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PRUZ GARCA, E., Teofrasto. Caracteres, Madrid, Gredos (BCG 119), 1988.
PPROEMIO1
[Muchas veces en el pasado, al reflexionar sobre esta cuestin, me he preguntado con extraeza y
quiz nunca deje de preguntarme por qu razn, en ltima instancia, acontece que, aun gozando
Grecia de un mismo clima y habiendo recibido todos los griegos una idntica educacin, no tengamos
una misma forma de comportamiento.
2 Pues bien, Policles2, desde hace mucho tiempo yo vengo observando la naturaleza humana: he
cumplido noventa y nueve aos y, por tanto, he tenido trato con muchas y variopintas personalidades.
En consecuencia, tras una mi nuciosa comparacin entre seres buenos y malos, he considerado un
deber describir cules son sus respectivas conductas en la vida. 3 Yo te voy a exponer, de una
manera ordenada, los diferentes tipos de caracteres que a stos les corresponden y la manera que
ellos tienen de regirse. Me atrevo a suponer, Policles, que nuestros hijos3 sern mejores, gracias a
estos apuntes que yo les lego, pues, al disponer de modelos, escogern convivir y tener relacin con
las personas ms dignas de estima a fin de ser sus iguales4.
4 Mas vuelvo a mi exposicin. Es cosa tuya seguirla con atencin y mirar si tengo razn en lo que
digo. 5 Mi primera disertacin versar sobre los que practican el fingimiento, sin hacer una
introduccin ni enunciar otros preliminares sobre el tema. Comenzar por el fingimiento y su
definicin, luego describir al fingidor, cul es su comportamiento y a qu carcter responde. Tambin
procurar, segn me he propuesto, poner en claro de una forma ordenada los restantes estados
anmicos.]
1 Este Proemio tiene todos los visos de ser apcrifo. No es atribuible a Teofrasto, ni por su estilo ni por su
contenido. Por esta razn aparece entre corchetes, al igual que las moralejas que cierran algunos captulos. La edad atribuida al autor y la mencin de unos caracteres de signo positivo que no han llegado hasta nosotros, si alguna vez existieron son datos que abonan, amn de otros, esta hiptesis. Igualmente extraa el empleo de vocablos para designar a Grecia y a sus habitantes desde un punto de vista global, ya que Teofrasto en esta obra siempre hace referencias concretas a la ciudad de Atenas y a los que en ella viven, sin mencionar a la totalidad de los helenos.
2 Tenemos noticias de que existi un consejero de Eurdice, esposa del rey Arrideo hermanastro de
Alejandro Magno, que responda a este nombre. Ignoramos si se trata de una alusin a dicho personaje. 3 El trmino griego empleado significa, en efecto, hijos, pero creemos que aqu se puede entender en un
sentido espiritual, esto es, discpulos, o bien, jvenes en general, ya que este escritor no tuvo descendencia, segn nuestras noticias. Podra tambin ser un lapsus del autor del Proemio.
4 El espritu de este pasaje encierra un tono moralizante que est ausente del resto de la obra. Este rasgo
unido a los anteriores y a otros factores lingsticos hacen suponer a P. STEINMETZ en su edicin (Theophrasts Charaktere, Munich, 1960, vol. II, pg. 32) que la redaccin de este Proemio se puede situar en torno al ao 500 d.C. En cambio, J. M. EDMONDS, en su trabajo dedicado a este mismo tratado (J. M. EDMONDS, A. D. KNOX, The Characters of Theophrasts, Londres, 1929, pg. 39), lo considera autntico y afirma que su prosa no es tpicamente bizantina. Los estudiosos del tema rechazan, en su mayora, la autenticidad del mismo.
I DEL FINGIMIENTO5
Pues bien6, el fingimiento parece ser, en un sentido lato, una simulacin de signo negativo tanto en
palabras como en obras. 2 El fingidor es un individuo de la siguiente especie. Est dispuesto, tras
haberse acercado, a entablar conversacin con sus enemigos y a no dar pruebas de su odio. Alaba,
cuando estn presentes, a unas personas a las que l atac en secreto, e incluso les expresa su
pesar si son derrotadas7. Da pruebas de aceptar a los que le han difamado y tambin los infundios
contra su persona.
3 Conversa sin alterarse con los que estn indignados por haber sido objeto de una injusticia, y a los
que desean verle con mucha prisa les hace saber que vuelvan en otra ocasin. 4 No confiesa nada
de lo que hace, sino que, por el contrario, mantiene que est indeciso. Finge que acaba de llegar o
que lleg tarde o que no se encuentra bien.
5 A los que solicitan un prstamo o piden dinero en calidad de amigos8 (les responde que no est en
buena posicin9. Afirma que vende,) cuando no vende, y sostiene que no vende, cuando vende. Lo
qu ha odo pretende no haberlo odo, y lo que ha visto finge no haberlo visto, y tras haber llegado a
un acuerdo, simular haberse olvidado. En ocasiones responder que tiene que meditarlo; en otras,
que no sabe o que est perplejo o que l ya haba llegado tambin a la misma conclusin. 6 En una
5 El trmino griego empleado, eironea, y la definicin del mismo acuada por Teofrasto dificultan enormemente
una exacta traslacin al castellano. En nuestra lengua no tenemos un vocablo que refleja por entero el campo semntico del original. Por otro lado, la propia trayectoria de la palabra en diferentes contextos contribuye al desconcierto. Aparece registrada por primera vez en aristfanes (Nubes 449). Es de origen popular y sentido peyorativo. Fue empleada por los enemigos de Scrates. En Platn significa fingida ignorancia teida de humor. En Aristteles se precisa y se potencia su aspecto negativo. En Teofrasto y De-mstenes se intensifica su valor de reproche y es considerada como una actitud perjudicial. A partir de este momento se convertir en una voz corriente bajo esta acepcin. Por ltimo, Quintiliano estudia el aspecto estilstico de la irona y le otorga su sentido actual. La definicin, tal como figura en nuestros manuscritos, resulta algo conflictiva, si la comparamos con cuatro pasajes de Aristteles en los que se trata este carcter. El Estagirita distingue al hombre veraz de los que no lo son, bien sea por exceso o por defecto, de acuerdo con su esquema tripartito de la virtud como un punto medio entre dos extremos. El eiron seria el que tiende a disminuirse. En un solo lugar emplea la forma kheron (peor), que es la que aparece en Teofrasto. Este cambio introduce una variante: no se trata de un amenguamiento, sino de una depreciacin. Remitimos a la edicin de steinmetz (vol. II, pgs. 33 y sigs.) y al ar tculo de G. MARKANTONATOS, On the Origin and Meanings of the Word eirwneia, Riv. Filol. Istr. Class. 103 (1975), 16-21, donde figuran unos anlisis pormenorizados de la cuestin. La dificultad intrnseca de traslacin que ofrecen los trminos griegos que designan a los diferentes caracteres motiva que, en diversas versiones, se transliteren los vocablos originales, renuncindose a traducirlos. 6 La presencia de la expresin griega equivalente a estas dos palabras, que slo figura en el encabezamiento
del cap. I, es uno de los argumentos esgrimidos por Edmonds en favor de la autenticidad del Proemio
conservado o, al menos, de la existencia de una introduccin sea cual fuere justificativa de este sintagma de concatenacin. 7 Se sobreentiende: en un proceso.
8 Alusin a una prctica habitual, consistente en reunir una cantidad de dinero en concepto de prstamo sin
inters (ranos) gracias a las aportaciones de un grupo de amigos para ayudar a alquien en apuros. Este gnero
de contribucin estaba muy generalizado. Cf. infra, caps. XV 7, XVII 9, XXI 9 y XXIII 6. 9 Pasaje corrupto. El texto que figura entre parntesis angulares es una conjetura.
palabra, es una persona hbil en servirse de expresiones de este tipo: No lo creo, No las tengo
todas conmigo, Estoy extraado, o bien: Por lo que dices, se ha convertido en otro individuo,
Ciertamente no era eso lo que me dijo a m, Me resulta extrao el asunto, Dselo a algn otro,
No s si desconfiar de ti o pensar mal de l, Ten cuidado no sea que te confes demasiado
deprisa.
7 [Tales son las palabras, los rodeos y los circunloquios que cabe esperar del que es un fingidor. Hay
que guardarse de la doblez de estos temperamentos y de sus hipocresas ms que de las vboras]10.
10
Especie de moraleja que figura tambin el final de los caps. II, III. VI, VIII. XXVII y XXXIX. Se trata de una apostilla tarda de poca bizantina. En este perodo la obra fue empleada con fines escolares. En su estudio prevalecan los aspectos retricos y moralizantes.
II DE LA ADULACIN
Se podra definir la adulacin como un trato indigno (en s mismo,) pero ventajoso para quien lo
practica11.
2 El adulador es un individuo capaz de decirle a la persona con quien se pasea Te das cuenta de
cmo te mira todo el mundo? Eso no le ocurfe en la ciudad a nadie ms que a ti. Ayer en el Prtico12
hacan tu elogio. All haba ms de treinta personas sentadas13 y, habiendo surgido el tema de quin
es el hombre de ms vala, todos los presentes empezaron y fueron a parar a tu propio nombre. 3
Mientras le contina diciendo amabilidades, le quita una pelusa del manto y, si alguna brizna se
deposita en su cabello llevada por el viento, la retira y le dice con una sonrisa: T ves? Como hace
dos das que no me encuentro contigo, tienes la barba cubierta de canas y eso que para tu edad
tienes el pelo negro como ningn otro. 4 Apenas ste rompe a hablar, el adulador hace que los
dems se callen, lo elogia cuando l le oye y en el momento en que el otro se calla, exclama:
Magnfico. Si aqul gasta una broma insulsa, ste se echa a rer y se tapa la boca con el manto,
como si no pudiera contener la risa14. 5 A las personas que salen al paso, les indica que se paren,
hasta que l15 haya pasado. 6 Tras comprar unas manzanas y unas peras, se las lleva a los hijos
de ste y se las reparte ante la vista de su padre y, al tiempo que les da un beso, les dice: De tal
palo, tal astilla16. 7 Cuando le acompaa a comprar calzado, asegura que el pie de aqul est mejor
hecho que el zapato.
