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2 ABRIL 2018 Diálogosde N o fue fácil en los años 90 del pasado siglo de- clararse comunista y actuar en consecuen- cia. El derrumbe del socialismo realmente existente en Europa oriental aumentó la presión sobre las organizaciones comunistas occidentales para que se recon- virtiesen a la nueva era del final de la Historia. La disolución del PCI no encontró el suficiente eco en España y el PCE se mantuvo con una apuesta renovada por el encuentro de la izquierda alterna- tiva, haciendo honor a su hilo rojo de pasión por la unidad. La tradi- ción socialdemócrata se integró definitivamente en el sistema con sus terceras vías, hoy fracasadas, haciendo buena la derrota cultu- ral de convertir en sentido común los preceptos básicos sobre los que se asienta el modelo de acu- mulación capitalista. Aquel era el momento de imponer un modelo que tenía en Maastricht sus más entusiastas acólitos. Pese a las di- ficultades, el PCE e IU resistieron firmes tras un discurso y una práctica política que entendía que había que dar la batalla por la he- gemonía. Declaramos el fin del consenso constitucional, la apues- ta por la ruptura democrática, nuestro rechazo al tratado de Maastricht, la laicidad de las alianzas sobre la base siempre del programa, la necesidad de una or- ganización de nuevo tipo en for- ma de movimiento político y so- cial, el combate contra el capital desde la constancia y la firmeza ideológica; el rechazo al desarro- llismo ramplón del enriqueci- miento fácil y la competitividad y la existencia misma del PCE; la resistencia en soledad. En todo es- te proceso hubo una persona, un camarada, que jugó un papel cru- cial, Julio Anguita. El sufridor de la más burda campaña mediática y política desde la Transición a nuestros días; el profesor que hizo temblar los cimientos del régimen a base de sujeto, verbo y predica- do; el analista contundente de pu- ño de hierro en guante de seda; el junco que permanece con la raíz en tierra a pesar del vendaval. De todo ello charlamos con él en esta entrevista con la que inaugura- mos “Diálogos de Mundo Obreroy en la que Julio proyecta su me- moria sobre la realidad presente. MUNDO OBRERO: En 1996 planteas en la Fiesta del PCE, como Secretario General, la ruptura solemne con el pacto constitucional. Según el diario El País, amenazas con defender la República. JULIO ANGUITA: Vamos a ser lo más fidedignos posibles a los hechos desde la memoria. El discurso del Secretario General era y es un discurso elaborado por la dirección: Secretariado, Comité Ejecutivo y Comité Central. Es decir, la afirmación que yo hice estaba avalada por la dirección del Partido. No tenía sentido que siguiésemos apo- yando la Transición porque en- tendíamos que aquello había si- do un fraude y el texto constitu- cional no estaba siendo respeta- do. Algo que algún ponente de la Constitución llegaba a justificar, recuerdo una entrevista de Julia Navarro a Miguel Roca en la que justificaba la inclusión de los ar- tículos sociales de la Constitución por la cercanía de la Revolución de los Claveles, añadiendo que determinadas vi- siones de la economía que aque- llos artículos contenían eran “tonterías”. La Transición fue la legitimación de la casta fran- quista del poder económico. M.O.: Pero tú no pronuncias- te en ese discurso la palabra República J.A.: Fuimos más finos: “ya no tenemos nada que ver con este pacto y tendremos entonces que plantear formas de gobierno más proclives con nuestros deseos y nuestra historia”. Estaba claro lo que estaba diciendo. Después en conversaciones se hablaba de República, pero estaba claro: rompemos con la Transición. Pero aunque aquello estaba ava- lado por la dirección, yo creo que mucha gente de la dirección del Partido votó aquello porque pare- ce ser que hay que votar siempre lo que dice el Secretario General, porque si no, yo no lo entiendo .... De la misma manera que en el año 91, cuando defendemos la ne- cesidad del PCE frente a miem- bros de la dirección que querían que desapareciese, en el discurso de la Fiesta yo digo también, en nombre de la dirección, que hay que mantener el Partido... ¡pero no así! que hay que cambiar mu- chas cosas... vaya a ser que los que hoy venimos a pedir la exis- tencia de un Partido tengamos que venir a pedir el fin de una tra- dición gloriosa. Son palabras del año 91. Algunos no lo entendie- ron, pero defendimos la existen- cia del Partido porque teníamos una idea muy clara de Izquierda Unida, que no se componía en ab- soluto con la que tenían otros al- tos dirigentes del partido que que- rían irse al PSOE. Dicho esto hoy no tiene mérito, porque la historia lo ha demostrado. M.O.: También hiciste que se hablara de esa ciudad holandesa llamada Maastricht. Fuiste de las primeras personas, quizá en Europa, que llamaste la atención sobre la puerta que se abría con aquel Tratado, empezando por la independencia de los Bancos centrales, contra la soberanía de los Estados. J.A.: La palabra Maastricht por otra parte para mí era conoci- da, porque es el título de una obra de Lope de Vega que yo había leí- do, “El asalto a la fortaleza de Maastricht”, en las guerras que tiene España contra los indepen- dentistas belgas. Pero vamos a ver los hechos. Los primeros que aler- tan de que eso es un disparate son los compañeros del Área de Economía. Y aquí quiero hacer un reconocimiento a Salvador Jové, que la dirigía, y un reconocimien- to muy especial a Juan Francisco Martín Seco, a los compañeros economistas del grupo parlamen- tario, más las gentes que enton- ces estaban trabajando con noso- tros. Es un debate que tiene lugar en el área económica del PCE y luego lo llevamos a IU. Digo esto porque estamos en un momento histórico en el que conviene dejar a cada uno en su sitio. El PCE tie- ne su propia visión de Europa ela- borada en el año 89 en una Conferencia. Esa visión de Europa no fue aceptada por IU, presidida entonces por Gerardo [Iglesias], que sí estaba de acuer- 3 JULIO ANGUITA “El sujeto hoy del cambio es muy plural, y alguien tiene que organizarlo: yo creo que somos nosotros” J.M. Mariscal Cifuentes DANI GAGO En las Jornadas Volver a Mirarnos, en Cordoba el 24 de noviembre de 2017 Nº 01 - abril 2018 Diálogosde 4 M.O.: Hemos recuperado la definición del marxismo-leni- nismo que en palabras del nue- vo Secretario General, Enrique Santiago, supone cambios con- cretos y en la práctica que nos permitan recuperar nuestra pre- sencia organizada en el conflic- to, en los frentes de trabajo y en los frentes de lucha. ¿Has segui- do nuestro Congreso? ¿Qué te parecen sus conclusiones? J.A.: Yo siempre hablo de la necesidad de los comunistas, siempre he distinguido entre co- munismo, comunistas y Partido porque a veces no son lo mismo. Hoy el análisis comunista de tro- quel marxista, porque hay mu- chos comunismos, ha sido ratifi- cado en el análisis por la historia, y por las luchas por las libertades y por las revoluciones que se han hecho en su hombre, con los ho- rrores y errores que haya habido. Y me gustaría debatir sobre el fu- turo de la formación Partido Comunista, como tal partido, pe- ro antes de que me excomulguen, o me insulten, diré de antemano que si esto no cambia, yo moriré en el seno del PCE, cuando me muera quiero una bandera roja, no me vayan a acusar de traidor. No. Quede claro. Yo veo una orga- nización comunista, en la que se- amos marxistas, y no de nombre, eso es un trabajo permanente de autoeducación, en la que tenga- mos dos obligaciones, una las reuniones, las justas, y otra es que el militante, por el hecho de serlo, tiene que estar en un frente de lu- cha, eso es obligatorio, se llame sindicato, asociación de vecinos, colectivo ecologista, frente por la paz, como se llame, pero además acreditado, y que su función sea permanentemente crear hegemo- nía. La tuvimos durante el fran- quismo y no estábamos todo el día con el carné en la mano, por- que no lo podías tener. Yo no sé qué forma será esa. Yo creo que el comunismo