19
CAPITULO 4 ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS La etiqueta étnica «hispano» abarca a millones de personas de diverso origen geográfico: Puerto Rico, México, Cuba, El Salvador, Guatemala, República Dominicana y otros países hispanoparlantes de América Central, del Sur y del Caribe. Los hispanos de muy diversas nacionalidades, como estos cubano-norteamericanos en Miami, pueden movilizarse para defender temas hispanos de carácter general (como la oposición a leyes del «Inglés como lengua única»), pero actúan como grupos con intereses separados en otros contextos. Imágenes de Cuba decoran este retaurante en «La Pequeña Habana» de Miami. GRUPOS ÉTNICOS Y ETNICIDAD Alternando el status GRUPOS ÉTNICOS, NACIONES Y NACIONALIDADES Nacionalidades y comunidades imaginadas TOLERANCIA ÉTNICA Y ACOMODACIÓN Aculturación y asimilación Sociedad plural y pluralismo Multiculturalismo e identidad étnica Documento Digitalizado solo con fines académicos RAICES DEL CONFLICTO ÉTNICO Prejuicio y discriminación Cristales rotos en el mosaico Recuadro: El nacionalismo étnico se desboca Secuelas de la opresión

115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

CAPITULO 4

ETNICIDAD Y RELACIONES

ÉTNICAS

La etiqueta étnica «hispano» abarca a millones de personas de diverso origen geográfico: Puerto Rico, México, Cuba, El Salvador, Guatemala, República Dominicana y otros países hispanoparlantes de América Central, del Sur y del Caribe. Los hispanos de muy diversas nacionalidades, como estos cubano-norteamericanos en Miami, pueden movilizarse para defender temas hispanos de carácter general (como la oposición a leyes del «Inglés como lengua única»), pero actúan como grupos con intereses separados en otros contextos. Imágenes de Cuba decoran este retaurante en «La Pequeña Habana» de Miami.

GRUPOS ÉTNICOS Y ETNICIDAD Alternando el status

GRUPOS ÉTNICOS, NACIONES Y NACIONALIDADES Nacionalidades y comunidades imaginadas

TOLERANCIA ÉTNICA Y ACOMODACIÓN Aculturación y asimilación Sociedad plural y pluralismo Multiculturalismo e identidad étnica Documento Digitalizado solo con fines académicos

RAICES DEL CONFLICTO ÉTNICO Prejuicio y discriminación Cristales rotos en el mosaico

Recuadro: El nacionalismo étnico se desboca

Secuelas de la opresión

Page 2: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

60 ANTROPOLOGÍA

En el capítulo anterior se dijo que la cultura es com-partida, aprendida, simbólica, pautada, globalizado-ra, adaptante y mal-adaptante. Pasemos a considerar ahora la relación entre cultura y etnicidad. La etnicídad se basa en diferencias y similitudes culturales en una sociedad o nación. Las similitudes se dan con los miembros del mismo grupo étnico; las diferencias entre ese grupo y los restantes.

GRUPOS ÉTNICOS Y ETNICIDAD

Al igual que en cualquier cultura, los miembros de un grupo étnico comparten ciertas creencias, valores, hábitos, costumbres y normas debido a su sustrato común. Se definen a sí mismos como diferentes y especiales debido a características culturales. Esta distinción podría surgir del lenguaje, la religión, la experiencia histórica, el aislamiento geográfico, el parentesco o la raza (véase el próximo capítulo sobre raza). Los referentes de un grupo étnico pueden incluir un nombre colectivo, la creencia en una filiación común, un sentido de solidaridad y la asociación con un territorio específico que el grupo puede o no poseer (Ryan, 1990, págs. xiii, xiv).

Etnicidad significa identificación con, y sentirse parte de, un grupo étnico y exclusión de ciertos otros grupos debido a esta afiliación. El sentimiento étnico y el comportamiento con él asociado varía en intensidad dentro de los diversos grupos étnicos y países, y a través del tiempo. Un cambio en el grado de importancia atribuida a una identidad étnica puede reflejar cambios políticos (finaliza el gobierno soviético, emerge el sentimiento étnico) o cambios en el ciclo de vida individual (la gente joven rechaza, o la gente mayor reclama, un sustrato étnico).

En el capítulo anterior vimos que la gente participa de diversos niveles de la cultura. Los subgrupos dentro de una cultura (incluidos los grupos étnicos en un país) tienen diferentes experiencias de aprendizaje, así como también comparten experiencias distintas. Las sub-culturas tienen su origen en la etnicidad, la clase, la región y la religión. Los individuos suelen tener más de una identidad grupal. La gente puede ser fiel (de-pendiendo de las circunstancias) a su barrio, colegio, ciudad, provincia, región, nación, continente, religión, grupo étnico, o grupo de interés (Ryan, 1990, página xxii). En una sociedad compleja como la europea, o la norteamericana, las personas negocian constan-

temente sus identidades sociales. Todos nosotros «lle-vamos sombreros diferentes», presentándonos unas veces como una cosa, otras veces como otra.

El término status se puede utilizar para referirse a tales «sombreros», a cualquier posición que determina dónde encaja cada cual en la sociedad (Light, Ke-11er, y Calhoun, 1994). Son ejemplos de status social padre, profesor, estudiante, obrero, vendedor de zapatos, sindicalista, miembro de grupo étnico, y miles de otros. Las personan siempre tienen un status múltiple (por ejemplo, hispano, católico, niño, hermano). Entre los status que ocupamos, algunos de ellos predominan en contextos concretos, como hijo o hija, en casa, y estudiante o profesor, en el aula.

Hay algunos status que son adscritos: las personas tienen escasa o nula capacidad de elección en su obtención. La edad es un status adscrito; las personas no pueden elegir no envejecer. La raza y la etnicidad suelen ser adscritos; las personas nacen miembros de un cierto grupo y permanecen así el resto de sus vidas. Por el contrario, los status adquiridos no son automáticos, sino que se obtienen mediante tratos, talentos, acciones, esfuerzos, actividades y logros.

En muchas sociedades, un status adscrito va asociado con una posición en la jerarquía político-social. Ciertos grupos, denominados minorías, están subordinados. Tienen menos poder y una menor garantía de acceso a los recursos que los grupos mayorita-rios (que están por encima, dominan o controlan). Con frecuencia, los grupos étnicos son minorías. Cuando se asume que un grupo étnico tiene una base biológica, se le llama raza. La discriminación contra tal grupo es el racismo. El capítulo siguiente trata de la raza desde una perspectiva social y biológica.

En los Estados Unidos, los grupos minoritarios son el resultado obvio de la estratificación. La tasa de pobreza en 1989 era del 10,0 por 100 entre los blancos, del 30,7 por 100 entre los negros y del 26,2 por 100 entre los hispanos {Statistical Abstract, 1991, pág. 462). Los datos censales confirman la desigualdad que continúa negando a los afro-norteamericanos y a los hispanos el pleno acceso a ventajas de las que disfrutan la mayoría de los restantes norteamericanos. En 1989, el 43 por 100 de los niños negros y el 35,5 por 100 de los niños hispanos vivían en hogares con ingresos por debajo del umbral de la pobreza. En el caso de los niños blancos norteamericanos, sólo el 14 por 100 estaban en esta situación. La desigualdad reaparece de forma consistente en las cifras del desempleo.

Page 3: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 61

Las minorías no tienen por qué tener un menor número de miembros que el grupo mayoritario. Las mujeres en los Estados Unidos y los negros en Surá-frica son mayorías numéricas, pero minorías en términos de ingresos, autoridad y poder. En 1992, los albaneses étnicos que eran musulmanes constituían una minoría política, aunque conformaban una aplastante mayoría numérica (90 por 100 de la población) en Kosovo, una región de la antigua Yugoslavia (ahora Serbia y Montenegro) limítrofe con Albania.

Alternando el status

A veces, los status, en particular los adscritos, resultan mutuamente excluyentes. Es duro superar la distancia entre blanco y negro, o entre varón y mujer (aunque algunas estrellas del rock parecen estar intentándolo). A veces, tomar un status o unirse a un grupo requiere una experiencia de conversión, adquiriéndose una nueva y abrumadora identidad primaria, como en el caso de convertirse en un cristiano «renacido».

Algunos status no son mutuamente excluyentes, sino contextúales. Las personas pueden ser a la vez negros e hispanos, o madre y senadora. Una identidad se utiliza en ciertos contextos y otra en otros diferentes. Esto se denomina negociación situacional de la identidad social. Cuando la identidad étnica es flexible y situacional (Moerman, 1965), puede convertirse en un status adquirido. Benedict (1970), Des-pres (ed. 1975), y Williams (1989) insisten en señalar la fluidez y flexibilidad de la etnicidad.

Los hispanos, por ejemplo, pueden moverse a través de los niveles de la cultura (alternando afiliaciones étnicas) a medida que negocian sus identidades. «Hispano» es una categoría étnica basada principalmente en la lengua. Incluye blancos, negros e hispano-parlantes «racialmente» mezclados y a sus descendientes étnicamente conscientes. (Hay también hispanos «nativos norteamericanos» e, incluso, «asiáticos».) «Hispano» agrupa a millones de personas de origen geográfico diverso: Puerto Rico, México, Cuba, El Salvador, Guatemala, República Dominicana, y otros países hispanoparlantes de Centroamérica y Sudamé-rica y el Caribe. «Latino» es una categoría más amplia que también puede incluir a los brasileños (que hablan portugués).

Los mexicanos norteamericanos (chícanos), cuba-

nos norteamericanos y puertorriqueños pueden mo-vilizarse para la promoción de cuestiones hispanas de carácter general (por ejemplo, oposición a las leyes «sólo-inglés»), pero actuar como tres grupos de interés separados en otros contextos. En términos generales, los cubanos norteamericanos suelen ser más ricos que los chícanos y los puertorriqueños, y sus intereses de clase y patrones de voto difieren. Los cubanos suelen votar republicano, mientras que los puertorriqueños y chicanos suelen hacerlo por los demócratas. Algunos mexicanos norteamericanos cuyas familias han vivido en los Estados Unidos durante generaciones tienen poco en común con los nuevos emigrantes hispanos, como los procedentes de Centroamérica. Muchos norteamericanos (en especial aquellos que hablan bien inglés) proclaman su etnicidad hispana en algunos contextos mientras que cambian a una identidad general «norteamericana» en otros.