8 Si el otro se dispone a visitar a un amigo, nuestro hombre se anticipa y le anuncia: Fulano viene a
verte. Y luego, deshaciendo el camino, le comunica: Ya le he avisado de tu inminente llegada. 9
11
Este rasgo el provecho perseguido por el adulador es lo que distingue a este carcter del descrito en el cap. V, donde se pretende halagar sin buscar un fin lucrativo. La etimologa del trmino klax es oscura. Quiz en sus orgenes careca de valor despectivo. En todo caso, en los textos literarios del siglo v ya lo tiene. Esta palabra se vincula con el personaje del parsito, usndose con frecuencia para designarlo. Los representantes de esta condicin social fueron incorporados prontamente al repertorio cmico, bien mediante caricaturizacin de seres reales, bien a travs de entes de ficcin. O. RIBBECK, en su monografa sobre el tema (Kolax. Eine ethologische Studie, Abhandl. Philol.-his-tor. Kl. Sachs. Cesell. 9 [1884], 30), seala la existencia de ms de 75 obras teatrales en las que desempean un papel. Alcifrn tambin nos muestra una completa galera de retratos. El que aqu nos ofrece Teo-frasto es una delicia. 12
Se refiere a la Estoa Pecile, construida por Pisianacte en torno al 473-462 a.C. Las numerosas pinturas que
all figuraban, algunas obras de Polignoto, le valieron el calificativo de poikl. En el siglo ni a.C., Zenn eligi
este lugar como sede de su escuela filosfica. 13
Teofrasto nos ofrece varios testimonios de la costumbre mediterrnea de estar sentados formando tertulia al aire libre. Uno de los lugares de reunin era el Prtico, frecuentado por un pblico asiduo que sola servirse de los bancos de piedra all existentes. 14
Gesto habitual que denota buenos modales y, al tiempo, subraya el grado de intensidad de la ocurrencia
del adulado a travs de los efectos que aparentemente produce en nuestro personaje. 15
Hemos optado por esta grafa para reproducir la forma pronominal enftica del texto original, generalmente
usada por los esclavos para designar a su amo, en lugar de emplear el vocablo patrn u otro similar. 16
La expresin proverbial dice literalmente: Carnada de buen padre. Tambin figura en ARISTFANES (Aves
767).
Y, por descontado, es tambin capaz de hacer, como si fuera un esclavo, las compras en el mercado
de las mujeres17, sin pararse a respirar siquiera.
10 De entre los invitados, l hace el elogio del vino el primero y, fiel a su empeo, proclama: Con
qu exquisitez comes!18. Cuando prueba algn manjar de los que estn servidos en la mesa,
declara: Esto est buensimo. A su anfitrin le pregunta si no tiene fro, si quiere abrigarse y si le
pone algo sobre los hombros. Al tiempo que le dice esto, le hace confidencias acercndose a su odo,
y tiene su mirada fija en l, aun cuando conversa con los dems. 11 En el teatro le quita al esclavo las
almohadillas de las manos para ponerlas l a su gusto. Y, asimismo, celebra lo hermosa que es su
casa, lo bien cultivada que est su propiedad y el enorme parecido de su retrato19.
13 [En resumen, como se puede ver, el adulador dice y hace todo con tal de congraciarse.]
17
Se trata de una zona del agora tambin mencionada por MENAN DRO (fr. 390 K.-TH). Como las mujeres libres no acostumbraban a salir para estos menesteres, se especula con la posibilidad de que all se vendiesen artculos tpicamente femeninos, domsticos o bien esclavas. Otra hiptesis es que los puestos estuviesen regentados por representantes de este sexo. Tambin es citado este lugar en el cap. XXII 10, en donde se habla de la compra de una criada.
18 La frase es ambigua. Puede referirse tanto a sus modales como a la calidad de los manjares servidos.
En este ltimo caso se pretendera ensalzar lo bien que se come en su casa, es decir, se elogiara su
condicin de gourmet. Tambin cabra interpretar: Qu poco comes! En nuestra traduccin hemos
procurado reflejar la vaguedad del original. 19
Los retratos eran ya una prctica habitual en el siglo iv a.C.
III DE LA CHARLATANERA
La charlatanera es una propensin a hablar mucho y fuera de propsito20. 2 El charlatn es un
individuo capaz de sentarse al lado de alguien a quien no conoce y, para empezar, le hace el canto
de su propia esposa; luego, le cuenta lo que ha soado la noche anterior; despus, describe con todo
lujo de detalles lo que tuvo para cenar. 3 A continuacin, pasando de un tema a otro, afirma que los
hombres de hoy son mucho peores que los de antao, y que el trigo en el mercado est a muy buen
precio, y que hay una gran afluencia de extranjeros, y que a partir de las Dionisias21 el mar es de
nuevo navegable, y que si Zeus mandara ms lluvia, mejorara la situacin del campo, y lo que
cultivar en su tierra el ao prximo, y que la vida est difcil, y que Damipo ha consagrado una an-
torcha grandsima en los Misterios22, y cuntas son las columnas del Oden23, y Ayer vomit y
Qu da es hoy?24. 4 Si se le aguanta, l no ceja: en el mes de Boedromin25se celebran los
Misterios; en el de Pianepsin26, las Apaturias, y en el de Posiden27, las Dionisias rurales28.
5 [Es preciso huir a todo meter29 de tales individuos, si se quiere evitar una calentura. Pues resulta
trabajoso pararle los pies a los que no distinguen entre la actividad y el ocio.]
20 Este rasgo diferencia a este carcter del nm. VIL El locuaz habla mucho, pero no dice tonteras.
21 Fiestas en honor de Dioniso que tena lugar del 9 al 13 del mes de Elafebolin (marzo-abril).
22 Suponemos que se trata de una ceremonia relacionada con el culto que reciba la diosa Demter en Eleusis.
23 En diversas fuentes este edificio es calificado de potystylon. Originariamente en l tenan lugar espectculos
musicales. A partir de Pericles fue destinado tambin a otras funciones pblicas. 24
Voluntariamente hemos respetado el estilo kai o copulativo del original, ya que refleja muy bien la
incontinencia verbal de nuestro protagonista. 25
Se corresponde con la segunda mitad de septiembre y la primera mitad de octubre. En este perodo tenan lugar las fiestas Eleusinias. 26
Se corresponde con la segunda mitad de octubre y la primera de noviembre. En este mes se celebraban las
Apaturias, que eran unas festividades que se prolongaban por espacio de tres das. Durante ellas se proceda a
la inscripcin de los hijos legtimos en las listas de las fratras. 27
Se corresponde con la segunda mitad de diciembre y la primera mitad de enero. 28
Llamadas tambin Pequeas Dionisias, por oposicin a las Grandes Dionisias, celebradas en la primavera. 29
Literalmente dice: Moviendo las piernas y agitando los brazos, con el fin de conseguir un mayor impulso.
IV DE LA RUSTICIDAD
La rusticidad parece ser una ignorancia carente de modales30. 2 El rstico31 es un hombre capaz de
asistir a la asamblea, despus de haber ingerido unas gachas32, 3 y asegurar que ningn perfume
huele mejor que el tomillo.4 Calza unos zapatos mayores que su pie y habla con una gran vozarrn. 5
Desconfa de amigos y parientes y, en cambio, 6 hace partcipe a su servicio de los asuntos
importantes y les cuenta a los jornaleros que trabajan su tierra a sueldo las deliberaciones de la
asamblea. 7 Cuando se sienta, se remanga la ropa por encima de las rodillas, de forma que quedan
al descubierto sus desnudeces.8 Por ninguna otra razn se detiene o se inquieta en la calle; pero, en
cambio, se queda parado mirando, cuando ve un buey, un asno o un macho cabro. 9 No le produce
enojo comerse algo directamente de la despensa ni beber vino puro33. 10 Galantea a escondidas con
la panadera y, adems, le ayuda a moler el grano en cantidad suficiente para s y para el resto de la
casa. 11 Mientras desayuna, le echa el forraje a los animales. 12 En persona sale a abrir la puerta34
y, tras haber llamado al perro y haberlo cogido por el hocico, afirma: 13 ste es quien protege mi
tierra y mi casa. Cuando recibe dinero de alguien, lo rechaza por encontrarlo en muy mal estado e
intenta conseguir otro distinto. 14 Si prest un arado, un cesto, una hoz o un saco, se levanta a
reclamarlo por la noche, al acordarse de ellos en su desvelo. 15 Cuando baja a la ciudad, le pregunta
al primero que encuentra a cunto estn las pieles y el pescado en salazn, y si hoy es luna nueva35.
E, inmediatamente, aade que quiere cortarse el pelo en cuanto llegue, cantar en la casa de baos,
ponerse clavos en los zapatos y, de paso, pues le coge de camino, recoger las conservas del negocio
de Arquias.
30
La definicin de Teofrasto pone de relieve el desconocimiento de los hbitos sociales propios de la ciudad por parte del hombre que vive en el campo. Cf. MENANDRO, El labrador, fr. 3 K.-TH. 31
El trmino groikos empieza a usarse, en determinados contextos, con valor peyorativo bajo el influjo de la sofstica en los ltimos aos de las Guerras del Peloponeso. La introduccin de una diferencia acentual permiti distinguir las acepciones de campesino y de paleto, rstico. Posteriormente el personaje se incorporar al repertorio cmico. Algunos ttulos de piezas teatrales llevan este nombre. 32
Literalmente dice kyken. ste era un plato muy apreciado por el campesino tico. Estaba compuesto, entre
otros ingredientes, por harina, miel, vino y tomillo. 33
Como es sabido, el vino se sola beber mezclado con agua en distintas proporciones. El ingerirlo puro era prueba de ordinariez o bien de enejenacin. Particularmente en los casos de pasin amorosa. Cf. infra. ALCIFRN IV 8, 2, y n. 26. 34
Las normas sociales impiden que un hombre libre realice tareas propias de un esclavo, como es aqu
el caso. El resto de la escena refleja la ausencia de modales. Al visitante se le acoge con recelo, segn
indica la presencia del perro y el comentario del amo, en lugar de hacerlo con la hospitalidad y el agrado
debidos. 35
Es decir, da festivo.
V DE LA OFICIOSIDAD
La oficiosidad, si queremos abarcarla en una definicin, es un tipo de relacin cuyo objetivo no es el
bien, sino procurar agrado. 2 El oficioso se comporta, por supuesto, de esta guisa: despus de
saludar a una persona desde lejos, de calificarla de excelente y de hacer aspavientos, la retiene
cogindola con ambas manos y, tras haber caminado junto a ella durante un breve trecho y haberle
preguntado cundo se vern de nuevo, se despide deshacindose en elogios. 3 En el caso de ser
convocado a un arbitraje, pretende agradar no slo a la parte que l representa, sino tambin a la
contraria, a fin de parecer que es imparcial36. 4 Manifiesta que los extranjeros dicen cosas ms
sensatas que sus propios conciudadanos. 5 Cuando es invitado a un banquete, le pide al anfitrin que
haga venir? a sus hijos y, cuando stos entran, asegura que son clavados a su padre37. Luego de
atraerlos hacia s, los besa y los sienta a su lado y, mientras que l juega con unos diciendo: Odre,
hacha38, consiente que los otros se queden dormidos aplastndole el vientre39.