debe aprender una lección un tanto evangélica, re- nunciar a muchas cosas para ga- nar. Pero no quiero decir mucho más sobre ésto porque ya lo he di- cho a los Secretarios Generales, al de antes y al de ahora, y esto hay que debatirlo bien, no en una en- trevista. Pero bueno, lo insinúo, quiero una organización de co- munistas tallados en el troquel marxista, viva, actuante. El sujeto hoy del cambio es muy plural, muy diverso, y alguien tiene que organizarlo, y yo creo que somos nosotros. Por eso, lo que ha deba- tido y concluido el XX Congreso lo sigo con ilusión y veremos có- mo se desarrollan esos acuerdos. Por ejemplo, yo creo que en el Partido habría que debatir ya los problemas del crecimiento y del concepto de calidad de vida. ¿Qué es vivir bien? M.O.: El conflicto capital-vi- da, la huelga feminista lo ha planteado. J.A.: Efectivamente, desde la actitud de conservación que con- lleva la defensa de la naturaleza y el equilibrio, a veces ser conser- vador no es malo, hay actitudes “conservadoras” que son muy co- rrectas, la reutilización de los re- cursos, por ejemplo. M.O.: O el discurso de la aus- teridad que planteó Berlinguer. J.A.: Pero si la palabra auste- ridad es tan bonita. Tuve un de- bate con un camarada de Valencia, entrañable, extraordi- nario, en pleno Comité Central me decía que no debíamos ha- blar de austeridad, porque eso sonaba mal, que echaba a la gen- te para atrás. No estaba siendo entendida porque nos han roba- do también esa bella palabra. ¿Qué es austeridad? que tú vivas pero que los demás también vi- van, y compartas. Poder vivir en una casa, tener una chaquetita, un jersey, que comas todos los dí- as, y que después tengas la posi- bilidad de una sociedad viva, li- bre, de relacionarte. M.O.: Cambiamos de tercio. ¿Hay presos políticos en España? J.A.: Sí. M.O.: Qué contundente. J.A.: Sí. Cuando me han pre- guntado he sido cauto. He dicho que había políticos presos. Pero ahora voy a ser claro. En el mo- mento en que hay unos señores, que están presos por una imputa- ción que no se tiene en pie, y que no entiendo cómo un juez es ca- paz de mantener esto, y no hago si no sumarme a la crítica que otros profesores hacen, es un au- téntico disparate, un atropello, y son presos preventivos, a los que no se ha juzgado. Automáticamente ese hecho, los transforma en presos políticos, sí. M.O.: Sufrimos un aumento del autoritarismo y de la repre- sión. Raperos, titiriteros, sindi- calistas, se usa la legislación an- titerrorista para juzgar peleas de bar, meten en prisión a gentes por decir que los Borbones son unos ladrones...¿no corremos el peligro de asumir con normali- dad este retroceso democrático en las libertades civiles? J.A.: Y te diré algo más, ade- más de eso, que comparto. Lo que está pasando con la señora Cifuentes sitúa a España en la antesala de la dictadura. En España no estamos en democra- cia, estamos en una no-dictadura formal, que no es lo mismo. Hay elecciones, pero a partir de ahí el concepto democracia no es esta especie de miniatura de juguete, porque el poder económico y po- lítico sigue enquistado en los tres poderes del Estado, incluido el judicial. Funcionan los amigue- tes, de la misma manera que fun- cionaron con Franco, pero con una particularidad, y es que Franco no creó nada. Franco es hijo del franquismo, que es ante- rior. Me explico. En este país, du- rante siglos, en el poder econó- mico, el poder político y el poder judicial se han establecido rela- ciones a través de cacerías, co- midas, enlaces matrimoniales, veraneos conjuntos... hay una re- lación extra institucional que funciona como una trama, el fun- cionamiento habitual de España los últimos siglos, que Franco institucionalizó, pero que el no inventó. Y junto a ello la alianza del trono y del altar. Nunca ha te- nido la Iglesia Católica tantos pri- vilegios, nunca como hasta aho- ra, elevando a rango constitucio- nal la relación entre la Iglesia y el Estado. El patriotismo más de plastilina, de oropel y de ganchi- llo. Una parte de la población ha sido educada en eso, y se le ali- menta. Y en eso no se puede con- descender, hay que enfrentarse. La iglesia es una entidad de po- der económico que usa todo este folklore, que está enraizado en tendencias atávicas e idolátricas de la población, para decir que ella es la salvación. Y la Iglesia ya no es una propuesta de salva- ción, es una propuesta de poder. Estamos en una situación que ya sucedió en la II República bajo el gobierno de la CEDA, y vamos a peor. Que un país como esté, que está gobernado por una célula de delincuentes habituales, que ro- za el calificativo de hampa, con- denen ideas, no hechos, nos lle- va a estar en plena Inquisición, estamos retomando la España de la Contrarreforma sin darnos cuenta. M.O.: ¿No crees que le abdi- cación de Juan Carlos I en Felipe VI tenía todas la intención de po- der mantener esa trama y esos privilegios? J.A.: Sí. Y no es la primera vez. En el año 93 empezó a fun- cionar una consigna que era la conjura republicana, que era muy rara, porque figuraba ahí Luis María Ansón, y no era una conjura republicana, era un in- tento de quitar de en medio al Rey, cuando se levantaron las co- sas de Javier de la Rosa y de Mario Conde y empezaron a sa- lir las trapisondas del monarca, y había que salvar la Monarquía. Después lo de Botswana y la vi- da del Rey, que a mí no me im- porta con quién se acueste ese señor, pero que pague de su bol- sillo, no del bolsillo de los espa- ñoles. Claro que había que qui- tarlo de en medio. Después, han hecho el paripé y lo tienen ahí como rey emérito. Y el nuevo Rey educado en escuela prusia- na, este nieto de Federica de Grecia, que era prusiana, es el nieto perfecto, es un monarca conservador, moderno, sabe in- glés y demás, por eso es más pe- ligroso. Y es un monarca que es- tá jugando un papel. Nunca an- tes la monarquía ha tenido tanto papel para encajar en todo esto. Lo que pasa es que a él le falta todavía haber conseguido pasar por héroe, lo del 23F, que fue su padre el que lo impulsó, está cla- ro, y parece ser que hay determi- nados acontecimientos domésti- cos que le pueden facilitar ese heroísmo. Y tiene el apoyo de los sectores de poder económicos, y Ciudadanos, también. M.O.: ¿Entra Ciudadanos en la operación restauradora? J.A.: Sí, parece que el capital, que tiene gente muy inteligente, apoya a Ciudadanos frente a algo que está quemado que es Rajoy, pero si yo fuese el capital tampoco me fiaría mucho de Ciudadanos, pero no porque salgan rojos, sino porque es un hombre y una fuer- za política que son como Narciso, muy de lo que digan los periódi- cos, muy a la imagen, y por tanto el capital encuentra ante un Partido corrupto, a unos chicos jó- venes que hablan de honestidad y demás, pero que yo francamente no me fiaría de ellos, ni siquiera como capital. M.O.: Quizá los estén utili- zando para una recomposición de la derecha política en España, y vayamos a una especie de Unión Patriótica a la francesa... J.A.: O un cambio procedente del PSOE bajo la égida de Felipe González, reconciliado con un Sánchez reconvertido de nuevo, que entienda que por deberes con la patria se impone una política de unidad frente a la derecha más rancia, mira Andalucía. M.O.: Un mensaje final para los lectores y lectoras de Mundo Obrero. J.A.: Ha sido una conversa- ción muy agradable y quisiera que constase. Entre otras razones porque uno ha dicho lo que pien- sa. Es un momento para que una fuerza política como los comunis- tas de origen marxista repiensen que ésta es su ocasión. Pero su ocasión no son cinco minutos, es un tiempo histórico, es el momen- to, y éste es el momento. “Convocatoria por Andalucía rompe con la idea de que construir un Bloque equivalía a unirse al PSOE” JOSÉ CAMÓ Acto de campaña en Córdoba en las Elecciones Generales de junio de 2016 “Lanzamos ideas, que salen en los me- dios, que en sí son correctas, pero que no pasan el ámbito del ente de razón. Porque mientras que la militancia no asuma, eso no sirve para nada”