A medida que las categorías sociales —incluidas las etiquetas étnicas— proliferan en nuestra sociedad, cada vez más diversa, algunas personas tienen problemas en decidir su identidad social, encontrando una etiqueta que les cuadre. Un día, siguiendo mi conferencia sobre la construcción social de la raza y la etnicidad, una estudiante coreano-norteamericana me preguntó qué era ella en términos étnicos. Había nacido y se había criado en los Estados Unidos, de padres coreanos. Me dijo que cuando visitó Corea y se encontró con sus parientes allí, ellos la consideraron —y ella se sintió—norteamericana. Le resulta difícil sentirse «coreana». En los Estados Unidos se la etiqueta como «asiática», «oriental» o «asiático-norteamericana». Pero ella no siente tener nada en común con otros «asiáticos» y asiático-norteamericanos, como los chinos, los japoneses, los laosianos y los camboyanos. Tras nuestra discusión, llegamos a la conclusión de que una etiqueta étnica razonable para ella era de la «coreano-norteamericana». Felizmente, encontró una identidad étnica, algo importante en los Estados Unidos contemporáneos.

GRUPOS ÉTNICOS, NACIONES Y NACIONALIDADES

¿Cuál es la relación entre un grupo étnico y una nación? El término nación fue en su día sinónimo de «tribu» o «grupo étnico». Estos tres términos se referían al hecho de compartir una única cultura,

Page 4: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

62 ANTROPOLOGÍA

lengua, religión, historia, territorio, antepasados y parentesco. De este modo, se podía hablar, intercam-biando los términos, de la nación, la tribu, o el grupo étnico de los séneca (indios norteamericanos). Ahora nación ha pasado a significar estado, una organiza-ción política independiente y con una organización centralizada, o un gobierno. Nación y estado han pa-sado a ser sinónimos. Combinados en nación-estado se refieren a una entidad política autónoma, un «país», como los Estados Unidos, «una nación, indivisible».

Debido a la emigración, la conquista y el colonia-lismo (véase a continuación), la mayoría de las na-ciones-estado no son étnicamente homogéneas, y este término resulta entonces una denominación inapro-piada. Otra razón para la diversidad étnica es que, a veces, los estados manipulan la etnicidad y fomentan las divisiones étnicas con fines políticos y económicos. Por ejemplo, analizando la Guatemala del siglo xix, Carol Smith (1990) puso en tela de juicio la noción previamente aceptada hasta entonces de que allí emergió un estado coercitivo para doblegar y controlar el conflicto étnico. En su lugar, ella muestra que las élites guatemaltecas utilizaron la idea de contraste étnico para dividir a las masas y evitar el fomento de la solidaridad campesina. La política de «divide y vencerás» impulsó un desarrollo económico que benefició a la élite.

No más de una cuarta parte de todos los países son étnicamente homogéneos. De 132 naciones-estado existentes en 1971, Connor (1972) encontró tan sólo 12 (9 por 100) que fueran étnicamente homogéneas. En otras, 25 (19 por 100), un solo grupo étnico cons-tituía más del 90 por 100 de la población. El 40 por 100 de los países contaba con más de cinco grupos étnicos significativos.

En un estudio posterior, Nielsson (1985) clasificó 45 de 164 estados como «grupo-nación único» (por ejemplo, grupo étnico), es decir, con un grupo étnico que representara más del 95 por 100 de la población. Corea del Norte, Corea del Sur y Portugal fueron identi-ficados como los tres más homogéneos. En realidad, el estudio de Nielsson subestima la diversidad étnica de los estados modernos. Hay motivos para cues-tionar la homogeneidad étnica de algunos de los paí-ses de su lista, como, por ejemplo, Japón (véase el capítulo siguiente) y Madagascar (ver a continua-ción). Más aún, muchos de los países que incluye en su lista son ahora multiétnicos debido a la creciente inmigración.

Nacionalidades y comunidades imaginadas

Los grupos étnicos que en alguna ocasión tuvie-ron, o desean tener o volver a tener, un status político autónomo (su propio país) se denominan nacionali-dades. En palabras de Benedict Anderson (1991), se trata de «comunidades imaginadas». Aun cuando se conviertan en naciones-estado, continuarán siendo comunidades imaginadas, porque la mayoría de sus miembros, aunque sientan una estrecha camaradería, nunca se encontrarán (Anderson, 1991, págs. 6-10). Sólo pueden imaginar que participan de la misma unidad.

Anderson sigue el nacionalismo europeo occiden-tal surgido en potencias imperiales como Inglaterra, Francia y España desde el siglo xvm. Insiste en seña-lar que la lengua y la imprenta jugaron un papel cru-cial en el crecimiento de la conciencia nacional euro-pea. La novela y el periódico fueron «dos formas de imaginar» comunidades (consistentes en toda la gen-te que leía las mimas fuentes y era así testigo de los mismos hechos) que florecieron en el siglo xvm (An-derson, 1991, págs. 24-25).

Con un posicionamiento similar, Terry Eagleton (1983, pág. 25) describe el papel vital de la novela en el fomento de una conciencia nacional y una identi-dad inglesa. La novela dio a los ingleses «un orgullo por su lengua y literatura nacionales; si una educa-ción escasa y un horario de trabajo extensivo impe-dían que ellos personalmente produjeran una obra maestra literaria, podían, sin embargo, sentir el pla-cer de que otros de su estirpe —ingleses— lo hubie-ran hecho».

La imprenta espoleó la conciencia nacional en tres formas exclusivas. Primero, la lengua nacional im-presa labró un nuevo nivel de la cultura: creó un campo unificado (nacional) de comunicación de masas en-tre el latín (por entonces una lengua de la élite inter-nacional) y los dialectos regionales. Segundo, el ma-terial impreso le dio una nueva fijeza al lenguaje. Siendo posible ponerlo y «verlo impreso», ayudó a construir una idea de una historia permanentemente registrada, que resultó esencial para la idea de na-ción. Tercero, la industria de la impresión estable-ció cientos de dialectos (los utilizados en forma impre-sa) como nuevas lenguas del poder (Anderson, 1991, págs. 42-45).

Con el paso del tiempo, levantamientos políticos y

Page 5: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 63

guerras han dividido muchas comunidades nacionales imaginadas surgidas en los siglos xvm y xix. Las patrias de los alemanes y coreanos fueron divididas artificialmente después de guerras y según ideologías capitalistas y comunistas. La Primera Guerra Mundial dividió a los kurdos, que continúan siendo una comunidad imaginada, no constituyendo una mayoría en estado alguno. Los kurdos son un grupo minoritario en Turquía, Irán, Iraq y Siria. De modo similar, los azerbaiyanos, emparentados con los turcos, fueron una minoría en la que fue la Unión Soviética, como todavía lo son en Irán.

La migración es otra de las razones por la que ciertos grupos étnicos viven en diferentes naciones-estado. Una migración masiva en décadas anteriores y posteriores a 1900 llevó a alemanes, polacos e italianos a Brasil, Canadá y los Estados Unidos. A través de la migración, los chinos, senegaleses, libaneses y judíos se han extendido por todo el mundo. Algunos de ellos (por ejemplo, descendientes de alemanes en Brasil y los Estados Unidos) se han asimilado a sus naciones receptoras y ya no se sienten vinculados a la comunidad imaginada de su origen.

TOLERANCIA ÉTNICA Y ACOMODACIÓN

La diversidad étnica puede estar asociada con una coexistencia e interacción positivas de grupo o con el conflicto; se trata sobre esto en otra sección. Hay naciones-estado en las que múltiples grupos culturales viven juntos en una razonable armonía, incluidos algunos países menos desarrollados. La similitud lin-güística y cultural facilita tal armonía. La nación isleña de Madagascar puede servirnos como ejemplo. Bajo el dominio colonial francés (1895-1960), y luego tras su independencia, Madagascar ha sido un país multiétnico. Su población la constituyen alrededor de una docena de grupos culturales comúnmente reconocidos (llamados ethnies en francés), con muchos grupos más pequeños y subgrupos. Sin embargo, la mayoría de estos grupos hablan dialectos estrechamente relacionados y descienden de la misma cultura ancestral, la proto-malgache. Este era un grupo mixto indonesio-africano que comenzó a asentarse en Madagascar en torno al año 500 d. C.

A pesar de su pasado común, ha surgido cierta oposición entre la gente de la costa y la de las tierras

altas del interior. La razón principal para esta división es histórica y política: los merina, el grupo étnico más numeroso de las tierras altas, conquistaron gran parte de la isla, incluidas muchas áreas costeras, en el siglo xix. La oposición entre montaña y costa tiene también su correlación con algunas diferencias físicas. La gente de la costa tiende a tener la piel más oscura y unos rasgos más africanos que los de las tierras altas. En general, estos últimos parecen más indonesios que la gente costera, pero el contraste entre ambos no se suele expresar en términos raciales.

A pesar de la oposición entre montaña y costa, Madagascar tiene una menor diversidad lingüística y étnica que la mayoría de los países africanos. (La mayoría de las «naciones» africanas son unidades políticas artificiales creadas por el colonialismo, in-corporando casi siempre diversas culturas y lenguas.) Los factores unificadores de tipo político y cultural tienen una cierta profundidad histórica en el caso de Madagascar, que ha tenido dos siglos de experiencia de centralización política. En primer lugar, los merina conquistaron gran parte de la isla. A continuación, la administración colonial francesa gobernó Madagascar desde 1895 hasta 1960, cuando nació la República Malgache. El gobierno ha sido bastante estable desde la independencia, y la inestabilidad reciente se ha basado en disputas de política y de temas económicos más que en factores étnicos. Un sistema educativo bastante uniforme, heredado del pasado colonial francés, ha contribuido también a la unidad nacional, a pesar de los contrastes étnicos.

