1762 Alquimia La Gran Obra Grillot de Givry Esp89pag

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    GRILOT DE GIVRY

    LA GRAN OBRADoce meditaciones sobre la va esotr ica al Absoluto

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    Titulo del original:La Grand CEuvre, XII medltations sur la voie sotrique de l'absolu

    Primera edicin en espaol: 1982 Cuarta edicin: 2001D.R. EDITORA YDISTRIBUIDORAYUG, S.A.DEC.V.Puebla 326-1, Col. Roma,C.P. 06700, Mxico, D.F.e-mail: [email protected]

    Prohibida la reproduccin parcial o total sin permiso por escrito de la casa editora

    IMPRESO Y HECHO ENMXICOISBN 968-7149-16-7

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    nd ice

    Nota editorialIntroduccinEl mysterium mgnum

    I El sujeto del arteII. preparacin y purificacinIII. Ignis philosophicusIV. DisolucinV. Conjuncin

    VI. Putrefaccin o hilacin, o bien muerteVIL Sublimacin, destilacinVIII. Coagulacin, cambio del color, cabeza de cuervoIX. FijacinX. El lirio del arte, quintaesencia o elxir perfectoXI. MultiplicacinXII. Aumento o proyeccin

    ApndicesLa Tabla de Esmeralda de Hermes TrismegistoLos colores de la obraBibliografa

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    Nota edi to r ia l

    El inters creciente que el hombre actual manifiesta hacia el saber esotrico puedeinterpretarse como un intento de su espritu por acceder a un mundo ms luminoso, a unaclaridad que rara vez logra vislumbrar en su peregrinacin por la Tierra.

    La civilizacin moderna, materialista y tcnicamente desarrollada, es hostil a la bsquedade esta otra vida. Para ella, la nica realidad es la que pueden medir sus aparatos. Cualquiermanifestacin de una realidad distinta es rpidamente negada y etiquetada: se trata de unaalucinacin, de un mito, de una mera proyeccin del inconsciente colectivo. Pero estarealidad otra es inextinguible y aflora tercamente cada da en los ms variados terrenos y noslo en el del espritu: biologa, medicina, fsica.Paulatinamente el hombre ha ido sumergindose en una creciente ignorancia de sudimensin espiritual. La literatura esotrica es un camino que le permite el acceso a lagnosis perdida, de la que hay que precisar que no es slo un saber espiritual. El esoterismose apoya en presupuestos que la ciencia moderna no tiene ni es capaz de tener en cuenta.

    Partiendo de premisas csmicas no estudia al hombre exclusivamente como animal racionalo al cosmos como nica realidad; profundiza el misterio de aqul y de la creacin entera.

    El propsito de todas las ciencias de la tradicin, su meta final, es la de operar lametamorfosis completa del hombre, su regeneracin. Estas ciencias son aspectos yaplicaciones del saber primordial cuando, como dice el Zohar, no exista ningunaespecificacin que tuviera que ser designada porque el Todo no formaba ms que Uno.Tarea de las ciencias hermticas es la de guiar al ser humano, desorientado en este mundode lo que se manifiesta en forma variante, a la unidad consciente de todo lo que existe, a loque es, a la vez, eterna e infinitamente igual y vario. Como seala el mismo Zohar: "lossabios son aqu abajo las columnas del palacio celeste; y es gracias a su inteligencia como

    los profanos pueden entrever los esplendores de ese mundo".

    En esta nueva coleccin pretendemos resucitar los textos clsicos del saber hermtico;restituir, debidamente traducidos y presentados, los libros esotricos que han sido ocultadosy perseguidos sistemticamente; poner a disposicin de los lectores esta va cifrada delconocimiento para contribuir as al xito de su bsqueda, que es tambin la nuestra.

    Aunque por detrs de las diferentes manifestaciones histricas, culturales, metodolgicas,etctera, las diversas disciplinas de las ciencias de la tradicin ensean esencialmente lomismo, centraremos esta coleccin en las ms desconocidas y que, sin embargo, nos sonmuy prximas culturalmente, lo que facilita su comprensin: el saber hermtico occidental.

    Trataremos de recorrer un camino ininterrumpido sin seguir en el orden de aparicin delas publicaciones sucesin cronolgica alguna que abarque la mstica y la cbala judas,la tradicin grecolatina, la rabe, los autores renacentistas, las diversas escuelas europeasdel siglo XVII y parte del XVIII, las tradiciones masnicas, algunos hermetistascontemporneos... En la medida de nuestras fuerzas la Biblioteca Esotrica intentar ofrecerun cuadro lo ms completo posible del hermetismo occidental.

    EDITORIAL YUG

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    In t roducc in

    La alquimia fue y sigue siendo un misterio, un saber incomprensible para los no iniciados.Y sin embargo, cualquier interesado por el tema no puede poner en duda que se trata de unsaber.En el terreno de la ciencia positiva, tanto los verdaderos alquimistas como los sopladores1

    realizaron innumerables descubrimientos de gran importancia, aunque, en el caso de losalquimistas, figuren al margen de sus trabajos fundamentales. Alberto Magno fue elprimero en preparar la potasa custica y en desentraar la composicin del cinabrio y elminio. Basilio Valentn descubri el antimonio y los cidos clorhdrico y sulfrico,Paracelso el zinc, Brandt el fsforo... Se dice que "fueron" los padres de la qumica,expediente cmodo para ponerlos fuera de juego en un pasado remoto en el que se lespermite existir porque no haba ciencia; hoy da su existencia sera incompatible con losmodernos adelantos.

    Pero resulta que tambin hoy siguen siendo "padres" de saberes positivos de los que laciencia no da razn. Armand Barbault, estudioso del arte que vive en esta segunda mitad

    del siglo xx, consigue descubrir cuerpos no analizables con los medios actuales2

    . Segnconfesin propia sus mtodos han sido el Mutus Liber y la Tabla de Esmeralda3. Con tierray el clebre roco de los alquimistas ha producido un licor medicinal parecido al "oropotable" de Paracelso4 que cura enfermedades y que no puede ser reproducido por lasntesis de la qumica actual. Los industriales de los laboratorios farmacuticos hablansobre "un nuevo estado de la materia dotado de propiedades misteriosas". Barbault nooculta sus mtodos, que explica en detalle, diciendo cules son las materias primasempleadas. Ha alcanzado, al parecer, lo que los maestros llaman el primer grado deperfeccin5, y sigue trabajando para alcanzar el segundo.

    El caso de Fulcanelli es tambin muy conocido. Jacques Bergier se entrevist en 1937 con

    un desconocido Fulcanelli que le explic un procedimiento para desencadenar lasfuerzas atmicas6.

    Menos sabido es el hecho de que este adepto contemporneo conoca muy bien a los padresde los estudios sobre la radactividad, Curie y Mara Sklodovska, y que ambos buscaban lapiedra filosofal, teniendo sus trabajos una clara orientacin alqumica7.

    1Sopladores es el nombre despectivo dado a los falsos alquimistas Algunos eran pura y simplemente unos farsantes. Otrospretendian obtener oro. Los ms afortunados acabaron descubriendo alguna sal purgativa como Glauber, cuya sal esmuy conocida en farmacia o algn procedimiento para fabricar porcelana o cerillas de azufre, son los antepasados de la

    ciencia.2Armand Barbault ha publicado unas memorias sobre sus experiencias con el ttulo L'Or du millime matin, Editions Publications Premieres. Pars, 1969.3Dos obras clsicas de alquimia. Vase apndices.4Vase la nota 62 del texto.5La preparacin de la materia prima de la obra.6El relato puede encontrarse en Le matin des Magiciens, de J. Bergier y L. Pauwels, publicada en Plaza y Janes con el ttulo de Elretorno de los brujos, en la coleccin Otros Mundos. Barcelona.7E. Canseliet. L'lchimie explique sus ses textes clasiques, Jean Jacques Pauvert, 1972. Existe una traduccin castellana en LuisCrcamo editor, Madrid, 1981.

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    Una prueba suplementaria puede ser suministrada al lector escptico por el hecho de que lacomisin ALSOS, dependiente de los servicios de investigacin norteamericanos yencargada en 1945 de encontrar a todos los que en Europa haban tenido alguna relacincon la ciencia atmica, anduvo buscando a Fulcanelli. Tambin es sabido que al acabar lasegunda guerra mundial entidades oficiales norteamericanas y rusas rastreaban y adquiran

    en Europa todos los libros de alquimia que podan encontrar.As que los alquimistas no "fueron" los padres de la ciencia. Posean un saber, algunas decuyas parcelas descubre la ciencia de hoy, quedando muchas otras fuera del alcance ycomprensin de esta ciencia positiva contempornea. La lista de los saberes redescubiertossera largusima. La fsica ha averiguado en este siglo que los metales son trasmutables porcaptacin de electrones, pudindose transformar en oro. Igualmente, ha clasificado lacomplejsima estructura de la materia mediante ciertas disposiciones simtricasdenominadas SU(3), SU(6) y U(3), siendo todas las partculas, es decir, toda la realidad,una combinacin entre estas tres cosas y slo tres8.

    Todo ello es una aparente novedad. Sin embargo los alquimistas transmutan los metales enoro desde la ms remota antigedad9 y desde siempre han afirmado que el mercurio, elazufre y la sal10son la base de todo, etctera, etctera.

    En todos los dominios de la ciencia actual se encuentran conocimientos afirmadosdeclarativamente mucho ha por los alquimistas. La medicina, mientras que por un ladoafina su anlisis del organismo humano y estudia cada vez con mayor profundidad cada unode sus componentes, por el otro vuelve a interesarse por el hombre en su conjunto, enrelacin no slo con la geografa y la sociedad, sino tambin con el macrocosmos. Seredescubre a Paracelso y otros, y las "otras medicinas" conocen un auge sorprendente. Lapsicologa se ve obligada a elaborar teoras como la del "inconsciente colectivo", con lo quedescubre "cientficamente" cosas sabidas desde siempre por magos y hermetistas. Losrecientes descubrimientos de la biologa sobre la estructura helicoidal de las molculasADN eran ya simbolizadas por cabalistas y alquimistas (la cadena de los alef o la dobleserpiente de Mercurio). La lista sera interminable. No es nuestra finalidad elaborar unbalance de los conocimientos de los alquimistas en relacin con la ciencia moderna: ellector interesado en ello puede encontrarla en los numerosos libros especializados.Deseamos slo establecer una primera afirmacin que parece evidente: la alquimia es unsaber.

    Que la alquimia es un saber no ofrece dudas para el que se interesa en ella y, menos an,para el discpulo. Pero lo que no est claro es qu clase de saber sea, cul es su contenido,de qu trata.