2 4 Diálogos de Diálogos MAYO 2018 3 - Mundo Obrero · 2018. 4. 20. · JULIO ANGUITA “El sujeto hoy del cambio es muy plural, y alguien tiene que organizarlo: yo creo que somos

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  • � 32 � AABBRRIILL 22001188Diálogosde

    No fue fácil en los años90 del pasado siglo de-clararse comunista yactuar en consecuen-

    cia. El derrumbe del socialismorealmente existente en Europaoriental aumentó la presión sobrelas organizaciones comunistasoccidentales para que se recon-virtiesen a la nueva era del finalde la Historia. La disolución delPCI no encontró el suficiente ecoen España y el PCE se mantuvocon una apuesta renovada por elencuentro de la izquierda alterna-tiva, haciendo honor a su hilo rojode pasión por la unidad. La tradi-ción socialdemócrata se integródefinitivamente en el sistema consus terceras vías, hoy fracasadas,haciendo buena la derrota cultu-ral de convertir en sentido comúnlos preceptos básicos sobre losque se asienta el modelo de acu-mulación capitalista. Aquel era elmomento de imponer un modeloque tenía en Maastricht sus másentusiastas acólitos. Pese a las di-ficultades, el PCE e IU resistieronfirmes tras un discurso y unapráctica política que entendía quehabía que dar la batalla por la he-gemonía. Declaramos el fin delconsenso constitucional, la apues-ta por la ruptura democrática,nuestro rechazo al tratado deMaastricht, la laicidad de lasalianzas sobre la base siempre delprograma, la necesidad de una or-ganización de nuevo tipo en for-ma de movimiento político y so-cial, el combate contra el capitaldesde la constancia y la firmezaideológica; el rechazo al desarro-llismo ramplón del enriqueci-miento fácil y la competitividad yla existencia misma del PCE; laresistencia en soledad. En todo es-te proceso hubo una persona, uncamarada, que jugó un papel cru-cial, Julio Anguita. El sufridor dela más burda campaña mediáticay política desde la Transición anuestros días; el profesor que hizotemblar los cimientos del régimena base de sujeto, verbo y predica-do; el analista contundente de pu-ño de hierro en guante de seda; eljunco que permanece con la raízen tierra a pesar del vendaval. Detodo ello charlamos con él en estaentrevista con la que inaugura-mos “Diálogos de Mundo Obrero”y en la que Julio proyecta su me-moria sobre la realidad presente.

    MUNDO OBRERO: En 1996planteas en la Fiesta del PCE,como Secretario General, laruptura solemne con el pactoconstitucional. Según el diarioEl País, amenazas con defenderla República.

    JULIO ANGUITA: Vamos aser lo más fidedignos posibles alos hechos desde la memoria. Eldiscurso del Secretario Generalera y es un discurso elaboradopor la dirección: Secretariado,Comité Ejecutivo y ComitéCentral. Es decir, la afirmación

    que yo hice estaba avalada porla dirección del Partido. No teníasentido que siguiésemos apo-yando la Transición porque en-tendíamos que aquello había si-do un fraude y el texto constitu-cional no estaba siendo respeta-do. Algo que algún ponente de laConstitución llegaba a justificar,

    recuerdo una entrevista de JuliaNavarro a Miguel Roca en la quejustificaba la inclusión de los ar-tículos sociales de laConstitución por la cercanía dela Revolución de los Claveles,añadiendo que determinadas vi-siones de la economía que aque-llos artículos contenían eran

    “tonterías”. La Transición fue lalegitimación de la casta fran-quista del poder económico.