36
La comedia menandrea titulada El arbitraje nos ofrece una muestra de este tipo de accin judicial. Tambin vuelven a mencionarse infra, XII 13 y XXIV 4, otros actos de esta naturaleza. 37
Literalmente dice: Se parecen-al padre ms que un higo a otro. 38
Palabras relacionadas con algn juego infantil del cual no tenemos otras noticias. En la actualidad ambas
palabras son empleadas en dialecto lacnico para expresar los conceptos de ligero y pesado
respectivamente. Cf. J. D. MEERWALDT, De duobus sermonis puerilis exemplis apud Theophrastum conservatis,
Mnemosyne 55 (1927), 44-53. 39
Siguiendo el criterio de diversos editores, pero no el de P. STEINMETZ, hemos desplazado el resto del texto que
figura en los manuscritos al final del cap. XXI, en donde se trata de la vanidad. Los rasgos descritos en este
pasaje concuerdan mejor con ese temperamento, ahora bien esta traslacin no respeta las fuentes ms
antiguas y descompensa la extensin media de los retratos.
VI DE LA DESVERGENZA
La desvergenza es una osada que se manifiesta en hechos y palabras censurables. 2 El
desvergonzado es un individuo de la siguiente calaa: jura a la ligera, tiene mala reputacin e insulta
a los potentados. De acuerdo con su comportamiento es un vago40, un exhibicionista y un tipo capaz
de todo. 3 Por descontado, no le importa bailar el crdace41 sin estar bebido y sin llevar una mscara
en un cortejo. 4 En los espectculos ambulantes recoge la calderilla, pasando ante cada uno de los
asistentes, y discute con los que llevan un pase y quieren ver la representacin gratis. 5 No le causa
enojo estar al frente de una posada, ejercer de proxeneta o recaudar impuestos42; ni rechaza ninguna
tarea por indigna que sea, sino que acta de pregonero, sirve de cocinero43 y juega a los dados. 6
Deja morir de hambre a su madre44, es detenido por robar y, en consecuencia, pasa ms tiempo en la
crcel que en su propia casa. 7 Podra ser uno de esos que forman en torno a s y convocan a un
corro de gente y, luego, con una voz potente y cavernosa apostrofan y entablan conversacin con
ellos. Mientras tanto, unos se acercan, otros pasan de largo sin escucharle, de manera que l cuenta
a Unos el principio y a otros el final o una parte de la historia. 8 No encuentran mejor ocasin para dar
muestras de su desvergenza que cuando hay una fiesta pblica45. Se presta a sostener diversos
procesos al mismo tiempo: en uno acta de defensor, en otro de acusado, de un tercero se libera
mediante juramento y en un cuarto se presenta con un estuche en el pliegue del vestido46 y un legajo
de documentos en sus manos. 9 No rechaza ni la posibilidad de ser el cabecilla de la gente del
mercado ni, al mismo tiempo, prestarles a stos dinero. Les exige, en concepto de inters, tres
semibolos por cada dracma al da47. Suele hacer su ronda por las carniceras, las pescaderas y las
tiendas de salazn, y las ganancias que va obteniendo de este negocio las guarda en su boca48.
10 [Resultan fastidiosos los que tienen una lengua expedita para el insulto, y estn dotados de una
voz potente, hasta el punto de hacer resonar con sus gritos la plaza y los talleres.]
40
El trmino griego es ms expresivo. Literalmente dice: un individuo que se pasa el da en la plaza. 41
Danza primitivamente religiosa y relacionada con los orgenes de la comedia. Se caracterizaba por sus movimientos violentos y su desenfreno, siendo considerada por muchos autores de la Antigedad como licenciosa o indigna. Cf. infra, ALCIFR., II 15 y III 10. 42
El descrdito de esta profesin estaba muy generalizado. Su vinculacin con el mundo de la prostitucin
figura tambin en otros autores. El comedigrafo JENN (fr. 1) afirma: Todos los recaudadores de tributos son
rapaces. 43
Esta profesin tena una psima fama. El mgeiros es otro personaje prototpico de la comedia. 44
Aparte de la obligacin moral de atender a los progenitores, exista una norma legal que exiga del hijo esta
prestacin (gerotropha). 45
El 7 es considerado apcrifo por muchos editores. 46
Este pliegue, practicado a la altura del pecho, se usaba como faltriquera o bolsillo. El objeto que lleva escondido en l es una especie de funda que serva para proteger los textos escritos. Cf. infra, XXII 7, y ALCIFR., III18, 4. 47
Como la dracma equivale a 6 bolos, los 3 semibolos suponen un rdito del 25%. 48
Alude a una prctica habitual y poco higinica de transportar en esta cavidad natural algunas piezas de moneda. Cf. ARISTFANES, La asamblea de mujeres 818.
VII DE LA LOCUACIDAD
La locuacidad, si alguien quisiera definirla, parecera se una incontinencia de palabra. 2 El locuaz es
un individuo de estas caractersticas: ante cualquier cosa que le haya dicho la persona con quien se
ha encontrado, l replicar que no es as, que est muy bien informado y que, si le presta atencin, le
pondr al corriente del asunto. Mientras que aqul le contesta, l le interrumpe diciendo: No te vayas
a olvidar de lo que me quieres contar, y Haces bien en recordrmelo, y Qu interesante es
cambiar impresiones!, y Algo que pas por alto, y Has captado al vuelo el asunto y Desde
hace un rato yo estaba esperando para ver si llegabas a mi misma conclusin, y le gratifica con
otras salidas como stas, de forma que el interlocutor no tiene tiempo ni de respirar. 3 Despus que
ha dejado fuera de juego a todos, uno por uno, an tiene arrestos para acercarse a los que forman
una tertulia y provoca que salgan huyendo, aunque estuvieran hablando de sus negocios. 4
Asimismo, cuando entra en las escuelas y palestras, impide que los alumnos continen sus tareas,
hasta tal punto distrae la atencin de los que dirigen los entrenamientos gimnsticos y de los
maestros. 5 A los que le dicen que se van, l es capaz de seguirles y de acompaarles hasta la
puerta de sus casas. 6 Cuando est al corriente, informa de los asuntos de la asamblea y, adems,
pasa a contar el enfrentamiento verbal entre oradores que tuvo lugar hace ya tiempo, durante el
arcontado de Aristofonte49, y los discursos que l mismo lleg a pronunciar ante sus conciudadanos
con un gran xito. Al tiempo que sigue con su relato, lanza invectivas contra la multitud, de manera
que sus oyentes pierden el hilo, cabecean o se marchan, dejndole con la palabra en la boca. 7
Impide con su verborrea que se desarrolle el juicio, cuando forma parte de un jurado, que se
contemple el espectculo en el teatro y que se coma a gusto en una cena. Asegura que para un
hablador es un tormento permanecer callado, que la lengua est en su elemento y que, aunque
corriera el riesgo de parecer ms charlatn que las golondrinas50, no podra estar en silencio. 8
Incluso soporta las burlas de sus propios hijos, los cuales, cuando quieren dormirse, le suplican que
les hable: Pap, cuntanos algo para que nos entre sueo.
49
Se refiere al proceso de la Corona que se celebr en el ao 330 a.C. y que tuvo como protagonistas a
Esquines y a Demstcnes. 50
Frase proverbial que, con diversas variantes, aparece en otros autores.
VIII DE LA NOVELERA
La novelera es una invencin de dichos y hechos falsos, a los que quiere su portavoz que se les
preste crdito. 2 El novelero es un individuo capaz de encontrarse con un amigo e, inmediatamente,
sin guardar las formas y entre sonrisas, preguntarle: De dnde vienes?, Qu cuentas? y
Cmo?, Sabes algo nuevo sobre este asunto? Y con redoblada insistencia inquiere: No se
rumorea algo ms novedoso? Sin embargo, hay noticias excelentes. 3 Sin dar tiempo para que le
conteste, prosigue: Qu dices?, No has odo nada?, Me parece que voy a darte un lote de
informaciones de primera mano. 4 Y, a continuacin, l menciona a un soldado, a un hijo de Asteo,
el flautista, o a Licn, el empresario51, que acaba de llegar del campo de batalla, como testigos de lo
que dice haber odo, pues, en efecto, las fuentes de sus historias son tales que nadie podra
rebatirlas. 5 Cuenta, tras asegurar que as se lo han confirmado stos, que Poliperconte52 y el rey han
vencido en una batalla y que Casandr est prisionero. Y si alguien le objeta: Pero t crees eso?
6 l aducir que el hecho es un clamor en la ciudad, que el rumor se est propagando y que todos a
una coinciden, pues refieren los mismos detalles sobre la batalla y que se ha producido una gran
carnicera. 7 Seala, adems, un indicio, los rostros de los que ocupan altos cargos: en efecto, se ve
a todos demudados. Afirma que tambin est enterado de que ellos tienen en su poder, oculto en una
casa, a alguien que lleg desde Macedonia, hace cuatro das, el cual sabe todos los pormenores. 8
Mientras que relata todas estas cosas se lamenta no os podis imaginar con qu aire tan
persuasivo diciendo: Desdichado Casandro! Oh infeliz! Te das cuenta de los reveses de la
fortuna? 9 Particularmente despus de haber sido tan poderoso, y Conviene que t seas el nico
en saberlo, a pesar de que ya ha ido a la carrera a comunicrselo a todos los que viven en la
ciudad.
10 [Yo me pregunto con extraeza sobre esta clase de individuos qu pretenden al forjar esta
invenciones. Pues no slo mienten, sino que adems no consiguen ningn provecho. 11 En ms de
una ocasin, algunos de ellos, a causa de los corros que provocan en torno a s en los baos
pblicos, han perdido sus mantos. Otros, mientras que en el Prtico de las Pinturas53 celebran
victorias alcanzadas por tierra y por mar, son condenados en un juicio por incomparecencia. 12 Hay
quienes, por haber conquistado ciudades de palabra, se han perdido una cena.13 La ocupacin de
esta gente es muy miserable. No hay galera, tienda o porcin del gora que no ocupen a lo largo del
51
El flautista y el empresario son dos personajes que intervienen indirectamente en la guerra a travs de sus
funciones especificas: el primero, en acompaamientos musicales, y el segundo, en cuestiones de intendencia,
material blico u otros cometidos similares. 52
Poliperconte, regente de Macedonia, estuvo en guerra con Casandr durante diez aos (319-309).
Probablemente el rey mencionado es Filipo Arrideo. 53
Cf. supra, n. 12.
da, causando el agotamiento de sus auditores. 14 Hasta tal punto ellos los agobian con sus
imposturas.]
