030 ezequiel

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  • 1. EZEQUIEL Captulo 1 La visin de la gloria divina 1:1 Aconteci en el ao treinta, en el mes cuarto, a los cinco das del mes, que estando yo en medio de los cautivos junto al ro Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios. 1:2 En el quinto ao de la deportacin del rey Joaqun, a los cinco das del mes, 1:3 vino palabra de Jehov al sacerdote Ezequiel hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al ro Quebar; vino all sobre l la mano de Jehov. 1:4 Y mir, y he aqu vena del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de l un resplandor, y en medio del fuego algo que pareca como bronce refulgente, 1:5 y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes. Y esta era su apariencia: haba en ellos semejanza de hombre. 1:6 Cada uno tena cuatro caras y cuatro alas. 1:7 Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruido. 1:8 Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenan manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados. 1:9 Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvan cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante. 1:10 Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de len al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo haba en los cuatro cara de guila. 1:11 As eran sus caras. Y tenan sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubran sus cuerpos. 1:12 Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espritu les mova que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvan. 1:13 Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visin de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandeca, y del fuego salan relmpagos. 1:14 Y los seres vivientes corran y volvan a semejanza de relmpagos. 1:15 Mientras yo miraba los seres vivientes, he aqu una rueda sobre la tierra junto a los seres vivientes, a los cuatro lados. 1:16 El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crislito. Y las cuatro tenan una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda. 1:17 Cuando andaban, se movan hacia sus cuatro costados; no se volvan cuando andaban. 1:18 Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro. 1:19 Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. 1:20 Hacia donde el espritu les mova que anduviesen, andaban; hacia donde les mova el espritu que anduviesen, las ruedas tambin se levantaban tras ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. 1:21 Cuando ellos andaban, andaban ellas, y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. 1:22 Y sobre las cabezas de los seres vivientes apareca una expansin a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. 1:23 Y debajo de la expansin las alas de ellos estaban derechas, extendindose la una hacia la otra; y cada uno tena dos alas que cubran su cuerpo. 1:24 Y o el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como el ruido de un ejrcito. Cuando se paraban, bajaban sus alas. 1:1:25 Y cuando se paraban y bajaban sus alas, se oa una voz de arriba de la expansin que haba sobre sus cabezas. 1:26 Y sobre la expansin que haba sobre sus cabezas se vea la figura de un trono que pareca de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono haba una

2. semejanza que pareca de hombre sentado sobre l. 1:27 Y vi apariencia como de bronce refulgente, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que pareca como fuego, y que tena resplandor alrededor. 1:28 Como parece el arco iris que est en las nubes el da que llueve, as era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visin de la semejanza de la gloria de Jehov. Y cuando yo la vi, me postr sobre mi rostro, y o la voz de uno que hablaba. Captulo 2 Llamamiento de Ezequiel 2:1 Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablar contigo. 2:2 Y luego que me habl, entr el Espritu en m y me afirm sobre mis pies, y o al que me hablaba. 2:3 Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envo a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra m; ellos y sus padres se han rebelado contra m hasta este mismo da. 2:4 Yo, pues, te envo a hijos de duro rostro y de empedernido corazn; y les dirs: As ha dicho Jehov el Seor. 2:5 Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocern que hubo profeta entre ellos. 2:6 Y t, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde. 2:7 Les hablars, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes. 2:8 Mas t, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy. 2:9 Y mir, y he aqu una mano extendida hacia m, y en ella haba un rollo de libro. 2:10 Y lo extendi delante de m, y estaba escrito por delante y por detrs; y haba escritas en l endechas y lamentaciones y ayes. Captulo 3 3:1 Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y ve y habla a la casa de Israel. 3:2 Y abr mi boca, y me hizo comer aquel rollo. 3:3 Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entraas de este rollo que yo te doy. Y lo com, y fue en mi boca dulce como miel. 3:4 Luego me dijo: Hijo de hombre, ve y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras. 3:5 Porque no eres enviado a pueblo de habla profunda ni de lengua difcil, sino a la casa de Israel. 3:6 No a muchos pueblos de habla profunda ni de lengua difcil, cuyas palabras no entiendas; y si a ellos te enviara, ellos te oyeran. 3:7 Mas la casa de Israel no te querr or, porque no me quiere or a m; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazn. 3:8 He aqu yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra sus frentes. 3:9 Como diamante, ms fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde. 3:10 Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazn todas mis palabras que yo te hablar, y oye con tus odos. 3:11 Y ve y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y hblales y diles: As ha dicho Jehov el Seor; escuchen, o dejen de escuchar. 3:12 Y me levant el Espritu, y o detrs de m una voz de gran estruendo, que deca: Bendita sea la gloria de Jehov desde su lugar. 3:13 O tambin el sonido de las alas de los seres vivientes que se juntaban la una con la otra, y el sonido de las ruedas delante de ellos, y sonido de gran estruendo. 3:14 Me levant, pues, el Espritu, y me tom; y fui en amargura, en la indignacin de mi espritu, pero la mano de Jehov era fuerte sobre m. 3. 3:15 Y vine a los cautivos en Tel-abib, que moraban junto al ro Quebar, y me sent donde ellos estaban sentados, y all permanec siete das atnito entre ellos. El atalaya de Israel (Ez. 33.1-9) 3:16 Y aconteci que al cabo de los siete das vino a m palabra de Jehov, diciendo: 3:17 Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirs, pues, t la palabra de mi boca, y los amonestars de mi parte. 3:18 Cuando yo dijere al impo: De cierto morirs; y t no le amonestares ni le hablares, para que el impo sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impo morir por su maldad, pero su sangre demandar de tu mano. 3:19 Pero si t amonestares al impo, y l no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, l morir por su maldad, pero t habrs librado tu alma. 3:20 Si el justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo delante de l, l morir, porque t no le amonestaste; en su pecado morir, y sus justicias que haba hecho no vendrn en memoria; pero su sangre demandar de tu mano. 3:21 Pero si al justo amonestares para que no peque, y no pecare, de cierto vivir, porque fue amonestado; y t habrs librado tu alma. El profeta mudo 3:22 Vino all la mano de Jehov sobre m, y me dijo: Levntate, y sal al campo, y all hablar contigo. 3:23 Y me levant y sal al campo; y he aqu que all estaba la gloria de Jehov, como la gloria que haba visto junto al ro Quebar; y me postr sobre mi rostro. 3:24 Entonces entr el Espritu en m y me afirm sobre mis pies, y me habl, y me dijo: Entra, y encirrate dentro de tu casa. 3:25 Y t, oh hijo de hombre, he aqu que pondrn sobre ti cuerdas, y con ellas te ligarn, y no saldrs entre ellos. 3:26 Y har que se pegue tu lengua a tu paladar, y estars mudo, y no sers a ellos varn que reprende; porque son casa rebelde. 3:27 Mas cuando yo te hubiere hablado, abrir tu boca, y les dirs: As ha dicho Jehov el Seor: El que oye, oiga; y el que no quiera or, no oiga; porque casa rebelde son. Captulo 4 Prediccin del sitio de Jerusaln 4:1 T, hijo de hombre, tmate un adobe, y ponlo delante de ti, y disea sobre l la ciudad de Jerusaln. 4:2 Y pondrs contra ella sitio, y edificars contra ella fortaleza, y sacars contra ella baluarte, y pondrs delante de ella campamento, y colocars contra ella arietes alrededor. 4:3 Tmate tambin una plancha de hierro, y ponla en lugar de muro de hierro entre ti y la ciudad; afirmars luego tu rostro contra ella, y ser en lugar de cerco, y la sitiars. Es seal a la casa de Israel. 4:4 Y t te acostars sobre tu lado izquierdo y pondrs sobre l la maldad de la casa de Israel. El nmero de los das que duermas sobre l, llevars sobre ti la maldad de ellos. 4:5 Yo te he dado los aos de su maldad por el nmero de los das, trescientos noventa das; y as llevars t la maldad de la casa de Israel. 4:6 Cumplidos stos, te acostars sobre tu lado derecho segunda vez, y llevars la maldad de la casa de Jud cuarenta das; da por ao, da por ao te lo he dado. 4:7 Al asedio de Jerusaln afirmars tu rostro, y descubierto tu brazo, profetizars contra ella. 4:8 Y he aqu he puesto sobre ti ataduras, y no te volvers de un lado a otro, hasta que hayas cumplido los das de tu asedio. 4:9 Y t toma para ti trigo, cebada, habas, lentejas, millo y avena, y ponlos en 4. una vasija, y hazte pan de ellos el nmero de los das que te acuestes sobre tu lado; trescientos noventa das comers de l. 4:10 La comida que comers ser de peso de veinte siclos al da; de tiempo en tiempo la comers. 4:11 Y bebers el agua por medida, la sexta parte de un hin; de tiempo en tiempo la bebers. 4:12 Y comers pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocers a vista de ellos al fuego de excremento humano. 4:13 Y dijo Jehov: As comern los hijos de Israel su pan inmundo, entre las naciones a donde los arrojar yo. 4:14 Y dije: Ah, Seor Jehov! he aqu que mi alma no es inmunda, ni nunca desde mi juventud hasta este tiempo com cosa mortecina ni despedazada, ni nunca en mi boca entr carne inmunda. 4:15 Y me respondi: He aqu te permito usar estircol de bueyes en lugar de excremento humano para cocer tu pan. 4:16 Me dijo luego: Hijo de hombre, he aqu quebrantar el sustento del pan en Jerusaln; y comern el pan por peso y con angustia, y bebern el agua por medida y con espanto, 4:17 para que al faltarles el pan y el agua, se miren unos a otros con espanto, y se consuman en su maldad. Captulo 5 5:1 Y t, hijo de hombre, tmate un cuchillo agudo, toma una navaja de barbero, y hazla pasar sobre tu cabeza y tu barba; toma despus una balanza de pesar y divide los cabellos. 