2 PARA FALKLANDS THE BATTALION AT WAR

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Relatos de la guerra de Malvinas por la óptica del bando ganador. escrito por inglés MAJOR GENERAL JOHN FROST

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  • 2 PARA FALKLANDS THE BATTALION AT WAR

    MAJOR GENERAL JOHN FROST SPHERE BOOKS LIMITED

    Prlogo

    Es esta una singular historia, la cual empieza en forma exitosa. En la mayor parte de nuestra historia como nacin, nuestras campaas han comenzado con desastres, a menos por supuesto que la oposicin no haya sido muy importante. Supongo que es verdad expresar que el Ejrcito Argentino en las Islas Malvinas no estaba a la altura de la 1er Divisin Alemana de Paracaidistas o el IIdo Cuerpo Blindado SS, pero s que muchas de sus unidades lucharon obstinadamente y si consideramos las condiciones meteorolgicas reinantes y el terreno sobre el cual nuestros soldados pesadamente cargados tuvieron que operar, debemos darle gran crdito a aquellos que triunfaron tan decisivamente.

    Cuando uno intenta entender exactamente lo que sucedi en una batalla o parte de ella, descubre que rara vez dos versiones coinciden y que al final, el escritor debe decidir sobre lo que l piensa es ms probable que haya sucedido. Este relato trata solamente sobre un batalln, deliberadamente, porque se es el propsito del libro. Pero en el estudio de la campaa completa en las Islas Malvinas no se es justo si no se tiene en consideracin el desempeo de todas las unidades que lucharon y en particular de las otras dos fuerzas que proveyeron el apoyo esencial. Los problemas logsticos fueron formidables y nuestra admiracin no tiene lmites, por el sentido del propsito mostrado desde bien arriba hasta bien abajo en la cadena de comando.

    Los medios fueron los responsables de una importante cantidad de crticas, pero era el trabajo de los periodistas el mantener informada a la nacin y eso es lo que pienso que hicieron. Ellos nunca sern capaces de satisfacer a todos, nadie puede negar de todas formas, las agallas y la devocin de los reporteros que fueron a la guerra junto a los soldados, que sufrieron todos los peligros, privaciones y faltas de confort para poder enviar las noticias a casa. Los dos reporteros que acompaaron al batalln a Pradera del Ganso sern recordados por siempre y su presencia fue el mejor y ms bienvenido extra de todos.

    Adems de las destrezas y gallarda de todas las jerarquas del 2 Para, uno no puede evitar sentirse encantado por la habilidad de los tres oficiales jefes en cuestin. Espero haber descripto sus acciones lo suficiente como para que a los lectores les sea posible extraer sus propias conclusiones y as estar de acuerdo conmigo respecto de que es algo

  • muy bueno saber que el regimiento pueda nominar hombres de tal talla para comandar tan buenos hombres.

    Yo fui el primer ayudante del 2do Batalln, el Regimiento de Paracaidistas, cuando se form en 1.941 y lo comand subsecuentemente a lo largo de la mayor parte de la guerra y ms tarde en Palestina. Sucesivos jefes me han invitado a visitar el batalln de vez en cuando. Existe una floreciente asociacin de viejos camaradas, el Club Para 2, el cual trata de mantenerse estrechamente en contacto con el batalln de hoy en da y cuando el 2 Para regres de Malvinas, tuve el honor de recibir la invitacin para visitarlo nuevamente. Estuve extasiado por los relatos de su campaa y luego de algunas discusiones, el entonces jefe de batalln Tcnl Chaundler, me pidi que escribiera acerca de ella. Despus de que haba hecho una tentativa de inicio, descubr que el Capitn David Benest, el oficial de comunicaciones del batalln durante la campaa, haba escrito ya un relato completo, habindole sido posible discutir todos los aspectos con casi todos los involucrados y me lo prest muy generosamente.

    Desafortunadamente mientras estaba escribiendo el libro, el batalln estaba lejos en Belizey por varias razones, aunque pude mostrarles los primeros captulos a la mayora de los ex jefes de compaa, no pude mostrarle el libro al jefe del batalln hasta que este estuvo impreso. Las conclusiones y opiniones son enteramente mas. El libro nunca quiso ser un relato oficial, pero si un tributo a los miembros del regimiento que fueron a las Islas Malvinas.

  • Captulo 1

    VIAJE AL SUR

    Durante abril de 1.982, el 2do Batalln, el Regimiento de Paracaidistas estaba estacionado en las Barracas Bruneval, en Aldershot, habiendo retornado recientemente de varias semanas de entrenamiento en Kenya y antes de eso haba completado un perodo de dos aos en Irlanda. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial el batalln ha estado en

  • Irlanda varias veces y ha estado en servicio activo en muchos otros lugares. Aldershot ha sido la guarnicin del regimiento desde el fin de la guerra, el puesto comando se encuentra all y la mayora de las familias tiene sus domicilios en dicha rea.

    El batalln se estaba preparando para ir Belize, fuera del Caribe, una misin que no era considerada ni muy placentera ni muy gratificante y donde la principal tarea sera asistir al gobierno local y desalentar la intrusin de Guatemala. El escaln adelantado y la mayor parte de las cargas pesadas haban sido enviadas ya hacia Belize cuando la crisis de Malvinas explot.

    Siempre desde que las Islas Malvinas haban sido ocupadas y colonizadas por Bretaa en el siglo dieciocho, Argentina haba disputado nuestro derecho de posesin. ltimamente habantenido lugar discusiones muy fuertes en las Naciones Unidas, las cuales haban terminado como casi siempre en un impasse; de repente, el dos de abril, tropas argentinas haban atacado y ocupado las islas, as como tambin las islas vecinas de Georgias del sur, tambin britnicas.

    Al da siguiente, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas orden a los argentinos sacar sus fuerzas, pero pronto se hizo obvio que no tenan intenciones de hacerlo. Ni ellos ni el resto del mundo, pensaron que Gran Bretaa fuera capaz de hacer mucho acerca de la invasin. Era bien sabido que despus de la debacle del canal de Suez en 1.956, Bretaa haba decidido amoldar sus fuerzas a la estrategia de la OTAN y que todo nuestro esfuerzo estara asignado a contrarrestar la agresin proveniente de los pases del Pacto de Varsovia. Salidas aventureras por otras causas iban a ser cosas del pasado y de esa forma no era del todo esperado, incluso en Gran Bretaa, cuando la Primer Ministro Britnica, la seora Margaret Thatcher, orden a sus ministros que reunieran una Fuerza de Tareas sin demora y que la tuviera lista para entrar en accin en el atlntico sur tan pronto como pudieran. Hubieron algunas discusiones en el Reino Unido respecto de si la decisin era acertada, pero una cosa es cierta cada uno de los miembros del 2do Batalln del Regimiento de Paracaidistas estaba a favor y determinado a entrar en accin si es que pudieran.

    El jefe de batalln, Tcnl Herbert Jones estaba fuera de casa, esquiando de vacaciones cuando la crisis irrumpi. Al escuchar las noticias regres inmediatamente al Reino Unido con su familia para encontrar la forma de incluir al batalln en la Fuerza de Tareas, aunque el mismo ya estaba firmemente destinado a Belize y no pareca habermuchas chances de lograrlo. De todas formas, fue incluido. Entonces les fue ordenado a los Rangers Reales Irlandeses, con guarnicin en Belize, que permanecieran all hasta que otro batalln, el 3er Batalln, Regimiento Anglo Real, pudiera estar disponible para relevarlos. El escaln adelantado del 2 Para fue recuperado y la carga pesada, o ms bien lo que se estuviera cargando all, fue alistado para traerlo de vuelta.

  • La orden de alistamiento lleg a las 1330 del jueves 15 de abril. El batalln iba a estar a setenta y dos horas de ser avisado para iniciar el movimiento a medianoche. La mayora del personal clave ya estaba disponible y aquellos que estaban en camino podran ser rpidamente convocados. Para deleite de todos los miembros del clan, el ltimo sistema de radio del ejrcitoiba a ser puesto en servicio en forma inmediata y, aunque iba a haber poco tiempo para todas las jerarquas para ponerse en claro con el mismo, este era tan avanzado en comparacin con el anteriorque su provisin fue causa de regocijo para todos.

    Por lo dems el 2 Para estaba equipado con armas comunes a todas las unidades de infantera de aquella poca. Los fusiles automticos eran el arma bsica, con ametralladoras como armas de apoyo de las secciones. El jefe de batalln solicit que la provisin de estas ltimas fuera duplicada ya que pens que a sus hombres les podra ser requerido luchar con menos del apoyo de fuego habitual de otras armas. En ello, el jefe de batalln iba a probar que estaba absolutamente en lo correcto y, a pesar de la municin extra requerida, el apoyo de fuego adicional fue una gran ventaja. Haba una Seccin Ametralladoras, cuyas armas podan ser empleadas con precisin en el rol de apoyo de fuego sostenido, haban seis morteros de 81mm y un nmero de misiles antitanque hilo guiados Milan juntos con otras armas antitanque de corto alcance, las que pudieron ser usadas contra las obras defensivas,ms el usual complemento de carabinas de corto alcance, pistolas y granadas. En materia de transporte, no haba virtualmente nada. En general estaba aceptado que, en ausencia de la ayuda de helicpteros(aunque se esperaba que dicho transporte estuviera disponible) todas las cargas, municin, armas y heridos fueran cargados.

    El batalln estaba organizado en tres compaas de infantera completas de aproximadamente cien hombres cada una y una compaa de patrulla la cual consista en una seccin exploracin y una seccin patrulla, ambas especialmente adiestradas en dichos roles. Esta compaa pudo incluir una seccin de ingenieros de asalto, entrenada en minado y desminado, demoliciones y otras especialidades de ingenieros. Se haba puesto mucho nfasis en el entrenamiento de un cierto nmero de tiradores especiales, los que eran tambin observadores adelantados en capacidad de informar directamente al puesto comando del batalln.

    Se le haba prestado gran atencin al apoyo de combate, de esta forma los escalones A y B (tren de combate y campaa respectivamente) de abastecimiento haban sido cuidadosamente adiestrados en lo que respecta a su composicin y ubicacin. Finalmente la estructura del puesto comando haba sido estructurada de forma tal de permitir el empuje del jefe de batalln para hacer cierta la posibilidad de que ste pudiera comandar desde el frente, sin poner en riesgo el momentum del batalln en el combate en caso de que el jefe fuera puesto fuera de combate. Su propio y pequeo grupo de comando fue duplicado con un segundo jefe permanentemente informado de la situacin y, ms all de eso como medida acertada, el puesto principal de comando con su oficial de operaciones, de inteligencia y otros, era capaz de supervisar y controlar la situacin a requerimiento.

