolongará en el tiempo- y prepararlos para la alfabetización científicade sus estudiantes, partiendo del conocimiento y la defensa de las especiesanimales locales y la concientización sobre las problemáticas ambientales delentorno cercano.

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Agulla” fue la primera institución radicada en la órbitaprovincial dedicada a la formación docente. Se creóen 1942 y al año siguiente se instaló definitivamenteen su edifico construido en el Barrio Gral. Paz de lacapital provincial, de estilo neorenacentista, dondeactualmente ofrece educación en cuatro niveles: ini-cial, primario, secundario y superior. Particularmenteen este último, pueden cursarse dos carreras: unprofesorado en Educación Inicial y otro en EducaciónPrimaria.

En el actual marco de cuarentena y enseñanzano presencial, la formación en el nivel superior tienealgunas particularidades con respecto a lo que ocu-rre en otros, pero también varias semejanzas. Por unlado, se trata de estudiantes más grandes –de entre18 y 35 años, en su mayoría mujeres- por lo que larelación con ellas y ellos no está mediada por un ter-cero –como pueden ser los familiares en el caso denivel inicial o escuela primaria, por ejemplo; asimis-mo, se trata de personas que ya tienen un conoci-miento del uso de los recursos tecnológicos que sehicieron necesarios en esta coyuntura, o capacidadde rápida adaptación a los mismos. Por otro lado, enmuchos casos son el sostén principal de sus fami-lias, tienen compromisos laborales demandantes ytambién dificultades económicas propias de su si-tuación sociolaboral. Ante este contexto, los desafí-os que debieron enfrentar las instituciones educati-vas de nivel superior y sus docentes fueron en algúnaspecto particulares, y en otros, similares a las delresto de los niveles.

“Lo primero que tuvimos que hacer fue un reco-nocimiento de la realidad social que teníamos en es-te contexto de pandemia y cuarentena. A partir deahí analizar la situación de los alumnos y ver qué tipode herramienta de enseñanza podía utilizarse. Eramuy complicado decidir por una cuando no sabías sitenían computadoras en sus casas, Internet, trabajo,hijos, o con qué conectividad contaban”, explica Sil-vana Ferrero, docente a cargo del ateneo de Lenguaen el profesorado de Educación Primaria delE.N.S.A.G.A. En el mismo sentido se manifestó RosaCacciavillani, al frente del ateneo de Ciencias Natura-les en las carreras de Nivel Primario e Inicial: “En lasprimeras reuniones virtuales que tuvimos con los di-rectivos salió este tema: que nadie se quedara afue-ra de la propuesta educativa por sus condiciones so-cioeconómicas”. Lo primero fue entonces “mapear”la realidad de las y los estudiantes y evaluar en quécondiciones estaban para vincularse y aprender en lavirtualidad. Además de las características ya mencio-nadas, también aparecieron algunas que eran comu-

nes a otros niveles: dificultad para acceder a compu-tadoras o teléfonos que les permitieran visualizar cla-ses o realizar las tareas; problemas de conectividad;dificultades económicas para contar con acceso a In-ternet de manera regular; limitaciones provenientesde su organización familiar; entre otras. “Era tal la va-riedad de situaciones entre los profes y los practican-tes que se nos hacía muy difícil encontrar una moda-lidad única para poder vincularnos con ellos”, enfati-za Silvana.

Frente a esa diversidad, lo que primó fue un pro-ceso que, partiendo de las herramientas de uso másextendido entre docentes y estudiantes, fue gradual-mente haciéndose más complejo y diverso. Los pri-meros vínculos fueron a través de grupos de what-sapp en los que se compartían clases y materiales;algo similar se planteó a través de documentos enGoogle Drive, donde los contactos podían realizarsecontando con una dirección de correo electrónico.Pero a partir de allí las y los docentes del E.N.S.A.G.A.fueron adoptando modalidades diversas, comple-mentando las anteriores: Salas de Facebook; ponien-do en común recursos a través de la plataforma Mo-odle institucional o del Google Classroom; dando cla-ses virtuales algunos días por semana por medio deZoom, Jitsi, Google Meet o YouTube. Por lo general,estas herramientas convivieron entre sí, y las y losdocentes destacan que ningún estudiante abandonólas carreras por no poder adaptarse al nuevo contex-to de enseñanza no presencial. “Creo que la rápidaacción de la escuela y del equipo de profesores hizoque se sostuvieran todas las estudiantes. Estamosatentos a sus necesidades y a que las propuestas eintervenciones lleguen a todas”, comentó FernandoCandellero, titular del ateneo de Lengua en el profe-sorado de Educación Inicial.