En Indonesia, una lengua común y un sistema edu-cativo colonial han promovido también la armonía étnica, la identidad nacional y la integración, tal como lo describe Anderson (1991, págs. 1120-123, 132). Es ésta una nación grande y populosa que abarca unas 3.000 islas. Su conciencia nacional pasa por encima de la diversidad religiosa, étnica y lingüística. Indonesia cuenta con musulmanes, budistas, católicos, protestantes, hindúes-balineses y animistas. A pesar de estos contrastes, más de 100 grupos etnolingüísti-cos diferentes han llegado a verse a sí mismos como indonesios.

Bajo el gobierno holandés (que terminó en 1949), el sistema escolar se extendió por las islas. Los estudios superiores trajeron a jóvenes de las diferentes áreas a Batavia, la capital colonial. El sistema educativo colonial ofrecía a los jóvenes indonesios unos libros de texto uniformes, unos diplomas y

Page 6: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

64 ANTROPOLOGÍA

unos certificados de enseñanza normalizados. Esto dio lugar a «un universo de experiencia coherente y autocontenido» (Anderson, 1991, pág. 121). La al-fabetización adquirida a través del sistema escolar sirvió también para pavimentar el camino hacia una única lengua nacional escrita. El indonesio se desa-rrolló como la lengua nacional a partir de una antigua lingua franca (lengua común) utilizada en el comer-cio entre las islas.

La mayoría de los países que fueron colonias no han tenido la suerte de Madagascar e Indonesia en términos de armonía étnica y de integración nacio-nal. Al crear estados multiétnicos y multitribales, el colonialismo erigió con frecuencia fronteras que apenas se correspondían con divisiones culturales preexis-tentes. Pero las instituciones coloniales también con-tribuyeron a crear nuevas «comunidades imaginadas» más allá de las naciones. Un buen ejemplo de ello es la idea de négritude desarrollada por intelectuales africanos en el África occidental francófona. La né-gritude se puede encontrar en la asociación y la ex-periencia común de jóvenes de Guinea, Mali, Costa de Marfil y Senegal en el colegio William Ponty de Dakar, Senegal (Anderson, 1991, págs. 123-124).

Aculturación y asimilación

Globalización hace referencia a la acelerada inter-dependencia de los países en un sistema mundial co-nectado económicamente y a través de los medios de comunicación de masas y de los modernos sistemas de transporte. Esta promueve la comunicación inter-cultural y la migración, poniendo en contacto directo a personas de culturas diferentes.

Este contacto provoca cambios en una o en ambas culturas. La aculturación consiste en el intercambio de rasgos culturales resultante de que los grupos es-tén en contacto directo continuado; los patrones cul-turales originales de cada uno o de ambos grupos pueden verse alterados por este contacto (Redfield, Linton y Herskovits, 1936). Solemos hablar de acul-turación cuando el contacto se produce entre naciones o culturas; algunos elementos de las culturas varían, pero cada grupo permanece distinto. Ejemplificando la aculturación tenemos los pidgins, lenguas mezcla-das que se desarrollan para facilitar la comunicación entre miembros de diferentes culturas en contacto, generalmente en situaciones de comercio o de domi-

nación colonial. El inglés pidgin, por ejemplo, es una forma simplificada de inglés que mezcla la gramática inglesa con la de lenguas nativas en diversas zonas del mundo. Se utilizó por primera vez en el comercio en los puertos chinos; más tarde, se desarrollaron len-guas similares en Melanesia, Papua-Nueva Guinea y África occidental. De modo repetido, en situaciones de contacto continuado, las culturas han intercambiado y mezclado sus lenguas, alimentos, recetas, música, bailes, vestidos, herramientas, técnicas y numerosas otras prácticas y costumbres.

Asimilación describe el proceso de cambio que puede llegar a experimentar un grupo étnico minori-tario cuando se desplaza a un país en el que domina otra cultura. Por asimilación, la minoría adopta los patrones y normas de la cultura anfitriona. Se incor-pora a la cultura dominante hasta tal punto que ya no existe una unidad cultural diferenciada. Algunos paí-ses como Brasil, son más asimiladores que otros. Ale-manes, italianos, japoneses, gentes de Oriente Medio y de Europa oriental comenzaron a emigrar a Brasil a finales del siglo xix. Estos inmigrantes se han asimi-lado en una cultura brasileña común, que tiene raíces portuguesas, africanas y nativas. Los descendientes de estos inmigrantes hablan la lengua nacional (el portugués) y participan de la cultura nacional. (Du-rante la Segunda Guerra Mundial, Brasil, que estaba del lado aliado, forzó la asimilación prohibiendo la instrucción en cualquier lengua que no fuera el por-tugués, especialmente en alemán.)

Brasil ha sido más un «crisol» de lo que lo han sido los Estados Unidos y Canadá, donde los grupos étnicos mantienen más rasgos distintivos e identidad propia. Recuerdo mi primera visita a la ciudad meri-dional brasileña de Porto Alegre, lugar de migracio-nes masivas por parte de alemanes, polacos e italianos. Haciendo una trasposición de mi cultura norteameri-cana a Porto Alegre, le pedí a mi guía que me mostra-ra los barrios étnicos de la ciudad. No supo de qué le estaba hablando. Excepto en el caso de un barrio bra-sileño-japonés en la ciudad de Sao Paulo, la idea de barrio étnico resulta extraña en Brasil.

Sociedad plural y pluralismo

La asimilación no es inevitable, y puede haber armo-nía étnica sin ella. Las distinciones étnicas pueden persistir a pesar de generaciones de contacto interét-

Page 7: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 65

nico. Mediante el estudio de tres grupos étnicos en Swat, Pakistán, Fredrik Barth (1958/1968) puso en evidencia una antigua idea de que la interacción conduce siempre a la asimilación. Mostró que los grupos étnicos pueden estar en contacto durante generaciones sin asimilarse y pueden mantener una coexistencia pacífica.

Barth (1958/1968, pág. 324) define la sociedad plural (una idea que el extrapola de Pakistán a todo el Oriente Medio) como una sociedad que combina los contrastes étnicos y la interdependencia económica. Toma prestado el término de J. S. Fumivall (1944) que fue el primero en usarlo para describir un contexto diferente, las Indias Orientales Holandesas, ahora Indonesia. El término también ha sido usado con so-ciedades caribeñas (M. G. Smith, 1965). Furnivall, al describir el colonialismo holandés, vio las sociedades plurales menos armoniosas que Barth. La sociedad plural de Furnivall estaba compuesta de tres grupos étnicos principales: los colonizadores (holandeses), los nativos dominados (indonesios) y un grupo intermedio de comerciantes y personas dedicadas a negocios a pequeña escala (inmigrantes chinos). Los grupos comparables en el Caribe eran los colonizadores europeos, los esclavos africanos y sus descendientes, y los inmigrantes asiáticos (especialmente los indios). Furnivall vio la dominación, el conflicto y la inestabilidad como rasgos inevitables de las sociedades plurales. Según él, las sociedades plurales eran creaciones de la expansión de los occidentales, cuyo resultado fue reunir a diferentes grupos étnicos en los estados coloniales y en el mercado. Pensaba que las sociedades plurales se desmoronarían cuando acabase el dominio colonial, porque la armonía entre los grupos étnicos estaba forzada políticamente y los lazos entre ellas eran sólo económicos, no apuntalados por vínculos sociales.

Barth tenía una visión más optimista de las socie-dades plurales. Consideremos su descripción del Oriente Medio (en la década de 1950): «El "entorno" de cualquier grupo étnico no sólo se define por las con-diciones naturales, sino también por la presencia y las actividades de los otros grupos étnicos de los que éste depende. Cada grupo explota sólo en parte el entorno total, y deja amplias zonas del mismo abiertas a la explotación por parte de los restantes grupos.» La interdependencia (o, al menos, la falta de competición) entre los grupos étnicos podía basarse en la realización de actividades diferentes en la mis-

ma región, o en la ocupación a largo plazo de diferentes regiones de la misma nación-estado.

Según Barth, las fronteras étnicas son más estables y permanentes cuando los grupos ocupan diferentes nichos ecológicos; es decir, cuando hacen su vida de maneras diferentes y no compiten. Idealmente, deberían depender de las actividades de los otros y del intercambio entre ellos. Cuando grupos étnicos diferentes explotan el mismo nicho ecológico, el grupo más poderoso militarmente suele sustituir al más débil. Si explotan más o menos el mismo nicho, pero el grupo más débil es más capaz de utilizar los entornos más marginales, pudiera ser que también coexistieran (Barth, 1968/1958, pág. 331). Dada la especialización en nichos, las fronteras étnicas las distinciones, y la interdependencia pueden mantenerse aunque las características culturales de cada grupo puedan cambiar. Al trasladar el enfoque analítico de las culturas individuales o grupos étnicos a las relaciones entre culturas o grupos étnicos, Barth (1958/1968 y 1969) ha hecho contribuciones importantes a los estudios étnicos.

El término sociológico pluralismo se utiliza para describir un sistema político democrático (como Bélgica, Países Bajos y Suiza) donde los grupos étnicos mayoritarios comparten el poder a través de una coali-ción de sus líderes políticos (Lijphart, 1977). Todos estos países incluyen una diversidad de lenguas (por ejemplo, en Bélgica, francés, holandés y alemán; en Suiza, alemán, francés e italiano) y variaciones históricas y culturales asociadas con las diferencias lingüísticas. Estos contrastes tienden a tener una base regional, como los que se dan en los Países Bajos entre protestantes y católicos y entre la mayoría holandesa y los frisios (que viven en el norte —Frisia— y hablan una lengua estrechamente emparentada con el inglés). Los cana-dienses, cuyo país es oficialmente bilingüe, continúan negociando la relación política entre anglo-parlantes y francófonos, quienes viven principalmente en Que-bec. Casi un número igual de canadienses proclaman sus orígenes británico (25 por 100) y francés (24 por 100). Un 16 por 100 proclama su origen en «otros lugares de Europa» y un 28 por 100 «mezclados» (The World Almanac and Book ofFacts, 1992, pág. 746).