  • El 2 Para formaba parte de la Brigada de Infantera 5, la cual tena su comando en Aldershot. Esta no era una organizacin muy conveniente desde el punto de vista de un batalln de paracaidistas, porque aunque el comando de brigada haca lo mejor posible, este no era un elemento especialista y tena adems que comandar otro nmero de unidades que no eran aerotransportadas. El Ejrcito Britnico como un todo, nunca ha sido capaz de adoptar los medios aerotransportados como una forma ms de hacer la guerra. Siempre ha habido un sentimiento en contra lo que es conocido como la Mquina Granate (color de la boina) y en cuanto surgi la oportunidad de desintegrar los comandos paracaidistas del ejrcito regular y territorial, esto se hizo con apenas alguna protesta de aquellos que deberan haber hecho algo mejor. As, los jefes de batallones de paracaidistas se encontraban a s mismos teniendo que pelearpor sus necesidades, y a veces por su propia existencia, con superiores inmediatos con conocimientos limitados y poca simpata por una raza de guerreros que consideraban sobrevaluaday realmente innecesaria.

    Pero el 2 Para iba ahora a ser parte del la Brigada Comando 3, la que ya haba zarpado ya desde Southampton el Viernes Santo 9 de abril. Con la brigada se encontraba el 3 Para, el cual haba sido incluido con las otras unidades comando (40, 42 y 45 Comando de Marina Reales) ya que estos estaban ya alistados. Todos estaban ya a bordo del buque SS Canberra y ahora el 2 Para estaba desesperado por alcanzarlos. Mientras tanto, el jefe de batalln con su oficial de inteligencia y un pequeo escaln del puesto comando, haban volado ya adelantados a la Isla Ascencin.

    El Tcnl Herbert Jones era probablemente el hombre correcto en el lugar correcto para comandar al 2 Para en Malvinas. Detestando su nombre cristiano, el siempre quiso ser conocido como H y fue un hombre que habitualmente se las arregl para seguir su propio camino. Un viejo alumno de Eaton, originalmente proveniente del Regimiento de Devon y Dorset, haba dejado su marca en el regimiento de paracaidistas como uno de los ms formidables lderes. Era un entusiasta deportista, aunque sus verdaderos amores eran esquiar y navegar ms que los deportes de pelota; de todas formas sus hobbies servan para mantenerlo en buen estado fsico. Y si bien era un tanto inclinado a ser impetuoso y posiblemente listo en excesoen aceptar una idea antes de que la misma fuera comprobada, por otra parte el mundo est quizs muy repleto de sobre precavidos. Su ms grande y permanente ambicin era conducir al 2 Para en combate, y cuando lo hizo, lo condujo por la senda de la gloria. Como jefe era generoso, gentil y reflexivo, aunque poda ser cruel y a veces rencoroso cuando senta que el bien de su batalln estaba en juego. El no deseaba ser el favorito de todos, pero tena un encanto innato que le permiti preparar y conducir a sus hombres en el cumplimiento de la misin con sus ms caras tradiciones. Que l lo hizo, es ahora sabido por el mundo.

    Con H fuera, el segundo jefe My Christopher Keeble fue dejado a cargo. El provena del Regimiento Anglo Real y antes de unirse al batalln haba sido Instructor en Jefe de la Escuadrilla Antitanque en la Escuadrilla de Armas de Apoyo de la Escuela de

  • Infantera. El tambin era y es un oficial impresionante, con canas prematuras que le daban un plus de autoridad. El, como muchos otros oficiales del batalln, se dio cuenta del potencial total de los soldados paracaidistas; a veces puede tomar tiempo y requerir experiencia antes de que la gente se d cuenta de cunto tiene para dar.

    Mientras tanto, el ferry del Mar del Norte MV Norland, requisado ya a sus dueos, P&O, estaba siendo transformado en buque de tropa en Hull. Los soldadores trabajaban da y noche dejando listas las plataformas para helicpteros, mientras el logstico del batalln, Cap Tom Godwin, dirigi un escaln del batalln en la carga de todo tipo de vveres en las vastas cocheras del barco. El barco era ideal para su nuevo rol. Tena capacidad para 1.200 pasajeros y para una gran cantidad de vehculos, por lo que haba espacio de sobra para transportar a un batalln en servicio activo. Las fechas eran cambiadas frecuentemente debido a retrasos causados por dificultades en la preparacin de las cubiertas de vuelo y otros eran causados por la gran cantidad de equipos que tenan que ser cargados en otro barco, el MV Europic tambin requisado. Eventualmente y de todas formas el batalln se embarc y parti de Portsmouth el 26 de abril.

    La partida del Norland fue igual a la salida de los barcos de tropa en aquellos das, muy similar a la del Canberra. Cientos de alentadores, amigos y familias, alineados en el muelle y la banda del batalln tambin estaba all tocando. Haba cmaras de televisin y algunos fotgrafos de prensa buscando alguna despedida rara o extraordinaria, aunque hubo pocas de ese estilo. Como a principio de todo episodio, haba un continuo sentido del propsito y todos los britnicos haban sido sorprendidos por la velocidad y eficiencia con la cual la fuerza de tareas haba sido montada. Todos los trabajadores de los astilleros implicados haban trabajado da y noche para completar las tareas que se les haban encomendado y fue con un genuino y orgulloso ardor que, aquellos que vinieron, nos alentaron hacindose eco.

    La vida a bordo pronto se estableci con una firme rutina de entrenamiento y recreacin. El espacio disponible tena que ser cuidadosamente asignado a todos aquellos que lo necesitaban, porque adems haba otras unidades ms pequeas a bordo, incluyendo navales y de la Real Fuerza Area, las cuales tenan tambin que ser satisfechas. Dependa del batalln, como la unidad ms grande a bordo, el ser justos y hacer lo que se pudiera para ayudar a los otros. Pero el Norland era un barco feliz, con la cooperacin de la contrasea, los oficiales de todas las unidades podan encontrarse en el Snug Bar, en popa, para discutir y planear lo necesario.

    El oficial de enlace de los Royal Marines, Cap Davis Constance, que se haba unido al batalln en Aldershot, hizo los arreglos para practicar las destrezas necesarias para desembarcar de los helicpteros en las cubiertas de vuelo y de las puertas traseras de las lanchas de desembarco. Ms tarde, cuando el barco estaba en la Isla Ascencin, se llev a

  • cabo una prctica completa en las lanchas de desembarco, la cual prob ser invaluable cuando lleg el momento de efectuarlo en la oscuridad despus de esta prctica.

    Se pudo haber empleado ms tiempo en los aspectos relativos al comando y control. No importa cun bien entrenada y equipada pueda estar una unidad, nada bueno resulta de ello si las rdenes no pueden ser impartidas desde arriba y luego ser diseminadas. Destrezas con radio, el uso de procedimientos y la necesidad de seguridad en el aire tuvieron que llegar a ser nuestra segunda naturaleza.La mayora de las unidades rpidamente se hacen adeptas al servicio activo porque saben que de otra manera no sobrevivirn, pero los procedimientos no son tan fciles de aprender y mantener en tiempos de paz. La presin normal de la administracin rutinaria tiende a mantener a los hombres ocupados con lo que se tiene que hacer diariamente y los procedimientos vitales de las comunicaciones operacionales les son raros.

    La adquisicin de la destreza suprema en el manejo de las armas es absolutamente necesariapara todos aquellos que tienen que usarlas. El tiempo y las comodidades a bordo del barco fueron utilizados en su totalidad. Fueron colocados blancos en la popa y marcas de puntera se lanzaron al mar desde la borda. Por donde se lo mire, la instruccin permanente con las armas es muy importante porque la destreza para detectar y corregir fallas en las armas automticas puede ser una cuestin de vida o muerte. El objetivo es la confianza en el armado y desarmado a ojos vendados y el batalln se avoc a ello.

    Se le dio mucha importancia al tema del empleo de las armas de apoyo porque en cada unidad existen conflictos de intereses al respecto. Las subunidades a menudo piensan que deberan tener ametralladoras, morteros y armas antitanques a sus inmediatas rdenes, olvidando quizs que hay un precio que pagar por ello, agobindose a s mismos con elementos pesados los cuales si forman parte de la compaa, pueden limitar la velocidad de stas a campo traviesa, justamente cuando esta velocidad podra ser vital. Las caractersticas de las armas es tal que, el fuego puede ser ms efectivo cuando est situado a una cierta distancia de aquellos a los que apoya. An ms, a menudo es ms fcil ocultar un elemento de apoyo de fuego si est situado a retaguardia o en el flanco de una posicin. Un concepto particularmente peligroso es que las armas actuales deberan ser mantenidas juntas, concentradas de forma de producir un efecto de fuego concentrado, este amontonamiento invita a la deteccin del enemigo, corriendo el riesgo de neutralizacin o destruccin de todas las armas de apoyo del batalln. De todas formas muchas de las armas estn dispersas, pero cuando son apropiadamente empleadas y con buenas comunicaciones, estas pueden brindar apoyo a cualquier parte del batalln cuando este ms lo necesite. La distribucin, ubicacin y empleo de dichas armas ha sido siempre mucho mejor entendida por nuestros enemigos que por la mayora del Ejrcito Britnico; los batallones de paracaidistas, que a menudo por su propia naturaleza tendrn que confiar en su propio apoyo, deberan tener ideas muy claras al respecto.

  • Otro aspecto de los problemas particulares de las tropas aerotransportadas que recibi mucha atencin, fue el tratamiento y cuidados de los heridos. Sin una lnea de comunicaciones segura, a menudo podra haber dificultades de hecho a veces imposibilidad de evacuar bajas y, a menos que aquellos que lo necesiten puedan ser tratados inmediatamente luego de ser batidos, no sobrevivirn. Los cuerpos heridos necesitan que les pongan fluido tan pronto como sea posible y en caso de no ser posible el uso de un intravenoso, un enema puede hacer el trabajo. Esto es algo que quizs no pueda ser practicado en alguien sano en tiempos de paz, pero por lo menos el conocimiento de lo que podra hacerse y los medios para hacerlo fueron dados a conocer a todos. En este caso, considerando las condiciones meteorolgicas que tuvieron que padecer los heridos, la taza de sobrevivientes fue fenomenal; la disponibilidad de helicpteros para la evacuacin de bajas jug un rol fundamental en ello.

    No fue difcil mantenerse en forma abordo. Los instructores de adiestramiento fsico estaban en su salsa y la mayora de las cubiertas entradas ya en aos del Norland resonaban al sonido del trote. A menudo fueron organizadas cinchadas y se hizo todo el esfuerzo posible por mantener interesante el entrenamiento. La importancia de mantener la resistencia de los pies de los hombres fue mantenida firmemente en mente, porque hubo tiempos en otras campaas en que el uso de zapatillas de goma a toda hora haba causado un ablandamiento que caus estragos cuando las botas tuvieron que volver a ser usadas. A bordo fue provista ropa rtica, la que prob ser un regalo del cielo, pero el ofrecimiento de un provisin de botas rticas fue rechazado ya que no habra tiempo de ablandarlas. Para este caso, la provisin de botas del ejrcito prob ser tristemente inadecuada para mantener alejada la humedad, y los problemas de pies resultantes de ello, fueron quizs la causa de la mayor cantidad de bajas que cualquier otra en toda la campaa.

    Cuando el barco cruz el Ecuador el My Philip Neame, jefe de la Compaa D, organiz un da de deportes en lugar de la usual ceremonia del cruce de la lnea, lo cual result mucho ms placentero de lo que habran sido las celebraciones convencionales. Neame haba estado en el Regimiento RAF y es un experimentado montas, habiendo tomado parte en la expedicin del ejrcito al Monte Everest. l es propenso a ser poco convencional en muchas formas, posee un fino sentido del humor y puede encontrar siempre el comentario adecuado para la ocasin.