IX DE LA GORRONERA
La gorronera es, en trminos de definicin, un menosprecio de la opinin ajena por mor de una
ganancia deshonrosa. 2 El gorrn54 es un individuo capaz, en primer lugar, de ir a pedirle un
prstamo a la misma persona a la que ya ha sableado ***55. 3 Luego, tras celebrar un sacrificio en
honor de los dioses, acude a cenar a casa ajena, despus de haber preparado su carne con sal para
conservarla56. Una vez all, habiendo llamado al esclavo que lleva como acompaante, le da un trozo
de pan y carne, que previamente ha cogido de la mesa, y le dice: Buen provecho, Tibio57, sin que le
importe que todos le oigan. 4 Cuando va de compras, le saca a relucir al carnicero algn favor que le
haya hecho y, apostado junto a la balanza, deja caer en ella, de preferencia, un trozo de carne y, si
no, un hueso para el caldo. Si triunfa en su intento, tanto mejor; en caso contrario, coge del mostrador
un pedazo de tripa y se aparta de all en medio de risas. 5 Siempre que adquiere unas localidades de
teatro para sus huspedes, asiste al espectculo sin entregar su entrada y, de esta manera, al da
siguiente lleva a sus hijos y a su preceptor. 6 De cuantas compras alguien realiza a buen precio l
reclama llevar una parte. 7 Si pide en prstamo cebada, o bien paja, despus de ir a una casa ajena,
exige, adems, que le hagan el transporte a domicilio. 8 Igualmente, no tiene empacho de acercarse
a las calderas de los baos pblicos y, tras sumergir una jarra, verter su contenido desde la cabeza
hasta los pies, en medio de las protestas del baero y, luego, al tiempo que se va de all puntualiza
que ya se ha lavado y: Adems estoy en paz contigo.
54
Este carcter y el nm. XXX ofrecen como denominador comn la bsqueda de una ganancia, sin parar en los medios, que son deshonrosos. Esta falta de escrpulos se constata en la raz comn a ambos trminos griegos. Estos temperamentos tienen tambin una cierta relacin con los descritos en los caps. X y XXII, donde se retrata a unos tipos humanos cuya obsesin es no gastar dinero y acumular bienes. En los dos primeros domina el afn de lucro; en los dos ltimos, el de ahorro excesivo. sta es su principal diferencia. 55
Probable laguna en el texto. 56
La carne de la vctima sacrificada la prepara con sal para que se conserve mejor, en lugar de consumirla en una
comida con unos amigos, como era habitual. Cf., por ejemplo, MENANDRO, La samia 123. Por si fuera poco, se va a
cenar a una casa ajena y aprovecha esta circunstancia para darle su racin de alimentos al criado que le
acompaa. 57
ESTRABN (VII 3, 12) nos transmite que era un nombre frecuente en Paflagonia. Deriva de un topnimo frigio. MENANDRO lo emplea en La tesalia. La mesenia y La perintia.
X DE LA SORDIDEZ
La sordidez es un ahorro excesivo de gastos. 2 El srdido es un individuo dispuesto a presentarse en
una casa antes de que finalice el mes58 para reclamar un semibolo de inters. 3 Cuando toma parte
en una comida a escote59, se encarga de contar cuntas copas ha bebido cada uno y l es, de entre
los comensales, quien ofrece el presente ms insignificante en honor a rtemis. 4 Si alguien,
habindole comprado unas cuantas cosas a buen precio, pretende cobrrselas, le replica que son
superfluas. 5 Si su criado le rompe una olla60 o una fuente, le descuenta su importe con cargo a su
sustento. 6 En el caso de que su mujer pierda un tricalco61, cambia de sitio los muebles, las camas y
las arcas, y escudria los revestimientos del suelo. 7 Cuando vende algo, lo hace a un precio tal, que
no beneficia al comprador. 8 No permite que se tome un higo de su huerto, ni que se pase por su
terreno o se recoja una aceituna o un dtil de los que yacen cados por tierra. 9 A diario comprueba si
las seales de su propiedad estn en su sitio. 10 Est dispuesto a denunciar la morosidad en los
pagos y a exigir los intereses de los intereses. 11 Cuando ofrece una comida en honor de los
miembros de su demo, les sirve la carne en trozos pequeos. 12 Si sale de compras, vuelve sin haber
adquirido nada. 13 Tambin le prohibe a su mujer que preste sal, mechas, comino, organo, granos
de cebada, cintas o tortas para los sacrificios, pues afirma que estas cosas sin importancia
representan una bonita suma al cabo de un ao.
14 [En resumen, se puede observar que los cofres de los srdidos estn enmohecidos y sus llaves
oxidadas. Ellos llevan puestos unos mantos que apenas les cubren los muslos, se friccionan con el
aceite contenido en unos ungntanos muy pequeos, se cortan el pelo al rape, permanecen
descalzos hasta el medio da y piden a los que le limpian el vestido que le pongan abundante arcilla62
para que no se ensucie rpidamente.]
58
En Grecia se sola pagar los intereses mensualmente. El semibolo supone una mdica suma. 59
Este tipo de celebracin en la que todos contribuan a los gastos (ranos) era muy frecuente entre los miembros de corporaciones. Cf. infra, XXX 16. 60
Una conjetura posible aadira: que ya tena un ao. 61
Moneda que representa una cantidad irrisoria, como, por ejemplo, tres cntimos. 62
Se trata de la tierra esmctica o algn otro producto detersivo.
XI DEL GAMBERRISMO
No resulta difcil definir el gamberrismo, pues consiste en una actitud de burla manifiesta y grosera. 2
El gamberro es un tipo capaz de levantarse la ropa y ensearles sus vergenzas a las mujeres libres
que le salen al paso. 3 En el teatro aplaude, cuando los dems dejan de hacerlo, y silba a los actores
a los que la mayora contempla con gusto. En el momento en que el auditorio est en silencio,
levantando su cabeza, eructa a fin de que el pblico se vuelva hacia atrs.4 Cuando el mercado est
en el momento de mayor afluencia, tras aproximarse a los puestos de nueces, de murtillas63 o de
frutos secos, se pone a comisquear de pie, mientras que parlotea con el vendedor. Llama por su
nombre a alguno de los presentes, aunque no sea un conocido suyo. 5 A los que ve que se dirigen a
prisa hacia algn sitio, les hace detenerse. 6 Aborda y felicita al que sale de un tribunal, despus de
haber perdido un proceso importante. 7 Realiza personalmente sus compras64 contrata a la flautista65
y ensea los productos adquiridos a los viandantes, atrayendo su atencin sobre ellos66.
8 Apostado en la barbera o en la tienda de perfumes, cuenta que tiene la intencin de
emborracharse. En el momento en que su madre sale para consultar al augur, dice palabras de mal
agero. 9 Mientras los dems entonan plegarias y vierten libaciones, l arroja la copa y se echa a rer
como si hubiese hecho algo extraordinario. 10 Cuando oye el sonido de la flauta, es el nico que toca
las palmas, tararea e increpa a la taedora por haber terminado tan pronto. 11 Teniendo la intencin
de escupir por encima de la mesa, yerra el tiro y le escupe al copero.
63
Son las bayas de una planta mirtcea, que eran apreciadas por los griegos. 64
No era frecuente que un hombre libre hiciese la compra. En ese caso afirmativo, se haca acompaar de un esclavo para que llevase los productos adquiridos. Cf. Infra, XXIII 8. 65
Se trata de la mujer, generalmente cortesana, que amenizar la sobremesa, como veremos en este volumen en numerosos casos. Quiz este pasaje est incompleto. 66
El texto que sigue, hasta el final, figura en los manuscritos en el cap. XIX. Dado su contenido, nos ha
parecido ms oportuno incluirlo aqu, siguiendo el criterio de otros editores.
XII DE LA INOPORTUNIDAD
La inoportunidad es una intervencin extempornea que perturba a las personas de nuestro entorno.
2 El inoportuno acta de la forma siguiente. Se acerca a hacerle sus confidencias a alguien, cuando
precisamente est ocupado. 3 Intenta cortejar67 a su amada, en una ocasin en que ella est con
fiebre. 4 Va a pedirle que sea su fiador a un individuo que acaba de ser condenado por un asunto de
garantas68. Se presenta como testigo de una causa que 5 ya ha sido juzgada. Invitado a una boda,
pronunciar duras 6 acusaciones contra el sexo femenino. 7 Al que acaba de llegar de una larga
caminata, le propondr dar un paseo. 8 Asimismo, es capaz de traerle un comprador que ofrece ms
a quien ha cerrado un trato, 9 y de levantarse y explicar todo desde el principio a los que ya tienen
noticias y estn al cabo del asunto. 10 Pone todo su empeo en prestar una atenciones que el
interesado no desea, pero que, por pudor, no sabe rehusar. 11 Cuando unas personas estn
celebrando un banquete, tras un sacrificio, se presenta para reclamar unos intereses. 12 Si delante
de l se azota a un esclavo, l explicar que en una ocasin un criado suyo se ahorc despus de un
castigo similar. 13 En el caso de que acte de arbitro en un litigio, incita a las partes contendientes, a
pesar de que ambas deseen una conciliacin69.
14 Y arrastra a bailar a alguien que todava no est bajo los efectos del vino.
67
La forma aqu utilizada en el texto original est relacionada con el sustantivo kmos. vocablo que significaba, primitivamente, un tipo de cortejo festivo dorio con cantos y danzas de honor de Dioniso. Por extensin se dio este nombre a las fiestas callejeras y, en general, a los grupos de hombres bebidos y, por consiguiente, alborotadores. Posteriormente adquirir el valor de ronda, visita galante, tal como se puede apreciar en el Idilio III de TECRITO, as titulado. El verbo de este pasaje encierra la idea de cortejar. Cf. infra. ALCIFR., I 6.
68 La fianza como instrumento jurdico era un procedimiento muy empleado en Atenas. En caso de impago,
el fiador deba atender a todas las obligaciones inherentes a su aval e, incluso, poda ser llevado a los tribunales.
69 Cf. Supra, n. 36.
XIII DEL ENTROMETIMIENTO
Por supuesto70, el entrometimiento parece ser un exceso de buena disposicin tanto de palabra como
de obra. 2 El entrometido es un individuo capaz de prometer, tras haberse levantado71, lo que no va a
poder cumplir. 3 Cuando se ha reconocido unnimemente que una proposicin es justa, l, despus
de haber insistido en algn punto, es refutado. 4 Obliga al esclavo a mezclar ms vino72 del que
pueden beberse los invitados presentes. 5 Separa a dos que se estn peleando, aunque no los
conozca. 6 Se pone a guiar por un atajo y luego no puede encontrar el lugar a donde quiere ir. 7 En
el ejrcito se presenta ante el general para preguntarle cundo se dispone a alinear a sus hombres y
cul ser el santo y sea de pasado maana. 8 Se acerca a su padre para decirle que su madre
duerme ya en la alcoba. 9 Si el mdico recomienda que no se le d vino al enfermo, l, bajo el
pretexto de querer llevar a cabo una experiencia, le hace ingerir al paciente una buena cantidad. 10
En el sepulcro de una mujer recin fallecida, hace inscribir el nombre de su marido, el del padre, el de
la madre, el de la propia difunta y su lugar de nacimiento. Por si fuera poco, pide grabar tambin que
todos eran personas de bien73. En el momento de pronunciar un juramento, aclara a los circunstantes:
Ya he jurado en otras muchas ocasiones74.
