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46 I exágono 01 2009 arquitectura en cerámica, dentro de las expresiones del arte popular o artesanía que se iniciaron en la época de la colonia y permanecen vivas hasta nuestros días. Del Indigenismo a nuestros días Con la corriente artística propugnada por José Sabogal, Comino Brent, Camilo Blas, Julia Codesido, entre otros pintores peruanos, cuya propuesta era valorizar lo nuestro, rescatar raíces, usos y costumbres, con énfasis en lo andino, en lo indígena, desde la primera década del siglo pasado, se propició la valoración de las diversas expresiones del arte popular de todas las regiones del Perú, incluyendo la cerámica ayacuchana y sus Iglesias. Estas obras, elaboradas mayormente en el pueblito de Quinua, a 30 kms. de Huamanga, fueron desde sus inicios y por mucho tiempo, pintadas con los colores propios de la terracota y algunos matices o acentos, caracterizándose por su sobriedad, elegancia y austeridad (fotos 10, 11 y 12). Sin embargo, en las dos últimas décadas, con el auge turístico y la demanda de estas piezas, algunos artesanos han dado rienda suelta a su imaginación, en algunos casos más allá de las propias licencias artísticas, y se viene produciendo con formas y colores para todos los gustos (fotos 13 y 14). Paralelamente a la tradicional Iglesia Ayacuchana, a partir de los años 1960, se fueron incorporando, como tema recurrente entre algunos artesanos, otras variedades de edificaciones, con características propias de la arquitectura del lugar, elaboradas dentro de los patrones y rasgos técnicos y estéticos de las Iglesias (fotos 15, 16 y 17). Estas nuevas representa- ciones también han sufrido el embate de la modernidad y se están produciendo pintarrajeadas desvirtuando la calidad del trabajo en cerámica con el color terracota natural y su expresión plástica propia. Sin embargo hay quienes persisten en las caracterís- ticas tradicionales y más bien incursionan, con búsqueda novedosa, en representar espacios urbanos (foto 18). La expresión plástica conseguida en la arquitectura de los centros poblados andinos, por los materiales utilizados, la forma libre y sencilla de emplearlos, la localización de las edificaciones en laderas, su relación con la naturaleza en las áreas rurales y la armonía con el entorno en las zonas urbanas, entre otras explicaciones, ha contribuido a que esa arquitectura de nuestra serranía sea motivo de inspiración para los cultores del arte popular en general y para los artesanos del barro en particular, y constituya un tema cada día más trabajado por ellos, con imaginación e interés. En los últimos años el tema de la arquitectura viene siendo trabajado por los ceramistas de otros lugares del Perú como Huancayo y Cusco, algunos radicados en Lima, con características peculiares y gran sentido plástico, de lo cual pueden dar testimonio las obras 7 8 9 10 12 13 15 16 17 18 11 14

14 11 7 Del Indigenismo a nuestros díasentre otros pintores peruanos, cuya propuesta era valorizar lo nuestro, rescatar raíces, usos y costumbres, con énfasis en lo andino, en lo

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46 I exágono 01 2009

arquitectura en cerámica, dentro de las expresionesdel arte popular o artesanía que se iniciaron en laépoca de la colonia y permanecen vivas hastanuestros días.

Del Indigenismo a nuestros díasCon la corriente artística propugnada por JoséSabogal, Comino Brent, Camilo Blas, Julia Codesido,entre otros pintores peruanos, cuya propuesta eravalorizar lo nuestro, rescatar raíces, usos ycostumbres, con énfasis en lo andino, en lo indígena,desde la primera década del siglo pasado, se propicióla valoración de las diversas expresiones del artepopular de todas las regiones del Perú, incluyendo lacerámica ayacuchana y sus Iglesias. Estas obras,elaboradas mayormente en el pueblito de Quinua, a30 kms. de Huamanga, fueron desde sus inicios ypor mucho tiempo, pintadas con los colores propiosde la terracota y algunos matices o acentos,caracterizándose por su sobriedad, elegancia yausteridad (fotos 10, 11 y 12). Sin embargo, en lasdos últimas décadas, con el auge turístico y lademanda de estas piezas, algunos artesanos handado rienda suelta a su imaginación, en algunoscasos más allá de las propias licencias artísticas, yse viene produciendo con formas y colores paratodos los gustos (fotos 13 y 14).Paralelamente a la tradicional Iglesia Ayacuchana, apartir de los años 1960, se fueron incorporando,como tema recurrente entre algunos artesanos, otrasvariedades de edificaciones, con característicaspropias de la arquitectura del lugar, elaboradas dentrode los patrones y rasgos técnicos y estéticos de lasIglesias (fotos 15, 16 y 17). Estas nuevas representa-ciones también han sufrido el embate de lamodernidad y se están produciendo pintarrajeadasdesvirtuando la calidad del trabajo en cerámica con elcolor terracota natural y su expresión plástica propia.Sin embargo hay quienes persisten en las caracterís-ticas tradicionales y más bien incursionan, conbúsqueda novedosa, en representar espaciosurbanos (foto 18).La expresión plástica conseguida en la arquitecturade los centros poblados andinos, por los materialesutilizados, la forma libre y sencilla de emplearlos, lalocalización de las edificaciones en laderas, surelación con la naturaleza en las áreas rurales y laarmonía con el entorno en las zonas urbanas, entreotras explicaciones, ha contribuido a que esaarquitectura de nuestra serranía sea motivo deinspiración para los cultores del arte popular engeneral y para los artesanos del barro en particular, yconstituya un tema cada día más trabajado por ellos,con imaginación e interés.En los últimos años el tema de la arquitectura vienesiendo trabajado por los ceramistas de otros lugaresdel Perú como Huancayo y Cusco, algunos radicadosen Lima, con características peculiares y gran sentidoplástico, de lo cual pueden dar testimonio las obras

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