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RENÉ ESTUARDO GALDÁMEZ

GRILLETES


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I

Un día especial

Ana: Hola, amor.

Alberto: Hola. Tengo algo importante que contarte.

Ana: Espera… Cielo, quiero que me escuches y, por favor, mecomprendas.

Alberto: Pero yo…

Ana: Espera. Déjame hablar. Siempre hablas tú. Siempre, todo lodecides tú. Escúchame esta vez.

Alberto: Te escucho.

Ana: Ya no más…

Alberto: ¿Qué?

Ana: Ya no más por favor… ya no más encierros, ya no más angustias.No más lamentos, hoy, hoy mi amor, quiero que nuestras vidas cambien. Hoy mivida va a cambiar. (Él va a hablar) Por favor no hables, por favor, escúchame. Yason muchos años que me cuidas, me proteges, me mimas, que sigo siendo tuniña, cuando me dices que no haga esto, que no suba gradas, que tome mimedicina, que no corra, que no salte, que no brinque, que no me esfuerce.

(Pausa) Mi amor, hoy he decidido que no quiero más encierros… ya no… a partirde hoy quiero vivir. Quiero sentir la arena en mis pies, quiero sentir el sol sobre mirostro, quiero sentir el frio de la noche durmiendo bajo la luna, quiero reír acarcajadas, quiero llorar sin lamentar, quiero hacer el amor sin miedo… quiero queme hagas el amor sin que tú tengas miedo de hacerlo con libertad. Quiero sentirtey que tú me sientas.

Alberto: Pero…

Ana: No mi amor, no me importa si muero hoy o mañana o dentro de una

semana o un año. ¿Para qué quiero la vida si no la puedo disfrutar? ¿Para quéquiero la vida si no te puedo amar? No más hospitales, no más médicos, no másexámenes y tratamientos. Hoy quiero estar contigo y vivir contigo lo que mecorresponda vivir. Dicen que mi corazón está enfermo pero, ¿sabes?, late… loescucho todos los días en mí, siento su palpitar y está vivo. ¿Vamos a bailar?


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II

La última noche

(Vistiéndose ambos)

Alberto: … me hizo pasar. Yo estaba muy nervioso pero estaba seguro que amí no. Yo había cumplido con todo. Si alguien se merecía, incluso un aumento,ese era yo. Estaba seguro que a mí no. Ellos saben pues… ellos saben de mimujer… y… Yo estoy seguro que alguien dijo algo. Como te digo, yo soy una deesas personas trabajadoras, yo llegaba siempre antes de la hora y me ibadespués que todos se habían ido. Ellos saben eso. Pues entré y… a los diezminutos estaba despedido. ¿Sabes? Dicen que me van a investigar. Que habíanpensado en dejarme trabajando mientras pagaba lo que se había desaparecidopero… como yo dije que no había sido… me despidieron, no más. Me van ainvestigar. Ni mis cosas pude recoger tranquilo. Dos de seguridad meacompañaron a traerlas. ¿Crees que uno no se siente humillado? Yo que casi dimi vida completa a esa empresa… yo que siempre puse el nombre de la empresaen alto… yo que… (Pausa) Me llegó una cobranza del hospital de mi mujer.¿Sabes cuánto debo? A veces cierro los ojos pensando y pensando. Quisiera, aveces, abrirlos y no reconocer a nadie. Empezar de nuevo. Sin gastos, sinproblemas, sin esposa, sin cargas, sin nada… (Pausa) sin trabajo… ¿qué le diréa mi mujer? Perdón que hable de ella a cada rato pero tú comprenderás…¿quieres comer algo?

Claudia: No tengo hambre. Además, tengo una cena con unos compañerosde Ricardo.

Alberto: ¿Quién es Ricardo?

Claudia: Mi marido ¿quién más?

Alberto: Nunca habías dicho su nombre.

Claudia: ¿No? Tampoco tú has dicho el nombre de tu mujer.

Alberto: Ella se llama…

Claudia: No quiero saberlo. ¿Qué vas a hacer?

Alberto: ¿Con qué?

Claudia: Con tu mujer, con el dinero, con la empresa…


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Alberto: Ahora no quiero pensar en eso. Yo solo quiero estar contigoy…

Claudia: Espera. Quisiera hablar contigo sobre eso.

Alberto: ¿Qué?

Claudia: Lo he estado pensando y…

Alberto: ¿Tú también me dejas? Pero ¿por qué? ¿Por quéprecisamente ahora después de…? Es por el trabajo ¿verdad? Pero te juro queconseguiré otro y todo estará como antes. Yo sólo quiero que… por favor, no medejes. Tú eres lo único que me da fuerzas para seguir. No puedo pasar todo estoque estoy pasando yo solo. Te prometo que conseguiré dinero, pagaré todo yestarán las cosas igual, como siempre. Pero, por favor, no me dejes. Hago lo quetú quieras… yo…

Claudia: Dime la verdad.

Alberto: Siempre te he dicho la verdad. A ti, siempre. Siempre te hedicho la verdad.

Claudia: ¿Tú robaste ese dinero?

Alberto: ¿Qué?

Claudia: El de la empresa. ¿Lo robaste?

Alberto: Yo… yo…

Claudia: Adiós. Tengo una cena con mi marido. Hasta nunca.

Alberto: Hasta siempre.


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III

Reproches

Claudia: (Al teléfono). Sí, por supuesto… pues la verdad es que ya estabaalgo cansada de eso. Claro, además ni que fuera el único… sí… ¿cómo sellamaba? Así es, Carlos… sí, es muy guapo… ¿en serio? ¿Y crees que aceptesalir conmigo? (Pausa) ¿Acaso se va a dar cuenta pues? Yo sé cómo manejar aRicardo. ¡Claro que no! Él es justo como yo quiero que sea. No lo cambiaría pornada… Pero dejemos de hablar de él… hablemos de Carlos. Dale mi celular…mejor no… decile que llegue a mi oficina… vos decile de una vez… sí verdad…mejor… ¿cuándo? ¿Y vos con quién irías? Está bien… que pase por mí, decile.Dejo el carro en la oficina. De eso no te preocupés. Bueno… está bien… adiós…un beso… (Cuelga).

(Entra a su casa y se topa con María).

Claudia: (Sumamente sorprendida) ¿Qué haces aquí?