    El My Dair Farrar-Hockley, jefe de la Compaa A, era el responsable de las emergencias a bordo. l es un oficial Regular por excelencia y ha pasado por la Escuela de Guerra, habiendo sido ayudante del 2 Para antes de ello. Es hijo del General Sir Anthony Farrar-Hockley, el Coronel comandante del Regimiento de Paracaidistas. A bordo del Norland l organizaba las rutinas de alarma contra incendios y las prcticas con botes y tambin la reaccin ante ataques areos, posicionando tambores de aceite como cubierta para los equipos de ametralladoras y BlowPipes. Al principio el contingente naval mir estas medidas con desdn porque, dnde quedaba todo esto al momento de detener un

  • arma moderna y sofisticada como lo es un Exocet?.En este caso, de todas formas, el viejo granizo de las balas de ametralladora tuvo un efecto considerable en el ataque a las aeronaves; igualmente el viejo adagio de que es mejor haber tratado y haber fallado que nunca haber tratado, fue demostrado una vez ms.

    El My John Crossland era el jefe de la Compaa B. El haba estado con el SAS en la campaa de Omn y sus experiencia all iba a probar en breve ser muy importante. El My Roger Jenner mandaba la histrica Compaa C Bruneval, los descendientes directos de la Compaa Escocesa que haba llevado a cabo el raid sobre la estacin de radares alemanes de Bruneval en 1.942. El ms viejo y quizs el ms experimentado oficial era el Jefe de la Compaa Comando, el My Mike Ryan. Se haba formado inicialmente con el Regimiento Gals en 1.962, haba servido en el Ejrcito del Norte de Rodhesia para luego irse contratado a las Fuerzas del Sultn de Omn, tomando parte en los combates de Dhofar, de donde se dej atraer por el Regimiento de Paracaidistas donde haba comandado compaas en ambos batallones, el 1ro y 2do respectivamente. Luego de un breve alto en Sierra Leona para reabastecer combustible y traspasar algn equipo desde el buque Atlantic Conveyor, el Norland ancl en la Isla Ascencin el 6 de mayo. Como ya se ha dicho, era el momento de llevar a cabo una prctica de desembarco con la fuerza de desembarco y, temprano el da 7 el jefe de batalln volvi a reunir a la unidad. A las 2200 del mismo da, el Norland parti para reunirse con la Fuerza de Tareas.

    Mientras tanto, en el mundo exterior haban estado sucediendo muchas cosas. Las semanas previas haban visto una tremenda cantidad de actividad diplomtica internacional y una o dos veces pareca haber sido alcanzada una solucin de compromiso. Todo qued en nada, no obstante, con la vaca negacin de los argentinos a abandonar su injustificable y agresiva ocupacin de una posesin britnica. Las islas Georgias del Sur fueron reconquistadas el 25 de abril y el 30 de abril Inglaterra haba declarado la exclusin total de la zona de 200 millas alrededor de las Islas Malvinas. El 1 de mayo la RAF bombarde el aeropuerto de Puerto Argentino, mientras que al mismo tiempo se llevaban a cabo raids areos sobre la pista de aterrizaje de Pradera del Ganso, con la armada tambin bombardeando objetivos militares en las islas. El 3 de mayo, un submarino britnico torpede y hundi el Crucero Belgrano, el que result en una prdida considerable de marineros y el 4 de mayo, el destructor britnico HMS Sheffield fue alcanzado por un misil Exocet lanzado desde un caza bombardero Super Etendard y fue abandonado en llamas, con gran cantidad de muertos. L guerra haba comenzado definitivamente.

    Mientras los barcos navegaban cada vez ms profundo en el atlntico sur, el fro se hizo ms intenso y los das empezaron a acortarse. A veces entrenar sobre las cubiertas con mal tiempo se hizo impracticable y la idea de montar una operacin aerotransportada desde algn lugar de Chile se marchit pronto. Obviamente iba a ser una aproximacin desde el mar, en la humedad y la oscuridad, con mucha incomodidad y un gran esfuerzo fsico por seguir.

  • Si bien no haba depresin, para el batalln fue una suerte tener individuoscomo el Padre, Capitn (ahora Mayor) Reverendo David Cooper, quien dio un excelente ejemplo. El Padre es un excelente tirador (luego de la campaa el gan el campeonato del ejrcito en Bisley y el batalln gan tambin el trofeo de equipo en la misma competencia) y a bordo del Norland, cuando no estaba cuidando por el bienestar espiritual de los hombres, se aseguraba de que ellos pudieran tirar bien. No haba formacin militar que pudiera pedir ms de un prelado que esta. El Sarg My Simpson, uno de los extraordinarios oficiales comisionados de la larga lista con la cual el regimiento ha sido bendecido desde su creacin, tuvo siempre su dedo sobre el pulso del batalln y junto con un ayudante como el Cap Davis Wood, el Tcnl saba que todas sus rdenes iban a ser apropiadamente distribuidas, claramente entendidas y rpidamente obedecidas. En ello, este ltimo fue auxiliado por la presencia del My Roger Miller, el oficial de operaciones. El estaba normalmente con el puesto comando del batalln, lo cual permita que el jefe llevara consigo al ayudante cuando marchaba al frente.

    Aqu entonces tenemos un cuadro un esquema- del batalln yendo a la guerra. Un batalln famoso, bien entrenado, bien conducido, animoso y en buen estado fsico, preparado para la batalla contra un, hasta ahora no probado, enemigo. En su corazn hay una excitacin noble, quizs teida con aprehensin por la prospectiva de la accin, el trabajo para el cual siempre han entrenado y el cual es el nico punto y propsito de los soldados combatientes. Cmo les ira en las batallas venideras a los oficiales y hombres del 2 Para, lo sabramos pronto.

  • Captulo 2

    EL MOVIMIENTO HACIA LA COSTA

    La primera orden preparatoria para la Operacin Sutton el desembarco en las islas a ser impartida a bordo del Norland, tuvo lugar el 12 de mayo. Este era el negocio por el cual la Fuerza de Tareas haba navegado.

    En aquel momento se apreciaba que los argentinos tenan nueve batallones totalmente operativos, junto con dos regimientos de artillera, cuatro regimientos de artillera de defensa antiarea y un nmero de otras unidades ms pequeas. Esta fuerza fue dividida entre Gran Malvina y la Isla Soledad pero con el esfuerzo principal puesto en la defensa de la capital, Puerto Argentino, con su puerto y aeropuerto. Otros tres campos de aterrizaje menores estaban operables, en Pradera del Ganso, Baha Zorro y el de Isla Borbn.

    La baha de San Carlos, situada al noreste del estrecho de San Carlos, atrajo el inters de los que planeaban debido a la multiplicidad de fondeaderos y playas aptas para el desembarco, y adems, por su relativa posicin central a las dos principales islas. Un barco enemigo de aproximadamente 8.000 toneladas haba sido visto all en forma reciente. Por all cerca estaban los asentamientos de Pradera del Ganso y Darwin, situados en el istmo que conecta las dos grandes islas que juntas, comprenden la Isla Soledad, donde se pensaba que haba una guarnicin de 1.000 hombres, incluyendo apoyo de fuego de artillera, armas antiareas, apoyo areo cercano y helicpteros.

    Se supona que los argentinos estaban esperando la invasin. Ellos habran tenido tiempo a preparar las defensas y de encontrar el modo de dominar la poblacin local y de hacer los arreglos para alimentarse de los rebaos de ovejas. De todas formas, se apreciaba que carecan de algunos abastecimientos esenciales y que estaban pobremente equipados para el fro intenso.

    La Fuerza de Tareas se iba a aproximar a las islas desde el noreste, avanzando en direccin a Puerto Argentino, pero virara hacia el oeste en el momento crtico, hacia el estrecho de San Carlos, lugar donde anclara, ya que se consideraba que las resguardadas aguas del estrecho podran ser navegadas en forma segura ante un ataque submarino.La Brigada Comando 3 desembarcara luego en el rea de San Carlos, para tomar una cabeza de playa desde la cual pudieran ser llevadas a cabo operaciones ofensivas en su debido momento, aunque no probablemente hasta el arribo de la Brigada de Infantera 5. Dentro de la Brigada 3, los infantes de marina desembarcaran primero para asegurar de inmediato la

  • cabeza de playa y a las 0600 del Da D, el 2 para iba a desembarcar en la Baha Bonner para luego desplazarse hacia la cresta del Monte Sussex, el terreno llave de la zona, aunque no se saba si el mismo estaba ocupado. No haba prcticamente ninguna informacin acerca de que hubiera algn enemigo en el rea de San Carlos, pero se supona que los argentinos patrullaran la zona desde el complejo Darwin Pradera del Ganso.

    Dentro del batalln, la Compaa C iba a asegurar la lnea de partida para el ataque a los pies de la colina (el llamado Monte Sussex alcanzaba una altura de slo 280 metros), a continuacin las compaas A y B iban a sobrepasarla, con la A a la derecha y la B a la izquierda, dejando a la C como reserva. Luego de que la dos subunidades cabeza hubieran ocupado la altura, la Compaa C se movera hacia adelante hasta una lnea desde donde pudiera observar el istmo de Pradera del Ganso.

    Una vez en el objetivo, se cavaran posiciones y se agregara cubierta superior a las mismas una vez que llegaran los materiales de defensa. Inicialmente el batalln llevara consigo lo que pudiera cargar la fuerza de desembarco, pero se esperaba que los materiales de defensa y todo el material pesado fuera acercado a la costa y desde all directamente llevado a la posicin del batalln por medio de helicpteros desde el barco. Durante la orden preparatoria se establecieron varias seales luminosas para mantener informados a los de la fuerza de desembarco acerca de la situacin en los barcos, ya que todos los movimientos hacia la costa se iban a llevar a cabo en silencio de radio.

    Se haba hecho especial hincapi en el correcto tratamiento de los prisioneros de guerra. Se consideraba vital que los soldados argentinos supieran que no tenan nada que temer si se rendan, ya que ellos se encontraran especialmente imbuidos de lo contrario. El jefe de batalln lleg hasta a amenazar con echar del batalln a cualquiera que cometiera un error al respecto. Los muertos iban a ser enterrados rpidamente y, a su debido tiempo, los cuerpos de los soldados britnicos seran enviados al Reino Unido.

    La orden preparatoria termin y los jefes de compaa fueron a estudiar sus mapas en detalle ahora que haba algo concreto en lo que poder trabajar. En particular, las fotografas del lugar de desembarco en la playa eran excepcionalmente buenas. La nica incertidumbre restante era cul sera el Da D. Se asuma que se dara un preaviso de cmo mnimo veinticuatro horas para permitir los preparativos finales y el descanso.