70
Hay cinco captulos que inician con el adverbio amlei. Esta forma indica la existencia de un dilogo tcito o explcito. Por tal motivo algunos estudiosos consideran su presencia como un argumento en favor de la hiptesis de que estos bosquejos eiolgicos reflejaban escenas de sobremesa. Nosotros creemos, en cambio, que puede ser un mero expediente retrico para dar viveza al cuadro, al igual que el trasiego de estilo directo al indirecto y viceversa. 71
Se sobreentiende: para hablar en la asamblea. 72
Cf. supra, n. 33. 73
Las estelas funerarias griegas eran muy parcas en datos relativos al fallecido. 74
La misma idea en MEN., fr. 87 K.-TH.
XIV DE LA TORPEZA
La torpeza es, en trminos de definicin, una lentitud de la mente en palabras y acciones. 2 El torpe75
es un individuo tal que, despus de hacer sus clculos76 y de averiguar el total, le pregunta al que
tiene a su lado: Cul es el resultado? 3 A pesar de que es objeto de un proceso y tiene la
obligacin de asistir, se olvida de ello y se marcha al campo. 4 En el teatro se queda solo por haberse
dormido. 5 A causa de una copiosa comida, por la noche, cuando se levanta para ir al retrete, es
mordido por el perro de su vecino. 6 Tras haber recibido y guardado algo, lo busca ms tarde y no
consigue encontrarlo. 7 Si alguien le comunica que ha fallecido uno de sus amigos, para que acuda al
entierro, l se entristece y entre lgrimas dice: en buena hora. 8 Es capaz de reclamar unos
testigos, g cuando se le paga una deuda. 9 En pleno invierno le rie al esclavo porque no trajo
pepinos del mercado.10 Rinde de cansancio a sus propios hijos, obligndoles a ejercitarse en la lucha
y en la carrera. 11 Cuando en el campo l mismo se cocina un plato de lentejas, le echa sal por dos
veces en la olla y deja el guiso incomible. 12 Si llueve, l afirma: ***77. 13 En el caso de que alguien le
pregunte: Cuntos cadveres han pasado, a tu juicio, por las puertas Ericas78?, l responde:
Tantos como yo deseo para ti y para m79.
75
El tipo aqu retratado se caracteriza, particularmente, por sus despistes y distracciones. 76
En diversas ocasiones (cf. infra, XXIII 6 y XXIV 12), Teofrasto alude a operaciones aritmticas realizadas con la ayuda de calculi y del abaco. Las noticias que tenemos sobre los sistemas de cmputo son escasas. Cf. infra, ALCIFR., II 5. 77
Los manuscritos ofrecen en este lugar un texto ininteligible. Se trata, pues, de un locus desperatus. 78
Estas puertas conducan al cementerio del Cermico. 79
Una vez ms el protagonista responde por la tangente. Este tipo de contestacin tendra sentido si la pregunta estuviese relacionada con dinero o algo similar.
XV DE LA GROSERA
La grosera es una tosquedad en el trato que se manifiesta verbalmente. El grosero, si alguien le
pregunta: 2 Donde est Fulano?, replica: 3 Y a m qu me importa. Cuando se le saluda, no
contesta. 4 Si vende algo, no dice a sus compradores el precio que pide, sino que inquiere cules son
las pretensiones del cliente. 5 A los que le dan muestras de estima y le envan algn obsequio con
motivo de las fiestas, l objeta que no le resultar regalado. 6 Es incapaz de perdonar a quien le
mancha, le empuja o le pisa involuntariamente. 7 Al amigo que le pide su contribucin en un
prstamo80, primero se la niega y, luego, se presenta con ella, afirmando que se trata de un dinero
perdido. 8 Si da un tropezn en el camino, se pone a maldecir la piedra. 9 No consiente aguardar a
alguien por mucho tiempo. 10 Tampoco accede a cantar, recitar o bailar81. 11 E, incluso, se atreve a
no implorar a los dioses82.
80
Cf. supra, n. 8. 81
El ateniense que haba recibido una buena educacin estaba preparado para el ejercicio de estas artes;
por tanto, se consideraba una incorreccin no dar pruebas de sus conocimientos y habilidad en estos
sectores desde una ptica convivencia!. 82
En esta actitud se subraya la falta de elegancia espiritual y de buenos modales con respecto a la
divinidad.
XVI DE LA SUPERSTICIN
En efecto, la supersticin parece ser un amedrentamiento respecto a lo sobrenatural. 2 El
supersticioso83 se comporta de la siguiente manera. Tras haberse lavado las manos y purificado en la
fuente de Los tres caos84 y despus de haber cogido una ramita de laurel del templo, se pasea
durante todo el da con ella en la boca. 3 En el caso de que una comadreja85 se atraviese en su
camino, no sigue andando hasta que no pase alguien o bien l haya lanzado tres piedras86 por
encima de su sendero. 4 Cuando ve una serpiente en su casa, si es carrilluda, invoca a Sabacio87; si
es sagrada, erige en seguida un altar en aquel preciso lugar. 5 Al pasar por el lado de esas piedras
relucientes que hay en las encrucijadas, vierte el aceite de su lecito88 y no se aleja sin antes haberse
arrodillado y haberlas adorado. 6 En el caso de que un ratn haya rodo un saco de cebada, se
presenta ante el intrprete y le consulta qu debe hacer89. Si le responde que lo d a un curtidor para
remendarlo, no se contenta con esto, sino que hace un sacrificio para verse librado del maleficio. 7
Continuamente purifica su casa, por pretender que sobre ella pesa un conjuro de Hcate90. 8 Si las
lechuzas se alborotan a su paso91, l pronuncia la frmula incantatoria: Atenea es ms fuerte, y,
tras esta cautela, sigue su camino.
9 Procura no pisar una tumba, ni acercarse a un cadver o a una parturienta, pues asegura que no le
conviene contaminarse.10 El da cuatro y siete de cada mes92, despus de ordenar a los de casa que
83
Menandro trat este tipo en su comedia titulada precisamente: El supersticioso. Desgraciadamente slo tenemos
escasos versos de ella. El nico pasaje conservado reproduce uno de los detalles incluidos por Teofrasto en este
carcter. En cualquier caso, espigando en la obra del dramaturgo, se encuentran otros elementos dispersos en
su produccin que confirman creencias y prcticas aqu esbozadas. 84
En el cdice Vaticanus 110 (V) se lee: epi khronn. En otras dos fuentes (C y D) dicho sintagma se omite. Como el trmino del ms. V supone una corrupcin, los editores han optado por diversas conjeturas. La leccin que nosotros ofrecemos (epi g'krounn) no ofrece serias dificultades paleogrficas y se apoya en el v. 55 de la comedia menandrea La aparicin, donde se dice: Se purific con agua procedente de la fuente de Los tres caos. Dados los numerosos puntos de contacto entre ambos autores, cabe la posibilidad de que en los dos pasajes se aluda a una misma fuente. 85
Cr. ARISTF., Asambl. muj. 792. 86
En la Antigedad el tres era considerado, originariamente, un nmero fatdico. Poco a poco fue perdiendo este
valor y qued convertido en una forma expresiva de carcter aumentativo. En los numerosos ejemplos que aparecen
en este volumen ambos significados se alternan o se solapan. 87
Divinidad de procedencia tracofrigia, de carcter orgistico, que pronto fue indentificada con Dioniso en el
mundo griego. Cf. infra, XXVII 8 y n. 179. La serpiente en Atenas era un animal frecuente. Su presencia siempre
se interpretaba como un signo sobrenatural. En el culto de Sabacio ocupaba un lugar importante el tipo de ofidio
aqu mencionado. Sobre la otra variedad llamada sagrada cf. ARISTTELES, Historia de los animales VIII 29. 88
Recipiente de cuello largo, empleado especialmente para contener aceites y perfumes. El que lleve consigo tal objeto quiz sea un signo ms, caracterstico de este grotesco personaje, el cual camina pertrechado para toda eventualidad. 89
Cf. MENANDRO., El supersticioso, fr. 97 K. TH. 90
Diosa ctnica relacionada con el mundo de la magia y de los hechizos. 91
Cf. MEN., Fr. 620 11 K.- Th. 92
Los das 4 y 24 eran considerados nefastos. Quiz haya que interpretar el sptimo da empezando por atrs.
preparen el vino caliente, se va al mercado a comprar unas ramas de mirto, incienso y pasteles
sagrados93. A su regreso se pasa el da entero coronando los Hermafroditos94. Cuando tiene un
sueo, acude a los intrpretes de visiones onricas, a los adivinos y a los augures para que averigen
a qu dios o diosa debe suplicar. Visita a los sacerdotes de Orfeo con la intencin de renovar su
iniciacin en los Misterios95 todos los meses en compaa de su mujer (o de la nodriza, en el caso de
que aqulla se encuentre ocupada) y de los nios. 12 Tambin podra ser de los que realizan
abluciones meticulosamente a la orilla del mar.13 Si en alguna ocasin ve a uno de esos hombres
coronados con ajos que se encuentran en las encrucijadas de los caminos, al volver a su casa, se
lava desde la cabeza hasta los pies y, despus de llamar a las sacerdotisas, les pide que le purifiquen
con una cebolla albarrana o un cachorro96.
14 La vista de un loco o de un epilptico le produce estremecimientos y, en consecuencia, escupe en
el pliegue de su ropaje97.
Los griegos dividan el mes en tres perodos de diez das. La ltima dcada solan designarla de manera regresiva, aadiendo ep'eikdi (sobre veinte). Con este sistema de cmputo, el da sptimo, respecto de los que quedan para finalizar el mes, coincide con el 24. Habra que sobreentender por tanto: ep'eikdi. El da 4 estaba consagrado a Hermes. 93
Esto es, los preparativos para un ceremonial religioso. El mirto estaba asociado con el culto de Afrodita. Los ppana eran
una especie de tortas que se quemaban en los sacrificios. 94
Es una divinidad bisexual, quiz de origen oriental. El cdice V ofrece, en este lugar, una lectio dubia. 95
O bien para ser purificado por los sacerdotes que oficiaban los cultos relacionados con el orfismo. 96
El significado de este pasaje es dudoso. Probablemente se trata de un empleado que tena por misin limpiar los restos depositados en calidad de ofrendas ante las estatuas de Mecate, ubicadas en las encrucijadas de los caminos. Esta persona llevara unos ajos, ya que en la Antigedad se consideraba que eran unos bulbos depurativos. El espritu enfermizo del supersticioso hace que se precipite a purificarse por miedo de que la simple visin de la escena callejera le contamine. 97
Gesto de carcter apotropaico. Cf. infra, ALCIFR., II 5 y n. II
XVII DE LA INSATISFACCIN DE LA PROPIA SUERTE
La insatisfaccin de la propia suerte es una crtica injustificada de cuanto se recibe. 2 El insatisfecho98
se comporta de la siguiente manera. Si un amigo le hace llegar una racin de un banquete, le dice al
portador: Me consideras indigno de tu sopa y de tu vino pelen, puesto que no me has invitado al
festn99. 3 Cuando es besado por su amante, le manifiesta: Me resulta extrao que t me quieras
con toda el alma. 4 Se enoja contra Zeus no por falta de lluvia, sino por su tarda llegada.5 En el
caso de que encuentre una bolsa en la calle protesta: Esto s, pero un tesoro no lo he encontrado
jams. 6 Cuando compra un esclavo a buen precio por haber regateado insistentemente con el
vendedor, se dice para sus adentros: Me maravillara que est en buenas condiciones al ser tan
barato. Al que le da la feliz noticia de que: 7 Te ha nacido un hijo100, le replica: Si aades que se
me ha volatilizado la mitad de mi patrimonio, tendrs toda la razn. 8 Despus de haber ganado un
proceso por unanimidad, reprocha al autor de la defensa por haber omitido muchas pruebas. 9 Tras
haber obtenido un prstamo a su favor de parte de sus amigos, y habindole alguien aconsejado:
Algrate, l responde: Cmo es posible, si tengo que devolver a cada uno su dinero y, encima,
estarles agradecido por haber sido objeto de su atencin?101.