María:Claudia, yo…

Claudia: ¿Qué haces aquí? Contestame. ¿Y Ricardo? ¡Ricardo! ¡Ricardo!(A María) ¿qué haces aquí? Desgraciada. ¿Te estás acostando con mi marido?

María:Claudia, tranquila. Tranquila. No te pongás así. Además. Ricardo…

Claudia: No digás su nombre. Maldita. ¿Desde cuándo te revolcás con él?¿A ver? ¿Desde cuándo?

María:Claudia yo…

Claudia: Maldita. Desgraciada. Y vos que te decías mi amiga. Pero, María,si nosotras somos amigas. ¿Cómo pudiste? ¿Cómo? (Pausa). ¿Por qué seguísaquí? ¿Por qué no te largás de una vez?

María: Quiero estar aquí. Ahora que lo sabes quisiera decirte otras cosas.

Claudia: No tengo nada de qué hablar contigo. Con Ricardo, con esedesgraciado es con el que tengo que hablar. ¿Qué tengo que hablar contigo?¿Que sos una desgraciada que se dice ser mi amiga y se revuelca con mi marido?María, en serio, quiero que te largués de aquí y que te largués de mi vida parasiempre. Para siempre.

María: Te quiero decir por qué lo hice.


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Claudia: No quiero saberlo. No me importa. Eres lo peor , amiga. Amiga…¿amiga? En el fondo siempre lo supe ¿sabes? Esa tu amistad tan pegajosa. Tancodependiente hacia mí. Siempre allí detrás de mí. ¡Estúpida que soy! Era porRicardo. Era para estar cerca de él ¿no? ¡Todo era una mentira! ¡Toda tú eresuna mentira! Largate, lárgate ya. Te odio, maldita, te odio.

María:Yo quiero decirte que…

Claudia: No me importa lo que tengas que decir. Además, no tengo por quéestar disgustada contigo. A la larga, no tengo nada que reprocharte. Es a Ricardoa quien tengo que reclamarle. Es él el que tiene que darme explicaciones…(Sacándola a empujones). Vete, lárgate, lárgate. ¡Largate! (Pausa)¿Explicaciones…? ¿Reproches…? (Pausa. Lentamente entra a la habitación.Se queda en el umbral de la puerta. Ahora está apenada y algo sumisa)Ricardo… quiero confesarte algo…


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IV

El corazón antiguo

María: Yo sé. Yo lo sé. Pero ¿qué querías que hiciera? Era la única forma yahora… ¿crees que vuelva a hablarme?

Lucía: Por supuesto que no. ¿Qué pensabas? Qué iba a llegar muycontenta y decirte: ¡Córranse yo voy en medio! No nena. Para nada. Vos lafregaste.

María: Te juro que no era lo que quería.

Lucía: Claro pero ¿en qué estabas pensando?

María: En ella. Todo el tiempo he estado pensando en ella. Ella, ¿lo entendés?Ella. En su cara, en su voz, en su pelo, en ella. Todo el tiempo en ella. ¿Sabesalgo? Cuando estaba con él siempre estuvo ella conmigo. Sentía el olor de supelo en la almohada. Era hermoso sentir que apenas unas horas antes ellaestaba allí acostada, desnuda… Ella, ella es lo único que importa. Lo único. Nome importaba estar con él, que me desagradaba tanto, pero valía la pena. Sentirun poco lo que ella sentía. Era… como si él fuera ese agente de enlace que nosunía a nosotras dos. Ella… ella… si pudiera decírselo a ella… Casi lo hago perono me dejó. Quería decirle que la amo. Que siempre la he amado y que todo lohabía hecho por ella. Por ella nada más. Él jamás me ha importado, él sólo era loque me unía a ella. La quiero, Lucía, la quiero. Y ahora… no podré ni verla… yanunca más… sin embargo, cuando más siento que todo se desmorona, más lasiento conmigo… ¿sabes? Cuando me vio salir, sentí que algo se rompió en ella,algo de adentro… no le soy indiferente, Lucía. Me aferro a eso con todas misilusiones… sé que no le soy indiferente y lo comprobé cuando algo se rompiódentro de ella. Nunca la sentí más cerca… ¿sabes? Tendré paciencia… estoysegura que regresará conmigo, me buscará… nadie la ama como yo y eso es loque ella sintió. Ese algo que se rompió dentro de ella era el corazón antiguo, elque le pertenecía a él. Dos corazones no pueden estar en el mismo pecho. Su

antiguo corazón tenía que morir… El corazón nuevo, el que me pertenece a míestá por nacer… sí… por nacer…


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V

El despertar

(Lucía se levanta de la cama. Mario sigue acostado durmiendo).

Lucía: ¿Mario? ¿Estás despierto? ¿Mario? ¿Mario? (Mario hace sonidosextraños y se da vuelta). Tengo que hablar con vos. Es importante. (Pausa) Nopude dormir toda la noche y ahora creo que tampoco puedo despertar sin hablarcon vos. Lo he estado pensando demasiado. (Pausa) Dicen que hablar en lasmañanas es mejor que en las noches. En las noches uno está cansado y el pesode todo el día afecta las decisiones. Por eso es mejor hablar de día. Y yo quierodecirte algo y es tan importante que creo que es mejor que te lo diga no más tedespertés. ¿Estás despierto ahora? ¿Me escuchás? (Pausa) Dicen que hablarcon alguien que está dormido es mejor que hablar con alguien que está despierto.El peso de tantas cosas que uno piensa dificultan el razonamiento y afecta lasdecisiones. Por eso es mejor hablar con alguien que está dormido. ¿Estásdormido? (Pausa) ¿Mario? ¿Me escuchás? (Pausa) Es por lo del bebé. Yo séque es una decisión de ambos pero… creo que hoy me pateó. Dicen que en losprimeros meses son pequeñitos, tan pequeñitos que caben en un dedo. Dicenque no tienen forma que no son personas, que no tienen cara, ni manos, nipiernas y que por lo mismo no pueden patear. Pero hoy me pateo. Estoy segura.Lo siento aquí adentro ya y es así de pequeñito. Dicen que es mejor hacerlo losprimeros meses y así no estaríamos haciendo nada malo sino sacando un puñadode células. Dicen que es mejor así. Pero ¿y si patea? Si patea ¿es persona o no