    No hace falta decir, el plan cambi. El 14 de mayo el jefe de batalln llam apuradamente para otra orden preparatoria. Por el momento haban tenido lugar las osadas incursiones del SAS y el SBS en la Isla Borbn, y la informacin recibida deca que la moral del enemigo era baja, que encendan fogatas durante la noche para mantenerse calientes y que no se molestaban en colocar centinelas; incluso se crea que sus fuerzas especiales, Compaa de Comandos 601, eran de pobre calidad. Los cinco Pucars en la Isla Borbn haban sido destruidos, pero los aviones de transporte Hrcules C 130 an

  • estaban volando en Puerto Argentino.Ahora las raciones argentinas iban a terminarse entre el 26 y el 27 de mayo!.

    Durante la orden preparatoria se expusieron planes para llevar a cabo operaciones de engao: Fanning Head sera atacada a las 0100 del da D, como tambin lo sera Darwin mismo, y con las primeras luces se iniciaran ataques areos sobre Darwin. Observadores de fuego naval estaban ya en el Monte Sussex. An ms importante, el 2 Paraiba a ser ahora la primera ola de desembarco, esto significaba el movimiento como grupo de desembarco hacia la baha, mientras que el Batalln Commando 40 arribara a la costa diez minutos ms tarde en el rea del casero, al norte del muelle.

    A partir de ese momento la prensa iba a ser excluida de las rdenes preparatorias. Reflexionando, esta exclusin repentina fue un error, y si hubiese continuado, se hubiera creado una innecesaria barrera entre el batalln y sus periodistas afines. Ambos, Robert Fox de la BBC y David Norris del Daily Mail haban cado bien (principalmente a travs del Snug Bar) y afortunadamente esta orden fue subsecuentemente ignorada.

    El mensaje final era simple: Golpeen fuerte al enemigo y ellos se rendirn. En todas y cada una de las incursiones del SAS, el enemigo haba virtualmente huido del lugar. Este punto de vista que los argentinos eran de una muy pobre calidad priv en casi todos y se acept como cierto que cualquier combate sera generalmente pan comido; slo unos pocos permanecieron escpticos acerca de este optimismo extremo.

    La flota estaba ahora en silencio de radio. Firme pero trabajosamente los barcos continuaron, slo con la seal luminosa que ocasionalmente rompa la monotona. Fue una visin muy impresionante, rodeados de barcos hasta donde uno poda ver esto s que era Gran Bretaa a punto de ir a la guerra. El continuo y pulsante sonido de la gran cantidad de inmensos motores ahogaba casi por completo el ruido del mar siendo apartado por la gran cantidad de los cascos.

    En el Norland, el Comandante Chris Esplin-Jones, a cargo de la parte naval de abordo, not durante la tarde del 20 de mayo un cambio de curso de la Fuerza de Tareas al completo. No era difcil darse cuenta que, dadas la velocidad y direccin actual, la Fuerza de Tareas iba estar obligada a moverse de noche. Incluso en ese momento no haba indicacin alguna de cuando iba a tener lugar el Da D. Todos saban que esto podra ser dentro de las veinticuatro horas o algo as, y estaba claro que el intento final de la Primer Ministro de obtener una solucin diplomtica a la crisis, no haba encontrado respuesta alguna.

    El jefe de batalln se estaba poniendo cada vez ms ansioso debido a la falta de informacin. Al final, se envi una seal luminosa preguntando al barco ms cercano: Hay algo que deberamos saber. La respuesta fue, Si, pero es muy secreto como para ser transmitido por este medio o por seales. Mantngase en espera. Aproximadamente a las

  • 1500, el HMS Broadsword pas por el costado y dispar una seal sobre la cubierta del Norland. La reunin para una nueva orden preparatoriafue impartida. El Da D iba a ser maana y el embarque de los medios de desembarco iba a comenzar a las 0315 hora Zulu (horario de Greenwich y no horario local).Eso era a solo ocho horas.

    Apresuradamente se hizo un programa de actividades para alistar el equipo, preparar las granadas, proveer raciones y llevar a cabo un servicio religioso. Pareci que todo el mundo en la Fuerza de Tareas haba sabido del da del desembarco inminente con cuarenta y ocho horas de anticipacin. Por alguna causa, no se le haba avisado al Norland.Afortunadamente, el retraso de la noticia no caus mayores problemas.

    El servicio de aquella tarde del Padre Davis Cooper en el Bar Continental tuvo record de audiencia. El lugar elegido tuvo en todo caso una suerte de audiencia cautiva, ya que era el lugar de descanso temporario de muchos soldados. Los hombres normalmente asisten por varias razones: algunos puramente por una razn social como parte de un evento del regimiento; otros por hbito y por una continua fe nacida tiempo atrs; pero para la mayora era por la simple comprensin de lo que podran tener por delante, y por la aprehensin de lo desconocido. La peculiaridad de un servicio religioso en un ejrcito mayormente agnstico o ateo, yace ms en su funcin social que en cualquier compromiso profundo a un principio teolgico. La unin de sus miembros se halla en la mera presencia de estar juntos y en el canto de unos pocos himnos bien conocidos. Haba aqu una negacin temporal de la cadena de comando, ya que tanto oficiales, como suboficiales y tropa, se encontraban como iguales reconociendo sus mutuas debilidades, y algunos de ellos con algo de vergenza que haban cambiado eventualmente su indiferencia a las cuestiones de la vida y la muerte por lo que David Cooper acertadamente describi como una pliza de seguro.

    Esa tarde todos descansaron tan bien como pudieron, porque el cambio de hora Zulu a hora localsignific una prdida de ms de cuatro horas de sueo. Las mochilas fueron cargadas al completo, con comida para cuarenta y ocho horas, ropa rtica de recambio, bateras para radio de repuesto, municin, y proyectiles para la seccin morteros. En promedio, las cargas excedan los 45 kilogramos de peso.

    Mientras la noche transcurra, la velocidad de los barcos disminuy. La flota estaba entrando ahora al Estrecho de San Carlos y el peligro de encontrar minas se hizo muy real. Los botes salvavidas fueron alistados a medio descenso y la tripulacin entera del barco (civiles, ya que barco haba sido requisado) recibi la orden de permanecer en sus literas con el chaleco salvavidas y el casco, en caso de emergencia.

    En el puesto comando del batalln, la radio permaneci encendida pero en silencio. De repente llam el HMS Intrepid, la plataforma de desembarco que llevaba la fuerza de

  • desembarco que deba transportar a los hombres a la costa, y su oficial de operaciones pidi hablar con el jefe de batalln, por lo que ste fue convocado a la cabina de la plataforma.

    Est usted en claro que en tres horas la Brigada debe estar lista para partir hacia la costa?, le pregunt el oficial. Ha preparado ya el batalln su dotacin inicial de municin?. An ms importante, Podr el batalln cumplir con el plazo estipulado?.

    De qu forma pudo haber tenido lugar tal monumental falla en las comunicaciones, est ms all de toda comprensin. Tenamos aqu una brigada preparada para desembarcar en la costa en pocas horas, y an era incierto que uno de sus batallones estuviera preparado. La respuesta rpida y tajante del jefe de batalln al cuestionamiento dio confianza a los hombres.

    A las 0200 del 21 de mayo, la primer parte de la fuerza de desembarco se reunin en el Continental Lounge, cargados con sus mochilas, correajes y armas. En muchos aspectos, la escena era coma la de cualquier otro ejercicio del batalln de paracaidistas, los hombres amontonndose, bromeando, charlando y especulando. Los numerosos ensayos previos rindieron ahora sus frutos. El procedimiento de descender todos a travs de las oscuras plataformas para coches a nivel del mar en la popa, era bien conocido. Pacientemente y de buen humor el batalln esper hasta que cada breve retraso lleg a su fin. Fue un sentimiento extrao. Slo luces rojas que resplandecan y los hombres que ocasionalmente tropezaban con sogas y otros obstculos en la oscuridad. Tom Goodwin, el logstico, estrechaba orgullosamente la mano de los soldados ms viejos mientras estos pasaban.

    La plataforma de desembarco rompi amarras en el punto de partida y el capitn del barco envi un mensaje final de despedida y buena suerte antes de que el desembarco comenzara. El mensaje signific mucho para todos; un alto grado de respeto mutuo haba crecido entre la tripulacin civil y el 2 Para durante los das en el mar, tambin la sensacin de que este batalln era muy especial un reconocimiento raramente ofrecido a otras unidades del ejrcito.

    Sin embargo, a nivel del mar, no todo iba bien. La fuerza de desembarco haba llegado a la costa algo tarde debido al tardo arribo del HMS Intrepid. Totalmente desconocida para el 2 Para, era la situacin de que la fuerza que encabezaba el desembarco llevaba consigo al oficial naval ms antiguo, y que este embarc primero al personal destinado a la segunda ola y viceversa. El resultado de esta confusin innecesaria fue que el jefe de batalln tuvo que cambiar el orden de marcha una vez en la costa, ya que la Ca B y el puesto comando haban arribado primero, mientras que el plan original era que la Ca A estuviera primera en la costa.

    El embarque de las cargas fue mucho ms lento de lo que se esperaba, los pesados bultos se sumaban al problema del movimiento de la fuerza de desembarco hacia arriba y hacia debajo en el suave oleaje del mar. Una vez cargado, el primer embarque se tuvo que

  • separar de las compuertas del barco y circundarlo esperando al resto, mientras las luces y los gritos de las tripulaciones reforzaban la sensacin de inseguridad. Los botes salvavidas, a medio bajar, enganchados de las cuerdas, creaban an ms confusin en ausencia de la tripulacin del barco para asistirlos.

    Los hombres estaban apretados como sardinas dentro de las barcazas que esperaban y navegaban. No haba chalecos salvavidas, y en caso de que los hubiera, el slo intentar ponrselos en la oscuridadhabra sido casi imposible. Los hombres en las barcazas continuaron esperando por una hora y media, su nico confort era el portazo cuando una de las fragatas golpeaba Fanning Head sin parar entre las 0430 y las 0630 horas.

    La escena era bizarra. Por primera vez en das el cielo estaba claro, con la va lctea proyectando una espectacular cortina de polvo blanco directamente sobre nuestras cabezas. Fue una noche muy calma, en contra de todos los pronsticos. Mientras los botes se movan casi a oscuras, empequeecidos por el inmenso casco del Norland, se pudieron ver hasta cinco satlites pasando por encima en rbitas apenas diferenciadas, de sur a norte y viceversa. Hubiera sido interesante ver qu era lo que sus cmaras infrarrojas habran captado de la escena de all abajo. Mientras los hombres se iban acostumbrando a los alrededores, se cargaron las armas. Un idiota carg su ametralladora liviana. Esta dispar una rfaga en la bota de uno de los sealeros, el soldado Day. El fue la primera vctima de accidente con armas de fuego de todo el batalln en la campaa, herido negligentemente por su propio bando; por suerte la bala slo lastim su pi.

    La seal codificada de alerta del SBS haba sido cambiada dos das antes. Si en los itinerarios todo estaba bien, una seal morse A sera enviada por medio de una seal luminosa: Todo bien. Si se sospechaba de la existencia de tropas enemigas en los alrededores, sera enviada una B: Tener cuidado. Si definitivamente el enemigo estaba en la baha Bonner se enviara una C. La fuerza de desembarco parti en una larga lnea con todos los ojos puestos sobre la costa en busca de seales luminosas.