5:2 Una tercera parte quemars a fuego en medio de la ciudad, cuando se cumplan los das del asedio; y tomars una tercera parte y la cortars con espada alrededor de la ciudad; y una tercera parte esparcirs al viento, y yo desenvainar espada en pos de ellos. 5:3 Tomars tambin de all unos pocos en nmero, y los atars en la falda de tu manto. 5:4 Y tomars otra vez de ellos, y los echars en medio del fuego, y en el fuego los quemars; de all saldr el fuego a toda la casa de Israel. 5:5 As ha dicho Jehov el Seor: Esta es Jerusaln; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella. 5:6 Y ella cambi mis decretos y mis ordenanzas en impiedad ms que las naciones, y ms que las tierras que estn alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos. 5:7 Por tanto, as ha dicho Jehov: Por haberos multiplicado ms que las naciones que estn alrededor de vosotros, no habis andado en mis mandamientos, ni habis guardado mis leyes? Ni aun segn las leyes de las naciones que estn alrededor de vosotros habis andado. 5:8 As, pues, ha dicho Jehov el Seor: He aqu yo estoy contra ti; s, yo, y har juicios en medio de ti ante los ojos de las naciones. 5:9 Y har en ti lo que nunca hice, ni jams har cosa semejante, a causa de todas tus abominaciones. 5:10 Por eso los padres comern a los hijos en medio de ti, y los hijos comern a sus padres; y har en ti juicios, y esparcir a todos los vientos todo lo que quedare de ti. 5:11 Por tanto, vivo yo, dice Jehov el Seor, ciertamente por haber profanado mi santuario con todas tus abominaciones, te quebrantar yo tambin; mi ojo no perdonar, ni tampoco tendr yo misericordia. 5:12 Una tercera parte de ti morir de pestilencia y ser consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caer a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparcir a todos los vientos, y tras ellos desenvainar espada. 5:13 Y se cumplir mi furor y saciar en ellos mi enojo, y tomar satisfaccin; y sabrn que yo Jehov he hablado en mi celo, cuando cumpla en ellos mi enojo. 5:14 Y te convertir en soledad y en oprobio entre las naciones que estn alrededor de ti, a los ojos de todo transente. 5:15 Y sers oprobio y escarnio y escarmiento y espanto a las naciones que estn alrededor de ti, cuando yo haga en ti juicios con furor e indignacin, y en reprensiones de ira. Yo Jehov he hablado. 5:16 Cuando arroje yo sobre ellos las perniciosas saetas del hambre, que sern 5. para destruccin, las cuales enviar para destruiros, entonces aumentar el hambre sobre vosotros, y quebrantar entre vosotros el sustento del pan. 5:17 Enviar, pues, sobre vosotros hambre, y bestias feroces que te destruyan; y pestilencia y sangre pasarn por en medio de ti, y enviar sobre ti espada. Yo Jehov he hablado. Captulo 6 Profeca contra los montes de Israel 6:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 6:2 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos. 6:3 Y dirs: Montes de Israel, od palabra de Jehov el Seor: As ha dicho Jehov el Seor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aqu que yo, yo har venir sobre vosotros espada, y destruir vuestros lugares altos. 6:4 Vuestros altares sern asolados, y vuestras imgenes del sol sern quebradas; y har que caigan vuestros muertos delante de vuestros dolos. 6:5 Y pondr los cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus dolos, y vuestros huesos esparcir en derredor de vuestros altares. 6:6 Dondequiera que habitis, sern desiertas las ciudades, y los lugares altos sern asolados, para que sean asolados y se hagan desiertos vuestros altares; y vuestros dolos sern quebrados y acabarn, vuestras imgenes del sol sern destruidas, y vuestras obras sern deshechas. 6:7 Y los muertos caern en medio de vosotros; y sabris que yo soy Jehov. 6:8 Mas dejar un resto, de modo que tengis entre las naciones algunos que escapen de la espada, cuando seis esparcidos por las tierras. 6:9 Y los que de vosotros escaparen se acordarn de m entre las naciones en las cuales sern cautivos; porque yo me quebrant a causa de su corazn fornicario que se apart de m, y a causa de sus ojos que fornicaron tras sus dolos; y se avergonzarn de s mismos, a causa de los males que hicieron en todas sus abominaciones. 6:10 Y sabrn que yo soy Jehov; no en vano dije que les haba de hacer este mal. 6:11 As ha dicho Jehov el Seor: Palmotea con tus manos, y golpea con tu pie, y di: Ay, por todas las grandes abominaciones de la casa de Israel! porque con espada y con hambre y con pestilencia caern. 6:12 El que est lejos morir de pestilencia, el que est cerca caer a espada, y el que quede y sea asediado morir de hambre; as cumplir en ellos mi enojo. 6:13 Y sabris que yo soy Jehov, cuando sus muertos estn en medio de sus dolos, en derredor de sus altares, sobre todo collado alto, en todas las cumbres de los montes, debajo de todo rbol frondoso y debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron incienso a todos sus dolos. 6:14 Y extender mi mano contra ellos, y dondequiera que habiten har la tierra ms asolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y conocern que yo soy Jehov. Captulo 7 El fin viene 7:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 7:2 T, hijo de hombre, as ha dicho Jehov el Seor a la tierra de Israel: El fin, el fin viene sobre los cuatro extremos de la tierra. 7:3 Ahora ser el fin sobre ti, y enviar sobre ti mi furor, y te juzgar segn tus caminos; y pondr sobre ti todas tus abominaciones. 7:4 Y mi ojo no te perdonar, ni tendr misericordia; antes pondr sobre ti tus caminos, y en medio de ti estarn tus abominaciones; y sabris que yo soy Jehov. 7:5 As ha dicho Jehov el Seor: Un mal, he aqu que viene un mal. 7:6 Viene el fin, el fin viene; se ha despertado contra ti; he aqu que viene. 7:7 La maana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano est el da; da de tumulto, y no de alegra, sobre los montes. 7:8 Ahora pronto derramar mi ira sobre ti, y cumplir en ti mi furor, y te 6. juzgar segn tus caminos; y pondr sobre ti tus abominaciones. 7:9 Y mi ojo no perdonar, ni tendr misericordia; segn tus caminos pondr sobre ti, y en medio de ti estarn tus abominaciones; y sabris que yo Jehov soy el que castiga. 7:10 He aqu el da, he aqu que viene; ha salido la maana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia. 7:11 La violencia se ha levantado en vara de maldad; ninguno quedar de ellos, ni de su multitud, ni uno de los suyos, ni habr entre ellos quien se lamente. 7:12 El tiempo ha venido, se acerc el da; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore, porque la ira est sobre toda la multitud. 7:13 Porque el que vende no volver a lo vendido, aunque queden vivos; porque la visin sobre toda la multitud no se revocar, y a causa de su iniquidad ninguno podr amparar su vida. 7:14 Tocarn trompeta, y prepararn todas las cosas, y no habr quien vaya a la batalla; porque mi ira est sobre toda la multitud. 7:15 De fuera espada, de dentro pestilencia y hambre; el que est en el campo morir a espada, y al que est en la ciudad lo consumir el hambre y la pestilencia. 7:16 Y los que escapen de ellos huirn y estarn sobre los montes como palomas de los valles, gimiendo todos, cada uno por su iniquidad. 7:17 Toda mano se debilitar, y toda rodilla ser dbil como el agua. 7:18 Se ceirn tambin de cilicio, y les cubrir terror; en todo rostro habr vergenza, y todas sus cabezas estarn rapadas. 7:19 Arrojarn su plata en las calles, y su oro ser desechado; ni su plata ni su oro podr librarlos en el da del furor de Jehov; no saciarn su alma, ni llenarn sus entraas, porque ha sido tropiezo para su maldad. 7:20 Por cuanto convirtieron la gloria de su ornamento en soberbia, e hicieron de ello las imgenes de sus abominables dolos, por eso se lo convert en cosa repugnante. 7:21 En mano de extraos la entregu para ser saqueada, y ser presa de los impos de la tierra, y la profanarn. 7:22 Y apartar de ellos mi rostro, y ser violado mi lugar secreto; pues entrarn en l invasores y lo profanarn. 7:23 Haz una cadena, porque la tierra est llena de delitos de sangre, y la ciudad est llena de violencia. 7:24 Traer, por tanto, los ms perversos de las naciones, los cuales poseern las casas de ellos; y har cesar la soberbia de los poderosos, y sus santuarios sern profanados. 7:25 Destruccin viene; y buscarn la paz, y no la habr. 7:26 Quebrantamiento vendr sobre quebrantamiento, y habr rumor sobre rumor; y buscarn respuesta del profeta, mas la ley se alejar del sacerdote, y de los ancianos el consejo. 7:27 El rey se enlutar, y el prncipe se vestir de tristeza, y las manos del pueblo de la tierra temblarn; segn su camino har con ellos, y con los juicios de ellos los juzgar; y sabrn que yo soy Jehov. Captulo 8 Visin de las abominaciones en Jerusaln 8:1 En el sexto ao, en el mes sexto, a los cinco das del mes, aconteci que estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Jud estaban sentados delante de m, y all se pos sobre m la mano de Jehov el Seor. 8:2 Y mir, y he aqu una figura que pareca de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba pareca resplandor, el aspecto de bronce refulgente. 8:3 Y aquella figura extendi la mano, y me tom por las guedejas de mi cabeza; y el Espritu me alz entre el cielo y la tierra, y me llev en visiones de Dios a Jerusaln, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la habitacin de la imagen del celo, la que provoca a celos. 8:4 Y he aqu, all estaba la gloria del Dios de Israel, como la visin que yo haba visto en el campo. 8:5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alc mis ojos hacia el norte, y he aqu al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada. 7. 8:6 Me dijo entonces: Hijo de hombre, no ves lo que stos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aqu para alejarme de mi santuario? Pero vulvete an, y vers abominaciones mayores. 8:7 Y me llev a la entrada del atrio, y mir, y he aqu en la pared un agujero. 8:8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cav en la pared, y he aqu una puerta. 8:9 Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que stos hacen all. 8:10 Entr, pues, y mir; y he aqu toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los dolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor. 8:11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanas hijo de Safn en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y suba una nube espesa de incienso. 8:12 Y me dijo: Hijo de hombre, has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cmaras pintadas de imgenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehov; Jehov ha abandonado la tierra. 8:13 Me dijo despus: Vulvete an, vers abominaciones mayores que hacen stos. 8:14 Y me llev a la entrada de la puerta de la casa de Jehov, que est al norte; y he aqu mujeres que estaban all sentadas endechando a Tamuz. 