lo es? Dicen que es mejor así. (Pausa) Mario, ¿Estás despierto? ¿Meescuchás? Dicen que hablar con alguien que está dormido es mejor. Uno entradirecto al subconsciente y no existe todo ese ruido que rodea los pensamientos.Dicen que cuando uno duerme ordena lo que ha vivido, lo que uno ha aprendido,los recuerdos, todo… y por eso es mejor hablar con alguien que está dormidopara que así de una vez quede la conversación en sus recuerdos. Guardados. Esmejor hablar así, así nada afectará las decisiones. Anoche no dormí nada. Y ayermuy poco. Soñé que caminaba desnuda por un puente colgante y un río abajo.El río estaba lleno de troncos y piedras. Vos me esperabas del otro lado,sonriendo y todo, pero era yo la que debía cruzar el puente. Vos ni siquiera lo

habías pasado. Simplemente me esperabas y yo trataba de llegar pero no podía.El río me daba miedo. Y vos querías que yo pasara sin más. Me gritabas del otrolado. Pero vos estabas vestido y yo desnuda. (Pausa) ¿Mario? ¿Me escuchás?Dicen que hablar con una persona dormida es mejor. ¿Estás dormido? (Pausa)Hoy me pateó Mario y sentí una conexión con él. Sé que es apenas tan diminutocomo un granito. Sé que no tiene piernas y no tiene brazos. Pero me pateó.Sentí eso que todas las madres sienten cuando comprenden que una vida está


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creciendo aquí adentro. Justo adentro de una. ¿Sabés qué, Mario? Me sentímadre. Me sentí madre y eso me dolió. Sentí la conexión que dicen todas y esome asustó. Sé que lo querés Mario. Sé que lo queres pero siento que estás delotro lado del puente y yo soy la que debe cruzarlo. Hay que hacerlo pronto antesque sienta más conexión con él. Hoy me sentí madre y si pasa más tiempo ya no

tendré el valor de hacerlo. Es mi decisión aunque pienses lo contrario. Hoy voy air. Voy a ir en la mañana. No sé cuánto se tardará el doctor. Es uno bueno, me lorecomendó María. ¿Verdad que es mejor que te lo haya dicho ahora? Aldespertar y no a la noche cuando todos los problemas y las cargas del día noshayan afectado. Dicen que es mejor hablar de estas cosas importantes aldespertar… (Pausa larga). ¿Mario? ¿Estas despierto?

Mario: ¿Sí? ¿Qué decís?

Lucía: ¿Estás despierto?

Mario: Sí. ¿Me dijiste algo?

Lucía: Sí. Te estaba diciendo los planes que tengo para hoy.

Mario: ¿Así? Estaba dormido.

Lucía: Dicen que es mejor hablar con alguien cuando está dormido. Unoentra directamente al inconsciente. Se graban mejor las cosas.

Mario: Entonces es algo muy importante. ¿Se lo puedes repetir a miconciente? Mi inconsciente está dormido ahora y quiero saber qué hará miesposita el día de hoy.

Lucía: Te dije que iría hoy al médico.

Mario: ¿Sí? Qué bueno. Esa sí que es una buena noticia. (Se levanta de lacama). Hoy no puedo acompañarte. Tengo una reunión muy importante. Pero lapróxima, seguro que estaré contigo. Además es todavía bastante pronto. Esteniño no es más que un pedacito formado de células. ¿No es eso lo que dicen?Igual. (Se acuesta sobre el vientre de Lucía y le da un beso cariñoso) Espero tevaya bien. (Al vientre). Y a usted también. Lo veo pronto. (A Lucía) Me voy a

duchar. ¿Me haces el desayuno? (Sale). (Desde dentro). Hay te cuidas y cuidasa mi niño.

Lucía: (Levantando la voz). Sí, claro. Solo que… (Para sí misma) es másmío que tuyo.

Mario: ¿Qué dijiste?


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Lucía: (Levantando la voz). Nada. ¿Qué quieres de desayunar?

VI

El detergente

Mario: (Al teléfono). No Alex, no seas así. Yo… sí pero yo no sé nada de esecliente. Pero… pero… pero ¿qué querés? Ya te dije que no sé nada de esecliente y que lo único que podría hacer yo es entretenértelo… pero ¿cómo quieresque lo atienda si…? Sí yo sé que si no lo atendemos se pierde el negocio perovos deberías estar aquí… es que… ¿Qué estás haciendo pues Alex? ¿Dónde?Mano por irte a meter a un cabaret… ¿Y qué más vas a estar haciendo en uncabaret, mano? Si pues… va… te creo… si vos decís que no es lo que yo piensopues está bueno… sí yo sé que te debo varios favores… sí y el pisto que te

presté la semana pasada… ¿el del mes pasado? Pero ese pensé que me lo habías regalado… sí hombre y el de fin de año… Vaya hombre no te pongás así,yo atiendo a tu cliente… y santos en paz. Vaya… pero dame una ayudita porqueno sé ni de qué… ¿jabón? ¿Qué jabón? ¿Cómo que qué de qué? Jabón demanos, de lavar ropa, para trastos, para cocina, hay miles de millones de formasde un jabón. Necesito saber de qué tipo de jabón… detergente… bien… quécaracterís… Alex… Alex… Alex… estás allí…

(Suena el timbre del teléfono).

Voz en off: Buscan al señor Alex Estrada. ¿Lo puede atender usted?Mario: eh. (Presa del terror marca compulsivamente al celular). Alex, Alex, Alex…Contestá, contestá, contestá… (Al teléfono) Señorita, hágalo pasar yo… yo loatiendo… (Cuelga el teléfono y sigue marcando angustiado el celular) Alex, Alex,

Alex, contestá por vida tuya contestá. No tengo la más mínima idea de… (Se abrela puerta y entra Leonel). Pase adelante. Pase adelante. Siéntese. Mi nombrees Mario y yo voy a atenderlo el día de hoy porque Alex Estrada se encuentra enun viaje de negocios pero no tenga pena yo voy a solventar todas sus dudas… (Leonel va a hablar) No tenga pena, nosotros en esta oficina tenemos

conocimiento de todas nuestras cuentas y todos estamos sumamente empapadosen el tema… (Leonel va a hablar). Como ve nosotros estamos sumamentecapacitados para solventar estos problemas. Como verá a continuación… yo lepresentaré la propuesta de… del… del anuncio que usted… (Saca un paquete dechicles y se los comienza a comer. Se mete demasiados a la boca y apenas ypuede hablar). Commo… leeee… deeeciiiiaaaa… yooo… puedoooo… darletooooda la informmmmaaaacióonnn … perdóooon (Se saca los chicles e