Sostener el vínculo en tiempos difíciles

Silvana Ferrero señala que “fuimos construyendoteoría, fue algo sumamente novedoso para todos. Ycreo que esa teoría que íbamos haciendo era comouna pedagogía del vínculo pedagógico, aunque sueneredundante”. Agrega que “lo que queríamos era man-tener el vínculo, encontrarse con el otro, ver que asistaa tus meet, que te manda un mail, te dice algo porwhatsapp, pero estar en contacto humano con el otro.Lo que teníamos como prioridad era mantenernos vin-culados pedagógicamente”. “He sentido en más deuna oportunidad el acercamiento de las practicantescomo jefas de familia. Por ahí nos pedían entregar el

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trabajo un mes más tarde de la fecha prevista, y siem-pre fuimos flexibles, la respuesta era darles ánimo yfuerzas, proponerles estar en contacto”, añade Silva-na, quien destaca que esa actitud fue un pedido espe-cial de la conducción de la institución. Por su parte,Rosa agrega que las y los directivos les solicitaron pro-piciar “trabajos colaborativos entre los alumnos, paraque ellos también pudieran apuntalarse unos conotros”. Frente a eso, propusieron experiencias en gru-pos pequeños o proyectos a través de plataformas co-mo Padlet -que permite crear murales colaborativos-,en las cuales podía participar todo el curso.

Este despliegue de opciones tecnológicas y peda-gógicas fue simultáneo a un ejercicio permanente deayuda entre las y los docentes, para poner en comúnaquello que les permitiera mejorar las propuestasofrecidas a las y los estudiantes. “Hay mucha solidari-dad entre los profesores, para compartir herramien-tas, para ayudarse a practicar con alguna otra, parapreparar y compartir tutoriales, para comentarnos loque nos funcionó y lo que no”, resalta Rosa Cacciavi-llani. “Es como si hubiéramos tenido que viajar de laTierra a Marte en 48 horas. Y tener que hacer todas

esas innovaciones y aplicarlas demuestra las habilida-des y la capacidad de adaptación que tenemos losdocentes”, grafica por su parte Silvana Ferrero.

Aprender desde la interdisciplina y la creación

El vínculo no presencial con sus estudiantes obli-gó a las y los docentes del Garzón a recrear propues-tas pedagógicas, adaptadas a los objetivos de cadaespacio. Ese mismo desafío debió enfrentarse des-de los ateneos, un formato curricular presente en elúltimo año de los profesorados, que opera como unámbito de reflexión, profundización y problematiza-ción de diferentes aspectos de la práctica docente,vistos desde la perspectiva de cada espacio curricu-lar (Matemática, Lengua, Ciencias Sociales y Cien-cias Naturales).

Una primera inquietud surgió de Rosa, la profeso-ra a cargo de los ateneos de Ciencias Naturales enambas carreras. “Siempre ha sido una preocupaciónmía que las maestras trabajen y difundan las espe-

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cies animales y vegetales del ambiente cercano, por-que si no, recurren a lo que tienen más a mano, queson películas o juegos con animales exóticos”, expli-ca la docente. Para ello decidió convocar a Silvana yFernando -a cargo de los ateneos de Lengua en losprofesorados de Educación Primaria e Inicial, respec-tivamente- y diseñaron un proyecto interdisciplinarioque al mismo tiempo pudiera realizarse en la virtuali-dad, una condición insoslayable en la actualidad.