8:15 Luego me dijo: No ves, hijo de hombre? Vulvete an, vers abominaciones mayores que estas. 8:16 Y me llev al atrio de adentro de la casa de Jehov; y he aqu junto a la entrada del templo de Jehov, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehov y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrndose hacia el oriente. 8:17 Y me dijo: No has visto, hijo de hombre? Es cosa liviana para la casa de Jud hacer las abominaciones que hacen aqu? Despus que han llenado de maldad la tierra, se volvieron a m para irritarme; he aqu que aplican el ramo a sus narices. 8:18 Pues tambin yo proceder con furor; no perdonar mi ojo, ni tendr misericordia; y gritarn a mis odos con gran voz, y no los oir. Captulo 9 Visin de la muerte de los culpables 9:1 Clam en mis odos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. 9:2 Y he aqu que seis varones venan del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traa en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos haba un varn vestido de lino, el cual traa a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce. 9:3 Y la gloria del Dios de Israel se elev de encima del querubn, sobre el cual haba estado, al umbral de la casa; y llam Jehov al varn vestido de lino, que tena a su cintura el tintero de escribano, 9:4 y le dijo Jehov: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusaln, y ponles una seal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. 9:5 Y a los otros dijo, oyndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de l, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengis misericordia. 9:6 Matad a viejos, jvenes y vrgenes, nios y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere seal, no os acercaris; y comenzaris por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo. 9:7 Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, y mataron en la ciudad. 9:8 Aconteci que cuando ellos iban matando y qued yo solo, me postr sobre mi rostro, y clam y dije: Ah, Seor Jehov! destruirs a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusaln? 9:9 Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Jud es grande sobremanera, pues la tierra est llena de sangre, y la ciudad est llena de perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Jehov la tierra, y Jehov no ve. 8. 9:10 As, pues, har yo; mi ojo no perdonar, ni tendr misericordia; har recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas. 9:11 Y he aqu que el varn vestido de lino, que tena el tintero a su cintura, respondi una palabra, diciendo: He hecho conforme a todo lo que me mandaste. Captulo 10 La gloria de Dios abandona el templo 10:1 Mir, y he aqu en la expansin que haba sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que pareca como semejanza de un trono que se mostr sobre ellos. 10:2 Y habl al varn vestido de lino, y le dijo: Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, y llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines, y esprcelos sobre la ciudad. Y entr a vista ma. 10:3 Y los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varn entr; y la nube llenaba el atrio de adentro. 10:4 Entonces la gloria de Jehov se elev de encima del querubn al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llen del resplandor de la gloria de Jehov. 10:5 Y el estruendo de las alas de los querubines se oa hasta el atrio de afuera, como la voz del Dios Omnipotente cuando habla. 10:6 Aconteci, pues, que al mandar al varn vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, l entr y se par entre las ruedas. 10:7 Y un querubn extendi su mano de en medio de los querubines al fuego que estaba entre ellos, y tom de l y lo puso en las manos del que estaba vestido de lino, el cual lo tom y sali. 10:8 Y apareci en los querubines la figura de una mano de hombre debajo de sus alas. 10:9 Y mir, y he aqu cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubn una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crislito. 10:10 En cuanto a su apariencia, las cuatro eran de una misma forma, como si estuviera una en medio de otra. 10:11 Cuando andaban, hacia los cuatro frentes andaban; no se volvan cuando andaban, sino que al lugar adonde se volva la primera, en pos de ella iban; ni se volvan cuando andaban. 10:12 Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro ruedas. 10:13 A las ruedas, oyndolo yo, se les gritaba: Rueda! 10:14 Y cada uno tena cuatro caras. La primera era rostro de querubn; la segunda, de hombre; la tercera, cara de len; la cuarta, cara de guila. 10:15 Y se levantaron los querubines; este es el ser viviente que vi en el ro Quebar. 10:16 Y cuando andaban los querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la tierra, las ruedas tampoco se apartaban de ellos. 10:17 Cuando se paraban ellos, se paraban ellas, y cuando ellos se alzaban, se alzaban con ellos; porque el espritu de los seres vivientes estaba en ellas. 10:18 Entonces la gloria de Jehov se elev de encima del umbral de la casa, y se puso sobre los querubines. 10:19 Y alzando los querubines sus alas, se levantaron de la tierra delante de mis ojos; cuando ellos salieron, tambin las ruedas se alzaron al lado de ellos; y se pararon a la entrada de la puerta oriental de la casa de Jehov, y la gloria del Dios de Israel estaba por encima sobre ellos. 10:20 Estos eran los mismos seres vivientes que vi debajo del Dios de Israel junto al ro Quebar; y conoc que eran querubines. 10:21 Cada uno tena cuatro caras y cada uno cuatro alas, y figuras de manos de hombre debajo de sus alas. 10:22 Y la semejanza de sus rostros era la de los rostros que vi junto al ro Quebar, su misma apariencia y su ser; cada uno caminaba derecho hacia adelante. Captulo 11 Reprensin de los prncipes malvados 9. 11:1 El Espritu me elev, y me llev por la puerta oriental de la casa de Jehov, la cual mira hacia el oriente; y he aqu a la entrada de la puerta veinticinco hombres, entre los cuales vi a Jaazanas hijo de Azur y a Pelatas hijo de Benaa, principales del pueblo. 11:2 Y me dijo: Hijo de hombre, estos son los hombres que maquinan perversidad, y dan en esta ciudad mal consejo; 11:3 los cuales dicen: No ser tan pronto; edifiquemos casas; esta ser la olla, y nosotros la carne. 11:4 Por tanto profetiza contra ellos; profetiza, hijo de hombre. 11:5 Y vino sobre m el Espritu de Jehov, y me dijo: Di: As ha dicho Jehov: As habis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espritu, yo las he entendido. 11:6 Habis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habis llenado de muertos sus calles. 11:7 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Vuestros muertos que habis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la olla; mas yo os sacar a vosotros de en medio de ella. 11:8 Espada habis temido, y espada traer sobre vosotros, dice Jehov el Seor. 11:9 Y os sacar de en medio de ella, y os entregar en manos de extraos, y har juicios entre vosotros. 11:10 A espada caeris; en los lmites de Israel os juzgar, y sabris que yo soy Jehov. 11:11 La ciudad no os ser por olla, ni vosotros seris en medio de ella la carne; en los lmites de Israel os juzgar. 11:12 Y sabris que yo soy Jehov; porque no habis andado en mis estatutos, ni habis obedecido mis decretos, sino segn las costumbres de las naciones que os rodean habis hecho. 11:13 Y aconteci que mientras yo profetizaba, aquel Pelatas hijo de Benaa muri. Entonces me postr rostro a tierra y clam con gran voz, y dije: Ah, Seor Jehov! Destruirs del todo al remanente de Israel? Promesa de restauracin y renovacin 11:14 Y vino a m palabra de Jehov, diciendo: 11:15 Hijo de hombre, tus hermanos, tus hermanos, los hombres de tu parentesco y toda la casa de Israel, toda ella son aquellos a quienes dijeron los moradores de Jerusaln: Alejaos de Jehov; a nosotros es dada la tierra en posesin. 11:16 Por tanto, di: As ha dicho Jehov el Seor: Aunque les he arrojado lejos entre las naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso les ser por un pequeo santuario en las tierras adonde lleguen. 11:17 Di, por tanto: As ha dicho Jehov el Seor: Yo os recoger de los pueblos, y os congregar de las tierras en las cuales estis esparcidos, y os dar la tierra de Israel. 11:18 Y volvern all, y quitarn de ella todas sus idolatras y todas sus abominaciones. 11:19 Y les dar un corazn, y un espritu nuevo pondr dentro de ellos; y quitar el corazn de piedra de en medio de su carne, y les dar un corazn de carne, 11:20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios. 11:21 Mas a aquellos cuyo corazn anda tras el deseo de sus idolatras y de sus abominaciones, yo traigo su camino sobre sus propias cabezas, dice Jehov el Seor. 11:22 Despus alzaron los querubines sus alas, y las ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos. 11:23 Y la gloria de Jehov se elev de en medio de la ciudad, y se puso sobre el monte que est al oriente de la ciudad. 11:24 Luego me levant el Espritu y me volvi a llevar en visin del Espritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de m la visin que haba visto. 11:25 Y habl a los cautivos todas las cosas que Jehov me haba mostrado. 10. Captulo 12 Salida de Ezequiel en seal de la cautividad 12:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 12:2 Hijo de hombre, t habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen odos para or y no oyen, porque son casa rebelde. 12:3 Por tanto t, hijo de hombre, preprate enseres de marcha, y parte de da delante de sus ojos; y te pasars de tu lugar a otro lugar a vista de ellos, por si tal vez atienden, porque son casa rebelde. 12:4 Y sacars tus enseres de da delante de sus ojos, como enseres de cautiverio; mas t saldrs por la tarde a vista de ellos, como quien sale en cautiverio. 12:5 Delante de sus ojos te abrirs paso por entre la pared, y saldrs por ella. 12:6 Delante de sus ojos los llevars sobre tus hombros, de noche los sacars; cubrirs tu rostro, y no mirars la tierra; porque por seal te he dado a la casa de Israel. 12:7 Y yo hice as como me fue mandado; saqu mis enseres de da, como enseres de cautiverio, y a la tarde me abr paso por entre la pared con mi propia mano; sal de noche, y los llev sobre los hombros a vista de ellos. 12:8 Y vino a m palabra de Jehov por la maana, diciendo: 12:9 Hijo de hombre, no te ha dicho la casa de Israel, aquella casa rebelde: Qu haces? 12:10 Diles: As ha dicho Jehov el Seor: Esta profeca se refiere al prncipe en Jerusaln, y a toda la casa de Israel que est en medio de ella. 12:11 Diles: Yo soy vuestra seal; como yo hice, as se har con vosotros; partiris al destierro, en cautividad. 12:12 Y al prncipe que est en medio de ellos llevarn a cuestas de noche, y saldrn; por la pared abrirn paso para sacarlo por ella; cubrir su rostro para no ver con sus ojos la tierra. 12:13 Mas yo extender mi red sobre l, y caer preso en mi trampa, y har llevarlo a Babilonia, a tierra de caldeos, pero no la ver, y all morir. 