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instintivamente los mete en la bolsa de su pantalón. Leonel va a decir algo). Nose preocupe. Los guardaré para más tarde… pues… para que mire que nosotrosestamos sumamente informados… pues… pues… el anuncio que usted necesitaes sobre... sobre detergente ¿no? (Leonel va a hablar). Como usted veránosotros estamos sumamente empapados en lo que corresponde a las distintas

cuentas de nuestros clientes y en este caso, el jabón es… el detergente que ustedrepresenta será cubierto por… por… (Leonel va a decir algo) yo en este momentole presentaré la idea del anuncio y pues, si usted, si usted, si usted, estásatisfecho, pues firmamos y luego mi compañero Alex Estrada terminará con losdetalles... cuando regrese de su viaje al cabaret… ¡A Nazaret! Allí lo mandamos…sí un anuncio sobre la Navidad o algo así… sí y… es que… bueno… pues la ideade su comercial es…

Leonel: Señor, disculpe, creo que ha habido…

Mario: (Sudando nerviosísisimo) Tranquilo, tranquilo, lo tengo todo resuelto… mirepues… su marca de detergente… bueno no importa ahora el nombre de sudetergente porque igual… yo … yo lo tengo cubierto todo y… pues… no importatanto el nombre del detergente cuando… cuando… cuando mire a Alex lo voy amatar…

Leonel: ¿Perdón?

Mario: Nada, nada… yo… yo… está bien… ¿sabe qué? Mejor le diré la verdad…mire yo realmente… (Se mete la mano en la bolsa donde están los chiclesmasticados y saca rápidamente la mano y se la mira). ¡Qué asco! ¡Es unacochinada! (Su rostro cambia completamente y de pronto como con un ataque deemoción le dice a Leonel. Casi gritando). ¡Qué asco! ¡Es una completa y rotundacochinada!

Leonel: ¿Qué?

Mario: La cámara se acerca a una hermosa mujer que mete la mano en la bolsatrasera de un pantalón de su hijo pequeño. Saca la mano y con una cara decompleto asco dice: “¡Qué asco! ¡Es una completa cochinada!” Otra mujer entra aescena llevando consigo una bolsa del detergente… ¿cuál es el nombre de su

detergente? (Leonel va a decir algo y Mario no lo deja). No importa cómo sellame. La idea es genial… la mujer del detergente se lo da a su amiga y le dice :“No importa qué tanto asco te den unas manchas para el nuevo detergente…“¿cuál es el nombre? No importa… “para el nuevo detergente ninguna mancha esproblema porque con su…” y allí dice todas esas tonterías que todo detergentetiene y que seguramente son mentiras… y, luego la mujer del pantalón, lo lava, losaca de la secadora y lo huele y dice: “Delicioso”, la mujer del detergente mira a la


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cámara directamente y dice: “El nuevo detergente…” ¿cómo se llama? No importa.“… el nuevo detergente convierte el asco en delicia”. (Muy satisfecho consigomismo y cansado por el esfuerzo). ¿Qué le parece? (Pausa larga). ¿Qué leparece?

Leonel: Pues, me parece que será un muy buen anuncio pero…

Mario: Pero…

Leonel: Creo que ha habido una equivocación. Yo vengo a una entrevista detrabajo como asistente. Salió esta mañana en el periódico y vengo a la entrevista.

Aquí está mi hoja de vida y toda la papelería que pedían en el anuncio. (Mario sequeda mudo) y pues… allí están mis… papeles… y…

Mario: O sea que usted no es el del detergente.

Leonel: No.Mario: Y ¿Por qué no me lo dijo?

Leonel: Se lo he tratado de explicar desde que vine pero usted no me hadejado.

Mario: Mmmm. Bueno, pues, por mí está contratado. Salga, salga, salga, quetengo una visita sumamente importante… dele los papeles a la señorita allá afueray… (Suena el teléfono)

Voz en off: Lo busca el señor Romeo de la empresa de detergentes…Mario: Gracias señorita… en un momento los atiendo… (A Leonel). Pues pase,pase por allá y deje los papeles a la señorita y gracias por su tiempo (lo saca).Mire, espere. ¿Qué le pareció el anuncio?

Leonel: Bueno, muy bueno.

Mario: (Muy orgulloso de sí mismo). Sí, lo sé. (Leonel sale. Mario va al teléfono).Señorita haga pasar al caballero del detergente. (Muy tranquilo se tira en suescritorio muy seguro de sí mismo cuando de pronto se levanta con cara de

aflicción). ¡¡¡¡Demonios!!!! ¡¡¡¿¿¿CÓMO ERA???!!! (La puerta de la oficina seabre).


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VII

Tras bastidores

(Yadira está desmaquillándose en su camerino).

Voz en off: Yadira, te buscan.

Yadira: Dije que no me molestaran.

Voz en off: Es importante. Abre.

Yadira: (Molesta) No puedo creer que me fastidien la vida dejando entrar ahombres fanáticos y calenturientos a los camerinos. (Abre la puerta y le da laespalda rápidamente. Leonel queda en la puerta). Entra pero sólo por unmomento porque debo cambiarme de ropa. ¿Qué se te ofrece?

Leonel: ¿No me reconoces?

Yadira: ¿Qué? ¿Quién eres?

Leonel: ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Son tantos los años que no terecuerdas de mí?

Yadira: ¡Oh…! ¡Eres…!

Leonel: Sí. Soy yo.

Yadira: ¿Qué haces aquí?

Leonel: ¿Qué? ¿No puedo venir a visitar a mi madre a su trabajo?

Yadira: Leonel… no sé cómo viniste aquí pero…

Leonel: No digas nada, mamá. Fue un accidente. Nunca pensé que teencontraría en un lugar como este.

Yadira: ¿un lugar como este?

Leonel: Ni que tú fueras una…

Yadira: No te permito que me insultes. Este es un trabajo honrado, Leonel.No hago nada malo.

Leonel: Estás en un cabaret mamá.