    M.O.: Pero tú no pronuncias-te en ese discurso la palabraRepública

    J.A.: Fuimos más finos: “ya notenemos nada que ver con este

    pacto y tendremos entonces queplantear formas de gobierno másproclives con nuestros deseos ynuestra historia”. Estaba claro loque estaba diciendo. Después enconversaciones se hablaba deRepública, pero estaba claro:rompemos con la Transición.Pero aunque aquello estaba ava-lado por la dirección, yo creo quemucha gente de la dirección delPartido votó aquello porque pare-ce ser que hay que votar siemprelo que dice el Secretario General,porque si no, yo no lo entiendo....De la misma manera que en elaño 91, cuando defendemos la ne-cesidad del PCE frente a miem-bros de la dirección que queríanque desapareciese, en el discursode la Fiesta yo digo también, ennombre de la dirección, que hayque mantener el Partido... ¡perono así! que hay que cambiar mu-chas cosas... vaya a ser que losque hoy venimos a pedir la exis-tencia de un Partido tengamosque venir a pedir el fin de una tra-dición gloriosa. Son palabras delaño 91. Algunos no lo entendie-ron, pero defendimos la existen-cia del Partido porque teníamosuna idea muy clara de IzquierdaUnida, que no se componía en ab-soluto con la que tenían otros al-tos dirigentes del partido que que-rían irse al PSOE. Dicho esto hoyno tiene mérito, porque la historialo ha demostrado.

    M.O.: También hiciste que sehablara de esa ciudad holandesallamada Maastricht. Fuiste de lasprimeras personas, quizá enEuropa, que llamaste la atenciónsobre la puerta que se abría conaquel Tratado, empezando porla independencia de los Bancoscentrales, contra la soberanía delos Estados.

    J.A.: La palabra Maastrichtpor otra parte para mí era conoci-da, porque es el título de una obrade Lope de Vega que yo había leí-do, “El asalto a la fortaleza deMaastricht”, en las guerras quetiene España contra los indepen-dentistas belgas. Pero vamos a verlos hechos. Los primeros que aler-tan de que eso es un disparate sonlos compañeros del Área deEconomía. Y aquí quiero hacer unreconocimiento a Salvador Jové,que la dirigía, y un reconocimien-to muy especial a Juan FranciscoMartín Seco, a los compañeroseconomistas del grupo parlamen-tario, más las gentes que enton-ces estaban trabajando con noso-tros. Es un debate que tiene lugaren el área económica del PCE yluego lo llevamos a IU. Digo estoporque estamos en un momentohistórico en el que conviene dejara cada uno en su sitio. El PCE tie-ne su propia visión de Europa ela-borada en el año 89 en unaConferencia. Esa visión deEuropa no fue aceptada por IU,presidida entonces por Gerardo[Iglesias], que sí estaba de acuer-

    � 3MAYO 2018

    JULIO ANGUITA

    “El sujeto hoy del cambioes muy plural, y alguien tieneque organizarlo:yo creo que somos nosotros”J.M. Mariscal Cifuentes

    DANI

    GAG

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    En las Jornadas Volver a Mirarnos, en Cordoba el 24 de noviembre de 2017

    Nº 01 - abril 2018Diálogosde4 �

    M.O.: Hemos recuperado ladefinición del marxismo-leni-nismo que en palabras del nue-vo Secretario General, EnriqueSantiago, supone cambios con-cretos y en la práctica que nospermitan recuperar nuestra pre-sencia organizada en el conflic-to, en los frentes de trabajo y enlos frentes de lucha. ¿Has segui-do nuestro Congreso? ¿Qué teparecen sus conclusiones?

    J.A.: Yo siempre hablo de lanecesidad de los comunistas,siempre he distinguido entre co-munismo, comunistas y Partidoporque a veces no son lo mismo.Hoy el análisis comunista de tro-quel marxista, porque hay mu-chos comunismos, ha sido ratifi-cado en el análisis por la historia,y por las luchas por las libertadesy por las revoluciones que se hanhecho en su hombre, con los ho-rrores y errores que haya habido.Y me gustaría debatir sobre el fu-turo de la formación PartidoComunista, como tal partido, pe-ro antes de que me excomulguen,o me insulten, diré de antemanoque si esto no cambia, yo moriréen el seno del PCE, cuando memuera quiero una bandera roja,no me vayan a acusar de traidor.No. Quede claro. Yo veo una orga-nización comunista, en la que se-amos marxistas, y no de nombre,eso es un trabajo permanente deautoeducación, en la que tenga-mos dos obligaciones, una lasreuniones, las justas, y otra es queel militante, por el hecho de serlo,tiene que estar en un frente de lu-cha, eso es obligatorio, se llamesindicato, asociación de vecinos,colectivo ecologista, frente por lapaz, como se llame, pero ademásacreditado, y que su función seapermanentemente crear hegemo-nía. La tuvimos durante el fran-quismo y no estábamos todo eldía con el carné en la mano, por-que no lo podías tener. Yo no séqué forma será esa. Yo creo queel comunismo debe aprender unalección un tanto evangélica, re-nunciar a muchas cosas para ga-nar. Pero no quiero decir muchomás sobre ésto porque ya lo he di-cho a los Secretarios Generales, alde antes y al de ahora, y esto hayque debatirlo bien, no en una en-trevista. Pero bueno, lo insinúo,quiero una organización de co-munistas tallados en el troquelmarxista, viva, actuante. El sujetohoy del cambio es muy plural,muy diverso, y alguien tiene queorganizarlo, y yo creo que somosnosotros. Por eso, lo que ha deba-tido y concluido el XX Congresolo sigo con ilusión y veremos có-mo se desarrollan esos acuerdos.Por ejemplo, yo creo que en elPartido habría que debatir ya losproblemas del crecimiento y delconcepto de calidad de vida. ¿Quées vivir bien?

    M.O.: El conflicto capital-vi-da, la huelga feminista lo haplanteado.