12:14 Y a todos los que estuvieren alrededor de l para ayudarle, y a todas sus tropas, esparcir a todos los vientos, y desenvainar espada en pos de ellos. 12:15 Y sabrn que yo soy Jehov, cuando los esparciere entre las naciones, y los dispersare por la tierra. 12:16 Y har que unos pocos de ellos escapen de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde llegaren; y sabrn que yo soy Jehov. 12:17 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 12:18 Hijo de hombre, come tu pan con temblor, y bebe tu agua con estremecimiento y con ansiedad. 12:19 Y di al pueblo de la tierra: As ha dicho Jehov el Seor sobre los moradores de Jerusaln y sobre la tierra de Israel: Su pan comern con temor, y con espanto bebern su agua; porque su tierra ser despojada de su plenitud, por la maldad de todos los que en ella moran. 12:20 Y las ciudades habitadas quedarn desiertas, y la tierra ser asolada; y sabris que yo soy Jehov. 12:21 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 12:22 Hijo de hombre, qu refrn es este que tenis vosotros en la tierra de Israel, que dice: Se van prolongando los das, y desaparecer toda visin? 12:23 Diles, por tanto: As ha dicho Jehov el Seor: Har cesar este refrn, y no repetirn ms este refrn en Israel. Diles, pues: Se han acercado aquellos das, y el cumplimiento de toda visin. 12:24 Porque no habr ms visin vana, ni habr adivinacin de lisonjeros en medio de la casa de Israel. 12:25 Porque yo Jehov hablar, y se cumplir la palabra que yo hable; no se tardar ms, sino que en vuestros das, oh casa rebelde, hablar palabra y la cumplir, dice Jehov el Seor. 12:26 Y vino a m palabra de Jehov, diciendo: 12:27 Hijo de hombre, he aqu que los de la casa de Israel dicen: La visin que ste ve es para de aqu a muchos das, para lejanos tiempos profetiza ste. 12:28 Diles, por tanto: As ha dicho Jehov el Seor: No se tardar ms ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplir, dice Jehov el 11. Seor. Captulo 13 Condenacin de los falsos profetas 13:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 13:2 Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazn: Od palabra de Jehov. 13:3 As ha dicho Jehov el Seor: Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espritu, y nada han visto! 13:4 Como zorras en los desiertos fueron tus profetas, oh Israel. 13:5 No habis subido a las brechas, ni habis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el da de Jehov. 13:6 Vieron vanidad y adivinacin mentirosa. Dicen: Ha dicho Jehov, y Jehov no los envi; con todo, esperan que l confirme la palabra de ellos. 13:7 No habis visto visin vana, y no habis dicho adivinacin mentirosa, pues que decs: Dijo Jehov, no habiendo yo hablado? 13:8 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Por cuanto vosotros habis hablado vanidad, y habis visto mentira, por tanto, he aqu yo estoy contra vosotros, dice Jehov el Seor. 13:9 Estar mi mano contra los profetas que ven vanidad y adivinan mentira; no estarn en la congregacin de mi pueblo, ni sern inscritos en el libro de la casa de Israel, ni a la tierra de Israel volvern; y sabris que yo soy Jehov el Seor. 13:10 S, por cuanto engaaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz; y uno edificaba la pared, y he aqu que los otros la recubran con lodo suelto, 13:11 di a los recubridores con lodo suelto, que caer; vendr lluvia torrencial, y enviar piedras de granizo que la hagan caer, y viento tempestuoso la romper. 13:12 Y he aqu cuando la pared haya cado, no os dirn: Dnde est la embarradura con que la recubristeis? 13:13 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Har que la rompa viento tempestuoso con mi ira, y lluvia torrencial vendr con mi furor, y piedras de granizo con enojo para consumir. 13:14 As desbaratar la pared que vosotros recubristeis con lodo suelto, y la echar a tierra, y ser descubierto su cimiento, y caer, y seris consumidos en medio de ella; y sabris que yo soy Jehov. 13:15 Cumplir as mi furor en la pared y en los que la recubrieron con lodo suelto; y os dir: No existe la pared, ni los que la recubrieron, 13:16 los profetas de Israel que profetizan acerca de Jerusaln, y ven para ella visin de paz, no habiendo paz, dice Jehov el Seor. 13:17 Y t, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio corazn, y profetiza contra ellas, 13:18 y di: As ha dicho Jehov el Seor: Ay de aquellas que cosen vendas mgicas para todas las manos, y hacen velos mgicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! Habis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener as vuestra propia vida? 13:19 Y habis de profanarme entre mi pueblo por puados de cebada y por pedazos de pan, matando a las personas que no deben morir, y dando vida a las personas que no deben vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira? 13:20 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: He aqu yo estoy contra vuestras vendas mgicas, con que cazis las almas al vuelo; yo las librar de vuestras manos, y soltar para que vuelen como aves las almas que vosotras cazis volando. 13:21 Romper asimismo vuestros velos mgicos, y librar a mi pueblo de vuestra mano, y no estarn ms como presa en vuestra mano; y sabris que yo soy Jehov. 13:22 Por cuanto entristecisteis con mentiras el corazn del justo, al cual yo no entristec, y fortalecisteis las manos del impo, para que no se apartase de su mal camino, infundindole nimo, 13:23 por tanto, no veris ms visin vana, ni practicaris ms adivinacin; y librar mi pueblo de vuestra mano, y sabris que yo soy Jehov. Captulo 14 12. Juicio contra los idlatras que consultan al profeta 14:1 Vinieron a m algunos de los ancianos de Israel, y se sentaron delante de m. 14:2 Y vino a m palabra de Jehov, diciendo: 14:3 Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus dolos en su corazn, y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos? 14:4 Hblales, por tanto, y diles: As ha dicho Jehov el Seor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus dolos en su corazn, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehov responder al que viniere conforme a la multitud de sus dolos, 14:5 para tomar a la casa de Israel por el corazn, ya que se han apartado de m todos ellos por sus dolos. 14:6 Por tanto, di a la casa de Israel: As dice Jehov el Seor: Convertos, y volveos de vuestros dolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones. 14:7 Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de m, y hubiere puesto sus dolos en su corazn, y establecido delante de su rostro el tropiezo de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por m, yo Jehov le responder por m mismo; 14:8 y pondr mi rostro contra aquel hombre, y le pondr por seal y por escarmiento, y lo cortar de en medio de mi pueblo; y sabris que yo soy Jehov. 14:9 Y cuando el profeta fuere engaado y hablare palabra, yo Jehov enga al tal profeta; y extender mi mano contra l, y lo destruir de en medio de mi pueblo Israel. 14:10 Y llevarn ambos el castigo de su maldad; como la maldad del que consultare, as ser la maldad del profeta, 14:11 para que la casa de Israel no se desve ms de en pos de m, ni se contamine ms en todas sus rebeliones; y me sean por pueblo, y yo les sea por Dios, dice Jehov el Seor. Justicia del castigo de Jerusaln 14:12 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 14:13 Hijo de hombre, cuando la tierra pecare contra m rebelndose prfidamente, y extendiere yo mi mano sobre ella, y le quebrantare el sustento del pan, y enviare en ella hambre, y cortare de ella hombres y bestias, 14:14 si estuviesen en medio de ella estos tres varones, No, Daniel y Job, ellos por su justicia libraran nicamente sus propias vidas, dice Jehov el Seor. 14:15 Y si hiciere pasar bestias feroces por la tierra y la asolaren, y quedare desolada de modo que no haya quien pase a causa de las fieras, 14:16 y estos tres varones estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice Jehov el Seor, ni a sus hijos ni a sus hijas libraran; ellos solos seran librados, y la tierra quedara desolada. 14:17 O si yo trajere espada sobre la tierra, y dijere: Espada, pasa por la tierra; e hiciere cortar de ella hombres y bestias, 14:18 y estos tres varones estuviesen en medio de ella, vivo yo, dice Jehov el Seor, no libraran a sus hijos ni a sus hijas; ellos solos seran librados. 14:19 O si enviare pestilencia sobre esa tierra y derramare mi ira sobre ella en sangre, para cortar de ella hombres y bestias, 14:20 y estuviesen en medio de ella No, Daniel y Job, vivo yo, dice Jehov el Seor, no libraran a hijo ni a hija; ellos por su justicia libraran solamente sus propias vidas. 14:21 Por lo cual as ha dicho Jehov el Seor: Cunto ms cuando yo enviare contra Jerusaln mis cuatro juicios terribles, espada, hambre, fieras y pestilencia, para cortar de ella hombres y bestias? 14:22 Sin embargo, he aqu quedar en ella un remanente, hijos e hijas, que sern llevados fuera; he aqu que ellos vendrn a vosotros, y veris su camino y sus hechos, y seris consolados del mal que hice venir sobre Jerusaln, de todas las cosas que traje sobre ella. 13. 14:23 Y os consolarn cuando viereis su camino y sus hechos, y conoceris que no sin causa hice todo lo que he hecho en ella, dice Jehov el Seor.itulo Captulo 15 Jerusaln es como una vid intil 15:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 15:2 Hijo de hombre, qu es la madera de la vid ms que cualquier otra madera? Qu es el sarmiento entre los rboles del bosque? 15:3 Tomarn de ella madera para hacer alguna obra? Tomarn de ella una estaca para colgar en ella alguna cosa? 15:4 He aqu, es puesta en el fuego para ser consumida; sus dos extremos consumi el fuego, y la parte de en medio se quem; servir para obra alguna? 15:5 He aqu que cuando estaba entera no serva para obra alguna; cunto menos despus que el fuego la hubiere consumido, y fuere quemada? Servir ms para obra alguna? 15:6 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Como la madera de la vid entre los rboles del bosque, la cual di al fuego para que la consumiese, as har a los moradores de Jerusaln. 15:7 Y pondr mi rostro contra ellos; aunque del fuego se escaparon, fuego los consumir; y sabris que yo soy Jehov, cuando pusiere mi rostro contra ellos. 15:8 Y convertir la tierra en asolamiento, por cuanto cometieron prevaricacin, dice Jehov el Seor. Captulo 16 Infidelidad de Jerusaln 16:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 16:2 Hijo de hombre, notifica a Jerusaln sus abominaciones, 16:3 y di: As ha dicho Jehov el Seor sobre Jerusaln: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canan; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea. 16:4 Y en cuanto a tu nacimiento, el da que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas. 16:5 No hubo ojo que se compadeciese de ti para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste arrojada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el da que naciste. 