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Yadira: ¿Y qué? Gracias a este trabajo tú estudiaste. Gracias a este trabajotú trabajas. ¿Creés que no sé sobre ti? Sé todo de ti. Sé que te graduaste. Séque tienes un buen trabajo.

Leonel: Sabes tanto de mí que ni siquiera me reconociste.

Yadira: Jamás pensé encontrarme contigo aquí.

Leonel: ¿En un cabaret? Es un cabaret famoso, mamá. Es ingenuo pensarque no vendría yo o alguien que me conociera y…

Yadira: ¿A qué viniste? ¿Viniste a insultarme? ¿A recordar que teabandoné? Pues he de decirte, hijo, que las cosas no son como tú crees. Sí,trabajo aquí. En un cabaret. Sí, te dejé pero muy a pesar mío. Pero nunca hedejado de enviarte dinero y nunca he dejado de escribirte. Tú nunca lo hicisteLeonel. Todos los días te escribía una carta para que supieras que, aunque lejos,

estaba contigo. Seguro nunca las recibiste. Tu padre de seguro te las ocultó.

Leonel: Las leí todas, hasta que dejaste de escribir.

Yadira: Entonces, ¿por qué no me escribiste de regreso?

Leonel: Todos los días. Desde que era niño me acostaba leyendo lo que túme mandabas. Era como si fuera el beso de buenas noches. A mis amigos lesdaba su mamá un beso de buenas noches. Los envidiaba por eso. Pero… alfinal… ellos no tenían algo que yo sí tenía… una carta… tú me hablabas en cadauna de esas cartas… y entonces me iba a dormir… pensando en ti… mis amigosnunca me contaron que ellos les regresaban el beso a sus mamás… no sabía sidebía contestarte o no… después… la gente es mala y escuché muchos rumoressobre tu trabajo y … no quise creerles y hoy que… no pensé que pudiera pero tereconocí… después de tantos años te reconocí. Quise venir y decirte que…(Pausa).

Yadira: ¿Qué? ¿Qué vienes a decirme? (Pausa). Parece ser que no vas adecirme nada más. (Pausa). Está bien… quiero que sepas que estoy en esto porti y para ti. Sé que ha de ser duro y que la información que tienes sobre mí y mipartida no me ha de favorecer en nada. Pero ten en cuenta que siempre hay dosversiones de la historia pero que la única que se divulga es la del ganador. Yoperdí, Leonel. Yo perdí cuando te perdí. Ahora vete, hijo mío, debo volver altrabajo… espero que lo que ya no me dijiste hoy me lo puedas decir algún otrodía.

Leonel: Está bien.


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Yadira: Te quiero, más que nada.

Leonel: Adiós mamá.

Yadira: Espera el dinero.

Leonel: No.

Yadira: Y mis cartas.

Leonel: Siempre.


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VIII

Exilios

Luisa: ¿Cuántos años llevás aquí?

Yadira: Como tres o cuatro. No sé bien.

Luisa: Te llamás Yadira. ¿No es así?

Yadira: Sí, te lo dije ayer.

Luisa: ¿Sí? No recuerdo.

Yadira: Todos los días venís a la misma hora. Todos los días te sentás en

esta banca, bajo este árbol. Todos los días me preguntás lo mismo. Todos losdías desde… Ya no recuerdo desde hace cuanto tiempo pero son meses, quizásaños que venís y haces lo mismo.

Luisa: No recuerdo.

Yadira: Te llamás Luisa. Y llevás cinco años aquí.

Luisa: Sí, me llamo Luisa. Y llevo cinco años aquí. ¿Por qué no recuerdolo que decís?

Yadira: No lo sé.

Luisa: Pero tengo buena memoria. Estoy vieja pero me recuerdo de cosas.¿Cuántos años tenés?

Yadira: Te lo dije ayer.

Luisa: No recuerdo. Has de tener casi la misma edad que yo. Yo tengosetenta y tres.

Yadira: Sí, casi tenemos la misma edad.

Luisa: ¿Por qué recuerdo lo mío y lo tuyo no?

Yadira: Quizás lo tuyo te lo inventás.

Luisa: No es así. Recuerdo perfectamente todo. O al menos lo importante.Recuerdo a Rubén, mi hijo grande. Recuerdo cuando nació, pesó ocho libras.Era enorme, un muchachito hermoso. Y la nena, la nena era linda. Pequeñitapero linda. Desde bebés ya se ven las diferencias. Rubén era hermosote y la


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nena pequeñita. Una princesita. El menor, Benjamín, es el más correcto.Siempre f ue menudo pero todo un caballero. Él peso… no recuerdo cuánto pesóBenjamín. Pero era más grande que la nena. Ella toda una princesa y él todo uncaballero. Ahora Rubén, el mayor, es un pendenciero. Él vive la vida como leparece pero es muy bueno. Es todo un bellaco pero es bueno mi muchacho.

Siempre tan atento conmigo. Tan hermosote. Es un don Juan, anda detrás detodas las muchachas de su trabajo. Y todas le hacen caso. Igual que a mi nena.Ella tiene miles de pretendientes. Es que es tan linda. Tan delicada. Tan linda.Rubén es todo un hombrote. Seguro ha dejado uno que otro hijo por allí regado.Es que es un bellaco como le dije, mi hombrote tan lindo. ¡Cómo lo quiero! Secasó una vez pero eso no era para él. La mujer que se consiguió era unalibertona. Andaba allí aplanando calles en vez de atender a mi muchachote. Lanena es tan linda. Ella se casó y tuvo dos nenes. Que ahora están tan grandes ytan hombrotes. Como su tío. Ella está rebien. Se casó con un tipo de mucho

pisto. Ahora la tiene rebien. Siempre viajan y siempre a todas partes. TambiénRubén porque ya que se divorció trabaja sólo para él. Una que otra muchachita seha de conseguir pero él no nació para quedarse con ninguna. Es que él esespecial. No puede unirse con cualquiera. No como esa que se consiguió. Esa síque era una pendenciera. Una mala esposa es lo que era. Una callejera.

Aplanadora de calles es lo que era. En cambio mi Rubén…

Yadira: ¿Y Benjamín?

Luisa: ¿Quién?

Yadira: El pequeño.

Luisa: ¡Ah, sí! Benjamín. Es un buen muchacho.

Yadira: ¿Quién te metió aquí?