    8La idea es del cientfico chino T. D. Lee, Premio Nobel de flilin en 1957; se conoce con el nombre de teora de los "quarks".9Vase las pruebas documentales de ello en el libro de Jaques Sadoul, El tesoro de los alquimistas, cap. VII, libro 2o.Editado en castellano por Plaza y Janes, Barcelona, 1976.10Que no hay que confundir con las sustancias qumicas del mismo nombre. Vase notas al texto 12. 18-19.

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    Estudiando su historia se pueden hacer varias constataciones. Una de ellas, evidentsima, esque consiste en un saber respecto a, relacionado con la naturaleza, con la 11Al menosesta primera constatacin nos permite sospechar que la alquimia no es slo un saber"espiritual" sino que tiene que ver con la materia en su sentido ordinario, con minerales,vegetales y animales considerados desde el punto de vista de las ciencias naturales. Todos

    los adeptos han insistido en ello. Que la alquimia sea madre de la qumica no es puesninguna casualidad. Parece que cualquier disciplina alejada del laboratorio no puede serllamada alquimia. Claude d'Yge resume muy bien esta manera de pensar:

    Quienes piensen que la alquimia es estrictamente espiritual, que se abstengan; quienespiensen que la alquimia es slo un smbolo para develar analgicamente el proceso de la"realizacin espiritual", en suma, que el hombre es la materia y el atanor de la obra, queabandonen sus proyectos12.

    La observacin no es superflua. Permite al estudioso deslindar la alquimia de las"solicitudes engaosas o insensatas" como las llama Canseliet13.

    Decamos pues que la alquimia tiene que ver con el laboratorio, con las ciencias naturales,con la naturaleza. Pero con ello nos quedamos completamente a oscuras. La fsica no es unarealidad sustantiva, no tiene entidad propia, no puede considerarse por s sola, excepto siacotamos un dominio particular de la naturaleza dentro de un campo estadstico paraefectos prcticos de estudio. La fsica no es un saber absoluto.

    La naturaleza, citando a un autor nada sospechoso de aficin por la alquimia, es"infinitamente rica en profundidad". Por ejemplo, el cinabrio carece de entidad propia sisalimos del conjunto que estudia los minerales. Es un sulfuro de mercurio y por ello pasa aser azufre y mercurio; ante estos dos conceptos de azufre y mercurio desaparece el cinabrio

    que no es ahora sino una de las mltiples posibilidades de combinacin de ambos. Perotampoco ellos tienen entidad propia salvo en el conjunto de los elementos. Sus tomosestn compuestos por electrones girando en torno a un ncleo.

    11La palabra fsica no tena entre los griegos el sentido restringido de hoy. Derivada del verbo nacer, producir, significabanaturaleza, nacimiento, produccin.12Nouvelle Assemble des Philosophes Chymiques. Dervy Livres . Pars, 1954.13Dicho autor, junto con muchos otros contemporneos, colocan entre estas solicitaciones al psicoanlisis Bachelard yparticularmente el desarrollado por Jung y tambin algunas teoras espiritualistas en boga. Fuera de la alquimia quedaran diversascorrientes especulativas abstractas. El lector interesado en este deslinde puede consultar las diez primeras pginas del Ensayosobre el arte de la alquimia, publicado en esta coleccin y escrito por Emmanuel d'Hooghvorst, un estudioso contemporneo del arteque, con ecuanimidad, separa unos terrenos de otros.

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    As que desaparecen como desapareci el cinabrio para transformarse en adjetivos, enposibilidades de combinacin de otra realidad material ms sustantiva: electrones14.

    Pero los electrones estn formados por otras partculas; corren la misma suerte que elcinabrio, el azufre y el mercurio. Y as sucesivamente. La materia se esfuma entre las

    manos del fsico moderno, que se queda sin ladrillos con los que edificar el mundo de larealidad material.

    Cuando se volatiliza esto que hemos llamado materia resulta otra cosa, digamos unamateria ms sutil a la que se ha convenido en llamar energa15. Pero qu es la energa?Est a su vez formada por alguna otra cosa? En el caso de que la respuesta fueseafirmativa, daramos alguna vez, bajando de escaln en escaln por las profundidades dela materia cada vez ms sutil, con el fundamento de todo, con la mnada indivisible 16?

    A ello, al parecer, han consagrado con buen xito los alquimistas una parte de su trabajo."Todas las cosas se forman de un aire lquido o de un vapor", dice el Cosmopolita en su

    Nueva luz qumica. Y tambin la misma obra, hablando de la materia prima: "Es piedra yno lo es... porque tras la destruccin de su forma es necesario reducirla a una esencianica... y ello podr hacerlo slo cuando recobre su universalidad".

    Una gran parte de los escritos de los adeptos est dedicada a explicar en su lenguajepeculiar cmo hay que proceder para obtener esta "primera materia" de la que estn hechastodas las cosas, y a qu operaciones hay que someterla para transformarla en la piedra deprimero, segundo o tercer orden, es decir, en volverla apta para que opere en los tres reinosconocidos de la naturaleza.El problema de si esta primera materia sea una mnada sustancial de alguna naturalezadesconocida o una disposicin, una relacin, no importa aqu ahora. Tanto en uno como enotro caso, lo dicho no se sale del dominio estricto de la fsica, de la racionalidad, de louniversalmente comunicable.

    Los alquimistas abordaran la realidad a su manera, con sus mtodos, y as habran obtenidoresultados, algunos de los cuales confirma y "descubre" hoy otro camino de bsqueda -el dela ciencia moderna mientras que no pocos de estos resultados los alquimistas los saben,pero los cientficos no, o no todava.

    14Sabido es que en el siglo XVIII el qumico francs Lavoisier y su escuela revolucionaron la qumica mostrando que los hasta entoncesllamados "cuerpos simples" se podan descomponer. Lo que no es tan generalmente sabido es que los alquimistas no slo conocan desdesiempre estas teoras, sino que adema iban ms all pues saban cmo combinar los elementos constitutivos de los cuerpos simples paratransformar unos en otros. No podemos resistir la tentacin de citar un adepto del siglo XIII (en la "negra" Edad Media, quinientos aosantes que Lavoisier) aunque este saber ya lo posean los griegos pitagricos y cosmologas presocrticas quienes, a su vez,

    afirmaban haberlo heredado de los sacerdotes egipcios:"Cada cosa est compuesta por elementos en los que se puede descomponer. Citemos un ejemplo innegable y fcilmente comprensible: elhielo se disuelve en agua con ayuda del calor; por tanto es agua. Ahora bien, todos los metales se disuelven en mercurio; as pues, estemercurio es la materia prima de todos los metales. Ms adelante explicar como se hace esa transmutacin, y as destruir la opinin dequienes pretenden que no es posible cambiar la forma de los metales. Ellos tendran razn si no se pudiera reducir el metal a su materiaprima, pero yo demostrar que esta reduccin a la materia prima es fcil. . ." (Camino del Camino. Arnau de Vilanova, 1245-1310).15Incluso se ha medido la relacin entre una y otra, relacin que expresa la conocida ecuacin e = mc2. Tambin la transformacin de laenerga en materia es predecible y el astrnomo sovitico Ambart-zouniam fue el primero que predijo en este siglo la aparicin deestrellas, su nacimiento, en lugares donde no las haba, pero donde se haba concentrado una gran cantidad de energa.16 Sealamos de paso que Leibniz, quien reintrodujo el concepto filosfico de mnada en la historia del pensamiento "occidental", leinteres por los rosacruces, estuvo al parecer en contacto con Ireneo Filaleteo, cita en sus obras a Raimundo Lulio, Robert Fludd,etctera.

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    Una semejante concepcin "dentista" de la alquimia y de su objeto tambin est hoy muyextendida. La alquimia sera una ciencia sus resultados experimentales han sido tanampliamente divulgados que ya no se pueden ignorar pura y simplemente de la que slohara falta conocer el modus operandi.

    Pero semejante concepcin es difcil de ser mantenida a menos que resuelva los problemascon los que se topa. No quedan explicados los orgenes de tal saber. Para ello se ha echadomano de extraterrestres, de Atlnlidas y de civilizaciones desaparecidas. Otros hanexplorado los libros sagrados de diversas tradiciones o algunos saberes iniciticos. Puedenadmitirse a ttulo de hiptesis algunas de estas explicaciones pero, en todo caso, nopertenecen al reino de la ciencia positiva en el que nos venamos moviendo. Adems, noparece lgico admitir una parte de la explicacin sin aceptar el resto, mxime cuando lainmensa mayora de estas hipotticas explicaciones por no decir todas conduceninmediata y directamente a una concepcin distinta de la de la ciencia actual.

    Otra dificultad es la del lenguaje de los adeptos17 completamente incomprensible en las

    primeras aproximaciones; su hermetismo declarado y afirmado expresamente como barrerapara los no dignos; su manifestado juramento de secreto respecto a aspectos principales dela obra. Qu clase de ciencia es sta que se esconde? Por qu?

    Algunos pretenden que la dificultad de este lenguaje consistira nicamente en susimbolismo: bastara descifrarlo para entenderlo todo. No dudamos que los numerososestudios de simbologa contribuirn ciertamente a esclarecer determinados problemas dellenguaje, particularmente los concernientes a la relacin entre el pensamiento y suexpresin (se abordar algn da el problema de qu es lo que expresa el pensamiento, deque as como el lenguaje refleja con ms o menos acierto el movimiento del pensamiento,puede que el pensamiento refleje con ms o menos acierto alguna otra cosa?). La alquimia,aunque en verdad habla por alegoras, no podr ser desentraada por los simbolistas porqueno es una criptografa a descifrar, es, como dicen sus adeptos, un don de Dios.

    Sabemos que esta afirmacin puede ser sometida a desciframiento por la simbologa, perocualquier desciframiento que hagan de ella es, a su vez, descifrable, traducible, historizable,mientras que la afirmacin de los adeptos no es reductible al puro saber profano. Comoafirma Filaleteo: "Vosotros que sabis semejantes cosas, por ventura tenis la piedra? Yola poseo sin haberla recibido de nadie (si no es de mi Dios), no la he robado, la tengo, la hehecho, la tengo en mi poder cada da, la he trabajado a menudo con mis propias manos.Escribo lo que s, pero no es para vosotros18.

    17Aunque digamos de paso que los iones, electrones, protones, neutrones, deutrones, quantum, fotones y otros trminos de la fsicaactual tambin son un lenguaje completamente incomprensible para el profano. Se necesitan varios aos de aprendizaje para saber no laconstitucin de la materia que sigue siendo tierra desconocida, sino de qu se est hablando. 18

    La entrada abierta al palacio cerrado del rey (XIII-26). Editado en esta Biblioteca Esotrica.