98
En realidad se trata de un individuo pesimista en lo que concierne a su persona. 99
El verbo en 2. persona del singular suscita algunas dificultades. Quiz haya que suponer que sea un mensaje para que el esclavo la transmita al dueo. Otras hiptesis son: a) que se trate de una confusin del protagonista, el cual no distingue entre el remitente y el portador (Edmonds); b) que suponga un comentario crtico expresado en voz alta por el personaje en contra del amigo que hace el envo (Steinmetz); c) que sea preciso introducir un cambio en el verbo. En 3. persona todo encaja (Navarre). 100
El nacimiento de un hijo es considerado un don divino Cf. MEN. El arb., fr 357 K.- TH 101
Cf. Supra, n. 8.
XVIII DE LA DESCONFIANZA
Por supuesto, la desconfianza es una sospecha de maldad en todos los seres humanos. 2 El
desconfiado es un individuo capaz de enviar a un esclavo a hacer la compra y, a continuacin,
mandar a otro para que se informe de cunto ha comprado. 3 Cuando se traslada, l lleva el dinero
personalmente102y en cada estadio103 se sienta a contar lo que hay. 4 Estando ya en la cama, le
pregunta a la mujer si ha cerrado el arcn, precintado el aparador y echado el cerrojo en la puerta del
patio. Aunque sta responda afirmativamente, l104 se levanta del lecho, a pesar de su contestacin,
y, tras encender una lamparilla, hace un recorrido, desnudo y descalzo, inspeccionndolo todo. Slo
entonces y a duras penas consigue conciliar el sueo. 5 Delante de testigos reclama los intereses a
los que le deben dinero, a fin de que no puedan decir que no. 6 Est dispuesto a dar su manto a
limpiar no al tintorero que trabaje mejor, sino al que tenga un fiador de mayor garanta. 7 Cuando
alguien viene a pedirle en prstamo unas copas de la vajilla, l no accede en la mayora de los casos.
Si se trata de un pariente o de un amigo, lo permite faltndole poco para someterlas a la prueba del
fuego105, pesarlas e, incluso, exigir un fiador. 8 Al esclavo que le acompaa, le ordena que no vaya
detrs, sino delante, para poder vigilarle, por miedo de que se escape en el camino. A los que le
compran algo y le dicen; 9 Dime cunto es y apntalo, ya que ahora no tengo tiempo, l les replica:
No te preocupes por envirmelo, pues yo voy a acompaarte hasta que ests desocupado.
102
Fin lugar de confirselo al esclavo. Ct. infra, XXIII 8. 103
Medida de longitud que equivale a unos 180m. aproximadamente. 104
El protagonista, a causa de su defecto, realiza el control de todo, en lugar de creer a su mujer o de
encargar a un esclavo ta l cometido. 105
Estas cautelas slo son posibles si se trata de unos objetos fabricados con un metal noble. Tal vez se pueda interpretar que inscribe en ellas su nombre.
XIX DE LA GUARRERA
La guarrera es un abandono del cuerpo que resulta desagradable (a los dems). 2 El guarro es un
individuo capaz de pasearse con su costra106, su roa y sus largas uas, y asegurar que stas son
enfermedades suyas hereditarias, pues las han tenido su abuelo, su padre y l, de forma que no es
fcil para un tercero hacerse pasar como de su familia. 3 Por supuesto, no le importa tener lceras en
las piernas o heridas en los dedos sin curar, sino que las deja que se infecten. Sus sobacos estn
hirsutos y velludos hasta una gran parte del costado, sus dientes negros y medio rodos107, de manera
que resulta asqueroso de aspecto y desagradable. 4 Otros rasgos propios de l son: sonarse
mientras come, rascarse en medio de un sacrificio, 5 salpicar con saliva cuando habla y eructar al
tiempo que bebe. 6 Se acuesta con su mujer en la cama con la ropa sucia108. Se cubre de una
erupcin por haberse ungido en el bao con un aceite en malas condiciones. 7 Y se va a la plaza,
despus de haberse vestido con una tnica gruesa y un manto muy ligero y lleno de lamparones109.
106
Segn STEINMETZ, el trmino empleado (lpra) aludira a una especie de elefantiasis (lepra Graecorum) 107
Cf. Infra, ALCIFR., II 25, 2. 108
Lectio dubia. 109
El resto del texto ( 8-11) lo hemos desplazado al carcter nm. IX, como en su momento ya indicamos.
XX DE LA IMPERTINENCIA
La impertinencia es, en lo que atae a su definicin, una forma de trato que, sin daar, causa fastidio.
2 El impertinente110 es un individuo capaz de ir y despertar a uno que acaba de dormirse para hablar
con l. 3 Entretiene a los que estn a punto de embarcarse, y, en cambio, 4 si vienen a visitarle, pide
que aguarden hasta que vuelva del paseo. 5 A la nodriza le quita el nio de los brazos y le da de
comer masticndole l mismo los alimentos, y, al tiempo que lo besuquea, utiliza diminutivos
cariosos y lo llama bribonada de su abuelo111.
6 Mientras come, cuenta que ha evacuado por arriba y por abajo gracias al elboro112, que ha bebido,
y que en sus deposiciones la bilis era ms negra que la sopa que est sobre la mesa. No le importa
preguntar en presencia del servicio: 7 Dime, mama, qu da113 era cuando tuviste los dolores y me
pariste?114. 8 (En nombre de ella responde que es algo agradable y doloroso a la vez, pero que, en
efecto, no es fcil encontrar a un ser humano que no haya conocido ambas sensaciones.) 9 Afirma
que en su casa el agua est fra gracias a un depsito; que su huerto produce verduras de todas
clases y muy tiernas; que su cocinero tiene muy buena mano; que su vivienda se asemeja a un
albergue, pues siempre est llena, y que sus amigos son como una vasija agujereada115, ya que no
consigue hartarlos, a pesar de sus buenos oficios. 10 Cuando acta de anfitrin, le ensalza a su
compaero de mesa los mritos de su parsito, y, al tiempo que los invita a beber, les declara que ha
preparado una grata sorpresa a los comensales y que, si as lo desean, el esclavo ir a buscarla a
casa del proxeneta para que Todos oigamos su msica y disfrutemos.
110
Literalmente el texto original dice desgradable. Este personaje se caracteriza por la falta de tacto en sus palabras y actuaciones. 111
Esta expresin es dudosa. El trmino del manuscrito V aparece abreviado. En los otros se omite. 112
Planta medicinal que se empleaba para curar diversos males. Cf. Tambin infra, ALCIFR., I 12 y n. 58. 113
ALCIFRN emplea la misma expresin en III 4, 1. 114
Este prrafo ofrece serias dificultades. De entre las conjeturas hemos optado por la leccin de Edmonds. 115
Alusin al mito de las Danaides. AICIFRN tambin lo c ita en 1 2 (cf. infra, n. 4).
XXI DE LA VANIDAD
La vanidad parece ser un deseo mezquino de ostentacin. 2 Tal es el comportamiento del individuo
vanidoso. Si se le invita a un banquete, se las arregla para colocarse116 en el puesto de honor junto al
anfitrin. 3 Lleva a su hijo a Delfos para que le corten el pelo117 4 y se preocupa de que el siervo que
le acompae sea un etope. 5 Cuando paga una mina118 de plata, procura que sea en dinero nuevo. 6
Es capaz de comprar una escalerilla y hacerle un escudito de bronce al grajo que tiene en su casa
domesticado, a fin de que ste suba los peldaos as equipado. 7 En el caso de que sacrifique un
buey, clava el testuz en la misma entrada de su casa, despus de haberlo adornado con grandes
cintas, con la intencin de que los visitantes vean que ha sacrificado tal res. 8 Luego de haber
participado en una procesin con los caballeros119, le da al esclavo todo el equipo para que lo lleve a
casa, pero se pasea por el gora con el manto y las espuelas puestas. 9 Si se le muere un perrito de
Malta120, le encarga una sepultura y una estelita, y en ella hace grabar: Rama, oriundo de Malta. 10
Habiendo ofrecido como exvoto en el santuario de Asclepio121 un dedito de bronce, a ste le saca
brillo, lo adorna y lo perfuma todos los das. 11 Por supuesto, se u las ingenia con sus compaeros de
pritana122 para ser l quien anuncie a sus conciudadanos el resultado de los sacrificios. En
consecuencia, ataviado con un manto resplandeciente123 y una corona se sube a la tribuna y pro-
clama: Atenienses, los miembros de esta pritana hemos hecho los sacrificios de las Galaxias en
honor de la Madre de los dioses124. Los augurios son favorables. Recibid, pues, sus dones. Tras
esta notificacin se marcha a su casa para contarle a su mujer el enorme xito que ha cosechado.
Se125 corta el pelo con mucha frecuencia, cuida de que 6 sus dientes estn blancos, se cambia de
ropa, aunque se encuentre en buen estado y va muy perfumado. En el gora frecuenta las mesas de
116
Literalmente dice: recostarse, de acuerdo con la usanza griega. 117
Alusin a la ceremonia ritual, que tena lugar en la festividad de las Apaturias, en virtud de la cual un joven
ateniense era inscrito en su fratra, al cumplir la edad reglamentaria. Generalmente la cabellera era ofrecida a una
divinidad. La eleccin del dios Apolo y del templo de Delfos evidencia el afn de ostentacin de nuestro
protagonista. Unidad monetaria que equivale a 100 dracmas. 118
Unidad monetaria que equivale a 100 dracmas. 119
Este hecho indica que el protagonista pertenece a esta clase social. 120
Raza canina originaria de la isla de Melit, prxima a la costa dlmata, que gozaba de mucho aprecio en
la Antigedad. El nombre del animal, de carcter vegetal, refleja unos hbitos onomsticos atestiguados por
otras fuentes. Cf. infra, ALCIFR., II 19. 121
Recinto sagrado dedicado en Atenas al dios griego de la medicina, hijo de Apolo. 122
Los prtanes son los miembros de la comisin permanente del Consejo. En las festividades hacan
sacrificios en nombre del pueblo. 123
En estas ocasiones tena que ser blanco. 124
En las fiestas en honor de Gbele, se ofrecan unos pasteles hehos a base de leche, de ah el nombre de
Galaxia. 125
El texto que viene a continuacin aparece en los manuscritos al final del cap. V. La mayora de los editores
consideran que su emplaza-
los banqueros y pasa su tiempo nicamente en los gimnasios en los que se entrenan los efebos; en el
teatro, cuando hay funcin, se sienta cerca de los estrategos.