Luisa: ¿Quién? No recuerdo.

Yadira: Olvidaste muchas cosas.

Luisa: No es cierto. Recuerdo casi todo. Recuerdo cuando Rubén entró aestudiar. Fue un día muy importante. Le compramos todos sus útiles y los llevótoditos el primer día. No lloró para nada. Todos los niños lloraban a mares menosél. Siempre valiente y siempre con una sonrisa en la cara. Desde niño era así.La nena, en cambio, siempre fue seria. Eso es mejor porque en estos doradostiempos una muchacha de casa no puede andar allí sonriéndose con cualquiera.

Ahora que cualquiera lo alza a ver a uno. No, yo sí creo que era mejor cuandonosotras éramos jovencitas. Uno salía a la calle directo a la iglesia. Y de regresoderechito a la casa y eso de andar solas paseando. Eso no se veía en ese


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tiempo. Para nada. La nena sí siguió todos mis principios. Toditos. Ella salió de lacasa de una vez al altar. Porque mis principios sí que fueron fuertes. A mí mecrió mi abuela y ella sí que nos crió bien. A mí y a mi hermana. Y ya nos ves.

Aquí las dos muy bien. Porque si de algo me puedo jactar es de mi honra y la demis hijos. Rubén y la nena son dos ejemplos a seguir. Él todo un hombresito y

ella una princesita. Los nenes de la nena seguro serán como su tío, Todos unoshombrecitos hechos y derechos. Es que el esposo de la nena es un hombróntambién. Militar. Él sí los crió muy bien. No como… Benjamín, el pequeño, es unbuen muchacho. Pero mi Rubén…

Yadira: Creo que te buscan.

Luisa: ¿Sí? ¿Quién?

Yadira: Es el muchacho que viene todos los días. ¿Es Rubén?

Luisa: ¿Rubén? ¿Vino mi Rubén? ¿Dónde está?

Yadira: ¿Es el muchacho que viene allí? ¿Lo reconoces? Es el muchachoque viene todos los días.

Luisa: Ese no es mi Rubén.

Yadira: ¿Quién es entonces?

Luisa: No lo conozco. (Pausa). Si viene mi Rubén. ¿Le dices que meespere?


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IX

El hijo perdido

Benjamín: Mamá. ¿Cómo estás?

Luisa: ¿Por qué me llama mamá? Yo no lo conozco.

Benjamín: Ayer hablaste conmigo ¿Te recordás?

Luisa: ¿Por qué viene siempre? ¿Acaso no tiene usted una familia?

Benjamín: Sí la tengo. Tú eres parte de ella.

Luisa: Yo le agradezco joven que se tome la molestia de venir siempre.Pero yo no tengo un hijo como usted. Mire yo tengo tres hijos. El mayor…

Benjamín: Rubén y la de en medio Rebeca y el menor Benjamín. Yo soyBenjamín.

Luisa: Benjamín no puede ser usted, jovencito. Benjamín se marchó de lacasa. Se fue recién cumplió dieciocho años.

Benjamín: No mamá. Ese fue Rubén.

Luisa: ¿Rubén? No si mi Rubén se quedó conmigo hasta que terminó launiversidad.

Benjamín: Mamá. Rubén dejó la universidad cuando embarazó a Cristina. ¿Terecordás de Cristina? Por cierto te manda saludes. Va a venir conmigo eldomingo. Va a traer a los chicos. ¿Te recuerdas de Cristina?

Luisa: ¿Y la nena? ¿Va a venir?

Benjamín: Tú sabes que no puede venir. Después del accidente ya no puedesalir de la casa.

Luisa: ¿Qué accidente?

Benjamín: Ninguno. Olvídalo. ¿Con quien hablabas es amiga tuya?

Luisa: Sí. Paso todo el tiempo con ella. Es muy entretenida. Fue cantante¿sabías? Sacó algunos discos según sé. Cantaba en cabarets y todo eso. Eratoda una estrella. Yadira se llama. Su apellido no lo recuerdo ahora pero sunombre artístico era así “Yadira” a secas. Dicen que abandonó a su hijo cuandoera pequeño. Eso no se hace ¿verdad? Una antes se muere. Se muere antes deabandonar a un hijo.


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Benjamín: Mamá. Vengo a decirte algo importante.

Luisa: Una antes se muere.

Benjamín: Mamá. Es sobre papá.

Luisa: Se muere.

Benjamín: Papá está mal. Quiere que lo vayas a ver. Necesita que vayas averlo. Por eso viene Cristina el domingo.

Luisa: ¿Qué le pasó a tu papá?

Benjamín: Está mal mamá. No creo que resista demasiado. Te necesita.Quiere verte antes de…

Luisa: Era un hombre muy apuesto. Me pegaba ¿sabés? ¿Sabés que me

pegaba?

Benjamín: Mamá necesito que salgas pero necesito que le digas a Rubén quefirme para que puedas salir.

Luisa: ¿Has visto a Rubén?

Benjamín: Mamá, Rubén se comunica con sus hijos. Por eso vendrá Cristina eldomingo. Siempre llama los domingos. Cuando llame queremos que estés tú conlos niños. Así puedes hablar con él y decirle que necesitas salir. Quenecesitamos que firme para que tú puedas salir.

Luisa: No entiendo lo que dices ¿Dices que tu papá está mal? ¿Vienes abuscarme para que yo salga a ver a ese desgraciado? ¿Sabés que me pegaba?¿Lo sabés?

Benjamín: Mamá. Sólo quiere verte. Creo que no se ha ido únicamente porquequiere verte.

Luisa: Si Rubén no ha venido seguro es que tiene un motivo.

Benjamín: Mamá…

Luisa: No quiero que venga nadie a hablar mal de mi Rubén. No sé qué eslo que se creen ustedes para decir cosas de Rubén. Y esa mujer no sé que va avenir a hacer aquí. Yo no la quiero aquí. A ti porque ni modo, pero a ella.

Benjamín: Mamá…

Luisa: Ya te dije que no permitiré que…


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Benjamín: Mamá…

Luisa: Venga cualquiera y venga a hablar mal de mí…

Benjamín: (Alzando la voz). ¿No te recordás que fue él quien te metió aquí?¿No te recordás que vendió tu casa y te dejó en la calle? ¿No te recordás que serobaba cosas y las empeñaba? ¿No te recordás que el que te pegaba era él? EraRubén, Mamá. Rubén. Rubén abandonó a Cristina y a sus dos hijos. ¿No lorecordás?