Como se indicó, desde las Ciencias Naturales losobjetivos de la propuesta fueron que “las y los prac-ticantes se apropien de la problemática de la falta deconocimiento sobre la fauna local y su relación con elefecto Disney”, al tiempo que estimulen la “alfabeti-zación científica” de sus futuras y futuros estudian-tes, entendida esta última como la capacidad no solode brindar conceptos, sino también habilidades odestrezas para el aprendizaje de las ciencias. Por suparte, desde los ateneos de Lengua se buscaba queconocieran las características de un relato “maravillo-so” y las apliquen en la elaboración de un brevecuento, protagonizado por fauna local, en relación auna problemática ambiental actual. Por último, consi-

derando que la modalidad de enseñanza en la virtua-lidad seguramente estará más presente en el futuro,se pretendía que las y los futuros docentes sean ca-paces de diseñar actividades no presenciales, inte-grando ambos espacios curriculares. “Quisimos po-ner a las estudiantes en la situación de planificar unasecuencia didáctica con todos sus componentes:propósitos, objetivos, fundamentación, aprendizajes,actividades, etc.”, indica Fernando.

Para ello ordenaron una serie de actividades quefue similar en ambas carreras. En primer término,propusieron la lectura y una reflexión a partir de unartículo titulado “El analfabetismo de los niños sobrela naturaleza y el efecto Walt Disney”, donde se plan-teaba la problemática ya mencionada. Allí se afirma-ba, también, que “el primer paso para defender algoy conservarlo es conocerlo y difícilmente seremoscapaces de conservar algo que ni siquiera sabemosque existe”. Luego, debían relatar alguna “vivencia”vinculada a lo planteado por el artículo y analizar elrelato “Capuchita Roja”, extraído de “Cuentos conciencia: los cuentos de siempre… con tonada cordo-besa” –un libro generado por el CONICET y disponi-

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ble en la web-, donde se reversiona el relato clásicocon personajes y problemáticas locales. Esa lecturadebía servir para hacer una lista de la fauna autócto-na mencionada y explicar la situación problemáticaplanteada en la narración.

A partir de allí las y los estudiantes debían afron-tar las actividades centrales del proyecto. En primertérmino, considerando las características de loscuentos maravillosos, redactar un breve relato conesos atributos, que reflejara “una problemática am-biental cordobesa, teniendo como protagonista a unanimal autóctono” local. Y debía presentarse en for-mato de “audiocuento”, es decir “utilizando algunaherramienta digital (por ejemplo: Power Point, Prezi,Movy Maker u otra de preferencia) con audio”.

“El audiocuento nació como una posibilidad decrear un recurso ‘listo para enviar’. Es decir que, pro-yectando las prácticas de las estudiantes en entor-nos virtuales, quisimos ponerlas en situación de ela-borar un recurso que, eventualmente, pudiéramosbrindarles a las escuelas o jardines asociados, listopara compartir a las familias de los niños”, explicaFernando. Agrega, además, que la propuesta tuvo encuenta que “lo que más se utilizaba para permitir lainteracción entre los niños y las maestras en las es-cuelas y jardines era el whatsapp o medios similares,compartiendo por allí recursos multimediales”. En elformato de audiocuentos, entonces, las y los estu-diantes de nivel superior elaboraron relatos en loscuales los cóndores, los zorros grises, las yararás,los cuises, los horneros, los sapos y las mulitas fue-ron protagonistas, en medio de historias derivadasde los conflictos ambientales más acuciantes en laprovincia, como el desmonte o los incendios. En to-dos los casos, tuvieron en cuenta las característicasde los cuentos maravillosos y su estructura narrativa.