    En la embarcacin de la Ca C son accidentalmente una campana de alarma, contribuyendo en absoluto a calmar el enojo del jefe de batalln, ya de por s furioso por el cambio en el plan y por la demora en el inicio de la operacin. En la radio de la tripulacin, el Tcnl Jones fue breve y conciso: David, esto es un desastre.

    Afortunadamente, aunque desconocido para el 2 Para, el enemigo que haba estado en San Carlos se haba replegado a las colinas para el momento en que las primeras tropas haban en carado hacia la costa. De todos modos no haba seales visibles en la costa, y la sensacin de aprehensin segua all. Las minas eran an una posibilidad cierta; una mina que golpeara una lancha de desembarco conteniendo doscientos soldados sin salvavidas podra haber sido desastroso.

  • Los botes adoptaron la formacin para el desembarco, con cincuenta metros de separacin. Las rampas de popa se bajaron y el fondo se sinti al tocar ocasionalmente con alguna roca. En uno de los botes que encabezaban la formacin, los hombres de la Ca Bse preparaban para desembarcar, colocndose las mochilas con dificultad. El bote se detuvo. Aunque en efecto la Ca C ya se encontraba lista para ir a la costa en primer lugar, le tom tanto tiempo encallar su lancha, que la Ca B lleg primero.

    Desembarcar, grit el timonel. Silencio. Nadie se mova. Otra vez el mismo grito. Una pequea figura se escurri hacia atrs a lo largo de la barandilla hacia la popa Todava hay como un metro o metro y veinte de agua!.

    Me importa una mierda! Se van a tener que mojar. Desembarquen!, grit de nuevo el timonel. Alguien ms acorde con la mentalidad de un paracaidista grit simplemente Salten!. Y saltaron.

    Lenta y cautelosamente los hombres de la Ca B bajaron la empinada rampa para sumergirse hasta las ingles en el agua helada, el shock, mientras el agua suba y suba hasta los muslos, encontraba alivio en una gran variedad de frases. As, contrario a los reportes de prensa del momento, el primer hombre no asalt la costa en absoluto; vadearon, empapados, pesadamente cargados como mulas cargueras la playa de la baha Bonner. Muchos ya haban estado haca dos horas en agua sucia en el bote mismo el comienzo de an ms bajas en el futuro cuando no se sentan los pies debido al agua helada.

    Una voz gritaba en ingls a los elementos cabeza mientras estos llegaban a la playa: Quin carajo sos vos?. Era el SBS. John Crossland replic, 2 Para! Quin sos vos?, Dios, cremos que ustedes iban a venir el 24 de mayo;Cualquier noche es lo mismo contest John. El SBS no tena idea que el desembarco iba a tener lugar aquella noche, lo cual explicaba por qu no se haban recibido las seales luminosas. Igualmente sorprendido, pero aliviado de escuchar que no haba nada acerca del enemigo, el batalln se sigui amontonando en la costa.

    El desembarco no haba tenido oposicin alguna. En un rea de 200 metros cuadrados se encontraba todo el batalln en completo caos. La confusin del cambio de la secuencia de desembarco tuvo sus efectos en ese momento, cuerpos de soldados se movan por todos lados, tratando de reagruparse para el movimiento al monte Sussex. Una accin enemiga en ese momento hubiera tenido consecuencias devastadoras.

    Gradualmente las compaas se fueron ordenando, y la tediosa marcha al Monte Sussex comenz en la oscuridad. Silenciosamente, los hombres resbalaban y tropezaban de piedra en piedra, luego encontraron el itinerario nuevamente, bajo la constante fatiga de sus pesadas cargas. Las compaas se separaron, tomando diferentes rumbos, slo dos se juntaron nuevamente cuando una u otra se desvi de su huella. Las secciones de la Compaa C avanzaron con gran esfuerzo para asegurar la lnea de partida en la base del

  • monte, seguida por las compaas A y B. El Encargado de Unidad buscaba frenticamente una columna tratando de localizar una rechinante carretilla que alguien haba requisado Ve y encuentra esa maldita cosa y ponla en la cuneta. La encontraron y la sacaron. Las cargas eran considerables. En la Compaa C, a los hombres les haban sido distribuidas raciones para cuatro das a efectos de permitirles asumir directamente su misin en los puestos observatorios. Cada patrulla llevaba el doble de la municin normal, sumado a la municin de la ametralladora liviana y radio con bateras de repuesto, hacan de cada mochila una carga mortal.

    Haba poca duda de que los hombres estaban pesadamente sobrecargados, y cuando amaneci, y comenz la larga pendiente del Monte Sussex, fue nuevamente una suerte que no hubiera resistencia enemiga, porque la respuesta del batalln no hubiera sido muy efectiva. Algunos hombres no estaban a la altura del sacrificio y cayeron, especialmente entre los de la apresuradamente convertida Seccin Transporte ahora llamada Seccin Defensa: esto era quizs poco sorprendente. Difcilmente se pueda esperar que los conductores motoristas y mecnicos desarrollen la vitalidad necesaria para tal tipo de marcha sin entrenamiento alguno, y cinco de ellos tuvieron que abandonar.

    La Seccin Sanidad y el Padre hicieron un excelente trabajo reuniendo a los heridos. Por supuesto, el Padre termin movindose de atrs hacia adelante sobre la misma ruta cuatro veces para poder traer a todos los pacientes al lugar de reunin del batalln, el cual iba a servir como Puesto Socorro del regimiento. Su whisky, provisto all por el dispensario, prob ser un gran estmulo para la moral.

    Por lo menos no estaba lloviendo. El amanecer fue claro y hermoso mientras los elementos cabeza del batalln empezaban a moverse cuesta arriba sobre el Monte Sussex. Aunque monte es una denominacin errnea, bajo el peso que se acarreaba, la marcha asumi todos los atributos de un ascenso alpino mientras los hombres se movan y frenaban, se movan de nuevo y frenaban, cada vez dando bocanadas para llenarse del aire fresco de la maana. Por lo menos los dos proyectiles de mortero que cada uno haba tenido de acarrear, haba sido descargado en el momento en que cada compaa pasaba por el lugar de reunin del batalln al pi del monte; an as el alivio de la carga hizo fue muy poco como para compensar lo empinado de la colina.

    El amanecer, como siempre, trajo renovadas energas y levant la moral cuando los rayos del sol asomaron sobre las colinas desde el norte. Como un hongo, en efecto mgicamente, un paracadas blanco apareci en el valle, flotando lentamente hacia la tierra. No era una alucinacin, era el piloto de Pucar que haba sido derribado por una patrulla bien posicionada del SAS antes de que este pudiera hacer su corrida contra las fuerzas embarcadas. Ahora se poda divisar otro a la distancia, volando en crculos, mantenindose seguro ante otro posible ataque. Inmediatamente pas otro Pucar, seguido por un Skyhawk que atac a la Ca D.

  • Era claro que la principal amenaza era el ataque areo, a pesar de que otro avin que intentaba pasar entre los barcos fue derribado por un misil del HMS Brilliant. Pero los Equipos Blowpipe ya no se encontraban en posicin en los terrenos elevados y no haba esperanza alguna de contar con los misiles Rappieren accin por tiempo considerable.

    Las alertas de ataque areo se hicieron ms frecuentes. Los hombres del 2 Para se dieron cuenta de cuan expuesta y desprotegida se encuentra una fuerza en terreno abierto cuando la sobrevuela un Mirage, girando y perdindose de vista. Pareca estar movindose lentamente. Nadie dispar. De repente levant la nariz y subi era el enemigo. El Encargado de Unidad crey que el batalln deba enfrentarlo y una rfaga de ametralladora intent el primer derribo.

    Ahora, los helicpteros de la Aviacin de Ejrcito estaban ayudando al batalln a traer los equipos pesados desde el valle a la colina. Mientras el da transcurra, el Puesto Socorro fue desplazado cerca del Tren de Combate, en una depresin entre las compaas, donde se haba instalado ya el Puesto Comando del batalln; mientras tanto los hombres del Tren de Campaa en el Norland trabajaban febrilmente, cargando efectos a ser transportados en las redes de los helicpteros hacia el Monte Sussex. Las compaas ocupaban el siguiente dispositivo: la Ca B manteniendo el terreno elevado al sur, la Ca D en el centro y la Ca A a la derecha del dispositivo. Las patrullas de la Ca C empezaban a moverse a vanguardia para ocupar sus posiciones.

    Los das que siguieron en el Monte Sussex fueron probablemente los ms crticos de toda la campaa, de todas formas las tropas que ahora se encontraban ya en la costa, no estuvieron directamente involucradas. Desde el amanecer hasta el anochecer, las alarmas de ataque areo o los ataques mismos fueron casi montonamente regulares; todos o casi todos iban dirigidos a los barcos que se encontraban en la baha, directamente bajo la posicin del 2 Para.

    Haba algo de irreal en toda esta situacin. Mirando los eventos que tenan lugar all abajo como si estuvieran sucedieran en un distante set de filmacin, el batalln slo poda mirar fijamente como se sucedan sucesivamente los ataques de Mirage o Skyhawk, mientras en la carpa del Puesto Comando el trabajo tena que continuar a pesar de la sensacin de vulnerabilidad. La posicin del 2 Para fue casi nica en este sentido, ya que la mayora de las aeronaves enemigas tenan que pasar sobre el batalln antes de llegar a los barcos. Cuando los ataques se sucedan, las huella de los chorros de agua se podan ver siempre primero, seguidas mucho ms tarde por la estruendosa explosin de una bomba que haba alcanzado un barco. Desde la tribuna en el Monte Sussex, pareca inconcebible que alguna aeronave pudiera fallar a tantos barcos mientras estos se encontraban anclados.

    El primer da fueron alcanzados el HMS Ardent y Antrim; en el Ardent dos bombas de 500 lbs. Haban matado veinte marineros y la fragata haba sido hundida. Se haba

  • informado que tambin un Sea Harrier haba sido derribado, y un piloto de Gazelle haba sido muerto en contravencin de las leyes internacionales, mientras se encontraba sentado en su bote despus de que su helicptero haba sido derribado en el mar. Pero tambin empezaron a llegar noticias de nuestro xitos, con aproximadamente veinte aeronaves supuestamente derribadas.

    Esa noche el Norland y el Canberra pusieron proa al mar, bajo ninguna circunstancia se contaba con elementos de desembarco para desplazar los efectos remanentes del Tren de Campaaque todava se encontraban a bordo. Para su sorpresa, el batalln se enter ese sbado por medio del Servicio Internacional de la BBC desde Buenos Aires, que los argentinos haban derrotado a las fuerzas de la cabeza de playa. Si esto era as, el enemigo debe haber estado usando fuerzas excepcionalmente buenas, porque hasta donde cualquiera pudo ver, no hubo seales de ellos en absoluto. Mientras transcurra el da 22, el triler del Puesto Comando y el Tren de combate fueron instalados.

    El domingo 23 de mayo no hubo tregua. El HMS Antelope fue alcanzado ese da por una bomba de 500 lbs. A pesar de los valientes esfuerzos del equipo antibombas, el barco explot ese mismo da a la noche para hundirse el da siguiente.