16:6 Y yo pas junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: Vive! S, te dije, cuando estabas en tus sangres: Vive! 16:7 Te hice multiplicar como la hierba del campo; y creciste y te hiciste grande, y llegaste a ser muy hermosa; tus pechos se haban formado, y tu pelo haba crecido; pero estabas desnuda y descubierta. 16:8 Y pas yo otra vez junto a ti, y te mir, y he aqu que tu tiempo era tiempo de amores; y extend mi manto sobre ti, y cubr tu desnudez; y te di juramento y entr en pacto contigo, dice Jehov el Seor, y fuiste ma. 16:9 Te lav con agua, y lav tus sangres de encima de ti, y te ung con aceite; 16:10 y te vest de bordado, te calc de tejn, te ce de lino y te cubr de seda. 16:11 Te atavi con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. 16:12 Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. 16:13 As fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar. 16:14 Y sali tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehov el Seor. 16:15 Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras. 16:16 Y tomaste de tus vestidos, y te hiciste diversos lugares altos, y fornicaste sobre ellos; cosa semejante nunca haba sucedido, ni suceder ms. 16:17 Tomaste asimismo tus hermosas alhajas de oro y de plata que yo te haba dado, y te hiciste imgenes de hombre y fornicaste con ellas; 14. 16:18 y tomaste tus vestidos de diversos colores y las cubriste; y mi aceite y mi incienso pusiste delante de ellas. 16:19 Mi pan tambin, que yo te haba dado, la flor de la harina, el aceite y la miel, con que yo te mantuve, pusiste delante de ellas para olor agradable; y fue as, dice Jehov el Seor. 16:20 Adems de esto, tomaste tus hijos y tus hijas que habas dado a luz para m, y los sacrificaste a ellas para que fuesen consumidos. Eran poca cosa tus fornicaciones, 16:21 para que degollases tambin a mis hijos y los ofrecieras a aquellas imgenes como ofrenda que el fuego consuma? 16:22 Y con todas tus abominaciones y tus fornicaciones no te has acordado de los das de tu juventud, cuando estabas desnuda y descubierta, cuando estabas envuelta en tu sangre. 16:23 Y sucedi que despus de toda tu maldad (ay, ay de ti! dice Jehov el Seor), 16:24 te edificaste lugares altos, y te hiciste altar en todas las plazas. 16:25 En toda cabeza de camino edificaste lugar alto, e hiciste abominable tu hermosura, y te ofreciste a cuantos pasaban, y multiplicaste tus fornicaciones. 16:26 Y fornicaste con los hijos de Egipto, tus vecinos, gruesos de carnes; y aumentaste tus fornicaciones para enojarme. 16:27 Por tanto, he aqu que yo extend contra ti mi mano, y disminu tu provisin ordinaria, y te entregu a la voluntad de las hijas de los filisteos, que te aborrecen, las cuales se avergenzan de tu camino deshonesto. 16:28 Fornicaste tambin con los asirios, por no haberte saciado; y fornicaste con ellos y tampoco te saciaste. 16:29 Multiplicaste asimismo tu fornicacin en la tierra de Canan y de los caldeos, y tampoco con esto te saciaste. 16:30 Cun inconstante es tu corazn, dice Jehov el Seor, habiendo hecho todas estas cosas, obras de una ramera desvergonzada, 16:31 edificando tus lugares altos en toda cabeza de camino, y haciendo tus altares en todas las plazas! Y no fuiste semejante a ramera, en que menospreciaste la paga, 16:32 sino como mujer adltera, que en lugar de su marido recibe a ajenos. 16:33 A todas las rameras les dan dones; mas t diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste presentes, para que de todas partes se llegasen a ti en tus fornicaciones. 16:34 Y ha sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las dems mujeres: porque ninguno te ha solicitado para fornicar, y t das la paga, en lugar de recibirla; por esto has sido diferente. 16:35 Por tanto, ramera, oye palabra de Jehov. 16:36 As ha dicho Jehov el Seor: Por cuanto han sido descubiertas tus desnudeces en tus fornicaciones, y tu confusin ha sido manifestada a tus enamorados, y a los dolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste; 16:37 por tanto, he aqu que yo reunir a todos tus enamorados con los cuales tomaste placer, y a todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y los reunir alrededor de ti y les descubirir tu desnudez, y ellos vern toda tu desnudez. 16:38 Y yo te juzgar por las leyes de las adlteras, y de las que derraman sangre; y traer sobre ti sangre de ira y de celos. 16:39 Y te entregar en manos de ellos; y destruirn tus lugares altos, y derribarn tus altares, y te despojarn de tus ropas, se llevarn tus hermosas alhajas, y te dejarn desnuda y descubierta. 16:40 Y harn subir contra ti muchedumbre de gente, y te apedrearn, y te atravesarn con sus espadas. 16:41 Quemarn tus casas a fuego, y harn en ti juicios en presencia de muchas mujeres; y as har que dejes de ser ramera, y que ceses de prodigar tus dones. 16:42 Y saciar mi ira sobre ti, y se apartar de ti mi celo, y descansar y no me enojar ms. 16:43 Por cuanto no te acordaste de los das de tu juventud, y me provocaste a ira en todo esto, por eso, he aqu yo tambin traer tu camino sobre tu cabeza, dice Jehov el Seor; pues ni aun has pensado sobre toda tu lujuria. 15. 16:44 He aqu, todo el que usa de refranes te aplicar a ti el refrn que dice: Cual la madre, tal la hija. 16:45 Hija eres t de tu madre, que desech a su marido y a sus hijos; y hermana eres t de tus hermanas, que desecharon a sus maridos y a sus hijos; vuestra madre fue hetea, y vuestro padre amorreo. 16:46 Y tu hermana mayor es Samaria, ella y sus hijas, que habitan al norte de ti; y tu hermana menor es Sodoma con sus hijas, la cual habita al sur de ti. 16:47 Ni aun anduviste en sus caminos, ni hiciste segn sus abominaciones; antes, como si esto fuera poco y muy poco, te corrompiste ms que ellas en todos tus caminos. 16:48 Vivo yo, dice Jehov el Seor, que Sodoma tu hermana y sus hijas no han hecho como hiciste t y tus hijas. 16:49 He aqu que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleci la mano del afligido y del menesteroso. 16:50 Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominacin delante de m, y cuando lo vi las quit. 16:51 Y Samaria no cometi ni la mitad de tus pecados; porque t multiplicaste tus abominaciones ms que ellas, y has justificado a tus hermanas con todas las abominaciones que t hiciste. 16:52 T tambin, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu vergenza en los pecados que t hiciste, ms abominables que los de ellas; ms justas son que t; avergnzate, pues, t tambin, y lleva tu confusin, por cuanto has justificado a tus hermanas. 16:53 Yo, pues, har volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y har volver los cautivos de tus cautiverios entre ellas, 16:54 para que lleves tu confusin, y te avergences de todo lo que has hecho, siendo t motivo de consuelo para ellas. 16:55 Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volvern a su primer estado; t tambin y tus hijas volveris a vuestro primer estado. 16:56 No era tu hermana Sodoma digna de mencin en tu boca en el tiempo de tus soberbias, 16:57 antes que tu maldad fuese descubierta. As tambin ahora llevas t la afrenta de las hijas de Siria y de todas las hijas de los filisteos, las cuales por todos lados te desprecian. 16:58 Sufre t el castigo de tu lujuria y de tus abominaciones, dice Jehov. 16:59 Pero ms ha dicho Jehov el Seor: Har yo contigo como t hiciste, que menospreciaste el juramento para invalidar el pacto? 16:60 Antes yo tendr memoria de mi pacto que concert contigo en los das de tu juventud, y establecer contigo un pacto sempiterno. 16:61 Y te acordars de tus caminos y te avergonzars, cuando recibas a tus hermanas, las mayores que t y las menores que t, las cuales yo te dar por hijas, mas no por tu pacto, 16:62 sino por mi pacto que yo confirmar contigo; y sabrs que yo soy Jehov; 16:63 para que te acuerdes y te avergences, y nunca ms abras la boca, a causa de tu vergenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jehov el Seor. Captulo 17 Parbola de las guilas y la vid 17:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 17:2 Hijo de hombre, propn una figura, y compn una parbola a la casa de Israel. 17:3 Y dirs: As ha dicho Jehov el Seor: Una gran guila, de grandes alas y de largos miembros, llena de plumas de diversos colores, vino al Lbano, y tom el cogollo del cedro. 17:4 Arranc el principal de sus renuevos y lo llev a tierra de mercaderes, y lo puso en una ciudad de comerciantes. 17:5 Tom tambin de la simiente de la tierra, y la puso en un campo bueno para sembrar, la plant junto a aguas abundantes, la puso como un sauce. 17:6 Y brot, y se hizo una vid de mucho ramaje, de poca altura, y sus ramas miraban al guila, y sus races estaban debajo de ella; as que se hizo una vid, y arroj sarmientos y ech mugrones. 16. 17:7 Haba tambin otra gran guila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aqu que esta vid junt cerca de ella sus races, y extendi hacia ella sus ramas, para ser regada por ella por los surcos de su planto. 17:8 En un buen campo, junto a muchas aguas, fue plantada, para que hiciese ramas y diese fruto, y para que fuese vid robusta. 17:9 Diles: As ha dicho Jehov el Seor: Ser prosperada? No arrancar sus races, y destruir su fruto, y se secar? Todas sus hojas lozanas se secarn; y eso sin gran poder ni mucha gente para arrancarla de sus races. 17:10 Y he aqu est plantada; ser prosperada? No se secar del todo cuando el viento solano la toque? En los surcos de su verdor se secar. 17:11 Y vino a m palabra de Jehov, diciendo: 17:12 Di ahora a la casa rebelde: No habis entendido qu significan estas cosas? Diles: He aqu que el rey de Babilonia vino a Jerusaln, y tom a tu rey y a sus prncipes, y los llev consigo a Babilonia. 17:13 Tom tambin a uno de la descendencia real e hizo pacto con l, y le hizo prestar juramento; y se llev consigo a los poderosos de la tierra, 17:14 para que el reino fuese abatido y no se levantase, a fin de que guardando el pacto, permaneciese en pie. 17:15 Pero se rebel contra l, enviando embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. Ser prosperado, escapar el que estas cosas hizo? El que rompi el pacto, podr escapar? 17:16 Vivo yo, dice Jehov el Seor, que morir en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreci, y cuyo pacto hecho con l rompi. 17:17 Y ni con gran ejrcito ni con mucha compaa har Faran nada por l en la batalla, cuando se levanten vallados y se edifiquen torres para cortar muchas vidas. 17:18 Por cuanto menospreci el juramento y quebrant el pacto, cuando he aqu que haba dado su mano, y ha hecho todas estas cosas, no escapar. 17:19 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Vivo yo, que el juramento mo que menospreci, y mi pacto que ha quebrantado, lo traer sobre su misma cabeza. 