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    La profunda religiosidad de los adeptos no cuadra tampoco con las pretensiones "dentistas"para explicar la alquimia. Segn ellos no slo es un don de Dios el conocimiento, digamosprctico, que permite obtener la piedra, sino tambin la vocacin alqumica. El amor a Diosy la caridad para con el prjimo son de rigor entre todos los filsofos, como igualmente loson las invocaciones al cielo.

    No slo la simbologa quiere traducir esta religiosidad privndola de su carctertrascendente, sino que tambin se la quiere "cientifizar" incluso basndose en los propiostextos alqulmicos. Las alusiones alqumicas al cielo se transforman as exclusivamente encuestin de fuerzas csmicas desconocidas de carcter nicamente fsico.

    Sabido es que la obra necesita determinadas condiciones exteriores: subdio in prato quodamdie serena quadam19 y que estas condiciones estn relacionadas con los astros, con elcosmos. En las ilustraciones alqumicas no slo aparecen el Sol, la Luna y los planetas, sinoque hay precisiones verdaderamente concretas. El carnero, el toro y los gemelos (Aries,Taurus y Geminis), es decir, los tres meses de la estacin primaveral en que los astros estn

    dispuestos de una determinada manera, presiden fases de la obra. El Mutus Liber dibuja ensus lminas un abanico de rayos con franjas alternadas de rayos y puntos, que caen sobre laTierra desde el centro del cielo, desde un punto equidistante del Sol y la

    Luna y por encima de ellos mientras que dos campesinos cosechan el roco. Se trata "sindisfraz dice Canseliet del mtodo que utilizbamos nosotros mismos al principio".Algunos textos son particularmente explcitos:

    Todo el mundo sabe hoy que la luz que la Luna nos enva no es sino unprstamo de la del Sol, a la que viene a mezclarse la de otros astros. La

    Luna es por consecuencia el receptculo u hogar comn del que todos losfilsofos han entendido hablar; ella es la fuente de su agua viva. Si queris

    reducir en agua los rayos del Sol, escoged el momento en que la Luna noslos transmite con abundancia, es decir, cuando est llena o se aproxima asu pleno; tendris por este medio el agua gnea de los rayos del Sol y de la

    Luna en su mayor fuerza20.

    Todo ello confirma sobradamente que la obra tiene que ver con el cielo fsico, con laenerga csmica, ".. .con el agente principal del movimiento y de las transformacionessobre la superficie terrestre y el centro de la Tierra, cuya intervencin diferencia a laalquimia de la qumica21.

    19En pleno aire, en un cierto prado, cierto da sereno (Cosmopolita: Dilogo del mercurio y el alquimista).20Rcrations Hermtiques, annimo, publicado por Bernard Hus son en su Anthologie de l'Alchimie, editions Pierre Belfond, 10 rue duRegard, Pars.21 Canseliet, op. cit.

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    As pues tienen razn quienes subrayan el componente "csmico" de la alquimia. Y laciencia positiva se dirige y se dirigir an en mayor medida por este camino paraprofundizar su conocimiento de la naturaleza y del hombre. Pero de la misma manera quese ha revelado unilateral asimilar la alquimia a la qumica pese a que la primara presuponelos conocimientos de la segunda, tambin se manifestar unilateral reducirla a este otro

    saber "csmico".Dice Juan Febro:

    Pero el influjo celeste no es nada ms que la bebida caliente natural delmundo y el estimulante, el sostn de la vida de todo lo que es sublunar22.

    Opinin que no es aislada, sino compartida. Citemos de nuevo a Claude d'Ygee:

    Quienes piensen que la alquimia es de naturaleza terrestre, mineral ymetlica, que se abstengan23.

    As pues nos encontramos frente a una disciplina que, al decir de sus adeptos, no es denaturaleza espiritual exclusivamente, ni tampoco exclusivamente de naturaleza terrestre ysublunar24.

    La tentacin pantesta. como intento de explicacin es inmediata25. Lo que est abajo escomo lo que est arriba, deca Mermes Trismegisto. Esta aseveracin permite que se lainterprete como la unicidad de todo lo existente (). Espritu y materia seinterpenetraran e igualaran en una sola realidad: lo que existe. Bastara tomar cualquierparcela de la realidad para reconstruir el todo; ms precisamente: el todo se encontrarantegro y cabal en cualquiera de sus partes, slo hace falta verlo. En la mancha del jaguar

    estara completo el universo, dice el escritor Borges

    26

    .

    22 Citado por Canseliet, op. ci t.23

    Op. cit.

    24 El trmino sublunar es complejo. Suele emplearse para designar el conjunto dr cosas cuya existencia es material, la totalidad deluniverso fsico, manifestado. Es interesante observar que la luna hermtica designa la piedra al blanco (vase la nota 9 al texto).25 Respecto al pantesmo, queremos traer a colacin que uno de sus mximos representantes, el escrupuloso filsofoSpinoza, comprob personalmente la transmutacin realizada ante Helvetius.26 En la serie de relatos cortos que titula El Alef.

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    La idea de que en la parte est reflejado el todo como de manera concentrada es una nocinfecundsima que, por desgracia, apenas ha sido aprovechada. Cuando se aplica a algndominio concreto, por ejemplo a la medicina, produce resultados sorprendentes. Haymdicos que saben ver en el iris del ojo humano un reflejo, una proyeccin de los rganos ysistemas que componen el cuerpo as como de su funcionamiento; otros encuentran dicha

    proyeccin interna en las diversas partes del rostro. Todos ellos pueden curar (a condicinde que conozcan su ciencia, claro). Los resultados seran igualmente fructferos sisupiramos aplicar esta idea fecunda a otras parcelas del mundo sublunar. El inconvenientees que por va emprica no se puede conocer la totalidad de este mundo y que se precisaranlargusimos periodos de acumulacin de conocimientos positivos, lo mismo que elprogresivo dominio del mtodo de "proyeccin" de la totalidad sobre la parte. Pese a que elpantesmo es una idea elaborada hace tiempo, esta acumulacin de conocimientos con laptica " proyectiva27 de la que hablamos, apenas empieza a esbozarse como ciencia, de locual no podemos sino lamentarnos. Pero aun cuando se constituya este cuerpo deconocimientos con el cual la ciencia avanzara a pasos de gigante, sera, al menos desde elpunto de vista de la alquimia, aproximativo, imperfecto, mientras permanezca en el marco

    de la teora que los sustenta.El permite explicar tericamente el cosmos, superando la dualidad materia-espritu tal como viene siendo generalmente entendida desde hace tiempo. Pero dichadualidad procede de un conocimiento insuficiente de la materia, de su identificacin yreduccin a una de las formas en que se manifiesta: el objeto de las ciencias naturales.Actualmente, en su profundizacin de lo que se vena entendiendo por materia, loscientficos empiezan a no saber dnde acaba sta y dnde empieza lo que, tambintradicionalmente, se entenda por espritu. La diferencia de los hermetistas entre materiaburda y las diversas clases de materia sutil o fludica hubiera evitado este embrollo28.

    El pantesmo rene y unifica esta "materia" y este "espritu", cuyos limites los cientficosempiezan a no saber dnde se encuentran, y los declara la totalidad de lo existente,bautizndolos de divinos. En ltima instancia consiste en un monismo inmanente y no es unazar ni una incoherencia que fuera declarado hertico por las religiones trascendentes.Refirindose a la posible existencia de algo ms que trascendiera a este . Spinozadeclaraba; Ignorantia non est argumentum.

    Efectivamente, desde el punto de vista racional que no es el nico que permite dar cuentade lo existente la ignorancia no es un argumento. Pero no lo es ni en un sentido ni enotro. En todo caso, los alquimistas postulan enrgicamente la existencia de un Diostrascendente creador del . cielo y de la Tierra. Hacen suyas las palabras de la Biblia:

    27 El polvo con el que los alquimistas transmutan cualquier metal imperfecto en oro es llamado por ellos "polvo de proyeccin. Siendo ensu opinin el metal oro el que resume de manera ms perfecta la naturaleza de los metales, sera azaroso este adjetivo "de proyeccin"aplicado al polvo? No querran indicar con l la presencia del todo que, aplicada a una de sus parcelas de manifestacin, la metlica. laeleva a su forma perfecta?28Las inslitas realizaciones de las llamadas paraciencias no consisten sino en la aplicacin de estos conceptos hermticos acerca de lasdiferentes clases de materia y sus propiedades a diversas parcelas de la realidad (por ahora limitadas casi exclusivamente al psiquismohumano).

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    Vanos son todos los hombres en quien no se halla el conocimiento de Dios... no pudieronentender al que es... sino que creyeron que el fuego, o el viento, o el aire presuroso, o elcrculo de las estrellas, o las muchas aguas, o el Sol y la Luna, son los dioses que gobiernanal mundo. Con cuya belleza, estando enamorados, tuvironlos por dioses: sepan cuan msbello es el seor de ellos.. .29

    Los alquimistas afirman que la Gran Obra debe ser comparada a la creacin del universo:Que el hijo de los filsofos escuche a los sabios que unnimemente concluyen que esta obradebe ser comparada a la creacin del universo30.La generacin de la piedra se hace al ejemplo de la creacin del mundo31.Pantesmo y alquimia tienen un punto parecido: que lo que est abajo es como lo que estarriba, que todo es uno. Pero mientras que el pantesmo afirma esta igualdad comosustancial, como de derecho propio, como identidad, la alquimia la proclama comoprestada, proyectada, refleja, otra, sin entidad propia, como un don y una gracia. Si para elpantesta la naturaleza es Dios, para el adepto es slo un reflejo de Dios. Ambos coincidenen ver las manifestaciones divinas del mundo sublunar, pero mientras el pantesta consideraque no existe nada ms, la alquimia afirma que Dios existe aparte y que todo ello no es sino

    su reflejo.As pues no hay posibilidad de confusin: la alquimia no es un pantesmo.Y teniendo fundamentos distintos, tambin es forzosamente distinta la calidad de losconocimientos que suministran, aun a nivel manifestado (otro mundo tampoco puede serabordado por el pantesmo). No es lo mismo estudiar un tringulo como el polgono mssimple posible en un espacio de dos dimensiones, que como la proyeccin en un espacio dedos dimensiones del cuerpo geomtrico ms simple posible existente en un espacio de tresdimensiones32. Es evidente que el segundo modo de ver no slo engloba los conocimientosdel primero, sino que los eleva, los realza, les da otra dimensin.Es ms fcil decir lo que no es la alquimia que lo que s es.Si examinamos su historia podemos hacer la constatacin de que siempre ha explicado lomismo. Naturalmente, sus enseanzas se han presentado vestidas con el lenguaje propio,ms exactamente, con el pensamiento propio de cada poca33. Inmersa como est nuestracultura en la idea del progreso y la evolucin resulta chocante a la mentalidadcontempornea la existencia de algo que no cambia a lo largo de varios millares de aos,mxime cuando este algo se presenta como un pensamiento total. Dicha inmutabilidadpermite suponer una concepcin totalmente ajena a cualquier "desarrollo" lineal o espiraldel mundo, a cualquier "expansin". Parece como si hubiera mundos superpuestos unos aotros, telescpicos a la manera de los catalejos plegables o de las muecas rusas (aunqueesto es una manera analgica de expresarse). Cada uno de ellos englobara al inferior sin serenglobado por l.