(Pausa larga. Silencio).

Luisa: Ella cantaba en un cabaret. Era muy buena cantando. Yadira sellamaba. Así, sin apellidos. Sólo así: Yadira. Es una buena mujer.

Benjamín: Voy a ir a hablar con el doctor.

Luisa: No tenga pena jovencito. Pase adelante. Si sigue recto y dobla a laderecha encuentra la dirección.

Benjamín: Mamá. Te quiero. Vuelvo enseguida.

Luisa: Jovencito, usted me confunde. Yo tuve un hijo como usted. ¿Sabe?Pero ya no está más. Murió. Murió cuando se fue de la casa. Era buen hijo hastaque creció. Cuando creció se condenó. Él solito se condenó. Una madre no debever cómo su hijo se condena al fuego eterno. Lástima, era un buen muchacho.

Benjamín. _ Yo también te quiero mamá. (Sale).


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X

Reencuentro

Roberto: Hola.

Benjamín: Hola.

Roberto: ¿Cómo estás?

Benjamín: Bien ¿y vos?

Roberto: También bien. (Pausa). ¿Queres un café?

Benjamín: Gracias.

Roberto: (Eleva la mano y sube la voz). ¡Dos cafés! (A Benjamín).¿Capuchino?

Benjamín: Está bien.

Roberto: (Elevando nuevamente la mano y subiendo la voz). ¡Doscapuchinos!

Benjamín: Gracias.

Roberto: Y ¿Cómo has estado?

Benjamín: Bien, todo bien. Acabo de regresar de viaje y… perdón ya te lo habíacontado por teléfono.

Roberto: No tengas pena.

Benjamín: Y vos… ¿seguís trabajando donde mismo?

Roberto: Sí, donde mismo. Me ascendieron, eso sí.

Benjamín: ¡Qué bueno! Me alegra.

(Pausa larga).

Benjamín: Pues… bien…

Roberto: Pues… bien…

Benjamín: ¿Es bueno el café de aquí?


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Roberto: Sí, es bueno. Yo siempre vengo aquí es el lugar donde tienen elmejor café de este país. Es que es de exportación. Esto es justo el producto de lacrisis del café. Para contrarrestar …

(Roberto sigue hablando pero ya no escuchamos lo que dice. Benjamín le habla

sin escucharlo tampoco y sin ser escuchado tampoco).

Benjamín: ¿Crees que es fácil? ¿Lo crees? Sentado aquí frente a vos merecuerdo de todas esas veces en que nos peleábamos. Cuando sacábamosnuestras peores armas y las afilábamos justo enfrente del otro para torturarnos.Para hacernos sangrar luego con nuestros rencores y nuestros odios. ¿Crees quees fácil? Recibir una llamada y pedir una cita después de tantos años. ¿Creesque es fácil? Cuando te miro recuerdo los últimos años, los primeros, los añosbuenos, esos ya los he olvidado. ¿Crees que es fácil subirse al carro y manejardirecto a donde se encuentra la persona que me perseguirá por siempre? Esa

persona que llevó aquí en mi mente. Aquí taladrándome el cerebro con sus juegos de poder. ¿Crees que es fácil? Levantar el teléfono y decir que no,cuando escuchas la voz del otro lado quebrarse y sollozar un poco. Mi lugar ya noes aquí Roberto, ya no lo es. Para mí dejaste de existir, dejarte de estar, dejastede ser. ¿Cómo te atrevés a llamarme después de lo que me hiciste? ¿Con quécara me hablás de pendejadas, del café y de todas esas mamadas? ¿Crees quees fácil salir a buscarte tres días después de la muerte de mamá? ¿Crees que fueagradable que usaras justamente eso como pretexto para llamarme e invitarme aun café? No has cambiado ni una pizca. Seguís siendo ese desgraciado egoístay oportunista. El típico homosexual machista. El tipo que piensa que las

relaciones entre hombres son lo mismo que entre heterosexuales. Somos…éramos dos hombres y eso nunca lo entendiste. ¿Por qué no se apuran con elcafé? Ya quiero largarme de tu cara tan hermosa, tan hermosa como el mismodiablo. Tan hermosa como una medusa que de lejos es realmente bella pero altocarla te quema.

Roberto: … ese es el proceso. Por eso es distinto como huele este…

Benjamín: Ya no trajeron el café.

Roberto: No, ya no.

Benjamín: Voy a ir a avisarles.

Roberto: Tranquilo. Ya van a traérnoslo. Siempre impaciente.

Benjamín: Es que tengo unos asuntos que atender. Se me hace tarde.

Roberto: Pensé que me habías dicho que tenías toda la tarde libre.


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Benjamín: Fue un asunto de última hora.

Roberto: Pues, bueno. ¿Qué le vamos a hacer? El deber llama.

Benjamín: Sí, el deber llama.

Roberto: Dame unos minutos ¿Sí?

Benjamín: Sí, unos minutos claro que puedo esperar.

Roberto: Contame para mientras cómo fue tu viaje.

Benjamín: ¿Te conté que me fui por una beca? ¿Te comenté? Pues, mirá, loque sucedió fue que…

(Benjamín sigue hablando pero ahora no lo escuchamos. Roberto habladirectamente a Benjamín quien pareciera no verle ni escucharle).

Roberto: Me ha ido muy mal Benji. Quisiera decirte que me ha ido mal desdeque nos dejamos. Me ha ido mal en el trabajo, me ha ido mal con mi familia, meha ido mal en lo económico y en cuanto a relaciones… no me ha ido mal porqueno he tenido a nadie. Creo que vos sos el hombre de mi vida. Lamento muchohaberme dado cuenta hasta ahora. Pero es que es normal. Yo antes era un niñoy un niño siempre juega. Lamento que haya sido yo el de la iniciativa paraterminar y lamento mucho haberte dejado ir. Si pudiera regresar y cambiarlo todoseguro que lo haría. Yo te quiero Benjamín. No puedo vivir sin vos. Esimposible. No sé cómo he aguantado estar lejos de vos. Tenía miedo ¿sabés?