    J.A.: Efectivamente, desde laactitud de conservación que con-lleva la defensa de la naturaleza y

    el equilibrio, a veces ser conser-vador no es malo, hay actitudes“conservadoras” que son muy co-rrectas, la reutilización de los re-cursos, por ejemplo.

    M.O.: O el discurso de la aus-teridad que planteó Berlinguer.

    J.A.: Pero si la palabra auste-ridad es tan bonita. Tuve un de-bate con un camarada deValencia, entrañable, extraordi-nario, en pleno Comité Centralme decía que no debíamos ha-blar de austeridad, porque esosonaba mal, que echaba a la gen-te para atrás. No estaba siendoentendida porque nos han roba-do también esa bella palabra.¿Qué es austeridad? que tú vivaspero que los demás también vi-van, y compartas. Poder vivir enuna casa, tener una chaquetita,un jersey, que comas todos los dí-as, y que después tengas la posi-bilidad de una sociedad viva, li-bre, de relacionarte.

    M.O.: Cambiamos de tercio.¿Hay presos políticos en España?

    J.A.: Sí.

    M.O.: Qué contundente. J.A.: Sí. Cuando me han pre-

    guntado he sido cauto. He dichoque había políticos presos. Peroahora voy a ser claro. En el mo-mento en que hay unos señores,que están presos por una imputa-ción que no se tiene en pie, y queno entiendo cómo un juez es ca-paz de mantener esto, y no hagosi no sumarme a la crítica queotros profesores hacen, es un au-téntico disparate, un atropello, yson presos preventivos, a los queno se ha juzgado.Automáticamente ese hecho, lostransforma en presos políticos, sí.

    M.O.: Sufrimos un aumentodel autoritarismo y de la repre-sión. Raperos, titiriteros, sindi-calistas, se usa la legislación an-titerrorista para juzgar peleas de

    bar, meten en prisión a gentespor decir que los Borbones sonunos ladrones...¿no corremos elpeligro de asumir con normali-dad este retroceso democráticoen las libertades civiles?

    J.A.: Y te diré algo más, ade-más de eso, que comparto. Loque está pasando con la señoraCifuentes sitúa a España en laantesala de la dictadura. EnEspaña no estamos en democra-cia, estamos en una no-dictaduraformal, que no es lo mismo. Hayelecciones, pero a partir de ahí elconcepto democracia no es estaespecie de miniatura de juguete,porque el poder económico y po-lítico sigue enquistado en los trespoderes del Estado, incluido eljudicial. Funcionan los amigue-tes, de la misma manera que fun-cionaron con Franco, pero conuna particularidad, y es queFranco no creó nada. Franco eshijo del franquismo, que es ante-rior. Me explico. En este país, du-

    rante siglos, en el poder econó-mico, el poder político y el poderjudicial se han establecido rela-ciones a través de cacerías, co-midas, enlaces matrimoniales,veraneos conjuntos... hay una re-lación extra institucional quefunciona como una trama, el fun-cionamiento habitual de Españalos últimos siglos, que Francoinstitucionalizó, pero que el noinventó. Y junto a ello la alianzadel trono y del altar. Nunca ha te-nido la Iglesia Católica tantos pri-vilegios, nunca como hasta aho-ra, elevando a rango constitucio-nal la relación entre la Iglesia yel Estado. El patriotismo más deplastilina, de oropel y de ganchi-llo. Una parte de la población hasido educada en eso, y se le ali-menta. Y en eso no se puede con-descender, hay que enfrentarse.La iglesia es una entidad de po-der económico que usa todo estefolklore, que está enraizado entendencias atávicas e idolátricasde la población, para decir queella es la salvación. Y la Iglesiaya no es una propuesta de salva-ción, es una propuesta de poder.Estamos en una situación que yasucedió en la II República bajo elgobierno de la CEDA, y vamos apeor. Que un país como esté, queestá gobernado por una célula dedelincuentes habituales, que ro-za el calificativo de hampa, con-denen ideas, no hechos, nos lle-va a estar en plena Inquisición,estamos retomando la España dela Contrarreforma sin darnoscuenta.

    M.O.: ¿No crees que le abdi-cación de Juan Carlos I en FelipeVI tenía todas la intención de po-der mantener esa trama y esosprivilegios?

    J.A.: Sí. Y no es la primeravez. En el año 93 empezó a fun-cionar una consigna que era laconjura republicana, que eramuy rara, porque figuraba ahíLuis María Ansón, y no era una

    conjura republicana, era un in-tento de quitar de en medio alRey, cuando se levantaron las co-sas de Javier de la Rosa y deMario Conde y empezaron a sa-lir las trapisondas del monarca,y había que salvar la Monarquía.Después lo de Botswana y la vi-da del Rey, que a mí no me im-porta con quién se acueste eseseñor, pero que pague de su bol-sillo, no del bolsillo de los espa-ñoles. Claro que había que qui-tarlo de en medio. Después, hanhecho el paripé y lo tienen ahícomo rey emérito. Y el nuevoRey educado en escuela prusia-na, este nieto de Federica deGrecia, que era prusiana, es elnieto perfecto, es un monarcaconservador, moderno, sabe in-glés y demás, por eso es más pe-ligroso. Y es un monarca que es-tá jugando un papel. Nunca an-tes la monarquía ha tenido tantopapel para encajar en todo esto.Lo que pasa es que a él le faltatodavía haber conseguido pasarpor héroe, lo del 23F, que fue supadre el que lo impulsó, está cla-ro, y parece ser que hay determi-nados acontecimientos domésti-cos que le pueden facilitar eseheroísmo. Y tiene el apoyo de lossectores de poder económicos, yCiudadanos, también.

    M.O.: ¿Entra Ciudadanos enla operación restauradora?

    J.A.: Sí, parece que el capital,que tiene gente muy inteligente,apoya a Ciudadanos frente a algoque está quemado que es Rajoy,pero si yo fuese el capital tampocome fiaría mucho de Ciudadanos,pero no porque salgan rojos, sinoporque es un hombre y una fuer-za política que son como Narciso,muy de lo que digan los periódi-cos, muy a la imagen, y por tantoel capital encuentra ante unPartido corrupto, a unos chicos jó-venes que hablan de honestidad ydemás, pero que yo francamenteno me fiaría de ellos, ni siquieracomo capital.

    M.O.: Quizá los estén utili-zando para una recomposiciónde la derecha política en España,y vayamos a una especie deUnión Patriótica a la francesa...

    J.A.:O un cambio procedentedel PSOE bajo la égida de FelipeGonzález, reconciliado con unSánchez reconvertido de nuevo,que entienda que por deberes conla patria se impone una políticade unidad frente a la derecha másrancia, mira Andalucía.