17:20 Extender sobre l mi red, y ser preso en mi lazo, y lo har venir a Babilonia, y all entrar en juicio con l por su prevaricacin con que contra m se ha rebelado. 17:21 Y todos sus fugitivos, con todas sus tropas, caern a espada, y los que queden sern esparcidos a todos los vientos; y sabris que yo Jehov he hablado. 17:22 As ha dicho Jehov el Seor: Tomar yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantar; del principal de sus renuevos cortar un tallo, y lo plantar sobre el monte alto y sublime. 17:23 En el monte alto de Israel lo plantar, y alzar ramas, y dar fruto, y se har magnfico cedro; y habitarn debajo de l todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarn. 17:24 Y sabrn todos los rboles del campo que yo Jehov abat el rbol sublime, levant el rbol bajo, hice secar el rbol verde, e hice reverdecer el rbol seco. Yo Jehov lo he dicho, y lo har. Captulo 18 El alma que pecare morir 18:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 18:2 Qu pensis vosotros, los que usis este refrn sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera? 18:3 Vivo yo, dice Jehov el Seor, que nunca ms tendris por qu usar este refrn en Israel. 18:4 He aqu que todas las almas son mas; como el alma del padre, as el alma del hijo es ma; el alma que pecare, esa morir. 18:5 Y el hombre que fuere justo, e hiciere segn el derecho y la justicia; 18:6 que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los dolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prjimo, ni se llegare a la mujer menstruosa, 18:7 ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con 17. vestido, 18:8 que no prestare a inters ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre, 18:9 en mis ordenanzas caminare, y guardare mis decretos para hacer rectamente, ste es justo; ste vivir, dice Jehov el Seor. 18:10 Mas si engendrare hijo ladrn, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas, 18:11 y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prjimo, 18:12 al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los dolos e hiciere abominacin, 18:13 prestare a inters y tomare usura; vivir ste? No vivir. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morir, su sangre ser sobre l. 18:14 Pero si ste engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y vindolos no hiciere segn ellos; 18:15 no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los dolos de la casa de Israel; la mujer de su prjimo no violare, 18:16 ni oprimiere a nadie, la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su pan, y cubriere con vestido al desnudo; 18:17 apartare su mano del pobre, inters y usura no recibiere; guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas; ste no morir por la maldad de su padre; de cierto vivir. 18:18 Su padre, por cuanto hizo agravio, despoj violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aqu que l morir por su maldad. 18:19 Y si dijereis: Por qu el hijo no llevar el pecado de su padre? Porque el hijo hizo segn el derecho y la justicia, guard todos mis estatutos y los cumpli, de cierto vivir. 18:20 El alma que pecare, esa morir; el hijo no llevar el pecado del padre, ni el padre llevar el pecado del hijo; la justicia del justo ser sobre l, y la impiedad del impo ser sobre l. El camino de Dios es justo (Ez. 33. 10-20) 18:21 Mas el impo, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere segn el derecho y la justicia, de cierto vivir; no morir. 18:22 Todas las transgresiones que cometi, no le sern recordadas; en su justicia que hizo vivir. 18:23 Quiero yo la muerte del impo? dice Jehov el Seor. No vivir, si se apartare de sus caminos? 18:24 Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme a todas las abominaciones que el impo hizo, vivir l? Ninguna de las justicias que hizo le sern tenidas en cuenta; por su rebelin con que prevaric, y por el pecado que cometi, por ello morir. 18:25 Y si dijereis: No es recto el camino del Seor; od ahora, casa de Israel: No es recto mi camino? no son vuestros caminos torcidos? 18:26 Apartndose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, l morir por ello; por la iniquidad que hizo, morir. 18:27 Y apartndose el impo de su impiedad que hizo, y haciendo segn el derecho y la justicia, har vivir su alma. 18:28 Porque mir y se apart de todas sus transgresiones que haba cometido, de cierto vivir; no morir. 18:29 Si an dijere la casa de Israel: No es recto el camino del Seor; no son rectos mis caminos, casa de Israel? Ciertamente, vuestros caminos no son rectos. 18:30 Por tanto, yo os juzgar a cada uno segn sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehov el Seor. Convertos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os ser la iniquidad causa de ruina. 18:31 Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habis pecado, y haceos un corazn nuevo y un espritu nuevo. Por qu moriris, casa de Israel? 18:32 Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehov el Seor; 18. convertos, pues, y viviris. Captulo 19 Lamentacin sobre los prncipes de Israel 19:1 Y t, levanta endecha sobre los prncipes de Israel. 19:2 Dirs: Cmo se ech entre los leones tu madre la leona! Entre los leoncillos cri sus cachorros, 19:3 e hizo subir uno de sus cachorros; vino a ser leoncillo, y aprendi a arrebatar la presa, y a devorar hombres. 19:4 Y las naciones oyeron de l; fue tomado en la trampa de ellas, y lo llevaron con grillos a la tierra de Egipto. 19:5 Viendo ella que haba esperado mucho tiempo, y que se perda su esperanza, tom otro de sus cachorros, y lo puso por leoncillo. 19:6 Y l andaba entre los leones; se hizo leoncillo, aprendi a arrebatar la presa, devor hombres. 19:7 Saque fortalezas, y asol ciudades; y la tierra fue desolada, y cuanto haba en ella, al estruendo de sus rugidos. 19:8 Arremetieron contra l las gentes de las provincias de alrededor, y extendieron sobre l su red, y en el foso fue apresado. 19:9 Y lo pusieron en una jaula y lo llevaron con cadenas, y lo llevaron al rey de Babilonia; lo pusieron en las fortalezas, para que su voz no se oyese ms sobre los montes de Israel. 19:10 Tu madre fue como una vid en medio de la via, plantada junto a las aguas, dando fruto y echando vstagos a causa de las muchas aguas. 19:11 Y ella tuvo varas fuertes para cetros de reyes; y se elev su estatura por encima entre las ramas, y fue vista por causa de su altura y la multitud de sus sarmientos. 19:12 Pero fue arrancada con ira, derribada en tierra, y el viento solano sec su fruto; sus ramas fuertes fueron quebradas y se secaron; las consumi el fuego. 19:13 Y ahora est plantada en el desierto, en tierra de sequedad y de aridez. 19:14 Y ha salido fuego de la vara de sus ramas, que ha consumido su fruto, y no ha quedado en ella vara fuerte para cetro de rey. Endecha es esta, y de endecha servir. Captulo 20 Modo de proceder de Dios con Israel 20:1 Aconteci en el ao sptimo, en el mes quinto, a los diez das del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehov, y se sentaron delante de m. 20:2 Y vino a m palabra de Jehov, diciendo: 20:3 Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: As ha dicho Jehov el Seor: A consultarme vens vosotros? Vivo yo, que no os responder, dice Jehov el Seor. 20:4 Quieres t juzgarlos? Los quieres juzgar t, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres, 20:5 y diles: As ha dicho Jehov el Seor: El da que escog a Israel, y que alc mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alc mi mano y les jur diciendo: Yo soy Jehov vuestro Dios; 20:6 aquel da que les alc mi mano, jurando as que los sacara de la tierra de Egipto a la tierra que les haba provisto, que fluye leche y miel, la cual es la ms hermosa de todas las tierras; 20:7 entonces les dije: Cada uno eche de s las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminis con los dolos de Egipto. Yo soy Jehov vuestro Dios. 20:8 Mas ellos se rebelaron contra m, y no quisieron obedecerme; no ech de s cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los dolos de Egipto; y dije que derramara mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. 20:9 Con todo, a causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido, actu 19. para sacarlos de la tierra de Egipto. 20:10 Los saqu de la tierra de Egipto, y los traje al desierto, 20:11 y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivir. 20:12 Y les di tambin mis das de reposo, para que fuesen por seal entre m y ellos, para que supiesen que yo soy Jehov que los santifico. 20:13 Mas se rebel contra m la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere, vivir; y mis das de reposo profanaron en gran manera; dije, por tanto, que derramara sobre ellos mi ira en el desierto para exterminarlos. 20:14 Pero actu a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los haba sacado. 20:15 Tambin yo les alc mi mano en el desierto, jurando que no los traera a la tierra que les haba dado, que fluye leche y miel, la cual es la ms hermosa de todas las tierras; 20:16 porque desecharon mis decretos, y no anduvieron en mis estatutos, y mis das de reposo profanaron, porque tras sus dolos iba su corazn. 20:17 Con todo, los perdon mi ojo, pues no los mat, ni los extermin en el desierto; 20:18 antes dije en el desierto a sus hijos: No andis en los estatutos de vuestros padres, ni guardis sus leyes, ni os contaminis con sus dolos. 20:19 Yo soy Jehov vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis preceptos, y ponedlos por obra; 20:20 y santificad mis das de reposo, y sean por seal entre m y vosotros, para que sepis que yo soy Jehov vuestro Dios. 20:21 Mas los hijos se rebelaron contra m; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivir; profanaron mis das de reposo. Dije entonces que derramara mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto. 20:22 Mas retraje mi mano a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los haba sacado. 20:23 Tambin les alc yo mi mano en el desierto, jurando que los esparcira entre las naciones, y que los dispersara por las tierras, 20:24 porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis das de reposo, y tras los dolos de sus padres se les fueron los ojos. 20:25 Por eso yo tambin les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podran vivir. 20:26 Y los contamin en sus ofrendas cuando hacan pasar por el fuego a todo primognito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehov. 20:27 Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: As ha dicho Jehov el Seor: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando cometieron rebelin contra m. 20:28 Porque yo los traje a la tierra sobre la cual haba alzado mi mano jurando que haba de drsela, y miraron a todo collado alto y a todo rbol frondoso, y all sacrificaron sus vctimas, y all presentaron ofrendas que me irritan, all pusieron tambin su incienso agradable, y all derramaron sus libaciones. 