Multiculturalismo e identidad étnica

La consideración en un país de la diversidad cultural como algo bueno y deseable se denomina multicul-

Page 8: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

66 ANTROPOLOGÍA

turalismo. El modelo multicultural es el opuesto del modelo asimilacíonista, en el que se espera que las minorías abandonen sus tradiciones y valores cultu-rales, reemplazándolos por los de la mayoría de la población. La visión multicultural fomenta la prácti-ca de las tradiciones étnico-culturales. Una sociedad multicultural socializa a sus miembros no sólo en la cultura dominante (nacional), sino también en una cultura étnica. Así, en los Estados Unidos hay millo-nes de personas que hablan inglés y otra lengua, co-men comida «norteamericana» (pastel de manzana, filetes de ternera y hamburguesas) y «étnica», y cele-bran tanto las fiestas nacionales (4 de julio, Acción de Gracias) como las étnico-religiosas y estudian tanto la historia nacional como la de su grupo étnico.

En los Estados Unidos y Canadá el multicultura-lismo tiene una importancia creciente, lo que refleja un conciencia de que el número y el tamaño de los grupos étnicos ha aumentado de forma dramática en los últimos años. Si continúa esta tendencia, la composición étnica de los Estados Unidos cambiará drásticamente (Figura 4.1).

Debido a la inmigración y al crecimiento diferen-cial de la población, los blancos han sido superados numéricamente por las minorías en muchas áreas urba-nas. Por ejemplo, de los 7.323.000 personas que vi-vían en Nueva York en 1990, el 28,7 por 100 eran negros, el 24,4 por 100 hispanos, el 7,0 por 100 asiá-ticos, el 0,4 por 100 nativos americanos y el 39,5 por 100 otras etnias, incluyendo blancos no hispanos. Las cifras comparables para Los Angeles (3.485.000 per-sonas) eran el 14,0 por 100 negros, 39,9 por 100 his-panos, 9,8 por 100 asiáticos y 35,8 por 100 blancos no hispanos (Statistical Abstract, 1991, págs. 34-35).

Una respuesta a la diversificación y conciencia étnica por parte de muchos blancos ha sido la de re-clamar identidades étnicas (italianos, albaneses, ser-bios, lituanos etc.) y apuntarse a asociaciones étnicas (clubes, pandillas). Algunos de tales grupos son nue-vos; otros han existido desde hace décadas, aunque perdieron miembros durante los años asimilacionistas entre las décadas de 1920 y 1950.

El multiculturalismo busca vías para que la gente entienda e interactúe que no se basen en la similitud,

1980 2080 Nivel anual de inmieracíón neta

0,5 millones ,0 millones D Blancos no hispanos Negros D Hispanos Asiáticos y otros

Figura 4.1. La proporción de población norteamericana blanca y no hispana decrece. Véanse dos poyecciones de la composición étnica de los Estados Unidos en el año 2080. La primera asume una tasa de inmigración anual de 500.000 personas; la segunda asume un millón de inmigrantes por año. Con cualquiera de las dos proyecciones, los segmentos hispano y asiático de la población crecen de forma dramática (mucho más que los de negros y de blancos no hispanos). (De Bouvier y Davis, 1982, pág. 40.)

Page 9: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 67

sino en el respeto a las diferencias. Hace hincapié en la interación de los grupos étnicos y en su contribución al país. Asume que cada grupo tiene algo que ofrecer y que aprender de los otros.

Vemos la evidencia del multiculturalismo a nuestro alrededor. Los estudiantes norteamericanos se encuentran habitualmente en sus clases con compañeros cuyos padres han nacido en otros países. Las mezquitas islámicas comienzan a aparecer en las ciudades norteamericanas junto a las más tradicionales sinagogas e iglesias cristianas. Para facilitar el calendario de exámenes, en los colegios norteamericanos se suele informar a los profesores acerca de las fechas de las principales fiestas de muy diversas religiones. Es fácil asistir a festivales y ferias étnicas, ver a bailarines ataviados con sus trajes étnicos en la televisión, comer comidas étnicas, incluso fuera de los restaurantes especializados, y comprar tales comidas en los supermercados. Algunas de ellas (por ejemplo, la pasta y los tacos) han llegado a ser tan familiares que su origen étnico comienza a perderse en nuestra memoria. Incluso existe un santuario popular que celebra la diversidad y la globalización: en Disney-landia y Walt Disney World puede verse y escucharse un coro de muñecos étnicamente correctos murmurar aquello de «¡qué pequeño es el mundo!». Todo esto ejemplifica la creciente tolerancia y apoyo de las comunidades étnicas en los Estados Unidos y Canadá.

Han sido varias las fuerzas que han impulsado a Norteamérica lejos del modelo asimilacionista hacia el multiculturalismo. En primer lugar, el multiculturalismo refleja el hecho de una reciente migración a gran escala, en particular procedente de los «países menos desarrollados» hacia los «desarrollados» de América del Norte y Europa Occidental. La escala global de la migración moderna introduce una variedad étnica sin parangón en los países receptores. El multiculturalismo está relacionado con la globalización: las personas utilizan medios modernos de transporte para emigrar a países cuyos estilos de vida han aprendido a través de los medios de comunicación de masas y de los turistas que en número creciente visitan los países de origen.

La migración se ve impulsada también por el rápido crecimiento de la población, junto con empleos insuficientes (tanto para personas con educación como sin educación), en los países menos desarrollados. A medida que las economías rurales tradicionales entran en declive o se mecanizan, los agricultores des-

plazados se mueven hacia las ciudades, donde, con frecuencia, ellos y sus hijos son incapaces de encontrar empleos. A medida que las personas de los países menos desarrollados adquieren un mayor nivel educativo, buscan empleos más cualificados y esperan participar de una cultura internacional de consumo que incluye comodidades modernas como los frigoríficos, los televisores y los automóviles.

Contrariamente a lo que es la creencia popular, el emigrante típico a los Estados Unidos y Canadá no es pobre y sin cualificación, sino de clase media y con un nivel de educación bastante alto. Las personas con educación emigran por razones diversas. Con frecuencia, porque no pueden encontrar empleos adecuados a su cualificación en sus países de origen (Grassmuck y Pessar, 1991). Por otro lado, tienen conocimientos suficientes como para manipular las reglamentaciones internacionales. Muchos emigrantes han sido preparados para un estilo de vida que en sus propios países sólo disfrutan unos pocos. A su llegada a América del Norte o a Europa Occidental, los inmigrantes se encuentran en democracias occidentales en las que a los ciudadanos se les permite (o se les incita) a organizarse para obtener beneficios económicos y una «distribución equitativa» de los recursos, para la influencia política y el respeto cultural. Los inmigrantes con un mayor nivel educativo suelen convertirse en organizadores políticos y en abogados particularmente efectivos del multiculturalismo.

En un mundo con niveles crecientes de emigración rural/urbana y transnacional, las identidades étnicas se utilizan de modo creciente para constituir organizaciones de auto-ayuda centradas principalmente en mejorar la competitividad económica del grupo (Williams, 1989). Las personas proclaman y expresan sus identidades étnicas por motivos políticos y económicos. El estudio de Michel Laguerre (1984) sobre los emigrantes haitianos en Nueva York muestra que no toman conscientemente la decisión de constituir un grupo étnico. Más bien, se movilizan para hacer frente a la estructura discriminatoria (racista en este caso, puesto que los haitianos suelen ser negros) de la sociedad norteamericana. La etnicidad (su común lengua criolla haitiana y su sustrato cultural) resulta una base evidente para su movilización. Entonces, la etnicidad haitiana contribuye a distinguirles de los afro-norteamericanos y de otros grupos étnicos con quienes pueden estar compitiendo por los mismos recursos y reconocimiento. Al estudiar las

Page 10: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

68 ANTROPOLOGÍA

relaciones étnicas, no basta con mirar el contenido cultural del grupo étnico. Son igualmente importantes los constreñimientos estructurales y el contexto político-económico en el que se desarrolla la diferen-ciación étnica.

Aunque los grupos étnicos suelen enfrentarse a la discriminación (véase más adelante), sus miembros no deberían ser vistos como víctimas pasivas de sistemas opresivos. Los inmigrantes tienden a ser personas especialmente dinámicas, creativas y valerosas, determinados a mejorar sus oportunidades en el moderno sistema mundial. Los grupos étnicos se movilizan para la acción política, frecuentemente con metas económicas. Sus miembros también manipulan conscientemente identidades múltiples. La elección y el propósito individuales son evidentes en la expresión cotidiana de la etnicidad.

Kathryn Woolard (1989) ha estudiado el papel de la elección de la lengua al negociar la identidad étnica en la región mediterránea española de Cataluña. Los catalanes pueden elegir entre dos lenguas. El catalán (pariente próximo del provenzal, una lengua romance hablada en el sur de Francia) es la lengua tradicional de la élite económica local. El uso del catalán recuerda la anterior autonomía catalana del estado Español y su historia de prominencia económica basada en el comercio mediterráneo. El castellano (español) llegó a ser la lengua dominante del orden legal, de las instituciones oficiales, de los sistemas educativos y de los medios de comunicación de masas. Esta es una situación inusual. Generalmente la lengua de la élite económica es también la del poder oficial. En sus vidas cotidianas la mayoría de catalanes y castellanos ven su lengua nativa como el rasgo que define su identidad étnica. Pero, como señala Woolard, tal identidad no es fija, sino que continuamente se señala y se pone de manifiesto en las interacciones cotidianas. La gente de Cataluña manipula regularmente sus identidades étnicas y lleva a cabo los debates políticos mediante el cambio de una lengua a la otra.