    M.O.: Un mensaje final paralos lectores y lectoras de MundoObrero.

    J.A.: Ha sido una conversa-ción muy agradable y quisieraque constase. Entre otras razonesporque uno ha dicho lo que pien-sa. Es un momento para que unafuerza política como los comunis-tas de origen marxista repiensenque ésta es su ocasión. Pero suocasión no son cinco minutos, esun tiempo histórico, es el momen-to, y éste es el momento.

    “Convocatoria porAndalucía rompe conla idea de queconstruir un Bloqueequivalía a unirse alPSOE”

    JOSÉ

    CAM

    Ó

    Acto de campaña en Córdoba en las Elecciones Generales de junio de 2016

    “Lanzamos ideas,que salen en los me-dios, que en sí soncorrectas, pero queno pasan el ámbitodel ente de razón.Porque mientras quela militancia noasuma, eso no sirvepara nada”

  • do pero estaba en minoría en laPresidencia, el resto, AlonsoPuerta, Antonio Elorza y demás,no quisieron ligarse a aquellasafirmaciones taxativas. Por tanto,la primera propuesta que hay so-bre una Europa alternativa es delPartido Comunista de España.Cuando pasa el tiempo IU asumeese discurso, pero no en un actooficial, sinoqueseva imponiendo.Nos damos cuenta de que si losEstados no pueden pedir présta-mos a sus bancos centrales, a unporcentaje a veces simbólico, tie-nen que irse a la banca privada,desaparece la autonomía de losEstados, en fin, lo que estamosviendo ahora.... ¡era evidente!Pero en frente estaba la menteca-tez de esta gente progre que sonvíctimas del primero que llega ylesdicecuatrozalamerías, porqueel europeísmo en su versión másdegradada, inútil, zafia e ignoran-te era el que corría por Europa,empezando por el PartidoComunista Italiano. Me llevó elcamarada Palero a Estrasburgo,seguramente para desasnarme(sic), y allí encontré camaradasdel PCI con un discurso horriblesobre Europa. Es una decisiónque se toma previo debate econó-mico y político, pero llega la cam-paña en contra del PSOE, que haestado infiltrado entre nosotrosgracias a los nombres que ya co-nocemos, y a algunos le empie-zan a temblar las piernas. La no-che famosa de la III AsambleaFederal de IU, yo tenía un pactocon Andoni Pérez Ayala. A pro-puesta suya, yo asumiría en el re-sumen del informe de gestión elrechazo al Tratado deMaastricht.Esto no lo sabía nadie, más que ladirección más cercana. AquellofueTroya.Mitos vivos del Partido,cuyo nombre no voy a citar, medijeron aquella noche que teníaque cambiar de posición, genteque me ha merecido un respetotremendo, pero que estaban pre-sos de un discurso que asociabaEuropa con la idea de progreso,democracia y libertades. Despuéstuvimos que pagar la multa: unaescisióndelGrupoParlamentario,la expulsión de Nueva Izquierdapor lo que hicieron en Galicia...Fueron épocas muy difíciles, muydifíciles. Tengo que añadir quetras haber oído a sus señorías re-írse de nuestra posición desde latribuna del Congreso me aborda-ron Isabel Tocino y Rodrigo Ratoen los pasillos para decirme quellevábamos razón, así comoSalvador Jové escuchó a Borrellen el Aeropuerto del Prat las mis-mas palabras. Esta hipocresía de-muestrahastadondeha llegado lapolítica. Luego, cuando pasan losaños, pues sí, se demuestra quellevábamos razón, pero ahora,¿quién te quita losmalos ratos, lastensiones, los sufrimientos quetodo eso ha provocado?

    M.O.: Hay un hilo conductorentre aquellos que plantearon ladesaparición del PCE en el 91 ylosqueplanearonel “sí crítico”aMaastricht.

    J.A.: Efectivamente, son losmismos. El “sí crítico” aMaastricht es absurdo. Los boto-nes son sí, no y abstención.Cuando Maastricht se aprueba,ellos sufren una decepción, perosiguieron defendiendo su Europa

    ideal. Cuando he leído hace cua-tro años a Nicolás Sartorius decirque nos engañaron conMaastricht, me invadió la triste-za, y digo tristeza por no decirotra cosa.

    M.O.: Y son los mismos queen su momento plantearon queIzquierda Unida se convirtieraen partido político, en una orga-nización postcomunista en laque se disolviera el PCE. Un mo-delo volcado en la institución,que negase el conflicto, el de cla-se especialmente, y que enten-diese la elaboración colectivacomo reuniones de expertos, nocomo participación para el pro-grama y la movilización.

    J.A.: El Partido tenía dos al-mas, el almaque estaba fuera, erala dirección, en la UniónSoviética, en Francia; y el almaque estaba dentro. Lo habitual dela unidad de la izquierda enFrancia era la unión parlamenta-ria con el grupo socialista, peroaquí, en la clandestinidad, habíaque buscarse otras maneras,anarquistas, cristianos de base,asociaciones… es decir, todas lastribus malditas, no teníamos otramanera. Pero eso generó unaeducación y un convencimientode que el camino era dar forma albloquehistórico, lo otro era el blo-que parlamentario. Convocatoriapor Andalucía, que fue la aplica-ción en un territorio concreto dela idea de Convergencia queGerardo impulsó, acaba con la vi-sión de que el bloque consistía enunirse al PSOE, algo en lo que

    Santiago [Carrillo] insistía pese aestar en minoría en el ComitéEjecutivo, aduciendo que habíaque hacer un agujero en la líneade flotación del PSOE. “Pero québuen secretario general se ha per-dido el PSOE”, se escuchaba en

    los pasillos. Él llevaba dentro desí, personalmente, el estigma desu ruptura con el PSOE. El pro-blema nuestro ha sido siempre eltema del PSOE. Seré un bárbaro,sin problema, pero con el PSOEno cuento estratégicamente paranada, porque considero que hacemucho tiempo dejaron de ser unaformación política de izquierdas,ya desde los tiempos de BadGodesberg. Entonces la socialde-mocracia alemana abandona el

    marxismo, y después FelipeGonzález hace lo mismo. Es unaorganización que administra elsistema, es la cara amable, que re-aliza las faenas que la derecha ca-rece de apoyo popular para hacer.Esto que estoy diciendo creo que