    La combinacin de frustracin e inactividad ante la carnicera llevada a cabo all abajo estaba haciendo efecto. Sera errneo decir que abundaba el sentimiento de confianza, y eran frecuentes las referencias a Gallipoli o Crimea no por lo menos as por parte del jefe de batalln. Los efectos de defensa no haban llegado an. Afortunadamente el batalln no era el objetivo prioritario, porque en caso de que el enemigo hubiera lanzado un ataque por tierra o por aire contra el 2 Para, estos no hubieran tenido cobertura superior, minas o alambradas para frenarlos. Por sobre todo, no se tena una direccin clara de cmo proceder y hasta ahora no haba sido tomada ninguna decisin de cmo salir de esta situacin. El viento constante haca muy poco para reforzar los espritus.

    Pero ya haban sido reaprendidas algunas reglas bsicas del tipo de guerra defensiva. La necesidad de observadores areos pronto fue obvia, porque los argentinos daban poca alerta de su aproximacin. Igualmente, el control firme sobre nuestros propios observadores no siempre fue evidente. Una visita al Puesto Comando del batalln no era fcil de emprender, y en ms de una ocasin la Seccin Seguridad no haba sido advertida de un arribo inminente y haba reaccionado correctamente.

    En retrospectiva, fue muy afortunado el que no se hayan perdido vidas innecesariamente debido a la pobre circulacin de informacin. El 24 de mayo, por ejemplo, una patrulla de la 4/B fue enviada a examinar el Pucar que se haba estrellado dos das antes. El Teniente Ernie Hocking haba llevado la seccin hacia abajo en el valle y apenas escap de ser batido por los morteros de la Ca C, que no saban que esas fuerzas eran propia tropa. Al mismo tiempo una confusin en el retardo de las espoletas de la

  • artillera, deriv en una desagradable sucesin de explosiones directamente sobre las posiciones desocupadas de la 4ta Seccin. Para terminar de componer el asunto, la patrulla se salv apenas de ser alcanzada por un Blowpipe cuando un Skyhaw los sobrevol!.

    Un desastre casi similar tuvo lugar cuando un helicptero sobrevol el sector de la Ca A. La ubicacin del vuelo haba sido informada la noche anterior al PC del batalln, pero no se le haba comunicado a la Ca A. La informacin fue brindada nuevamente por la red de la brigada junto con la localizacin de cada una de las unidades, pero pas desapercibida entre la gran masa de referencia de cuadrculas.

    Aquella noche, el PC del batalln haba sido informado de la presencia de una patrulla enemiga por medio de un piloto de helicptero que haba estado volando cerca de la Ca A. El jefe de batalln orden a la Ca A que enviara una patrulla en la maana para capturar a los argentinos. Haba neblina y la visibilidad era muy pobre, y bajo esas condiciones la patrulla casi bate al enemigo, que result ser la tripulacin del helicptero. El batalln tuvo suerte en las dos ocasiones; en el 3 Para un incidente similar termin con bajas propias.

    Para el 2 Para, de todas formas, la mayor causa de las bajas fue el efecto del fro y la humedad en los pies. Los borcegues provistos eran inapropiados para las condiciones climticas de las islas, y fueron responsables de muchos casos de pie de trinchera, el que puso una considerable cantidad de hombre fuera de combate.

    A estas alturas el funcionamiento del PC del batalln dejaba mucho que desear. El entusiasmo del jefe de batalln lo llev a querer ver todo por s mismo, y de esta manera pasaba largas horas en los puestos observatorios adelantados cuando muchos necesitaban respuestas a diversos problemas, las que slo podan ser dadas por el PC, dnde se encontraba toda la informacin. Ms an, todos los otros miembros del PC necesitaban la direccin constante del jefe de batalln en esta etapa tan temprana, de forma tal de poder implementar su intencin y orientacin en las eventualidades cuando estas tenan lugar. Un PC necesita entrenamiento, como cualquiera otra parte del batalln, y esto es algo que, con todas las otras presiones puestas en el mismo, es probable que sea pasado de largo.

    Mientras tanto los puestos observatorios de la Ca C y los francotiradores continuaban su solitaria vigilia, delante de la posicin de defensa principal. Generalmente tenan poco que informar. No estando suficientemente adelante como para proveer una alerta temprana para impedir un ataque areo, e imposibilitados de informar con precisin sobre la localizacin del enemigo ms prximo al sur de Darwin, las patrullasno estaban cumpliendo adecuadamente con su rol. El procedimiento de delegar todas las patrullas de largo alcance al SAS fue un factor limitante de importancia en el despliegue de los recursos del batalln.

  • Un avistaje importante, sin embargo, fue causa de alarma. Con vista a la caleta al sur del Monte Sussex, la patrulla del Cbo Mc Nally inform lo que pareca ser un submarino argentino en momentos en que el mismo se estaba sumergiendo. No hace falta decir que esta noticia produjo una considerable consternacin con semejante cantidad de barcos disponibles para un ataque. Afortunadamente no se vio ni se escuch ms nada del submarino.

    La prensa habl mucho de las espantosas condiciones meteorolgicas que tendran que ser soportadas por los soldados en las islas, y aqu en la cresta del Monte Sussex los hombres estaban expuestos a cualquier viento que soplara. De todas formas, el ingenio y la firmeza de los soldados les permiti hacerse de algn sencillo abrigo y confort, y hubo perodos durante los cuales el sol sala y cesaba el viento en los que algunos de ellos se sintieron relativamente bien a la intemperie. El Enc Un, por ejemplo, haba encontrado para s una cueva de roca perfectamente diseada para refugio. De la misma forma, el Ayte se las arregl para hallar el nico sitio donde el nivel fretico del agua no formaba una piscina cuando se cavaba. Generalmente, cuando el agua prevena a los hombres de seguir cavando, estos construan, usando bloques de turba a efectos de crear paredes a prueba de viento.

    Los Rapiers, bateras de misiles guiados por radar, estaban ahora en posicin en el sector de la Ca A, subunidad a la que le fue ordenada destacar la seguridad inmediata a dos de las posiciones. Tres de los generadores de los Rapier tuvieron fallas, de todas formas, tambin dos unidades de seguimiento fallaron, el resultado fue que la principal defensa area del batalln estaba en su propia potencia de fuego junto con el muy sobrevalorado Blowpipe.Se probaron mtodos novedosos: en una ocasin el Soldado Worral de la Seccin Antitanque casi anota un impacto directo cuando dispar su misil antitanque a un Skyhawk. La Seccin Ametralladoras, haciendo fuego desde sus posiciones con su trayectoria normal algo elevada, era capaz de formar una barrera de proyectiles sobre la cresta del Monte Sussex, lo que result en el derribo de la menos tres aeronaves.

    A la Seccin Proteccin tambin le lleg su momento cuando un Skyhawk lanz sus bombas en el sector lejano de la baha y trat de escapar volando directamente sobre el PC del batalln. Todos saltaron a su posicin, esperando el caoneo o ms bombas. Robert Fox se sumergi en la seguridad de la trinchera del Ayte del batalln detrs de un peasco. El Sarg Caudwell y sus hombres, a pesar de todo, siguieron disparando sentados sobre una saliente rocosa y reclamaron para s otro acierto cuando se derram sobre ellos combustible del fuselaje humeante.

    Como el batalln no tena dentista, el Cap Med Hughestuvo que cubrir ese cargo. Su experiencia en lo que a odontologa se refiere era muy limitada basada en el film de 40 minutosque haba visto durante su temprana preparacin. En efecto, el apuro de ir al dentista una vez de regreso en Aldershot fue principalmente el resultado del aprendizaje de su nuevo cargo!. Tarde o temprano ocurri lo inevitable y un soldado de la Ca D necesit

  • tratamiento dental. Para Steve esto fue totalmente nuevo y por ello comprensible que haya sido bastante generoso con la anestesia. De a poco el soldado comenz a volver en s y se lo vea claramente agradecido por la remocin de uno de sus dientes. Seor. mascull, le tengo un regalo. En su mano apareci una granada, la que respetuosamente entreg al doctor. Rpidamente tomaron al hombre y lo aligeraron de toda otra golosina peligrosa.

    Por ahora el Norland estaba en las aguas del Estrecho de San Carlos y, habiendo navegado delicadamente, pas el casco humeante del HMS Ardent. Las cargas continuaban siendo extradas del barco por medio de helicpteros, pero ya estaba claro que los efectos de cantina iban a ser escasos. Afortunadamente la tripulacin del Norland demostr estar ms all de lo esperado para la ocasin, proveyendo generosas raciones de leche, carne, cigarrillos y barras de chocolate, muchos de los cuales pudieron llegar al Tren de Combate. La responsabilidad del transporte de cargas a la costa descansaba en el Oficial Comisionado Sr. Mackenzie del Real Cuerpo de Movimiento de Transporte. Su asistencia fue invaluable.

    En otro orden de cosas, sin embargo, los escollos eran evidentes. Algunos de los integrantes del rea de logstica tuvieron que tomar un curso intensivo de cargas en helicptero y, por lo visto, cada compaa necesitaba sus propios paos de sealamiento en las zonas de aterrizaje, que era lo adecuado para asegurar que el helicptero correcto fuera al lugar adecuado.

    Para la Armada lo peor estaba por venir. El lunes 24 de mayo haba sido apodado el Da del callejn de Bombas, cuando la escala de los raids de ataques se intensific. El buque logstico Sir Galahad fue alcanzado y abandonado; el Sir Lancelot fue abandonado con dos bombas sin explotar a bordo; el HMS Fearless, Puesto Comando de la brigada fue impactado por un cohete.

    Pero tambin hubo xitos contra el enemigo, y ocho aeronaves fueron derribadas en la zona de la flota. El Norland haba tenido sus momentos. En una ocasin un Skyhawk hizo explotar la cubierta trasera de estribor, salpicando de fragmentos al logstico Tom Godwin, al oficial de educacin Mike Beaumont y a los equipos de helicopteristas. Hasta entonces, ante alerta de ataque, la compaa del barco tena que juntarse en la bodega de automviles, en las entraas del barco. Este procedimiento pronto prob ser inadecuado debido al elevado nmero de alertas areas, lo que significaba que las cargas no iban a ser movidas lo suficientemente rpido. Normalmente las alertas ante ataques areos se producan con anticipacin a la llegada de las aeronaves enemigas, pero en esta ocasin no hubo alerta, un Skyhawk pas chirriando mientras los cocineros habran fuego con sus ametralladoras. Para los que se encontraban en la cubierta traseras del Norland, la proteccin de las aproximadamente 174 cajas de bombas de fsforo blanco hizo muy poco por tranquilizar su sensacin de miedo.

  • Captulo 3

    PREPARNDOSE PARA ENTRAR EN ACCIN

    A pesar de los contratiempos, ahora se estaban llevando a cabo los planes para salir de la cabeza de playa. El da 24, el jefe de batalln y el oficial de operaciones haban sido convocados al PC de la brigada mientras el oficial de inteligencia, Cap Alan Coulson, fue al HMS Intrepid en busca de informacin actualizada.