De modo similar, en un estudio de los árabes ye-meníes en Nueva York, Staub (1989) resalta que la etnicidad inmigrante yemení no es estática sino ad-quirida, situacional y flexible. A pesar de ello, el contenido cultural específico es también evidente: conceptos tradicionales (por ejemplo, honor y ver-güenza), poesía étnica, alimentos distintivos, dialectos, historia local y regional, clubes étnicos sociales y políticos exclusivos, eventos étnicos de carácter

político (llamados festivales) y bailes. Ellos prefieren la identidad étnica yemení a la etiqueta más general de «árabes».

Herbert Lewis (1989), un estudioso durante largo tiempo de los judíos yemeníes en Israel, enfatiza también las características culturales del grupo étnico: diferentes patrones y valores llevan a los miembros de distintos grupos a actuar de formas particulares, a tener metas diferentes y a realizar elecciones diferentes. Los judíos yemeníes son muy conscientes de cómo sus valores, actitudes y comportamientos difieren de los de sus vecinos europeos y norteafricanos en Israel.

En la América del Norte contemporánea un efecto secundario de la nueva inmigración y del surgimiento del modelo multicultural ha sido el inspirar a los antiguos grupos étnicos en el refuerzo de su identidad y en la lucha por sus derechos. Un ejemplo de ello es el éxito de los indios nativos americanos —en los Estados Unidos y Canadá— en reclamar los derechos de sus propiedades tradicionales. En Michigan y Wisconsin, los indios han utilizado los sistemas judiciales para establecer sus derechos de privilegio en la caza y la pesca, a expensas de los deportistas y de la pesca comercial. En 1992 los esquimales canadienses, o inuit, ganaron el derecho de administrar parte de su patria tradicional, a la que denominan Nunavut, «Nuestra Tierra». Serán titulares de un 20 por 100 de la tierra de Nunavut. Las luchas por los derechos de los grupos étnicos también producen perdedores. Los inuit votaron masivamente por el acuerdo de Nunan-vut, pero sus vecinos, los indios dene, se opusieron. La nueva frontera pasa a través de algunos terrenos de caza y funerarios de los dene (Farnsworth, 1992).

En medio de la globalización, gran parte del mundo, incluido todo el «Occidente democrático», está experimentando un «resurgimiento étnico». La nueva reafirmación de los grupos étnicos tradicionales se extiende a vascos y catalanes en España, bretones y corsos en Francia, galeses y escoceses en el Reino Unido, por citar sólo unos mínimos ejemplos. Los Estados Unidos y Canadá se están volviendo cada vez más multiculturales, centrándose en su diversidad interna. Se acabaron los «crisoles» («Melting pots»), cuya descripción más exacta sería la de «ensaladas» étnicas (cada ingrediente permanece distinto, aunque en el mismo recipiente, con el mismo aliño). En 1992, el alcalde de Nueva York, David Dinkins, llamó a su ciudad un «mosaico glorioso».

Page 11: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 69

Un documento del American Culture Program de la Universidad de Michigan, publicado en 1992, ofrece una buena exposición del modelo multicultural. Reconoce «la multiplicidad de culturas norteamericanas». Presenta el multiculturalismo como un nuevo enfoque a la cuestión central de los estudios norteamericanos: ¿qué significa ser norteamericano? El documento sugiere un abandono del estudio de los mitos y valores centrales y de las relaciones de las personas con ellos como norteamericanos en general, para «reconocer que "Norteamérica" incluye a gentes de diferentes comunidades, etnias e historias culturales, con diferentes puntos de vista y grados de habilitación». Tal perspectiva estimula los estudios de grupos étnicos específicos más que del país como un todo (Internal Review, documento del Program in American Culture de la Universidad de Michigan, 3/12/92).

¿Cuál es la diferencia entre multiculturalismo y pluralismo? El pluralismo es un concepto político basado en la creencia de igual poder para los grupos étnicos principales. El multiculturalismo se origina como un concepto cultural que concede un especial valor al entendimiento de todas las culturas de una sociedad, sin una agenda política específica. Sin embargo, los políticos de éxito tienen que reconocer el hecho demográfico de una creciente población étnica con derechos de sufragio y un poder creciente para influir en las elecciones. En una democracia en la que se valora el multiculturalismo, la estructura política se acabará acomodando a estos grupos.

RAICES DEL CONFLICTO ÉTNICO

La etnicidad, basada en diferencias y similitudes cul-turales percibidas en una sociedad o país, puede ex-presarse en un pluralismo y un multiculturalismo pa-cíficos, o en la discriminación o confrontación violenta interétnica. La cultura es tanto adaptante como mal-adaptante. La percepción de las diferencias cultura-les puede tener efectos desastrosos en la interacción social.

La raíces de la diferenciación étnica —y por tanto, potencialmente, del conñicto étnico—pueden ser políticas, económicas, religiosas, lingüísticas, culturales, o «raciales». Podríamos lanzar la hipótesis de que la potencialidad de conflicto étnico es proporcional al número y grado de contrastes —particularmente en situaciones de competición por recursos y poder.

¿Por qué las diferencias étnicas suelen conducir al conflicto y a la violencia? Las causas incluyen un sentido de injusticia debido a la distribución de los recursos, a la competición económica, y/o política, y la reacción a la discriminación, el prejuicio y otras expresiones de identidad amenazada o devaluada (Ryan, 1990, pág. xxvii).

Prejuicio y discriminación

El conflicto étnico suele surgir por reacción a prejuicios (actitudes y juicios) o discriminación (acción). Prejuicio significa minusvalorar (mirar por encima del hombro) a un grupo por el comportamiento, valores, capacidades o atributos que asume. Las personas están prejuiciadas cuando sostienen estereotipos sobre grupos y los aplican a los individuos. (Los estereotipos son ideas prefijadas —con frecuencia desfavorables— sobre la forma de ser de los miembros de un grupo.) La gente prejuiciada asume que los miembros del grupo actuarán como «se supone que deben actuar» (de acuerdo con el estereotipo) e interpretan una amplia gama de comportamientos individuales como evidencia del estereotipo. Utilizan estos comportamientos para confirmar su estereotipo (y su baja opinión) del grupo.

Un ejemplo norteamericano muy conocido es el del juicio en 1992, en Simi Valley, California, de cuatro agentes de policía de Los Angeles acusados de darle una paliza al conductor afro-norteamericano Rodney King. El jurado parece haber estereotipado a King como un criminal negro, y a los blancos que le apalearon como a funcionarios públicos cumpliendo con su deber. Los estereotipos de los miembros del jurado les llevaron a culpar a la víctima: Rodney King, dijeron, «tenía la iniciativa». En otras palabras, fue el causante de su propio apaleamiento. Los prejuicios de los miembros del jurado afectaron a su interpretación de la evidencia (a pesar de la admonición de un juez para que fuesen objetivos). Su veredicto fue la absolución de los agentes de la policía, lo que motivó los disturbios de Los Angeles en la primavera de 1992.

Discriminación se refiere a políticas y prácticas que dañan a un grupo y a sus miembros. Puede ser de facto (practicada, pero no legalmente decretada) o de iure (parte de la legalidad). Un ejemplo de discriminación de facto es el tratamiento más duro que las minorías norteamericanas (en comparación con otros

Page 12: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

70 ANTROPOLOGÍA

norteamericanos) suelen recibir de la policía y del sistema judicial. Este tratamiento desigual no es le-gal, pero en cualquier caso se produce. La segrega-ción en el sur de los Estados Unidos y el apartheid en Suráfrica proporcionan dos ejemplos de discriminación de iure que han dejado de existir. En los Estados Unidos la segregación de iure ha sido ilegal desde Ja década de 1950, y el sistema de apartheid fue abandonado en Suráfrica en 1991. En ambos sistemas, por ley, los blancos y los negros tenían diferentes derechos y pri-vilegios. Su interacción social («mezcla») estaba le-galmente restringida. La esclavitud, por supuesto, es la forma más extrema y coercitiva de desigualdad legalizada; se trata a las personas como propiedades.

También podemos distinguir entre discriminación actitudinal e institucional. Con la discriminación actitudinal, las personas ejercen la discriminación contra los miembros de un grupo por estar prejuicia-dos hacia ese grupo. Por ejemplo, en los Estados Unidos los miembros del Ku Klux Klan han expresado su prejuicio contra los negros, los judíos y los católicos mediante la agresión verbal, física y psicológica.

La forma más extrema de discriminación anti-ét-nica (actitudinal) es el genocidio, la eliminación deliberada de un grupo mediante el asesinato en masa. Las Naciones Unidas definen el genocidio como actos «cometidos con la intención de destruir como tal, totalmente o en parte, a un grupo nacional, étnico, racial, o religioso» (Ryan, 1990, pág. 11). Las actitudes fuertemente prejuiciadas (odio) y el genocidio resultante han sido dirigidos contra pueblos vistos como «obstáculos al progreso» (por ejemplo, los indios nativos norteamericanos) y contra personas con empleos que quiere el grupo dominante (por ejemplo, los judíos en la Alemania de Hitler, los chinos en Indonesia).

En otros ejemplos de genocidio, el ataque del dic-tador José Stalin a los grupos étnicos en la Unión Soviética les condujo a un cambio de asentamiento forzoso, a una inanición masiva y muchos fueron ase-sinados. Murieron veinte millones de personas. Los turcos masacraron a 1,8 millones de armenios duran-te la Primera Guerra Mundial. Los nazis asesinaron a 6 millones de judíos. En Burundi, en el África orien-tal, los tutsis masacraron a 200.000 hutus en 1972. Más recientemente, el gobierno indonesio empren-dió una campaña genocida contra la gente de Timor Oriental (Ryan, 1990).