    29Sabidura xm, 1 y ss. 30Filaleteo. Introitus v-1.31Jean d'Espagnet. Arcanum Hermeticae o pus, canon LXXIII.32El triedro. Esta simple diferencia de ptica dio origen en el siglo XIX a la fecunda geometra proyectiva.33As, por ejemplo, las abigarradas historias de las divinidades griegas no son sino una manera de dejar constancia de lasoperaciones de la obra. Su sentido puede ser comprendido segn el nivel de profundidad al que se examinen. El lector interesadopuede consultar el libro Les jabes gyptiennes et grecques dvoiles et reduites au mmt principe, avec une explication, de DomPernety.

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    Cada uno de los mundos englobados sera un reflejo plido del superior, a la manera deltringulo del que hablbamos antes que en el espacio de dos dimensiones, mediante laproyeccin, refleja de alguna manera el triedro, cuerpo de un espacio de tres dimensiones.En cada mundo inferior habra la misma "prdida de detalle" y, a la vez, tambin el reflejodel mundo superior. Esta manera de ver no es una concepcin especfica de la alquimia,

    sino comn a diversos saberes hermticos por ejemplo la cabala y a otros que no loson, por ejemplo la mstica. Tampoco es una concepcin especfica de la alquimia elreconocimiento de que estos mundos no estn separados, de que existen puertas decomunicacin entre ellos, entre los diversos planos de existencia que representan. Muchasciencias ocultas coinciden en que se puede pasar del mundo sublunar a los mundossuperiores. La alquimia se singulariza por algunos rasgos especficos.

    Uno es su materialidad. Ya hemos visto antes que tiene que ver con las ciencias de lanaturaleza; no es un saber abstracto sino operativo, de laboratorio: los alquimistas fabricanoro. Dicha fabricacin no es un fin en s sino una de las consecuencias de aprender aconocer la naturaleza reproduciendo sus procesos: el alquimista logra mediante el arte lo

    que ella crea sola, creacin del alquimista que es material, tangible. Pero no se detiene en latransmutacin de los metales: su objetivo es llevar a la materia a un estado de fijezaperfecta, excluyendo la alternativa de generacin y corrupcin que caracteriza a nuestromundo sublunar. En esta materia sublunar entra el cuerpo humano al que tambin fija,socorrindolo en todas sus necesidades y asegurndole la posesin de la vida, eternamentefijada.

    De muchos de ellos se rumorea que alcanzaron la inmortalidad: Filaleteo, el Cosmopolita,Christian Rosenkreutz, etctera. La inmortalidad es pensable. El individuo no es sino laconciencia de la propia identidad psicolgica durante un espacio de tiempo, identidad de laque se conoce una parte de sus fundamentos materiales. La biologa sabe hoy que loscaracteres fsicos se transmiten e incluso se conoce el mecanismo de la transmisin.Tambin se tiene un cierto conocimiento emprico de la transmisin de los rasgospsicolgicos, aunque la ciencia no est en medida de explicar ni el mecanismo ni sufundamento. Se conoce el asiento material de la memoria aunque se ignora si sta setransmite en el tiempo al igual que los rasgos fsicos. La psicologa moderna Jung y suescuela afirma que s y ha llegado a la conclusin por cierto emprica de que existeun depsito universal de lo memorizado durante siglos, al que llama "inconscientecolectivo". Experiencias hipnticas han regresado al paciente no slo a la infancia y alperiodo fetal, sino a vidas anteriores: sometidos a tratamientos hablaron idiomas quedesconocan en su vida ordinaria y describieron lugares y costumbres desaparecidas variossiglos antes, extremos posteriormente comprobados por historiadores y arquelogos34. Nohay a priori ningn impedimento que niegue la posibilidad de conocer dnde est estaconciencia individual que el sujeto tiene de s mismo, adonde pasa, cmo lo hace y cul esel mecanismo para que esta conciencia que la materia tiene de una de sus formas deexistencia durante un periodo de tiempo la vida individual tenga acceso al almacndonde la nica materia existente, sustancia de todo el universo, guarde los recuerdos, las

    34Existe una abundante bibliografa al respecto. El lector interesado puede consultar la tercera parte del libro Tres enfoques sobre lareencarnacin, de Sebastin de Araco, especialmente el cap. I, "La reencarnacin y al ciencia", editado por el autor Vigo, 1979 (enpreparacin en esta editorial), en donde encontrar abundante informacin. Igualmente existen experiencias suficientes acerca de latrascensin del espacio, videncias, premoniciones, etctera, etctera.

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    conciencias individuales de sus otras formas de existencia en otros periodos de lo quehemos dado en llamar tiempo. Si una nariz tuviera conciencia de s misma y del mundoexterior podra contar no slo su historia de generacin en generacin, de qu combinatoriaproceden sus lneas, sino tambin qu brisas respir a lo largo de los tiempos, el aroma dequ flores, cul la tierra que las sustentaba...

    No nos salimos con ello de las ciencias naturales, aunque parezca una combinatoria hartocompleja. De donde s nos salimos es del antropomorfismo en cuanto al tiempo y en cuantoa la conciencia.

    El tiempo se supone que corre linealmente desde atrs hacia adelante, atrs y adelante queimplican la conciencia y la historia humana, o, a un nivel ms profundo, la "historia" de lamateria de la que conciencia e historia humana seran slo una parte. Pero el tiempo talcomo lo venimos entendiendo la medida del movimiento o el modo de existencia de lamateria slo tiene sentido en relacin con esta propia materia mudable, con el mundosublunar. Fuera de ella desaparece su necesidad y su existencia misma. La serie de los

    siglos y las pocas slo tienen sentido desde la materia alterable, sujeta a cambio,corruptible, a la que el tiempo define, da entidad y constituye. El tiempo es el modo deexistencia de esta materia a la que "coagula" diferencindola de la indeterminacin espacio-temporal del caos, del infinito, permitindole "pensarse" a s misma. Pero el tiempo es unabsoluto slo desde el punto de vista de esa entidad "coagulada", diferenciada del todo,individualizada; desde el punto de vista de la conciencia individual en todos sus grados:mineral, vegetal o animal". Slo es pensable por esa conciencia a la que permite existir ensu seno; fuera de ella no existe.

    Se es hoy incapaz de pensar desde otra ptica que la de esta "coagulacin"; en el caso delos humanos, desde la conciencia de la identidad psicolgica individual, erigida en juezsupremo y necesariamente ligada al tiempo que, como hemos visto, la forma, constituye sumodo de existencia. Por ello se niega la inmortalidad, que es la negacin del tiempo.

    Ahora bien, si en vez de erigir en juez supremo la conciencia individual que nace y muereen el tiempo, abandonramos este punto de vista y pudiramos adoptar la ptica de lasustancia universal que todo lo conforma, nuestra concepcin del tiempo y del espacio, dela vida y de la muerte, no seran antropomrficos. Podramos ver nuestra propia existenciacomo concrecin de un todo sin solucin de continuidad; podramos considerar nuestra"duracin" no como un absoluto sino como la proyeccin de un mundo infinito queincluye todo lo pensable en este mundo contingente, sublunar, manifestado. Proyeccinforzosamente vestida en el manto del tiempo y el espacio y, por lo tanto, de la concienciaindividual. Exclamaramos como el poverello de Ass: hermano lobo, hermana piedra,hermana flor, hermana estrella, sin que ello fuera un desahogo lrico, sino cienciasnaturales.

    35No entramos aqu ahora en la diferenciacin entre "conciencia" mineral, vegetal y animal, de las que se sobreentiende que no hay queinterpretar en sentido humano.

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    sta es la ptica de los alquimistas. Considerndonos, dentro del mundo sublunar, como lacoagulacin de un todo sin solucin de continuidad, como una de las innumerablesposibilidades de manifestacin de la sustancia constituyente de este mundo, se aplican adescubrirla y a averiguar cmo funcionan sus "leyes": as pueden transmutar los metales,"curar" al reino mineral, vegetal y animal. Considerando que esta sustancia es manifestada,

    creada, y que el ser humano y su conciencia son la proyeccin de la que acabamos dehablar, aprenden a entrar y salir en el mundo proyectado mediante la previa disolucin entodo lo existente y la identificacin, la comunin, con lo reflejado en la proyeccin y, porah, con lo que se proyecta, con la indeterminacin infinita consciente, con Dios. El adeptoatraviesa la puerta entre los mundos y para l no tienen sentido ni el espacio ni el tiempo: esinmortal, o, si muere, resucita. No tiene ninguna entidad concreta, pudiendo revestirlastodas, hombre o pjaro. Puede transmutar a los metales y puede incluso transmutarse a smismo. Su reino no es de este mundo.

    Cmo realiza el adepto estas maravillas?

    Muchos son los libros de alquimia escritos por los maestros en los que se aborda uno u otroaspecto de la Gran Obra, o la totalidad de ella. A su estudio remitimos al lector, puesnosotros no podemos responder a lo que ignoramos.

    No obstante deseamos subrayar an otro rasgo peculiar del arte hermtico: en uno u otromomento de su trabajo material con la naturaleza, el alquimista entra en contacto conentidades que no son de este mundo.

    Existe un medio de manipular la materia y la energa de manera que seproduzca lo que los cientficos contemporneos llamaran un campo de

    fuerza. Este campo de fuerza acta sobre el observador y lo coloca en unasituacin privilegiada frente al universo. Desde este punto privilegiado

    tiene acceso a realidades que el espacio y el tiempo, la materia y laenerga, suelen ocultarnos...

    Asi se expresa Fulcanelli segn cuenta J. Bergier en la obra que hemos citado antes.

    Y s que muchos, como yo, poseemos este secreto, y estoy persuadido de que hay muchosotros ms, con los que prximamente entrar, por as decirlo, en una familiar y cotidianacomunicacin.