    Alan habl con el jefe del SAS, cuyos hombres haban incursionado en Darwin y Pradera del Ganso algunos das antes. Al parecer haban atacado Burntside House, al norte del istmo, y haban disparado un Milan al enemigo cruzando el arroyo. La opinin de ellos era que las posiciones argentinas podan ser fcilmente arrasadas. El SAS crea que haba slo una compaa de infantera o algo por el estilo en el istmo, y que dos buenas compaas de infantera podran derrotarla sin dificultad. Considerando la valoracin inicial del poder de combate enemigo que se haba llevado a cabo en el Norland, este panorama y su estimacin eran sorprendentes.

    Adems, los puestos observatorios ya haban informado de la presencia enemiga en Canterra House, al sur del Monte Sussex, y el domingo 23 de mayo el jefe de batalln envi a la 12da Seccin del Tte Jim Barry para despejar la casa y el rea circundante. Afortunadamente, la presencia de Barry all iba a encajar perfectamente con un ambicioso plan del batalln para atacar Darwin y Pradera del Ganso. En todo caso, cualquier movimiento hacia el sur hubiera demandado que Canterra estuviera libre de enemigos, de esta forma, la operacin de Barry nos iba a ahorrar ms tarde un tiempo muy valioso.

  • Su seccin haba sido desembarcada de un helicptero Sea King a dos kilmetros de la casa, pero el tiempo que tom cubrir esa distancia al objetivo (cuatro horas) es una clara muestra de cun difcil era el terreno. Luego de emplear fuego de artillera para localizar la casa, los hombres de Barry se movieron hacia la misma para encontrarla libre de enemigos. La seccin permaneci all el domingo a la noche, manteniendo un perfil bajo, pero ya era claro que los informes previos sobre vehculos de transporte de personal argentinos con hasta sesenta efectivos en las cercanas eran falsos.

    El plan que surgi luego para el resto de la Compaa D, el 24 de mayo a la tarde, fue asegurar el rea de la casa de Camilla Creek, al sur, ms all de Canterra House. Subsecuentemente otros elementos del batalln aterrizaran en la noche al oeste de Pradera del Ganso, con la idea de ejecutar una incursin. Se usaran helicpteros, con la tripulacin piloteando con gafas nocturnas. Ms tarde una unidad de desembarco anfibia desembarcara en Playa Salinas, al noreste de Pradera del Ganso, trayendo refuerzos, armas de apoyo y asistencia sanitaria, los que habran sido descargados de abordo en el rea de Puerto Sussex, inmediatamente al sur de la posicin del Monte Sussex.

    La seccin de Barry permaneci en Canterra House todo el lunes. Podan ver los aviones argentinos aproximarse desde el sur, creyendo inicialmente al pasar sobre sus cabezas, que ellos mismos eran el blanco. Una ola de cinco Skyhawks y dos Mirages volvieron en la misma direccin habiendo bombardeado la Baha Ajax. Pareca que todos los pilotos usaban exactamente el mismo corredor areo, girando en un prominente estanque como punto inicial de sus ataques. Barry sugiri colocar en esa posicin algunos Rapier o Blowpipes, pero no pudo hacerse.

    El jefe de batalln regres de la brigada para impartir rdenes al My Phil Neame, el jefe de la Compaa D. El plan del batalln era ahora tomar Camilla Creek con las primeras luces del da siguiente, 25 de mayo. Una batera se movera all al caer la noche. La Compaa D asegurara la zona de las posiciones de la batera y asegurara Ceritos House que se encontraba all cerca. Mientras, las compaas A y B continuaran su ataque hacia Darwin. Habra salidas inmediatas de Harriers disponibles.

    La Compaa D rompi la marcha con dos horas de retraso, a la cada del crepsculo, mientras que las compaas A y B permanecan en la lnea de partida todo el da, listas para moverse. La Compaa D continu hacia el sur, pero cuando haban alcanzado casi la mitad de camino a Camilla Creek, la brigada cambi de parecer, debido a que haba surgido un requerimiento previo de helicpteros para posicionar patrullas del SAS en la profundidad, hacia el este en Monte Kent. En funcin de ello se decidi cancelar la operacin del 2 Para.

  • Es bueno recordar que el Brigadier Julian Thompson, Comandante de la Brigada Comando 3, no tena mucha libertad de accin, ya que estaba bajo el comando directo del Comandante de la Fuerza de Tareas, Contralmirante Woodward, el cual se encontraba a bordo de un portaaviones no muy lejos de all. Un Mayor General ya estaba en camino para tomar el comando de las fuerzas terrestres tan pronto como llegara a las islas, pero mientras tanto el Brigadier Thompson tena que dirigirse al Almirante Sir John Fieldhouse, el comandante en jefe de la flota y comandante de toda la operacin, el cual se encontraba en el Reino Unido. El Ministro de Defensa y el Gabinete estaban escuchando, consultando y presionando desde arriba. Mientras tanto los medios mantenan a la nacin entera en ascuas con noticias fugaces, discusiones y artculos muy inspirados. Ms an, el resto del mundo estaba mostrando un creciente inters, y por sobre todo ello estaba la ONU, revolviendo la olla. Por todo ello, las decisiones tomadas por el comandante, Brigada Comando 3 de Marines, tenan que ser muy cuidadosamente meditadas, y podan ser alteradas cuando algn nuevo elemento de juicio lo requiriera.

    Para el jefe del 2 Para en particular, la cancelacin de la operacin fue agonizante y tambin frustrante. No tena muchas opciones ms que ordenar desandar el camino hecho a la 12da Seccin y la Ca D, y al resto de de las compaas que se encontraban esperando en el Monte Sussex, regresar a ocupar sus posiciones. Debido a que no poda explicar las razones de la contraorden por el medio inseguro de la radio, el Tcnl Jones slo pudo impartir la orden de regresar, para luego dar las explicaciones del caso. La 12da Seccin march de regreso a Canterra House, mientras que el resto de la compaa dio la vuelta e inici su fatigosa marcha de regreso al Monte Sussex, el episodio ms deprimente de todos.

    Aquella noche el jefe de batalln estaba an determinado a entrar en accin, por lo que coordin un transporte de personal en helicptero para las 1000 de la maana siguiente, con la finalidad de que la Ca D pudiera llevar a cabo una incursin en Camilla Creek House. El plan para las secciones restantes de la Ca D, era ahora ser transportadas por aire a Canterra House, desde donde una vez reunida la totalidad de la compaa, continuara a pi hacia Camilla Creek House.

    A las 1000 la Ca D estaba lista, pero las condiciones meteorolgicas no eran buenas y al final haba disponible slo un helicptero. Luego ste tambin fue retirado. No haba otra opcin que ordenar el regreso de Jim Barry al Monte Sussex. Su seccin no tena raciones suficientes, ya que haba partido el domingo con una autonoma de veinticuatro horas, los hombres estaban sufriendo de los pies y uno tena la rodilla engangrenada. La seccin lleg de vuelta en las ltimas horas del da 25 de mayo, totalmente exhausta.

    Mientras tanto los efectos de los ataques a la flota haban comenzado a sentirse. El problema de la alimentacin para los sobrevivientes del Antelope era ahora agudo, y el

  • oficial logstico, Cap Godwin, se estaba quedando sin tiempo para traer los abastecimientos del batalln a la costa, forzndolo a improvisar y a tomar ventaja de todo medio al alcance para la descarga. Las cargas, de todas formas, estaban almacenadas en la costa sin posibilidad de ser transportadas, afortunadamente el granjero local nos dio una mano con dos tractores. Pero la masa de los elementos del batalln estaban an a bordo del Norland, y a pesar de las repetidas solicitudes de ms lanchas de transporte, estas estaban destinada a permanecer a flote. As fue. La tripulacin del Antelope fue llevada a bordo slo con las prendas que vestan en el momento en que el barco fue alcanzado. El equipo del Cap Godwin provey a los 150 sobrevivientes de ropa interior, medias, pulveres y camisas cuando el Norland sala para las Georgias del Sur.

    A lo largo de todo el da haba habido numerosos ataques a la flota y diez aviones enemigos haban sido derribados en el callejn de las bombas. Pero tambin las prdidas haban sido considerables. El HMS Coventry haba sido alcanzado y hundido; el HMS Broadsword tambin haba sido alcanzado. An ms importantes para los que ya estaban en tierra, el Atlantic Conveyor que traa helicpteros adicionales as como tambin toneladas de abastecimientos, haba sido alcanzado por un Exocet y abandonado. El desgaste sufrido no pareca tener fin y desde el punto de vista de las fuerzas de tierra no se poda hacer nada.

    En retrospectiva, el pesimismo no estaba totalmente justificado, principalmente porque las tropas en tierra tenan muy poca informacin de los efectos de las salidas de interdiccin de los Sea Harriers y del gran nmero de aeronaves enemigas derribadas diariamente. Tampoco saban los hombres que la Armada haba estado ejecutando bombardeosen Puerto Argentino y Pradera del Ganso. El batalln segua sentado, esperando.

    La decisin de que, despus de todo, la incursin a Darwin tena que llevarse a cabo, lleg cerca de las 1400 del 26 de mayo. De un momento a otro siempre se espera algn cambio en la guerra, y todos en la Fuerza de Tareas sabamos que deba haber un sentimiento de frustracin en el frente interno, con una gran presinejercindose a lo largo de toda la cadena de comandopor una salida lo ms pronto posible de la cabeza de playa. La trgica prdida de barcos por manos de la muy subestimada Fuerza Area Argentina necesitaba una respuesta y, aunque se apreciaran nuestros xitos contra las aeronaves enemigas, haba un sentimiento general que ahora deba hacerse algo bastante ms concreto por parte de las tropas de tierra.

    Pareca bastante obvio para todos que la captura de Puerto Argentino sera el principal objetivo, y que cuando este cayera, todo el resto de las fuerzas argentinas caeran. Por ello, no era acertado dispersar ningn esfuerzo en avanzadas tales como las de Darwin y Pradera del Ganso; en su lugar, stas deban ser preparadas para prevenir que el enemigo hiciera algn dao, mientras todos los recursos restantes se aplicaban al objetivo principal, Puerto Argentino.

  • De todas formas, un xito temprano podra tener quizs un efecto ms all de las proporciones de los nmeros en cuestin, y podra ser bueno para permitirles a los argentinos tener idea de los que los soldados britnicos podran hacerles. Ms an, el complejo de Pradera del Ganso constitua una amenaza a la base de San Carlos, y mientras hubiera una fuerte guarnicin all, fuerzas enemigas podran operar sobre nuestras lneas de comunicaciones desde San Carlos hacia Puerto Argentino.

    Las lneas de comunicaciones argentinas tanto por mar como por aire entre Puerto Argentino y Pradera del Ganso, eran razonablemente seguras. Si sus tropas pudieran interrumpir nuestro difcil avance a travs de las montaas, ellos podran reforzar Pradera del Ganso y esto sera una amenaza realmente seria a la base de San Carlos, especialmente si se las arreglaban para mantener sus ataques areos y hacan que sus bombas fueran ms efectivas.