Para que pudieran afrontar esta labor, las y losdocentes compartieron y difundieron una serie decontenidos con sus estudiantes. Por ejemplo, las ylos estudiantes del ateneo de Lengua en el profeso-rado de Educación Inicial aprendieron las categoríasficcionales que debía tener un relato como el reque-rido, además de las adecuaciones y particularidadespara sus destinatarios (niñas y niños de 5 años). En elcaso de las y los estudiantes de Lengua en el profe-sorado de Nivel Primario estudiaron las característi-cas de un cuento maravilloso y su secuencia narrati-va, las 31 funciones propuestas por Vladimir Propp –una serie de puntos recurrentes en este tipo de rela-tos- y la teoría del monomito de Joseph Campbell –lapropuesta de un modelo presente en muchos relatosépicos de todo el mundo. “Fundamentalmente, que-

ría que descubrieran que escribir un cuento no essentarse a decir lo que les parece, hay un esqueletopresente, que es la estructura narrativa. Para ense-ñarlo, lo tenés que estudiar y entender”, explica Sil-vana. Por el lado de los ateneos de Ciencias Natura-les, los contenidos que aportó la docente en ambascarreras fueron los mismos: capítulos de libros don-de se comentaban las “problemáticas ambientalesde Córdoba” –particularmente uno del biólogo Fede-rico Kopta-, así como cuadernillos y videos de divul-gación respecto a los criterios de clasificación de lasespecies y a qué puede definirse como autóctono yqué no.

Una vez terminado el audiocuento, las y los estu-diantes de los profesorados debían realizar una últi-ma consigna: planificar cuatro actividades para el au-la que debían implementarse de manera virtual, paralo cual había que utilizar el cuento elaborado inte-grando las áreas de Lengua y de Ciencias Naturales.“Les pedimos que se pongan en la situación en laque estamos los docentes hoy, de enseñanza en lavirtualidad”, comenta Silvana. En el mismo sentido,Rosa indicó que la planificación de ese tipo de activi-

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dades fue un pedido institucional. “El recurso del au-diocuento carecía de sentido si no era incrustado enuna secuencia didáctica que le diera vida”, explicapor su parte Fernando, por lo que trabajaron con susestudiantes “la planificación de una secuencia dondehubo objetivos y aprendizajes de Ciencias Naturalesy de Lengua (extraídos del documento de Aprendiza-jes Fundamentales) y actividades para trabajar y ex-perimentar esos contenidos”.

Con relación a las herramientas tecnológicas quepodían usar para planificar esas actividades, las y losdocentes permitieron que se utilizaran las que consi-deraran más adecuadas. “Allí tomaron distintas op-ciones: Prezi, audiocuentos, grabárselos a los padresy pasárselos por whatsapp. Les dimos la libertad pa-ra que imaginaran cómo ese cuento iba a llegar a loschicos, al igual que las actividades propuestas”. Se-gún relata Rosa, en un primer momento intercambia-ron con Silvana la posibilidad de proponerle el uso dealguna plataforma específica –como Classroom oMeet-, “pero después nos dimos cuenta de que nopodíamos garantizar que todas las alumnas o las fa-milias con las cuales trabajarían manejaran o pudie-

ran acceder a esas herramientas, por lo que acorda-mos que fuera menos pretencioso y que estuvierapensado para ser utilizado en cualquier contexto”.“Queríamos ponerlas en el rol de profesoras. En mu-chos casos contemplaron lo que consideraban comoposibilidades de sus alumnos, las opciones más uni-versales y menos excluyentes, que en general se ma-terializaban a través del whatsapp”, señala Silvana.

La experiencia de trabajo fue evaluada satisfacto-riamente por las y los docentes involucrados, inclusoconsiderando que todas las innovaciones y transfor-maciones implementadas en el marco de la cuaren-tena dejará una huella importante en las prácticas fu-turas. “Nos quedamos con esta sensación: cuandovolvamos a las aulas, no volveremos igual que antes,sino transformados”, sintetiza Silvana. “En esa trans-formación, vamos a quedar en medio de una mixtura,ya no volveremos más a la presencialidad tal cual laestábamos viviendo. La irrupción de la pandemia,aún con todo lo que nos ha perjudicado y dificultado,contribuyó a que hiciéramos ese salto abrupto de laTierra a Marte, desconcertante, pero también invita-dor, animoso, entusiasta”. l

educar en Córdoba | nº 37 | Agosto 2020 | Año XIX | ISSN 2346-9439Artículo: Del zorro colorado, el cóndor y la yarará al aula virtual, conocer y educar para el futuro