20:29 Y yo les dije: Qu es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el da de hoy. 20:30 Di, pues, a la casa de Israel: As ha dicho Jehov el Seor: No os contaminis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicis tras sus abominaciones? 20:31 Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habis contaminado con todos vuestros dolos hasta hoy; y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehov el Seor, que no os responder. 20:32 Y no ha de ser lo que habis pensado. Porque vosotros decs: Seamos como las naciones, como las dems familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra. 20:33 Vivo yo, dice Jehov el Seor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros; 20:34 y os sacar de entre los pueblos, y os reunir de las tierras en que estis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; 20:35 y os traer al desierto de los pueblos, y all litigar con vosotros cara 20. a cara. 20:36 Como litigu con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, as litigar con vosotros, dice Jehov el Seor. 20:37 Os har pasar bajo la vara, y os har entrar en los vnculos del pacto; 20:38 y apartar de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra m; de la tierra de sus peregrinaciones los sacar, mas a la tierra de Israel no entrarn; y sabris que yo soy Jehov. 20:39 Y a vosotros, oh casa de Israel, as ha dicho Jehov el Seor: Andad cada uno tras sus dolos, y servidles, si es que a m no me obedecis; pero no profanis ms mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros dolos. 20:40 Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehov el Seor, all me servir toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; all los aceptar, y all demandar vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. 20:41 Como incienso agradable os aceptar, cuando os haya sacado de entre los pueblos, y os haya congregado de entre las tierras en que estis esparcidos; y ser santificado en vosotros a los ojos de las naciones. 20:42 Y sabris que yo soy Jehov, cuando os haya trado a la tierra de Israel, la tierra por la cual alc mi mano jurando que la dara a vuestros padres. 20:43 Y all os acordaris de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceris a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis. 20:44 Y sabris que yo soy Jehov, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no segn vuestros caminos malos ni segn vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehov el Seor. Profeca contra el Neguev 20:45 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 20:46 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el sur, derrama tu palabra hacia la parte austral, profetiza contra el bosque del Neguev. 20:47 Y dirs al bosque del Neguev: Oye la palabra de Jehov: As ha dicho Jehov el Seor: He aqu que yo enciendo en ti fuego, el cual consumir en ti todo rbol verde y todo rbol seco; no se apagar la llama del fuego; y sern quemados en ella todos los rostros, desde el sur hasta el norte. 20:48 Y ver toda carne que yo Jehov lo encend; no se apagar. 20:49 Y dije: Ah, Seor Jehov! ellos dicen de m: No profiere ste parbolas? Captulo 21 La espada afilada de Jehov 21:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 21:2 Hijo de hombre, pon tu rostro contra Jerusaln, y derrama palabra sobre los santuarios, y profetiza contra la tierra de Israel. 21:3 Dirs a la tierra de Israel: As ha dicho Jehov: He aqu que yo estoy contra ti, y sacar mi espada de su vaina, y cortar de ti al justo y al impo. 21:4 Y por cuanto he de cortar de ti al justo y al impo, por tanto, mi espada saldr de su vaina contra toda carne, desde el sur hasta el norte. 21:5 Y sabr toda carne que yo Jehov saqu mi espada de su vaina; no la envainar ms. 21:6 Y t, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos y con amargura; gime delante de los ojos de ellos. 21:7 Y cuando te dijeren: Por qu gimes t? dirs: Por una noticia que cuando llegue har que desfallezca todo corazn, y toda mano se debilitar, y se angustiar todo espritu, y toda rodilla ser dbil como el agua; he aqu que viene, y se har, dice Jehov el Seor. 21:8 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 21:9 Hijo de hombre, profetiza, y di: As ha dicho Jehov el Seor: Di: La espada, la espada est afilada, y tambin pulida. 21:10 Para degollar vctimas est afilada, pulida est para que relumbre. Hemos de alegrarnos? Al cetro de mi hijo ha despreciado como a un palo cualquiera. 21:11 Y la dio a pulir para tenerla a mano; la espada est afilada, y est 21. pulida para entregarla en mano del matador. 21:12 Clama y lamenta, oh hijo de hombre; porque sta ser sobre mi pueblo, ser ella sobre todos los prncipes de Israel; caern ellos a espada juntamente con mi pueblo; hiere, pues, tu muslo; 21:13 porque est probado. Y qu, si la espada desprecia aun al cetro? El no ser ms, dice Jehov el Seor. 21:14 T, pues, hijo de hombre, profetiza, y bate una mano contra otra, y duplquese y triplquese el furor de la espada homicida; esta es la espada de la gran matanza que los traspasar, 21:15 para que el corazn desmaye, y los estragos se multipliquen; en todas las puertas de ellos he puesto espanto de espada. Ah! dispuesta est para que relumbre, y preparada para degollar. 21:16 Corta a la derecha, hiere a la izquierda, adonde quiera que te vuelvas. 21:17 Y yo tambin batir mi mano contra mi mano, y har reposar mi ira. Yo Jehov he hablado. 21:18 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 21:19 T, hijo de hombre, traza dos caminos por donde venga la espada del rey de Babilonia; de una misma tierra salgan ambos; y pon una seal al comienzo de cada camino, que indique la ciudad adonde va. 21:20 El camino sealars por donde venga la espada a Rab de los hijos de Amn, y a Jud contra Jerusaln, la ciudad fortificada. 21:21 Porque el rey de Babilonia se ha detenido en una encrucijada, al principio de los dos caminos, para usar de adivinacin; ha sacudido las saetas, consult a sus dolos, mir el hgado. 21:22 La adivinacin seal a su mano derecha, sobre Jerusaln, para dar la orden de ataque, para dar comienzo a la matanza, para levantar la voz en grito de guerra, para poner arietes contra las puertas, para levantar vallados, y edificar torres de sitio. 21:23 Mas para ellos esto ser como adivinacin mentirosa, ya que les ha hecho solemnes juramentos; pero l trae a la memoria la maldad de ellos, para apresarlos. 21:24 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Por cuanto habis hecho traer a la memoria vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras; por cuanto habis venido en memoria, seris entregados en su mano. 21:25 Y t, profano e impo prncipe de Israel, cuyo da ha llegado ya, el tiempo de la consumacin de la maldad, 21:26 as ha dicho Jehov el Seor: Depn la tiara, quita la corona; esto no ser ms as; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto. 21:27 A ruina, a ruina, a ruina lo reducir, y esto no ser ms, hasta que venga aquel cuyo es el derecho, y yo se lo entregar. Juicio contra los amonitas 21:28 Y t, hijo de hombre, profetiza, y d: As ha dicho Jehov el Seor acerca de los hijos de Amn, y de su oprobio. Dirs, pues: La espada, la espada est desenvainada para degollar; para consumir est pulida con resplandor. 21:29 Te profetizan vanidad, te adivinan mentira, para que la emplees sobre los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo da vino en el tiempo de la consumacin de la maldad. 21:30 La volver a su vaina? En el lugar donde te criaste, en la tierra donde has vivido, te juzgar, 21:31 y derramar sobre ti mi ira; el fuego de mi enojo har encender sobre ti, y te entregar en mano de hombres temerarios, artfices de destruccin. 21:32 Sers pasto del fuego, se empapar la tierra de tu sangre; no habr ms memoria de ti, porque yo Jehov he hablado. Captulo 22 Los pecados de Jerusaln 22:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 22:2 T, hijo de hombre, no juzgars t, no juzgars t a la ciudad derramadora de sangre, y le mostrars todas sus abominaciones? 22:3 Dirs, pues: As ha dicho Jehov el Seor: Ciudad derramadora de sangre en 22. medio de s, para que venga su hora, y que hizo dolos contra s misma para contaminarse! 22:4 En tu sangre que derramaste has pecado, y te has contaminado en tus dolos que hiciste; y has hecho acercar tu da, y has llegado al trmino de tus aos; por tanto, te he dado en oprobio a las naciones, y en escarnio a todas las tierras. 22:5 Las que estn cerca de ti y las que estn lejos se reirn de ti, amancillada de nombre, y de grande turbacin. 22:6 He aqu que los prncipes de Israel, cada uno segn su poder, se esfuerzan en derramar sangre. 22:7 Al padre y a la madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; al hurfano y a la viuda despojaron en ti. 22:8 Mis santuarios menospreciaste, y mis das de reposo has profanado. 22:9 Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti; hicieron en medio de ti perversidades. 22:10 La desnudez del padre descubrieron en ti, y en ti hicieron violencia a la que estaba inmunda por su menstruo. 22:11 Cada uno hizo abominacin con la mujer de su prjimo, cada uno contamin pervertidamente a su nuera, y cada uno viol en ti a su hermana, hija de su padre. 22:12 Precio recibieron en ti para derramar sangre; inters y usura tomaste, y a tus prjimos defraudaste con violencia; te olvidaste de m, dice Jehov el Seor. 22:13 Y he aqu que bat mis manos a causa de tu avaricia que cometiste, y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti. 22:14 Estar firme tu corazn? Sern fuertes tus manos en los das en que yo proceda contra ti? Yo Jehov he hablado, y lo har. 22:15 Te dispersar por las naciones, y te esparcir por las tierras; y har fenecer de ti tu inmundicia. 22:16 Y por ti misma sers degradada a la vista de las naciones; y sabrs que yo soy Jehov. 22:17 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 22:18 Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son bronce y estao y hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se convirtieron. 22:19 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Por cuanto todos vosotros os habis convertido en escorias, por tanto, he aqu que yo os reunir en medio de Jerusaln. 22:20 Como quien junta plata y bronce y hierro y plomo y estao en medio del horno, para encender fuego en l para fundirlos, as os juntar en mi furor y en mi ira, y os pondr all, y os fundir. 22:21 Yo os juntar y soplar sobre vosotros en el fuego de mi furor, y en medio de l seris fundidos. 22:22 Como se funde la plata en medio del horno, as seris fundidos en medio de l; y sabris que yo Jehov habr derramado mi enojo sobre vosotros. 22:23 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 22:24 Hijo de hombre, di a ella: T no eres tierra limpia, ni rociada con lluvia en el da del furor. 