    El SAS, que haba llevado a cabo una incursin de engao nocturna sobre Darwin y Pradera del Ganso el 20 de mayo, haba informado que los soldados enemigos tenan poco estmago para la lucha y que siempre que haban encontrado patrullas del SAS haban salido corriendo; tampoco eran particularmente confiables desde posiciones preparadas. En el istmo alrededor de Darwin y Pradera del Ganso, haba una fuerza de alrededor de mil hombres, apoyados por artillera y aviones. Estaban en posiciones preparadas, protegidas por campos minados. Ellos haban tenido el tiempo para ponerse en claro, y no haba garanta de que si sus lderes servan de algo, stos no pelearan bien.

    Si el objetivo era incursionar y matar al enemigo, o derrotarlo y tomar el lugar, iba a ser un objetivomuy difcil para un batalln, el cual haba tenido que llevar a cabo ya una marcha de aproximacin muy ardua por un terreno dificultoso y con pesadas cargas, a pesar de los tramos livianos. No haba vehculos y slo una limitada cantidad de transporte de helicptero disponible. A pesar de ello, el 2 Para estaba deseoso de operar, y el Brigadier Thompson saba que no habra paz para l con el Tcnl H Jones tirando de la correa. Si bien siempre es un error subestimar al enemigo, haba razones para creer que el corazn de los argentinos no estaba en el negocio y si el 2 Para no tena dudas acerca del resultado final, les corresponda a otros ser temerosos. En realidad, aquellos responsables de enviar al batalln, desde la brigada hasta el mismo gabinete, estaban ms preocupados que los mismos hombres que iban a ser empeados.

    El jefe de batalln regres de la brigada e inmediatamente se prepar para dar instrucciones a los jefes de compaa mientras stos se desplazaban desde sus posiciones. En esos momentos el jefe de la Compaa Servicios, estaba en San Carlos ocupado en el reconocimiento de una zona de descansopara el batalln en un cobertizo para ovejas. Se le haba dicho y recordado: Nos estamos moviendo en una hora, Hugh nos vamos todos. La Compaa Servicios se desplazar en forma separada. Esta vez nos estamos llevando a todos.

  • EL jefe imparti una orden al My Philip Neame antes de impartir su orden de operaciones, ya que su compaa iba a encabezar el desplazamiento y de esta forma podran empezar antes que el batalln, tan pronto como fuera posible, a explorar el camino de marcha y asegurar Camilla Creek House. Ms tarde, su compaa se reunira en el asalto al resto del batalln. Una vez que estemos all, no s si nos vamos a quedar o no, dijo H. Eso depender de la brigada. El objetivo ahora era capturar el poblado, as como atacar al enemigo.

    El plan era mover la masa del batalln hacia Camilla Creek House con las ltimas luces, y las compaas empezaron a preparar su equipo. El batalln iba a marchar lo menos cargado posible, cargando la municin, dos botellas de agua y comida para cuarenta y ocho horas por cada hombre, armas y la cantidad mnima de radios. No se llevaran los morteros de 2 pulgadas, ya que el HMS Arrow estara a mano y el mismo proveera de iluminacin con sus caones. Algunas compaas dejaron incluso sus tiles de zapa, tratando de respetar la orden de marchar lo ms livianamente posible.

    El jefe de batalln discuti respecto del apoyo de fuego con el My Tony Rice, Jefe de Batera de la Artillera Real. Inicialmente se iba a confiar el apoyo a los tres caones livianos de 105 mm. de la Batera Comando 8 del Regimiento Comando 29 de la Artillera Real, que era todo lo que se haba asignado. Estos seran transportados por aire hasta Camilla Creeck House con las primeras luces del 27 de mayo. Los morteros de 81 mm. seran dejados. El My Rice urgi al jefe de batalln que cambiara de parecer al respecto, y H finalmente acept llevar dos morteros. El problema era la municin: como no haba vehculos para transportarla, el efecto de dichas armas sera mnimo, ya que los proyectiles tendran que ser transportados al frente por los hombres.

    Adems, seran llevados tres lanzadores Milan y diecisiete misiles, y la Seccin Ametralladoras recibi la orden de llevar seis armas sin sus afustes.

    La Ca C an estaba parcialmente desplegada el 21 de mayo, y as la Seccin Reconocimientos del Tte Colin Connors y la Seccin Patrulladel Cap Paul Farrar recibieron la orden de reunirse con el batalln en Camilla Creek House. Habiendo estado ya afuera desde el mircoles para ejecutar una emboscada, estas secciones necesitaban un descanso. El largo recorrido a campo traviesa de esa noche para reunirse con el batalln no hizo mucho para mejorar el estado de los pies de los hombres, adems estaban escasos de comida y no tenan casco.

    De vuelta al Hospital de Campaa de la Baha Ajax, el Cap Rory Wagon, un antiguo Oficial Mdico del 2 Para, recibi una orden con dos horas de anticipacin para reunirse con el batalln como 2do Oficial Mdico. Diez minutos ms tarde este tiempo se redujo a quince minutos! .Rpidamente guard los efectos que pensaba iban a ser ms necesarios y sali apuradamente hacia un helicptero que lo estaba esperando para llevarlo al monte

  • Sussex, donde encontr el Puesto Socorro de Steve Hughe. El batalln empez a moverse, el Subt Wallis de la Ca A encabezaba el cuerpo principal mientras la Ca D iba adelante para asegurar Camilla Creek House.

    El camino de marcha iba casi directamente al sur hasta que se alcanzaba la huella de Camilla Creek House, y luego continuaba a lo largo de la misma. El clima era bueno y la puesta del sol sobre fondo de las figuras que se movan, inspiraba un nimo de aventura, y quizs tambin de reflexin. chenle una buen mirada a ese cielo; esta podra ser su ltima oportunidad. El humor sarcstico del Ayudante raramente vari.

    La seccin cabeza haba partido bien espaciada, en formacin abierta, pero gradualmente, mientras la noche se cerraba, ellos hicieron lo mismo, hasta que se orden moverse a caballo de la huella. La oscuridad produjo algunas confusiones ocasionales mientras el batalln marchaba sobre su recorrido hacia el sur, a veces avanzando pesadamente, a veces detenindose inexplicablemente por lo que parecan horas. Los hombres empezaron a cansarse. Gradualmente la notable despreocupacin del oscuro inicio dio lugar a cabezas encorvadas y espaldas doloridas. En cada alto de marcha los radioperadores se agachaban agradecidos, sentados con sus espaldas apoyadas para aliviar la tensin de los hombros. Los hombres empezaron a dormirse durante los altos y haba que despertarlos. Se sobrepas la Ensenada de Port Sussex y se produjo un alto prolongado de marcha. En algn lugar se inform que el Jefe de Escuadra Jock Penman, Controlador Areo Adelantado, haba cado doblndose. Un tobillo. Ms tarde fue encontrado por el Cap Ketley, quien lo trajo con l junto con la Ca Apy.

    Para la Sec San la marcha fu particularmente ardua. Sobrecargados con sus mochilas llenas de abastecimientos, trataron desesperadamente de mantenerse a la par del batalln. El Cap Hughes haba pasado las dos noches previas sin haber dormido adecuadamente, cuidando los pacientes en el Monte Sussex, esta era ahora la tercera noche. El tambin se cy, lastimndose el tobillo. (Realmente l tena una fractura delgada como un cabello, pero sin manifestar queja alguna, camin durante el resto de la campaa con el tobillo muy hinchado, permitiendo que se lo atendieran slo cuando estuvo de nuevo a bordo del Norland, tres semanas ms tarde).

    Mientras el batalln marchaba cada vez ms hacia el sur, hubo algunas explosiones de artillera en el aire desde la izquierda. Ms tarde result ser que el enemigo en Pradera del Ganso estaba tirando sobre la patrulla del Sarg Higginson, el cual haba sido descubierto anteriormente por un helicptero argentino. En aquel momento cruzaron pensamientos desagradables en la mente de la gente, porque pareca que el enemigo saba que el batalln se estaba moviendo, y que aquella falta de seguridad en las comunicaciones haba descubierto las intenciones britnicas. La artillera enemiga estaba en alcance. Seguramente era cuestin de tiempo antes de que la ubicara sobre la huella, lanzando esquirlas sobre el cuerpo principal del 2 Para?. Afortunadamente los argentinos no fueron

  • tan perceptivos, porque si hubieran abierto fuego sobre el batalln habra habido muchsimas bajas en la densamente apretada columna.

    La peor cosa en un movimiento de este tipo es probablemente la de no tener informacin acerca de cun lejos y cunto tiempo se espera que uno marche. Los hombres se tambaleaban en la noche, el fro se filtraba desde el suelo, sudor helado y temblores que bajaban por el espinazo. Pero ellos estaban acostumbrados a tales movimientos y, como cuando se tiene un mal sueo, ellos saban que habra un despertar, eventualmente.

    La seccin del Subt Waddington encabezaba la Ca D, delante del cuerpo principal. Eventualmente vea Camilla Creek House, desde dos kilmetros antes, aunque no pudo ver seales de movimiento, solamente la oscura silueta de los edificios. Informaciones previas haban sugerido que la casa era usada por el enemigo como puesto observatorio adelantado. Para estar seguros de que en efecto estaba desocupada, el My Neame decidi probar con algunas rfagas de fuego de artillera. La casa haba sido previamente registrada el da anterior desde el puesto observatorio del Monte Sussex, y Neame esperaba un tiro de eficacia. Para sorpresa de todos, los primeros tiros cayeron imprecisos, muy lejos del blanco, desesperanzadamente inefectivos.

    Por ello Neame orden al Tte Webster que llevara su seccin. Tensos por su primer empleo en combate, los soldados se apresuraron en ir hacia adelante e irrumpieron en la casa. El lugar estaba vaco, aunque por cierto haba sido evacuado recientemente; una prenda secndose sobre la estufa caliente y una pierna de cordero asada daban evidencia de ello. Webster consider que era riesgoso permanecer en la casa, ya que el enemigo haba salido recientemente, observando la aproximacin del batalln por medio de dispositivos de visin nocturna. En todo caso la casa era un blanco obvio, y era ms que seguro que constitua un punto de registro enemigo. El My Neame despleg dos secciones para cubrir probables aproximaciones argentinas, y envi guas para traer al batalln por medio de linternas. Entonces lleg el jefe de batalln. H decidi arriesgarse permaneciendo adentro.

    Todo el batalln se acerc gradualmente a la casa de la granja. El escaln de Armas de Apoyo, que haba partido en forma separada, arrib casi simultneamente habiendo hecho un muy buen tiempo a pesar de su carga. Las compaas gradualmente se fueron amontonando en el enorme edificio de la granja, un galpn de chapa corrugada y los cobertizos. Esto constitua en efecto un gran riesgo, ya que la artillera enemiga podra haber causado estragos, pero la apuesta entre ser bombardeados y permanecer abrigados el resto de la noche pag sus frutos ya que los hombres durmieron lo mejor que pudieron. Tuvieron lugar algunas posiciones para dormir asombrosas. Los centinelas del Puesto Comando se metieron en un cobertizo para carbn, con sus cuerpos amontonados contra las paredes y capas de pies reposando unos arriba de otros en el centro de la pequea caseta, los pies del Ayudante tomando el lugar que le corresponda arriba de toda la pila. La

  • Seccin 11ra acuclillados en el bao de la