    Es Filaleteo (Introitus, Prefacio, m) quien alude a esta, por as decirlo, "familiar y cotidianacomunicacin" con muchos otros.

    En innumerables obras de alquimia aparecen en determinado momento gulas, ancianos,asambleas de ancianos, espritus alados, ngeles, vrgenes, etctera. En muchas ocasionesno son sino simbolismos de fuerzas y operaciones, digamos "fsicas" para entendernosgrosso modo. Pero en tetras tambin sirven para designar entidades que acogen al adepto ycuyas formas de existencia no son las de este mundo, no son las de la naturaleza conocida,son sobrenaturales.

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    Carcter sobrenatural que no hay que entender una vez ms la materialidad de laalquimia como magia. As como Aristteles colocaba despus de la fsica a la metafsica(literalmente: lo que est ms all de la fsica), estas entidades sobrenaturales intermediasentre el hombre y Dios absolutamente trascendente e inefable son sobrenaturales en elsentido de que estn ms all de la naturaleza. Ello no quiere decir que sean incognoscibles,

    intratables. Existen con independencia de los hombres individuales, por sobre ellos, perostos pueden llegar a conocerlas36, a tener trato con ellas; ms an, a fundirse con ellas,transformndose as en una de ellas. Tal es la pretensin de la alquimia.

    Incluso algunos escritos abordan el problema de las relaciones entre el mundo de lanaturaleza hombre comprendido y del que es conveniente no olvidar la gran cantidad decosas que se ignoran con las formas inferiores del mundo sobrenatural. As Dom Pernety,despus de explicar que en la naturaleza existen las transmutaciones puesto que statransforma las sustancias de la tierra en frutos o flores, los vegetales en msculo, nervios opensamiento, concluye con la siguiente afirmacin:La metempsicosis37 de los antiguos filsofos no es otra cosa que las transmutaciones de la

    naturaleza, tornadas en su verdadero sentido fsico

    38

    .Tambin podemos leer en Las bodas qumicas, cuando el protagonista es sacado de la torre(alusin al mundo terrestre), el siguiente sorprendente prrafo:

    "Ay!, cmo compadezco a los pobres hombres de la torre; ojal que Dios

    me permita liberarlos a todos". El hijo respondi: "Madre, Dios lo haordenado as y no debemos desobedecerle. Si todos furamos seores y

    poseyramos los bienes de la Tierra, quin nos servira cuandoestuviramos en la mesa?" Su madre no respondi nada39.

    No entramos ahora en el problema de las relaciones entre ambos mundos, vasto ycomplicado tema que se sale del marco de estas notas y que slo hemos rozado paramostrar que el mundo natural y el sobrenatural no estn separados en la alquimia porninguna barrera infranqueable, que, por el contrario, son distintas formas de existencia,distintas coagula de un todo sin solucin de continuidad, al menos a este nivel.Puede afirmarse sin lugar a dudas en base en las aseveraciones de los propios alquimistasque, en un momento u otro, los adeptos entran en contacto con estas formas de existenciams amplias que la "coagulacin" espacio-temporal de la individualidad humana: con losespritus, con los ngeles, con formas de existencia conscientes y comunicantes cuyaipseidad, repetimos, no es de este mundo. Sobre el cmo de este contacto y sobre lanaturaleza de dichas entidades, los adeptos han sido, a nuestro conocimiento,extraordinariamente reservados. Aunque una conclusin se desprende unnime de todosellos: sin la ayuda de estas entidades, su trabajo no habra llegado a su fin.

    36No nos extendemos ahora aqu en por qu algunos humanos tienen acceso a este conocimiento. Los maestros son unnimes en explicarque por la voluntad libre de Dios. "He aqu uno de nuestros hijos que Dios quiere hacer tan grande como sus padres..." (Saint Germain:La muy santa trinosofa). "Fuera lo que fuese, comprend que Dios me permita asistir a unas bodas ocultas. . ." (Las bodas qumicasd Christian Rosenkreutz). "A aquel que ha sido beatificado por Dios con este talento.. ." (Filaleteo: Introitus), etctera, etctera.37La transmigracin de las almas, la serie de reencarnacionei sucesivas. 38Dom Pernety , Dictionnaire Mytho-Hermetique. A Paris, Quai des Agustins. Chez fcauche, Hbraire, M.DCC.LVIII.39Las bodas qumicas de Christian Rosenkreutz. Da I. Editada en esta Biblioteca Esotrica.

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    Lector atento, lo hasta aqu dicho son reflexiones banales sobre un saber cuyo objeto y cuyomtodo indisolublemente ligados como en todo saber superan de lejos "el crculoestrecho de nuestros conceptos precisos", tal y como dice al empezar el libro que vas a leer.Estas lneas introductorias han sido escritas en lenguaje restringido: el de la racionalidad, elde lo universalmente comunicable. En igual lenguaje estn escritas las notas a pie de

    pgina. Dicha restriccin no favorece, sino que obstaculiza la verdadera comprensin deaquello que el texto diga.

    No les prestes pues atencin. Sin embargo, reflexiona y entiende que, puesto que de unlibro publicado en el tiempo se trata, no son enteramente intiles.

    Quin sea Grillot de Givry, a qu "escuela" pertenezca, es enteramente igual.Independientemente de su propia voluntad, no se trata aqu sino de una manifestacin delEspritu, en el tiempo, s, pero no concerniente a ninguna fenomenologa de la historia. Enel tiempo estamos y en l se manifiesta el Espritu, pero no para historizarse, sino parainmortalizarnos. Tampoco importa cmo ni a travs de quin se manifiesta y las

    discusiones al respecto son enteramente intiles, pues ni es problema de nuestraincumbencia, ni seguramente podemos situarlo.

    Por alguna razn tendrs este libro entre las manos. Lee pues, lector, y que el Seor quieraserte propicio. Dicen los maestros que llega un momento en que los libros no hacen falta:ojal te sea dado alcanzarlo. Deseo pedirte tu bendicin si eres ser piadoso.

    Que la luz, la bendicin y la proteccin divinas sean con nosotros.

    Xochimilco, lo. de noviembre, da de lacomunin entre los vivos y los muertosde esta vida terrenal.

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    Sapientes abscondunt scientiam*

    (Prov. x. 14)Qui revelat mysteria ambulat fraudulenter**(Prov. x. 14)

    Cerrad las bocas! Cosed las bocas!(Papiro mgico Harris)

    * Los sabios esconden la sabidura.** El que revela los misterios acta fraudulentamente.

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    OBMEMORIAMPATRISMEI

    SERVANDAMFERALEMHANC

    STELAMEREXI POST VARIASA CPROLIXASMARITERRAQUE PEREGRINATIONES

    ADPATRIAM TRANSIVIT

    REQUIESCATRESURRECTIONEMEXPECTANS INPACEXRISTI*

    In te Domine speravi; i nonconfundar in aeternum!**

    * He erigido esta estela funeraria a la memoria de mi padre; despus de varias y prolijasperegrinaciones por mar y por tierra pas a la patria. Que repose en la paz de Cristoesperando la resurreccin.** Espero en ti, Seor, que no sea confundido eternamente!

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    EL MYSTERIUM

    MAGNUM

    Plancha correspondiente a la quinta clave de Las doce claves de la filosofa, de Basilio Valentn, 1559.

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    Por encima de nosotros, en las esferas eternas de las que emanan la luz y la vida, reina elmisterio insondable y esplndido del Absoluto.

    El Absoluto circunscribe nuestro ser como los ptalos de un capullo y cie el crculoestrecho de nuestros conceptos precisos; en toda cosa ha impreso su sello.

    Desconocido y tenebroso para los que no poseen la ciencia, es un velo que oculta la causaprimera y que se alza ante los iniciados.

    Bienaventurado el que haya sabido desgarrarlo antes de la hora! Pues la luz que conozcaya no le cegar con su visin inesperada.

    Pero que teman aquellos que se hayan complacido en lo inexistente; que sea el guardin delumbral quien se vea obligado a descorrerlo por s mismo.

    Entonces, a la vista de lo que nunca haban sospechado, de lo que quizs habandespreciado, caern, aniquilados en las profundidades del abismo donde, no teniendo yaconciencia de ellos mismos, perdern su entidad y no se volvern a encontrar nunca.

    Ay del apocamiento y la parvedad de los doctos en este instante decisivo! Qu afliccinpor los actos no cumplidos, por los proyectos no realizados! Cuntos, no pudiendo repararlas omisiones y los errores, debern aceptar su realizacin definitiva imperfectos,incompletos, impuros!

    Sgueme pues, discpulo mo, en la va del Absoluto que voy a ensearte; sgueme, y teprometo que un da ceirs a tu frente la corona de luz, la diadema de oro de los sabiosreservada a quienes, durante su vida, hayan realizado la obra que resume toda obra.

    Muchos han odo hablar de la Gran Obra. Algunos se proponen consagrarse a ella. Peromuy pocos abordan su bsqueda.

    Todos dicen: "Ms tarde, cuando hayamos conseguido tiempo y tranquilidad". Pero eltiempo y la tranquilidad no llegan nunca, en tanto que el Absoluto te reclamar sin faltapuesto que de l emanas.

    Ay! Podras pasar sobre esta tierra, t que ya has mendigado la sabidura a tantoshombres que no la posean, sin haber descifrado el enigma, sin haber penetrado el secretoinsuperable que conocieron algunos de nuestros abuelos?

    La Gran Obra! La Gran Obra! Prestigioso vocablo. Esplendor fulgurante. As puesalgunos habran contemplado esta maravilla en los tiempos pasados, la habran posedointegralmente. Y t, la dejars inexplicada en los libros?

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    Y en el ms all, dotado entonces con la plenitud de tu lucidez perceptiva, veras la falangetriunfante de los sabios, inundados de una alegra radiante y plena de dicha y felicidad,deleitarse con la PIEDRA DE LOS FILSOFOS1, alimentarse con ella eternamente,mientras que t no tendras parte alguna en este festn.