Creí que me colgarías el teléfono, creí que me ignorarías, que me maltratarías sinescuchar esto que tengo que decirte. Tenía mis dudas pero viniste. Viniste y esobvio que tenés interés también. Yo no hubiera aceptado si hubiera estado en tuszapatos y tú en los míos. Pero tú veniste. Eso quiere decir que te importa, que teimporto. No me importa si viene o no viene el café. Mientras más tarde venga tetendré para mí unos minutos más. ¿Te recordás cuando nos conocimos? Fue unlugar similar a este. Me pediste fuego y luego me preguntaste qué leía. ¿Terecordás? Yo me sentí invadido y… esos son los recuerdos más valiosos de mivida. Viniste. Qué bueno que viniste. Eso quiere decir que te importa, que teimporto. .. Que te importo… que te importo…

Benjamín: … eso me hizo gastar demasiado. Ahora vengo casi en banca rota.

Roberto: Tengo algo importante que decirte.

Benjamín: Ya no trajeron el café.

Roberto: Y también algo que preguntarte.


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Benjamín: Creo que tendré que partir sin el café.

Roberto.- ¿Te vas tan pronto?

Benjamín: Tengo que hacer algunos asuntos?

Roberto: Tómate el café.

Benjamín: No puedo. Ya me agarró la tarde.

Roberto: ¿Cuándo puedo volver a verte?

Benjamín: Yo te llamo.

Roberto: Pero que sea cierto.

Benjamín: ¡Claro! ¿Cuándo te he mentido?

Roberto: Creo que nunca.

Benjamín: Nunca. (Pausa larga). Pues bien, me voy.

Roberto: ¿Me puedes dar tu número para llamarte? Es que cambié deteléfono.

Benjamín: No me lo sé todavía. Te llamo y te lo doy.

Roberto: Está bien.

Benjamín: Adiós Roberto.

Roberto: Adiós Benjamín.


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XI

Monólogo

Roberto: (Leyendo). “El domingo se dejaba caer por el pueblo, para la misamayor. Una vez al año recorría las hilanderías, para tocar la seda que acababa denacer. Cuando la soledad le oprimía el corazón, subía hasta el cementerio parahablar con Helena. El resto de su tiempo lo consumía en una liturgia decostumbres que conseguía preservarle de la infelicidad. De vez en cuando, en losdías de viento, bajaba hasta el lago, y pasaba horas mirándolo, puesto que,dibujado en el agua, le parecía ver el inexplicable espectáculo, leve, que habíasido su vida”. Terminamos.

Ana: Léelo otra vez, por favor. Ese último párrafo. Por favor.

Roberto: Necesito descansar un poco. Sólo un poco. ¿Sí?

Ana: “Un poco” aquí encerrada es demasiado. ¿Sabes cuánto tiempotengo de no salir? Mucho. Y si “poco” es “demasiado”, imagínate.

Roberto: Mire, quería decirle algo.

Ana: Dime.

Roberto: ¿Alguna vez ha sentido un miedo irracional a cualquier cosa?(Pausa). ¿Alguna vez? (Silencio). ¿Por qué no se viene conmigo? Usted es unapersona muy sola. Véngase conmigo. Yo necesito compartir gastos. Necesito a

alguien que pueda estar en la casa y así… usted es muy sola y yo también.Nuestros miedos racionales o no, se harán compañía… (Silencio). Quisiera queusted viviera conmigo como una madre y un hijo… (Silencio). Sé que llevamostiempo de conocernos. Sé que usted…

Ana: Te voy a contar una historia. Yo era una persona muy triste. ¿Sabes? Yo, Ana Montoya. Era una mujer triste y condenada. No por aparatajes morales, nopor cuestiones extrañas, por nada de eso. Pero era triste porque vivía sumida a latristeza, simplemente eso. Y ¿sabes por qué? Porque tenía miedo. Miedo a estarsola.

Roberto: Yo no tengo miedo a estar solo. Sólo quiero que…

Ana: Un día me desperté y me dije a mí misma. Ya no más. Y tomé mis cosas yme largué. Atrás se quedó casa, trabajo, marido, hijos, todo. No los busquénunca más. Pero no eran ellos el producto de mi tristeza. Era yo. Ellos eran sóloanclas que me ataban pero que eran fáciles de cortar. De hecho los corté muyrapidísimo. Y entonces me di cuenta que aún sin anclas yo seguía en el fondo.


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El peso de mi miedo me tenía hundida hasta el fondo. ¿Me preguntabas de unmiedo irracional a cualquier cosa? De eso estoy hablando. Aunque mi miedo erauno y muy concreto. Era miedo a vivir. Miedo a vivir mi vida yo sola. Cuando mepreguntaste si podías venir a visitarme todas las tardes, accedí porque tú eresparte del contraste. Cuando vienes estoy contenta de que vengas pero cuando te

vas. Soy la mujer más feliz del mundo porque me reencuentro conmigo, a solas.(Pausa). No es que no piense en los demás. Simplemente creo que si una es felizcon una misma entonces una puede hacer feliz a otras personas. Pero todo pasoa paso. Lo primero es lo primero. Siempre buscamos a alguien para poder estarbien. Buscamos a otra persona para poder dialogar. Nuestra vida estácondenada a un eterno círculo de diálogos. Donde necesitamos siempre a otrapersona para estar bien. Una madre, un padre, un marido, una esposa, unapareja, un hijo, una hija, un amigo, un vecino, un hombre, una mujer, un jefe, unalumno, una maestra, una mascota… Estamos condenados al diálogo. Si no no

somos. Si no no estamos. Yo le aposté al monólogo. Por eso cuando vienes tepido que leas y así no contamino mi monólogo con el tuyo. Tú lees y yo escucho.Nada más. Pero por lo demás. Yo quiero, nada más, mi monólogo. Yo escribo mimonólogo, yo digo mi monólogo, YO VIVO MI MONÓLOGO. Dirán miles de cosasde mí. Dirán que soy una loca ermitaña. Dirán que soy una mala madre, unamala esposa, una mala mujer, una mala persona, pero ¡qué importa! Yo estabaperdida buscándome en los demás. Hasta que escuché mi propio corazón, débil yenfermo, pero mío. Mi propio corazón se llenó de liberación y ahora nada puedecontra él. Sólo eso me basta para ser feliz y cuando en verdad sea completa ytotalmente feliz. Entonces, y sólo entonces, comenzaré otra vez a dialogar.


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