22:25 Hay conjuracin de sus profetas en medio de ella, como len rugiente que arrebata presa; devoraron almas, tomaron haciendas y honra, multiplicaron sus viudas en medio de ella. 22:26 Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio; y de mis das de reposo apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos. 22:27 Sus prncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan presa, derramando sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas. 22:28 Y sus profetas recubran con lodo suelto, profetizndoles vanidad y adivinndoles mentira, diciendo: As ha dicho Jehov el Seor; y Jehov no haba hablado. 22:29 El pueblo de la tierra usaba de opresin y cometa robo, al afligido y menesteroso haca violencia, y al extranjero oprima sin derecho. 22:30 Y busqu entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de m, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no 23. lo hall. 22:31 Por tanto, derram sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consum; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehov el Seor. Captulo 23 Las dos hermanas 23:1 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 23:2 Hijo de hombre, hubo dos mujeres, hijas de una madre, 23:3 las cuales fornicaron en Egipto; en su juventud fornicaron. All fueron apretados sus pechos, all fueron estrujados sus pechos virginales. 23:4 Y se llamaban, la mayor, Ahola, y su hermana, Aholiba; las cuales llegaron a ser mas, y dieron a luz hijos e hijas. Y se llamaron: Samaria, Ahola; y Jerusaln, Aholiba. 23:5 Y Ahola cometi fornicacin aun estando en mi poder; y se enamor de sus amantes los asirios, vecinos suyos, 23:6 vestidos de prpura, gobernadores y capitanes, jvenes codiciables todos ellos, jinetes que iban a caballo. 23:7 Y se prostituy con ellos, con todos los ms escogidos de los hijos de los asirios, y con todos aquellos de quienes se enamor; se contamin con todos los dolos de ellos. 23:8 Y no dej sus fornicaciones de Egipto; porque con ella se echaron en su juventud, y ellos comprimieron sus pechos virginales, y derramaron sobre ella su fornicacin. 23:9 Por lo cual la entregu en mano de sus amantes, en mano de los hijos de los asirios, de quienes se haba enamorado. 23:10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron sus hijos y sus hijas, y a ella mataron a espada; y vino a ser famosa entre las mujeres, pues en ella hicieron escarmiento. 23:11 Y lo vio su hermana Aholiba, y enloqueci de lujuria ms que ella; y sus fornicaciones fueron ms que las fornicaciones de su hermana. 23:12 Se enamor de los hijos de los asirios sus vecinos, gobernadores y capitanes, vestidos de ropas y armas excelentes, jinetes que iban a caballo, todos ellos jvenes codiciables. 23:13 Y vi que se haba contaminado; un mismo camino era el de ambas. 23:14 Y aument sus fornicaciones; pues cuando vio a hombres pintados en la pared, imgenes de caldeos pintadas de color, 23:15 ceidos por sus lomos con talabartes, y tiaras de colores en sus cabezas, teniendo todos ellos apariencia de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, de Caldea, tierra de su nacimiento, 23:16 se enamor de ellos a primera vista, y les envi mensajeros a la tierra de los caldeos. 23:17 As, pues, se llegaron a ella los hombres de Babilonia en su lecho de amores, y la contaminaron, y ella tambin se contamin con ellos, y su alma se hasti de ellos. 23:18 As hizo patentes sus fornicaciones y descubri sus desnudeces, por lo cual mi alma se hasti de ella, como se haba ya hastiado mi alma de su hermana. 23:19 Aun multiplic sus fornicaciones, trayendo en memoria los das de su juventud, en los cuales haba fornicado en la tierra de Egipto. 23:20 Y se enamor de sus rufianes, cuya lujuria es como el ardor carnal de los asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos. 23:21 As trajiste de nuevo a la memoria la lujuria de tu juventud, cuando los egipcios comprimieron tus pechos, los pechos de tu juventud. 23:22 Por tanto, Aholiba, as ha dicho Jehov el Seor: He aqu que yo suscitar contra ti a tus amantes, de los cuales se hasti tu alma, y les har venir contra ti en derredor; 23:23 los de Babilonia, y todos los caldeos, los de Pecod, Soa y Coa, y todos los de Asiria con ellos; jvenes codiciables, gobernadores y capitanes, nobles y varones de renombre, que montan a caballo todos ellos. 23:24 Y vendrn contra ti carros, carretas y ruedas, y multitud de pueblos. Escudos, paveses y yelmos pondrn contra ti en derredor; y yo pondr delante de ellos el juicio, y por sus leyes te juzgarn. 23:25 Y pondr mi celo contra ti, y procedern contigo con furor; te quitarn tu 24. nariz y tus orejas, y lo que te quedare caer a espada. Ellos tomarn a tus hijos y a tus hijas, y tu remanente ser consumido por el fuego. 23:26 Y te despojarn de tus vestidos, y te arrebatarn todos los adornos de tu hermosura. 23:27 Y har cesar de ti tu lujuria, y tu fornicacin de la tierra de Egipto; y no levantars ya ms a ellos tus ojos, ni nunca ms te acordars de Egipto. 23:28 Porque as ha dicho Jehov el Seor: He aqu, yo te entrego en mano de aquellos que aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hasti tu alma; 23:29 los cuales procedern contigo con odio, y tomarn todo el fruto de tu labor, y te dejarn desnuda y descubierta; y se descubrir la inmundicia de tus fornicaciones, y tu lujuria y tu prostitucin. 23:30 Estas cosas se harn contigo porque fornicaste en pos de las naciones, con las cuales te contaminaste en sus dolos. 23:31 En el camino de tu hermana anduviste; yo, pues, pondr su cliz en tu mano. 23:32 As ha dicho Jehov el Seor: Bebers el hondo y ancho cliz de tu hermana, que es de gran capacidad; de ti se mofarn las naciones, y te escarnecern. 23:33 Sers llena de embriaguez y de dolor por el cliz de soledad y de desolacin, por el cliz de tu hermana Samaria. 23:34 Lo bebers, pues, y lo agotars, y quebrars sus tiestos; y rasgars tus pechos, porque yo he hablado, dice Jehov el Seor. 23:35 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Por cuanto te has olvidado de m, y me has echado tras tus espaldas, por eso, lleva t tambin tu lujuria y tus fornicaciones. 23:36 Y me dijo Jehov: Hijo de hombre, no juzgars t a Ahola y a Aholiba, y les denunciars sus abominaciones? 23:37 Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han fornicado con sus dolos; y aun a sus hijos que haban dado a luz para m, hicieron pasar por el fuego, quemndolos. 23:38 Aun esto ms me hicieron: contaminaron mi santuario en aquel da, y profanaron mis das de reposo. 23:39 Pues habiendo sacrificado sus hijos a sus dolos, entraban en mi santuario el mismo da para contaminarlo; y he aqu, as hicieron en medio de mi casa. 23:40 Adems, enviaron por hombres que viniesen de lejos, a los cuales haba sido enviado mensajero, y he aqu vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y pintaste tus ojos, y te ataviaste con adornos; 23:41 y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue preparada mesa delante de l, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite. 23:42 Y se oy en ella voz de compaa que se solazaba con ella; y con los varones de la gente comn fueron trados los sabeos del desierto, y pusieron pulseras en sus manos, y bellas coronas sobre sus cabezas. 23:43 Y dije respecto de la envejecida en adulterios: Todava cometern fornicaciones con ella, y ella con ellos? 23:44 Porque han venido a ella como quien viene a mujer ramera; as vinieron a Ahola y a Aholiba, mujeres depravadas. 23:45 Por tanto, hombres justos las juzgarn por la ley de las adlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adlteras, y sangre hay en sus manos. 23:46 Por lo que as ha dicho Jehov el Seor: Yo har subir contra ellas tropas, las entregar a turbacin y a rapia, 23:47 y las turbas las apedrearn, y las atravesarn con sus espadas; matarn a sus hijos y a sus hijas, y sus casas consumirn con fuego. 23:48 Y har cesar la lujuria de la tierra, y escarmentarn todas las mujeres, y no harn segn vuestras perversidades. 23:49 Y sobre vosotras pondrn vuestras perversidades, y pagaris los pecados de vuestra idolatra; y sabris que yo soy Jehov el Seor. Captulo 24 Parbola de la olla hirviente 24:1 Vino a m palabra de Jehov en el ao noveno, en el mes dcimo, a los diez das del mes, diciendo: 24:2 Hijo de hombre, escribe la fecha de este da; el rey de Babilonia puso 25. sitio a Jerusaln este mismo da. 24:3 Y habla por parbola a la casa rebelde, y diles: As ha dicho Jehov el Seor: Pon una olla, ponla, y echa tambin en ella agua; 24:4 junta sus piezas de carne en ella; todas buenas piezas, pierna y espalda; llnala de huesos escogidos. 24:5 Toma una oveja escogida, y tambin enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; cuece tambin sus huesos dentro de ella. 24:6 Pues as ha dicho Jehov el Seor: Ay de la ciudad de sangres, de la olla herrumbrosa cuya herrumbre no ha sido quitada! Por sus piezas, por sus piezas scala, sin echar suerte sobre ella. 24:7 Porque su sangre est en medio de ella; sobre una piedra alisada la ha derramado; no la derram sobre la tierra para que fuese cubierta con polvo. 24:8 Habiendo, pues, hecho subir la ira para hacer venganza, yo pondr su sangre sobre la dura piedra, para que no sea cubierta. 24:9 Por tanto, as ha dicho Jehov el Seor: Ay de la ciudad de sangres! Pues tambin har yo gran hoguera, 24:10 multiplicando la lea, y encendiendo el fuego para consumir la carne y hacer la salsa; y los huesos sern quemados. 24:11 Asentando despus la olla vaca sobre sus brasas, para que se caldee, y se queme su fondo, y se funda en ella su suciedad, y se consuma su herrumbre. 24:12 En vano se cans, y no sali de ella su mucha herrumbre. Slo en fuego ser su herrumbre consumida. 24:13 En tu inmunda lujuria padecers, porque te limpi, y t no te limpiaste de tu inmundicia; nunca ms te limpiars, hasta que yo sacie mi ira sobre ti. 24:14 Yo Jehov he hablado; vendr, y yo lo har. No me volver atrs, ni tendr misericordia, ni me arrepentir; segn tus caminos y tus obras te juzgarn, dice Jehov el Seor. Muerte de la esposa de Ezequiel 24:15 Vino a m palabra de Jehov, diciendo: 24:16 Hijo de hombre, he aqu que yo te quito de golpe el deleite de tus ojos; no endeches, ni llores, ni corran tus lgrimas. 24:17 Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu turbante sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de enlutados. 24:18 Habl al pueblo por la maana, y a la tarde muri mi mujer; y a la maana hice como me fue mandado. 24:19 Y me dijo el pueblo: No nos ensears qu significan para nosotros estas cosas que haces? 24:20 Y yo les dije: La palabra de Jehov vino a m, diciendo: 24:21 Di a la casa de Israel: As ha dicho Jehov el Seor: He aqu yo profano mi santuario, la gloria de vuestro podero, el deseo de vuestros ojos y el deleite de vuestra alma; y vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis caern a espada. 24:22 Y haris