    estáavaladopor lahistoria.ConelPSOE se puede llegar a acuerdospuntuales en un ayuntamiento,con un programa siempre, peropensar en el PSOE en un línea es-tratégica, francamente es no sa-ber en qué mundo estamos. Y re-pito, no estoy en contra de pactos,pero sabiendo dónde están los lí-mites de esos pactos. ¿Cuál era laalternativa que teníamos? La queestamos ahora insistiendo, y queno termina de cuajar: la unidadpopular, o como queramos lla-marlo, pero con programas, conconstancia, con movilización, sa-biendoqué semoviliza, con el usode las instituciones como altavoz.(Por cierto, ¿qué pintamos noso-trosmetidos en todas las comisio-nes? Cuando decimos que tene-mos que cumplir con las obliga-ciones de la vida parlamentarianos castramospolíticamente.Hayque estar en la calle, con los nues-tros, y cuando tengamos más di-putados ya veremos). En el año90, redacto las tesis de la IIAsamblea Federal de IU, en ellashay un párrafo que dice que nopodemos aceptar acríticamentetres conceptos que maneja la de-recha: el mercado autorregulado,la competitividad y el crecimientosostenido. En el Secretariado delPCE, o sea el órgano más inme-diato de dirección, Juan Berga,Paco Palero, Azcona y demás opi-naron que aquello no debía for-mar parte de las tesis. Aquella es-cename trajo a la memoria cuan-do estuve en la Unión Soviéticaen el año 88. En el ComitéCentralen la sesión delegada para asun-

    tos sociales, al escuchar a los ca-maradas del PCUS hablar del ca-pitalismo me permitió entenderlo que después fue la Perestroika.Aún así hay que señalar los

    numerosos intentos de ofreceracuerdos al PSOE sobre la base

    de propuestas concretas. Al señorGonzález le ofrecimos 25 puntospara pactar una nueva situacióndesde la izquierda, esa fue la ex-presión que utilizamos, que igno-ró. A Joaquín Almunia, 13 pun-tos. Prefirieron a CiU. Eso está enla historia, y no se puede negar.¿Queyoeraduro?, sinduda.Yoenpolítica no he sido muy de la fi-nezza, he dicho las cosas duras.Cuando Aznar llega al gobierno,IU lanza una propuesta demovili-zación, a la que los sindicatos nisiquiera respondieron, ninguno,el PSOE sí, nos entrevistamos enGobelas, y llevamos un documen-to en el que advertíamos que se-guiríamos con los GAL. Seis me-ses de negociación en los quemostraron no estar dispuestos aaceptar nada, especialmente enla cuestión económica, lo que lle-vó a Juan franciscoMartín Seco amostrarnos lo estéril de aquellasconversaciones. Lo que nos plan-teaban era que nos entregásemoscon armas y bagajes, mientrasnosotros manteníamos que lasconversaciones debían realizarsede igual a igual. Y eso es todo loque ha dado lugar a lo que ha pa-sado después. Pero nosotros de-batíamos colectivamente y a fon-do, eso sí, con casosmuy curiososde gente que vota algo y cuandosale por la puerta dice lo contra-rio. Otro asunto: Lizarra. CuandoJavier Madrazo planteó el asuntoen la Presidencia Federal obtuvoel apoyo entusiasta. Yo estaba deacuerdo, pero también planteába-mos el peligro de tener en frentea la opinión pública, lo que efecti-

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    vamente ocurrió. Eso provocóque mucha gente comenzara atemblar y que llevásemos de nue-vo el asunto a la Presidencia, don-de fue ratificado de nuevo acom-pañado de una propuesta de cam-paña para que los dirigentes fué-

    semos a los territorios a explicarel asunto. Fuimos dos. A mi ElPaís me la ha traído al frescosiempre, me da igual lo que diga,que escriban lo que quieran, peroyo no les hago ni puñetero caso,no lo he leído nunca, a mi no medirige un periódico.

    M.O.: ¿Y cómo viviste el de-bate sobre el PCE e IU entre los“nuestros”?

    J.A.: El PCE y PSUC teníanuna solera heredada. Aquel parti-do, a pesar de Santiago Carrillo,tenía enjundia, posos... yo me hellevado muy bien con SimónSánchez Montero, con PacoRomero Marín, con SantiagoÁlvarez. Algunos de ellos no en-tendían mucho lo de IzquierdaUnida, ¡y lo entiendo! Habían es-tado en la Guerra Civil, habían es-tado en la Unión Soviética, perotenían esa disciplina de entenderque aquello podría ser un camino.Y he hablado con ellos mucho, so-bre todo en esos momentos en losque uno ha podido sentir la sole-dad y he hablado con RomeroMarín y me ha dicho “pa`lante!”

    M.O.: Si un “Tanque” te em-puja a seguir...

    J.A.: Yo es que a esa gente laprefiero a los “modelnos”, quecualquier editorial de un periódi-co los hace vacilar y adoptar posi-ciones contrarias a las que se hantomado, después de un debateprofundo, pero bueno, en fin...

    M.O.: Esta última referenciame hace pensar en los debates

    que debisteis tener ante la posi-bilidad de que las siglas del par-tido desapareciesen de las pape-letas electorales. Debates quehoy se reproducen a cuenta dela confluencia electoral, y ya nosólo en el PCE, sino en IU, y en

    Podemos. Con las municipales yautonómicas a la vuelta de la es-quina y con el tiempo que llevafuncionando la idea de UnidosPodemos, ¿qué hacemos? ¿Nosdedicamos a construir BloqueSocial, nos dedicamos a la con-fluencia electoral?