8 No compra nada para su uso personal, pero s para sus huspedes: aceitunas para Bizancio,
perros laconios para Ccico y miel del Himeto para Rodas. Luego informa a toda la ciudad de cuanto
ha hecho. Es capaz, sin lugar a dudas, de criar un mono y de estar en posesin de un ttiro, palomas
sicilianas, tabas de gacelas, redondas ampollas procedentes de Turios, bastones curvados de
Lacedemonia, un tapiz que tiene unos persas como dibujo y una pequea palestra con su pista de
arena y su juego de pelota. Va por todas partes ofreciendo a los filsofos, a los sofistas, a los
maestros de armas y a los msicos de este emplazameinto, para que all acten, de forma que l
entre tarde en las exhibiciones, cuando ya estn todos acomodados, afin de que alguien de entre los
espectadores comente: De se es la palestra.
XXII DE LA TACAERA
La tacaera es una ausencia de generosidad en lo que atae al gasto. El tacao es un individuo
capaz de consagrarle a Dioniso una tira de madera con su nombre inscrito nicamente, despus
de haber vencido el concurso de tragedias. Cuando en la asamblea se solicitan ayudas
econmicas de carcter voluntario, l se levanta sigilosamente y se quita del medio. Si se celebran
los esponsales de su hija, vende la carne de la vctima sacrificada, excepto la parte reservada a
los acerdotes, y, a los servidores que contrata para la ocasin, lo hace sin derecho a comida126. 5
Durante su trierarqua127, coloca para su uso sobre el puente las mantas del piloto extendidas,
mientras que reserva las propias. 6 Cuando se celebra la fiesta en honor de las Musas, se
abstiene de enviar a sus hijos a la escuela bajo el pretexto de que estn enfermos, a fin de no
tener que hacer algn desembolso128. 7 Una vez que ha comprado la carne en el mercado, la lleva
l personalmente y tambin las verduras en el pliegue de su vestido129. 8 Se queda en casa,
cuando da a lavar el manto. 9 Si un amigo est haciendo una colecta y ya ha hablado con l, tan
pronto como le ve acercarse, se aparta de su camino y vuelve a su casa dando un rodeo130. 10 A
su esposa no le compra una criada, a pesar de que aport una cuantiosa dote, sino que alquila en
el mercado de mujeres131 una jovencita para que la acompae en sus salidas. 11 Lleva sus
zapatos remendados y asegura que: Son tan slidos como si fueran de cuerno. 12 Despus de
levantarse, arregla su casa y limpia132 las camas. 13 Cuando se sienta, pone del revs el manto133
que l mismo134 lleva.
126
De este tipo de contrato tambin nos habla menandro, La citarista, frs. 89 y 6 K.-TH. Cf. Hesiquio, s.u. oiksitos. 127
La trierarqua era otra prestacin impuesta a los ciudadanos ricos, consistente en costear los gastos de
sostenimiento de un navio del Estado. 128
Las escuelas estaban bajo el patrocinio de las Musas, y los gimnasios, de Mermes. En el da de su festividad,
se realizaran, probablemente, sacrificios y, tal vez, algn otro tipo de acto requiriese las aportaciones
econmicas de los alumnos. 129
Como ya hemos subrayado cf. supra, n. 64, es impropio de un ciudadano ateniense ir de compras al
mercado, sobre todo sin un esclavo para que transporte las adquisiciones. Sobre el pliegue en el vestido, cf.
supra, VI 8 y n. 46. 130
Una vez ms se trata del ranos. Cf. supra, n. 8. 131
Cf. supra, II 9 y n. 17. La adquisicin de esclavas para el servicio de la esposa se consideraba una buena
prueba del afecto y generosidad del marido. Cf. MEN. , La sam. 381. 132
El verbo utilizado puede significar barrer o bien l impiar de chinches. El contexto no permite decidir en
uno u otro sentido. 133
El trmino empleado, tribdn, significa una capa rada y tosca, muy comn entre artesanos y gente humilde.
Este gnero de prenda era usado por algunos filsofos. Cf. infra, A U I F R . , II 38 y I I I 19, 9. 134
Una vez ms el tacao no se sirve de un criado que le acompae. La accin descrita aqu, sucintamente,
quiz pueda relacionarse con la costumbre mencionada en II I I , donde vemos que un esclavo transporta una
almohadilla para que el amo se siente sobre ella en el gradero de un teatro. Otros editores proponen leer: que
es cuanto l lleva, entendiendo que no usaba en ese momento otra ropa. Esta variante supone una correccin
del original.
XXIII DE LA MANA DE GRANDEZAS
Por supuesto, la mana de grandezas parece ser una invencin ficticia de bienes inexistentes. 2 El
megalmano135 es un individuo de las siguientes caractersticas. De pie en el malecn les explica a
los extranjeros que tiene mucho dinero invertido en el mar, y les informa de qu gran negocio es este
tipo de prstamo136 y tambin de sus prdidas y ganancias. Al tiempo que alardea de esta forma, en
va al esclavo al banco, donde tiene una dracma. 3 Es capaz de engaar a un compaero de viaje
durante el camino, contndole que particip en una expedicin con Alejandro137 y cmo lo trataba
ste y cuntas copas con incrustaciones de piedras se trajo. Mantiene que los artesanos de Asia son
mejores que los europeos, y se expresa en estos trminos pomposos138, aunque jams puso los pies
fuera de Atenas. 4 Asegura que ha recibido por tres veces cartas de Antpatro139 invitndole a visitar
Macedonia y que, a pesar de haberle sido concedido un permiso de importacin de madera exento de
impuestos, lo ha rechazado, a fin de no ser acusado por algn conciudadano: Tenan que haber sido
ms avispados los macedonios. Sostiene que, durante la poca de escasez, gast ms de cinco
talentos140 en socorrer a los ms necesitados de entre sus compatriotas, por ser incapaz de negarse
a ello. 6 Sentado en medio de unos desconocidos, le pide a alguno que disponga las cuentas del
baco141. Despus de contar por seiscientas dracmas y por minas, y de aadir a cada una de estas
partidas unos nombres para que resulten ms verosmiles, alcanza la cifra de diez talentos. Luego
aclara que esta suma ha sido cedida por l para prstamos de amigos142 y puntualiza que no ha
incluido los gastos correspondientes a las trierarquas ni cuantas liturgias143 ha sufragado. Se acerca
a los que venden los mejores ejemplares de caballos para simular que tiene la intencin de
comprarlos. 8 Cuando va de tiendas, elige vestidos por un importe de dos talentos y, luego, le rie al
esclavo que le acompaa por no llevar dinero suficiente. 9 Aunque vive en casa de alquiler, l declara
135
Este carcter, de acuerdo con la concepcin aristotlica, sera el opuesto al descrito en el captulo I. Aqul supone un atentado contra la verdad por defecto, ste por exceso. El fanfarrn es un tipo de rica tradicin cmica que, por supuesto, figura en los repertorios menandreos. 136
Los intereses podan elevarse hasta el 30%. 137
Sc. Magno. 138
MI N . , fr. 520 K.-Tn., y ALCIFR., IV 18, 13, se sirven de expresiones similares. 139
Regente de Macedonia tras la muerte de Alejandro (323-319). 140
El talento es una unidad monetaria de clculo equivalente a 6.000 dracmas. Tal vez se pueda ver una
alusin al perodo de hambre que sufri Atenas en torno al ao 329 a.C. 141
Este pasaje resulta un tanto oscuro. Se han propuesto diversas lecciones y conjeturas. Aqu ofrecemos
una de ellas, segn la cual el abaco aqu empleado constara de tres columnas, que representaran
respectivamente, 1 mina (100 dracmas), 6 minas (600 dracmas) y I talento (6.000 dracmas o 60 minas).
Cf. supra, X I V 2 y n. 76. 142
Cf. supra, n. 8. 143
Las l i turgias eran unas contribuciones satisfechas di rectamente a la comunidad por parte de los ciudadanos
pudientes. Las prestaciones de servicios financieros podan ser de diversos tipos: coregas, t r ierarquas, etc.
Cf. nn. 130 y 133.
a quien no est al corriente que es una propiedad familiar, pero que proyecta venderla por resultarle
demasiado pequea para acoger a sus invitados.
XXIV DE LA ALTANERA
La altanera es un cierto desprecio de todo lo que no es uno mismo. 2 El altanero es un individuo
capaz de decirle, a alguien que tiene prisa, que lo recibir despus de la comida, durante el paseo144.
3 Segn afirma, no se olvida del favor prestado. 4 Mientras se pasea, en su calidad de arbitro145,
otorga su dictamen a los que sostienen un litigio. 5 Habiendo sido elegido para un cargo pblico,
renuncia al mismo mediante juramento, alegando que no tiene tiempo. 6 No quiere acercarse a nadie
el primero. 7 Suele ordenar a sus proveedores y asalariados que se presenten 7 en su casa al
amanecer. 8 Va por las calles sin hablar con las personas que le salen al encuentro: unas veces mira
al suelo y otras, cuando le parece, hacia arriba. 9 En el caso de que invite a sus amigos, l no come
con ellos, sino que encarga a uno de sus subordinados que los atienda. 10 Cuando se pone en
camino, enva por delante a alguien para que anuncie su prxima llegada. 11 No permite que nadie
se acerque mientras se unge, se lava o come. 12 Por supuesto, al ajustar las cuentas con otra
persona, le ordena al esclavo que haga los clculos146, obtenga el importe total y se lo cargue en la
cuenta. 13 Cuando redacta una carta, no emplea: Me haras un favor, sino: Quiero que se haga,
y Te he enviado una persona para que me lo traiga, o Procura que esto sea as y no de otra
manera y Rpidamente.
144
Este mismo gesto ya ha sido atribuido a otros caracteres. Cf. Supra, I 3 y XX 4. 145
Cf. supra, V 3 y n. 36. 146
Una vez ms se alude a los calculi. En estas operaciones aritmticas slo tiene en cuenta su punto de
vista, de ah su indelicadeza.