    Y escuchars que las blancas teoras de los iniciados te gritan como Dante:Guai a voi anime pravenon isperate mai veder lo cielo,*

    mientras que ellas, triunfantes, se alejan para siempre, dejndote solo en el seno de tinieblascrecientes cuya siniestra sombra se extiende en torno tuyo.Que este pensamiento baste, pues, para inspirarte remordimientos por haber desatendido elmagisterio2de los sabios.Dios quiera que no sea demasiado tarde y que no te encuentres ya con la vida demasiadoavanzada para poder emprender su realizacin. Pues si la ascesis no comenz al salir de la

    adolescencia, es dudoso que nunca puedas llegar a la perfeccin. En este sentido es en elque Nicols Valois2bis ha dicho: "La primavera adelanta la obra". Y Santo Toms deAquino3: "En los primeros das, importa levantarse de madrugada y ver si la via est enflor".Por lo tanto, aplcate sin retrasos y con la bendicin de Jesucristo a conocerla y trabajarla.Para dirigirte a esta va, discpulo mo, es para lo que he emprendido, invocando al EsprituSanto, el escribir las doce meditaciones que siguen.Alabado sea Dios

    1La palabra "piedra" tiene diversos significados. En general, designa todo lo que es fijo y no se evapora mediante el fuego, sea ste de lanaturaleza que sea. La expresin "piedra de los filsofos" suele designar la materia de la obra, expresin que no hay que confundir con lade "piedra filosofal" que designa el magisterio perfecto de los filsofos, la obra en su acabamiento y perfeccin. Al tener la obrahermtica diversas fases, la palabra "piedra" tambin nombra las circunstancias diferentes en que se encuentra la materia en tales

    fases; en este sentido encontramos expresiones como "piedra verde", "piedra solar", etctera. Slo en la alquimia metlica, que enabsoluto no hay que confundir con la alquimia en su totalidad, la palabra "piedra" puede tener un sentido qumico, mineral, metlico.Pero, incluso aqu, tomar ese significado qumico, como nico y exclusivo conduce a salirse del terreno de la alquimia y entrar en el de laqumica. Por ejemplo, la "piedra de la Luna" (Avicena) es el talco en su acepcin mineralgica; pero la "piedra de la Luna" de losfilsofos es la materia de la obra una vez que llega al color blanco.Actualmente la piedra filosofal en su sentido "qumico", si se nos permite esta restriccin, no es considerada como una quimera por laciencia moderna. La f isica atmica transmuta los elementos aunque con esfuerzos infinitamente mayores que la naturaleza, que operasimplemente. De ah el inters de los cientficos contemporneos por la obra hermtica, cuyos maestros han repetido incesantemente quese limitaban a seguir a la naturaleza.* Ay de vosotras, nimas malvadas, no esperis nunca contemplar el cielo!2Totalidad de operaciones de la Gran Obra, que los maestros resumen en la separacin del puro y del impuro, y en la recproca

    volatilizacin del fijo y fijacin del voltil. Los filsofos dicen que su magisterio tiene por principio: uno, cuatro, tres, dos y uno. El unoprimero es la materia primera de la que todo ha sido hecho. Cuatro, son los cuatro elementos surgidos de la materia. Tres, son los tresprincipios de los filsofos: azufre, sal y mercurio. Dos es el re-bis, la cosa doble, el voltil y el fijo. El ltimo uno es el resultado de todaslas operaciones, el fruto de todos los trabajos hermticos, la piedra. A veces la palabra magisterio se emplea para indicar una u otraoperacin concreta: preparacin del mercurio, composicin del elxir, etctera.

    2bisNicols Valois, alquimista normando que escribi sobre alquimia en 1449 y que, junto con Vicot y Grosparmy, formaba el grupollamado de Flers. La Biblioteca del Arsenal, de Pars, conserva una obra suya: Cinq livres de Nicols Valois, compagnon du seigneurGrosparmy et de Fierre Vicot prestre. Sobre este grupo puede consultarse Les al-chimistes de Flers, C. Verel en Bulletin de la So ci tHistorique et Archologique de l'Orne, 1889.3Santo Toms de Aquino fue uno de los discpulos predilectos de Alberto Magno y de cuyas transmutaciones fue testigo segn afirma l

    mismo. En la Summa theologica se pregunta si la utilizacin del oro hermtico es lcita, afirmando a continuacin que l se ha servidosiempre de ambos. Entre sus obras alqumicas podemos citar el Tratado de la piedra filosofal y el Tratado del arte de la alquimia (ambostraducidos del latn y anotados por Grillot de Givry), as como Aurora consurgens (publicada en ingls y alemn y anotada por Ma. Luisavon Franz, una de las ms prximas colaboradoras de C. J. Jung), Ras-cher Verlag, Zurich und Stuttgart, 1957 y R.F.G. Hull y A.S.P.Glover, Pantheon Books, New York, 1966. Un manuscrito de la obra De alchimia, atribuido a Santo Toms y con ilustraciones de graninters puede encontrarse en Leyden, Rijksuniversiteit Bibliotheek-Codex Vossiz-nus 29.

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    MEDITACIN I

    Plancha del tratado de Basilio Valentn, Azoth ou le moyen de faire l'or cach des philosophes, ed. de 1659, Pars.

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    Ecce suis humeris mundum fert strenuus Atlas:

    Terram cum Coelo, tu quoque ments feras.Hinc tibi cunctarum venient fundamina rerum,

    et lapis et terra sic tibi notus erit.Sis prudens, astu ne decipiare virorum.Sis simplex, nullum falle, beatus erit.

    ste es el frreo Atlas con el mundo sobre sus espaldas:tambin t llevas el Cielo y la Tierra en tu mente;en los cuales est para ti el fundamento de todas las cosas,y as te ser conocida la piedra surgida de la tierra.S prudente para no caer en las trampas de los hombres.S simple, no engaes a nadie y sers feliz.

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    El sujeto del ar te

    NICOLS VALOIS, el alquimista, ha dicho: "La ciencia de los filsofos4 es el

    conocimiento de la potencia universal de las cosas".

    A veces, discpulo mo, en la noche oscura de tu alma, habrs aspirado a una luzinconmensurable que un da lejano e incierto vendra a iluminar tu desamparo.

    Has soado, visin confusa, con alegras y armonas sobrehumanas y con un poder sinlmites.

    Junto a las tinieblas y a la sombra tristeza del caos en el que confusamente te debates, haspresentido el esplendor.

    Y ahora el horizonte de tu vida se empurpura y te deja entrever algo mejor y ms perfecto.

    Apresrate a dirigirte hacia ese resplandor todava incierto. Es la estrella de los magos5quese levanta para ti y que va a conducirte, si tu mirada no la abandona, hacia el Amo yMaestro del mundo.Abandonado a ti mismo te has caracterizado por el desorden de las ideas y de los actos.Medicina para tal desorden es volver a entrar en ti mismo.Esta vuelta a ti mismo exige un esfuerzo de voluntad continuo y duradero.El esfuerzo de voluntad continuo y duradero necesita una regla de vida.La regla de vida comporta una serie de actos espirituales que es preciso que cumplasescrupulosamente.

    La primera norma, que resume todas las dems, es el desinters por los juicios y actos delos hombres.Envulvete en la indiferencia como en un manto: sta es la clave de la vida mgica.Librate de las contingencias. Deshazte de cualquier amor a la materia. Encirrate en tupensamiento y en tu ciencia. S el solitario, el verdadero M*; constryete una moradaaislada en tu propio corazn.Aceptar una vida oscura cuando se est sediento de gloria es el summun de la perfeccinalqumica. As, rigurosamente, los santos han realizado la Gran Obra.

    4Se da el nombre de filsofos a quienes conocen las operaciones de la naturaleza, cuyos procesos imitan logrando producir cosas msperfectas que ella. Mediante el conocimiento de la naturaleza llegan al conocimiento de su Creador. Afirman que el amor al Creadores el primer paso que conduce a la sabidura.5

    Mago equivale a adepto, a filsofo. La enseanza de los magos es siempre la misma por encima de diferencias culturales ehistricas. Consiste en el conocimiento de la naturaleza y de su Creador. A ello pueden reducirse las enseanzas de los misterios de Isis,dr Osris y de Horus en Egipto, las de Zoroastro, las de los brahmines indios, las de los pitag ricos y los misterios de Eleusis, las de losdruidas, etctera. E1 conocimiento de la naturaleza permite al mago realizar hechos sorprendentes que se toman por milagros. CornelioAgrippa dice: "Al mago de Dios, es decir, al ser iluminado por la sabidura divina, formado por Dios, l lo conduce con su mano. .." Sonlos magos buenos, los teurgos, que practican la llamada magia celeste para distinguirla de la magia negra. "Grande es el poder de Satncontina Agrippa; por ello los magos de Satn han realizado obras poderosas. Aunque mantenidos en su esfera dominan sin embargola ciencia humana y todo lo que concierne a las cosas corporales y transitorias... Una de las magias conduce a los bienes eternos y se sirvede los temporales como accin de gracias. La otra, a quien la eternidad importa poco, se entrega a lo corporal para gozar libremente detodos los deseos y delicias, despreciando asi a Dios y a su clera." Vase al respecto el libro de Agrippa, La magia de Arbatel, publicadoen esta Biblioteca Esotrica.Comnmente se da el nombre de "estrella de los magos" a los colores que aparecen en el vaso durante las operaciones de la Gran Obra.

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    Monje.

    El ideal que te has creado es un reino en el que gobiernas como amo soberano, qu msdeseas?Cuando los tronos se derrumban, t eres rey. Cuando las hierofanas se tambalean, t eressacerdote.

    Desdea a la multitud, desdea al pueblo, desdea a la masa; huye de los rostrospatibularios. nicamente el ser excepcional es digno de tu inters.El florecimiento popular no es digno de consideracin sino cuando est jerarquizado. Unamultitud disciplinada construy el monumento oculto por excelencia, el monumento que noproyecta sombras: la pirmide. Las multitudes indisciplinadas no han sabido nunca ms quegritar y saquear, lo que est al alcance de cualquiera. Deseas mezclarte, simple unidad, conellas? Renuncia entonces a la Gran Obra: nunca se abrir para ti la va del Absoluto.Es irrisorio querer poseer al mismo tiempo la sabidura la aprobacin popular.Acurdate que Lao-Tse ha dicho: "Actuar consiste tambin en no actuar". Cuando lamultitud grita y combate afuera, t, discpulo mo, vela sobre el atanor de tu alma y no teinmiscuyas en las agitaciones y en las luchas. nimo! Si definitivamente no sufres por lo

    que se piensa y se diga de ti, sin duda ya has progresado en la va del Absoluto.La reputacin no es nada; nicamente importa el testimonio de la conciencia. Para qu tesirve pasar por santo si no tienes la paz hermtica en tu corazn?As pues, segn la Seda Philosophorum, hay que comenzar la obra cuando el Sol est enAries y la Luna en Tauro.5bis Ripley6 y el Rosario7 nos aseguran que para obtener la piedrafilosofal en toda su estabilidad y firmeza se necesita un ao; y Bernardo el Trevisano8considera para ello siete das ms.Comprende y medita estas palabras. Esfurzate por desarrollar las fuerzas latentes quesubsisten en ti. Ordena tu vida siguiendo las normas ocultas. T eres la materia misma de laGran Obra: albifcate9, espiritualzate, purifica tu astralidad, seprate de las sombrascimmcrianas10. Pero si prefieres abandonarte al azar de los acontecimientos, entonces llora

    sin esperanzas: slo conocers el fracaso y las desilusiones y nunca entrars en la asambleade los filsofos.