Discriminación institucional hace referencia a

programas, políticas y posicionamientos institucio-nales que niegan igualdad de derechos y de oportuni-dades, o dañan diferencialmente, a miembros de gru-pos particulares. Esta forma de discriminación suele ser menos personal e intencional que la actitudinal, pero puede estar basada en una larga historia de des-igualdad que también incluye una desviación actitu-dinal. Un ejemplo de discriminación institucional es lo que Bunyan Bryant y Paul Mohai (1991, pág. 4) llaman racismo medioambiental. «El uso sistemáti-co del poder con base institucional por parte de los blancos para tomar decisiones políticas que conduci-rán a la carga desproporcionada de peligros medio-ambientales sobre las comunidades minoritarias». Así. los vertidos de residuos tóxicos tienden a localizarse en áreas con poblaciones no blancas (Williams. 19S~ i.

El racismo medioambiental es discriminatorio, pero no siempre intencionado. A veces, los residuos tóxi-cos se vierten deliberadamente en áreas en las que se considera que sus residentes no protestarán i porque son pobres, carecen de poder, están «desorganizados-. o carecen de «educación»). En otros casos, ¡os '-llo-res de las propiedades caen tras el emplazamiento de vertidos tóxicos en una zona. La gente mas rica se marcha, y los más pobres, con frecuencia minorías. vienen y sufren las consecuencias de vivir en. un en-torno peligroso.

Los afro-norteamericanos y los hispanos t:en;n un promedio menor de esperanza de vida, una rr.a-yor mortalidad infantil y tasas de asesinatos rr.a. elevadas que los blancos por razones instituíona-les. Tienen más probabilidades que los blancos oí-vivir en áreas empobrecidas, con altas tasas de cr:~t:-nalidad y acceso inadecuado a los cuidados ~¿z -eos, y a oportunidades y servicios en genera.: E.ta carencia habitual de acceso refleja una larga no-tria de discriminación, tanto actitudinal como :r._t:-_-cional.

Otro ejemplo de discriminación institución;:. . - . hecho de que los cambios sociales y economía ■: - .ta-ñan más a unos grupos que a otros. Los afro-r. :-".-amerícanos se han visto especialmente dañao:-el cambio de una economía basada en las manuta.o-ras a una de servicios y de procesado de la inoo~ .-ción. Las fábricas, donde la gente con un nivel _a_-cativo medio solía encontrar empleos bien PaOaa:-(generalmente sindicados), estaban situadas trac:. -nalmente en las ciudades. Ahora se han desplaza: . los suburbios, haciendo necesario transporte ¿:o.. -

Page 13: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 71

toso y caro para los habitantes de la ciudad, inclu-yendo a muchos afro-norteamericanos. Los empleos en los servicios que se hallan al alcance de personas con un nivel educativo similar en las áreas urbanas ofrecen retribuciones la mitad de buenas de lo que se pagaba en los antiguos empleos de manufacturación. Muchas minorías no se han beneficiado tanto de una sociedad norteamericana cambiante como lo han he-cho los grupos mayoritarios, o incluso los nuevos in-migrantes.

Cristales rotos en el mosaico

Aunque el modelo multicultural es cada vez más pro-minente en la América del Norte contemporánea, la competición y el conflicto étnicos son también más evidentes. Cada vez se habla más de conflictos entre los recién llegados, como centroamericanos y corea-nos, y los grupos étnicos establecidos hace largo tiempo, como los afro-norteamericanos. El antagonismo ét-nico estalló en South-Central Los Angeles en la pri-mavera de 1992, en los disturbios que siguieron a la absolución de los cuatro agentes de policía blancos juzgados por el apaleamiento grabado en vídeo de Rodney King.

Negros airados atacaron a blancos, coreanos e his-panos. Esta violencia expresaba la frustración de los afro-norteamericanos respecto a sus expectativas de futuro en una sociedad cada vez más multicultural. Un sondeo de New York Times/CBS News realizado el 8 de mayo de 1992, inmediatamente después de los disturbios de Los Angeles, dio como resultado que los negros tenían una visión menos prometedora que los blancos acerca de la influencia de la inmigración en sus vidas. Sólo el 23 por 100 de los blancos pensa-ba que tenía más oportunidades que los inmigrantes recientes, frente a un porcentaje de blancos que do-blaba esa cifra (Toner, 1992).

South-Central Los Angeles, donde tuvieron lugar la mayoría de los disturbios, es un área étnicamente mezclada, que había sido mayoritariamente afro-nor-teamericana. A medida que los negros se fueron mar-chando, hubo un flujo continuado de latinoamerica-nos (mexicanos y centroamericanos, principalmente inmigrantes recientes e ilegales). La población his-pana de South-Central Los Angeles creció en un 119 por 100 en una década, a medida que descendía el número de negros en un 17 por 100. En 1992 el ba-

rrio había llegado a ser 45 por 100 hispano y 48 por 100 negro. Muchos de los propietarios de tiendas en South-Central Los Angeles son emigrantes coreanos.

Las tiendas coreanas fueron duramente atacadas durante los disturbios de 1992, y más de un tercio de los negocios destruidos eran propiedad de hispanos. Un tercio de los fallecidos en estos disturbios tam-bién eran hispanos. Estos inmigrantes, en su mayoría recientes, carecían de una profunda raigambre en el barrio y, en tanto que hispanoparlantes, se enfrenta-ban a barreras lingüísticas (Newman, 1992). Tam-bién eran muchos los coreanos que tenían problemas con el inglés.

Los coreanos entrevistados en el programa de la cadena ABC Nightline el 6 de mayo de 1992 recono-cían que los negros estaban resentidos con ellos y que les consideraban poco amistosos. Un hombre ex-plicaba: «Sonreír no forma parte de nuestra cultura; en Asia a los que sonríen se les considera idiotas» (él mismo eligió el término con indecisión). Los afro-norteamericanos entrevistados en el mismo programa se quejaron de lo poco amistosos que eran los coreanos: «Se meten en nuestros barrios y nos tratan como basura».

Estos comentarios sugieren un defecto de la pers-pectiva multicultural: los grupos étnicos (en este caso negros) esperan que los restantes grupos étnicos de la misma nación-estado asimilen en alguna medida una cultura (nacional) compartida. Los comentarios de los afro-norteamericanos invocaban un sistema norteamericano general de valores que incluye la apertura amistosa, el respeto mutuo, la participación comunitaria y el «juego limpio». Los negros de Los Angeles quieren que sus vecinos coreanos actúen más como en general lo hacen los norteamericanos, y como buenos vecinos. Asumen que quienes se benefician de una comunidad deben devolver algo a cambio.

Cualquiera que sea su sustrato étnico, las perso-nas no pueden esperar vivir socialmente aisladas de las comunidades de las que derivan sus medios de vida. Tienen que dar los pasos para adaptarse. Algu-nos afro-norteamericanos, entrevistados conjuntamente con unos cuantos coreanos por la cadena ABC, les dijeron a los propietarios de las tiendas que podían mejorar sus relaciones en el barrio contratando una o dos personas locales. Los coreanos dijeron que no podían permitirse contratar a personas que no fueran parientes.

Los inmigrantes asiáticos, incluidos los coreanos

Page 14: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

72 ANTROPOLOGÍA

EL NACIONALISMO ÉTNICO SE DESBOCA

La República Federal Socialista de Yu-goslavia, aunque comunista, era un país no alineado fuera de la Unión So-viética. Pero al igual que la U.R.S.S., Yugoslavia se descompuso, principal-mente por motivos étnicos y religiosos, a principios de la década de 1990. Entre las nacionalidades de Yugoslavia ha-bía católicos romanos croatas, serbios ortodoxos orientales, musulmanes es-lavos y albaneses étnicos. Poniendo como motivo diferencias étnicas y re-ligiosas, varias repúblicas se desliga-ron de Yugoslavia entre 1991 y 1992. Estas incluían Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina (véase mapa). De Yugoslavia, con su capital Belgrado, sólo quedaron en 1992 Serbia y Mon-tenegro, con los serbios como el gru-po étnico dominante.

En Yugoslavia, la diferenciación étnica se basaba en la religión, la cul-tura y la historia política y militar, más que en la raza o la lengua. El ser-bo-croata es una lengua sureslava hablada (con variaciones dialectales) por serbios, croatas y eslavos musul-manes. Pero croatas y serbios utilizan alfabetos diferentes. Los croatas han adoptado nuestro alfabeto romano, pero los serbios utilizan el cirílico, que comparten con Rusia y Bulgaria. Los dos alfabetos contribuyen a promo-ver la diferenciación étnica y el na-cionalismo. Serbios y croatas que comparten el discurso, se hallan divi-

La antigua Yugoslavia, aunque comunista, era un país no alineado, pero, al igual que la U.R.S.S., se desintegró a principios de 1990. Las porciones separadas incluían Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina. De la antigua Yugoslavia, con su capital Belgrado, en 1992, sólo permanecían Serbia, Montenegro y Kosovo.

didos por la escritura —por la literatura, la prensa escrita y los manifiestos políticos. A través de la letra im-

suelen ser considerados una «minoría modélica» debido al éxito económico y educativo que muchos de ellos obtienen en América del Norte. Una de las formas en las que los coreanos han tenido éxito económico en ciudades como Nueva York y Los Angeles es a través de la empresa familiar. Los miembros de la familia trabajan juntos en pequeñas tiendas de frutas y verduras, como las de South-Central Los Ange-

les, compartiendo el trabajo y los beneficios. La cultura coreana enfatiza también el valor de la educación; los niños, supervisados y empujados por sus padres, estudian duro para obtener buenos resultados en el colegio. En una sociedad cuya economía está cambiando de la manufactura hacia los servicios especializados y el procesado de la información, los buenos empleos exigen una educación superior. Los

AUSTRIA

ADIÍIAIIC

presa (al igual que la religión) que une a unos pueblos mientras que los separa de otros, los serbios y croa-

Page 15: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 73

tas alfabetizados pertenecen a comuni-dades imaginadas diferentes (Ander-son, 1991).