XXV DE LA COBARDA
En efecto, la cobarda parece ser una cierta deficiencia del espritu causada por el miedo. 2 El
cobarde se comporta de la siguiente manera: en medio de una travesa confunde los promontorios
con naves de piratas. Desde el momento en que hay marejadilla, investiga si alguno de los pasajero
no est iniciado147. Al piloto le pregunta, mientras otea el cielo, si la ruta seguida ofrece un buen
calado y qu opina del tiempo148. A su vecino de asiento le confa que est receloso por causa de un
cierto sueo. Tras quitarse la tnica corta, se la da al esclavo149 y pide que lo desembarquen.
3 En el transcurso de una expedicin militar, cuando entra en combate la infantera, llama a todos
pidiendo que permaneciendo a su lado150, estn alerta y aade que es difcil151 discernir cules son
los enemigos. Al or el fragor de la lucha y ver los primeros cados, dice a sus compaeros de armas
que se va a coger la espada, pues la dej olvidada con las prisas. Sale corriendo hacia su tienda y,
tras quitar de en medio al esclavo con la excusa de que averige dnde estn los adversarios,
esconde el arma bajo la almohada y deja pasar mucho tiempo como si estuviera buscndola152. 5
Estando an en la tienda, al ver a uno de sus amigos que lo traen herido, corre hacia l, le da nimos
y ayuda a llevarlo. Despus le presta los primeros auxilios, le lava la herida y, sentado a su cabecera,
le aparta las moscas153. En una palabra, hace de todo menos luchar contra los enemigos. 6 Cuando
el trompeta toca generala, l, sentado en la tienda, protesta: Vete a paseo!154. No vas a dejar que
este hombre coja el sueo con tanto estruendo. Cubierto de una sangre manada de una herida
ajena, se hace el encontradizo con los que vuelven del combate y les cuenta, como si hubiese puesto
en juego su propia vida: He salvado a uno de nuestros amigos. Hace venir ante el que est
postrado a miembros de su demo y de su tribu para que le vean, y a cada uno de stos les explica
que fue l, personalmente, quien lo trajo hasta la tienda con sus propias manos.
147
Cf. ARISTFANES, La paz 276. La nave poda correr riesgo si alguno de sus tripulantes no se haba iniciado en los Misterios de los Ca biros de Samotracia, genios protectores de los navegantes. 148
Cf. EURPIDES, El Cclope 212. 149
Para poder nadar con mayor facilidad. 150
Este pasaje ofrece variantes en los manuscritos. sta es una de las versiones. 151
Expresin utilizada tambin por MENANDRO (El escudo 21) 152
Expediente que figura en diversas comedias. 153
Cf. MEN., frs. 155, 156 K.-TH 154
Literalmente dice: Vete a los cuervos!.
XXVI DE LA OLIGARQUA
La oligarqua parece ser un cierto afn de mando que encierra unas aspiraciones de poder y de
riqueza. 2 El oligarca155 se comporta de la siguiente forma. Cuando el pueblo delibera sobre quines
sern los colaboradores del arconte156 para organizar la procesin, l, tras subirse a la tribuna,
declara que stos deben gozar de plenos poderes necesariamente. Si los dems proponen diez
personas, l replicar que: Basta con una, con tal de que sea un hombre cabal157. De la obra de
Hornero recita un nico verso pues ignora el resto que dice:
No es bueno el mando de muchos: que uno solo sea el jefe158.
3 Por supuesto, es capaz de emplear razonamientos oligrquicos como stos: Conviene que,
reunindonos entre nosotros mismos, tomemos determinaciones sobre estos asuntos y nos alejemos
de la muchedumbre y del gora. Pongamos punto final a nuestras participaciones en las
magistraturas, y de esta manera tambin a las crticas y a los honores de esta gente159 y Es preciso
que en esta ciudad habiten solamente ellos160 o nosotros.
4 Despus de salir a la calle a eso de medioda161, con el manto colocado hacia atrs con esmero,
una media barba y las uas muy cuidadas162, se pasea163 en direccin del Oden164 diciendo frases
como stas: 5 No hay quien viva en la ciudad por culpa de los sicofantas165, En los tribunales
sufrimos un psimo tratamiento por la corrupcin existente166, Me admiro de los que se ocupan de
los asuntos pblicos. Qu pretendern? o Ingrato cometido es el de dar y repartir. Le produce
disgusto, cuando se sienta junto a l alguien esmirriado y con aspecto de pobre. 6 Y se queja
diciendo: Cundo se acabarn estas liturgias y trierarquas que nos estn llevando a la ruina?167 y
Qu abominable es el clan de los demagogos! Y agrega que Teseo168 es el culpable inicial de los
155
El oligarca aqu retratado se caracteriza por su espritu antidemocrtico. 156
Se trata del arconte epnimo o magistrado encargado de la organizacin del cortejo celebrado con
ocasin de las fiestas de las Grandes Dionisias, que tenan lugar en el mes de Elafebolin (marzo abril). 157
CF. MEN., La sam. 349 158
Ilada II 204. 159
Las palabras atribuidas al protagonista son de carcter reaccionario. A travs de ellas se propugna abstenerse de la participacin en la vida poltica activa. En este pasaje se alude tambin a las distintas pruebas a las que deban someterse los ciudadanos designados para el ejercicio de un cargo pblico. 160
Es decir, los demcratas. 161
Una vez que ha terminado el mercado y el agora no est abarrotada de pblico. 162
Cf. Men., Fr. 825 K.-Tn. 163
El verbo aqu empleado, sobeo, con valor intransitivo se encuentra tambin en mfn., fr. 826 K.-TH., y en
aicifr., IV 7, 1. 164
Edificio pblico en el que tenan lugar espectculos musicales originariamente. Era famoso por sus numerosas columnas. Cf. supra, III 3. 165
Acusadores voluntarios y, en cierta medida, profesionales de la calumnia. 166
Alusin a los jurados populares constituidos por numerosos miembros. 167
Cf. supra, nn. 130, 133 y 149. 168
Segn la leyenda, este personaje mtico unific desde un punto de vista administrativo las doce
comunidades originarias en una sola ciudad (sinecismo). Posteriormente fue obligado a abdicar por el pueblo.
males que acontecen en la ciudad y que ste recibi su merecido, pues fue la primera vctima, (una
vez abolida la monarqua, despus de haber l concentrado la poblacin de doce ciudades en una
sola)169. Estas y otras cosas semejantes comenta con extranjeros y con aquellos de los ciudadanos
que piensan y son de las mismas opciones polticas que l.
Teseo era considerado en el siglo iv el introductor de la democracia. 169
El pasaje entre parntesis angulares es una probable interpolacin.
XXVII DEL AFN TARDO DE EDUCACIN
El afn tardo de educacin parece ser un esfuerzo de aprendizaje impropio de la edad. 2 El adulto
deseoso de instruccin es capaz de estudiarse tiradas de versos a pesar de sus sesenta aos
cumplidos, y al querer recitarlos en la sobremesa170, olvidarse de ellos. 3 Intenta aprender de su
hijo las voces de mando: Derecha, Izquierda y Media vuelta. 4 Durante las fiestas en honor de
los hroes participa en la carrera de las antorchas en colaboracin con los jvenes171. 5 Por supuesto,
cuando es invitado al Heracleo, tras arrojar su manto, levanta la cabeza del buey hacia atrs, para
que sea degollado. 6 Frecuenta las palestras y se ejercita incansablemente. 7 En los espectculos
ambulantes172 contempla las representaciones tres y cuatro veces con el fin de aprenderse las
canciones. 8 Al ser iniciado en los Misterios de Sabacio173 pone todo su empeo en parecer muy
hermoso ante el sarcedote. 9 En sus amoros con cortesanas, l fuerza las puertas con arietes y es
llevado ante los tribunales por un rival, despus de haber recibido una paliza. 10 Con motivo de un
paseo por el campo en un caballo, que no es de su propiedad, aprovecha para hacer ejercicios de
equitacin y, al caerse, se hiere en la cabeza. 11 Entre los miembros de una sociedad de
decadistas174, rene a los que colaborarn con l en la promocin de la entidad. 12 Juega a la gran
estatua con su esclavo175. 13 Se entrena en disparar con el arco o en lanzar la jabalina con el
preceptor de sus hijos y, mientras tanto, le aconseja que aprenda de l, como si aqul fuese
inexperto. 14 En el establecimiento de baos, cuando lucha, balancea mucho las nalgas para figurar
como un consumado deportista176. 15 En el caso de que estn cercanas unas mujeres, intenta marcar
unos pasos de baile, mientras que l mismo tararea la meloda.
170
Alusin a uno de los dist intos pasatiempos que amenizaban el simposio. Sobre ello nos proporciona Alc i f rn abundantes testimonios. 171
Estas competiciones tenan lugar en las festividades de determinados hroes locales. El protagonista
no slo desea instruirse, sino tambin comportarse como si fuese un joven, segn se puede observar en
sus actuaciones siguientes. 172
Este gnero de representaciones ya ha sido mencionado en VI 4. 173
Sabacio, hijo de Zeus y de Persfone, era una divinidad frigia de carcter orgistico, que pronto fue identificada con Dioniso. El nefito, deba desnudarse en el acto de su iniciacin, de ah el posible sentido de la frase. Cf. supra, XVI 4. 174
Asociacin de jvenes, llamada as, porque se reunan a comer el da 10 de cada mes. Cf. MEN., fr. 146
K.-TH. 175
Frase de significado incierto. Para unos, se tratara de una especie de tiro al blanco; para otros, de un tipo de ejercicio atltico. 176
En efecto, este movimiento era propio de los deportistas avezados. Cf. TECR., idil. XXIV 111.
XXVIII DE LA MALEDICENCIA
La maledicencia es una inclinacin de la mente hacia el mal que se manifiesta verbalmente. 2 El
maldiciente responde a las siguientes caractersticas. Cuando alguien le pregunta: Quin es
Fulano?, l contesta de forma ordenada como suelen hacer los genealogistas: Pues bien voy a
empezar por sus antecedentes familiares. El padre de ste se llamaba primeramente Sosias, luego
Sosstrato, durante su etapa militar, y por ltimo Sosidemo, cuando consigui inscribirse en el registro
de los ciudadanos177. Su madre es una tracia de rancio abolengo, pues, al menos, la bendita ostenta
el nombre de Crinocraca178 y dicen que en su pas las mujeres de esta ndole179 son nobles. En
cuanto a este individuo, fruto de tales progenitores, es un malvado y carne de ltigo180. 3 Es capaz
de decirle malvolamente a uno: Sin duda alguna yo conozco a fondo estas cuestiones sobre las
que tu divagas al conversar conmigo. Te voy a poner al corriente del asunto: esas mujeres acosan en
la calle a los viandantes y sa es una casa en la que levantan las piernas con mucha facilidad. Lo
que yo os cuento no es un infundio: hacen el amor en las calles como los perros, o bien: En una
palabra, son unas caz