    5bissta es una enseanza tradicional de la alquimia. En De alchimia, Santo Toms representa a un adepto como pastor que cuida varios

    carneros y un toro. Coronando el frontispicio del Triomphe hermtique, de Limojon de Saint Didier (1669), aparece un arco zodiacal conel carnero (Aries) y el toro. Recurdese que Tauro corresponde al tiempo de pascuas, de resurreccin.6Georges Ripley. Adepto ingls del siglo xv, autor de Las doce puertas de la alquimia.

    7E1 Rosario de los filsofos, uno de los tratados alqumicos ms preciados, se atribuye a Arnau de Vilanova. A principios del siglo xv, es

    decir, un siglo despus de su muerte, apareci otro Rosario, primero de una serie de ellos, consistente en recopilaciones de citas deautores famosos y ms o menos annimos. Ha sido traducido recientemente al francs. Le rosaire des philosophes, Etienne Perrot, Pars,Librairie de Mediis, 1973.8Conde de la Marca Trevisana, pequeo condado de los estados venecianos. Naci en 1406 y muri en 1490. Segn confesinpropia, realiz dos veces la piedra. Sus obras ms conocidas son; La paroledlaisse, tambin conocida con el nombre latino deVerbum dimissum; La filosofa natural de los metales; el Tratado de la naturaleza del huevo filosfico, y El sueo verde. La palabra

    abandonada y El sueo verde han sido publicadas en esta Biblioteca Esotrica. La filosofa natural se encuentra en la Bibliothque desPhilosophes Chimiques de Salmn, t. I. Pars, 1672.9La albificacin o blanqueamiento consiste en cocer la materia hasta el blanco perfecto. La blancura perfecta indica que se ha

    conseguido la unin del fijo y el voltil, del macho y la hembra. Los filsofos dicen que la materia de la Gran Obra se blanquea cuando lavida ha vencido a la muerte. La albificacin sobreviene despus de la putrefaccin e indica que la materia ha adquirido un tal grado defijeza que no puede ser destruida por el fuego; no queda sino continuar el fuego para llevar esta materia al rojo. Los filsofos dicen quecuando se ve la blancura perfecta los libros son ya intiles. "Blanquead el latn, romped los libros, temed que vuestros corazones seandesgarrados por la inquietud."10 Son las tinieblas que se levantan en el vaso filosfico durante la putrefaccin.

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    MEDITACIN II

    Plancha de Las doce claves, de Basilio Valentn.

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    Vestibus abjsctis. Sol nudus et ipsaDiana nuda sit, optatus manet ut inde torus.Sponsae ex athletis pretiosa sit unda dobus,pro sponso proprium corpus ut illa lavet.

    Certent certantes, postquam cessaverit ardormartius, e pugna pulchra brabaea ferent.

    Posados los vestidos, que el Sol y la misma Dianaqueden desnudos para el himeneo deseado.Que de los dos contendientes sea hecho el bao precioso dela esposa,para que mediante el esposo lave all su propio cuerpo. Combatirn los combatientes ydespus que haya cesadosu ardor marcial, harn un bello trofeo de su lucha.

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    Preparac in y pu r i f i cac in

    FILALETEO11 dice: "De cualquier manera que se trate el mercurio12 vulgar, nunca se harde l el 2 filosfico".Si tu alma es la de un patn, en vano aspiras al magisterio.

    Has sentido ya la necesidad de elevarte hacia el cielo, de salir de tu ganga, de romper tucrislida?Si no posees esta levadura, este fermento de eleccin, convncete de que es intilemprender nada.

    Si eres barro, barro seguirs siendo. Si has colocado tu ideal en el fango, no puedes pensaren la sublimacin13, en la transmutacin14 definitiva, en la salida del infierno terrestre. Sisigues siendo un hombre vulgar, nunca llegars a ser un sabio.Existe una alquimia trascendental: la alquimia de uno mismo. Es previamente necesariapara llevar a cabo la alquimia de los elementos. La nobleza de la obra exige la nobleza deloperario.

    Construye el atanor; prepara el huevo filosfico14bis; dispn el aludel15; separa lo sutil de lo

    11 Alquimista ingls del siglo XVII. Posey la piedra y numerosos hermetistas afirman que alcanz la inmortalidad. Su obraprincipal, la Int roitus, es, en opinin de los autores posteriores especialmente de Fulcanelli, la obra ms sistemtica, completa ysabia que ha producido la alquimia. (Ha sido publicada en esta misma Biblioteca Esotrica con su ttulo completo de La entrada abierta alpalacio cerrado del rey.)12

    Es uno de los conceptos ms complejos de la alquimia. Damos la definicin de Pernety, que nos ha parecido la ms clara: metalfluido compuesto por una tierra metlica y por una t ierra fluidificante. Por ello hay tantos mercurios como metales pueden ser mezcladoscon fila tierra fluidificante. Existe una simpata tan grande entre esta tierra mercurial o fluidificante y los metales, que cuando semezcla a ellos se aferra tan firmemente que se coagula antes de dejarse separar En esta admirable simpata consiste todo el secreto de lafilosofa hermtica, es decir, en poseer esta tierra mercurial, pura, en el estado en que se encuentra antes de mezclarse con ningn metal.En ello consiste la diferencia del mercurio comn con el mercurio de los filsofos. El primero est compuesto por esta tierra mercurial y

    una tierra metlica, El segundo no es propiamente sino una "tierra mercurial o fludifleante" (Vase nota 17).13 La sublimacin consiste en pur ificar la materia depurndola de todas sus partes terrestres y heterogneas, librndola de los lazos quela tienen como prisionera y le impiden actuar. Es una preparacin necesaria de la materia prima para llegar a ser mercurio, para constituirel azufre y para transformarse en piedra. Se realiza mediante la disolucin de la materia y la reduccin a sus principios.14 Cambio o alteracin de la naturaleza de los cuerpos, tanto interior como exterior. A los que niegan las transmutaciones, los filsofosresponden que la naturaleza las realiza diariamente, por ejemplo transformando los minerales del suelo en hierba, la hierba enmsculos y nervios, etctera. La transmutacin metlica, una de cuyas formas es la obtencin de oro a partir de otros metales, es la msfcil por contener todos los metales los mismos principios. Tema de reflexin es la afirmacin de muchos filsofos de que "lametempsicosis no es otra cosa que las transmutaciones de la naturaleza, tomadas en su verdadero sentido fsico" (Pernety).14bis El huevo filosfico contiene el germen del que nacen todas las cosas. El calor de la incubacin haba de mantenerse en un atanor uhorno alqumico a menudo representado y construido en forma de torre almenada para proteger al huevo, depositado entre sus muros.15 Aludel es el recipiente requerido para la Gran Obra. Los alquimistas vulgares lo confunden, al igual que el atanor, con un horno, conun recipiente material. Cuando los adeptos hablan del aludel, hablan de su horno secreto que unas veces significa la materia de la queextraen su mercurio, otras el azufre animado o piedra gnea que conserva el fuego interno, y otras, el mercurio animado. Atanor esigualmente entendido por los adeptos como su materia animada por un fuego filosfico innato en ella, pero en estado latente y que slopuede desarrollarse por medio del arte. El aludel, como aparato, consiste en dos recipientes colocados uno sobre el otro en sentido

    inverso; la parte inferior se calentaba mientras que la superior quedaba al aire libre. Muchos productos naturales comenzaban en elrecipiente inferior una destilacin cuyo "espritu" se condensaba en la parte superior, volviendo a caer sobre el cuerpo y repitindose elciclo innumerables veces. Se ha querido ver en esta operacin un sentido oculto: la parte inferior es el mundo y la superior el cielo. As,por ejemplo, la operacin que consiste en calentar el cinabrio en la parte inferior a fin de que los vapores desprendidos se condensen en laparte superior y caigan otra vez sobre el cinabrio, acelerando el proceso al repetir el ciclo. Esto se ha interpretado de la siguiente manera:si se exalta el espritu del hombre, sube al cielo; de all vuelve a caer sobre el hombre y acelera la prxima exaltacin. Este ciclo,repetido, termina por consumir la terrenidad humana transformndola enteramente.

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    espeso; recoge las lgrimas del guila y la sangre del len16; haz que lo que est oculto sevuelva manifiesto. stos son los preliminares de la obra sin los cuales no puedes triunfar.La transmutacin debe operarse en tu alma. La piedra, en su estado definitivo, es elAbsoluto mismo; el disolvente17 purificador son las frmulas de belleza y de perfeccin conlas que ornars tu vida.

    El magisterio es azufre

    18

    , sal

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    y mercurio. As, tu alma sublimada, que es el verdaderomercurio de los filsofos, se unir al azufre del amor divino, mediante la sal de lamortificacin y las pruebas.Coordina pues todas tus actividades y todas tus impresiones para formar un conjuntoarmnico perfecto. Esfurzate por adquirir una extrema lucidez de tu entendimiento.Aljate de lo que ensucia la vista. No escuches lo que mancilla el odo. Exalta en ti elsentimiento de la personalidad para, a continuacin, esforzarte por absorberla en el seno delAbsoluto.Abrasa tu alma con el fuego20 alqumico, con el fuego que no quema. Yo te ensear arecogerlo y l formar alrededor de ti un crculo protector que te aislar de las influenciasmalignas.

    Gurdate de querer saborear los frutos de la vida mstica antes de haber trabajado porposeerlos.

    No digas oh extraa paradoja: "La voz es demasiado rida, y para triunfar sobre lasdificultades de la vida se necesita ser un santo".

    Por el contrario, los santos no se han transformado en tales sino porque primero han sabidotriunfar sobre dichas dificultades. Han empezado en la nada, como t; como t han subidola escala filosfica empezando en el primer grado.

    No pidas pues la fe para poder orar a continuacin. Reza primero y la fe inundar tu alma.Pero ya he dicho bastante para que sepas que ahora debes formarte un cuerpo mstico quesustituir a tu cuerpo visible en todos tus actos para emplear tilmente todas tus fuerzasinmateriales. Y as vivirs en lo hiperfsico. sta es la va.