Los yugoslavos serbios reaccionaron violentamente —con una intervención militar— tras una votación en febrero de 1992 para la independencia de Bosnia-Herzegovina, cuya población es serbia en un 30 por 100. Los nacionalistas serbios (tanto de Bosnia como de Yugoslavia) iniciaron una política, en la secesionista Bosnia-Her-zegovina, de expulsión por la fuerza —«purificación étnica»— contra los croatas, pero sobre todo contra los es-lavos musulmanes. Las Naciones Unidas aplicaron sanciones a los Serbios, que controlaban el ejército nacional, tras haber dado éstos su apoyo a los serbios bosnios en una campaña de «limpieza étnica» que recordaba la política de Adolfo Hitler.

Las milicias serbias, apoyadas por el ejército yugoslavo, rodearon a los musulmanes, mataron a grupos de ellos y quemaron y saquearon sus hogares. Millares de eslavos huyeron. Cientos de miles de musulmanes se convirtieron en refugiados involuntarios acogidos en tiendas de campaña, gimnasios escolares y parques. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la campaña serbia en Bosnia provocó la peor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Los serbios buscaban acabar con la coexistencia interétnica que el so-cialismo yugoslavo había promovido. También querían vengar afrentas his-tóricas de los musulmanes y croatas. En el siglo xv los musulmanes turcos (del Imperio Otomano) habían derrotado al gobernante medieval serbio, perseguido a los serbios, y —con el tiempo— convirtieron al islam a mucha gente local durante los siglos de dominio de esta área. Los serbios bosnios todavía están resentidos con todos los musulmanes —incluidos los conversos, los antepasados de los musulmanes eslavos— por la conquista turca.

En 1992 los serbios bosnios decían estar luchando para resistirse al nuevo gobierno de Bosnia-Herzegovina, dominado por los musulmanes. Temían que una política de fundamentalismo islámico (como la de Irán) pudiera ame-nazar a la Iglesia Ortodoxa serbia y a otras expresiones de su identidad. La meta serbia era dividir Bosnia-Herze-govina en términos étnicos y reclamaban para sí dos tercios del territorio.

Los serbios también buscan ven-ganza contra los croatas por arrestos, deportaciones y ejecuciones de serbios por parte de los fascistas croatas durante la Segunda Guerra Mundial. Una in-tención declarada de la purificación étnica era asegurarse de que los serbios nunca volverían a ser dominados por otros grupos étnicos (Burns, 1992a).

Los eslavos musulmanes y los croa-tas también forzaron deportaciones en otras áreas separatistas de Yugoslavia, pero la campaña serbia fue la más amplia y sistemática. A mediados de 1992, con el apoyo militar de Croacia, los croatas bosnios (siguiendo el ejemplo serbio) habían declarado su propia mi-nirepública separada en las proximi-dades de Croacia. Con los eslavos mu-sulmanes atrapados en medio y con la capital de Bosnia, la ciudad multiétnica de Sarajevo, amenazada, el conflicto estaba por resolverse a la hora de escribir estas líneas.

¿Cómo podemos explicar el conflicto étnico de Bosnia y el descontrol de su nacionalismo? Según Frederik Barth (1969), las diferencias étnicas son más seguras y duraderas allí donde los grupos ocupan diferentes nichos ecológicos: obtienen sus medios de vida de modos o lugares diferentes y no compiten. De acuerdo con su punto de vista, la coexistencia pacífica es más probable cuando los grupos étnicos son mutuamente dependientes. En Bosnia-Herzegovina, serbios, croatas y eslavos musulmanes estaban más mezclados que en ninguna otra de las antiguas repúblicas de Yugoslavia (Burns, 1992/). Las fronteras entre estos tres grupos pudieron no haber sido los suficientemente claras como para mantenerlos juntos mediante su separación.

valores y sistemas de apoyo de la familia asiática empujan a los niños a estudiar y a trabajar duro, teniendo en mente tales carreras.

Estos valores encajan también con ciertos ideales generales norteamericanos. El trabajo y el logro son valores norteamericanos a los que invocaban los corea-no-norteamericanos entrevistados para explicar su comportamiento. (La solidaridad familiar es también

un valor general norteamericano, pero el significado específico de «familia» varía de un grupo a otro.) Los coreanos también pensaban que no podían alcanzar el éxito financiero si tenían que contratar a personas no parientes.

La pregunta clave es si tales grupos pueden prosperar en áreas multiétnicas empobrecidas como South-Central Los Angeles si no intentan mejorar su inte-

Page 16: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

74 ANTROPOLOGÍA

gración en las comunidades anfítrionas. Proporcionar un servicio económico no es suficiente. Sin esfuerzos destinados a ganarse la aceptación social, los tenderos (sea cual sea el grupo étnico de pertenencia) continuarán encarando saqueos, boicoteos y otros mecanismos niveladores. Este término se refiere a las costumbres o acciones sociales que funcionan para reducir diferencias de riqueza y poner en su sitio a aquellos que se salen de la línea marcada por las normas de la comunidad. Los mecanismos niveladores emergen cuando hay una expectativa de solidaridad comunitaria y de similitud económica—especialmente de pobreza compartida— y algunas personas se benefician más que, o a expensas de, otras.

Los mecanismos de nivelación tienden a desanimar a la gente a superar a sus iguales —castigando a aquellos que lo hacen, empujándolos de nuevo al nivel común. Según Max Weber (1904/1958), tales mecanismos eran frecuentes en las comunidades campesinas europeas antes de la llegada del capitalismo. Los campesinos, creía Weber, trabajaban lo justo para satisfacer sus necesidades inmediatas y luego paraban, desconfiando de la gente que innecesariamente trabajaba más que el resto. El individualismo asociado con el capitalismo tenía que remontar el colectivismo de la comunidad campesina, en la que el cotilleo y otras presiones sociales volvían a poner en su sitio a los que sobresalían.

El antropólogo George Foster (1965) enfatiza la importancia de los mecanismos niveladores en las sociedades campesinas «clásicas» de todo el mundo. Según él, los campesinos tienen una «imagen de bienes limitados» por la que consideran que todas las cosas valiosas son finitas. Ven la cantidad total de salud, riqueza, honor o éxito alcanzable por los miembros de la comunidad como algo limitado. Así, una persona sólo puede sobresalir a expensas de otras. A menos que la buena suerte proceda claramente del exterior (por ejemplo, trabajo asalariado fuera de la comunidad o una lotería), y a menos que los frutos del éxito sean compartidos con otros, las personas con éxito se enfrentan al ostracismo a través de los mecanismos de nivelación que incluyen el cotilleo, la evitación, los insultos y el ataque físico.

Los mecanismos de nivelación se encuentran no sólo en las comunidades campesinas, sino también en muchas otras sociedades estudiadas por los antropólogos. Los disturbios de 1992 en Los Angeles ponen de manifiesto que los mecanismos niveladores

continúan operando en la Norteamérica urbana, es-tratificada y multiétnica.

Secuelas de la opresión

También alimentan el conflicto étnico formas de dis-criminación como la asimilación forzosa, el etnoci-dio y el colonialismo cultural. Un grupo dominante puede intentar destruir las culturas de ciertos grupos étnicos (etnocidio) o forzarlos a adoptar la cultura dominante (asimilación forzosa). Muchos países han penalizado o prohibido la lengua y las costumbres de un grupo étnico (incluida su observancia religiosa). Un ejemplo de asimilación forzosa es la campaña antivasca lanzada en España por el dictador Francisco Franco (que gobernó entre 1939 y 1975). Franco prohibió los libros, periódicos, revistas, señales, sermones y lápidas en vasco, e impuso multas por el uso de esta lengua (euskera) en las escuelas. Su política condujo a la formación de un grupo terrorista vasco y espoleó un fuerte sentimiento nacionalista en el País Vasco (Ryan, 1990).

La resistencia a la asimilación forzosa puede cul-minar en una política de expulsión, como ilustra el caso de Bulgaria. En 1984 se sometió a una campaña de bulgarización a una minoría islámica turcoparlan-te que representaba al 10 por 100 de la población del país. Esto implicó el cierre de las mezquitas, prohibiciones de hablar turco, de utilizar vestidos étnicos, la impresión e importación del Corán, los funerales islámicos y la circuncisión (Ryan, 1990, pág. 7). Cuando los turcos se resistieron a estas medidas, el gobierno comenzó a confiscar sus tierras y expulsó a sus líderes.

Una política de expulsión puede crear refugiados —personas que han sido forzadas (involuntarios) o que han escogido (voluntarios) salir de un país para escapar a la persecución o a la guerra. Por ejemplo, los refugiados palestinos se desplazaron a campos en Egipto, Jordania y Líbano tras las guerras entre árabes e israelíes de 1948 y 1967 (Ryan, 1990).

El colonialismo, otra forma de opresión, consiste en el dominio político, social, económico y cultural de un territorio y de sus gentes por una potencia extranjera durante un tiempo prolongado (Bell, 1981). Los imperios coloniales francés y británico son ejemplos familiares de colonialismo, pero puede extenderse el término al antiguo imperio soviético, antaño conocido como «el Segundo Mundo».

Page 17: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETNICIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 75

Utilizar las etiquetas «Primer Mundo», «Segundo Mundo» y «Tercer Mundo» es una forma habitual de categorizar naciones que vamos a explicar a conti-nuación. El Primer Mundo se refiere al «Occidente democrático» —concebido tradicionalmente en opo-sición a un «Segundo Mundo» gobernado por el «co-munismo». El Primer Mundo incluye Canadá, los Estados Unidos, Europa Occidental, Japón, Australia y Nueva Zelanda. El Segundo Mundo lo constituyen los países del Pacto de Varsovia, incluida la antigua Unión Soviética, los países socialistas y aquellos que hasta hace poco lo fueron de Europa Oriental y Asia. Siguiendo con esta clasificación, los «países menos desarrollados» constituyen el Tercer Mundo. Algunos distinguen incluso un Cuarto Mundo integrado por los países más pobres de la tierra. Este uso distinguiría, por ejemplo, entre Bangladesh (Cuarto Mundo) e India (Tercer Mundo).