    J.A.: El otro día, en Cabra, hi-ce un símil: imaginemos a un en-trenador, uno de los mejores en-trenadores de fútbol del mundo,está en la pizarra trazando bri-llantes jugadas de estrategia,cuando el balón por aquí, el ex-tremo corre , etc. ¡un genio! perocuando se da la vuelta no hay ju-gadores siguiendo la lección ma-gistral. Lanzamos ideas, que sa-len en los medios, que en sí soncorrectas, pero que no pasan elámbito del ente de razón. Porquemientras que la militancia no asu-ma, eso no sirve para nada. En elcaso de Unidos Podemos se haperdido mucho tiempo, hay quedecirlo, y se lo he dicho a los dos[Pablo Iglesias y Alberto Garzón]:inmediatamente que sale UnidosPodemos, ustedes dos, dirigentes,con sus equipos de dirección, nocon sus equipos áulicos, sino consus equipos de dirección, se vanpor las comunidades autónomas,se meten en asambleas a explicarque si en un territorio hay dudasen IU sobre los compañeros dePodemos o viceversa, hay unacausa mayor, como lo entendimosen el Frente Popular, como lo en-tendimos durante el franquismo.Repasemos la historia, ¿con quégente hemos ido en el FrentePopular?, el que te está hablando,

    por encargo del Partido, se metió,junto con Herminio Trigo en elServicio Español de Magisterio,¿hay cosas más gordas que eso?Pues las hicimos, porque habíauna política. Y hasta organizar ala propia derecha liberal en

    Córdoba para que se metiera enla Junta Democrática. Y debía ha-cerse así, con direcciones inter-medias y hoy tendríamos resuel-tos muchos problemas. Y no ha-blo ya de Unidos Podemos, hablotambién de Equo y de todas esasfamilias que hay por ahí, que es-

    tán deseando encontrarse con de-bates. Ahora han lanzado un pa-pel Pablo Iglesias y Alberto queestá muy bien, ya lo he escrito, pe-ro falta un año para las eleccionesy ¿dónde está el trabajo, los pro-gramas conjuntos, la moviliza-

    ción?, otra vez por arriba. Pasanlos meses y si no se corrige, cuan-do llegue el mes de abril, si no hahabido gente trabajando por aba-jo, llegarán las angustias por laslistas, y eso es un desastre.

    M.O.: El 15M también nos di-ce que es posible un programade ruptura.

    J.A.:Todos recurrimos al 15Mpero ya es hora de desmitificar. El15M fue algo extraordinario, unfogonazo impresionante, pero, nose puede estar todo el día en per-manente asamblea en el Ágora,esto no es Atenas, hay que orga-nizar y hay que jerarquizar.Porque la democracia también esjerarquía, jerarquía de funciones,no jerarquía nobiliaria, de esen-cias, revisable en cualquier mo-mento y quitable de en medio. El“no nos representan” fue un grito,pero si ese grito no se organiza...cuando Lenin hablaba de organi-zación, yo no he visto otra cosaque haya superado eso. A ver si al-guien lo inventa, ¿no?

    M.O.: Se han cumplido 41años de la legalización delPartido Comunista de España...

    J.A.: Sí señor. Y me acuerdosiempre de una anécdota. ¿Sabescómo me enteré? Estaba enTrasierra, tenía alquilada una ca-sa y estábamos preparando laselecciones, iba allí los fines de se-mana y allí el Partido se reunía, yallí se guardaba material. No ha-bía teléfono y claro, SábadoSanto, yo tranquilo, trabajando,llega el domingo, llegó el lunes,

    me voy a mi trabajo, llego a la es-cuela, oye que han legalizado alPartido. ¿Qué Partido?, digo, ¡elcomunista! Y así me enteré. Mecontaron que una mujer se habíadesmayado al ver una manifesta-ción pensando que venía otraguerra civil. El partido había da-do la directriz de que poco a poconos fuésemos dando a conocer.Hay otra anécdota en Trasierra,mes de septiembre del año 76, enla que estaba hablando con un cu-ra y con un inspector de enseñan-za primaria que eran amiguetes,ellos eran muy demócratas, decí-an: todos los partidos tienen queestar, la democracia, bla bla... laocasión la pintan calva me dije,“me alegro que penséis esto, mevoy a presentar, soy miembro dela dirección del Partido” y mira,se les puso una cara, estaban ha-blando: “no si el demonio es bue-no que esté”,... cuando de repenteel demonio estaba allí presentedelante de ellos.

    M.O.: Eso tuvo que pasar enmuchos sitios, que de repente seconoció la identidad comunistade mucha gente, y que algunosno se lo creyeran... gente que ha-bía estado al frente de la asocia-ción de vecinos o de otros colec-tivos, trabajando...

    J.A.:La Asociación de Vecinosel Parque Cruz Conde tuvo tressecretarios comunistas. Mi ex cu-ñado Fernando López, yo que losustituí, y Domingo el Nava, y seenteraron los socios después, pe-ro bueno, es que trabajábamos,que es lo importante.

    M.O.: Eso forma parte de losdebates y conclusiones del XXCongreso. Hemos hecho auto-crítica de la apuesta en su mo-mento por las agrupaciones te-rritoriales, abandonando el tra-bajo sectorial porque lo impor-tante eran las instituciones y loelectoral.

    J.A.: Y el debate sobre elabandono del leninismo, que for-ma parte de lo mismo, eso es loque había ahí detrás. En elCongreso de Bellavista de 1978,que estuvo con nosotros Alberti,al discutir lo del leninismo, inter-vino Paco de Asís señalando larelevancia del asunto y propo-niendo que retomásemos pausa-damente ese debate tras elCongreso. La respuesta deCarrillo, en su línea, fue acusaral camarada de que no queríaque el Partido avanzase. Y fíjate,vidas paralelas. Felipe Gonzálezanuncia su Bad Godesberg enNueva York, aquella famosa fra-se, “prefiero que me mate un na-vajero en Nueva York, que morirde asco en Moscú”. SantiagoCarrillo anuncia el abandono delleninismo en Nueva York.Achille Occhetto anuncia la de-saparición del PCI en NuevaYork. Por eso, cuando me enteréque Pablo Iglesias había ido aNueva York dije ¡madre mía! Yaempezamos, me dije...despuésno ha sido así, claro, lo digo co-mo anécdota cariñosa.

    “La Transición fuela legitimación de lacasta franquista delpoder económico”

    “Frente a nuestravisión de Europa,estaba la mentecatezde esta gente progreque son víctimas delprimero que llega yles dice cuatrozalamerías”

    “El PSOE ha estadoinfiltrado entrenosotros gracias a losnombres que yaconocemos”

    Diálogosde DiálogosdeAABBRRIILL 22001188

    JOSÉ

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    En la presentación del libro de Alberto Garzón, ¿Por qué soy comunista? en la Universidad Complutense de Madrid el 22 de febrero de 2018 En su etapa de diputado en el tribuna del Congreso de los Diputados

    CONG

    RESO

    .ES

    “¿Que yo era duro?,sin duda. Yo enpolítica no he sidomuy de la finezza,he dicho las cosasduras”

    “¿Cuál era laalternativa queteníamos? La queestamos ahorainsistiendo, y que notermina de cuajar:la unidad popular, ocomo queramosllamarlo, pero conprogramas,con constancia,con movilización,sabiendo qué semoviliza, con el usode las institucionescomo altavoz”