    16guila equivale al mercurio despus de su sublimacin. Se le llama as por su volatilidad y porque, al igual que el guila devora

    otros pjaros, el mercurio sublimado todo lo devora reducindolo a su primera materia. El len designa el fijo o materia capaz de resistirla accin del fuego. Segn Filaleteo, cada sublimacin es un guila. Dice Basilio Valentn: "Atormentad al len hasta que desee lamuerte. Haced lo mismo con el guila hasta que llore. Recoged las lgrimas del guila y la sangre del len y mezcladlas juntas en el vasofilosfico". Todo ello significa la disolucin de la materia y su volatilizacin.Siendo el guila un ave consagrada a Jpiter, la misma operacin puede designarse diciendo que Jpiter sucede a Saturno, o que el gris,color de Jpiter, sucede al negro, color de Saturno.17

    Por disolucin no se entiende el desleimiento de un cuerpo slido en un lquido, sino la reduccin de un cuerpo a su primera materiaAquello que reduce todos los cuerpos a su primera materia se llama disolvente universal o mercurio de los fil sofos. (Vase nota 12),18 19Azufre, "primero y principal de los tres primeros principios que tiene la naturaleza del fuego y que es animante" (Salomn;Diccionario) abreviado de los trminos del arte). "En nuestro mercurio se encuentra un azufre no slo actual sino tambin activo y

    verdadero que conserva sin embargo todas las proporciones y la forma del mercurio... Gracias a este azufre nuestro mercurio eshermafrodita, o sea que contiene al mismo tiempo un principio activo y un principio pasivo"... "sin el cual, el mercurio no podr sufrir lacongelacin necesaria para la obra sobrenatural... este azufre desempea en nuestra obra el papel de macho." (Filaleteo: La entradaabierta al palacio cerrado del rey).Sal: sustancia compuesta por tierra sulfurosa y agua mercurial. "Cuando los filsofos dicen que hay que tomar un azufre, una sal y unmercurio, en verdad stas tres cosas se encuentran en su materia, pero no se encuentran en ella diferenciadas sensiblemente. Su azufre esartificial, su mercurio tambin lo es; el arte manifiesta su sal. Aunque todo ello no es sino una sola cosa que las engloba a las tres."(Filaleteo: La entrada abierta al palacio cerrado del rey).20 Todos los filsofos hermticos coinciden en que el fuego alqumico no tiene nada que ver con el fuego ordinario. Su naturaleza, juntocon la de la materia de la obra son todo el secreto del arte. Pontano confiesa que fracas durante tres aos, pese a haber trabajado con laverdadera materia, por no conocer el fuego filosfico. Dice el Trevisano que el arte y el fuego no pueden ser vistos con los ojoscorporales, tan raros y espirituales son. (Vase nota 88).

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    MEDITACIN III

    Plancha correspondiente al preludio de Las bodas reales de la Philosophia Rephormata de Milyus. Frankfurt,1622.

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    Noster hic esta blandus, calidus, simul humidus ignis,omnia qui serval, nilque perire sinit.Scilicet aequalis, generandis rebus et aptus,quodvis temperie temperat Ule sua.Aufugit haud ab eo propria cum conjuge Phoebus,hunc sed amanter uti balnea grata subit.

    ste es nuestro fuego ligero, clido y a la vez hmedo,que todo lo conserva sin dejar que nada perezca.Es igual y propio para la generacin de todas las cosas,con su temperancia, todo lo atempera.De ello no escapa Febo con su propia esposa,sino que en l se complace como en un bao propicio.

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    Ignis philosophicus

    EL PRESIDENTE Espagnet21 ha dicho: "La regeneracin del mundo se realiza mediante unespritu de fuego que desciende en forma de un agua22 que elimina la mancha original de lamateria".

    De arriba es de donde debes hacer descender el fuego filosfico que purificar tusconceptos y acrisolar tu alma.Hay un gran misterio en ello.No obtendrs este fuego enigmtico sino mediante un maravilloso esfuerzo de voluntad ycon una ardiente splica.Como dice Basilio Valentn23, estas cosas estn en la misericordia de Dios. Pontanoconfiesa haberse equivocado ms de doscientas veces, pese a que trabajaba sobre laverdadera materia, porque ignoraba la naturaleza del fuego filosfico.Que sean puras tus manos y tus intenciones, pues de lo contrario te ser totalmente negadoeste auxiliar celeste.Es el influjo astral, la chispa generada en el cielo que brota de la nube sobre el atanor, el

    lazo que une el macrocosmos y el microcosmos. Sin l nada puedes consumar y con l eresdueo de toda fuerza.Zaratustra lo llamaba Berezesengh, el fuego que est delante de Ormuz. Moiss lo llam

    Rwa*; los magos lo han expresado mediante la siguiente inscripcin en las tablillascaldeas.Contempla esta efigie

    Es el espritu mismo de Dios que desciende impetuosamente en el filsofo y que

    combinndose con el fuego central, es decir, con la propensin interior de su alma hacia elmisterio, le hace vaticinar y le otorga el poder de realizar milagros.Recgete, discpulo mo, t debes ser el templo de este espritu ardiente que opera grandescosas.Acurdate que las cenizas24 de los filsofos contienen la diadema25 de su rey. Cierra tualma a las impresiones exteriores. Unta tu atanor con el unto de la sabidura. No mires alexterior, a las tinieblas; permanece en el centro; aproxmate lo ms posible a la ignicin demiedo a ser arrastrado por el engao, por el torbellino helado del maldito que ruge,quaerens quem devoret.**

    21Presidente Jean d'Espagnet: adepto brdeles de principios del siglo XVII.

    22

    Por agua no se entiende el agua corriente, sino el mercurio de los filsofos.23Clebre adepto alemn que vivi en el siglo xiv. Fue monje benedictino y se le conoce tambin con el nombre de "El monje de Erfurt",

    ciudad en cuyo Convento de San Pedro residi. Sus obras mis conocidas son: Las doce claves de la filosofa y El carro triunfal delantimonio.* OR: luz, llama, fuego, revelacin.24 Materia de la piedra, putrefacta en el aludel despus que el calor exterior acta sobre el mixto separando la humedad que liga laspartes . Se presenta como en forma de polvo o cenizas, llamndose a este estado de la materia putrefaccin o corrupc in.25

    Azufre filosfico que debe salir de la ceniza de los filsofos. Recurdese el cuento de la Cenicienta.** Cercando a quien engullir.

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    Gurdate de los lmures26 mortferos, de los espritus cata-blicos que merodean alrededorde ti. Mira los espectros que te acechan; invoca a los egrgores; caldea bien en tu seno elpjaro de Hermes27.

    Algrate, discpulo mo: Alcyon28 va a nacer. Y si sabes provocar la corriente magntica

    que debe establecerse entre ti y las esferas superiores, posees el magisterio. El resto no essino un juego de nios.

    Contempla, esculpido en el prtico derecho de Notre-Dame de Pars, al obispo28bisencaramado sobre el aludel en el que se sublima, encadenado en los limbos29, el mercuriofilosfico. Te ensea de dnde proviene el fuego sagrado. Y el captulo, dejando cerradaesta puerta durante todo el ao segn una tradicin secular, te indica que sta es la va novulgar que la multitud desconoce y que est reservada a los pocos elegidos de la sabidura.Pero no est permitido decir ms al respecto.

    26Espritus de los que no han alcanzado el descanso, bien por sus culpas, bien por otra causa, tal como haber muerto de muerte violenta.

    Se supone que vagan en forma de espectros y que hieren con la locura. Cuando se manifiestan de noche se llaman lmures. Las fiestaslemurias de la antigedad clsica se celebraban el 9, el 11 y el 13 de mayo para expulsarlos de las casas. Se cerraban los templo y nose celebraban matrimonios.27 Mercurio de los filsofos.28 Personaje mtico relacionado con la leyenda de los Argonauta!. Es quien decide si Medea ha de volver con su padre oseguir a Jasn en la bsqueda del vellocino de oro. Desciende de I'oaridnn Su hija, Nausicaa, conduce felizmente a Uliseshacia Itaca, su patria. Un interpretacin alqumica de la leyenda del vellocino de oro ha ildl publicada como apndice a Lasbodas qumicas de Chtislian Hititnkreutz, editada en esta misma Biblioteca Esotrica.28bis

    Se refiere a Guillermo de Auvernia, 1228-1249 (otros dicen que el obispo es un smbolo de Mercurio), que fue quien esculpe elmensaje alqumico sobre los muros de Notre-Dame. (Vase nota 73)29 Limbo: cuerpo reducido a sus principios elementales y no elementales.

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    MEDITACIN IV

    Plancha de la Philosophia Rephormata de J. D. Milyus. Frankfurt, 1622.

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    Devorat en nitidum leo fervidus aethere Solem,profer et flores splendida nimpha suos.Inde vir ignitus sudabit, et igne resolvetcorpus in humorem protinus omne suumsolve magisterium dicta de calce paratum,mercurius gratis surgat ut auspiciis.

    Sediento de ter el len devora al Sol brillante;resplandeciente, la ninfa presenta sus flores.El hombre gneo transpira y, en el fuego,todo su cuerpo se disolver en humores.Resuelve pues la enseanza que dicta esta cal,para que bajo gratos auspicios aparezca el mercurio.

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    Disolucin

    ROGER BACON30 ha dicho: "Es necesario que el cuerpo se haga espritu y que el esprituse haga cuerpo".Es la solucin de la obra.

    Para realizarla, tu propio cuerpo, inflamado por el fuego filosfico, corrodo por el aguaardiente de las contriciones, debe alcanzar un grado tal de pureza que verdaderamente seinmaterialice.Entonces, transfigurndose como sobre un Tabor31, se har inalterable. No ser ya unobstculo para la vida espiritualsino que, por el contrario, participar de ella al igual que el cuerpo glorioso32 y, ohprodigio!, contribuir por s mismo a la obra.Corporeifica a continuacin tu espritu, es decir, proyecta una mirada escrutadora sobre estaimpalpable sustancia tuya. Quizs nunca pensaste en conocer su misteriosa naturaleza,aunque constantemente acompaa a tu cuerpo. Estudia con minuciosidad todos susengranajes ocultos para saber dirigirla, para poder utilizar su poder y para sustentarla con el

    alimento intelectual que le conviene.Posees, discpulo mo, un inmenso tesoro de fuerzas ocultas que desconoces, fuerzasconsiderables e invencibles plegadas en tu interior y que superan todas las fuerzascorporales. Aprende a servirte de ellas, a hacerlas obedecer a tu voluntad y a dominarlascompletamente.Para ello, en primer lugar debes expulsar de tu intelecto todo lo que es superfluo y obsoleto.Poda con vigor la fronda de tus pensamientos vulgares. Desrama a fondo el bosque debanalidades y lugares comunes que an puedan ocuparte. Expurga todo lo que norepresente vigor y fuerza: es vegetacin malsana que slo da desperdicio de energaespiritual.