Las fronteras impuestas por el colonialismo (desde el Segundo hasta el Cuarto Mundo) no solían basarse en, y con frecuencia no reflejaban, unidades culturales preexistentes. En muchos países, la construcción colonial de una nación dejó tras de sí una estela de luchas étnicas. Así, más de un millón de hindúes y musulmanes resultaron muertos por la violencia que acompañó a la división del subcontinente

indio entre India y Pakistán. Los problemas entre árabes y judíos comenzaron en Palestina durante el periodo del mandato británico. Los conflictos étnicos en los países menos desarrollados han proliferado desde principios de la década de 1960, cuando la descolonización alcanzó su cénit. Ha habido amargos conflictos étnicos en Zaire, Nigeria, Bangladesh, Sudán, India, Sri Lanka, Iraq, Etiopía, Uganda, Ruanda, Burundi, Líbano y Chipre. Sólo unos pocos se han resuelto.

Al igual que los otros poderes coloniales, la Unión Soviética suprimió políticamente la expresión étnica, incluyendo el conflicto potencial y real, durante décadas. El multiculturalismo puede estar creciendo en los Estados Unidos y Canadá, pero en el Segundo Mundo en desintegración está sucediendo lo contrario. Allí, los grupos étnicos (nacionalidades) quieren sus propias naciones-estado. El florecimiento del sentimiento y del conflicto étnicos a medida que se desintegra el imperio soviético ilustra que los años de represión política y la ideología proporcionan una «base común» insuficiente para una unidad duradera.

El colonialismo cultural se refiere a la dominación interna —por parte de un grupo y su cultura/ ideología sobre otros. Un ejemplo es el dominio ejercido sobre el antiguo imperio soviético por las

.

Page 18: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

76 ANTROPOLOGÍA

gentes, la lengua y la cultura rusas y la ideología co-munista. La cultura dominante se convierte en la cultura oficial, lo que se refleja en las escuelas, los medios de comunicación de masas y la interacción pública. Bajo el gobierno soviético, las minorías étnicas tuvieron un autogobierno muy limitado en las regiones y repúblicas controladas por Moscú. Todas las repúblicas y sus gentes tenían que estar unidas por la unicidad del «internacionalismo socialista».

Una técnica común del colonialismo cultural es inundar las áreas étnicas con miembros del grupo étnico dominante. Así, en la antigua Unión Soviética, se enviaron colonos rusos a muchas áreas, como Ta-jikistán (Figura 4.2), para disminuir la cohesión y la influencia de la gente local. Tajikistán es un estado pequeño y pobre (y antigua república soviética) en Asia central, próximo a Afganistán, con 5,1 millones de habitantes, la mayoría musulmanes. Hoy, el islam, en tanto que forma alternativa de ordenar la vida social y espiritual, está reemplazando a la ideología del comunismo soviético. Esto sucede tras más de setenta años de ateismo oficial y de supresión de la religión. El imperio soviético limitó la enseñanza y seguimiento del islam, reconvirtiendo y destruyendo

GLOSARIO

mezquitas, desaconsejando la práctica religiosa por parte de los jóvenes, pero permitiéndola a los más mayores. A pesar de ello, el islam se enseñaba en casa, en torno a la mesa de la cocina, por lo que se le ha llamado «islam de cocina».

Ahora, a medida que los rusos abandonan Tajikistán, la fuerza de la cultura y de la lengua rusas está en retroceso mientras crece la influencia islámica. Las mujeres han comenzado a cubrir sus brazos, piernas y cabellos. Más y más personas hablan y rezan en tajik, una lengua emparentada con el persa que se habla en Irán (Erlanger, 1992).

«La Comunidad de Estados Independientes» es todo lo que queda de la Unión Soviética. En este grupo de países nuevos, grupos étnicos (nacionalidades) como los tajiks buscan el establecimiento de naciones-estado separadas y viables basadas en fronteras culturales. Esta celebración de autonomía étnica es una reacción comprensible a los años de supresión de la diversidad histórica, nacional, lingüística, étnica, cultural y religiosa por parte de la Unión Soviética. Es parte de un florecimiento étnico que —al igual que la globalización y el transnacionalismo— es una de las tendencias de finales del siglo xx.

aculturación. El intercambio de rasgos culturales resul-tante de que los grupos estén en continuo contacto directo; los patrones culturales originales de cada uno o de ambos grupos pueden verse alterados, pero los grupos se mantie-nen diferentes. asimilación. El proceso de cambio que puede experimentar un grupo minoritario cuando se desplaza a un país donde hay otra cultura dominante; la minoría es incorporada a la cultura dominante hasta tal punto que ya no existe una unidad cultural separada. asimilación forzosa. Uso de la fuerza por parte de un grupo dominante para obligar a una minoría a que adopte la cultura dominante, por ejemplo, penalizando o prohi-biendo la lengua y las costumbres de un grupo étnico. colonialismo. La dominación política, social, económica y cultural de un territorio y de sus gentes por una potencia extranjera por un periodo prolongado. colonialismo cultural. Dominación interna, por un gru-po y su cultura/ideología sobre otros, por ejemplo, la do-minación rusa en la antigua Unión Soviética.

Cuarto Mundo. Los más pobres de los países menos desarrollados, por ejemplo, Madagascar, Bangladesh.

discriminación. Políticas y prácticas que dañan a un grupo y a sus miembros.

discriminación actitudinal. Discriminación contra los miembros de un grupo por prejuicio hacia el grupo.

discriminación institucional. Programas, políticas y posicionamientos que niegan la igualdad de derechos y de oportunidades, o dañan diferencialmente a miembros de grupos particulares.

estado. Una unidad política, un gobierno, independiente y con una organización centralizada.

estereotipo. Ideas prefijadas —con frecuencia desfa-vorables— sobre la forma de ser de los individuos de un grupo.

etnicidad. Identificación con, y sentirse parte de, un grupo étnico y exclusión de ciertos otros grupos debido a esta afiliación.

Page 19: 115500656 Kottak Etnicidad y Relaciones Interetnicas

ETN1CIDAD Y RELACIONES ÉTNICAS 77

etnocidio. Destrucción por parte de un grupo dominante de la cultura de un grupo étnico.

expulsión étnica. Política destinada a la remoción de un país de grupos culturalmente diferentes.

genocidio. Eliminación deliberada de un grupo mediante el asesinato en masa.

globalización. La cada vez más acelerada interdependencia de las naciones en un sistema mundial económicamente conectado, así como a través de los medios de comunicación de masas y los sistemas modernos de transporte. grupo étnico. Grupo que se distingue por sus similitudes culturales (compartidas entre sus miembros) y por sus diferencias (con respecto a otros grupos); los miembros del grupo étnico comparten creencias, valores, hábitos, costumbres y normas y una lengua, religión, historia, geografía, parentesco y/o raza comunes. grupos mayoritarios. Grupos en posición de superioridad, dominantes o que tienen el control en una jerarquía sociopolítica.

grupos minoritarios. Grupos subordinados en una jerarquía sociopolítica, con menos poder y menor seguridad de acceso a los recursos que los grupos mayoritarios. mecanismos de nivelación. Costumbres y acciones sociales que funcionan para reducir las diferencias de riqueza, y poner así en su sitio a aquellos que se salen de las líneas marcadas por las normas de la comunidad.

multiculturalismo. La visión de la diversidad cultural de un país como algo bueno y deseable; una sociedad multicultural socializa a los individuos no sólo en la cultura dominante (nacional), sino también en una cultura étnica.

nación. Fue sinónimo de «grupo étnico», designando a una única cultura que compartía lengua, religión, historia, territorio, antepasados y parentesco; ahora suele ser sinónimo de «estado» o «nación-estado». nacionalidades. Grupos étnicos que una vez tuvieron, o desean tener o recuperar, un status político autónomo (su propio país). nación-estado. Entidad política autónoma; un país como España o Francia. négritude. Identidad africana desarrollada por intelectuales africanos en el África occidental francófona. pidgins. Lenguas mezcladas que se desarrollan para fa-

cilitar la comunicación entre miembros de diferentes culturas en contacto, generalmente en situaciones de comercio o de dominio colonial. pluralismo. Término sociológico utilizado para describir un sistema político democrático en el que los grupos étnicos mayoritarios comparten el poder mediante una coalición de sus líderes políticos. prejuicio. Minusvalorar (mirar por encima del hombro) a un grupo debido a su comportamiento, valores, capacidades o actitudes asumidos. Primer Mundo. El «Occidente democrático», tradicio-nalmente concebido en oposición a un «Segundo Mundo» gobernado por el «comunismo». racismo. Discriminación contra un grupo étnico del que se asume que tiene una base biológica. racismo medioambiental. El uso sistemático del poder institucional por parte de un grupo mayoritario para tomar decisiones políticas que generen peligros medioambientales desproporcionados a comunidades minoritarias. raza. Un grupo étnico del que se asume que tiene una base biológica. refugiados. Personas que han sido forzadas (involuntarios) o que han elegido (voluntarios) salir de un país para escapar a la persecución o la guerra.

Segundo Mundo. Los países del Pacto de Varsovia, incluida la antigua Unión Soviética, los países socialistas y los que una vez lo fueron de Europa Oriental y Asia. sociedad plural. Una sociedad que combina los contrastes étnicos y la interdependencia económica de los grupos étnicos. status. Cualquier posición que determina el lugar que alguien ocupa en la sociedad; puede ser adquirido o adscrito. status adquirido. Status social que se alcanza mediante talentos, acciones, esfuerzos, actividades y logros, más que por adscripción. status adscrito. Status social (por ejemplo, raza o género) que la gente tiene poca o ninguna capacidad de elegir. Tercer Mundo. Los países menos desarrollados; utilizado en combinación con «Cuarto Mundo», hace referencia a los más ricos de ellos (por ejemplo, Brasil, India) frente a los más pobres (Bangladesh, Madagascar).